Professional Documents
Culture Documents
Resumen Historia de La Anatomía
Resumen Historia de La Anatomía
Las primeras concentraciones civilizadas se dieron en el valle comprendido entre el río Tigris y
Éufrates: sirios, sumerianos, amoritas y babilonios practicaron la medicina. De los últimos se
conoce el Código de Hamurabi, una especie de Manual de Ética Médica en el que se regula las
actividades de los médicos. Una de las reglas indica que "el cirujano que se le muera un
paciente en la mesa de operaciones, de ser comprobado que fue por su desconocimiento o por
descuido en la aplicación de la técnica médica, se le cortará una mano...."
El desarrollo de la anatomía descriptiva a partir del siglo XVI: justificación del punto de
partida : Se tiene en cuenta el siglo XVI porque fue cuando el saber morfológico se independizó
de los planteamientos tradicionales, se basa principalmente en la obra de Galeno de Pérgamo,
quien inició su desarrollo como disciplina crecientemente independiente dedicada al estudio de
las formas anatómicas.
Galeno culminó la tradición anatómica anterior, que aportaba un rico bagaje conceptual y
metodológico, al tiempo que gran cantidad de material, estructurando estos saberes y aportando
sus logros personales para edificar por primera vez, verdaderos tratados de anatomía.
La anatomía galénica fue el contexto morfológico sobre el que se baso la medicina hasta el siglo
XVI. Por tanto, para estudiar el proceso de constitución de la anatomía moderna hay que
considerar este siglo como punto de partida. En este periodo, la figura de ANDRÉS VESALIO
(1514-1564) y su "De Humani Corporis Fabrica" (1543) es el hito a partir del cual se dibuja el
paulatino abandono de las tesis anatomofisiológicas galénicas y el avenimiento a la observación
rigurosa, a través de la disección humana como medio de conocer las formas anatómicas en
sentido estricto
Así pues, los conocimientos anatómicos en torno a los años finales del siglo XIII estaban
directamente basados en Galeno, o bien en los árabes. En su mayor parte, el saber anatómico
estaba contenido en traducciones, del árabe al latín, de obras griegas o grecoárabes.
En el campo de la Anatomía se tradujeron en la segunda década del siglo XVI varios tratados
anatómicos de Galeno, y un anatomista humanista como GÜNTHER DE ANDERNACH (1487-
1574) realizó una nueva versión de "Sobre los procedimientos anatómicos" (1531) que permitió
conocer de manera más exacta el proceder anatómico de Galeno. Así mismo, tanto Günther von
Andernach como su compañero de trabajo, Silvio (Jacques Dubois, 1478-1555) -quien había
llevado a cabo una revisión (1528) de la versión de Niccolò da Reggio de "Sobre el uso de las
partes", prepararon resúmenes para la enseñanza anatómica a partir de las fuentes galénicas
clásicas.
Una segunda fase del movimiento fue El Helenismo, (la pretensión de superioridad de la cultura
griega sobre la latina), que tuvo también fuerte impronta sobre la labor anatómica, en este caso
en el terreno terminológico, pues se trató de derivar toda la terminología anatómica del griego,
escudriñando las impurezas debidas a los árabes, tarea en la que nuevamente Silvio y Günther
von Andernach jugaron un gran papel al incorporar términos como crural, cístico, gástrico,
sistema coronario, pericráneo, colon, entre otros.
GABRIELE DE ZERBI (1445-1505), también veronés, se formó en Padua y fue profesor tanto en
esta universidad como en la de Bolonia, para pasar luego a la corte papal de Roma y retornar de
nuevo como profesor a Padua. El tratado anatómico "Liber Anathomie Corporis Humani",
publicado en Venecia en 1502 por Zerbi, se puede situar en la línea humanista de estudio
pormenorizado de las autoridades, citando y comparando numerosos autores, entre los que De
Zerbi situaba siempre por encima a Aristótoles. Consideraba a la anatomía parte de la medicina
teórica, no de las artes, pero también llevó a cabo disecciones, y el tratado que consagra a los
órganos abdominales es bastante completo.
las obras de Berengario de Carpi son libros ilustrados. No son, por supuesto, las primeras
ilustraciones anatómicas pues, al margen de las inéditas notas de Leonardo, han llegado hasta
estos tiempos manuscritos medievales que muestran esquemas de algunos sistemas corporales,
en la tradición de lo que se ha venido en llamar la "serie de cinco imágenes" (habitualmente
nueve). La finalidad de éstas no era el reflejo exacto de la realidad, sino servir como recuerdos
nemotécnicos o como esquemas visuales de una determinada doctrina teórica. En la serie se
mostraban ilustraciones de los cinco sistemas (arterial, venoso, óseo, nervioso y muscular), junto
con otras imágenes que mostraban los genitales, el estómago, el hígado y otras vísceras, el
útero, normalmente con un feto dentro, y una última imagen con el cerebro y los ojos. El origen
concreto de esta serie se desconoce, pero parece situarse en el galenismo alejandrino de la
Antigüedad tardía, lo que explicaría su difusión también en el Medio Oriente, especialmente en
Persia. Otros dibujos pretendían mostrar los lugares donde de mayor sangrado o las
posibilidades de sanar según el lugar donde se hubiese producido una herida. En realidad, el
propósito general de estas imágenes no era mostrar la estructura del cuerpo humano.
Durante sus ininterrumpidas investigaciones, Vesalio demostró que las enseñanzas del médico
grecorromano Galeno, reverenciado en las escuelas médicas de su tiempo, estaban basadas en
disecciones de animales, aunque su propósito era servir como guía de la estructura del cuerpo
humano.
