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Raine Miller Blackstone Dynasty 01 Filthy Rich
Raine Miller Blackstone Dynasty 01 Filthy Rich
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Está traducción fue realizada sin fines de lucro por lo cual no tiene costo
alguno. Es una traducción hecha por fans y para fans.
Capítulo 1 Capítulo 17
Capítulo 2 Capítulo 18
Capítulo 3 Capítulo 19
Capítulo 4 Capítulo 20
Capítulo 5 Capítulo 21
4 Capítulo 6 Capítulo 22
Capítulo 7 Capítulo 23
Capítulo 8 Capítulo 24
Capítulo 9 Capítulo 25
Capítulo 10 Capítulo 26
Capítulo 11 Capítulo 27
Capítulo 12 Capítulo 28
Capítulo 13 Capítulo 29
Capítulo 14 Epílogo
Capítulo 15
Sinopsis
El Multimillonario Caleb Blackstone vive en el glamuroso mundo de la riqueza
y el éxito, con todos los lujos materiales posibles. Pero en cuanto ve a Brooke
Casterley, nada de eso importa. Caleb siente una fuerte e imperiosa necesidad que
no puede ignorar... por una chica que es tan completamente diferente de todo y de
todos los que ha conocido.
Sólo que Brooke no está buscando amor. Ella sabe muy bien cuánto daño
puede hacer el chico equivocado. Aun así ¿qué chica británica arruinada que este
cuerda se puede resistir a los encantos de un increíblemente sexy, caballeroso
multimillonario? Lo que comienza como coqueteo rápidamente se convierte en
pasión que lo consume todo. Nada podría haberla preparado para el calor
5 abrasador del toque de Caleb, o lo mucho que lo desea.
La conocía desde hacía años. Vino a la isla de Blackstone para vivir con su
6 abuela después que sus padres murieran en un choque de automóvil. Una
devastada niña de quince años tratando de adaptarse a una nueva vida en un nuevo
lugar, tratando de encontrar dónde encajar en un mundo tan diferente de donde
había llegado, una isla de resort de cuarenta millas cuadradas frente a la costa de
Massachusetts donde su abuela dirigía la casa en Blackwater, la casa de la familia.
Sin embargo, una vez que mi cerebro logró ponerse al día, no fue tan fácil
aceptar esta nueva y desconocida realidad de sentir algo por una mujer más allá de
la curiosidad incuestionable de cuándo y si pudiéramos follar.
Luché contra la idea de ella al principio por algunas razones. Era demasiado
joven. Mi madre nunca nos aprobaría juntos. Otros en mi mundo probablemente la
7 masticaran y la escupirían, destruyendo su dulzura. Pero pronto descubrí que mi
corazón no daba un carajo sobre ninguna de esas razones. El corazón quiere lo que
quiere, y yo había descubierto que lo que mi corazón quería estaba todo envuelto en
el paquete que era Brooke Ellen Casterley.
La muerte de mi padre por los males del cáncer fue una revelación para mis
hermanos y para mí. El dinero puede comprar un montón de cosas, pero no puede
detener a la parca de llamarte si es tu hora de partir. La muerte se llama el gran
ecualizador. Y realmente lo era. La riqueza es algo trivial cuando solo hay ceros
extra en un balance que marca la diferencia entre las vidas vividas. No importa si
eres rico o pobre cuando mueres, porque nada de eso cuenta al final. Dejas esta
vida de la misma manera en que entras en ella. Te vas solo y no tomas nada. —
Tiene que haber más en la vida que ganar dinero, hijo —me dijo al final. Él tomó
mi mano y apretó con la fuerza que pudo manejar para hacerme entender la
importancia. Tenía remordimientos y quería compartir conmigo lo que había
aprendido para evitar que cometiera los mismos errores. Lo comprendí claramente.
El valor más esencial que mi padre trató de enseñarme junto con mis hermanos
y hermanas fue la idea de la familia. La familia tenía prioridad sobre el dinero.—
Cuida primero a la familia y la riqueza crecerá, Caleb —dijo.
Una familia fuerte avanzando era lo único que realmente significaba algo al
final del día.
Los Blackstone habían estado aquí en la isla desde los días en que
el Mayflower hizo su viaje traicionero a las costas indómitas americanas. Como hijo
mayor, era mi deber asegurarme que los Blackstone aún estuvieran aquí dentro de
cien años.
Iba a casarme con esa hermosa y bella chica de Inglaterra, y ella sería mía.
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Capitulo 1
Septiembre
Boston
Salí de ella y supe que era la última vez que follaríamos. Inútil tratar de fingir y
pretender que habría una próxima vez. Janice y yo habíamos terminado incluso si
ella no lo sabía aún. El sexo ocurría cuando yo necesitaba un poco, y el resto del
tiempo, era trabajar, trabajar y más trabajar. Había estado ocupado de todos
modos, viajando por todo el mundo ya que había tomado las riendas de Blackstone
9 Global Enterprises hace ocho meses cuando mi padre se enfermó demasiado para
continuar.
Pero ahora sentí que Janice quería mucho más de mí de lo que podía darle, y
temía la confrontación que se acercaba. Algún tipo de compromiso para el futuro
nunca iba a suceder, y me molestaba que ella aun presionara. Creí que había sido
claro cuando comenzamos.
Ella había venido al funeral de mi padre hace seis meses con su familia, y en mi
dolor me había vuelto a su oferta de consuelo, a pesar de que había dicho que
probablemente no podría darle más que una infrecuente noche cada tanto. Después
de unas semanas regulares de sexo, yo había sugerido ser exclusivos, lo cual era
territorio nuevo para mí. No teniendo que tantear el terreno para tener sexo era
conveniente, y venimos del mismo mundo, habiendo crecido en el área privilegiada
de Boston, asistiendo a las mismas escuelas privadas, vacacionando en nuestras
casas frente a la playa en la isla. Estar con alguien que entendiera los pros y contras
de la sociedad de Nueva Inglaterra lo hacía más fácil, así que decidí darle una
oportunidad a la cosa de la novia con ella. Ambos teníamos que estar en Boston al
mismo tiempo para estar juntos de cualquier modo, y eso no siempre era fácil.
Tanto como me había esforzado por hacer funcionar mi primera relación real con
la esperanza de que tal vez sintiera algo por Janice, era tiempo de enfrentar el hecho
de que no había nada más profundo que uno o dos orgasmos ocurriendo entre
nosotros, y jamás había habido.
Deseaba poder poner esa bomba sobre mi madre cuando comenzara con el
viaje de culpa sobre nuestra caída como pareja. Pero no sería bueno que Madelaine
Blackstone escuchara la palabra follar o cualquier variación de ella en una
conversación con su hijo. Nunca. Lo que era una lástima. Amaría la mirada
horrorizada en su rostro…
Eres un idiota hijo de puta por siquiera involucrarte con ella. Aprende de esto, imbécil.
¡Aprende!
Estaba bastante seguro que Janice era una ninfómana, y aunque había sido una
ventaja al principio para un tipo quien necesitaba tener jodido su cerebro para
soportar la pérdida de un ser querido, ahora no tanto. Alcancé mis pantalones y me
los puse, desesperado por poner una barrera entre mi pene y ella tan rápido como
fuera posible. Realmente necesitaba una ducha, pero mi conciencia no podría
seguir otros cinco minutos sin informarle la noticia de que terminamos, de follar,
para siempre.
Las tres f1 que se convertían eventualmente en una realidad para cada mujer
con la que había estado.
Sabía que me hacía un idiota por tener sexo con ella para empezar. No debí
hacerlo y no estaba orgulloso de ello, pero para ser justos, Janice inició el sexo esta
noche, empezando con el viaje en el elevador a mi departamento. Felizmente ella
me había aspirado ante la cámara de seguridad si yo no hubiera insistido en que
esperáramos. Follar en público era cosa suya, no mía.
Esta noche la necesitaba en mi brazo para una cena de caridad debido a que un
plato de cinco mil era francamente barato si ibas solo. Diez mil dólares para la
investigación del cáncer era mucho mejor que cinco para caridad. No me habría
importado escribir un cheque por diez veces esa cantidad y saltarme la cena por
11 completo, pero eso sería una cosa socialmente retardada por hacer. La beneficencia
a la investigación contra el cáncer en nombre de mi padre era algo que apoyaría
generosamente mientras viviera. Mi cheque siempre tendría el cero extra al final de
todos modos.
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Finished Fucking Forever: Terminar de Follar Para Siempre.
divertido mañana. Cuando le pedí me regresara la llave de mi departamento, la
perra loca me había pegado justo en el rostro.
Maldito disparate. Le dije que solamente había una Señora Blackstone viva en
mi familia y que era mi recientemente viuda madre, la persona responsable de
plantar tan ridícula idea en su cabeza. Me había dicho que me fuera a la mierda
antes de salir como una tormenta por mi puerta, llamándome por cada nombre en
el libro mientras caminaba hacia los elevadores. Los vecinos tendrían que estar
muertos para perderse su no tan sutil espectáculo.
Dios.
J: Oye hombre, Jan está aquí llorando pq terminaste cn ella. ¿Es cierto?
C: Sí.
El pobre bastardo estaba jugando con fuego mortal. Como empapar un gran
montón de hojas secas con gasolina y dispararles con un soplete.
J: Ok, hombre.
C: Oye, ¿James?
J: Sí.
C: Ten cuidado. No mueras esta noche. Jan es una maldita ninfómana por si
no lo sabías.
J: Sí, tuve esa impresión cuando apareció aquí y dijo que quería chupar mi
pene. No moriré idiota. Hablamos más tarde…
J: Síp.
Fui a tomar una Sam Adams del refrigerador. Vaya montón para una noche.
¿Me hacía una horrible persona estar más preocupado por lo que estaba pasando a
mi amigo que a mi exnovia en este momento? James Blakney estaba dentro para
una noche de sexo loco con una incluso más loca Janice. No podía evitar sentirme
agradecido por esquivar una bala directa con ella, pero sabía que esta mierda no
podía posiblemente terminar bien para mí, o para James. Tenía que recordarme que
él era un chico grande y había sido advertido. Él descubriría cómo era exactamente
13 Janice pronto.
Necesitaba poner una orden para cambiar mis cerraduras. Rápidamente envié
un mensaje a mi AP, Victoria, para organizarlo. Se encargaría de ello mañana.
Una ducha estaba gritando mi nombre. Quemar con montones de jabón Dial,
la mejor cosa de color amarillo que promete quitar tu piel junto con la suciedad.
—Jesús. Cristo.
Oh qué bien, una foto. De Janice. De ella chupando lo que asumí era el pene
de James ni más ni menos. Incluso añadió un mensaje con ello. Te arrepentirás de
haberte metido conmigo, Caleb Blackstone.
Hice tres cosas antes de apagar mi teléfono durante la noche: Borré la foto.
Bloqueé el número de Janice. Le envié un mensaje a James diciéndole que ella
estaba posteando fotos de su pene en su boca. Su padre, un juez del Primer Circuito
de Apelaciones, no estaría demasiado entusiasmado sobre la foto filtrándose.
Bueno, cuatro cosas. Regresé por otra cerveza y la bebí toda antes de ir a la
habitación de invitados para mi tan esperada ducha.
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Tan pronto como el agua demasiado caliente se derramó sobre mi piel, me hice
una promesa de permanecer lejos de las mujeres por un tiempo. Ciertamente salir
no me estaba haciendo mucho bien, y estaba harto de mujeres locas quienes
solamente me querían usar para acceder abiertamente a mi dinero o atraparme para
casarme con ellas.
Recordé algo que Papá me había dicho antes de morir. —Cuando encuentres lo
que sea que te haga feliz, Caleb, aférrate a ello con todo lo que tienes. Tú corazón
te hará saber.
Deseaba creer que lo que papá me había dicho era verdad pero el hecho era que
mi corazón no me había dicho anda desde hace mucho tiempo.
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Película que cuenta la historia de un hombre casado que tiene un romance con una mujer que se
obsesiona peligrosamente con él.
Capitulo 2
Blackstone Island, Massachusetts
Vivir en una isla tenía sus beneficios, pero el viaje a diario de una hora en ferry
hacia Boston no era uno de ellos. Había otras razones por las cuales estar aquí, sin
embargo. Buenas razones, me recordaba a mí misma mientras tiraba de mi abrigo
un poco más apretado contra la briza fría de otoño sobre el agua.
Algo así.
—Oh, tienes acento. —No, ustedes son los que tienen acento.
Había escuchado cada broma y fui cuestionada con casi cualquier pregunta
imaginable, pero no me molestaba. No en realidad. Conocí personas que eran un
poco curiosas sobre como llegué a estar aquí e intentaron ser amistosas.
Había vivido en los Estados Unidos por tanto tiempo que en mi mente era mi
hogar.
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—Una moneda por sus pensamientos, joven señorita.
—Ahh, bueno, no lo culpo un poco. Elegiría la isla sobre Boston cualquier día.
—¿Qué?
—Te ofrecí una moneda por tus pensamientos, pero supongo que has
aumentado tus tarifas. —El hombre todavía podía coquetear como un campeón y
tampoco sus hermosos rasgos habían sido borrados por los años. Debe haber sido
un ejemplar en sus días de juventud, rompiendo corazones por todo el lugar.
Tendría que preguntarle a Nan sobre su pasado algún día.
—Para usted, sin cargo. —Asentí hacia los árboles que se elevaban
majestuosamente a lo largo del acantilado y la playa rocosa abajo mientras el ferry
se movía alrededor del cuerno de la isla hacia la bahía abierta—. Estaba pensando
en lo feliz que estoy de volver aquí. Me encanta esa vista.
Tan confiable como un reloj, querido Herman Blackstone era cuando llegaba a
mi nan.
—Gracias por preguntar. Ella se está recuperando bien, pero entre tú y yo, no
creo que estaba lista para retirarse de Blackwater cuando cerraron la casa. Ella
amaba su trabajo, y ahora creo que está un poquito aburrida. —Había otras cosas
que dejé sin decir porque no quería ofender a Herman de ninguna manera. Era su
familia quien empleó a mi abuela por más de tres décadas antes de abandonar la
propiedad hace dos años. Nan había sido el ama de llaves de Blackwater por treinta
y cinco años cuando la clausuraron para bien y ahora se asienta vacía a lo largo de
los acantilados occidentales de la isla. La familia ya no viene. Escuche que era solo
el padre a quien le encantaba tanto, pero después de que se enfermó nunca regresó.
Puse mi mano sobre su brazo. —Siento tanto su pérdida, Herman. Nan me dijo
sobre el fallecimiento de su hermano. —Había escuchado que el Señor John
William Blackstone había muerto de cáncer no mucho antes de que yo regresara
hace cinco meses—. Solamente lo conocí una vez cuando Nan me trajo por
primera vez, pero siempre fue un buen empleador y ella creía en el mundo de la
familia. —Eso en su mayoría era cierto. Nan nunca dijo una palabra en su contra,
pero no creo que ella mantuviera a la señora Blackstone en la misma estima que a
su marido, y ella había dejado de venir a la isla para las vacaciones desde hace
años, una vez que sus hijos crecieron. Supongo que no todos podrían amar la rica
belleza de la isla de la misma manera.
Él giró sus prudentes ojos hacia mí y cubrió mi mano con la suya. —También
siento tu pérdida, Brooke. Tu abuela me dijo cuando sucedió. Estaba tan
preocupada por ti, y necesitaba… bueno, creo que necesitaba hablar con alguien
sobre ello en ese momento o hubiera enloquecido.
La bondad puede inducir una efusión de emociones que había encontrado. Esta
18 no era la primera vez que me había pasado. Las sentidas condolencias de mi amiga
Zoe habían hecho lo mismo cuando nos reunimos por primera vez después de mi
regreso. Lo mismo con Eduardo. Cuando alguien mostraba que se preocupa por
usted y lo expresaba de una manera amble, esa misma bondad tenía el poder de
traer todas esas experiencias, esperanzas, sueños y recuerdos de regresar a la
superficie como lo habían hecho ayer. Incluso cuando creía que lo había enterrado
profundamente, mi dolor estaba realmente flotando en la superficie, apenas
cubierto por la más delgada de las sábanas listas para soplar lejos en la brisa.
Mis ojos se llenaron de lágrimas antes de poder detenerlas. Cedí y las dejé caer.
A veces estaba débil y no podía evitar recordar lo que había perdido… y lloraba.
Nos paramos así y vimos cómo la isla se hacía cada vez más pequeña hasta que
el ferry fue hacia el sur y se deslizó fuera de la vista. Sabía que volvería a este
mismo lugar exacto en el océano cuando regresara a las cinco y media después del
trabajo. Esperaría ese momento en que la isla apareciera en el horizonte, después de
que el capitán hiciera su giro hacia el norte. Respiraría un suspiro de alivio cuando
ella llegaba a la vista, y mi corazón se asentaba. Era un ritual raro conmigo, pero
sucedía cada vez que iba y venía de Blackstone Island. Dolía un poco dejarla cada
vez, pero la pequeña emoción que experimentaba cuando regresaba tampoco me
había fallado. La seguridad de la isla proporcionaba santuario para mi corazón
19 atribulado.
20 Cuando tenía ganas de caminar, iba a la estación Copley y seguía por la calle
Newbury hasta donde trabajaba. Si el clima era desagradable, tomaba Hynes,
porque era un poco más cerca. Sin embargo, hoy no era desagradable. Un día
soleado y seco de otoño siempre era apreciado.
De alguna forma.
Así que había dejado caer mi guardia y recordé mi tristeza por un momento.
Mi lado del trabajo sirviendo para Jonquil Catering no era mi favorita, pero
pagaban bastante bien cuando podía conseguir un trabajo. Amaba trabajar en
Harris & Goode, diseñando habitaciones para clientes basadas en sus visiones, pero
no podía llegar a fin de mes con un salario mínimo de diseñador. No aún, de
cualquier forma. Así que tomaba trabajos sirviendo los fines de semanas y las tardes
si era notificada con anticipación. Nueve horas no eran suficiente tiempo para que
pudiera organizar algo, y Martin sabía eso. Tenía que tener un sitio en el que pasar
la noche para comenzar, porque el último ferry dejaba el muelle a las 8:30 p.m. en
punto, y si yo no estaba en él, entonces estaría atascada en Boston durante la
noche. Me quedaba con Zoe, pero mi amiga estaba fuera de la ciudad por la boda
de su hermana por, al menos, otra semana. No tenía ropa para trabajar el día
siguiente en Harris & Goode o mi ropa blanca y negra para servir. No había forma
en que pudiera trabajar para Martin esta noche.
21 Estaría molesto conmigo ahora, pero, ¿qué podía hacer yo sobre eso? Vivir en
una isla significaba algunos desafíos y no podía controlar el horario del ferry. No
había mucho requerimiento de un bote a la Isla Blackstone en el medio de la noche.
Porque lo estaba.
—Lo están haciendo, cariño. Apuesto que tampoco notaste siquiera al buenote
con lentes de sol revisándote, ¿no? —Eduardo apuntó hacia las puertas frontales,
completamente de cristal, del edificio, donde un buenote ciertamente estaba mirando
fijamente mientras él atendía una llamada. Metro ochenta y cinco, quizá metro
noventa, cabello oscuro, un hermoso abrigo de lana beige sobre un costoso traje
gris, y gafas de aviador eran todo lo que podía ver a través de la ventana. Sin
embargo, había hombres como él en cualquier parte del centro de negocios en
Boston. Los veía cada día, apresurándose de una junta corporativa a otra. Tratando
de tener éxito, justo como todos los demás.
—Lo hizo. Pasaste junto a él y te miró realmente bien, dulzura. Le gustó lo que
vió, mmm-hmm —informó con un rostro serio—, y me encanta cuando me hablas
22 sucio. —Eso fue todo lo que pude soportar antes de reírme por completo.
Eduardo Ramos era bueno para mi alma. Solo lo conocía desde que comencé a
trabajar en Harris & Goode hace cuatro meses, pero nos habíamos caído bien desde
el comienzo. Él conocía todo sobre mi pasado, y no era nada más que comprensivo
y compasivo sobre mi situación. Amaba el hecho de que yo era británica y me
llamaba condesa en español, todo el tiempo. La cosa con Eduardo era que tenías que
ignorar los comentarios escandalosos e inapropiados que hacía sobre cualquier
tema fuera de los límites para un lugar como el negocio, y siempre en los momentos
más inapropiados, porque era simplemente parte del paquete. Un hermoso hombre
gay puertorriqueño con una boca, absoluta y perfectamente adorable.
Sacudí mi cabeza hacia él, lentamente. —¿Saben Jon y Carlisle que fantaseas
con el tráfico de peatones cuando deberías estar trabajando?
Esnifó y frunció el ceño. —Ellos hacen lo mismo cuando vienen al frente. Pero
está justo allí, Brooke, justo en frente de mí.
—¿Qué está justo en frente de ti? —Regresé la mirada hacia el cristal y noté que
el buenote se había movido.
—Hombre celestial —suspiró Eduardo soñadoramente—. Grandes... duros...
penes... caminando; pasando junto a nosotros todo el día. ¡Ay, Dios mío!3 —Se
abanicó el rostro con ambas manos.
—Tienes un punto allí, condesa, y por favor, di pene duro para mí de nuevo, en
ese bonito acento tuyo.
Eduardo sabía que yo no estaba molesta. Era un juego que hacíamos para
divertirnos. A Jon y Carlisle, los dueños, tampoco les importaba. Era parte del
paquete de trabajar con tres hombres gays que eran diseñadores de interiores. Venía
con el territorio, y la organización funcionaba bien para mí.
—Oí eso —Me informó Martin—. Así que, ¿está hecho, entonces?
—¿Brooke?
—¿Sí, Martin?
3
En español textual
—Así que, te veré a las seis. Te mandaré la dirección cuando colguemos.
—Entonces ve a comprar una blusa blanca en tu hora del almuerzo y usa las
botas. Es alguna clase de celebración corporativa y la mayoría de los invitados
serán hombres. Estoy seguro que ellos apreciarán las botas sobre tus hermosas
piernas largas.
Tanto como quería declinar, el dinero extra sería útil en este momento. —Bien,
lo haré, pero Martin, si me quieres en el futuro; dame algo de tiempo de anticipo
para que pueda hacer arreglos para la noche. —Si siquiera había una siguiente vez.
Quizás una búsqueda de trabajo era una buena idea.
—Sí, mi condesa —cantó Eduardo antes de escapar al segundo piso para buscar
la orden de Jon y Carlisle para el almuerzo.
—Ah, suena encantador, y no puedo esperar a verlo. ¿Puedes avisarle que voy
a trabajar para Martin esta noche, por favor? Ella lo entenderá, y dile que la visitaré
mañana, como siempre.
Gracias a dios, su amiga Sylvie tenía previsto un té más tarde ese día, y
descubrió a Nana en el final de las escaleras del sótano; aterrada y sufriendo
muchísimo.
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Capitulo 4
Lo último que quería hacer al final de mi día de mierda era ir a una recepción
de valoración de clientes por cócteles y canapés con mi rostro luciendo como lo
hacía por ser golpeado por el Valentino de Janice. Todo el día había atendido
preguntas de personas que no eran idiotas con bromas y acoso de quienes eran
definitivamente idiotas. No creo que se creyeran mi mentira sobre caerme en la
ducha y chocar con la jabonera de mármol. Lo que no sabían es que no podría
importarme menos lo que pensaban de mi vida personal. Mientras me respetaran en
los negocios, estaba bien. Podía hacer crecer dinero de la nada. Entonces, qué si
27 tenía terribles habilidades emocionales cuando se trataba de relaciones con mujeres.
Solo no había sentido nada por esas mujeres como probablemente debería si me
interesara por ellas más que por el sexo. Pero nunca sentí nada más allá que
admiración por su belleza, junto con el deseo por algún placer compartido del que
estaban interesadas también. No era tacaño tampoco. Antes de terminar, me
aseguraba que estuvieran bien satisfechas. No sabía cómo operar de manera
diferente, y hasta que resolviera mi mierda, solo debería estar lejos de las mujeres
por completo. Tenía más sentido.
Mi madre estaba muy orgullosa del hecho de haberle dado a mi padre cinco
hijos y solamente sufrir por tres embarazos. Y mamá se aseguró que todos
supiéramos que fue la peor clase de sufrimiento dar a luz a cada uno de nosotros. Tal
vez ese era el porqué estaba resentida conmigo. Todo ese esfuerzo solamente para
producir un bebé… a mí.
Mi relación con mi madre era solo el inicio de mis problemas con las mujeres.
Había tenido una no tan placentera conversación con ella por teléfono hoy más
temprano. Janice había ido a Mamá rápidamente, llorando una triste historia de
falta de respeto y promesas rotas por mi parte. No le dije que a menos de cinco
minutos de dejarme, estaba tragando a James Blakney. Pensándolo, mi madre no
necesitaba una imagen, no dije mucho en respuesta excepto que Janice no era la
chica que todos pensábamos que era, y definitivamente no iba a ser nada más que
una amiga de la familia para mí de aquí en adelante. Mamá entonces tomó la
oportunidad de decirme que había hecho las cosas muy difíciles para su amistad
con la madre de Janice. Le aconsejé que una generosa donación a su organización
sin fines de lucro aliviaría las cosas. Supongo que a ella no le importó mi sugerencia
porque terminó nuestra llamada rápidamente después.
28
Le daría a esto dos bebidas grandes antes de salirme.
Asintiendo y diciendo las cosas apropiadas, estreché manos con los colegas
quienes habían conocido a mi padre y acepté las condolencias de otros. Hice una
nota mental de las personas que habían hecho el esfuerzo por mencionar su
nombre, y escribiría sus nombres con el evento y la fecha tan pronto llegara a casa.
Solo así. Apareció en mi línea de visión y no podía apartar mis ojos de ella.
La hermosa chica de esta mañana en el Starbucks en la Calle Hereford.
Sabía que era ella porque, ¿cómo podría alguien olvidar esas sexis botas? Su
cabello rubio no estaba suelto como lo había estado esta mañana, sin embargo. Lo
había peinado hacia atrás en una cola de caballo suelta… pero ¿estaba sirviendo en
este evento? La había visto entrar en ese estudio de diseño junto al Starbucks.
Probablemente tenía dos empleos. Trabajadora… hermosa… sexi.
Rápidamente regreso por mi vaso medio vacío y lo arranco de la mesa. De
pronto siento ganas de un aperitivo o dos.
29 —Debes estar jugando conmigo o estás atolondrado por ese golpe en la cabeza.
Apostaría que ya has comido una albóndiga.
—Lo estoy.
—No me duele ahora. —Creí sonreír y sacudir la cabeza pero no podía estar
seguro. Solo llámame el idiota de pueblo porque sabía que actuaba como uno.
Amaba el sonido de su voz, sin embargo.
—Sí, por favor. —Tomé otra albóndiga pero no me la comí—. Eres británica.
—Usted eres americano —dijo con un rápido guiño, antes darse la vuelta para
servir a otros invitados.
Ella.
Me quedé en esa ridícula reunión así podía acosar a una chica que no conocía.
Tan mal.
Sí, lo estaba.
—Me tomaría mi tiempo golpeando ese apretado culo despacio y con calma…
con las malditas botas puestas.
Kevin Aldrich era un banquero inversionista idiota con una aerolínea en
descenso, una cintura expandiéndose y un gran fondo fiduciario heredado del
dinero de su abuelo. También tenía una esposa, dos o tres hijos adolescentes, y un
problema de bebida. La triste verdad era que él probablemente sí conseguía
hermosas mujeres como ella para follar debido a que tenía el dinero ayudándolas a
superar el hecho que él era un completo y total cretino.
No dije nada, pero sentí mi sangre comenzar a herir. En ese instante entendí
verdaderamente el significado detrás de la expresión ―me hirvió la sangre‖. La mía
iba a lo nuclear.
Aldrich alzó su copa y la bebió toda en su dirección para llamarla. Ella dándose
cuenta, vino con su bandeja de lo que sabía eran cocteles de camarón individuales.
No cometería el mismo error de nuevo.
—Tú te me apeteces, Botas Sexis —dijo Aldrich con una obvia mirada lasciva.
De acuerdo, el tipo era peor que un desagradable cretino. Era un retrasado con las
habilidades sociales de una cucaracha.
Él hizo en realidad dos cosas estúpidas al mismo tiempo. Estiró su brazo para
rodear su cuerpo y arrastrarla en contra del suyo y me dijo—: No me interrumpas a
mí y Botas Sexis aquí. Solo nos estamos conociendo, y ella parece como que puede
dar un largo y lento paseo con esas b…
—Usted puso sus manos sobre mí. Nadie hace eso y se sale con la suya nunca
más—dijo con voz de acero antes de salir corriendo en dirección de la cocina.
—La agresión sexual está contra la ley, idiota. ¿Por qué demonios me pusiste
en esta situación esta noche, Martin, y luego me abandonas en esa manada de
perros? ¿Hmm? ¿Tienes una idea de lo que he tenido que tolerar esta noche?
—Oh, por amor a la mierda, Brooke, no era tan malo ahí afuera. Sobreactuaste
totalmente.
Realmente no lo hizo.—Él puso sus manos sobre todo mi trasero y saco su lengua
hacia mí, y ¿tú crees que sobreactué?
Lo mira boquiabierta con sorpresa por un momento, luego bajó sus manos y
comenzó a desatar su mandil. Le tomó unos segundos liberar los lazos, pero el paso
del tiempo solo parecía aumentar la ira que salía de ella en oleadas. Su jefe idiota
solo se quedó ahí mirándola, esperando que dejara caer el mandil.
33 Lo cual hizo. Tendido justo a sus pies con las tarjetas de presentación
esparcidas que los perros le habían dado. Buena chica.
—Brooke —gritó tras ella—, ¿quién va a pagar por todo esto? —Creo que ese
serías tú, Martin.
Pero Brooke ya había agarrado sus cosas y estaba por la puerta cuando se
volvió una última vez, su larga cola de caballo rubia azotando alrededor de su
cuello por la fuerza. Estaba tan enojada, pero su compostura era una cosa
magnifica, y sus palabras habladas en ese acento suyo, impresionante. No podía
apartar mis ojos para nada.
