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RESUMEN HISTORIA DE LA ANATOMÍA *

El interés por la Anatomía es tan anatiguo como la Humaninadad. a través de la anatomía


comparada. El hombre cazador, debió, examinar y diferenciar sus propias estructuras con las de
los animales que mataba para el sustento. El hombre primitivo, según lo demuestran los
hallazgos arqueológicos, practicó trepanaciones con el fin de curar ciertos males, para lo cual
fue necesario que tuviese conocimientos anatómicos. De los cráneos hallados se deduce que un
importante porcentaje de pacientes que se sometieron a tales intervenciones quirúrgicas,
sobrevivieron a ellas.

Las primeras concentraciones civilizadas se dieron en el valle comprendido entre el río Tigris y
Éufrates: sirios, sumerianos, amoritas y babilonios practicaron la medicina. De los últimos se
conoce el Código de Hamurabi, una especie de Manual de Ética Médica en el que se regula las
actividades de los médicos. Una de las reglas indica que "el cirujano que se le muera un
paciente en la mesa de operaciones, de ser comprobado que fue por su desconocimiento o por
descuido en la aplicación de la técnica médica, se le cortará una mano...."

El desarrollo de la anatomía descriptiva a partir del siglo XVI: justificación del punto de
partida : Se tiene en cuenta el siglo XVI porque fue cuando el saber morfológico se independizó
de los planteamientos tradicionales, se basa principalmente en la obra de Galeno de Pérgamo,
quien inició su desarrollo como disciplina crecientemente independiente dedicada al estudio de
las formas anatómicas.

En el período alejandrino, la labor estaba basada en la disección de cadáveres humanos (parece


que también en la vivisección) de autores como Herófilo y Erasístrato. Pero fue con GALENO
con quien apareció una expresión total, orgánica y ordenada de la anatomía intencionalmente
humana al servicio de la medicina.

Galeno culminó la tradición anatómica anterior, que aportaba un rico bagaje conceptual y
metodológico, al tiempo que gran cantidad de material, estructurando estos saberes y aportando
sus logros personales para edificar por primera vez, verdaderos tratados de anatomía.

La anatomía galénica fue el contexto morfológico sobre el que se baso la medicina hasta el siglo
XVI. Por tanto, para estudiar el proceso de constitución de la anatomía moderna hay que
considerar este siglo como punto de partida. En este periodo, la figura de ANDRÉS VESALIO
(1514-1564) y su "De Humani Corporis Fabrica" (1543) es el hito a partir del cual se dibuja el
paulatino abandono de las tesis anatomofisiológicas galénicas y el avenimiento a la observación
rigurosa, a través de la disección humana como medio de conocer las formas anatómicas en
sentido estricto

* RENACENTISTA : En Salerno, uno de los centros en donde la anatomía descriptiva


mostrada se enfoco en la disección de cerdos.

Así pues, los conocimientos anatómicos en torno a los años finales del siglo XIII estaban
directamente basados en Galeno, o bien en los árabes. En su mayor parte, el saber anatómico
estaba contenido en traducciones, del árabe al latín, de obras griegas o grecoárabes.

En el campo de la Anatomía se tradujeron en la segunda década del siglo XVI varios tratados
anatómicos de Galeno, y un anatomista humanista como GÜNTHER DE ANDERNACH (1487-
1574) realizó una nueva versión de "Sobre los procedimientos anatómicos" (1531) que permitió
conocer de manera más exacta el proceder anatómico de Galeno. Así mismo, tanto Günther von
Andernach como su compañero de trabajo, Silvio (Jacques Dubois, 1478-1555) -quien había
llevado a cabo una revisión (1528) de la versión de Niccolò da Reggio de "Sobre el uso de las
partes", prepararon resúmenes para la enseñanza anatómica a partir de las fuentes galénicas
clásicas.

Una segunda fase del movimiento fue El Helenismo, (la pretensión de superioridad de la cultura
griega sobre la latina), que tuvo también fuerte impronta sobre la labor anatómica, en este caso
en el terreno terminológico, pues se trató de derivar toda la terminología anatómica del griego,
escudriñando las impurezas debidas a los árabes, tarea en la que nuevamente Silvio y Günther
von Andernach jugaron un gran papel al incorporar términos como crural, cístico, gástrico,
sistema coronario, pericráneo, colon, entre otros.

