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Mª ISABEL RODRÍGUEZ (DIR.

SENTIDO de la vida
antela CRISIS

Con la a>laDO.radón especial de:

Feo. Javier SANCHO FERMÍN


.
Joaquín GARCÍA-Al.ANDETE
,
' :J. Francisco GALLEGO PEREZ
/ ji Enrique ~N SANTAMARÍA
1 ¡¡Juan MARTIN VELASCO
.·'werner J. MEINHOLD
ll ORRENT GUERRERO
BETÉS DE TORO

onio DELGADO GONZALEZ
Mª ISABEL .RooRfGUEZ FERNÁNDEZ, 0 1R.

Sentido de la vida
ante la crisis 53'_....:. . . ·

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C. la cd:+otaiin de -'J 2 frltri


Feo.. Javier SANCHO fffiVÍ~,. Joaqun GARCiA-AlANOEIE.
1 frair1'CSIOO GAUffiO PÉII.L EntQE GALÁN SANTAMAIÍA.
Juan MARiÍN vaASCO. Wemef 1 tl..HNHOlD.
Raquel YOR,~ OCtRmERO. Malia1110 8EIÉS DE TORO.
Nalilia PlÁ JoséAntrrio oa.GADO GONZÁlEZ

.. . Oas::eb
- ~ dela 15 tir:a
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LA EXPERIENCIA DE LA "N
RADICAL yocui~~~ OSCURA", CRISIS
. ENTE DE SENTIDO
Juan Martín Velase~

1. La crisis y sus formas más importantes

Toda crisis humana se presenta como un momento de la


vida en la que la irrupción de un hecho o una realidad nueva
pone en cuestión la situación a la que ha llegado su curso ante-
rior y exige de la persona una reacción que le permita integrar el
elemento que ha hecho tambalearse o venirse abajo la tranquila
posesión de sí mismo en la que el sujeto estaba instalado. Esta
inicial y generalísima descripción del hecho muestra ya que
toda crisis, a la vez que pone en cuestión la vida de la persona,
abre para ella posibilidades nuevas que dependen de la calidad
de su respuesta.
Las situaciones de crisis adoptan formas muy variadas Y
. • t n dependen del grado
ª se ven afectados por
esa variedad y la intensidad. que revis.da
de gravedad en el que el suJeto Y su vi b . la forma del cues-
ellas. Las crisis más graves ap~recen ~J:n según los casos
tionamiento del sentido de la vida Y r~vis a' pregunta radical:
y las personas, formas diferentes:_ ta. e la de una sacudida
· ara m1 mismo ' la
"me convertí en un enigma P mento reinaba en
. hasta ese mo '6 ue se
radical de la confianza que bo la direcc1 n q
, dida del rum ,
propia vida; la de una per
120 lUA~
~A.llt¡
. ,
, dando a la vida; y la de la conciencia de o
venia á una r
d que en los casos m s graves afecta no Sól ªdic&I
d~ 1 dos sino a la humanidad entera. 0 a los s ~()le,
~sa , ¼~
La gravedad de las crisis depende de los
'd de las preguntas y las necesidades vitatsPectos d
v1 a, h' d es qu ela.
afectadas por ellas. 0 e a ' 1a gra~e ad de las crisis d e se ve
P que de la pregunta por el sentido se ha dicho el sent¡r-1 n
o~ . 1 con r~- \jo
"la pregunta por excelencia; a que define el on q~ ·
humano en la escaIa de 1os seres ". "Experimentaumbra¡ de 1e
es
problemático de la ex1s. tenc1a
. esta, reservado exclus·r el caráctero
hombre". "Más que cualesquiera otros factores la ~van,~nte a.i
sentido debe ser cons1'd erada en ngor . como criterioUesrion de¡
nante en la esencial distinción entre el hombre y el an· det=rni¡.
hómar.e ~s un ser que esta, propia · y u, It1mamente
. a la b.llllal · 4tli;:
del sentido" N---Franklr,, usqueda

Por eso no es extraño que los filósofos hayan reducid


oex.
presam~nte la pre~unta f ·1I oso'f'1ca a 1ª. pregunta por el sentido.
va Platon se refena a ella cuando afirmaba que una vida .
examen de sí mismo no merece ser vivida. Heidegger la con~~
dera "el problema fundamental de toda la filosofía occidental".
"Si la vida tiene o no sentido, he ahí la pregünta metafísica por
excelencia", escribía M. Blondel al comienzo de "La acción".
"La única cuestión metafísica, resumiría después A. Camus, es
el suicidio".

Para mostrar la verdad de estas afirmaciones, comenzaré


por una breve meditación sobre el sentido de la vida.

2. Los muchos sentidos de la palabra "sentido"

"Sentido" es una palabra-símbolo, de extraordinaria den;


sidad significativa. "Sentido" se ha dicho, es "lo que c~ea e
á b.
m ita necesario para respirar' con holgura para exis
· t'ir sin .so·
bresalto, para avanzar confiados hacia el f~turo, para asumirs~1
v,'dª en propia· mano, para confiar en que el empeno- de nue
V'
' A E)(PERIENCIA DE LA "NOCHE OSCURA", CRISIS RADICAL y ocULTA FUENTE. DE SENTIDO 121

tros días no será vano, ni nuestro amor cenizas" 1 E


pero ¿qué significa más precisamente? · s verdad.
comencemos
. . recordando
. que
· es utilizada en t res contex-
tos principales, que cobra en cada uno de ellos un s·ignificado
peculiar y que cada uno de esos contextos nos desvela _
ecto de la compleja significación de la palabra utilizad~ne asl
P ' " t'd d 1 'd na
expresion sen I o e a v, a.
Hablamos en primer lugar de "sentido" para referirnos a la
orientación de una realidad en movimiento, como una corrien-
te de agua o las agujas del reloj, o la de los acontecimientos
de nuestra vida como duración, como fluir temporal. Aunque
en seguida se percibe que en este último caso, el de nuestra
vida, la palabra se ~arga de una especial densidad significati-
va. Porque lo propio de este curso de nuestra vida es que ha
tenido un comienzo del que no disponemos, y tiene un final tan
cierto como impredecible en cuanto a sus circunstancias, y del
que tampoco disponemos, y eso, unido a la condición temporal
de ese fluir: "soy .un fue y un será y un es cansado", es decir
un "es", un presente, inconsistente e inapresable, hace que la
orientación de nuestra vida resulte problemática y haga surgir
la pregunta por su sentido en una segunda acepción: la del sig-
nificado o la significación, como cuando nos preguntamos por
el sentido de una palabra, un texto, un símbolo.
La referencia a este campo semántico supone que la vida,
más allá de los datos objetivos que la componen Y de los he-
chos que componen la materialidad de su trama, contiene tam-
bién un lado interior, el que acompaña al fenómeno humano en