—Tómalo de mi pago final. Y luego jódete. —Mi pene está tan duro por esta chica
ahora mismo.
—Yo cubriré cualquier daño, pero dudo sinceramente que haya ninguno. El
tipo quien la tocó se pasó de la raya y yo fui testigo de todo. También cubriré la
cuenta de la limpieza. —Le entregué mi tarjeta al tonto y lo dejé parado allí en la
cocina con la boca colgando abierta como un pez dorado boqueando por su última
respiración.
Me encogí de hombros. —Se limpiará. ¿Qué hay contigo? ¿Estás bien después
de ese desastre allá dentro?
—Estaré bien tan pronto como pueda llegar a casa. —Su voz no sonó tan fuerte
como antes, y sentí que la adrenalina estaba perdiendo efecto. Estaba molesta y con
derecho.
—¿Puedo llevarte? Mi auto puede estar ahí en cinco minutos y estaría feliz de
34 llevarte a donde necesites ir.
Sacudió su cabeza. —Eso no es posible a menos que tu auto pueda flotar sobre
el agua. —Revisó su reloj—. Además, no te conozco y nunca entraría en el auto de
un hombre que no conozco.
Era tan asombrosa, tratando de bromear conmigo cuando era claro que seguía
molesta por el desastre que le había pasado esta noche. Ella se veía hermosa, pero
muy… triste. Si tenía que elegir una palabra para describir lo que me parecía,
tendría que ser triste. Y eso me molestaba grandemente.
—Gracias por el tutorial de albóndigas. Lo disfruté mucho. Soy Caleb por
cierto. Caleb Black…
—Jodido infierno, estoy tan contenta que me llamaras. —La palabra joder en ese
acento… maldición…
—Todavía puedo tomar el ferri de las ocho treinta si me apuro así que voy a
casa después de todo. No pasaré la noche. —Ah. Eso no es posible a menos que su auto
pueda flotar sobre el agua. Entendí.
—Una larga y terrible historia. Es suficiente decir que estoy buscando un nuevo
segundo trabajo. —¿Ella necesitaba un segundo trabajo?
35 Mis habilidades acosadoras estaban mejorando por segundos si ahora era capaz
de escuchar y descifrar una conversación completa. Había captado cada palabra
que había dicho. Un taxi se estacionó junto a ella, y dijo claramente al conductor—
: Compañía del Ferry a la Isla Blackstone.—Mientras subía.
Observé su taxi entrar en el tráfico y conducir hasta que estaba fuera de la vista.
Nunca miró atrás para decir adiós.
No me había dicho su nombre tampoco, pero sabía que era Brooke. Brooke
quien vivía en la Isla Blackstone y trabajaba en el estudio de diseño en la Calle
Hereford junto al Starbucks. Era hermosa, ingeniosa y resuelta. Estaba más que
impresionado por su actitud sensata durante la noche con su jefe y los clientes.
Brooke no era una frágil florecita, además tenía la más increíble voz que había
escuchado nunca.
Esa era toda la información que había sido capaz de reunir sobre ella, pero era
suficiente para encontrarla de nuevo si quería. No había un si. Cuando.
—Sobraban dos minutos. —Will Darlington, que dirigía la compañía del Ferry
de a la Isla Blackstone, nunca dejó de mencionar cuánto tiempo me había quedado
antes de partir. Era nuestra pequeña broma corriente. Creo que me habría dejado
llegar tarde si me veía corriendo hacia el muelle, pero hasta ahora nunca había
perdido mi barco.
36
—Las edades del tiempo, Will. Dos minutos de sobra y con tacones, siento que
he sido un completo éxito.
Una vez que encontré un asiento dentro donde estaba caliente, bajé mi guardia
por primera vez en las últimas tres horas. De repente me quedé muy soñolienta, no
quería pensar en el idiota que me había agarrado, o el hecho de que acababa de
dejar un trabajo de mierda, o la falta de dinero, o cualquiera de mis problemas.
Así que crucé los brazos sobre la mesa y apoyé mi mejilla en el brazo de mi abrigo
de lana.
Cerré los ojos y dejé que el empuje del bote me hiciera dormir.
Una mano suave en mi hombro y mi nombre llamando me despertó una hora muy
rápida más tarde.
—¿Todo está bien, Brooke? —Los ojos verdes de Will lucían preocupados—.
Estamos aquí y tengo que cerrar por la noche. Todo el mundo está fuera del barco.
—¡Oh! Me dormí. Lo siento —empecé—. Me voy. —Corrí para levantarme y
tomar mi maleta.
Sentí que si hubiera dado algún estímulo a Will Darlington más allá de la
amistad, podría haberlo tenido. Él no se acercó a mí y siempre fue un caballero en
todos los sentidos, pero una chica sabe los signos cuando alguien está interesado.
Will era agradable, muy guapo, trabajador, y un excelente partido para cualquier
chica, pero no era para mí. Más exactamente, no era para ningún hombre en este
momento. Demasiado pronto. Demasiado. Demasiado difícil de imaginar estar con
alguien de nuevo cuando todavía estaba trabajando en encontrar a la persona que
había sido antes. La persona que había sido antes de haberle dado a él el poder de
casi destruirme.
Frustrada, me dirigí a la cocina a preparar una taza de té. Era demasiado tarde
para cafeína, y necesitaba dormir después del día de mierda que había tenido.
Primero me quité las botas. Me molestó que mis queridas botas fueran lo que
provocó mis problemas esta noche. Sin duda me habían traído atención no deseada
mientras servía. ¿Acaso Eduardo no me había saludado con ―esas botas están
38 gritando házmelo hasta que ya no lo pueda soportar‖¿esta mañana? Esta mañana
parecía como si hubiera sido hace siglos. Si hubiera estado trabajando esta noche
con mi uniforme, ¿ese hombre atroz todavía me había agarrado y me había dicho
esas cosas horribles? Me estremecí ante el recuerdo. El movimiento áspero y el
toque posesivo de sus pequeñas manos sobre mi cuerpo acababan de devolverlo tan
rápidamente. Mi único pensamiento era sacarlo de mí, porque no podía soportar
ser más o menos tocada.
—¿De quién? —No podía imaginar quién me enviaría flores. ¿Martin? No, era
demasiado corriente para las flores. Estas parecían caras, además de que era una
planta y no un jarrón de flores cortadas. Podría plantarlo en el suelo en el jardín de
39 Nan y disfrutarlo por un largo tiempo.
—Lee la tarjeta, ay Dios mío5, ¿qué está esperando? —La arrancó del ramo y me
la entrego—. Voy a morir antes de que me digas quién te envió esto.
Brooke,
Por favor, acepta estas flores como una muestra de mi aprecio por la lección de albóndigas
anoche.
Fue inolvidable.
Caleb
El tipo con el ojo morado. ¿Inolvidable? Había hecho el esfuerzo de ser amable
incluso después de haber sido derribado por el idiota que me había puesto las
manos encima. ¿Por qué? ¿Por qué enviarme flores caras y, además, cómo sabía
dónde enviarlas? Él sabía mi nombre. Me preguntaba si le habría preguntado a
4
En español
5
En español
Martin, pero sería un golpe muy bajo para Martin revelar mi información a un
desconocido. También ilegal.
Parecían ser pocas y distantes entre sí. Me quedé tentada por un momento,
para llamar al número escrito en negrita con pluma negra en la parte de atrás de la
tarjeta que ahora podía ver claramente visible de la mano de Eduardo. Pero, ¿qué le
diría?
Caleb. No pude evitar sonreír cuando recordé lo lindo que había sido conmigo
con la bandeja de albóndigas. Seguramente era la conversación más ridícula de
todos los tiempos, y sin embargo se había tomado la molestia de enviarme flores
que parecían una albóndiga antes de abrirse. Volví a estudiar las flores. El color era
perfecto. Muy lindas. Guau.
Soporté las burlas de las peonías puestas sobre mi escritorio durante las dos
horas siguientes antes de que dijera al diablo y renunciara a la lucha. ¿Mi excusa?
Soy una mujer y mi curiosidad ganó. Le envié un mensaje.
Caleb, gracias por las hermosas flores en forma de albóndigas. Gesto muy
encantador... pero... ¿cómo sabías dónde encontrarme? -Brooke
Mi teléfono sonó un minuto más tarde, y no pude evitar sonreír por segunda
vez.
Capitulo 6
—Sí —dije cuando su mensaje llegó, tal vez un poco demasiado entusiasmado,
pero ¿qué mierda importaba? Era dueño de la compañía y Brooke solo me había
dado su número.
—Tengo que hacer una llamada… terminaremos después del almuerzo —le
41 dije, sabiendo que ella entendía lo que realmente quería decir. Que era: ―sal y dame
privacidad‖. Victoria no era tonta, y ese era el porqué era mi AP. También era la
mejor amiga de mi hermana menor y la candidata perfecta para el trabajo como mi
asistente personal. La conozco desde que era una niña pequeña, y ella conocía el
mundo en el cual me muevo igual o mejor que yo. Ya que era su mismo mundo.
Sonó cinco veces antes que contestara y con cada timbre creo que mi agarre en
el teléfono se apretó un poco.
—Hola, ¿es Caleb? —Ahhh… esa voz suya tenía poder… sobre mí. Habló y
por alguna razón perdí la capacidad de hablar. Era una locura.
—Tienes excelente gusto en flores. Las he disfrutado toda la mañana, pero ¿por
qué las enviaste?
—Ah, eso es lindo de tu parte, pero ¿cómo sabes que trabajo aquí?
—Ajá, era yo. ¿Por qué tengo la sensación de que tú me viste también, Brooke?
Se echó a reír y deseé poder verla. —Oh sí, recuerdo muy bien cuán atolondrado
estabas, Caleb. No reconociste para nada lo que era una albóndiga.
—¿Cómo está tu herida hoy? —El hecho que preguntara fue agradable.
—¿Por ejemplo?
—La Isla Blackstone, por supuesto. Mi familia tiene una casa cerca del West
Light, y mi hermano vive ahí también, pero tiene su casa a unos cuantos kilómetros
43 de la costa occidental. Es una casa maravillosa con una playa privada: perfecta para
un fin de semana lejos de la ciudad—De acuerdo, esa era una mentira. Nunca
había estado en la casa de Lucas en la isla porque yo no había puesto un pie en la
isla en casi una década. Solamente sé sobre ella porque me envió un link de agentes
de bienes raíces cuando compró la propiedad hace dos años.
—No todos quienes viven en la isla tienen una mansión con una playa privada,
Caleb. De hecho, la mayoría de los residentes permanentes luchan por encontrar un
trabajo que les de alojamiento y comida por un año. El comercio turístico es por
temporadas, y es una realidad muy diferente para el resto de nosotros quienes no
vivimos en la costa occidental.
—Eso es algo terrible por. ¿Fue tu abuela quien trabajó para ellos?
—De nada por las flores, y por favor siéntete libre de pensar en mí cuando sea
que veas una albóndiga. Estaré tan honrado.
Ella se rio, pero no fue igual que la primera vez. La magia se había ido y fue
remplazada por algo vagamente desagradable.
—Adiós, Caleb.
—Cuídate, Brooke.
Yo era culpable de dejar que mi pene me guiara de nuevo. Una chica bonita
había atrapado mi atención porque habló en un oh-tan-sexi acento inglés. Debía
estar perdiendo mi jodida mente. Despierta, imbécil y recobra la compostura.
Octubre
—Tu traje volvió de la lavandería con una nota. No puede quitar las manchas,
y ya que la tela es gris, todavía se verán. Algo de la salsa del cóctel hace que la
mancha sea permanente, dijo —Victoria sostenía mi Brioni Colosseo en una percha
debajo de una bolsa de limpieza en seco—. ¿Qué quieres que haga con esto?
—Un tipo llamado Martin llamó y dijo que necesita hablar contigo sobre los
daños que acordaste pagar de un evento que atendía.
Bingo. Podía predecir esta mierda como relojito. —Déjame adivinar… varios
trajes de colores claros tienen que ser remplazados porque la mancha es
permanente.
—Mencionó que siete u ocho trajes, sí. Era difícil seguir su explicación para ser
honesta. Algo sobre la enzima del rábano picante, bla, bla, bla, bla —dijo Victoria
con un encogimiento.
—No quiero hablar con ese imbécil. Solo dile que consiga las reclamaciones
con los recibos, los envíe, y veré que sean pagados.
Así fue como se arruinó. Yo estaba ahí. Vi todo lo que pasó casi como si fuera
en cámara lenta. Si Brooke solo hubiera tomado el abuso de Aldrich, como él
asumió que haría, entonces no camarones volando, no trajes arruinados, no
daños—solo otro ejemplo de un procedimiento estándar después de horas de
trabajo. El número de golpes que ella recibió esa noche solo fue probado en las
tarjetas de presentación que había arrojado a los pies de su estúpido jefe. Eso debió
ser algo horrible con que lidiar mientras estás tratando de hacer tu trabajo. Ella no
debería estar en esa situación en absoluto. Desearía no haber ido nunca a esa
maldita recepción en primer lugar.
Y no sabría que su nombre era Brooke, o que vivía en la isla con su abuela, o
que necesitaba un segundo empleo porque no hacía suficiente dinero en Harris &
Goode como una diseñadora de interiores para pagar las cuentas. Oh, tuve tiempo
suficiente para pensar en Brooke durante las últimas semanas. Las cosas que me
había dicho por teléfono. Cuánto resentía a las personas que habían despedido a su
abuela. El arrepentimiento en su disculpa cuando se dio cuenta que había dicho
46 demasiado a la persona equivocada. Y tal vez incluso la misma decepción que yo
había sentido cuando ambos nos dimos cuenta que nuestra pequeña atracción—o lo
que sea que fuera—no iría a ninguna parte porque veníamos de lados diferentes del
camino.
Estuve apunto de llamar así podría escuchar su voz de nuevo, pero ¿qué diría?
―Tu voz es tan sexy que tengo una erección como un adolescente cuando hablas.
¿Quieres salir conmigo?‖ Ella ya sospechaba de mí como un acosador, y apenas me
pondría por encima de Aldrich si realmente fuéramos directo a lo que yo quería de
ella. ¿Y qué mierda era eso exactamente?
No creo que hubiera descubierto aún qué quería de Brooke. ¿Sexo? ¿Ser su
novio? ¿Incluso algo más que eso? Solamente me había preocupado por el sexo en
el pasado. Oh, me encantaría tomarme mi tiempo con ella en la cama, y estoy
seguro de que sería espectacular, pero por primera vez desde que puedo recordar, el
sexo no era mi principal motivación. ¿Por qué mierda era eso? ¿Qué hacía a Brooke
única de ese modo? ¿Por qué Brooke era tan tentadora que no podía sacarla de mi
cabeza?
Recordaba algo más también, y sospechaba que era algo grande. Lo que dijo a
Adrich justo después de que rompió su nariz. ―Pusiste tus manos en mí. Nadie lo
hace y sale impune nunca más”
Me volvía loco que Brooke haya sido lastimada tan mal por algún tipo en el
pasado. ¿Quién mierda la tocaría con algo más que respeto? ¿Adoración? El imbécil de
mierda ciertamente no la merecía. ¿Yo sí? ¿Era importante para mí que yo la
mereciera? Nunca tuve que considerar ese pensamiento antes y me confundía.
Realmente no tenía control sobre lo que estaba haciendo con respecto a
Brooke…en absoluto.
—Ellen Casterley, nuestra dulce ama de llaves británica, ¿es su abuela? —Sentí
el cabello de la parte trasera de mi cuello levantarse.
—Síííí. Brooke vino a vivir con la señora Casterley después que sus padres
murieron en Londres. Brooke tenía como quince en ese entonces, y fue una especie
de gran noticia en la isla. Recuerdo que todo mundo hablaba de ello… ¿por qué no
sabes esto?
—Oh, probablemente hace ocho años o así. Sylvie, mi ama de llaves, sería a
quien podría preguntarle si quieres más detalles. Sylvie y la señora Casterley son
buenas amigas, y conoce a Brooke muy bien.
Hice las cuentas. Eso haría a Brooke de veintitrés ahora. Hace ocho años yo
tenía veintitrés, y no recuerdo visitar la isla en vacaciones. No había estado por ahí
cuando Brooke vino a vivir con su abuela.—De acuerdo, pero ¿por qué diría
Brooke que Blackwater cerró y todo el personal fue despedido? Eso no es cierto.
Una larga pausa procedió a un pesado suspiro de mi hermano al otro lado del
teléfono, y supe que algo estaba terriblemente mal.—Caleb, ¿siquiera hablas con
mamá? Ella cerró hace cerca de dos años cuando papá enfermó. El lugar está
sellado y en venta. Cuando un comprador llegue, se irá.
—No. No hay manera que papá permitiría nunca que Blackwater fuera
vendido de las propiedades familiares. Él amaba estar ahí.
Pero era una propiedad histórica, que había estado en mi familia por
generaciones, ¿insignificante? No debía serlo. Mi padre la amaba y no podía
imaginarlo queriendo vendérselo a extraños. Él hubiera querido que sus hijos lo
disfrutaran con sus jóvenes familias. Familias. Ninguno de nosotros siquiera se
había casado aún, o tenía familias por nuestra cuenta. Pero algún día, lo haríamos.
Mi hermana, Willow, era la más cercana en la línea por niños, ya que ya estaba
comprometida. Con un sujeto quien enseñaba historia en la Universidad de Brown,
y al que solo vi una vez. Una vez. Papá, seguro como el infierno, lo habría visto más
que una vez, si aún estuviera vivo. Pon la familia primero, Caleb. Decidí que
necesitaba involucrarme un poco más con mi familia.
—Noté eso. Ponlos en cajas por años, y dile a Spence que te ayude a traerlas
aquí a mi oficina. Él puede alinear las cajas bajo la ventana.
—¿Y cuando Myrna quiera saber por qué estamos vaciando su cuarto de
archivos? —preguntó.
—Buen punto. Solo dile a Myrna que los necesitamos para una auditoria
interna, porque la propiedad está buscando un comprador. No quiero que mi mamá
lo sepa, ¿de acuerdo?
Victoria asintió una vez y ese fue nuestro código para: "Lo entiendo, jefe," lo
cual solo era otra razón de por qué era una excelente asistente personal. Era todo
negocio y nada de dramas, pero más que nada, podía confiar en ella. —Victoria —
la llamé a sus espaldas, cuando estaba casi fuera de la puerta—. ¿Tú...sabías que
Blackwater estaba a la venta?
—Sí.—Sus ojos azules oscuros estaban llenos de compasión por mí. Esa
sensación que una persona tiene cuando entienden que eres el último en enterarte lo
50 que realmente está sucediendo, y siente pena por ti—. Mis padres me lo
mencionaron hace un tiempo.
—Que era una vergüenza para un lugar tan magnífico como Blackwater vaya
para gente que no tenía la conexión con la isla.
—Tus padres tienen razón.—Blackwater no iba a ser para extraños. Sabía muy
bien eso. Podría ser vendida, sin embargo...
A mí.
—También necesito que Spence tenga listo el helicóptero para las siete de esta
noche, así que arregla eso con él, por favor. Me voy a quedar con Lucas este fin de
semana y visitar Blackwater por mi cuenta.
—Lucas —dijo rápidamente—, dile; por favor, dile que dije... hola.
Eso fue raro. Victoria siempre mantenía sus emociones bajo control, pero ver
que acababa de perder esa cuidadosa compostura al segundo que mencioné el
nombre de mi hermano significaba que algo estaba sucediendo. Lucas era un tema
sensible para algunas personas. Su gemelo, Wyatt, y nuestra madre estaban en la
cima de esa corta lista. Permanecí fuera de allí, ya que no era mi batalla.
—Lo haré, Victoria —dije con una sonrisa; algo que raramente entregaba, pero
sentí que ella la necesitaba ahora mismo. Lo que solo mostraría que no siempre soy
un idiota.
En el auto tuve tiempo para reflexionar, y más importante, para digerir lo que
había aprendido sobre la propiedad Blackwater y su manejo. Mucho de ello no me
sentaba bien, con la mayor perturbadora revelación siendo el despido de empleados
quienes no tenían compensación adecuada por retiro. ¿Cómo permitieron que eso
sucediera? Yo aún estaba incrédulo sobre lo que había descubierto en esos archivos.
Mi padre nunca había sido así de mercenario. Él se ocupaba de su gente, y la
lealtad siempre era recompensada generosamente. Ni siquiera habían tenido algún
seguro médico. Tomó la mayor parte de autocontrol de mí parte para evitar
confrontar a mi madre, pero me las arreglé para resistirme.
Todo lo que podía oír era a Brooke. —Y ningún trabajo para una mujer que dio
treinta y cinco años de su vida trabajando en una de esas finas mansiones del lado
oeste, antes de que la cerraran y despidieran a todos—Cada onza de su amargura
era justificada. La Sra. Casterley merecía mucho más que lo que recibió. Ahora
estaba en mí repararlo.
51
—Isaac, llévame a Harris & Goode, en la calle Hereford.
Era poco después de las cinco en punto un viernes, así que el tráfico estaba
todo acelerado. La gente estaba apresurándose para comenzar el fin de semana y
vencer la lluvia, la cual no podía decidirse si quería caer de forma molesta o no.
Isaac se detuvo en una luz roja en la esquina de Massachusetts y Newbury, y en la
masa retorcida de humanidad cruzando la calle... la vi por tercera vez en mi vida.
Brooke.
Así que disfruté de cada segundo de ella, caminando hacia el otro lado de la
calle, justo enfrente de mí, de ella aproximándose, de ella pasando el auto, de ella
alejándose.
Su cabello estaba suelto de nuevo, pero esta vez, tenía puesto un sombrero
negro suave. Sobresalía de la multitud a causa de la chaqueta militar rosa bebé, con
las mismas botas altas y negras sobre pantalones de cuero ajustados. Brooke tenía
malditas piernas increíbles. Piernas que quería tener envueltas a mi alrededor, con
mis manos libres para tocar el resto de ella. Besaría cada pulgada de esas piernas
primero, antes de avanzar a la parte donde follábamos bien y len...
No, no follábamos, porque no sería así con ella. ¿O sí? No quería que lo fuera...
Estaba tan confundido sobre lo que quería en este punto; me disuadí sobre
52 perseguirla varias veces ya, solo para posponer ese plan al segundo en que la vi
caminando al otro lado de la calle.
Jesucristo, estaba atraído de la forma más poderosa de esta chica. ¿Atraído? Sin
embargo, era un sentimiento diferente para mí. No era como la atracción por el
sexo que conocí en el pasado. Era más como una necesidad. Una cruda, sin filtros y
casi aterrorizante necesidad, que muy honestamente, asustaba la mierda bendita
fuera de mí. No podía explicar por qué, pero sentía como si solo la necesitara a ella.
Brooke era como un respiro de aire fresco en mí muy inflexiblemente restringida
vida. Refinada, pero no arrogante. Fuerte, pero blandiendo su fuerza con un
cuidadoso sentido del propósito. Feroz, pero no con rabia, solo travieso descaro
inteligente en la punta de su lengua, listo para volar. Alguien que sabía quién era
ella, pero no a través de privilegio y prestigio. En otras palabras, una completa
anomalía en mi mundo.
Yo estaría en la isla en un par de horas. Quizás podría verla este fin de semana.
Alcancé mi teléfono y anoté su número en Messenger... y solo lo miré sin ninguna
absoluta idea de qué decir. La luz se volvió verde y el auto avanzó. Cerré la
aplicación de Messenger y alejé mi celular.
Era tan joven. Lo raro era que no parecía tan joven como sus años. Perder a sus
padres a los quince probablemente tenía que ver con ello. Ciertamente, eso haría
crecer rápido a un niño. Pero también había evidencias de una vida vivida y la
madurez de la experiencia en cómo se manejaba ella sola. ¿La cicatriz en su rostro
posiblemente? ¿El comentario sobre "ya nadie pondrá sus manos sobre mí nunca
más"? Apostaba que esas dos pistas significaban que su experiencia en la vida había
sido dolorosa y fue herida, así que quizás esa era la razón por la que parecía mayor
de veintitrés.
No, no intentaría verla este fin de semana. Eso no funcionaría para lo que
había planeado para los siguientes dos días. Tenía que ser paciente, para así poder
reparar el desastre con Blackwater primero. Tenía que ocuparme del negocio
53 familiar y hacer lo que sabía que mi padre hubiera hecho si fuera él.
Había hecho que Victoria agendara una cita tardía con el dueño, con
esperanzas de que Brooke no estuviera allí, y hasta ahora, todo estaba funcionando
a mi favor. Quería que hiciéramos este trato antes de que ella fuera informada el
lunes a la mañana. En algunos minutos, conocería su nombre completo.
—Sí.
Eso me hizo caer en la cuenta de que ella acababa de estar allí hace varios
minutos atrás, y me gustaba pensar que aún podría oler su perfume persistiendo en
el aire. Era difícil decirlo ya que toda clase de aromas parecía estar revoloteando
alrededor en este lugar. Empezando con la colonia de Eduardo. Tenía una
sospecha de que él fue quien la llamó en la calle la noche de la caótica fiesta de
cóctel. Lo que eran buenas noticias para mí, porque era un cien por ciento
certificado de no ser su novio.
Decidí saltar la mierda y dejarle saber exactamente por qué había venido. —Mi
54 ático de 1920 a solo un par de cuadras de aquí necesita una renovación completa.
Más específicamente, un toque femenino tan lejos como los diseñadores vayan; ese
punto es esencial, seño Harris. Espero que entienda que sé exactamente a quién
quiero trabajando en mi proyecto. Necesito algo de ayuda para transformar mi
departamento de soltero en algo en la que una familia podría estar cómoda, y
definitivamente necesito que sea una mujer quien haga el diseño.—Sonreí
cordialmente antes de, casualmente, mirar mi reloj para ver la hora, solo para
ayudarlo dándole un empujoncito un poco más.
Allí vamos. El idioma universal que todos pueden hablar con fluidez. —Oh,
creo que cinco millones deberían ser suficientes para mis necesidades, pero estoy
abierto a un ajuste más alto, por supuesto.
—Excelente. Justo las palabras que quería oír, señor Harris. —Y así fue como
estuvo hecho.
Había sido un largo tiempo desde que necesité ropa casual, eso eliminó mi
rutina usual de empacar para viajes de negocios. Eso debía decirme algo. Solo
treinta y un años y no podía recordar el último fin de semana libre que tuve.
No, no lo hice.
Como sea, sabía lo que no me hacía feliz. Y eso era estar tan jodidamente
confundido sobre mis sentimientos por una chica que apenas conocía. ¿Mis
sentimientos? Fruncí el ceño ante el pensamiento, y lancé la última de mis camisas
dentro de mi bolso y cerré la cremallera.
55 Justo el tiempo suficiente para una rápida ducha antes de dirigirme de regreso a
las oficinas, donde el helipuerto se establecía en la cima de Blackstone Global
Enterprises.
Me desnudé y dejé que el agua caliente rodara sobre mí por un minuto antes de
continuar con el jabón. No estaba seguro sobre muchas cosas en este momento,
pero un misterio había sido aclarado para mí. Brooke Ellen Casterley. También
tenía su biografía de diseños y una cita para verla el lunes en la tarde.
Así que, esto estaba sucediendo, y yo tenía que lidiar con ello el lunes, cuando
entrara en su oficina para decirle sobre su nuevo proyecto, y con suerte, aliviar sus
cargas financieras. Ella ya no necesitaba encontrar un segundo empleo. El anticipo
que deposité esta noche, pagadero directamente a ella, se ocuparía de cualquier
deuda urgente. Me aseguré.
Mi plan podría fracasar si ella decidía que no quería tener nada que ver
conmigo, pero me sentía confiado de que aceptaría. Y si aceptaba el empleo, al
menos estaría trabajando para mí por el tiempo que tomara renovar el ático. Eso
significaba que yo tendría acceso a verla y hablarle... por un largo tiempo. ¿Qué
importaban si los detalles de estilos no eran de mi gusto? ¿Qué sabía yo sobre el
diseño interior de una casa? Nada. Todo en lo que había contribuido antes fue por
oficinas de negocio.
Solo pensar sobre ella incluso un poco provocaba una reacción en mi dolorido
pene. Recordar como lucía caminando al otro lado de la calle en su abrigo rosa y
pantalones de cuerpo me tuvo duro como una roca en segundos. Algo de jabón
aplicado bajo la humeante agua caliente se roció justo en los lugares adecuados...
56 Me tomó más de tres segundos después de imaginar cuan hermosa luciría ella
mientras folláramos.
Inevitables.
Capitulo 8
El viernes tenía mi cena con Nan en el centro de terapia. Me diría lo que estaba
pasando con los otros "reclusos" como se refería a ellos, y me comía la comida de la
cafetería servida en una bandeja completa con un jugo en caja y un pudín de
chocolate para el postre. No me importaba; era solo comida. Lo pones en tu cuerpo
cuando tienes hambre.
—No pasará mucho tiempo hasta que se vaya de aquí, está mejorando todos
los días.
—Oh, eso es maravilloso —dije. La verdad era que tenía sentimientos muy
diferentes acerca de Nan regresando a la cabaña y estar por su cuenta durante el
día. ¿Y si se vuelve a caer? Era una vieja casa con piso de tablas desigual y
escalones que podían ser una trampa mortal si ocurriera una segunda vez. Todavía
necesitaba hablar con Herman sobre el valor de la cabaña y obtener su opinión
sobre un préstamo de capital para poder contratar a alguien para ayudarla durante
el día cuando no estaba en la isla. Sabía que se preocupaba por ella. Cuando le
pregunté a Nan casualmente sobre él a principios de semana, la historia que me
había contado había hecho que mi corazón estuviera tintineante durante días.
Había sido hace mucho tiempo. Habían pasado más de treinta años desde que
Nan era una joven viuda con una niña pequeña, y Herman Blackstone había venido
a cortejarla. Sus padres no lo aprobaron, por lo que Herman rompió relaciones con
ellos y abandonó la isla durante mucho tiempo. Terminó casándose con otra
persona y formó una familia, pero el matrimonio no duró. Y así regresó a la isla
Blackstone y se quedó para siempre. Nan y Herman seguían siendo amigos…
Cuando doblé la esquina de su habitación, vi algo que nunca había visto antes.
