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“Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia”

UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL

FACULTAD DE INGENIERÍA GEOGRÁFICA, AMBIENTAL Y

ECOTURISMO

ESCUELA DE INGENIERÍA GEOGRÁFICA

ALUMNO:
 Díaz Motta, Arnold.
DOCENTE:
 Ing. Mendoza García, José Tomas.
ASIGNATURA:
 Geopolítica y Ordenamiento Territorial
CICLO:
 IX
Lectura N° 3 - Guerra fría y cultura: Un panorama sobre la
libertad y el compromiso del escritor en la mitad del siglo XX
En el año 1944, cerca de cincuenta países, incluida la Unión Soviética, firman en la
localidad de New Hampshire en Estados Unidos, los denominados acuerdos de Breton
Woods. Nacen entonces el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, dos de
las organizaciones encargadas de regular y administrar los flujos económicos de
carácter global, la estabilidad monetaria y, en general, garantizar el funcionamiento de
la estructura capitalista.
El crecimiento de la economía interna y la rápida expansión de las inversiones en el
extranjero devengaron enormes beneficios a los inversores estadounidenses. El Plan
Marshall sentó las bases para muchas inversiones directas de los Estados Unidos en
Europa y preparó el terreno para las empresas transnacionales Por mucho que no
esforcemos es difícil pensar qué medidas hubiesen podido impulsar los planificadores
de la posguerra cuyos resultados hubiesen sido más ventajosos para el poder privado y
estatal de los Estados Unidos. Es entonces cuando comienza la hegemonía histórica de
los Estados Unidos de América, un dominio que se va a extender por todos los
continentes y que perdura en la actualidad. Sin embargo, la supremacía norteamericana
y la estructura económica que la sostiene van a verse amenazas, en el periodo, por la
existencia de otro sistema en expansión.
Desde entonces, puede hablarse ya del estallido de la guerra fría. Uno de los hechos
fundamentales para entender este periodo de la historia reside en la detonación de dos
bombas atómicas el 6 y el 9 de agosto de 1945, sobre las ciudades de Hiroshima y
Nagasaki para forzar la capitulación de Japón en la guerra. En cualquier caso, y
aunque nunca hubo un enfrentamiento directo entre ambas potencias, el riesgo de una
guerra nuclear fue una amenaza inquietante y real para la humanidad, cuyo efecto
devastador e instantáneo no tendría parecido en toda la historia.
El término «seguridad nacional» es tan amplio que incluye la certeza de que en un
futuro indefinido ningún adversario potencial dispondría de los recursos necesarios
para amenazar a los Estados Unidos.
El comunismo -su fantasma ubicuo- proporcionó a la política exterior de los Estados
Unidos la posibilidad de intervenir en cualquier punto del planeta para deshacerse de
todos aquellos elementos que contrariaran sus intereses. La tendencia es un progresivo
deterioro de la influencia de las organizaciones comunistas en las distintas sociedades
europeas. Togliatti se ven obligados entonces a replantear su actividad y a buscar
alianzas con los sectores católicos progresistas del país, lanzando la propuesta
conocida como El compromiso histórico.
Resulta contradictorio y sorprendente comprobar cómo una dictadura totalitaria y de
origen fascista es acogida en unas condiciones tan favorables por la comunidad
internacional, sobre todo, la europea que tuvo que sufrir una guerra de seis años para
ver
instalada la democracia en sus gobiernos. Una vez que la dictadura recibe el apoyo de
los Estados Unidos y el asentimiento de la comunidad occidental, el PCE se replantea
sus líneas de acción en su V Congreso celebrado en Praga en 1954 donde se produce
un relevo generacional, desplazando a las figuras del comunismo «tradicional» y
eligiendo una nueva directiva política que va a ser encabezada por Santiago Carrillo.
Latinoamérica es, sin duda, el área geográfica que ejemplifica a la perfección la
política de imperio llevada a cabo por los Estados Unidos. Al periodo de crecimiento
que experimentan la mayor parte de sus países durante los años 40, le sigue una salvaje
colonización económica basada en el intervencionismo militar directo, con el objetivo
de garantizar el monopolio de sus multinacionales en la explotación de recursos
naturales y minerales en todo el cono sur.
Los Estados Unidos tienen una historia laboral extremadamente violenta, poco común
en el mundo industrial. Los trabajadores no obtuvieron derechos que tenían los
europeos hasta mediados de los años treinta lo que provocó una histeria general entre
la comunidad empresarial que creía tener al país controlado. A finales de la segunda
guerra mundial, la población estadounidense se había implicado con las corrientes
democráticas de todo el mundo. Casi la mitad de la mano de obra pensó que la
situación mejoraría si las fábricas eran propiedad del gobierno en lugar de las
empresas privadas. Los sindicatos de finales de los años cuarenta reclamaban como
derechos de los trabajadores la supervisión de los libros de cuentas, así como la
participación en la toma de decisiones de gestión y de control de las fábricas; en otras
palabras, intentaban democratizar el sistema, lo que es una idea aterradora para los
totalitarios como los líderes empresariales. De manera que tuvo lugar una auténtica
batalla, durante los años cincuenta, en gran parte impulsada por el anticomunismo.
En 1945, el Departamento de Estado reactiva el Comité de actividades antiamericanas
creado en 1938, con el objetivo de detener la expansión de políticas o de ideologías
sociales y erradicarlas. En los años 50, en plena guerra fría, se desata una verdadera
fiebre persecutoria, conocida como la caza de brujas, en la que cualquier matiz liberal
era considerado potencialmente un peligro soviético.

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