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Comunicación
Comunicación
4. COMUNICACIÓN:
Considero la comunicación como una de las necesidades básicas del hombre, por
pertenecer a una sociedad.
Una de las preguntas más frecuentes que nos hacen a los profesionales que trabajamos
con personas sordociegas es ¿cómo se comunica con un niño sordociego?
Un niño con residuo auditivo, que usa un audífono, puede llegar a beneficiarse del habla
y lengua de señas como sistemas de comunicación.
Un niño con residuo visual puede recibir comunicación a través de la combinación de
objetos, dibujos o lengua de señas. La información táctil también puede ser usada, a
través de claves táctiles o lengua de señas táctiles.
Para algunos niños, los modos de comunicación simbólicos como objetos de referencia,
dibujos o señas son muy difíciles. Estos niños pueden comunicarse a través de formas
no simbólicas como movimientos, sonrisas, guiño del ojo o el llanto. Es importante
aprovechar estas formas de comunicación e interpretarlas, dándole al niño la retro
alimentación que conlleva a la comunicación.
Cada niño tiene “su” modo de comunicarse, sin que existan tantos sistemas de
comunicación como niños sordociegos, muchos pueden tener un sistema común.
Tampoco es que un mismo modo de comunicación sea funcional para todos los
alumnos sordociegos.
La decisión para la selección de los modos de comunicación debe ser usada
dependiendo de cada caso, siempre buscando la fluencia de la comunicación, que sea
fácil y motivante para el niño.
Algo que decir: Los niños con sordoceguera frecuentemente no tienen interés en tópicos
de conversación. Ellos necesitan tener temas e intereses que compartir con un
compañero. Los padres y profesores deben buscar diversas experiencias significativas
que logren generar curiosidad y crear una necesidad de compartir información, por
ejemplo las experiencias reales, más que cualquier otra cosa, son oportunidades muy
buenas.
A quien hablarle: Para comunicarse se necesita otro. Este “otro” puede ser un padre, una
madre, un profesor, un hermano, un amigo, o alguien a quien acabas de conocer.
Los niños sordociegos tienen un número reducido de compañeros (otros) con quien
hablar; a no ser, que sea motivado a conocer personas y comunicarse en un ambiente
significativo, ya que por lo general los niños sordociegos no desarrollan la habilidad de
buscar a personas a su alrededor, para conversar.
La forma más fácil de iniciar comunicación, es imitando las conductas de los niños. Esto
lo hacen las madres con los bebes en los primeros meses de vida.
Otras formas pueden ser iniciando un movimiento e interrumpirlo, para dar así al niño, la
oportunidad de solicitar de nuevo el movimiento.
También puede iniciarse preguntando a la madre que es lo que más le gusta al alumno
realizar esta tarea o acción parar y esperar una respuesta por parte suya.
Algunas veces el alumno necesita tiempo para contestar y esta respuesta puede no ser
clara: quizás sea un movimiento corporal, una sonrisa, una mirada, un llanto, debemos
estar muy alertas a cualquier tipo de respuesta.
Esta será la única forma de comunicación de algunos alumnos, que están más
comprometidos intelectual o físicamente, involucrando su desarrollo en general, sin
poder llegar a la representación del pensamiento y a la simbolización de una lengua.
Ellos aprenden que sus respuestas tienen significado, cuando el adulto actúa de
inmediato y tomarán la iniciativa para comunicarse, ya que hay retroalimentación, se da
una forma de turnos (yo respondo, tu respondes, yo hago, tu haces).
Las actividades se deben realizar con el niño para que participe, aprenda e interactúe, se
involucre.
La aproximación hacia el alumno debe ser de frente, diciendo el nombre del niño y del
adulto (hola X soy....) y con la informacion tactil como tocar sus manos, para dejarle
saber que usted esta ahi, tocando el objeto que lo identifica, como su cabello o un
elemento que use (pulsera, aretes, etc).
Necesitamos tener en mente que la ausencia de audición y visión crea una dificultad en
las experiencias de vida de los niños sordociegos.
