José I. Cafferata Nores
Proceso penal y derechos humanos
La influencia de la normativa supranacional
sobre derechos humanos de nivel constitucional
en el proceso penal argentino
if ELS
Centro de Estudios Legales y SocialesEl actual articulo 75, inc. 22, de la Constitucién Nacional
(CN) re na de Derechos y Deberes
del Hombre; la Declaracién Universal de Derechos Humanos;
la Conyencién Americana sobre Derechos Humanos; el Pa
Internacional de Derechos Econémicos, Sociales y Culturale:
el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Politicos y su
mn sobre la Prevencién y la
Sancién del Delito de Genocidio; la Convencién Internacional
sobre la Eliminacion de todas las Formas de Discriminacién
Racial; la Convencién Internacional sobre la Eliminacién de
todas las Formas de Discriminacién contra la Mujer; la Con
veneién contra la Tortura y otras Tratos 0 Penas Crucles, In-
huma
‘La Declaracién Ame
0
Protocolo Facultative; la Convene
10s 0 Degradantes; la Convencién sobre los Derechos
del Nifio, en las condiciones de su vigencia, tienen jerarquia
constitucional, no derogan articulo alguno de la primera par-
te de esta Constitucién y deben entenderse complementarios
de los derechos y garantias por ellas reconocidos".
1. Un nuevo “sistema constitucional”
A partir de esta norma, que incorpora a la Constitucién Na-
cional las principales declaraciones y tratados internacionalesIntrodueeion
sobre derechos humanos, situdndolos 4 su mismo nivel! (art,
75, Ine, 22, CN), puede hablarse de uh huevo “sistema cons.
tuclonal” integrado (“sincrontaado")t por disposiciones de
gual jerarquia "que abreva en dos fuentes: la nacional y ta in-
femacional"’, Aquéllas “no se anulan entre si ni se neutrali-
zan entre si, sino que se retroalimentan® formando un plexot
"Lo que constituye "la vietud histink
forma de 1994, dice Juan Cartas Vuaa (uno de los co-redactores del tex.
to finalmente mado como art, 75, Ine, 22, qu ulsado
Por los convencionales constituyentes CANWI, CAHIEKO Y Liamosas,
centre otros), La justicia en 1a transelén demseriien aryemina, Cordoba
1998, p. a2,
¥ Ha osadia juridica” de ta re-
hora, los principios de derechos humanus dle la Constituctén ar-
na de 1853-1860 estin sineromizados con ls dle los tratados de dere-
cho internacional de Derechos Humanos vigeites.., escribe Juan Tras
‘\iESo, Los nuevos paradigmas. Enfagues con news goserciones melodoligiees,
‘en Aneeco, Martin y Counris, Christan (comps), Lat aplicaion de los ne
tados sobre derechos humanos pot los tribunales cakes, Buenos Alves, 1997,
p. 128,
> Sefiala German Bioant CaMPos que el “sistema de derechos huma
nos requiere completitud, y no en van ta doble fiente Interna ¢ in
cional- le prove de un contenido amplio, elistien y progresive” (El art
7, inc 22, dela Constiucién Nacional y los derechos hunanes, en La aplcacon
dd In tratados, it, p- BO),
“ Veca Juan Carlos, y GeanaM, Marisa Adana, Jerunguia consituci.
‘nal de los tratados internacionales; Buenos Aires, 1996, pp. 51. Bibant Cass
Pos expresa que “en into normative (para el ease la
‘mas’ los instrumentos dotads de jerarquia constitucional) que compar.
tc un mismo y comin orden de prelacién dentro del ordenamiento ju
ico, todas las normas y odes los artieulos de aquel conjunto tienen un seni
do.y un efecto, que es el de artcularse en el sistema sin que ninguno cancele
20 se lo considere en pugna con otro, sin que entre s
Puedan oponerse irreconciliablemente (EI art 75, inc. 22, cits p. 86), Fn
que los “tratados con jerarquia constitucional deben emenderse coma
formando un bloque tinico de legalidad cuyo objeto y fin es Ia protee
tucion
1. un nuove “sistema constitucional
axiol6gico® y juridico de maxima jerarquia, al que tendré que
subordinarse® foda la legislacién sustancial o procesal secunda-
Fia que deberd ser dictada "en su consecuencia" (art. 31, CN).