En las dos primeras es más evidente la separación entre la idea descriptiva de Vesalio y la
galénica. En ellos queda patente su mentalidad estructural o arquitectónica (el cuerpo como pura
forma, susceptible de movimiento local).
En la tercera parte Vesalio es galénico y considera a los órganos abdominales, torácicos y
cefálicos como instrumentos respectivos de las facultades natural, vital y animal de la naturaleza
humana. Así mismo predomina el espíritu galeno en Vesalio en el modo de la descripción de
cada parte, en el que se tiene en cuenta los tradicionales conceptos de número, situación,
forma, sustancia, conexión, uso y oficio del órgano descrito.
Vesalio publicó un "Epitome" (1543) para los estudiantes de medicina y para los que poseían un
conocimiento limitado de la anatomía. Está también ilustrado, y en este tratado las imágenes
gozan de mayor consideración que el texto.
Como no podía ser de otro modo, la obra de Vesalio no alcanzó aceptación generalizada. Los
seguidores de la anatomia galénica en su versión más pura no aceptaron la novedad de la
"Fabrica" Así, su antiguo maestro parisino, Silvio, se opuso a la anatomia vesaliana, lanzando
fuertes ataques al bruselense, lo que mostró bien a las claras la dificultad, que en el ámbito del
Renacimiento suponía enfrentarse a los antiguos, aunque fuese siguiendo su propio programa.
REALDO COLOMBO (1515-1558), discípulo y sucesor de Vesalio en Padua, pasó luego a ser
profesor de anatomía en Pisa, y por último en Roma. Su "De Re Anatomica" (1559) obra no
ilustrada describió la circulación menor, tema muy sobresaliente al hablar del pensamiento
fisiológico, y rectificó varios detalles anatómicos de la "Fabrica", siendo especialmente valiosas
sus descripciones de los músculos de la laringe y del ojo.
Unido en su carrera anatómica a Colombo, con quien estuvo en Pisa y Roma, el palentino JUAN
VALVERDE DE AMUSCO (1525-1588), autor de una "Historia De La Composición Del Cuerpo
Humano" (1556), impresa en Roma, fundamentalmente vesaliana aunque lo rectifique en
numerosas ocasiones. Está bellamente ilustrada con figuras basadas en la "Fabrica", pero
realizadas a partir de planchas de cobre que permitían un trazo más fino que los bloques de
madera.
GABRIELE FALLOPIO (1523-1561) ocupó también la cátedra anatómica de Padua desde 1551
hasta su muerte. Publicó un obra sin ilustraciones en 1561, las "Observationes Anatomicae", en
las que comenta con gran consideración hacia el bruselense una serie de errores de Vesalio y
realiza bastantes aportaciones novedosas fruto de su propia investigación anatómica en ámbitos
como la osteología (centros de osificación, dientes, aparato auditivo), la miología (musculatura
de la cabeza y del ojo), la neurología (nervio troclear y pares craneales), y la esplacnología
(trompas uterinas).
Es merecer nombrar a Fabrizio en relación con el teatro anatómico de Padua, pues fue a
instancias suyas cuando se instituyó uno permanente, en 1594, que todavía se conserva. Hasta
esa fecha las demostraciones anatómicas y las lecciones de anatomía que fueron haciéndose
más frecuentes en el Renacimiento se realizaban en teatros anatómicos de madera,
desmontables, tal y como había propuesto a inicios del XVI Benedetti.
Sin salir de Italia otros muchos anatomistas podrían ser nombrados: Arnazio, Varolio, Guidi,
Piccolimini, Carcano, Ingrassia, Botal, entre otros. Todos realizaron contribuciones de mayor o
menor importancia a la dignificada anatomía.
La tarea fundamental de los anatomistas del XVII y el XVIII consistió en completar la tarea de
descripción de las estructuras anatómicas. Hubo, claro está, nuevas orientaciones, en
conjunción con las tendencias que se iban produciendo en otras parcelas de la medicina. Así se
ha señalado el carácter más dinámico de la anatomía del XVII debido al influjo de la fisiología
moderna que se iba constituyendo, y también la influencia de la indagación embriológica. Pero al
mismo tiempo, la anatomía va adquiriendo mayor independencia y un rango más consolidado de
disciplina básica, por el carácter fundamental y determinante que respecto a la función se
otorgaba a la forma.
La anatomía del XVIII, al recibir de las centurias un copioso caudal de conocimientos sobre la
morfología humana, se dedicó a completar el conocimiento de aquello que todavía no se había
descrito y a mejorar las descripciones existentes, con la redacción de tratados generales, y
obras monográficas algunas de ellos bellamente ilustrados como, por ejemplo, las de Cheselden
sobre los huesos (1688-1752), el atlas obstétrico de Willian Hunter, o los diversos tratados de
Albinus, parte de un proyecto inacabado de anatomía general. Fueron apareciendo nuevas
tendencias como la anatomía topográfica y quirúrgica.Vale la pena subrayar los trabajos que
se realizaron en el terreno de la adenología, sobre todo durante el siglo XVII, y también el
avance que se llevó a cabo en la neuroanatomía desde obras tan señeras como la "Cerebri
anatome" (1664) del ya nombrado Willis, hasta las fundamentales aportaciones de Samuel
Thomas Sömmerring (1755-1830) sobre los doce pares craneales o el sistema nervioso
simpático. Otras muchas aportaciones se realizaron en el terreno de la osteología, la miología, la
angiología, los órganos genitales, entre otras