La falta de una estructura es una característica común de estos niños cuya vida algunas
veces es caótica e impredecible. (Isabel Amaral)
Algunas estrategias que apoyan la comunicación y el aprendizaje son:
La Anticipación:
Las rutinas:
Táctiles: en paredes y pisos, de manera que de información, por ejemplo en la pared que
encuentra cierta textura, es el que usamos para trabajar con las manos, si es el de la
textura de baldosa fría es el baño. En el piso si encuentra tapete es el salón de trabajo y
si es en madera, el comedor o baldosa el patio.
Las ayudas táctiles permiten sensaciones de seguridad para los desplazamientos del
alumno, además de darle una orientación espacial.
Debemos enseñar al alumno que las actividades tienen un principio y un final. Recuerde
que para ellos los cambios no son fáciles de asimilar, pero que con anticipaciones, llegan
a entender que todo tiene un final.
“El grado de estructuración que requiere en un entorno, puede estar determinado por las
necesidades del niño y los objetivos de su aprendizaje” (Best, T, 1998)
Establezca, aunque tome tiempo, una relación de confianza, un vínculo, esto es básico
para desarrollar la comunicación. Incluyendo seguir el ritmo del alumno, motivarlo y
esperar que responda, verificando que este seguro y tranquilo todo el tiempo.
Los contrastes visuales son importantes, ayudan a recibir información. Busque lugares
en donde la estimulación visual y auditiva sean adecuadas.
Recuerde que la sobre estimulación puede traer influencias negativas en las conductas
de cualquier niño, lo confunde.
Asegúrese que la información táctil utilizada en ausencia de otra estimulación sensorial,
sea cuidadosamente controlada, de manera que el niño no se asuste ni se sobresalte.
Sea consistente:
Cuando el niño entiende que un objeto representa una acción, puede añadirse otro
objeto que indique otra actividad, siempre dentro de las rutinas, recordando que son
medios de anticipación y simbolización de la comunicación.
“Cuando el niño este familiarizado con una secuencia de acontecimientos dentro de una
actividad, entonces el adulto puede demorar un elemento de la secuencia introduciendo
una pausa. Existe la posibilidad que el niño entonces haga un intento para que la
secuencia continúe, por ejemplo, ir a buscar la mano del profesor o dar alguna muestra
de frustración. En esta etapa, hay oportunidad de usar esta respuesta para presentar
una acción que el niño puede hacer para lograr que la secuencia continúe. Tal acción se
convierte en un signo, quizás con un significado de “por favor, continúa”, “quiero más” o
incluso “quiero la acción siguiente”.
Con el error en donde corresponde, el adulto puede también cambiar un elemento de la
secuencia, con la esperanza que el niño note la modificación y trate de encontrar una
manera de restablecer el orden original de los sucesos.” (Best T, 1998)
Los padres y profesores deberían usar los calendarios como una forma de apoyar la
anticipación e informar al niño de los eventos predecibles, o por lo menos dejarle saber
que el evento que seguiría, no se puede realizar.
Los calendarios sirven para apoyar la interacción comunicativa porque los niños y los
adultos pueden crear una comunicación basada en el calendario, discutir que hacer, que
materiales se necesitan, a donde ir para una actividad en particular, etc.
El uso de los calendarios apoya el desarrollo de conciencia del tiempo, y ayuda a crear
los sentimientos de seguridad y éxito, al ayudarles a entender como esta organizada su
vida y que se espera de ellos de acuerdo a esta organización.
Cuando ya comprende que este cartón con un “pedazo” del objeto y una letra,
representa una actividad a realizar y lo tome para solicitar una acción o iniciar la
comunicación, y si existe un residuo visual funcional, se puede utilizar una fotografía
clara y única del objeto que representa la acción (cuchara, jabón) o un dibujo que
represente la misma, iniciando otra forma simbólica de comunicación.
Se recomienda siempre utilizar habla, señas, objetos, dibujo o fotos para comunicarse.
El trabajo con niños sordociegos o con retos múltiples exige un sistema de planificación,
comunicación y actividades muy diferentes al del resto de población con discapacidad.
Para poder elaborar una planificación funcional que cumpla con las expectativas de la
familia y considere los potenciales de cada alumno, el sistema de planificación a futuro o
mapas juega un papel importante en este proceso.