Ademés, la paridad de nivel juridico entre la Constitucion
Nacional y esa normativa supranacional, obliga a los jueces a
no omitir” las disposiciones contenidas en esta tiltima “como
fuente de sus decisiones”, es decir, a sentenciar también “en su
cidn de los derechos fundamentales de los seres humanos" (CSJN, Ar
ce, Jorge Daniell, 14/X/97). ¥ sia una misma situacién son aplicables la
Convencién Americana sobre Derechos Humanos (CADH) y otro trata-
cernacional, debe mis favorable a la persona
(Corte Interamericana de Derechos Humanos Corte IDH-,
Opinién Consultiva OC-5, del 13/X1/85). En el mismo sentido es el pro-
yecto de ley presentado por el diputado Guillermo H. DE Saxcris, en la
Cimara de Diputados de la Nacién (expte. D-634-200).
Emblem signe a incnpon
ci6n de aquellos principios que, vinculados con la irrestricta vigenicia de
los derechos humanos, dispone el DIDH.x" como el “principio pro hom
nne* y “los demas criterios de interpretacién del Derecho Internacional,
lales con tar de buena fe, el paca sunt servanda y aquellos
Feferidos a la finalidad y el objeto de los tratados”, dice Martin Anke!, circunstancias que legit
2° La Convencién Americana prescribe en el articulo 8.1 que toda
ona tiene "derecho a ser ofda, con las debidas garantias y dentro de
fiuien ha resultadvictima Ye Ta comisiin de un delito, Jun plazo razonable, por un juez 0 tribunal competente, indepensdiente «
quien 8€ Considera con ho a la “tutela judicial (arts. 1.1, nparcial, establecido con anterioridad por 1a | a
TY 25, CAD) del interes (o derecho) que ha sido lestona, sess derechos yobligaciones de... cualquier. cancer". El derecho a un prove
“aper t esha xin pari con de et aces ston ibunaes que pucde icra eee
Ws de un individuo... como "en el caso de un proceso penal en el
s¢ le nicga a la parte lesionada 1a oportunidad de acusar* (Comi-
DH, Informe n* 10/95, caso 10.580).
echo a recla-
idad del Estado puede fundarse sobre el desprecio.
1€IDH, Opinion Consultiva OC-8/87, de 20 -Ninguno act :
Bra itirs Oc 8787, det sorer ‘144 dignidad humana” (Conte Wort Wetésqucz
1a dutifleaclon de tos métodos para aveiguar la verdad depe BWNVIU80). ngroga Aanecd qu cualquier Novalis rece
de de Wi obrervancia de las reglasjuridicas que rewulan corse ce gee tad de modo que se “lavorezca un modelo de enjulciseteree
ora villdamente conocimiento al proceso, de tal que no todos spetuoso de los derechos humanos y los prineipios de un
{Ge meiodos extn permitidos y quea los autorizados se los cde pane dle Derecho” (La sentencia,en Maen, Julio B,J, (comp). El une
a sen ta diseiptina de Ia ley proceca IDH, Informe n® Wig Pree Penal dea Maco, Buenos Alves 1995, no soon
1/95, case 11,006), ie goer erel dele i
DH, Velisquer Rodriguez, sentencia del 29/VI/88.
1 ch. Cone
IE Gate WH, Vetisquer Rodrigue, semicncia del 29/VIH/R8,d Introduccion
OF fesolver presuntos casos penales”®? através
tina “funcién publica; y que lo expuesto,
-etitos de accidn piiblica... perseguibles de of
al Vstado una “obligacién legal indelegable ¢
de Investigarlos’™,.. “dentificando a los res-
ponsablew’ ¢ “mponiéndoles las sanciones pertinentes”™.
Pete aquiel virtual “bloque normativo-interpretativo” tam-
bien deja perfectamente en claro otros dos conceptos. EL pr
‘mere en que 1a. raecn principal por la que el Bstado debe perse-
gult ef detito es la necesidad de dar cumptimiento a su
obligaciin de "yaruntizar el derecho a la justiela de las victimas?6 a
as que se reconoce 1a atribucidn de reclamarla ante los tribu
nates (derecho a la tutela judicial efeetiva, arts, 1.1, 8.1 y 25,
CADH) y el segundo, es que “por graves que pucd
tas acclones y por culpables que puedan ser los reos de deter-
minados delitos, no cabe admitir que et poder pueda ejerci-
arse sin Tinie algun 0 que et Estado pueda valerse de cualquier
provedimiento para alcanzar sus objetivos, sin sujectén al dere~
cho 0 ala moral”.