' . o·1
en Sabef IJ

Olegario González de Cardedal, "Las palabras, _e sentido Y : consultar el


1 st
leer, diciembre de 2003, p. 8. Para toda la cu~ ión valeñ: ~;~/timo sentido,
1
excelente tratamiento de la misma por J.L. Ruiz de ª Pe ' también valio-
25
Marova, Madrid, 1980, especialmente, PP· 19- · Bre~e,:: philosophique,
so tratamiento del tema en J Grondin, Du sens de la v,e,
Bellarmin, Québec, 2003.
122
,~
1 1

fiere un plus al que remite la


1es co n Preg -~' !
,e
•unto, que e tiene su fundamento en el co"· unta
5u conJ
Por s
. do y qu
u significa .
d'st1ngue
I
. ·•llJnt
n de los obJetos y del resto de la OQe
ses
1- t~'
~9P' e
os que le pactos que hacen que la vida hum Pe.
rasQ Esos as f' . ana
. s animales. l'dad mundana, naturaI, 1s1ca y biológ· no 10 1
c1e su rea I ica. d8 10
se ag "sent·do"
I
pertenece a otro tercer cam Po rlpu
La palabra! alor que hace .que la pregunta Por el sent~e-
. o·• el de 'év posible "va1or de la v·1da" , ·1mp1·1cado d IQo ~~niU
mánt1c ~3di'1
t mb1 n aI
1
· . esae ~

se refiera ª guntas y las conductas relativas al sent· ai1 ·~


n las pre Ido 11
9sP '
siempre 'tiendo desde que el hombre es hombre E
e vienen rep1 .. . 1 t " . n nortlt
que s " entido" significa, litera men e, una plusvalí
te contexto s . bl . bl
es e hace que Io que es .sea estima e, aprecia e, posible ob.
a' ser~
-ser !
~u d deseo y en definitiva, bueno. 1 '
Jeto e ' 1
~plU!
3. Fundamento en el ser humano del posible sentido de filOSI
su vida bles
"Sentido" es el nombre para el hecho de que el ser huma- sióA
no es más de lo que tácticamente -en cuanto ser mundano, quie
natural, biológico- es. La cuestión del sentido, que el hombre pan
pueda planteársela, que no tenga más remedio que hacerlo, tan1
es la señal de que el hombre es de tal manera que no puede trai
contentarse con ser. El impulso a ser en él, el conatus essendi ha
bili
en que consiste, no se limita a una especie de instinto de con-
abi
servación o de supervivencia en la vida. Ese impulso comporta
ter
en el ser humano la aspiración a ser bien, mejor. Prueba de ello
ve
es que hay personas capaces de entregar la vida por las razo-
nes pa · · . · bl Si(
ra ~IVlr, Y que, a la inversa, se pueda considerar mno e
te
~ropter v,tam vivendi perdere causas" ' es decir' sacrificarª 1ª
v1dalas SÍ
d razones Para vivir. "Sentido" es la palabra para ese plus la
eser que se an · esa
necesid d uncia al ser humano en esa posiblidad Yen ,
de todaª 1• A través de todas estas situaciones aparece la raiz
s as exp · • 1ser
humano del _enencias de sentido y el fundamento en e
Posible sentido de su vida.
DE LA "NOCHE OSCURA", CRISIS RADICAL Y OCULTA FUENTE DE SENTIDO 123
cvpERIENCIA
LA""

El ser humano es finito, pero se conoce como tal y sólo en


muestra ya abierto a la infinitud. Ser hombre es estar
abitado por una despro~orc1'6n .intenor
.eso se . entre lo que somos· y

¡
h ue debemos ser, aspiramos a ser. Ser hombre es ser más
~e que se es; estar ha~ita_d~ por un m~s allá de sí mismo
0
que no se logra coinc1d1r, pero hacia lo que el hombre
10
conpuede dejar de aspirar.
. "El hom bre, dec1a
' Pascal, supera
0
~finitamente al hombre". "Es la síntesis de finitud e infinitud",
~ñadía Kierkegaard. Unamuno expresa de muchas maneras la
aspiración que ese rasgo de la condición humana pone en el
hombre: "Ser, ser siempre, ser sin término: ¡Sed de ser, sed de
ser más! ¡Hambre de Dios! ¡Sed de amor eternizante y eterno!
. 12 11
¡Ser siempre! ¡Ser D10s. .
Los testimonios sobre la presencia en el hombre de este
"plus de ser" que hace surgir el sentido en la literatura, en la
filosofía, en el arte, en la cultura en su conjunto, son inconta-
bles. Se ha llegado a decir con razón que cualquier compren-
sión coherente de lo que es el lenguaje y de cómo actúa, cual-
quier explicación coherente de la capacidad del habla humana
para comunicar significado y sentimiento está, en última ins-
tancia, .garantizada por el supuesto de la presencia real de la
trascendencia , por la presencia de Dios. Lo queramos o no,
ha escrito G. Steiner después de haberse referido a la imposi-
bilidad de explicar el fenómeno de la creación estética, estas
abrumadoras y tópicas inexplicabilidades y el imperativo de in-
terrogación que está en el núcleo de hombre nos convierten en
vecinos cercanos de lo trascendente. La poesía, el arte y la mú-
sica-son el medio de esa vecindad"3• Pero el hombre tiene un
testimonio más próximo a sí de la realidad de ese más allá de
sí mismo que le habita en el deseo humano. Un deseo que sólo
lo es plenamente si es "deseo de lo mejor", es decir "el vaciado

2 Del sentimiento trágico de la vida, Obras completas, vol. VII, p.132.


3 G. Steiner, Presencias reales, Destino, Barcelona, 1991, p. 261.

1
124

)lJf\t-¡
. .
d . finito" (José Antonio Marina) que la P \
em d b' resen .
one en nosotros. Un eseo a 1sa1, corno lo II c1a lle¡.
IP Cruz el deseo que no tenemos, sin~ que soªrtia san JI~f¡~~
a ºd'emos coinc1'd.1r por nosotros rnisrnos fl'los , yca ~:.\(~
no P · ºe1 1
E Levinas se ha referido a otro "lugar pr· . %e
· . . IVleg¡
1q
ue presenta una mayor ev1denc1a, Para la t 1 ªªº'', t
e·a de la trascendencia: . 1a ex1s . t enc1a
. . del otrºrtia dec ha1 •ve~
CI
S ólo el colaborador, el vecino.
de nuestras. ObraO. !:I otr 0'1Ci¡ n,
el interlocutor. "Aque, 1 a quien
· 1a expresión expres s CultUraI0 O_es
ª
la celebración celebra [ ] Es el término indispensb ' Para 88q~¡1s
sencia es requenda . para que m1. gesto de expresió ªecu
1 Ya Presen
ca. El otro que me planta c_ar~ ~o e~tá incluido enni!~PrOQIQ.
del ser expresado; no es s1grnf1cac1on cultural ni· . 0tahdaa
Es, primordialmente, sentido, . en la rnedida en qu edato.
a la expresión misma. Sólo por él un fenórneno co~se 0tO!Qa
significación se introduce de suyo en el ser". 0 el de la

A ese más allá, a ese plus de ser que se insinúa


los aspectos de 1o humano, rem1·te inequívocamente
. laenPtodos
ta por el sent1'do, 1a neces1'd ad ,de sen.t·ido, que en última instan.
regun.
cia sólo pueden s1;r pregunta Yn~ces1dad de sentido último, de
sentido total. De el nace el sent1m1ento de que para ser digoa
del hombre la vida tiene que tener un sentido último.
Por eso, "vida" aplicada al ser humano, se ha dicho con
razón, es un sustantivo a la espera de adjetivos: digna, bu&
na, valiosa, justa, y cuando tales adjetivos faltan en una vid!
hablamos de una vida inhumana. Ahora solemos decirlo re·
clamando para que la vida lo sea de verdad que tenga cier·
ta calidad de vida, siempre que la calidad no se reduzca aun
determinado nivel de bienestar y comodidades; Y que posea
verdadera "esperanza de vida" siempre que no entendam05
con esa expresión la media de afÍos con que cuentan las persod·
n~sst~n un determinado momento o una deterrmna . dª soc1eda
de la·
An oteles lo expresó así: "Quien se sienta impregnado
· est1mac1on
Propia . . , preferirá vivir brevemente en el mas
' alto goz0