Agotado el tema anterior, se continuará explorando cuáles son los gustos del
niño. Para esto se irá escribiendo en caritas alegres todas las actividades,
alimentos, juguetes, lugares o personas que le gusten al niño. De la misma
manera estas caritas alegres se irán pegando alrededor del dibujo inicial.
MEDIADORES:
“Un mediador es una persona con una entrenamiento especial en sordoceguera que
trabaja uno a uno con un niño o joven sordociego. El mediador esta presente
constantemente en la vida del niño y le ayuda a tener acceso al mundo que lo rodea. Los
mediadores no trabajan solo, hacen parte del equipo de profesionales o de la escuela en
que el niño esta inmerso.”15
“El mediador es la persona que brinda apoyo individual a un niño o joven sordociego o
multipleimpedido para permitir una comunicación efectiva y una recepción de información
clara. El rol de un mediador es permitir que el niño aproveche las experiencias sociales y
de aprendizaje y así obtenga un mejor acceso a su entorno.” 16
13
BONILLA Diana
14
McInnes John, a guide to planning and support for individuals who are deafblind
15
Malloy, Peggy. (2000). Deaf-Blind Perspectives. Intervener Update. Fall 2000. pg. 6
16
Children Special Interest Group. Guidelines on Intervention in Schools for Deafblind/multi-sensory-
Impaired Children.
Según Natalia Molina, Fonoaudiologa Colombiana en documento sin editar escrito para
el programa Ideas dia a dia de bBogota, en 2007
“Mientras que los niños reciben un gran flujo de información proveniente del ambiente sin
realizar ningún esfuerzo, los niños con sordoceguera deben realizar un gran trabajo para
atender, juntar, interpretar y sintetizar la información. Ellos no pueden aprender lo que no
detectan, y no son conscientes de lo que se están perdiendo. Son incapaces de acceder
a información suficiente para entender lo que pasa a su alrededor y experimentar éxito y
control sobre su ambiente. La confusión y frustración resultante frecuentemente se
convierte en comportamientos agresivos y aislados. Sus días son llenos de sensaciones
más que de información.
El servicio de un mediador puede ser necesario para proveer un apoyo constante para el
niño con sordoceguera. El apoyo uno a uno es de gran importancia para muchos niños y
jóvenes sordociegos, pues ellos requieren un alto grado de consistencia, confianza y
habilidades antes de poder interactuar con diferentes compañeros para la comunicación.
El mediador tiene un papel clave al facilitar la comunicación con los demás, incluyendo la
familia, pares, miembros del equipo de trabajo. Las experiencias comunicativas exitosas
con este circulo de personas en el que esta inmerso el niño / joven, hará que este
continúe su interacción.
Muchas de las interacciones de las personas sordociegas pueden ser confusas o sin
ningún propósito. Sienten que no tienen poder y que están a la merced de otros. No
forman lazos sociales ni desarrollan relaciones humanas positivas. Esta deprivación
social puede convertirse en estrés, lo cual se manifiesta en agresión, depresión y auto
agresión.
Un mediador apoya la construcción de puentes o lazos hacia otros. La habilidad del niño
para establecer relaciones positivas con otros, determinará el éxito en el aprendizaje y el
aumento de la calidad de vida. Las personas que trabajan con personas sordociegas
deben, primero que todo, ser capaces de leer y decodificar sus respuestas. Estos niños
crean confianza al ser entendidos, y ellos saben que personas realmente los entienden”
Proyectar los programas de enseñanza cubriendo todas las áreas de desarrollo que van
a ser desarrolladas por la persona apropiada. Ejemplo: maestro, mediador, etc.
apoyar al “mediador”, especialmente con cualquier problema práctico que se presente en
el día a día en el trabajo con la persona sordociega en un ambiente integrado.
asegurar que los caminos o lugares para movilizarse sean establecidos dentro del
establecimiento y sus alrededores.
asegurar el mantenimiento de la información en los avances de desarrollo, tales como
adaptaciones a la lengua de señas, la utilización de los objetos de referencia, etc.
asegurar que el “mediador” no dé responsabilidades adicionales como convertirse en
supervisor del comedor o el toilette, etc.
proveer informes y opiniones para las revisiones anuales, resumen comunitario de
planes de cuidado, etc.
negociar con el resto del establecimiento cuando existan cambios en el ambiente o
rutinas que son necesarias.
organizar el horario.
trabajar con otros profesionales tales como fisioterapistas, terapistas del lenguaje y
maestros itinerantes, asegurando que la persona es tratada como un todo, en su unidad,
evitando las visiones fragmentadas de sus impedimentos.