Estos conceptos son los que basan nuestras estimaciones
precedentes sobre que las obligaciones estatales de respetar los
derechos humanos y usegurar su plena vigencia’® impuestas
32 €F, Comisién IDH, Informe n* 12/96, case
hans,
9 Cf, Corte IDH, Velasquez Rodrigues senencla del 29/V11/88.
34-Cf, Comisidn IDH, Informe n 54/96, caso 11,228,
25 Cf, Comision IDH, Informe n* 28/96, cash 11.297, Vedse, también,
18
Informe n 34/96, e9N0 11228
97 Cf, Corte 1DH, Velisquez Rodrigues, sentericla del 29/VI1/88.
2 La primera obligacisn asumida por los Hsia pate es la de res
petar los derechos y ibertades reconouidas «i li CADM, La
obligacién es lade garamizarel bre y plana eel
conocidos en la CADH a toda persona sje 94 furlsdice
IDH, Velasquez Rodriguez, sentencla lel A9/VIV/AN).
(l. Corte
3. derechos y garantias }
por la normativa supranacional, se proyectay
el drea de la procuraci6n y administracién de la ju
expresdndose en salvaguardas que pueden ser, 0 comunes para
las victimas del delito que reclaman justicia y para aquellos
quienes se les atribuye la comisién, o especficas para cada une
de ellos: todas se conocen, genéricamente, como garantias. ¥
no obsta a esta bilateralidad, el hecho de que en el texto de la
normativa supranacional "las garantias procesales de! debido
proceso estan disenadas claramente en beneficio del imputas
do" y que su “aplicacién a los afectados por el hecho ilicito"
sea un aspecto que no "fue debidamente desarrollado”®, por
ejemplo por la CADH, ya que no es menos cierto que las opi>
wed
niones y decisiones de los organismos regionales encargados,
de velar por su aplicacion y guia aceptada para su interpreta~
mn (véase punto 1) han_evoluk ionado-dgsididamenia-ayl
‘sentido bilateral”. Basta sefialar como ejemplo, que luego de
entender que el papel del derecho penal
que se le reconoce el derecho de procurar su castigo ante 10g
tribunales penales (véase apartado 5. b).
3. d. Judiciatidad
Por cierto que las garantias deben ser "judiciales" lo que
implica la intervencién de un érgano judicial independiente
39 CE. Rooricurz Rescia, Victor Manuel, E1 debido proceso legal y la Con
vencién Americana sobre Deraches Humanos, en "Revista de ta Facultad de
Ciencias Juridicas y Politicas de la Universidad Cental de Venezuela,
"10, p. 331introduceién
¢ imparcial®®, que las proporcione efectivamentet!: es que nada
podria minar mas el respeto y la autoridad de los jueces que
su propia indiferencia frente a graves injusticias®
Restricciones
Si bien los derechos que las garantias tutelan no son abso-
Jutos®, pues estan “limitados por los derechos de los demas,
por la seguridad de todos y por las justas exigencias del bi
estar general y del desenvolvimiento democratico” (art. XX-
VIN, DADDH)", las restrieciones que con tales propésitos es-
tablezcan las leyes*® (véase apartado 16. b) que reglamenten
4 Cf, Corie IDM, Opinion Consultiva OC-8/87, det 30/1/87.
41 La existencla en La realidad de una efite garantia del libre y pleno
‘jeteleo de tos derechos humanos es una obligacion guber
(Corte IDM, Velisquer Rodriguez, sentencta del 29/V11/88),
92 CL, Comisidn 1DH, tnforme 74790, c990 9.859,
4 *5¢ tata de esferas individuales que ¢l Histada no puede vuh
1 las que solo puede penetrar limiiadamenle” (Corte IDM, Opies
Consultiva OC-6/86, del 9/V/86).