Mi Nan besando a un hombre. Bueno, en realidad él estaba besándola, creo.
Herman sostenía su rostro con ambas manos tan dulcemente, como si fuera el
tesoro más precioso de la tierra. Ella tenía las manos en la cintura de él como si
hubiera estado practicando su andadura y él la había estado estabilizando cuando
decidieron ir a buscar un buen beso. La escena salió directamente de The Notebook
menos la lluvia.
Nan extendió una mano para mí. —Brooke, mi encantadora niña, tengo... es
decir, nosotros tenemos algo que compartir contigo.
58
Caminé hacia adelante para tomar su mano en la mía. —Ya sé lo que es, Nan,
porque cualquiera puede ver que los dos están irremediablemente enamorados el
uno del otro.
De acuerdo. Eso despertaría los chismes de la isla con bastante rapidez. Miré a
Nan para ver qué pensaba de la sugerencia de Herman. —Los chismes tendrán un
día de campo con esa noticia —dije con cautela.
Ella se ruborizó con un amor que brillaba tan intensamente que tuve que
parpadear. —Como esposo y esposa, querida Brooke. Herman me ha pedido que
me case con él y he aceptado.
Profunda respiración adentro. Profunda respiración hacia fuera. —Oh. Mi.
Dios. ¡Nan! Estoy muy feliz por los dos. Son las noticias más encantadoras que he
podido escuchar. Felicitaciones, a ambos.
Los abracé a ambos a su vez, primero Nan y luego Herman, sintiendo que las
lágrimas se elevaban violentamente en una oleada que no podía apretar. Esta
pérdida de control me sucedía en situaciones emocionales, por lo que no era una
sorpresa para mí en absoluto. Y era totalmente inoportuno en un momento feliz
como el anuncio de un matrimonio. Mortificante.
Caí entre ellos y lloré hasta que el impulso abrumador pasó casi tan rápido
como había llegado.
Nunca había tenido este problema antes de mi error fatal. No había llorado por
la caída de un sombrero o en situaciones donde la felicidad gobernaba antes del
accidente que cambió mi vida. Lo cambió para mejor...y también para el peor.
Dualidad. Una situación en la que la línea entre lo bueno y lo malo no podía existir
porque era ambas cosas.
59
Y tengo que vivir con ello por el resto de mi vida.
Me arrastré junto a ellos y les di una enorme sonrisa que de verdad sentía hasta
el fondo de mi corazón, y dije—: Supongo que esto significa que hay una boda que
planear.
—¿Se podría realizar todo en unas pocas semanas? —Herman tenía un brillo en
sus profundos ojos azules. Parecía ser un novio ansioso, y tuve que reprimir una
risita al pensarlo. No. No vamos allí. Los pensamientos de mi abuela y su novio
juntos podrían salir de mi cabeza. Oh, Dios mío. ¡Mi Nan tenía un prometido!
—Necesitaré ayuda, pero conozco a la persona para que esto suceda —le dije.
Asentí. —Estaría muy honrado y lo haría mágico para ti, Nan, lo sé.
—Ustedes dos son tan adorables, y les doy las gracias por la amable y generosa
oferta, aunque yo no soñaría con invadir a los recién casados que han esperado
toda una vida para estar juntos. Estaré perfecta en la casa por mí misma. Es
perfecto para mí.
—Se evaluó en poco más de dos millones, pero con algunas renovaciones
aumentarían muy bien, dependiendo de lo que quieras hacer con ella, por
supuesto.—Herman asintió con la cabeza, feliz de ser el portador de buenas
noticias.
Herman se echó a reír y me palmeó la mano. —Dos puntos dos cinco para ser
precisos.
—Ustedes dos me han dado una sacudida eléctrica, de una muy buena manera,
pero no tenía ninguna idea sobre esto. He estado tan preocupada por el dinero que
iba a pedirle, Herman, acerca de tomar un préstamo sobre la equidad para pagar las
facturas médicas —Yo estaba mareada.
—Esa ya no es tu preocupación, querida. Todo está pagado en su totalidad, y
mi Ellen se va a casar conmigo —dijo, antes de darle otro beso a su mano, y hacerla
sonrojarse intensamente—. Solo hicieron falta treinta y cinco años, pero lo aceptaré
con gratitud y alivio.
Herman Blackstone era un hombre sabio. Toma tu felicidad cuando llegue. Fue
un buen consejo que no debo olvidar. Como… Si la felicidad honrara mi vida de
nuevo. Posiblemente no de la variedad de romance por bastante tiempo, pero que
estaba bien. Tiempo por mi cuenta era exactamente lo que mi corazón necesitaba.
Alegría en vez de tristeza.
Había estado tan preocupada por Nan estando sola. Pero ya no necesitaba
preocuparme por ella. Podría concentrarme en recuperar mi vida. Sentí como que
un gran peso se levantó de mí y yo apenas sabía qué hacer con un corazón tan
ligero.
—La cena está servida —anunció Lilah mientras rodaba un carro dentro de la
habitación, rompiendo el hechizo de la incredulidad que me hacía preguntarme si
me despertaría de este sueño en cualquier momento y me volvería a meter en la fría
y dura dureza de la realidad.
61 Al parecer no, porque Lilah nos dijo lo que estábamos comiendo para la cena,
y me pareció absolutamente hilarante. Espaguetis y… albóndigas.
—Voy a tomar fotos de tu cena de compromiso, Nan. Cada mujer debería tener
la suerte de tener espaguetis y albóndigas cuando se compromete.
Dios
Quería hacer un poco de investigación esta noche, y hacer algunas notas sobre
las ideas para la boda, así podría estar lista para comenzar a toda velocidad con los
planes reales en la mañana. Solo un mes de tiempo para prepararse. Sabía que sería
un desafío, pero me aseguraría de que fuera especial para Nan y Herman, aunque
me matara.
Lo primero que hice cuando llegué a casa fue cambiarme de la ropa de trabajo.
Al final del día, yo estaba más allá de lista para deshacerme de los leggings de cuero
y botas después de casi doce horas de usarlos. El sujetador, también. Nada se sentía
mejor que el intercambio de las cosas bonitas por el acogedor pijama de franela y
cálidos calcetines que tal vez no eran tan bonitos.
Eran más de las diez cuando cogí el teléfono para mirar las fotos que había
tomado de Herman y Nan. Vi las fotos de espaguetis y albóndigas, también. No sé
por qué decidí enviar un mensaje a Caleb. Era realmente estúpido, pero quería
llegar a él y disculparme de nuevo. Me sentí mal con la forma en que nuestra
conversación había ido hacia el lado oeste contra el extremo sur. Ay. Tan
malintencionado de mi parte. Mis comentarios habían sido vergonzosos, a pesar del
hecho de que no podía recordar exactamente. Gracias. Dios.
Recuerdo, sin embargo, que Caleb me había dicho que pensara en él cada vez
que veía una albóndiga.
Era lo menos que podía hacer para ser complaciente, me dije a mí misma
mientras tecleaba el texto.
Pero no podía llamarla en este momento sin importar cuán mal lo deseara.
63 Arruinaría mis planes para el lunes. Aún no sabía que yo había rentado sus
servicios para mi ático, y por supuesto, tampoco tenía conocimiento de que mi
familia empleó a su abuela en Blackwater desde antes que yo naciera. Tenía que
poner mi plan para Blackwater en acción primero, y entonces le diría a Brooke
quién era yo realmente, cuando estuviéramos en un punto donde los errores que se
habían cometido estuvieran arreglados. Ella nunca me daría una oportunidad de
otro modo. Brooke me diría que me fuera a la mierda de mi lado oeste con el resto
de los asquerosos ricos bastardos quienes no entendían cómo funcionaban las cosas
realmente.
—Voy a necesitar algo de ese Lag antes que pueda ir ahí, hermano.
Fumar este buen puro cubano era perfecto para mi estado de ánimo en este
momento. Observé el humo blanco arremolinarse frente a mí y lentamente
desaparecer. Lucas tenía una hermosa vista de Black Bay desde su sala de juegos.
De hecho, toda la casa era impresionante, y estaba agradecido de venir a ver a mi
hermano, a pesar de todo lo que descubriría mañana en Blackwater.
Lucas no respondió por un largo rato. Sorbió de su Cohíba, y parecía estar muy
lejos en sus propios pensamientos. Mi hermano probablemente estaba perdido en el
pasado en un tiempo cuando no tenía las cicatrices que ahora arruinaban gran parte
del lado derecho de su cuerpo, incluyendo su rostro. Parecían en su mayoría
superficiales para mí, y siempre lo fueron, pero yo no tenía que vivir en su piel, así
que no sabía cómo era para él. A las mujeres no parecían importarle sus cicatrices.
6
Whisky Escocés.
7
Habanos cubanos.
Si algo lo hacía más atractivo, su riqueza personal, no obstante, era debido a que
era un misterio. Los coños nunca eran su problema.
—Sí.
Me callé por un tiempo y solo dejé que la idea rodara en mi cabeza por un rato.
Parecía totalmente imposible que Lucas tuviera razón, pero tampoco vino a mí una
urgencia desesperada de negarlo. E incluso más extraño fue la sensación de
tranquilidad que se instaló en mi pecho. Sentí alivio por primera vez en días.
¿Cómo podría amar a alguien a quien apenas conocía? ¿Así era como
funcionaba para las personas? ¿Ellos solo conocían a una persona y caían
enamorados por ellos tan fácilmente? No conocía las respuestas porque era incapaz
65 de comparar lo que yo estaba sintiendo por Brooke con nadie más que hubiera
conocido. Era una experiencia totalmente diferente con ella. No tenía una guía que
me explicara detalladamente tampoco. Esta era una que tenía que descubrir en el
camino.
La idea de que ahora mismo era el mayor tiempo que quedaba para vivir tu
vida. Este día, esta hora, este minuto de tu vida, era la mayor cantidad de tiempo
que te quedaba. El tiempo que te quedaba solamente se hacía más corto… y, por
tanto, más precioso.
Tal vez el Cohíba era más potente de lo que pensé, porque mi cabeza estaba
muy lejos en la siguiente galaxia esta noche. Tomé otro sorbo del Lag y lo saboreé
en mi lengua.
Así que el pobre bastardo estaba interesado en Victoria, lo cual podría haber
funcionado bien para los dos, si no fuera por el hecho de que su amigo Clay
planeaba casarse con ella.
66
Una botella de Lagavulin compartida, un buen puro cubano y ocho horas de
sueño con el sonido del océano contras las piedras funcionaron de maravilla.
Desperté sintiéndome mucho mejor, como si las telarañas hubieran sido sacadas, la
máscara oscura apartada y pudiera ver claramente.
¿Entonces qué haría? ¿Tomarla en mis brazos y decirle que era la mujer que yo
había estado buscando toda mi vida y pedirle que se casara conmigo?
Eso sonaba realmente estúpido y una buena cantidad de una película que una
mujer amaría ver, pero un hombre tendría que ser arrastrado al cine con la promesa
de sexo anal después.
Mi celular vibró y mi corazón cayó como una roca cuando leí que me había
escrito.
67 —¿Brooke?
—Buenos días, Caleb—¿Por qué siempre su voz era tan relajante? ¿Y de qué
necesitaba calmarme?
—En el Centro Terapéutico Balckstone con mi abu. Esa era comida de hospital
puedes creerlo.
Si solo supieras, Brooke, si solo supieras… —¿Oh? Por favor, dime entonces.—Tal
vez bromear ayudaría a difundir toda la sangre que de repente ha decido viajar a la
región sur de mi pene.
—Nuestra conversación la última vez, sobre el lado oeste contra el lado sur, fue
horrible de mi parte decirte esas cosas, y solo quería dejarte saber que realmente no
me siento de esa manera. Nadie puede cambiar quienes son sus padres o cuánto
dinero tienen sus familias, solamente cómo usarlo. Fuiste muy amable conmigo la
noche que nos conocimos y me ofreciste tu ayuda. Quiero que sepas que noté tus
aleatorios actos de amabilidad a una completa extraña y sí, te agradezco mucho por
ser un gran caballero. Y por las hermosas flores también. Lamento mucho por las
68 cosas que te dije cuando hablamos la última vez.
—Sí. Sí estoy.
—El traje ya fue atendido, Brooke, y estoy muy contento de que renunciaras a
ese espectáculo de mierda de trabajo también. Tu jefe era un imbécil.
—Tienes razón sobre eso, Caleb, pero sigues sin haberme dicho tu nombre.
—Eras una buena estudiante, Brooke, pero sigues sin haberme dicho tu
respuesta sobre la cena—Era divertido copiar su elección de palabras.
—El último transbordador a la isla sale a las ocho treinta las noches entre
semana. ¿Podemos tener una cena temprana, Caleb Blackstone?
El aire de la isla huele diferente. Limpio y fuerte con el aroma del océano y la
tierra.
No debería haberme quedado lejos por tanto tiempo. Ocho años era mucho
tiempo.
Pero Brooke estaba aquí, y ciertamente planeaba llegar a ser buenos amigos
con ella, entonces tal vez estaría viniendo aquí más seguido.
Algo estaba mal en esta situación… Solo que no había averiguado qué.
Todavía.
Tomé una foto del cartel de la inmobiliaria y envié un mensaje a mi abogado
quien manejaba mis adquisiciones de propiedades. Siempre podría comprarlo
directamente, pero eso no parecía el movimiento correcto cuando tengo otros
cuatro hermanos que considerar y también lo que nuestro padre querría para todos
nosotros.
La casa todavía era sólida, con cimientos sólidos en lo alto del acantilado con
vistas a la bahía de Masssachusetts. Había sido creada por mi familia para mi
familia. El valor debía superar los treinta millones de dólares, pero esa parte no me
preocupaba en absoluto. El legado era mucho más valioso.
Mi madre estaba soñando si creía que alguna vez dejaría que Blackwater se
fuera a extraños.
71
Capitulo 10
Las nubes negras gritaron su intención de liberar la furiosa lluvia en algún
punto en mi futuro cercano mientras el transbordador entraba en el puerto de
Boston.
Lunes en la mañana.
Ese solo hecho me sorprendió. Porque no tenía ninguna intención de salir con
alguien ahora mismo. Era una cita, ¿cierto? Un apuesto hombre que coquetea
insistentemente le pide ir a cenar a una chica, quien acepta su invitación. Eso
calificaba como una cita en mi libro. No conocía a Caleb en absoluto, pero de una
manera increíblemente extraña, se siente mucho como si lo hiciera. No me empujó
de la manera en que el noventa por ciento de los hombres que podría conocer, pero
tampoco se daba por vencido con facilidad. Realmente no había esperado que me
pidiera salir después de haber sido dan desagradable sobre la división y la riqueza
en la isla. Así que, Caleb fue un poco más allá aceptando mi disculpa sin rodeos,
con la condición que fuera a cenar con él. ¿Cómo podría decirle que no? Y si era
honesta, quería ir. Era realmente encantador y muy educado, un verdadero
caballero. No tenía un montón de experiencia con hombres, pero reconocí algo
digno de confianza en él. Recordé como había atado casi su lengua conmigo en la
fiesta de cóctel, lo cual fue realmente ridículo, especialmente teniendo en cuenta el
sofisticado mundo del que provenía. Pero me había defendido galantemente y me
ofreció su ayuda. Y luego me envió flores. Muy considerado. ¿Podía confiar en él?
Sentía que podía.
Por primera vez desde que dejé L.A., no estaba asustada por estar sola con un
hombre heterosexual que claramente parecía mostrar los signos comunes de interés
en mí.
Solo tendría que ver cómo le iba en la cena esta noche. Después de que me
hubiera hecho las típicas preguntas de prueba en una primera cita y escuchado mi
historia, estaba segura de que su curiosidad sería rápida, pero educadamente,
73 satisfecha. Mi pasado era tan desordenado de muchas maneras, el pasado reciente
un literal montón de escoria de un lio que casi me había acabado.
Eduardo apareció después de mí, lo cual raramente pasaba. —Ay, Dios mío8, me
duele la cabeza, condesa9.
8
En español.
9
En español.
Gimió dramáticamente y me despidió con la mano. Se acostaría en el sofá en la
parte de atrás por un rato para luego reaparecer más tarde como un hombre nuevo.
Eduardo me molestaba continuamente.
—¿Para ti, Jon? Al menos dos o tres, y buenos días para ti también.—Por lo
general no lo veía a primera hora porque Jon no era una persona mañanera. Tenía
que tener un café y un pastel antes de llegar a la tierra de los coherentes en
cualquier momento antes de las 10:00 a.m. Creo que sufría de la misma condición
que Eduardo, una muy ocupada vida social, lo cual supongo que se aplicaba a la
mayoría de las personas solteras. La única persona en el trabajo que no era soltero
era Carlisle. Él estaba casado con un cirujano de corazón en Massachusetts General
llamado Colin. Colin y Carlisle se reunían a medio camino en CC cada vez que
discutían como una pareja. Absolutamente adorables enamorados el uno del otro.
—Vaya. Suena increíble. Y estás aquí para darme la buena noticia de que
puedo hacer una de esas habitaciones —dije—. Espero… —añadí, un poco más
humilde.
La cita del viernes pasado resurgió. Él dijo que había venido aquí y tuvo una
consulta con Jon.
—Sí, Jon. Me aseguraré de ello.—Me las arreglé para graznar, a pesar del
hecho que estaba luchando por mi cordura en el vórtice de tiempo y espacio que se
había tragado a la ciudad de Boston hace unos diez minutos.
75
Martin era la última persona que esperaba ver caminando por la puerta, su
agradable actitud incluso más sorprendente. Me entregó un sobre, el cual acepté
con rigidez.
—¿Es mi última paga, Martin? ¿Por qué no solo la enviaste aquí en lugar de
venir en persona? No voy a volver a trabajar para ti, en cualquier caso.
—Por hacer que tu novio pagara los daños de ocho trajes de diseñador
arruinados. La salsa del cóctel… —Se interrumpió.
—No tengo un novio. ¿Quién pagó por ello? —No podía imaginar quién…
Por segunda vez en el día, había quedado completamente sin palabras por las
actividades secretas de Caleb Blackstone en lo que respecta a mí.
Lo interrumpí antes de que pudiera caer una diatriba que no quería oír ahora
mismo. —Sí, gracias, Eduardo, por esa brillante evaluación de los pechos en
desarrollo de Jon. ¿Qué quiere el señor Blackstone de mí? —El pánico estaba
comenzando a asentarse.
—Creo que quiere jugar a esconder la salchicha contigo, pero esa es solo mi
opinión.
—Eres tan inútil ahora mismo que es aterrador. Ya sé por qué Jon y Carlisle
me ofrecieron un asistente a medio tiempo. No tenían absolutamente ninguna idea
de qué más hacer contigo.
—Pero siempre soy honesto y ese es un rasgo valioso para tener en un
empleado —Me dijo con una sonrisa traviesa.
Él tomó mi mano, pero no la sacudió, en su lugar me haló hacia él, así pudo
besarme en la mejilla. —Brooke —susurró debajo de mi oído. El roce de su barba y
sus suaves labios en mi piel trajo un calor instantáneo que amenazó con quemarme.
Me sostuvo solo un instante demasiado largo antes de dejarme ir. Me tropecé
ligeramente mientras daba un paso atrás, totalmente sacudida. Su brazo se extendió
77 para estabilizarme, y sus ojos se quedaron fijos en los míos. Podía ver el color en
ellos ardiendo hacia mí, azul oscuro con un grueso anillo dorado alrededor de la
pupila.
Los inusuales pero hermosos ojos me sostuvieron por mucho más tiempo del
que debieron haberlo hecho.
Jodido infierno… Caleb Blackstone. Todas esas fotos que había visto antes en
Google Imágenes ni siquiera se acercaban al hombre real en carne y hueso. En
realidad, no había tomado una mirada seria de él esa noche en que nos conocimos.
Sí, pensé que era guapo, pero allí había tantos hombres coqueteando conmigo que
estuve muy distraída como para enfocarme en los detalles. Guao.
Separé mis brazos de su toque y me moví hacia mi propia silla, rezando porque
mis piernas no me fallaran. —Po-por favor, tome asiento.—Señalé la silla para él
antes de que recordara preguntar—. ¿Quiere que tome su abrigo?
—Te he sorprendido, ¿no? —Me dio una media sonrisa de solo un lado,
encantadora como malvada al mismo tiempo. Estaba en serios y profundos
problemas aquí. Como al nivel de profundidad de la Trinchera de Marianas.
—Caleb… por favor ayúdeme a entender por qué me solicitó como diseñador
principal de su renovación. Seguramente quiere a un diseñador con más
experiencia…
78 ¿En qué sentido me quieres? Porque estoy recibiendo todo tipo de mensajes mezclados
aquí, Caleb Blackstone, con los hermosos e inusuales ojos.—Bueno, me ayudaría a
sentirme más cómoda con la situación si pudiera compartir un poco más conmigo.
Soy… Yo soy una diseñadora júnior y no tengo los años de experiencia que el señor
Harris o el señor Goode podrían brindarle a su proyecto.
—Le dije al señor Harris que quería un toque femenino en los elementos del
tema general del ático. ¿No te lo dijo?
Caleb tenía una manera de hacer que un comentario sugestivo sonara inocente
y dulce. Podía sentir el doble sentido en sus respuestas, pero ellas no cruzaban la
línea de la decencia o me hacían sentir incomoda a su alrededor.
Y así como así tomó el control. Se hizo suavemente y sin esfuerzo de su parte.
La próxima cosa que supe fue el peso de su mano sobre mis hombros mientras me
ayudaba a entrar en mi abrigo. Un minuto después estaba guiándome fuera de la
puerta con sus fuertes dedos presionándose sólidamente en mi espalda. Había una
extraña mezcla de dominación y sumisión que emanaba de todo lo que hacía, sin
importar si me gustaba o no.
—Me temo que está lloviendo bastante fuerte ente momento, pero Isaac te
cuidará —dijo mientras salíamos.
El espacio físico había sido ocupado por nuestros cuerpos sentados muy cerca
en el asiento, así que no había nada más qué hacer que experimentarlo. Sentí su
calor corporal y olí cualquiera que fuera el aroma que usaba. Picante y masculino,
drogando mis sentidos por su cercanía.
80
Capitulo 11
Ella olía tan bien y lucía tan preciosa que tomó algo de control no acercarme.
Quería hacerlo. Quería hacer muchas cosas con Brooke.
Una vez que la tuve a mi lado en el asiento trasero del auto, me sentí relajarme;
un alivio inmenso, el cual era jodidamente increíble, pero exactamente como me
sentía. No tenía sentido, porque toda la experiencia era poco familiar para mí.
Tenía que procesarlo todo desde cero. Brooke era una exploración paso por paso de
un territorio al que nunca me había adventurado antes. Quería reclamar mi derecho
81 sobre ella, a ella, con ella. Quería más de lo que podía tener de ella ahora mismo.
Por instinto, sabía que tenía que tomarlo con calma, para tener alguna oportunidad
en lo absoluto con la chica que había trabajado su camino tan profundamente bajo
mi piel que ya apenas me reconocía a mí mismo. ¿Esto era amor como el que había
dicho Lucas?
No quería dejar ir su mano cuando Isaac nos dejó en el bordillo en frente del
restaurante. Era sólo el toque de nuestras manos, las suyas y las mías entrelazadas.
Sólo un toque. Pero no era suficiente. The Smashing Pumpkins10 entendían mi
dolor.
Así que, tan pronto como estuvimos bajo la marquesina y fuera de la lluvia,
tomé su mano de nuevo y no la dejé ir hasta que estuvimos dentro y sentados frente
a frente. La libertad de recorrer mis ojos sobre Brooke, para satisfacción de mi
corazón, fue increíble. Era hermosa, por supuesto, y amaba mirarla, pero tener su
completa atención dirigida hacia mí era distinto a cualquier cosa que hubiera
experimentado antes. No se alejó cuando sostuve su mano. Tampoco se aferró por
más. Brooke no estaba desesperada por mis atenciones. Sólo las aceptaba.
—Espero que esto esté bien —dije, mirando hacia mi menú. Boscono's en el
Hill era un nuevo lugar italiano en Beacon Hill—. Nunca he estado aquí antes. Mi
10
Se refiere a una canción de esta banda, llamada "Eye", en la cual la letra menciona la frase: "No es
suficiente, sólo un toque. No es suficiente."
asistente personal me lo sugirió, en realidad, después de que le dije que quería un
sitio tranquilo con gran comida y una lista de vinos decente. Supuse que te gustaba
lo italiano por tu foto de la otra noche.
—Algo en el final más dulce de la escala. Espero que eso esté bien —dijo ella
rápidamente.
Esta cena iba a probar mi control, pero tenía que recordar mantener las cosas
suaves. Avanzar demasiado fuerte no sería el movimiento adecuado con Brooke.
—¿Oh?
—Acabo de pensar en esto, pero Herman será mi abuelo una vez que se case
con Nan.
—Es mi tío. Así que, el tío Herman se va a casar. Vaya. Eso es increíble. —
Tenía que sincerarme con Brooke sobre Blackwater. No había forma de que
continuara manteniendo ese secreto—. ¿Has visto la lista de invitados para la boda?
—Lo tenía. Mi padre, John William, o JW como era conocido, era su único
hermano, y diez años más joven que Herman.
—Oh, Caleb, lamento tanto tu pérdida. Sucedió justo antes de que yo viniera
aquí a Boston, a ayudar a Nana. Ella recordó el mundo de tu padre y estuvo
desconsolada al oír que había fallecido.
—Gracias. Lo extraño cada día. —Me dio algo de consuelo saber que su
muerte había sido relativamente pacífica, con todos nosotros junto a él cuando
murió.
Me estudió pensativamente por un momento, enfocándose mayormente en mis
ojos. —Caleb, asumo que descifraste que mi abuela fue ama de llaves en
Blackwater. ¿Por qué... por qué me contrataste entonces para tu renovación después
de esas terribles cosas que te dije y la forma horriblemente irrespetuosa de la que
hablé sobre tu familia?
Parpadeó varias veces, como si estuviera tratando de retener las lágrimas. Tan
bondadosa.
Me estiré hasta el otro lado de la mesa y tomé sus manos en las mías. Acaricié
el dorso de cada una con mis pulgares, admirando la delicada estructura ósea. Eres
un banquete para mi alma famélica. Mi hermano cree que te amo. Te adueñaste de mí por
completo desde la primera vez que puse mis ojos en ti.—No sé por qué. Esa es la verdad,
Brooke. No sé por qué me ofrecí a pagar los daños, o por qué te seguí hasta afuera
para ver si estabas bien, o por qué escuché a donde le dijiste al taxista que fuera, o
por qué te envié flores al día siguiente, y luego te di mi número a propósito. No sé
por qué hice algo de eso, excepto por el hecho de que quería ayudarte... cuando tú,
tan obviamente, necesitabas algo de amabilidad de otra persona. No pude dejar de
pensar en ti y necesitaba saber que todo estaba bien al día siguiente. Me intrigas,
Brooke. Siento como si fuese el destino haberte conocido, especialmente ahora que
Herman y tu abuela se van a casar. Estaremos conectados por su matrimonio desde
ahora de todas formas. ¿Cuáles son las probabilidades de que eso pase? No quiero
pensar demasiado duro sobre ello; sólo quiero darle al destino una oportunidad
aquí.
—¿Sabes qué? Tenías razón sobre todo lo que me dijiste. Me tomó un poco de
tiempo descubrir la verdad. No tenía idea que Blackwater había sido clausurado y
que todo los empleados habían sido despedidos. Nadie me dijo, y posiblemente, se
esforzaron para mantenerme ignorante de ese hecho. —No quería decir que fue mi
propia madre quien lo hizo, pero una vez que Brooke conociera a mamá, lo
entendería mucho mejor—. Pero, por favor, ahora estoy trabajando en arreglarlo.
Tu abuela y todos los demás van a ser compensados por salarios ausentes y
beneficios desde que perdieron sus trabajos. Esa es una promesa.
—Oh... —Se fue apagando, insegura—. Pero no tienes que hacer eso por mí.
Ah, lo entiendo ahora. Debes creer que había descifrado quien eras cuando te llamé
por una disculpa, ¿eh?
—En realidad, no. Brooke, me sorprendiste con tu llamada, sí, pero no olvides
que ya te había contratado para mi renovación antes de que me localizaras, así que
te habría contratado para el trabajo de cualquier forma. Sólo descubrí nuestro
último viernes quien eras en realidad y cómo están conectadas nuestras familias.
No he visitado la isla en casi una década, hasta el fin de semana pasado. Mi
hermano Lucas me puso al día sobre mucho de lo que había estado sucediendo.
Quería mantener Blackwater lejos de... nosotros —Moví los dedos a un lado y otro
entre nuestros cuerpos—, hasta que pudiera evaluar la mejor forma de avanzar,
reclamar la propiedad y arreglar el desastre gigante que hizo mi propia familia.
85 —Yo no sabía quién eras, Caleb. —Elevó sus manos para curvarlas bajo su
barbilla—. Nunca soñé con que tu familia fuera dueña de Blackwater. Estoy tan
horrorizada justo ahora, sólo para que lo sepas.
—Quiero recordarte lo que dije sobre cómo no es sobre cuanto dinero tienes,
sino cómo decides usarlo. Lo dije en serio. Estás tratando de reparar algo de lo que
no tenías conocimiento, y admiro tu integridad por hacer eso, pero realmente
espero que no lo estés haciendo por mí, o por la promesa de algo que podrías querer
de mí.
—Como lo dije antes, se siente más como un giro del destino para mí.
—Mi abuela te ha conocido desde que naciste, Caleb. Sólo... no puedo creerlo.
Viendo a Brooke tan animada con la conversación, quería besarla hasta dejarla
sin aliento. —Pregúntale si recuerda la lanzadera de tomates que hice como Niño
Explorador cuando tenía doce. Apuesto que va a decir que sí.