L
"NOCHE OSCURA", CRISIS RADICAL Y OCULTA FUENTE DE SENTIDO 125
L.A E)(PERIENCIA DE LA

. tencia en indolente reposo; preferirá vivir un año solo,


naex1s . .
au t· noble, que una vida larga por nada; preferirá cumplir
Por un inacción grande y magrn'f'1ca a una sene
. . de pequeñeces
una so aI ,,4
insignificantes .
El ensayo que elemental fenomenología del sentido que
. os ensayando requiere referirse, aunque sólo sea bajo la
veni: 'de la alusión a otros aspectos importantes. El primero es
forrn por ser algo que surge de la dimensión de trascendencia
qu~~atural del ser humano y de la orientación última que impri"."
co a su realización, el sentido no puede ser objeto de conquista
rne
or el hombre. El hom b re pue d e, tiene
. que preguntarse por él
hacerlo obje~o de su busca, pe~~• por estar en~aizado en algo
anterior a él mismo, lo halla acog1endolo, aceptandolo. Eso ex-
plica que siendo la dimensión de la que surge algo connatural al
hornbre, el hombre pueda rehusar plantearse la cuestión o res-
ponder a ella rechazándola mediante variadas estrategias como
instalarse en un nivel de existencia en el que falten ·las condicio-
nes para que esa necesidad aflore; o reduciéndolo al nivel de los
mentidos inmediatos de las diferentes acciones, olvidando "el
sentido de los sentidos"; la "Roma a la que conducen todos los
caminos; la sinfonía en la que se da voz a todas las aspiraciones
del ser humano; el 'cantar de los cantares"' 5 •
La última estrategia posible nos sitúa en lo que la religión y
la teología han identificado como idolatría que consiste en atri-
buir la condición de última y absoluta a una realidad mundana.
Pero la experiencia enseña que los ídolos muestran muy pronto
su insuficiencia para soportar la carga de absoluto que se pone
sobre ellos y que muy pronto terminan por esclavizar a la per-
sona y decepcionarla.

4 Cit. en , W. Jaeger, Paideia. Los ideales de la cultura griega, Fondo de Cultura


Económica, México, 1990.
5 Cf. Levinas, Humanismo del otro hombre, Caparrós, Madrid, p.35
)J~. ...
126 h'l4 ,,
-~
~:a,~e
Al final,
h mbre termina confrontado ante la tr'
las dimen~iones de su existencia'~le,
lidad de ocu ta por el sentido Y llevar "una vida de e1~ ll\ie
1
,
surge la pregunl sentido queriendo desesperadarnentsPeraÍCia- i
"· rechazar e d e dár
da51: . no queriendo desespera amente ningún
a mismod, ºse a la desesperación y el nihilismo· e Sentido
co
ndenán ° ,• ''
0 Onfiaf\Ñ_,
ncia de ese más allá de s1 mismo que sirve d
en la prese . d .t . 1 e .....
ropia precaneda ex1s enc1a y de polo d ~-
tento de Ia P 'd e atrae.
. d fuerza de gravedad de su v1 a, acoger ese íl'lás
c16n y e . 'd al¼
, ·smo como sentido de su v1 a.
desImI

4_ El sentido de la vida en la sociedad y la cultura actuales

La situación actual relació~ con esta pregunta univel'Sal


y permanente es paradoJ1ca y reviste r~sgos peculiares. Se ha
convertido en la pregunta por excelencia. De nuestras socieda-
des occidentales se ha dicho que están "enfermas de sentido"
y que uno de los rasgos que las caracterizan es la crisis de sen-
tido que padecen. De hecho, es a partir de la época moderna
cuando la pregunta ha comenzado a plantearse de forma explí-
cita y en términos más radicales y, sobre todo, y cuando se ha
convertido en una pregunta que se expresa en la literatura, en
el arte y afecta al conjunto de la cultura.

Sin entrar en las razones que han conducido a esta situa-


ción, anotemos tan sólo que ya en la modernidad hayan surgi-
do Ya lo largo del siglo XX se hayan multiplicado las llamadas
de atención, las denuncias, las protestas ante la inminente Ola
ya presente desaparición del sentido de la vida de los humanos
Ysus trágicas consecuencias.
rd
Reco emos algunos ejemplos sobresalientes. El prime·
ro es el texto impresionante del sueño de Jean Paul Richter
en el que escucha el Discurso de Cristo muerto desde lo alto
del Cosmos d' · erm1te
' ic,endo que no hay Dios sueño que le P
mostrar las terr'bl
1 ' 1hornb
es consecuencias que tendría para e
ENCIA DE LA "NOCHE OSCURA", CRISIS RADICAL y OCULTA FU
LA E)(PERI . ENTE DE SENTIDO 12?

acontecimiento: "Todos nosotros somos huérfano . .


ta1 adre"· 1 . s, m yo m
otros tenemos P , a o que sigue la visión de la nad . "I
vOs d ,, "I , . . a. a
nada rígida y ~u a ' a vac1a inmensidad" a la que estaríamos
eOndenados. ¡Qué . t solo
d
se encuentra cada uno de nos t
• oros
en esta vasta cnp a e 1 ~rnverso!. Lo único que está a mi lado
soY yo [] Eso qu~ está Junto a mí, ¿continúa siendo eso un
ser humano? ¡He tu, pobre hombre! Vuestra pequeña vida es el
suspiro de la naturaleza, o sólo el eco de ese suspiro"ª. .
Lo que para Jean Paul era advertencia, se convierte en
Nietzsche en anuncio del fracaso en el intento del .hombre por
hallar un sentido Y de las consecuencias que acarrea, como
sucede en La gaya ciencia, cuando a la proclamación por el
loco de la muerte de Dios sucede una catarata de preguntas
que resumen las consecuencias de ese hecho formidable que
supone el advenimiento del nihilismo: "¿Cómo hemos hecho
esto? ¿Cómo hemos podido vaciar el mar? ¿Quién nos ha dado
una esponja capaz de borrar el horizonte? ¿Qué hemos hecho
para desprender esta tierra del sol? [ ] "¿No vagamos como por
una nada inmensa?". Un nihilismo cuya sombra comienza a ex-
tenderse por Europa: "El más grande de los últimos aconteci-
mientos: que Dios ha muerto, que la fe en el Dios cristiano se ha
he hecho increíble, comienza ya a lanzar sus primeras sombras
sobre Europa. Por lo menos para aquellos pocos cuyos ojos y
cuya suspicacia en sus ojos es bastante fuerte y fina para este
espectáculo, parece que algún sol se ha puesto, que una anti-
7
gua y profunda confianza se ha trocado ya en duda" •
La experiencia del s1nsentido aparece también como tenta-
ción en las vidas de grandes creyentes. Teilhard de Chardin cuenta

6 Texto del Discurso en traducción de A. Sánchez Pascual, con comentarios


de Olegario González de Cardedal, en su obra Cuatro poetas ~esde la otra
nd 1996
ladera, Unamuno, Machado, Jean Paul, Osear Wilde, Trotta, Mad ' • PP· .
283-289.
7 Lagaya c,enc,a,
. . nn. 125, 343.
~lN
'
¡'
¡,1
1
130 l \JAN ._._.,__ il,

fl.llción junto a otras, sino la orientación que arr


. ·t . d . astra t /.
otras funciones del espm u asocia o 1ncondicionai• .OQ~ ~
gioso, añadía, significa plantearse apasionadamente· Ser re¡¡_ 1
I1
de nuestras vidas y estar abiertos a las respuesta el selltitj 1
pueden llenamos de estremecimiento". s que 1nc11Js~ f"
Entre los teólogos católicos, K Aahner se ex J
rf'
términos parecidos: "la pregunta por el sentido Jreilaba en
(como sentido absoluto) debe ser entendida corno unentenaida
sobre Dios". "la pregunta por el sentido y la pregunta Pregu~ta
,i
,
son, pues, ,·den
, ti cas" . Por Dios .,,..

