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MODULO II

DERECHO PENAL, TEORIA DEL DELITO Y TIPOLOGIA DE

LA CONDUCTA DELICTUAL

“El Derecho Penal y las Ciencias Penales”


INTRODUCCIÓN

EL DERECHO PENAL Y LAS CIENCIAS PENALES

1. El derecho penal: concepto, contenido y denominación

La locución "derecho penal" posee tres acepciones.

 En primer término, designa aquella parte del ordenamiento jurídico que trata
acerca del delito y de sus consecuencias jurídicas (básicamente la pena); y
que generalmente recibe el nombre de derecho penal objetivo.

 En segundo lugar, alude a la facultad que tiene el Estado para crear delitos y
para sancionar a quienes los cometen. Desde este punto de vista, se habla
de derecho penal subjetivo (o de "iuspuniendi").

 Por último, designa aquella disciplina que estudia sistemáticamente las


normas y los principios jurídicos relativos al delito y a la pena (en otras
palabras, aquel sector de las ciencias jurídicas que tiene como objeto de
estudio el "derecho penal objetivo"). Desde este punto de vista, se habla de
ciencia del derecho penal o, más propiamente, de dogmática penal, expresión
esta última cuyo alcance explicaremos dentro de poco.

El nombre más generalizado para referirse a este sector del derecho es,
precisamente, derecho penal. Sin embargo, hay países como los de tradición
anglosajona, en los cuales predomina la expresión derecho criminal. Ambas
denominaciones son igualmente correctas. Sólo se diferencian en que la primera
pone énfasis en la pena y la segunda, en el delito (crimen); es decir, en uno y
otro caso se destaca alguno de los dos objetos principales de nuestro estudio: el
delito y la pena.

El derecho penal consta de dos partes: una parte llamada general, que
trata del delito y de la pena como conceptos generales; y una parte denominada
especial, que trata de cada uno de los delitos que contempla el ordenamiento
jurídico, en particular. Esta distinción, como es obvio, resulta aplicable tanto al
derecho penal objetivo, como a la ciencia del derecho penal. En el plano de la
enseñanza, los dos cursos en que normalmente se divide la asignatura de
derecho penal, corresponden a la parte general, el primero, y a la parte especial,
el segundo.

Si bien es cierto que el Código Penal es la principal fuente del derecho


penal, hay también disposiciones penales en otros códigos (como, por ejemplo, el
Código de Justicia Militar y el Código Tributario) y en algunas leyes especiales
(como la Ordenanza de Aduanas, la Ley sobre Tráfico de Drogas, etc.)

Las normas que el Código Penal destina a la parte general son aplicables
tanto a los delitos particulares que ese mismo Código contempla, como también a
los delitos tipificados en otros Códigos y en leyes especiales. De manera que
todo aquello que no esté expresamente regulado en esos textos particulares se
rige por las disposiciones generales del Código Penal. Por esto, las normas de
este último reciben el nombre de derecho penal común.

2. Las ciencias penales

La expresión "ciencias penales" es utilizada para designar el conjunto de


disciplinas que tienen como objeto de estudio el delito, el delincuente y las penas.
El derecho penal no es, desde luego, la única disciplina que se preocupa de estos
fenómenos. Comparte su objeto de estudio con otras ciencias –jurídicas y
extrajurídicas–, todas las cuales pertenecen a la categoría genérica de "ciencias
penales".

El conjunto de las ciencias penales puede sintetizarse conforme al


siguiente esquema:

– Derecho penal substantivo (Derecho penal)


Ciencias jurídicas – Derecho penal adjetivo (Derecho procesal
penal)
– Derecho penal ejecutivo (Derecho penitenciario)

Ciencias naturales – Criminología


y sociales
– Criminalística
Ciencias auxiliares – Medicina legal
– Psiquiatría forense

a) Derecho penal substantivo, adjetivo y ejecutivo

Entre las disciplinas jurídicas, hay tres que se ocupan específicamente del
fenómeno delictual: el derecho penal substantivo, el derecho penal adjetivo y el
derecho penal ejecutivo. Veamos en qué consiste cada una de ellas.

En primer término, el derecho penal substantivo o material (llamado


simplemente "derecho penal") se ocupa del delito y de las sanciones penales,
desde un punto de vista conceptual. Su objeto es determinar, en forma abstracta
(y sobre la base de su regulación normativa), qué son el delito y la pena; y en
qué consiste cada uno de los delitos que contempla el ordenamiento jurídico.
Está constituido básicamente (pero no de modo exclusivo) por el Código Penal.

En segundo lugar, el derecho penal adjetivo o formal (comúnmente


denominado derecho procesal penal), estudia las normas de procedimiento a que
debe sujetarse el órgano jurisdiccional para la determinación de los delitos y el
juzgamiento de los delincuentes. Su función es establecer mecanismos
adecuados para probar los hechos que configuran cada delito y fijar las bases
mínimas que aseguren un juicio equitativo a quienes lo hubieren cometido. Está
constituido básicamente por el Código de Procedimiento Penal y el Código
Procesal Penal (este último regula el nuevo sistema judicial que ha comenzado a
aplicarse en algunas regiones).
Finalmente, el derecho penal ejecutivo (también llamado derecho
penitenciario) tiene como objeto las normas que rigen el cumplimiento (o
ejecución) de las penas que imponen los tribunales. Normalmente se le
considera parte del derecho administrativo, porque es la autoridad administrativa
la que tiene a su cargo la ejecución de las decisiones judiciales y la que maneja el
sistema carcelario o penitenciario del Estado. Las normas que configuran este
derecho no están codificadas (a diferencia de lo que ocurre en otros países, que
cuentan con un "código penitenciario"), sino que aparecen dispersas en varios
textos legales y reglamentarios, como por ejemplo, el Reglamento de
Establecimientos Penitenciarios (Decreto Supremo Nº 518 del Ministerio de
Justicia de 1998, publicado en el Diario Oficial de fecha 21 de agosto de 1998).

b) La criminología1

La criminología surgió hacia fines del siglo XIX como una disciplina
encargada de examinar el delito y el delincuente desde un punto de vista
biológico y social. De este modo, asumió el estudio de las causas o factores que
inciden en la delincuencia (etiología criminal); y de las formas de prevenir la
criminalidad y de tratar al delincuente. Consistía, en realidad, en un análisis
multidisciplinario que aplicaba la metodología y los conocimientos provenientes
de diversas disciplinas particulares; básicamente de la sociología, la antropología,
la estadística, la biología y la psicología. Así, cada uno de estos ámbitos de
conocimiento daba lugar a lo que solía denominarse "ramas" de la criminología
(sociología criminal, antropología criminal, etc). Esta forma de concebir la
criminología, denominada clásica, parte de la base de que la delincuencia es un
fenómeno patológico, en cuya base hay causas biológicas, psicológicas o
sociales. Por esta razón, estudia el delito como una realidad natural
independiente de aquellas normas. Sin embargo, paradójicamente, analizaba el
delito únicamente a partir de lo que esas mismas normas consideraban como
delictivo.

En los planteamientos criminológicos actuales se descarta el "modelo


terapéutico" y es reemplazado por el "modelo de justicia". El "modelo terapéutico"
considera al delito y al delincuente como un fenómeno de patología social. El
"modelo de justicia", en cambio, pone en tela de juicio el sistema social en su
conjunto. Se destacan las virtualidades criminógenas de la organización social
hasta el punto de colocarlas en el centro de la atención.

De tales planteamientos nace una criminología crítica, que censura el


apoliticismo de la criminología tradicional, su valoración del delito y del
delincuente como fenómenos patológicos y su aceptación acrítica de las normas
establecidas. En general, se considera que el objeto de la criminología no puede
depender de las cambiantes normas penales, ni la criminología misma puede
convertirse en una simple disciplina auxiliar del derecho penal. Si se le quiere

1 Párrafos extractados de Cobo Del Rosal - Vives Antón: Derecho Penal, pp. 112-116, y Muñoz Conde -
García Arán: Derecho Penal, pp. 180- 183.
atribuir una importancia autónoma, debe extender su interés más allá de los
estrictos límites de las normas jurídico-penales. Por ello en la actualidad la
criminología asume como objeto de estudio no el delito, sino la "conducta
desviada" (aquella que se aparta de lo que es de esperar desde el punto de vista
de una convivencia social armónica), y los "mecanismos de control social" frente
a tales conductas, uno de los cuales (pero no el único, como tendremos ocasión
de ver más adelante) es el propio derecho penal.

c) Las ciencias auxiliares del derecho penal

Suele utilizarse esta denominación para designar todas aquellas


disciplinas extra-jurídicas que se ocupan del delito, del delincuente y de las
penas. Tal denominación en modo alguno significa que aquellas disciplinas sean
menos importantes o que sean dependientes del derecho penal. Lo que sucede
es que este último utiliza los conocimientos que aportan otras ciencias, porque
ellos son necesarios tanto en la etapa de formulación de las normas penales,
como en su interpretación y aplicación a los casos concretos. Las normas
penales, para ser eficaces, precisan adecuarse a la realidad biológica, psicológica
y social, y para ello ha de tomarse en consideración el aporte de otras disciplinas.
En este sentido, suele atribuirse el papel de disciplina auxiliar del derecho penal a
la criminología (aunque ello, como ya vimos, es objeto de discusión), porque para
ajustarse a la realidad social, aquél obviamente ha de tomar como base los
estudios criminológicos.

En términos más restringidos, el nombre de "ciencias auxiliares" se reserva


para:

La medicina legal, disciplina que aporta los conocimientos de orden


médico y biológico, necesarios para entender numerosos delitos (especialmente
aquellos que atentan contra las personas, como por ejemplo el delito de
lesiones).

La psiquiatría forense, disciplina que para muchos no es más que una


rama de la anterior, la cual aporta los conocimientos médico-psiquiátricos,
necesarios para solucionar diversos problemas jurídico-penales; en especial los
que plantean ciertos estados patológicos que pueden llegar a tener relevancia
penal en cuanto afecten al autor o a la víctima de un delito.

La criminalística, disciplina de índole policial que aporta los medios


técnicos y científicos que se precisan para investigar los delitos, para reconstituir
sus circunstancias y para determinar quiénes son sus autores.
3. Conexiones interdisciplinarias del derecho penal

Puesto que el derecho penal es una parte del derecho público, sus
relaciones son mucho más próximas con las ramas que integran este sector del
ordenamiento jurídico, que con las ramas del derecho privado.

Es, sin duda, el derecho constitucional la rama con la cual el derecho


penal tiene vínculos de mayor proximidad. Ello obedece a que la potestad
sancionatoria es una función que, en nuestra época y en nuestro ámbito de
cultura, pertenece en forma privativa al Estado. De ahí que las normas
constitucionales que fijan las bases de la institucionalidad y aquellas que regulan
la fisonomía del Estado, tengan incidencia directa en la forma en que el derecho
penal ha de estructurar sus dos conceptos fundamentales: el delito y la pena.
Desde otro punto de vista, el delito suele importar –y la pena siempre importa–
privación o restricción de alguno de los derechos fundamentales de la persona
(por ejemplo: vida, libertad, honor, propiedad, etc). En consecuencia, la
regulación constitucional de los derechos personales tiene en el campo penal una
aplicación mucho más intensa que en cualquier otro sector del ordenamiento
jurídico.

El derecho internacional público, por su parte, también es una


importante fuente de instituciones penales. Misión fundamental del derecho
penal es ofrecer un marco de garantías que legitimen el sometimiento del
individuo a la potestad punitiva, y muchas de esas garantías están consagradas
en instrumentos normativos internacionales, cuyas disposiciones complementan
o suplen las omisiones en que incurre la Constitución. En el caso de nuestro
país, revisten especial importancia el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, los cuales
consagran numerosas disposiciones con contenido estrictamente penal.

Las relaciones entre el derecho penal y el derecho procesal se


manifiestan en que el segundo provee los mecanismos necesarios para juzgar los
delitos y para imponer sanción a quienes aparezcan como responsables de su
comisión. Regula, en efecto, los procedimientos que han de utilizar el Ministerio
Público ylos tribunales para investigar los delitos y para establecer la
responsabilidad penal de sus autores; las garantías que han de rodear el
juzgamiento de las personas; los medios probatorios susceptibles de ser
utilizados en la comprobación de los delitos y en la determinación de las
responsabilidades y las medidas cautelares que los jueces pueden ordenar
durante las substanciación de los procesos.

El derecho penal también se vincula muy estrechamente con el derecho


administrativo. Numerosos delitos tienden a la protección de intereses e
instituciones propios de aquel sector del ordenamiento, como es el caso de los
delitos llamados "funcionarios", que, en términos generales, sancionan las faltas
en que pueden incurrir los empleados públicos en el desempeño de sus cargos.
El derecho administrativo, por otra parte, contempla un régimen sancionatorio
paralelo al del derecho penal, puesto que la Administración tiene potestad para
aplicar sanciones disciplinarias (a quienes están sometidos a ella mediante un
vínculo de subordinación) y sanciones gubernativas (a cualquier ciudadano). En
muchos casos, frente a un mismo hecho ilícito surge tanto responsabilidad penal
como responsabilidad administrativa (leer artículo 20 del C. Penal).

Finalmente, las relaciones con el derecho privado, a pesar de ser menos


estrechas, no dejan de ser importantes. Ellas se manifiestan, básicamente, en
que numerosos delitos tienen su origen en la violación de preceptos civiles, como
ocurre, por ejemplo, con el delito de bigamia. Por otra parte, los delitos
normalmente dan lugar al surgimiento de responsabilidad penal y civil, las cuales
coexisten, precisamente, porque persiguen objetivos diversos: el castigo del
culpable, en el primer caso; y la reparación del daño causado con la conducta
delictiva, en el segundo.

4. Las funciones del derecho penal

Prácticamente todas las opiniones doctrinales coinciden en que el derecho


penal cumple dos funciones: una de protección o tutela de aquellos intereses que
son necesarios para la existencia individual y para la convivencia social; y una
función de motivación de las conductas de los ciudadanos.

a) Función de protección2

¿Qué es lo que protege o pretende proteger la norma penal? A esta


pregunta responden de modo mayoritario los penalistas: el Derecho penal
protege bienes jurídicos. Estos son aquellos presupuestos que la persona
necesita para su autorrealización y el desarrollo de su personalidad en la vida
social. Entre estos presupuestos se encuentran, en primer lugar, la vida y la
salud. A ellos se añaden otros presupuestos materiales que sirven para
conservar la vida y aliviar el sufrimiento: medios de subsistencia, alimentos,
vestidos, vivienda, etc., y otros ideales que permiten la afirmación de la
personalidad y su libre desarrollo: honor, libertad, etc."

"A estos presupuestos existenciales e instrumentales mínimos se les llama


bienes jurídicos individuales, en cuanto afectan directamente a la persona
individual. Junto a ellos vienen en consideración los llamados bienes jurídicos
comunitarios (o colectivos) que afectan más a la comunidad como tal, al sistema
social que constituye la agrupación de varias personas individuales, y supone un
cierto orden social o estatal. Entre estos bienes jurídicos sociales o universales
se cuentan la salud pública, la seguridad en el tráfico motorizado, la organización
política, etc.

Minoritariamente, algunos autores sostienen que el Derecho penal no


protege bienes jurídicos, sino la vigencia de las normas. El delito sería una lesión
de la vigencia de las normas y la pena la eliminación de esa lesión,
restableciéndose así dicha vigencia.

2 Párrafo extractado de Muñoz Conde - García Arán: Derecho Penal, pp. 53-61
b) Función de motivación.

El principal medio de coacción jurídica, la pena, sirve para motivar


comportamientos en los individuos. La norma penal cumple, por tanto, una
función motivadora, amenazando con una pena la realización de determinados
comportamientos considerados por las autoridades de una sociedad como no
deseables. Parece evidente que la función motivadora de la norma penal sólo
puede comprenderse situando el sistema jurídico-penal en un contexto mucho
más amplio de disciplinamiento del comportamiento humano en sociedad. Desde
un punto de vista sociológico, entonces, el derecho penal no es un fenómeno
único y aislado, sino, por el contrario, una de las muchas instancias del llamado
control social.

La potestad punitiva, en efecto, justifica su existencia en la necesidad de


proteger los bienes jurídicos esenciales para la convivencia social, frente a los
ataques que los miembros de ésta puedan dirigirles. Esta función protectora es
desempeñada por el Estado, penal, a través de sanciones orientadas a reforzar la
vigencia de los valores éticos o, si se quiere, al reconocimiento general de los
mandatos normativos, pues sólo en su vigencia efectiva puede descansar un
clima de verdadero respeto a los bienes que se intenta proteger. En esta tarea
confluyen numerosas instituciones sociales que propenden a la internalización de
dichos valores o del contenido de las normas jurídicas. No sólo el Estado, sino
que también la familia, las organizaciones sociales, la Iglesia y otras muchas
instituciones juegan un importante papel a este respecto.

A su vez, cada una de estas instancias, no sólo da lugar a normas y


cánones de conducta que influyen y hasta configuran los comportamientos de los
individuos. También dan origen a diversas sanciones para el caso de su
transgresión, las cuales pueden variar en su naturaleza e intensidad. Este
fenómeno de generación de cánones y expectativas de conducta, y de sanciones
para el caso de su incumplimiento, es connatural a la interacción de los
individuos, e inseparable, por tanto, de la vida en comunidad. Toda sociedad
comporta una compleja trama de interacciones que, no sólo protegen y fomentan
determinadas formas de comportamiento, sino que también rechazan y
desincentivan otras. Ambos aspectos constituyen, así, un sistema orientado al
control de las conductas individuales, que se basa en la articulación, más o
menos organizada, de las reacciones de los seres humanos, ante los
comportamientos de sus semejantes que confirman o frustran sus expectativas.
El entramado de reacciones adversas a que dan lugar las conductas que se
estiman desviadas, considerado en su conjunto, constituye lo que se denomina el
control social.

Ahora bien, en este contexto es importante trazar las características


definitorias del control social ejercido por el derecho penal. Como primera
aproximación, puede señalarse que se trata de un control erigido para responder
a los ataques contra los bienes jurídicos más importantes y que, por lo mismo, las
consecuencias previstas para su ejecución se caracterizan por su especial
gravedad.
También es claro que se trata de un control de reacción y externo, es
decir, posterior a la conducta desviada, y que no se encamina a generar en el
individuo adhesión a los valores quebrantados, sino acatamiento de las normas
de conducta. En ello se contrapone a los controles de carácter interno, cuya
meta es influir en el individuo para que interiorice como propios, valores y
conductas que se corresponden con los que precisamente se esperan de él.

Sin embargo, el rasgo más destacado es el que concierne a su


formalización. En efecto, el derecho penal es y debe ser un instrumento de
control en el que, tanto las conductas amenazadas como las sanciones que a
ellas se asocian, deben ser establecidas con la mayor claridad y precisión
posibles. La persecusión del delito, así como su procesamiento y examen por
parte del juez, son realizados sobre la base de reglas estrictas, establecidas con
anterioridad y que permiten controlar los actos y las decisiones llevadas a cabo
por los diversos órganos que intervienen en estas fases.

Precisamente, es misión del derecho penal constituir el elemento


formalizador del ejercicio del poder punitivo del Estado y procurar que las normas
que rigen su actuación protejan de la mejor manera posible a los individuos,
frente a las posibles arbitrariedades, y aun errores, que puede llevar aparejada su
materialización a cargo de los órganos del poder público.
MODULO II
DERECHO PENAL, TEORIA DEL DELITO Y TIPOLOGIA DE

LA CONDUCTA DELICTUAL

“Elementos del Concepto del Delito”


ELEMENTOS DEL CONCEPTO DE DELITO

I. EL CONCEPTO DOGMATICO DE DELITO

Como ya sabemos, el delito es una entidad que admite diferentes


enfoques, según la perspectiva disciplinaria desde la cual se lo estudie. Entre
tales enfoques, el derecho penal se ocupa del delito desde una punto de vista
estrictamente jurídico o normativo, es decir, lo estudia a partir de la forma en que
éste aparece concebido y regulado en el ordenamiento positivo, tomando como
base, fundamentalmente, el material preceptivo que en torno a él ofrecen la
Constitución y el Código Penal. Cabe, en consecuencia, hablar de un concepto
"dogmático" de delito, que es el que logra estructurar el derecho penal a partir de
una sistematización esas normas

Todos los elementos de la noción de delito, en el fondo, constituyen un


estatuto de garantías para el inculpado, en el sentido de que no será condenado
a menos que se compruebe la concurrencia de una serie de elementos que
aseguren la legitimidad del ejercicio de la potestad penal en cada caso concreto.
En el ámbito del derecho continental europeo y en Iberoamérica, existe (a nivel
doctrinal) un alto grado de consenso acerca de cuáles son esas garantías. Y
como también existe (a nivel legislativo) bastante uniformidad acerca de la forma
que asume su consagración positiva, así se explica que, en la totalidad de los
países que integran ese ámbito geográfico y cultural, la doctrina trabaje sobre la
base de un mismo concepto de delito, estructurado sobre la base de elementos
análogos.

II. RESEÑA DE LOS ELEMENTOS DEL DELITO

En términos generales, la doctrina reconoce que los elementos que


integran el concepto de delito son cuatro: conducta, tipicidad, antijuridicidad y
culpabilidad.

1. La conducta

Es el elemento substancial del delito, porque éste es, en esencia, una


conducta humana. Dicho elemento, como ya lo hemos estudiado, se expresa en
las hipótesis delictivas a través de un verbo, el cual puede denotar tanto una
actuación positiva, es decir, una acción; como un comportamiento de inactividad,
es decir, una omisión. Acción y omisión son, entonces, las dos formas que puede
asumir la conducta en tanto que elemento substancial del delito.

2. La tipicidad

Es entendida como la circunstancia de que una conducta concreta


encuadre exactamente en alguna de las descripciones de hipótesis abstractas
que contempla la ley. De acuerdo, con una terminología que es muy propia del
derecho penal, cada una de esas descripciones abstractas recibe el nombre de
tipo; de ahí que se denomine tipicidad al hecho de que exista una total
concordancia entre lo que el legislador ha descrito y lo que ocurre en el mundo
real. Cada tipo contiene no sólo la descripción de una conducta, sino que formula
un conjunto de exigencias anexas, algunas de índole subjetiva y otras de índole
objetiva: las primeras relacionadas con hechos que ocurren en la mente del autor;
las segundas relacionadas con hechos que ocurren en el mundo que circunda al
autor. Por tal motivo, para que se dé el elemento tipicidad no basta con que
aquél haya ejecutado la conducta mencionada en la hipótesis respectiva, sino
que se precisa, además, que concurran todos los elementos objetivos y
subjetivos que cada tipo contempla.

3. La antijuridicidad

Como su nombre lo indica, la antijuridicidad se traduce en una exigencia


de que la conducta típica sea contraria al derecho. Si bien, en la inmensa
mayoría de los casos, las conductas típicas son también antijurídicas, hay
situaciones en las cuales el propio ordenamiento positivo autoriza a los
ciudadanos para ejecutar lícitamente conductas tipificadas como delitos. Es lo
que ocurre, por ejemplo, cuando alguien mata a otro en legítima defensa, en
cumplimiento de una condena a muerte o en el curso de una guerra. En todos
esos casos, el sujeto habrá ejecutado una conducta "típica" de homicidio, pero
ésta no será antijurídica -sino, lícita- porque hay en el ordenamiento disposiciones
que lo autorizan para actuar en esa forma.

4. La culpabilidad

Es el cuarto elemento del delito y se refiere específicamente a las


circunstancias subjetivas en que ha actuado el autor de una conducta típica y
antijurídica. El requerimiento de culpabilidad se traduce en la posibilidad de
reprochar al sujeto la realización de un comportamiento prohibido por la ley; y
este juicio de reproche se funda, básicamente, en la aptitud del sujeto para
conocer la ilicitud de sus actuaciones (imputabilidad), en su posición anímica
respecto del hecho ejecutado (dolo, culpa), y en el margen de libertad con que
contaba para decidir entre ejecutar la conducta ilícita o actuar en una forma
distinta (exigibilidad de una conducta diversa).

Sobre la base de estos cuatro elementos, el delito puede definirse como


una conducta típica, antijurídica y culpable; o, para ser más exactos, como una
conducta típica y antijurídica, culpablemente ejecutada.

Tomando en consideración que la conducta es el elemento substancial del


delito (es decir, aquello en lo que el delito consiste), las restantes categorías no
constituyen sino caracteres de aquélla. En otras palabras, el delito es una
conducta que se caracteriza por ser típica, antijurídica y culpable.

Se acostumbra a decir que el examen acerca de si concurren los


elementos del delito en cada caso concreto importa un doble juicio de desvalor:
un primer juicio de desvalor que recae sobre el hecho ejecutado (es decir, sobre
la conducta, su tipicidad y su antijuridicidad) y un segundo juicio de desvalor que
recae sobre el autor de la conducta. Se habla así de un juicio de injusto y de un
juicio de culpabilidad. De ahí que se utilice la expresión injusto o bien injusto
típico para designar al objeto sobre el cual recae el primer juicio (relativo de la
ilicitud de lo ejecutado).

III. LOS ELEMENTOS DEL DELITO Y SU AUSENCIA

Para que el delito se configure, es decir, para que exista en un plano


concreto y para que produzca consecuencias jurídicas, es necesario que se den
los cuatro elementos que ya conocemos. Puede suceder, sin embargo, que en
un caso concreto falte alguno de ellos, y en tal evento, como es obvio, no se
produce la configuración del delito. El Código Penal denomina circunstancias
eximentes de responsabilidad a los hechos o situaciones cuya concurrencia
determina la eliminación de alguno de los elementos del delito y, como
consecuencia, que éste en definitiva no se configure. Hay, por tanto, eximentes
que excluyen la conducta; eximentes que excluyen la tipicidad; eximentes que
excluyen la antijuridicidad y eximentes que excluyen la culpabilidad.

Los elementos del delito, sin embargo, tienen un carácter secuencial, de


modo que el examen acerca de si concurren en un caso de concreto ha de ser
efectuado siguiendo el mismo orden en que aquí los hemos nombrado: conducta,
tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad. Así, por ejemplo, si determinamos que
concurre una eximente que elimina la antijuridicidad, estaremos liberados de
indagar si se da o no la culpabilidad.

Con todo, a pesar de que el efecto común de las eximentes es siempre el


mismo (impedir que el delito se configure), siempre es importante determinar cuál
es el primer elemento, dentro de aquella secuencia, que resulta excluido.
Porque, hay otros efectos (más específicos que aquél) que serán distintos según
si el delito resulta excluido por falta de tipicidad, de antijuridicidad o de
culpabilidad.

IV. EL CONCEPTO LEGAL DE DELITO

El artículo 1º del Código Penal define el delito como una acción u omisión
voluntaria penada por la ley. En general se sostiene que existe una concordancia
entre los elementos que expresa esta definición y aquellos que integran el
concepto dogmático de delito.

El primer elemento del delito -la conducta- aparece, desde luego señalado
a través de las expresiones "acción u omisión", que son las dos modalidades que
puede revestir el comportamiento humano que sirve de base al delito.

La fórmula "penada por la ley", atendida su amplitud, permite incluir tanto


el requerimiento de tipicidad como el de antijuridicidad. Porque, en el fondo, lo
que ella denota es la idea de contrariedad con el ordenamiento jurídico, lo cual
depende, por una parte, de que el hecho concuerde con alguna de las
descripciones abstractas que formula la ley, y, por otra, de que no exista una
norma que autorice la realización de la conducta respectiva.

La expresión "voluntaria", finalmente, permite dar cabida a todos los


requerimientos de orden subjetivo que son inherentes a la idea de delito: tanto a
aquellos que integran el tipo, como a aquellos que subyacen en la noción de
culpabilidad.

Por su parte, el artículo 10 del Código Penal, que contempla las eximentes
de responsabilidad, constituye también un reconocimiento legislativo de las
nociones de antijuridicidad y culpabilidad, porque en la medida en que señala que
bajo determinados supuestos queda exento de pena quien incurre en
comportamientos lícitos o inculpables, implícitamente reconoce que la
antijuridicidad (o ilicitud) y la culpabilidad son elementos necesarios para que se
configure el delito.
MODULO II
DERECHO PENAL, TEORIA DEL DELITO Y TIPOLOGIA

DE LA CONDUCTA DELICTUAL

“TEORÍA DEL ITER CRIMINIS”


TEORIA DEL ITER CRIMINIS

I. LAS ETAPAS DE DESARROLLO DEL DELITO

La expresión iter criminis significa camino o curso del delito, y alude al proceso
que lleva a su total consumación.

El castigo de ciertas figuras anteriores a la consumación es un problema de


tipicidad, porque obviamente en esos casos no se dan todos los requisitos que
cada tipo exige (en realidad todos los tipos están concebidos desde el punto de
vista de la consumación). Sin embargo, la ley contempla fórmulas genéricas que
permiten ampliar las descripciones típicas, lo que da lugar a la existencia de
verdaderos tipos subordinados (por ejemplo, de tentativa y de delito frustrado).

ETAPA ETAPA DE ACTOS ETAPA DE ACTOS ETAPA DE


INTERNA PREPARATORIOS EJECUTIVOS AGOTAMIENTO

 PPROPOSICION  TENTATIVA  DELITO


 CONSPIRACION  DELITO AGOTADO
 ACTOS FRUSTRADO
PREPARATORIOS  DELITO
ESPECIALES CONSUMADO

SIEMPRE POR REGLA POR REGLA GENERAL, PENALMENTE


IMPUNE GENERAL, SANCIONADOS IRRELEVANTE
IMPUNES

La etapa interna está representada por todos aquellos procesos intelectuales


que transcurren en la mente del individuo, antes de que éste exteriorice su
voluntad criminal. Por ejemplo: adoptar la decisión de delinquir, elegir los medios
de ejecución, evaluación acerca de las ventajas y desventajas de la realización
de la conducta, etc. Todos estos procesos, en la medida en que no se
manifiestan externamente, no pueden ser objeto de sanción, porque todavía no
hay conducta, como lo exige el artículo 19 Nº 3 de la Constitución.

La etapa de los actos preparatorios está constituida por hechos externamente


apreciables, pero que aún no implican ejecución de la conducta que el tipo
respectivo exige. Por ejemplo: pedir consejos, adquirir instrumentos necesarios
para realizar la conducta, estudio de las costumbres de la víctima, examen del
lugar en que se ejecutará la conducta, etc. Estos actos, por regla general, no son
sancionados. Excepcionalmente se castigan la proposición, la conspiración y
algunos actos preparatorios especiales.
La etapa de los actos ejecutivos está constituida por hechos que ya importan
ejecución de la conducta exigida por el tipo, aunque aún no se haya completado
su realización. Por regla general, todos los actos ejecutivos son castigados,
aunque no hayan alcanzado la consumación. Sólo se excluye el castigo en
aquellos casos en que la ley expresamente contempla una excepción, como
sucede con las faltas, respecto de las cuales no se castiga ni la tentativa ni el
delito frustrado.

La etapa de agotamiento está representada por aquellos actos que implican el


logro de la motivación que impulsa a delinquir. Por ejemplo: vender la cosa
hurtada; comprar un objeto con los billetes previamente falsificados; concretar las
miras dishonestas en el rapto, etc. Estos actos, por regla general, carecen de
trascendencia para los efectos del castigo, porque se trata de hechos que van
más allá de lo que el tipo exige. Excepcionalmente, pueden tener alguna
importancia en la medida en que sirvan para establecer si concurre alguna
atenuante o agravante. Pero aun en esos casos, ninguna influencia tienen en la
decisión acerca de si se ha configurado el delito o no.

II. LOS ACTOS PREPARATORIOS

1. La proposición

Es el acto por el cual la persona que ha resuelto cometer un delito plantea a otro
individuo su ejecución (art. 8º CP.) Obviamente, es algo más que un simple
intercambio de opiniones o el solo hecho de comunicar a otra persona lo que uno
ha resuelto. La proposición sólo es castigada en los delitos contra la seguridad
del Estado.

2. La conspiración

Consiste en el acuerdo o concierto de dos o más personas para la ejecución del


delito. Es una etapa posterior a la proposición, pues supone la aceptación del
individuo a quien se ha planteado la ejecución del hecho (art. 8º CP.) También es
sancionada en los delitos contra la seguridad del Estado. Tanto en el caso de la
proposición como de la conspiración, el desistimiento exime de pena, siempre
que el o los delincuentes se denuncien y den a conocer el plan a la autoridad,
antes de que se haya iniciado procedimiento judicial en su contra.
3. Actos preparatorios especiales

Se trata de hipótesis expresamente sancionadas en relación con algún delito en


particular. Por ejemplo: artículos 123, 292 y 445 CP.

III. DISTINCION ENTRE ACTOS PREPARATORIOS Y ACTOS DE


EJECUCION

La distinción entre actos preparatorios y actos de ejecución reviste importancia,


porque, como ya hemos visto, mientras los primeros por regla general no son
sancionados, los segundos sí lo son.

La doctrina ha propuesto diversos criterios para efectuar la distinción. Sin


embargo, ninguno de ellos puede ser utilizado como pauta general para resolver
todos los casos. Por esto, la decisión normalmente debe basarse en la aplicación
de más de uno de dichos criterios.

1. Criterio subjetivo extremo

Sostiene que la distinción entre actos preparatorios y actos de ejecución es


prácticamente imposible y jurídicamente irrelevante. En principio, ambos son
expresión de una voluntad contraria al derecho (importan un desvalor de acción),
de modo que todos ellos deberían ser castigados. Este criterio no puede ser
utilizado en el ordenamiento jurídico chileno, porque éste formula la distinción y
establece un trato penal diverso para los actos preparatorios y los actos de
ejecución.

2. Criterio escéptico

Plantea que es imposible encontrar una fórmula para trazar la distinción. Esta
debe quedar entregada al juez de manera discrecional. Difiere del criterio anterior,
en cuanto reconoce la necesidad de efectuar el distingo entre ambas clases de
actos.

3. Criterio subjetivo

Sostiene que debe atenderse al plan del autor. Cuando el sujeto sólo quiere
preparar, pero aún no tiene la voluntad final de ejecutar la conducta, el acto es
preparatorio; si, en cambio, posee tal voluntad final, el acto es ejecutivo. En la
práctica, implica entregar la decisión al propio autor del hecho.
4. Criterio objetivo-pragmático

Plantea que son preparatorios, los actos equívocos, es decir, aquellos que
considerados objetivamente, pueden estar encaminados tanto a la obtención de
un resultado típico, como a una consecuencia jurídicamente irrelevante. Son
ejecutivos, por el contrario, los actos unívocos, es decir, aquellos que sólo pueden
estar orientados a la ejecución de un delito. La decisión debe adoptarse tomando
como referencia el punto de vista de un observador objetivo. Si bien, los
tribunales suelen tomar en consideración este criterio, la doctrina generalmente lo
impugna, en razón de que no ofrece pautas seguras para trazar la distinción: en
muchos casos, un mismo acto es unívoco en relación con un delito, pero es
equívoco respecto de otro.

5. Criterio objetivo-formal

Postula que son actos ejecutivos aquellos que están directamente vinculados con
el núcleo del tipo. Se parte del supuesto de que el principio de ejecución a que
alude el inciso final del artículo 7º CP., es principio de ejecución de la conducta
típica. De modo que el acto que no obstante encontrarse subjetivamente
orientado a la comisión del delito, todavía no realiza la acción descrita por el tipo,
debe ser considerado como preparatorio.

6. Criterio objetivo material

Sostiene que son actos de ejecución aquellos que importan, al menos, un peligro
para el bien jurídico. Se critica esta fórmula, porque importa utilizar un parámetro
relacionado con la antijuridicidad, en circunstancias que la determinación acerca
de si un acto es preparatorio o ejecutivo tiene que ver con la tipicidad.

IV. LA TENTATIVA

Artículo 7º, inciso 3º, CP.: "Hay tentativa cuando el culpable da principio a la
ejecución del crimen o simple delito por hechos directos, pero faltan uno o más
para su complemento".

Desde un punto de vista objetivo, para que haya tentativa se requiere:

a) Que el delincuente haya comenzado (o "principiado") a ejecutar la conducta


exigida por el tipo, o alguna de ellas, si el tipo requiere más de una conducta. La
concurrencia de este requisito ha de determinarse según los criterios de distinción
referidos en el acápite precedente.

b) Que los actos ejecutados sean directos. Esta exigencia supone dos cosas:
que los hechos estén encaminados a la consumación del delito y que sean aptos
o idóneos para lograrlo.
c) Que falten otros actos para la consumación del delito, de modo que tadavía
no pueda estimarse completa la ejecución de la conducta o de todas las
conductas que el tipo exige. En caso que la conducta sea una sola, esta
exigencia supone que ella sea fragmentable. En otras palabras, sólo admiten
tentativa las conductas susceptibles de fragmentación.

Desde un punto de vista subjetivo, la tentativa exige dolo. No hay diferencia


entre el dolo exigido para la consumación y el requerido para que haya tentativa.
En ambos casos el sujeto ha de querer la realización total y completa del hecho
delictivo.

La doctrina mayoritaria acepta que puede tratarse de cualquier forma de dolo,


incluso el eventual, porque aun en este último, la voluntad del delincuente se
orienta a la realización total del hecho típico, aunque sea vista como mera
probabilidad.

Todos concuerdan, sin embargo, en que no es posible la tentativa sin aceptación


del hecho típico, de modo que se descarta el castigo de la tentativa culposa.

V. EL DELITO FRUSTRADO

Artículo 7º, inciso 2º, CP.: "Hay crimen o simple delito frustrado cuando el
delincuente pone de su parte todo lo necesario para que el crimen o simple delito
se consume y esto no se verifica por causas independientes de su voluntad."

Como esta disposición exige que el delicuente haya hecho todo lo que el tipo
respectivo exige de su parte, será necesario que aquél haya realizado la
conducta o las conductas exigidas. En consecuencia, desde el punto de vista de
la acción, no hay diferencias entre un delito frustrado y uno consumado.

Como el inciso segundo del artículo 7º exige la realización total de la(s)


conducta(s), lo único que puede faltar es la producción del resultado (cuya
verificación no depende de su voluntad). De ahí, que la figura del delito frustrado
sólo tenga cabida en los delitos materiales o de resultado: en los delitos
formales, la realización de la(s) conducta(s) coincide con la consumación.

En orden a lo subjetivo, la figura de delito frustrado, al igual que la tentativa,


supone dolo, y éste debe orientarse a la ejecución total del hecho típico.

A pesar de que la definición de delito frustrado exige que el hecho no ha de


consumarse por razones independientes a la voluntad del sujeto (exigencia que
no aparece en la definición de tentativa) no es esto lo que marca la diferencia
entre delito frustrado y tentativa. La diferencia radica exclusivamente en la
importancia de lo que el sujeto ha realizado: todo lo exigido por el tipo, en el caso
del delito frustrado; sólo parte de lo exigido, en el caso de la tentativa.
VI. EL DESISTIMIENTO Y EL ARREPENTIMIENTO

La doctrina distingue dos situaciones en las cuales el sujeto queda exento de


pena: el desistimiento y el arrepentimiento (también llamado desistimiento activo).

El desistimiento, figura vinculada con la tentativa, consiste en abandonar


voluntariamente la ejecución de la(s) conducta(s) exigida(s) por el tipo.

El arrepentimiento, figura vinculada con el delito frustrado, consiste en impedir


voluntariamente la consumación del delito, después de haber ejecutado la(s)
conducta(s) exigida(s) por el tipo.

El fundamento normativo de estas figuras es el propio artículo 7º, inciso


segundo, CP., el cual dispone que, en el caso del delito frustrado, la no
consumación ha de ser por causa independiente de la voluntad del hechor. Por
el contrario debe entenderse, que si ello obedece a la propia voluntad del sujeto,
no se da la figura del delito frustrado y aquél queda exento de pena.

Aunque no existe una disposición similar respecto de la tentativa, ha de


concluirse que si queda exento de sanción quien se arrepiente después de haber
ejecutado toda(s) la(s) conducta(s), con mayor razón deberá quedar sin castigo
quien se desiste cuando sólo ha ejecutado una parte de ella(s).

En relación con la naturaleza jurídica de estas figuras, algunos sostienen que


estamos en presencia de causales de atipicidad, porque en ambos casos faltan
elementos exigidos por el tipo: el resultado, en el caso de arrepentimiento; parte
de la(s) conducta(s), en el caso del desistimiento.

Otros postulan que el desistimiento y el arrepentimiento son excusas legales


absolutorias (figuras que estudiaremos más adelante), es decir, causas
personales de ausencia de responsabilidad penal que no afectan a la
configuración del delito.

La adopción de uno u otro criterio es básica para pronunciarse acerca de si cabe


castigar a terceros que no obran voluntariamente en el sentido de abandonar la
ejecución del hecho. Si entendemos que son causales de atipicidad, no es
posible aplicar pena a esos terceros. Si entendemos que son excusas legales
absolutorias, y en razón del carácter personal de estas últimas, los terceros
tendrían que ser sancionados.
1. El desistimiento

Para que opere el desistimiento es necesario que concurran los siguientes


requisitos:

a) El hechor debe haber realizado actos constitutivos de tentativa.


b) El hechor debe haber abandonado la ejecución de la conducta.

Para determinar si hay abandono es preciso tomar en consideración tanto el plan


del autor como la realidad concreta del caso, debiendo existir concordancia entre
ambos aspectos.

El abandono en el ejecución de la conducta debe reunir tres condiciones:

a) Deber ser oportuno, es decir, ha de ocurrir antes de la ejecución total de la(s)


conducta(s).

b) Debe ser espontáneo, es decir, la decisión no tiene que obedecer a factores


externos.

c) Debe ser definitivo, lo cual quiere decir que el sujeto debe haber desechado
su plan. No hay un abandono efectivo si aquél decide posponer la ejecución
para otra oportunidad (aunque hay quienes sostienen una posición diversa).

2. El arrepentimiento

El arrepentimiento, por su parte, exige la concurrencia de dos requisitos:

a) El sujeto debe haber realizado actos susceptibles de ser calificados como


delito frustrado.

b) El delincuente debe haber actuado positivamente para impedir la producción


del resultado.

La actuación positiva debe ser:

a) espontánea (en realidad la exigencia es mayor que la simple voluntariedad a


que alude el Código);

b) eficaz, es decir, determinante en la no producción del resultado; y

c) oportuna, en el sentido que ha de materializarse antes de la producción del


resultado (si es posterior, la actuación del sujeto puede dar lugar a que se
configure la atenuante del artículo 11 Nº 7 CP., pero de todos modos hay castigo
para el hechor.

La doctrina, en general, acepta que no es necesario que el delincuente actúe por


sí mismo; se dice que hay arrepentimiento eficaz, aunque el hechor recurra a otra
persona para evitar que el resultado se produzca.
VII. FUNDAMENTO DEL CASTIGO DE LOS ACTOS ANTERIORES A LA
CONSUMACION

Existen tres formas de justificar el castigo de la tentativa y del delito frustrado:

a) Para algunos el castigo de las etapas anteriores a la consumación se funda en


el riesgo que se ha hecho correr al bien jurídico protegido. Aunque éste no es
lesionado (como sí ocurre en el caso de la consumación), el peligro de lesión es
motivo suficiente para imponer castigo al individuo. Esta posición, como ya
hemos visto, pone énfasis en el desvalor de resultado.

b) Para otros, el castigo de las etapas anteriores a la consumación se funda en


que el delincuente, aunque no haya consumado el hecho, de todos modos
exterioriza una voluntad contraria al ordenamiento jurídico, es decir, una voluntad
de rebeldía frente a los valores que éste pretende resguardar. Esta posición,
como es obvio, pone énfasis en el desvalor de acción.

c) Una posición ecléctica, funda el castigo de las etapas previas a la


consumación, al igual que el criterio anterior, en el hecho de expresar el
delincuente una voluntad de rebeldía frente al derecho. Pero agrega que la
sanción sólo se justifica en la medida en que los actos realizados, provoquen una
conmoción en la sociedad, materializada en una pérdida de confianza en la
efectividad del ordenamiento jurídico.

De aceptarse los criterios reseñados bajo las letras b) y c), no es posible justificar
la diferenciación entre tentativa y delito frustrado, porque en ambas figuras se da
la expresión de una voluntad de rebeldía, la cual no admite medición en términos
de mayor o menor intensidad.

De aceptarse el criterio referido bajo la letra a), en cambio, es posible justificar


aquella distinción, porque en un delito frustrado el peligro a que es expuesto el
bien jurídico es mayor que el peligro que éste enfrenta en el caso de una
tentativa.

La doctrina siempre ha manifestado su opinión contraria al criterio tripartito que


distingue entre tentativa, delito frustrado y delito consumado, por estimar que la
diferenciación entre las dos primeras etapas es artificial. Los Códigos más
recientes suelen distinguir únicamente entre consumación y tentativa.

Sin embargo, puesto que el derecho nacional conserva el distingo entre tentativa
y delito frustrado, sólo cabe concluir que en Chile el castigo de estas figuras se
funda en un criterio objetivo, es decir, aquel que considera el riesgo
experimentado por el bien jurídico.
VIII. LA TENTATIVA INIDONEA

En términos generales, la tentativa inidónea puede definirse como el hecho de


dar comienzo a la ejecución de un delito cuya consumación no es materialmente
posible, atendidas las circunstancias que lo rodean.

La imposibilidad de obtener la consumación puede provenir de tres causas:

a) La inexistencia del bien jurídico que se pretende lesionar (por ejemplo, disparo
sobre el cuerpo de una persona muerta).

b) La circunstancia de no encontrarse el bien jurídico en situación de ser atacado


(por ejemplo, creyendo que la víctima duerme, disparo contra su cama, sin darme
cuenta de que ella acaba de levantarse y salir del lugar).

c) La falta de eficacia de los medios utilizados para lesionar el bien jurídico (tomo
un revólver y disparo en contra de la víctima, pero el arma está descargada).

En relación con el problema del castigo de la tentativa inídonea, la doctrina está


dividida:

Una primera posición sostiene que debe castigarse toda tentativa, tanto la
idónea como la inidónea, porque en ambos casos hay manifestación de una
voluntad de rebeldía en contra del ordenamiento jurídico. Esta corriente de
opinión se basa en los siguientes argumentos:

a) No puede sostenerse que la sanción de la tentativa se funde en la puesta en


peligro de un bien jurídico, porque el delito tentado se caracteriza por la
imposibilidad de hacer correr peligro alguno a ese bien. Toda tentativa es, por
definición inidónea: si los medios y el objeto fueran idóneos, la consumación
habría sobrevenido fatalmente.

b) Si se acepta, conforme a la teoría de la equivalencia de las condiciones que


todas las condiciones son causa del resultado que se produjo, también habrá que
aceptar que cuando el resultado no llegó a producirse, todas las condiciones que
a su causación tendían, fueron equivalentemente inidóneas para alcanzarlo. Así
se demuestra que, en realidad, ninguna tentativa puede ser consideradas
inidónea.

Otro sector de la doctrina plantea que la tentativa inidónea no debe ser


sancionada. Esta posición se funda en que el castigo de la tentativa sólo puede
justificarse en el peligro a que se ve expuesto un bien jurídico. Como en el caso
de la tentativa inidónea no existe riesgo para dicho bien, faltaría el fundamento
que hace posible sancionar las etapas anteriores a la consumación.

Una tercera posición distingue entre tentativa inidónea absoluta y relativa. La


inidoneidad es absoluta cuando el bien jurídico no existe y también cuando los
medios utilizados son totalmente ineficaces para lograr la consumación. La
inidoneidad es relativa, en cambio, cuando el bien jurídico no está en situación de
ser lesionado y también cuando los medios utilizados, si bien son aptos para
conseguir el resultado, no lo son atendidas las circunstancias que rodean el caso
concreto.

Los partidarios de esta posición, afirman que en el caso de la inidoneidad


absoluta el hecho sería atípico, por faltar uno de los elementos que integran el
tipo subordinado de tentativa: que lo hechos ejecutados sean directos (art. 7º
CP.) (Esta última exigencia supone que lo ejecutado por el hechor sea eficaz para
lograr la consumación). En el caso de la inidoneidad relativa, en cambio, se dan
todos los elementos exigidos por el tipo subordinado de tentativa: el objeto
jurídico existe y los medios utilizados son eficaces, luego los hechos que el
individuo alcanzó a ejecutar son directos. Por este motivo, se sostiene que la
tentativa relativamente inidónea debe ser castigada.

La jurisprudencia se inclina por la impunidad de la tentativa inidónea, aunque


suelen castigarse tentativas inducidas por un agente provocador, las cuales son
inhábiles para alcanzar la consumación del delito (por ejemplo, la policía,
advertida de que unos sujetos van a cometer un robo, acude al lugar y deja que
éstos actúen para apresarlos).

El tema de la tentativa inidónea está muy relacionado con las figuras que la
doctrina denomina delito putativo y delito imposible.
a) El delito putativo es un delito que sólo existe en la imaginación de un
individuo. El sujeto que actúa conoce todos los elementos del tipo, pero
está equivocado acerca de ilicitud de la conducta ejecutada: cree realizar
algo ilícito, cuando en realidad es lícito (error de prohibición al revés).
b) El delito imposible es otra denominación para designar lo que
anteriormente llamamos tentativa absolutamente inidónea. El sujeto, en
este caso, se equivoca respecto de un elemento del tipo, creyendo que
concurre, cuando en realidad no es así (error de tipo al revés).

(La doctrina concuerda en que ambas figuras no son punibles).

IX. SITUACIONES ESPECIALES

a) Puesto que las definiciones que ofrece el artículo 7º CP., aparecen


referidas únicamente a los crímenes y simples delitos, debe concluirse que
esas etapas no son punibles respecto de las faltas.

a) El autor de tentativa y de delito frustrado tiene asignada una pena inferior a


la que corresponde aplicar al autor de delito consumado: un grado menos
en el caso del delito frustrado y dos grados menos en el caso de la
tentativa. Sin embargo, excepcionalmente, la ley equipara las penas
aplicables a la tentativa, al delito frustrado y al delito consumado (artículo
450 inciso primero).

b) Las figuras de tentativa y delito frustrado no tienen cabida en los delitos de


omisión, porque el artículo 7º CP. parte de la base de que hay un principio
de ejecución, exigencia que resulta incompatible con una actuación
omisiva.
c) Cuando hablamos de desistimiento y de arrepentimiento dijimos que en
tales casos no se dan los supuestos para castigar a título de tentativa y de
delito frustrado respectivamente. Ello, sin embargo, no es obstáculo para
que se castiguen los hechos que el individuo alcanzó a ejecutar, sin éstos
completan las exigencias de un tipo diverso.
MODULO II
DERECHO PENAL, TEORIA DEL DELITO Y TIPOLOGIA DE

LA CONDUCTA DELICTUAL

“Autoría y Participación”
AUTORIA Y PARTICIPACION

I. INTRODUCCION

No todos los autores denominan este tema en la forma en que figura en el


epígrafe. Muchos prefieren hablar de codelincuencia, de concurso de
personas en un hecho punible, de sujetos responsables del delito o, en
general, de participación criminal. En tanto se trata de meras denominaciones
no hay nada incorrecto en ellas, no obstante lo cual hay unas preferibles a otras.

La expresión codelincuencia tiene la desventaja de hacer referencia al


concepto de delito entero, con lo que puede insinuar que comporta un examen de
todos sus elementos. En verdad ello no es así, pues la autoría y la participación
constituyen una problemática propia de la tipicidad de los delitos dolosos, y en
ella no se prejuzga ni se debe prejuzgar nada acerca de la culpabilidad de las
personas que intervienen.

Si bien es utilizada el Código Penal en el artículo 14, la denominación


personas responsables de los delitos adolece del mismo inconveniente
apuntado recién, y en cierto modo agudizado, pues la responsabilidad penal
supone no sólo la configuración de los elementos del delito, sino también su
punibilidad.

Por otra parte, hablar de concurso de personas no parece adecuado,


porque la palabra concurso se reserva en general para aludir a la pluralidad de
delitos, en circunstancias que en este caso se quiere expresar que, si bien hay
concurso de personas, es decir varios sujetos, todos ellos intervienen en un solo
delito.

La jurisprudencia, siguiendo la nomenclatura del C. de Procedimiento


Penal, suele emplear genéricamente la palabra participación para aludir a todas
las formas de intervención en un delito. Pero debe tenerse presente que la
participación es una institución diversa de la autoría, de modo que el empleo de
esa voz para comprender en ella tanto lo que habría que denominar "participación
en sentido estricto" y la autoría, resulta bastante inadecuado.

Si bien la gran mayoría de los tipos penales están redactados con


referencia a un único sujeto que realiza por sí solo la conducta descrita en ellos,
en la práctica es muy común que los delitos se ejecuten por dos o más personas.

Esta ejecución mancomunada de delitos plantea varios problemas al


derecho penal. En primer lugar, se hace necesario contemplar normas que
permitan abarcar las conductas de cada uno de los intervinientes en el hecho
delictivo, porque de lo contrario quedarían impunes. Para entenderlo, basta
reparar en que si entre varios sujetos se dividen la ejecución de un delito que
supone la realización dos o más conductas (p. ej. robo con violencia: apropiarse y
ejercer violencia), y cada uno de ellos ejecuta una sola, en rigor ninguno realizaría
íntegramente el tipo penal, sino sólo una de sus partes, por lo que su actuación
personal tendría que ser considerada atípica. Obviamente, tal conclusión sería
inaceptable, porque no cabe duda que en una situación así no hay en verdad
varias conductas aisladas, sino la ejecución conjunta de un
solo todo, al que han estado orientadas las diversas aportaciones de los sujetos.

Algo similar ocurre incluso cuando varios individuos realizan en conjunto


un delito de acción única (p. ej. homicidio: matar), pues si uno sujeta o mantiene
distraída a la víctima para que el otro pueda asestarle el golpe mortal, nos
encontraremos con que, en un análisis individual, sólo este último habrá
ejecutado la acción típica de matar, mas no el primero, cuya acción de sujetar o
distraer no satisface por sí sola las exigencias del tipo de homicidio, regido por el
verbo matar. Esto último se aprecia muy claramente si contemplamos tales actos
desde el punto de vista del iter criminis: nadie podría afirmar que quien sujeta a
una persona ha consumado ya la conducta de matarla; a lo más podría afirmarse
que con ello ha dado comienzo a la ejecución del delito, con lo que sólo
podríamos sancionarlo a título de tentativa. Siendo así, y partiendo de la base
que conforme al principio de legalidad cada conducta ha de ser por sí misma
típica para que pueda ser castigada, tendríamos que sancionar al sujeto sólo a
título de tentativa, pues su acción personal no consuma el delito. Sin embargo,
no parece que lo correcto sea sancionar a esta persona por una mera tentativa de
homicidio, si la víctima murió. Ciertamente, ambos intervinientes deben
responder por esa muerte, pues los desvalores de acción y de resultado
homicidas concurren íntegramente respecto de ambos, porque sus acciones no
pueden ser apreciadas aisladamente, sino como un todo orientado a un mismo
fin. Tal como en el caso anterior, entonces, se requiere una norma que permita
subsumir las acciones individuales de los varios sujetos activos en un tipo penal
cuya configuración sólo puede atribuirse al conjunto.

Pero eso no es todo, pues además resulta necesario ponderar las diversas
aportaciones al delito conjunto, estableciendo alguna diferenciación en cuanto a
su gravedad, porque no parece que al mero colaborador en el delito se le deba
castigar con una pena igual a la que se impone a quien realiza por sí mismo la
acción delictiva. Tal diferenciación se concreta en las categorías de autor y
partícipe, empleadas universalmente, y que será preciso deslindar.

De acuerdo con lo expresado, las normas sobre autoría y participación


deben ser vistas como ampliaciones de cada tipo penal en particular, del mismo
modo que lo son las disposiciones relativas al iter criminis. En virtud de ambos
grupos de normas, las descripciones de delito contenidas en los diversos tipos
penales alcanzan no sólo a quien allí se expresa, sino también a quien da
comienzo a la ejecución del hecho y a quienes intervienen en él a través de
alguna de las formas constitutivas de autoría o departicipación. La separación de
esta parte de la hipótesis delictiva para tratarla como un tema independiente es,
en el fondo, una decisión de técnica legislativa.

Se excluye del tema de la autoría y la participación el llamado concurso


necesario, que se da cuando la propia descripción de la conducta delictiva
supone la intervención de dos o más sujetos activos. En estos casos y respecto
de estos individuos, no operan las normas amplificadoras sobre autoría y
participación, pues el mismo precepto punitivo prevé la intervención de varios
sujetos. Ej : asociación ilícita (art. 292).
II. LA DISTINCION ENTRE AUTORIA Y PARTICIPACION

Si bien desde un punto de vista puramente causal cabría afirmar que toda
intervención en el delito aporta un elemento en la cadena de hechos que llevan a
su realización, lo cierto es que, como hemos advertido, es preciso distinguir entre
aportaciones más o menos importantes del hecho, con el fin de asignar una pena
proporcional a cada modo de intervención. Tal distinción da origen a las
categorías de autoría y participación.

Pero para trazar la línea divisoria entre una y otra clase de intervención y
aportación al hecho, es necesario fijar un criterio que permita discernir entre
ambas. Entre las diversas posiciones doctrinales sobre este punto, cabe citar las
siguientes:

1. Criterio escéptico o causal

Aun cuando ya nadie lo sustenta, conviene revisar su planteamiento. De


acuerdo con este criterio, no debería distinguirse entre actos de autoría y de
participación, pues, en la medida en que todos ellos implican una aportación
causal al resultado, todos son igualmente condición de éste, sin que quepa
diferenciar grados o niveles de gravedad en la aportación al resultado delictivo.

Ese punto de vista, sin embargo, no es convincente, como lo demuestra el


siguiente ejemplo del profesor Enrique Gimbernat: si A y B desean reunir un
millón de pesos, y A aporta novecientos mil y B cien mil, nada nos impide valorar
en más la aportación de A, pues, aun cuando desde un punto de vista causal
abstracto uno y otro hayan puesto una condición para la obtención de la suma
total reunida, objetivamente A ha aportado más que B para reunirla.

2. Criterio subjetivo

De acuerdo con él, la distinción entre autoría y participación debe hacerse


atendiendo a la intención personal del sujeto activo respecto del hecho que se
persigue. Partiendo de la base de que en todos los intervinientes se requiere
dolo, la distinción, de acuerdo con este criterio, tendría que fundarse en si el
individuo ha querido el hecho delictivo como propio o como ajeno, es decir, si ha
buscado la realización del delito para sí mismo o para un tercero.

Al margen de las dificultades probatorias que plantea, este criterio conduce


a sancionar como mero partícipe al individuo que realiza toda la conducta
delictiva por encargo de un tercero, y a castigar como autor al tercero que le
encomienda su realización. Pero probablemente su mayor problema estribe en la
violación que representa para el principio de legalidad, pues, en el fondo, implica
reemplazar el requisito esencial de la efectiva realización de la conducta tipificada
por uno puramente subjetivo, consistente en querer la realización de ésta.
3. Criterio objetivo formal

En el extremo opuesto se ubica este criterio, que plantea la distinción


atendiendo a si la actuación ejecutada por el sujeto queda ya comprendida en el
tipo o no. En el fondo, este criterio es una limitación del enfoque causalista: no
toda aportación causal es autoría del delito, sino sólo aquella que encuadra por sí
misma en el tipo, las demás son mera participación.

Al contrario del anterior, este criterio implica en férreo respeto al principio


de legalidad y de taxatividad, pero tampoco es perfecto. La exigencia formal que
conlleva lo hace muy estrecho como para explicar situaciones bastante claras de
autoría como la del autor mediato y la del autor intelectual del hecho, que no
realizan acto alguno de aquellos que componen el tipo.

4. Criterio objetivo final o teoría del dominio del hecho

En la actualidad, éste es el criterio más aceptado en la doctrina, aun


cuando admite diversos matices. Su elaboración corresponde a Hans Welzel,
principal forjador de la teoría finalista. De acuerdo con este enfoque, debe
calificarse de autor a quien tiene el dominio de la ejecución del hecho, y de
partícipe, a quien ha intervenido en la realización del delito, pero sin ostentar ese
dominio.

En el fondo, se trata de distinguir qué aportaciones han sido más


determinantes en la realización del hecho delictivo. Y el criterio empleado para
ello es el de si el individuo concreto ha podido determinar con su actuación la
producción del hecho delictivo y el modo de su producción. Este dominio se
compone de un aspecto objetivo y de uno subjetivo: el objetivo supone que el
individuo esté en posición de determinar la ejecución del hecho delictivo y el
subjetivo, que el sujeto obre con dolo, es decir, dirigiendo finalmente la
configuración del tipo.

III. LA AUTORIA Y SUS FORMAS

1. Formas de autoría

Sobre la base de esta última teoría, podemos distinguir tres formas de


dominio del hecho y, por lo tanto, de autoría:

a) Dominio directo del hecho

Tiene el dominio directo del hecho quien realiza por sí mismo la conducta
delictiva. Este supuesto incluye el de quien, mediante fuerza física, utiliza como
mero objeto a un tercero para obtener la realización del delito. La autoría
directa aparece descrita en cada tipo penal, de modo que no constituye un
supuesto problemático.
b) Dominio indirecto del hecho

El dominio indirecto del hecho se da cuando alguien posee tal dominio por
la influencia que ejerce sobre la voluntad de un tercero. En este caso, el sujeto
es capaz de determinar la realización del hecho delictivo, utilizando como
instrumento suyo a otro individuo, que actúa sin dolo o sin culpabilidad, y cuya
voluntad puede, por tanto, manejar. Esta situación recibe el nombre autoría
mediata.