Incluso verla comer era entretenido. Ella ordenó pasta con una
condenadamente gigante albóndiga, que luego procedió a cortar en diminutos
pedazos y saborearlos, uno por uno. Me gustaba el hecho de que parecería disfrutar
la comida normal y no le importara si una porción de lechuga con medio tomate
cherry para decorarlo y una rodaja de limón para el sabor tenían sólo treinta
86 calorías. Cristo, o cuán saciadora era esa mierda para comer. Todo eso eran
idiotices, y había tenido suficiente de ese tipo de citas en cenas para toda una vida.
Sí, ciertamente, era lista. Me hacía endurecer cada vez que ella me recordaba
ese hecho también. —Te dejaré juzgar eso una vez que lo veas.
—Es por eso que te contraté, Brooke. Necesito tus ideas porque yo no tengo
una opinión sobre decoración en realidad, o una visión particular para el lugar más
que transformarlo en algo más familiar con respecto a lo que es ahora.
Eso me consiguió una ceja elevada. —¿Estás planeando comenzar una familia
pronto?
Ella estalló una sonrisa que sólo curvó un sólo lado de sus labios, haciéndola
lucir traviesa y sexy. —¿Y sientes que deberías prepararte por adelantado para esta
futura familia?
—Dijiste que sólo regresaste a Boston hace cinco meses, cuanto tu abuela tuvo
su accidente. ¿Dónde estabas viviendo antes.
87 Vi sus ojos voltear hacia abajo y sentí incomodidad. Estaba dispuesto a dejar el
tema (cualquier cosa para hacerla sonreírme de nuevo) pero me dejó fuera del agua
con su respuesta.
No era lo que esperaba que dijera. Miré hacia su mano izquierda. Sin anillo. Y
hubiera sabido si ella usaba uno la primera vez que puse mis ojos en ella. Siempre
revisaba por anillos de boda.
Un destello de dolor llenó sus ojos, y luego una clase de resignación antes de
que me respondiera. —Sí, por un corto tiempo. Él murió en un accidente de auto
hace casi un año, y nuestro bebé, yo también estaba en el auto, nació demasiado
temprano para sobrevivir después del trauma, ya que el accidente me puso en labor.
88 —Estoy segura de que no es algo de tu estilo, pero quizás podrías verla un día.
Lo entenderás entonces.
—Eres muy valiente. —Jalé su mano hacia mis labios y besé el dorso de ella—.
Eso es todo.
—No siempre me siento valiente, pero intento serlo —dijo, bajando la mirada a
su vino de nuevo.
Yo no tenía nada que ver con el tráfico peor de lo usual. La Noche de Futbol
del Lunes en el Estadio Gillete podría tomarse el crédito por eso.
Y la lluvia constante.
Podía sentir a Brooke poniéndose más y más nerviosa mientras Isaac hacía su
mejor esfuerzo en llevarla allí a tiempo.
Pero soy un tramposo bastardo, y mientras los minutos restantes para que ella
llegara al último bote a la Isla Blackstone hacían tictac, estaba jodidamente
regocijándome en silencio en mi asiento junto a ella.
—No, no, no, Will, te fuiste sin mí —Maldijo contra la ventana, luciendo muy
frustrada y completamente tentadora sentada dentro del auto. Todos podíamos ver
que el bote se había soltado de su amarradero y ya estaba moviéndose en agua
abierta. Nop. Brooke no iba a ir casa esta noche. Tendría que pasar la noche
conmigo en el penthouse. Creo que mis dientes estaban en peligro de romperse por
cuan duro estaba rechinándolos juntos para mantener mi grito de victoria.
Quería que se quedara conmigo más de lo que nunca había querido algo en mi
vida.
Capitulo 12
—Te invito a quedarte en mi casa esta noche. Tengo tres habitaciones para
elegir.
Sabía que Caleb haría la oferta antes de que pronunciara las palabras. Podía
sentir sus ojos en mí, ardiendo en mi espalda mientras yo miraba mi viaje a casa
flotar lejos. Un escalofrío recorrió mi cuerpo mientras una sensación de cambio
inminente se apoderaba de mí, algo grande y sobre lo cual no tenía absolutamente
ningún control. Estaba siendo puesto en movimiento justo en este mismo minuto.
90 Y me asustaba.
Olía tan bien. Tuve que luchar contra el impulso de caer en sus brazos solo
para poder respirar más el delicioso sexy olor-de-hombre que tenía. Yo estaba muy
consciente de que mis hormonas gritaban: ―¡Sí, perra, hazlo ahora, por favor!‖
Mientras me daban palmadas en el rostro.
Había pasado tanto tiempo desde que me habían sostenido con cualquier clase
de ternura. Estaba tentada a aceptar su invitación. Su presencia estaba empujando
contra mí en el asiento, pero se lo quitó sin ser un poco amenazador. Algo con lo
que había tenido una amplia experiencia para saber exactamente cómo se sentía...
desafortunadamente.
—No creo que deba quedarme, Caleb. Yo… yo realmente no sé lo que quieres
de mí, lo que estás esperando… —Bueno, eso sonaba incómodo. ¿Acabo de hacerle
esa pregunta? Dios—. Pero tal vez debería conseguir una habitación de hotel…
—No espero nada de ti, Brooke. Es solo una invitación de mí para ti porque es
lo correcto. Me siento responsable de no llevarle a tiempo para tomar tu ferry.
Ahora estás atrapada en Boston durante toda la noche. —Me sonrió de manera
descarada, la que de alguna manera había perfeccionado para parecer
completamente diabólica sin lo desagradable y lascivo—. Tengo una casa grande y
me gustaría que te quedaras. Y realmente, si lo piensas de esta manera, deberías
tener una idea del espacio que vas a estar renovando. Puede ser una investigación
91 preliminar para el proyecto.
Tiré mis manos de su agarre. —Bueno, gracias por la honestidad, pero no voy a
caer en la cama contigo, Caleb. No hago eso con hombres que acabo de conocer...
—Dije que era una experiencia diferente para mí, no que no me gustara.
—Lo sé. Me las arreglaré, bella Brooke Casterley con la voz sexy.
Graves problemas. ¿Mencioné que tenía un problema muy profundo con este
hombre? —Muy bien, Caleb Blackstone con los ojos hermosos, acepto tu invitación
a quedarme en tu penthouse, pero con una condición.
Nada era más incómodo que estar encallado sin necesidad en un lugar extraño.
Si esto era realmente mi primera experiencia con el espacio que estaría
transformando, entonces me gustaría entrar en el proceso en mis términos y
sentirme a gusto. Lo que significaba tener mi propio cepillo de dientes, algunas
bragas limpias, y algo que usar para trabajar mañana por la mañana al mínimo.
Siempre llevaba un poco de maquillaje en mi bolsa, así que estaba cubierto en ese
extremo. Tampoco me gustaba ir sin maquillaje. Me encantaba mi maquillaje y que
era solo mi preferencia. Tal vez me daba algún tipo de escudo percibiendo el
mundo, pero lo necesitaba totalmente.
Encontré un suéter muy suave color negro que llegaba justo encima de las
rodillas. Sería bueno para el trabajo de mañana y combinaba bien con mis botas.
Una gran bufanda con flecos, de color crema y negro, lo arrastraba todo. En la
sección de lencería agarré un paquete de tres pantalones cortos de chicos de encaje
en rosa, azul pálido y lunares negros. Observé la reacción de Caleb cuando arrojé el
paquete al carro.
Estaba muy cerca de lo que le había dicho antes acerca de que era un caballero.
—Ya casi termino. Solo necesito encontrar algo cálido para dormir y una bolsa
para el fin de semana. —Le quité de las manos el paquete de bragas y lo arrojé de
vuelta al carro.
—Es bueno saberlo, Brooke. Por favor, siéntete libre de seguir compartiendo
tus secretos. Estoy tomando notas.
Mi carro de compras bastante lleno estaba listo para la línea de caja. Le envié
un mensaje a Caleb desde línea cuando era mi turno. Terminé. Pagando ahora.
—Así que tengo un gran latte descafeinado de especias y calabaza para Brooke.
Son cinco con veinticinco.
¿Eh? —¿Ruego tu perdón? —No le dejaría pagar por mis bragas y pasta de
dientes por el amor de Cristo.
—Es una pregunta sencilla. —Ya no parecía molesto, sino más bien
sorprendido si tuviera llamarlo de alguna manera.
Me acercó más y presionó sus labios contra mi frente. Sentí que sus labios se
movían sobre mi piel y le oí suavemente susurrar—: Todo sobre esta noche ha sido
de mi agrado.
Brooke era tan diferente, tan inocente en todo lo que hacía. Había sopesado su
decisión de si podía quedarse conmigo y luego nombró su condición para que fuera
posible. Comprensiblemente quería sentirse cómoda y tener las cosas que
necesitaba con ella. Target solo consiguió 167 dólares de su dinero, y ella consiguió
un poco de tranquilidad a cambio. Un buen intercambio. Y el hecho de que el
maldito lugar estuviera abierto hasta la medianoche del lunes por la noche era una
puta ventaja. Había visto una señal en la tienda que decía que se podía comprar en
línea y recoger en la tienda. Podría enviar a alguien para ir a buscarlo después de
haber comprado de mi teléfono. El lugar tiene prácticamente todo lo que cualquiera
pueda desear. Me habían impresionado agradablemente con la electrónica en
particular. El iInVidiosa de Lucas estaba allí exhibido en un mostrador, al frente y
al centro. Estar impresionado era algo que rara vez me ocurría.
—Tu vista es impresionante, Caleb. Las luces de la ciudad por la noche son mis
favoritas. —Cuando traje a Brooke a esta habitación, se dirigió directamente a la
pared de ventanas y miró hacia la ciudad con el Charles River tendido en un amplio
arco.
En el momento en que entró en mi casa, supe que ella pertenecía aquí. Toda la
experiencia era una locura e impulsivo para mí. Las cosas se estaban moviendo
rápidamente con ella, demasiado rápido, de hecho, pero no había ninguna
desaceleración en el progreso de mi final que pudiera decir. Simplemente seguí
empujando y viendo hacia dónde conduciría. Sabía que era demasiado pronto para
que me sintiera así por Brooke, pero eso no hizo que desaparecieran mis
sentimientos. En todo caso, la quería aún más. Dejaría que me dijera cuando
estuviera lista, y luego el segundo que pasó, supe que no habría posibilidad de que
me volviera atrás.
Solo lo sabía.
Mi padre estaba en lo cierto cuando me dijo que sabría cuándo la chica llegara
adecuada. La estaba mirando ahora mismo. La había encontrado.
—Caleb, creo que sé cómo rediseñar esta sala para que la vista se destaque aún
más.
Solo quédate aquí para siempre y eso lo hará. —Eso es genial, que ya estés
recibiendo algunos buenos conceptos para los diseños. ¿No fue una gran idea que
vinieras para que conocieras el espacio?
Volvió la cabeza para sonreírme. —Sí—dijo tímidamente—. No puedo creer
que estaré trabajando con todo esto. —Levantó ambas manos—. El interior tiene
huesos maravillosos, Caleb. No puedo esperar para ver el resto, especialmente el
jardín en la azotea.
¿Es eso lo que me pasaría? ¿El calor de mi deseo por ella me incineraría?
—Oh, espero que sí—aceptó—. Quiero explorar todo a la luz del día.
—Sabes, no mucho. Deben ser las múltiples tazas de café que he bebido
demasiado tarde en el día.
—Esta chica que conozco la recomendó. Es muy apasionada por ciertas cosas y
esta película es una de ellas. La recogí justo esta noche en su recomendación. Algo
que ver con las emociones y darle a cada uno su lugar legítimo.
—Ajá. —Tomé su rostro en mis manos y fui por ella. Lentamente al principio,
con solo los labios tocando... pero no fue suficiente.
Dudaba que alguna vez encontrara suficiente con ella. En el instante en que tuve
su boca contra la mía solo quería experimentar más de ella. Me empujé
tentativamente con la lengua y me detuve por su reacción, rezando para que me
dejara entrar. Si no encontraba un camino dentro de ella de alguna manera,
probablemente moriría. Seguro se sentía así.
La sostuve en mis manos y disfruté del mejor beso de mi vida. Besar a Brooke
no tenía comparación con nada que viniera antes…
—La habitación al otro lado del pasillo de la mía —le respondí sin darme la
vuelta. Me quedé mirando los suaves labios rosados de Brooke y me gustó verlos
hinchados por lo que acababa de hacer con ella. Entonces miré bien sus ojos y vi
cómo revelaban la evidencia de la pasión en sus ardientes profundidades doradas
100 mientras me miraba.
Asintió con la cabeza e hizo aquella cosa en la que rodó sus labios como si
estuviera reprimiendo una sonrisa. Lo sabía porque sus ojos dorados todavía me
sonreían.
En la puerta de su dormitorio, se volvió hacia mí, con un poco de indecisión
pero todavía decidida. —Solamente vamos a ver la película, Caleb.
Ahh... Las reglas para la noche estaban siendo fijadas. Podría vivir con sus
reglas siempre y cuando me dejara entrar un poco a la vez. Podría ser paciente.
Esta noche tenía que ser una de las más interesantes que he experimentado. Por
un lado, nunca había hecho algo parecido antes. Mi agenda con las mujeres
después de que nos hubiéramos retirado a puertas cerradas fue todo sobre
desnudarse y follar. Fin. Una vez que había terminado, seguía mi camino. Nunca
me quedé la noche con ninguna de ellas. Janice había ―dormido‖ aquí un total de
dos noches en seis meses, y era la única que había recibido una invitación.
Brooke seguía siendo hermosa, incluso con su cabello en una trenza larga y
gruesos calcetines grises en sus pies. Los pantalones de franela rosa que había
escogido en Target tragaron la forma de sus piernas asesinas, pero me gustó saber
que estaba cómoda y caliente después de un largo, frío y lluvioso día.
Intensa Mente fue una sorpresa total. Más aún, el placer que recibí al ver a
Brooke ver la película. Ella la sabía de memoria, pero no hizo nada de adelantos
para arruinarlo para mí. Me dejó sostenerla contra mí con mi brazo a su alrededor
para que pudiera meter mis dedos entretejidos en su gruesa trenza. Ya tenía una
fascinación con su cabello y me dolía tenerlo extendido con mis manos enterradas
en él. Jugamos el juego de dedos bailando con mi otra mano. Yo nunca había
hecho eso con nadie antes, tampoco.
Pero habría bailado los dedos felizmente con ella toda la noche.
Era cerca de la medianoche cuando los créditos empezaron a rodar, y sabía que
era hora de terminar la fiesta. Hora de acostarse. Ella se estaba quedando dormida
y yo casi estaba allí. No me decepcionó, sin embargo. ¿Era esto lo que hacían las
parejas normales? ¿La cosa novio-novia? La noche entera con ella fue mejor que
cualquier cosa que había hecho jamás, y me gustaría aceptar cualquier noche más
como ésta que ella podría generosamente tirar en mi camino. Sabía que llegaría a
verla por la mañana, también, y no podía esperar a la mierda para experimentar
todo el desayuno antes de trabajar con ella.
Una vez más, algo que no había sido antes, no con ninguna mujer que hubiera
deseado sexualmente por lo menos. Incluso cuando tuve el pensamiento, entendí
que era mucho más que sexo con Brooke. Era solo una conducción a querer estar
con ella.
Su llanto me despertó un rato después. Una vez que descubrí lo que estaba
oyendo, escuché como un voyeur, imaginando las razones por las que estaba
plagada por un terrible dolor.
Un grito de angustia, tan grande que me dio dolor de solo escuchar, cortó un
camino directo a mi corazón. A continuación, sonidos más suaves de llanto
seguido, excavando debajo de mi piel hasta que no podía tomar otro segundo.
Salí disparado de la cama y me puse los pantalones que había usado antes. Y
luego entré en su cuarto y la levanté en mis brazos. Ni siquiera protestó cuando la
llevé al otro lado del pasillo y la metí en mi cama. O cuando me arrastré junto a ella
y la empujé contra mi cuerpo.
Ella solo lloraba. Y me dejo abrazarla y pasar mis dedos sobre su cabello.
Era lo más natural del mundo, así que fui con ello, imaginando que ella
empezaría a hablar si quisiera.
—Soñé con el accidente. Nunca lo he hecho antes... que yo pueda recordar—
dijo finalmente.
—No es una buena historia. No creo que quieras oírlo porque después no te
sentirás bien.
—Lo sé, Caleb. Lo que dijiste en la cena sobre mi aura de tristeza es correcto.
Está ahí conmigo. He aprendido que ser honesta y abierta sobre las razones de ello
es lo que funciona para mí. No lo guardo en secreto. Las personas saben lo que me
pasó, y estoy segura de que sienten mucho por mi dolor. Es una respuesta
totalmente normal para ellos sentirse así. Pero no me ayuda a lidiar con mi tristeza.
103 Es solo algo que está conmigo ahora y he aprendido a aceptarlo, y también he
aprendido cómo escuchar la historia de mi pérdida es incómodo para la mayoría de
las personas. No quiero hacerte eso a ti.
—Tú también me gustas mucho, y estoy aquí para escuchar si tienes ganas de
hablar de eso. —Le besé la frente y la abracé, agradecido de que me lo permitiera.
—Las últimas palabras que recuerdo diciéndole eran, ―Marcus, estás borracho,
déjame conducir‖. Un puño agarrando mi barbilla y luego mi garganta después del
comentario. ―No lo hagas‖, fue todo lo que me dijo. No lo hagas fue lo último que
Marcus me dijo. Era todo lo que necesitaba decir. El resto de su cruel mensaje
estaba escrito en sus ojos azul pálido que siempre me habían parecido grises. Mi
castigo vendría una vez que estuviéramos fuera de la vista de los ojos curiosos de su
familia, y las pocas almas compasivas que sabían de su jodida mente perversa, pero
eran impotentes para hacer cualquier cosa para ayudarme.
No…
—Ni siquiera vi lo que causó el accidente porque había cerrado los ojos tan
pronto como arrancó el auto. Nunca supe que fue lo que le hizo alejarse de la
carretera, ni escuché nada más que la música atrozmente fuerte que puso. Había
cerrado los ojos y alejado todo porque era así como había vencido mi miedo.
Santa jodida mierda fue mi reacción a lo que acababa de compartir. —Lo siento
mucho, Brooke. No sé qué decir. —Y no lo hice. Cristo, qué viaje tan angustioso
había estado en su corta vida. Apenas podía procesar todo lo que acababa de
decirme, y no podía ni imaginarme cómo se las arreglaba para mantenerse unida
casi todos los días. A Brooke le habían dado una mierda de cartas al perder a sus
padres a los quince años, y luego esta prueba que había sufrido, y para la cual no
había putas palabras.
105
—No hay mucho para decir, Caleb, y de todas formas, siento tu simpatía y eso
es suficiente —dijo suavemente.
—¿Fue por la cirugía de tu abuela que viniste a Boston? —Dudaba que hubiera
algo más para que ella regresara.
—Sí. En realidad, creo que fue la terrible preocupación de Nan por mí lo que la
llevó a caer por los escalones del sótano en primer lugar. Ni siquiera le dijeron que
había estado en coma. Nan no sabía nada hasta que terminó. Después de la caída
ella me necesitaba, por lo tanto era el momento de volver a casa a la isla. Tener un
propósito me ha ayudado mucho. Regresar aquí hace cinco meses fue lo mejor que
pude haber hecho. Está sanando a mi yo de antes. No soy una persona triste, Caleb.
Solo pasé por cosas muy tristes. Amo mi trabajo, y amo mi casa de campo en la
isla, y amo a mis… amigos.
—¿Brooke?
—¿Sí?
—Está bien.
Santo. Maldito. Infierno. Quería que la viera. Yo. A. Ella. Nadie se había
ofrecido con tanta suavidad y confianza. Ella no me estaba usando. Me quería.
Quería que la quisiera. Nunca lo olvidaré mientras viva. Todo era para mí. Para mí.
107
Capitulo 14
Caleb podría ayudarme a olvidar. Incluso si sólo es por esta noche, sería un
obsequio que atesoraría por siempre, porque él era el primero que lo hizo posible
para mí después de Marcus. Yo nunca podría haber tenido sexo en mi vida de
nuevo si no hubiera conocido a Caleb.
Así que, cuando tomé mi decisión de estar con él, fue por la esperanza de sanar
esa última parte de mí que aún estaba rota.
108 Caleb era único y lo noté de inmediato. Tenía la combinación mágica que
necesitaba para lograr tomar ese paso con alguien. Estaba su deseo por mí que
reconocí, y mi atracción por él, por supuesto, pero era la forma en la que él era tan
paciente y cuidadoso en mostrarme que me quería lo que me permitió confiar en él.
Nunca me sentí tan querida como cuando me jaló a sus brazos y me llevó a su
dormitorio.
De alguna forma, supe que podría confiar en Caleb con mi cuerpo. Él me haría
olvidar la horrible pesadilla de Marcus. Me daría placer. Me podría reconstruir por
completo, y lo haría todo sin intentar atraparme, controlarme o herirme. Yo no
quería pensar sobre nada más que solo esta noche, mi primera vez con un hombre
que me hacía sentir como una mujer deseada en lugar de una zorra a quien follar.
Y lo deseaba.
Las medias fueron primero. Las saqué y las tiré en el suelo de mármol, primero
una y luego la otra.
Puse mis manos en el dobladillo de la suave camisa negra y la arrastré hacia
arriba, sobre mi cabeza. Mis pechos fueron arrastrados hacia arriba por la fricción
de la tela sobre ellos antes de que su peso los llevara de nuevo hacia abajo, con un
rebote. Imaginé a Caleb viendo mis pechos desnudos y me estremecí. Sentí mis
pezones endurecerse en nudos apretados y adoloridos ante el pensamiento de él,
mirándome desde su cama, en la oscuridad.
Mis nuevas bragas azul bebé fueron las últimas en irse. Giré lejos de él,
enfrentando la ducha que ahora bombeaba nubes de caliente vapor, y las saqué.
109 Sólo sentí su presencia, sintiendo el cambio en el rocío del agua cuando su
cuerpo entró en su camino.
Su mano era un gentil peso sobre mi hombro, sus labios una suave caricia en el
otro lado, donde mi hombro encontraba la base de mi cuello. Caí hacia atrás,
contra él, dejándolo soportar mi peso mientras besaba un camino hacia arriba por
mi cuello, y llegaba a mi pecho con su mano. Lo acunó, tomando el peso y
empujando la carne hacia arriba antes de apretarlo en el centro. Mi pezón se
endureció incluso más cuando lo tiró con dos dedos. Sentí como todas mis
inhibiciones se iban mientras él trabajaba sobre mí. Caleb sabía cómo tocarme y
hacerme olvidar todo, excepto él y lo que podía hacerme sentir.
Sus manos y labios vagaron por todas partes, su toque gentil, pero firme; sus
besos respetuosos, pero exigentes. Perfección... mientras despertaba sentimientos en
mí que yo ni siquiera sabía que existían.
Fui volteada para enfrentarlo, con fuertes manos que me sostenían alejada. —
Quiero verte, cada hermosa pulgada de ti —dijo, sus palabras gruesas con deseo.
Entonces, me hizo retroceder hasta que mi espalda estaba plana contra la pared,
expuesta con nada entre nosotros más que caliente agua cayendo desde arriba, en
una lluvia simulada. El único sonido que había era la corriente de humeantes
chorros de agua golpeando el suelo.
Sus ojos destellaron mientras deambulaban por mi cuerpo, dándome la
emoción de saber que él estaba afectado por lo que veía. Pero yo estaba más
interesada en lo que él tenía en exhibición. Caleb era un espécimen magnífico de
una forma masculina en cada sentido. Músculos cortados daban forma a sus brazos
y hombros amplios, los cuales se estrechaban en abdominales de tablas de lavar,
que se fundían en una marcada V de belleza masculina que me robó el aliento. Un
hombre espectacularmente hermoso.
110 El primer arrastre de su lengua sobre mi sexo sacó un crudo llanto de mí.
Agarré la pared de la ducha con la palma de mi mano para evitar resbalar hacia el
suelo. Caleb me lamió y chupó con su lengua mágica hasta llevarme al puente de
un orgasmo, dando vueltas sobre mi clítoris y luego chupándolo profundo entre sus
suaves labios enmarcados con la picuda pelusa de su barba. El contraste de suave y
puntiagudo me envió por completo en un instante, en una gloriosa avalancha.
—Mmm... mmm, qué hermosa eres —Le oí decir contra mi coño mientras me
deshacía en un millón de piezas, ahogándome en placer, luchando por respirar.
Gemí ante el recordatorio de algo tan perfecto que estaba segura de que nunca
olvidaría.—Se sentía jodidamente increíble—le respondí.
Lo alcancé y pasé mis uñas sobre los valles de su pecho, viajando hacia el sur
con mis manos hasta que agarré la dura longitud de su rígido pene. Se mordió el
labio y echó la cabeza hacia atrás mientras lo acariciaba de arriba a abajo,
memorizando la sensación de la piel satinada que rodeaba su carne tan dura como
el hueso. Yo quería... no, necesitaba a Caleb dentro de mí.
111 Caleb me dio un beso con su lengua profundamente en una súplica casi
frenética mientras enganchaba a una mano detrás de mis rodillas y me abría. Tomó
su pene y la alineó justo donde necesitaba estar… y lo enterró todo el camino
dentro de mí en un movimiento profundo.
—¡Mieeeerda!
—¡Ahhhh!
¿Dónde pertenezco?
¿Pertenezco a la cama de Caleb? La idea era una locura, pero no podía negar que
me encantaba escucharlo de él. Cuidando de mí no tenía precio e irónicamente me
ponía en peligro de caer por él. Peligro... no podía arriesgarme. Sabía que no podía
enamorarme de Caleb Blackstone. Sexo. Sexo recreacional. Tomar placer en el acto
era todo lo que podríamos tener juntos. Tendría que ser suficiente para los dos.
—Pero tengo que verte mientras lo hacemos. —Buscó algo y las luces se
encendieron en la habitación que había sido oscurecida para dormir.
—Sí, yo también —dije, bajando las manos para enmarcar la perfecta V entre
sus caderas, y admirando el cuerpo divino conectado con el mío.
Conseguí mi deseo.
Conseguí ver todo a la luz mientras luchamos para encontrar ese fin hermoso,
aterrador y exquisito… juntos.
Caleb tomó mis manos y las arrastró por encima de mi cabeza, atrapando mis
muñecas con una mano, y agarró mi cadera con la otra. Poniéndome debajo de él,
conseguí un audaz gusto de un Caleb dominante, y me acercó aún más a un
segundo orgasmo que sabía que venía hacia mí.
112
Luego empezó a realmente a follar… duro, una estocada profunda que se metió
en mi corazón, llenándome hasta el borde con su gruesa carne masculina, dándome
una sacudida de placer con cada golpe. Me desesperaba cada vez que sacaba su
pene, solo para regocijarme cuando la traía de vuelta.
En el fondo sentía que su pene se hinchaba y se endurecía aún más, y supe que
el final estaba cerca. La mano que se clavaba en mi cadera se quitó mientras sentía
sus dedos deslizándose para acariciar mi sensible clítoris. Se estaba asegurando de
que encontrara mi fin. Bendito sea.
—Yo aaaaaaam. —El pulso comenzó dentro de mí. Me dejé caer por el filo de
la navaja en el glorioso río del placer mientras Caleb pulsaba su propia liberación
con fuerza para sacar cada último pedazo de perfecta bondad celestial.
Bendito sea Caleb Blackstone por darme algo que nunca me había sido dado
antes por otro hombre. Adoración.
113
Capitulo 15
Mi mundo creció exponencialmente un poco más en el espacio de un día. Mi
mundo se llamaba Brooke Casterley, y ella era la criatura más hermosa que había
visto cuando nos juntamos en una explosiva fusión de nuestros cuerpos. Mientras
mi corazón palpitaba por el orgasmo, y me esforzaba por comprender lo que
acababa de suceder, me di cuenta de que había sido mucho más que una fusión de
cuerpos para mí. Fue la fusión de mi corazón con el suyo. Podía decirme a mí
mismo que no era posible sentirse diferente después de una sesión de sexo
realmente bueno, pero estaría totalmente equivocado. Porque todo era diferente.
114 Nada era familiar cuando se trataba de Brooke. Cada nueva cosa que compartimos
juntos se sentía como si nunca lo hubiera hecho antes, y lo más importante, como si
nunca hubiera querido hacerlo de nuevo con nadie más que con ella, jamás.
¿Qué podría significar eso?... ¿Al menos que realmente estaba enamorado de
ella?
Salí de ella con cuidado para no tener un accidente con el condón, y fui
recompensado con el sonido de su protesta amortiguada por mí salida. Otra
primera vez. Queriendo tranquilizarla ya que yo estaría de regreso también y era
algo que nunca había tenido el impulso de hacer, antes de ahora. —Ya regreso,
hermosa. ¿Necesitas algo? —No pude resistirme a rastrear sus labios con mi dedo.
Diablos sí, sabía exactamente qué promesa sería. Mi cerebro de hombre de las
cavernas todavía recordaba el voto que había hecho justo después de que
saliéramos de la ducha. El de hacerla correrse toda la noche.
Una sonrisa de mierda porque Brooke quería que cumpliera mis promesas, y
como el niño explorador que soy, tenía la intención de guardar el primer juramento
en la lista: un explorador es digno de confianza. Sí, por qué sí, soy digno de confianza.
115
Realmente tenía las tetas más hermosas del mundo. El par más impresionante
que he conocido, sin duda. Su forma era como un melocotón, perfectamente
redondo con la más mínima inclinación hacia arriba en los pezones. Estoy
hablando de la perfección como una modelo Victoria's Secret, pero todo natural de la
manera en que Dios la había hecho.
Sostuve un suave seno en cada mano y pellizqué las puntas al mismo tiempo
solo para escuchar el jadeo sexi de placer que sabía que haría. Ella apretó sus
músculos interiores alrededor de mi pene en respuesta, y sabía que iba a
jodidamente irme por el borde de nuevo. Pero no hasta que la llevara conmigo.
Llevé mis dedos entre nosotros y trabajó su resbaladizo clítoris hasta que siento
otro tirón apretando apretado alrededor de mi pene. —Di mi nombre cuando te
corras, nena, quiero oírlo.