A esa relación entre religión y sentido de la vida s .


de la vida y Dios se han ref en.do t am b.1en
.
, pensadores rnod
O ent1do "
00
insertos en ninguna conf es1on
. , re1.1g1osa.
. M. Horkheimerernos
ha reflexionado ·ms1s · tentemente so bre e1 problema del sen¡¡_
'que
do de la vida y ha intentado recuperarlo sobre la trivialidad
el aburrimiento de una sociedad centrada en lo instrumenta/
reconoce que la teología, en el sentido peculiar que él da
término, es la esperanza de que la injusticia que caracteriza al
mundo no puede permanecer así, de que lo injusto no puede
considerarse como la última palabra". "Es la expresión de un
anhelo, de una nostaJgia, de que el asesino no puede triunfar
sobre la víctima inocente". "Es imposible, escribe en otro lugar
de forma más categórica, salvar un sentido absoluto sin Dios",
aunque precise poco después: "no podemos basarnos en Dios;
sólo podemos actuar basados en el sentimiento interior de que
existe Dios". "Se eliminará, dice refiriéndose al mundo burocra-
tizado, el aspecto teológico, desapareciendo con ello del mun-
do lo que nosotros llamamos sentido" 12 •

Expresiones análogas de una articulación fundamental en-


tre la CUestión del sentido, lo religioso y Dios, como eleme

-----
12 La - , ;,1,..
artoranza de lo totalmente otro, en A la búsqueda del senuuv,
Salamanca, 1970, pP 65-123.
a
NCIA DE LA "NOCHE OSCURA" , CRISIS RADIC
LA f)(PERIE AL y OCULTA FUENTE DE SENTioo
131

tral de la religión, aparecen con algun f


ceriL Wittgenstein. Anotamos algunas da recuencia en la obra
de . ófi e ellas co t .
¡ ,; s filos 1cos en Ias que aparee n en1das en
sus 0 8 0 . d h h e una clara d' .
entre cuestiones e . ec o y cuestiones de sentid O 1stinci6n
religioso a la cuest1 6 n del sentido: " Pod 11 Y reduce
!ntido de la vi~a, esto es el sentido del m~:O:,. ~;ar Dios al
OiOS quiere decir com!'rend~r la pregunta sobre· et eer_ en un
a vida. creer en un Dios quiere
. decir
. que con Ios hsentido
echos dde81
ln,undo no bast a. ereer en D10s quiere decir que 1 .d . .
'é d 1 1 ª vi a tiene un
. sentido".
. Re~um1 f n o to o central. de su idea afirmará' en una
exPresión mu~ recuen emente citada, "pensar en el sentido de
la vida es,orar_ . d'
Para entender el alcance
. de tales afirm ac1ones
.
convendna .ana ir que" 1o que atribuye Wittgenstein a los que
creen en D1~s no es comprender el sentido de la vida; sino
la comprens1?n de la ~regunta por el sentido de la vida, y que
tales afirmaciones remiten al orden de lo místico expresado en
los términos bien conocidos: "no cómo el mundo sea, sino que
el mundo es eso es lo místico", un orden sobre el que, por no
poderse hablar en los términos dominadores del saber científi-
co, "es preciso callar". ·
La raíz de la proximidad de la religión al problema del sen-
tido de la vida está sin duda en ese elemento central en todas
las·religiones que conocemos como la salvación, que podríamos
decir que es el nombre religioso para la respuesta a la pregunta
por el sentido último de la vida Toda religión contiene un anuncio
semejante al del Evangelio cristiano: "Os anuncio una gran ~e-
grla os ha nacido un Salvador''. De toda religión puede decirse
lo que los textos del canon budista dicen del Dhamma: "como 1
la mar inmensa está penetrada por un solo saber,sabor
IO
el sabor de ª
el sabor
sal , así este sistema está penetrado por un so ·6 "' presenta
de la salvación" · El significado de la palabra "salvacitosn de Ia h.is-
tacentuaciones
· diferentes en los diferentes momen
0·1 .
1 renc1as en cu
an-
al religiosa y en las diferentes religiones.
tona e
1 ·ón• en cuan
to a la
0 sujeto personal o colectivo de la sa vaci ' . 8 n cuanto
O
comprensión del mal del que la religión libera salva,
132
llJ-6.~ M
~I~ ,.
al valor fundamental que aportan; en cuanto a la
d I agente de la salvación; Y en cuanto a la intervrep~eset'lt::1 .
'f'
.e suJ·eto en el proceso sa1v11co. 8 asta cornpa enc16nCi~I~cI~
p10 . rar la ~ro
mo realización de la unidad con el Brahrnan e sa1v::1". ,
codvaita· 0 como conformidad . ~"'ón
con el Tao, la ley qn el h·'l"lcJlli~
ab·erna y' mantiene en orden 1a totalidad
.
de lo que eue. reQuia, !'l11'...\o
i
ción como nirvana, extmc1• '6
n rad'1ca1del deseo queX1ste•
lle , 1asalva,
extinción del sujeto de ese deseo en el budisrno; Qa hasta la
0
definitiva con el D.10s persona1en 1as reI'191ones
. Con,O lJn1Ó!i
proféticas. .

Pero en esta pluralidad y variedad de forrnas


destacar unos pocos elementos comunes que defino es d'.1f1c¡1
tructura de la sa1vac1on . , presen te baJo. f armas distintnen la es-
. .
diferentes rehg1ones. . sta estructura podna
E , resumirseas en 1as
minación de una s1·tuac1on . , de maI rad'1ca1; el paso a unen la eli·

-~
situación de renovac1'6n P1ena, rad'1ca1 y definitiva del su· a nueva
t.
· , d d . t
la intervenc1on e un po er superior en odas los órden o, y Je
hombre, que hace posible . ese paso hace que la salvación
aparezca siempre como un don. El nucleo, el eje en torno al
cual se articulan todos esos elementos puede ser descrito, pa-
rafraseando la expresión de G. van der Leeuw: "la salvación
es la potencia vivida como bien", en estos otros términos: "la
salvación es el _ Misterio, centro del hecho religioso, vivido como
bien". Es ese Misterio el que da la medida de la situación de
mal en que el hombre, abandonado a sí mismo, se encuentra; el
que constituye el criterio por el que se mide la nueva realidad a
la que la salvación conduce; y el agente en última instancia del
paso de una situación a otra en que consiste la salvación13.
La promesa de salvación en la que consisten las religiones
lleva con frecuencia a pensar que ellas ofrecen a quien se aco·

'

