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JOSÉ GUADALUPE MORENO BADILLO

NOTICIA
NEGOCIACIÓN Y SOUCIÓN DE CONFLICTOS EN LAS ORGANIZACIONES
IB-802

¿SANCIONAR A RUSIA IMPULSARÁ EL CONTAGIO FINANCIERO?

Las sanciones sin precedentes impuestas a Rusia han exacerbado la


incertidumbre económica mundial y potencialmente han descarrilado la
recuperación postpandemia.
EL CAIRO – Las sanciones sin precedentes impuestas a Rusia, que algunos han
denominado “armas económicas de destrucción masiva”, han globalizado la crisis de Ucrania, exacerbando la
incertidumbre del mercado y potencialmente descarrilando la recuperación postpandemia. En Europa y en otros lugares,
las previsiones de crecimiento para 2022 se han revisado drásticamente a la baja. Más allá de frenar la producción y hacer
que la inflación, que ya era alta, aumente aún más, estas sanciones aumentan el riesgo de una crisis financiera. El sistema
financiero global cada vez más complejo de hoy amplifica este peligro, porque la magnitud de los mercados de derivados
y la codependencia de las cadenas de suministro y las cadenas de pago hacen que el contagio sea más probable.
La estanflación ya era una amenaza global inminente y la guerra en Ucrania ha aumentado aún más el peligro. El mundo,
que aún lidia con las consecuencias de la guerra comercial entre Estados Unidos y China y la pandemia de Covid-19,
ahora enfrenta su tercera crisis económica inducida por políticas en rápida sucesión.
La recesión relacionada con la pandemia, que interrumpió las cadenas de suministro y exacerbó las presiones
inflacionarias, fue una crisis de necesidad, porque las medidas de contención fueron el precio que se pagó para detener la
propagación de la Covid-19 lo mejor posible. Pero la inminente desaceleración del crecimiento y la posible estanflación
provocada por las sanciones a Rusia serían, al igual que la guerra comercial chino-estadounidense, una crisis económica
de elección inducida por políticas.
Una lección de la guerra comercial entre Estados Unidos y China es que la mayor interdependencia en la era de la
globalización hace que sea extremadamente difícil implementar sanciones económicas específicas, desde barreras
comerciales y aranceles hasta restricciones a las transacciones financieras, sin causar consecuencias no deseadas para los
países que no están directamente involucrados en el conflicto. Dos de estos efectos son especialmente relevantes para el
conflicto Rusia-Ucrania: los “daños colaterales” indirectos que afectan a terceros países y los efectos boomerang en los
estados que imponen las sanciones.
Los daños colaterales suelen ser el resultado de la destrucción o el desvío del comercio y de las crecientes interrupciones
de las cadenas de suministro mundiales en determinado momento.
Por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional estima que los problemas en la cadena de suministro desencadenados por
la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China y exacerbados por la pandemia redujeron la producción mundial en
medio punto porcentual y aumentaron la inflación en alrededor de un punto porcentual completo en 2021.
Cuanto más grandes sean las economías que imponen sanciones, mayor será probablemente el daño colateral. Los países
de bajos y medianos ingresos, que dependen en gran medida del comercio para crecer, invariablemente son los que más
sufren, porque carecen de la infraestructura económica o la capacidad para capitalizar los efectos distorsionadores de las
sanciones o las oportunidades que surgen del reordenamiento a corto plazo del suministro. La mayoría entró en la
pandemia con un espacio fiscal limitado, lo que refleja la fuerte reducción de la demanda mundial provocada por la guerra
comercial entre Estados Unidos y China.
De alguna manera, la imposición de sanciones a Rusia está afectando a los países más pobres más severamente que la
guerra comercial o las medidas de contención de Covid-19. En particular, el acceso drásticamente reducido a productos
esenciales está aumentando el espectro de una crisis alimentaria mundial y empujando los precios de la mayoría de los
productos básicos, incluido el petróleo, a sus niveles más altos en una década, lo que también aumenta las expectativas de
inflación a largo plazo.
JOSÉ GUADALUPE MORENO BADILLO
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Si bien los precios más altos de las materias primas pueden presagiar una bonanza fiscal para los exportadores de petróleo,
crean serios desafíos de gestión macroeconómica para los países de bajos y medianos ingresos en particular. La mayoría
son importadores netos de petróleo y también deben lidiar con los crecientes riesgos de malestar social por el aumento de
la inseguridad alimentaria y, en algunos casos, la hiperinflación.
Los efectos bumerán de las sanciones económicas pueden ser igualmente significativos. Nuevamente, una evaluación de
la guerra comercial entre Estados Unidos y China es instructiva.
Además de la fuerte caída de las exportaciones de Estados Unidos a China (y una caída similar de las importaciones de
Estados Unidos desde China), una investigación realizada por el Banco de la Reserva Federal de Nueva York y la
Universidad de Columbia descubrió que las empresas estadounidenses perdieron al menos 1.7 billones de dólares en valor
bursátil debido a la imposición de aranceles estadounidenses a las importaciones chinas. Los hogares estadounidenses
también se vieron afectados ya que los precios y los tipos de cambio no se ajustaron automáticamente para proteger a los
consumidores.
Para China, los efectos boomerang del conflicto comercial dinamizaron la desaceleración de la economía, elevando la
posibilidad de un aterrizaje forzoso. Los funcionarios chinos apuntan a un crecimiento del PIB de alrededor del 5.5 % este
año, el ritmo más lento en décadas, con la excepción de la desaceleración relacionada con la pandemia en 2020. Esto
podría tener efectos secundarios negativos significativos para el resto del mundo, y especialmente para los países en
desarrollo, la mayoría de los cuales cuentan con China como su mayor socio comercial.
COMENTARIO:
En la crisis de Ucrania, las economías europeas que dependen en gran medida de la energía rusa han tratado de mitigar los
efectos boomerang de las sanciones al no extender las medidas a las exportaciones de hidrocarburos de Rusia o a los
bancos rusos involucrados en el comercio de energía. Pero varias empresas europeas en otras industrias clave con
exposición directa a Rusia se verán significativamente afectadas. En los sectores del transporte y la logística, varias
empresas financieramente sólidas podrían enfrentarse a la quiebra si las sanciones estrictas y de gran alcance se mantienen
vigentes durante un período prolongado.
REFERENCIA:
https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Sancionar-a-Rusia-impulsara-el-contagio-financiero-20220330-0162.html

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