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ARQUIDIÓCESIS DE MÉRIDA

SEMINARIO ARQUIDIOCESANO SAN BUENAVENTURA


CÁTEDRA ESCRITOS JOANICOS

Pneumatología en el evangelio de Juan según el


Cap. 4, 23.

Autor: Eduar Junior González.

Prof: Pbro. Julio León

MÉRIDA, FEBRERO 2022


ÍNDICE
Introducción................................................................................................................................................3
1. En espíritu, pneumati. ..................................................................................................................4
1.1. Dios es Espíritu......................................................................................................................4
1.2. Espíritu humano. ...................................................................................................................5
2. En verdad, aletheia. ......................................................................................................................5
2.1. Llega la hora, ¡Estamos en ella! ........................................................................................5
3. Nuevo nacimiento, nueva vida espiritual; conversión. .......................................................6
3.1. Adoración a Dios. ..................................................................................................................6
Conclusión ..................................................................................................................................................8
Bibliografía ..................................................................................................................................................9

2
Introducción
Antes de abordar la temática sobre la pneumatología o el estudio del espíritu, es
necesario aclarar qué es exactamente esta rama de estudio. “La palabra Pneumatología
es un término compuesto, su primera parte proviene de un vocablo castellano de la
palabra griega “πνεῦμα” encuentra su sinónimo en la lengua románica pneuma y
significa “espíritu", soplo, hálito, viento.”1

Por otra parte, “logía” se deriva a su vez del griego: Logos que encuentra su
significado en tratado, ciencia. Tocando además la referencia bíblica Cristo como Palabra
y Verbo Divino en la teología tradicional cristiana, de ahí su relación con la tercera
persona de la trinidad cristiana en el estudio de la teología.

Ahora bien, en cuanto al evangelio de san Juan, abordamos este tratado teniendo
en cuenta la idea central, el espíritu. Aunque el evangelio de Juan no narra el bautismo
de Jesús, nos enteramos por el testimonio del Bautista que el Espíritu Santo bajó y
permaneció sobre Jesús, él es aquél que posee el Espíritu2 porque lo ha recibido de Dios,
y por eso, es el que puede bautizar con Espíritu Santo.

En el capítulo cuatro del cuarto evangelio encontramos el diálogo de Jesús con la


samaritana, un encuentro quizás para algunos autores carente de historicidad por aquella
rivalidad entre los herejes samaritanos y los judíos, para Castro Sánchez: “el relato
funciona al mismo tiempo y en la misma medida como reflexión teológica y como recuerdo
o narración histórica”3. Pero, esta no es la cuestión que nos atañe en esta investigación.
Este relato teológico nos deja claro, que la salvación también había llegado para los
samaritanos, pueblo que se había apartado de Dios.

En el diálogo entre Jesús y la samaritana, se deja ver el proceso de conversión de


la mujer y cómo Jesús le va descubriendo su verdad, ella atada al pozo, a su ley. Jesús,
sin embargo, se presenta como el verdadero profeta, le descubre sus maridos y se
muestra como el nuevo culto, él le deja claro que “los adoradores verdaderos adorarán
en espíritu y en verdad”.4

1
Nicola Abbagnano, Diccionario de filosofía (México: Fondo de Cultura Económica, 1896)
2
Biblia de Jerusalén (Desclée de Brouwer: Bilbao, 2001). Jn 1, 33
3
Secundino Castro, Evangelio de Juan (Desclée de Brouwer: Bilbao, 2008), 98
4
Cf. Jn 4,23
3
El versículo 23 del capítulo 4 será el tema central de nuestra investigación,
buscaremos abordar el tema del Espíritu y la adoración, este versículo es clave dentro
de todo el diálogo con la Samaritana: “Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los
adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad porque así quiere el
Padre que sean los que le adoren”.5 Tanto judíos como samaritanos podían ser
verdaderos adoradores. Esto implicaba: primero; aceptar el Mesianismo de Jesús,
segundo; adorar a Dios en “Espíritu y verdad”6, y tercero; formar parte del reino
mesiánico. Así pues, buscaremos desarrollar la idea de espíritu, qué se entiende por
verdad y, sobre todo qué adoración es la Dios quiere.

1. En espíritu, pneumati.
1.1. Dios es Espíritu.

Según la pneumatología lo que Dios es por naturaleza y, lo que coinciden


unitariamente Padre, Hijo y Espíritu Santo, es el Amor gratuito.7 Lo que sabemos del
Padre es lo que el Hijo nos lo ha revelado. Es importante entonces enfatizar que, en el
texto del dialogo con la Samaritana, cuando se habla de espíritu se refiere a movimiento,
a viento, pero nunca éstas vistas como corporeidad de Dios o esencia, sino que han de
ser vista en función de la relación de Dios con su pueblo.