13 ~bre la idea religiosa de salvación que no podemos desarrollar aquí, mM:drid,


mito
7
remif
ª m,· Introducción a la fenomenología de la re11·910·,n' Trotta,
2000, pp,ir167-177,
,,
LA E)(PERIENCIA DE LA NOCHE OSCURA" C
, RIStS RADICAL y
OCULTA FUENTE DE SENTIDO .
133
ge a ellas, y sólo a él, una resp
'd E . uesta ade
por el sent I o. sto situarla al su·eto .. cuada a la pre
verdaderamente privilegiada fre~t religioso en una situgu~ta
e a los ho b ación
0 rechazan acogerse a los consuelos de 1 .res que ignoran
ª religión.
tos se -verían condenados· bien a ignorar las pr Mientras es-
instalándose en_ el mundo de lo inmediato eguntas radicales
10
trascendente, bien a carecer de una ' mundano, lo in-
los sujetos religiosos serían los ún_respuestª positiva a ellas
. d l . ICOS capaces d h 1
conscientes e o radicalmente insatisfactoriO e . ace~se
puramente mundana y los únicos dotad d de una s1tuac16n
contrar una respuesta adecuadá a la ¡::at'e/ªc~rsos P~ra en-
una vida finita consciente de esa finitud. is acción radical de

Dios en las tradiciones teístas sólo apare


'6 · · " ce como salva-
cI n a quien consiente perderse" en él: "quien q ·
'd l d , ,, · u1era sa1var
su vI a.. a per
d era ; Y la fe en él está muy Ie1 ·os de poner a
dispos1cI6n eI creyente un bien a la medida de sus deseos
y capaz de. satisfacerlos, un remedio concreto y dominable a
los males concretos que amenazan el sentido de su vida. Por
eso, los mismos teólogos que han afirmado la estrecha relación
de la religión y de Dios con el sentido de la vida, han sentido
la necesidad de matizar esta afirmación para no ser mal com-
prendidos. K. Rahner lo ha hecho así: "No es tan sencillo ape-
lar a Dios a propósito de la pregunta por el sentido, pensando
que entonces todo está claro, que se disipa toda oscuridad,
que quedan resueltos todos los problemas, que basta pronun-
ciar la palabra "Dios" para que aparezca el sentido último Yen
su plenitud. Si se comprende bien lo que significa la palabra
"Dios" se puede decir que esa palabra prohibe ahora Yen to~a
' encontrar en algun
la eternidad que se piense en buscar Y en tros"14 A
. t ble por noso · ·
lugar un sentido comprensible Y pene ra I t ma se refiere
Gesché, en un libro consagrado enteramente_a e '

11 Schritten
. Geheimnis Gottes '
14 "Die menschliche Sinnfrage vor dem absoluten
zur Theologie, XIII, p.
134 JUAN M~
lt,.¡ Vl
LAs~\)
. dificultad desde otra perspectiva: Habi
a la misma esta al sentido de la vida Podría cond ar lle Di
uc,r a "' o~
como respu t' d "
él "el funcionario del sen i_ o , a pensarlo en térrni "•e~,
d~ 1 y reducirlo a las funciones que PUede ejerco nos flln,
c1ona es rt·d · .._r Par
b cayendo en esa perve I a imagen de . acon
el hom re, 1o· "t . 0 ios ele
. por o· Bonhoeffer, de 10s apaagu1eros"1s ·
ciada nlln, I

De ahí que las afirmaciones sobre ~ios como sentida


'd no deJ·en de plantear problemas importantes cu de1a
v1 a, t'd V anc10
quier. e precisar su alcance y su . sen I o. . eamos algunas r~se
añadidas a las que se derivan de la idea religiosa de 0-
nes ., salva
'ón y sobre todo, de una recta comprens1on de Dios, co t :
c1 ' . , N . 'f. n en1-
do y agente de la salvac10~. o s1grn 1can, no pueden significar
desde luego, que las realidades mundanas, los acontec¡""· '
.
tos históricos, las expenenc1as • . 1
vita ,,,1en.
es, carezcan de un sentid
propio. Decir que sólo Dios da sentido a lo real sería atribuir~
Dios y a su relación con lo creado una especie de imperialismo
que no dejase lugar a lo real en su infinita variedad de manifes.
taciones y su enorme riqueza de estratos. La presencia de Dios
no actúa encemmdo al mundo en la finitud, limitando sus pasi-
bilidades, anulando su valor. Al contrario, la creación y la reve-
lación de Dios son ·las modalidades del ser de Dios como "ser-
para•, comci ser en trance de comunicarse, dando al hombre y
a todo lo creado la posibilidad de ser con toda la riqueza que
comporta el existir como huella e imagen suya. La presencia de
Dios, lejos de encerrar la vida humana en la finitud, la abre más
allá de sí misma, aparte ante, haciéndola posible, originándola,
Y a parte Post, atrayéndola hacia sí, finalizándola y abriendo
Para ella la posibilidad del sentido pleno como culminación de
los sentidos parciales de todo lo que compone esa vida.

Pero, además, atribuir a Dios y a la fe en él la donación en


exclusiva de sentido conduciría a la conclusión de que 105 re·

------
15 Dieu P0ur P8n
ser. VI/, Le sens, Cert, París, 2003, pp. 9-18.
LA f)(PfRIENCIA DE LA "NOCHE OSCURA", CRISIS RADICAL
y OCULTA FUENTE DE SENTIDO
135

conocidos como creyentes y sólo ell ,


"d os podnan . .
entido a sus vI as. Ahora bien una af· . v,v,r dando un
S ' Irmac16n ,
experiencia de que no todos los que d' as, choca con la
realmente su vida con sentido· y no poicen creer en Dios viven
. ' cos de los qu d'
creer en él, y que incluso en el nivel de I f . e icen no
citas lo rechazan, no por eso están conde.as ad1rmac1ones explí-
na os a v· · ·
tido, a caer necesariamente en el nihilism . ~v,r sin sen-
o, Y a vIvIr deses
ranzados. p orque, probablemente en todas 1 • pe-
. • as circunstancia5
históricas, pero ciertamente y sobre todo en sit .
., d d I uac, 6n de secu-
larizacIon
· avanza
. . a e a sociedad y la cultura Oorno 1a actual
y de grave cnsIs
. de las religiones establecidas , pueden darse
personas abiertas a la trascendencia del Bien, de la Verdad,
la Belleza y la que se hace presente en el reconocimiento y el
respeto del otro, pero que son incapaces de reconocer lo más
elevado a lo que remite su apertura a la trascendencia en lo
que llaman Dios muchos sujetos religiosos y en la imagen que
de él proporcionan las prácticas de determinadas religiones e
iglesias. Y en esa situación, es posible que desconozcan e in-
cluso rechacen a ese "Dios" en el terreno de las afirmaciones
explícitas como incompatible con la cosmovisión que domina
su pensamiento.
Aludamos, finalmente, a una última forma deformada de
entender la relación del sentido con la simple afirmación de
Dios. Todos sabemos que las catástrofes, sobre todo cuando
afectan a los hombres, los reveses en la vida, los accidentes_de
todo tipo las muchas formas de sufrimiento que lleva consigo
' · más frecuen-
la vida de todas las personas, son las ocasiones .
.d d I vida Pues bien, un
tes de puesta en cuestión del. sent1 o e a r a ·no pocos ere-
providencialismo mal entendido hace pensa rles un me-
. ra debe procura ,
yentes que la fe en Dios les procu ' . , al menos, su
. . . 1 hechos mismos, s1,
d 10 para neutralizar, s1 no os . orno fundamento
. f' za en 0 ios e
poder disolvente sobre la con ian . h leído esos creyen-
ª
del sentido. "Si el afligido invoca Dios~ an er en la cuenta de
h "· sin ca
tes en los salmos Dios lo escuc
· ' rm1ne par
ª '.
a ellos las causas
1
que esa escucha no supone que e
36 JUAN MA~
'"IIIN V
1 EL.4.s

. .ón sino la seguridad que les ofrece la eo


de su af11cc1 's yo estoy contigo". Pron,es
. s: "No terna , a~e
D 'º .
, lf mas consideraciones ponen de reliev
1
L.a5 la relación entre Dios y el sentido y P e que Pq
com.pren er 'bi~ experienciar el sentido que Dios oºfder afirfll:a
mejo! perc1 , . . d' rece l;¡r,
o ' para el sinsentido, es in 1spensable ah contra
las razones "D' "
. d de la palabra 10s , no por medio de u onctar en 81
significa
.. o f d' '6 na expr
,. ca sino por la pro un 1zac1 n de la expe . ica.
c16n teo169 '
.
.
or el único camino que conduce a él, el camino d8 de
Dios, Pcritos de los m1st1cos,
, .
nene·

verdaderos expertos de e la te.
LOS es d .. se can,·
e han recorrido con ec1s1 6n, 1o muestran con la 1 . 1-
no qu I d 1" . . eandad
característica de su mundo: a e rayo de tiniebla".