Nos rodé de lado y trabajé en tratar con el condón. Las malditas cosas eran un
dolor, y de repente tuve un disgusto intenso por usarlas con Brooke. Otro primero
para mí. Me preguntaba si debía mantener un registro de mi nueva filosofía sobre la
vida en lo que a ella se refería. Podríamos hablar de ello más tarde, decidí. Ahora
mismo quería que respirara contra mí mientras la sostenía.
116
Ya se había quedado dormida, con la cabeza en la almohada, el corazón entre
las manos. Le besé la frente y callé mientras pensaba en lo bien que se sentía. No
sabía que me faltaba nada. No había sabido que era posible que alguien robara tu
corazón sin siquiera saber que lo había hecho. No sabía que la necesitaba. Susurré
las palabras que nunca había dicho antes a una mujer que no estaba relacionada
conmigo.
—Te amo.
La luz del día que fluía a través de las ventanas me despertó cuando la alcancé,
pero ella se había ido. Sin embargo, esperaba que todavía estuviera en la casa, o me
iba a ir a todo al modo de ataque de pánico. Inhalé profundamente. Algo olía muy
bien. ¿Tocino? ¿Eso era tocino friéndose saliendo de la cocina? Imposible, pero
quizás no. Hice una parada rápida para orinar y cepillarme los dientes. Y bebí un
vaso de agua porque tenía una sed insana. Me puse los bóxer de anoche y no perdí
otro segundo jodiendo antes de buscar a Brooke y los deliciosos olores.
En mi cocina.
Para nosotros compartiendo.
Cambié ese pensamiento a algo mucho mejor, y ese era el número cuatro.
—Buenos días, Caleb. —Oh, esa jodida y hermosa voz. Era como si me cantara
cada vez que hablaba.
—Está más que bien, Brooke. Puedes cocinar el desayuno cada vez que tengas
ganas. Me encanta—le dije, tomando una inhalación profunda del olor de su
cabello—. ¿Cómo puedo ayudarte?
—No eres tú —Se las arregló para decir, sobre el soplo de un sollozo—. Yo-yo
hago esto ahora. Sucede un poco, en realidad. Creo que mi accidente tiene algo que
ver con esto porque nunca tuve este problema antes… —Tomó algunas
respiraciones profundas y parecía estar saliendo de ello, y mi corazón comenzó a
latir otra vez.
Jo.de.me.
No me gustaba que llorara. Me asustaba hasta la mierda.
Por un minuto pensé que iba a decirme que la noche anterior fue un terrible
error.
—Sí, lo fue, Caleb. Para mí fue así, porque me enseña que me quieres aquí. —
Suspiró pesadamente contra mi pecho desnudo, y pude sentir el calor de su aliento
sobre mi piel. Comenzó cosas de arriba hacia el sur nuevamente. Todo lo que ella
tenía que hacer era hablar y la quería de nuevo. ¿No se daba cuenta de eso todavía?
—Ensayar lo que quiero decir a las personas tampoco ayuda, porque termino
sollozando y por lo tanto no puedo sacar las palabras de mi boca, ni controlar esa
sensación en la parte posterior de mi garganta—agregó. Otro suspiro pesado.
Jesús. No era lo que yo esperaba que ella dijera. Una vez más, me recordé que
Brooke era alguien que apenas conocía. Mis sentimientos por ella permanecieron
sin cambios, pero mientras revelaba más sobre sí misma, comprendía que había
muchas capas de complejidad en su vida. Complejidades en las que trabajaba,
luchando por poder funcionar como persona. Todos las teníamos. Iguales, pero
diferentes complejidades, empujándonos en momentos extraños, haciéndonos
bailar a su ritmo. Las hijas de puta.
—Bueno, déjame decirte esto: tenerte aquí para decirte buenos días, después de
la noche que acabamos de compartir juntos, es un momento maravilloso para mí.
—Fue más que maravilloso en realidad, pero no quería asustarla con lo que
realmente sentí. Insanamente fantástico estaba más cerca de la marca. Apreté su
barbilla con un dedo porque necesitaba ver sus ojos y yo necesitaba que ella viera
los míos—. Si lloro, también, ¿te ayudaría a sentirte mejor?
Iba a sentarme con ella y comer el delicioso desayuno que había cocinado para
mí.
120
Capitulo 16
James R. Blakney & Associates, PC era la única empresa que consideraría con
algo como esto, ya que era yo con la solicitud y James haciendo la investigación,
porque no confiaba en nadie más cuando se trataba de un negocio privado, solo
confiaba en mi mejor amigo.
Eso fue hace veintiún años, y el internado había sido cambiado por Harvard
ocho años más tarde. Entonces fue la escuela de postgrado en leyes de Harvard
para James y Escuela de Negocios en Harvard para mí. Ahora nuestras compañías
tomaron el lugar que la escuela había llenado cuando éramos niños. No había
mucha diferencia entre nosotros hoy de lo que había sido entonces, pensé mientras
caminaba por las puertas de su bufete de abogados.
—Está libre ahora si quieres entrar, Caleb. —Su secretaria legal me conocía
desde que era niño, desde cuando trabajaba para el juez Blakney, el padre de
James.
—No, madame. No sería cortés para mí dirigirme a usted como algo más que
señora Kennedy por mi juramento. Un explorador siempre es cortés.
122 —¿Aún con la cosa de los Boy Scouts, Caleb, después de todos estos años? —
Este era nuestro pequeño juego.
—Eso es, señora Kennedy. Trato de recordar siempre conducirme como el Boy
Scout que soy.
—Pero vivieron en California y Marcus murió allí. ¿Por qué tomar el examen
de la barra de Massachusetts y no de California?
Casi no lo hizo. —Mientras estamos en el tema de los locos, ¿cómo está Janice?
—Oye, te advertí lo mejor que pude. Incluso te deje saber sobre la foto que me
envió.
124 Cuando nos habíamos encontrado para el almuerzo hace unas semanas, James
había sido inflexible acerca de no tener sexo con Janice esa noche. Borré la foto
pocos minutos después de que Janice la enviara, así que no había manera de
verificar cualquier complot torcido que ella estaba tramando. —Lo siento. Supongo
que no lo pensé en el calor del momento. Solo quería cortar los lazos con ella, y
luego advertirte antes de deshacerme de la evidencia. Tal vez no eras tú en la foto.
Tal vez asumí que lo eras porque sabía que estaba contigo cuando me la envió. No
analicé la puta cosa.
—¿Ella dijo que?¿Janice dijo que estaba arruinando mi vida? —Algo no estaba
bien aquí con esta historia—. James, hermano, tienes que recordar por mí. Hace un
minuto... ¿por qué dijiste que destruyó una caja de condones?
James se frotó la cabeza con las puntas de los dedos. —Porque... ella dijo que
lo hizo, Caleb. Me contó sobre el uso de un alfiler o un broche de su vestido y la
forma en que metió agujeros en ellos…
Oh Dios mío. Esa es exactamente la clase de mierda que Janice haría. La perra
los puso de nuevo en la caja todo limpio y ordenado así no sospecharía.
Nunca se sabe qué noticias importantes pueden tener para compartir contigo.
Jesús. Cristo.
Empecé a abrir los condones y llenarlos con agua del fregadero. Goteo, goteo,
goteo, a través de las puntas de los que había agujerado. Janice, puta diabólica.
Bueno, mierda.
Mientras más pensaba en ello, más seguro estaba de no decirle a Brooke. Era
una historia sórdida de la persona retorcida con la que había estado antes de
conocerla, así como de la vida de mala muerte que había estado viviendo. Sabía
que Brooke me rechazaría por todo eso. Pero sobre todo, me avergonzaba de que
Brooke me viera con una luz tan horrible. Ella siempre me agradeció por ser un
caballero, y me encantaba quea pensara bien de mí. Tenía miedo de perder ese
respeto ganado a sus ojos.
Racionalicé los hechos. Había usado cinco condones de esta caja, cuatro la
noche anterior y uno esta mañana. Si iba con la regla de setenta por ciento, tres
punto cinco de ellos estaban dañados cuando los usé. Pero mi selección había sido
totalmente aleatoria cuando se derramaron alrededor del baño y más tarde
regresaron a la caja, por lo que podría haber sido más como dos preservativos
dañados de los cinco. Sin los reales a inspeccionar, no podía estar seguro. ¿Cuáles
eran las probabilidades Brooke estaba incluso en el tiempo fértil de su ciclo? Tal vez
ya estuviera en control natal por todo lo que yo sabía. Todavía no lo habíamos
discutido.
Así que, si había alguna fuga, todavía no era como si hubiera entrado en ella
desnudo. Unas pocas gotas como máximo. No noté ninguna filtración cuando los
quité, pero tampoco presté demasiada atención, porque el sexo siempre es
desordenado, y uno solo quiere sacar la maldita cosa de su pene lo más rápido
posible.
Odio esto.
Aaaaa y que solo llevó a preguntarse sobre lo que estaba sucediendo esta
noche. No lo habíamos discutido, y me imaginaba que querría ir a casa a su propia
casa. Un puto pensamiento deprimente. Ya no la quería en el transbordador a la
Isla Blackstone. El tiempo era impredecible y podría hundir un barco en minutos en
malas condiciones. El riesgo para su seguridad me hizo imaginar.
—Bueno, esa es una muy buena pregunta. ¿Te he dicho que eres inteligente? Si
no lo he hecho, entonces he sido negligente, porque creo que eres muy, muy
inteligente.
—Ahhh, posiblemente podría reírme, pero no de ti, solo contigo, porque eres
gracioso.
Fue mi turno de reír. Podía encadenar las palabras más simples en una
declaración, pero saliendo de su boca, se transformaba en pura prosa poética. —
Voy a salir del país en un viaje de negocios después de mañana en un vuelo
nocturno. Y quiero otra noche con ella antes de que tenga que irme por una
semana, porque sé que voy a extrañarla todos los días que estoy lejos.
Silencio. Y luego el suave sollozo que había oído esta mañana cuando sus
emociones la golpearon. Mierda. ¡La hice llorar, ¿de nuevo?!
—Brooke... nena... está bien.—Esperé e intenté recordar lo que me había dicho
esta mañana, sobre cómo esto, lo que fuese que fueran: episodios emocionales
repentinos, nunca le había ocurrido antes del accidente.
—Creo que tengo una solución a tu problema, Caleb. ¿Te gustaría escucharlo?
—Sí, pero ocupada haciendo cosas que amo. Suena como si te vas a reservar
también, teniendo en cuenta que tienes un viaje internacional en unos pocos días.
¿A dónde vas?
—Sí, la idea es de mi agrado. Sí, soy libre para tomar el tiempo. —No hay
palabras desperdiciadas allí. Mi corazón estaba a punto de explotar fuera de mi
pecho, pero yo estaba respondiendo a ella en frases coherentes por lo menos.
—¿Vendrás conmigo al transbordador de las cinco y media, o vas a llegar por
tu cuenta más tarde?—preguntó suavemente.
130
Capitulo 17
Caleb emergió del asiento trasero del Mercedes con una maleta de cuero a su
izquierda y un ramo de flores de otoño a su derecha. Un hombre extremadamente
caliente abordando el transbordador mientras que carga un arreglo florar consigue
más que un par de cabezas girando, e incluso algunas sonrisas satisfechas, cuando
camina directo hacia mí y me saluda con un beso que me roba el aliento. Soy
afortunada.
—¿Alguna vez has tomado este ferry antes? —pregunté, después que terminó
131 su beso.
—Cuando era un niño lo hice con los Boy Scouts —dijo, mirando hacia un
costado con un ceño—. ¿Por qué preguntas?
—Oh, por el hecho de que tú en serio no tienes la vibra de ser un trozo de carne
con pase anual, es todo. —Pasé mis manos por el contorno de su cuerpo para
enfatizar. Caleb seguía usando el traje azul marino que se había puesto esta
mañana, pero remplazó la camisa y corbata por un jersey mostaza que contrastaba
con el azul. Sería difícil perderlo en una multitud. Incluso en ropa informal, seguía
luciendo rico—. Pero caliente. Increíblemente caliente.
—Son hermosas. Gracias por ser tan considerado, Caleb, como siempre.
—Tú eres hermosa. Gracias por invitarme, Brooke. Yo… Yo realmente quería
más tiempo contigo antes de irme. Hay tanto que quiero conocer sobre ti… y
experimentar contigo —dijo.
Me encantaba cómo lucían los ojos de Caleb en este momento, el azul en ellos
se intensificaba por su elección de ropa, e incluso el dorado tocando el iris azul
coincidía con el color del suéter que había elegido. Hermosos ojos que penetraban
directo en mi corazón. De alguna manera Caleb había entrado a mi corazón.
Y eso significaba que mi corazón ahora estaba en grande peligro de ser herido,
lo cual era la parte jodidamente aterradora.
Una vez que ambos estábamos dentro, se volvió hacia mí y dijo—: Necesito
hacer algo primero.
—¿Qué es?
133 —Lo siento. —Retrocedió, pero mantuvo una mano bajo mi barbilla y frotó su
pulgar por mi labio inferior—. He querido hacer eso todo el día. —Más con los
hermosos ojos azules con anillos dorados alrededor de ellos me estudiaron un serio
momento—. Estoy bien ahora —dijo con su sonrisa satisfecha de jovencito—.
Podemos irnos. —Un latido de silencio o dos pasaron—. ¿A dónde vamos?
No pude evitar soltar una carcajada. Era tan agradable no preocuparse tanto
por los momentos incómodos. Íbamos a tener que descubrirlo de alguna manera,
pero si Caleb seguía siendo tan adorable, no sería un problema para mí. —Vamos a
detenernos para una rápida visita a Nan en terapia, y entonces estoy llevándote a la
cabaña donde nos prepararé algo de cenar. Después de eso, podemos hacer lo que
sea que tú quieras.
Bien.
—Caleb Blackstone, puedes haber crecido más alto, pero reconocería tu rostro
en cualquier parte. Te pareces tanto a tu padre cuando tenía tu edad. —El rostro de
Nan se iluminó, y estiró su mano hacia él, la cual tomó en sus dos manos y las
sostuvo con cariño.
¿Y qué sería eso? Él me trataba con respeto, decía que me quería y me hacía
sentir la persona que fui antes de cometer mi terrible error. Era la verdad, aun si me
134 asustaba creerlo. Tendría dudas de sus intenciones hacia mí y probablemente le
preguntaría directamente. Ella no trabajaba más para su familia, así que no estaría
censurada por cualquier sentido de obligación de detener sus opiniones a un
respetado empleador, además Nan era bastante protectora ahora, especialmente
después de Marcus…
—¿Es ese mi sobrino al que veo coqueteando con mi chica? —bramó Herman.
—Herman y Nan sin duda disfrutaron tu visita esta tarde —le dije mientras
conducía a la cabaña por el sendero empedrado en que podía navegar por la
sensación de los baches y curvas.
—Nunca es demasiado tarde para dejarles saber cómo te sientes. —Dudé antes
de decirle el resto de mis pensamientos—. Cuando te vi de pie junto a Herman esta
noche, pude ver claramente el parecido familiar entre ustedes. Hombres muy
apuestos en el acervo genético de los Blackstone debo decir.
—Gracias a ti. Me hace feliz que pienses eso. Podría decir lo mismo sobre ti y
tu abuela, sin embargo. Ustedes dos lucen muy iguales, y sus voces son similares.
Puedo oírte hablando en mi cabeza cuando ella habla. —Se inclinó sobre la consola
otra vez y habló contra mi cuello—. Y la belleza es algo que tú tienes en
abundancia en caso en que haya fallado en mencionarlo antes.
Cuando me detuve en el solitario garaje, pude intuir que él iba a tomar todo de
nuevo, de regreso al modo aprendizaje. Rápidamente vino alrededor y abrió la
puerta para mí. Iba a tomar algún tiempo acostumbrarme a sus educados gestos.
Abrí la cajuela, y él cargó las maletas al porche delantero.
—Dulce música para mis oídos, nena. —Deslizó dos dedos dentro de mi ropa
interior y comenzó a arremolinarlos sobre mi sensible carne—. Oh, joder, ya estás
lista —dijo duramente antes de ponerme abajo para que me parase por mi cuenta—
. Tengo que ponerme esto primero. —Sacó un paquete de condón de su bolsillo
trasero y lo sacudió ligeramente hacia delante y atrás.
Lo arrebaté de su mano y lo rasgué abierto. —Dame tu pene. —Fui toda
negocios en mi petición. La cual fue: dámelo ahora, Caleb.
Fui alzada una segunda vez, mi espalda estacionada plana contra la pared, mis
piernas muy abiertas por sus caderas. Sentí su duro eje en mi vientre y casi sollocé
ante la conciencia de él tan cerca. Era tan grande, consumidor y perfectamente
encantador. —Oh dios —gruñí cuando posicionó la punta en mi entrada y me
empalmó profundamente.
—Sí, pero tienes el lujo de contratar a alguien que cocine para ti, ¿o comes
afuera todo el tiempo?
—Como afuera de la mitad del tiempo y por lo general porque estoy viajando.
Cuando no estoy viajando, me gusta quedarme en casa tanto como sea posible, lo
cual es probablemente el caso con la mayoría de las personas que tienen que viajar
mucho para trabajar. Anhelas lo que no se tiene. Ann, mi ama de llaves barra
cocinera, hace la comida para mí y la congela con instrucciones, o si le digo por
adelantado, tendrá algo listo para mí cuando llegue a casa. Isaac es su marido, y
viven en mí mismo edificio, en el piso debajo de mi apartamento.
—¿Cómo es tu familia?
—Mi padre era JW, John William, y murió de cáncer de estómago el año
pasado después de una larga batalla. —Pude ver la tensión en su expresión mientras
retenía su pena. Lo entendí muy bien—. Me hice cargo de sus intereses comerciales
cuando se enfermó. Mi madre es Madelaine, antes Lafarge, una vieja familia de
Boston, antes de casarse con mi papá. Soy el mayor, y tengo dos hermanos y dos
hermanas. Mis hermanos son veinte meses más jóvenes que yo y gemelos idénticos:
Wyatt y Lucas. Lucas es el que vive aquí en la isla todo el año. Es diseñador de
juegos y creó iInVidiosa, si ese nombre te recuerda algo. Él sabía exactamente
quién eras cuando le pregunté quién era la chica llamada Brooke, que vivía en la
isla con su abuela, con un acento inglés. —Me guiñó un ojo.
11
En inglés rima: Brooke can cook.
—¿Por qué no me sorprende ni un poco? Tus tendencias de acecho en el
trabajo.
—Sospecho que podría estar en el sector del entretenimiento de vídeo. Lee eso
como pornografía suave, o las cosas que muestran en los hoteles. Puedo decir con
seguridad que es dueño de las compañías de distribución y no está involucrado en
la producción de películas. —Se pasó una mano por el cabello como si estuviera
inquieto—. Creo. No estoy seguro de que realmente quiera saberlo.
—¿W R. Blackstone es ella? Conozco los libros, y los he leído todos. Escribió la
serie The Empty Handed. Eso es tan impresionante, Caleb, tienes un autor famoso en
tu familia. Me encantaría que firmara un libro para mí en algún momento.
Él sonrió ampliamente y podía decir que estaba muy orgulloso de ella. Como
debería ser. —Le diré que eres una fanática, y estoy seguro de que te enviará
algunos libros. Interactúa con sus lectores todo el tiempo.
—Sería un honor.
Tomó un sorbo del vino que había abierto para comer con mi pizza casera y
parecía feliz de estar aquí conmigo. Debería estar feliz, considerando que había sido
follado y alimentado, en ese orden. Dios, todavía estaba temblando por el orgasmo
y me preguntaba si él estaba pensando en ello, también. Era tan cariñoso conmigo.
Todavía no podía entender cómo o por qué siguió persiguiéndome, pero me daba
cuenta ahora, era bueno para mí hacer esto con él. Había necesitado una curación
sexual, y Caleb era un curandero muy bueno. También necesitaba una cura
emocional. Todavía…
—Sí. Fue poco después de que viniera a vivir con Nan. Tus hermanas cumplían
dieciséis y había una gran fiesta de cumpleaños para ellas en Blackwater, a la que
me invitaron. También conocí a tu padre ese día, pero no recuerdo si conocí a tu
madre. No estaba muy inclinada a la sociedad entonces... acababa de perder a mis
padres y me había metido en un mundo extraño, o por lo menos me sentía así, de
modo que ese período de tiempo es un poco borroso. Pero recuerdo la fiesta. Era un
día caluroso de verano, y todo el mundo estaba en la piscina refrescándose. No
entré, sin embargo. Prefería ver a los chicos jugando en la piscina, todo se sentía
muy diferente aquí en América, y yo estaba absorbiendo todo al principio. No
estaba lista para hacer amigos o jugar. Pero Winter vino a sentarse a mi lado y me
preguntó sobre vivir en Inglaterra. Hablamos de los Jonas Brothers, que eran muy
140 populares en el Reino Unido en ese momento, y otras cosas de adolescentes, pero
sobre todo se tomó el tiempo para hacerme sentir bienvenida en la fiesta.
Su expresión cambió y perdió el ánimo que había mostrado antes. —No llegué
a la fiesta. Recuerdo que tenía que estar en Dallas para una reunión. Traté de
regresar a casa, pero los aviones no salieron debido al tiempo y nadie salió.
Y allí estaban otra vez. Las lágrimas de mierda explotando en el más aleatorio
de los momentos. Si este hombre maravilloso no comenzaba a dirigirse a las colinas
para alejarse de mí, nunca entendería por qué. Bajé la cabeza y tomé aire entre los
sollozos.
—Los amo.
Mis ojos se levantaron para encontrar los suyos y allí estaban: hermosos,
azules, anillados con oro penetrando en mi corazón. —¿Q-qué estás d-diciendo?
141 —¿Y qué es lo que estoy haciendo que te sientas? —Mi corazón seguramente
iba a dividirse en cualquier segundo y luego no tendría que preocuparme de
terminar esta conversación con él. Podría haber terminado.
Amor.
¿Amor?
No. Él no puede.
No amor.
Una experiencia fuera del cuerpo. Sí, eso es lo que me estaba pasando ahora
mismo en la cabaña de Brooke en la isla por encima de Fairchild Light. Estaba
fuera de mi maldito cuerpo y flotando en algún lugar del techo, mirando hacia
abajo y preguntándome quién era el maldito, sentado frente a ella, parecía que no
podía recordar su propio nombre.
142 Para ser sincero, ella no se veía mucho mejor. Estaba tan encantadora como
siempre, pero yo la había sacudido, sin duda.
Apartó las manos de las mías y se cubrió la boca. Se limitó a mirarme a través
de la mesa. Conmocionada. Y maravillosamente perfecta, incluso con su cabello un
poco desordenado de la desesperada-pero-oh-tan caliente follada que habíamos
compartido. Pero sus ojos, eran realmente impresionantes en este momento
mientras parpadeaba como si estuviera tratando de contener las lágrimas de nuevo.
Los ojos todavía tenían el aspecto de una mujer satisfecha que había sido montada
duro y amado cada minuto de ello, sin embargo.
E incluso después del sexo enloquecido de la pared, Brooke había ido más allá
haciendo la cena con sus preciosas manos, poniéndola en un plato y sirviéndome
en la mesa. ¿Qué mierda? Yo había sido el que estaba conmocionado, porque no
había tenido experiencias similares antes. Ninguna mujer había hecho eso por mí.
Brooke tenía un alma tan generosa, y había hecho todo con felicidad en su
corazón sólo porque lo había querido.
Ojalá hubiera estado dentro de ella cuando lo dije.
—No tengas miedo de lo que acabo de decir, ¿de acuerdo? Sólo archívalo en
algún lugar y podemos seguir haciendo... esto. —Tiré de sus manos y las empuje de
nuevo a las mías—. Nada tiene que cambiar.
—Oh, Caleb... Yo... no creo que pueda... no... no estoy lista —dijo en un
susurro, llenando sus ojos.
—Está bien, nena. Sé que no estás lista, y no debería haberte lanzado eso como
acabo de hacer. Me disculpo. No espero que sientas lo mismo. Tengo un poco de
inteligencia, y por lo que has compartido sobre tu pasado, me doy cuenta de que es
demasiado pronto para ti. Lo entiendo. No tienes que decir nada ahora mismo.
Sólo sé que dije la verdad. ¿Bien? ¿Puedes... puedes hacer eso por mí?
—Pero lo que acabo de decir... no fue por ti, Brooke. Era sobre mí. Es mi
verdad, no la tuya. Lo que yo estoy sintiendo. Y confía en mí, después de treinta y
un años y medio de saber lo que el amor no se siente, creo que soy un maldito
143 experto en reconocer cuando la verdadera cosa viene a rasgar directo en mi
corazón.
—Lo sé, nena. Eso fue sólo el destino haciendo lo suyo. Brooke, no se trata de
que yo espere que tú sientas lo mismo. Es sólo la realidad de ti. . . para mí. Lo supe
la noche que me hablaste por primera vez. Ni siquiera sabía tu nombre, pero ya te
había visto entrar en tus oficinas y sabía de ti. Eres mi destino personificado. Tu
Nan y mi tío se están casando, conectándote a ti y a mí a través de su matrimonio,
queramos o no. Ese es el destino trabajando, ¿no lo ves? Nos íbamos a juntar
eventualmente, y creo que mi camino para encontrarte fue puesto en marcha hace
mucho tiempo.
—Destino... para mí, siempre ha sido algo malo, Caleb. Tengo miedo del
destino. El destino me aterra.
—Caleb, pensé que sólo querías disfrutar el uno del otro como lo hemos
hecho... el sexo... es muy maravilloso. Eres el hombre más maravilloso y
encantador. Tengo que pellizcarme cuando estoy contigo, porque creo que eres
demasiado bueno para ser verdad... y no puedo entender por qué me quieres. Hay
más que no sabes de mí, Caleb. No soy de tu mundo y nunca seré aceptada.
—No puedes decir eso. —Ella estaba haciendo su mejor esfuerzo para
alejarme, pero sentí que todavía había alguna esperanza para mí. Lo había dejado
caer en la mesa para ella, y esperaba que lo tomara por su valor cuando estuviera
lista.
144
—Oh, lo digo en serio, y tengo la capacidad de hacer que suceda. Mírame.
—No me importa que me digan que no puedo ser dueño de mis sentimientos.
— Finalmente me pregunté e hice la pregunta—. ¿Quieres que me vaya? Puedo
quedarme con mi hermano esta noche y regresar a Boston por la mañana. —Me
dolería como una perra, pero lo haría si me lo pidiera.
Ella me miró.
Le devolví la mirada.
La dejé llevarme por las escaleras hasta su dormitorio donde había guardado
mi bolsa antes cuando me dio la gran recorrido de su casa.
Vino a mí y la dejé ayudarme a quitarme la ropa, pieza por pieza, hasta que
estaba tan desnudo como ella.
—No tomaría ningún esfuerzo en absoluto, pero eso no significa que sea una
buena idea, para mí o para ti.
Así que esa puerta no estaba completamente cerrada. Bueno saberlo. — ¿Qué
quieres de mí, Brooke?
—Sé lo que estás haciendo. Piensas que lo que tengas que decirme me hará
dejar de querer estar contigo; me iré, y creerás tu jodida noción absurda de que no
eres digna de ser amada por mí.
—Pasará—dijo.
—Bueno, nena, vas a tener que confiar en mí entonces y ver qué pasa. —Sonreí
esta vez—. Vamos a entrar en la cama, ¿vale?
Así que íbamos a su cama. Con el trasero desnudo, pero sin follar.
Ambos estamos tensos, inseguros de cómo encajamos en la vida del otro. Sabía
dónde la quería en la mía, pero ella parecía bastante inflexible acerca de dónde yo
podía estar en la suya. Al parecer el sexo estaba bien, pero el amor no. ¿Cómo era
posible encontrar a la única mujer en la tierra que necesitaba para hacer la vida
soportable, sólo para tenerla creyendo que no debía amarla porque no era digna?
Tendí los brazos hacia ella y la abracé mientras caía en ellos, amando cómo su
suave piel se derretía en la mía cuando nuestros cuerpos se alineaban. La deje en la
cama, la arropé con las sábanas que olían a ella y esperé...
»Mi amiga Zoe, que también era mi compañera de cuarto en ese momento, fue
conmigo a un bar donde tuvimos demasiados chupitos de tequila y no suficiente
sentido común para llenar un dedal entre las dos. Marcus estaba allí esa noche y
tomó gusto de mí. Estoy segura de que también puso algo en mi bebida porque no
recuerdo ir a casa con él. Era virgen antes de conocer a Marcus. Fue muy atento al
principio, y ni siquiera sé por qué. Era un estudiante de derecho a punto de tomar el
examen de abogacía y ocho años mayor que yo. Por lo tanto, sin mucha idea de
cómo o por qué, de repente estaba con este hombre que se había obsesionado
conmigo literalmente de la noche a la mañana. Se limitó a insertarse en mi vida, y
yo no podía escapar de él, porque era demasiado joven, y demasiado ingenua,
incluso para ser consciente del riesgo hasta que fue demasiado tarde.
»Me dejó embarazada y luego me pidió que me casara con él. Nunca debí
haber estado de acuerdo, pero dada la historia de mi madre, lo hice por el bien del
bebé. Él nos mudó a California el momento en que las clases terminaron. Ni
siquiera pasé por la ceremonia de graduación. Los Ángeles es donde vivía su
familia, y fue ahí cuando comenzó mi pesadilla. Marcus tenía una enfermedad
147 mental, estoy segura de eso, y su comportamiento errático empeoró a medida que
mi embarazo avanzaba. Se enfadaría con las cosas más insignificantes y enfurecía,
aterrorizando a cualquiera que estuviera a su alcance.
148 Se rompió y no pudo decir nada más, así que la tomé en mis brazos y empujé
mi mano sobre su cabello durante mucho tiempo, imaginando un mundo donde no
había jodidos lunáticos como Marcus Patten, ni chicas jóvenes inocentes
aterrorizadas sin esperanza de escape, y nadie para ayudarlas.