Esta forma de autoría supone, por consiguiente, la existencia de dos


sujetos: uno que ejerce el dominio y otro que es empleado como instrumento para
la ejecución del delito.

Esta relación de dominio requiere una total pérdida de autonomía por parte
de la persona instrumentalizada. Por eso, en estos casos hay un solo
interviniente punible (el autor mediato), ya que, por definición, el instrumento ha
de encontrarse en alguna de las siguientes situaciones que excluyen a su
respecto el delito: error de tipo, inimputabilidad, error de prohibición o
inexigibilidad. Por ejemplo, quien se vale de un niño para cometer un delito, o el
médico que engaña a la enfermera haciéndole creer que lo que inyecta al
paciente es insulina en lugar de glucosa, o quien amenaza de muerte al cajero
para que le entregue el dinero del banco, son autores mediatos, pues se valen de
un sujeto que actúa sin dolo o sin culpabilidad, y que, por lo tanto, no incurre en
delito. Este punto marca una diferencia esencial entre la autoría mediata y la
instigación.

c) Dominio funcional del hecho

En este caso, se trata de un dominio compartido por todos los sujetos que
ostentan a un mismo tiempo el dominio sobre la ejecución del hecho, quienes se
han dividido la realización del delito. Este dominio compartido da lugar a la
coautoría.

2. Aspectos subjetivos en las distintas formas de autoría

Dado que en la autoría directa no hay correlación con otros individuos y


que ella aparece descrita en cada tipo penal, admite tanto dolo como culpa,
dependiendo de si existe un precepto que sancione la realización culposa de la
conducta. En cambio la coautoría y la autoría mediata suponen dolo. Si los
diversos integrantes de un equipo médico incurren en culpa, causando con ello la
muerte del paciente, no hay un delito culposo de homicidio realizado en coautoría
por todos ellos. El delito culposo requiere infracción del deber de cuidado, y tal
infracción debe ser apreciada respecto de cada individuo en particular,
examinando su intervención concreta. De este modo, no habrá un delito culposo
único, sino tantos delitos culposos como actuaciones individuales infractores del
deber de cuidado existan.
En el caso de la autoría mediata, es obvio que sin dolo no puede haber
dominio de la voluntad del tercero instrumentalizado, por lo que la culpa queda
excluida de plano de su tipo subjetivo.

IV. LA PARTICIPACION Y SUS FORMAS

1. Formas de participación

De acuerdo con la teoría del dominio del hecho, toda intervención en el


suceso delictivo que no conlleve dominio sobre él debe ser calificada de mera
participación. Negativamente, por lo tanto, la participación se caracteriza por una
ausencia de control sobre la ejecución del hecho delictivo. Pero en términos
positivos, la participación supone una intervención en el hecho, que puede
revestir dos modalidades: instigación o complicidad.

a) La instigación

Consiste en crear en otro sujeto la voluntad de cometer un delito. Al igual


que la autoría mediata, supone dos sujetos, pero en este caso no existe una
relación de control o dominio, sino que el instigador se limita a convencer al
instigado de que cometa un hecho delictivo. El instigado, por lo tanto, adopta su
propia decisión delictiva y es él quien ejerce el control sobre el delito que ha
decidido a cometer. La instigación, en consecuencia, es sólo una forma de
participación en el hecho delictivo.

Lo dicho nos recuerda la diferencia ya insinuada respecto de la autoría


mediata: el instrumento no comete delito, porque actúa sin dolo o sin culpabilidad,
a diferencia del instigado, quien no se encuentra en ninguno de estos supuestos.
Es preciso reparar en que la inducción es un instituto que tiene sentido sólo
respecto del instigador, no respecto del instigado. Este, si llega a realizar el hecho
delictivo, será un autor directo del él. Es el instigador quien debe ser tenido por
partícipe del delito.

Ahora bien, para ser tal, el instigador debe efectivamente conseguir su


propósito de crear en el otro una resolución delictiva. De lo contrario, su acto no
pasaría de ser una mera proposición delictiva no aceptada, generalmente
impune. La efectiva creación de una resolución delictiva en otro sujeto, conlleva,
por supuesto, algunas exigencias, sin las cuales la mera proposición de cometer
un delito no podría pasar a ser considerada una verdadera forma de participación
en el delito perpetrado por el instigado.

La instigación, por lo tanto, debe ser, en primer término, eficaz. Es decir,


debe efectivamente crear en otro individuo la resolución delictual. Si este sujeto
ya había adoptado su decisión con anterioridad, por mucho que coincida la
proposición con el plan delictivo de éste, el proponente no dejará de ser tal, y su
comportamiento será impune. Pero además, la instigación debe ser concreta y
dirigida a persona determinada. No la habrá si el sujeto simplemente se limita
a emitir juicios generales, pues requiere que se cree en el otro la voluntad de
cometer un delito determinado.

b) La complicidad

Consiste en colaborar en la realización de un delito. A la ausencia de


control sobre su ejecución, se une aquí un elemento positivo, que es el aporte
concreto que efectúa el cómplice a la realización del delito. Esta aportación
puede ser de cualquier índole: material, como cuando se aporta dinero; o
intelectual, como en el caso que la ayuda proporcionada consista en una
información relevante para los propósitos delictivos.

Además, para ser tal, esta colaboración debe ser anterior o simultánea a la
ejecución del delito, pues una vez que éste ha sido consumado ya no es posible
colaborar ni participar en él. En realidad, tanto la autoría como la participación,
en cualquiera de sus formas, suponen un aporte a la producción del hecho
común, de modo que ni la una ni la otra pueden tener lugar una vez consumado
éste. De ahí que el encubrimiento, que por esencia es posterior a la
consumación, no pueda ser entendido como una forma de participación en el
delito, a la manera como lo concibe nuestro Código, sino que deba ser enfocado
como un delito autónomo contra la administración de justicia.

La complicidad también requiere una relación causal entre el aporte


efectuado y el delito cometido. Pero esto también es una manifestación particular
de una exigencia general, puesto que, como ya sabemos, la posibilidad de
imputar objetivamente un resultado delictivo a un comportamiento específico de
un sujeto depende de que pueda establecerse entre ambos una relación de esa
naturaleza. De modo que si un individuo presta una colaboración para el delito
que luego no es empleada por los autores, faltará este requisito y su
comportamiento será impune.

2. Los principios de la participación criminal

Al margen de los requisitos particulares de cada una de sus formas, la


participación criminal se encuentra regida por dos principios básicos, sin cuya
concurrencia no puede decirse que haya participación. Son los principios de
accesoriedad y convergencia.

a) El principio de accesoriedad

De acuerdo con este principio, la punibilidad de las formas de participación


depende de que el hecho principal efectivamente llegue a ejecutarse y de que
reuna determinados caracteres jurídicos.

Por una parte, entonces, el principio implica que el castigo del cómplice o
del instigador dependerá de que el o los autores lleguen a dar comienzo a la
ejecución del delito. No es necesario que el hecho alcance la consumación, pero
sí se requiere como mínimo que haya alcanzado la fase de tentativa. Pero,
además, el referido principio expresa una exigencia relativa a la calidad jurídica
del hecho principal. Pues, obviamente, si el acto principal ejecutado es irrelevante
desde el punto de vista penal, no podrá haber castigo para quienes colaboraron a
él.

El problema es determinar qué elementos de la estructura del delito debe


reunir el hecho principal para que sea procedente el castigo de las formas de
participación en él. Al respecto, se han dado múltiples respuestas, que,
ordenadas conforme al número creciente de sus exigencias, es decir, de menor a
mayor grado de accesoriedad de la conducta del partícipe respecto de la de los
autores, son las siguientes:

El criterio de la accesoriedad mínima exige que la conducta principal sea


típica.

El criterio de la accesoriedad media exige que la conducta principal sea


típica y antijurídica.

El criterio de la accesoriedad máxima exige que la conducta principal sea


típica, antijurídica y culpable.

El criterio de la hiperaccesoriedad, en fin, exige la conducta principal sea


típica, antijurídica, culpable y punible.

La accesoriedad mínima y la hiperaccesoriedad constituyen extremos


prácticamente desaparecidos de la doctrina penal. Lo mínimo es exigir que la
conducta principal sea ilícita, porque de lo contrario se estaría castigando la
participación en un hecho prohibido por el ordenamiento jurídico. Pero, por otra
parte, resulta desmesurado hacer depender el castigo de la participación de la
punibilidad de los autores, ya que este presupuesto de la responsabilidad penal
se funda en consideraciones de política criminal que pueden ser totalmente
inaplicables al partícipe. Esto último es claramente apreciable en el artículo 489
CP., que dispone que el levantamiento de pena que allí consagra en favor de
algunos individuos, a título de excusa absolutoria, no beneficia a los demás.

El problema se cincunscribe entonces a averiguar si la culpabilidad de la


acción principal es o no un presupuesto del castigo de las formas de
participación, pues tanto la tesis de la accesoriedad media como la máxima
demandan que el hecho sea típico y antijurídico, pero esta última exige que,
además, sea culpable.

Respecto de este punto, la doctrina comparada y nacional se inclinan


decididamente en favor de la accesoriedad media. Primero, por una razón
general, cual es que la culpabilidad es un juicio de carácter estrictamente
personal, en el que entran en consideración las capacidades o características
propias de cada individuo, de modo que la culpabilidad o inculpabilidad de un
sujeto no tiene por qué influir en la procedencia del castigo aplicable a otros. Y en
segundo término, por razones de texto, pues hay preceptos que permiten estimar
que la inculpabilidad del autor no obsta al castigo del partícipe. Entre esas
razones se encuentran las siguientes:
- Es indicativa la circunstancia que los arts. 15 y 16 del C. Penal aludan en
todo momento a la autoría o a la complicidad en el hecho, y no en el
delito, porque de haberse empleado el término delito el castigo del
partícipe habría dependido de la configuración de todos los elementos de
aquél.

- También es revelador el hecho que los arts. 72 y 456 bis contemplan como
circunstancia de agravación el actuar con personas inculpables; en el
primer caso, por tratarse de menores de edad, y en el segundo, por
tratarse de sujetos exentos de responsabilidad penal en conformidad al
Nº1 del art.10 del C. Penal. En ambos supuestos, el autor del hecho podría
ser el individuo inculpable, obrando el otro como mero partícipe, lo que
demuestra que puede castigarse a este último sin necesidad de que el
autor actúe con culpabilidad.

Respecto del encubrimiento –que, como todos sabemos, es considerado


por nuestro Código como una forma de participación– piensaEtcheberry que rige
la accesoriedad máxima, fundado en que el art. 17 alude al encubrimiento de
crímenes y simples delitos, lo que denotaría una exigencia de culpabilidad en el
autor. El resto de los autores nacionales, sin embargo, discrepan de este parecer
señalando que tal referencia del art. 17 a crímenes y simples delitos ha tenido
únicamente por objeto excluir la tipicidad del encubrimiento de faltas, sin que ello
implique una alteración del criterio de accesoriedad media que inspira a nuestro
Código.

b) El principio de convergencia

De acuerdo con este principio, las conductas de autores y partícipes deben


estar orientadas al mismo fin delictivo. Sólo podrá haber participación criminal, si
la voluntad de los diversos intervinientes se encamina a un objetivo común. Esta
exigencia determina que el tipo subjetivo de las formas de participación, al igual
que en el caso de la autoría mediata y de la coautoría, esté restringida al dolo,
pues no puede haber participación en un delito si no se tiene conciencia y
voluntad de colaborar o instar a él.

La dificultad que se plantea en este punto viene dada por los llamados
excesos delictivos, es decir, aquellas desviaciones del plan delictivo que se
traducen en la ejecución por parte de los autores de un delito más grave o de
otros delitos asociados con el que había sido objeto de acuerdo. Al respecto, la
doctrina propone distinguir según si la desviación es esencial o no. Si la
divergencia no es esencial, sea ésta cualitativa, como cuando se planea un hurto,
pero el autor comete un robo con fuerza en las cosas, o bien sea meramente
cuantitativa, como cuando se acuerda un delito de lesiones menos graves, pero
resultan lesiones de mayor entidad, el hecho más grave ejecutado por el autor
será imputable al partícipe, pues podrá entenderse comprendido en su dolo.
V. LA AUTORIA EN EL CODIGO PENAL CHILENO

De acuerdo con el artículo 15 CP, se consideran autores :


1º Los que toman parte en la ejecución del hecho, sea de una manera inmediata
y directa, sea impidiendo o procurando impedir que se evite.
2º Los que fuerzan o inducen directamente a otro a ejecutarlo.
3º Los que, concertados para su ejecución, facilitan los medios con que se lleva a
efecto el hecho o lo presencian sin tomar parte inmediata en él.

Una simple lectura de este precepto revela, en primer lugar, que no se


alude en él al autor individual y directo del delito, comprendido ya en los tipos
penales específicos, sino sólo a sujetos que realizan parcialmente el tipo
respectivo o que no lo realizan en modo alguno.

Y en segundo lugar, cabe destacar que, de las seis hipótesis de autoría


que contempla esta norma, cuatro de ellas (Nºs. 1 y 3) se encuentran precedidas
de una exigencia general, consistente ya en tomar parte en la ejecución del
hecho, ya en estar concertado para la ejecución del delito. Como veremos, las
diferencias doctrinales en la interpretación de estos supuestos dicen
precisamente relación con el alcance que se atribuye a los respectivos
encabezados de esos numerales.

1. Interpretación amplia e interpretación restrictiva del artículo 15

En concordancia con lo expuesto por autores como Labatut, Novoa y Cury, la casi
totalidad de la jurisprudencia nacional es partidaria de una interpretación que
podemos denominar extensiva del artículo 15.

Los sustentadores de esta tesis no ignoran que el alcance que atribuyen al


referido artículo es excesivo, en relación con los criterios doctrinales, pero
argumentan que esta ampliación de la autoría viene dispuesta por el propio
legislador y reconocida por él mismo como tal en el inciso primero del art. 15, en
cuanto alude a quienes se consideran autores y no a quienes son autores.

Quienes, en minoría y casi sin reconocimiento jurisprudencial, consideran


que no ésa la interpretación que debe darse al art. 15 CP, sostienen que tal
expresión del legislador no implica que los supuestos de los números 1 y 3
comprendan casos que doctrinalmente corresponden a la complicidad, sino que
se explica debido a la inclusión entre los autores (Nº2) al instigador, quien en
verdad es sólo un partícipe.

2. Alcance del Nº 1 del art. 15

Interpretado en sentido amplio, el primer numeral del artículo 15 incluiría a


todos los que toman parte en la realización del delito, sea que directamente
ejecuten alguno de sus actos constitutivos, o que sólo impidan o procuren impedir
que otros eviten su realización. En este último supuesto quedaría comprendido,
de acuerdo con este criterio, quien permanece fuera del lugar donde se está
ejecutando el delito para avisar si llega alguien o para distraerlo.
Una interpretación más ceñida del texto parte por reparar en que a la
palabra ejecución, contenida en la exigencia primera y central de este precepto,
se debe dar un sentido técnico, es decir, el mismo sentido que le atribuye el
artículo 7 CP. De modo que sólo tomarán parte en la ejecución del hecho quienes
realicen actos ejecutivos del delito, no actos de cualquiera índole simultáneos a la
ejecución, sino actos que en sí mismos puedan ser considerados ejecutivos del
delito de que se trate.

Partiendo de esa base, tomarán parte en la ejecución del hecho de una


manera directa quienes realicen por sí mismos actos de ejecución del delito ; y
tomarán parte de su ejecución impidiendo o procurando impedir que se evite,
quienes realicen actos que cumplen con ambas exigencias, como sucedería si,
en un delito de lesiones o de violación, un sujeto afirma a la víctima mientras el
otro la golpea o la viola. El caso de quien se limita a vigilar la llegada de intrusos
queda, por tanto, absolutamente fuera del alcance de este numeral.

3. Alcance del Nº 2 del art. 15

Salvo contadas excepciones, existe acuerdo en la doctrina y en la


jurisprudencia en cuanto a que el segundo numeral del artículo 15 incluye, en su
primera parte, al autor mediato, y en la segunda, al instigador o inductor.

La expresión fuerza es entendida en el sentido de fuerza moral, puesto


que el empleo de fuerza física torna a quien se vale de ella en autor directo del
hecho. Sin embargo, la mayor parte de la doctrina nacional entiende que en esta
parte del art. 15 Nº2 tienen cabida todas las formas de autoría mediata, ya
examinadas (Etcheberry). Hay quienes, sin embargo, interpretan que las
modalidades de autoría mediata que no suponen fuerza moral tendrían cabida en
el Nº1 del art. 15 (Garrido).

En cuanto a la inducción, que, como vimos, es una forma de participación,


también existe acuerdo en la doctrina en el sentido que se la ha incluido entre los
supuestos de autoría, porque en casi todas las legislaciones se castiga al inductor
con una pena igual a la que se impone a los autores del hecho. Ello, sin embargo,
no obsta a que debamos considerar al instigador como lo que efectivamente es:
un partícipe, cuya actuación debe satisfacer las exigencias de los principios de
accesoriedad y convergencia.

La expresión directamente implica que la instigación o inducción debe ser


concreta y dirigida a persona determinada, sin que basten los meros consejos o
las alusiones generales. No tiene por objeto descartar la posibilidad de castigar al
inductor cuando el inducido actúa a su vez como inductor de un tercero, por
ejemplo, pagándole para que éste realice el delito en su lugar.
4. Alcance del Nº3 del artículo 15

Nuevamente, el elemento clave para la interpretación de este precepto


está dado por su primera parte, aplicable a las dos modalidades específicas de
autoría que contempla.

El concierto para la ejecución que allí se exige es interpretado por la


doctrina mayoritaria y la jurisprudencia como sinónimo de acuerdo para cometer
el delito, el cual, por lo demás, puede ser expreso o tácito, y previo o coetáneo al
delito.

De este modo, todo aquel que, mediando un acuerdo con los demás
autores, proporcione uno de los medios empleados para cometerlo, o
simplemente lo presencie, tendría que ser considerado autor, de conformidad con
este precepto.

En cuanto a los medios, éstos pueden ser de cualquier índole, materiales


(arma, dinero, automóvil) o inmateriales (información sobre modo de ejecución,
sobre los objetos, sobre la víctima, etc.) ; y pueden tener por objeto hacer posible
la ejecución del hecho, o simplemente facilitarla o acelerarla.

En cuanto a la segunda hipótesis, basta la sola presencia del individuo,


con tal que existe acuerdo delictivo. Precisamente debido a la amplitud con que
se cree ha sido concebida la norma, los autores partidarios de esta interpretación
extensiva destacan que este numeral casi hace desaparecer la complicidad, pues
la cooperación en el delito quedaría prácticamente absorbida por el Nº3 del art.
15.

Los partidarios de una interpretación más estricta del precepto, sin


embargo, reparan en que, nuevamente, la palabra ejecución debe ser tomada en
su sentido estricto, de modo que el acuerdo debe ser un acuerdo para la
ejecución del delito, y no un mero acuerdo para su realización. Se trata de que,
conforme al plan delictivo, se encuentre previsto un aporte del individuo en este
etapa. A diferencia del Nº1, que considera autor al sujeto que toma parte en la
ejecución, en este caso el individuo no toma parte activa en la ejecución, sino que
sólo la presencia o proporciona medios que han sido previstos para y utilizados
en la ejecución del delito. Pero en ambos casos la aportación del individuo al
delito se manifiesta en la etapa ejecutiva de éste: en un caso, con su mera
presencia, cubriéndose así aquellos supuestos en que los no todos los individuos
toman parte activa en la ejecución, sino que uno o más de ellos se limitan a
apoyar con su presencia a los que ejecutan la acción y están alertas ante
cualquier imprevisto que pudiera reclamar su intervención (existe, por tanto, un
codominio de la ejecución del hecho); y en el segundo supuesto, a través de los
medios facilitados para que se empleen en la ejecución misma del hecho. De
este modo, el solo hecho de proporcionar medios no transforma al facilitador en
coautor, sino sólo cuando se proporcionan y se emplean en la realización de los
actos ejecutivos del delito.
VI. LA COMPLICIDAD

De acuerdo con el artículo 16 CP: Son cómplices los que, no hallándose


comprendidos en el artículo anterior, cooperan a la ejecución del hecho por actos
anteriores o simultáneos.

Como se puede apreciar, la complicidad es una figura de participación concebida


residualmente: es tal toda colaboración en el hecho que no constituya autoría. Su
alcance, por lo tanto, quedará determinado por el que se atribuya al art. 15.
Además, se trata de una institución de aplicación subsidiaria frente a la autoría,
de modo que no podría castigarse a un mismo individuo como autor y como
cómplice de un mismo hecho.

Asimismo, en la medida que la complicidad es colaboración a la ejecución del


delito, no la habrá cuando un individuo colabore con el cómplice: no hay
complicidad en complicidad. Por otra parte, y de acuerdo con las reglas generales
ya vistas, la ayuda prestada por el cómplice efectivamente ha de ser aprovechada
de algún modo, aunque sea como un medio para hacer frente a un imprevisto,
por el autor.

Por último, debe destacarse que la complicidad no siempre es previa a la


ejecución del hecho delictivo, sino que puede ser simultánea con éste. Nunca
posterior, puesto que consumado el hecho ya no puede colaborarse a él. Las
actuaciones eventualmente pueden dar lugar a encubrimiento.

VII. EL ENCUBRIMIENTO

Dado que nuestro legislador incluye al encubridor entre las personas


responsables de los delitos, junto con los autores y los cómplices, tanto al agrupar
todas estas figuras bajo el Título II, como en la enumeración que contiene el art.
14, hemos de llegar a la conclusión que erróneamente consideró al encubrimiento
como una forma de participación subsecuente en el delito.

En doctrina y derecho comparados este enfoque está en franco desuso,


pues se entiende que, en la medida que se trata de una actividad posterior a la
consumación, el encubrimiento debe ser sancionado como un delito
independiente, entre las demás figuras de atentado contra la administración de
justicia. No obstante, parece razonable fijar la pena del encubrimiento tomando
en consideración la gravedad del delito que se encubre, lo que, en buena medida,
explica el tratamiento que le da nuestro Código.

De acuerdo con el art. 17, el encubrimiento supone ciertas condiciones o


requisitos:

a) El hecho encubierto debe ser un crimen o un simple delito. No existe


encubrimiento de faltas. Así lo da a entender el inciso 1º del art. 17 y se
desprende de la regulación general sobre las faltas. Este hecho no necesita
haber llegado a la consumación, pues también pueden encubrirse los actos
llevados a cabo para ejecutarlo.
b) El encubridor ha de tener conocimiento de la perpetración del hecho delictivo.
c) El encubridor ha de actuar con posterioridad a la consumación del delito o a la
etapa ejecutiva que se haya realizado.
d) El encubridor no ha de haber tervenido como autor o como cómplice en el
delito. Se trata, al igual que en el caso del art. 16, de una norma de aplicación
subsidiaria.
e) El encubridor debe haber actuado de alguno de los modos especialmente
previstos en los números 1 a 4 del art. 17. Al respecto, se distingue entre :

Aprovechamiento real o de los efectos del delito (Nº1). Se comprende


en este numeral tanto el aprovechamiento propio que lleva a cabo el encubridor,
como el acto de facilitar a los demás intervinientes que se aprovechen de los
efectos del delito cometido. Cuando hay aprovechamiento propio y los efectos
provienen de la perpetración de un delito de hurto o robo, debe aplicarse por
especialidad el artículo 456 bis A, que sanciona para estos casos el delito de
receptación.

Favorecimiento real (Nº2). Se sanciona la conducta de quien oculta o


inutiliza el cuerpo, los efectos o instrumentos del delito con la finalidad de impedir
que sea descubierto.

Labatut, Novoa y Etcheberry sostienen que, en virtud de esta exigencia


subjetiva, no hay favorecimiento si la ocultación o inutilización se efectúa con la
finalidad que no se pueda identificar al autor del delito, por ejemplo, una vez que
el hecho ya ha sido descubierto.

Favorecimiento personal o de delincuentes (Nºs. 3 y 4). Nuestro código


distingue entre una forma ocasional y una habitual.

El favorecimiento ocasional aparece descrito en el Nº3, y consiste en


albergar, ocultar o proporcionar la fuga a los autores o cómplices.

El favorecimiento habitual es más amplio en lo tocante a las conductas,


pues también se comprende el hecho de facilitar medios para que los
delincuentes se reúnan u oculten sus armas o efectos, y la de suministrarles
auxilios o noticias para que se guarden, precavan o salven. Pero lo central de
esta forma de encubrimiento está dado por la habitualidad que exige, por una
parte, y por la circunstancia que, en tal caso, no se requiere que el encubridor
tenga conocimiento de los delitos perpetrados, sino sólo de la condición de
delincuentes de las personas a quienes ayuda.
VIII. LA COMUNICABILIDAD DE LAS EXIGENCIAS PERSONALES DEL
TIPO

1. Planteamiento del problema

Ya sabemos que, en relación con el sujeto activo, los delitos suelen


clasificarse en dos categorías: delitos de sujeto indiferente y delitos especiales. Y
que, respecto de los segundos, se acostumbra a distinguir entre delitos
especiales propios e impropios. Son delitos especiales propios aquellos en los
cuales la calidad especial requerida por el tipo es determinante de su ilicitud, de
manera que si no concurre esa exigencia, el hecho simplemente no es castigado.
Son delitos especiales impropios, en cambio, aquellos en los cuales la calidad
especial exigida por el tipo no es determinante de la ilicitud, sino de una
agravación o de una atenuación del trato penal, de manera que si no concurre
aquella exigencia, el hecho de todos modos es sancionado, pero a un título
distinto (de conformidad con un tipo paralelo más severo o más benigno que
aquel cuya exigencia no se cumple).

En aquellos casos en que intervienen dos o más individuos en la


realización de un delito que exige determinadas características en el sujeto activo,
suele ocurrir que no todos ellos reúnan las condiciones exigidas por el tipo.Puede
acontecer, entonces, que un sujeto cualificado actúe con otro u otros individuos
no cualificados, sea que obren como coautores o como partícipes. Y, por la
inversa, puede ocurrir que el sujeto cualificado se valga de un tercero para
cometer un delito especial, ya sea que lo haga en calidad de autor mediato o
como instigador.

En estas situaciones se plantea el problema de determinar cuál es el trato


penal a que queda sometida la persona que no reúne la calidad especial exigida
por el tipo: si se le "comunica" la calidad que sí se da en otro de los intervinientes
o si no se le "comunica" dicha calidad.

2. La solución mayoritaria

Como el Código Penal no resuelve el problema, la doctrina mayoritaria


toma como base el artículo 64 del C. Penal que se refiere específicamente al
tema de la comunicabilidad de las circunstancias modificatorias de
responsabilidad (atenuantes y agravantes). Este precepto dispone que las
circunstancias agravantes de índole personal sólo afectan a las personas en
quienes concurren (es decir, no se comunican).

Sobre esta base, la posición mayoritaria distingue entre delitos especiales propios
e impropios:

a) Respecto de los delitos especiales impropios, procede castigar al sujeto


cualificado según el tipo especial, y al sujeto no cualificado según el tipo
paralelo correspondiente.
Por ejemplo: si un hijo mata a su padre e interviene un extraño como
cómplice, este último será cómplice no de parricidio, sino de homicidio
simple (arts. 390 y 391 Nº 2)
Esta posición se funda en que si bien respecto de la comunicabilidad de
los elementos (personales) del tipo no hay una regla general, sí es
aplicable en este caso la norma del artículo 64, porque en el fondo la
calidad de pariente opera como agravante.
b) Respecto de los delitos especiales propios, procede castigar al sujeto no
cualificado según por el mismo título que resulte aplicable al sujeto
cualificado. Por ejemplo: si un juez comete el delito de prevaricación y
alguien que no es juez actúa como cómplice, éste último debe ser
castigado como cómplice de prevaricación. Esta posición se funda en que
la limitación contemplada en el artículo 64 no es aplicable respecto de esta
clase de delitos, porque ella se refiere exclusivamente a las circunstancias
modificatorias de responsabilidad y no a los elementos del tipo, y en el
caso de los delitos especiales propios la calidad especial exigida por el tipo
no es determinante de una agravación o de una atenuación, sino la licitud
de la conducta.

3. Otras soluciones

Hay otras dos posiciones, francamente minoritarias, que abordan el problema de


la comunicabilidad en una forma distinta:

a) La posición de la comunicabilidad extrema, considera que el artículo 64 se


refiere exclusivamente a las circunstancias modificatorias, de modo que respecto
de los elementos (personales) del tipo, no es aplicable la regla de
incomunicabilidad que dicho precepto contempla, sea que se trate de delitos
especiales propios o impropios. Si fue necesario establecer la regla de la
incomunicabilidad para las circunstancias modificatorias, es porque el principio
básico que subyace en el ordenamiento jurídico es el de la comunicabilidad. En
consecuencia la calidad especial exigida por el tipo y que se da en uno de los
sujetos que intervienen en el delito, se comunica a aquellos en quienes no se da,
tanto en los delitos especiales propios como impropios.

b) La posición de la incomunicabilidad extrema, considera que la calidad


especial exigida por el tipo nunca se comunica a aquellos en quienes no se da,
tanto en los delitos especiales propios como impropios. Se funda en que si -en
virtud de lo que dispone el artículo 64- el legislador no quiere que se comunique
una circunstancia modificatoria (cuyo efecto sólo es aumentar o aminorar la
pena), menos podrán comunicarse los elementos del tipo (de cuya concurrencia
no depende la simple atenuación o agravación de la pena, sino la propia
existencia del delito y de la pena).
MODULO II
DERECHO PENAL, TEORIA DEL DELITO Y TIPOLOGIA DE

LA CONDUCTA DELICTUAL

“Concurso de Delitos”
CONCURSO DE DELITOS

1.- Unidad y pluralidad de hechos (acciones)

La mayoría de los autores nacionales comienzan sus exposiciones distinguiendo entre


unidad y pluralidad de "Acciones", para luego subdistinguir entre unidad natural o
jurídica de acción. Un leve matiz lo introduce ETCHEBERRY, para quien nuestra
legislación distingue entre unidad y pluralidad de hechos punibles atendiendo el tenor
literal del artículo 75 del Código Penal.

Sin adentrarnos en las distintas teorías intentadas para establecer cuándo existe
unidad y cuándo pluralidad de hechos o acciones, indiquemos únicamente que, para
BUSTOS, debe atenderse a lo que le da sentido y significación al hecho, la acción o la
omisión, que se configura desde un punto de vista psicológico-valorativo. Visto así, el
ámbito situacional que recoge el tipo penal, independientemente de que esté
compuesto de una o varias acciones u omisiones, o bien de la combinación de una(s)
y otra(s), debe implicar un sólo momento de resolución ejecutiva del sujeto contra el
ordenamiento jurídico, sin que entren en consideración las normas infringidas ni los
resultados producidos.

Si bien se discute la ubicación sistemática de los concursos de delitos y, con mayor


razón la del concurso aparente de leyes penales, lo concreto es que el Código Penal y
el Procesal Penal, tratan estas materias a propósito de la determinación de la pena,
pues es allí donde se producen sus efectos prácticos. Asimismo, existe coincidencia
entre los autores en que, ya sea por aplicación del principio indubio pro reo o de
humanización de las sanciones, o la dignidad de la persona humana, estas normas
tienen por objeto morigerar la regla general de acumulación material de penas,
consagrada en nuestro ordenamiento jurídico en el artículo 74 del Código Penal.

2.- Concurso Real o Material de Delitos

Según GARRIDO MONTT, existe concurso real de delitos "cuando un mismo sujeto ha
realizado dos o más acciones que constituyen, a su vez, uno o más delitos
independientes no conectados entre sí y sin que en relación a ninguno de ellos se
haya dictado sentencia condenatoria".

La exigencia negativa, en orden a no existir sentencia condenatoria, tiene por finalidad


dejar fuera de los concursos a la reincidencia, en una muestra más de la estrecha
relación que existe con la determinación de la pena más que con la teoría del delito.

Naturalmente, la sentencia debe encontrase ejecutoriada, pues, de no estarlo, "aún es


posible la acumulación, pues aquella no puede todavía producir efectos, y en
consecuencia no impide la existencia del concurso material".

La penalidad del concurso real, también llamado reiteración de delitos, es diferenciada:


a) Acumulación Material. Constituye la regla general, siendo la norma aplicable la del
artículo 74 del Código Penal.

ARTICULO 74.- Al culpable de dos o más delitos se le impondrán todas las penas
correspondientes a las diversas infracciones.

El sentenciado cumplirá todas sus condenas simultáneamente siendo posible. Cuando


no lo fuere, o si de ello hubiere de resultar ilusoria alguna de las penas, las sufrirá en
orden sucesivo, principiando por las más graves o sea las más altas en la escala
respectiva, excepto las de confinamiento, extrañamiento, relegación y destierro, las
cuales se ejecutarán después de haber cumplido cualquiera otra penas de las
comprendidas en la escala gradual número 1.

b) Acumulación Jurídica (Asperación). Tratándose de delitos de la misma especie,


esto es, aquellos que afectan al mismo bien jurídico, la regla aplicable es la del artículo
351 del Código Procesal Penal. La Norma distingue entre aquellos delitos que pueden
estimarse como uno solo, y los que no.

Art. 351. Reiteración de crímenes o simples delitos de una misma especie. En los
casos de reiteración de crímenes o simples delitos de una misma especie se impondrá
la pena correspondiente a las diversas infracciones, estimadas como un solo delito,
aumentándola en uno o dos grados.

Si, por la naturaleza de las diversas infracciones, éstas no pudieren estimarse como
un solo delito, el tribunal aplicará la pena señalada a aquella que, considerada
aisladamente, con las circunstancias del caso, tuviere asignada una pena mayor,
aumentándola en uno o dos grados, según fuere el número de los delitos.

Podrá, con todo, aplicarse las penas en la forma establecida en el artículo 74 del
Código Penal si, de seguirse este procedimiento, hubiere de corresponder al
condenado una pena menor.

Para los efectos de este artículo, se considerará delitos de una misma especie
aquellos que afectaren al mismo bien jurídico.

c) Absorción de la Pena. Cuando uno de los delitos ha sido el medio necesario para
cometer el otro. Se impone la pena mayor asignada al delito más grave. Este concurso
real recibe el nombre de concurso medial. Para un sector importante de la doctrina,
este concurso no es real, sino que un concurso ideal impropio, ya que recibe el mismo
tratamiento punitivo del concurso ideal. La norma aplicable es la segunda parte del
inciso primero del artículo 75 del Código Penal.

ARTÍCULO 75.- La disposición del artículo anterior no es aplicable en el caso de que


un solo hecho constituya dos o más delitos, o cuando uno de ellos sea el medio
necesario para cometer el otro.
En estos casos sólo se impondrá la pena mayor asignada al delito más grave.

3.- Concurso Ideal de Delitos

Existe concurso ideal de delitos "cuando una acción o un conjunto de acciones


unitariamente consideradas, cumplen las exigencias de dos o más figuras penales; en
otros términos, constituye coetáneamente dos o más delitos distintos".

La doctrina distingue entre concurso ideal homogéneo y heterogéneo.

El concurso es homogéneo, "cuando con un mismo hecho se realiza varias veces el


mismo tipo penal, como, por ejemplo, si con un mismo disparo se da muerte a dos o
más personas, o profiriendo una sola expresión se injuria a muchos individuos".

Por el contrario, el concurso ideal será heterogéneo, "cuando con un solo hecho se
satisfacen las exigencias de distintos tipos penales, como, por ejemplo, si para yacer
con ella se violenta a una hermana casada", en cuyo caso estaremos en presencia de
los delitos de violación e incesto.

Cualquiera sea el tipo de concurso ideal de que se trate, el tratamiento punitivo es el


mismo.

ARTICULO 75.- La disposición del artículo anterior no es aplicable en el caso de que


un solo hecho constituya dos o más delitos, o cuando uno de ellos sea el medio
necesario para cometer el otro.

En estos casos sólo se impondrá la pena mayor asignada al delito más grave.

Existe doctrina y jurisprudencia pacífica en orden a considerar que el delito más grave
es el que tiene la pena más elevada.

En cuanto a la pena mayor, se ha de tener en consideración el artículo 57del Código


Penal, que nos indica que cada grado de una pena divisible constituye una pena en sí
misma. La doctrina comienza a discrepar cuando el delito tiene asignada una pena
única o de un solo grado. Para algunos, no se cumple el presupuesto del artículo 75,
por lo que la norma no puede ser aplicada. Para otros, el tribunal puede recorrer la
pena en toda su extensión, existiendo incluso alguna doctrina y jurisprudencia que
plantea la aplicación de la regla del artículo 67 del Código Penal, dividiendo por
mitades el período de duración de la pena a efectos de aplicar el máximum.

Si bien no por los mismos fundamentos, la doctrina coincide en que el objetivo del
artículo 75 del Código Penal, es dar al concurso ideal un tratamiento más benigno que
el dado al concurso real.

Sin embargo, aun cuando fue esta la finalidad del legislador, es posible en muchos
casos que el tratamiento punitivo dado al concurso ideal resulte bastante más gravoso
que la mera acumulación material de penas del concurso real.
Así por ejemplo, si entran en concurso dos delitos, uno penado con presidio mayor en
su grado mínimo a medio y el otro sancionado únicamente con presidio menor en su
grado mínimo, en aplicación de la absorción jurídica del artículo 75 del Código Penal,
el Tribunal debiera sancionar únicamente con presidio mayor en su grado medio, esto
es, de 10 años y 1 día a 15años. En cambio, la acumulación material de penas
prevista para el concurso real, permitiría al tribunal condenar a 5 años y 1 día, más 61
días, es decir, 5 años y 62 días.

Por ello, "alguna jurisprudencia y un sector importante de la doctrina postulan que si la


aplicación de la pena mayor asignada al delito más grave supone en los hechos
imponer una pena superior a la que correspondería dela sola acumulación material
dispuesta por el art. 74, debe aplicarse esta última disposición y no la del art. 75".

Destaquemos que la doctrina propone esta solución aun en ausencia de texto legal
explícito, pues en este caso no existe el reenvío del artículo 351del Código Procesal
Penal al artículo 74 del Código Penal. Se trataría entonces de una aplicación por
analogía en beneficio del imputado.

En cuanto a la distinción entre concurso real e ideal, nos remitimos a lo señalado en la


primera parte de este documento, en orden a la valoración del hecho punible y sus
circunstancias para determinar si el sujeto se puso en contra del ordenamiento jurídico
en un solo momento o en varias oportunidades.

Sin embargo, bien lo dice ETCHEBERRY, la mayor dificultad reside es distinguir entre
un concurso ideal y un concurso aparente de leyes penales, pues, "el cada vez más
fino análisis de los tipos penales y sus relaciones entre sí ha ido reduciendo la
importancia práctica del concurso ideal, ya que gran parte de las situaciones que en
otro tiempo solían ser tratadas como tal han resultado ser concursos aparentes de
leyes".

5.- Concurso Aparente de Leyes Penales

Como acertadamente señala GARRIDO, en esta situación no existe un concurso, sino


que se trata de un problema de interpretación de tipos penales en casos concretos.
Son "hipótesis en las cuales un hecho delictivo, aparentemente, podría adecuarse en
distintas figuras penales, pero que en realidad, atendida la naturaleza del injusto, lo es
en una sola de ellas, quedando las demás totalmente desplazadas".

Tanto en el concurso ideal como en el aparente de leyes, el comportamiento es único,


pero mientras en el primer caso los tipos penales subsisten, en el aparente las
restantes figuras penales pueden ser subsumidas en un solo tipo penal.

La doctrina suele mencionar cuatro principios interpretativos, de los cuales dos son los
relevantes, siendo los demás derivaciones de aquellos.

a) Principio de Especialidad. El hecho se encuentra contenido en dos figuras penales,


entre las cuales existe una relación de género a especie, siendo esta última la que lo
recoge de manera más pormenorizada. Ej. homicidio y parricidio.
b) Principio de Consunción. El tipo penal ya ha considerado la gravedad o el desvalor
de otras conductas, también punibles, que suelen ir acompañadas, ya sea como
antecedentes, medios, etapas de desarrollo o consecuencias. Las otras conductas se
consumen o son absorbidas por el hecho principal. Ej. El sujeto intenta ingresar a una
casa para robar forzando la puerta, al no conseguirlo fuerza la ventana e ingresa y
roba.

No se castiga la tentativa de robo y luego el robo consumado por separado, sino sólo
el robo consumado. Ej. No se castiga separadamente violación de domicilio, daño y
hurto, sino que se castiga el robo en lugar habitado, pues este tipo penal consume
todas las otras figuras ya consideradas en él.

c) Principio de Subsidariedad. Por expresa disposición de la ley uno de los tipos


penales resulta desplazado, porque su aplicación se subordina a que el otro no
concurra. Se trata de un reconocimiento legal explícito del principio de especialidad, y
en algunos casos, del de consunción.

d) Principio de Accesoriedad. El tipo penal principal desplaza a lo los accesorios. Es


una forma especial de consunción.
MODULO II
DERECHO PENAL, TEORIA DEL DELITO Y TIPOLOGIA DE

LA CONDUCTA DELICTUAL

“Circunstancias Modificatorias de Responsabilidad Penal”


CIRCUNSTANCIAS MODIFICATORIAS DE RESPONSABILIDAD PENAL

Las circunstancias modificatorias consisten en un hecho, relación o dato concreto, que el


legislador tiene en cuenta para los efectos de graduar la responsabilidad penal. El componente
fáctico de esta clase de circunstancias no siempre está relacionado con la conducta delictiva, ni
consiste en un acto voluntario de las personas que toman parte en su ejecución, sino que en
muchos casos está constituido por una situación o relación preexistente al delito, o incluso
posterior a él; y, en general, por cualquier antecedente que tenga la virtud de traducir los
propósitos de concreción de la responsabilidad penal.

Estas circunstancias no se proyectan sobre el ámbito de la infracción delictiva, sino sobre


el de sus consecuencias. Así lo reconoce el propio texto del Código Penal cuando las designa
modificatorias de responsabilidad criminal, denominación esta última que indudablemente alude
a su condición de instrumento gradualizador de los efectos jurídicos del delito. De ahí, que el
papel que estas circunstancias están llamadas a cumplir, nada tenga que ver con la configuración
del hecho punible y que, en el plano sistemático, sólo proyecten su influencia a nivel de la pena,
único instrumento de concreción de la responsabilidad criminal.

Puede decirse, en consecuencia, que las circunstancias modificatorias de responsabilidad


penal son aquellos hechos, situaciones o datos, ajenos a la estructura del tipo, a los cuales la ley
confiere la virtud de servir como instrumento de medición de la intensidad que ha de revestir la
pena en cada caso concreto.

Características

Se dice que las circunstancias modificatorias aparecen definidas por tres rasgos
fundamentales: el de ser ocasionales o extraordinarias; el de ser accidentales y el de ser
accesorias o secundarias.

El carácter ocasional o extraordinario de esta clase de elementos deriva del hecho de que
ellos pueden o no concurrir en cada caso concreto, de suerte que si tal cosa no sucede, la
responsabilidad que deriva de la comisión del delito no se ve afectada o alterada en cuanto a su
magnitud o intensidad.

El carácter accidental, por su parte, implica que tales circunstancias no son constitutivas
de lo injusto del hecho, ni de la culpabilidad del individuo, sino que están dirigidas a una mejor
consideración de la intensidad de las valoraciones que componen lo injusto o que determinan la
responsabilidad.
Finalmente, el carácter accesorio o secundario deriva de que ellas presuponen un tipo
penal que ha de servirles de base y cuya configuración no se ve afectada por la concurrencia de
alguna de estas circunstancias.

Criterios de clasificación

El principal esquema de clasificación es aquel que atiende a los efectos que dichas
circunstancias producen sobre la pena. En este sentido, se acostumbra a distinguir entre
circunstancias atenuantes, agravantes y mixtas, según aumenten o disminuyan la intensidad de
la reacción sancionatoria; reservándose la última denominación para aquellas figuras que
producen, alternativamente, uno y otro efecto, dependiendo de la naturaleza del delito al cual
acceden.

Desde el punto de vista de su aplicación se acostumbra a distinguir entre circunstancias


modificatorias generales y específicas. Las primeras son aquellas que resultan aplicables a todos
los delitos; y son específicas, en cambio, aquellas que el legislador contempla respecto de uno o
más delitos determinados, o sólo respecto de un grupo de ellos. Generalmente aparecen
contempladas en la parte especial, como es el caso de la motivación de honor establecida en el
artículo 344 del Código Penal, aplicable únicamente a una figura específica de aborto, y también,
el caso de las circunstancias contempladas en el artículo 456 Bis del mismo texto legal, aplicables
a los delitos de robo y hurto.

Se distingue también entre circunstancias comunes y especiales. Pertenecen a la primera


categoría, aquellas circunstancias cuyos efectos se rigen por las disposiciones generales relativas a
la determinación de las penas, contempladas en los artículos 65 a 68 del Código Penal. Son
especiales, en cambio, aquellas que producen un efecto atenuatorio o agravatorio más intenso
que el previsto en esas disposiciones generales, como es el caso de la propia motivación de honor
del artículo 344, ya mencionada, y la de minoría de edad prevista en el artículo 72.

Para los efectos de determinar su comunicabilidad o incomunicabilidad, el artículo 64 del


Código Penal distingue entre circunstancias modificatorias personales y materiales. De acuerdo
con esta disposición, son personales aquellas circunstancias que consisten en la disposición moral
del delincuente, en sus relaciones particulares con el ofendido o en otra causa de la misma índole.
Son materiales, en cambio, aquellas que consisten en la ejecución material del hecho o en los
medios utilizados para realizarlo.

Atendiendo al momento en que ocurre el hecho o situación que sirve de base a las
circunstancias, estas suelen clasificarse en antecedentes, concomitantes y consiguientes, según si
aquél tiene lugar antes de la ejecución de la conducta típica, con ocasión de ésta o bien con
posterioridad a la misma.
Incomunicabilidad de las circunstancias personales

Puesto que el juez, en principio, está obligado a conceder efecto agravatorio o


atenuatorio a cada una de las circunstancias que concurran en un caso concreto, el legislador ha
debido establecer, en el artículo 64 inciso primero CP., la regla de la incomunicabilidad de aquellas
que ostenten un carácter estrictamente personal.

De conformidad con este principio, en caso de intervenir dos o más personas en la


ejecución de un mismo hecho delictivo, las circunstancias de índole personal que concurrieren
sólo pueden ser aplicadas respecto de aquellos autores o partícipes en quienes se dieren los
hechos constitutivos de las mismas. Aunque la ley no define lo que debemos entender por
circunstancia de orden personal, puede estimarse por tal, cualquier hecho, situación o dato que
sólo afecte a un individuo determinado. La norma anteriormente citada ofrece dos ejemplos de
esta clase de antecedentes circunstanciales: la disposición moral del delincuente (expresión ésta
que puede vincularse al dolo, tanto en su faz volitiva como cognoscitiva; a cualquier otra
intencionalidad e, incluso, a las motivaciones) y las relaciones particulares entre el ofendido y el
ofensor. Tales ejemplos, sin embargo, en modo alguno han de entenderse como limitativos del
alcance que corresponde atribuir al vocablo personal utilizado por el art. 64 inciso primero CP.

Inherencia de las circunstancias agravantes

También como expresión de la obligatoriedad en cuanto a la apreciación de las


circunstancias, el juez en principio debiera conceder efecto a cualquier hecho contemplado como
atenuante o agravante, por mucho que su verificación fuera imprescindible para la ejecución del
delito. De ahí que el Código Penal, en el artículo 63, inciso segundo, contemple, exclusivamente
para el caso de las agravantes, que éstas no han de ser consideradas como tales, cuando consistan
en un hecho sin cuya concurrencia aquél no hubiera podido cometerse.

LAS CIRCUNSTANCIAS AGRAVANTES

1. La alevosía

ART. 12 Nº 1: Cometer el delito contra las personas con alevosía, entendiéndose que la hay cuando
se obra a traición o sobre seguro.

El precepto legal utiliza dos expresiones -actuar a traición y sobre seguro- que giran en torno a la
misma idea: la de facilitar la ejecución de hecho, a través del estado de indefensión de la víctima.
Obra a traición, quien oculta o disimula sus propósitos frente a la persona ofendida; obra sobre
seguro, quien aprovecha determinadas circunstancias materiales que favorecen el éxito de la
empresa criminal en desmedro de las posibilidades defensivas de la víctima. La traición y el obrar
sobre seguro son conceptos perfectamente conciliables entre sí, no sólo en razón del efecto de
indefensión que ambos suponen, sino porque en muchos casos pueden coincidir en la ejecución
de un mismo hecho delictivo.
Lo que realmente interesa, en cambio, es determinar si los medios utilizados para la
ejecución del hecho importaron o no un estado de indefensión para la víctima, requisito que suele
hacerse consistir en la imposibilidad de que ella misma o un tercero pueda emprender una
reacción defensiva en contra del agresor. Tal estado de indefensión, obviamente, en la mayor
parte de los casos implica menos riesgo para el agresor, sin embargo esto último, en tanto que
consecuencia de aquello -y no siendo expresamente exigido en el texto de la ley- no debiera ser
considerado un elemento concluyente acerca de la existencia de alevosía.

Acerca de si procede aplicar esta agravante en aquellos casos en que el estado de


indefensión es inherente a las particularidades que reviste el hecho delictivo, como ocurre, por
ejemplo, cuando el ataque se dirige en contra de un niño, de un anciano o de un inválido, la
respuesta obviamente ha de ser negativa, en virtud de lo que dispone el artículo 63 inciso
segundo CP., según el cual no agravan la responsabilidad penal aquellas circunstancias de tal
modo inherentes al delito, que sin su concurrencia éste no pueda cometerse. Sin embargo,
procede concederle efecto agravatorio, aunque se den esas condiciones, si el hechor actúa
positivamente para aumentar la incapacidad defensiva de la víctima o para evitar el auxilio de
terceros.

Suele afirmarse que determinadas situaciones de hecho son en sí mismas demostrativas


de la existencia de alevosía. Tal es lo que se postula, por ejemplo, de la circunstancia de estar
dormida la víctima, de que se la ataque por la espalda y de que el autor prepare en contra de ella
una celada o emboscada. Aunque en la mayor parte de los casos, estas situaciones darán lugar a
un actuar alevoso, ninguna de ellas puede estimarse por sí sola demostrativa de la configuración
de la agravante, pues aun en esos casos es posible la existencia de un cierto poder defensivo que
podría excluirla.

Además de la modalidad genérica de alevosía contemplada en el artículo12 Nº 1, el


Código contempla algunas formas específicas de la misma agravante:

 Art. 12 Nº 5, segunda parte: En los delitos contra las personas,...emplear astucia, fraude o
disfraz.

 Art. 12 Nº6: Abusar el delincuente de la superioridad de su sexo, de sus fuerzas o de las armas,
en términos que el ofendido no pudiera defenderse con probabilidades de repeler la ofensa.

 Art. 12 Nº 12: Ejecutarlo de noche o en despoblado.

 Art. 12 Nº11: Ejecutarlo con auxilio de gente armada o de personas que aseguren o
proporcionen la impunidad.
2. Precio, recompensa o promesa

Art. 12 Nº 2: Cometerlo mediante precio, recompensa o promesa.

Es ésta una circunstancia que, al igual que las anteriores, se funda en el desvalor que representa el
empleo de un medio específico de comisión. Sin embargo, a diferencia de éstas, la agravante que
ahora nos ocupa no considera la incidencia de tales medios en la indefensión de la víctima, sino en
las mayores posibilidades de éxito que van implícitas en el uso de dicho medio.

Acerca de la naturaleza que ha de revestir la prestación pagada o prometida, tiende a


imponerse la idea de que ella puede consistir tanto en la entrega de una suma de dinero u otro
bien susceptible de apreciación pecuniaria, como en cualquier otro objeto que no reúna esa
condición. Este es, por cierto, el criterio correcto, porque si bien la voz precio indudablemente
posee un sentido económico, no existe ningún antecedente que obligue a comunicar ese mismo
carácter a las restantes. Más aún, el solo hecho de haberse consignado otros elementos -
conjuntamente con el de precio, que es de tan clara connotación-, es suficientemente de
mostrativo que tanto la promesa como la recompensa, pueden ser de cualquier naturaleza.

El problema que, sin lugar a dudas, ha suscitado la polémica más ardua es el de si esta
circunstancia surte efecto agravatorio tanto respecto de quien entrega o promete una
compensación, como de quien la recibe; o si, por el contrario únicamente afecta al segundo.

En apoyo de esta última posición suelen invocarse los siguientes argumentos:

a) Que la circunstancia de entregar un precio o recompensa y la de efectuar una promesa,


constituyen el fundamento del castigo de quien realiza esos actos, a título de inductor o
instigador. De ahí, que ese mismo antecedente no pueda ser invocado en una segunda
oportunidad, para agravar su responsabilidad, porque tal cosa implicaría vulnerar el principio non
bis in idem, claramente consagrado en el artículo 63 inciso primero del Código Penal.

b) Que el sentido que corresponde atribuir al termino mediante es en razón de, o bien en atención
a, porque de entendérselo como sinónimo de por medio de, si bien quedaría incluido quien paga
la compensación, implicaría excluir al ejecutor material, que sería precisamente la persona a
quien indudablemente está dirigida la agravante.

c) Que la motivación reprobable -esto es, la codicia- sólo se da en quien recibe la recompensa,
siendo perfectamente posible que quien la da u ofrece, aparezca impulsado por un motivo
honorable.

Una interpretación correcta del artículo 12 Nº 2, sin embargo, lleva a la conclusión


contraria: que el efecto agravatorio de la circunstancia se proyecta tanto respecto de quien da u
ofrece la compensación, como de quien la recibe o acepta.

El aplicarla respecto del primero, en modo alguno importa vulnerar el principio non bis
ídem, porque el fundamento de su castigo a título de instigador radica en el poder corruptor que
ejerce respecto de otra persona y el de la agravación de su responsabilidad, en cambio, en el
empleo de un medio específico; De ahí, que pueda aplicarse la agravante respecto de él aunque
su responsabilidad se base en un título, de autoría o participación, diverso al de instigación.
El vocablo mediante, por su parte, y al margen de sus connotaciones semánticas o
etimológicas, ha de ser entendido según la forma como en Chile más corrientemente se lo utiliza
en el lenguaje cotidiano, es decir, como una exigencia de que haya mediado un determinado
elemento a propósito de la verificación de un acontecimiento. Y nadie podría discutir que en un
delito realizado en las circunstancias exigidas por la norma, el precio o la oferta han mediado
tanto para quien la da como para quien la recibe.

Finalmente, no debemos olvidar que la circunstancia que nos ocupa consiste en cometer
el delito en una forma determinada, y más precisamente, utilizando el pago de una recompensa
como medio de ejecución, lo cual deja en evidencia, no sólo que las motivaciones carecen de
trascendencia como fundamento, si también que el principal destinario de la norma es,
precisamente, quien realiza el pago o formula la oferta.

3. Ensañamiento

Art. 12 Nº 4: Aumentar deliberadamente el mal del delito causando otros males innecesarios para
su ejecución.

Al describir la figura de homicidio calificado, el artículo 391 Nº 1, circunstancia cuarta, exige que el
delincuente actúe "aumentando deliberada e inhumanamente el dolor al ofendido". Es común
que la doctrina y, en mayor medida aún, la jurisprudencia, hagan extensivas tales exigencias a la
agravante que ahora nos ocupa. Es cierto que un aumento del dolor de la víctima
indudablemente puede ser considerado un mal innecesario para la ejecución del delito, en los
términos del artículo 12 Nº 4, pero en modo alguno ha de estimarse que esta disposición requiere
que se cause efectivamente un dolor a la víctima. El texto de la disposición, en efecto, no se
refiere a ella, sino al mal del delito, expresión que indudablemente alude al resultado del hecho
delictivo y en modo alguno se vincula con los sentimientos que pueda despertar su causación. De
ahí que nos parezca injustificada la exigencia que algunos formulan en orden a que la víctima
necesariamente ha de percatarse del mal. Por la misma razón, nos parece erróneo el
planteamiento de que, tratándose de un homicidio -y pensando, por cierto, en la aplicación de la
agravante que ahora nos ocupa-, la causación de males innecesarios ha de tener lugar antes de la
muerte de la víctima.

Por cierto que si la causación de males innecesarios para la ejecución del hecho delictivo
da lugar a la configuración de un delito específico, éste deberá penarse de acuerdo con la relación
concursal que específicamente se dé, y en tal caso resulta improcedente aplicar la agravante que
ahora nos ocupa. Desde el punto de vista subjetivo, el empleo de la expresión deliberadamente ha
de ser interpretado como una exigencia de dolo directo, en el sentido de que el autor debe haber
tenido entre sus propósitos la mayor intensidad del resultado obtenido. No incluye, sin embargo,
ninguna exigencia adicional, como podría ser la de algún ánimo o motivación específicos.

De conformidad con lo que hasta aquí hemos expresado, queda de manifiesto que la
relación existente entre la agravante del artículo 12 Nº 4 y la calificante contemplada en el artículo
391 Nº 1, es de género a especie. De ahí que si bien no procede la aplicación conjunta de ambas
figuras frente a un mismo hecho delictivo, es perfectamente posible aplicar la primera respecto
de un homicidio en el cual, si bien no hubo un aumento deliberado e inhumano del dolor del
ofendido, sí haya existido, por ejemplo, la causación de males innecesarios para la obtención de la
muerte.

4. Premeditación

Art. 12 Nº 5, primera parte: En los delitos contra las personas, obrar con premeditación conocida...

Generalmente se plantea que correspondería exactamente a lo que la ciencia penal entiende por
dolo directo, y, por esto mismo, algunos han llegado a sostener que la agravante simplemente
carece de fundamento.

Para determinar cuándo estamos en presencia de esta agravante la doctrina ha propuesto


algunos criterios, que suelen agruparse conforme al siguiente esquema:

a) criterio ideológico, atiende a si ha habido un proceso de reflexión acerca de la realización del


hecho delictivo;

b) criterio cronológico, atiende a la persistencia de la decisión de delinquir durante un período


determinado;

c) criterio psicológico, atiende a la actitud anímica que ha revelado el sujeto durante el período
que media entre el momento en que se adopta la resolución de delinquir y aquel en que
comienza efectivamente su ejecución, y que generalmente se identifica con una actitud de
frialdad y tranquilidad; y

d) criterio sintomático, atiende a la mayor perversidad o peligrosidad demostrada por quien


previamente delibera acerca de la comisión de un hecho delictivo.

Partiendo de la base de que tanto el criterio ideológico como el sintomático no


constituyen elementos utilizables para determinar si efectivamente ha existido premeditación,
tanto la doctrina como la jurisprudencia suelen recurrir a una combinación de los criterios
cronológico y psicológico, señalando que hay premeditación cuando el culpable, después de
haber resuelto cometer un delito, mantiene fría y tranquilamente dicha resolución durante cierto
tiempo hasta la ejecución del hecho punible.

En cuanto a la exigencia de que la premeditación sea conocida, que muchos consideran inútil o
superflua, para algunos tiene la virtud de excluir la posibilidad de que aquélla se pruebe
exclusivamente sobre la base de presunciones y para otros, tiene el efecto de subrayar que la
premeditación no puede deducirse del simple transcurso de un lapso entre el momento de la
ideación y el de la comisión efectiva del delito.
5. Reincidencia

En términos generales, la doctrina contemporánea se muestra contraria a su


consideración como agravante, porque efectivamente no representa una lesión a un bien jurídico
específico, ni posee relación alguna con la lesión que va implícita en el delito al cual está llamada a
acceder en su condición de circunstancia modificatoria. Por tal motivo, la supervivencia de esta
agravante no importa sino dar cabida a conceptos propios de un derecho penal de autor y, en
definitiva, implica incrementar el castigo de un individuo en consideración a calidades
estrictamente personales. Importa asimismo, un atentado en contra del principio non bis in idem.

Es posible distinguir tres formas de reincidencia:

a) Reincidencia impropia:

Art. 12 Nº 14: Cometer el delito mientras cumple una condena o después de haberla quebrantado
y dentro del plazo en que puede ser castigado por el quebrantamiento.

Respecto de la segunda hipótesis, suele afirmarse que esta circunstancia no podrá surtir su efecto
agravatorio, pues el quebrantamiento de condena constituye en sí mismo un delito, sancionado
con una pena específica, que se agrega a la pena del delito por el cual se cumplía la condena, o
siendo más grave, se sustituye a ella; todo lo anterior en virtud del artículo 63 del Código Penal.