Esta afirmación, Dios es espíritu8, dentro del texto no se refiere a la corporalidad


de Dios, lo que está en juego en el diálogo; es la adoración, el culto a Dios. Así pues, no
se toca el tema de la naturaleza física de Dios, más bien, se habla sobre el espíritu que
una persona debe tener al adorar a Dios o, mejor dicho, Dios es espíritu, se refiere a un
atributo de Dios, a Dios como ser espiritual.

La samaritana, con lo expresado por el Señor Jesús, pudo contemplar la


religiosidad de su pueblo y el fanatismo de los judíos; dándose cuenta que, penosamente,
no estaban adorando correctamente, ella aún estaba con su idea fija de que la adoración

5
Ídem
6
Cf. Juan 4,24
7
Antonio Bentué, «La pneumatología como tema teológico», Publicación trimestral editada por la Universidad
Católica de Chile: 264
8
Cf. Juan 4,24
4
iba ligada con el culto en el templo, así que como Dios es espíritu, se le debe adorar
desde la perspectiva del Espíritu Santo, en los samaritanos debían tener un cambio.

1.2. Espíritu humano.

En el caso del hombre, el espíritu es parte de su personalidad, algo inmaterial, su


vida interna, es la capacidad de conocer a Dios, su elemento sensible, aquello que lo hace
reflexionar y percibir; pero, que está unido holísticamente con el cuerpo9.
En el texto ¿Qué pasaba? Por un lado, se adoraba; pero, no desde la visión de
Dios; por otro lado, el espíritu de cada adorador no guardaba coherencia con la
verdad ni con la voz del Espíritu Santo, ya sean judíos o samaritanos.
Por este motivo, la mujer trataba de entender la necesidad de ser verdaderos
adoradores desde la perspectiva de Dios, tal como Él pide y produce por medio del
Espíritu. Como Dios es espíritu, todo verdadero adorador es invitado a adorar en la
visión divina y no humana.

2. En verdad, aletheia.
2.1. Llega la hora, ¡Estamos en ella!

La samaritana si quería ser una verdadera adoradora debía aceptar el mesianismo


de Jesús.10 La verdad presente que ella estaba recibiendo, era el Mesianismo de Él. El
verdadero culto está, por lo tanto, orientado hacia el Hijo encarnado. También,
comprendió que el Espíritu Santo es quien dirige a un verdadero adorador, no las
tradiciones que ella había escuchado. Para Secundino Castro cuando en el texto se hace
mención a en espíritu y en verdad se debe identificar la verdad con Jesús y el espíritu
con el Espíritu Santo11.

Tanto los samaritanos como los judíos tenían la convicción que el Mesías estaba
por venir pronto, por eso, en el versículo 25 la mujer afirma: “sé que va a venir el
Mesías…”12 y Jesús no escatima en enfatizar: yo soy13. Se le revela. Una persona que

9
Óscar Mendoza «Dios es espíritu: Un estudio de Juan 4, 24» Berit Olam 13/1 (2016): 57
10
Mendoza «Dios es espíritu: Un estudio de Juan 4, 24», 61
11
Castro Evangelio de Juan. Comentario a la Biblia de Jerusalén…, 101
12
Cf. Jn 4,25
13
Cf. Jn 4,26
5
no acepta la verdad, no puede ser un verdadero adorador. El qu e adora a Dios,
debe aceptar su Palabra, se le exige un cambio, un nuevo nacimiento.

Pero, qué adoraban los samaritanos, qué cambio debía tener la mujer. Jesús
en el versículo 22 le recrimina que ellos (los samaritanos) adoran lo que no conocen,
es decir, no saben a quién adoran, pudiéramos estar hablando quizás, de que los
samaritanos sí que tenían un culto arraigado en su cultura pero que ese culto no
era consciente, o solo tenían claro el lugar de adoración para esto debemos
remontarnos al antiguo testamento, al primer lugar donde Abraham14 construyó un altar
después de entrar en la tierra prometida fue en Siquém, dominado por el monte Garizim,
los samaritanos solo guardaban el pentateuco y debido a la mezcla de culturas adoraban
cinco dioses15 al mismo tiempo que se adoraba a Yahvé con culto idolátrico.

En definitiva, la mujer frente a Jesús se ve descubierta, y Jesús va más allá de


presentarle una adoración cultual, Castro enfatiza: “El culto verdadero no es el que se da
en Jerusalén (judíos), ni el que se ofrece en el Garizim (samaritanos). Pero, además,
Jesús no va a hablar de culto a Dios, sino de adoración al Padre”. Es lo que a continuación
abordaremos.