¿Cómo podía pensar que algo de lo que acababa de decirme alteraría mis
sentimientos? Las cosas que acababa de compartir no me importaban. Sólo la vieja
sociedad de Nueva Inglaterra en la que había nacido mantenía un registro de toda
esa mierda. Ya no era 1890 por amor a la mierda. Había vivido en ese mundo
superficial durante tanto tiempo que tomó que Brooke me llevara al real para darme
cuenta de que existía. Tenía un trabajo que hacer, pero había buenas ideas
rondando en mi cabeza ahora. Lo resolvería, pero sobre todo sería paciente, porque
tiempo era lo que Brooke necesitaba.
Me volví hacia un lado para encontrar sus labios. Necesitaba besarla durante
mucho tiempo... y acariciarla, para ayudarle a recordar que estuvo completa una
vez y podría estarlo de nuevo.
Y yo me seguía pellizcando.
Caleb era tan diferente a Marcus. También era diferente de cualquier hombre
149 que había conocido. Era muy paciente, atento y me escuchaba. Caleb era el oyente
más atento. Nunca me hizo sentir que estaba apenado por mí, tampoco. De alguna
forma me dijo que era valiente e inteligente. Vio cosas en mí que no veía en mí
misma, y ahora que había saboreado su buena opinión, quería más de ello. Mucho
más. Caleb me daría el mundo si se lo permitía.
¿Podría permitírselo?
Sabía que había habido un cambio desde anoche, y era grande para mí.
Había algo más que decir para desahogar uno de los mayores temores, porque
me hacía sentir mi corazón mucho más ligero hoy. Si él realmente me amaba,
después de lo que sabía ahora, por lo menos podía creer por él… que era real.
Salí por la parte trasera y me dirigí a la alta planicie costera. Tal vez un
pequeño duendecillo estaba susurrándome en el oído que él estaba afuera, mirando
150 por encima de la tierra, y que posiblemente le podría encontrar ahí. Caleb no
desperdició palabras. Tengo los medios para que esto ocurra. Mírame. Él dijo
exactamente lo que pretendía, sé que se preguntaba, incluso me atrevía a esperar, si
realmente él iba a venir y estar en mi mundo conmigo.
B: ¿Dónde estás?
B: Siempre <3
C: ¿Dónde estás?
Me acercó a su lado con sus brazos ajustados alrededor de mí, y puso sus labios
sobre mi mejilla. Lo sentí inhalando contra mi piel e instantáneamente supe que
estaba haciendo. Yo lo hacía siempre que podía. El aroma de un amante era
151 poderoso en esta habilidad de producir sensación de comodidad. Caleb estaba
inhalando mi esencia justo ahora en frente de un extraño. Fue hecho discretamente,
bajo la cubierta de darme un beso de bienvenida en mi mejilla, pero fue tan-oh-
intimo para mí.
Le di una sonrisa que me prometí a mí misma que lo haría esta mañana cuando
estaría el fin de semana. Solo vi felicidad en sus ojos, sin demandas y sin dolor
como lo había visto la última noche, solo amor. Al menos podía decirlo dentro de
mi cabeza ahora y no desmoronarme. Pasos de bebé.
152 —Me preguntaba… tenía la esperanza —le dije mientras me volvía hacia él.
—Así que, cuando construya una casa aquí, ¿no estarás molesta conmigo?
Me perdí. Caí rendida nuevamente, por lo que se sintió por centésima vez con
él, y sollozo en su fuerte pecho. –Nuu…nunca mme enojaría connntigo, Caaa…leb.
Extendió el abrigo para que nos sentemos, acomodándome entre sus piernas
frente a él así me podía recargar. Rodeada por su toque y calor, el pánico de hace
unos momentos me dejo. Pasó como si nunca hubiera sucedido.
—¿Estabas investigando sobre terrenos en venta así puedes construir una casa
aquí? —pregunté.
153 —Me alegro que lo pienses. Me encanta ser capaz de reír sobre esto contigo. —
Hice una pausa dramáticamente—. Por otra parte debería comenzar a llorar.
—El sitio que encontré decía que es uno de los más ocultos trastornos
neurológicos, una condición llamada labilidad emocional (PBA).
—Estuve en coma por tres semanas… porque eso es lo que hace el cerebro
después de una lesión traumática. El accidente, sé que me hizo algo. Siento que era
diferente, pero no ahondé más porque pensé que no había nada que hacer al
respecto. Además, estaba tan agradecida de estar viva cuando pude haber muerto
tan fácilmente, que simplemente no me detuve en los hechos de los episodios que
ocurrían con más frecuencia.
—Hay más.
—Tal vez así sea, pero tú tienes un corazón hermoso y brillante, Caleb
Blackstone. Puedes hacer magia con él y en formas que nunca he imaginado. Debe
ser tu optimismo norteamericano.
Se inclinó en torno para hablar contra mis labios. —Hay un medicamento que
puedes tomar para hacer los episodios menos frecuentes.
—Maravilloso.
—Cuando estés lista, quiero que veas a un especialista en la ciudad. ¿Harías eso
por mí?
—Sí, Después de que la boda haya pasado, lo haré. —Podía sentir el calor de
sus labios tan cerca de los míos—. Quiero hacerlo por mí también.
—Gracias, nena.
Luego me beso profundamente y me mostró una vez más hasta qué punto la
gama de su hermoso y brillante corazón podía ir.
Capitulo 20
Brooke de rodillas con sus labios envueltos alrededor de mi pene era la una
cosa fuera-de-este-jodido-mundo de hermosa. Tan hermosa, de hecho, que estaba
teniendo otra de esa experiencias de cornea-ardiendo. Sí, iba a quedarme ciego
pronto, pero se sentiría tan bien por la forma en que sucedió y estaría sonriendo
cuando el mundo se oscureciera.
Ella aún no estaba lista para escucharme decir te amo. Ciertamente lo habría
dicho en ese momento cuando nuestros ojos se conectaron, porque ciertamente la
amaba.
Era real y era permanente, de esto estaba seguro, no me sentiría de esta forma
por nadie más que ella, en el futuro.
Tampoco había vuelto a la cabaña con ella esperando sexo. No habría pasado
del sofá de su sala de estar. Era solo algo que seguía pasando con nosotros, nuestros
156 cuerpos necesitaban la conexión física. No se podía negar que era una unidad
primaria conmigo. Quería follarla cada día por el resto de mi vida. Una idea
absolutamente loca en la que envolver mi cabeza, pero también brutalmente exacta
a cómo me sentía cuando estábamos solos y podía tocarla. Ansiaba verla satisfecha
y marcarla con los signos reveladores de ser bien usada y complacida por mí.
Especialmente después de las revelaciones de anoche. Ella había atravesado una
terrible experiencia, y casi perdió su vida en el proceso. No podía permitirme el lujo
de olvidar ese hecho o presionarla a superar su pasado a un ritmo más rápido del
que ella era capaz de mantener.
—Estoy a favor —dijo ella con el ingenio sucio más un cauteloso empuje a mi
lado con su mano. Ella lo hizo bien, haciendo sisear antes de pudiera contenerlo,
revelando mi debilidad.
—Oh, tienes tantas cosquillas por ese pequeño movimiento, preciosa. —Lancé
mi ataque, fijándola en el sofá con una mano y yendo a la ciudad de sus cosillas
con la otra. Ella gritó y se retorció, tratando de escapar de mi ataque, pero en vano.
Porque mis impulsos cavernícolas internos estaban siendo desencadenados por la
vista de sus perfectas tetas y piel sonrosada moviéndose bajo de mí, listo para ir otra
ronda de folla.
—Oh, ¿estabas? ¿Estás segura de que no sólo quieres que deje de hacerte
cosquillas, nena?
Ella gimió en mi boca y apretó sus paredes internas alrededor de mis dedos a
medida que montaba la ola hacia su clímax. Sentí su apretón y espasmo. Oí sus
jadeos de placer mientras se corría. Saboreé su dulzura. Su aliento se disparaba
contra mi boca a media que usaba mis dientes para mordisquear sus labios mientras
ella descendía desde las alturas. Me encantó la forma en que su cuerpo entero se
suavizó en mis brazos mientras la abrazaba, una fusión en cuerpo y alma.
Reacomodé nuestros cuerpo de manera que ella podía acostarse sobre mí, y tiré
de la manta en el respaldo del sofá sobre nosotros. Podía haberla llevado por las
escaleras a su cama, pero no quería perder este momento que acabábamos de
compartir. Era algo demasiado especial para interrumpirlo.
—¿Hmm?
—Solo estuve con Marcus… antes de ti… y con él no fue nada parecido a cómo
lo es contigo. Nunca supe que el sexo podía ser así de bueno hasta que me lo
mostraste. Había escuchado historias, claro, pero no fue mi experiencia. Sólo
quería que lo supieras. —Levantó su cabeza para descansar su barbilla en mi
esternón, así podíamos vernos el uno al otro. Sonrió—. Y para agradecerte por
curar esa parte de mí, la cual estaba muy necesitada de ello.
Sus palabras me destrozaron de una forma que fue tan maravillosa como
vergonzosa. Era maravilloso que fuera sido el que le mostrara a Brooke los placeres
sexuales por primera vez; y vergonzoso por ser el tipo que había metido su pene en
incontables mujeres antes de ella, mujeres que no eran nada más que un encuentro
casual que terminaba en un orgasmo. Nada de lo que estar orgulloso. No era algo
que quisiera discutir tampoco.
Con mi dedos, tracé desde la esquina de sus ojos, bajando por su mejilla, y
sobre sus labios antes de hablar. —Brooke, siento como si tú fueras la que me está
curando. —Ella sacudió su cabeza con duda—. No, quiero decir eso. Es cien por
ciento verdad. He estado con muchas, pero ninguna me ha hecho sentir de la forma
que lo hago contigo.
—Como si tuviéramos que ser los únicos que trabajáramos en sanarnos el uno al
158 otro de ahora en adelante.
—Ahh… ¿así que Sexual Healing debería ser nuestra canción entonces?
—Tienes razón. Y creo que debería mantener el ingenio para mí, también. —
Tiré de sus labios hacia los míos y la besé profundamente, preparándome
mentalmente para decirle la parte que deseaba no tener de traer a colación—.
Quiero que sepas que estaba con alguien antes de conocerte. Me dejó con la duda
sobre lo que estaba haciendo ella, y con quién lo estaba haciendo cuando yo no
estaba alrededor. A pesar de que siempre usamos protección, aun así me hice una
prueba inmediatamente después de que nos separarnos. Estoy limpio. Nunca habría
ido allí contigo hasta ahora si no lo estuviera, Brooke. Puedes confiar en mí.
—Sé que puedo confiar en ti, Caleb Blackstone —Alzó la mano y sostuvo mi
rostro. Me preguntaba si ella sabía que era su esclavo cuando hacia pequeñas cosas
como tocar mi rostro con su mano—. Así que, sobre el control de natalidad… —
Ella frotó su pulgar sobre mi labio inferior, ante lo cual luché por resistir el
reclamarlo poniéndolo en mi boca—. Antes de salir del refugio ellos ofrecían
pruebas y un examen, los cuales tuve. El doctor me dio una prescripción para
píldoras. Nunca la utilicé porque me sentía como si estuviera poniéndome a mí
misma allí para sexo casual, y no estaba lista. No estaba lista emocionalmente para
mucho de nada cuando regresé por primera vez a Boston. Necesitaba esos cinco
meses para trabajar y cuidar de Nan, e incluso descubrirme a misma. Pero eso fue
antes de conocerte, Caleb. No puedo negar que después de conocerte, fue diferente
para mí también. Quería estar contigo. Sabía que serias bueno para mí, y que
podría confiarte mi cuerpo y corazón a ti con seguridad. Mi punto es, que puedo
utilizar mi prescripción ahora y comenzarla. Deberíamos estar protegidos para el
159 momento en que regreses de Abu Dhabi.
El Club Black Bay estaba situado justo en las rocas, con vista hacia la bahía
desde sus millas de cuidados caminos verdes que eran apreciados por los golfistas
de todo el mundo. El golf había sido el juego de mi padre, pero no era el mío. Sin
embargo, mantuve las exuberantes cuotas de su club de golf privado después de que
murió. Nunca se sabe cuándo podría ser útil, y esta noche, ser un miembro de
Black Bay era muy útil, proporcionándome un lugar privado para llevar a Brooke a
cenar y decirle mi temido adiós antes partir a Abu Dhabi alrededor de la
medianoche. Ella había estado cocinando para mí y me arruinó por dos sólidos
días, y ahora insistí en que necesitaba un descanso.
El pensamiento de dejarla atrás en la isla era un poco más fácil de aceptar que
la idea de dejarla en Boston. Sabía que ella se tomaría el resto de la semana libre del
trabajo para ayudar a su abuela a establecerse después de liberarse de la terapia
física. No podía negar estar agradecido de que estuviera escondida a salvo en la isla
por la mayoría de mi viaje de negocios. No quería que los medios descubrieran a
Brooke y mi relación con ella. Sabía que pasaría en su momento, y esperaba que
cuando lo hicieran, podría tenerla aún más bajo el caparazón de mi protección para
resguardarla de lo peor de su escrutinio. Los paparazzi era unos malditos, puro y
simple. Ellos desterrarían cualquier secreto sucio suyo para desempolvarlo y
compartirlo con el mundo, sólo para vender unos pocos periódicos. No quería que
ella saliera lastimada por la insensibilidad hacia su pasado o cualquier cosa en
relación a su vida antes de que la conociera.
—¿Cómo así?
—Sí, creo que me gustó la idea de aprender el mismo material que el que ella
estudió, e incluso ir a la misma escuela. Me dio una forma de sentirme cerca de ella
por tener algo en común. —Frotó la parte izquierda de su nuca, lo cual me decía
algo tan claro como el día desde donde estaba sentado. No gané mis billones sin
haber aprendido a leer a las personas por años—. Amo mi trabajo, realmente
disfruto el desafío de encontrar el diseño perfecto para la visión de un cliente —dijo.
—Contigo, incluso más de lo usual. —Esa era la verdad. Quería conocer todo
sobre ella—. Así que, si pudieras hacer cualquier cosa, ¿qué elegirías ser?
»No quería sociabilizar o hacer mucho de lo que sea al principio. Como te dije
antes, sólo quería encontrar algo de paz del horrible ruido en mi cabeza. Cuando
vives en un estado de constante agitación, la tranquilidad se convierte en un bien
precioso.
»Los refugios funcionan con voluntarios que vienen y hacen una variedad de
trabajos que tiene que hacerse. Algunos trabajan en la cocina ayudando con las
comidas, algunos ofrecen asesoría o asistencia legal, otros podrían llevar la
161 administración, o trabajar en los teléfonos, por lo general los voluntarios ofrecen su
tiempo, haciendo lo cualquier cosa que su trabajo diario sea o proporcionando una
habilidad que tengan. Allí estaba una mujer llamada Marni, y su habilidad era la
jardinería. Descubrí que ella era una maestra certificada en jardinería durante el
tiempo conociéndola. Ella venia al refugio y hacia su magia con las flores. Estando
en San Diego, la temporada de crecimiento es casi todo el año, y el clima rara vez
le impedía a una persona estar afuera, así que Marni venía a menudo. Tan pronto
como llegué al refugio, anhelando la paz que no había conocido por más de un año,
fui atraída inmediatamente por los jardines. Me sentaba allí entre las flores, y
básicamente comencé a sanar… en mi codiciado lugar de tranquilidad. Un hermoso
jardín rodeado de flores, donde nadie gritaba de ira sin sentido, o jugaba con mi
cabeza, o tenía el placer perverso de asustarme.
»Marni me contó cómo se perdió a ella misma por bastante tiempo. Tomó
drogas para silenciar las voces en su cabeza y se volvió adicta. La encontraron
deambulando por las calles, vestida con ropa que había sido puesta al revés,
intoxicada con pastillas y sin recuerdos de los días y semanas que habían pasado.
Su esposo la internó en una clínica privada para su recuperación y rehabilitación, y
con el tiempo mejoró y fue capaz de ir a casa. Marni fue afortunada en el sentido de
que tenía los recursos monetarios para obtener la ayuda que necesitaba, y a alguien
que la amaba lo suficiente para asegurarse que la recibiera.
162 »Después de que volvió a casa, Marni comenzó a trabajar como voluntaria en
el refugio en San Diego. Ella dijo que le ayudaba más que nada. Ser voluntaria le
daba una razón para levantarse y vivir el resto de su vida un día a la vez sin Phillip,
ya que hacer más hermoso al mundo era una buena razón. Estuve de acuerdo con
ella. Porque para entonces, había compartido con Marni cómo la única cosa que
quería encontrar era un lugar de tranquilidad, y que su hermoso jardín lo era. —
Brooke levantó sus ojos dorados a los míos—. Así que, me doy cuenta que es una
respuesta muy larga a tu pregunta y espero no haberte incomodado con mi
divagación. Nunca he compartido esa historia con nadie antes.
Me atrapó.
La amo.
Incliné la cabeza hacia él. —¿Caleb te ha dicho que cuides de mí mientras está
fuera, Lucas?
164 —Bueno, en ese caso, sí lo hizo, Brooke, pero por favor sé que no es nada más
que un honor. —Lucas soltó su propia versión del encanto Blackstone en forma de
una sonrisa sincera. Estos hombres eran buenos en encantar a las mujeres de todas
las edades, yo predecía. Muy, muy bien.
—Voy a empezar con ella, hermano, te doy un minuto. Brooke, te veré pronto.
—Lucas besó mi mejilla antes de caminar hacia la enorme máquina y subir dentro
de ella.
Caleb esperó a que Lucas estuviera fuera del alcance del oído antes de
preguntar—: ¿Eso te enfadó, pedirle a mi hermano que te cuidara?
—Mi Asistente, Victoria Blakney, te entregara las llaves del penthouse para que
puedas obtener en lo que sea necesario para comenzar en el trabajo. Estaré de
vuelta una semana a partir de esta noche, y me encantaría que planearas quedarte
esa noche conmigo, porque tendré que mostrarte cuánto te extrañé mientras estaba
fuera.
—Ya veo. —Puse mi mano sobre su pecho justo sobre su corazón latiendo y
sentí el ritmo pulsante—. Entonces, recordaré estar bien descansada el miércoles
por la tarde.
La burla era la única forma en que podía conseguir a través de enviarlo lejos sin
llorar. Por supuesto, ahora no era uno de esos momentos que rompía en lágrimas o
risas inesperadas. Gracias a Dios. Sin embargo, me sentí como si me encontrara de
nuevo. Había perdido mi sentido de la diversión con Marcus. Era como si hubiera
apagado la luz dentro de mí, que nunca permitiría que nadie entrara de nuevo. Yo
era fuerte, capaz y dura cuando necesitaba serlo, y ahora estaba encontrando la
alegría de nuevo, también. Y todo a causa del hombre amable, atento y cariñoso
que me faltaría terriblemente durante los próximos siete días.
Me reí de su burla, sabiendo que yo diría que sí por un par de razones. Sabía
que eso haría feliz a Caleb, y tenía curiosidad por su familia. —Bueno, Lucas,
cuando me tientas así, no tengo otra opción que aceptar. Llegaré a las seis y me
gusta el vino en el lado dulce.
Solo siguió así hasta que ambos nos reímos cuando retrocedí a Woody fuera de
su camino, haciéndole señas con la mano al oído para que me llamaran. Los
hombres de Blackstone tenían una fuerte raya protectora y me sentí muy afortunada
de estar en el centro de su cuidado. Mi vida había estado bastante desprovista de
presencia masculina durante mucho tiempo, y esto se sentía bien.
La diferencia horaria entre Boston y Abu Dhabi era de nueve horas, lo que hizo
las llamadas con Caleb difícil, por lo que nos enviamos mensajes de texto en su
mayoría. Después de regresar a la cabaña, le llamé cumplidamente a Lucas antes de
prepararme para ir a la cama y llevar mi teléfono conmigo. Una vez que me instalé
bajo mis cobertores, calculé que la hora en Abu Dhabi era las siete y media de la
mañana, lo que en realidad era un buen momento para atraparlo si iba a tener
alguna oportunidad, porque probablemente estaría de pie y comenzando su día.
B: Cené con Lucas esta noche para que puedas dejar de preocuparme por mí.
C: Ya te dije que eso sería imposible, nena. Pero, ¿me echas de menos?
C: ¿Esta mi Brooke sextendome? Por favor, di que sí, y envíame una foto de
tus tetas desnudas para que pueda lograrlo a través de este horrible día.
B: Aquí tienes, pero solo uno está mostrando. ¡Mi primer sexteo! ¡Y eres el
destinatario afortunado! Tengo que irme a dormir ahora, pero voy a soñar
contigo. Te extraño toneladas. Besos y abrazos -Brooke <3
Estoy segura de que me quedé dormida sonriendo, repitiendo sus palabras una
y otra vez en mi cabeza.
Tan extraño, la cosa del asistente personal, tener a alguien para hacer las tareas
que el noventa y nueve por ciento de la población hacia por sí mismos. Como
recoger la ropa de la tintorería, dejar las llaves, y pedir flores para la chica que
destrozó el traje de su jefe con cóctel de camarón. Le di las gracias a Victoria por su
elección de las peonías rojas y le mostré lo bien que estaban prosperando en mi
oficina.
Porque Caleb regresaría esta noche y lo volvería a ver en solo unas horas.
—Esa es la última de las medidas para esta habitación. Creo que empezaremos
aquí antes de pasar a la cocina —dije mientras Eduardo guardaba el equipo—. Es
realmente un trabajo enorme, y como él no me ha dado absolutamente ningún plan
sólido para lo que quiere, estoy volando un poco en ciego aquí.
Eduardo levantó la vista del teléfono y sonrió. —Porque está mucho más
interesado en darte su pene sólido hasta que te vayas un poco ciega, condesa. Solo
tienes que calentar la paleta de colores y comprar algunas piezas que son amables a
la mierda y él será muy feliz, confía en mí. —Asintió con la cabeza con entusiasmo.
—¿Hola?—Una voz femenina sonó detrás de mí, y me encogí ante lo que ella
podría haber escuchado por casualidad.
Me di vuelta con una sonrisa pegada a la cara y encontré la voz. Estaba segura
169 de que quienquiera que estuviera acababa de recibir un sermón. —Brooke
Casterley, de Harris & Goode Designs para el señor Black-s-stone—balbuceé—, y
este es mi asistente, Eduardo Ramos.
Oh, me agradas, Winter Blackstone. Todavía era tan hermosa como recordaba:
cabello castaño oscuro y ojos verdes con los mismos anillos de oro alrededor del iris
que Caleb tenía alrededor de sus azules. Los niños Blackstone tenían ojos
genéticamente que parecían inusuales. Nos estrechamos las manos y charlamos con
facilidad, y después de su comentario sobre no oír la atrocidad de Eduardo acerca
de la follada amistosa por el diseño, podría haberla besado. Jesús, tan embarazoso,
pero ella me puso completamente a gusto, como si no hubiera sucedido. Así que
tuve el privilegio de conocer a otro hermano Blackstone. Bueno, conocerla por
segunda vez, porque técnicamente nos conocimos hace ocho años en su fiesta de
cumpleaños.
—Sí. La fiesta fue en Blackwater, y recuerdo lo bonito que eran las tierras y el
jardín ese día —dije honestamente. Por lo que podía recordar, los jardines de
Blackwater habían sido simplemente preciosos. Me preguntaba si habían caído en
mal estado junto con la casa cuando estuvo cerrada.
—Sí, voy a terminar en primavera y luego es hora de encontrar algo que ver
con eso. Hay muchas personas que necesitan ayuda —dijo con optimismo.
—Voy a irme ahora, cariño. Sé que tienes que prepararte para toda tu noche,
así que voy a buscar mi propia cosa para jugar. —Eduardo volteó el extremo de su
bufanda amarilla mientras me besaba en ambas mejillas—. Encantado de
conocerte, Winter Blackstone. —Él tomó su mano y se la llevó a los labios de una
manera demasiado familiar para alguien que acababa de conocer, pero éste era
Eduardo y él se salió con la mierda así durante todo el día. Yo estaba tan
acostumbrada que ahora apenas registraba que se había referido a mi reunión de
toda la noche con Caleb delante de su hermana pequeña. Dios.
Winter rio mientras zarpaba por la puerta con su bufanda amarilla rebotando
detrás de él, como solo mi amigo podía manejar. —Oh, tienes otro —nos dijo él,
mientras desapareció de la vista.
El comentario final de Eduardo tuvo sentido unos segundos más tarde, cuando
un hombre alto, moreno y guapo entró en la sala principal y se presentó. —Hola.
James Blakney, dos pisos más abajo. Debes ser Brooke. —Extendió la mano en
saludo.
Los ojos de James Blakney cambiaron cuando los dirigió a Winter Blackstone.
Pasaron de un verde-marrón a la oscuridad ardiente mientras los pasaba sobre ella
con nostalgia. —Ajá. El duodécimo piso es mío, y Winter esta justo... debajo de mí.
Tomé la tensión, o lo que fuera que estaba pasando entre ellos, y solo sonreí.
Pretendía ignorar lo mal que James Blakney lo tenía para la muy hermosa
hermanita de Caleb.
—¿Entonces Caleb les dijo que hicieran una pausa y me comprobaran? —Dirigí
mi pregunta a los dos.
Fallido.
Pero, no, estaba siendo bloqueado por mi mejor amigo, mientras trataba de
mantener abajo una enfurecida erección.
Sin embargo, Brooke estaba sentada junto a mí, y tenía cero quejas sobre eso.
Inhalando la esencia de naranja, apreté su mano bajo la mesa y volteé hacia su
oído. —Quiero estar a solas contigo tan mal que podría morir antes de que esta
cena acabe —susurré.
Ella curvó su cuello hacia mis labios y rió silenciosamente. —No tengo ni el
más mínimo de hambre, Caleb...no por la cena —respondió tan bajo que sólo yo lo
oí.
Ningún otro segundo fue gastado antes de ponerme de pie y ayudar a Brooke a
pararse. Tan pronto como comprendí lo que me dijo, supe que había acabado aquí
con el espectáculo público. Necesitaba privacidad, y a ella desnuda, y en ese orden.
—Tenemos que irnos —dije.
—Pero acaban de llegar —dijo James—. ¿Qué hay acerca de las cenas?
—Es una emergencia, así que gracias por recoger la cuenta por esta. La
siguiente vez es mi turno. —Realmente esperaba que él oyera el silencioso tú jodido
idiota atado al final de mi explicación. Creo que mi hermana sí lo hizo, porque alejó
la mirada, con sus labios presionados juntos, como si estuviese intentando no reír.
Cristo, esperaba que él pudiera llevar a Winter a casa a salvo, sin ningún problema.
¿Qué demonios está mal contigo esta noche, James? Si yo no estuviese tan desesperado
por estar con Brooke, probablemente estaría preocupado por él.
173
Nah.
En serio.
Brooke puso sus manos en mi rostro y me empujó hacia atrás un poco, fuera de
su espacio personal, sus labios sensualmente rojos y ya hinchados. Mi cuerpo
entero palpitó por cuán sexi lucía ella con sus labios hinchados. Labios que podía
imaginar envueltos alrededor de mi duro pene en varios y cortos minutos.
—Mi oficina tiene una suite con una cama en ella. —La información relevante
era todo lo que se necesitaba aquí. Mi Brooke era muy inteligente, y sabía que
entendería.
Sí, podría venirme antes de que mi pene siquiera estuviera dentro de ella.
—De acuerdo —dijo sin aliento, mientras se inclinaba para bajar la cremallera
de sus botas.
175 Me cerní sobre ella, dudando sobre qué hacer primero. Era una decisión difícil,
y el retraso sólo lo hacía un poco más dulce. Brooke elevó su mirada a mí, con sus
ojos ámbar resplandeciendo con fuego dorado y lamió sus labios. Arrastré dos
dedos a través de su oh-tan-bello coño y separé los pliegues, encontrando su clítoris,
el cual estaba resbaladizo y listo, y froté arriba y abajo. Se arqueó y empujó contra
mi mano, haciendo los sonidos más sexies imaginables, hasta que sólo ya no pude
esperar más.
Mi primera vez.
Nunca había estado en una relación con alguien con la que hubiera llegado a
este punto antes. Tenía que haber un cierto nivel de confianza y, antes de conocer a
Brooke, esa confianza sólo no había estado presente para mí con ninguna de las
mujeres que alguna vez conocí.
—¿Qué, cariño? ¿Qué puedo hacer por ti? Creo que necesito oír las palabras
saliendo de tu preciosa boca.
Moví mis manos hacia abajo para agarrar sus caderas y bombeé los últimos
deliciosos deslizamientos dentro de su cuerpo antes de colapsar, mi piel febril con
sudor y el calor de ella rodeándome. Nos rodé hacia el lado, aún unidos, y miré
fijamente sus hermosos ojos dorados. Ella continuó sufriendo espasmos y
apretándose alrededor de mi pene, mientras bajaba de su avalancha, arrastrándose
177 fuera de nuestro placer. Cepillé los mechones de su cabello fuera de su rostro y la
besé suavemente, finalmente capaz de relajarme con ella en mis brazos, después de
una semana anhelándola.
Pero podía mostrárselo dejándola saber cómo podría ser esto... con nosotros...
para siempre.
—Te extrañé mucho, Caleb, y estoy tan agradecida de que estés de regreso. —
Sonrió antes de empujar un mechón de cabello tras mi oreja, sus manos vagando
sobre mi cuerpo a donde sea que quisiera tocarme. Amaba cuando ella me tocaba.
—Aún tengo muchos te extraño que sacar de mi sistema follando, pero quiero
hacerlo apropiadamente, en mi cama en casa, donde puedo tomarme mi tiempo.
Este fue sólo un desvío frenético para ayudar a sacarme de apuro, así no lo perdía
en frente de un restaurante lleno de finos de Boston. No tengo idea de por qué
James y mi hermana estaban allí tampoco. El plan era que te tendría todo para mí
en un rincón oscuro y privado. Él debió haber tenido sus cables cruzados.
—Es bueno saberlo —dijo con media sonrisa. Deseaba saber qué estaba
pensando ella justo ahora, porque me habría ayudado a sentirme mejor. Pero ¿cuán
jodido era ese concepto? ¿Necesitaba tranquilizarla sobre mi pasado sexual de puto?