Otro sector de la doctrina sostiene que el quebrantamiento de condena no es un


verdadero hecho punible, puesto que las sanciones previstas en el artículo 90 CP. no son
verdaderas penas, sino medidas para evitar nuevos quebrantamientos o poner fin al cometido.
Este planteamiento se funda en que si fueran penas, el delincuente quedaría sujeto a tres diversas
especies de responsabilidad penal: la proveniente del primer delito, que dio origen a la pena que
se quebrantó; la derivada del hecho punible, que sería el quebrantamiento de la condena, y la
consiguiente al delito cometido durante dicho quebrantamiento. De ahí, que conforme a esta
posición, el indivuduo queda afecto únicamente a dos sanciones: una, que es aquella en que se
convierte la pena quebrantada y otra, la que corresponde por el nuevo delito perpetrado durante
el quebrantamiento.

No distinguiendo la ley, acerca de la naturaleza o gravedad de los delitos a que alude el


artículo 12 Nº 14, es posible sostener que éstos pueden ser de la misma o de distinta especie de la
de aquel que motivó la sentencia condenatoria anterior; o de igual, menor o mayor gravedad.

b) Reincidencia genérica

Art. 12 Nº 15: Haber sido castigado el culpable anteriormente por delitos a que la ley señale igual
o mayor pena.

Acerca de la forma en que debe determinarse cuándo un delito es merecedor de igual o mayor
pena, la doctrina de modo uniforme considera que para estos efectos la severidad de los hechos
punibles se enjuicia en abstracto, es decir, atendiendo a la pena con que los amenaza la ley, no a
la que en concreto se impuso en la sentencia
Respecto de si es necesario que el sujeto haya cumplido la sentencia anterior, es preciso
recurrir al texto del artículo 92 CP., el cual despeja cualquier posibilidad de duda, al declarar que la
reincidencia se perfecciona después de haber cumplido el delincuente una condena.

c) Reincidencia específica:

Art. 12 Nº 16: Ser reincidente en delito de la misma especie.

La identidad de especie o naturaleza no sólo depende de que ambas infracciones atenten en


contra de un mismo bien jurídico, sino también de otros factores, como la forma que adopte el
ataque a dicho bien, siendo inconcebible, por ejemplo, considerar como tales a la estafa y al robo
con violencia o intimidación en las personas, por mucho que en ambos exista un atentado en
contra de la propiedad.

Prescripción de la reincidencia:

Art. 104: Las circunstancias agravantes comprendidas en los números 15 y 16 del artículo 12 no se
tomarán en cuenta tratándose de crímenes, después de diez años, a contar desde la fecha en que
tuvo lugar el hecho, ni después de cinco, en los casos de simples delitos.

De la simple lectura de este precepto se desprende que la ley ha establecido plazo para la
cesación del efecto agravatorio de la reincidencia, únicamente respecto de las circunstancias
previstas en los números 15 y 16 del artículo 12 del Código Penal, y en tales casos, únicamente
respecto de los crímenes y simples delitos, no así respecto de las faltas.

La circunstancia de que los plazos señalados se cuenten a partir de la fecha de comisión


del primer delito, ha sido objeto de crítica, no sólo por las dificultades que podría suscitar su
prueba en caso de ignorarse aquel antecedente, sino también por la imposibilidad de apreciar la
reincidencia cuando el nuevo delinquimiento se produce después del cumplimiento efectivo de
una condena de duración igual o superior a diez o cinco años, según se trate de crímenes o
simples delitos. De ahí que se proponga que el término debiera contarse a partir del momento en
que se extingue la responsabilidad penal.

Otras agravantes

Inundación, incendio, veneno Art. 12 nº 3

Actuación con menores Art. 72

Abuso de confianza Art. 12 Nº 7

Carácter público Art. 12 Nº 8

Incendio o desgracia Art. 12 Nº 10

Fractura o escalamiento Art. 12 Nº 19

Ignominia Art. 12 Nº 9

Ofensa de la dignidad Art. 12 Nº 18


Desprecio de la autoridad pública Art.12 Nº 13

Lugar destinado al culto Art. 12 Nº 17

LAS CIRCUNSTANCIAS ATENUANTES

1. Eximentes incompletas

Recibe este nombre la circunstancia atenuante contemplada en el artículo 11 Nº 1, cuyo


texto dispone que poseen ese efecto las circunstancias expresadas en el artículo anterior, cuando
no concurren todos los requisitos necesarios para eximir de responsabilidad en sus respectivos
casos.

Para los efectos de determinar qué eximentes de las enumeradas en el artículo 10 son
susceptibles de transformarse en atenuante, la doctrina tradicionalmente acude al criterio
formulado por Pacheco, quien distingue tres clases de eximentes: a) las que consisten en un solo
hecho material; b) las que consisten en un hecho intelectualmente divisible, y c) las que constan
de varios requisitos por disposición expresa de la ley.

Dentro de la primera categoría queda comprendida la causal de inimputabilidad


contemplada en el artículo 10 Nºs 2 y 3, es decir, la minoría de edad y, en concepto de un sector
de la doctrina, también la fuerza física irresistible. En relación con esto último, cabe hacer
presente que dicha circunstancia en realidad no figura dentro del artículo 10, cuyo Nº 9, aunque
habla de fuerza irresistible, alude únicamente a la fuerza moral. Esta clase de eximentes, que
entre nosotros sólo incluye la minoría de edad, no es susceptible de transformarse en atenuante,
porque el artículo 11 Nº 1 presupone que no concurra la totalidad de los requisitos exigidos para
que ellas eximan de responsabilidad, exigencia esta última que resulta ser incompatible con el
carácter indivisible de aquella circunstancia.

Respecto de la segunda categoría, que indudablemente ofrece mayores dificultades en


cuanto a su aplicación, algunos sostienen que el artículo 11 Nº 1, en cuanto alude expresamente a
eximentes que constan de requisitos, se estaría refiriendo a aquellas que constan de requisitos
enumerados en la ley, y no a las que son intelectualmente divisibles.

La jurisprudencia chilena en un principio se inclinó por aceptar sólo aquellas que tenían
requisitos enumerados en la ley. Apoya este criterio el pensamiento de los miembros de la
Comisión Redactora, quienes en el acta de la sesión séptima, dejaron constancia de su parecer en
tal sentido. Sin embargo, actualmente la jurisprudencia acepta y aplica de modo uniforme el
criterio contrario, el cual es compartido por la generalidad de la doctrina, que hace aplicable la
disposición del artículo 11 Nº 1 a las eximentes de locura o demencia, al trastorno mental
transitorio, al miedo insuperable, a la fuerza moral irresistible, al ejercicio legítimo de un derecho,
al cumplimiento de un deber, a la omisión por causa insuperable o legítima y a la obediencia
debida.
El principal campo de aplicación de esta categoría de eximentes anómalas es la
enajenación incompleta o privación parcial de razón. Con el avance de la psiquiatría se ha podido
demostrar que existen varios grados intermedios entre la locura y la salud mental. Respecto de la
embriaguez alcohólica, en España se contempla una atenuante (art. 9 Nº 2) referida a la
embriaguez no habitual, siempre que no se haya producido con propósito de delinquir. Nuestro
Código no contiene una circunstancia semejante, por lo que hay que ver si ésta cabe dentro de la
eximente incompleta referida al trastorno mental transitorio. Si bien no hay duda de que queda
comprendida la que es involuntaria, en el resto de los casos Cury y Novoa se pronuncian por la
negativa de aceptarla como eximente incompleta, porque la ley alude expresamente a que ha de
serlo por causa independiente de la voluntad del hechor, por lo que no es aceptable la embriaguez
culposa o intencional. Las mismas soluciones se han adoptado respecto del consumo de drogas.

Se critica esta solución, pues al rebajar la pena a un semi-inimputable, igual se le estaría


aplicando sanción a una persona que requiere de tratamiento y, por otra parte, se le estaría
aplicando pena menor a personas que tienen mayor peligrosidad, lo cual atentaría contra la
seguridad pública.

En la tercera categoría, que incluye la legítima defensa y el estado de necesidad


justificante, debe concurrir el requisito esencial: en la legítima defensa la agresión ilegítima; y en
el estado de necesidad, la realidad o peligro del mal que se trata de evitar.

En relación con los efectos que produce la concurrencia de una eximente incompleta es
preciso distinguir, de conformidad con lo que dispone el art. 73, dos situaciones:

a) si concurre la mayor parte de los requisitos (dos de tres, tres de cuatro) el tribunal puede
rebajar la pena en uno, dos o tres grados, respecto del mínimo señalado en la ley. En este caso la
doctrina suele hablar de atenuante privilegiada, porque sus efectos son más intensos que los del
común de las atenuantes;

b) si no se da esa situación, la eximente incompleta produce los efectos normales previstos para
las atenuantes, y en tal virtud, por regla general, no implican rebaja de grado de la pena.

2. Las atenuantes emocionales

a) Provocación o amenaza

Art. 11 Nº 3: La de haber precedido inmediatamente de parte del ofendido, provocación o


amenaza proporcionada al delito.

b) Vindicación de una ofensa

Art. 11 Nº 4: La de haberse ejecutado el hecho en vindicación próxima de una ofensa grave


causada al autor, su cónyuge, a sus parientes legítimos por consanguinidad o afinidad en toda la
línea recta y en la colateral hasta el segundo grado inclusive, a sus padres o hijos naturales o
ilegítimos reconocidos.
c) Arrebato y obcecación

Art. 11 Nº 5: La de obrar por estímulos tan poderosos que naturalmente hayan producido arrebato
y obcecación.

3. Otras atenuantes

Obrar por celo de la justicia (Art. 11 Nº 10)

Minoría de edad (Art. 72, inciso primero)

Conducta anterior irreprochable (Art. 11 nº 6)

Reparación del mal causado (Art. 11 Nº 7

Entrega voluntaria a la justicia ( Art. 11 Nº 8)

Confesión espontánea (Art. 11 Nº 9)

CIRCUNSTANCIA MIXTA: EL PARENTESCO (Art. 13)

Entre las varias dificultades que ofrece esta circunstancia, es preciso analizar, en primer
término, la de si es obligatorio para el tribunal conceder al parentesco el efecto de atenuante o
agravante, o si por el contrario, aquél está facultado para prescindir de este antecedente en un
caso concreto, absteniéndose de otorgarle cualquier efecto en tal sentido

Por lo pronto del simple examen de los términos en que aparece redactada la disposición,
se desprende que la circunstancia allí consignada sólo puede ser referida a aquellos delitos que
afecten a una persona natural, a través de la lesión o puesta en peligro de un bien jurídico de su
pertenencia, o bien aunque no tenga la titularidad de dicho bien, cuando el agravio proviene de la
propia ejecución de la conducta delictiva.

De ahí que, en principio deba descartarse la posibilidad de aplicar esta circunstancia en


todos aquellos delitos que atentan contra bienes jurídicos comunitarios, como lo son aquellos que
pertenecen al estado, a la sociedad o a cualquier ente colectivo, salvo que la conducta específica
hubiere significado agravio personal a un individuo concreto.

Es improcedente adoptar criterios generalizantes, como lo es por ejemplo, el decir que en


los delitos contra las personas el parentesco obra como agravante y en los atentados contra la
propiedad, como atenuante, porque la disposición no sólo atiende a la naturaleza de la infracción
-concepto este último que indudablemente está referido al bien jurídico que cada figura intenta
proteger-, sino también a los accidentes del hecho, expresión que permite incluir cualquier
antecedente circunstancial, como pueden ser, por ejemplo, los motivos y los efectos del delito,
que aparecen expresamente aludidos en la actual redacción de la disposición análoga del derecho
español, e incluso antecedentes relacionados con la propia ejecución de la conducta.
Incluso en aquellos países en que por su naturaleza la circunstancia deba operar con un
efecto determinado (agravatorio o atenuatorio), es perfectamente posible que no produzca tal
efecto o que incluso produzca el efecto contrario, si los accidentes del delito así lo justifican.

Tanto en razón de la naturaleza como de los accidentes del delito, es factible que el
tribunal decida no conceder al parentesco efecto atenuatorio ni agravatorio. Así, por lo demás, lo
ha entendido con mucha prudencia la Corte Suprema, porque si puede tener ambos sentidos, es
lógico que en algún caso las razones que los determinan se compensen y equilibren, con lo cual el
parentesco podrá no ser estimado ni para aumentar ni para disminuir la responsabilidad, como
expresamente lo ha reconocido el tribunal supremo español.

En lo que dice relación ahora, específicamente con la naturaleza del delito, existe una
tendencia generalizada por afirmar que en los delitos contra el honor y contra la libertad, el
parentesco no opera ni como agravante ni como atenuante.

En relación con los accidentes del delito existe en la doctrina española una tendencia por
afirmar que la circunstancia no es procedente cuando el parentesco no posee una real
significación o no es motivo dotado de la suficiente intensidad y aunque se trate de delitos en los
cuales en otras ocasiones se estime la circunstancia. Este planteamiento incluso ha encontrado
acogida en la jurisprudencia del Tribunal Supremo de España.

Algunos estiman que la circunstancia opera como agravante cuando el agravio lo infiere
un inferior a un superior y como atenuante cuando es al revés.
MODULO II
DERECHO PENAL, TEORIA DEL DELITO Y TIPOLOGIA DE

LA CONDUCTA DELICTUAL

“Evolución de la Teoría del Delito”


EVOLUCION DE LA TEORIA DEL DELITO

I. EXPLICACION GENERAL

Dentro de la evolución de la ciencia del derecho penal suelen distinguirse


tres etapas: a) El período de los precursores del derecho penal; b) el período de
las "escuelas penales" y c) el período del "tecnicismo jurídico penal", también
llamado del "dogmatismo penal".

El período de los precursores del derecho penal coincide con el


movimiento libertario que se dio en Europa durante el siglo XVIII y que, en el
ámbito penal, se concreta en una actitud crítica frente a los excesos del
absolutismo; básicamente, la extrema desigualdad de trato entre un individuo y
otro; la severidad y crueldad de las sanciones; las características inhumanas del
sistema penitenciario; la falta de separación entre el orden religioso y civil, etc.

Prácticamente todos los exponente del Iluminismo se manifestaron en


contra de la forma en que la autoridad asumía el ejercicio de la potestad
sancionatoria; pero la figura más representativa de este período y el que más
influencia tuvo en la nueva fisonomía que el derecho penal adquirió a partir de la
Revolución Francesa, es Beccaría, quien condensó magistralmente el ideario
humanista en su libro "De los delitos y las penas".

Sin embargo, durante este período no cabe hablar todavía de una


verdadera "ciencia" del derecho penal, porque ninguno de los llamados
precursores logró estructurar un sistema con las distintas instituciones que
integran este sector del derecho. El estudio verdaderamente científico del
derecho penal comenzó recién en la primera parte del siglo XIX, con la obra de
un autor alemán –Feuerbach–- a quien se considera el verdadero iniciador de
nuestra disciplina

II. EL PERIODO DE LAS ESCUELAS PENALES1

"La evolución de la ciencia del derecho penal a lo largo de siglo XIX –y


hasta bien entrado el XX– se caracteriza por la controversia doctrinal que se ha
denominado la lucha de las escuelas. La polémica surgió entre la escuela clásica
y la positiva. La primera de las tendencias mencionadas recibió tal etiqueta –de
intención peyorativa– de sus adversarios, los positivistas, concretamente de Ferri;
con ello, se quiso significar el desfase existente entre sus más arraigadas
concepciones y la realidad histórica del momento".

1 Párrafo extractado de Zugaldía: Fundamentos de Derecho Penal, pp.137-138 y de Landrove Díaz:


Introducción al Derecho Penal Español, pp. 35-56
"Ambas escuelas, italianas de origen y protagonistas de la lucha ideológica
característica del siglo XIX, parten de presupuestos filosóficos distintos, trabajan
sobre objetos de estudio diversos y –sobre todo– utilizan en su elaboración unos
métodos claramente diferenciados".

1. La escuela clásica

"Bajo esta denominación se agrupan una serie de penalistas que,


compartiendo algún postulado básico –como el del libre albedrío–, utilizaron en su
elaboración científica un método unitario. No se trata, pues, de una "escuela" en
el sentido tradicional".

"No es unánime la doctrina en la especificación de los autores que cabe


agrupar bajo este rótulo. Sin embargo, puede afirmarse que las más destacadas
figuras de esta tendencia son Carmignani y, sobre todo, su discípulo Carrara. Los
postulados fundamentales del clasicismo encontraron diáfana expresión en la
monumental obra de este último (Programa del Curso de Derecho Criminal),
aparecida en Pisa en 1859. Consta de dos volúmenes de parte general y siete de
parte especial".

"En su elaboración, aplica la escuela clásica un método deductivo o lógico-


abstracto. Parte de principios generales apriorísticos (la afirmación del libre
albedrío o la consideración del delito como un ente jurídico, por ejemplo) y de
ellos va extrayendo las consecuencias lógicas. No trabajan los clásicos sobre
datos de la experiencia jurídica, sino con criterios de razón; tan sólo en alguna
ocasión –y para comprobar las conclusiones a que llegan racionalmente– invocan
el derecho positivo".

"Para los clásicos las materias de estudio en la elaboración de la ciencia


jurídico-penal son el delito, la pena y el procedimiento criminal. La figura del
delincuente permanece ajena a su especulación".

"La orientación clásica rompió con el racionalismo característico de la


Ilustración, rechazando la teoría del contrato social. No concibe el derecho como
un producto histórico, sino que se le atribuye una esencia trascendente. El
derecho positivo es expresión del derecho natural".

El fundamento de la potestad penal, "viene determinado por el libre


albedrío: el hombre es un ser inteligente y libre que puede optar entre el bien y el
mal; si elige el mal (la comisión del delito) es justo que se le castigue con otro
mal (la pena). El delito –se afirma– no es un simple hecho, sino un ente jurídico,
es decir, una contradicción existente entre la conducta del hombre y el
ordenamiento jurídico".

"La pena se concibe como retribución moral y jurídica; es la retribución por


el mal realizado y directamente proporcionada al delito, en el que encuentra su
justificación. A la consideración del delito como un ente jurídico sigue,
lógicamente, la pena, en cuanto respuesta del ordenamiento jurídico".
Así caracterizada la tendencia clásica, se adscribieron a la misma -en
términos de mayor o menor ortodoxia- Pessina y Rossi, en Italia; Birkmeyer, en
Alemania, y Joaquín Francisco Pacheco en España.

2. La escuela positiva

"El espectacular progreso de las ciencias naturales a lo largo del siglo XIX
–y en oposición al racionalismo hasta entonces imperante– determinó una
profunda transformación del método científico. Se afirmó, en consecuencia, la
supremacía de la experimentación, en la inteligencia de que sólo sobre el hecho
comprobado era posible la elaboración de un saber científico. Tal corriente de
pensamiento inundó todos los sectores de la investigación, con la intención de
otorgar fundamentos positivos a toda ciencia. Por obra de la escuela positiva, se
hace sentir el impacto del positivismo metodológico en el campo del derecho
penal".

"La escuela positiva es creación personal de Lombroso, médico de


profesión, que aplicó el método inductivo-experimental al estudio de la
delincuencia y construyó la teoría del criminal nato, es decir, de la existencia de
un tipo especial de hombre cuyas características psicosomáticas le abocan
indefectiblemente a la comisión del delito. Con ello se abre camino a la negación
del libre albedrío, postulado básico en la elaboración clásica. Entre la copiosa
producción literaria de Lombroso -fundador de la criminología- cabe destacar, por
el impacto producido en su tiempo, L'uomo delinquente (1876). La escuela
alcanza construcción orgánica y dimensión jurídica con las aportaciones de Ferri
y Garófalo".

"Al método deductivo, de lógica abstracta, de la escuela clásica, opone la


escuela positiva el inductivo-experimental, de observación de la realidad, para
extraer proposiciones generales de los datos particulares. Método utilizado con
indiscutible éxito en las ciencias naturales".

"Este método trae, consecuencialmente, una variación sustancial del


objeto de estudio atribuido a la ciencia del derecho penal. Es perfectamente
explícito Ferri cuando, al considerar que el delincuente es el protagonista de la
justicia penal práctica, afirma que debe serlo también de la ciencia penal. Al lado
de los temas de estudio tradicionales (delito, pena y procedimiento) otorga una
papel protagonista esta escuela al delincuente".

"Se arrincona también la tesis del libre albedrío, en cuanto fundamentación


del castigo. El hombre, por el hecho de vivir en sociedad, es responsable ante la
misma de sus actos. Si el delincuente está determinado a delinquir, la sociedad lo
está a defenderse del delincuente".

"La intensidad de la defensa de la sociedad habría de venir condicionada


por el grado de probabilidad de que el sujeto cometiese un delito. Se acuñó así el
concepto de "temibilidad" (que más tarde daría paso al de peligrosidad). El
presupuesto de la defensa social se situó en el delincuente. El delito pasó a ser
considerado, simplemente, una manifestación indiciaria de la peligrosidad de su
autor".

"Antes de estudiar el delito como ente jurídico o infracción de la ley penal,


es necesario conocerlo y examinarlo como acción humana, esto es, como
fenómeno natural y social. Todo hecho de la naturaleza (también el delito) está
determinado causalmente. Por ello, se dedica muy especial atención a la causas
de la delincuencia, individuales o sociales".

"A la pena se le atribuye la finalidad de asegurar la defensa social,


cumpliendo una función preventiva. Se supera el principio de proporcionalidad
entre delito y sanción para dar paso a la observación de la peligrosidad del
delincuente; en función de ésta se producirá la reacción del ordenamiento
jurídico-penal"

III. EL TECNICISMO JURIDICO-PENAL

El período del tecnicismo jurídico penal se caracteriza por la instauración


de la dogmática como actitud científica para enfrentar el estudio de los temas
que conciernen al derecho penal.

El trabajo dogmático se plantea como un intento por superar el plano de la


mera exégesis legal, es decir, el estudio de los preceptos legales en su realidad
individual, más con fines de interpretación que de sistematización. La dogmática,
en cambio, supone un trabajo de elaboración conceptual (definición, clasificación,
sistematización), que apunta a la unificación de las normas que conforman un
ordenamiento jurídico determinado. Toma los preceptos legales en calidad de
dogmas (como verdades ciertas e indiscutibles; de ahí el nombre de dogmática) y
realiza con ellos un proceso de construcción jurídica, es decir, los desarticula e
independiza, combinándolos para formar instituciones y sistemas, mediante una
tarea de abstracción y sucesivas generalizaciones.

A partir de la década de los años treinta del siglo XX, la actitud dogmática
ha tenido absoluta primacía en nuestro medio cultural (hasta el punto que la
expresión "dogmática penal" se utiliza hoy como sinónimo de "ciencia del derecho
penal") y ha permitido un desarrollo científico de la disciplina, especialmente en lo
que concierne a la teoría del delito, que no tiene equivalente en ninguna otra
rama del derecho. A diferencia de lo que ocurrió en el período llamado de las
escuelas penales, en que se advierte un marcado predominio de la doctrina
italiana, en la etapa que ahora nos ocupa el liderazgo ha correspondido,
indiscutiblemente, a la doctrina alemana.

Un rasgo que está presente a lo largo de todo este período es la adopción


de un sistema que distingue varias categorías dentro de la estructura del
concepto de delito: básicamente conducta, tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad.
Sin embargo, a pesar de que la doctrina trabaja sobre la base de unos mismos
elementos estructurales (o mejor dicho, sobre la base de una denominación
común para tales elementos), el contenido que se asigna a cada uno de ellos
varía sustancialmente de un autor a otro. Es así como, a pesar de la uniformidad
de la terminología utilizada, podemos distinguir numerosas concepciones, o bien
teorías, del delito, las cuales pueden agruparse, al menos, en torno a tres
corrientes más o menos definidas: el sistema clásico, el sistema neoclásico o
causalista y el sistema finalista.

Las categorías que hoy integran el concepto de delito (en el sistema


vigente en nuestro ámbito geográfico y cultural) sólo quedó delineado a
comienzos del siglo XX. Antes existía un concepto muy vago e impreciso de
delito, puesto que se lo consideraba, simplemente, como hecho dañoso o hecho
que causa un daño.

El primer elemento que se delimita es el de acción, lo cual es


perfectamente explicable, sobre todo si se tiene presente que el delito es, en
esencia, un acto humano, de modo que no es extraño que los primeros esfuerzos
de sistematización se dirigieran, precisamente, a dotar de un sentido concreto a
aquello que constituye la base sustantiva de la infracción criminal. Sin embargo,
el aporte más significativo en orden a la estructuración del sistema que hoy
conocemos tiene lugar recién en 1906, gracias a la obra de Beling, quien delimita
el concepto de lo que en alemán se conoce como tatbestand y que en castellano
se tradujo como tipo, dando lugar a la categoría sistemática de la tipicidad.

1. El sistema clásico

Corresponde al esquema elaborado originalmente en Alemania por Franz


von Liszt y Ernesto Beling, hacia comienzos del siglo XX, y que presenta las
siguientes características:

 La acción es concebida como un movimiento corporal que produce una


modificación en el mundo exterior. Si bien se exige que el individuo haya
actuado voluntariamente, se considera que el contenido de la voluntad sólo ha
de ser examinado a nivel de la culpabilidad.

 La tipicidad es concebida como un elemento estrictamente objetivo y carente


de todo sentido valorativo. Si la acción es concebida como un fenómeno
estrictamente natural, y el tipo no es sino la descripción de un acto humano,
es lógico que esta concepción considere el tipo en un sentido básicamente
descriptivo. Y como, por otra parte, no se considera todavía el contenido de la
voluntad (el que sólo interesa para los efectos de la culpabilidad), también es
lógico que la tipicidad aparezca como un elemento fundamentalmente
objetivo.

 La antijuridicidad también es un elemento de índole objetiva. Es la simple


contradicción entre una conducta, examinada con prescindencia de su
componente subjetivo, y las prescripciones del ordenamiento jurídico.

 La culpabilidad aparece en este sistema como el único elemento de índole


subjetiva y se la concibe según el criterio que aquí hemos llamado psicológico.
Se define la culpabilidad como un vínculo de orden subjetivo que se da entre
el autor y el hecho ejecutado. Y como ese vínculo puede asumir la forma de
dolo o culpa, se considera que éstos elementos son especies o formas de
culpabilidad. La imputabilidad, por su parte, aunque no está ausente de este
sistema y puesto que escapa a la idea de nexo psicológico, se la considera
como un presupuesto de la culpabilidad.

En suma, de acuerdo con este sistema, para determinar si un hecho es o


no constitutivo de delito es preciso efectuar dos valoraciones: una objetiva
(destinada a indagar si hubo acción, tipicidad y antijuridicidad) y otra subjetiva
(destinada a verificar si el autor es culpable).

Tiene esta concepción una clara ventaja didáctica, porque facilita su


comprensión y exposición. Y, desde un punto de vista sistemático, hace posible
la elaboración de una teoría del delito común a los hechos dolosos y culposos.
Estos y aquéllos no difieren a nivel de acción, de tipicidad ni de antijuridicidad; las
diferencias sólo se presentan en el plano de la culpabilidad.

Presenta, sin embargo, dos inconvenientes que son prácticamente


insalvables:

a) En primer lugar, es un hecho indiscutible que numerosos tipos contienen


referencias de orden subjetivo, de modo que al menos en esos casos, la total
correspondencia entre el hecho ejecutado y la descripción abstracta (es decir, la
tipicidad) supone el examen de factores subjetivos, con lo cual queda desvirtuado
el carácter estrictamente objetivo que este sistema pretende asignarle a dicho
elemento.

b) En segundo lugar, hay numerosas situaciones en las cuales, por expresa


disposición de la ley, una persona queda exenta de responsabilidad a pesar de
existir el vínculo sicológico en que según este sistema consiste la culpabilidad. Es
lo que sucede, por ejemplo, en los casos de fuerza moral, que la propia ley
declara como eximente de responsabilidad, a pesar de que quien ha sido víctima
de esa clase de fuerza actúa voluntariamente (es decir, dolosamente y, por tanto,
culpablemente, según este esquema). Hay, asimismo, situaciones en las cuales
puede darse la responsabilidad penal, a pesar de no existir un vínculo sicológico,
como ocurre en los casos de culpa inconsciente (también llamada culpa sin
representación), concepto que estudiaremos más adelante.

2. El sistema neoclásico o causalista

Corresponde al sistema elaborado en Alemania por Mezger, y presenta las


siguientes características:

 La acción sigue siendo concebida en términos muy similares a los del sistema
anterior. Es decir, como un movimiento corporal voluntario; y el contenido de
la voluntad es materia que ha de examinarse a nivel de la culpabilidad. Sin
embargo, respecto de la omisión se introduce un componente de orden
normativo, pues se la concibe como dejar de hacer una acción debida o
esperada. Como la omisión no encuadra dentro de la idea de movimiento
corporal, los partidarios del sistema causalista prefieren denominar "conducta"
a este primer elemento del delito. Tal denominación es lo suficientemente
amplia como para cubrir la acción (entendida en términos naturales) y la
omisión (entendida en un sentido normativo).

 La tipicidad sigue siendo un elemento básicamente objetivo. Sin embargo,


frente al hecho indesmentible de que algunos tipos contienen referencias de
orden subjetivo, se acostumbra distinguir entre tipos normales (los que sólo
contienen elementos de orden objetivo) y anormales (los que
excepcionalmente contienen, además, alguna exigencia subjetiva). Se
acepta, sin embargo, que en caso de no concurrir algún requisito subjetivo
mencionado en el tipo, la exclusión del delito obedece a una razón de
atipicidad.

 La antijuridicidad conserva un carácter objetivo; y en esto no hay diferencias


con el sistema clásico. En consecuencia, la concurrencia de las causales de
justificación depende, únicamente, de que se den los elementos fácticos que
cada una de ellas contempla, al margen de la posición anímica de quien se ve
beneficiado por ella.

 La culpabilidad aparece en este sistema concebida, según el planteamiento


que aquí hemos llamado normativo, como un juicio de reproche. Este juicio
se formula sobre la base de tres antecedentes: la imputabilidad, el vínculo
psicológico (dolo o culpa) y exigibilidad. Al vínculo psicológico muchos
causalistas lo denominan culpabilidad en sentido estricto, en oposición a
culpabilidad en sentido amplio, que correspondería al cuarto elemento del
delito (generalmente llamado reprochabilidad).

En este sistema el dolo aparece integrado por un aspecto volitivo (la


voluntad de ejecutar el hecho típico) y por un aspecto cognitivo (que incluye tanto
el conocimiento de los elementos objetivos del tipo como el conocimiento acerca
de la ilicitud del hecho ejecutado).

La denominación de causalista para referirse a este sistema tiene, en


verdad, un sentido peyorativo y, en modo alguno, corresponde a la realidad. Este
sistema no postula, como podría pensarse, que la responsabilidad penal depende
sólo del hecho de ser una persona causante de un resultado. Lo que sucede es
que este sistema, al concebir la acción como un simple movimiento corporal
voluntario y al desplazar el contenido de la voluntad hacia el juicio de reproche,
deja a aquel elemento desprovisto de su componente interno y, en tal, sentido, a
nivel de tipicidad, sólo se considera el acto humano como causa de un resultado.
En otras palabras, sólo toma en cuenta la aptitud causal de la acción y no la
totalidad de su contenido.
3. El sistema finalista

Corresponde al esquema elaborado sistemáticamente por Welzel, hacia


mediados del siglo XX, aunque tiene raíces anteriores.

Esta concepción parte de la base de que todo acto humano, por el solo
hecho de ser tal, tiene un componente externo materializado en un movimiento
corporal y un componente interno que se traduce en la finalidad (o voluntad final)
que preside y orienta todo comportamiento del hombre. De manera que si el
delito es un acto humano, no puede la teoría pasar por alto (o falsear) esta
realidad, la cual se impone frente a cualquier propósito de sistematización de la
estructura del hecho delictivo.

De modo que el solo hecho de que un tipo mencione una conducta


humana implica que está haciendo referencia tanto a su aspecto externo como a
su aspecto interno. De ahí que la finalidad o voluntad final –que en el caso de las
conductas delictivas toma el nombre de dolo– forme necesariamente parte del
tipo.

El esquema finalista rompe la distinción entre elementos objetivos


(conducta, tipicidad y antijuridicidad) y subjetivo (la culpabilidad) que era un rasgo
común en los dos sistemas precedentes. Porque para el finalismo, incluso la
conducta (y, por tanto, la tipicidad y la antijuridicidad que de ella se predica) tiene
un componente subjetivo.

En el sistema finalista los elementos del delito presentan las siguientes


particularidades:

 La acción consta de un aspecto interno (voluntad final) y de un aspecto


externo (movimiento corporal). La omisión, por su parte, suele ser entendida,
no en términos normativos, sino naturales: consiste en dejar de ejecutar una
acción posible de ser realizada; no en dejar de realizar una acción debida. Se
atribuye así una estructura final tanto al comportamiento activo como al
omisivo.

 La tipicidad debe reflejar tanto la dimensión interna como la dimensión externa


de la conducta. De ahí que el finalismo acostumbre a distinguir una faz
objetiva y una faz subjetiva dentro del tipo. La faz objetiva está representada
por los elementos descriptivos y normativos. La faz subjetiva, por el dolo y por
los elementos subjetivos específicos que algunos tipos suelen contener.

 La antijuridicidad en el esquema causalista es concebida como simple


contradicción entre el hecho ejecutado y el orden normativo, y se hace
consistir su materialidad en el desvalor de resultado (lesión o puesta en
peligro de un bien jurídico). En otras palabras, un hecho es antijurídico en
tanto objetivamente trae consigo la lesión o puesta en peligro de un bien
jurídico. El sistema finalista, en cambio, pone énfasis en la gravedad
intrínseca de la acción (en cuanto importa una voluntad contraria al sentido de
la norma), concediendo primacía al desvalor de acción, por sobre el desvalor
del resultado. Asimismo, puesto que la materialidad de la ilicitud considera el
desvalor de acción, para que se configure una causal de justificación es
necesario que el hecho en que ella consiste represente un "valor de acción".
De ahí que el finalismo proponga que dichas causales constan de un
componente objetivo y de uno subjetivo, representado por la conciencia de
actuar lícitamente.

 La culpabilidad conserva el carácter de juicio (es decir, sigue siendo entendida


según una concepción normativa), pero este juicio se funda en tres
elementos: la imputabilidad, la conciencia de la ilicitud y la exigibilidad. El dolo
y la culpa pertenecen a la conducta, es decir al objeto valorado; no pueden,
por esto, formar parte de la valoración del objeto. El dolo, por su parte,
concebido como la voluntad final inherente a toda conducta, tiene un carácter
neutro (no es un voluntad mala ni buena); de ahí que no pueda incluir la
conciencia acerca de la ilicitud del hecho ejecutado. Dicha conciencia pasa a
ser uno de los elementos (autónomos) de los cuales depende el juicio de
culpabilidad.

4. El post-finalismo

Entre los sistemas doctrinales vigentes, es posible advertir dos tendencias:


una parte de ellos permanece adscrito al sistema causalista o al sistema finalista,
en sus versiones más ortodoxas que aquí hemos tratado de reseñar, y otra parte
se inscribe en una orientación que en los últimos años suele denominarse post-
finalismo.

El post-finalismo no constituye, en verdad, un sistema homogéneo como lo


son el causalista y el finalista, sino que se trata más bien de un conjunto de
elaboraciones doctrinales que intentan superar los inconvenientes que uno y otro
de los sistemas mencionados ofrecen. No es posible, por tanto, en este caso,
definir características concretas respecto de cada uno de los elementos del delito.
Sólo cabe señalar ciertos rasgos que, con mayor o menor frecuencia, se dan en
las elaboraciones doctrinales que asumen como propio aquel intento de
superación. Veamos cuáles son esos rasgos:

a) Una clara opción por negar el carácter autónomo de la conducta como


elemento del delito, el que suele ser examinado entre los componentes del tipo.
Incluso, el concepto de acción tiende a desdibujarse y, en muchos casos, es
reemplazado por el de realización del tipo, con prescindencia del valor que
tradicionalmente se asignaba a su contenido de voluntariedad.

b) El dolo y la culpa siguen formando parte del tipo, pero no por razones
ontológicas -como lo proponía el finalismo-, basadas en que el tipo debía reflejar
la realidad de la estructura del comportamiento humano, sino por razones
valorativas: el tipo contiene la materia de la prohibición y ésta sólo puede referirse
a hechos dolosos o culposos. Se advierte, asimismo, una opción por el sistema
denominado de la doble posición del dolo, el cual lo considera, al mismo tiempo,
elemento del tipo y de la culpabilidad.
c) Se hace cada vez más difusa la distinción entre los elementos tipicidad y
antijuridicidad, los que tienden a ser examinados en forma conjunta.

d) Se considera que la materialidad de la ilicitud radica tanto en el desvalor de la


acción como en el desvalor del resultado, sin que pueda desconocerse alguno de
esos aspectos o concederse a uno primacía sobre el otro.

e) El concepto de imputación objetiva prácticamente se ha impuesto por sobre la


noción de causalidad, aunque muchos sostienen que ésta última es uno de los
factores de los cuales depende aquella imputación. Y, en general, la idea de
imputación (objetiva y subjetiva) cobra cada vez más terreno, en sustitución del
sentido ontológico (y en algunos casos, naturalista) que solía atribuirse a las
categorías que integran la estructura del delito.

f) Predomina la opción que niega la libertad como fundamento de la culpabilidad.


Tiende a imponerse, en su reemplazo, el concepto de motivabilidad como
parámetro para juzgar la culpabilidad y a desdibujarse la noción de ésta como
juicio de reproche.
MODULO II
DERECHO PENAL, TEORIA DEL DELITO Y TIPOLOGIA DE
LA CONDUCTA DELICTUAL

“Delitos de Comisión Habitual en Chile”


DELITOS DE COMISIÓN HABITUAL EN CHILE

DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD FÍSICA, LA SALUD IDIVIDUAL DE LAS


PERSONAS Y LA VIDA HUMANA.

1.- Introducción.

Contenidos en el título VIII del Libro II del Código Penal llamado “Crímenes y simples
delitos contra las personas”. En este título se sancionan los delitos contra la vida (en
donde el bien jurídico protegido es la existencia humana como ente viviente) y aquellos
que afectan la integridad física de las personas (en donde el bien jurídico no es la existencia
física sino que la integridad del cuerpo humano). En este título además se sanciona el
duelo y su incitación, las injurias y las calumnias por lo que esté título protege, según el
profesor Garrido Montt, no solo el ente físico del ser humano sino que también su faceta
espiritual.

Los delitos contra la integridad física se refieren principalmente a las lesiones corporales
(Artículos 395 y siguientes del Código Penal) dentro de los cuales se encuentran las
mutilaciones, las lesiones, la remisión de encomiendas que puedan afectar a las personas y
en general las conductas dañosas contra el cuerpo humano.

La forma en la cual están construidos estos tipos penales se encuentra superado por el
tiempo requiriendo de forma urgente una actualización en la forma que se describen las
conductas y una adecuación a la vida moderna en donde actividades socialmente
aceptadas y valiosas, como la actividad médica, pueden subsumirse en algunos de estos
tipos penales siendo necesaria una regulación específica al respecto, principalmente
respecto a la disponibilidad de estos bienes jurídicos en pos de un resultado deseado y
valioso (cirugías estéticas).

Por último, cabe señalar que, primero, en este párrafo se regulan los delitos que atentan
contra la salud individual y no la salud pública a la que se refieren otros tipos penales
como aquellos descritos en la ley 20.000 sobre el tráfico ilícito de estupefacientes, y
segundo, no solo en este título hay referencia a la salud individual ya que en otros tipos
penales ajenos a este título se protege este bien jurídico (como el robo con violencia en
donde se ampara, como delito pluri ofensivo, la propiedad y la salud individual) pero en
este título el bien jurídico salud individual es el exclusivo objeto de protección.

1.1.- Bien jurídico protegido.

El bien jurídico protegido es la salud individual, concepto omnicomprensivo del bienestar


físico, el buen funcionamiento de los órganos del cuerpo y la mente. El concepto se refiere a
la salud de la persona por lo que las lesiones causadas aun nasciturus quedan fuera de esta
protección y son atípicas. Por tanto lo protegido con estos tipos penales es el derecho a la
integridad física (No ser privado de órgano o miembro), a la salud corporal y mental (a no
sufrir enfermedad), al bienestar físico y psíquico (no padecer dolor o sufrimiento) y a la
apariencia física (No sufrir deformaciones)

-Lesiones propiamente tales (Arts. 397 a 403 y art. 494 Nº 5) las que se sub clasifican en:

+Lesiones graves, las que pueden ser graves gravísimas (Art. 397 Nº 1) o simplemente
graves (Art. 397) y aquellas relativas a la administración desustancias nocivas (Art. 398)

+Lesiones menos graves (Art. 399)

+Lesiones leves (falta regulada en el artículo 494 Nº5)

1.2.1.- Lesiones propiamente tales

Se regulan entre los artículos 397 a 403 del Código Penal. Respecto de ellas pueden
señalarse tres características.

-No constituyen mutilaciones.

-Se refiere a causar daño o menoscabo a la integridad corporal o salud de la persona. Lo


cual es sufrimiento físico inferido a su cuerpo.

-La forma de comisión es herir, golpear o maltratar. Excepcionalmente admite una forma
distinta de comisión en la figura del artículo 398 a través desustancias o bebidas nocivas.

A diferencia de las mutilaciones, este delito puede cometerse con dolo directo, indirecto o
eventual y también a través de culpa.

Además es un delito de resultado por lo cual es posible encontrar las distintas etapas del
iter criminis.

Los tipos de lesiones descritos en el Código Penal son:

-Lesiones graves, que pueden ser a su vez:

+Graves gravísimas (Articulo 397 Nº 1)

+Simplemente graves (Artículo 397 Nº 2)

-Lesiones menos graves y de mediana gravedad (artículo 399)

-Lesiones leves (falta regulada en el artículo 494 Nº 5)


1.2.2.1.- Tres problemas acerca de estos tipos penales.

¿Son lesiones los maltratos de hecho?

Según la doctrina, específicamente el profesor Mario Garrido Montt, la respuesta es


afirmativa. Si constituyen lesiones los maltratos de obra aun cuando no queden secuelas
posteriores siempre que hayan provocado un sufrimiento.

Señala que los maltratos de obra que provoquen un sufrimiento constituyen lesiones aun
cuando no dejen marcas o rasgos. En este orden de ideas invoca el verbo rector que es
herir, golpear o maltratar y el artículo 397 que señala que “si de resultas de las lesiones
queda el ofendido…” por lo que el legislador, a su juicio, haría una distinción entre la
conducta del verbo rector y el resultado.

La opinión personal, no de la cátedra, disiente de esta circunstancia pues el delito de


lesiones es un delito de resultado lo cual implica que el sujeto pasivo debe terminar,
precisamente, lesionado. El verbo rector señala solamente la forma de comisión (y prueba de
esto se puede ver respecto al problema dogmático de las lesiones por omisión) pero
cumpliendo la forma de comisión no basta para satisfacer el tipo penal ya que se requiere la
producción del resultado: la lesión para el sujeto pasivo. El hecho que plantea el profesor de
que a la persona basta que “se le haya causado un sufrimiento” sin que existan
lesiones en su cuerpo, presentaría problemas respecto del tipo penal. Esta posición es
defendida por los profesores Bustos y Politoff.

¿Es posible cometer estos delitos por omisión?

Otro punto discutido y discutible en doctrina. El profesor Mario Garrido Montt no ve


objeciones a que si existe posición de garante pueda provocarse el resultado lesivo a
través de una omisión. Señala que la experiencia histórica demuestra que es posible
causar lesiones por inacción y que si se puede causarla muerte a alguien por omisión con
mayor razón se le puede lesionar.

Poderosas objeciones pueden hacérsele a esta tesis toda vez que si se analizan los
verbos rectores de las lesiones graves, estos se refieren a herir, golpear o maltratar a otro,
todas conductas que necesariamente indican conductas activas por parte del agente para
que este pueda incurrir en ellas. El tipo penal junto con señalar la necesidad de un
resultado lesiones además señala y restringe mediante determinados verbos rectores la
forma de comisión exigida para este tipo penal. Por tanto en opinión personal, se discrepa
del profesor Garrido Montt y se señala que teniendo en cuenta el principio de reserva
legal, la descripción típica de los delitos de lesiones graves al incluir los verbos rectores
“herir”, “golpear” y “maltratar” impide que estos puedan ser cometidos mediante omisión
toda vez que dichas formas verbales implican comportamientos activos. El hecho de que
puedan causarse lesiones graves por omisión es un hecho pero la forma de comisión
está restringida a conductas activas.

Modalidad de la acción de lesionar

Las formas verbales señaladas por la ley para la realización del tipo penal de lesiones son los
mencionados herir, golpear y maltratar, esto además de la figura del artículo 398 que se
refiere a la administración de bebidas o sustancias nocivas. Sin embargo, se acepta de
manera más o menos unánime en doctrina que se permiten otros verbos rectores (sin
perjuicio del problema anterior relativo a la omisión). Esto se desprende de la norma del
artículo 399 relativa a las lesiones menos graves en donde se señala que las lesiones no
comprendidas en los artículos precedentes se sancionarán como menos graves. Parece
coincidirse con este punto toda vez que al señalar el tipo penal que “las lesiones no
comprendidas en los artículos anteriores…” lo que pretende el legislador y es señalar que
toda otra lesión no causada de la forma descrita en los artículos anteriores o realizada de
una manera distinta a la señalada en dichos tipos penales (Herir, golpear o maltratar)
constituirían lesiones menos graves. En este orden de ideas, por tanto, todo daño causado de
manera efectiva en otra persona que se realice de una manera distinta podría sancionarse
a título de lesiones menos graves (y por tanto, es aquí donde cabria colocar las lesiones
por omisión aun cuando por su gravedad puedan subsumirse en los tipos penales de
lesiones graves).

El profesor Mario Garrido Montt apunta, acertadamente, a que sin perjuicio de que el
artículo 399 parece muy amplio en la forma de comisión de las lesiones, estas no podrían
extenderse a ciertas situaciones como por ejemplo el contagio de enfermedades (por vía
venérea por ejemplo). Este tipo de conductas podrían subsumirse en el tipo penal del
artículo 398 si cumple con todos sus requisitos, en particular en lo relativo al
aprovechamiento de la credulidad o flaqueza de espíritu (ya que un contagio de
enfermedad resulta dudoso en su subsunción a la forma verbal “administrar”).

1.2.2.2.- Verbos rectores.

-Herir es romper o abrir la carne o un hueso del cuerpo

-Golpear es dirigir un objeto material para encontrarse con el cuerpo de la víctima en forma
repentina y violenta.

-Maltratar de obra es cualquier actividad dirigida a dañar físicamente al lesionado o hacerlo


sufrir dolores físicos o psíquicos.

1.2.2.3.- Lesiones gravísimas.


Es el primero de los tipos de lesiones y está regulado en el Nº 1 del artículo 397 del
Código Penal cuyo encabezado señala “El que hiriere, golpeare o maltratare a otro” para a
continuación determinar el tipo penal respectivo señalando que “si de resultas de las
lesiones queda el ofendido demente, inútil para el trabajo, impotente, impedido de algún
miembro importante o notablemente deforme”

Por tanto lo que determina la punibilidad, bastante alta por lo demás, de este delito es que la
conducta realizada a través de alguno de los verbos rectores produce en la víctima
alguno de los cinco resultados señalados, lo cual haría de esta figura en cierta forma una
forma penal calificada por el resultado, cuestión que choca con el principio de culpabilidad.

La pena a aplicar a este delito es la de presidio mayor en su grado mínimo (5años y 1 día a
10 años).

1.2.2.4.- Lesiones simplemente graves

Reguladas en el Nº 2 del artículo 397 del Código Penal que se refiere a aquellas cuyo
resultado es que produzca en el ofendido enfermedad o incapacidad para el trabajo por
más de treinta días.

Lo que el tipo penal señala, entonces, es que la lesión:

-Cause enfermedad o incapacidad para el trabajo

-Que esta tenga la duración mínima señalada en la ley.

Enfermedad es un proceso de alteración dela salud corporal o mental, un periodo de


malfuncionamiento del cuerpo. Incapacidad, por su parte, es la imposibilidad para realizar
algo. La imposibilidad para trabajar se refiere a la labor que ejercía la víctima normalmente
antes de sufrir la lesión. Quedan fuera las actividades recreativas o artísticas aunque si se
consideran aquellas propias de la dueña de casa en el hogar. Respecto de la duración de la
enfermedad o el impedimento, este debe durar como mínimo treinta días.

Sobre la penalidad, estas lesiones se sancionan con presidio menor en su grado medios
(541 días a 3 años)

1.2.2.5 Lesiones menos graves y leves.

Las lesiones menos graves están referidas en el artículo 399 del Código Penal y constituye
una noción residual respecto de los demás tipos penales de lesiones al definirse como
aquellas lesiones no comprendidas en los artículos anteriores.

Las lesiones menos graves deben satisfacer tres características, dos positiva y una negativa:
-Es un tipo subsidiario que puede cometerse de cualquier forma sin que este limitado a los
verbos rectores del artículo 397 por lo que se admite su comisión por omisión.

-Estas lesiones deben causar una enfermedad o incapacidad para el trabajo que no puede
sobrepasar los 30 días.

-Estas lesiones no deben ser calificadas de leves por el tribunal

Respecto de su punibilidad la sanción para las lesiones leves es la de presidio o


relegación menores en su grado mínimo o multa de 11 a 20 UTM. Es una pena
alternativa de presidio o multa.

Las lesiones leves, por su parte, están reguladas en el artículo 494 Nº 5 del Código Penal
constituyendo una falta penal con pena pecuniaria (multa de 1 a4 UTM). La particularidad es
que el criterio para determinar la presencia de lesiones leves es que serán leves las
lesiones que en concepto del tribunal no estén contenidas dentro del artículo 399
atendidas la calidad de las personas y circunstancias del hecho.

Atendido esto, una lesión leve es una lesión menos grave que en concepto de los
tribunales atendidos las circunstancias particulares del caso, deben sancionarse como
leves. Este sistema de determinación ha sido criticado pues le entrega al tribunal la facultad
de calificar un resultado clínico.

Cabe señalar que la ley 20.066 sobre Violencia Intrafamiliar modifica el artículo 494 Nº 5
impidiendo al juez calificar en caso alguno las lesiones causadas en el marco jurídico de
una situación regulada por la Ley de Violencia Intrafamiliar como leves. Por tanto, todas
las lesiones causadas en el marco de la Ley 20.066 serán, como mínimo, menos graves.

Respecto del tipo subjetivo el delito de lesiones menos graves admite dolo y culpa (artículos
399 en relación al artículo 490) pero no así las lesiones leves que, como falta, no admiten
comisión por culpa según lo expresadamente señalado en el artículo 10 Nº 13 en relación al
mismo artículo 490.

1.2.2.6.- Circunstancia agravante especial para los delitos contra la salud y la


integridad física.

Se establece en el artículo 400 del Código Penal originalmente pero fue modificada por la
ley 20.066 sobre Violencia Intrafamiliar. Señala que si los delitos de este título se realizan
sobre cualquier persona de las mencionadas en el artículo 5 de dicha ley (el cual establece
respecto de quién se entiende que existe violencia intrafamiliar, señalando grados de
parentesco e incluyendo además el concubinato) o con las circunstancias Segunda (premio
o promesa remuneratoria), Tercera (Mediante veneno) o Cuarta (con ensañamiento,
aumentando innecesariamente el sufrimiento de la víctima) del Nº 1 del artículo 391
(sobre el homicidio calificado), las penas se aumentaran en un grado.
Por tanto, se aumentan en un grado desde su mínimo legal las lesiones causadas en el
marco de la violencia intrafamiliar según los preceptos de la ley 20.066 o si se causan con
alguna de las calificantes señaladas que pertenecen a la regulación del homicidio
calificado.

Antes de la ley 20.066 la circunstancia agravante era la de causar lesiones a alguna de las
personas mencionadas en el artículo 390 que regula el delito de parricidio.

1.2.2.7.- Lesiones causadas en riña.

Figura procesal análoga a la del homicidio en riña por lo que todo lo procedente para dicha
figura se aplica a esta institución reglada en los artículos 402 y 403 del Código Penal.

Es una figura de índole procesal que permite sancionar las lesiones causadas en una riña
cuando no es posible determinar de forma cierta qué partícipe causó cuales lesiones.

El ya fallecido profesor Sergio Yánez planteada un ejemplo muy claro para el cual se creó
esta figura tanto como su análoga respecto del homicidio: en las películas de Western, en
una cantina se arma una reyerta de proporciones y cuando todo acaba hay lesionados
respecto de los cuales no es determinable a ciencia cierta quien les causó las lesiones
particulares.

Bien jurídico protegido: Vida Humana. Definir VIDA excede al Derecho Penal, debido a
que corresponde al ámbito filosófico la conceptualización, por consiguiente solo se
establecen límites por el legislador para ver qué se entiende por VIDA.

Vida Humana: Para efectos del Derecho Penal la VIDA COMIENZA desde la concepción,
denominada DEPENDIENTE protegida por la figura del aborto, y desde el PARTO, proceso
de expulsión del feto, hay VIDA INDEPENDIENTE, protegida por la figura del
HOMICIDIO, todo lo anterior hasta la muerte.

En homicidio e infanticidio la vida humana independiente, y en Aborto la vida humana


dependiente. En ambos casos vida humana en sentido biológico-fisiológico, como individuo
de la especie, en tanto función vital integral (excluye órganos).

2. Clasificación:

2.1. Delitos contra la vida humana independiente:

2.1.1. Homicidio simple

2.1.2. Homicidio calificado

2.1.3. Parricidio y Femicidio

2.1.4. Infanticidio
2.2. Delitos contra la vida humana dependiente:

2.2.1. Aborto voluntario.

_ Autoaborto, artículo 344 inciso 1°, primera parte

_ Aborto consentido, artículos. 344 inciso 1°, segunda parte y 342 n° 3

2.2.2. Aborto no voluntario.

_ Causado con violencia, artículo 342 n°1.

_ Causado sin violencia, artículo 342 n° 2.

_ Aborto sin propósito de causarlo, artículo 343.

DELITOS CONTRA LA VIDA HUMANA INDEPENDIENTE

2.1.1. HOMICIDIO SIMPLE

o Art. 391. El que mate a otro y no esté comprendido en el artículo anterior, será penado:

1° Con presidio mayor en su grado medio a presidio perpetuo, si ejecutare el


homicidio con alguna de las circunstancias siguientes:

Primera. Con alevosía.

Segunda. Por premio o promesa remuneratoria.

Tercera. Por medio de veneno.

Cuarta. Con ensañamiento, aumentando deliberada e inhumanamente el dolor al


ofendido.

Quinta. Con premeditación conocida.

2° Con presidio mayor en su grado mínimo a medio en cualquier otro caso.

Definición: Es una figura residual de los artículos 390, 391 N°1 y 394 CP. Matar a otro sin
que concurran las condiciones especiales constitutivas del parricidio, femicidio, infanticidio u
homicidio calificado. (Politoff/Grisolía/Bustos)

Es una figura básica, “matar a otro sin que concurran las condiciones de los crímenes o
delitos mencionados”. El legislador no lo definió, sino se contempla en el Código Penal de
manera residual de las figuras especiales impropias.
Doctrina. Este delito debió tener un artículo propio al ser el más importante, pero el
legislador lo trató como figura residual, es decir, siempre que no concurran circunstancias
que configuren otro delito de homicidio. El homicidio simple lo llamó así la doctrina, y no el
legislador. En el Derecho Comparado lo denominan asesinato.
Tipicidad:

2.1. Sujetos

2.1.1. Sujeto activo: “El que mata a otro”, significando ser un Delito acción, por tal puede ser
cualquier persona, no hay exigencia particular. La excepción es que éste delito sea en
comisión por omisión, se exige al sujeto activo se encuentre en posición de garante, es
decir, ser garante del bien jurídico vida.

Fuentes de la posición de GARANTE:

1. La ley

2. El contrato

3. Las dos primeras son reconocidas por el legislador y doctrina mayoritaria, pero además,
se vislumbra cierta inclinación legislativa en orden a considerar que está en posición de
garante quien, con su conducta precedente, ha creado un estado peligroso para ciertos
bienes jurídicos. Ejemplo, Persona que para plantar un poste cavó un hoyo, y no vislumbró
que por no taparlo, una persona cae en él.
4. El parentesco

Son garantes del bien jurídico VIDA, a modo de ejemplo, El médico que no presta ayuda en
el hospital. El salvavidas en el ejercicio de su trabajo. Instructor de paracaidismo.
Persona que crea un riesgo y no precavió los posibles accidentes.

2.1.2. Sujeto pasivo: Cualquier otra persona humana con vida independiente hasta antes
de la muerte. Se confunde con el objeto material. Excluye al muerto por ser un delito
imposible, debido para sancionar, tendría que extender el bien jurídico afectado al hombre
aparentemente vivo de acuerdo a Politoff/Grisolía/Bustos, y al que está por nacer porque si
así fuere, la calificación sería delito de aborto.
2.1.3. Delimitación de la vida humana dependiente e independiente, para distinguir
quienes son sujetos vivos. El Artículo 1° de la CPR1, Atribuye el carácter de persona,
“sujeto de derechos” en el artículo 19 CPR a todas las personas.
“Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.

Se entiende, por tal, que nuestro ordenamiento jurídico reconoce a la vida humana
independiente principia en relación al artículo 394 CP “después del parto”. Éste es un
argumento de texto, a partir de la figura del Infanticidio.
o Art. 394. Cometen infanticidio el padre, la madre o los demás ascendientes legítimos
o ilegítimos que dentro de las cuarenta y ocho horas después del parto, matan al hijo o
descendiente, y serán penados con presidio mayor en su grado mínimo a medio.

Ésta norma señala que si se mata a una persona después del parto y antes de 48 horas.
Antes, durante el parto es delito de aborto, y después del parto hasta antes de 48 horas
es infanticidio.

Nacimiento y parto, en cuanto a la expulsión de la criatura del vientre materno, se igualan.


Se atiende a la existencia de vida humana independiente de la madre, esto es, la existencia
autónoma en la criatura de las funciones vitales de respiración y circulación sanguínea.

Respecto a otras posturas doctrinarias.

Raimundo del Río, invoca el artículo 74 CC para sostener la existencia de paridos no


nacidos, debe relacionarse con artículo 55 CC.

o Art. 74 CC. La existencia legal de toda persona principal al nacer, esto es, al
separarse completamente de su madre.

La criatura que muere en el vientre materno, o que perece antes de estar completamente
separada de su madre, o que no haya sobrevivido a la separación un momento siquiera,
se reputará no haber existido jamás.

o Art. 55 CC. Son personas todos los individuos de la especie humana, cualquiera que
sea su edad, sexo, estirpe o condición. Divídense en chilenos y extranjeros.

A.- La doctrina mayoritaria señala que esto se encuentra actualmente superado, debido a
esta discusión se entiende que son conceptos civiles para efectos de ciertos bienes
jurídicos determinados, reconocimiento de derechos, y no son aplicables al Derecho
Penal

B.- Etcheberry: Señala que el carácter de individuo se refiere a la autonomía de vida, y


por ende, a la existencia de funciones circulatoria y respiratoria independiente. El artículo
74 CC, sólo es aplicable para efectos civiles, de lo contrario habría impunidad del aborto.

C.- Si se estimara que hay parido no nacido, el autor no comprendido en el artículo 394
CP no cometería delito alguno (Politoff/Grisolía/Bustos)

D.- No importa no corte cordón umbilical o no expulsión natural de placenta, lo esencial es la


autonomía de vida (Politoff/Grisolía/Bustos). No importa la viabilidad.

2.1.4. Fin vida humana: La muerte de la persona humana

La vida principia desde después del parto hasta cuando cesan los signos positivos de
vida, la respiración, circulación y actividad cerebral. SIEMPRE DEBE EXISTIR UN
CERTIFICADO MÉDICO.
Además, se puede relacionar con el principio de lesividad, en cuanto, para estar frente a un
delito debe existir un bien jurídico protegido, y el homicidio protege la vida, y no, la no vida
humana o muerte, ergo, si estamos frente a un muerto no hay bien jurídico protegido.

Vida síquica, Conciencia de la propia existencia y del mundo que nos rodea. Vida orgánica,
Físico-biológica, funciones respiratorias y circulatorias.

Los fenómenos cadavéricos o signos positivos de la muerte, deshidratación, acidificación de


los humores y vísceras, rigidez cadavérica, livideces cadavéricas, y putrefacción cadavérica,
aparecen tardíamente.

Los signos negativos de muerte: Ley 19.451 de 1996 define muerte para los efectos de
trasplante (Art. 11).

o Art. 11. Para los efectos previstos en esta ley, la muerte se acreditará mediante
certificación unánime e inequívoca, otorgada pon un equipo de médicos, uno de cuyos
integrantes, al menos, deberá desempeñarse en el campo de la neurología o neurocirugía.

Los médicos que otorguen la certificación no podrán formar parte del equipo que vaya a
efectuar el trasplante.

Matus/Politoff/Ramírez, esta ley tiene alcance limitado.

2.2. Conducta homicida: Matar a otro con cualquier medio.

2.2.1. No hay limitación de medios, incluye medios morales o inmateriales, como el temor y
otras impresiones psíquicas análogas, Politoff/Grisolía/Bustos. Además, hay otras formas de
conducta, autoría mediata y comisión por omisión.

