PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN

¿Cuál es la experiencia de evaluación de los docentes de la IE Villa de la Candelaria y su aporte a la

expansión de capacidades de los diferentes miembros de la Institución?

EVALUACIÓN.
La forma cómo nos relacionamos con nuestros estudiantes y cómo los evaluamos viene
influenciada por la tradición socio – histórica de nuestro proceso educativo, donde se
subsumen dos elementos importantes: el proceso de enseñanza- aprendizaje y la evaluación.

Para llegar a una comprensión del cómo evaluamos a nuestros estudiantes debemos hacer un
análisis retrospectivo de nuestro propio historial educativo, ya que ese acto evaluativo viene
indefectiblemente determinado por la concepción y la función social que cada sociedad le
asigna al proceso de enseñanza y aprendizaje, y de allí se desprenden las tradiciones
evaluativas de las que fuimos objeto.

En este sentido, González, (2001), afirma que la evaluación históricamente ha sido entendida
desde dos perspectivas que tiene que ver con la función social que se le ha asignado, como
es la de dar cumplimiento a unos requerimientos, ideales e intereses exigidos por la sociedad.
Una de esas perspectivas tiene que ver con la de seleccionar y promocionar a las personas
de acuerdo a los resultados de la evaluación, son estos los que de terminan y validan si se
sabe o no, ubicando a la persona en un determinado nivel académico, y en consecuencia son
la base del posicionamiento social de los individuos.

La otra perspectiva y que está ligada a la anterior tiene que ver con el poder y control que se
ejerce sobre las personas que son objeto de la evaluación, y para ello se han construido
instrumentos que privilegian los resultados como indicadores del éxito personal, reforzando la
percepción de que dichos resultados son los únicos criterios para validar y verificar el
aprendizaje, constituyéndose en pretexto para ejercer autoridad y domino sobre los
evaluados.

La evaluación del aprendizaje se desarrolla en el mismo escenario del proceso de enseñanza

aprendizaje, al igual que este último ha sido objeto de reflexión y análisis, acciones que han
permitido la evolución y transformación de su conceptualización y comprensión, no obstante,
su alcance depende de la interpretación y de la decisión que cada docente tome en relación a
ella.
Si bien se han dado pasos importantes que propenden por transformar esa visión
reduccionista e instrumental de la evaluación siguen muy arraigados en las prácticas
evaluativas enfoques basados en contenidos o en objetivos, donde se tiene una visión
acumulativa de los aprendizajes, el error se constituye en un problema de aprendizaje que
debe ser castigado y se confunde la evaluación con calificación (Biggs, 2006).
En este contexto el proceso evaluativo depende de dos elementos: la recolección de
información a través de instrumentos estandarizados y la emisión de juicios a partir de la
información recabada, desconociéndose otros elementos importantes del proceso evaluativo,
como proceso desarrollado por cada estudiante, de las condiciones que rodean el proceso de
enseñanza y aprendizaje y del error como oportunidad de aprendizaje y de la forma cómo
cada docente potencia los aprendizajes en el aula.

La presentación y análisis de la información recorre algunas de las preguntas centrales que

hoy día se formulan los investigadores: ¿qué se entiende por evaluación del aprendizaje?,
¿por qué y para qué evaluar?, ¿qué evaluar?

ENFOQUES DE EVALUACIÓN

Un primer enfoque es la
dnominada evaluación de
contenidos, enfoque que se visualiza
en el artículo 89 del Decreto 491 de
1904, y en el artículo 25 del Decreto
2117 de 1962:
En ellos se puede observar cómo el
énfasis, además de darse  a la
revisión de los contenidos verbales
aprendidos por las y los estudiantes,
se tiene como sinónimo
de evaluación la “calificación”.
Un segundo enfoque es
La evaluación centrada en los objetivos.
se puede evidenciar en la resolución
17486 de 1984, en donde se define
como promoción: “el paso de un grado o
nivel a otro superior, o la obtención de
un título”, paso que se da si el
estudiante  demuestra el “logro de
determinados objetivos de aprendizaje,
comprobados en el proceso
de evaluación, la promoción del
estudiante se daba por acumulación del
valor porcentual. Una visión acumulativa
de la construcción y desarrollo de los
aprendizajes.
El tercer enfoque es el
denominado evaluación por
procesos (logros - competencias).
Se evidencia en el Decreto 1860 de
1994,en sus artículos 47 y 48, el
Decreto 230 de 2002 en suartículo 9
y el Decreto 1290 de 2009,  otorga
cierta “autonomía” a las instituciones
educativas para definir y adoptar
una escala de valoración de los
desempeños de sus estudiantes.

REFERENCIAS

Biggs, J. B. (2005): Calidad del aprendizaje universitario. Madrid: Narcea.

González, Miriam. (2001). La evaluación del aprendizaje: tendencias y reflexión

crítica. Educación Médica Superior, 15(1), 85-96. Recuperado en 30 de junio de 2020,
de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-
21412001000100010&lng=es&tlng=es
Ministerio de Educación Nacional. Decreto 491 de 1904. Extraído
de: http://www.convenioandresbello.org/superior/pdf/entes_territoriales.pdf
Ministerio de Educación Nacional. Decreto 2117 de 1962. Extraído
de: http://www.mineducacion.gov.co/1621/article-103692.html

Ministerio de Educación Nacional. Decreto 1860 de 1984. Extraído de:

http://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-
172061_archivo_pdf_decreto1860_94.pdf

Ministerio de Educación Nacional. Decreto 230 de 2002. Extraído

de: http://www.mineducacion.gov.co/1621/article-162264.html

Ministerio de Educación Nacional. Decreto 1290 de 2009. Extraído

de:http://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-
187765_archivo_pdf_decreto_1290.pdf