Sólo la necesitaba a ella; periódicamente. Brooke hacía que todo el vacío de los días
y noches que conocí antes de ella, se desvanecieran en nada.
179
Capitulo 23
Noviembre
Solo Wyatt faltaba de mis hermanos, lo cual no fue una gran sorpresa dado que
mantenía su vida en un misterio y podría estar en otro país por el momento por
todo lo que yo sabía. Los hijos de Herman estaban allí para apoyar a su padre,
obviamente. Reese, Jason y Jordyn habían sido bendecidos con el temperamento de
su padre en lugar que el de su madre, gracias a Dios, o dudo que hubiéramos
terminado tan cerca de nuestros primos. La muerte de la tía Cynthia hacia quince
años había aflojado su control sobre sus hijos, pero su matrimonio con Herman
había pasado mucho tiempo cuando había muerto. Mi madre había pseudo
ocupado el papel de madre de los hijos de Cynthia, incluso si en su propio
particular método separado de crianza de los hijos, para los años intermedios.
Lo cual es mucho la razón por la cual ella tiene que agraciarnos con su
presencia hoy. Madelaine Blackstone estaba mostrando apoyo a su cuñado en su
boda. La palabra clave era espectáculo. Todos sabíamos que preferiría masticar
vidrio. Todo era solo otro ejemplo de ignorar el elefante rosa en la habitación. Mi
familia tenía un zoológico lleno de elefantes que ignoramos. Jodidos expertos, cada
uno de nosotros.
Era realmente simple. Me iba a casar con Brooke. Algún día, seríamos nosotros
dos delante de un sacerdote. Otro Blackstone y Casterley se unirían en santo
matrimonio. Sabía que ella no estaba lista todavía y probablemente no lo estaría
por un largo tiempo, pero la esperaría hasta que lo estuviera. Teníamos un montón
de tiempo para llegar ahí.
Las pocas semanas desde que regresé de Abu Dhabi habían sido lo mejor de mi
181 vida adulta debido a ella. Cada simple y mundana tarea era interesante y divertida
cuando era hecha con Brooke. Le gustaba cocinar para mí y decía que era más
saludable que comer fuera todo el tiempo. De hecho, ella no quiso salir muy
seguido porque los clubs y las fiestas no le interesaban. Cuando pude convencerla
de quedarse por la noche en mi penthouse conmigo, hicimos cosas simples como
comprar los ingredientes para hacer la cena y ver televisión por cable. Más como
que estuvimos haciendo el amor en frente de la chimenea mientras que la televisión
estaba encendida porque no puedo recordar mucho de sobre los programas que
―vimos‖.
Ver a Brooke de esta forma me dio una meta. Mi plan era algo que solo
necesitaba saber mientras elaboraba una manera de lograrlo. Pero lo lograría.
Mi objetivo era darle más razones para ser feliz que las oportunidades para
recordar la tristeza de su pasado. No podía borrarlo ni quitarlo. El hijo de puta que
casi la mató ya no estaba. Pero podría asegurar la felicidad para su futuro.
Cuando dejamos la capilla después de la ceremonia, Brooke y yo fuimos los
últimos porque éramos los primeros después de la novia y el novio. Ella estaba
tranquila a mi lado mientras esperábamos a que las personas que nos precedían se
apartaran para así poder ir a ver a su abuela y a Herman. —Fue perfecto, Brooke.
Hiciste un trabajo maravilloso de planificar y hacer que todo se uniera.
—Eres una parte importante de eso, Caleb —dijo suavemente mientras nos
deteníamos en la entrada de Stone Church.
182
—Así que, Brooke me dijo que Herman te está llevando a un crucero alrededor
de Europa. ¿Están deseando estar en un barco todo ese tiempo?
Era incómodo porque no sabía cómo llamarla. Ella seguía siendo tan accesible
como la recordaba, pero ahora se había casado y era parte de mi familia, así que no
podía llamarla señora Casterley. —Bueno, probablemente sí —contesté
honestamente.
—Creo que tía Ellen sería apropiado si te sientes cómodo con eso.
Técnicamente, soy tu tía ahora que me he casado con tu tío.
Se rio y accedió a que todavía la llame señora Casterley. —Caleb, estoy tan
contenta de que tengamos la oportunidad de hablar, porque hay algo que he
querido discutir contigo. Me siento como si no tuviera una opción en el asunto,
porque son la única partidaria que ella tiene.
—¿Brooke?
—¿Cómo puedo ponerlo de forma fácil, señora Caster… mierda, quiero decir,
lo siento por el lenguaje… eh… tía Ellen… —No era mi mejor comienzo, pero
183 tenía curiosidad acerca de lo que ella quería discutir.
—Lo haces, Caleb, porque no puedes asumir que está curada de todo ese dolor.
De hecho, no ha sanado todavía. Te lo estoy diciendo, para que las cosas funcionen
contigo y con Brooke en un término de largo plazo, necesitará que le permitas
184 controlar su vida. Si tratas de obligarla a meterse en un rincón, huirá tan lejos y tan
rápido como pueda, y tampoco mirará hacia atrás. Esta es mi querida nieta de la
que estoy hablando. La conozco. Sé lo que ella necesita para mantener a raya a sus
demonios.
Se rió ante mi obvia angustia, pero no fue de forma mezquina. —Siempre has
sido muy respetuoso cuando te diriges a tus mayores, Caleb. Creo que tu padre crio
unos buenos hijos e hijas.
—Gracias por traerlo a colación. Sé que estaría muy feliz por ustedes dos. Él
habría estado encantado de celebrar con todos hoy. —Me di cuenta de que solo se
refería a mi padre y no a mi madre. Me preguntaba cómo se había reducido su
relación en los últimos años. No podía haber sido brillante porque mi madre no
hacia amistad con el personal, nunca. Madelaine Blackstone le gustaba mantener
las líneas del estatus bien dividido todo el tiempo. Lo que hizo que esta celebración
de la boda fuera aún más incómoda para ella, forzándola a desdibujar esas líneas
mientras llevaba una falsa sonrisa en su rostro.
—Siento lo mismo que tú sobre tu padre —dijo ella asintiendo—, pero ahora,
Caleb, quiero saber cómo te realmente te sientes sobre mi Brooke. ¿La amas o es
solamente una distracción para ti después de que perdiste a tu querido padre?
Guau. Hablando sobre ir directo a la yugular y cavar con el giro de una espada.
La señora Casterley, mierda, tía Ellen… no se iban por las ramas; metió la puta
lanza en ello. Mi vacilación para responder la estimuló a decir más.
—Me disculpo por mi acercamiento tan directo, pero debes entender que soy su
única familia, Caleb, así que piensa en la pregunta que te he hecho como
proveniente de un padre muy preocupado. —Movió la cabeza con énfasis—. Es
para mí razonable preguntar, considerando donde ha estado Brooke y lo que ha
enfrentado. Ella no puede ser herida nuevamente. —Ellen dio su oración final con
reacia intención de lastimarme si no le gusta mi respuesta.
Me gustaba el hecho que ella estaba agarrando el toro por los cuernos, de
hecho. Ella tenía derecho a ser protectora con su única nieta que había criado en su
mayor parte. Había asumido el papel de padre de Brooke. Me puse en su lugar y
podría garantizar que no sería tan complaciente con el tipo que ―dormía‖ con mi
hija. Quisiera sus bolas en una bandeja sí él le hacía daño a un solo cabello de su
cabeza, si alguna vez se acercaba a ella en primer lugar, sería discutible.
185
—La amo. No es una distracción. —La verdad fue muy fácil para mí.
—Lo pensé así, pero solamente quería escucharlo de ti, Caleb. —Me dirigió
una sonrisa genuina.
—Me voy a casar con ella —le dije. Levantó una ceja hacia mí—. Sé que
todavía no está lista, y esperaré hasta que esté totalmente lista—Le aseguré—. Y
entonces vendré contigo y lo pediré correctamente.
—¿De qué estaban hablando tú y Nan? Ella parecía bastante intensa desde el
otro lado del salón —preguntó Brooke unos minutos más tarde cuando regresó a mí
después de ser arrastrada por mis hermanas antes.
—Oh, Caleb…
Sus ojos se llenaron de agua mientras me miraba fijamente. Tuve la sensación
de que tenía que luchar un poco para aceptar mi respuesta, pero ahora comprendía
cómo funcionaban sus emociones, y las lágrimas casi confirmaron que ella,
realmente me creía.
—Todo está bien, nena. Todo está bien entre tu abuela y yo. Ella solo
necesitaba un poco de seguridad que estuve más que feliz de darle. También insistió
en que ahora la llamara tía Ellen.
Ella respiró hondo y me dio una de sus sonrisas medio tristes, el tipo que ya
reconocía como su sonrisa, característica de Brooke ahora está bien.
—Tengo algo que contarte esta noche más tarde cuando estemos solos —dijo
todavía sonriendo.
—¿Oh? ¿Es algo que me gustará escuchar? —Jodidamente de verdad estoy orando
porque sea algo de lo que quiero oír.
Dos palabras que confirmarían que lo que yo estaba sintiendo era en ambos
sentidos. Que no era solamente mi pene hablando porque el sexo era tan caliente.
El sexo con Booke era increíblemente caliente, pero sabía que no podía permitir
que el sexo fuera la principal razón detrás de mis crecientes sentimientos por ella.
Tenía que haber alguna otra justificación de por qué me había sentido tan fuerte por
ella desde el principio.
—Tendré que estar de acuerdo con usted, señora Blackstone. Una de las
primeras cosas que le pregunté a Caleb fue si su penthouse realmente necesitaba
una remodelación porque creo que es impresionante tal como es ahora. —Le sonreí
a Caleb antes de contestarle. Me guiñó un ojo y lo tomé como una señal de que
hablaríamos de su madre más tarde, esta noche, cuando estuviéramos solos. Ahora
mismo iba a matarla con amabilidad.
188 Ella asintió en una forma que me pareció condescendiente y también cien por
ciento calculado antes de que hablara. —Es realmente una pena, porque Janice
también pensaba eso. —Esperando a que tomara el cebo y sonrió dulcemente.
Pero tendría que esperar mucho tiempo, porque nunca le haría la pregunta.
Sabía muy bien quién era Janice. La ex de Caleb no es otra que Janice Thorndike,
el antiguo rostro de Vogue, y ahora trabaja en los estratos superiores del mundo de
la moda. Había visto fotos de ellos juntos en Google, y él me había dicho que ella
era la razón detrás del ojo negro cuando lo conocí. También había dicho que
involucrarse con ella había sido un error terrible debido a la amistad estrecha de sus
dos familias a lo largo de los años. Cualquier otra cosa sobre Janice que no sabía
tendría que seguir así, porque realmente no me importaba saberlo. La mayoría de
las personas tenían un pasado. Caleb era un poco mayor que yo. Sabía que había
estado con muchas mujeres antes que yo, y nada cambiaría ese hecho, así que el
factor de celos no me motivaba mucho. Había aprendido que estar celosa de algo
que no podía cambiarse era una pérdida inútil de mi tiempo. Caleb ya no quería
estar con Janice, y la decepción de su madre sobre su ruptura no tendría la menor
influencia en sus sentimientos allí.
—Creo que debería llamarla y decirle que dijiste eso. —Él dejó caer la
expresión despreocupada y realmente parecía asustado por una vez—. Ja...
¡Atrapado! —Yo raramente conseguía la delantera con Eduardo y sus comentarios
escandalosos, así que disfruté el placer de hacerle retorcerse de miedo.
—De hecho lo haría, pero podría perdonarte por haber ayudado a hacer su
boda tan encantadora.
189
—Fue un gran placer para mí ayudarles a ambos.
Eduardo me abrazó y me dio los dos besos a cada mejilla ritual que había
perfeccionado, antes de abordar el bote. Le envié un beso y luego me volví hacia
Woody, dónde Caleb me esperaba dentro.
Caleb estaba tomando una llamada cuando regresé, así que no lo interrumpí
mientras nos llevaba a la cabaña. Me había preguntado antes si quería volver a
Boston el resto del fin de semana, pero le dije que quería quedarme aquí. Habíamos
llegado a un acuerdo tácito sobre nuestros arreglos para dormir durante el último
mes. La mayoría de los días de la semana me quedaba en Boston con él, porque el
rediseño del penthouse era ahora mi trabajo a tiempo completo. Eso dejaba los
fines de semana para la isla y la cabaña. También había empezado a trabajar desde
casa los viernes hasta hoy, porque había estado planeando la boda. Todavía había
mucho que podía hacer a través de Internet para rediseñar el penthouse, así que
planeaba continuar. No sabía lo que Caleb pensaría de mi plan, y puesto que
técnicamente era mi jefe en el proyecto, realmente esperaba que no se opusiera.
Sabía que le gustaba tenerme en su penthouse. Me gustaba estar con él. Pero
necesitaba vivir en la isla. Yo solo lo necesitaba y realmente no tenía las palabras
para explicar por qué. Tal vez era una especie de cura emocional para mí vivir en la
misma casa donde mi madre creció. No sé qué fue lo que me unía a la isla
Blackstone tan profundamente, pero la necesidad estaba allí, y Caleb tendría que
entenderla y aceptarla... si quería estar conmigo. Yo sabía lo que sentía por Caleb, y
no quería ser difícil. También sabía que no quería más presión para aceptar el
control de un hombre.
—Ofrece treinta y nueve punto cinco y ve si ella acepta. Siento que cuarenta es
nuestro umbral en esto, pero al mismo tiempo, quiero asegurarme de que ella
muerda duramente. No ha habido ofertas razonables hasta ahora, así que vamos a
ver cómo va esta primera ronda. Y ni siquiera un susurro de donde esto es
originario, ¿de acuerdo? —Escuché sin vergüenza su conversación, sabiendo que
190 estaba discutiendo un acuerdo en millones de dólares como si fuera una ocurrencia
diaria. Probablemente era para él, y sirvió como un recordatorio, una vez más, lo
muy diferente de mi vida simple era de la suya.
Caleb terminó su llamada y se volvió hacia mí, sonriendo como un chico que
acababa de encontrar un escondite secreto de dulces.
—Espero que sí. —Más respuestas crípticas de él, pero yo no era el tipo de
persona que pedía respuestas. Imaginé que si él quería hablarme de eso, entonces lo
haría. No me había anunciado nada sobre su plan de comprar un terreno y
construir una casa en el extremo sur de la isla. Me preguntaba si su llamada había
sido parte de ello. Lo que fuera su negocio parecía ser buenas noticias, así que dejé
el tema.
Podía sentir sus ojos en mí mientras conducía las carreteras sinuosas a través
del prado montañoso hasta el punto. —¿Qué quieres hacer esta noche? —preguntó
después de un momento.
—Gracias por preguntar —Hice una pausa—, porque me salva de tener que
decirte lo que estamos haciendo esta noche.
Muy terco. —¿Podemos discutir esto más adelante después de explicar lo que
estamos haciendo esta noche?
—Quiero que rediseñes mi baño principal para incorporar una enorme bañera
—dijo suavemente.
—Porque quiero hacer esto contigo todo el tiempo. —Caleb me hizo apoyar
contra él en el agua caliente, con sus brazos sosteniéndome cautiva, pero solo de la
mejor manera. Él arrastró sus dedos por mi brazo para cruzar hasta mi garganta, y
luego hacia abajo para dar forma a la plenitud de un pecho antes de rodear el pezón
y jugar con él hasta que estaba apretado y palpitante. A Caleb le gustaba mantener
el contacto mucho después de que el sexo terminara. Era solo una de sus maneras
dulces. Uno de las muchas.
Luego me había follado con fuerza, con esos profundos ojos azules penetrando
en mí tan intensamente con su pene hasta que palpó su propio orgasmo.
—No estabas tan interesado en tener una bañera antes de hoy —Le recordé.
—Eso es porque nunca tuve a alguien con quien quisiera tomar un baño antes.
—A veces lo hago, sí. —Me giré un poco para poder ver sus ojos—. A veces
pienso que no puedes ser un verdadero hombre humano por lo increíble que eres y
por lo amable y generoso, Caleb, quiero decirte algo importante...
Me detuvo con dos de sus dedos presionados a mis labios. —Espera... antes de
decir lo que sea, tengo una petición.
—Me gustaría darte algo primero. Lo he tenido durante unas pocas semanas,
pero entonces no estaba tan seguro de si lo recibirías, así que me he retenido de
dártelo para esperar el momento adecuado. Pero, me gustaría dártelo ahora, antes
de que me digas tu algo importante. —Inclinó su cabeza hacia mí—. ¿Por favor?
—De acuerdo, Caleb. —Lo adoraba de esta manera. Podía ser tan exigente y
193 dominante durante el sexo, y luego transformarse en el más dulce, más romántico
caballero imaginable. No sé cómo lo hacía, pero la combinación era pura magia
para mí—. No puedo decirte que no.
Caleb era muy bueno en casi todo, y ni siquiera traté de detener las pocas
lágrimas que cayeron mientras lo veía cuidar de mí. Él no reaccionó en absoluto a
mi llanto, que curiosamente, solo sirvió para ayudarme a caer aún más difícil por
él. La única concesión que hizo para haber notado mis lágrimas fue cuando
terminó con la toalla en mis mejillas antes de ayudarme a entrar en mi bata.
—Oh, Caleb, es tan hermoso. Gracias. Gracias por un regalo tan perfecto. —
Me incliné hacia delante y lo besé—. ¿De dónde has sacado esto?
—Lo encontré cuando estaba en Abu Dhabi, y pensé que te podría gustar.
—Es más que gustar. Me encanta. ¿Cómo sabías que siempre quise una pulsera
de colgantes?
—No vas a dejar que la conversación sobre el coche termine, puedo ver. Muy
194 bien, estoy de acuerdo con el auto, pero ahora quiero que me ayudes a poner este
magnífico brazalete, y dime por qué elegiste cada colgante.
—Mira la parte posterior del candado, y verás que mis iniciales están grabadas
allí. Tuve las tuyas añadida a la llave.
Cerró los ojos por un momento mientras tomaba mis palabras. Oí un soplo de
195 aliento salir de él y me di cuenta de que había estado esperando para escucharme
decirlo. Pero ahora, al final, ante el oír esas tres palabras importantes de mi parte,
se sintió agitado. Podía sentirlo temblando bajo mis manos mientras lo tocaba. Tan
claro como el día para mí para ver, decirle a Caleb que lo amaba era
profundamente significativo para él.
Caleb no dijo una palabra cuando me tomó en sus brazos y me besó. Me besó
todo el trayecto mientras me llevaba por las escaleras. No dejó de besarme mientras
me despojaba de mi bata, ni se quitaba los vaqueros que se había puesto después del
baño. Siguió besándome una vez que estábamos desnudos en mi cama juntos, y se
había metido dentro de mí.
196
Capitulo 25
El lunes por la mañana llegó muy rápido para ambos, creo. Regresar a la
realidad después de nuestro fin de semana emocionalmente vinculante fue como
bajar de flotar en las nubes a caminar descalzos por el desierto. Pero ya que lo
estábamos haciendo juntos como pareja, estaba bien.
—¿Justo ahora? Victoria. Antes de ella, fue una serie de llorones que
necesitaban algunas bofetadas voltea cabezas, por desgracia.
Todavía tenía mi barbilla en su mano, que movió hacia sus labios para un
suave beso antes de retirarse de nuevo y entregar el mismo intenso resplandor de
sus ojos como antes. —Necesito que recuerdes todas las cosas que dijimos el fin de
semana pasado. Esas palabras fueron reales, sentimientos reales, emociones reales,
la auténtica verdad sobre nosotros, ¿Bien?
198 Me sentí comenzar a sudar. —Me estás asustando. ¿Sobre qué es? Caleb… no
sé qué…
¿Protegerme de qué? —Por favor, dime —le rogué, sintiéndome como que debería
estar de repente enferma. Oh, Dios. Mi primer pensamiento era la familia de
Marcus. ¿Podrían encontrarme ellos por la vía de mi conexión con Caleb?
Probablemente sí.
—Aquí está la mejor historia de CNZ del día.—Me entregó su celular con una
captura de pantalla y fotos del sitio web de un popular programa de televisión de
celebridades. UNA HISTORIA DE LA CENICIENTA DE LA VIDA REAL, EL
BILLONARIO BLACKSTONE RECLAMADO POR LA NIETA DE SU
SIRVIENTA decía el título. Había una foto de nosotros juntos en la boda. Caleb y
yo muy bien vestidos, de pie en la puerta de Stone Church, tomada justo en el
momento en que me había besado la parte superior de mi cabeza. La iluminación
en la foto hizo que pareciera como si mi vestido fuera blanco en lugar de los
cordones de oro multicolor del que estaba hecho. La foto era engañosa y sugerente,
como si fuéramos recién casados, saliendo de la capilla. Si yo estuviera viendo
desde el punto de vista del espectador, yo ciertamente pensaría que sí. Hecho a
propósito para aparecer como su hubiéramos tenido una boda secreta en lugar de
acompañar a Herman y Nan en la suya. La verdad se extendía desenfrenadamente
para convertir una no historia en titular, que vendería más periódicos y revistas.
Jodido infierno.
—No tienes que decir nada, Brooke. Me temía que esto sucediera con el
tiempo, pero esperaba que pudiéramos tener una introducción más gradual de ti y
de mí como pareja en público. Los paparazzis me persiguen todo el tiempo, y lo
odio. Desafortunadamente, la boda les indicó, o más probablemente alguien en la
isla ofreció la noticia por dinero.—Hizo una mueca disgustado—. Pasa todo el
tiempo.
—¿Así que, las llamadas telefónicas en este momento eran para detener las
historias?
Su expresión se suavizó en simpatía por mí. —Ojalá tuviera ese poder, nena,
oh, como me gustaría.—Metió un mechón de mi cabello suelto detrás de mi oreja—
. No, me temo que hemos sido expuestos. Está ahí afuera para el consumo público
ahora. Los paparazzis te van a acechar y seguir y escribir cosas que no son verdad
sobre ti en los medios de comunicación. Ellos tomarán fotografías y te harán
preguntas cuando te pillen con la guardia baja. Cuanta más polémica sea la historia
o poco favorecedora, más valiosa serás para ellos, porque vende más periódicos.
—Temo que es necesario, nena. Lo siento tanto, pero no será seguro para ti sin
personal de seguridad, y no me voy a arriesgar. Eres tan preciada y hay demasiados
jodidos lunáticos en el mundo.
200 —¿Cómo si alguien pudiera intentar secuestrarme al azar o algo? —¿A dónde
fue todo el oxígeno? Me siento de repente enferma.
—Estás enojado por lo que dijeron de nosotros —dije desde su pecho dónde me
estaba sosteniendo cerca de su corazón.
—Esta es la parte en la que se supone que debes decir algo así como: ―Sé que
me amas, Caleb, y no me importa si el mundo sabe de nosotros, porque yo también
te amo‖. —Su voz tenía un borde y podía decir que mi silencio lo había hecho
sentir como si lo estuviera rechazando.
Levanté mis ojos para encontrarlo muy preocupado, y tal vez un poco herido.
—Oh, Caleb, sé que me amas, y también te amo. Tengo miedo de que las personas
invada mi espacio personal… y que sepan cosas sobre mí. Me gusta mi vida tranquila.
Quiero mantener mi vida tranquila como está—Sí solo supiera cuan aterrorizada
me hace sentir la idea de que fotógrafos tomándome fotos y extraños siguiéndome,
podría ser un poco más comprensivo. Ahogada. Sofocada. Controlada. Esos eran los
sentimientos que había sentido desde que regresé a la isla. Esos eran los
sentimientos asociados con Marcus y su aterradora inestabilidad. Respira.
Pero no era lo mismo. Sentía lo mismo, pero nunca estuve a salvo con Marcus.
Con Caleb estaba a salvo, sin embargo. Caleb no estaba intentando controlarme
sino mantenerme a salvo. Segura.
201
Y la seguridad estaba en la isla.
—Sé que lo haces, pero no puedo prometerte que tu vida volverá a ser de esa
forma otra vez, al menos por un tiempo.
—Caleb, no puedo…
—¿Qué? ¿Estás diciendo que no puedes estar conmigo ahora? —La mirada que
me dio me desgarró mi corazón.
—Sé que lo dije y lo haré Brooke, pero necesito algo de tiempo para que eso
suceda, y justo ahora hay un nido de víboras tratando de escarbar una historia sobre
ti, y la única forma que puedo protegerte es llevarte a la ciudad, donde tengo los
recursos en el lugar para mantenerlos jodidamente alejados.
—No es permanente, Caleb, tienes que entender que iré por un lapso corto y
202 solo por razones de seguridad. No viviré contigo permanentemente en Boston.
Deseo poder hacerlo, por tu bien, porque tu casa está allá, y tú trabajo. Pero sé que
yo no puedo. Es muy d-difícil para m-mí explicarlo, pero n-n-necesito vivir aquí en
la isla.—Me estremecí y jadeé por el aire que parecía muy escaso.
—¿Lo haces?
—Lo hago. Entiendo que es lo que necesitas, y porque te amo, quiero darte
todo lo que necesitas. Podemos vivir en la isla si la ciudad es un tema decisivo para
ti. Ni siquiera me afecta tanto porque puedo ir y venir a través del helicóptero en
cuestión de minutos, pero, y esto es enorme pero, no puedo hacerlo de la noche
para la mañana. Va a tomar algo de tiempo conseguir un lugar adecuado para
nosotros aquí, con seguridad que sea aceptable y especialmente para limitar el
acceso de cada tonto que piense que puede acercarse a nosotros.
—Nada de este lío cambia el hecho de que eres un hombre notable. Ni siquiera
puedo empezar a entender porque no estás huyendo de mí tan rápido, pero no lo
estás. Te quedas conmigo y me dices que me amas y que harás tú casa aquí,
conmigo, y me siento como si estuviera soñando despierta. Esto no puede ser real…
—Lista —mentí.
Mientras nos conducía al helipuerto, reflexionaba, sobre todo. Sabía que sería
difícil para mí ver las historias y fotos mías en las revistas de chismes, e hice la
203 promesa de no leerlas. El pensamiento de cosas siendo escritas sobre mi vida
personal me enfermaba físicamente. Este asunto del paparazzi sería duro para
asimilar. Haría todo lo posible y no quería dejar a Caleb caer, pero no podía negar
la preocupación que ahora se asentaba en mi corazón.
No sabía si era lo suficientemente fuerte como para sobrevivir sin daño alguno
y supongo que estaba a punto de descubrirlo.
Había llegado el momento de afrontar mi nueva vida bajo los reflectores, por
mucho que despreciara la idea. Yo estaba con Caleb ahora. Todo lo demás podría
ser resuelto con tiempo y paciencia.
Porque solo un corto de quince minutos más tarde, Spence nos puso en la parte
superior del edificio de Blackstone Global Enterprices en el centro de Boston, en
medio de la ciudad.
204
Capitulo 26
—Caleb, no puedes hablar en serio sobre esta chica. Es la nieta ilegítima de
nuestra ex ama de llaves, ¡por el amor de dios! —Mi madre se paró en mi oficina,
en su armadura de Prada y Gucci, de alguna forma con la impresión de que su
desaprobación a Brooke me influenciaría a romper con ella. Delirante era
aproximadamente la única cosa que se acercaba a explicar el estado de la salud
mental de mi madre justo ahora.
—Te aseguro que soy totalmente serio con respecto a Brooke, y para que
205 conste, es la nieta de tu cuñada, quien está casada con mí muy rico tío. Y aquí hay
otra noticia rápida para ti, mamá, ya no estamos en los cincuenta, cuando las
personas se interesaban en los linajes. Los aspectos ilegítimos no tienen tanto peso
cuando hay dinero para influenciar en ellos; el mío y el de Herman deben ser
suficientes para tranquilizar cualquier sensibilidad ofendida.—Era un desafío
mantener mi tranquilidad con su actitud. Ella había esperado tres días desde que las
noticias llegaron, antes de llegar a mí para lanzar sus opiniones con respecto a
Brooke. Como si yo la necesitara en mi culo justo ahora, junto con eludir a la
prensa incansable, quienes peleaban por mierdas como hienas sobre un cadáver.
Era exhaustivo.
—Tu padre estaría devastado por esto —dijo, sacudiendo su cabeza hacia mí.
—¿En serio, mamá? ¿Tú crees que papá desaprobaría a Brooke si estuviera
vivo?
—¿Él te dijo eso, hijo? —preguntó, su tono mucho más difuso que cuando
había entrado.
—Desde su lecho de muerte, sí, lo hizo.
Una mirada de dolor apareció en su rostro, y podía ver que aún estaba afligida.
—Se arrepintió de algunas cosas al final de su vida, pero no aprobaría tu relación
con Brooke. El nombre Blackstone era demasiado importante para él.—Sacudió a
cabeza lentamente—. No, no lo aprobaría, Caleb, no después de todo lo que hizo
para asegurarse de que te dieran lo mejor de todo lo que la vida tenía para ofrecer.
—Pero ¿no es eso lo que cualquier padre hace por su hijo? ¿Querer que ellos
sean felices y tratar de darles lo mejor de todo?
—Sí, exactamente. Los Thorndikes están igual de devastados sobre esto como
Janice. Alicia me dijo cuan impactados estuvieron al descubrir que tú estabas en
otra relación tan pronto después de romper con Janice. No les sentó bien en lo
absoluto.
—¡Caleb, por el amor de dios! Todos conocen a Janice, y lo han hecho por
años. Estoy segura de que ella no es capaz de nada que cualquier otra mujer
despreciada haría debido a tu apresurado rompimiento con ella.
Querida madre, no tienes ni una maldita idea. Obviamente, los padres de Janice no
tenían idea sobre la bajeza mental y manipulación de la que era capaz. Debí haber
tomado fotos de mi baño antes de que Ann lo limpiara. James había recibido varios
mensajes de texto de ella, ya que yo había bloqueado su número. Incluso James se
había sorprendido por las cosas que le dijo sobre mí. »Aún cree que te casarás con
ella «Había compartido él conmigo la otra semana«. Dice que tú solo esperas el
momento con tu "zorra inglesa" hasta que entres en razón y le ruegues que te
perdone por dejarla. Está jodidamente delirando, mi amigo. »No podía estar más de
acuerdo. Menos mal me había alejado de ella cuando lo hice.