Otro medio es el veneno, pero queda excluido de “cualquier medio”, debido a que se
transforma en homicidio calificado.

2.2.2. Dolo: Dolo directo, El sujeto está en conocimiento del tipo penal y su voluntad está
en alcanzar el resultado. Además, con dolo eventual (eventualidad aceptada), el sujeto
acepta el resultado como posibilidad no cierta y actúa con indiferencia al resultado. Los
delitos en general, se pueden cometer con ambos dolos, a menos el tipo penal incluya un
elemento subjetivo, “Dolo directo; maliciosamente, intencionalmente, con el ánimo de, con el
propósito” – “Si nada señala se entiende puede ser cometidos con ambos tipos de
dolo”.

No es necesario recurrir a animus necandi ni a animus específico.

Si el delito es cometido con culpa, estaremos frente a cuasidelito de homicidio artículo 490
CP:

o Art. 490. El que por imprudencia temeraria ejecutare un hecho que, si mediara malicia,
constituiría un crimen o un simple delito contra las personas, será penado:

1° Con reclusión o relegación menores en sus grados mínimos a medios, cuando el hecho
importare crimen.

2° Con reclusión o relegación menores en sus grados mínimos o multa de once a veinte
unidades tributarias mensuales, cuando importare simple delito.

Requisito: producción y evitabilidad objetiva del resultado, posición de garante y su


asunción, y equivalencia de la omisión con la acción típica. Fuentes posición garante: la
ley, contrato, el hacer precedente y las comunidades de vida o de peligro.

Dolo de Weber: Precisar si resultado es abarcado por dolo eventual. Si lo es, homicidio
simple (se representa la posibilidad de la sobrevivencia de su víctima y decide enterrarla
de todos modos), si no, homicidio frustrado y homicidio culposo en concurso real.

Aberratio ictus: Precisar si resultado es abarcado por dolo eventual. Si lo es, homicidio
simple (si la muerte de una persona distinta de su objetivo le ha sido diferente), si no,
homicidio frustrado y homicidio culposo (si representándose el resultado mortal en una
persona diferente, ha actualizado en su conducta su intención de no herirla), en concurso
ideal.

Homicidio preterintencional: El sujeto comete el delito doloso en su comienzo y comete


un delito culposo en su final, o viceversa, sancionados según el concurso ideal de delitos
“una sola conducta comete dos delitos”, contenido en el artículo 75 Código Penal
(Politoff/Grisolía/Bustos). Ej. Guardias de discoteque al expulsar a un sujeto lo golpean y
muere por caída en la acera. Dolo de lesiones y culpa en el homicidio.

o Art. 75. La disposición del artículo anterior no es aplicable en el caso de que un solo
hecho constituya dos o más delitos, o cuando uno de ellos sea el medio necesario para
cometer otro.

En estos casos sólo se impondrá la pena mayor asignada al delito más grave.

2.3. Resultado: Muerte del ofendido: Muerte del sujeto pasivo

La vinculación entre la conducta homicida y la muerte se realiza conforme a imputación


objetiva. Al ser un delito de resultado permite la comisión en todas las etapas del iter
crimini, tentativa, frustrado y consumado.

Casos problemáticos:

“Homicidio concausal”: Queda fuera del ámbito de la acción típica los antecedentes y
consecuencias extraordinarios (extra típicos) no dominados por el agente y con que éste
no contaba (Politoff/Grisolía/Bustos).
Los delitos concausal: Son aquellos en que el sujeto realiza una conducta que no es
suficiente para realizar la muerte, pero ésta se produce porque existe una concausa que el
sujeto desconoce. Ejemplo, El sujeto activo realiza la conducta de cortar la pierna del
sujeto pasivo, y éste fallece producto de hemofilia.

Solución: Actualmente los delitos concausal, se solucionan en función de la teoría de la


comisión objetiva; El riesgo que el sujeto produce con su conducta es el que se concreta
en el resultado. Ejemplo, Si A produce la herida cortante y ésta es suficiente

3. G. Montt distingue: a) El autor desde el principio de la comisión del delito pretende


realizar la segunda actividad (dolus generalis), lo que es igual a, error no esencial en el
curso causal, donde el dolo comprende o abarca el acto posterior que causa la muerte, y,
b) El autor sólo decide la segunda actividad una vez realizada la primera objetivamente
fallida, pero que cree consumada, igual, homicidio frustrado más homicidio Culposo En
concurso real.

4. Delitos de resultado: Son aquellos que producen un cambio en el mundo exterior.


Delitos de mera actividad, son aquellos que no producen un cambio perceptible por los
sentidos en el mundo exterior. Estos últimos se sancionan en su etapa de consumado y
tentativa.

5. Tiene lugar toda vez que, con intención de matar, el agente ejecuta un hecho que por sí
solo es insuficiente para producir la muerte, la que sobreviene por la concurrencia de
causas preexistentes concomitantes o supervinientes, ajenas a la voluntad del hechor.
Labatut.

II. HOMICIDIO CALIFICADO

Es un homicidio que se comete concurriendo circunstancias calificantes enumeradas en el


artículo 391 CP, y sin que concurran los requisitos propios del parricidio o del infanticidio.
Se analiza respecto del disvalor de acción y del resultado.
Respecto a la subsidiariedad de la norma. Sí un pariente mata a otro, hay que recurrir a lo
señalado por el legislador en el artículo 391° "no esté comprendido en el artículo anterior".

Respecto al resultado: Es una persona humana que muere.

Respecto al disvalor: Se entiende más disvaliosa o reprochable concurriendo las alguna


de las cinco (5) calificantes señaladas en el artículo 391 CP.

o Art. 391 CP: El que mate a otro y no esté comprendido en el artículo anterior, será
penado:

1° Con presidio mayor en su grado medio a presidio perpetuo, si ejecutare el homicidio


con alguna de las circunstancias siguientes:

Primera. Con alevosía.


Segunda. Por premio o promesa remuneratoria.

Tercera. Por medio de veneno.

Cuarta. Con ensañamiento, aumentando deliberada e inhumanamente el dolor


al ofendido.

Quinta. Con premeditación conocida.

1. Definición: Especie agravada del homicidio simple.

Etcheberry: Matar a otro con alguna de las circunstancias del art. 391 N° 1 CP, sin que
concurran los requisitos propios del parricidio o del infanticidio.

2. Circunstancias calificantes.

2.1. Alevosía: Esta definida en el artículo 12 nº 1 CP, a propósito de las agravantes.

o Art.12 N° 1 CP. Cometer el delito contra las personas con alevosía, entendiendo que la
hay cuando se obra a traición o sobre seguro.

A traición: Oculta la verdadera intención, aprovechándose de la confianza que tal


ocultamiento produce en la víctima. Ejemplo, Simular amistad y apuñar por la espalda a la
víctima. Se sanciona debido no se le da la posibilidad de huir o defenderse legítimamente a
la víctima.

Sobreseguro: Consiste en actuar de una manera tal que el sujeto activo minimiza el riego
que supone cometer el delito. Ocultándose a sí mismo (el cuerpo) o los medios de que
piensa valerse para cometer el delito, de manera que al momento de cometer el hecho, el
autor se encuentre sin riesgo para sí. Ejemplo, La emboscada.

La doctrina además señala que el uso del medio de veneno es alevosía, debido se
actuaría sobre seguro, “se minimizo el riesgo en el actuar de la víctima”.

Criterio doctrinario, objetivo y subjetivo: El autor debe haber buscado y aprovechado de la


indefensión (Art. 63 CP menor de edad y ciego). Víctima que cae en huida y es herida
por la espalda, autor no debe esperar a que se levante. Y además se requiere un estado
real de indefensión (politoff/grisolía/bustos).

2.2. Por Premio o promesa remuneratoria:

Fundamento agravación: Mayor disvalor de acción al matar a alguien por fin pecuniario
que por algún otro motivo, que no consista en otra calificante. El ánimo o carácter vil de
actuar del sicario y peligro de profesionalización del crimen.

Premio: Incentivo de índole económico percibido antes del delito. No es necesario la


entrega, sino debe existir el acuerdo, tácito o expreso.
Promesa: Convenida antes para entregarse después (Etcheberry).

o Debe existir un acuerdo inequívoco entre el autor material y el mandante.

o Delito de participación necesaria, ambos responden a este título como coautores. Hay
mayor injusto respecto de ambos (Politoff/Grisolía/Bustos).

o Remuneratorio: Avaluable en dinero.

Discusión doctrinaria y jurisprudencial: Respecto de esta calificante es a quién se le aplica la


agravante, al sujeto activo que actúa por premio o al inductor o autor material. Algunos
señalan que ambos cometerían homicidio calificado, y otros indican, solo respecto a quien
actúa por premio o recompensa.

Argumento de texto el artículo 12 N°2 CP; Previste, “cometerlo mediante premio,


recompensa o promesa”. Al decir “mediante” la norma contempla una figura amplia, tanto al
que ofrece y al que recibe. Al señalar “por premio o promesa”, involucra solo al sicario, y no
ambos.

Otros señalan, Que en virtud del actuar sobre seguro también cometería homicidio
calificado por alevosía, debido mandó matar a otro por medio de un mandatario.

Diferencia Art. 12 n° 2 CP: No están redactadas de la misma manera, lo que podría llevar a
pensar que las agravantes contempladas en el artículo 12 CP son iguales a las calificantes
del artículo 391 CP. También hay discusión sobre el “por premio y recompensa
remuneratoria”, al señalar lo que es pecuniario es la promesa y no el premio.

o Art. 12 N° 2CP. Cometerlo mediante precio, recompensa o promesa.

2.3. Veneno:

Prácticamente cualquier sustancia con efectos tóxicos y letales, todo depende de la dosis y
forma de administración. Ejemplo, Cloro, licor, etc.

Discusión: Se puede matar a un diabético dándole azúcar. La doctrina mayoritaria señala


que la sustancia debe ser tóxica en sí misma, ergo el azúcar no sería constitutiva de
calificante.

Toda sustancia que suministrada a la víctima pueda ocasionarle la muerte, cualquiera sea la
vía de introducción al cuerpo, deglución, inyección, absorción, respiración, etc., es
veneno si se ha hecho en forma insidiosa, esto es, alevoso (Politoff/Bustos/Grisolía), de
modo tal que la víctima no la advierta.

a) Excluye inyectar veneno contra resistencia

b) Todo envenenamiento es homicidio alevoso


c) Diferencia con art. 12 n° 3 CP: medio catastrófico

El veneno como agravantes: Es distinto a la calificante, porque ésta última es una sustancia
tóxica, y el de la agravante, está entendido en sentido catastrófico, daño a muchas
personas.

o Art. 12 N° 3 CP: Ejecutar el delito por medio de inundación, incendio, veneno u otro
artificio que pueda ocasionar grandes estragos o dañar a otras personas.

2.4. Ensañamiento: Aumentar inhumana y deliberadamente el dolor del ofendido.

Lo importante más allá del dolo directo es se aumente inhumana y deliberado, intencional
en la víctima. El sujeto activo aumenta inhumanamente e intencionalmente.

Distinto del artículo 12 nº 4 CP.

o Art. 12 N° 4 CP: Aumentar deliberadamente el mal del delito causando otros males
innecesarios para su ejecución.

“Deliberadamente”: Dolo directo, conocimiento del innecesario sufrimiento que se causa y


voluntad de su realización (Politoff/Bustos/Grisolía);

“Inhumanamente”: No alude sólo al exceso de dolor, sino también al carácter y ánimo del
hecho, intencionalidad en el sujeto activo, quién actúa de forma insensible y despiadado
(Politoff/Bustos/Grisolía. Ejemplo, Lanzar víctima agonizante a matorral de zarzas.
Etcheberry distingue un elemento objetivo: El aumento del dolor, y uno subjetivo, la
deliberación "tranquilidad de ánimo" y la inhumanidad, falta de sensibilidad.

2.5. Premeditación conocida: Combinación de criterios, i) Cronológico; entre la


determinación de delinquir y la comisión del delito transcurra un intervalo más o menos
apreciable, y ii) Psicológico, estado de ánimo tranquilo, exige:

A. Intervalo de tiempo entre tal resolución y la ejecución del hecho.

B. Persistencia durante dicho intervalo de la voluntad de delinquir.

C. Frialdad y tranquilidad del ánimo, porque quién premedita va preparado al hecho que
perpetrará. Etcheberry: La frialdad no se refiere al temperamento, sino al cálculo, que
puede darse en la mente de una persona apasionada.

Para Politoff/Bustos/Grisolía, atendiendo al fundamento de la agravación, se requiere un


verdadero cálculo o maquinación seria, es decir, indefensión de la víctima, plano de lo
injusto, y desvalor de la motivación, plano de la reprochabilidad. “La premeditación sería
sólo computada como calificante cuando el cálculo que precede a la ejecución, junto al
aumento de injusto del delito, en razón de la forma en que se perpetra, fuera sintomática
de una personalidad que se determina por móviles abyectos”. Esto permite excluir el
homicidio por piedad.
“Conocida”: Lo normal es que en la premeditación no sea sancionada, debido los delitos
deben ser consumados, pero respecto a esta calificante, se exige además, Prueba por vía
distinta a la confesión. Etcheberry: Razón histórica, el CP español de 1822 presumía la
premeditación si concurría alguna de las circunstancias que mencionaba, lo que se elimina
con el CP 1848, reafirmando ello con la expresión “conocida”.

Críticas: Indistinguible del dolo homicida, cuando hay mayor reproche se encuentra
implícita en la alevosía, veneno o premio o promesa remuneratoria.

Alevosía no supone premeditación y viceversa. A juicio de los autores, al igual que el


veneno estaría incluida en la alevosía, debido se actuaría sobreseguro. En muchos códigos
modernos, no se contempla como calificante. Etcheberry recuerda que la premeditación
requiere un ánimo frío y tranquilo, que puede estar ausente en un homicidio alevoso.

Cabe recordar que las cinco calificantes basta que concurra una para que el homicidio
sea calificado. En virtud que concurran dos o más calificantes, se podría pensar usar una
de ellas como agravante, pero en función del artículo 63 CP, se vulneraría el principio de
NON BIS IN IDEM. Además en aplicación del principio PRO REO se debe utilizar la
interpretación que favorece al imputado

o Art. 63. No producen el efecto de aumentar la pena las circunstancias agravantes que
por sí mismas constituyen un delito especialmente penado por la ley, o que ésta haya
expresado al describirlo y penarlo.

Tampoco lo producen aquellas circunstancias agravantes de tal manera inherentes al


delito que sin la concurrencia de ellas no puede cometerse.

o Art. 12 N° 5 CP: En los delitos contra las personas, obrar con premeditación
conocida o emplear astucia, fraude o disfraz.

3. Dolo: Dolo Directo. El argumento es, i) El legislador incluye el elemento subjetivo


"maliciosamente", y ii) Aquellos delitos en que la modalidad delictiva por su naturaleza en
su tipificación, solo admiten en su comisión dolo directo. Ejemplo, Si alguien premeditó el
delito, se entiende solo es posible con dolo directo. El homicidio calificado supone que el
sujeto está en conocimiento del tipo penal y además tiene voluntad en el resultado. El
legislador no señala expresamente el dolo directo, por tal puede fundarse una postura de
comisión por dolo eventual.

4. Participación: Comunicabilidad, artículo 64 CP. Se sanciona por delito base a partícipe


extraneus.

o Art. 64. Las circunstancias atenuantes o agravantes que consistan en la disposición


moral del delincuente, en sus relaciones particulares con el ofendido o en otra causa
personal, servirán para atenuar o agravar la responsabilidad de sólo aquellos autores,
cómplices o encubridores en quienes concurran.

Las que consistan en la ejecución material del hecho o en los medios empleados para
realizarlo, servirán para atenuar o agravar la responsabilidad únicamente de los que
tuvieren conocimiento de ellas antes o en el momento de la acción o de su cooperación
para el delito.

5. Concurso circunstancias:

Agravantes artículo 12 y calificantes homicidio, artículo 63 CP.

Varias circunstancias calificantes: Tipo con pluralidad de hipótesis, Artículo 69 CP.

o Art. 69. Dentro de los límites de cada grado el tribunal determinará la cuantía de la pena
en atención al número y entidad de las circunstancias atenuantes y agravantes y a la mayor o
menor extensión del mal producido por el delito.

III. PARRICIDIO.

El que mate a un pariente en línea recta y no colateral, padre, madre, hijo o a cualquier
otro ascendiente o descendiente, o a quien haya sido su cónyuge o conviviente, y
además, a quién ha sido cónyuge o conviviente, estos últimos incorporados en
modificaciones recientes.

o Art. 390 CP: El que, conociendo las relaciones que los ligan, mate a su padre, madre
o hijo, a cualquier otro de sus ascendientes o descendientes o a quien es o ha sido su
cónyuge o su conviviente, será castigado, como parricida, con la pena de presidio mayor en
su grado máximo a presidio perpetuo calificado.

Si la víctima del delito descrito en el inciso precedente es o ha sido la cónyuge o la


conviviente de su autor, el delito tendrá el nombre de femicidio.

1. Críticas: Difícil justificación más allá del reproche moral por atentado contra propia
sangre o lazos de confianza mutua derivados del matrimonio.

El fundamento para que la sanción del parricidio sea mayor a otro homicidio.

a.- Sancionar en base a la presunción de una “honda relación afectiva”, en matrimonio, es


inadmisible.

b.- Si se aborda desde el injusto y se quiere dispensar mayor tutela al matrimonio y a la


familia, núcleo fundamental de la sociedad. Se discute debido a se construiría un delito
pluri ofensivo, que no autoriza tan elevada sanción (Politoff/Grisolía/Bustos).

c.- No se incluyen los hijos adoptados en la tipificación del delito, por tal se considerará
para efectos civiles los hijos adoptados para efectos de la filiación.

d.- G. Montt ve mayor injusto por ser una consagración en derecho penal de texto
constitucional “familia núcleo fundamental de sociedad”.
Derecho comparado: Optan por no contemplar en parricidio, y lo califican dependiendo si
concurren o no las calificantes del homicidio calificado, sino será homicidio simple con
agravante mixta del parentesco, artículo 13 CP.

o Art. 13. Es circunstancia atenuante o agravante, según la naturaleza y accidentes del


delito:

Ser el agraviado cónyuge, pariente legítimo por consanguinidad o afinidad en toda la línea
recta y en la colateral hasta el segundo grado inclusive, padre o hijo natural o ilegítimo
reconocido del ofensor.

2. Sujetos: Excluye afinidad y adoptante y adoptado.

Etcheberry, en relación a textos legales anteriores, señalaba que el legitimado


adoptivamente podía ser sujeto activo y pasivo del delito de parricidio, y no cometería –o
sufriría- este delito en relación a su anterior familia natural.

o Art. 37 ley 19.620: La adopción confiere al adoptado el estado civil de hijo de los
adoptantes, con todos los derechos y deberes recíprocos establecidos en la ley, y extingue
sus vínculos de filiación de origen, para todos los efectos civiles, salvo los impedimentos
para contraer matrimonio establecidos en el artículo 5° de la Ley de Matrimonio Civil, los
que subsistirán.

Convivencia: El legislador para efectos legales no define "convivencia". Se ha sostenido


que ella supone por la JURISPRUDENCIA, “cohabitación entre personas unidas por un
vínculo afectivo y que goza de cierta estabilidad, sin importar el sexo de sus integrantes”,
SCA de La Serena, 8/1/2007, Rol: 373-2006.

3. Parricidio por omisión: Afecta non bis in ídem. Está descrito como delito de acción, y si el
sujeto activo está en posición de garante, suscita lo siguiente. Lo anterior involucraría
considerar el parentesco para configurar la posición de garante y para fundar el parricidio.
Ejemplo. La madre que deja morir a su hijo, se le aplicaría el parentesco para el parricidio y
para la posición de garante, ergo se configuraría el homicidio simple por omisión (figura
residual, debido el ser la figura más amplia).

4. “Conociendo las relaciones que lo ligan”: Dolo directo (Politoff/Grisolía/Bustos):


Seguridad de que se mata a otro, y de vínculo con este otro. Se excluye dolo eventual por
alta penalidad, sería homicidio simple agravado por parentesco. Ejemplo, El padre que
escucha ruidos en su casa y pregunta - ¿quién está ahí? - nadie contesta y dispara.

Etcheberry sería una referencia superflua, que no innova respecto a la regla general de
presunción de dolo. Admite el dolo eventual.

5. Error:

Error en identidad. Art. 1 inc.3º CP

Error respecto de distintas víctimas del art. 390 CP: G. Montt parricidio;
Matus/Politoff/Ramírez Homicidio

Aberratioictus (madre que se interpone ante riña de hijo con un tercero): Etcheberry art.
1.3 CP, homicidio simple6; Matus/Politoff/Ram homicidio culposo de la madre.

6. Participación (comunicabilidad):

Etcheberry: Se opone a la comunicabilidad invocando al art. 64 CP, y a ser las relaciones del
art. 390 CP meras circunstancias.

o Art. 390 CP: El que, conociendo las relaciones que los ligan, mate a su padre, madre o
hijo, a cualquier otro de sus ascendientes o descendientes o a quien es o ha sido su cónyuge
o su conviviente, será castigado, como parricida, con la pena de presidio mayor en su grado
máximo a presidio perpetuo calificado.

Teoría de la comunicabilidad: El homicidio es un delito de sujeto activo indiferente, el


sujeto activo lo puede cometer cualquiera persona. EL parricidio es de sujeto activo
especial, debe reunir el sujeto activo especiales características. Por tal si el homicidio lo
comete el padre con un amigo a su hijo, según la teoría de la comunicabilidad o
incomunicabilidad que se adhiera, se puede condenar por parricidio a ambos, o solamente al
padre, y a su amigo, por homicidio simple.

6.1. extraneus autor mediato, intraneus instrumento: extraneushom., intraneus sin


responsabilidad (si es agente doloso, parricida)

6.2. extraneus e intraneus coautor: extraneus homicidio, intraneus parricidio

6.3. extraneus inductor, cómplice o encubridor de intraneus: extraneus homicidio, intraneus


parricidio

6.4. intraneus autor mediato, extraneus instrumento: intraneus parricidio, extraneus sin
responsabilidad (agente doloso homicidio)

6.5.intraneus inductor, cómplice o encubridor de extraneus: ambos homicidio, e intraneus


gravado por art. 13 CP

IV. FEMICIDIO

o Art. 390 CP: El que, conociendo las relaciones que los ligan, mate a su padre, madre o
hijo, a cualquier otro de sus ascendientes o descendientes o a quien es o ha sido su cónyuge
o su conviviente, será castigado, como parricida, con la pena de presidio mayor en su grado
máximo a presidio perpetuo calificado.

Si la víctima del delito descrito en el inciso precedente es o ha sido la cónyuge o la


conviviente de su autor, el delito tendrá el nombre de femicidio.
1. Introducido por la ley 20.480 de 18.12.2010

o “Artículo 1°. – Introducen las siguientes modificaciones en el Código Penal:

En el artículo 390:

a) Reemplazase la expresión "a su cónyuge o conviviente" por la siguiente: "a quién es o


ha sido su cónyuge o su conviviente".

b) Incorporase el siguiente inciso segundo: "Si la víctima del delito descrito en el inciso
precedente es o ha sido la cónyuge o la conviviente de su autor, el delito tendrá el nombre
de femicidio".

2. Se amplían sujetos del delito.

Sujeto pasivo: El inciso 1° del art. 390 CP incluye ex cónyuges y ex convivientes, hombres y
mujeres, pero si la víctima es mujer, será femicidio, y si es hombre será parricidio
(Santibáñez Torres/Vargas Pinto)

Sujeto activo: Incluye mujer conviviente o ex conviviente.

Santibáñez Torres/Vargas Pinto: La palabra cónyuge restringe a los varones, no así el


término conviviente.

Si bien la convivencia se considera o interpreta con las mismas calidades que la relación
conyugal en cuanta permanencia, afectividad y entidad de la relación, no ocurre lo mismo
con la diferencia entre hombre y mujer. La relación de convivencia no supone por esencia,
como lo hace el matrimonio, una relación entre un hombre y una mujer. De modo que
puede ser sancionada como femicida una mujer que mate a su conviviente mujer actual o
pasada.

3. La incorporación se explica por la especial connotación que tiene el homicidio de


mujeres por quienes son o han sido sus compañeros, es decir, el entorno familiar que
agrava la conducta del agente “conocido”, “familiar”. Son dos circunstancias graves que
se consideran, el contexto intrafamiliar y la condición de mujer (Santibáñez Torres/Vargas
Pinto)

4. Problemas de aplicación: ex cónyuges y ex convivientes sin límites de tiempo. Se deja al


juzgador. La lógica de la agravante o de la calificante, según se trate de una circunstancia
genérica o el propio legislador la incluya al establecer la pena –como en este caso–
está en el estado de mayor indefensión en el que se halla la víctima de una agresión por
parte de un pariente con el que está vinculado; donde existe conocimiento, confianza,
“cariño”… Por ello, la víctima está en una posición de mayor debilidad, con menos
posibilidades de repeler la ofensa, lo que denota la particular gravedad de la
conducta. No es lo mismo un ex conviviente con el que no se tuvo hijos ni se mantuvo
contacto por años, que otro con el que sí se da una o ambas circunstancias. Mir Puig
destaca esta idea como fundamento que recoge el Tribunal
Supremo español para no considerar la agravante del parentesco (artículo 23 del CP.
español), que exige que “no haya perdido su ambas circunstancias. Mir Puig destaca esta
idea como fundamento que recoge el Tribunal Supremo español para no considerar la
agravante del parentesco (artículo 23 del CP. español), que exige que “no haya perdido
su significado de vinculación entre los parientes”. La redacción de la norma española
favorece este fundamento porque incorpora una idea de “vinculación”. (Santibáñez
Torres/Vargas Pinto)

5. Críticas:

H. Hernández, se trata sólo de la consagración legislativa de un nomen iuris sin


consecuencias prácticas (no abarca casos que no estuvieran cubiertos ni altera las penas
aplicables a los mismos).

Santibáñez Torres/Vargas Pinto, si la agravación se sustenta en que el agente se vale de la


condición de mujer de la víctima para reducir sus posibilidades de defensa, hubiera sido
deseable admitir el nombre “femicidio” para todo homicidio de mujer por el solo hecho de
ser tal (femicidios no íntimos), sin perjuicio que, por supuesto, esté incorporado en el
parricidio que castiga en caso de relaciones familiares. La mayor gravedad puede
igualmente reflejarse en una pena más dura por el artículo 12 Nº 6 (abusar de la
superioridad del sexo o fuerzas) o por el artículo 12 Nº 18 (con ofensa o desprecio del
respeto que merece el ofendido por su dignidad, autoridad, edad o sexo).

V. INFANTICIDIO

Padre, madre o ascendientes legítimos e ilegítimos, que matan al hijo o al recién nacido
dentro de las 48 horas después del parto.

o Art. 390 CP: Cometen infanticidio el padre, la madre o los demás ascendientes
legítimos o ilegítimos que dentro de las cuarenta y ocho horas después del parto, matan al
hijo o descendiente, y serán penados con presidio mayor en sus grados mínimo a medio.

1. Sujetos: artículo 394 Código Penal.

2. Figura especial de homicidio (privilegiado en relación al parricidio7). Motivo, la vida


humana tiene menor valor en sus 48 horas después del parto.

3. No se funda en estado puerperal, dolores propios del parto u hormonal (incluye otros
parientes8) ni en móvil de honor (según antecedentes históricos de su regulación9), sino
simplemente en la apreciación de un menor desvalor por el legislador
(Politoff/Grisolía/Bustos)

4. Conducta: Se cuestiona el infanticidio por omisión impropia. Se acepta sólo por ser
privilegiada, para descartar homicidio calificado (veneno). No viola non bis in ídem por
favorecer al reo.
5. Participación: Matius/Politoff/sostienen que extraneusse sanciona también por infanticidio
sea que sepa o no que es un infanticidio, en este último caso, por aplicación analógica de
Art. 1.3 CP, pues si desconoce la circunstancia objetiva que atenúa su responsabilidad,
no contradice el principio de culpabilidad el imputársela en su beneficio. Agregan que,
“admitido el carácter irracional de este privilegio, menos racional aún parece hacerlo efectivo
en todo caso a quienes tiene un deber especial de cuidado sobre la víctima de esta
clase de delitos, impidiendo su apreciación a quienes –con menos obligaciones (y por tanto,
menos responsabilidades)- participan junto a él.”10

Intraneus partícipe se sanciona por infanticidio, y no por homicidio calificado, en su caso


(Politoff/Grisolía/Bustos), de otro modo la participación se sancionaría más severamente
que la ejecución material.

DELITOS CONTRA LA VIDA HUMANA DEPENDIENTE

El bien jurídico: Protegido es la vida humana dependiente. Ser que está por nacer, vida
intrauterina.

Concepto: Se entiende por aborto de acuerdo a la Doctrina es matar al producto de la


gestación, esto es, interrumpir el embarazo antes que se produzca el parto. (Desde la
concepción).

1. Clasificación:

1.1. Aborto voluntario.

- Autoaborto, artículo 344 inciso 1°, primera parte.

- Aborto consentido, artículos 344 inciso 1°, segunda parte y 342 n° 3.

1.2. Aborto no voluntario.

- Causado con violencia, artículo 342 N°1

- Causado sin violencia, artículo 342 N° 2

- Aborto sin propósito de causarlo, artículo 343.

2. Sujeto pasivo:

- Ser humano en formación o feto, sujeto pasivo y objeto material se confunden. La


conducta se realiza sobre el objeto material que es el feto, y la víctima es el feto.

- Organización Mundial de la Salud: Embrión o feto anidado en el vientre materno, desde su


fijación en el endometrio hasta su expulsión del útero, excluye mala formación celular
absolutamente incapacitada para desarrollarse como embrión- y zigoto anidado fuera del
endometrio –embarazo ectópico-).

G. Montt adhiere por razones de política criminal, atendido el empleo masivo de métodos
anticonceptivos en nuestra comunidad, autorizados y promovidos por el Estado.
Politoff/Bustos/Grisolía estiman que objeto material y sujeto pasivo del atentado es el fruto
de la concepción, sin definir el momento inicial en la fecundación o anidación.

- El texto legal exige una mujer embarazada, esto es, aquella de quien depende, producto
de la anidación del blastocisto en el endometrio, la vida del que está por nacer. Esto
excluye destrucción o abandono de embriones no utilizados en procedimientos de
fertilización in vitro.

- No comprende atentados contra la salud (lesiones) del feto, salvo que se sancione el
aborto frustrado debidamente probada la conducta de lesiones. Tampoco se consideran
las figuras de peligro en contra de la vida de éste (Politof, Bustos, Grisolía).

El aborto o abortar: Es provocar la muerte del feto "conducta". El legislador no lo señaló,


por tal autores señalan que abortar es atentar contra la vida del feto, y otros, señalan que
abortar es extraer al feto del claustro materno.

I. AUTOABORTO Y ABORTO CONSENTIDO

El aborto se clasifica; Si la madre consiente o no en la comisión del aborto.

o Art. 344 CP. La mujer que causare su aborto o consintiere que otra persona se lo
cause, será castigada con presidio menor en su grado máximo.

Si lo hiciere por ocultar su deshonra, incurrirá en la pena de presidio menor en su grado


medio.

1. Sujeto activo:

1.1. En autoaborto: Es la mujer embarazada. Es ella quién se provoca el aborto a través


de medios propios y sin la participación de terceros. Responsabilidad penal contemplada
en el artículo 344 CP, y si abortaré para ocultar su deshonra, la penalidad será rebajada,
reconocida por el legislador, como atenuante especial.

El aborto causado para ocultar la deshonra u onoris causa, Es una atenuante especial,
que conlleva una rebaja en la penalidad. Genera discusión jurídica, apoyo como a su vez
es cuestionado, debido a se protege un bien jurídico menor importante como es la honra
por sobre la vida humana dependiente. El argumento histórico es la deshonra que causaba
antiguamente el tener hijos fuera de la estructura familiar, hoy no se acepta por tribunales.
Actualmente se contempla por la doctrina esta figura, ante la agresión sexual de violación
a la mujer y ella decidiera abortar, podría invocar ésta causal.
1.2. En aborto consentido: Es la mujer embarazada y un tercero. Es un delito de
participación necesaria de un tercero. El tercero sancionado por artículo 342 n° 3, cuando no
es facultativo médico, y se sanciona a la mujer que consiente en el aborto.

La mujer que consiente en el aborto, reviste una penalidad mayor respecto del tercero,
esto porque si conducta es más disvaliosa respecto del tercero, esto significa, se encuentra
en un doble rol, estado de garante, y además, es sujeto activo del delito de aborto.

o Art. 342. El que maliciosamente causare un aborto será castigado:

1° Con la pena de presidio mayor en su grado mínimo, si ejerciere violencia en la persona de


la mujer embarazada.

2° Con la de presidio menor en su grado máximo, si, aunque no la ejerza, obrare sin
consentimiento de la mujer.

3° Con la de presidio menor en su grado medio, si la mujer consintiere

DELITOS CONTRA LA LIBERTAD SEXUAL

De acuerdo a cifras del Ministerio Público, sólo en el período 1 de enero - 30 de septiembre


del 2014, es decir, en 9 meses, hubo 14.948 imputados por delitos que afectan la indemnidad
sexual, de un total de 16.506 víctimas de esta clase de delitos. Estos número denotan
que las agresiones sexuales, en especial a menores de edad, es un flagelo ínsito en
nuestra sociedad, que ha ido en aumento, tanto así, que en su última cuenta pública, el
fiscal nacional, Sabas Chahuán, dio a conocer que en 2013 ingresaron más de 24 mil
casos por delitos sexuales, siendo un 74% de ellos correspondientes a menores de 18
años, lo que refleja que la tasa de denuncia ha ido en aumento durante la última década,
pasando de 32,2% en 2006 a un 68,5% en 2012.

Según cifras del SENAME, sólo en 2011 fueron atendidos 1.168 menores en los programas
para tratar a víctimas de Explotación Sexual Comercial Infantil y Adolescente (ESCI) en todo
el país. De estos, 842 casos corresponden a menores de edades comprendidas entre los 12 y
los 17 años (81,4% son mujeres y 18,6% varones, proporción que se repite en todas las
regiones). Contra toda suposición, un porcentaje cercano al 99,1% de los niños/as y
adolescentes atendidos en estos programas no registra una “situación de calle”, es decir,
los ataques sexuales a menores en un alto porcentaje, no sólo tienen lugar contra niños en
situación de vulneración social extrema, sino que se trata de un fenómeno que atraviesa
transversalmente todo los estratos socioeconómicos.

A mayor abundamiento, de acuerdo a United Nations Office on Drugs and Crime (UNODC),
Chile ocupa en el tercer puesto a nivel mundial en la tasa de denuncias por abuso sexual
infantil cada 100 mil habitantes, con 68,5 casos en 2012 -fecha en que todos los países
informaron los registros de sus policías-, siendo sólo superado por Suecia y Jamaica.
Además, a nivel sudamericano, es el primero en la tasa de denuncias por este ilícito.

Las agresiones sexuales a menores, constituyen un acto violento que supone una
imposición de poder del agresor respecto del menor víctima de la agresión y que de
acuerdo a nuestro tratamiento positivo se las define el artículo 366 ter del Código Penal
como cualquier acto de significación sexual y de relevancia realizado mediante contacto
corporal con la víctima, o que haya afectado los genitales, el ano o la boca de la víctima,
aun cuando no hubiere contacto corporal con ella. La gravedad de estas conductas
contiene un disvalor mayor cuando las víctimas son menores de edad, precisamente por la
imposibilidad o escasa posibilidad de aquellos para repeler el ataque o manifestar una
voluntad formada, para acceder o reaccionar a un requerimiento o acto de significación
sexual. Es por ello que estos delitos merecen el máximo repudio por parte de la sociedad, ya
que se fundan en la violencia y en el abuso de una relación de poder, tal y como lo ha
señalado la definición de abuso sexual dada por UNICEF.

Los delitos sexuales son todos aquellos actos que atentan contra la libertad sexual y la
indemnidad sexual de las personas, independientemente de su edad, estrato social, raza,
etnia, sexo o nacionalidad.

Los niños y niñas son más vulnerables a ser víctimas de estos delitos por parte de una
persona mayor, ya que muchas veces se ocupa la fuerza física, la presión o el engaño.

En este ámbito no existe el consentimiento de la víctima, menos en el caso delos menores de


edad, porque tienen experiencias, madurez biológica y expectativas muy distintas a las de un
adulto.

En la mayoría de los casos, los delitos sexuales ocurren a través de un proceso gradual y no
en un evento único.

Entre los delitos sexuales de mayor ocurrencia se encuentran la violación y el abuso


sexual, y en el caso de tener como víctima a menores de 14 años, siempre constituyen
delitos que se deben denunciar.

La violación consiste en acceder carnalmente, por vía vaginal, anal o bucal. El abuso
sexual, por su parte, es la realización de una acción sexual, distinta del acceso carnal,
como por ejemplo: tocaciones o besos en área de connotación sexual; simulación de acto
sexual; exhibir o registrar material pornográfico particularmente a menores de edad o
presenciar espectáculos del mismo carácter, entre otros.
DELITOS VINCULADOS CON EL TRÁFICO DE ESTUPERFACIENTES
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD

Título IX Código Penal (crímenes y simples delitos contra la propiedad, artículos


432 y siguientes).

o Art.432 CP. El que sin la voluntad de su dueño y con ánimo de lucrarse se apropia
cosa mueble ajena usando de violencia o intimidación en las personas o de fuerza en las
cosas, comete robo; si faltan la violencia, la intimidación y la fuerza, el delito se califica
hurto.

1. Bien jurídico protegido en los delitos contra la propiedad.

La doctrina acepta contra el patrimonio.

Concepto de propiedad más amplio que el Civil, artículo 582 CC. Se extiende a la
propiedad dominical como a la propiedad entendida como el vínculo que une al sujeto con
todos los derechos de que es titular y que sean económicamente apreciables.53 Abarca
dominio, posesión, otros derechos reales e incluso derechos personales. Por eso se
prefiere el concepto de patrimonio, por su mayor amplitud. Algunas figuras protegen
además otros bienes personalísimos como la vida y la libertad personal.

La doctrina discute debido a dentro del título noveno hay delitos cuyo bien jurídico no es la
propiedad. Se protege la tenencia material de una cosa. Ejemplo, artículo 471 N° 1,
"Delito de hurto de posesión".

o Art. 471. Será castigado con presidio o relegación menores en sus grados mínimos o
multas de once a veinte unidades tributarias mensuales:

1° El dueño de una cosa mueble que la sustrajere de quien la tenga legítimamente en su


poder, con perjuicio de éste o de un tercero.

o Art. 457 inciso primero. Al que con violencia en las personas ocupare una cosa
inmueble o usurpare un derecho real que otro poseyere o tuviere legítimamente, y al que,
hecha la ocupación en ausencia del legítimo poseedor o tenedor, vuelto éste le repeliere,
además de las penas en que incurra por la violencia que causare, se le aplicará una multa
de once a veinte unidades tributarias mensuales.

2. Clasificación de los delitos contra la propiedad o patrimonio

1. Delitos de enriquecimiento: El sujeto activo afecta el patrimonio ajeno y se enriquece.


Ejemplo, Hurto
2.- Delitos de destrucción: El sujeto activo afecta el patrimonio ajeno pero destruyendo, y
sin obtener enriquecimiento. Ejemplo, Delito de incendio.
Clasificación del delito de enriquecimiento

1. Enriquecimiento por apoderamiento o apropiación de la cosa - hurtos y robos.


A. Apoderamiento sin violencia y sin fuerza: Hurto

B. Apoderamiento sin violencia personas: y con fuerza en las cosas: Robo con fuerza en
las cosas.

C. Apoderamiento con violencia e intimidación en las personas: Robos con violencia e


intimidación en las personas.
D. Delitos de enriquecimiento por ocupación y usurpación de propiedades y derechos
inmuebles, y de derechos reales de aprovechamiento de aguas.
E. Delitos de enriquecimiento por defraudación: Estafas y figuras relacionadas.

Distinción:

Delito con fuerza en el resguardo de las cosas: Robo con fuerza

Delito con violencia en las personas: Robo con violencia o intimidación.

Delito sin violencia y sin fuerza: Hurto.

2. Delitos de destrucción, sin enriquecimiento: incendio, estragos y daños.

DELITOS DE ENRIQUECIMIENTO POR APODERAMIENTO, SIN VIOLENCIA: HURTOS

I. HURTO SIMPLE.

1. Definición: Artículo 432 CP, sin que concurran las circunstancias que la ley define
como fuerza en las cosas o violencia o intimidación en las personas.

o Art. 432 El que sin la voluntad de su dueño y con ánimo de lucrarse se apropia cosa
mueble ajena usando de violencia o intimidación en las personas o de fuerza en las cosas,
comete robo; si faltan la violencia, la intimidación y la fuerza, el delito se califica hurto.

Este artículo define hurto y robo, por tal a partir de esta norma se extrae el concepto.

Concepto Hurto: Apropiación de cosa mueble ajena con ánimo de lucro y sin la voluntad
de su dueño.

Hurto falta artículo 494 bis: Si la cosa hurtada no pasa la media unidad tributaria
mensual, se denominará hurto falta. Esto permite que una de las faltas pueda ser
sancionada en su etapa de frustrada, debido a la regla general solo se sancionen
consumadas.
o Artículo 494 bis.- Los autores de hurto serán castigados con prisión en su grado
mínimo a medio y multa de una a cuatro unidades tributarias mensuales, si el valor de la
cosa hurtada no pasa de media unidad tributaria mensual.

La falta de que trata este artículo se castigará con multa de una a cuatro unidades
tributarias mensuales, si se encuentra en grado de frustrada. En estos casos, el tribunal
podrá conmutar la multa por la realización de trabajos determinados en beneficio de la
comunidad, señalando expresamente el tipo de trabajo, el lugar donde deba realizarse, su
duración y la persona o institución encargada de controlar su cumplimiento. Los trabajos
se realizarán, de preferencia, sin afectar la jornada laboral o de estudio que tenga el
infractor, con un máximo de ocho horas semanales. La no realización cabal y oportuna de
los trabajos determinados por el tribunal dejará sin efecto la conmutación por el solo
ministerio de la ley, y deberá cumplirse íntegramente la sanción primitivamente aplicada.
2. Determinación de pena: La pena del hurto esta designada según el valor de la
cosa hurtada, está establecido en el artículo 446 CP. Siempre que la cosa tenga
un valor superior a media UTM, sino será Hurto Falta sancionado por el artículo 494 bis.

o Artículo 446.- Los autores de hurto serán castigados:

"Dependiendo del valor de la cosa hurtada en unidades tributarias mensuales".

3. Bien jurídico: Propiedad o posesión de cosas muebles. La protección jurídica va más


allá de la posesión, incluyendo usufructo, tenencia, etc. La cosa debe ser susceptible
de avaluación económica.
4. Tipicidad:

4.1 Sujetos:

Activo: Cualquier persona, salvo artículo 489 CP y dueño de la cosa. "Excusa legal
absolutoria por razón de política criminal"

o Art. 489 CP. Están exentos de responsabilidad criminal y sujetos únicamente a la civil
por los hurtos, defraudaciones o daños que recíprocamente se causaren:

1° Los parientes consanguíneos en toda la línea recta.

2° Los parientes consanguíneos hasta el segundo grado inclusive de la línea colateral.

3° Los parientes afines en toda la línea recta.

4° DEROGADO.

5° Los cónyuges.

La excepción de este artículo no es aplicable a los extraños que participaren del delito, ni
tampoco entre cónyuges cuando se trate de los delitos de daños indicados en el párrafo
anterior.

Además, esta exención no será aplicable cuando la víctima sea una persona mayor de
sesenta años.
Situaciones especiales: Artículo 471 n° 1 Código Penal (hurto de posesión) y artículo
494 n° 20 Código Penal (realización arbitraria del derecho propio). Excusa legal
absolutoria en el caso de ser el sujeto activo cónyuge o pariente.

o Art. 471 n° 1 CP Será castigado con presidio o relegación menores en sus grados
mínimos o multas de once a veinte unidades tributarias mensuales: El dueño de una cosa
mueble que la sustrajere de quien la tenga legítimamente en su poder, con perjuicio de
éste o de un tercero.

o Art. 494 n° 20 CP. El que con violencia se apoderare de una cosa perteneciente a su
deudor para hacerse pago con ella.
Sujeto Pasivo: Cualquier persona que tenga una relación jurídicamente protegida con la
cosa.
4.2. Objeto material: Cosa corporal mueble ajena susceptible de avaluarse en dinero.

No se considera ajena: La res nullius (no pertenecen a nadie) o res derelictae (cosas
abandonadas), las que la naturaleza ha hecho comunes a todos los hombres, los bienes
nacionales de uso público57; los cuerpos o partes de ellos vivos,58 ni de los cadáveres59;
cosas en copropiedad60. Si el socio sustrae cosas de la sociedad es hurto, salvo el
administrador que incurre en 470 n° 1 CP.
Avaluable en dinero: Valor económico o de mercado, no se considera valor de
afectación. Respecto de documentos de pago o que representen una cantidad de dinero
exigible contra su presentación (cheques, vales vista, boleto de lotería premiado), debe
atenerse al valor que representa sobre su materialidad.
Corporal: La cosa debe poder ser aprehendida.

54 Etcheberry: Cosa corporal es aquella que ocupa un lugar en el espacio o tiene


extensión, excluyendo las que siendo materiales, carecen de extensión, como sonido, luz,
calor, energías, etc.
55 Etcheberry: No debe estarse a los conceptos de los arts. 566 y ss. CC. Debe
considerarse mueble todo objeto corporal que sea movible. El agua, cuando se encuentra en
depósitos o cauces naturales o artificiales, siempre que se trate de aguas corrientes, es
objeto del delito de usurpación, y no de hurto.
56 Etcheberry: Es ajena para el hechor toda cosa sobre la que otro tiene un derecho
amparado por el ordenamiento jurídico, sea dominio, posesión o mera tenencia.
57 Etcheberry: Estima que los bienes nacionales de uso público son ajenos –y pueden ser
objeto del delito de hurto-, pues si bien su uso corresponde o al Fisco o en general a todos
los habitantes de la nación, su dominio pertenece a la nación toda. art. 589 CC.
58 Etcheberry: Mientras no medie un acto inequívoco de desinterés, abandono o entrega,
subsiste una especial relación, de carácter moral y no patrimonial, entre tales tejidos u
órganos, y la persona de cuyo organismo se desprendieron. Existe un derecho socialmente
reconocido a disponer de tales bienes, lo que no significa necesariamente el derecho a
enajenarlos a título oneroso. Si hay una retribución económica (ej. para donante de sangre,
de leche materna, de cabellos), no debe verse en ello el pago de un precio propio de una
compraventa, sino más bien la retribución de un servicio personal prestado por el donante.
*todo lo no comprendido como órgano en la ley 19.451 sobre trasplante y donación de
órganos, podría considerarse objeto corporal mueble ajeno? ej. embrión, células madres,
etc.
59 Etcheberry: No hay propiedad sobre el cadáver. Se puede incurrir en contravenciones
administrativas o en los delitos de inhumación o exhumación ilegal, pero no delito de hurto o
robo.
60 Etcheberry: No puede cometerse el delito cuando el que se apropia de la cosa es un
comunero que ya está en posesión de ella (caso en el cual podría pensarse en una
apropiación indebida). Sí cuando un comunero se apodere de cosas muebles que están en
poder (custodia) de un tercero, sea comunero o no, con ánimo de señor y dueño. En tal
caso, el comunero se apropia de algo que no le pertenece y adquiere un poder de hecho
que legítimamente no tiene: el de disposición de la cosa.

4.3. Conducta: La apropiación del objeto material, sin que medie uso de la fuerza,
violencia o intimidación que configura los delitos de robo con fuerza y robo con
violencia o intimidación. Ejemplo, Fuerza para salir del inmueble.
Concepto de Apropiación: Deben estar presente los siguientes cuatro elementos para
estar frente al delito de hurto, la carencia de alguno llevaría a estar frente a un acto lícito.
A.- Elemento objetivo: Es la apoderación o la sustracción de la cosa

B.- Elemento subjetivo: Ánimo de señor y dueño. Es indiferente el medio usado para la
sustracción.
Etcheberry: Elementos de la apropiación: material –sustraer- y psíquico –ánimo de señor y
dueño-.
Por la sustracción se adquiere la posesión, no el dominio, al no ser título traslaticio de
dominio. Hay una adquisición de hecho, no de derecho, de las facultades propias del
dominio (Etcheberry)
Se requiere por el autor el ánimo de comportarse como dueño de la cosa, animus rem
sibihabendi.

C.- La apropiación contiene el ánimo de lucro (Politoff), Al buscarse obtener una ventaja
patrimonial de carácter económica. No es necesario que se logre el propósito (delito de
tendencia) debido a solo se requiere el ánimo.

Etcheberry, Ventaja patrimonial de carácter económica: ánimo de apropiación es el propósito


de adquirir de hecho las facultades inherentes al dominio. El ánimo de lucro es el deseo de
obtener una utilidad o provecho. Pueden no concurrir juntos. Ej. Se apropia para destruir, o
se sustrae momentáneamente para arrendarla y luego devolverla. Además el provecho o
utilidad no necesariamente tiene que ser pecuniario, pero sí económicamente apreciable. Si
se apropia de un objeto valioso sólo para destruirlo posteriormente, o si se apropia de una
obra de arte sólo para contemplarla, de acuerdo a esta tesis, no hay hurto ni robo porque no
se busca provecho o utilidad, en su caso.
D. Falta de voluntad del dueño 61:

Puede darse por dos vías, contra la voluntad del dueño o sin la voluntad del dueño:
Ambas formas dan lugar al delito de hurto.

Si hay voluntad del dueño estamos frente a la atipicidad, por consiguiente no hay delito.
Etcheberry, Elimina la antijuridicidad.
61 Etcheberry: Comprende tanto los casos de ausencia de conocimiento como los casos de
contravención directa a la voluntad ya expresada.
El consentimiento lo puede entregar quien tenga poder de disposición sobre la cosa. El
consentimiento no se presume. Etcheberry: Puede ser expreso o tácito, pero debe existir
efectivamente. La ratificación posterior no elimina la ilicitud inicial. La voluntad puede ser
expresa o tácita, esta última por medio de la tolerancia.
El consentimiento viciado impide la incriminación por hurto: Si hay fuerza, es robo o
extorsión, si hay engaño, será estafa (Etcheberry).
Si el consentimiento del sujeto que entrega es irrelevante para el derecho, como demente o
infante, hay estafa o hurto, si el tercero induce a entregar la cosa sin desprenderse de la
propiedad (ej. préstamo momentáneo), o si el tercero induce a que se la obsequie,
respectivamente (Etcheberry).

En los delitos de robo y hurto, la pena correspondiente será elevada en un grado cuando los
culpables hagan uso de armas o sean portadores de ellas.

En el caso del delito de hurto, el aumento de la pena contemplado en el inciso anterior se


producirá si las armas que se portan son de fuego, cortantes o punzantes. Tratándose de
otras armas, la mera circunstancia de portarlas no aumentará la pena si, a juicio del
tribunal, fueren llevadas por el delincuente con un propósito ajeno a la comisión del delito.

Para determinar cuando el robo o hurto se comete con armas, se estará a lo dispuesto en el
artículo 132.

Doctrina

o La doctrina se inclina por ablatio. G. Montt: Encontrarse en posibilidad de ejercer la


facultad de disposición de la cosa.

o Etcheberry utiliza la misma teoría de ablatio, para distinguir los actos preparatorios de
los ejecutivos, señalando que habrá comienzo de ejecución toda vez que se penetre en la
esfera de custodia o resguardo del titular de la cosa.

7. Participación:

Ya fue visto en cuanto a los sujetos. Cualquier sujeto y sus respectivas excepciones, en
los artículos 454, 456 bis n° 3, y 489 CP
8. Concursos:

Artículo 451 Código Penal:

Reiteración de hurtos. Este artículo prevé un supuesto, y es qué, se cometan varios


hurtos sucesivos en el tiempo a una misma persona, o bien, reiteración de hurtos a
distintas personas en un mismo lugar. Se considerará un solo hurto por el total del valor
de lo sustraído.

o Artículo 451.- En los casos de reiteración de hurtos, aunque se trate de faltas, a una
misma persona, o a distintas personas en una misma casa, establecimiento comercio,
centro comercial, feria, recinto o lugar el tribunal calificará el ilícito y hará la regulación de la
pena tomando por base el importe total de los objetos sustraídos, y la impondrá al
delincuente en su grado superior.

Esta regla es sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 447.

Distinguir de reincidencia; Entre reiteración de delitos y reincidencia, en la segunda opera


como agravante, el sujeto debe haber sido condenado por delitos previos, en cambio en la
segunda el sujeto aún no ha sido sancionado por los delitos.
Etcheberry: No es un delito continuado de hurto, sino un concurso material de hurtos
tratado con benignidad La agravación sólo tiene aplicación respecto de penas con más de
un grado, pues se aplica en su grado superior.
9. Penalidad:

Artículo 446 Código Penal

o Artículo 446.- Los autores de hurto serán castigados:

1º Con presidio menor en sus grados medio a máximo y multa de once a quince unidades
tributarias mensuales, si el valor de la cosa hurtada excediera de cuarenta unidades
tributarias mensuales.

2º Con presidio menor en su grado medio y multa de seis a diez unidades tributarias
mensuales, si el valor excediere de cuatro unidades tributarias mensuales y no pasare de
cuarenta unidades tributarias mensuales.
3º Con presidio menor en su grado mínimo y multa de cinco unidades tributarias
mensuales, si excediere de media unidad tributaria mensual y no pasare de cuatro unidades
tributarias mensuales.

Si el valor de la cosa hurtada excediere de cuatrocientas unidades tributarias mensuales,


se aplicará la pena de presidio menor en su grado máximo y multa de veintiuna a treinta
unidades tributarias mensuales.
El valor de la unidad tributaria mensual se determina al momento de comisión del hecho,
no del enjuiciamiento.
II. HURTO FALTA ART. 494 BIS CP

El mismo núcleo básico del hurto, pero en este caso el valor de la cosa no debe exceder
de media unidad tributaria mensual tratado en el artículo 494 bis.

o Artículo 494 bis.- Los autores de hurto serán castigados con prisión en su grado
mínimo a medio y multa de una a cuatro unidades tributarias mensuales, si el valor de la
cosa hurtada no pasa de media unidad tributaria mensual.

La falta de que trata este artículo se castigará con multa de una a cuatro unidades
tributarias mensuales, si se encuentra en grado de frustrada. En estos casos, el tribunal
podrá conmutar la multa por la realización de trabajos determinados en beneficio de la
comunidad, señalando expresamente el tipo de trabajo, el lugar donde deba realizarse, su
duración y la persona o institución encargada de controlar su cumplimiento. Los trabajos
se realizarán, de preferencia, sin afectar la jornada laboral o de estudio que tenga el
infractor, con un máximo de ocho horas semanales. La no realización cabal y oportuna de
los trabajos determinados por el tribunal dejará sin efecto la conmutación por el solo
ministerio de la ley, y deberá cumplirse íntegramente la sanción primitivamente aplicada.

Pese a ser una falta se sanciona en la etapa imperfecta, en su grado de frustrado.

a.- Iter criminis: Sanciona expresamente la frustración.

A. Reincidencia, en el tercer inciso del artículo 494 bis, señala agravación al sujeto que es
reincidente
B. Participación de adultos y menores.

C. Artículo 390 inciso final Código Procesal Penal: si se comete en un establecimiento de


comercio, se considerará el precio de venta (incluiría IVA).

o Si la falta contemplada en el artículo 494 bis del Código Penal se cometiere en un


establecimiento de comercio, para la determinación del valor de las cosas hurtadas.

III. HURTO AGRAVADO DEL ART. 447 CP.

El mismo núcleo del hurto pero se agrava o aumenta la penalidad, debido al sujeto activo
está en una mayor cercanía a la cosa y abusa de esa confianza.

o Art. 447. En los casos del artículo anterior podrá aplicarse la pena inmediatamente
superior en grado:

1° Si el hurto se cometiere por dependiente, criado o sirviente asalariado, bien sea en la


casa en que sirve o bien en aquella a que lo hubiere llevado su amo o patrón.
2° Cuando se cometiere por obrero, oficial o aprendiz en la casa, taller o almacén de su
maestro o de la persona para quien trabaja, o por individuo que trabaja habitualmente en la
casa donde hubiere hurtado.

3° Si se cometiere por el posadero, fondista u otra persona que hospede gentes en cosas
que hubieren llevado a la posada o fonda.

4° Cuando se cometiere por patrón o comandante de buque, lanchero, conductor o


bodeguero de tren, guarda-almacenes, carruajero, carretero o arriero en cosas que se
hayan puesto en su buque, carro, bodega, etc.

Se agrava en razón del abuso de confianza que en el deposita el sujeto pasivo. No se


aplica en hurto falta.
N° 1 (famulato/hurto doméstico): Se aplica a trabajadoras de casa particular respecto de
los bienes de la casa. El servicio del autor es permanente. Debe diferenciarse de
situaciones de apropiación indebida, donde se entrega la cosa al trabajador en virtud de
algún título jurídico especial que le confiere de hecho un poder autónomo de custodia y
disposición (Etcheberry).
N° 2 Hoy se aplica a trabajadores en general: El trabajador que hurta especies del lugar de
trabajo de su empleador. Salvo los que presten servicios permanentes en la casa del
empleador.62 También incluye este numeral los servicios personales habituales.
N° 3 Hoy se aplica al empresario hotelero: El sujeto activo hurta las cosas dejadas por el
sujeto pasivo en sus dependencias, hotel o establecimiento en custodia. Los objetos no
deben haber sido entregados en depósito (apropiación indebida). El sujeto activo es el
empresario no el sirviente que presta servicios domésticos en tales establecimientos, pero
incluye al administrador y a cualquiera de los empleados que lo auxilian (Etcheberry).
Constituye apropiación indebida la entrega de cosas para mejor custodia y seguridad al
posadero (Etcheberry).
N° 4: Comprende a los empresarios del transporte, e incluye a sus subordinados no
obreros (Etcheberry) son objetos que el pasajero lleva consigo. Si se entregó la cosa para su
transporte y custodia, el delito es de apropiación indebida, Etcheberry.
62 Etcheberry: Lo restringe al obrero que presta servicios en establecimientos
comerciales o industriales, excluyendo al empleado cuyo trabajo es predominantemente
intelectual, ya que a la época de la dictación del Código Penal, ya se hacía tal distingo.

IV. HURTO AGRAVADO DEL ART. 447 BIS Código Penal.

Hurto de cosas que forman parte de las redes de suministros de servicios públicos o
domiciliarios. Además, se agrava si causa efectos respectos de terceros, inciso segundo de
la norma.

o Art. 447 bis.- El hurto de cosas que forman parte de redes de suministro de servicios
públicos o domiciliarios, tales como electricidad, gas, agua, alcantarillado, colectores de
aguas lluvia o telefonía, será castigado con presidio menor en sus grados medio a
máximo.
Si con ocasión de alguna de las conductas señaladas en este artículo se produce la
interrupción o interferencia del servicio, la pena se aplicará en su grado máximo.

V. HURTO DE ENERGÍA ELÉCTRICA.

Acá la conducta es una conexión clandestina a la energía eléctrica.

o Artículo 137 DFL 1 de 1982 del M. Minería: El que sustrajere energía eléctrica, directa
o indirectamente mediante conexiones clandestinas o fraudulentas, incurrirá en las penas
señaladas en el artículo 446º del Código Penal. En los casos de reiteración, se procederá
en conformidad a lo prevenido en el artículo 451º del Código.
1. Sujeto pasivo: Sólo compañías eléctricas reguladas en el DFL 1/1982

2. Objeto material: Energía eléctrica.

3. Conducta: Incluye las alteraciones al medidor63.

a.- Se habla de sustracción en vez de apropiación, por las dudas sobre el poder que se
tiene sobre la energía, aunque el consumo es una forma de uso y disposición. No se
exige ánimo de lucro (Etcheberry)
b.- Conexión clandestina que es igual a oculta; conexión fraudulenta, no autorizadas por la
empresa respectiva o la autoridad pública, aunque no se oculten (Etcheberry)
4. Aspecto subjetivo: en cuanto a la conexión clandestina o fraudulenta, dolo directo.

5. Concursos:

a.- Varias conexiones a una misma red domiciliaria: un hurto.

b.- Alternar la conexión y desconexión: delito continuado.

c.- Reiteración (varios domicilios): art. 451 Código Penal

6. Penalidad: Artículo 446 Código Penal

VI. HURTO DE EXPEDIENTES.

o Art. 4 Ley 5.507 (971171934): Será castigado con la pena de reclusión menor en su
grado mínimo y multa de $ 100 a $ 1,000, el que substrajere, hurtare, robare o destruyere
un expediente o proceso administrativo o judicial, que estuviere en tramitación o afinado.
En la substanciación y fallo de los procesos por la investigación de estos delitos, los
Tribunales apreciarán la prueba en conciencia.
1. Sujeto activo: Cualquiera. Si es funcionario público puede estimarse una agravante,
salvo art. 193 n° 8 Código Penal, en que prima pena más grave por principio de
subsidiariedad.

o Art. 193 Código Penal: Será castigado con presidio menor en su grado máximo a
presidio mayor en su grado mínimo el empleado público que, abusando de su oficio,
cometiere falsedad: 8° Ocultando en perjuicio del Estado o de un particular cualquier
documento oficial.
2. Objeto material: Expedientes o procesos administrativos o judiciales.