3. Nuevo nacimiento, nueva vida espiritual; conversión.


3.1. Adoración a Dios.

“… en espíritu y en verdad”16 sin limitarse a ciertos lugares como Jerusalén o el


Garizim. Adorarán en la verdad plena (Jesús). Ya no será una adoración local sino
universal y espiritual, conforme a la verdad revelada. La mujer samaritana estaba siendo
llamada para adorar al Creador; pero, bajo la guía del Espíritu Santo. Por tanto, desde
aquel momento, ella debía dejar de lado las presuposiciones que tenía en mente, a saber,
la lucha entre judíos y samaritanos de dónde adorar, y solo aceptar al Mesías y la
conducción del Consolador17.

Sin embargo, “la realidad histórica de enemistad y la teológica: jamás un judío le


pediría a un hereje samaritano la salvación. En seguida Jesús manifestará que la

14
Cf. Dt 11,29
15
Cf. 2Re 17,24
16
Cf. Jn 4,23
17
Cf. Jn 14,26
6
salvación se canaliza por el pueblo judío. Pero todas sus instituciones tienen que ser
recreadas.”18 Es por eso, que es necesario un nuevo nacimiento.

Al igual que en Nicodemo19, la samaritana debía nacer de nuevo, debía nacer en


el espíritu para el Espíritu. “Lo nacido del Espíritu es espíritu 20” El Espíritu es Dios, por
tanto, el hombre que nace del Espíritu participa de la naturaleza divina. Así pues, para
Castro: “La adoración verdadera ha de ser necesariamente trinitaria. El culto auténtico
tiene que referirse a Dios, pero tal como es revelado por Jesucristo: la Verdad. Ahora
bien, esta Verdad no se profundiza ni interioriza si no interviene el Espíritu Santo”21.

La verdadera adoración a Dios en el mismo texto bíblico Jesús nos la deja muy
clara, “… adorarán al Padre”22, la palabra Padre se repite 3 veces en la respuesta de
Jesús, queda claro que la intención de Jesús es que la adoración ha de ser en esa
relación filial de hijo a Padre. Antes, la samaritana no coloca ningún nombre de quien
adora, solo dice, “nuestros padres adoraron”. ¿A quién adoraron? Ni siquiera ella es
capaz de colocar un nombre, Jesús le presenta, muestra el verdadero Dios, el Padre. El
culto verdadero ahora para la samaritana se realizará cuando se vive (adora) a Dios como
Padre, desde la visión de la verdad (en verdad), y la comprensión del espíritu. El cambio
para ella es soteriológico, Jesús se ha presentado como el agua que salta a la vida eterna
y ella no necesita volver al pozo, porque no tendrá más sed, Él le muestra a Dios como
Padre y le enseña que basta volver a nacer desde el Espíritu para que entre en comunión
con este Dios trinitario.

18
Castro Evangelio de Juan. Comentario a la Biblia de Jerusalén…, 98
19
Cf. Jn 3, 1-21
20
Cf. Jn 3,6
21
Castro Evangelio de Juan. Comentario a la Biblia de Jerusalén…, 102
22
Cf. Jn 4,23
7
Conclusión

En esta aproximación de estudio teológico sobre el capítulo 4, 23 del evangelio


de Juan podemos, resaltar los siguientes aspectos como fundamentales para realmente
tener una experiencia trinitaria desde la experiencia de la samaritana:
1. Aceptar el mesianismo de Jesús.
2. Dejarse guiar por el Espíritu Santo.
3. Adorar desde la voluntad del mismo Espíritu.
4. Reconocer a Dios como Padre.
Es el proceso espiritual que ha vivido esta mujer, ella dialoga, pregunta, se interesa
por Jesús, a partir de una necesidad y una promesa; no volver a tener sed, pero para
lograr obtener esta procesa debe ocurrir en ella una metanoia, reconocer sus faltas y
amar a Dios como su Padre para poder superar su conflicto sobre la adoración cultual en
el monte, y empezar la adoración desde el Espíritu.
Este versículo que hemos estudiado también nos deja claro que está por encima
del ritualismo la disposición de corazón, porque efectivamente así quiere el Padre que le
adoren sus adoradores

8
Bibliografía

Abbagnano Nicola, Diccionario de filosofía México: Fondo de Cultura Económica, 1896

Biblia de Jerusalén. Nueva Edición. Totalmente Revisada. Desclée de Brouwer, Bilbao,


España. Año 2009.

Bentué Antonio, «La pneumatología como tema teológico», Publicación trimestral


editada por la Universidad Católica de Chile

Castro Secundino, Evangelio de Juan Desclée de Brouwer: Bilbao, 2008

Kaiser Federico El mensaje Bíblico Perú: Editorial Andina, 1979

Mendoza Óscar «Dios es espíritu: Un estudio de Juan 4, 24» Berit Olam 13/1, 2016
Mora Ferrater J. Diccionario de filosofía. Edit. Ariel. Barcelona, España.

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