4 Rernadette Miwvictie recuerda que “la Corte IDH ha interpretado
‘que as “razones de interés general” se refleten al "bien comin” como
“elemento integrante del orden politica det estado democritice..." (La
Convencion Americana sobre Derechos Humans ¥ ¢-enjuicamiento penal, en
"Doctrina Penal’, n° 41, Buenos Aires, 19HB, 90). La nocién de "bien
‘comuin’ ya se encuentra en fa Opinin Gonwulilva n® 2, 24/1X782, de la
Corte 1D,
49 Ley es la “norma juridiea de eanieler jeneral
rin, emanada de los érganos eonatinicio
tos y democriticamente clegidos, sequin el procedimiento
establecido por las constituciones Pantes para la confor-
macidn de leyes" (Corte IDM,
91V/86). ay
3. derechos y garantias
‘i ejercicio por razones de interés general, debern guardar
directa relacion con las razones que las autorizan y no podrin
Mitatlos cn su esencia (art. 28, CN), ni suspender su vigen
‘ia subrepticiamente*, serén proporcionadas al valor en ries-
go que pretenden tutelar y de interpretaci6n y aplicacién res
Wsictiva. Es por eso que la interpretacién de aquéllas debe ser
‘onforme al sistema constitucional, es decir con “sujecién a la
Constitucién, que impone al juez la critica de las leyes inval
shay a través de su reinterpretacién en sentido constitucional y
Ja denuncia de su inconstitucionalidad’”, ¢ inspirada en el
principio pro homine'’,
46 La Comision IDH en ef Informe n* 38/96, case 10.506 ~Argenti-
Jny- det 15/X/96, record6 que “la restriccién a los derechos humanos de-
Fie ser proporcional al interés que la justifica y ajustarsé estrech
Al logro de ese legitimo objetivo (OC-5, citando The Sunday Time ca
fisloin del 24/1V/79 de la Corte Europea de Derechos Humanos)", agre-
Jando que “entre varias opciones para alcanzar ese objetivo debe esco
Jerse aquella que restrinja en menor la eseala det derecho protegido
{OC-5, par. 46)". Se preve, sin embargo, la suspensién expresa de las
as cuando sea “el Unico medio para atender a situaciones de
rncia publica y preservar los valores superiores de la sociedad de-
atica". Pero existen limites para ello (art. 27.2; CADH) ya que hay
algunos derechos cuya “suspensién no esta permitida bajo ninguna cir-
‘cunstancia”, como asi tampoco “las garantias judiciales indispensables
para la proteccidn de tales derechos” (Corte IDH, Opinién Consultiva
496-887 del 30/1/87)
47 Cf, Fennasous, Luigi El derecho come sistema de yarantis, en *Revis-
1 Guatemalteca de Ciencias Penales’, afo IIL n° 5, Guatemala, 1994
48 BI criterio gro homine significa que "debe acudirse a la norma mas
‘ainplia, 0 ala interpretacion extensiva, cuando se trata de reconocer de-
rechos protegides, c, inversamente, a la norma o a la interpretacion mis
restringida cuando se trata de establecer restricciones permanentes al
sjercicio de los derechos o su suspensién extraordinaria” enseiia Pinto,
Temas, cit, p. 81; y agrega que el principio de la interpretacion teleolé-
gleae manos la con
sideracion del objeto y fin de las normas en esta materia” (p. 84).introduecelon
¥ aun cuando se funden en tna Hey, las vestricciones po-
dran considerarse arbitrarias si fuereH lhncompatibles con el
respeto de los derechos fundamentales del Indlividuo por ser,
entre otras cosas, irrazonables, imprevisibles, 6 faltas de pro-
Iporctonalidad’: “en otras palabras, la restriccién arbitraria a
Hos derechos humanos es aquella que, alin amparindose en la
ey, no se ajusta a los valores que Informan y dan contenido
sustancial al Estado de Derecho",
4° Cl, Conte IDH, Gangaran Panday, del 21/1/94,
20 Lo arbitrarioconstivuye, de esta manera, un concepto que incluye
Supuestos, tanto de legalidad como de ilegalidad de la restriccion. En
ste arden de ideas, existen restricciones que pueden ser legales pero
dlevienen en arbitrarias, pues son Hevadas a cabo segiin los proc
dimientos, requisitos y condiciones formales establecidas en el ordena-
miento juridico pero que contradicen el fin sitimo de todo Estados el ro
necimiento y respeto de tos derechos Immanos". Cl. COMISION ANDINA be
YURISTAS, Protecion de los derechos hnumanos: definiciones operatvas, Litna,
1997, p39,
Capitulo |