3. Conducta: Substraer, hurtar, robar o destruir. Debe ejecutarse con dolo directo.

4. Concurso:

a.- Con robo con fuerza o violencia o intimidación: Se castiga como robo, conforme al
principio de subsidiariedad.
b.- Si lo comete funcionario público, 193 n° 8 Código Penal -eventual delito prevaricación-.

c.- Si se dan presupuestos de 470 n° 5 Código Penal, el que tenga pena más grave por
principio de subsidiariedad.

VII. HURTO DE HALLAZGO.

La conducta acá no es el núcleo básico. Es la omisión. El que encuentre una cosa con un
valor que exceda una UTM y no la entregue a la autoridad o a su dueño. En el inciso
segundo se trata una figura especial respecto al hurto por hallazgo.

o Art. 448. El que hallándose una especie mueble al parecer perdida, cuyo valor exceda
de una unidad tributaria mensual, no la entregare a la autoridad o a su dueño, siempre
que le conste quién sea éste por hechos coexistentes o posteriores al hallazgo, será
castigado con presidio menor en su grado mínimo y multa de cinco unidades tributarias
mensuales.
También será castigado con presidio menor en su grado mínimo y multa de cinco unidades
tributarias mensuales el que se hallare especies, al parecer perdidas o abandonadas a
consecuencia de naufragio, inundación, incendio, terremoto, accidente en ferrocarril u otra
causa análoga, cuyo valor exceda la cantidad mencionada en el inciso anterior, y no las
entregare a los dueños o a la autoridad en su defecto.

Etcheberry: Hay apropiación sin sustracción porque las cosas ya salieron de la esfera de
custodia de su propietario o detentador.
a.- Cosas perdidas son las extraviadas y las olvidadas. No así las abandonadas
(derelictae). Las circunstancias de hecho determinarán la calificación (Etcheberry).

b.- La cosa momentáneamente “dejada” en un sitio no está perdida, y su titular sigue


poseyéndola, según art. 727 CC (Etcheberry)

o Art. 727 CC: La posesión de la cosa mueble no se entiende perdida mientras se halla
bajo el poder del poseedor, aunque éste ignore accidentalmente su paradero.
c.- Si hay apropiación de cosa “dejada”, sabiendo ello, se comete hurto. Si hay
apropiación creyéndola perdida, es hurto de hallazgo. Si se cree que es abandonada, es
impune (Etcheberry).
d.- Debe constar al autor quién es el dueño, y se entrega a éste o a la autoridad. Si se
entrega a la autoridad, debe indicarse quién es el dueño, si ello se omite –sabiéndolo- se
comete igualmente el delito (Etcheberry)
e.- La cosa debe valer más de 1 unidad tributaria mensual, si vale menos falta del art. 494
n° 19 Código Penal.
f.- La expresión “hallar” la cosa, debe entenderse como “apropiarse” de ella, como
hallazgo del art. 624 CC, y por ser una variedad del hurto (Etcheberry)
Inciso 2°:

a.- Relación con art. 635 CC

o Art. 635 CC: Si naufragare algún buque en las cosas de la República, o si el mar
arrojare a ellas los fragmentos de un buque, o efectos pertenecientes, según las
apariencias, al aparejo o carga de un buque, las personas que lo vean o sepan,
denunciarán el hecho a la autoridad competente, asegurando entre tanto los efectos que
sea posible salvar para restituirlos a quien de derecho corresponda.

Los que se los apropiaren, quedarán sujetos a la acción de perjuicios, y a la pena de


hurto.
b.- Distinto a hurto cometido con ocasión de calamidad o desgracia, que es hurto agravado
por art. 12 n° 10 Código Penal.
c.- La cosa debe valer más de 1 unidad tributaria mensual, si vale menos falta del art. 494
n° 19 Código Penal.
d.- No es necesario que conste quién es el dueño, y se requiere también apropiación,
según art. 635 inc. 2° CC (Etcheberry)

DELITOS DE APODERAMIENTO SIN VIOLENCIA, CON PELIGRO PARA LAS


PERSONAS:
ROBO CON FUERZA EN LAS COSAS

Comparte el mismo núcleo básico que el hurto, pero en este caso, el sujeto activo ejerce
fuerza sobre los resguardos de la cosa. Ejemplo, El PC que está en la sala de clases,
para que se lo apropien, requiere fuerza respecto de la puerta de la sala de clases.

1. Bien jurídico:

Delito de apoderamiento, sin violencia.

Principal bien jurídico: El patrimonio, pero hay un peligro potencial a la integridad y


seguridad de las personas.

2. Fuerza:

El legislador considera ciertas conductas de fuerza, fuerza real y,

Fuerza ficta: Está última, si bien, no es fuerza propiamente tal, el legislador la considera
como una forma de fuerza, por ejemplo 440 N°3. Mediante seducción del doméstico.

o Art. 440 CP. El culpable de robo con fuerza en las cosas efectuado en lugar habitado
o destinado a la habitación o en sus dependencias, sufrirá la pena de presidio mayor en su
grado mínimo si cometiere el delito:
3° Introduciéndose en el lugar del robo mediante la seducción de algún doméstico, o a
favor de nombres supuestos o simulación de autoridad.
Fuerza real: Energía requerida para vencer las defensas o resguardos de la cosa y que,
además, esté prevista en uno de los casos que el legislador ha señalado.
Etcheberry, Para este autor, arrancar o cortar un árbol es hurto, ya que la fuerza utilizada
ha sido simplemente exigida por la naturaleza y característica de la cosa, y no para
vencer una especial protección dispuesta por su propietario.
La fuerza debe emplearse en la sustracción.

3. Clasificación:

Las formas de fuerza están taxativamente señaladas por el legislador, y son seis (6), ergo, si
se ejerce una fuerza distinta a las previstas, será aplicada la figura residual, hurto.
El robo con fuerza en las cosas, se clasifica tradicionalmente en tres (3) en categorías. La
siguiente clasificación reviste importancia en relación a la penalidad, debido esta depende
del LUGAR DONDE SE COMETIÓ, es decir, si se cometió en lugar habitado, no habitado o
bien de uso público.
1. Robo con fuerza en lugar habitado o destinado a la habitación o en sus dependencias,
440 CP
2. Robo con fuerza en lugar no habitado, 442 CP

3. Robo con fuerza en sitio no destinado a la habitación o bien nacional de uso público,
443 CP
Formas de fuerza

a.- Escalamiento, artículo 440 N°1 CP. Formas de sortear los resguardos que la cosa
tiene.

o Art. 440 Código Penal: N°1 Con escalamiento, entendiéndose que lo hay cuando se
entra por vía no destinada al efecto, por forado o con rompimiento de pared o techos, o
fractura de puertas o ventanas.
b.- Uso de llave falsa, verdadera sustraída o ganzúa, artículo 440 N2 CP. No se encuentra
definida que se debe entender por llave falsa. La jurisprudencia ha señalado que es LA
NO AUTORIZADA. Ejemplo, El uso de tarjeta de hotel adulterada es calificada por llave
falsa.

o Art. 440 Código Penal: N°2 Haciendo uso de llaves falsas, o verdaderas que hubiese
sido substraída, de ganzúas u otros instrumentos semejantes para entrar en el lugar del
robo.

c.- Introducción mediante seducción 440 N°3 CP. Sortear mediante seducción a quien
resguarda la cosa, no requiere la consumación. No se debe confundir con el artículo 223
CP, prevaricación.

o Art. 440 Código Penal N°3. Introduciéndose en el lugar del robo mediante la
seducción de algún doméstico, o a favor de nombres supuestos o simulación de autoridad.

o Art. 223. Los miembros de los tribunales de justicia colegiados o unipersonales y


los fiscales judiciales, sufrirán las penas de inhabilitación absoluta perpetua para cargos
y oficios públicos, derechos políticos y profesiones titulares y la de presidio o reclusión
menores en cualesquiera de sus grados:

1° Cuando a sabiendas fallaren contra ley expresa y vigente en causa criminal o civil.

2° Cuando por sí o por interpuesta persona admitan o convengan en admitir dádiva o


regalo por hacer o dejar de hacer algún acto de su cargo.
3° Cuando ejerciendo las funciones de su empleo o valiéndose del poder que éste les da,
seduzcan o soliciten a persona imputada o que litigue ante ellos.
Artículo 223 CP. El legislador habla de seducir respecto a los jueces de justicia o a
quienes tengan facultades de decidir en el tribunal, y valiéndose de su empleo. Seducir es
llegar a acceso carnal, y solicitar, requerir insistentemente de amores.
d.- Fractura interior. La diferencia está en donde se produce el rompimiento para acceder al
lugar del robo. Ejemplo, Puertas interiores, muebles cerrados, etc. Artículo 442 N°2 CP

o Art. 442. El robo en lugar no habitado, se castigará con presidio menor en sus grados
medio a máximo siempre que concurra alguna de las circunstancias siguientes:

1a. Escalamiento.

2a. Fractura de puertas interiores, armarios, arcas u otra clase de muebles u objetos
cerrados o sellados.
Profesor Juan Francisco Rivera, Derecho Penal Especial - Apuntes comunes y apoyo de
clases, transcritas por Aldo Vargas UDLA 2013
3a. Haber hecho uso de llaves falsas, o verdadera que se hubiere substraído, de ganzúas u
otros instrumentos semejantes para entrar en el lugar del robo o abrir los muebles
cerrados.
e.- Fractura de dispositivos de protección, Se encuentra tratado respecto del robo en los
bienes de uso público, artículo 443 CP. Ejemplos, Candados, vidrios, desactivar una
alarma, tapara una cámara, etc.

o Art. 443. Con la misma pena señalada en el artículo anterior se castigará el robo de
cosas que se encuentren en bienes nacionales de uso público o en sitio no destinado a la
habitación si el autor hace uso de llaves falsas o verdaderas que se hayan substraído, de
ganzúas u otros instrumentos semejantes o si se procede, mediante fractura de puertas,
vidrios, cierros, candados u otros dispositivos de protección o si se utilizan medios de
tracción.
Si el delito a que se refiere el inciso precedente recayere sobre un vehículo motorizado,
se impondrá la pena de presidio menor en su grado máximo.

Si con ocasión de alguna de las conductas señaladas en el inciso primero, se produce la


interrupción o interferencia del suministro de un servicio público o domiciliario, tales como
electricidad, gas, agua, alcantarillado, colectores de aguas lluvia o telefonía, la pena se
aplicará en su grado máximo.
f.- Uso de medios de extracción, artículo 443 bis CP. Aquellos que permitan al sujeto
aumentar la fuerza del sujeto activo, para desplazar o extraer la cosa. Ejemplo, Pluma,
tecle, etc.

o Artículo 443 bis.- El robo con fuerza de cajeros automáticos, dispensadores o


contenedores de dinero, o del dinero y valores contenidos en ellos, será sancionado con
la pena de presidio menor en su grado máximo. Para los efectos del presente artículo se
entenderá que hay fuerza en las cosas si se ha procedido con alguno de los medios
señalados en el artículo 440, Nos 1° y 2°; si se ha fracturado, destruido o dañado el cajero
automático o dispensador o sus dispositivos de protección o sujeción mediante el uso de
instrumentos contundentes o cortantes de cualquier tipo, incluyendo el empleo de medios
químicos; o si se utilizan medios de tracción.

I. ROBO CON FUERZA EN LUGAR HABITADO O DESTINADO A LA HABITACIÓN O


EN SUS DEPENDENCIAS, 440 CP.

Este tipo de robo permite la comisión con tres (3) formas de fuerza, señaladas en el
artículo 440 CP. Es la figura con penalidad más alta de las tres (3) en la clasificación, por el
mayor disvalor de la conducta del sujeto activo.

o Art. 440 CP: El culpable de robo con fuerza en las cosas efectuado en lugar habitado
o destinado a la habitación o en sus dependencias, sufrirá la pena de presidio mayor en su
grado mínimo si cometiere el delito:

1° Con escalamiento, entendiéndose que lo hay cuando se entra por vía no destinada al
efecto, por forado o con rompimiento de pared o techos, o fractura de puertas o ventanas.

2° Haciendo uso de llaves falsas, o verdadera que hubiere sido substraída, de ganzúas u
otros instrumentos semejantes para entrar en el lugar del robo.
3° Introduciéndose en el lugar del robo mediante la seducción de algún doméstico, o a
favor de nombres supuestos o simulación de autoridad.
1. Pena: No atiende al valor de lo sustraído.

2. Tipicidad:

2.1. Circunstancias del lugar o dependencia de comisión:

1. Lugar habitado: Da origen a discusión debido al legislador no define que se debe


entender por tal, distinguiendo las siguientes posturas;
Postura uno: El que sirve de morada a una o varias personas, donde tienen su hogar
doméstico independiente si se encuentran o no al momento de cometerse el robo.
Etcheberry, Debe tener resguardos o reparos materiales, aunque no sea un edificio (ej.
carro de ferrocarril)
Postura dos: Lugar donde hay personas al momento de cometerse el robo, independiente si
las personas no habitan en ese lugar. Este debería ser el criterio más lógico.

Postura del profesor: Lugar destinado a la habitación.

Postura tres: Lugar destinado a la habitación: Indica el objeto a que se dedica un lugar,
apreciado en el momento del robo, no alude al objeto que un lugar tengo dentro de los
propósitos de quien lo construyó o de su propietario (Etcheberry).64
Etcheberry: La expresión “lugar habitado o destinado a la habitación” comprende en
consecuencia todos aquellos lugares en que una persona o grupo de personas tiene su
hogar doméstico en el momento del robo. Se comprende tanto el caso en que el grupo de
personas en cuestión se encontrara efectivamente viviendo en el lugar en el momento del
robo (lugar habitado) o estuviera accidental o temporalmente ausente (lugar destinado a la
habitación).
Algunos autores usan un concepto funcional

2. Dependencias:

Postura uno: Lugar delimitado que sirva funcionalmente (esté dentro del uno que se le da
habitualmente a ese recinto) para el lugar habitado o destinado a la habitación.
Postura dos: Son recintos cerrados con comunicación interna con el lugar principal, sobre los
cuales ejerce su derecho el titular de la casa principal, y que se destina a alguna función
complementaria de la actividad que se desarrolla en el hogar doméstico, que es el lugar
principal.65

64 Labatut: estima que es aquél cuya finalidad normal es servir de morada, aunque en el
momento de perpetrarse el delito no esté habitado, ej. casa de veraneo. Incluye ausencia
transitoria –en el momento del robo- como temporal de moradores.
65 Politoff/Matus/Ramírez: lugar unido, contiguo, directamente comunicado con el lugar
habitado, y que se encuentran dentro de una misma esfera de resguardo que sólo pueda
burlarse por alguno de los medios del art. 440. Ej. patio, garaje, almacén, ubicados al
interior del perímetro enrejado de una casa-habitación, o que sean piezas de ella. Hay un
mayor peligro que autoriza la agravación.

2.2. Conducta:

Delito perfecto en dos actos: Entrar con fuerza en las cosas y sustraer.

Medios de ingreso:

a) Escalamiento: comprende tanto escalamiento propiamente tal como efracción o fractura.

Vía no destinada al efecto: Depende del destino efectivo que a tales vías se les dé por los
moradores del lugar (Etcheberry). Para entrar, no incluye escalamiento interno.
b) Uso de llaves falsas, ganzúas u otros instrumentos semejantes:

Se burlan los medios de protección y no se destruyen.

El medio de protección es la cerradura, el que se abre con una llave (el candado es una
especie particular de cerradura, Etcheberry). Por ello se excluye los cierros interiores
como picaportes o barras (se asimila a rompimiento de pared, Etcheberry), y los
dispositivos electrónicos o magnéticos (si comprende las tarjetas rígidas perforadas al
actuar mecánicamente)
b.1. Llaves falsas: Llave verdadera es la que corresponde, en su origen, al mecanismo de
la cerradura de que se trata y se encuentra destinada por los habitantes del lugar a dicho
efecto. Son falsas (Etcheberry):
Llaves maestras y no destinadas por propietario para abrir la cerradura.

Las que corresponden a otras cerraduras, y

Las que constituyan duplicados de las llaves verdaderas, obtenidas sin la voluntad de su
propietario.67
67 Si la sirviente entrega la llave que le ha sido confiada a un tercero, y ella se queda con
copia, el tercero tiene una llave falsa, porque es el carácter de supernumeraria lo que le
confiere en este caso el carácter de falsa (Etcheberry).
b.2. Verdaderas sustraídas

Problemas especiales:

Llave extraviada: Labatut y Etcheberry (no hay sustracción), no es llave falsa. Para otros,
pierde su destino.
Llave indebidamente retenida: Es llave falsa. Lo mismo si se obtiene mediante engaño y se
niega la restitución (de lo contrario, hurto) 68
Lave dejada en lugar seguro: Es llave sustraída, pues se encontraba en la esfera de
protección.
Llave del empleado facilitada a un tercero: Es llave falsa, porque el dueño la destinó
sólo al uso del empleado.
Llave del arrendador/arrendatario: Si la contraparte no tiene conocimiento de su
conservación, es falsa.

b.3. Uso de ganzúa u otro instrumento semejante: debe imitar la función de la llave en la
cerradura (se excluye tarjeta introducida entre pestaña y puerta que hace retroceder el
pestillo y abrirse la puerta, Carrara)

c) El engaño del art. 440 n° 3 Código Penal:

c.1. Seducción de trabajador de casa particular: Conquistar la voluntad de un doméstico


para lograr acceso al lugar del robo (Etcheberry). No tiene connotación sexual
necesariamente. El trabajador no debe conocer el propósito de quien seduce. Situaciones
especiales:
Trabajadora deja entrar amante, sin saber propósito autor: Distinguir el propósito del autor al
momento de entrar (440 ó 446)69

Trabajadora deja entrar amante, sabiendo propósito autor: Si deja abierta puerta, 446 con
agravante 12 n° 7 la trabajadora. Si deja abierta ventana, 440 n° 1 con agravante 12 n° 7 la
trabajadora.
c.2. Usar de nombre supuesto: No impone usar un nombre propiamente tal, basta, por
ejemplo, “soy el primo del dueño”, con lo que se atribuye una identidad falsa.
c.3. Simulación de autoridad: No es necesario que se revista de apariencias externas,
según las circunstancias.70
68 En ambos casos para Etcheberry, no es falsa porque no hay sustracción.

69 Si el autor mantiene una relación amorosa anterior con la trabajadora, que no es


buscada para este propósito, sólo hurto.
70 Etcheberry: debe ser autoridad a la que pertenezca legalmente el derecho de entrar a la
casa, o por lo menos otorgue título plausible para solicitar tal admisión por parte de los
moradores. La conducta debe consistir en algo más que la aseveración, debe estar
reforzada por apariencias externas (documentación falsa, uso del traje o uniforme, etc.)
2.3. Motivo de agravación (Carrara):

1) Violación de morada,

2) Peligro para las personas,

3) Destrucción de la defensa privada.


II. ROBO CON FUERZA EN LUGAR NO HABITADO ART. 442 CP

Las formas de fuerza que contempla el legislador para éste delito están en el artículo 442
CP

o Art, 442 CP. El robo en lugar no habitado, se castigará con presidio menor en sus
grados medio a máximo siempre que concurra alguna de las circunstancias siguientes:

1a. Escalamiento.

2a. Fractura de puertas interiores, armarios, arcas u otra clase de muebles u objetos
cerrados o sellados.

3a. Haber hecho uso de llaves falsas, o verdadera que se hubiere substraído, de ganzúas u
otros instrumentos semejantes para entrar en el lugar del robo o abrir los muebles
cerrados.

1. Diferencia punitiva se justifica porque hay una disminución del riesgo de encuentro del
sujeto activo con otras personas en el lugar.

2. Tipicidad:

2.1. Circunstancias del lugar:

Postura Uno: En el momento del robo no sirven de morada a nadie, pero por su naturaleza
pueden servir de habitación, es decir lugar no habitado pero habitable. Se refiere
siempre a un recinto cerrado, esto es, a una porción del espacio comprendida dentro de
ciertos límites y protegida por reparos (paredes, cercos, techos, etc.), que impiden el
acceso libre e indiscriminado. La entrada debe lograrse a través de ciertas vías
especialmente destinadas a ello, y utilizando eventualmente determinados instrumentos
(llaves). (Etcheberry71).Es irrelevante la presencia física de personas.
Postura del profesor: Lugar que en momento del robo no hay personas.

2.2. Fuerza:

a.- Escalamiento: Ingreso por una vía no destinada al efecto.

b.- Fractura interior:

c.- Llaves falsas: Presenta una diferencia "o para abrir muebles cerrados".

a) Escalamiento: El escalamiento interno, en sentido amplio, no está comprendido en este


artículo (paso de un aposento a otro por vía no destinada al efecto) (Etcheberry).
b) Fractura interior: deja fuera rompimiento de pared o techos interiores o de pisos
(Etcheberry).

c) Uso de llaves falsas, verdaderas sustraídas y otros instrumentos: si la llave falsa se usa
para abrir puerta interior es hurto.
71 Este autor da como ejemplo la residencia veraniega durante la temporada invernal.

III. ROBO CON FUERZA EN LAS COSAS EN BIENES NACIONALES DE USO


PÚBLICO Y SITIOS NO DESTINADOS A LA HABITACIÓN ART. 443 INC.1° CP

o Art. 443 CP: Con la misma pena señalada en el artículo anterior se castigará el robo de
cosas que se encuentren en bienes nacionales de uso público o en sitio no destinado a la
habitación si el autor hace uso de llaves falsas o verdaderas que se hayan substraído, de
ganzúas u otros instrumentos semejantes o si se procede, mediante fractura de puertas,
vidrios, cierros, candados u otros dispositivos de protección o si se utilizan medios de
tracción.

Si con ocasión de alguna de las conductas señaladas en el inciso anterior, se produce la


interrupción o interferencia del suministro de un servicio público o domiciliario, tales como
electricidad, gas, agua, alcantarillado, colectores de aguas lluvia o telefonía, la pena se
aplicará en su grado máximo.
1. Tipicidad:

1.1. Lugar: Debe reunir los siguientes dos elementos, ser un;

a) Bien nacional de uso público, y

b) Sitio no destinado a la habitación: No sirve de morada a nadie en el momento del robo,


pero además no tiene por finalidad llegar a servir de morada, por su misma naturaleza
(Etcheberry)72. Ejemplo, Estacionamientos.

Etcheberry explica que al emplear la norma la expresión “sitio”, en vez de lugar y su


equiparación a los bienes nacionales de uso público (como plazas, calles, caminos,
puentes), indica que puede también tratarse de puntos no cerrados o protegidos.73
1.2. Medios de comisión:

La fuerza se aplica directamente sobre la cosa objeto del robo o a los medios que la
protegen
72 En este delito, para calificar normativamente el lugar de comisión, debe atenderse al
espacio en que se emplaza ya sea, directamente “la misma cosa apropiada”, o “el recinto,
cubículo o móvil” en que se encuentra dicha cosa. Ejemplo de cosa ubicada directamente en
bien nacional de uso público, es la bicicleta que se sujeta a un árbol con una cadena en la
vía pública (la cosa sustraída no está dentro de un recinto, sino directamente en un bien
nacional de uso público). Ejemplos de cosa apropiada ubicada en un recinto, cubículo o
móvil emplazado éstos en bien nacional de uso público o en sitio no destinado a la
habitación, son los siguientes: se sustrae mercadería de un pequeño kiosco ubicado en la
vía pública, aquí el delito se comete en bien nacional de uso público, porque debemos
fijarnos en el espacio en que se ubica el kiosco –vía pública-, más que a la naturaleza
del kiosco mismo, el cual no es habitado ni habitable (En igual situación se encuentra el
vehículo estacionado en la calle o el cubículo de peaje de carretera concesionada). Lo
mismo respecto de la boletería del metro, ésta se ubica en un sitio no destinado a la
habitación –la estación de metro-, circunstancia a la cual debe atenderse, por sobre la
naturaleza de la boletería misma, sin perjuicio de que ella no es un lugar habitado ni
habitable.
73 Es decir, el sitio no destinado a la habitación puede o no ser un lugar cerrado, y puede o
no tener resguardos (el bien nacional de uso público generalmente será abierto y sin
resguardos), atendido que, por ejemplo, un cementerio (respecto de objetos sustraídos de un
mausoleo) o un predio agrícola (respecto de objetos sustraídos de una pequeña
bodega emplazada en su interior), pueden estar delimitados y resguardados
perimetralmente por algún tipo de cerco, reja o muralla, y ambos constituyen un sitio no
destinado a la habitación, y se comete el delito del art. 443 inc. 1° del Código Penal si se
realiza la apropiación utilizando alguno de los tipos de fuerza que describe dicha norma. Lo
mismo puede decirse de una maestranza, una bodega, etc. Se discrepa por tanto de
Politoff/Matus/Ramírez, para quienes la sustracción no se comete dentro de un lugar
determinado, sino sobre una extensión de terreno carente de resguardos que impidan la
entrada no autorizada. Añaden estos autores –en esta parte sí concordamos- que esta
extensión no estará delimitada si se trata de bienes nacionales de uso público, y sí podrá
estarlo tratándose de sitio no destinado a la habitación (como sucede típicamente en los
predios rurales delimitados sólo por cercos).
Dispositivo de protección son los artificios que constituyan en sí impedimentos para que
un tercero pueda tener acceso a la cosa o trasladarla físicamente, excluyendo la alarma
automática (Etcheberry)
Medios de tracción: tracción es arrastre o tiro, debe emplearse algún método que
aumente su simple fuerza física (Etcheberry)
1.3. Objeto

2. Agravación especial:

Art. 443 inc. 2° CP.

Si con ocasión de alguna de las conductas señaladas en el inciso anterior, se produce la


interrupción o interferencia del suministro de un servicio público o domiciliario, tales como
electricidad, gas, agua, alcantarillado, colectores de aguas lluvia o telefonía, la pena se
aplicará en su grado máximo.
Relacionar con art. 447 bis Código Penal: Hurto y robo de cosas que forman parte de
redes de suministro, tendrían la misma pena.

o Art. 447 bis.- El hurto de cosas que forman parte de redes de suministro de
servicios públicos o domiciliarios, tales como electricidad, gas, agua, alcantarillado,
colectores de aguas lluvia o telefonía, será castigado con presidio menor en sus grados
medio a máximo.
Si con ocasión de alguna de las conductas señaladas en este artículo se produce la
interrupción o interferencia del servicio, la pena se aplicará en su grado máximo.
IV. ROBO DE DISPENSADORES DE DINERO

ART. 443 BIS CP, introducido por ley 20.061 de 14.7.2012

o Art. 443 bis Código Penal: El robo con fuerza de cajeros automáticos, dispensadores
o contenedores de dinero, o del dinero y valores contenidos en ellos, será sancionado
con la pena de presidio menor en su grado máximo. Para los efectos del presente artículo
se entenderá que hay fuerza en las cosas si se ha procedido con alguno de los
medios señalados en el artículo 440, Nos 1° y 2°; si se ha fracturado, destruido o dañado el
cajero automático o dispensador o sus dispositivos de protección o sujeción mediante el
uso de instrumentos contundentes o cortantes de cualquier tipo, incluyendo el empleo de
medios químicos; o si se utilizan medios de tracción.

1. Concurso con arts. 440, 442 ó 443.

DELITOS DE ENRIQUECIMIENTO POR APODERAMIENTO, CON PELIGRO O DAÑO DE


LA VIDA, SALUD O SEGURIDAD DE LAS PERSONAS.

ROBO CON VIOLENCIA O INTIMIDACIÓN

1. Bien jurídico protegido: Se incorpora un elemento de daño o peligro cierto para la


seguridad y la integridad de las personas.
I. FIGURA BÁSICA ART. 436 INC. 1° CP

o Art. 436 Código Penal: Fuera de los casos previstos en los artículos precedentes, los
robos ejecutados con violencia o intimidación en las personas, serán penados con presidio
mayor en sus grados mínimo a máximo, cualquiera que sea el valor de las especies
substraídas.
1. Bien jurídico: Delito pluriofensivo.

2. Se requiere una relación medio a fin de la violencia o intimidación y la apropiación:


Artículo 433 CP, sea que la violencia o la intimidación tenga lugar antes del robo para
facilitar su ejecución, en el acto de cometerlo o después de cometido para favorecer su
impunidad
3. Relación espacio-temporal entre la violencia o intimidación y la apropiación: En
relación a los momentos del 433, se debe acudir para definir la relación al concepto de
sustracción y esfera de resguardo.
4. Modalidades de la conducta: Violencia o Intimidación.

4.1. Violencia: Energía o fuerza física empleada sobre la víctima, los malos tratos para
hacer que se manifiesten o entreguen las cosas o para impedir la resistencia a que se
quiten (Art. 439).
Según Etcheberry, hay violencia en la persona cuando se aplica energía física
directamente sobre la persona de la víctima, v.gr., se le golpea, se le ata, se le amordaza, se
le sujeta, se le hiere, se le da muerte por un medio vulnerante, etc. Puede emplearse
también un medio: v.gr. un animal, una trampa, que produzca los mismos efectos. También
es violencia el empleo sobre le víctima de una energía lesionadora que no la alcanza
(disparo que yerra el blanco)

4.2. Intimidación:
Concepto amplio de intimidar, no sólo la amenaza explícita. Debe distinguirse de la
amenaza condicionada.
74Oo. Politoff/Matus/Ramírez: no comprende cualquier acto violento, debe tratarse de un
significativo atentado contra la integridad o la seguridad personal. Debe constituir al
menos 399 Código Penal, o una lesión efectiva y seria a la seguridad de las personas
mediante su privación de libertad.
Debe reunir los requisitos del art. 296 Código Penal y algo más:

o Art. 296. El que amenazare seriamente a otro con causar a él mismo o a su familia, en
su persona, honra o propiedad, un mal que constituya delito, siempre que por los
antecedentes aparezca verosímil la consumación del hecho, será castigado:
1º. Con presidio menor en sus grados medio a máximo, si hubiere hecho la amenaza
exigiendo una cantidad o imponiendo ilegítimamente cualquiera otra condición y el culpable
hubiere conseguido su propósito.
2° Con presidio menor en sus grados mínimos a medio, si hecha la amenaza bajo
condición el culpable no hubiere conseguido su propósito.
3° Con presidio menor en su grado mínimo, si la amenaza no fuere condicional; a no ser
que merezca mayor pena el hecho consumado, caso en el cual se impondrá ésta.

Cuando las amenazas se hicieren por escrito o por medio de emisarios, éstas se estimarán
como circunstancias agravantes.

Para los efectos de este artículo se entiende por familia el cónyuge, los parientes en la
línea recta de consanguinidad o afinidad legítima, los padres e hijos naturales y la
descendencia legítima de éstos, los hijos ilegítimos reconocidos y los colaterales hasta el
tercer grado de consanguinidad o afinidad legítimas.
Seriedad: Debe existir la amenaza, explícita o implícitamente.

Gravedad del mal amenazado: Ataque contra la vida, salud o integridad del amenazado o de
otra persona relacionada que se encuentre presente (y al alcance del hechor), o una
privación de libertad superior al tiempo de la que importa la amenaza. Excluye los daños
materiales.
Verosimilitud del mal amenazado: El mal amenazado debe parecer posible de
realizarse a los ojos del ofendido (posibilidad relativa), conforme a un juicio ex ante de un
tercero puesto en la concreta situación fáctica de que se trate (no se exige que sea
verdadero). Situación arma de juguete o inexistente (para Politoff/Matus/Ramírez se excluye
la punibilidad a este título si el mal es absolutamente imposible de causar)
La amenaza debe ser concreta: El mal amenazado es inmediato o inminente. De lo
contrario, 296 n° 1 Código Penal.
4.3. Violencia ficta como forma de intimidación o engaño:

Art. 439 Código Penal parte final: Hará también violencia el que para obtener la entrega o
manifestación alegare orden falsa de alguna autoridad, o la diere por sí fingiéndose
ministro de justicia o funcionario público.

Según Etcheberry, la diferencia con el art. 440 n° 3 Código Penal, es que en éste el medio
engañoso es para “entrar” al lugar, mientras en el art. 439 Código Penal, es para “obtener la
entrega o manifestación” de la cosa (en el primero quien se hace pasar por receptor entra
y se lleva la cosa, mientras en el segundo, como receptor pide la entrega de la cosa.
75 Etcheberry: al señalar el art. 439 del Código Penal, “cualquier otro acto que pueda
intimidar o forzar a la manifestación o entrega”, es suficiente la simulación de violencia
efectiva, si ella es idónea (amenazar con revólver descargado, o con un puñal de utilería),
pues tales actos producen en la víctima la misma reacción paralizante que la violencia
efectiva o su amenaza.

II. FIGURAS CALIFICADAS DE ROBO CON VIOLENCIA

ART. 433 N° 1 CP

o Art. 433 Código Penal: El culpable de robo con violencia o intimidación en las
personas, sea que la violencia o la intimidación tenga lugar antes del robo para facilitar su
ejecución, en el acto de cometerlo o después de cometido para favorecer su impunidad,
será castigado:

1° Con presidio mayor en su grado medio a presidio perpetuo calificado cuando, con
motivo u ocasión del robo, se cometiere, además, homicidio, violación o alguna de las
lesiones comprendidas en los artículos 395, 396 y 397, N° 1°.
2° Con presidio mayor en su grado medio a máximo, cuando las víctimas fueren retenidas
bajo rescate o por más de un día, o se cometieren lesiones de las que trata el N° 2° del
artículo 397.

1. ROBO CON HOMICIDIO:

No se trata de un robo más un homicidio, sino de una apropiación violenta, donde el


medio violento es el homicidio.76
"Homicidio”:

Comprende homicidio calificado, y las circunstancias calificantes de los n° 1 a 5 del art.


391 n° 1 del Código Penal, se toman como agravantes de los n° 1 a 5 del artículo 12 del
CP (el art. 456 bis inc. final CP permite aplicar expresamente las agravantes de alevosía y
premeditación en los delitos de robo y hurto en los casos en que se ejerciere violencia
sobre las personas).77
No comprende parricidio, se sanciona sólo por éste por ppio. de subsidiariedad (homicidio
simple calificado tanto por parentesco como por el móvil de apropiación).78 El móvil
abyecto de la apropiación se considera al determinar la pena por art. 69 cp.
"Con motivo u ocasión del robo”:

Con motivo: El homicidio se comete para robar, se busca lograr o facilitar el robo.

Con ocasión: Se comete como una manera de asegurarse u obtener la impunidad. No se


requiere un designio anticipado de matar cuando se ha planeado cometer el robo.
Aspecto subjetivo: Respecto del homicidio, al menos dolo eventual. Si hay culpa, es robo
simple en concurso con cuasidelito de homicidio.
76Oo. Etcheberry señala que la ley ha reunido dos delitos independientes en una sola
unidad o pena común, debido a su conexión ideológica.

77Oo. Etcheberry: si se trata de alguna de las otras tres calificantes –n° 2, 3 y 4 del art.
391 n° 1 del Código Penal-, se tienen en cuenta para efectos del art. 69 del Código Penal, y
no como agravantes del art. 12. Ello lo colige “por exclusión”, ya que el art. 456 bis del
Código Penal sólo autoriza la aplicación de las agravantes de alevosía y premeditación y
no las demás. El art. 456 bis debía hacer esta habilitación para aplicar las agravantes de
alevosía y premeditación porque el art. 12 las limita a los delitos contra las personas, en
circunstancias que aquí nos encontramos con delitos contra la propiedad o patrimonio, por lo
que respecto de las otras agravantes –recompensa, veneno, ensañamiento-, que no se
limitan a los delitos contra las personas, no era necesario realizar tal habilitación legal.
78 Etcheberry estima que hay concurso de robo y parricidio (si ha habido otras violencias
que no sean las constitutivas del parricidio mismo; si no las ha habido, el concurso será
entre hurto y parricidio).
Iter criminis:

Artículo 450 Código Penal. Importa distinguir actos preparatorios de ejecutivos.

o Art. 450 incisos 1 y 2. Los delitos a que se refiere el Párrafo y el artículo 440 del
Párrafo 3 de este Título se castigarán como consumados desde que se encuentren en
grado de tentativa.
En los delitos de robo y hurto, la pena correspondiente será elevada en un grado cuando
los culpables hagan uso de armas o sean portadores de ellas.
Tentativa: Debe verificarse el dolo respecto de las dos conductas. Etcheberry precisa
que, objetivamente, y por el carácter de conexión ideológica que ambos delitos tienen, en
que uno es el medio para el otro, si se ha comenzado a ejecutar el homicidio para robar,
ya hay tentativa de robo con homicidio. Pero si se ha comenzado a ejecutar solamente la
apropiación, mas no hay comienzo de ejecución del homicidio, hay solamente tentativa de
robo simple, pero no de robo con homicidio. La consumación del delito supone la
consumación completa tanto de la apropiación como del homicidio (sin perjuicio de art.
450 Código Penal)
Participación:

Debe atenderse al dolo de los partícipes. En los partícipes en que no concurre ni siquiera el
dolo eventual respecto del homicidio, responden sólo por robo simple.
Etcheberry explica que este problema puede presentarse en general con respecto a los
robos simples, caso en el cual la circunstancia de concurrir violencia afectará o no a los
distintos participantes, según haya o no concierto previo para ella –art. 15 n° 3 cp-, o, de
no haberlo, en conformidad a lo que resulte de la aplicación de la regla del art. 64 inc. 2°
del Código Penal.
Cúmulo de homicidios: Se sanciona un 433 n° 1. Es un caso de tipicidad reforzada, se
aplica art. 69 Código Penal.

o Art. 433. El culpable de robo con violencia o intimidación en las personas, sea que la
violencia o la intimidación tenga lugar antes del robo para facilitar su ejecución, en el acto
de cometerlo o después de cometido para favorecer su impunidad, será castigado:

1° Con presidio mayor en su grado medio a presidio perpetuo calificado cuando, con
motivo u ocasión del robo, se cometiere, además, homicidio, violación o alguna de las
lesiones comprendidas en los artículos 395, 396 y 397, N° 1°.

2° Con presidio mayor en su grado medio a máximo, cuando las víctimas fueren retenidas
bajo rescate o por más de un día, o se cometieren lesiones de las que trata el N° 2° del
artículo 397.

2. ROBO CON VIOLACIÓN: Comprende arts. 361 y 362 CP.

Hay violencia dirigida a la cópula como a la apropiación.79 Si la apropiación es clandestina


o no violenta, habrá violación y hurto.
Si tampoco hay violencia en la cópula, sólo hurto.

La víctima de la apropiación y de la violación pueden ser distintas (ej. trabajadora de casa


particular y dueño de casa)
79 Etcheberry precisa que puede admitirse que los mismos actos de violencia puedan
estar encaminados a los dos objetivos, y en tal caso habrá robo con violación.

ABIGEATO Y RECEPTACIÓN

I. ABIGEATO

o Artículo 448 bis. El que robe o hurte uno o más caballos o bestias de silla o carga, o
especies de ganado mayor o menor, comete abigeato y será castigado con las penas
señaladas en los párrafos 2, 3 y 4.
Asimismo, se considerará autor del delito de abigeato al que sin el consentimiento de
quienes pueden disponer del ganado:
1°. Altere o elimine marcas o señales en animales ajenos.

2°. Marque, señale, contramarque o contraseñale animales ajenos.

3°. Expida o porte certificados falsos para obtener guías o formularios o haga conducir
animales ajenos sin estar debidamente autorizado.
Se regula en el párrafo 4 bis.

Figura del artículo 448 bis inc. 1°: No es una figura delictiva independiente, sino una
agravación obligatoria a los delitos de robo o hurto, una vez determinada la pena concreta.

Según Etcheberry la razón de ser de la agravante radica en la utilidad de las especies


animales sobre las cuales recae, su valor económico, y la mayor facilidad con que este
delito puede cometerse por la difícil vigilancia y defensa de las especies animales en el
campo (aunque la comisión del delito en el campo, no es indispensable para que pueda
aplicarse esta figura)

Objeto material:

Uno o más, caballos o bestias de silla o carga, o especies de ganado mayor o menor.

Según Etcheberry, “ganado” incluye a “bestias cuadrúpedas de cierto tamaño,


domésticas, y que sirvan para el trabajo (bueyes, asnos), la alimentación (vacas, cerdos) o la
industria (oveja). Se excluyen, por consiguiente, los perros, los conejos, los zorros y los
animales no domesticados (montaraces o en cautividad, como los de un jardín zoológico o un
circo), así como los empleados en trabajos científicos (ratas, cuyes o cobayas).

Recae sobre animales vivos, y el art. 448 bis inc. 4° se refiere a animales muertos
(beneficiar –descuartizar una res- o destruir –darle muerte y separar partes de ella-).

Se aplica también respecto de hurto de hallazgo.

Figuras especiales: 448 bis inc. 2°, 448 ter inc. 4°, 448 ter inc. 1°: problemas
determinación de pena (¿qué pena se toma como base, robo o hurto?) y problemas de
culpabilidad (¿es necesario conocer el robo o hurto de los animales o sus partes?)

III. RECEPTACIÓN (RT. 456 BIS A Código Penal

o Art. 456 bis A Código Penal: El que conociendo su origen o no pudiendo menos que
conocerlo, tenga en su poder, a cualquier título, especies hurtadas, robadas u objeto de
abigeato, de receptación o de apropiación indebida del artículo 470, número 1°, las
transporte, compre, venda, transforme o comercialice en cualquier forma, aun cuando ya
hubiese dispuesto de ellas, sufrirá la pena de presidio menor en cualquiera de sus grados y
multa de cinco a cien unidades tributarias mensuales.
Para la determinación de la pena aplicable el tribunal tendrá especialmente en cuenta el
valor de las especies, así como la gravedad del delito en que se obtuvieron, si éste era
conocido por el autor.
Cuando el objeto de la receptación sean cosas que forman parte de redes de suministro de
servicios públicos o domiciliarios, tales como electricidad, gas, agua, alcantarillado,
colectores de aguas lluvia o telefonía, se impondrá la pena de presidio menor en su grado
máximo y multa de cinco a veinte unidades tributarias mensuales. La sentencia
condenatoria por delitos de este inciso dispondrá el comiso de los instrumentos,
herramientas o medios empleados para cometerlos o para transformar o transportar los
elementos sustraídos. Si dichos elementos son almacenados, ocultados o transformados
en algún establecimiento de comercio con conocimiento del dueño o administrador, se podrá
decretar, además, la clausura definitiva de dicho establecimiento, oficiándose a la autoridad
competente.
Se impondrá el grado máximo de la pena establecida en el inciso primero, cuando el autor
haya incurrido en reiteración de esos hechos o sea reincidente en ellos. En los casos de
reiteración o reincidencia en la receptación de los objetos señalados en el inciso
precedente, se aplicará la pena privativa de libertad allí establecida, aumentada en un
grado.

Tratándose del delito de abigeato la multa establecida en el inciso primero será de setenta y
cinco a cien unidades tributarias mensuales y el juez podrá disponer la clausura definitiva del
establecimiento.
Se regula en el párrafo 5 bis.

Es una figura específica, independiente y autónoma de aquella de la cual las especies


pudieren provenir, por ello, incluso podría darse la alternativa de sancionar con mayor
pena al autor de este delito que a los responsables de la primitiva sustracción, si estamos
frente a un reiterante o reincidente, no rigiendo tampoco el principio de accesoriedad por ser
una figura autónoma (Etcheberry).
El objeto material no incluye los substitutos de las cosas hurtadas, robadas, etc.

A. El autor puede ser cualquiera salvo el dueño.

B. Alguna jurisprudencia exige que la tenencia se realice por el tiempo mínimo


indispensable para constituir una tenencia idónea para generar un posterior
aprovechamiento (ej. entrega interrumpida por policía)
C. Aspecto subjetivo: admite dolo eventual (“no pudiendo menos que conocerlo”)

Para Etcheberry esta expresión es una forma de expresar que el conocimiento del origen de
las cosas puede constar directamente (testigos, documentos, confesión) o bien
indirectamente (presunciones). El conocimiento siempre es exigido: no basta para incurrir en
esta hipótesis una ignorancia del origen derivada de negligencia para informarse.
D. Admite tentativa (no frustración81) así como complicidad y encubrimiento, por ser
figura autónoma del delito base.
E. Es delito de emprendimiento, por lo que no importa el número de actos, sin embargo, la
reiteración o reincidencia da lugar a agravación punitiva (art. 456 bis A inc. 4°)
F. Al ser una de las conductas incriminadas “tener en su poder”, abarca a quien adquiere las
cosas ignorando su mala procedencia, de la cual se entera con posterioridad (Etcheberry).
Para la determinación de la pena se tiene en cuenta el valor de las especies, así como la
gravedad del delito en que se obtuvieron, si éste era conocido por el autor. Etcheberry
critica esta parte de la norma, pues si el autor no conoce el origen de las especies o no
podía menos que conocerlo, no hay delito. * Esta parte de la norma se refiere al
conocimiento de las circunstancias específicas del delito, es decir, si el receptador sabía, por
ejemplo, que la especie se obtuvo de un robo con homicidio a dos personas, cometido dos
días atrás cerca de su domicilio, o sólo sabía que se obtuvo de un robo o hurto.
81 Oo. Politoff/Matus/Ramírez.
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD E INDEMNIDAD SEXUAL Y LA HONESTIDAD
BIEN JURÍDICO PROTEGIDO

Integrar sexual o indemnidad sexual. Hasta un tiempo se entendía lo que se protege es la


libertad sexual, y además, decidir con quién se realizará la libertad sexual. Se cuestionó la
libertad como bien, debido a los menores que están en etapa de desarrollo, esto porque no
es plena, sin madurez emocional, lo que conlleva que el menor carece de capacidad de
observar las implicancias, lo que condicionaría la libertad sexual. Los menores de 14 años,
adolecen de consentimiento por no tener el desarrollo emocional y no poder captar los efectos
de la sexualidad.
Lo anterior nos lleva a pensar la libertad sexual es respecto de los mayor de edad, y en
relación a los menor, es la indemnidad sexual. Ésta última es la postura más aceptada por la
doctrina: "Derecho que tiene toda persona en verse involucrado en una relación sexual que
produzca efectos negativos en su desarrollo".
La libertad sexual es la facultad de la persona para autodeterminarse en materia sexual, sin
ser compelido ni abusado por otro.181 Sin embargo, por carecer de un cabal desarrollo de
esta facultad, respecto de los menores de edad, y particularmente de los impúberes, lo que
se protege no es tanto su libertad como su indemnidad sexual, esto es, el libre desarrollo de
su sexualidad.182 Respecto de los púberes, salvo las figuras de violación y abusos
sexuales cometidos con violencia o intimidación, las distintas figuras legales parecen
proteger más bien la honestidad, entendida como la facultad individual de manifestar el
impulso sexual dentro de los moldes de comedimiento que impongan las valoraciones
dominantes (ej. favorecimiento prostitución, sodomía, o violación con abuso enajenación
mental)183

CLASIFICACIÓN

1. Violación

1.1. Propia (art. 361 CP)

1.2. Impropia (art. 362 CP)

1.3. Agravada (art. 372 bis CP)

2. Estupro

2.1. Por engaño (art. 363 n° 4 CP)

2.1. Por abuso (art. 363 n° 1 a 3 CP)

181 Garrido M.: la ejecución de estas conductas se transforma en ilícita al concurrir


circunstancias que permiten colegir la ausencia de voluntad –manifestada en forma libre- en
alguno de los partícipes del acto con significación sexual.
182 Garrido M. precisa que el ejercicio de la libertad sexual presupone la protección de las
condiciones objetivas que hacen factible su utilización y, por ende, el ámbito de su
protección debe extenderse a aquellas condiciones que constituyen el proceso de gestación,
consolidación y definición de esa sexualidad.

183 Garrido M. precisa que en algunos casos no existe libertad sexual que vulnerar, sin
perjuicio de lo cual una misma acción puede afectar la facultad sexual en tanto bien o
valor humano, y al mismo tiempo lesionar el normal proceso de desarrollo, definición y
conformación de esa sexualidad. Dicha lesión, a juicio del legislador, amerita su amparo
penal. En su segundo sentido, la indemnidad sexual aparece como el precedente natural de
la libertad de autodeterminación, pudiendo entenderse, por ejemplo, que la lesión de esta
última constituye al menos una hipótesis de peligro respecto de la segunda. La
indemnidad sexual en su primer sentido afecta necesariamente a quienes no detentan las
facultades naturales de comprender el significado del uso de su sexualidad, alcanzando a los
incapaces absolutos y a quienes padecen de una perturbación grave de la razón o
conciencia. En el caso de los impúberes (incapaces), la indemnidad se ve lesionada en sus
dos dimensiones, en tanto el uso prematuro de su sexualidad, como a la falta de
capacidad de comprensión del acto, lo que incidirá en el desarrollo posterior de su
sexualidad.
3. Abusos sexuales

3.1. Propios (art. 366 CP)

3.2. Impropios (art. 366 bis CP)

3.3. Agravados (art. 365 bis CP)

4. Corrupción de menores

4.1. Exposición del menor a actos de significación sexual (art. 366 quáter CP)

4.2. Sodomía (art. 365 CP)

4.3. Favorecimiento de la prostitución de menores (arts. 367 y 367 ter CP)

4.4. Producción de pornografía infantil (art. 366 quinquies)

4.5. Comercialización de pornografía infantil (art. 374 bis CP)

VIOLACIÓN PROPIA (Art. 361 CP)

Persona que sin su voluntad sea accedida carnalmente.

Se debe saber para el examen:

1. Conducta

2. Las distintas hipótesis (cinco). Se puede considerar como hipótesis el artículo 362 CP,
violación impropia.

o Art. 361 CP: “La violación será castigada con la pena de presidio mayor en su grado
mínimo a medio.

Comete violación el que accede carnalmente, por vía vaginal, anal o bucal, a una persona
mayor de catorce años, en alguno de los casos siguientes:
1º Cuando se usa de fuerza o intimidación.

2º Cuando la víctima se halla privada de sentido, o cuando se aprovecha su incapacidad para


oponerse.
3º Cuando se abusa de la enajenación o trastorno mental de la víctima.”
1. Bien jurídico:

Art. 361 n°1 CP: lo atacado es la capacidad de actuación de la víctima en materia sexual
(*libertad sexual).

Art. 361 n°2 -incapacidad de resistir de la víctima- CP: para tener capacidad de actuación en
material sexual se requieren ciertos presupuestos objetivos que aquí faltan, por lo que el bien
jurídico preferente es la intangibilidad o indemnidad sexual.
Art. 361 n° 3 –enajenación mental-: tratándose de ciertos parámetros culturalmente
determinados, la honestidad aparece como uno de los bienes jurídicos a que la ley quiere dar
protección.

2. Tipicidad:

a) Sujetos:

Sujeto activo: Sólo hombre, porque requiere acceso carnal (Si es mujer, abuso sexual184)

184 En el mismo sentido, Francisco Maldonado y Luis Rodríguez Collao. Oo. Raúl Carnevalli
y Garrido M. que incluyen a la mujer como sujeto activo. Este último atiende a la voluntad del
legislador manifestada en la historia de la ley 19.627 como a los términos utilizados en la
norma, que no descartan a la mujer como sujeto activo.
Sujeto pasivo: cualquier persona mayor de 14 años.

b) Conducta:

Acceso carnal: sólo el acceso del pene, excluyéndose otros objetos (sería abuso sexual) Se
excluye la omisión y autoría mediata.
La conducta descrita como constitutiva del delito de violación no reviste en sí carácter
ilícito, es en razón de las circunstancias que rodean su comisión, relacionadas siempre y en
forma directa con la ausencia de voluntad de la víctima, las que permiten calificarla como
prohibida (Garrido M.)

c) Circunstancias: Se trata de un delito de tipicidad reforzada o hipótesis múltiples. Común a


todas ellas es que la penetración se realiza contra la voluntad. Si falta esto, la conducta es
atípica.

c.1. Fuerza o intimidación:

1.- Fuerza: Es de carácter físico y se ejerce sobre la persona violada (fuera de ello es
intimidación). Con el objetivo de vencer la resistencia de la víctima (no consentida).
La puede ejercer quien accede u otro (hombre o mujer)
No es necesario que la fuerza se mantenga durante toda la actividad violatoria, ni tampoco
que la resistencia sea continuada, basta que queden de manifiesto la fuerza y la voluntad
contraria.
Es insuficiente la simple vía de hecho propia de la relación sexual. Garrido M. agrega que la
fuerza debe ser intensa, o sea, tener gravedad suficiente para vencer o impedir la
resistencia de la víctima, lo que no implica exigir que sea irresistible.185

2.- Intimidación: Violencia moral o amenaza de un mal grave con que se logra el acceso
carnal contra la voluntad de la ofendida.186 El mal debe serio, real, inminente y antijurídico.
Con el objetivo de vencer la resistencia de la víctima (no consentida).
Etcheberry: El mal en qué consiste la intimidación debe significar causar un inminente
daño físico en el cuerpo, en la vida o en la salud de la propia persona afectada, o de otra
persona con la cual se encuentre ligada por vínculos afectivos, que sean de tal naturaleza que
hacen posible su intimidación.
La amenaza requiere seriedad, verosimilitud, gravedad e inmediatez.

Seria: Que exista y no sea dicha en broma o de cualquier forma que indica falta en quien la
emite de voluntad real para ejecutarla. No basta temor reverencial.
Verosímil: cualquier tercero situado en la posición de la víctima pueda dar por cierta la
realización del mal amenazado, de no acceder al acceso carnal. Incluye el “engaño
intimidatorio” serio y verosímil (ej. amenazar con arma de fogueo).
185 Precisa este autor que la víctima debe oponerse con firmeza a la realización del acto. No
hay que confundir esa oposición con la resistencia que frecuentemente opone la mujer en
virtud de razones de pudor.
Agrega que no varía la situación de fuerza, si el sujeto pasivo ha realizado concesiones
libidinosas previas al agente, o le ha hecho insinuaciones, siempre que no haya mediado
disposición para la vinculación sexual.
186 ara Garrido M. consiste en la presión psicológica de obra o de palabra que se ejerce sobre
la víctima mediante la amenaza de verse expuesta a sufrir un mal próximo, sea que el mal
recaiga en ella misma o en una persona distinta de relevancia para ella.
Grave: el mal debe ser un delito que afecte la seguridad o integridad física de la persona
ofendida o de un tercero presente con quien ésta tenga lazos de parentesco o afectividad.
Incluye la fuerza ejercida sobre las cosas que sirven de protección a la víctima (ej. romper a
golpes la puerta)
Inmediatez: Carácter actual o inminente del mal con que se amenaza, el que se dirige
contra personas presentes.
Si falta la gravedad o inmediatez, podría subsumirse en los arts. 296 ó 297 cp.

La amenaza puede derivarse de hechos concluyentes que hagan verosímil un ataque


grave e inminente a la vida o seguridad personal, atendidas las características personales de
la víctima y demás circunstancias de la situación. A esta situación pueden reconducirse
los casos del que se aprovecha de esos hechos (siempre que estén bajo su control), y el de
la multiplicidad de agresores que, sencillamente, solicitan a la víctima o comienza un ataque
sexual sin aviso alguno.
C.2. Privación de sentido o incapacidad de resistir.

Se requiere el hecho objetivo que la víctima se encuentre privada de sentido,


entendiéndose por tal, la perdida de capacidades cognitivas y volitivas, en forma grave o
total, y por razones no patológicas. Ejemplo, Alcohol, Drogas, etc. Puede ser por hecho del
sujeto activo o por un hecho de la naturaleza.

3.- Privación de sentido: Se protege la indemnidad sexual. El actor debe conocer el


estado de la víctima y aprovecharse de éste.
"Privación de sentido”: Estado transitorio de pérdida de conciencia en que la víctima se
encuentra imposibilitada para recibir las impresiones provenientes del mundo externo.
Pero no se requiere aprovecharse de la falta total de conciencia, sino sólo de la pérdida o
inhibición de las facultades cognitivas o volitivas en relación a la significación del acto.
Este estado puede originarse por el violador, la víctima u otro.

En este caso no se requiere una circunstancia de abuso adicional.

G. Montt: es irrelevante demostrar que la víctima en estado de conciencia habría accedido a la


realización del coito, porque el fundamento del injusto radica en que se actuó sin voluntad
de la víctima, con independencia de la voluntad que podría presumirse o afirmarse a
posteriori.
4.- Incapacidad de resistir: Incapacidad de resistencia “física”, Ejemplo: quien se encuentra
en un bosque a una mujer amarrada a un árbol y se aprovecha de esta circunstancia
para accederla carnalmente, y el que se aprovecha de una mujer paralítica, mas no privada
de sentido o razón.187
187 ara Garrido M. esta alternativa –al igual que la anterior- alude a un sujeto pasivo que no
está en posibilidad de expresar su oposición (ej. el asistente médico que coloca una
inyección raquídea a la mujer para someterla a una intervención, que insensibiliza su
tronco y extremidades sin privarla de sus sentidos, y que no capta cuando aquel aprovecha
para accederla carnalmente), por lo que siempre que la víctima puede exteriorizar de alguna
manera su resistencia al acceso, aunque para el delincuente esa resistencia sea inocua o
débil, debe calificarse de fuerza. De esa manera si la víctima puede oponer resistencia a
viva voz únicamente, y no con manifestaciones físicas de su cuerpo (ej. un parapléjico), se
da la hipótesis del N° 1, por cuanto el violador emplea la necesaria fuerza física, si bien
mínima, para concretar el acceso no consentido por la víctima. Para Politoff/Matus/Ramírez
este caso se encuadra en el N° 2 del art. 361 cp.
Se requiere abuso, lo que ocurrirá siempre que no exista consentimiento de la víctima en el
acto sexual, aunque la penetración no resulte obstaculizada físicamente.
C.3. Abuso de la enajenación o trastorno mental de la víctima. Privación de las
capacidades volitivas y cognitivas por razones patológicas.

Debe dirigirse a obtener “el consentimiento” de la víctima.


La enajenación o trastorno debe ser conocido para el hechor.

Consiste en un estado más o menos sensible y permanente que va más allá de la simple
anomalía o perturbación mental del art. 363 n° 1 cp, y debe ser de tal importancia que
impida a la víctima entender el significado del acto sexual como actividad corporal y
reproductiva a la vez.
El prevalimiento no puede darse por parte de un sujeto que se encuentra en las mismas
condiciones que la víctima.
3. Faz subjetiva:

Dolo directo. Aunque sobre el conocimiento de las circunstancias fácticas del art. 361 N°3,
requiere abuso de la situación de trastorno mental por tal no admite dolo eventual.188 En los
restantes numerales el legislador no distingue por tal se puede admitir dolo eventual. En la
práctica es bastante difícil.
4. Iter criminis:

Como delito de mera actividad, excluye la frustración.

Tentativa: requiere hechos directos, esto es, aquellos vinculados natural y


necesariamente con el forzamiento, intimidación o el acceso carnal, en los que existe una
univocidad objetiva y peligro inminente de penetración sexual, según la apreciación de un
tercero imparcial situado ex ante, con arreglo a la experiencia común.

G. Montt: El desistimiento voluntario de la acción del violador, conforme a las reglas


generales, es posible y margina la punibilidad del hecho.

Frente a la rebaja de pena de la tentativa de violación, se sanciona el hecho como abuso


sexual si éste tiene mayor sanción (concurso aparente de leyes penales resuelto por
principio de alternatividad).
Consumación: Desde que haya principio de ejecución de la penetración, siendo indiferente
que el acto sexual concluya o no según la intención del autor o las veces en que la
penetración se produzca, dentro de un mismo contexto de violencia o intimidación o en un
mismo período temporal, tratándose de menores.189
188 Garrido M. precisa que se excluye el dolo porque la fuerza y la intimidación
necesariamente han de estar encaminadas a la realización de la cópula, mientras que en las
demás alternativas la exigencia de prevalimiento es el elemento que permite excluirlo –para
este autor el prevalimiento debe darse incluso cuando la víctima se halla privado de sentido-.

