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SISTEMA DE SALUD
Por Chatitosky copilotov (pseudónimo) Artículo inédito
Un colega médico me contó la siguiente historia:
"En nuestro hospital atendíamos a pacientes de clase media y
pobres, hasta muy pobres, se pagaba la cuota de recuperación y
quienes no podían hacerlo, colaboraban con algo, nuestro hospital
siempre tenía demanda, pero no había problemas de desabasto, las
cuotas nos permitían comprar aquellos insumos que la secretaría
de salud no proporcionaba, se hacían gastos derivados de la
operación del hospital, había buena comunicación entre los
médicos y los usuarios, los problemas se resolvían, y había una
emoción por la atención de los pacientes y los casos clínicos entre
los médicos, a veces se quedaban a discutir cada caso”.
“Cuando entró el seguro popular, comenzaron los problemas, se
dejó de tener un financiamiento propio, porque ya no había cuotas
de recuperación, el recurso destinado por cada atención dejó de
llegar, comenzó el desabasto, aquellos medicamentos necesarios
no llegaron, no hubo refacciones para equipos, se fundieron
lámparas y no se reemplazaron, las calderas, lavadoras y otros
equipos se pararon por falta de mantenimiento, la comida de
pacientes y personal, si antes era mala, se convirtió en pésima o
inexistente, dejaron de dar alimentos a becarios, se volvió un caos”.
“Lo más increíble que comencé a ver como especialista, fue a los
pobres exigir una atención tipo hotelería de 5 estrellas y a ricos
llegar en camionetas de lujo del año, para atenderse en el seguro
popular, los pobres querían ahora que saliera un "camillero" a
atenderlo, lo bajara en silla de ruedas, le pusieran una bata de
hospital nueva (no la rota o parchada de siempre), que el médico
estuviera ahí afuera como si fuera el único paciente, era como una
especie de "nuevos ricos" que exigían una atención por la que NO
PAGABAN nada, pero la querían de lo mejor, con estudios
sofisticados y en el momento2.
“Fue imposible hacerles entender a esos pobres y exigentes, que la
unidad médica no tenía recursos, comenzaron a gritarnos groserías
a los médicos, a amenazarnos con levantones, agresiones porque
"no queríamos atenderlos" ¿con qué?, no había un quirófano en
condiciones y el instrumental estaba tan dañado que era
complicado operar así, se volvió costumbre que nos gritaran "¡por
mi seguro popular tragas!", los peores eran los que, teniendo
recursos económicos, que llegaban en una camioneta de lujo,
exigían atención inmediata ante una gripa de 8 días, con la
amenaza de que "yo me encargo de que mañana te corran, pinche
médico pendejo!", o llegaban exigiendo que se les dieran la
atención de urgencia, porque fulanito (diputado que NUNCA se
paró en el hospital) los recomendó… ¡la lista de problemas era
larga!. Lo que antes era esperar para que se atendiera a un
paciente, se convirtió en un mercado de gritos para exigir atención
primera, por sobre los demás, comenzaron a llegar pacientes de
todos lados, incluso del IMSS, que no eran atendidos allá y llegaban
acá, porque era "más rapido".
Algunos colegas no aguantaron eso, comenzaron a salirse de la
unidad médica, ante la falta de insumos ¿para que estar ahí si no
tenías nada para atender a los pacientes?, se volvió una especie de
valemadrismo de mis colegas, no les interesaban los pacientes,
porque estos exigían (a veces con razón) que se les atendiera, o su
ego era tal, que no soportaron ser cuestionados, checar la entrada,
salirse a atender su consulta privada y volver a la hora de salida, se
volvió una costumbre, de repente, nuestro hospital solo tenía a
médicos internos para la atención cada vez más creciente.
¿cómo llegamos a esto? Me pregunté muchas veces, ¿dónde
perdimos la mística por atender pacientes? ¿en que momento nos
volvimos fuente de agresiones simplemente porque no podíamos
con la carga de trabajo en condiciones de desabasto e inseguridad?
Lo peor fue perder la cohesión como gremio, comenzamos a
insultarnos entre nosotros los profesionales, se sabe del médico
incompetente y existe en todos lados, pero ese era el protegido de
un sindicato, o el médico alcohólico o drogadicto, que era el menos
afectado.