Jenny Fletcher
Noviembre de 1996.
Traducción/Interpretación Beatriz Zoppi – junio de 2005.
Quienes presenta estas conductas inadecuadas, son por lo general personas quienes
NO pueden expresar sus necesidades o sus deseos con un código de habla, con señas
o usando objetos, por que no tienen claros estos sistemas, ya que no los han aprendido
o no los comprenden, o no saben como hacerlo; entonces muestran conductas
inadecuadas o los llamados problemas de conducta en forma constante como son:
morderse, arañarse, gritar, llorar, mover la cabeza, presionarse los ojos, para
comunicarse.
Este tipo de conductas, con las cuales llegan a hacerse daño a si mismo o a otros, que
generan rechazo por parte de quienes estamos a su alrededor, se presentan a veces
cuando hay dolor, sueño, frustración, confusión, aburrición, en momentos en los cuales
quieren decir “no quiero esto”, al no permitir la comunicación, interfieren con los
aprendizajes y evolución general.
Algunas veces el problema esta en los adultos que trabajamos o vivimos con este niño
especial, porque no comprendemos que quiere decirnos al empezar la conducta, por lo
general el alumno quiere decir algo, la conducta tiene una razón de ser.
El saber que es lo que nos comunica, NO ES FACIL, requiere conocer al niño, sus
necesidades antecedentes, es un juego de “adivinar” que pasa.
Equivocadamente los adultos cuando se inicia esta situación (el niño se muerde o
muerde, se araña, grita, se golpea) atendemos al niño para evitar que continúe
haciéndolo, y no lo hacemos en momentos en los que no lo realiza, de manera que
REFORZAMOS SIN QUERER, esta conducta que llamaré “negativa
Podemos decirle “No hagas eso”, pero le ofrecemos una alternativa para que comunique
sus necesidades de una mejor manera?, Por lo general no, entonces se genera un
“circulo vicioso” en donde el niño sé agrede y recibe atención y así se refuerza en forma
negativa, hasta que se instaura esta conducta (el alumno lo aprende).Se da esta
situación de “pataletas” en niños que ven y oyen y tienen un sistema de comunicación
con los padres que es claro para todos. Recuerde cuantas veces ha visto en la calle un
niño “haciendo pataleta” a la mamá, por que no le da gusto. Lo que sucede es que como
se entienden entre la madre y el hijo, esta situación es más “fácil” de solucionar. Muchas
veces se le presenta una alternativa y ambos quedan felices, paso el problema. ¿Pero si
no sabemos que es lo que sucede? ¿Si no podemos ofrecer esta alternativa?
La idea que la autora quiere comunicarle a los lectores es que estas conductas que
presentan los niños, son acciones que quieren decir que algo les pasa, no lo “hacen por
que sí”, muchas veces por que tienen sueño, están mojados, tienen hambre, están
aburridos, quieren llamar la atención, etc.
Podemos evitar llegar a esto, si nosotros como padres o profesores hemos establecido
un horario y unas rutinas para ellos, al igual que para otros miembros de la familia.
Quizás no nos demos cuenta que a los otros hijos, también les tenemos rutinas: se
despiertan en la mañana y toman desayuno, luego se bañan y se visten y salen al
colegio o juegan. Los niños o jóvenes que tienen posibilidades de hablar o hacer señas,
pueden venir y dejarnos saber que es lo que quieren; los llamados niños
multipleimpedidos o sordociegos no lo pueden hacer de esta forma, y por eso hacen lo
que nosotros los adultos llamamos “ pataleta” .
La mayoría de las veces estas “pataletas” tienen un significado, quieren decirnos algo.
No es fácil saber que es lo que quieren decir, debemos explorar, según cada niño, sus
rutinas, su salud, situaciones anteriores a que inicie la “pataleta”, etc.; para saber que
puede ocasionarla y así lograr evitarlo.