No, no lo haría.
207 —Así que, ¿en serio vas a casarte con esta chica sin familia, sin dinero y sin
estatus social de ninguna clase? —preguntó, exasperada.
—Cuando ella esté lista, sí, voy a hacerlo. Y esperaré que toda mi familia le dé
la bienvenida en nuestro clan con aceptación y amabilidad entusiasta. Si no puedes
hacer eso por Brooke, entonces tampoco me tendrás en tu vida. —Le dejé saber que
estaba siendo mortal y jodidamente serio—. Si no me crees, solo espera y ve lo que
pasa.
Nunca pensé que vería el día en que mi madre se rindiera sobre cualquiera de
sus reglas que mantenía. Pero después de que le dije esa última parte, la pelea solo
se fue de ella. Sorprendentemente. Fue extraño atestiguarlo, porque nunca la había
visto perder el velo de confianza fría que siempre llevaba por ahí. Nunca.
Seguramente, esto no sería lo último que oiría sobre el tema.
El Baile de otoño ocurría cada año el sábado después del día de Gracias, en el
club Massachusetts en Back Bay. Este año sería el baile de caridad de ropa formal y
corbatas negras número 108, y también marcaba el primer evento público para
Brooke y yo. Era, en todos los aspectos, nuestra fiesta reveladora. Después de esta
noche, no habría más especulación, o predicciones sobre nuestra relación, porque
sería innegablemente confirmada.
Las pasadas tres semanas de paparazzi luchando habían sido agotadoras a
veces, incluso para mí, con mi abundante experiencia en lidiar con sus payasadas
que daban dolor en mi culo. Brooke los odiaba apasionadamente, pero permanecía
allí y se quedaba en Boston conmigo donde yo podía hacer mi mejor esfuerzo en
mantenerla fuera de sus insistentes radares.
A pesar del tiempo bastante fácil que habíamos tenido en general con los
paparazzi, mis miedos por la seguridad de Brooke no iban a ser borrados. Mi
equipo estaba en alerta máxima ahora, tanto como siempre. Muchos locos en el
mundo se obsesionaban con las celebridades y trataban de hacerse sus amigos. En
algunos casos, los acosaban y lastimaban, sus retorcidas mentes justificando su
comportamiento psicótico y necesitado. También estaba la preocupación de que
pudiera ser raptada y secuestrada, lo cual me asustaba más que nada. Confiaba
muchísimo en mis círculos cercanos y estos en ellos eran mi familia o habían
ganado su camino a través de los años, probándomelo. James aún no estaba
convencido de que la familia de Patten se mantendría alejada de Brooke. No había
descubierto nada que pudiera probar que ellos planeaban acercarse a ella, pero
ambos éramos conscientes de que ella sabía un poco demasiado sobre sus
actividades criminales. Era una nube menor colgando sobre nosotros, pero yo tenía
el lujo de recursos ilimitados para mantener a cualquier indeseado lejos de ella. Los
Patten sabían cómo esconder su mierda, sin embargo, así que ambos nos
consolábamos creyendo que se creían a sí mismo impenetrables.
Algún día.
Esperaba que estuviese sintiéndose mejor que esta mañana, cuando despertó
con un mal dolor de cabeza. Supuse que me haría saber a esta altura si no se estaba
sintiendo bien para ir al Baile de Otoño.
Mucho mejor. El dolor de cabeza se fue. Winter y yo estamos preparando
nuestro maquillaje y cabello. El dormitorio es un salón de belleza justo ahora.
¿Cuándo regresas?
C: Tengo que recoger una cosa y luego estaré en casa. No puedo esperar para
llevar a mi Cenicienta al baile. Xx
Aún hacemos la cosa donde imitamos las palabras del otro. De alguna forma,
nunca se vuelve anticuado o se siente cursi, incluso cuando lo es por completo.
Me envió una foto de inmediato: usando un sujetador negro sin tirantes con un
cabello en gigantes rulos y soplándome un beso.
B: Eso es lo mejor que puedo hacer con otros en la habitación. XD. Usa tu
imaginación.
Un anillo.
Darle un anillo a Brooke parecía ser demasiado, así como demasiado rápido en
ese momento. Así que lo mantuve, sabiendo que eventualmente, el momento sería
adecuado. El anillo había sido una compra impulsiva, porque era tan perfecto para
ella, por cómo nos habíamos conocido, y esperaba que entendiera mi
procesamiento mental al escogerlo. Esperaba que lo quisiera en su dedo.
Lo descubriría pronto.
Me dirigí hacia los elevadores, yendo hacia abajo y fuera del edificio, a donde
Isaac estaba esperándome para llevarme a casa... con mí muy mía Cenicienta.
211
Capitulo 27
—¿Te has dado la vuelta, Caleb? —Llamé desde el pasillo hacia la sala de estar.
—Sí. Me estoy comportando, nena. Puedes salir. Estoy muriendo por verte.
Mi estómago bailaba en regocijo nervioso por asistir a este baile esta noche con
Caleb. Yo nunca había ido a nada como esto antes, y a duras penas sabía qué
esperar. Me gustaba el hecho de que el baile de otoño fuera para beneficiar a la
caridad, y amaba mi vestido de baile de seda color borgoña, pero más allá de esos
212 dos puntos yo no estaba tan segura. Caleb solo seguía tranquilizándome con que
estaría a mi lado a cada segundo, y que todos estarían mostrando su mejor
comportamiento junto con sus vestidos. El baile de otoño siempre era muy
concurrido, y completamente cubierto por los medios de comunicación, tanto
locales como nacionales. Caleb quería que asistiéramos como pareja, con la
esperanza de acabar con algo de la fascinación que la prensa tenía por nuestra
relación. Era una locura completa para mí el porqué a ellos les importaría tanto,
pero preocuparse era lo que ellos hacían.
Caleb se había alejado de la puerta como yo había pedido. Estaba usando una
chaqueta de terciopelo negro que nunca había visto antes, y olía delicioso. Aún
desde el otro lado de la habitación, su único aroma masculino, combinado con la
deliciosa colonia que usaba, me tentaba. Siempre se veía bien, también.
Cuando había llegado a casa para prepararse, tuvo que usar la habitación de
invitados para ducharse y vestirse, porque Winter y yo nos habíamos apropiado de
nuestra habitación para los arreglos de belleza. Ni siquiera parpadeó por ser
apartado de su dominio. Le había echado una mirada a la plétora de artículos
femeninos en su habitación y baño, y se rindió a nosotras sin una pelea. Era tan
tolerante sobre tales cosas. Solo una de las muchas cualidades de Caleb que yo
adoraba. No podía imaginar mi vida sin él ahora. Era una parte de mí.
Lo amaba tanto.
Giró sobre sus pies y barrió sus ojos desde arriba hasta abajo, y luego de
regreso. —Tú eres cenicienta en ese vestido. Estoy sin palabras en este momento.
Cada hombre en la habitación va a estar envidioso de mí esta noche.
—Porque soy el afortunado bastardo que consigue llevarte a casa al final del
baile, y ayudarte a salir de tu lindo vestido.
Levantó mi mentón hacia sus labios con un dedo y descendió. Tuve que resistir
el impulso de enterrar mis manos en su cabello y alborotarlo como por lo general
hacía. Amaba ver su cabello desordenado como una bandera de acabado-de-follar
ondeando orgullosamente, pero este no era el momento para eso. En su lugar, me
derretí en su demandante beso y lo dejé ponerme toda emocionada. —Estás
malditamente hermosa, Brooke. No sé si puedo dejarte salir de la casa esta noche
—dijo.
—No es a mí a quien ellos quieren ver, nena. Quieren conocer a cenicienta esta
noche.—Mordisqueó mi labio inferior.
Mi turno para suspirar. —Espero que hayas recordado tu promesa de quedarte
conmigo todo el tiempo. Estoy nerviosa, Caleb.
—No hay nada por lo que estar nerviosa, y todos te amarán y adorarán.—
Colocó algo suave en mi mano—. Tengo un regalo muy especial para ti. He estado
esperando semanas para dártelo, y ahora es el momento.
—¡Oh! —Miré abajo a lo que yo sostenía, para ver una pequeña caja de
terciopelo negro. Una caja de joyería. Mis dedos temblaban mientras trabajaban
abriendo la tapa. Jadee. Oh, santo cielo.
El más inusual anillo que yo había visto alguna vez, una pieza de arte la cual
tenía que ser única en su tipo. Una gran piedra rosa oscuro, semejándose a una
perla, colocada en montones de piedras rosas y blancas, posiblemente diamantes,
para tomar la forma de una flor. —Caleb… —suspiré—. Esto es increíblemente
hermoso.
—¿En verdad te gusta? —preguntó. ¿Cómo podría dudar que me encantaría esto?
—Sí. En verdad que sí. Dime acerca de este hermoso anillo.—Estaba casi
temerosa de preguntar qué significaba el anillo, pero sabía que me lo diría de
214 cualquier forma porque siempre era honesto acerca de todo lo que hacía.
—Es una peonía, como las flores que te envíe. La piedra roja es una turmalina
de corte cabujón de cuarenta quilates. El resto de las piedras son diamantes, rubíes
y zafiros rosados. Lo encontré en la ventana de la joyería en Abu Dhabi, y fui ahí y
lo compré cinco minutos después. No había duda de que estaba destinado para ti
desde el momento en que lo vi.
Asintió y sonrió. —Después de que entré en la tienda y me dijeron que era una
peonía, bueno… supe que era el destino trabajando de nuevo.—Sacó el anillo de la
caja y lo sostuvo entre dos dedos. Deslizó la caja vacía en su bolsillo—. ¿Lo vas a
usar esta noche, Brooke?
—S-s-sí —tartamudee.
Si yo pudiera amarlo más, lo haría. Hacía gestos como este todo el tiempo,
dejándome sin palabras con su reflexión en la elección de los regalos perfectos. —
Me encanta el anillo. Y te amo, Caleb.
Tomó mis manos y me besó dulcemente antes de apartarse para atrapar mis
ojos con los suyos. — Me doy cuenta de que no estás lista en este momento, pero
quiero que sepas que mi más gran deseo es pasar el resto de mi vida amándote…
como mi esposa.
Cerró los ojos por un instante, y luego levantó la mirada como si enviara una
plegaria silenciosa hacia el cielo. Era una muestra de alivio y gratitud. Mi Caleb
estaba tan aliviado de que yo hubiera dicho sí.
Poseer tal poder sobre otra persona era tremendo en una forma. Tener la carga
de su felicidad junto con la tuya propia era un tipo de terrible y hermoso tesoro.
Me voltee hacia él. —Pensando en lo bien que se siente para mí cuando tú estás
feliz.
—Te amo tanto —susurró así nadie podría escuchar—, y desearía tenerte toda
para mí solo justo ahora así podría mostrártelo sin palabras.
—No, Caleb, aún está la subasta secreta y los premios por venir.
Definitivamente no podemos abandonar la noche aún. Estaré bien, y todavía quiero
217 ser llevada a girar alrededor de la pista de baile con mi guapo príncipe.—Le di una
sonrisa—. Voy a tomar algo para esto si tú vas y me consigues un vaso de agua
helada.
Winter y James habían venido juntos esta noche, pero ella me había dicho
numerosas veces que eran solo buenos amigos. No estaba tan segura sobre la
interpretación de James de buenos amigos, y la interpretación de ella ni siquiera
estando ni remotamente en la misma página, tampoco. James Blakney quería a
Winter Blackstone con una desesperación que era clara como el día para cualquiera
con dos ojos funcionando. Bueno, para todos excepto para Caleb, así es. Él no lo
veía, y marcaba su relación como amigos muy cercanos, de toda la vida. Solo asentí
con mi cabeza y rodé mis ojos ante su explicación. No era nuestro problema de
todas formas. Winter y James eran los únicos que necesitaban estar preocupados
por el estatus de su amistad.
Era un deja vu por todas partes, como el señor Yogi Berra tan elocuentemente
había acuñado la frase.
Cuando Caleb no regresó con mi agua, decidí ir a buscar algo por mi cuenta. El
golpeteo en mi cabeza solo se estaba poniendo peor y en verdad necesitaba tomar
algo rápidamente.
—Sé lo que hiciste, tu perra intrigante. James me dijo acerca de los malditos
condones a los que les abriste agujeros —Escuché a Caleb decirle—. ¿En verdad
creíste que me importaría, si quedaba embarazada como resultado de tus retorcidos
juegos, Janice?
219 —No mientas, Caleb. No estás casándote con nadie más que yo.
Solo me quede de pie ahí, mirando con la boca abierta hacia los dos en
completo asombro. Congelada en el lugar mientras mis emociones chocaban con la
lógica de lo que nos había pasado. Mis manos fueron protectoramente acunar mi
vientre. Caleb y Janice siguieron el movimiento de mis manos con sus ojos. Era
como si todos nosotros comprendiéramos la cruda verdad en los mismos pocos
segundos, un leve incremento del tiempo que se estiró dolorosamente en un lento
movimiento y perfecta iluminación.
Noté el piso duro debajo de mi espalda con Caleb cerniéndose sobre mí, el
cuello de su camisa blanca oscuro con la sangre mientras esta goteaba desde una
herida en su cuello. Caleb estaba herido. Sentí la presión de sus manos en mi
costado junto con un pulsante dolor mientras gritaba—: Llamen al 9-1-1. Llamen al
9-1-1. ¡Llamen al maldito 9-1-1!
¿Era mi sangre?
Traté de hablar, pero ninguna palabra saldría. Quería decirle a Caleb que lo
amaba y que no me había arrepentido de nada.
Ser amada por él era la mejor cosa que me había pasado.
—Te amo y tú vas a estar bien —gritaba la misma cosa una y otra vez en una
suplicante oración.
221
Capitulo 28
No dejaría que nadie tocara mi cuello hasta que Brooke fuera llevada a cirugía.
—Va a estar bien, hermano. El doctor dijo que la cirugía es menor. Ellos están
tan preocupados porque un pequeño trozo de vidrio apareció en la ecografía, y
quieren una herida limpia antes de suturarla.
—Sí. Vas a ser padre, hermano mayor.—Me palmeó una mano en el muslo—.
Es tu turno para ser suturado. Las enfermeras necesitan hacer su trabajo ahora.
Las dejé suturar la herida en mi cuello y nunca tuve tanto miedo en toda mi
vida. ¿Y si Brooke no quería casarse conmigo ahora? ¿Qué tal si quería dejarme o
quería abortar? Aún no sabía las respuestas a esas preguntas, pero sabía que no
estaba lista para casarse ahora mismo. O estar embarazada otra vez.
¿Sería capaz de perdonarme? ¿Vería esto como el mismo engaño que había
recibido de Patten? ¿Podría siquiera seguir amándome después de que esta maldita
pesadilla quedara atrás? ¿Estaría alguna vez detrás de nosotros?
Les pedí que me indicaran la dirección a la capilla del hospital. Había pasado
mucho tiempo para mí desde la última vez que puse un pie dentro de un santuario
de adoración. No importaba, sin embargo, porque todo volvió a mí. Las raíces
católicas se extienden profundamente.
—¿Caaa-leb?
Mis párpados se abrieron de golpe. —¡Nena! Oh, Dios mío, ¿cómo estás? —Me
desperté instantáneamente y corrí mis ojos sobre ella. Se veía terrible acostada en
esa cama de hospital. Pálida, débil y preocupada… y tan perfectamente hermosa
para mí, yo sabía que nada nunca podría comparársele durante el tiempo que yo
viviera.
—¿Estoy embarazada? Quiero decir, ¿lo estaba? ¿Lo estoy a-aún? —Su rostro se
retorció en una máscara de miedo mientras empezaba a llorar.
—Oh, Dios. Sí, lo estás. El doctor supuso que estás cerca de las siete semanas.
Dejó salir un dolorido gemido y lloró aún más. —Tenía tanto miedo de que no
lo estaría cuando me des-des-despertara.
Puro, autentico y bendito alivio rodó por mi cuerpo cuando me incliné sobre
ella y la sostuve lo mejor que pude en las circunstancias. Quiere a nuestro bebé.
—¿Caleb?
—¿Sí?
224 —Cualquier cosa. Lo que sea que quieras, nena. ¿Qué puedo hacer por ti? —
Me aparté para poder vernos el uno al otro.
—Necesito... que me digas... tu mayor deseo. Si pudieras tener lo que sea que
desearas ahora mismo, ¿qué sería? —Levantó la mano con la intravenosa todavía
atrapada en su vena y ahuecó mi mejilla—. Sé sincero y dime qué es lo que más
quiere en el mundo.
Nos casamos en Stone Church, una semana después del dos de diciembre. Solo
Nan y Herman estuvieron allí para presenciar nuestro momento. Herman, de
hecho, nos casó. Como alcalde, había obtenido las credenciales apropiadas hace
años y en ocasiones oficiaba la unión de dos personas en matrimonio.
Elegí un vestido de seda batiste con mangas largas en encaje francés y sin velo.
En su lugar, tuve cuatro peonías entrelazadas en mi cabello, el cual dejé suelto
porque a Caleb le gustaba más de esa manera.
Caleb llevaba un Brioni negro con una corbata plateada con estampado y un
pañuelo de seda clásico de su padre. Se veía tan guapo que hizo que mis ojos
dolieran un poco al mirarlo.
—Te amo, mi querida Brooke. Me dieron el regalo más grande cuando viniste
a mí. Nada podría hacerme más feliz de lo que estoy ahora mismo, viéndote a ti y a
Caleb tan enamorados y tan felices juntos —Y a punto de convertirte en una bisabuela.
Nan no se molestó en contener sus lágrimas y yo tampoco. No había nada más que
necesitara ser dicho, porque las dos lo sabíamos.
—Sé que lo haces, mi amor. Ahora van a empezar a vivir su hermosa vida
juntos —Nos dijo a los dos antes de que los últimos abrazos y los besos fueran
226 intercambiados.
—Sí, cariño.—Me burlé un poco, pero solo porque sabía que lo hería cuando lo
molestaba. Me lo había dicho una vez, de la manera más sexy.
12
Gulfstream: Es una famosa y costosa marca constructora de Aviones que por lo general es
conocida por sus lujosos aviones de negocios y jets privados hechos por encargo.
Caleb se dio la vuelta hasta mi lado del Rover, y abrió a puerta. Luego me
ayudó a bajar mientras amontonaba la falda de mi vestido en una mano, así no lo
arruinaba.
Aún con nuestra ropa de boda, ambos necesitábamos una oportunidad para
cambiarnos en algo más cómodo para el vuelo de once horas a Hawái. El
Gulfstream tenía un dormitorio principal privado, así que me imaginé que le
daríamos un buen uso. Once horas era un período terriblemente largo para estar en
el aire, y debíamos llenar nuestro tiempo eficazmente. Llenar siendo la palabra
operativa.
—Mi esposo es muy fuerte para cargarme con tanta facilidad —le dije,
mirándolo mientras me llevaba al avión.
—Mi esposa es una pluma cuando se trata de tener que cargarla—bromeó antes
de plantar un beso decadente en mis labios.
227 En la parte superior de las escaleras, nos recibió el personal de vuelo y los
pilotos que ofrecieron sus felicitaciones por nuestro matrimonio. Caleb no me bajó
hasta que llegamos a la parte trasera del avión y a la suite principal. Nos encerró en
el interior y cerró la puerta, una sonrisa malvada iluminando su hermoso rostro
mientras trabajaba.
—Bueno, tenemos que elegir una foto de la boda para compartirla con el
mundo, por una cosa —respondió.
Después de que el segundo texto fue enviado, Caleb apagó su teléfono y me tiró
228 en sus brazos.
—Siempre has sido justo como tu padre. Nunca entendí su fascinación con la
ayuda. —Mi madre movió su mano en un grácil círculo hacia Brooke y Ellen—.
Las nociones filantrópicas de JW con sus caridades y buenos trabajos para ayudar a
esos menos afortunados estaban profundamente en él. Has seguido bien sus huellas,
Caleb. —Sabía lo que estaba haciendo. Sus habilidades en entregar un insulto
mientras que lo hacía parecer como si ella estuviera simplemente siendo
229 encantadora era casi legendarias. Decidí insultarla por ello.
—De acuerdo, ya que soy como mi padre, ¿es por eso que vendiste a su
preciada Blackwater sin mencionarme siquiera que la vendías, porque sabías que
me opondría?
—No, Caleb. Vendí Blackwater por la razón de que era mía y podía. Tu padre
me la dio para que hiciera con ella lo que yo quisiera. —Casi no podía creerlo, pero
había visto los documentos para demostrar que estaba diciendo la verdad. ¿Por qué
papá le daría Blackwater en primer lugar, sin embargo?
Janice, por ejemplo, había sido rechazada por la tribu y nunca volvería a ser
acogida en el círculo íntimo de la sociedad de Boston. A pesar de la verdadera
orden de restricción que le impedía acercarse a sesenta metros de nosotros, me
había asegurado de que sus alas estuvieran recortadas. O bien estaba de acuerdo en
abandonar el país o enfrentarse a un desastre de juicio dentro del tribunal de
Boston. Una sala de audiencias con un montón de medios de comunicación
babeando que se encontrarían a la espera de entregar la imagen más desagradable
del día para el público ansioso, cuyo único entretenimiento era ver celebridades
salir de los rieles, ella descubrió su mierda psicótica realmente rápido. Janice podía
estar loca, pero no era estúpida. Eligió Hong Kong.
—¿Cuál es la jodida verdad que me has estado ocultando toda mi vida? —le
grité a ella.
Alivio. Sentí alivio por primera vez en treinta y un años donde mi ―madre‖
estaba preocupada. No tenía que preguntarme qué había hecho para rechazar su
amor. Ahora entendía. Finalmente todo tuvo sentido. Bloqueé a todos los demás en
la habitación. Sabía que estaba allí, pero ya no me importaba. La verdad era todo lo
que me importaba, porque no tenía nada que esconder de ninguno de ellos.
—Tu padre era tu padre, Caleb. Tú eres su hijo, pero no eres mío. —Más alivio
se derramó sobre mí al saber que toda mi existencia no era una mentira. Yo era un
Blackstone después de todo.
—Poco después de casarnos descubrí que él tenía una amante. Una de las
personas de limpieza, una chica llamada Melody Rainford, una estudiante con una
visa de trabajo de Inglaterra. Sí, ella era británica —dijo en un tono que decía que
no le importaba. Pero me mantuve callado porque quería que me contara el resto—
. Él la embarazó y tú naciste. JW estaba completamente enamorado de ella, y estoy
segura de que me habría dejado y casado con ella, si no hubiera muerto solo tres
semanas después de que tu nacieras.
Levanté mi mirada disparándole dagas a mi madre, no, espera, apuñalé con mi
mirada a Madelaine con la pregunta que no me atrevía a preguntarle.
»No, Caleb. No soy una asesina, a pesar de lo que debes estarte imaginado
justo ahora. Fue un aneurisma pos—parto lo que mató a tu madre. Es una trágica
complicación que sucede algunas veces, y resulta normalmente fatal. Tu padre
estaba devastado por perderla, pero él no se iría sin ti. Te amaba porque eres su
hijo, y quería que fueras criado como su hijo ante los ojos de la sociedad, con todos
los beneficios que vendrían con su apellido.
»Él nos trasladó a Houston por dos años para que nuestros amigos no
cuestionaran tu nacimiento después de que se anunció que te estaba esperando.
Todo estaba arreglado, incluso tu acta de nacimiento estaba alterada. Se les pagó a
las personas para que olvidaran lo que habían visto, si eran conscientes. Los buenos
sirvientes comprenden el valor de cerrar los ojos y tu padre se aseguró de que
estuvieran bien recompensados. En el momento en que volvimos a Boston, eras un
niño al cuidado de tu nana, porque estaba embarazada de los gemelos y demasiado
enferma para ser mamá. Nadie se dio cuenta. Tú te veías justo como JW, y por eso
que fuéramos tus padres fue aceptado sin duda. Las personas ven lo que queremos
que vean, Caleb. Y lo que vieron fue una familia creciendo y feliz con una madre y
un padre.
»Tu padre hizo esto por ti, Caleb. Él cumplió su promesa y a pesar de lo que
podrías creer, yo lo amaba mucho y nuestro matrimonio se fortaleció después de
nuestro tumultuoso comienzo debido a nuestro acuerdo. Hice todo lo posible por ti,
lo mejor que pude darte. No interferí en tu relación con tu padre o con tus
hermanos. Tú los amabas incondicionalmente y ellos a ti… yo podía ver eso
claramente.
Se levantó de la mesa con todo el equilibrio que yo había sabido que ella tenía
toda mi vida e inclino su cabeza hacia mí en reconocimiento. —Así que sabes la
verdad, hijo. —Se dirigió al resto de las personas en la habitación—. Por favor,
disculpen, pero debo darles la buena noche. Gracias por la cena, Caleb y Brooke,
pero de repente me siento muy cansada. —Entonces salió con la cabeza en alto.
Escuchamos la puerta abrirse y cerrarse un minuto más tarde.
No sentí la devastación que pensé que debía sentir, porque eran tonos grises,
233 ¿verdad?
Porque en realidad mi infancia había sido buena. Había sido un niño feliz. Me
había sentido amado. Nunca recuerdo haberme sentido separado de mi familia, así
que no podía culparla por haberme excluido de ninguna manera que fuera
reconocible para mí cuando era niño. Envió a mis hermanos al internado a los diez
años como a mí. Mis hermanas, también cuando fue su turno. Así que había
ocultado bien su resentimiento. Supongo que mi padre me había amado lo
suficiente por los dos. Sin embargo tenía curiosidad por mi madre biológica. Había
sido una chica británica como mi Brooke. Melody Rainford, un bonito nombre.
Quería saber más sobre ella.
—Me tienes.
Me levanté de la mesa y supe que era hora de compartir con ellos toda la
verdadera razón por la que quería que vinieran esta noche.
—Me doy cuenta de que fue un montón para todos en este momento. Para
nada lo que estaba esperando de esta noche cuando los invité a todos a venir a
compartir una nueva aventura. Así que permítanme sacar esto primero, y entonces
podemos comenzar el festival del amor, ¿de acuerdo?
Alguien rio.
Lucas rompió la tensión con—: ¡Siempre seré tu hermano menor y mucho más
caliente! —En un brindis con su botella de cerveza enfrente de la mesa, y supe que
todo estaría bien.
Respiré profundamente.
—Sé que lo haces —le dije antes de regresar para terminar lo que quería decirle
al resto de ellos—. Un mundo donde se hacen buenos esfuerzos para ayudar a
aquellos que lo necesitan desesperadamente. No muchos tienen los recursos y las
bendiciones financieras en las que nací, así que quería devolver algo de eso.
Blackwater se ha vendido, sí, pero no a cualquier persona, y no fuera de esta
familia. El socio silencioso en la escritura es realmente una organización sin fines
de lucro que creamos llamada Santuary en Blackwater. Y no estoy hablando de un
santuario para la vida salvaje. Recientemente fue aprobado para una licencia
comercial del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Massachusetts, y
comenzará a avanzar con operaciones tan pronto como una junta directiva haya
sido nombrada. Ahí es donde entran todos ustedes. —Me enfoqué en mi hermana,
Winter nació para este trabajo. Esperaba que ella asumiera el cargo de directora,
pero si fuera su decisión no aceptar, entonces estaría bien con eso, también. Esto
sería un trabajo de amor por todos los ángulos y solo para aquellos que estaban
inspirados. Simplemente quería ofrecer a mi familia la primera oportunidad de
involucrarse con el proyecto antes de salir a la comunidad.
Los ojos de Brooke nunca dejaron los míos cuando le hice el amor después de
que todos se fueron. Necesitaba la conexión con ella más que nunca después de las
noticias que había recibido esta noche. Ella me aterrizaba de una forma que no me
daba cuenta era necesario para mi futura supervivencia. Lo que fuera que había
pasado antes no me definía, y no me cambiaba como la persona en la que me
convertiría. Solamente Brooke había sido capaz de hacer eso.
Con nuestros cuerpos encendidos yaciendo uno al lado del otro, le hablé a su
vientre, el cuál ahora estaba visiblemente redondeado con nuestro pequeño John
William creciendo rápido dentro de ella. —¿Cómo estás ahí, hijo? —pregunté.
—Él dice que está muy orgulloso de su papi por ser tan generoso y caritativo al
ayudar a aquellos que lo necesitan. —Brooke siempre contestaba por Johnny, y de
236 alguna manera le creía que eran las palabras de él. Toda la cosa era ridículamente
creíble para mí.
—Es un chico muy agradable… y gran negociador como su padre por lo que
puedo decir.
—Te amo, Brooke. Y te amo, Johnny —le llamé hacia abajo a él en dirección
al vientre—. Solo creo, que él ya ha comenzado a conocer el sonido de nuestras
voces…
Besé a mi dulce Brooke y le di las gracias por salvarme de todas las maneras
posibles. Tomaría el resto de mi vida probablemente, pero estaba preparado para el
desafío. No tenía nada más importante que hacer… que amarla.
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Sobre la autora
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Raine Miller ha estado leyendo novelas románticas desde que recogió el primer
libro de Barbara Cartland a la tierna edad de trece años. Y es una apuesta segura
que nunca se detendrá, ¡porque ahora ella también los escribe! De acuerdo, las
historias de Raine son lo suficientemente atrevidas como para volver a la señora
Cartland en su tumba, pero a su manera de pensar, un héroe sexi nunca pasa de
moda. Una ex maestra, ahora está escribiendo historias de romance sexi a tiempo
completo. Tiene un guapo príncipe como marido, dos hijos brillantes y dos galgos
italianos hinchados para llevarla de vuelta al mundo real si la escritura la lleva
demasiado lejos. Sus hijos saben que le gusta escribir historias, pero con gratitud
nunca pidieron leer ninguna, ¡gracias a Dios! A Raine le encanta escuchar a los
lectores y conversar sobre los personajes de sus libros. Puede ponerse en contacto
con ella en raine_miller@ymail.com o visitar www.RaineMiller.com para
suscribirse a las actualizaciones y su boletín de noticias con enlaces a los próximos
libros. Únete a nosotros en Facebook en el grupo Raine Miller Romance Readers
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