Es fundamental al hablar del Renacimiento citar a LEONARDO DA VINCI (1452-1519), cuyo


interés por la anatomía fue mucho más intenso. Llevó a cabo disecciones en Milán, Florencia y
Roma, que representó en numerosas notas anatómicas cuyas técnicas gráficas son de gran
interés. Así mismo, fue pionero en las técnicas de inyección de cera. Sin embargo, su influencia
en la anatomía renacentista fue escasa, puesto que sus anotaciones quedaron en su mayor
parte inéditas y sufrieron una complicada peripecia.

Los llamados PREVESALIANOS: Benedetti, Zerbi, Berengario de Carpi En la línea del


helenismo se sitúa la "Anatomice sive historia corporis humani" publicada en Venecia en 1502,
pero probablemente escrita entre 1493 y 1497 del veronés ALESSANDRO DE BENEDETTI
(1450-1512), que llegó a ser en 1490 profesor ordinario de medicina práctica en la Universidad
de Padua. Utilizó tan sólo fuentes griegas en su obra (Platón, Aristóteles, Hipócrates y Galeno),
y uno de sus empeños fue el empleo riguroso de terminología griega. El breve tratado anatómico
de Benedetti era galénico, pero basado directamente en Galeno, debido a los conocimientos del
idioma griego de su autor, por lo que alcanzó gran popularidad. Además, resulta conveniente
anotar que fue el primero en proponer el uso del ‘teatro’ -del mismo tipo que se usaba para las
representaciones dramáticas en la Antigüedad Clásica- para la demostración anatómica.

GABRIELE DE ZERBI (1445-1505), también veronés, se formó en Padua y fue profesor tanto en
esta universidad como en la de Bolonia, para pasar luego a la corte papal de Roma y retornar de
nuevo como profesor a Padua. El tratado anatómico "Liber Anathomie Corporis Humani",
publicado en Venecia en 1502 por Zerbi, se puede situar en la línea humanista de estudio
pormenorizado de las autoridades, citando y comparando numerosos autores, entre los que De
Zerbi situaba siempre por encima a Aristótoles. Consideraba a la anatomía parte de la medicina
teórica, no de las artes, pero también llevó a cabo disecciones, y el tratado que consagra a los
órganos abdominales es bastante completo.

BERENGARIO DE CARPI (1460-1530) se formó(Cirujano de Formación y de Profesión


considera a la anatomía como una actividad manual y práctica. ) en Bolonia y frecuentó el
círculo de los más afamados humanistas de su época. Al final de su vida, tras dedicarse a la
práctica de la cirugía, llegó a ser profesor de cirugía y anatomía en la propia universidad de
Bolonia, dedicándose con el paso del tiempo especialmente a esta última disciplina, y realizando
gran número de disecciones. Fue autor de unos "Commentaria cum amplissimis additionibus
super anatomia Mundini" (1521) en los que trató de perfeccionar la labor de su antecesor en el
estudio boloñés, al que consideraba verdadero seguidor de la anatomía galénica.
Berengario confía en los sentidos, en la experiencia, en la observación, y en esta confianza dice
seguir a Galeno, sobre todo más al disector que al anatomofisiólogo. Así, Berengario se permitió
rectificar en varios puntos a Galeno. Negó, por ejemplo, la existencia de la ‘rete mirabile’ que no
conseguía encontrar en sus disecciones. Pero ello no necesariamente le llevó a enfrentarse con
Galeno (la función de la rete mirabile pasa a ser realizada por las pequeñas arterias del tejido
cerebral), ni a que disminuyese su admiración por él como verdadero anatomista.
La gran extensión de la obra fundamental de Berengario hizo que publicase un compendio de su
tratado "Isagogae Brevis" (1522), como verdadero manual de disección destinado a sustituir al
de Mondino.