Hay situaciones que nos dan miedo, y la transmitimos, generando una pataleta de
angustia; por ejemplo: si el utilizar un ascensor nos da pánico, y sin embargo tenemos
que hacerlo por que no vamos a subir nueve pisos, no debemos subir con el niño alzado,
es preferible que alguien que no se atemorice lo suba al ascensor y no quien le da
miedo. Por que le trasmitimos este sentimiento y llegará con la pataleta el sitio donde
vamos y si nos salimos y bajamos seguirá, por que hay que volver a tomar el ascensor.
Decía que algunas veces, estas conductas son para comunicar, otras, según Virginia
Von Malachowsky “ son por causas biológicas como: enfermedades o síndromes (por
ejemplo síndrome de Lange, que tiene una relación con agresión en un 75% de los
casos o Lanch-Neyan y Retts), por imbalance hormonal en niño rubeólicos, períodos
menstruales, por alergias, problemas psiquiátricos (imbalances químicos cerebrales),
epilepsia, dietas, liberación de endorfinas (se golpea tanto que se vuelve adicto a
golpearse, cambiando la endorfina en el cerebro, sin llegar a sentir dolor) por eventos
externos: demandas de lo que quiere, cambios de reglas, razones emocionales como
miedo, frustración, tristeza, ansiedad o cambios de personal que atiende el niño”. (Curso
de Sense Internacional, 1996, documento sin editar).
Para saber manejar estas situaciones, se debe partir de la base de la OBSERVACION y
el ANALISIS, saber cuándo se da y ante que circunstancias, que personas están
presentes, además es importante saber:
Puede darse por ejemplo que la conducta se presente cuando no se le da gusto, al llegar
a cierto sitio, cuando esta enfermo o que después aparezcan los síntomas o que haya
una persona nueva alrededor del niño, que no conoce su forma de comunicación.
En general para estos niños los cambios son muy difíciles de asimilar, para ellos la
estabilidad y seguridad que pueden tener en un momento dado en cierta posición, es
muy agradable y no es fácil entender que en otra circunstancia tendrán lo mismo.
Generalmente estos cambios les producen angustia, que la manifiestan a través de las
conductas que estamos mencionando, entonces lo que se debe hacer en estos casos es
cuando vaya a cambiar de actividad, por que debe ir a otra parte, por que debemos salir
de donde estamos, etc. Es anticiparle unos cinco minutos antes de cambiar de actividad,
advertirle con voz o con señas “un poquito más y nos vamos” o “ ya casi vamos a entrar”
o de alguna manera que el alumno sepa que va a suceder, se cambiará la acción.
Esto le ayuda a entender y se evita la pataleta, si esta es la causa, que resulta ser
muchas veces, por que el o ella no quieren que se terminen las cosas en donde se
siente agradado o seguridad.
Si después de aplicar esta anticipación verbal o con señas, deja de hacer las pataletas
por los cambios, deberá felicitarlo.
¿QUE HACER?
Otras respuestas pueden ser tan amplias y difíciles como cada caso en particular. En mi
experiencia, basada en los aprendizajes y buenos respuestas al realizar este análisis, he
visto con resultados positivos que se pueden CAMBIAR algunas conductas
“antisociales”, por formas más adecuadas de comunicación, que a su vez permiten que
la atención de ambos adulto y niño puede ser enfocados en otros aprendizajes de
comunicación y lleguen a avanzar en sus objetivos.
Si lo que descubrimos es que se muerde cuando esta solo, tratemos de evitar que este
sin compañía en lo posible o expliquémosle: en este momento té quedas solo, pero ya
vengo. Quizás la primera vez no lo entienda, pero con el tiempo, lo comprenderá.
Si las conductas agresivas se presentan antes de dormirse, por ejemplo es un niño que
presenta trastornos de sueño y no ha dormido la noche anterior, se pone agresivo,
debemos tratar de organizar esto (ver capitulo de horario de sueño) o facilitarle las
circunstancias para que duerma.
Situaciones como por ejemplo, el niño llora o vomita solo cuando llega al programa
escolar, quiere decir que algo esta sucediendo allí que no le agrada. Puede ser que en el
programa escolar “le exigen aprendizajes y realizar actividades”, mientras en la casa
puede estar todo el tiempo sin hacer nada, como es otra experiencia observada por la
autora.