. La experiencia de la noche oscura, experiencia de


6
crisis radical y fuente oculta de sentido

La respuesta religiosa al problema del sentido de la vid


no puede venir por medio del recurso a una teología raciona'.
lista que termine en la pretensión, a todas luces excesiva, de
la teodicea. Los creyentes conocemos bien la insuficiencia yel
fracaso de tales intentos. Fundamentalmente, porque partían
del supuesto de disponer de un conocimiento sobre Dios que
permitiría defenderlo de la existencia del mal en el mundo, con-
sumando así el proyecto de la filosofía moderna de comprender
a Dios integrándolo en la totalidad de lo real previamente de-
finida por el hombre. Con razón escribió Gabriel Marce! que la
teodicea es ateísmo. Sencillamente, porque como escribió San
Agustín refiriéndose a Dios y resumiendo la convicción de la
mejor teología cristiana: "si comprehendisti, nos est Deus": "si
10 has comprendido no es Dios".
La religión bíblica y cristiana que no ha dejado de entren·
t~e con el problema y ha busc~do la respuesta por otro ca·
mmo..8610 después de haberse rebelado contra la teología de
la retribución ' ap1icada
-
a la prueba por la que estaba Pasando
.-o.1CIA DE LA "NOCHE OSCURA", CRISIS RADICAL y
LA f)(PERIP, OCULTA FUENTE DE SENTIDO 137

defendida por sus amigos, Y haberse ene t


Y el camino de la experiencia: "Hasta ah on rada con Dios
par . h . t . . ora sabía de ti d
ofd85, ahora te an vis o mis o¡os"' comprendió Job el . e
el sufrimiento
, que
"d leEhabla I llevado incluso a maIdecir_sentido
el día
e ue hab1a nac1
d d o.·1 s'd a más profunda exper·ienc1a
. de D10s.
n q
ue impregna to a· a v1d a de Jesús la que le hace pasar por
q noche oscura
, -1nson · . able para nosotros ' de su orac1.6n en
la
(3ethsemani y?"de su grito en la d cruz: "Dios mfo ¿por qué me has
¡¡bandona . - y supera~1a esde la perfecta aceptación de la
d 1
voluntad divina. que culmina en la entrega de su espíritu en
n,anos de D10s.
. La respuesta a la que remiten estas alusiones contiene dos
aspectos inseparables. Primero, de Dios sólo se sabe por ex-
periencia; a Dios no le conocemos más que reconociéndolo. A
DiOS no se le conoce sabiendo teóricamente sobre él, (discens),
sino patiens, experienciando o "padeciendo" su presencia. Pero
dada la condición de misterio insondable que es Dios para el
hombre, la experiencia humana de Dios sólo puede darse en el
interior de la fe, en el oscurecimiento, en la noche de los sen-
tidos, de la razón del hombre, y de sus sentimientos y afectos.
De ahí, la necesidad para el hombre en su camino hacia Dios a
través de la fe de pasar por lo que los místicos han calificado de
tiniebla, "nube del no saber" y "noche oscura". Noche oscura
"de la fe", "del alma", "del sentido" y "del espíritu".
Ateniéndonos al tratamiento del tema por san Juan de la
Cruz, el símbolo de la noche se refiere a una tase, o tal vez me-
jor, a un rasgo estructural del camino hacia la unión con Diosª
la que se orienta toda la vida cristiana. 0
El comienzo de ese camino no está en el ser huma~ - Sólo
la presencia sustancial de Dios en su interior hace po~ible que
éste inicie el camino de su búsqueda. De ·esta
t ·presencia vercla-
·r de la persona
deramente misteriosa del Misterio en el 1n eno
surge el camino del hombre hacia Dios.
138
JUAN~
Alq¡ti

E Presenc1·a enteramente original él


impone la
ente
sa 1 I ción del hombre con y del carnin rq or¡ .
nalidad de ~~r: para alcanzar su cumplimiento: ,; qu_e ho
seguir el ho. es el de Ja actitud teologal difractada 1Jn16n to
él. Est~ can;;;~ª fe, la esperanza y la caridad: "El alrn:n lq t~lll:
modalidad . a Subida, no se une con Dios en esta v·' resull)~
1comentario . 1. . . Ida P
e nd .1 r el gozar, ni por e imaginar, nI Por otro Or
ente er, ~ P5º610 por la fe según el entendimiento y Pcualquier
rdo sino • or 1
sen ' ' u' n la memoria, y por el amor según la Volu aes.
peranza seg . t " ntad"'•
Pero, la fe no se reduce c1ertamenl e fa c~eer que" referido .
los. enunc·iados en que se,,expresa a • e, sino que se ent·'ªtldea
el acto de "creer en , como actitud enteramente or·i .
como ., Q1n~
referirse a la adhes1on de la persona toda al Dios que
para . d ·t se
ela. Fe esperanza y canda no rem1 en a algo depositad
rev _ d'd o
en el alma, como un ornamento o un ana I o que viniera Sólo
a modificarla. Las llamadas virtudes teologales son tres forrnas
de referirse a una nueva forma de ejercicio de la existencia que
surge de la acogida a la presencia originante de Dios.
La actitud teologal transforma la existencia misma del cre-
yente como muestra la imagen evangélica del nuevo nacimiento
para designar la conversión. Los pasos ulteriores hacia el camino
de la unión permiten a la actitud teologal actualizar la capacidad
de Dios en que el hombre consiste, es decir, ponerla en ejercicio
hasta que desarrolle todas las potencialidades con que esa ca-
pacidad agracia al creyente. La absoluta trascendencia de Dios
a cuya unión está llamado el hombre exige, para que esa unión
se hagandefectiva, el recorrido por el alma de un largo camino de
trasce imiento de sí misma. La actitud teologal es a la vez el
carruno, la luz Y la fuerza necesarios para recorrerlo. De ahí, las
constantes referencias a la fe como camino11. como una "diVina
escala que es 1 ' • " "sa·
ca a Y Penetra hasta lo profundo del Dios •

-=------
16 2 S, 6, 1.
17 C!. 2 Subida, 8, 3; lbd
., 9,1.
E LA "NOCHE OSCURA", CRISIS RADICAL Y OCULTA FUENTE DE SENTIDO 139
pfRlfNCIA D
LA f)(

