You are on page 1of 3

PLANTEL

EDUCEM CAMPUS MAZATLÁN

PROGRAMA EDUCATIVO

LICENCIATURA EN CRIMINOLOGÍA

ALUMNO

ABRAHAM FELIPE GRANDE BELLO

MATERIA

TRATAMIENTO PENITENCIARIO Y POSTPENITENCIARIO

MATRÍCULA

X000000056

FECHA DE ENTREGA: 26/03/2022


REPORTE DE LECTURA

En su artículo, el autor, busca explicar dos leyes que parecen dominar la


evolución del castigo del sistema represivo, de cómo las penas por la
comisión de delitos sufrieron a lo largo de la historia dos tipos de cambio,
cuantitativos y cualitativos.

Al explicar la primera ley, el autor distingue cómo las penas se suavizan a


medida que se pasa de sociedades inferiores a sociedades más elevadas.
Esta ley se refiere al monto o cantidad del castigo. Se puede explicar este
suavizamiento de las penas, por el suavizamiento paralelo de las
costumbres, es decir, cada vez tenemos más repulsión a la violencia y, por
lo tanto, las penas violentas, nos inspiran una repugnancia creciente, por
esta razón puede parecer que tenemos mayor simpatía con el criminal que
con la víctima. Se categorizan dos formas de criminalidad, una contra cosas
colectivas y otra contra los individuos.

La primera se puede llamar criminalidad religiosa porque los atentados


contra la religión son la parte más esencial y porque los crímenes contra las
tradiciones y los jefes de Estado tienen siempre, más o menos, carácter
religioso, a la segunda se le puede llamar criminalidad humana. En las
sociedades menos desarrolladas los crímenes contra las cosas colectivas o
religiosos, parecen más ofensivos porque atentan contra sujetos superiores
y por lo tanto el castigo es mayor.

A medida que las sociedades se van desarrollando, estas se enfocan más en


el individuo y por lo tanto los crímenes dirigidos hacia ellos, la represión se
va haciendo menos violenta ya que no existe distancia entre el ofensor y el
ofendido, ya que ambos comparten la humanidad.

Para explicar la segunda ley el autor dice que la pena que implica la
privación de la libertad, no aparece en la historia sólo más que como medida
preventiva, y asume más tarde un carácter represivo y se convierte
finalmente en el tipo mismo de la pena. Esta evolución de la detención como
pena, se debió a las condiciones materiales para poder construir
establecimientos carcelarios, las formas más duras de castigo fueron las que
primero se suavizaron hasta desaparecer y las penas menos graves como la
propia detención, empezaron a tomar un rol más importante en el derecho
penal, esta última, no era siquiera considerada como pena realmente, sino
que era la condición para que se llevara a cabo el verdadero castigo.
Además de asumir un rol más relevante, las penas menos graves, se les
quito las penas adicionales que se incorporaban como los trabajos forzosos.

Si las penas son más suaves hoy que antes, no es porque las antiguas
instituciones penitenciarias hayan perdido su rigor, sino porque fueron
reemplazadas por instituciones diferentes con objetivos diferentes, las
causas que formaron las antiguas y las actuales no son iguales, y el cambio
de mentalidad del ser humano ha propiciado el establecimiento de penas
diferentes a las anteriores.

Referencias

Dos leyes de la evolución penal. Recuperado de:

https://www.scielo.br/j/ccrh/a/MTTH8xPTbhQQPJSGBKRTcJc/?lang=es

You might also like