Al identificar que ocasiona la conducta, se le debe tratar de solucionar en lo posible si es
por factores remediables que dependerán en cada caso y recompensarle la nueva
conducta.
Por ejemplo si antes mordía por llamar la atención del adulto, y ahora busca la mano
para este mismo fin, se debe felicitar o reforzar atendiendo inmediatamente su llamado y
no reforzar la conducta inadecuada, para que desaparezca.
No quiere decir que debamos incitar la conducta, o esperar a que la manifieste, por que
sea una manera de comunicación. Es exactamente el contrario, debemos evitar que se
presente, por ejemplo si es un niño que grita para llamar la atención, debemos ofrecerle
otra alternativa, por ejemplo:
Buscamos una actividad que le agrade y le “negociamos” el continuar esta actividad si...
por ejemplo en vez de gritar, levanta la mano.
Tuve esta experiencia con un niño que “solo gritaba 24 horas”, jugando a realizar
actividades en un gimnasio, le propuse continuar si quería, levantando la mano y así
logramos una interacción de 90 minutos, sin un solo grito.
“Tenga en cuenta que entre más tiempo haya estado presente la conducta, será más
difícil cambiarla” (Von Malachowsky Virginia, 1996).
Puede suceder también que las conductas solo se presenten en casa y no durante la
asistencia a la escuela o al programa. Esto se da por que en casa NO tienen una rutina,
no debemos volver la casa un programa escolar, pero si podemos procurar ciertas
rutinas y estructura; tratando de evitar se presenten estas situaciones.
Quizás si tenemos la posibilidad de encontrar ayuda de una persona externa o
establecer “horarios”, en donde cada miembro de la familia colabore por un tiempo, esto
puede ayudar.
Algunas veces el problema esta en los adultos que trabajamos o vivimos con este
niño especial, porque no comprendemos que quiere decirnos al empezar la
conducta, por lo general el alumno quiere decir algo, la conducta tiene una razón
de ser.
El saber que es lo que nos comunica, NO ES FACIL, requiere conocer al niño,
sus necesidades antecedentes, es un juego de “adivinar” que pasa.
Equivocadamente los adultos cuando se inicia esta situación (el niño se muerde o
muerde, se araña, grita, se golpea) atendemos al niño para evitar que continúe
haciéndolo, y no lo hacemos en momentos en los que no lo realiza, de manera
que REFORZAMOS SIN QUERER, esta conducta que llamaré “negativa” .
Podemos decirle “No hagas eso”, pero le ofrecemos una alternativa para que
comunique sus necesidades de una mejor manera?, Por lo general no, entonces
se genera un “circulo vicioso” en donde el niño sé agrede y recibe atención y así
se refuerza en forma negativa, hasta que se instaura esta conducta (el alumno lo
aprende).
La idea que la autora quiere comunicarle a los lectores es que estas conductas
que presentan los niños, son acciones que quieren decir que algo les pasa, no lo
“hacen porque sí”, muchas veces por que tienen sueño, están mojados, tienen
hambre, están aburridos, quieren llamar la atención, etc.
No es fácil saber que es lo que quieren decir, debemos explorar, según cada
niño, sus rutinas, su salud, situaciones anteriores a que inicie la “pataleta”, etc.;
para saber que puede ocasionarla y así lograr evitarlo.
Hay situaciones que nos dan miedo, y la transmitimos, generando una pataleta
de angustia; por ejemplo: si el utilizar un ascensor nos da pánico, y sin embargo
tenemos que hacerlo porque no vamos a subir nueve pisos, no debemos subir
con el niño alzado, es preferible que alguien que no se atemorice lo suba al
ascensor y no quien le da miedo. Porque le trasmitimos este sentimiento y llegará
con la pataleta el sitio donde vamos y si nos salimos y bajamos seguirá, porque
hay que volver a tomar el ascensor.