18
de todo límite natural Y racional" . Esta actualización de
uendº cidad de Dios en el fondo del ser humano remite a ta fe
la cai>~abismo": "entrar en este abismo de la fe"19. Así, el pro-
corno hacia la unión con Dios Y el "abrazo abisal de su dulzura"
greso·ste en el ahondamiento
. . .
por la actitud teologal del "abismo
,

espíritu humano" que a b re en él 1a. presencia de Dios, y del


cons1
de 1
"d seo abisal por 1a urn'6n con D'10s" que suscita,
. hasta dilatar
el ~orazón humano Y p~nerl~ en di~posición perfecta de la más
20
estrecha unión con el m1steno de D1os •
En el texto de Subida, primer comentario al poema de ta
noche, nuestro místico detalla minuciosamente la acción de
cada una de las virtudes teologales sobre las diferentes facul-
tades del alma: entendimiento, memoria y voluntad, purificán-
dolas y liberándolas del apego a sus actos y a los contenidos
de los mismos y disponiéndolas para la acogida de Dios. La fe,
primera forma de la actitud teologal, desaloja al hombre. de su
condición de sujeto pensante que pudiera hacerse la ilusión de
ser capaz de formarse una idea de Dios, convirtiéndolo en po-
sible cogitatum de su pensamiento. La fe hace así posible su-
perar las ideas que el hombre concibe sobre Dios para ponerle
en relación con Dios mismo. De ahí que la fe tenga que actuar
sobre el pensamiento humano desposeyéndole de los recur-
sos: imágenes, conceptos, visiones sobre los que está tentado
de fundar su relación con Dios. "Para venir a lo que no sabes,
has de ir por donde no sabes". "Para venir a saberlo todo, no
quieras saber algo en nada" 21 •
Bajo la forma de la esperanza, la actitud teologal desaloja al
hombre de su condición de sujeto posesivo y de todas sus po-

18 lbid. 1, 1.
19 lbid.4,1 ; 29, 5
º
2 Llama B1 ,5;3, 71; Cántico B 12, 9; 31, 2; Uama B, 1, 15.
21 1 Subida, 13, 11.
JUAN Mti.R¡-¡k,
,, VEL.i. •.
1~ -~D

urificando y liberando su memo .


siones, p . . ria, es
sibles pose rtan las vivencias sucesivas, ese ó~ ehil
en el que se en~a permanencia de la propia identidalano p~
la estabilidad Y ª. r el aula de la memoria, la esperan.,ª 10 lar90
del tiempo.
Al vac1a . .
lma para la acogida de Dios, hasta h onda
'"ª ah
·dad de1a • acer
la capac1 su seguridad en su precaria memoria h que
de tener . urn '
en lu~ar ten a pendiendo de la memoria de Dios. ''Para ana,
el suJeto la gees has de ir por donde no posees"· " Venir
e no pos , , Para
a lo qu todo no quieras poseer algo en nada"22 Ve-
nir a poseerIo ' .
. mo terreno de la posesión, la actitud teologal d
En e1mis . ., d . t d es.
• J·eto de su cond1c1on e suJe o e deseos, de su·
aloJa a1 su . . D' Jeto
posesivo. con tendencia a convertir. a 10s en
. un obJ'eto que
. f
satis aga esos deseos y de convertir a los obJetos.,de sus m .1
u.
tiples deseos en medios para asegurarse la relac,on con Dios.
E ta purificación de la facultad humana de desear purifica el
c~razón del hombre hasta llevarle a descubrirse como deseo
abisal que tiene en Dios su origen y su co_ ntenido y que por eso
sólo puede verse realizado en el mismo Dios. "Para venir alo
que no gustas, has de ir por lo que no gustas". "Para venir a
gustarlo todo, no quieras gustar algo en nada"23 •
La actitud teologal bajo la forma de la caridad desaloja so-
bre todo la voluntad humana, raíz de su libertad, que gobier-
na las potencias, las pasiones y los apetitos del hombre, de la
pretensión de constituirse en voluntad como fuente de dominio
de sí mismo y de la realidad, para convertirla por el amor como
consentimiento al amor de Dios, en voluntad relacional, que se
hace disponible y realiza el grado supremo de la libertad hu·
ma~a como libertad de acogida de Dios y de su gracia. "Par~
venirª 10 que no eres, has de ir por lo que no eres". "Para venir
a serlo todo •

----
, no quieras ser algo en nada"24 •

22 lbid.
23 lbid.
24 lbid.
E LA "NOCHE OSCURA", CRISIS RADICAL Y OCULTA FUENTE DE SENTIDO 141
n1pERlfNCIA D
L.A i;,-

En definitiva, la acción de la actitu~ teologal consiste en


urificadora en colaborar con Dios en la actitud por la
su fase hombre se d espos ée d e s1, mismo.
P . Porque de nada le
I
e1ue _e, al hombre haberse desposeído de todos los bienes, si
serv1na , . . t .
siguiese aferrado s1 ~1sm:, s_1 predendd1ese ser el sujeto único
u propia reallzac1 _n. qui es on e aparece la radicali-
deds de la transformación que la actitud teologal opera en el
. rcicio mismo de 1a ex1s
da . t enc1a
. h umana. El maestro Eckhart
eJedía a Dios: "Dios mío, líbrame de rni Dios". San Juan de la
6~uz enseña a dirigirse a Dios para pedirle: "líbranos de no-
sotros mismos". Los dos, con la misma radicalidad, insisten
en la necesidad de desprenderse de todo, incluso del propio
desprendimiento, para entrar en relación con el Dios que es
"sobre todo".
Cabe anotar también para comprender el significado de
este proceso purificador, que la forma de relación con Dios y
su exigencia de total desasimiento no conduce a la destrucción
del ser humano, como si su realización fuese incompatible con
el reconocimiento de Dios. Al contrario, la exigencia de total
desasimiento no hace más que poner al alma en sintonía con la
forma de relación de Dios para con ella. Algunas corrientes de
la mística judía se representan la acción creadora de Dios bajo
la forma de una especie de "retracción de sí mismo" para "ha-
cer lugar a los seres finitos". Holderlin formuló hermosamente
la misma idea con su expresión: "Dios crea al mundo como el
mar la playa, retirándose". No estoy seguro de que esa "re-
tr~cción" sea la imagen más feliz para referirse a la acción de
Dios más conforme con su condición divina. En todo caso, la
necesidad de purificación radical experimentada por el místico
no tiene su razón de ser en la exigencia por parte de Dios de la
negación del hombre sino en la necesidad del hombre de po-
nerse en sintonía con '1a actitud de donación de sí mismo propia
delo·ios que es amor. ·

b d
142
,,
"En una noc 118 oscura
7
• dejar de advertir que mi reflexión n
No puedot c,·ón más de la doctrina del santo nº PretenN
• terpre a , ªda ~e
ser una_ in . contenida en el segundo comentario sene¡,
Ha de sint~:: noche oscura. Mi intención es tan s::1sa111
0
al poema 'ó como el modelo de cómo la radical . torl1ar
d scripc1 n cnsi
su e 'da que desencadena la noche oscura d s de¡
t1·do de 1a v1 . . el e .
sen ar en sí misma la experiencia más plena 8P1-
.
1
11 8
ritu, pueded ~ 8 verdad, de un sentido de la vida inc¿ ºScura
i Pero carga as rico que el que pueden procurar todos losl'llPara•
1 blemente má . 1ogr
08
. humanos, los éxitos en la vida, los momentos más intensos de
I

felicidad mundana.
1 Es bien sabido cómo, tras haber purificado el nivel del senti-
do, el de la relación del sujeto con el mundo a través de los ap •
., d I f e
titos, y haber permitido la superac,~n e a orma de existencia
mundana y sensual que se sigue de instalarse en el; y, tras haber
purificado ese segundo nivel, el psíquico, al que acabamos de
referirnos con la acción de las virtudes teologales sobre las po-
tencias del alma: entendimiento, memoria y voluntad, en el que
tiende a instalarse el sujeto puramente natural, constituyéndose
en centro, por el ejercicio de su razón y su libertad, de todo lo real
reducido a objeto de su pensamiento y de su voluntad de po-
der, le queda al hombre por purificar su nivel más profundo, ese
al que se refieren todas las antropología religiosas y las de los
místicos como Atman, mismidad, yo interior, espíritu, es decir, el
corazón de la Biblia, ese fondo último de sí mismo que unifica las
facultades Ysus acciones, origen de las opciones fundamentales
~on las que el hombre responde a su anhelo más profundo Yª1
"1mpe r •
ra ivo de interrogación" en que consiste.
· El s_egu ndo libro de Noche describe la acción purificado·
ra Por Dios de "8 1 , fun-
do cent oro del espíritu" es decir. del mas pro
ro del afm • ' ' ·mera
ª
. referencia a ella ~edi~_nte la noche del espíritu. La pn en
la 1dent1f1ca como una influencia de Dios
~•CIA DE LA "NOCHE OSCURA", CRISIS RADICAL y OCULTA F
<-' """'"'" UENTE DE SENTIDO 143

