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Clase 1 - Guion - Intro
Clase 1 - Guion - Intro
PRIMER ACTO:
CÓMO ESCRIBIR UN GUION
DOCENTE: ALEJANDRO TURNER
CLASE 1
Otra gran diferencia con otros textos tiene que ver con el modo en el que
funciona el lenguaje en un GUION, donde siempre está para indicar algo,
para pedir, para señalar, para describir. Por lo tanto es un lenguaje que no
tiene un valor en si mismo sino más bien una función. Su virtud no será la
belleza: será su precisión para indicar con la mayor claridad que se pueda lo
que quiero que se vea o se escuche en la película.
Una tercera gran diferencia es el uso del tiempo. Un texto dramático (cine,
teatro, televisión) siempre se escribe en función de un tiempo. Lo primero
que sabemos cuando nos encargan un GUION es cuánto debe durar. A veces
es, incluso, lo único que sabemos. A partir de un principio que suele
funcionar (una página = un minuto de pantalla) podemos imaginar entonces
cuánto debemos escribir para que quede ese material. Nadie dice, en
cambio, “voy a escribir una novela de 200 páginas”. Este uso del tiempo
emparenta al GUION más con la música que con la literatura. Y pide una
organización temporal de todo lo que va a suceder: en qué orden lo veremos,
cuándo sucederá cada cosa dentro de mi línea temporal y cuánto va a durar.
A esta organización la llamamos ESTRUCTURA.
Finalmente, la otra gran diferencia que existe entre el GUION y otros textos
es el Montaje. Esta forma de sucederse las imágenes y las escenas en una
película es la verdadera novedad del cine. Una imagen en movimiento es un
adelanto técnico, pero lo que realmente crea un “nuevo lenguaje” es el
descubrimiento de los diferentes sentidos que adopta una secuencia según
vaya combinando esas imágenes, esos planos, esas escenas. Este lenguaje,
aunque lo tengamos totalmente internalizado porque somos espectadores
desde que nacemos, es una convención que aprendimos. Leamos este
fragmento del libro LA PELÍCULA QUE NO SE VE, también de Carriere.
Un hombre en una habitación cerrada se aproxima a la ventana y mira al
exterior. Otra imagen, otro “plano”, sigue al primero y nos muestra ahora la
calle. En esta calle vemos a dos personajes: la esposa del hombre y su
amante, por ejemplo.
Si tras el plano del rostro descompuesto del hombre, aparece una imagen
que nos lo muestra en una habitación estrangulando salvajemente a su
mujer, podemos creer que se trata de una realidad, que estamos viendo la
habitación conyugal unas horas más tarde. Y que allí se está desarrollando
el previsible drama. Pero si después de este plano de la habitación,
volvemos a la imagen del rostro descompuesto, al marido que mira por la
misma ventana y ve a los mismos personajes por la calle, comprenderemos
por una especie de instinto secreto, que la escena del estrangulamiento no
era real, que estaba allí sólo para indicar un pensamiento del atribulado
marido, un deseo secreto, un plan que aún no se convirtió en realidad. (…)
Podría utilizarse incluso un procedimiento mecánico, hacer temblar la
imagen, o disolverla lentamente, o sumirla en una nebulosa, y esta
diferencia de aspecto, tan ingenua, tan elemental como nos parece hoy en
día, sería suficiente para indicar a ciertos públicos el paso provisional de lo
real a lo imaginario.
Les dejo además un link con una reseña que hice del libro y su
autor: http://puntodegiro-argentina.blogspot.com/2016/02/inesperado-
e-inevitable-10-consejos-de.html
DISEÑO CLÁSICO