189 Garrido M.: La referencia al acceso debe implicar algo más que el simple contacto o
frotación vaginal, anal o bucal y, al mismo tiempo, algo menos que la penetración, y
muchos menos que la inseminación. Basta la existencia de una invasión de las cavidades
mencionadas para que constituya algo más que un simple contacto, sin llegar a la exigencia
de una penetración total.
5. Autoría y participación:

Es un delito de propia mano. Se excluye autoría mediata, porque el 3° no tendría el


dominio del hecho. Sólo instigación, autor-cooperador del art. 15 n° 3 CP, y complicidad.
6. Concursos:

Violación y otras agresiones sexuales: La violación absorberá los otros delitos (ej.
estupro), salvo que la violación quede en grado de tentativa, y la preceda abusos sexuales,
sancionándose por este último, por principio de alternatividad.190

Violación y otros delitos (ej. coacciones, amenazas, privaciones de libertad y lesiones191


cometidas como medio para el acceso carnal): La violación absorbe los otros delitos. Si las
violencias producen la muerte, se aplica art. 372 bis CP

Concurren varias circunstancias del art. 361: como tipo mixto alternativo, constituye un solo
delito.192

Si se reitera el acceso carnal en una misma situación de fuerza, violencia, incapacidad


para resistir, etc. es un único delito de violación, sin perjuicio de art. 69 CP. Lo mismo si
intervienen varios sujetos en la comisión del delito, todos son coautores de un solo delito de
violación.193

VIOLACIÓN IMPROPIA art. 362 CP

o Art. 362: “El que accediere carnalmente, por vía vaginal, anal o bucal, a una persona
menor de catorce años, será castigado con presidio mayor en cualquiera de sus grados,
aunque no concurra circunstancia alguna de las enumeradas en el artículo anterior”.
Bien jurídico protegido:

Si el menor de 14 años no es capaz de tener actividad sexual al no tener ni la capacidad


física para consentir y procrear, ni la mental para comprender la significación corporal y
reproductiva del acto, se protege la indemnidad sexual del menor, al estimarse que
tratándose de impúberes, se debe tutelar su libre desarrollo sexual en relación a los
mayores, dadas las injerencias que pueden sufrir por parte de éstos, en cuanto a la
valoración de la significación de sus actos.

Si el menor de 14 años es púber biológicamente y conoce el sentido de sus actos en


relación a la actividad sexual, lo que la ley protege es la honestidad, pues resultaría

190Oo.Garrido M., quien resuelve en base al principio de consunción, donde, en tanto


coexiste el mismo interés jurídico protegido en las dos figuras, resulta superior el disvalor
delictivo del abuso sexual, que abarca la ejecución tentada de violación o estupro.

191 Garrido M.: la violación subsume los resultados de las lesiones menos graves.

192Garrido M.: todas las circunstancias dan cuenta de la ausencia de voluntad, por lo que la
concurrencia de más de una de ellas, no agrega ningún fundamento a la punibilidad del hecho.
Precisa este autor que el art. 362 CP asume en su disvalor delictivo las modalidades
descritas en el art. 361.

193Oo. Garrido M.: cuando son varios los sujetos y todos o algunos de ellos llevan a cabo el
acceso con una única víctima, empleando la misma fuerza o intimidación, hay un
concurso material o real de delitos, porque la acción del sujeto activo en la violación es de
carácter personalísimo.

VIOLACIÓN AGRAVADA ART. 372 BIS CP

Violación con homicidio de la víctima.

o Art. 372 bis CP: “El que, con ocasión de violación, cometiere además homicidio en la
persona de la víctima, será castigado con presidio perpetuo a presidio perpetuo
calificado”.
Se excluye el resultado culposo, en ese caso hay concurso ideal entre la violación el
cuasidelito de homicidio.194

Garrido M.: Se requiere que el homicidio se cometa dentro del contexto fáctico de ejecución
de la violación. Si está descontextualizado fácticamente de la violación, se recurrirá a
las reglas generales del concurso para sancionar esos hechos.

ESTUPRO Art. 363 CP

Acceder carnalmente por las vías que la ley señala a une persona mayor de catorce años y
menor de edad.
Se trata de personas que están en una etapa de su vida vulnerable, desarrollo físico y
sexual, situación que un adulto se aprovecha.
Todas las hipótesis contempladas en éste artículo sanciona el ABUSO.

o Art. 363 CP: “Será castigando con presidio menor en su grado máximo a presidio
mayor en su grado mínimo, el que accediere carnalmente, por vía vaginal, anal o bucal, a
una persona menor de edad pero mayor de catorce años, concurriendo cualquiera de
las circunstancias siguientes:

1º Cuando se abusa de una anomalía o perturbación mental, aun transitoria, de la víctima,


que por su menor entidad no sea constitutiva de enajenación o trastorno.

2º Cuando se abusa de una relación de dependencia de la víctima, como en los casos en


que el agresor está encargado de su custodia, educación o cuidado, o tiene con ella una
relación laboral.

3º Cuando se abusa del grave desamparo en que se encuentra la víctima.


4º Cuando se engaña a la víctima abusando de su inexperiencia o ignorancia sexual”.

Bien jurídico: Se atenta contra la libertad sexual, indemnidad sexual y honestidad.195

194Oo.Garrido M.: no es una figura preterintencional sancionable según la regla del


concurso ideal de delitos, sino un concurso material de delitos, puesto que los bienes
jurídicos en juego son de distinta naturaleza y no se encuentran en una línea progresiva de
gravedad.
Conducta: Igual que violación.

Sujetos: Igual que violación, salvo que sujeto pasivo debe ser mayor de 14 y menor de 18
años.196
Si el sujeto pasivo tiene menos de 14 años, se sanciona por art. 362 CP.

Circunstancias:

1) Abuso de anomalía o perturbación mental, total o transitoria.

La enajenación mental no es total, pero afecta la capacidad para comprender la


significación del acto sexual, tanto a nivel corporal como reproductivo.
Se requiere abuso del hechor. Que no sea permanente, sino sería delito de violación.

2) Abuso de relación de dependencia.

Lo que constituye el abuso es el aprovechamiento de una situación de dependencia que


supone una amenaza latente para la víctima sobre su seguridad personal o económica, que
no es la amenaza grave propia de la intimidación del art. 361 CP.198
3) Abuso de desamparo.

Hay una relación transitoria entre el hechor y la víctima, de la cual aquél abusa, con la
amenaza latente de mantenerla en el desamparo o de no prestarle la ayuda requerida.
El legislador no distingue por tal el desamparo se debe entender de forma amplia. Ejemplo,
Desamparo económico, etc.
Garrido M.: no se distingue las causas del desamparo ni su naturaleza (económico,
afectivo, de cuidado personal)
4) Engaño.

Se comprende aquí a la persona menor sexualmente ignorante o inexperta que se enfrenta a


un individuo sexualmente experto, que por lo mismo tiene una capacidad de manipulación
de la voluntad del menor para llevarlo a una interacción sexual.
Se vulnera la autodeterminación sexual del menor, sancionando el engaño acerca de la
significación sexual de la conducta cuando la víctima no tiene la madurez suficiente para
apreciarla, siendo susceptible de ser engañada sobre este punto, sea por su ignorancia o
inexperiencia.
Faz subjetiva:

Sólo dolo directo atendido el prevalimiento y engaño exigido por la ley (Garrido M.)

Iter criminis:

Siendo de mera actividad este delito, sólo admite la tentativa (Garrido M.)

195 Garrido M.: es la libre voluntad de la víctima, como bien jurídico, el interés amparado por
la figura, entrecruzado –en el caso de comisión por engaño- por la indemnidad sexual en el
ámbito que corresponde al normal desarrollo de la sexualidad de un menor de edad.
196Oo. Garrido M.: el sujeto activo puede ser varón o mujer.

197 Garrido M.: indica que las hipótesis de comisión se fundan en el prevalimiento (n° 1, 2 y 3),
y en el engaño (n° 4)

198 Garrido M.: la relación de dependencia debe corresponder a un vínculo de carácter


funcional, en virtud del cual se ha encomendado a uno de los intervinientes determinadas
conductas o acciones que crean una relación desigual entre ambos, en consideración a la
autoridad que adquiere uno de ellos.

ABUSOS SEXUALES.

1. Abuso sexual propio e impropio art. 366 y 366 bis CP

o Art. 366 CP: “El que abusivamente realizare una acción sexual distinta del acceso
carnal con una persona mayor de catorce años, será castigado con presidio menor en su
grado máximo, cuando el abuso consistiere en la concurrencia de alguna de las
circunstancias enumeradas en el artículo 361.
Igual pena se aplicará cuando el abuso consistiere en la concurrencia de alguna de las
circunstancias enumeradas en el artículo 363, siempre que la víctima fuere mayor de
catorce y menor de dieciocho años.

o Art. 366 bis CP: “El que realizare una acción sexual distinta del acceso carnal con una
persona menor de catorce años, será castigado con la pena de presidio menor en su
grado máximo a presidio mayor en su grado mínimo.”
Acción sexual: descrita en el art. 366 ter CP. El legislador da parámetros, mediante
contactos corporales con la víctima, descritas en la ley. La tactación de los senos de una
mujer es un acto de relevancia sexual, ó pero deben tener connotación o significación
sexual. Conociendo el significado abstracto podemos relacionar los artículos 366 y 366
bis. El segundo artículo contempla actos de significación sexual en la víctima,
estableciendo hipótesis de la violación propia dela artículo 361 CP. Si concurren las
circunstancias del estupro se aplica el inciso segundo del artículo 366 CP. El artículo 366
bis contempla la hipótesis cuando estamos frente al delito de violación impropia.
o Art. 366 ter CP: “Para los efectos de los tres artículos anteriores, se entenderá por
acción sexual cualquier acto de significación sexual y de relevancia realizado mediante
contacto corporal con la víctima, o que haya afectado los genitales, el ano o la boca de la
víctima, aun cuando no hubiere contacto corporal con ella.”

Éste artículo contempla lo que se debe entender por ACCIÓN SEXUAL. El legislador lo
señaló en el artículo 366 ter. La conducta está descrita en este artículo, además previó el
acto de significación sexual, de relevancia sexual y desarrollada de las formas que señala el
tipo penal.
En un acto de Significación sexual:

La sociedad le da la connotación de índole o relevancia sexual.

A.- Está dada por el ánimo libidinoso del agente.199 Apetito sexual señalado por la
doctrina, pero en general se entiende que es la sociedad quién le da la connotación a los
actos y no el ánimo libidinoso. El legislador cuando ha aludido al ánimo libidinoso lo
señala expresamente en el tipo penal. Ejemplo 366 quater inciso primero.
B.- Debe ser de relevancia, de entidad en cuanto manifestación de la sexualidad
(Garrido M.)

Circunstancias:

199 Para Garrido M. esa fórmula que recurre a la motivación particular del sujeto es
discutible, debiendo atenderse a un elemento normativo, señalando en cambio, que son
aquellos actos que resultan objetivamente adecuados –dentro del medio social en que se
desarrollan- para excitar el instinto sexual de una persona.

a. Contacto corporal directo.

b. Afectación vaginal, anal o bucal:

c. Comprende la frotación de objetos.200

Modalidades:

Menor 14 años: art. 366 bis.

Mayor 14 años: requiere circunstancias del 361 ó 363 CP, pero en este último caso, debe ser
menor de edad. Art. 366 cp.
Faz subjetiva:

Dolo directo (Garrido M.)

La doctrina mayoritaria requiere un elemento subjetivo –ánimo lascivo o libidinoso- diverso del
dolo.

Sujetos:
Tanto el sujeto activo como pasivo puede ser hombre o mujer.

2. Abuso sexual agravado Art. 365 bis CP

Está dado por el aumento de pena, modalidad que involucra la introducción de objetos por vía
anal, vaginal o bucal, distintos al pene masculino.
En el proyecto se pretendía sancionar partes distintas al miembro masculino.

o Art. 365 BIS CP: “Si la acción sexual consistiere en la introducción de objetos de
cualquier índole, por vía vaginal, anal o bucal, o se utilizaren animales en ello, será
castigada:
1.- con presidio mayor en su grado mínimo a medio, si concurre cualquiera de las
circunstancias enumeradas en el artículo 361;
2.- con presidio mayor en cualquiera de sus grados, si la víctima fuere menor de catorce años,
y
3.- con presidio menor en su grado máximo a presidio mayor en su grado mínimo, si
concurre alguna de las circunstancias enumeradas en el artículo 363 y la víctima es
menor de edad, pero mayor de catorce años.”
Introducción de objetos:

No incluirían los miembros corporales distintos del pene, pues ello sería una interpretación
extensiva, que por una parte, degrada la esencia del ser humano como sujeto, distinguible a
todo nivel de las cosas del mundo, y otra, podría extender la incriminación a hechos tan
comunes en la vida diaria, como la obtención de un beso forzado.

Los objetos deben introducirse en un claro contexto de abuso sexual, que dé cuenta
patentemente del ánimo libidinoso del autor y de la relevancia sexual del acto.
Utilización de animales:

Sólo comprende la introducción del pene de un animal en la víctima, atendida la grave


penalidad. Lo demás queda comprendido en el delito de abuso sexual propio o impropio.
200 * Si hay introducción, podría caer dentro de art. 365 bis. Si las acciones la realiza la
propia víctima, podría caer en art. 366 quáter.

CORRUPCIÓN DE MENORES:

El objeto de protección principal es la indemnidad sexual, y también la honestidad -pero no


la libertad sexual-, lo que se refleja en el castigo sin consideración a la voluntad del
menor.201
EXPOSICIÓN DEL MENOR A ACTOS DE SIGNIFICACIÓN SEXUAL Art. 366 quáter CP
Se trata de una conducta de connotación sexual a la cual el menor es inducido a realizarla.
El sujeto activo determina al menor para que realice actos de connotación sexual.
o Art. 366 quáter CP: “El que, sin realizar una acción sexual en los términos anteriores,
para procurar su excitación sexual o la excitación sexual de otro, realizare acciones de
significación sexual ante una persona menor de catorce años, la hiciere ver o escuchar
material pornográfico o presenciar espectáculos del mismo carácter, será castigado con
presidio menor en su grado medio a máximo.
Es una figura subsidiaria, se aplica en el caso de no constituirse las anteriores figuras de
violación.

Inciso segundo. Si, para el mismo fin de procurar su excitación sexual o la excitación
sexual de otro, determinare a una persona menor de catorce años a realizar acciones de
significación sexual delante suyo o de otro o a enviar, entregar o exhibir imágenes o
grabaciones de su persona o de otro menor de 14 años de edad, con significación sexual, la
pena será presidio menor en su grado máximo.
Inciso tercero. Quien realice alguna de las conductas descritas en los incisos anteriores
con una persona menor de edad pero mayor de catorce años, concurriendo cualquiera de las
circunstancias del numerando 1º del artículo 361 o de las enumeradas en el artículo 363 o
mediante amenazas en los términos de los artículos 296 y 297, tendrá las mismas penas
señaladas en los incisos anteriores.
Deben concurrir hipótesis del artículo 361, 363, 296 y 297.

Inciso final. Las penas señaladas en el presente artículo se aplicarán también cuando los
delitos descritos en él sean cometidos a distancia, mediante cualquier medio electrónico.

Si en la comisión de cualquiera de los delitos descritos en este artículo, el autor falseare su


identidad o edad, se aumentará la pena aplicable en un grado.”
Si el autor falsea su identidad determina el aumento de penalidad.

Bien jurídico: Se protege la indemnidad sexual del menor de 14 años, combinada con la
libertad del menor si se trata de uno mayor de 14 años y menor de edad.
Es un delito de peligro, no se requiere afectar la indemnidad sexual del menor involucrado
(Garrido M.)
201 ara Garrido M. la corrupción de menores, como concepto genérico, es realización de actos
que interfieren en el proceso de formación y desarrollo de la sexualidad de una persona,
poniendo en peligro la libertad en su ejercicio futuro.

Sujetos:

Sujeto pasivo: menor de edad. Si es mayor de 14 años se requiere 361 n° 1, 363 CP o


amenazas.
Conducta:

a. Realizar actos se significación sexual ante el menor.


b. Exponiéndolo a ver u oír material o espectáculos pornográficos: “pornográfico”: algo
impúdico, ofensivo al pudor, pero no meramente ofensivo, sino groseramente y, en especial,
torpe o repugnantemente (conocido como sexo explícito).202
c. Determinándolo a realizar acciones de significación sexual ante otros: Se refiere a
actos realizados sólo por el menor. Si hay actos sexuales con terceros (acceso carnal o
abusos sexuales), hay inducción a dicho acto sexual. El art. 367 CP da una definición legal de
material pornográfico.
d. Determinándolo a enviar, entregar o exhibir imágenes o grabaciones de su persona o de
otro menor.

Faz subjetiva:

Es necesario dolo directo.

Exige un elemento subjetivo (de tendencia interna trascendente): “para procurar su excitación
sexual o la excitación sexual de otro”, definido como un móvil o ánimo de carácter
libidinoso. No se requiere para la consumación que tal excitación se haya producido. (Garrido
M.)
No se requiere ánimo de lucro si es para procurar la e.s. de otro.

Circunstancia agravante: falsear su identidad o edad (inc. final).

202Garrido M.: la pornografía es una calificación de ciertos objetos, elementos o


manifestaciones visuales o auditivos, que tienen naturaleza libidinosa (debe constituir una
grosera expresión de dicho carácter) y al mismo tiempo carecen de valor artístico, literario,
científico o educativo.

SODOMÍA art. 365 CP

o Art. 365 CP: “El que accediere carnalmente a un menor de dieciocho años de su mismo
sexo, sin que medien las circunstancias de los delitos de violación o estupro, será penado con
reclusión menor en sus grados mínimo a medio.”
Bien jurídico: El motivo que se tuvo en vista es la corrupción de menores, al entender que
esta conducta constituye un peligro potencial para el desarrollo sexual normal de los menores
de edad (indemnidad sexual). (Garrido. M.)
Se sanciona la relación homosexual entre varones, 203 siendo la víctima menor de edad y
mayor de 14 años.

Acceso carnal: comprende el realizado por vía anal o bucal.204

Se comprende sólo el acceso libremente consentido entre ambos partícipes. No debe


haber violencia, prevalimiento o engaño de los mencionados en los arts. 361 y 363 cp.,
pues en ese caso, prevalecen estas figuras.
FAVORECIMIENTO DE LA PROSTITUCIÓN DE MENORES art. 367 CP

o Art. 367 CP: “El que promoviere o facilitare la prostitución de menores de edad para
satisfacer los deseos de otro, sufrirá la pena de presidio menor en su grado máximo.

Si concurriere habitualidad, abuso de autoridad o de confianza o engaño, se impondrán las


penas de presidio mayor en cualquiera de sus grados y multa de treinta y una a treinta y cinco
unidades tributarias mensuales.”
Bien jurídico: indemnidad sexual del menor, tanto desde la perspectiva del desarrollo y
formación sexual de éste, como del abuso ajeno, y la honestidad en materia sexual,
respecto de quienes se han desarrollado y formado plenamente en este ámbito, cuya
prostitución parece incompatible con las valoraciones sociales dominantes.205
Sujetos:

Activo: cualquiera

Pasivo: menor de 18 y mayor de 14 años, hombre o mujer. Es indiferente su


consentimiento o su experiencia en materia sexual.
Conducta: Promover o facilitar: incitar a un menor a prostituirse o mantener por cualquier
medio el ejercicio de la prostitución ya iniciada.206
203 Oo. Garrido. M.: lo extiende al lesbianismo (Este autor estima que una mujer puede ser
sujeto activo de la violación y el estupro).*Este autor no explica cómo una mujer
accedería o se haría acceder carnalmente por otra mujer. Francisco Maldonado aclara que
si para materializar este delito, necesariamente debiera recurrir la mujer a algún tipo de
instrumento para ejecutar el acto de invasión vaginal o anal, ello privaría a dicha
invasión del carácter carnal exigido.

204 Garrido M. estima que también comprende el acceso vía vaginal.

205 Garrido. M.: constituye delito promover o facilitar la prostitución de un menor ya


prostituido, al no hacer distinción la ley. Lo que se castiga no es la conducta del menor, sino
la del tercero mayor que la promueve o facilita con el móvil de satisfacer los deseos de otro.
206 Garrido. M.: promoción equivale a una actividad de fomentar, mientras que facilitar
importa cooperación, en un símil al concepto natural de la complicidad. La actitud pasiva de
los padres o guardadores respecto del comercio sexual de sus hijos.

FAVORECIMIENTO DE PROSTITUCIÓN IMPROPIO (Art. 367 ter CP)

o Art. 367 ter CP: “El que, a cambio de dinero u otras prestaciones de cualquier naturaleza,
obtuviere servicios sexuales por parte de personas mayores de catorce pero menores de
dieciocho años de edad, sin que medien las circunstancias de los delitos de violación o
estupro, será castigado con presidio menor en su grado máximo.”
Bien jurídico: Afecta la idea de honestidad de la relación sexual, y muy
indirectamente permite considerarse una forma de corrupción de menores, que
libremente ofrecen sus servicios de esta clase.
Son prestaciones apreciables en dinero.

PRODUCCIÓN DE MATERIAL PORNOGRÁFICO CON PARTICIPACIÓN DE MENORES


(Art. 366 quinquies)

o Art. 366 quinquies CP: “El que participare en la producción de material


pornográfico, cualquiera sea su soporte, en cuya elaboración hubieren sido utilizados
menores de dieciocho años, será sancionado con presidio menor en su grado máximo.

Para los efectos de este artículo y del artículo 374 bis, se entenderá por material pornográfico
en cuya elaboración hubieren sido utilizados menores de dieciocho años, toda
representación de éstos dedicados a actividades sexuales explícitas, reales o simuladas, o
toda representación de sus partes genitales con fines primordialmente sexuales o toda
representación de dichos menores en que se emplee su voz o imagen, con los mismos
fines.”
Sujeto pasivo: Menor de edad.

Conducta: producción de material pornográfico utilizando menores:

No incluye la modificación subrepticia de imágenes o sonidos del menor obtenidos de


actividades inocentes.
Faz subjetiva:

En cuanto al carácter pornográfico o edad de menores: admite dolo eventual.

Participación:

Sanciona la participación, igualando autoría y complicidad.

Concursos:

Si las acciones realizadas por los menores constituyen otros delitos ya vistos, se sanciona por
el más grave, conforme al principio de alternatividad.208

POSESIÓN Y COMERCIALIZACIÓN DE MATERIAL PORNOGRÁFICO INFANTIL (Art.


374 bis CP)

o Art. 374 bis: “El que comercialice, importe, exporte, distribuya, difunda o exhiba material
pornográfico, cualquiera sea su soporte, en cuya elaboración hayan sido utilizados menores
de dieciocho años, será sancionado con la pena de presidio menor en su grado medio a
máximo.

El que maliciosamente adquiera o almacene material pornográfico, cualquiera sea su


soporte, en cuya elaboración hayan sido utilizados menores de dieciocho años, será
castigado con presidio menor en su grado medio.”
Bien jurídico: moralidad pública, y muy indirectamente la indemnidad sexual de los
menores (afectada directamente por los productores del material)
Es un delito de posesión de objetos declarados ilícitos (inc. 2°), que se agrava por su
puesta en circulación ilícita (inc. 1°)
Es un delito de emprendimiento: sanciona una determinada actividad.

Sujetos:

Activo: No puede ser a su vez un partícipe en la producción del material Art. 366
quinquies, pues para él es sólo un acto de agotamiento.
Objeto material:

Material pornográfico infantil: definido en art. 366 quinquies.

Se excluye la representación de menores por adultos.

Conducta:

Base: adquirir o almacenar: posesión del material con independencia de si se


comercializará o no.

Agravada: si le antecede o sigue la comercialización.

Son conductas activas que excluye la recepción no deseada de dicho material, en tanto no
se dé inicio voluntario a su almacenamiento.
208 *Ej. si el material pornográfico consiste en un video de una menor de 14 años siendo
accedida carnalmente por un adulto, el director del video que a la vez indujo al actor
adulto, es sancionado como instigador de violación impropia del art. 362 CP, mientras el
actor adulto es autor de violación impropia.

Faz subjetiva:

La adquisición o almacenamiento debe realizarse “maliciosamente”, esto es, con dolo


directo. Por lo que debe conocerse precisamente que se han utilizado menores en la
producción del material.
La comercialización también requiere dolo directo, por ser una agravación de la figura
base, y por requerir ánimo de lucro.
MODULO II
DERECHO PENAL, TEORIA DEL DELITO Y TIPOLOGIA DE

LA CONDUCTA DELICTUAL

“Juzgados de Garantía”
JUZGADOS DE GARANTÍA

Los Juzgados de Garantía (JG) son tribunales penales chilenos, creados a partir de la
Reforma Procesal Penal. Cada juez ejerce unipersonalmente la potestad jurisdiccional
respecto de los asuntos que las leyes encomiendan a estos juzgados. El territorio
jurisdiccional de cada uno de los Juzgados de Garantía es una comuna o agrupación
de comunas.

Composición

Estos tribunales, que en el país son 91, están integrados por un número variable de
jueces, que en cada caso señala el Código Orgánico de Tribunales (de 1 a 17 jueces
por cada juzgado; hasta 18, desde abril de 2006). Cuentan, además, con un
administrador de tribunal y una planta de empleados, que se organizan en unidades
administrativas para el cumplimiento eficaz y eficiente de sus funciones. En las
comunas o agrupaciones de comunas que no son territorio jurisdiccional de estos
juzgados, el conocimiento de las materias de su competencia, corresponde a los
Juzgados de Letra.

Competencias

Es de competencia de los Juzgados de Garantía: el asegurar los derechos del


imputado y demás intervinientes en el proceso penal; conocer y juzgar las faltas
penales en procedimiento monitorio; conocer y juzgar las faltas o simples delitos en
procedimiento simplificado (en única instancia); conocer y juzgar los delitos en
procedimiento abreviado (en primera instancia); conocer y juzgar los delitos de acción
privada (en única instancia); la ejecución de las condenas criminales y las medidas de
seguridad, y la resolución de las solicitudes y reclamos relativos a dicha ejecución; y,
en general, el conocimiento y resolución de todas las cuestiones y asuntos que el
Código Orgánico de Tribunales y la ley procesal penal les encomiendan.

Organización

Para efectos del Diseño Organizacional de los Juzgados de Garantía, las unidades
administrativas se estructuran de la forma que sigue:

UNIDAD DE ADMINISTRACIÓN DE CAUSAS Y SALA

Esta unidad será responsable de desarrollar las labores relativas a ordenar las
notificaciones, al manejo de causas y registros del proceso penal en el tribunal,
incluidas las relativas al manejo delas fechas y salas para las audiencias; al archivo
judicial básico, al ingreso y número de rol de las causas nuevas; a la primera audiencia
judicial de los detenidos; a la actualización diaria de la base de datos que contenga las
causas del tribunal, a las estadísticas básicas del tribunal, además de la planificación,
preparación y apoyo al desarrollo de las audiencias.

Los objetivos principales de esta unidad son:

• Ingreso de causas nuevas al sistema y mantener actualizado su estado de


tramitación.

• Certificar las actuaciones, ratificaciones de firmas y autorizar mandatos ante el


Tribunal o

Juzgado.

• Realizar el seguimiento de las causas y asignación de fechas y salas para las


audiencias.

• Custodiar las causas del Tribunal o Juzgado.

• Ordenar la realización de las notificaciones.

• Planificar y organizar las audiencias del tribunal.

• Preparar los expedientes para las audiencias que se efectúen.

Cargos que la componen

Jefe de Unidad de Causas y Sala: Es responsable de planificar, dirigir, coordinar y


controlarlas labores relativas al manejo de causas, registros del proceso penal en el
tribunal y programación de audiencias; mantener el archivo judicial básico, ingreso y
número de rol de las causas nuevas; actualización diaria de la base de datos que
contenga las causas del tribunal, soporte informático y estadísticas básicas del
tribunal.

Encargado de Causas: Es responsable de apoyar al Jefe de Unidad en las tareas


relativas a la administración, registro y custodia de las causas y registros del tribunal,
de acuerdo a los procedimientos establecidos.

Administrativo de Causas: Es responsable de administrar y gestionar las causas y


registros del tribunal, según los procedimientos establecidos.

Ayudante de Causas: Es responsable de colaborar en las tareas relacionadas con el


ingreso de causas y registros del tribunal, actualización de base de datos y archivo de
documentos.

Encargado de Sala: Es responsable de velar por el flujo eficiente de las audiencias, en


especial de la agenda de audiencias en la sala a que fuere asignado.

Administrativo de Acta: Es responsable por respaldar el desarrollo de las audiencias


que le hubieran confiado, a través de los medios que la ley delimite, entregando
informes que contengan todos aquellos aspectos que el Juez le indique explícitamente
que deben quedar en ella, con el fin de ser incorporados a la carpeta correspondiente.
Ayudante de Sala: Es responsable de apoyar al Encargado de Sala en la
programación, organización y desarrollo de las audiencias en que fuere asignado.

UNIDAD DE ATENCIÓN DE PÚBLICO

Será la unidad responsable de otorgar una adecuada atención, orientación e


información al público que concurra al tribunal, especialmente a la víctima, al defensor
y al imputado, recibir la información que éstos entreguen, manejar la correspondencia
del tribunal y efectuar las notificaciones que ordene el tribunal para la realización de
las audiencias.

Los objetivos principales de esta unidad son:

• Administrar la correspondencia que ingrese y/o salga del Tribunal o Juzgado.

• Atender a los usuarios que concurran al Tribunal o Juzgado.

• Orientar y entregar información a los usuarios acerca de las labores propias del
tribunal y sobre el funcionamiento de procedimiento penal.

• Realizar las notificaciones de acuerdo a los mecanismos establecidos en cada caso.

Cargos que la componen

Jefe de Unidad de Atención de Público: Es responsable de la atención, orientación e


información personal, telefónica y/o escrita a los usuarios externos que concurran al
tribunal, especialmente a las víctimas, al defensor y al imputado, además de
representantes de otras instituciones en busca y/o entrega de información, fiscales,
defensores, policías, público en general, etc., además de la recepción de documentos,
manejo de la correspondencia y de velar por la adecuada y oportuna realización de las
notificaciones que ordene el tribunal.

Administrativo de Atención de Público: Es responsable de atender y satisfacer los


requerimientos de información, orientación, atención de los usuarios del tribunal y
apoyar la labor de notificación del tribunal.

Administrativo de Notificaciones: Es responsable de gestionar y ejecutar el proceso de


notificaciones y apoyar las labores de atención de público.

Ayudante de Notificaciones: Es responsable de confeccionar y ejecutar las


notificaciones del tribunal.
UNIDAD DE SERVICIO

Esta unidad será responsable de proveer al tribunal de los recursos materiales para su
adecuado funcionamiento, tanto en el ámbito jurisdiccional como administrativo. En
ese marco, le corresponde llevar la contabilidad y las cuentas corrientes, además de
coordinar operativamente todas las necesidades físicas y materiales para la
realización de las audiencias y el funcionamiento del tribunal.

Los objetivos principales de esta unidad son:

• Prestar apoyo especializado en materia de administración de bodega y servicios


auxiliares de aseo, mensajería, etc. a las distintas unidades del Tribunal o Juzgado
para desarrollar sus funciones.

• Llevar la contabilidad y cuentas corrientes, y colaborar con el Administrador de


tribunal en lo relativo al manejo financiero del tribunal.

• Realizar las funciones de recepción de dineros, emisión de egresos y registro de


operaciones.

• Apoyar el proceso de cotización y adquisición de materiales para el funcionamiento


del tribunal.

• Prestar apoyo técnico a los funcionarios del tribunal respecto del uso de los equipos,
sistemas y redes computacionales.

Cargos que la componen

Jefe de Unidad de Servicios: Es responsable de las labores de apoyo general a la


actividad administrativa del tribunal, incluyendo: custodia de elementos, mensajería,
aseo y apoyo contable.

Administrativo Informático: Es responsable de dar soporte a los usuarios de los


sistemas y equipamiento computacional de acuerdo a las políticas establecidas por la
Corporación Administrativa del Poder Judicial.

Administrativo Contable: Es responsable de desarrollar las labores administrativas y


operativas relativas a la contabilidad y al manejo de fondos del juzgado.

Secretario de Servicios: Es responsable de realizar funciones de apoyo en labores de


oficina, adquisiciones y secretariado a los Jueces, al Administrador y Jefe de Unidad
de Servicios.

Secretaria Ejecutiva: Es responsable de realizar funciones de apoyo en el área


administrativa y secretariado a los Jueces, Administrador, Sub administrador y Jefes
de Unidad.

Auxiliar Administrativo: Es responsable de realizar funciones de apoyo en labores


administrativas del tribunal.
Auxiliar de Servicios: Es responsable de administrar la bodega de materiales y equipos
de oficina y respaldos audiovisuales, además de realizar tareas de apoyo operativo en
el tribunal.
MODULO II
DERECHO PENAL, TEORIA DEL DELITO Y TIPOLOGIA DE

LA CONDUCTA DELICTUAL

“Tribunales de Juicio Oral en lo Penal”


TRIBUNALES DE JUICIO ORAL EN LO PENAL

Los Tribunales de Juicio Oral en lo Penal (TJOP) son tribunales penales chilenos,
creados a partir de la Reforma Procesal Penal.

Estos tribunales, que en todo el país son 45, tienen un número variable de jueces, que
en cada caso señala el Código Orgánico de Tribunales (de 3 a 27 jueces por cada
tribunal). Cuentan, además, un administrador de tribunal y una planta de empleados,
que se organizan en unidades administrativas para el cumplimiento eficaz y eficiente
de sus funciones.

Estos tribunales funcionan en una o más salas compuestas por tres jueces; sin
perjuicio que pueden integrar cada sala otros jueces en calidad de alternos (con el sólo
propósito de subrogar, si fuese necesario, a sus miembros que se viesen impedidos de
continuar participando en el desarrollo del juicio oral). Cada sala del tribunal es dirigida
por un juez presidente de sala. El territorio jurisdiccional de cada uno de los Tribunales
de Juicio Oral en lo Penal es una agrupación de comunas (que coincide, por lo
general, con una provincia).

Es de competencia de los Tribunales de Juicio Oral en lo Penal: conocer y juzgar los


crímenes y simples delitos en juicio oral y resolver todos los incidentes que en él se
promuevan (en única instancia); resolver, en su caso, sobre la libertad o prisión
preventiva de los acusados puestos a su disposición; y, en general, el conocimiento y
resolución de todas las cuestiones y asuntos que el Código Orgánico de Tribunales y
la ley procesal penal les encomiendan.

Características

• Son tribunales ordinarios. Así lo indica el (Art. 5 Código Orgánico de


Tribunales)

• Son tribunales permanentes. Están establecidos para funcionar en forma


continua, se susciten o no los asuntos en que deban intervenir.

• Son tribunales colegiados. Están compuestos por varios jueces que intervienen
simultáneamente en el conocimiento y resolución de los asuntos sometidos a su
decisión, quienes ejercen sus funciones en un plano de igualdad. No hay
subordinación entre ellos.

• Son tribunales inferiores de justicia, por lo tanto respecto de sus miembros no


es procedente el juicio político.

• Son tribunales de derecho, tramitan y fallan con arreglo a derecho.

• Son tribunales letrados. Los magistrados que integran estos tribunales deben
estar en posesión del título de abogado.
• Son tribunales de competencia especial, pues le corresponde conocer de las
causas por crimen o simple delito y de los demás asuntos que la ley procesal penal les
encomiende.

• Son tribunales de única instancia (Art. 398 Proyecto Código de Procedimiento


Penal)

• Dependen jerárquicamente de la Corte de Apelaciones respectiva

• Respecto de su territorio jurisdiccional el Art. 21 del Código Orgánico de


Tribunales es el encargado de señalar la comuna en que tendrá su asiento, y aquellas
y otras a las cuales se extiende su competencia.

• Eventualmente ambular, pues podrán constituirse y funcionar en localidades


fuera de la comuna que es su asiento (Art. 21 A Código Orgánico de Tribunales) en
determinadas circunstancias. Funciones de preparación, registro y ejecución de las
audiencias.

Los objetivos principales de esta unidad son:

• Planificar y organizar las audiencias que se desarrollan en la sala respectiva.

• Preparar los expedientes para las audiencias que se desarrollen en la sala


respectiva.

En un tribunal podrán existir una o más unidades de sala, cada una de las cuales
estará a cargo de un Encargado de Sala, que podrá atender a una o más salas.

Dependiendo de la dotación asignada al tribunal, cada Unidad de Sala estará


constituida por un Encargado de Sala, uno o más Encargados de Acta y un Ayudante
de Audiencias.

En el ejercicio de las facultades establecidas en el artículo 389 B letra c), el


Administrador de Tribunal deberá asignar la(s) sala(s) o jueces que deberá atender
cada Encargado de Sala, y el(los) Encargado(s) de Acta y Ayudante de Audiencias
que compondrán cada Unidad de Sala del tribunal.

Principios

El tribunal oral en lo penal actuara y ejercerá jurisdicción conforme a los siguientes


principios:

• Inmediación

• Oralidad

• Concentración y continuidad

• Contradictoriedad.
• Imparcialidad (el juzgador no ha intervenido).

• Presunción de inocencia.

• Publicidad.

• Libre apreciación de los medios de prueba.

• Única instancia.

• Presencia del defensor durante toda la audiencia.

Funcionamiento

Los Tribunales Orales en lo Penal funcionarán en una o más salas integradas por tres
de sus miembros.

Cada sala es dirigida por un juez presidente, quien tendrá las atribuciones que indica
el Art. 92. COT y las demás de orden que la ley procesal indique

La composición de la o las salas se verificará mediante un sorteo anual que se


realizará durante el mes de enero de cada año

En cuanto a la distribución de las causas entre las diversas salas se hará de acuerdo a
un procedimiento objetivo y general, que deberá ser anualmente aprobado por el
comité de jueces del Tribunal Oral en lo Penal, a propuesta del juez presidente (Art. 24
letra c) correspondiéndole al administrador del TOP distribuir las causas a las salas de
acuerdo al procedimiento indicado (Art. 389 B. Letra e).

Subrogación

Debe tenerse en cuenta en esta materia que los jueces de los TOP sólo subrogan a
jueces de esos tribunales (210 A COT).

Si una sala de un TOP no puede constituirse por falta de jueces, se llama a un


subrogante según el siguiente orden:

1.- A un juez perteneciente al mismo TOP;

2.- A falta de éste, un juez de otro TOP de la jurisdicción de la misma Corte. A este
efecto se aplican en forma análoga los criterios de cercanía territorial prevista en el Art.
207 COT, debiendo considerarse el lugar en que debe realizarse el respectivo juicio
oral;

3.- Si no es posible aplicar la regla precedente, subrogará un juez de un JG de la


misma comuna o agrupación de comunas que no haya intervenido en la fase de
investigación;

4.- Si no resulta factible aplicar ninguna de estas reglas subrogará un juez


perteneciente a algún TOP dependiente de la C. Apelaciones más cercana;
5.- A falta del subrogante precedente, un juez de garantía de esa jurisdicción, rigiendo
para esta ocasión las reglas del Art. 216 inc., 2 -3 y 4 COT;

6.- En defecto de las reglas precedentes se aplicará el (Art. 212 COT), que se refiere a
las reglas de subrogación del juez de letras;

7.- Para el caso de no ser posible aplicar esta norma del (Art. 213), se posterga la
realización del juicio oral hasta la oportunidad más próxima en que alguna de tales
disposiciones sea aplicable;

8.- Si de aplicarse la normativa indicada en los numerandos precedentes resultare que


hay más de un juez que deba subrogar al juez del TOP, la subrogación se hará por
orden de antigüedad, comenzando por el menos antiguo.

De las subrogaciones que se produzcan se dejará testimonio por el jefe de la unidad


administrativa que tenga a su cargo la función de administración de causas, e
informará mensualmente de ellas a la Corte de Apelaciones (Art. 214 inc. Final).

Asimismo, la C. de Apelaciones respectiva, por razones de buen servicio y


considerando la carga del trabajo que cada TOP tenga, y previo informe técnico de la
Corporación Administrativa del Poder Judicial, podrá destinar en forma transitoria a
funcionarios del Escalafón del personal de Empleados de un TOP a otro que esté
ubicado en el territorio jurisdiccional de la misma Corte (Art. 7 inc. Final ley 19.665).

La planta del personal de estos TOP está señalada en el Art. 7 de la Ley 19.665 y ella
es variable, pues depende del número de jueces que los forman. Así, el mínimo de
esta planta para un TOP de tres jueces, es de un total de 10 funcionarios; y el máximo
para un TOP de veintisiete jueces, es un total de 44 funcionarios, todos pertenecientes
al Escalafón del Personal de Empleados.

Acerca del informe técnico que debe evacuar la CAJ para que una C. de Apelaciones
pueda ordenar comisiones de servicio si la carga de trabajo de un TOP lo amerita,
pensamos que él se va a referir específicamente a si hay fondos disponibles para ello,
en atención a que esta comisión significa un desembolso económico para el
presupuesto del Poder Judicial, considerando que será menester pagar pasajes,
viáticos y eventualmente asignación de zona, en su caso.

Será necesario, además, entender para los efectos contenidos en el COT que las
referencias hechas a los jueces letrados o jueces de letras incluyen también a los
jueces de los TOP, a menos que la ley señale expresamente lo contrario. (Art. 248
COT)

En cuanto a las facultades disciplinarias en los TOP, sobre los subadministradores,


jefes de unidades y personal son ejercidas por el administrador del tribunal, conforme
al Art. 389 F. Si este cometiere faltas o abusos, o incurre en infracciones u omisiones
en el cumplimiento de sus deberes y obligaciones, puede ser removido de acuerdo al
inciso final de dicha norma (Art. 532 inc. final COT).
Diseño organizacional del tribunal oral en lo penal

UNIDAD DE SALA

Es la unidad responsable de la organización y asistencia a la realización de


audiencias. Es la unidad encargada de optimizar el tiempo disponible para audiencias.
Para ello debe colaborar con los jueces en la administración de la agenda de
audiencias y desarrollar las

Cargos que la componen

Encargado de Sala: Es responsable de velar por el flujo eficiente de las audiencias, en


especial de la agenda de audiencias en la sala en la cual fuere asignado.

Encargado de Acta: Es responsable de respaldar el desarrollo de las audiencias que le


hubieran confiado, a través de los medios que la ley delimite, entregando informes que
contengan.

En un tribunal podrán existir una o más unidades de sala, cada una de las cuales
estará a cargo de un Encargado de Sala que podrá atender a una o más salas.
Dependiendo de la dotación asignada al tribunal, cada Unidad de Sala estará
constituida por un Encargado de Sala, uno o más Encargados de Acta y un Ayudante
de Audiencias.

En el ejercicio de las facultades establecidas en el artículo 389 B letra c), el


Administrador de Tribunal deberá asignarla(s) sala(s) que deberá atender cada
Encargado de Sala, y el (los) Encargados de Acta y Ayudante de Audiencias que
compondrán cada Unidad de Sala. Todos aquellos aspectos que el Juez le indique
explícitamente que deben quedar en ella, con el fin de ser incorporados al expediente
correspondiente.

Ayudante de Audiencia: Es responsable de apoyar al Encargado de Sala en la


programación, organización y desarrollo de las audiencias en que fuere asignado.

UNIDAD DE ATENCIÓN DE PÚBLICO

Es la unidad responsable de otorgar una adecuada atención, orientación e información


al público que concurra al tribunal, -especialmente a la víctima, al defensor y al
imputado-, de recibir la información que éstos entreguen y de manejar la
correspondencia del tribunal.

Los objetivos principales de esta unidad son:

• Administrar la correspondencia que ingrese y/o salga del Tribunal.

• Atender a los usuarios que concurran al Tribunal.


Cargos que la componen

Jefe Unidad de Atención de Público: Es responsable por la atención, orientación e


información personal, telefónica y/o escrita a los usuarios externos que concurran al
tribunal, especialmente a las víctimas, al defensor y al imputado, además de
representantes de otras instituciones en busca y/o entrega de información (fiscales,
defensores, policías, público en general), además de la recepción de documentos y
manejo de la correspondencia del tribunal.

Administrativo de Atención de Público: Es responsable de atender y satisfacer los


requerimientos de información, orientación y atención de los usuarios del tribunal.

Secretaria Ejecutiva: Es responsable de realizar funciones de apoyo en labores de


oficina y secretariado a los Jueces y al Administrador del Tribunal.

Telefonista: Es responsable de realizar funciones de operadora / telefonista.

UNIDAD DE SERVICIOS

Esta unidad es la encargada de las labores de soporte técnico de la red computacional


del tribunal, de la contabilidad y de apoyo a la actividad administrativa del tribunal, y la
coordinación y abastecimiento de todas las necesidades físicas y materiales para la
realización de las audiencias.

Los objetivos principales de esta unidad son:

• Prestar apoyo especializado en materia contable, informática, administración de


bodega y servicios auxiliares de aseo, mensajería, etc. a las distintas unidades del
Tribunal para desarrollar sus funciones.

• Brindar soporte informático al personal del Tribunal.

• Custodiar las especies incautadas, elementos que constituyan pruebas, materiales


de oficinas y equipos del Tribunal.

• Realizar las funciones de recepción de dineros, emisión de egresos y registro de


operaciones.

Cargos que la componen

Jefe Unidad de Servicios: Es responsable de las labores de apoyo general a la


actividad administrativa del tribunal, incluyendo: custodia de elementos, mensajería,
aseo, apoyo contable e informático.

Encargado Contable: Es responsable de desarrollar las labores administrativas y


operativas relativas a la contabilidad y al manejo de fondos del tribunal.
Encargado Informático: Es responsable por dar soporte a los usuarios de los sistemas
y equipamiento computacional de acuerdo a las políticas establecidas por la
Corporación Administrativa del Poder Judicial.

Bodeguero: Es responsable de administrar la bodega de especies decomisadas por el


tribunal, de materiales y equipos de oficina y respaldos audiovisuales.

Auxiliar: Es responsable de realizar funciones de apoyo en labores del resto de los


funcionarios del tribunal.

UNIDAD DE ADMINISTRACIÓN DE CAUSAS

Esta unidad es responsable de desarrollar toda la labor relativa al manejo de causas y


registros del proceso penal en el tribunal, incluidas las relativas al manejo de las
fechas y salas para las audiencias; al archivo judicial básico, al ingreso y número de
rol de las causas nuevas; a la primera audiencia judicial de los detenidos; a la
actualización diaria de la base de datos que contenga las causas del tribunal, y a las
estadísticas básicas del tribunal.

Los objetivos principales de esta unidad son:

• Ingreso de causas nuevas al sistema.

• Certificar las actuaciones, ratificaciones de firmas y autorizar mandatos ante el


Tribunal.

• Realizar el seguimiento de las causas y asignación de fechas y salas para las


audiencias.

• Custodiar las causas del Tribunal.

Cargos que la componen

Jefe Unidad de Administración de Causas: Es responsable de planificar, dirigir,


coordinar y controlar las labores relativas al manejo de causas y registros del proceso
penal en el tribunal, incluidas las relativas al manejo de las fechas y salas para las
audiencias; al archivo judicial básico, al ingreso y número de rol de las causas nuevas;
a la primera audiencia judicial de los detenidos; ala actualización diaria de la base de
datos que contenga las causas del tribunal, y a las estadísticas básicas del tribunal.

Administrativo de Causas: Es responsable de administrar y gestionar las causas y


registros del tribunal, según los protocolos estipulados.

Ayudante de Causas: Es responsable de colaborar en las tareas relacionadas con el


ingreso de causas y registros del tribunal, actualización de base de datos y archivo de
documentos.
UNIDAD DE APOYO A TESTIGOS Y PERITOS

Esta unidad es responsable de brindar adecuada y rápida atención, información y


orientación a los testigos y peritos citados a declarar en el transcurso del juicio oral.

Los objetivos principales de esta unidad son:

• Intentar asegurar por todos los medios legales la concurrencia de los testigos y
peritos a las audiencias.

• Coordinar la participación en las audiencias de los testigos y peritos una vez


presentes en el tribunal.

Cargos que la componen

Jefe Unidad de Apoyo a Testigos y Peritos: Es responsable de la adecuada y rápida


atención, información y orientación a los testigos y peritos citados a declarar en el
transcurso del juicio oral.

Asistente de Testigos y Peritos: Es responsable de prestar atención, información y


orientación a los testigos y peritos citados a declarar en el transcurso del juicio oral.

ESTRUCTURA SEGÚN TAMAÑO

Tal como se ha señalado, la Ley Nº 19.665 crea dos tipos de tribunales en el marco de
la Reforma Procesal Penal, Tribunales Orales en lo Penal y Juzgados de Garantía,
que en la práctica trabajarán sobre la base de distintos procedimientos, es por ello que
para efectos de definir el diseño organizacional, se les ha tratado por separado.

Además de lo anterior, se ha establecido una subdivisión dentro de cada tipo de


tribunal, atendiendo a la dotación asignada a cada uno, lo que obliga a establecer
distintas estructuras de cargo. Es así que los Tribunales Orales en lo Penal se han
clasificado, según el número de salas, en: Tamaño Menor (aquellos que cuentan con
una sala); Tamaño Mediano (aquellos que poseen entre dos y tres salas); y Tamaño
Mayor (aquellos que tienen más de cuatro salas). Del mismo modo, los Juzgados de
Garantía se han dividido, según el número de jueces, en: Tamaño Menor (aquellos
que cuentan con un juez); Tamaño Mediano (aquellos que poseen entre dos y siete
jueces); y Tamaño Mayor (aquellos que tienen más de ocho jueces).
MODULO II

DERECHO PENAL, TEORIA DEL DELITO Y TIPOLOGIA DE


LA CONDUCTA DELICTUAL

“Aspectos Procesales del Nuevo Procedimiento Penal”


2

Capítulo I
1. INTRODUCCIÓN
Hasta antes de la entrada en vigencia del NSPP, en nuestro país no existía un verdadero juicio criminal.
Faltaban presupuestos básicos del mismo, tales como:
a- Igualdad de las partes
b- Tribunal imparcial
c- Publicidad
d- Debate probatorio: examen y contradicción sobre la misma
e- Concentración del proceso penal, por los derechos que se encuentran en juego
f- Inmediación (y no delegación en funcionarios subalternos)

Siendo los sistemas procesales penales “barómetros” de la protección de los derechos de las personas, no cabe
duda que el ASPP generaba una serie de falencias procesales y de infracción grave de garantías consagradas en la
CPR y en Tratados Internacionales vigentes en nuestro país.

Se demostraba empíricamente que las sentencias definitivas eran pronunciadas sobre la base de la etapa sumarial,
especialmente en lo referente a la prueba, convirtiendo la etapa de Plenario (que según algunos era el “verdadero
juicio criminal”) en un apéndice formal. Así se demostraba, por ejemplo, en la prueba testimonial: la práctica de esta
prueba se limitaba a una ratificación de lo declarado en el sumario.
Además de todas las deficiencias que presentaba el ASPP a la hora de analizar las garantías constitucionales, el
proceso penal como tal no cumplía su objeto o fin natural: un enorme número de causas no terminaba por la
sentencia definitiva, sino por numerosos sobreseimientos temporales o por otros medios.

2. ESQUEMA DE LOS PRINCIPIOS BÁSICOS DE UN SISTEMA INQUISITIVO VERSUS UNO ACUSATORIO


Referencias históricas
Las características principales que se planteaban en los orígenes del sistema inquisitivo son:
A- Los tribunales son parte de una estructura burocrática, de la administración estatal. Más que buscar la
solución de los conflictos, se busca un control de la sociedad.
B- Se producen constantes delegaciones de funciones.
C- Se inicia y desarrolla el proceso sin importar la figura de la víctima en ningún caso.

Posteriormente aparece la figura del juez instructor, sin perjuicio de la falta de consideración de la víctima.
Asimismo, paulatinamente se va mejorando la posición del imputado, otorgándole la calidad de sujeto del
procedimiento penal, otorgándosele derechos y reconociéndosele garantías frente al Estado perseguidor.

Sin perjuicio de recogerse algunas de las instituciones del sistema contradictorio, América Latina no recoge en su
integridad dichos sistemas.
Razones para sustentar un reemplazo del sistema inquisitivo por uno acusatorio-contradictorio
A. Falencias del sistema inquisitivo, propio de un Estado absolutista, anterior a la Ilustración:
a. Falta de imparcialidad de un juez investigador: juez y parte
b. Se prescinde de las partes en materia probatoria
c. Procedimiento escrito y secreto
d. Prueba legal y tasada, sin permitir la inclusión de los modernos medios de prueba
e. Se dilatan injustificadamente los procesos, por la exacerbación de la doble instancia: apelación amplia y
consulta en su defecto.
B. Sistema contradictorio, se identifica con las ideas del Estado de Derecho y de la Democracia:
a. Limitación de la doble instancia
b. Acusación e investigación confiada a un ente distinto del juez: Ministerio Público
c. Igualdad de las partes en el proceso: defensa, pruebas, etc.
d. Pasividad y efectiva imparcialidad del juez
e. Libertad en la apreciación de la prueba rendida, con las limitaciones que impone la sana crítica.
f. Oralidad del juicio
g. Publicidad de las actuaciones
h. Contradictorio: tanto los cargos como las pruebas deben darse a conocer y poder ser contradichos.

Por tanto se aboga por un sistema acusatorio contradictorio, es decir que reúna ambas características, ya
que muchos argumentaban que el sistema anterior era acusatorio, siendo ello nada más que una cuestión
nominal.
3

3. GESTACIÓN DE LA REFORMA PROCESAL PENAL


Latinoamérica
Según el profesor Binder, las reformas de la región, se encuadran dentro de fenómenos mucho más extensos o
macro:
a. Democratización en América Latina
b. Pacificación
c. Liberalización de la economía
d. Crisis de la figura del Estado
e. Protagonismo del sistema interamericano de DDHH con la creciente aceptación de la jurisdicción de la Corte
Interamericana de DDHH

Chile
a. Ya en el Mensaje del Código de Procedimiento Penal se reconoce la superioridad de un juicio oral y
público, lo que no se establece en dicho momento por una serie de razones de carácter práctico y
económico.
b. Existieron desde 1906 hasta el NSPP numerosos proyectos para buscar reformar el sistema del CPP. Sólo
algunas llegaron a puerto.
c. Ley 19.696 de 12 de octubre de 2000: da origen al NCPP. Con él, existen otras normas importantes que lo
vienen a complementar: LOC Ministerio Público; Ley sobre la Defensoría Penal Pública

Capítulo II

1. VISIÓN GENERAL DEL NUEVO PROCEDIMIENTO PENAL. ETAPAS DEL MISMO. PRINCIPALES
INSTITUCIONES INVOLUCRADAS.
1.1. Esquema básico de la estructura
En el ASPP, se reunían en una sola mano (la del juez del crimen), las tareas de investigar, acusar y juzgar.
En el sistema acusatorio, se separan las labores, pasando el juez a ser un tercero que resuelve de la
controversia entre la acusación y la defensa. Es por ello que el NSPP introduce al Ministerio Público, el cual
será encargado de dirigir la investigación y de formular la acusación. Como contrapartida, se crea la
Defensoría Penal Pública, la cual actuará cuando el imputado carezca de defensor privado.

Velando por las garantías constitucionales del imputado e impidiendo excesos del Fiscal, así como también
decidiendo sobre la procedencia de las medidas cautelares, sin perjuicio de las demás funciones que se
conocerán, aparece el juez de garantía.
El NSPP contempla distintas etapas de desarrollo:
A. Investigación
B. Etapa intermedia o de preparación del juicio
C. Juicio Oral que será conocido por un TJOP.

Asimismo, el NSPP consagra una serie de prerrogativas para la víctima, la cual en dicho carácter y por esa
sola condición, posee una serie de derechos y facultades. Lo anterior, sin perjuicio de su actuación como
querellante o como actor civil.

Además se cautelan las posibilidades que el imputado tiene de actuar en el proceso.

1.2. Contrapunto con el ASPP


En el ASPP, el juez del crimen, reúne antecedentes para emitir pronunciamiento sobre ocurrencia de un delito
y sobre los eventuales responsables. Se dictará un auto de procesamiento cuando (1) se justifique la
existencia de un delito y (2) de presunciones fundadas de participación culpable del inculpado. Si dicho auto
de procesamiento ha sido revisado por la vía de la apelación, no puede ser dejado sin efecto “sin nuevos
antecedentes probatorios”. Asimismo, y contrario a lo dispuesto en el Art. 19 no. 7 de la CPR, el auto de
procesamiento conlleva, en la gran mayoría de los casos, a la prisión preventiva. Se producía una alteración
de la carga de la prueba, debiendo el procesado demostrar su inocencia en un juicio que aún no se iniciaba.
Asimismo, y tal como ya se señaló, la gran mayoría de las sentencias eran dictadas conforme a los
antecedentes del sumario, sin que se rindiera prueba en el plenario. Además, el control del juez respecto de
los actos de la policía era escaso por la misma estructuración, pese a que existen datos empíricos que revelan
la conciencia que tenían los jueces acerca de las extralimitaciones de la policía. Al final de la investigación, el
juez del crimen, debía cerrar el sumario y tomar una de las siguientes opciones: (1) sobreseer la causa; o (2)
4
dictar acusación contra el procesado. El juez carecía de discrecionalidad: si concurrían los requisitos legales
(existencia de delito y responsabilidad del procesado), debía acusar. Las funciones del juez en el citado
proceso eran muchas veces contradictorias: investigación, acusación, fallo, protección del procesado, entre
otras, en las cuales claramente concurrían intereses divergentes sobre la misma persona.

Capítulo III. El Nuevo Procedimiento Penal Ordinario

ADVERTENCIA: Utilización de los conceptos “proceso” y “procedimiento” con cierta latitud.


- Proceso: conjunto de actos encauzados hacia la solución de un conflicto
- Procedimiento: conjunto de normas jurídicas preestablecidas para el desarrollo del proceso.

PRIMERA PARTE

1. PRINCIPIOS Y DISPOSICIONES GENERALES

1.1. Principales normas y garantías constitucionales aplicables al NPP

1.1.1. Nota previa. Las garantías procesales que emanan del debido proceso, pueden 3 sentidos de actuación:
a- Protección de garantías penales sustanciales. De nada servirían las garantías penales sustantivas, sin una
protección de las garantías penales procesales.
b- Límite del ius puniendi
c- Requisito de legitimidad de las actuaciones procesales, dentro de un estado de derecho.
1.1.1. Análisis concreto de las garantías constitucionales en esta materia

A. El debido proceso o derecho a un juicio justo: “garantía de las garantías”


a. Art. 19 No. 3 inciso 5º CPR
i. Toda sentencia de un órgano que ejerce jurisdicción debe fundarse en un proceso previo legalmente
tramitado.
ii. Corresponde al legislador establecer siempre las garantías de un procedimiento y una investigación
racionales y justos. Según lo dicho por el Prof. Bernales en la sesión de la Comisión de la nueva CPR,
los elementos de un justo y racional procedimiento son:
1. Notificación y audiencia del afectado, pudiendo proceder en su rebeldía su no comparece siendo
notificado
2. Presentación de las pruebas, recepción de las mismas y examen
3. Sentencia dictada en plazo razonable
4. Sentencia dictada por tribunal imparcial y objetivo
5. Posibilidad de revisión de lo fallado por instancia superior.
- Se critica la enumeración que hace el profesor citado, por haber querido darle un carácter exhaustivo y
porque dentro de las mismas estarían confundidas otras garantías más específicas, como son el
derecho a la defensa.

Según el profesor Chahuán, siendo una garantía amplia, debería tenerse en cuenta que forman parte del
mismo:
1- Existencia de tribunal independiente e imparcial
2- Carácter contradictorio del proceso e igualdad de armas entre la acusación y el acusado
3- Publicidad del procedimiento
4- Solución del proceso en un plazo razonable (speedy trial en EE.UU.)
5- Presunción de inocencia
6- Garantías respecto del derecho de defensa del acusado de una infracción penal
La garantía del debido proceso sería general y subsidiaria. Además se extiende tanto a los actos de
investigación como a los del juicio mismo (preparación y juicio oral).

B. El derecho a la defensa
- Art. 19 No. 3 inciso 2º CPR: Toda persona tiene derecho a defensa jurídica…La ley arbitrará los medios para
otorgar asesoramiento y defensa jurídica a quienes no puedan procurárselos por sí mismos.
- Antes de la entrada en vigencia del NSPP, se establecían las CAJ como fuentes de defensores (postulantes que
aún no eran abogados) para quienes no podían procurárselos por sí mismos.
- Con la entrada en vigencia del NSPP, el defensor debe ser abogado (creación de la Defensoría Penal Pública).
5
C. El derecho a la igualdad
- Art. 19 No.3 CPR: “igual protección de la ley en el ejercicio de sus derechos”
- Toda persona que recurra a los tribunales debe ser atendido por esto de acuerdo a las leyes comunes para todos y
bajo un procedimiento igual y fijo.

D. El derecho al tribunal común u ordinario preestablecido por la ley


- Art. 19 No. 3 inciso 4 CPR: “Nadie puede ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que le señale
la ley y que se halle establecido con anterioridad por ésta”. Según esta norma:
a) El asunto debe ser resuelto por un órgano jurisdiccional
b) El tribunal que lo resuelve debe estar establecido con anterioridad al inicio del proceso

E. Otras garantías constitucionales


a. Art. 19 No. 3 inciso 6º CPR: La ley no podrá presumir de derecho la responsabilidad penal: Según el
profesor Chahúan no es correcto que se deduzca de esta norma la presunción de inocencia del procesado.
Lo que significa la disposición es la prohibición de establecer un hecho determinado, del cual se presuma la
responsabilidad del procesado, sin que sea posible rendir prueba en su contra.
b. Art. 19 No. 7 letra f): En las causas criminales no se podrá obligar al inculpado a que declare bajo
juramento sobre hecho propio; tampoco pueden ser obligados a declarar contra éste sus
ascendientes, descendientes, cónyuge y demás personas que señala la ley. De esta manera, no se
prohíbe la declaración, sino sólo se establece la prohibición de la declaración bajo juramento. En el NCPP
se va más allá y se otorga el derecho de permanecer en silencio, es se otorga el derecho de optar por no
declarar.