... , que "llaman los espirituales contemplació . f


el .., 1118 , d c·r • . . n in usa o
rnrstica teol~óg1a:efssae , ' . colnoc1mriento misterioso de Dios".
c;onternPl~,c1. n in u equ1va e aqu a "sabidurla de Dios ama-
ro " que dispone al almat'dpurgándola e iluminándola" . La na-
sa
raleza del hecho, su sen I o está expresada en el coment .
,,, d I d d I ano
al verbº •sa_11
tu e que ep~n en as dos primeras estrofas del
paerna: •Quiere, pues, decir el alma que salió 'sacándola Di ,
sólo por arnor de él". D~nde aparece con claridad que el suj:o
activo de la noche es Dios, Y el principio, el motor y la razón de
ser de todo lo que ocurre en ella es el amor. Pero ¿por qué se
pregunta nuestro místico, si es "lumbre divina", la llama aquí
noche oscura? Por dos razones, responde: por la alteza de la
sabiduría divina, que excede la capacidad del alma y por eso
es tiniebla para ella; Y por "la bajeza e impureza del alma" que
hace que esa luz le sea penosa y aflictiva.
La operación de Dios afecta aquí a la sustancia espiritual
y hace, negativamente, que el alma, ya iniciada en el camino
hacia Dios, perciba y sienta su miseria, su impotencia, su in-
dignidad ante Dios. La razón de la experiencia de la noche ha
podido ser denominada "dialéctica.de los contrarios": por una
parte, "la grandeza, la pureza, el poder y el ser mismo de Dios";
y por otra, la pequeñez, la impureza, la impotencia y en último
extremo, un cierto anonadamiento de si, que el conocimiento
de sí mismo a la luz de Dios produce en el alma. De ahí, las refe-
rencias al sentimiento de "estar suspendido en el aire", de per-
der pie en el abismo de la fe, de desolación, en el sentido literal
de perder el suelo sobre el que sostenerse, de un cierto "des-
hacimiento" en la sustancia misma del alma. Pero .el elemento
más importante de la noche del espíritu es "un sentimiento de
pérdida de Dios" -porque todos sus recursos anteriores par~
llegar a él se muestran vanos- que lleva a la persona al senti-
miento de "tener abierto el infierno y la perdición"·
Para medir el alcance de la crisis que esto supone conviene
tener en cuenta que tal situación se produce en una persona,
JUAN M
ART¡~ VtlA_s l
. en el camino hacia Dios, y hasta "
. ~oducada ya , . . crec¡d·¡
anu, tanto de algun conoc1m1ento expe . 11a•·
. dotada par . . . nene·1 en ·
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dejaste con ge amorosa relación con Dios, su pequeñea ui ~ue le"
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·mpotencia que la evan a sentirse 1rremediabl Pu-
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Dios olvidada y hasta rechazada por él Sernente
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finitiva de haber tomado conc1enc1a de Dios corn ata
en de . 1 , . o bien
to como bien sumo, como o urnco necesario·
perfec ' 61 , 1 ' que ha
despertado en ella el amor que s o e es capaz de des
. fl d " "h b' , Pertar
-"con ansias, en amores in ama - Y que a 1~ndola herido"
la ha dejado abandonada causando en ella la mas dolorosa d
25
las sensaciones de pérdida y abandono • De la hondura de 1e
• 1 a
crisis dan idea las expresiones a as que recurre el santo para
dar cuenta de ella. Su parentesco con la más profunda crisis de
sentido aparece en sus repercusiones sobre la persona: pérdi-
da de la luz que hace comprensible la realidad y la propia vida;
pérdida del gusto hacia todo lo que existe; sentimiento desole-
dad y desamparo; pérdida de todo aprecio de sí misma. No es
extraño que se haya comparado la descripción de la noche con
la de los más profundos estados de depresión.
Y sin embargo, en la misma experiencia de la noche -y en
esto sobre todo se distingue de la depresión- se anuncia ya Y
se hace presente una luz primero tenue: la que producen las
mismas llamas del amor con las que está el alma inflamada Y
que tan dolorosamente la han herido en el primer momento en
rd
que Dios la ha "embestido"; la luz que "en el corazón
10
ía" Y ª
que la ha guiado, "más cierto que la luz del mediodía" a largo
de todo el proceso; la que la ha hecho exclamar en medio de
la noche: ¡Oh dichosa ventura! La que hace aparecer la noche

25 Cf. 2 Noche 6 y SS.


145
IA DE LA "NOCHE oscuRA", CRISIS RADICAL y OCULTA FUENTE DE SENTIDO

t-" f)(pERtEN C

, able rnáS que la alborada" Ytermina por Juntar "Amado con


aro da arnada en el Amado transformada".
arriaLa 'razón de esta presencia, ~unca perdida del todo, de la
rnedio de la noche es sencilla. Un hombre ha ido siendo
1uze n pero era el que, corto de miras,
cegado, . se contentaba con
apariencias de las cosas Y las confundía con la verdadera
185andad. El proceso ha 'dI o errad',cando gustos, pero eran los
reue procedían del disfrute de bienes sensibles tomados como
~nicos y definitivos; la noche ha ido vaciando el interior de la
persona, pero era para hacerla capaz del infinito por el que está
habitada; ha oscurecido el uso de la razón, pero era el uso que
pretendía atribuir a esa razón la explicación de todo lo real y
i,asta de un Dios reducido a parte de ella.
Reconocido Dios como Dios, todo ha vuelto a su verdadero
1ugar, todo está en orden, todo ha recobrado su sentido. Ese
sentido que cantan de forma admirable el Cántico espiritual y
LJam8 de amor viva -poemas en los que no faltan las referencias
ala noche-, pero que describen ya de forma admirable las tres
últimas estrofas del poema En una noche oscura. Recordemos
tan solo la última. Quedéme y olvidéme I el rostro recliné sobre
el Amado I cesó todo y dejéme I dejando mi cuidado / entre
tas azucenas olvidado. Porque, "gracias a la noche, Ciios tiene
recogidas todas las fuerzas, potencias y apetitos del alma, asl
espirituales como sensitivos, para que toda esta armonía em-
plee sus fuerzas, potencias y virtud en este amor y así venga a
cumplir de veras con el primer precepto que, no desechando
nada del hombre, ni excluyendo cosa suya de este amor, dice:
amarás al Señor con todo tu corazón, con todas tus tuerzas,
con todo tu ser"26.

26 2 Noche, 11, 4.

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