las obras de Berengario de Carpi son libros ilustrados. No son, por supuesto, las primeras
ilustraciones anatómicas pues, al margen de las inéditas notas de Leonardo, han llegado hasta
estos tiempos manuscritos medievales que muestran esquemas de algunos sistemas corporales,
en la tradición de lo que se ha venido en llamar la "serie de cinco imágenes" (habitualmente
nueve). La finalidad de éstas no era el reflejo exacto de la realidad, sino servir como recuerdos
nemotécnicos o como esquemas visuales de una determinada doctrina teórica. En la serie se
mostraban ilustraciones de los cinco sistemas (arterial, venoso, óseo, nervioso y muscular), junto
con otras imágenes que mostraban los genitales, el estómago, el hígado y otras vísceras, el
útero, normalmente con un feto dentro, y una última imagen con el cerebro y los ojos. El origen
concreto de esta serie se desconoce, pero parece situarse en el galenismo alejandrino de la
Antigüedad tardía, lo que explicaría su difusión también en el Medio Oriente, especialmente en
Persia. Otros dibujos pretendían mostrar los lugares donde de mayor sangrado o las
posibilidades de sanar según el lugar donde se hubiese producido una herida. En realidad, el
propósito general de estas imágenes no era mostrar la estructura del cuerpo humano.

ANDRÉS VESALIO (1514-1564), se reconoce en esta época por se un anatomista y fisiólogo


belga cuyas disecciones y descripciones del cuerpo humano contribuyeron a desterrar errores
vigentes desde la antigüedad y a sentar las bases de la moderna anatomía.1

Durante sus ininterrumpidas investigaciones, Vesalio demostró que las enseñanzas del médico
grecorromano Galeno, reverenciado en las escuelas médicas de su tiempo, estaban basadas en
disecciones de animales, aunque su propósito era servir como guía de la estructura del cuerpo
humano.

En su afán de describir el cuerpo humano, Vesalio escribió un elaborado tratado anatómico,


Humani corporis fabrica libri septem (Siete libros sobre la estructura del cuerpo humano, 1543),
basado en sus disecciones de cadáveres humanos. Los volúmenes estaban rica y
meticulosamente ilustrados; muchos de sus magníficos grabados son obra de Jan van Calcar,
un discípulo de Tiziano. Al ser el texto anatómico más extenso y exacto publicado hasta la fecha,
desencadenó una gran controversia, pero contribuyó a que Vesalio fuera nombrado médico de la
corte de Carlos I, emperador del Sacro Imperio Romano. Tras la abdicación de Carlos, su hijo
Felipe II convirtió a Vesalio en uno de sus médicos en 1559. Tras pasar varios años en la corte,
en Madrid, Vesalio emprendió peregrinaje a Tierra Santa. En el viaje de vuelta, en 1564, pereció
en un naufragio frente a la isla griega de Zacynthos.

En el conjunto de la fábrica vesaliana, se pueden distinguir tres partes:

a) Sistemas Constructivos O Edificativos Del Cuerpo (huesos, músculos y ligamentos, libros I y


II, los más completos, además, en cuanto a contenido anatómico)

b) Sistemas Unitivos O Conectivos (venas, arterias y nervios, libros III y IV)

c) Sistemas Animadores O Impulsivos (órganos contenidos en las tres cavidades, libros V, VI y


VII).

En las dos primeras es más evidente la separación entre la idea descriptiva de Vesalio y la
galénica. En ellos queda patente su mentalidad estructural o arquitectónica (el cuerpo como pura
forma, susceptible de movimiento local).
En la tercera parte Vesalio es galénico y considera a los órganos abdominales, torácicos y
cefálicos como instrumentos respectivos de las facultades natural, vital y animal de la naturaleza
humana. Así mismo predomina el espíritu galeno en Vesalio en el modo de la descripción de
cada parte, en el que se tiene en cuenta los tradicionales conceptos de número, situación,
forma, sustancia, conexión, uso y oficio del órgano descrito.

Vesalio publicó un "Epitome" (1543) para los estudiantes de medicina y para los que poseían un
conocimiento limitado de la anatomía. Está también ilustrado, y en este tratado las imágenes
gozan de mayor consideración que el texto.

Como no podía ser de otro modo, la obra de Vesalio no alcanzó aceptación generalizada. Los
seguidores de la anatomia galénica en su versión más pura no aceptaron la novedad de la
"Fabrica" Así, su antiguo maestro parisino, Silvio, se opuso a la anatomia vesaliana, lanzando
fuertes ataques al bruselense, lo que mostró bien a las claras la dificultad, que en el ámbito del
Renacimiento suponía enfrentarse a los antiguos, aunque fuese siguiendo su propio programa.