F. Garantías procesales consagradas en tratados internacionales: en virtud del art. 5 de la CPR se encuentran
integrados al texto constitucional, diversos tratados internacionales, dentro de los cuales es posible destacar:
a. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de la ONU: algunos puntos destacables:
i.Presunción de inocencia, mientras no se pruebe la culpabilidad
ii.Garantías durante el curso del proceso: defensa, información, asistencia
b.Convención Americana sobre Derechos Humanos (“Pacto de San José de Costa Rica”): algunos puntos
destacables: Art. 8: garantías judiciales:
i.Derecho a ser oído
ii.Presunción de inocencia
iii.Derecho irrenunciable a la defensa
iv.Derecho a recurrir del fallo ante tribunal superior

1.2. Principios Básicos del NCPP: Título I del Libro I del NCPP (Arts. 1 al 13)

A. JUICIO PREVIO Y ÚNICA PERSECUCIÓN


- Art. 1: ninguna persona puede ser condenada o penada, ni sometida a alguna de las medidas de seguridad,
sino en virtud de una sentencia fundada, dictada por un tribunal imparcial.
- Toda persona tiene derecho a un juicio previo, oral y público: sin perjuicio de la existencia de salidas
alternativas o de procedimientos distintos al juicio oral, el imputado tiene derecho a ser juzgado oral y
públicamente. Toda forma de solución distinta al juicio oral, requerirá del asenso del imputado.
- Non bis in eadem: quien ha sido condenado, absuelto o sobreseído definitivamente por sentencia
ejecutoriada, no puede ser sometido a un nuevo procedimiento penal por el mismo hecho.

B. JUEZ NATURAL
- Art. 2: Nadie puede ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare la ley y que se
hallare establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho (delictual).
- Se diferencia de la norma constitucional, ya que el tribunal, según el NCPP, debe encontrarse establecido
antes de la perpetración del hecho y, según la norma constitucional, debe encontrarse establecido antes del
inicio del juicio.

C. EXCLUSIVIDAD DE LA INVESTIGACIÓN PENAL


- Art. 3: El Ministerio Público dirigirá en forma exclusiva la investigación.
- Así por lo demás queda establecido en el art. 83 CPR

D. PRESUNCIÓN DE INOCENCIA DEL IMPUTADO


- Se recoge en diversas normas de nuestro ordenamiento:
i.Art. 19 No. 3 inciso 3º: se discute si realmente sería este el alcance
6
ii.Tratados internacionales ratificados y vigentes en Chile
iii.Código de Procedimiento Penal
iv.Art. 4: Ninguna persona será considerada culpable ni tratada como tal en tanto no fuere condenada por
una sentencia firme.
- Se trata de una prohibición: no se puede considerar culpable a un sujeto, sin que exista condena
firme en su contra.
- Protege al sujeto en toda etapa del procedimiento: imputado, acusado, condenado (cuando no sea
firme)
- Características de la presunción de inocencia:
i.Es una presunción que puede desvirtuarse con actividad probatoria en contrario: sólo se admite
como prueba la producida en el juicio oral, sin perjuicio de las excepciones que más adelante
conoceremos.
ii. Se debe respetar el estado de inocencia en todas las etapas del procedimiento.
iii.Basados en la calidad de inocente, se le reconocen una serie de derechos al imputado,
considerándosele a éste un sujeto y no un objeto del proceso.
iv. Determina que las medidas cautelares se hagan valer dentro de una estricta legalidad y sólo
cuando sean absolutamente indispensables para los fines del procedimiento.
v.La presunción de inocencia implica que el tribunal adquiera convicción suficiente para condenar.
vi.Se distingue la presunción de inocencia del principio in dubio pro reo: se trata de un principio de
interpretación de la prueba rendida.
vii.Es labor de la parte acusadora producir prueba de cargo suficiente para destruir la presunción y
formar la convicción del juez. La carga de la prueba recae en el acusador.
viii.Se dispone de limitaciones al plazo de investigación a fin de que no se viole, en los hechos, la
presunción de inocencia.

E. LEGALIDAD DE LAS MEDIDAS PRIVATIVAS O RESTRICTIVAS DE LIBERTAD. INTERPRETACIÓN


RESTRICTIVA. PROHIBICIÓN DE LA APLICACIÓN POR ANALOGÍA.
- Art. 5: No se puede aplicar ninguna privación o restricción de la libertad a ninguna persona, sino en los
casos y en la forma que determina la CPR y las leyes.
- Las disposiciones que permiten restringir los derechos y las libertades del imputado o el ejercicio de ciertas
facultades, se deben interpretar en forma restrictiva y no se pueden aplicar por analogía.
- Se descompone en 3 principios:
i.Legalidad
ii.Interpretación restrictiva
iii.Prohibición de analogía
- Se encuentra consagrado nuevamente en el Art. 122 a propósito de las medidas cautelares, las cuales:
i.Sólo pueden ser impuestas, cuando fueren absolutamente indispensable para asegurar la realización de
los fines del procedimiento.
ii.Deben durar mientras subsista la necesidad de su aplicación.
iii.Siempre deben ser decretadas por medio de resolución judicial fundada.

F.PROTECCIÓN DE LA VÍCTIMA
- Art. 6: impone la obligación al Ministerio Público de velar por la protección de la víctima en todas las etapas
del procedimiento.
- Asimismo, el tribunal, sea juez de garantía o juez de TJOP, deberá garantizar la vigencia de sus derechos.
- El Fiscal debe promover en el curso del procedimiento acuerdos patrimoniales, medidas cautelares u otros
mecanismos que faciliten la reparación del daño causado a la víctima. Este deber no importa el ejercicio
de las acciones civiles que puedan corresponderle a la víctima.1
- Finalmente la policía y los demás organismos auxiliares están obligados a otorgar a la víctima, un trato acorde
a su condición, facilitando al máximo su participación en los trámites en que deba intervenir.

G. CALIDAD DE IMPUTADO. ÁMBITO DE LA DEFENSA.


- Art. 7: imputado: persona a quien se atribuyere participación en un hecho punible desde la primera
actuación del procedimiento dirigido en su contra y hasta la completa ejecución de la sentencia.
- 1ª actuación del procedimiento: cualquiera diligencia o gestión, sea de investigación, de carácter cautelar
o de otra especie, que se realizare por o ante un tribunal con competencia en lo criminal, el Ministerio
Público o la policía, en la que se atribuyere a una persona responsabilidad en un hecho punible

1
Según la cita que hace el profesor Chahúan al texto de los profesores Horvitz y López, esta obligación impuesta al Fiscal,
podría desvirtuar el rol que debe cumplir el Ministerio Público, toda vez que se trata de intereses privados de la víctima.
7
- Art. 8: el imputado tiene derecho a ser defendido por un letrado desde la 1ª actuación del procedimiento
dirigido en su contra.
H. AUTORIZACIÓN JUDICIAL PREVIA.
- Art. 9: toda actuación que prive al imputado o a un tercero del ejercicio de los derechos que la CPR
asegura, o lo restringiere o perturbare, requiere de autorización judicial previa.
- El Fiscal requerirá la autorización previa del juez de garantía.

I. CAUTELA DE GARANTÍAS.
- Art. 10: En cualquier etapa del procedimiento en que el juez de garantía estimare que el imputado no está
en condiciones de ejercer los derechos que le otorgan las garantías judiciales consagradas en la CPR, en
las leyes o en los Tratados internacionales, adoptará de oficio o a petición de parte, las medidas
necesarias para permitir dicho ejercicio.
- En caso que estime que las medidas no fueren suficientes para evitar que pudiere producirse una afectación
sustancial de los derechos del imputado, el juez ordenará la suspensión del procedimiento y citará a los
intervinientes a una audiencia que se celebrará con los que asistan. Con el mérito de los antecedentes
reunidos y de lo que en dicha audiencia se expusiere, resolverá la continuación del procedimiento o
decretará el sobreseimiento temporal del mismo.

J. APLICACIÓN TEMPORAL DE LA LEY PROCESAL PENAL.


- Art. 11: Las leyes procesales penales serán aplicables a los procedimientos ya iniciados, salvo cuando, a
juicio del tribunal la ley anterior contuviere disposiciones más favorables al imputado. Se ha discutido el
alcance donde debe ser más favorable: sustancial o procesalmente.

K. INTERVINIENTES.
- Art. 12: se consideran intervinientes:
i.El fiscal
ii.Al imputado
iii.Al defensor
iv.A la víctima
v.Al querellante…
… desde que realizaren cualquier actuación procesal o desde el momento en que la ley les permitiere
ejercer facultades determinadas.
- Se abandona el concepto clásico de partes.
- No se considera al actor civil.

L. EFECTO EN CHILE DE LAS SENTENCIAS PENALES DE TRIBUNALES EXTRANJEROS.


- Art. 13: Las sentencias penales extranjeras tienen valor en Chile, razón por la cual, nadie puede ser juzgado
ni sancionado por un delito por el cual ya hubiere sido condenado o absuelto por sentencia firme de acuerdo a
la ley y al procedimiento de un país extranjero.
- Excepciones: no tendrán valor en Chile:
i.Juzgamiento en país extranjero obedece al propósito de sustraer al individuo de su responsabilidad penal
por delitos de competencia de los tribunales nacionales; o
ii.Cuando el imputado lo solicita expresamente:
1. Si el proceso respectivo no hubiere sido instruido conforme a las garantías de un debido proceso; o
2. Lo hubiere sido en términos que revelen falta de intención de juzgar seriamente.
- La pena cumplida en país extranjero, se imputará a la que debe cumplir en Chile, en caso que
también resulte condenado.
- La ejecución de las sentencias penales extranjeras se sujeta a lo que dispongan los tratados
internaciones vigentes.

1.3. Otras disposiciones generales, referidas a la actividad procesal


A. PLAZOS
Artículo 14. Días y horas hábiles. Todos los días y horas serán hábiles para las actuaciones del
procedimiento penal y no se suspenderán los plazos por la interposición de días feriados.
Cuando el plazo de días concedido a los intervinientes venciere en día feriado, se considera ampliado hasta las 24
horas del día siguiente que no fuere feriado.

Artículo 15. Cómputo de plazos de horas. Los plazos de horas establecidos en este Código comenzarán a
correr inmediatamente después de ocurrido el hecho que fijare su iniciación, sin interrupción.
8
Artículo 16. Plazos fatales e improrrogables. Los plazos establecidos en este Código son fatales e
improrrogables, a menos que se indicare expresamente lo contrario.
Artículo 17. Nuevo plazo. El que, se hubiere visto impedido de ejercer un derecho o desarrollar una actividad
dentro del plazo establecido por la ley, podrá solicitar al tribunal un nuevo plazo, que le podrá ser otorgado por el
mismo período.
La solicitud debe basarse en:
- Hecho no imputable
- Defecto en la notificación
- Fuerza mayor
- Caso fortuito.
Dicha solicitud deberá formularse dentro de los 5 días siguientes a aquél en que hubiere cesado el
impedimento.

Artículo 18. Renuncia de plazos. Los intervinientes en el procedimiento podrán renunciar, total o parcialmente, a
los plazos establecidos a su favor, por manifestación expresa.
Si el plazo fuere común, la abreviación o la renuncia requerirán el consentimiento de todos los intervinientes y la
aprobación del tribunal.

A. COMUNICACIONES ENTRE AUTORIDADES


Artículo 19. Requerimientos de información, contenido y formalidades. Todas las autoridades y órganos del
Estado deberán realizar las diligencias y proporcionar, sin demora, la información que les requirieren el ministerio
público y los tribunales con competencia penal.
El requerimiento contendrá:
a. Fecha de expedición
b. Lugar de expedición
c. Antecedentes necesarios para su cumplimiento
d. Plazo que se otorgare para que se llevare a efecto; y
e. Determinación del fiscal o tribunal requirente.

Tratándose de informaciones o documentos que en virtud de la ley tuvieren carácter secreto, el requerimiento se
atenderá observando las prescripciones de la ley respectiva, si las hubiere, y, en caso contrario (sin existencia de
ley), adoptándose las precauciones que aseguraren que la información no será divulgada.
Retardo o negación de envío de antecedentes: Si la autoridad requerida retardare el envío de los antecedentes
solicitados o se negare a enviarlos, a pretexto de su carácter secreto o reservado y el fiscal estimare
indispensable la realización de la actuación, (a) remitirá los antecedentes al fiscal regional quien, si compartiere
esa apreciación, solicitará a la Corte de Apelaciones respectiva que, previo informe de la autoridad de que se
tratare, recabado por la vía que considerare más rápida, resuelva la controversia. La Corte adoptará esta decisión
en cuenta. (b) Si fuere el tribunal el que requiriere la información, formulará dicha solicitud directamente ante la
Corte de Apelaciones.
Si la razón invocada por la autoridad requerida para no enviar los antecedentes solicitados fuere que su publicidad
pudiere afectar la seguridad nacional, la cuestión deberá ser resuelta por la Corte Suprema. En el mismo
sentido, el art. 209.
Aun cuando la Corte llamada a resolver la controversia rechazare el requerimiento del fiscal, por compartir el juicio
de la autoridad a la que se hubieren requerido los antecedentes, podrá ordenar que se suministren al ministerio
público o al tribunal los datos que le parecieren necesarios para la adopción de decisiones relativas a la
investigación o para el pronunciamiento de resoluciones judiciales.
Las resoluciones que los ministros de Corte pronunciaren para resolver estas materias no los inhabilitarán para
conocer, en su caso, los recursos que se dedujeren en la causa de que se tratare.

Se optó porque la Corte de Apelaciones fuera la que resolviera generalmente la controversia, debido a la
inmediatez de éstas, en relación a la Corte Suprema.

Artículo 20. Solicitudes entre tribunales. Cuando un tribunal debiere requerir de otro la realización de una
diligencia dentro del territorio jurisdiccional de éste, le dirigirá directamente la solicitud, sin más menciones que
la indicación de los antecedentes necesarios para la cabal comprensión de la solicitud y las demás expresadas en
el inciso primero del artículo anterior.
Si el tribunal requerido rechazare el cumplimiento del trámite o diligencia indicado en la solicitud, o si transcurriere
el plazo fijado para su cumplimiento sin que éste se produjere, el tribunal requirente podrá dirigirse directamente
al superior jerárquico del primero para que ordene, agilice o gestione directamente la petición.
9
Artículo 20 bis. Tramitación de solicitudes de asistencia internacional. Las solicitudes de autoridades
competentes de país extranjero para que se practiquen diligencias en Chile serán remitidas directamente al
Ministerio Público, el que solicitará la intervención del juez de garantía del lugar en que deban practicarse,
cuando la naturaleza de las diligencias lo hagan necesario de acuerdo con las disposiciones de la ley chilena.

Artículo 21. Forma de realizar las comunicaciones. Las comunicaciones señaladas en los artículos precedentes
podrán realizarse por cualquier medio idóneo, sin perjuicio del posterior envío de la documentación que fuere
pertinente.

B. COMUNICACIONES Y CITACIONES DEL MINISTERIO PÚBLICO


Artículo 22. Comunicaciones del ministerio público. Cuando el ministerio público estuviere obligado a comunicar
formalmente alguna actuación a los demás intervinientes en el procedimiento, deberá hacerlo, bajo su
responsabilidad, por cualquier medio razonable que resultare eficaz. Será de cargo del ministerio público
acreditar la circunstancia de haber efectuado la comunicación.
Si un interviniente probare que por la deficiencia de la comunicación se hubiere encontrado impedido de ejercer
oportunamente un derecho o desarrollar alguna actividad dentro del plazo establecido por la ley, podrá solicitar
un nuevo plazo, el que le será concedido bajo las condiciones y circunstancias previstas en el artículo 17.

Artículo 23. Citación del ministerio público. Cuando en el desarrollo de su actividad de investigación el fiscal
requiriere la comparecencia de una persona, podrá citarla por cualquier medio idóneo. Si la persona citada no
compareciere, el fiscal podrá ocurrir ante el juez de garantía para que lo autorice a conducirla compulsivamente
a su presencia.
Con todo, el fiscal no podrá recabar directamente la comparecencia personal de las personas o autoridades a
que se refiere el artículo 300. Si la declaración de dichas personas o autoridades fuere necesaria, procederá
siempre previa autorización del juez de garantía y conforme lo establece el artículo 301.
Art. 300: se refiere a las personas que están exentas de comparecer como testigos.
Art. 301: las personas anteriores deponen en el lugar donde ejercen sus funciones, en su domicilio o por
informe.

C. NOTIFICACIONES Y CITACIONES JUDICIALES


Artículo 24. Funcionarios habilitados. Las notificaciones de las resoluciones judiciales se realizarán por los
funcionarios del tribunal que hubiere expedido la resolución, que hubieren sido designados para cumplir
esta función por el juez presidente del comité de jueces, a propuesta del administrador del tribunal.
El tribunal podrá ordenar que una o más notificaciones determinadas se practicaren por otro ministro de fe o,
en casos calificados y por resolución fundada, por un agente de la policía.

Artículo 25. Contenido. La notificación deberá incluir:


a. Copia íntegra de la resolución de que se tratare; y
b. Identificación del proceso en el que recayere,
La ley expresamente puede ordenar agregar otros antecedentes, o el juez lo estimare necesario para la
debida información del notificado o para el adecuado ejercicio de sus derechos.

- Notificación a intervinientes distintos del Ministerio Público:


Artículo 26. Señalamiento de domicilio de los intervinientes en el procedimiento. En su primera intervención en
el procedimiento los intervinientes deberán ser conminados por el juez, por el ministerio público, o por el
funcionario público que practicare la primera notificación, a indicar un domicilio dentro de los límites urbanos
de la ciudad en que funcionare el tribunal respectivo y en el cual puedan practicárseles las notificaciones
posteriores. Asimismo, deberán comunicar cualquier cambio de su domicilio.
En caso de omisión del señalamiento del domicilio o de la comunicación de sus cambios, o de cualquier
inexactitud del mismo o de la inexistencia del domicilio indicado, las resoluciones que se dictaren se notificarán
por el estado diario. Para tal efecto, los intervinientes en el procedimiento deberán ser advertidos de esta
circunstancia, lo que se hará constar en el acta que se levantare.
El mismo apercibimiento se formulará al imputado que fuere puesto en libertad, a menos que ello fuere
consecuencia de un sobreseimiento definitivo o de una sentencia absolutoria ejecutoriada.
Artículo 28. Notificación a otros intervinientes. Cuando un interviniente en el procedimiento contare con
defensor o mandatario constituido en él, las notificaciones deberán ser hechas solamente a éste, salvo que
la ley o el tribunal dispusieren que también se notifique directamente a aquél.
Artículo 29. Notificaciones al imputado privado de libertad. Las notificaciones que debieren realizarse al
imputado privado de libertad se le harán en persona en el establecimiento o recinto en que permaneciere,
aunque éste se hallare fuera del territorio jurisdiccional del tribunal, mediante la entrega, por un funcionario del
10
establecimiento y bajo la responsabilidad del jefe del mismo, del texto de la resolución respectiva. Al efecto,
el tribunal podrá remitir dichas resoluciones, así como cualquier otro antecedente que considerare relevante, por
cualquier medio de comunicación idóneo, tales como fax, correo electrónico u otro.
Si la persona a quien se debiere notificar no supiere o no pudiere leer, la resolución le será leída por el
funcionario encargado de notificarla.
Excepción: No obstante lo dispuesto en el inciso primero, el tribunal, podrá disponer, por resolución fundada y
de manera excepcional, que la notificación de determinadas resoluciones al imputado privado de libertad sea
practicada en el recinto en que funcione.
Es decir, la RG es que las notificaciones al imputado privado de libertad se practiquen en el
establecimiento en que él se encuentre privado de libertad. La excepción estaría dada por el caso en que
el tribunal, por medio de resolución fundada, disponga la notificación en persona en el lugar de
funcionamiento del tribunal.
Artículo 27. Notificación al ministerio público. El ministerio público será notificado en sus oficinas, para lo cual
deberá indicar su domicilio dentro de los límites urbanos de la ciudad en que funcionare el tribunal e informar a
éste de cualquier cambio del mismo.
Artículo 30. Notificaciones de las resoluciones en las audiencias judiciales. Las resoluciones pronunciadas
durante las audiencias judiciales se entenderán notificadas a los intervinientes en el procedimiento que
hubieren asistido o debido asistir a las mismas. De estas notificaciones se dejará constancia en el estado
diario, pero su omisión no invalidará la notificación.
Los interesados podrán pedir copias de los registros en que constaren estas resoluciones, las que se expedirán
sin demora.
Artículo 31. Otras formas de notificación. Cualquier interviniente en el procedimiento podrá proponer para sí
otras formas de notificación, que el tribunal podrá aceptar, si en su opinión, cumplen con 2 requisitos:
a. Resultaren suficientemente eficaces; y
b. No causaren indefensión.
Artículo 32. Normas aplicables a las notificaciones. En lo no previsto en este párrafo, las notificaciones que
hubieren de practicarse a los intervinientes en el procedimiento penal se regirán por las normas contempladas
en el Título VI del Libro I del Código de Procedimiento Civil.
Artículo 33. Citaciones judiciales. Cuando fuere necesario citar a alguna persona para llevar a cabo una
actuación ante el tribunal, se le notificará la resolución que ordenare su comparecencia.
Se hará saber a los citados (1) el tribunal ante el cual debieren comparecer, (2) su domicilio, (3) la fecha y hora
de la audiencia, (4) la identificación del proceso de que se tratare y (5) el motivo de su comparecencia. Al mismo
tiempo se les advertirá que la no comparecencia injustificada dará lugar a que sean conducidos por medio de la
fuerza pública, que quedarán obligados al pago de las costas que causaren y que pueden imponérseles
sanciones.
También se les deberá indicar que, en caso de impedimento, deberán comunicarlo y justificarlo ante el tribunal,
con anterioridad a la fecha de la audiencia, si fuere posible.
El tribunal podrá ordenar que el imputado que no compareciere injustificadamente sea (a) detenido o (b)
sometido a prisión preventiva hasta la realización de la actuación respectiva. Tratándose de los testigos,
peritos u otras personas cuya presencia se requiriere, podrán ser (a) arrestados hasta la realización de la
actuación por un máximo de veinticuatro horas e (b) imponérseles, además, una multa de hasta quince
unidades tributarias mensuales.
Si quien no concurriere injustificadamente fuere el defensor o el fiscal, se le aplicará lo dispuesto en el artículo
287. Esto quiere decir que se le puede aplicar una suspensión del ejercicio de la profesión hasta de 2
meses.

D. RESOLUCIONES Y OTRAS ACTUACIONES JUDICIALES


Artículo 34. Poder coercitivo. En el ejercicio de sus funciones, el tribunal podrá ordenar directamente la
intervención de la fuerza pública y disponer todas las medidas necesarias para el cumplimiento de
las actuaciones que ordenare y la ejecución de las resoluciones que dictare.

Artículo 35. Nulidad de las actuaciones delegadas. La delegación de funciones en empleados subalternos
para realizar actuaciones en que las leyes requirieren la intervención del juez producirá la nulidad de las
mismas.
Artículo 36. Fundamentación. Será obligación del tribunal fundamentar las resoluciones que dictare, con
excepción de aquellas que se pronunciaren sobre cuestiones de mero trámite. La fundamentación
expresará sucintamente, pero con precisión, los motivos de hecho y de derecho en que se basaren las
decisiones tomadas.
La simple relación de los documentos del procedimiento o la mención de los medios de prueba o solicitudes
de los intervinientes no sustituirá en caso alguno la fundamentación.
11
Artículo 37. Firma de las resoluciones. Las resoluciones judiciales serán suscritas por el juez o por todos
los miembros del tribunal que las dictare. Si alguno de los jueces no pudiere firmar se dejará constancia del
impedimento.
No obstante lo anterior, bastará el registro de la audiencia respecto de las resoluciones que se
dictaren en ella.
Artículo 38. Plazos generales para dictar las resoluciones.
A) Las cuestiones debatidas en una audiencia deberán ser resueltas en ella.
B) Las presentaciones escritas serán resueltas por el tribunal antes de las veinticuatro horas siguientes a su
recepción.

E. REGISTRO DE LAS ACTUACIONES JUDICIALES


Artículo 39. Reglas generales. De las actuaciones realizadas por o ante el juez de garantía, el tribunal de juicio
oral en lo penal, las Cortes de Apelaciones y la Corte Suprema se levantará un registro en la forma señalada
en este párrafo.
- Respecto de las Cortes de Apelaciones y de la Corte Suprema la obligación de registro se incorporó el año
2005.
En todo caso, las sentencias y demás resoluciones que pronunciare el tribunal serán registradas en su
integridad.
El registro se efectuará por cualquier medio apto para producir fe, que permita garantizar la conservación y
la reproducción de su contenido.
Hasta noviembre den 2005 existía una diferencia entre las resoluciones que pronunciaba el juez de garantía
(salvo las correspondientes a la audiencia de preparación) y las que pronunciaba el juez de TJOP. Las
actuaciones ante el juez de garantía, salvo la excepción, debían registrarse en forma resumida. En cambio,
las de la audiencia de preparación y las del juicio oral, debían registrarse íntegramente. Hoy, luego de la ley
20.074, todas las audiencias realizadas ante los jueces con competencia criminal se deben registrar en
forma íntegra.
Artículo 41. Registro de actuaciones ante los tribunales con competencia en materia penal. Las audiencias ante
los jueces con competencia en materia penal se registrarán en forma íntegra por cualquier medio que asegure
su fidelidad, tal como audio digital, video u otro soporte tecnológico equivalente.

Artículo 42. Valor del registro del juicio oral. El registro del juicio oral demostrará:
a. El modo en que se hubiere desarrollado la audiencia;
b. La observancia de las formalidades previstas para ella;
c. Las personas que hubieren intervenido y los actos que se hubieren llevado a cabo.
Lo anterior es sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 359, en lo que corresponda.
Esto dice relación con el recurso de nulidad: en él se puede rendir prueba para acreditar la causal
respectiva
La omisión de formalidades del registro sólo lo privará de valor cuando ellas no pudieren ser suplidas con
certeza sobre la base de otros elementos contenidos en el mismo o de otros antecedentes confiables que
dieren testimonio de lo ocurrido en la audiencia.
Artículo 43. Conservación de los registros. Mientras dure la investigación o el respectivo proceso, la
conservación de los registros estará a cargo del juzgado de garantía y del tribunal de juicio oral en lo penal
respectivo, de conformidad a lo previsto en el Código Orgánico de Tribunales.
Cuando, por cualquier causa, se viere dañado el soporte material del registro afectando su contenido, el tribunal
ordenará reemplazarlo en todo o parte por una copia fiel, que obtendrá de quien la tuviere, si no dispusiere
de ella directamente.
Si no existiere copia fiel, las resoluciones se dictarán nuevamente, para lo cual el tribunal reunirá los
antecedentes que le permitan fundamentar su preexistencia y contenido, y las actuaciones se repetirán con las
formalidades previstas para cada caso.
En todo caso, no será necesario volver a dictar las resoluciones o repetir las actuaciones que sean el
antecedente de resoluciones conocidas o en etapa de cumplimiento o ejecución.

Artículo 44. Examen del registro y certificaciones. Salvas las excepciones expresamente previstas en la ley, los
intervinientes siempre tendrán acceso al contenido de los registros.
Los registros podrán también ser consultados por terceros cuando dieren cuenta de actuaciones que fueren
públicas de acuerdo con la ley, a menos que, durante la investigación o la tramitación de la causa, el tribunal
restringiere el acceso para evitar que se afecte su normal substanciación o el principio de inocencia.
En todo caso, los registros serán públicos transcurridos cinco años desde la realización de las actuaciones
consignadas en ellos.
12
A petición de un interviniente o de cualquier persona, el funcionario competente del tribunal expedirá copias
fieles de los registros o de la parte de ellos que fuere pertinente, con sujeción a lo dispuesto en los incisos
anteriores.
Además dicho funcionario certificará si se hubieren deducido recursos en contra de la sentencia definitiva.

F. COSTAS
Artículo 45. Pronunciamiento sobre costas. Toda resolución que pusiere término a la causa o decidiere un
incidente deberá pronunciarse sobre el pago de las costas del procedimiento.
Artículo 46. Contenido. Las costas del procedimiento penal comprenderán tanto las procesales como las
personales.
Artículo 47. Condena. Las costas serán de cargo del condenado.
La víctima que abandonare la acción civil soportará las costas que su intervención como parte civil hubiere
causado. También las soportará el querellante que abandonare la querella.
No obstante lo dispuesto en los incisos anteriores, el tribunal, por razones fundadas que expresará
determinadamente, podrá eximir total o parcialmente del pago de las costas, a quien debiere soportarlas.
Artículo 48. Absolución y sobreseimiento definitivo. Cuando el imputado fuere absuelto o sobreseído
definitivamente, el ministerio público será condenado en costas, salvo que hubiere formulado la acusación en
cumplimiento de la orden judicial a que se refiere el inciso segundo del artículo 462 (se refiere al caso en que el
Fiscal primitivamente requería una medida de seguridad para el caso del inimputable del 10 No.1 del CP y el
juez, desestimando el requerimiento, obligó a acusar) o cuando el tribunal estime razonable eximirle por
razones fundadas.
En dicho evento será también condenado el querellante, salvo que el tribunal lo eximiere del pago, total o
parcialmente, por razones fundadas que expresará determinadamente.
Artículo 49. Distribución de costas. Cuando fueren varios los intervinientes condenados al pago de las costas,
el tribunal fijará la parte o proporción que corresponderá soportar a cada uno de ellos.
Artículo 50. Personas exentas. Los fiscales, los abogados y los mandatarios de los intervinientes en el
procedimiento no podrán ser condenados personalmente al pago de las costas, salvo los casos de notorio
desconocimiento del derecho o de grave negligencia en el desempeño de sus funciones, en los cuales se
les podrá imponer, por resolución fundada, el pago total o parcial de las costas.

Se podrían plantear diversas situaciones:


a)Sentencia favorable al Ministerio Público: ingresan los valores de las costas al erario nacional, concurriendo el
Ministerio Público a su cumplimiento. En caso que no lo requiera dentro del plazo de 1 año, deberá demandar
a través del Consejo de Defensa del Estado.
b)Sentencia que condena al Ministerio Público al pago de las costas: deberá ser representado por el Consejo de
Defensa del Estado.
c) Sentencias que condenan a los fiscales al pago de las costas por desconocer gravemente el derecho o haber
sido negligente en el cumplimiento de sus funciones: no concurrirá el Consejo de Defensa del Estado, debido
a que es responsable el Fiscal como persona natural.

Artículo 51. Gastos. Cuando fuere necesario efectuar un gasto cuyo pago correspondiere a los intervinientes, el
tribunal estimará su monto y dispondrá su consignación anticipada.
En todo caso, el Estado soportará los gastos de los intervinientes que gozaren del privilegio de pobreza.

G. DISPOSICIONES SUPLETORIAS
Artículo 52. Aplicación de normas comunes a todo procedimiento. Serán aplicables al procedimiento penal, en
cuanto no se opusieren a lo estatuido en este Código o en leyes especiales, las normas comunes a todo
procedimiento contempladas en el Libro I del Código de Procedimiento Civil.

2. SUJETOS PROCESALES E INTERVINIENTES

2.1. MINISTERIO PÚBLICO


A. GENERALIDADES
El NCPP encarga la tarea de investigar al Ministerio Público, organismo concebido como autónomo del Poder
Judicial. Asimismo será el destinatario de las denuncias y querellas (sin perjuicio de que las querellas deben
presentarse ante el juez de garantía, siendo posteriormente derivadas al Ministerio Público). Asimismo cabe la
opción de que el Ministerio Público inicie por su propia iniciativa el procedimiento.
Será responsable del destino y del éxito de la investigación, debiendo relacionarse y dirigiendo a la policía, sin que
ésta pierda su dependencia orgánica.
13
Teniendo presente que el NSPP se concibe como un proceso contradictorio, las actuaciones del Ministerio
Público realizadas durante la investigación, tendrán por finalidad preparar la acusación, sin constituir por sí
solas medios de prueba. Sólo son pruebas válidas las producidas y rendidas ante el TJOP, sin perjuicio de
excepciones muy calificadas.

Al Ministerio Público le corresponde como obligación, dar información y protección a las víctimas. Por ello, el
Art. 78 del NCPP dispone que es deber de los Fiscales durante todo el procedimiento adoptar medidas, o
solicitarlas, en su caso, para proteger a las víctimas de los delitos; facilitar su intervención en el mismo y
evitar o disminuir al mínimo cualquier perturbación que hubieren de soportar con ocasión de los trámites en
que debieran intervenir. Asimismo agrega que los fiscales están obligados a realizar, entre otras, las siguientes
actividades a favor de la víctima:
a. Entregar información sobre el curso y resultado del procedimiento, sobre sus derechos y las actividades que
debe realizar para ejercerlos.
b. Ordenar por sí mismo o solicitar al tribunal las medidas destinadas a la protección de las víctimas o de sus
familias, frente a hostigamientos, amenazas o atentados.
c. Informarle sobre su eventual derecho a indemnización y remitir los antecedentes al organismo del Estado que
deba representarlo, según sea el caso.
d. Escuchar a la víctima antes de solicitar o resolver la suspensión del procedimiento o su terminación por
cualquier causa.

En caso que la víctima haya designado abogado, el Ministerio Público deberá realizar a su respecto las
actuaciones señaladas en las letras a. y d.

La forma que debe obrar el Ministerio Público se rige por el principio de la objetividad, consagrado desde ya en
su LOC: Art. 3: En el ejercicio de su función, los fiscales del Ministerio Público adecuarán sus actos a un criterio
objetivo, velando únicamente por la correcta aplicación de la ley. De acuerdo con este criterio, deberán investigar
con igual celo no sólo los hechos y circunstancias que funden o agraven la responsabilidad del imputado, sino
también los que le eximan de ella, la extingan o la atenúen.

B. ORGANIZACIÓN
La estructura y funciones del Ministerio Público, se contienen básicamente en:
i- CPR: Capítulo VII.
ii- LOC Ministerio Público

De ambos cuerpos normativos se desprenden las funciones, atribuciones, características, ubicación institucional y
organización interna del Ministerio Público:
a) El Ministerio Público es un organismo autónomo y jerarquizado que dirigirá la investigación en el NSPP y
ejercerá, en su caso, la acción penal pública.
b) Además le corresponde adoptar medidas para proteger a las víctimas y a los testigos.
c) En caso alguno podrá ejercer funciones jurisdiccionales. Art. 83 CPR/ Art. 1 LOC Ministerio Público
d) No se sujeta a la superintendencia de la Corte Suprema. En todo caso, el Fiscal Nacional tendrá la
superintendencia del Ministerio Público.
e) El Ministerio Público posee FACULTAD DE IMPERIO: pude impartir órdenes directas a la fuerza pública,
debiendo la policía cumplir sin más trámite el mandato, no pudiendo calificar el fundamento, la oportunidad, ni
la legalidad o justicia del mismo. Sin embargo, en ciertas actuaciones requerirá de la autorización judicial
previa. Sólo en tales casos, la autoridad policial requerida, podrá recabar la exhibición de dicha autorización
judicial.
f) ESTRUCTURA ORGÁNICA DEL MINISTERIO PÚBLICO:
a. Fiscal Nacional:
i. Jefe del Ministerio Público y responsable de su buen funcionamiento.
ii. Nombramiento:
1. Quina de la Corte Suprema formada previo concurso público.
2. Nombrado por el Presidente de la República
3. Acuerdo de 2/3 de los miembros en ejercicio del Senado, en sesión convocada especialmente. En
caso de no aprobarlo, se debe ingresar un nuevo nombre a la quina y se repite el procedimiento.
iii. Dura 8 años en su cargo y no puede ser reelegido para el período inmediatamente siguiente sin poder
ser removido, salvo por la Corte Suprema, por requerimiento del Presidente de la República, de la
Cámara de Diputados o de 10 de sus miembros, por incapacidad, mal comportamiento o negligencia
manifiesta en el ejercicio de sus funciones. La Corte Suprema conoce de la remoción en Pleno con la
mayoría de los miembros en ejercicio.
14
iv. Excepcionalmente, el Fiscal Nacional podrá asumir de oficio la dirección de la investigación, el
ejercicio de la acción penal pública y la protección de las víctimas o testigos, cuando la investidura de los
involucrados, sean imputados o víctimas, lo hace necesario para garantizar que dichas tareas se
cumplirán con absoluta independencia y autonomía (Art. 18 LOCMP)
v. Funciones del Fiscal Nacional: Art. 17 LOCMP
1. Fijar criterios de actuación del Ministerio Público, para el cumplimiento de sus objetivos
constitucionales y legales, oyendo previamente al Consejo General. Respecto de los delitos de mayor
conmoción social, los criterios deben referirse especialmente a la aplicación de salidas alternativas y a
las instrucciones generales relativas a las diligencias inmediatas para su investigación.
2. Ejercer la potestad disciplinaria y reglamentaria.
3. Dictar instrucciones generales necesarias para el adecuado cumplimiento de las tareas de dirección
de la investigación, ejercicio de la acción penal pública y protección de las víctimas y testigos. No
puede dar instrucciones u ordenar realizar u omitir la realización de actuaciones en casos
particulares, salvo la excepción del art. 18 LOCMP.
4. Nombrar y solicitar la remoción de los Fiscales Regionales
5. Resolver las dificultades que se susciten entre los Fiscales
6. Crear, previo informe del Consejo General,UNIDADES ESPECIALIZADAS para la persecución
de determinados delitos (Tráfico de Estupefacientes, lavado de dinero y delitos económicos, delitos
sexuales, responsabilidad penal juvenil, son algunas de las unidades creadas). Estas unidades están
dirigidas por un Director designado por el Fiscal Nacional.
7. Disponer de oficio y excepcionalmente, que un determinado Fiscal Regional asuma las funciones
de investigar, ejercer la acción y proteger a las víctimas, respecto de determinados hechos delictivos
que lo hicieren necesario por su gravedad o por la complejidad de la investigación. Asimismo puede
disponer que un Fiscal Regional distinto de aquél en cuyo territorio se han perpetrado los hechos,
tome a su cargo las tareas aludidas anteriormente cuando la necesidad de operar en varias regiones
así lo exija.
8. RENDIR CUENTA en el mes de abril de cada año. En dicha audiencia, además de rendir cuenta
deberá:
a. Dar a conocer los criterios de actuación del organismo para el año siguiente
b. Sugerir las políticas públicas y modificaciones legales necesarias para el mejoramiento del
sistema penal. Es una modificación introducida por la ley 20.074 del año 2005.
vi.Requisitos para ser Fiscal Nacional:
1. 10 años de título de abogado
2. Haber cumplido 40 años de edad
3. Ser ciudadano chileno con derecho a sufragio
4. No encontrarse sujeto a una de las incapacidades e incompatibilidades que previene la ley.
- Es importante tener presente que a al Fiscal Nacional, a los Fiscales Regionales y a los Fiscales
adjuntos, se les aplica el art. 78 de la CPR: ninguno de ellos podrá ser aprehendido sin orden del
tribunal competente, salvo en caso de crimen o simple delito flagrante y sólo para ponerlos a disposición
del tribunal que debe conocer del asunto.

b.Consejo General: órgano asesor del Fiscal Nacional.


i.Conformación:
1. Fiscal Nacional: preside el Consejo
2. Fiscales Regionales
ii. Funciones:
1. Dar a conocer su opinión en relación a los criterios de actuación del Ministerio Público
2. Oír opiniones que los integrantes del Ministerio Público den acerca del funcionamiento del mismo
3. Asesorar al Fiscal Nacional en las demás materias que éste solicite.
iii.Sesiones:
1. Ordinarias: al menos 4 veces por año
2. Extraordinariamente: cuando el Fiscal Nacional lo convoque.
c. Fiscalías Regionales:
i.No.: 16 (4 en RM)
ii.Les corresponde el ejercicio de las funciones del Ministerio Público en la región o parte de la región que
corresponde a la Fiscalía, por sí o por medio de los fiscales adjuntos que se encuentran bajo su
dependencia.
iii.Designación:
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1. Terna formada por la Corte de Apelaciones de cada región (en caso de existencia de más de 1 Corte
de Apelaciones se forma un pleno conjunto para formar la terna), conforme a los antecedentes recibidos
previo concurso público. En la RM, si se deben proveer 2 o más cargos, se realiza 1 concurso público.
2. Son designados por el Fiscal Nacional
iv.Duran 8 años en sus cargos, sin poder ser reelegidos nuevamente en el período siguiente, cesando en sus
cargos a los 75 años de edad.
v.Son removidos de la misma forma que el Fiscal Nacional, pero pudiendo éste último solicitar su remoción.
vi.Requisitos para ser Fiscal Regional:
1. Ciudadano chileno con derecho a sufragio
2. 5 años de título de abogado
3. Cumplidos 30 años de edad
4. No tener incapacidades o inhabilidades legales

d.Fiscalías Locales y Fiscales Adjuntos:


i.Las fiscalías locales, cuentan con fiscales adjuntos, otros profesionales y personal de apoyo.
ii.Cada Fiscalía local tiene 1 o más fiscales adjuntos. Si existen 2 o más fiscales adjuntos, uno de ellos es
Fiscal Adjunto Jefe, siendo designado por el Fiscal Regional.
iii. Nombramiento de los Fiscales Adjuntos:
1. Propuesta del Fiscal Regional luego de concurso público.
2. Nombrados por Fiscal Nacional.
iv. La ubicación de las fiscalías locales es determinada por el Fiscal Nacional, luego de la propuesta que
hace el Fiscal Regional, atendidas la carga de trabajo, la extensión territorial, entre otras.
v. Requisitos para ser Fiscal Adjunto:
1. Ciudadano chileno con derecho a sufragio
2. Título de abogado
3. No tener incapacidades o inhabilidades legales
4. Reunir requisitos de experiencia y formación especializada adecuadas para el cargo
vi. Cesan en sus cargos a los 75 años de edad.
vii. No pueden existir más de 647 Fiscales adjuntos en el país.
viii. La distribución de trabajo la realiza el Fiscal Adjunto Jefe.
- Sin perjuicio de que un Fiscal adjunto pertenezca a una fiscalía local, en el ejercicio d de las tareas que
la ley le asigna, pueden realizar sus diligencias en todo el territorio nacional, de conformidad a las
normas generales que dicte el Fiscal Nacional.

e. Unidades Administrativas
i.El Ministerio Público, dentro de la Fiscalía Nacional, cuenta con 6 Unidades administrativas, con el
nombre de División.
ii.En las Fiscalías Regionales existen 5 Unidades administrativas.
iii.Especial importancia: División de Atención a las Víctimas y Testigos.
iv.Están a cargo de un Director Ejecutivo Nacional y de los gerentes de las unidades administrativas, siendo
cargos de exclusiva confianza del Fiscal Nacional.

C. FUNCIONES DEL MINISTERIO PÚBLICO


Se establecen tanto en el art. 83 CPR como en el art. 1 de la LOCMP, siendo las siguientes, las principales:
A. Dirigir en forma exclusiva la investigación en materia penal
Con esto, se libera a los jueces de la investigación, quedando ellos avocados a las decisiones
jurisdiccionales.
B. Ejercer, en su caso, la acción penal pública
Dicho ejercicio, no es monopólico, ya que se mantiene la figura del querellante, el cual puede adherirse al
libelo de la acusación del fiscal o presentar acusación particular. Incluso, cuando el Fiscal no quiera acusar,
puede lograr que el juez de garantía remita los antecedentes a los superiores del Fiscal, a fin de que acuse,
o insistiendo éste en no acusar, tomar su lugar.
C. Adoptar medidas para proteger a las víctimas y los testigos
Ya conocemos el tenor del art. 78 en relación a las víctimas.
En relación a los testigos, el art. 308 NCPP inciso 2º señala que…el Ministerio Público, de oficio o a
petición del interesado, adoptará las medidas que fueren procedentes para conferir al testigo, antes o
después de prestadas sus declaraciones, la debida protección.
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D. PRINCIPIOS DEL MINISTERIO PÚBLICO
1) PRINCIPIO DE UNIDAD
Consagrado en el Art. 2 LOCMP. El Ministerio Público realizará sus actuaciones procesales a través de
cualquiera de los fiscales que, con sujeción a la ley, intervengan en ellas. Actuando un determinado
fiscal, se entiende que toda la institución actúa.
Concordante con lo anterior, el art. 40 de la misma ley, señala que los fiscales adjuntos pueden realizar
actuaciones y diligencias en todo el territorio del país.
2) PRINCIPIO DE OBJETIVIDAD
Se establece al Ministerio Público como garante de la legalidad. Se encuentra consagrado
constitucionalmente en el art. 83 y legalmente en el art. 3 de la LOCMP.
3) PRINCIPIO DE CONTROL Y RESPONSABILIDAD
El Ministerio Público y los fiscales que lo forman, se sujetan a un conjunto de controles de distinta índole.
Asimismo, la CPR y la LOCMP establecen responsabilidades civiles, penales, administrativas y políticas
para las distintas categorías de fiscales.
Art. 45 LOCMP: Los fiscales del Ministerio Público tendrán responsabilidad civil, disciplinaria y penal por los
actos realizados en el ejercicio de sus funciones, de conformidad a la ley.
4) PRINCIPIO DE INTERDICCIÓN DE FUNCIONES JURISDICCIONALES
Se recoge tanto en la CPR (Art. 83) como en la LOCMP (Art. 4). El Ministerio Público no puede realizar
funciones jurisdiccionales, siendo ellas privativas de los tribunales de justicia.
5) PRINCIPIO DE EFICACIA, EFICIENCIA, COORDINACIÓN Y AGILIDAD PROCEDIMENTAL Art. 6 LOCMP
- Funcionarios del Ministerio Público deben velar por la eficiente e idónea administración de los recursos y
bienes públicos y por el debido cumplimiento de sus funciones.
- Deben actuar coordinadamente y propender a la unidad de acción, evitando duplicidad e interferencia de
funciones.
- Los procedimientos deben ser ágiles y expeditos.
- Art. 77 otorga bonos de remuneraciones a los que actúen eficiente y oportunamente.
6) PRINCIPIO DE PROBIDAD ADMINISTRATIVA Y TRANSPARENCIA Arts. 8, 9, 9 bis y 9 ter LOCMP
- Probidad: se define en la LOCBGAE como la conducta intachable y desempeño honesto y leal de la
función, dando preeminencia al interés general por sobre el particular.
- Se obliga a los fiscales a realizar una serie de declaraciones juradas:
a. De intereses
b. Acreditando que no tienen dependencia a drogas
c. De patrimonio
- Son públicos los actos administrativos del Ministerio Público y los documentos que les sirven de
sustento o complemento directo y esencial.
7) PRINCIPIO DE IGUALDAD DE ACCESO Art. 10 LOCMP
Toda persona que cumpla con los requisitos para acceder a un cargo del Ministerio Público, podrá hacerlo
en igualdad de condiciones. Concuerda con ello, el hecho de que la mayoría de los cargos del Ministerio
Público se proveen mediante concurso público.
8) PRINCIPIO DE LEGALIDAD
No debemos perder de vista que el Ministerio Público es un órgano público (Arts. 6 y 7 de la CPR).

E. SISTEMA DE CONTROLES Y RESPONSABILIDADES (RELACIONADO CON EL PRINCIPIO SEÑALADO EN


EL PUNTO 3)

- El Ministerio Público tiene diversos sistemas de control:


a. Control procesal: se manifiesta a través de la labor del juez de garantía, el cual obra de oficio o a petición
de los intervinientes.
b.Control político: posibilidades de remoción que pesan sobre el Fiscal Nacional y sobre los Fiscales
Regionales.
i.La remoción la resuelve la Corte Suprema en Pleno por la mayoría de los miembros en ejercicio.
ii.Puede ser requerida por el Presidente de la República, la Cámara de Diputados, 10 miembros de ésta, o
por el Fiscal Nacional respecto de los Fiscales Regionales.
iii.Causales:
1. Incapacidad
2. Mal comportamiento
3. Negligencia manifiesta en el ejercicio de sus funciones
iv.El Fiscal Nacional no puede ser acusado constitucionalmente
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c. Control jerárquico: existe al interior de las Fiscalías una División de Contraloría Interna. Asimismo los
intervinientes, por medio de escrito ante el Fiscal Regional, podrán generar un control jerárquico. El Fiscal
Regional deberá resolver en el plazo de 5 días.
d.Control por parte de la víctima: existen una serie de facultades que puede ejercer dentro de lo que
llamábamos el control procesal y asimismo puede reclamar ante las autoridades del Ministerio Público.

- En cuanto a las responsabilidades que pueden afectar al Ministerio Público, éstas pueden consistir en:
a. Responsabilidad Política: se concreta en la remoción del Fiscal Nacional o de los Fiscales
Regionales.
b.Responsabilidad Penal: Art. 46 LOCMP señala quién deberá dirigir la investigación, cuando se
persiga criminalmente la responsabilidad de un funcionario: depende del rango del imputado:
a. Fiscal Nacional: deberá dirigirla el Fiscal Regional designado por sorteo en sesión del Consejo
General.
b.Fiscal Regional: Fiscal Regional que designe el Fiscal Nacional, oyendo previamente al Consejo
General.
c. Fiscal Adjunto: Fiscal Regional que designe el Fiscal Nacional.
Tratándose de delitos cometidos por un fiscal en el ejercicio de sus funciones, el fiscal a cargo de la
investigación deducirá, si procede, la respectiva querella de capítulos.

c. Responsabilidad Civil: Art. 5 LOCMP: El Estado será responsable por las conductas
injustificadamente erróneas o arbitrarias del Ministerio Público. La acción para perseguir esta
responsabilidad es de 4 años, contados desde la actuación dañina. Mediando culpa grave o dolo del
Fiscal, el Estado podrá repetir en su contra.
d.Responsabilidad Disciplinaria: puede hacerse efectiva por la autoridad superior respectiva,
imponiéndose sanciones de amonestación privada, censura por escrito, multa, suspensión y remoción.
La remoción sólo se aplica a los funcionarios que no sean el Fiscal Nacional ni los Regionales, por tener
ellos procedimientos especiales.

F. INHABILITACIÓN DE LOS FISCALES


Si se configura alguna de las causales, el Fiscal no puede dirigir la investigación ni ejercer la acción
penal pública. Algunas de las causales son:
1. Interés en el caso
2. Parentesco o relación de matrimonio con alguna de las partes o con los abogados o representantes
legales
3. Parentesco o relación de matrimonio con el juez de garantía o con el juez de TJOP
4. Pleitos pendientes
5. Ser accionista de una SA que sea parte en el caso
6. Amistad o enemistad con alguna de las partes
Los fiscales deben informar por escrito al superior jerárquico correspondiente, la causa de inhabilidad que
los afecta, dentro de las 48 horas siguientes de tomar conocimiento de ella. Sin perjuicio de ello,
seguirán conociendo de las diligencias urgentes que sean necesarias para evitar perjuicio a la
investigación.

Resolverán las inhabilitaciones:


a. Fiscal Regional: cuando la inhabilitación afecte a un adjunto
b. Fiscal Nacional: cuando la inhabilitación afecte a un regional
c. 3 Fiscales Regionales, designados por sorteo: cuando la inhabilitación afecte al nacional.
En caso que se rechace la inhabilitación, seguirá conociendo el fiscal. Si se acoge, se debe designar otro
fiscal que continúe o inicie la tramitación. La resolución que acoge o rechace la inhabilitación, no es
susceptible de reclamación alguna.

G. INCAPACIDADES. INCOMPATIBILIDADES Y PROHIBICIONES


Dentro de las más importantes se señalan:
a. No pueden ser fiscales los que tienen incapacidad o incompatibilidad para ser jueces
b. Funciones de los fiscales son incompatibles con otra función remunerada con fondos públicos o
privados, salvo en el caso de docencia (hasta por 6 horas semanales).
c. Prohibición a los fiscales de ejercer la profesión de abogado, salvo que estén involucrados intereses
propios o de ciertos parientes cercanos
d. No pueden participar en actividades políticas
18
e. Para comparecer como parte interesada, testigo o perito, ante los tribunales de justicia, deben
previamente comunicarlo a su superior jerárquico.

H. FORMA DE ACTUACIÓN Y FACULTADES PROCESALES. PRINCIPIOS DE LEGALIDAD PROCESAL


PENAL Y DE OPORTUNIDAD. INSTRUCCIONES DE LOS SUPERIORES A LOS INFERIORES.

- Principio de la legalidad procesal penal: Art. 166 inciso 2º: Cuando el Ministerio Público tomare
conocimiento de la existencia de un hecho que revistiere caracteres de delito, con el auxilio de la policía,
promoverá la persecución penal, sin que pueda suspender, interrumpir o hacer cesar su curso, salvo en
los casos previstos por la ley.

Es un hecho irrefutable la imposibilidad de que todos los hechos que ingresan al sistema de
persecución penal, sean investigados y castigados. Los recursos son escasos y siempre existe una
llamada cifra oscura.

Es por ello que el NCPP recoge el principio de la oportunidad, como una contrapartida al principio de la
legalidad procesal penal.

- Principio de oportunidad: facultad del órgano encargado de ejercer la acción penal pública y de acusar,
para renunciar al ejercicio de la acción o suspender o hacer cesar el curso del procedimiento ya
iniciado, respecto de uno o más delitos y/o imputados, pese a la existencia de un hecho que reviste los
caracteres de delito.
Existen 2 sistemas en relación al ejercicio del principio de oportunidad:
1. Anglosajón: el fiscal es dueño de la persecución penal: oportunidad amplia.
2. Continental: legalidad prima, existiendo un principio de oportunidad restringido.
Entendiendo en un sentido extenso el concepto de “principio de oportunidad”, cabrían dentro de él una
serie de facultades que se le otorgan al Ministerio Público. Sin embargo, en su sentido restringido y
técnico, el principio de oportunidad, se limita al art. 170 NCPP.

H.1. ARCHIVO PROVISIONAL Y FACULTAD PARA NO INICIAR INVESTIGACIÓN


A. Archivo Provisional: 167: requisitos:
a. No debe haber intervenido el juez de garantía en el procedimiento.
b. En la investigación no aparecen antecedentes que permitan desarrollar actividades
conducentes al esclarecimiento de los hechos.
c. Si el delito merece pena aflictiva, la decisión del fiscal debe ser sometida a aprobación del Fiscal
Regional
- Se archivará provisionalmente a la espera de mejores datos de investigación.
- La víctima puede solicitar al Ministerio Público la reapertura del procedimiento y la realización de las
diligencias de investigación. Asimismo, puede reclamar de la denegación de tal solicitud ante las
autoridades del Ministerio Público.
- Se trata de una medida esencialmente revocable ante nuevos indicios.
- Se trata de una medida que ha sido constantemente regulada por medio de los llamados instructivos
generales del Fiscal Nacional, los cuales han ido modificándose a medida que se ha ido
estableciendo el NSPP en el acervo cultural y jurídico de la Nación.

B. Facultad para no iniciar la investigación (o archivo definitivo): 168: requisitos:


a. No debe haber intervenido el juez de garantía en el procedimiento.
b. Los hechos relatados (a) no son constitutivos de delito o cuando los antecedentes y datos
suministrados permiten establecer que (b) se encuentra extinguida la responsabilidad penal
del imputado.
c. Resolución fundada
d. Aprobación del juez de garantía

C. Control Judicial: 169: tanto en el caso del archivo provisional, como en el caso de la facultad para no
iniciar investigación, la víctima puede provocar la intervención del juez de garantía deduciendo la
querella respectiva. En caso que el juez la admita a tramitación, el fiscal deberá seguir adelante la
investigación.
19
H.2. EL PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD. Art. 170.
Los Fiscales del Ministerio Público pueden no iniciar la persecución penal o abandonar la ya iniciada
cuando:
A. Se trate de un hecho que no comprometa gravemente el interés público
B. La pena mínima asignada al delito no exceda la de presidio o reclusión menores en su grado
mínimo
C. No se trate de un delito cometido por funcionario público en el ejercicio de sus funciones.

El Fiscal debe emitir una decisión motivada, la cual será comunicada al juez de garantía, el cual
notificará a los intervinientes.

Dentro del plazo de los 10 días siguientes a la comunicación de la decisión del fiscal, el juez, de oficio
o a petición de cualquier interviniente, podrá dejar sin efecto dicha decisión cuando considere que ha
excedido los límites por no concurrir alguno de los requisitos antes señalados. Asimismo será dejada sin
efecto cuando, dentro del mismo plazo, la víctima manifieste de cualquier modo su interés en el inicio o
en la continuación de la persecución penal.

Transcurrido el plazo o rechazada por el juez la reclamación, los intervinientes tendrán 10 días más para
reclamar de la decisión del Fiscal ante las autoridades del Ministerio Público. Éstas deberán verificar
si la decisión del fiscal se ajusta o no a las políticas generales del servicio y a las normas dictadas al
respecto. Transcurrido este plazo o cuando las autoridades del Ministerio Público hayan rechazado la
reclamación, se entiende extinguida la acción penal. Ello no perjudica a la responsabilidad civil que se
pudiera llevar a efecto en la vía correspondiente.

H.3. INSTRUCCIONES DE LOS SUPERIORES


La posibilidad de que las autoridades del Ministerio Público emitan instrucciones que obliguen a sus
subalternos, se encuentra regulada en los arts. 17 a), 35 y 44 de la LOCMP.
Estos artículos se refieren a las llamadas instrucciones INTRA Ministerio Público. No se refieren a las
instrucciones generales que el Ministerio Público puede dar a la policía en ciertos casos, o a las
instrucciones particulares que el fiscal imparte a los agentes policiales en el curso de la investigación de
un caso concreto.

Fiscal Nacional, dentro de las instrucciones intra Ministerio Público, debe dictar las instrucciones
generales que estime necesarias pata el adecuado cumplimiento de las 3 funciones analizadas del
Ministerio Público. No puede dar instrucciones en un caso particular, sin perjuicio de la facultad conocida
del art. 18 LOCMP.

El Fiscal Regional deberá dar cumplimiento a las instrucciones generales que imparte el Fiscal Nacional.
El Fiscal Regional, podrá objetar las instrucciones por razones fundadas. En tanto no sea resuelta, debe
proceder conforme a la instrucción. Resuelve la objeción el propio Fiscal Nacional. Si acoge la objeción,
se modificará la instrucción. Si la rechaza, el Regional debe cumplir sin más trámite, asumiendo el
Nacional toda la responsabilidad.

Los Fiscales adjuntos deben obedecer las instrucciones generales que, dentro de sus facultades,
impartan respectivamente el Fiscal Nacional y el Regional. Asimismo deben obedecer las instrucciones
particulares que el Fiscal Regional les dirija en un caso determinado, salvo que representen que son
arbitrarias o que atentan contra la ley o la ética profesional. Se sigue la misma lógica señalada más arriba,
en caso de ser rechazada o acogida.

2.2. LA POLICÍA (Libro I, Título IV, párrafo 3º)


A. RELACIÓN CON EL MINISTERIO PÚBLICO. DIRECCIÓN. OBLIGACIÓN DE INFORMACIÓN.
COMUNICACIONES. IMPOSIBILIDAD DE CUMPLIMIENTO. DESFORMALIZACIÓN DE LA ETAPA DE
INVESTIGACIÓN.

El Ministerio Público está encargado de la dirección de la investigación.


El art. 79 contiene las siguientes ideas:
A. La Policía de Investigaciones de Chile será auxiliar del Ministerio Público en las tareas de
investigación y debe llevar a cabo las diligencias necesarias para cumplir los fines previstos en el
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NCPP, de conformidad a las instrucciones que le dirigieren los fiscales. Además le corresponde
ejecutar las medidas de coerción que se decretaren.
B. Carabineros de Chile, en el mismo carácter de auxiliar del Ministerio Público, debe desempeñar las
funciones señaladas anteriormente, cuando el fiscal a cargo del caso así lo disponga. Así, Policía de
Investigaciones es la llamada a cumplir, en primer lugar las citadas funciones, sin perjuicio de que
excepcionalmente el fiscal disponga que las efectúe Carabineros de Chile.
C. Excepcionalmente, tratándose de la investigación de hechos cometidos dentro de establecimientos
penales, el Ministerio Público puede impartir instrucciones a Gendarmería de Chile.

El art. 80 establece la llamada dirección del Ministerio Público:


A. Los funcionarios policiales, ejecutan sus tareas bajo la responsabilidad y dirección de los fiscales y de
acuerdo a las instrucciones que éstos impartan para los efectos de la investigación, sin perjuicio de su
respectiva dependencia de las autoridades de la institución a la que pertenecen.
B. La policía igualmente deberá cumplir las órdenes que les dirigieren los jueces para la tramitación de
procedimiento.
C. Los funcionarios policiales deberán cumplir de inmediato y sin más trámite las órdenes que les
impartieren los fiscales y los jueces, cuya procedencia, conveniencia y oportunidad no pueden calificar,
sin perjuicio de requerir la exhibición de la autorización judicial previa, salvo los casos urgentes a
que se refiere el art. 9 inciso final, en los cuales la autorización se exhibe posteriormente.