Decía que algunas veces, estas conductas son para comunicar, otras, según
Virginia Von Malachowsky “ son por causas biológicas como: enfermedades o
síndromes (por ejemplo síndrome de Lange, que tiene una relación con agresión
en un 75% de los casos o Lanch-Neyan y Retts), por imbalance hormonal en niño
rubeólicos, períodos menstruales, por alergias, problemas psiquiátricos
(imbalances químicos cerebrales), epilepsia, dietas, liberación de endorfinas (se
golpea tanto que se vuelve adicto a golpearse, cambiando la endorfina en el
cerebro, sin llegar a sentir dolor) por eventos externos: demandas de lo que
quiere, cambios de reglas, razones emocionales como miedo, frustración,
tristeza, ansiedad o cambios de personal que atiende el niño”. (Curso de Sense
Internacional, 1996, documento sin editar).
En general para estos niños los cambios son muy difíciles de asimilar, para ellos
la estabilidad y seguridad que pueden tener en un momento dado en cierta
posición, es muy agradable y no es fácil entender que en otra circunstancia
tendrán lo mismo.
Generalmente estos cambios les producen angustia, que la manifiestan a través
de las conductas que estamos mencionando, entonces lo que se debe hacer en
estos casos es cuando vaya a cambiar de actividad, por que debe ir a otra parte,
por que debemos salir de donde estamos, etc. Es anticiparle unos cinco minutos
antes de cambiar de actividad, advertirle con voz o con señas “un poquito más y
nos vamos” o “ ya casi vamos a entrar” o de alguna manera que el alumno sepa
que va a suceder, se cambiará la acción.
Esto le ayuda a entender y se evita la pataleta, si esta es la causa, que resulta
ser muchas veces, por que el o ella no quieren que se terminen las cosas en
donde se siente agradado o seguridad.
Si después de aplicar esta anticipación verbal o con señas, deja de hacer las
pataletas por los cambios, deberá felicitarlo.
¿QUE HACER?
Otras respuestas pueden ser tan amplias y difíciles como cada caso en
particular. En mi experiencia, basada en los aprendizajes y buenos respuestas al
realizar este análisis, he visto con resultados positivos que se pueden CAMBIAR
algunas conductas “antisociales”, por formas más adecuadas de comunicación,
que a su vez permiten que la atención de ambos adulto y niño puede ser
enfocados en otros aprendizajes de comunicación y lleguen a avanzar en sus
objetivos.
Situaciones como por ejemplo, el niño llora o vomita solo cuando llega al
programa escolar, quiere decir que algo esta sucediendo allí que no le agrada.
Puede ser que en el programa escolar “le exigen aprendizajes y realizar
actividades”, mientras en la casa puede estar todo el tiempo sin hacer nada,
como es otra experiencia observada por la autora.
“Tenga en cuenta que entre más tiempo haya estado presente la conducta, será
más difícil cambiarla” (Von Malachowsky Virginia, 1996).
5. ALIMENTACION:
Esto mismo pasa con nuestros “alumnos”, algunos comen sin problema pero para otros
es un conflicto o deben ser alimentados por sonda. Si la alimentación es vía oral: y hay
un cambio para pasar de alimentarse con tetero a cuchara, lloran, no reciben, escupen,
sienten la angustia de la persona que les alimenta, por lo cual finalmente siguen llorando
porque no ha sido satisfecha la necesidad, entonces preferimos para que “no queden
con hambre” volver a darle la comida que ya conoce (tetero).
Al ofrecerle la misma comida se genera un circulo vicioso, porque no aprende a conocer
otros sabores, otros elementos utilizados para alimentarse, y esto sigue hasta edades
que no deben al recibir solamente líquidos de un tetero, sin permitir su desarrollo.
No quiero decir que sea una tarea fácil, los educadores, llámense padres, abuelos,
profesionales, hermanos necesitamos armarnos de paciencia, amor y voluntad estando
en nuestro mejor estado de ánimo para hacerlo. Implica tiempo como todos los
aprendizajes, pero con persistencia, amor, voluntad, anticipación y rutinas, consistencia
en la enseñanza.
Aprenden entendiendo que para ellos no es fácil sentir nuevos sabores, pero ellos
pueden llegar a alimentarse como los demás miembros de la familia, sin que tenga que
estar por años haciéndoles dieta especial, y las madres pasen todo el día en la cocina
por esto.
Alimentación materna:
¿Si pensamos que una madre esta en una situación muy triste, decepcionada,
angustiada, preguntándose por que a mí?, Tratando de entender esta nueva situación de
un hijo con “grandes problemas”, el cual puede ser el primero o el segundo, puede ser