Pero en conjunto, Vesalio consiguió dar un gran paso en la dignificación de la anatomía y


otorgarle un puesto central en la formación médica. Su figura paso a ser referencia fundamental
para anatomistas posteriores, como ejemplo de la importancia de la disciplina que ellos mismos
seguían cultivando, y de la que tenían una imagen de progreso, en la que se iban consiguiendo
mayores conocimientos sobre el cuerpo humano. Era un conocimiento basado en lo que se
observaba, en lo que se veía a través de la disección. Seguía pues siendo, un conocimiento de
segunda clase con respecto al que se ocupaba del de las causas, pero mejor que el que podía
obtenerse a través de los textos. Era además un conocimiento firme, cierto, estable que podía
ser atestiguado por otros que veían lo mismo, por lo que por esta senda caminaron otros
anatomistas del XVI.

Los llamados postvesalianos: Colombo, Valverde, Fallopio, Eustachio Fabricio.

REALDO COLOMBO (1515-1558), discípulo y sucesor de Vesalio en Padua, pasó luego a ser
profesor de anatomía en Pisa, y por último en Roma. Su "De Re Anatomica" (1559) obra no
ilustrada describió la circulación menor, tema muy sobresaliente al hablar del pensamiento
fisiológico, y rectificó varios detalles anatómicos de la "Fabrica", siendo especialmente valiosas
sus descripciones de los músculos de la laringe y del ojo.

Unido en su carrera anatómica a Colombo, con quien estuvo en Pisa y Roma, el palentino JUAN
VALVERDE DE AMUSCO (1525-1588), autor de una "Historia De La Composición Del Cuerpo
Humano" (1556), impresa en Roma, fundamentalmente vesaliana aunque lo rectifique en
numerosas ocasiones. Está bellamente ilustrada con figuras basadas en la "Fabrica", pero
realizadas a partir de planchas de cobre que permitían un trazo más fino que los bloques de
madera.

GABRIELE FALLOPIO (1523-1561) ocupó también la cátedra anatómica de Padua desde 1551
hasta su muerte. Publicó un obra sin ilustraciones en 1561, las "Observationes Anatomicae", en
las que comenta con gran consideración hacia el bruselense una serie de errores de Vesalio y
realiza bastantes aportaciones novedosas fruto de su propia investigación anatómica en ámbitos
como la osteología (centros de osificación, dientes, aparato auditivo), la miología (musculatura
de la cabeza y del ojo), la neurología (nervio troclear y pares craneales), y la esplacnología
(trompas uterinas).

Discípulo de Fallopio fue GIROLAMO FRABRIZIO D’ACQUAPENDENTE (1533-1619) quien


también ocupó la cátedra anatómica patavina. El aliento de su compleja obra biológica, es
aristotélico, buscando el conocimiento más noble, esto es, el de las causas finales (Teleología).
Por ello sus aportaciones a campos que posteriormente fueron bautizados como anatomía
comparada y embriología es muy notable. Su más significativa aportación anatómica fue la
descripción cuidadosa de las válvulas venosas en "De Ostiolis" (1603), obra acompañada de
excelentes ilustraciones. El papel de las válvulas encontró su significación en la obra de su
discípulo William Harvey.

Es merecer nombrar a Fabrizio en relación con el teatro anatómico de Padua, pues fue a
instancias suyas cuando se instituyó uno permanente, en 1594, que todavía se conserva. Hasta
esa fecha las demostraciones anatómicas y las lecciones de anatomía que fueron haciéndose
más frecuentes en el Renacimiento se realizaban en teatros anatómicos de madera,
desmontables, tal y como había propuesto a inicios del XVI Benedetti.

BARTOLOMEO EUSTACCHIO (1500/1510-1574), profesor de Anatomia en el Archigginasio


della Sapienza de Roma desde 1549. Publicó una serie de tratados anatómicos " Opuscula
Anatomica" (1564) en los que se ocupó de diversas estructuras anatómicas como los riñones, el
aparato auditivo (trompa de Eustaquio), de los dientes y de la angiología torácica. De las
veintidós ilustraciones que preparó solo ocho aparecieron en su obra. El resto fueron
recuperadas y publicadas ya en el siglo XVIII (1714) por Giovanni Maria Lancisi (1654-1720).

Sin salir de Italia otros muchos anatomistas podrían ser nombrados: Arnazio, Varolio, Guidi,
Piccolimini, Carcano, Ingrassia, Botal, entre otros. Todos realizaron contribuciones de mayor o
menor importancia a la dignificada anatomía.

LA ANATOMÍA DE LOS SIGLOS XVII Y XVIII :Transcurrido el siglo XVI, la investigación


anatómica continuó practicándose con vigor, extendiéndose su cultivo a zonas en las que hasta
el momento había tenido menor importancia. La labor fundamental de los anatomistas consistió
en, siguiendo la idea descriptiva inaugurada por Vesalio, completar el conocimiento de aquellas
estructuras que eran mal conocidas o rectificar aquellos errores que se hubieran cometido en su
descripción. El perfeccionamiento de las técnicas anatómicas, por ejemplo las inyecciones de
diversas sustancias colorantes, coagulables o corrosivas, también tuvo lugar a lo largo de estas
dos centurias. La ilustración anatómica tras el aldabonazo de la "Fabrica" también fue
profundizando en su función didáctica a lo que colaboró el perfeccionamiento técnico, sin dejar
de lado la adaptación a los gustos artísticos de cada momento.

La tarea fundamental de los anatomistas del XVII y el XVIII consistió en completar la tarea de
descripción de las estructuras anatómicas. Hubo, claro está, nuevas orientaciones, en
conjunción con las tendencias que se iban produciendo en otras parcelas de la medicina. Así se
ha señalado el carácter más dinámico de la anatomía del XVII debido al influjo de la fisiología
moderna que se iba constituyendo, y también la influencia de la indagación embriológica. Pero al
mismo tiempo, la anatomía va adquiriendo mayor independencia y un rango más consolidado de
disciplina básica, por el carácter fundamental y determinante que respecto a la función se
otorgaba a la forma.

La anatomía del XVIII, al recibir de las centurias un copioso caudal de conocimientos sobre la
morfología humana, se dedicó a completar el conocimiento de aquello que todavía no se había
descrito y a mejorar las descripciones existentes, con la redacción de tratados generales, y
obras monográficas algunas de ellos bellamente ilustrados como, por ejemplo, las de Cheselden
sobre los huesos (1688-1752), el atlas obstétrico de Willian Hunter, o los diversos tratados de
Albinus, parte de un proyecto inacabado de anatomía general. Fueron apareciendo nuevas
tendencias como la anatomía topográfica y quirúrgica.Vale la pena subrayar los trabajos que
se realizaron en el terreno de la adenología, sobre todo durante el siglo XVII, y también el
avance que se llevó a cabo en la neuroanatomía desde obras tan señeras como la "Cerebri
anatome" (1664) del ya nombrado Willis, hasta las fundamentales aportaciones de Samuel
Thomas Sömmerring (1755-1830) sobre los doce pares craneales o el sistema nervioso
simpático. Otras muchas aportaciones se realizaron en el terreno de la osteología, la miología, la
angiología, los órganos genitales, entre otras

La obra de SAMUEL THOMAS SÖMMERRING : Se puede personificar en la obra de


Sömmering "De corporis humani fabrica" (1794-1801) la culminación de la anatomía descriptiva
y estructural que tuvo su inicio en Vesalio, y que en el XVIII fraguó, en una serie de tratados
generales que atestiguan la madurez de la pesquisa anatómica. La obra, que en ediciones
puestas al día estuvo en uso hasta mediado el siglo XIX, es un tratado sistemático de anatomía
basado, hasta donde fuera posible, en las propias observaciones del autor que había realizado
disecciones e investigaciones anatómicas a lo largo de toda su vida, a pesar de la inestabilidad
de su carrera profesional. En él se preocupó por utilizar una terminología lo más clara posible. Si
bien la mayoría de las otras obras anatómicas del autor si están ilustradas con imágenes de alto
valor científico y artístico, como las dedicadas al esqueleto femenino o a los órganos de los
sentidos, su tratado sistemático no lo está. Sin embargo, ofrece un listado alfabético de autores
cuya ilustraciones recomienda y que muestran el profundo conocimiento de Sömmerring de las
mejores obras disponibles en este sentido al final del siglo XVIII. Las de Albinus, Bidloo, William
Hunter, Monro, Vicq d’Azyr y otras están entre ellas. Todas muestran que la tarea de la
anatomía descriptiva había sido completada

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