Se mantiene el esquema anterior del ASPP, en cuanto a la distribución de competencia entre ambas
policías, pero a quien le toca decidir alterar la regla es al fiscal y no al juez del crimen.

La subordinación de la policía al Ministerio Público es únicamente funcional, dejando a salvo la


dependencia orgánica al respectivo cuerpo policial.

Las instrucciones que recibe la policía, por parte del Ministerio Público, pueden ser de 2 clases:
a. Instrucciones particulares: se refieren al caso concreto
b. Instrucciones generales: regulan:
i. La forma en que el organismo policial cumplirá las funciones previstas;
ii. La forma de proceder frente a hechos de los que tome conocimiento y respecto de los cuales los
datos obtenidos fueren insuficientes para estimar son constituyen delito; y
iii. Relativas a la realización de diligencias inmediatas pata la investigación de ciertos delitos.

El Ministerio Público está facultado para solicitar a la policía, en cualquier momento, los registros de sus
actuaciones.

De esta manera, el Ministerio Público en relación a la policía tiene una labor de orientación más que de
dirección.

Obligación de información de la policía: recibida una denuncia, la policía informará inmediatamente y por
el medio más expedito al Ministerio Público. Sin perjuicio de ello, puede proceder a realizar las actuaciones
que no requieren orden previa, respecto de las cuales igualmente debe informar de inmediato.

Comunicaciones entre el Ministerio Público y la Policía. Las comunicaciones que dicen relación con las
actividades de investigación de un caso particular, se deben realizar en la forma y por los medios más
expeditos posibles. En todo caso se debe preferir el uso de los medios técnicos confiables y disponibles,
según instructivos. Toda comunicación, es sin perjuicio del envío posterior o simultáneo de los antecedentes
en forma convencional.

Desformalización de la investigación. Lo que se busca es una relación desformalizada, fluida y dinámica


entre los fiscales y las instituciones policiales, haciendo más efectiva la investigación.

Imposibilidad de cumplimiento. En caso que el funcionario de la policía, por cualquier motivo, se


encuentre impedido de cumplir una orden que hubiera recibido del Ministerio Público o del juez, pondrá esa
circunstancia, inmediatamente en conocimiento (a) de quien la hubiere emitido y (b) de su superior
jerárquico en la institución a la cual pertenece. El fiscal o el juez que hubiere emitido la orden, podrá sugerir
o disponer las modificaciones convenientes para su debido cumplimiento, o reiterar la orden, cuando en su
concepto no exista imposibilidad.
21

B. ACTUACIONES DE LA POLICÍA SIN ORDEN PREVIA


La policía puede realizar una serie de actuaciones o diligencias, sin necesidad de recibir orden previa del
Ministerio Público. Son básicamente las siguientes, incluyéndose algunos comentarios de lo señalado en
los oficios del Ministerio Público:
1. Prestar auxilio a la víctima
2. Practicar la detención en los casos de flagrancia (se analiza luego en la detención como medida cautelar
personal)

3. Resguardar el sitio del suceso. Recogida de evidencia.


4. Identificar los testigos y consignar las declaraciones que éstos prestaren voluntariamente, tratándose de
los casos aludidos en los puntos 2. y 3. precedentes (detención flagrante y resguardo del sitio del suceso)
5. Recibir denuncias del público.
6. Realizar el control de identidad
7. Examinar vestimentas, equipaje o vehículos, en ciertos casos.
8. Proceder al levantamiento del cadáver, en ciertos casos
9. Entrada y Registro en el caso del art. 206 NCPP
10. Efectuar las demás actuaciones que dispusieren otros cuerpos legales.

1. Prestar auxilio a la víctima


- Es primordial prestar auxilio a la víctima, antes de cualquier otra actuación que tenga fines de
investigación.
- Se deben realizar las actuaciones necesarias para preservar la vida y la salud de la víctima.
- Frente a determinados delitos el funcionario policial debe procurar la práctica de exámenes o pruebas
biológicas.
- Procurar que la persona a cargo del hospital de cuenta al Fiscal del ingreso de una persona con
lesiones de significación.
- Existen ciertos delitos que deben ser atendidos con preferencia, así como personas (menores de 18,
enajenados o trastornados, mayores de 65 años, mujeres).
- Existen normas especiales para la atención de delitos sexuales y para la atención de menores de 18
años o de mujeres: atención por personal femenino.
- Se debe consultar a la víctima si teme por su seguridad o por la de su familia, tomando las medidas
adecuadas.
- No se brindará protección o auxilio por parte de la policía en contra de la voluntad de la víctima o de su
familia, constando dicha oposición. Con todo, igualmente se pueden adoptar las medidas
correspondientes, aún contra voluntad, cuando existan antecedentes que hagan suponer la existencia
de amedrentamientos.

2. Practicar la detención en los casos de flagrancia (se analiza luego en la detención como medida
cautelar personal)

3. Resguardar el sitio del suceso. Recogida de evidencia.


Sitio del suceso: lugar donde ha ocurrido un hecho policial que requiere ser investigado.
Art. 83 letra c) Los funcionarios impedirán el acceso a toda persona ajena a la investigación, procediendo
a la clausura si se trata de un lugar cerrado o a su aislamiento en caso que fuera abierto. Evitarán que se
alteren o borren de cualquier forma los rastros o vestigios del hecho o se remuevan los instrumentos para
llevarlo a cabo, mientras no intervenga el personal experto de la policía que designe el Ministerio Público.
El personal experto, debe recoger, identificar y conservar bajo sello los objetos, documentos o instrumentos
de cualquier clase que parecieren haber servido a la comisión del hecho investigado, sus efectos o los que
pudieren servir como medio de prueba, para ser remitidos a quien corresponda, dejando constancia, en el
registro que se levante, de la individualización completa del o los funcionarios policiales que lleven a cabo la
diligencia.
Art. 187 inciso 2º: si los objetos e instrumentos se encuentran en poder del imputado o de otra persona, se
procede a su incautación en la forma que establece el título donde se encuentra el citado artículo (187).
Tratándose de objetos, documentos e instrumentos hallados en poder del imputado, respecto de quien se
practique la detención, ejerciendo la facultad del art. 83 b), se puede proceder a incautar en forma
inmediata.

El Ministerio Público ha instruido a las policías en esta materia:


A. RECOGIDA DE LA POSIBLE EVIDENCIA EN EL SITIO DEL SUCESO
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- Se puede proceder cuando parezca que se hubiere cometido un hecho que por su gravedad y
naturaleza, justifica la intervención del personal investigador para recolectar rastros o vestigios.
- Los funcionarios que lleven a cabo el resguardo del sitio del suceso se debe abstener de tocar los
objetos que se encuentren dentro del perímetro. Esto no rige cuando la alteración del sitio del
suceso, sea necesaria para el auxilio a las víctimas, la aprehensión de autores, evitación de otro
delito, o evitar la alteración mayor del sitio.
- Dentro del perímetro podrán entrar sólo el fiscal y el personal policial experto.
- El resguardo del sitio del suceso termina sólo cuando ha concluido el trabajo del mismo por
parte del personal experto.
- Del resguardo del sitio del suceso se debe levantar un acta.
- El personal experto debe estar siempre dirigido por un oficial responsable.
- En el acta debe considerarse, entre otras cosas, el destino de los efectos. Con la entrega que se
hace por el personal experto, cesa su responsabilidad y se da inicio a la cadena de custodia.

B. RECOGIDA DE LA POSIBLE EVIDENCIA EN PODER DEL DETENIDO EN CASO DE FLAGRANCIA


- El funcionario aprehensor puede incautar directamente los efectos del sujeto aprehendido.
- Para tal efecto, puede examinar las vestimentas (por persona del mismo sexo), equipaje o vehículo.
- El funcionario aprehensor entregará los objetos al jefe de su unidad, el cual dará cuenta al fiscal.
Luego de que éste los entregue al personal experto, se dará inicio a la cadena de custodia.

C. DESTINO DE LAS ESPECIES LUEGO DE SU RECOGIDA: CADENA DE CUSTODIA


- Se debe dejar constancia ininterrumpida de todos quienes han accedido a los objetos y
muestras recogidas, principalmente de los que han asumido la responsabilidad de la
custodia.
- Los efectos se encontrarán en un depósito permanente, que se encontrará por RG en las
dependencias de la fiscalía local. Sólo pueden acceder a él, el fiscal, el personal experto, los
colaboradores del fiscal, personal experto. Los intervinientes igualmente requieren autorización de
fiscal a fin de acceder para realizar alguna pericia. Sólo podrán acceder a los efectos cuando se
encuentren en el depósito permanente.

4. Identificar los testigos y consignar las declaraciones que éstos prestaren voluntariamente,
tratándose de los casos aludidos en los puntos 2. y 3. precedentes (detención flagrante y resguardo
del sitio del suceso)
- Se busca identificar a los testigos presentes.
- Serán aplicables las normas relativas al control de identidad del art. 85.
- Se deberán registrar todos los datos del testigo que sean útiles para su citación o contacto por otro
medio.
- Se debe informar al testigo:
i.Deber de comparecer ante el fiscal que investigue
ii.Importancia de su colaboración para el esclarecimiento de los hechos
iii.Derechos del testigo
- Se le hará saber que puede prestar desde ya la declaración en forma voluntaria ante la policía. Sí así
lo desea se le tomará declaración en la unidad policial o en el lugar que el testigo sugiera.
- En lo posible, los testigos menores de 18 años y las que sean mujeres, prestarán declaraciones ante
funcionaria mujer.

5. Recibir denuncias del público.


- Todo funcionario policial recibirá las denuncias que cualquier persona le formule, entregue o envíe,
cualquiera sea el lugar y el medio empleado, y en caso de no ser su cometido institucional el registro de
dicha denuncia, velará porque dicho registro se realice.
- Para registrar la denuncia, los funcionarios policiales emplearán los modelos de “parte tipo”
elaborados por la Fiscalía Nacional.
- Recibida una denuncia, se dará cuenta inmediatamente a la fiscalía correspondiente, por el medio más
expedito.
- En ciertos casos el registro debe enviarse en forma sellada al Ministerio Público.

6. Realizar el control de identidad


- Los funcionarios policiales señalados en el art. 83 (Carabineros de Chile y Policía de Investigaciones),
sin orden previa de los fiscales, deben solicitar la identificación de cualquier persona en casos
fundados, tales como la existencia de un indicio de que ella hubiere cometido o intentado cometer un
23
crimen, simple delito o falta, de que se dispusiere a cometerlo, o de que pudiere suministrar
informaciones útiles para la indagación de un crimen, simple delito o falta.
- La identificación se realiza en el lugar en que se encontrare la persona, por medio de documentos de
identificación expedidos por la autoridad pública, tales como la cédula de identidad, licencia de conducir
o pasaporte. El funcionario de la policía debe dar facilidades para que la persona encuentre y exhiba los
documentos.
- Durante el citado procedimiento es posible que la policía registre las vestimentas, equipaje o vehículo
de la persona cuya identidad se controla.
- En caso que la persona se niegue a acreditar la identidad, o cuando no le fuera posible hacerlo, la
policía la conducirá a la unidad policial más cercana para fines de identificarla. En dicha unidad, se le
darán las facilidades para procurar la identificación satisfactoria, por otros medios distintos de los
mencionados, dejándola en libertad para el caso de obtenerse el resultado.
- En caso de no ser posible acreditar su identidad, se tomarán huellas digitales2, las cuales sólo
pueden usarse para fines de identificación y, cumplido el propósito, son destruidas.
- El procedimiento anterior, no puede extenderse más de 6 horas, luego de las cuales se debe poner
en libertad a la persona sujeta al mismo, salvo en caso que existan indicios de que ha ocultado su
identidad o ha otorgado una falsa. En tal caso, así como también en los casos en que la persona se
niega a acreditar su identidad, se procede a su detención, como autora de la falta del No.5 del Art.
498 CP. El agente de policía debe informar inmediatamente al fiscal, quien puede dejar la detención sin
efecto u ordenar que el sujeto detenido sea conducido ante el juez en un plazo máximo de 24 horas,
contado desde la práctica de la detención. Si el fiscal nada manifiesta, la policía debe presentar al
detenido ante el juez en el plazo indicado.
- Los procedimientos para obtener la identidad, señalados anteriormente deben hacerse en la forma más
expedita posible.
- De esta forma, podemos decir que el control de identidad, permite que funcionarios policiales
(Carabineros e Investigaciones) estén facultados para solicitar la identificación de cualquier persona, sin
la necesidad de una orden previa del Ministerio Público, siempre que se cumplan los siguientes
requisitos:
i.Que se trate de casos fundados: la ley da algunos ejemplos:
a. Indicio que la persona a quien se requiere el la identificación hubiere cometido o intentado
cometer un crimen, simple delito o falta, o que se dispusiere a cometerlo. Es necesario que el
indicio se revele de la conducta del sujeto.
b.Que el controlado pueda suministrar informaciones útiles para indagación de un hecho delictivo.
ii.Que la identificación se efectúe en el lugar en que la persona se encontrare
iii.Formas determinadas de acreditar la identidad. Existencia de distintos tipos: antes de concurrir a
la unidad policial (instrumentos emanados de autoridad pública); en la unidad policial.
iv.Duración del procedimiento: no exceder las 6 horas
- El funcionario que lo conduzca a la unidad policial, debe informar al sujeto que tiene el derecho de
comunicarse con su familia, acerca de su permanencia en el cuartel policial.
- El “retenido” no puede ser ingresado a celdas o calabozos, ni mantenido en contacto con
personas detenidas.

7. Examinar vestimentas, equipaje o vehículos, en ciertos casos.


- Se aplica al detenido y se refiere a sus vestimentas, al equipaje que porta o al vehículo que conduce,
cuando existan indicios que permitan estimar que oculta en ellos objetos importantes para la
investigación.
- En el caso de examinar vestimentas, se comisiona a personas del mismo sexo del imputado.
- La autorización que la ley concede para este tipo de registro se ha extendido a:
1. Procedimiento de control de identidad.
2. Hipótesis de la persona que ha de ser citada en caso de flagrancia.

8. Proceder al levantamiento del cadáver, en ciertos casos


Se regula en el Art. 90. El jefe de la unidad policial correspondiente, sea en forma personal o por intermedio
de un funcionario de su dependencia, puede, además de llevar a efecto lo dispuesto en el art. 181 (describir y
registrar el sitio del suceso), dar la orden de levantamiento del cadáver en los casos de muerte en la vía

2
Se ha cuestionado la constitucionalidad de esta medida, en virtud del principio de la no autoincriminación. No existe
consentimiento del “imputado” ni tampoco autorización judicial previa.
24
pública, sin perjuicio de las facultades que correspondan a los órganos encargados de la persecución
penal. El Ministerio Público ha dictado instrucciones generales sobre esta materia:
- Se instruye para que el jefe policial haga efectiva esta atribución sólo en los casos de muerte en la vía
pública, causada por vehículo, es decir, por accidente del tránsito.
- En los casos en que la muerte se produzca por otras causas, deberá procederse conforme a las reglas
generales.
- Para el caso en que existan en un mismo lugar unidades policiales de Carabineros e Investigaciones, el
Ministerio Público instruye que se recurra primero a Carabineros.

9. Entrada y Registro en el caso del art. 206 NCPP


El citado artículo permite la entrada de las policías a un lugar cerrado y registrarlo, sin el consentimiento
expreso del propietario o encargado, ni autorización judicial previa, cuando existan llamadas de auxilio de
personas que se encuentran en su interior u otros signos evidentes que indiquen que en el recinto se está
cometiendo un delito.
Para el delito de abigeato igualmente es posible que las policías ingresen a los predios, cuando existan
indicios o sospechas de que se está perpetrando dicho delito, cuando la demora de la autorización del
propietario o del juez, facilitara la concreción del delito o la impunidad de sus hechores.

10. Efectuar las demás actuaciones que dispusieren otros cuerpos legales.

C. PROHIBICIÓN DE INFORMAR
Sobre los funcionarios policiales, pesa la prohibición de informar a los medios de comunicación social
acerca de la identidad de personas vinculadas, o que pudieren estarlo, a la investigación del hecho punible.

D. INSTRUCCIONES GENERALES
El art. 887 permite que se impartan instrucciones generales relativas a la realización de diligencias inmediatas
para la investigación de determinados delitos.

2.3. EL IMPUTADO
A. CALIDAD DE IMPUTADO Y DERECHOS

El NCPP otorga una serie de derechos al imputado. Ya en el art. 7 se señala que las facultades, derechos y
garantías que la CPR, el NCPP y otras leyes reconocen al imputado, podrán hacerse valer por la persona a quien
se atribuyere participación en un hecho punible desde la primera actuación del procedimiento dirigido en
su contra y hasta la completa ejecución de la sentencia. A reglón seguido se expresa que se entenderá por
primera actuación del procedimiento, cualquiera diligencia o gestión, sea de investigación, de carácter cautelar o
de otra especie, que se realizare por o ante un tribunal en lo criminal, el Ministerio Público o la policía, en la que se
atribuyere a una persona responsabilidad en un hecho punible y en la que se señale a una persona como partícipe
en aquél.
El art. 8 señala que el imputado tendrá derecho a ser defendido por un letrado desde la primera actuación del
procedimiento dirigido en su contra. En la misma disposición, se señala que el imputado tendrá derecho de
formular los planteamientos y alegaciones que considere oportunos, así como intervenir en todas las actuaciones
judiciales y en las demás actuaciones del procedimiento, salvas las excepciones legales.

El art. 104 señala que el defensor puede ejercer todos los derechos y facultades que la ley reconoce al imputado,
salvo que expresamente reserve su ejercicio al imputado en forma personal.

Asimismo, no se puede pasar por alto la garantía de la presunción de inocencia con la que cuenta el imputado,
la cual se desenvuelve en distintos sentidos: medidas cautelares, derechos del imputado, declaraciones del
imputado, entre otras.

El art. 93 consagra los derechos y garantías del imputado, señalando que Todo imputado podrá hacer valer,
hasta la terminación del proceso, los derechos y garantías que le confieren las leyes. A continuación, señala una
serie de ejemplos, sin que en ningún caso, se pueda estimar como una lista taxativa:
En especial, tendrá derecho a:
a) Que se le informe de manera específica y clara acerca de los hechos que se le imputaren y los derechos que
le otorgan la Constitución y las leyes; (Derecho a la intimación)
b) Ser asistido por un abogado desde los actos iniciales de la investigación;
25
c) Solicitar de los fiscales diligencias reinvestigación destinadas a desvirtuar imputaciones que se le
formulares;
d) Solicitar directamente al juez que cite a una audiencia, a la cual podrá concurrir con su abogado o sin él, con
el fin de prestar declaración sobre los hechos materia de la investigación;
e) Solicitar que se archive la investigación y conocer su contenido, salvo en los casos en que alguna parte de
ella hubiere sido declarada secreta y sólo por el tiempo que esa declaración se prolongare;
f) Solicitar el sobreseimiento definitivo de la causa y recurrir contra la resolución que lo rechazare;
g) Guardar silencio o, en caso de consentir en prestar declaración, a no hacerlo bajo juramento;
h) No ser sometido a tortura ni a otros tratos crueles, inhumanos o degradantes; e
i) No ser juzgado en ausencia, sin perjuicio de las responsabilidades que para él derivaren de la situación de
rebeldía.

Las letras a) y e) del art. 93 deben ser concordadas con lo que dispone el art. 182 en relación al secreto de las
actuaciones de investigación. Este artículo dispone principalmente:
A. Que las actuaciones de investigación que realice el Ministerio Público y la policía son secretas para los
terceros ajenos al procedimiento.
B. El imputado y los demás intervinientes podrán examinar y obtener copias de los registros y documentos de
la investigación fiscal y podrán examinar los de la investigación policial.
C. El Fiscal puede disponer que determinadas actuaciones, registros o documentos sean mantenidas en
secreto respecto del imputado o de los demás intervinientes, cuando lo considere necesario para la eficacia
de la investigación. En dicho caso, debe identificar las piezas o actuaciones respectivas, de modo que
no se vulnere la reserva y fijar un plazo no superior a 40 días para la mantención del secreto.
D. Tanto el imputado como otro interviniente podrá solicitar al juez de garantía que ponga término al secreto o
que lo limite en cuanto a las piezas o actuaciones, a la duración o a las personas afectadas.
E. PROHIBICIÓN DE DECRETAR SECRETO:
a. Declaración del imputado
b. Otra actuación en que hubiere intervenido el imputado o tenido derecho a intervenir
c. Actuaciones en las que participare el tribunal
d. Informes evacuados por peritos, respecto del propio imputado o de su defensor.
F. Los funcionarios que han participado en la investigación y las demás personas que, por cualquier razón,
llegan a conocer de las actuaciones de la investigación, estarán obligados a guardar secreto respecto de
ellas.

Existen leyes especiales en que se establece un secreto más extremo: Ley 20.000 sobre drogas: La
investigación será secreta cuando el Ministerio Público así lo dispone, por un plazo máximo de 120 días,
renovables sucesivamente con autorización del juez de garantía por plazos de 60 días.

B. DECLARACIONES DEL IMPUTADO. DISTINCIÓN Y REGULACIÓN. CARÁCTER DE MEDIO DE DEFENSA.


PROHIBICIONES.

El art. 93, en su letra g) establece que la declaración del imputado no puede recibirse bajo juramento. La
declaración es un derecho del imputado y un medio para su defensa.

La declaración puede prestarse frente a la policía, al Fiscal, al Juez de Garantía o ante el TJOP, dependiendo
del estado del procedimiento.

B.1. Declaraciones del imputado ante la policía: art. 91


1. La policía sólo puede interrogar autónomamente (sin autorización del Fiscal) al imputado en
presencia de su defensor.
2. Sin la presencia del abogado, las preguntas se deben limitar a constatar la identidad del sujeto.
3. Si, en ausencia del defensor, el imputado manifiesta el deseo de declarar, la policía tomará las medidas
necesarias para que declare inmediatamente ante el fiscal.
4. Si no fuere posible que declare ante el fiscal, la policía puede consignar las declaraciones que se allane a
prestar, bajo la responsabilidad y con la autorización del fiscal.
5. El defensor se puede incorporar a la diligencia en cualquier momento.
El Ministerio Público en sus instructivos ha señalado que la policía en todo caso debe informar al imputado que
tiene derecho a no declarar ante la policía y, en todo caso, a no declarar bajo juramento.

B.2. Declaración del imputado ante el Ministerio Público. 193, 194, 195, 196
26
1. El imputado no está obligado a declarar ante el fiscal, sin perjuicio de la obligación de comparecer
ante él
2. Si el imputado se encuentra privado de libertad, el fiscal debe solicitar autorización al juez para que sea
conducido a su presencia. En el caso que la privación de libertad se deba a la existencia de prisión
preventiva, la autorización que dé el juez de garantía, salvo que se disponga otra cosa, servirá para que el
fiscal ordene la comparecencia del imputado a su presencia, cuantas veces fuere necesario para los fines
de la investigación, mientras se mantenga la medida señalada.
3. Declaración voluntaria del imputado: cuando el imputado se allana a prestar declaración ante el Fiscal y
se trata de su 1ª declaración, antes de comenzar el fiscal le comunica detalladamente el hecho que se le
atribuye, importando mucho las circunstancias trascendentales para la calificación jurídica, las normas
legales aplicables y los antecedentes que la investigación arroje en su contra.
4. El imputado no puede negarse a proporcionar al Ministerio Público su completa identidad, debiendo
responder las preguntas que se le dirigen a este respecto.
5. Se debe dejar constancia de la negativa del imputado a responder una o más preguntas.
6. Queda absolutamente prohibido todo método de investigación o de interrogación que menoscabe o
coarte la libertad del imputado para declarar. Sólo se admite la promesa de una ventaja que estuviera
expresamente consagrada en la ley penal o procesal penal.
7. Se prohíbe el uso de fármacos, hipnosis, cualquier método que afecte la memora, violencia, entre otros,
incluso cuando el imputado consintiere en el uso de dichos métodos.
8. Cuando se extendiera el examen por mucho tiempo o se dirigieren tantas preguntas que provoquen el
agotamiento del imputado, se le concede un tiempo para su recuperación y descanso.

B.3. Declaración “judicial” del imputado


El imputado, en todo momento del procedimiento, tiene derecho a prestar declaración, como un medio de
defensa ante la imputación que se le dirige. El NCPP denomina “Declaración Judicial” a la que se presta ante el
Juez de garantía.

Se controvierte el hecho de que una declaración prestada por el imputado antes del juicio oral, pueda llegar
“indirectamente a éste”, por medio de la prueba testimonial de otros que oyeron o presenciaron la declaración del
imputado. Nuestro Código Procesal Penal no regula la materia, pero existe un fallo de la Corte Suprema de 2004
en que se aceptó la testimonial de sujetos que presenciaron la declaración de un imputado.

El art. 98 establece la Declaración del imputado como medio de defensa.


1. Durante todo el procedimiento el imputado tendrá el derecho de prestar declaración, como un medio de
defenderse de la imputación que se le dirigiere.
2. La declaración judicial del imputado se prestará en audiencia a la cual pueden concurrir los intervinientes en
el procedimiento, quienes deberán ser citados al efecto.
3. La declaración del imputado no podrá recibirse bajo juramento.
4. El juez puede exhortarlo a que diga la verdad y a que responda con claridad y precisión las preguntas
formuladas.
5. Si con ocasión de la declaración judicial, el imputado o su defensor solicitan la práctica de diligencias de
investigación, el juez podrá recomendar al Ministerio Público la realización de ellas, cuando lo considere
necesario para el ejercicio de la defensa y el respeto del principio de la objetividad.
6. Si el imputado fuere sordo o mudo, se comunica por medio de intérpretes.

B.3.1. Declaración del acusado ante el TJOP


Siempre se debe tener en cuenta que la declaración es un derecho exclusivo e inalienable del acusado como
medio de defensa.
a. El acusado tiene la facultad de prestar declaración durante el juicio, manifestando libremente lo que crea
conveniente respecto de las acusaciones en su contra.
b. Puede ser interrogado por el fiscal, el querellan y el defensor.
c. En cualquier estado del juicio, puede solicitar ser oído con el fin de aclarar o complementar sus dichos.
d. El acusado puede, en todo momento, comunicarse libremente con su defensor, sin perturbar el orden de la
audiencia, salvo mientras presta declaración.
e. Se prohíben las preguntas capciosas, sugestivas, inductivas o engañosas.
f. El acusado tendrá “la última palabra” en el juicio oral, antes de que se clausure el debate
27
B.4. Declaración del coimputado
La opción de que un coimputado preste declaración en un procedimiento contra su “socio en el crimen”, en
especial si es incriminatoria, genera debate en el derecho comparado. En ciertos casos, se le otorga valor,
siempre que existan otras pruebas que, aunque sea mínimamente, corroboren la versión del coimputado.
En España se acepta que declare como testigo. En Alemania no.

C. IMPUTADO PRIVADO DE LIBERTAD


Además de los derechos “comunes a todo imputado”, señalados en el art. 93, el art. 94 señala determinadas
garantías y derechos del imputado privado de libertad:
a) A que se le exprese específica y claramente el motivo de su privación de libertad y, salvo el caso de delito
flagrante, a que se le exhiba la orden que la dispusiere;
b) A que el funcionario a cargo del procedimiento de detención o de aprehensión le informe de los derechos
a que se refiere el inciso segundo del art. 135
c) A ser conducido sin demora ante el tribunal que hubiera ordenado su detención;
d) A solicitar del tribunal que le conceda la libertad;
e) A que el encargado de la guardia del recinto policial al cual fuere conducido informe, en su presencia, al
familiar o a la persona que le indicare, que ha sido detenido o preso, el motivo de la detención o prisión y
el lugar donde se encontrare;
f) A entrevistarse privadamente con su abogado de acuerdo al régimen de establecimiento de detención, el
que sólo contemplará las restricciones necesarias para el mantenimiento del orden y la seguridad del
recinto;
g) A tener, a sus expensas, las comodidades y ocupaciones compatibles con la seguridad del recinto en que
se encontrare; y
h) A recibir visitas y comunicarse por escrito o por cualquier otro medio, salvo lo dispuesto en el art. 151.
Restricción o prohibición de las comunicaciones que solicita el fiscal y autoriza el tribunal, respecto de un
detenido preso. No se puede extender más de 10 días, ni tampoco limitar el derecho a ser entrevistado
por su abogado, ni limitar la atención médica. Asimismo se prohíbe que sea encerrado en celdas de
castigo.

C.1. Derechos del abogado. Art. 96


a. Todo abogado tiene derecho de requerir del funcionario encargado de cualquier lugar de detención o
prisión, la confirmación de encontrarse privada de libertad una persona determinada en ese o en otro
establecimiento del mismo servicio que se ubique en la comuna.
b. En caso afirmativo, y con el acuerdo del afectado, el abogado tendrá derecho a conferenciar privadamente
con él y, con su consentimiento, a recabar del encargado del establecimiento la información del motivo de
su privación de libertad y, en su caso, salvo delito flagrante, obtener la exhibición de la orden respectiva.
c. Si fuere requerido, el funcionario a cargo del establecimiento debe extender una constancia de no
encontrarse la persona en dicho establecimiento.

C.2. Obligación de cumplimiento e información. Art. 97


El tribunal, los fiscales y los funcionarios policiales, deben dejar constancia en los registros conforme al avance
del procedimiento, de haber cumplido las normas legales que establecen los derechos y garantías del imputado.

D. IMPUTADO REBELDE
1. Causales de rebeldía. 99: El imputado será declarado rebelde:
a. Cuando, decretada judicialmente su detención o prisión preventiva, no fuere habido; o
b.Cuando, habiéndose formalizado la investigación en contra del que estuviere en país extranjero, no fuere
posible obtener su extradición
2. Declaración de rebeldía. 100: La declaración de rebeldía del imputado será pronunciada por el tribunal
ante el que debiere comparecer.
3. Efectos de la rebeldía. 101.
a. Las resoluciones que se dicten en el procedimiento, se tendrán por notificadas personalmente al rebelde en
la misma fecha en que se pronunciaren.
b.La investigación no se suspende por la rebeldía. El procedimiento continúa hasta la celebración de la
Audiencia de Preparación del Juicio Oral (en ella se puede sobreseer definitiva o temporalmente, según el
mérito de lo obrado);
c. Si se declara durante la etapa del juicio oral, el procedimiento se sobresee temporalmente, hasta que el
imputado compareciere o fuere habido.
d.El sobreseimiento afecta sólo al rebelde y el procedimiento continúa respecto de los presentes.
28
e. El imputado habido, pagará las costas causadas con su rebeldía, salvo que justifique debidamente su
ausencia.

E. AMPARO ANTE EL JUEZ DE GARANTÍA. ART. 95

A. Toda persona privada de libertad tendrá derecho a ser conducida sin demora ante un juez de garantía, con
el objeto de que examine la legalidad de su privación de libertad y, en todo caso, para que examine las
condiciones en que se encontrare, constituyéndose, si fuere necesario, en el lugar en que ella estuviere. El
juez podrá ordenar la libertad del afectado o adoptar las medidas que fueren procedentes.
B. El abogado de la persona privada de libertad, sus parientes o cualquier persona en su nombre podrán
siempre ocurrir ante el juez que conociere del caso o aquél del lugar donde aquélla se encontrare, para
solicitar que ordene que sea conducida a su presencia y se ejerzan las facultades establecidas en el inciso
anterior.
C. Con todo, si la privación de libertad hubiere sido ordenada por resolución judicial, su legalidad sólo podrá
impugnarse por los medios procesales que correspondan ante el tribunal que la hubiere dictado (recursos),
sin perjuicio de lo establecido en el artículo 21 de la CPR (Amparo constitucional).
- La consagración de este amparo no implica que la acción de amparo constitucional del art. 21 de la Carta
Fundamental desaparezca.
- La privación que se impugna con la acción del art. 95 no puede tener origen en una resolución judicial.
- De la historia del precepto, se desprende que la acción del 95 no se estableció para impugnar resoluciones
judiciales, encontrándonos hoy en día frente a un proceso contradictorio que abre las puertas en sus fases a
diversas formas de defensa.

E.1. Competencia
El amparo del art. 95 es conocido en única instancia por el Juez de Garantía.
Sin embargo, el Ministerio Público ha señalado que es posible apelar lo fallado por el Juez de Garantía, cuando
conjuntamente y conforme a las reglas generales el juez de garantía ponga término al juicio, haga imposible su
continuación o lo suspenda por más de 30 días. Ej. El juez de garantía sobresee temporalmente la causa y deja
sin efecto la detención.
E.2. Paralelo entre la Acción constitucional de Amparo y el Amparo ante el juez de garantía

Amparo Constitucional (Art. 21 CPR) Amparo ante el juez de garantía (Art. 95


NCPP)
1. Carácter preventivo y correctivo Sólo correctivo
2. Preserva la libertad ambulatoria y la Preserva la libertad ambulatoria y las normas
seguridad individual que regulan la privación de libertad
3. Cualquiera sea el origen de la privación, No procede respecto de privaciones que
perturbación o amenaza a la libertad personal tengan origen jurisdiccional
o seguridad individual.
4. Se tramita conforme al art. 21 CPR y al AA Se tramita exclusivamente de acuerdo al
de la Corte Suprema de 1932 NCPP
Se falla en 1ª instancia por la Corte de Se falla en única instancia por el juez de
Apelaciones respectiva, y en 2ª por la Corte garantía, sin perjuicio de la prevención que ha
Suprema. realizado el Ministerio Público.

2.4. LA DEFENSA
A. PRINCIPIOS Y CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES

Bases del Derecho de defensa en el NSPP:


1. El imputado tiene derecho a intervenir en el procedimiento desde que se inicia la persecución penal.
2. El imputado tiene derecho a conocer el contenido de la imputación
3. El imputado tiene derecho a contradecir las alegaciones de la acusación
4. El imputado tiene derecho a formular sus alegaciones
5. El imputado tiene derecho a presentar sus pruebas
i.Derecho a que exista un juicio en el cual se reciba la prueba: juicio oral.
ii.Derecho a proponer válidamente todos los medios de prueba de que dispongan
iii.Derecho a que la prueba válidamente propuesta sea admitida
29
iv.Derecho a que la prueba admitida sea practicada y que todas las partes puedan intervenir en su práctica
v.Derecho a que la prueba practicada sea valorada por el tribunal
6. El imputado tiene la opción de la autodefensa
7. El imputado tiene derecho al defensor técnico
i.Derecho al defensor de confianza
ii.Derecho al defensor penal público
iii.Derecho al defensor penal gratuito.

B. INTERVENCIÓN DEL DEFENSOR. AUTODEFENSA. AUSENCIA DEL DEFENSOR. RENUNCIA O


ABANDONO DE LA DEFENSA. DEFENSA DE VARIOS IMPUTADOS EN UN MISMO PROCESO.
1. El imputado tiene derecho, desde la primera actuación del procedimiento y hasta la completa ejecución de
la sentencia que se dicte, a designar libremente uno o más defensores de su confianza.
2. Si no lo tiene, el Ministerio Público solicita que se nombre un defensor penal público, o bien el juez procede
a hacerlo, en los términos que señale la ley.
3. La designación del defensor, en todo caso deberá tener lugar antes de la realización de la primera audiencia
a que fuera citado el imputado.
4. Autodefensa: si el imputado prefiere defenderse personalmente, el tribunal lo autoriza sólo cuando ello no
perjudicare la eficacia de la defensa. En caso contrario, le designará defensor letrado, sin perjuicio del
derecho del imputado para formular alegaciones y planteamientos por sí mismo.
5. Ausencia del defensor: la ausencia del defensor en cualquiera actuación que la ley requiere de su
participación, acarrea la nulidad de dicha actuación, salvo en el caso del art. 286: la no comparecencia del
defensor a la audiencia de juicio oral importa abandono de la defensa, obligándose al tribunal a designar un
defensor penal público.
6. Derechos y facultades del defensor: el defensor puede elegir todos los derechos y facultades que la ley le
reconoce al imputado, salvo que su ejercicio se reserve a éste en forma personal.
7. Renuncia o abandono de la defensa: la renuncia formal del defensor no lo libera de su deber de realizar
todos los actos inmediatos y urgentes que fueren necesarios para impedir la indefensión del imputado. En
caso de renuncia del defensor o en cualquier situación de abandono de hecho de la defensa, el tribunal
debe designar de oficio a un defensor penal público que la asuma, salvo que el imputado se procure
antes de un defensor de su confianza. La designación de un defensor penal público no afecta el derecho del
imputado a designar luego uno de su confianza, pero la sustitución no produce efectos hasta que el
defensor designado acepte el mandato y fije domicilio.
8. Defensa de varios imputados en un mismo proceso: es posible, siempre que las posiciones que cada
uno de ellos sustente no sean incompatibles entre sí. Si el tribunal observa dicha incompatibilidad, lo hace
saber a los imputados, y les señala plazo para que designen defensor, luego del cual y sin actividad de
nombramiento, procederá él mismo a la designación.
9. Imputado privado de libertad: cualquier persona puede proponer un defensor determinado o solicitar que
se le nombre uno. El juez dispondrá la comparecencia del imputad a su presencia, con el objeto de que
acepte la designación del defensor.

C. DEFENSA PENAL PÚBLICA


C.1. Situación Anterior
Con el privilegio de pobreza, ya sea legal o judicial, se obtenían 2 grandes beneficios:
a. Defensa y representación gratuita
b. Prohibición de imponerse condena en costas, salvo excepciones.

La Defensa, se encargaba principalmente a:


A. Corporaciones de Asistencia Judicial
B. Clínicas Jurídicas
C. Instituciones de caridad
D. Abogados de turno
A- y D- eran las principales fuentes de defensa en el ASPP, para quienes se encontraban sin abogados.
Se conocen las múltiples críticas que existen en contra de este sistema.

C.2. El Nuevo Sistema. Defensoría Penal Pública


Defensoría Penal Pública: organización de personas y medios destinada a otorgar asistencia letrada al
sujeto pasivo del proceso penal que carezca de ésta, sea por razones económicas (caso en el cual es
obligación del Estado proporcionársela al interesado gratuitamente), sea por cualquier otra razón (caso en el
cual la autoridad está autorizada para repetir y cobrar el valor de los servicios prestados).
De esta forma, en el NSPP es posible distinguir:
30
a) Defensa Penal Pública
b) Defensa Penal Gratuita

C.2.1. Esquema de la organización de la Defensoría Penal Pública. Prestadores de ella.


La Defensa Penal Pública está entregada a 2 sub sistemas:
a- Subsistema público: abogados pertenecientes a un órgano estatal (Defensoría Penal Pública)
b-Subsistema privado: letrados que ejercen libremente la profesión, en instituciones privadas, sea cual sea
su forma jurídica. Se encuentra controlado por el sub sistema público.

A. RESUMEN DE LAS IDEAS MATRICES O FUNDAMENTALES DE LA LEY 19.718


1. Defensa a través del letrado, de los imputados o acusados por crimen, simple delito o falta, de competencia
de un juez de garantía, de un TJOP, o de las Cortes en su caso, que no cuenten con un abogado de
confianza designado por ellas mismas.
2. Asegurar que todo imputado o acusado tenga la asistencia del letrado, ante el Ministerio Público y ante
los tribunales.
3. Crea un servicio público que administra el sistema.
4. Permite la participación, en la prestación de servicios, de abogados funcionarios del servicio, en las
primeras diligencias del procedimiento y excepcionalmente en las posteriores.
5. Regula la participación de letrados particulares, seleccionados por medio de licitaciones.
6. Autoriza, excepcionalmente a que se suscriban contratos directos, si las licitaciones fueren declaradas
desiertas o el número de postulantes fuera inferior al requerido.

B. RELACIÓN DESCRIPTIVA DEL CONTENIDO DE LA LEY 19.718


1. Se crea un servicio público, descentralizado funcionalmente y desconcentrado territorialmente, con
personalidad jurídica y patrimonio propios, sometido a la supervigilancia del Presidente de la República a
través del Ministerio de Justicia.
2. Finalidad: proporcional defensa penal a los imputados o acusados ante los jueces de garantía, TJOP,
Cortes, cuando carezcan de abogados.
3. El Servicio tiene su domicilio y sede en Santiago.
4. La Defensoría Penal Pública se organiza en:
a. Defensoría Nacional
b.Defensorías Regionales: a su vez se organizan en:
i.Defensorías Locales
ii.Abogados y personas jurídicas con quienes se conviene la prestación del servicio
c. Consejo de Licitaciones de la Defensa Penal Pública
d.Comités de Adjudicación Regionales
5. Defensor Nacional
a. Jefe Superior del Servicio
b.Requisitos:
i.Ciudadano con derecho a sufragio
ii.Tener título de abogado hace 10 años al menos
iii.No encontrarse sujeto a incapacidades e incompatibilidades para ingresar a la administración pública
(sus funciones son incompatibles con otras funciones remuneradas, salvo actividades docentes: 12
horas semanales).
c. Algunas de sus funciones:
i.Dirigir, organizar y administrar la Defensoría, controlarla y velar por el cumplimiento de sus objetivos.
ii.Fijar criterios de actuación, sin poder inmiscuirse en cuestiones particulares.
iii.Atribuciones de distribución de recursos
iv.Nombramiento de Defensores Regionales
v.Representación judicial y extrajudicial de la defensoría
vi.Llevar estadísticas y presentar memoria
d.Es subrogado por el Defensor Regional que él determine por resolución. Sin designación, será subrogado
por el más antiguo

6. Consejo de Licitaciones de la Defensa Penal Pública:


a. Función: cumplir lo relacionado con el sistema de licitaciones de la defensa penal pública.
b.Se integra por 5 miembros (Ministro de Justicia, Ministro de Hacienda, Ministro de Planificación, 2
académicos del Derecho penal o procesal: 1 designado por el consejo de rectores y el otro por el
Colegio de Abogados)
c. Sesiona 2 veces al año, sin perjuicio de las sesiones extraordinarias.
31
7. Defensorías Regionales
a. Ejercen las funciones y atribuciones de la Defensoría Penal Pública en la región o parte de la región
respectiva.
b.Existe 1 por Región, con excepción de la RM en que existen 2.
c. Se encuentran a cargo del Defensor Regional:
i.Nombramiento: Por el Defensor Nacional, previo concurso
ii.Duran 5 años
iii.Requisitos:
1. Ciudadano con derecho a sufragio
2. Tener al menos 5 años el título de abogado
3. No encontrase sujeto a incapacidades e incompatibilidades para ingresar a la administración
pública.
iv.Algunas de sus Funciones:
1. Dictar conforme a las normas generales del Defensor Nacional, instrucciones necesarias para la
organización y funcionamiento de la Defensoría Regional. No puede dar instrucciones
específicas o para casos particulares.
2. Velar por el eficaz desempeño del personal y por la adecuada administración del presupuesto.
3. Proponer al Defensor Nacional la ubicación de las Defensorías Locales
4. Recibir postulaciones de los interesados en los procesos de licitación, poniendo los antecedentes a
disposición del Consejo.
5. Es subrogado por el Defensor Local que él determine por resolución. Sin designación, será
subrogado por el más antiguo.

8. Defensorías Locales
a. Son unidades operativas en que se desempeñarán los defensores locales de la Región. Si cuenta con 2
o más defensores locales, se designa un jefe.
b.Requisitos para ser defensor local:
i.Ciudadano con derecho a sufragio
ii.Tener título de abogado
iii.No encontrase sujeto a incapacidades e incompatibilidades para ingresar a la administración pública.
c. La ubicación de las Defensorías Locales, la determina el Defensor Nacional a propuesta del Defensor
Regional.
d.Puede haber hasta 80 Defensorías Locales en el país.
e. Asumirán la defensa
i.De los imputados que carezcan de abogado en la 1ª actuación del procedimiento dirigido en su contra
y, en todo caso, con anterioridad a la realización de la 1ª audiencia judicial a que fuere citado.
ii.Cuando falte abogado defensor, por cualquier causa, en cualquier etapa del procedimiento.
f. Mantienen la defensa hasta que el imputado designe defensor o hasta que fuera autorizado por el
tribunal a defenderse personalmente.

9. Normas de personal.
a. Se sujetan al Estatuto Administrativo.
b.Se prohíbe a los Defensores Nacional y Regionales, ejercer la abogacía, salvo en casos propios o de su
cónyuge.
c. Los Defensores Locales, pueden ejercerla en materias civiles en todo caos, y en materias penales en
casos propios o de su cónyuge.

10. Patrimonio de la Defensoría Penal Pública


a. Aporte del estado
b.Aportes nacionales e internacionales
c. Frutos
d.Donaciones no sujetas a impuestos e insinuación

11. Beneficiarios y prestadores de la defensa penal pública


a. Son beneficiarios de la defensa penal pública todos los imputados o acusados que carezcan de
abogado y requieran de un defensor.
b.La defensa penal pública siempre es gratuita.
c. Excepcionalmente se puede cobrar, total o parcialmente, a los que tengan recursos para financiarla
privadamente. Siempre que se haya de cobrar, se deberá informar del arancel antes de empezar a
prestar el servicio.
32
d.La resolución del Defensor Regional, que fije el monto adeudado, tendrá el carácter de título
ejecutivo.
e. Prestadores: se sujetan a las responsabilidades propias del ejercicio de la profesión, y a las que señala
la ley de la Defensoría Penal Pública. Se les impone el deber de transparencia.
f. El Defensor Penal Público no puede excusarse de asumir la representación del imputado o
acusado, una vez designado.
g.Licitaciones: selección de personas jurídicas o abogados particulares que prestarán defensa penal
pública. Se fijan bases acerca de las diversas condiciones. Se publica por 3 veces.
h.Pueden participar en la licitación:
i.Personas naturales que cuenten con el título de abogado y cumplan con los demás requisitos para el
ejercicio profesional;
ii.Personas jurídicas, públicas o privadas, con o sin fines de lucro, que cuenten con profesionales que
cumplan los requisitos para el ejercicio profesional de abogado.
i. Resolverá la licitación el Comité de Adjudicación Regional, según criterios objetivos que señala la
misma ley: costos, permanencia, experiencia y calificación, etc.
j. Licitación desierta:
i.No se presenta postulante alguno
ii.Se presenta uno o más postulantes, pero ninguno cumple con las bases de licitación
iii.Se presentan uno o más postulantes, sin que ninguna propuesta resulte satisfactoria.
k. En caso de declararse desierta, los defensores locales deberán asumir la defensa del porcentaje no
asignado. Se debe llamar a nueva licitación en un plazo no superior a 6 meses. En el ínter tanto es
posible que el Defensor Nacional celebre convenios directos.
l. Se le exige al abogado que defenderá una caución para asegurar la adecuada prestación de los
servicios licitados.

12. Designación de los defensores:


a. La Defensoría Regional elabora nómina, de los abogados disponibles, la cual se remite a las
defensorías locales, juzgados de garantía y TJOP y Corte de Apelaciones.
b.El imputado o acusado elige de la nómina al abogado que, estando disponible, asumirá su defensa.
c. El imputado o acusado tiene derecho a solicitar en cualquier momento, con fundamento plausible, el
cambio de defensor.
d.Se entiende que el abogado designado tiene patrocinio y poder suficiente, debiendo comparecer de
inmediato para entrevistarse con el beneficiario e iniciar la defensa.
e. En todo caso, el imputado o acusado escoge una persona natural, sin perjuicio de que ella pertenezca a
una persona jurídica (observación del Colegio de Abogados).

13. Los defensores locales quedan sujetos a responsabilidad administrativa, sin perjuicio de la
responsabilidad civil y penal que les pueda afectar.

2.5. LA VÍCTIMA
A. CONCEPTO
En los orígenes de la sociedad, la acción penal era completamente privada y no se concebía la persecución penal
sin la existencia de la víctima.
Con el surgimiento del Estado, la idea anterior desaparece. El Estado aparece persiguiendo la responsabilidad
penal, a fin de dar vigencia a sus reglas, sin importar la existencia de la víctima o el interés de ella por ejercer la
acción. De tal forma es el Estado quien adquiere total preeminencia en el ejercicio de la acción penal.
Incluso, la víctima pasa a sufrir una nueva victimización, con la serie de cargas que se le imponen dentro del
proceso. Nadie ha planteado que se elimine la persecución estatal y que pase por completo a las víctimas. Lo que
sí se ha hecho es generar la opción para que exista un espacio entre la víctima y su interés con el interés fiscal.

Ante la precariedad de la situación de la víctima en el ASPP, el NSPP contiene novedades sustanciales:


reconoce a la víctima la calidad de sujeto procesal modificando la relación Estado contra imputado,
haciendo aparecer un nuevo actor con lo cual el sistema inquisitivo sufre un importante cambio.

El art. 108 nos otorga un concepto preciso de la víctima: Para los efectos de este Código, se considera víctima al
ofendido por el delito.
En los delitos cuya consecuencia fuere la muerte del ofendido y en los casos en que éste no pudiere ejercer los
derechos conferidos a la víctima, se considerará víctima:
a. Al cónyuge y a los hijos;
33
b. A los ascendientes;
c. Al conviviente;
d. A los hermanos;
e. Al adoptado o adoptante.
Se trata de una enumeración en orden de prelación: actuando una persona excluye a las de las categorías
siguientes.

B. DERECHOS Y CIERTAS ACTUACIONES


El art. 6 establece que el Ministerio Público debe velar por la protección de la víctima del delito en todas las
etapas del procedimiento penal y el tribunal garantizará la vigencia de los mismos. El Fiscal debe promover
acuerdos patrimoniales, medidas cautelares u otros mecanismos que permitan la reparación del daño causado a
la víctima. La policía y los demás órganos deberán dar un trato conforme a la víctima.
Dentro de las normas del Ministerio Público, se le imponen deberes de información y protección a la víctima en el
art. 78.

Una de las novedades más relevantes es que se considera sujeto procesal a la víctima, aun cuando no
intervenga como querellante en el proceso, por el sólo hecho de ser víctima.
Sin perjuicio de lo anterior, se mantiene la figura del querellante particular.

En el proyecto del NCPP se establecía que el Ministerio Público debía, deducir la acción civil a favor de la víctima
cuando ésta no contara con abogado, cuestión que fue eliminada en la tramitación parlamentaria.

Art. 109. Derechos de la víctima. La víctima podrá intervenir en el procedimiento penal conforme a lo
establecido en este Código, y tendrá, entre otros, los siguientes derechos:
a)Solicitar medidas de protección frente a probables hostigamientos, amenazas o atentados en contra suya o de
su familia;
b)Presentar querella;
c) Ejercer contra el imputado acciones tendientes a perseguir las responsabilidades civiles provenientes del hecho
punible;
d)Ser oída, si lo solicitare, por el fiscal antes de que éste pidiere o se resolviere la suspensión del procedimiento o
su terminación anticipada;
e)Ser oída, si lo solicitare, por el tribunal antes de pronunciarse acerca del sobreseimiento temporal o definitivo u
otra resolución que pusiere término a la causa;
f) Impugnar el sobreseimiento temporal o definitivo o la sentencia absolutoria, aun cuando no hubiere intervenido
en el procedimiento.
Los derechos precedentemente señalados no podrán ser ejercidos por quien fuere imputado del delito
respectivo, sin perjuicio de los derechos que le correspondieren en esa calidad.

En los casos en que el delito haya acarreado la muerte del ofendido o éste copudo ejercer los derechos
otorgados, si ninguna de las personas señaladas en el art. 108 inciso 2º ha intervenido en el procedimiento,
el Ministerio Público debe informar los resultados del proceso al cónyuge del ofendido por el delito o, en defecto
de él o ella, a alguno de los hijos u otra de esas personas.

C. TESTIMONIO DE LA VÍCTIMA. POSIBILIDAD DE DECLARACIÓN.


Los eventuales reparos, basados en el interés evidente en lograr la posible condena del imputado, sólo pueden
decir relación con la víctima propiamente tal (el directamente ofendido) y no respecto de las personas señaladas
en el inciso 2º del 108.
Asimismo existen ciertos delitos en que la declaración de la víctima puede resultar clave, en razón de la forma
en que se cometen los mismos.

2.6. EL QUERELLANTE Y LAS CLASES DE ACCIÓN EN EL NUEVO PROCEDIMIENTO


A. ALGUNAS FACULTADES
El NSPP mantiene la figura del querellante, sin perjuicio de su “contracción” por el hecho de haberse otorgado una
serie de derechos a las víctimas.
El hecho de interponer una querella, confiere importantes facultades al querellante en el procedimiento (las
cuales no las tiene la víctima por el sólo hecho de ser víctima):
A- Adherirse a la acusación del Ministerio Público o acusar particularmente. El querellante, en esta última
opción, puede:
i.Calificar jurídicamente en forma diversa los hechos
34
ii.Plantear otra forma de participación del acusado
iii.Solicitar otra pena
iv.Ampliar la acusación del fiscal, siempre que exista congruencia con la formalización
v.Señalar los vicios formales de los cuales adolece el escrito de acusación, requiriendo la corrección
vi.Ofrecer la prueba que estime necesaria para sustentar la acusación
B- Oponerse al procedimiento abreviado, cuando haga una calificación jurídica distinta o la pena exceda
aquella de la cual hace admisible este procedimiento
C- Posibilidad de formular acusación correspondiente, cuando el Ministerio Público ha ratificado la decisión del
Fiscal del caso, de no interponer acusación;
D- Ejercer la misma facultad anterior, cuando el fiscal comunica la decisión de no perseverar en el
procedimiento.

B. LA QUERELLA
B.1. Titulares, oportunidad y requisitos
a. Titulares:
1. Víctima (directa + sujetos del 108);
2. Representante legal de la víctima
3. Heredero testamentario
4. Cualquier persona capaz de parecer en juicio domiciliada en la provincia, respecto de hechos punibles
cometidos en la misma que constituyan:
a. Delitos terroristas
b.Delitos cometidos por un funcionario público que afecten derechos de las personas garantizados en la
CPR o la probidad pública
5. Los órganos y servicios públicos sólo cuando sus respectivas Leyes orgánicas les otorguen las potestades
correspondientes.
De esta manera es posible concluir que el titular de la querella es más restringido que el señalado en el
ASPP: toda persona capaz de comparecer en juicio, para el ejercicio de la acción penal pública. ¿Por qué la
limitación?:
A) Se le otorgan una serie de derechos a la víctima
B) El Ministerio Público, en virtud del principio de legalidad procesal penal, debe perseguir penalmente
todos los hechos que revistan caracteres de delito, ejerciendo la acción penal pública en su caso.

b. Oportunidad:
Se podrá presentar la querella, en cualquier momento, mientras el fiscal no declarare cerrada la
investigación. Según el Prof. Chahuán, en el caso que la investigación se reabriese (257 NCPP), también
podría interponerse.
- La querella se presenta ante el juez de garantía, el cual podrá negarse a darle tramitación. En caso que la
admita a tramitación, la remitirá al Ministerio Público.

c. Requisitos de la Querella: toda querella se debe presentar por escrito ante el juez de garantía, debiendo
contener:
a-La designación del tribunal ante el cual se entablare;
b-El nombre, apellido, profesión u oficio y domicilio del querellante;
c- El nombre, apellido, profesión u oficio y residencia del querellado, o una designación clara de su persona,
si el querellante ignorare aquellas circunstancias. Si se ignoraren dichas determinaciones, siempre se
podrá deducir querella para que se proceda a la investigación del delito y al castigo de el o de los
culpables;
d-La relación circunstanciada del hecho, con expresión del lugar, año, mes, día y hora en que se hubiere
ejecutado, si se supieren;
e-La expresión de las diligencias cuya practica se solicitare al Ministerio Público;
f- La firma del querellante o la de otra persona a su ruego, si no supiere o no pudiere firmar.
Se eliminó la exigencia que establecía el Código de Procedimiento Penal en orden a rendir fianza de
calumnia.

B.2. Inadmisibilidad. Prohibiciones. Actitud del Juez de Garantía


Inadmisibilidad de la querella: La querella no será admitida a tramitación por el juez de garantía:
a)Cuando fuere presentada extemporáneamente, de acuerdo lo establecido en el art. 112: esto es, cuando
se hubiere presentado luego de que el juez haya declarado el cierre de la investigación.
35
b)Cuando, habiéndose otorgado por el juez de garantía un plazo de 3 días para subsanar los defectos que
presentare por alguno de los requisitos señalados en el art. 113, el querellante no realizare las
modificaciones pertinentes dentro de dicho plazo;
c) Cuando los hechos expuestos en ella no fueren constitutivos de delito;
d) Cuando de los antecedentes contenidos en ella apareciere de manifiesto que la responsabilidad penal del
imputado se encuentra extinguida. En este caso, la declaración de inadmisibilidad se realizará previa
citación del Ministerio Público3;
e) Cuando se dedujere por persona no autorizada por la ley.
Recursos:
- Declara inadmisible la querella: apelable, sin que en la tramitación del recurso pueda disponerse la
suspensión del procedimiento.
- Declara admisible la querella: inapelable.

Prohibición de querella: No pueden querellarse entre sí, sea por delitos de acción pública o privada:
a) Los cónyuges, a no ser por delito que uno hubiera cometido contra otro o contra sus hijos, o por el delito de
bigamia; y
b) Los consanguíneos en toda la línea recta, los colaterales y afines hasta el segundo grado, a no ser por delitos
cometidos por unos contra los otros, o contra su cónyuge o hijos.
Rechazo de la querella. Cuando no se de curso a una querella en que se persiga un delito de acción pública o
previa instancia particular, por aplicación de alguna de las casuales previstas en las letras a) o b) del 114, el
juez la pondrá en conocimiento del Ministerio Público para ser tenida como denuncia, siempre que no le
constare que la investigación del hecho hubiere sido iniciada de otro modo. Es al menos cuestionable establecer
la causal de la letra a), ya que ésta precisamente se trata de un caso en que la investigación se encuentra
cerrada, razón por la cual, consta no sólo que se inició la investigación, sino que ésta está cerrada.

B.3. Desistimiento
El querellante podrá desistirse de su querella en cualquier momento del procedimiento. En tal caso, tomará a
su cargo las costas propias y quedará sujeto a la decisión general sobre las costas que dictare el tribunal al
finalizar el procedimiento.

Los efectos del desistimiento, en relación a la continuación del procedimiento, serán distintos según la clase de
acción penal de que se trate. Así por ejemplo, si estamos frente al desistimiento de una querella por delito de
acción privada, se decreta el sobreseimiento definitivo.

Derechos del querellado. El desistimiento de la querella deja a salvo el derecho del querellado para ejercer, a
su vez, la acción penal o civil a que dieren lugar la querella o acusación calumniosa, y a demandar los perjuicios
que le hubiere causado en su persona o bienes y las costas. Se exceptúa el caso en que el querellado hubiere
aceptado expresamente el desistimiento del querellante.

B.4. Abandono de la querella


El tribunal, de oficio o a petición de cualquiera de los intervinientes, declarará abandonada la querella por
quien la hubiere interpuesto:
a)Cuando no adhiriere a la acusación fiscal o no acusare particularmente en la oportunidad correspondiente;
b)Cuando no asistiere a la audiencia de preparación del juicio oral sin causa debidamente justificada;
c) Cuando no concurriere a la audiencia de juicio oral o se ausentare de ella sin autorización del tribunal.
Recursos:
- Resolución que declara el abandono de la querella: apelable, sin que en la tramitación del recurso pueda
disponerse la suspensión del procedimiento;
- Resolución que niega lugar al abandono de la querella: inapelable.

Declarado el abandono, el querellante queda impedido de ejercer los derechos que el Código le confiere en
tal calidad.

2.6.1. Clases de Acciones

El NSPP clasifica la acción penal en 2 tipos:


A. Acción Penal Pública
B. Acción Penal Privada

3
Es lógica esta citación, porque la facultad de investigar los hechos punibles recae en los fiscales y no en los tribunales.
36

Asimismo existe la posibilidad de que se ejerciten las acciones civiles.

- La Acción Penal pública para la persecución de todo delito que no esté sometido a regla especial debe ser
ejercida de oficio por el Ministerio Público. Además puede ser ejercida por las personas que determine la ley.
Siempre se concede acción penal pública para la persecución de los delitos cometidos contra menores de edad.
Lo que señala el art. 53 en relación a la acción penal pública, es plenamente concordante con el principio de
legalidad procesal penal.

- La Acción Penal privada sólo podrá ser ejercida por la víctima.


- Acción Penal pública previa instancia particular: se refiere a ciertos delitos que por su naturaleza son de acción
penal pública, pero que requieren de una denuncia previa de la víctima. Es decir, no puede procederse en la
investigación, sin la existencia del al menos una denuncia por parte del ofendido ante la justicia, el Ministerio
Público o la policía. Una vez que se produzca la citada denuncia, se tramita de acuerdo a las normas generales de
la acción penal pública. No se puede proceder de oficio en la investigación, sin la existencia de una denuncia,
salvo para realizar ciertos actos urgentes de investigación u otros absolutamente necesarios para impedir o
interrumpir la comisión del delito, según lo dispuesto en el art. 166 inciso 3º.

2.6.1.1. Delitos de acción pública previa instancia particular en el NCPP

Como se señaló anteriormente, en estos delitos no puede procederse de oficio, sin que al menos, el ofendido
por el delito haya denunciado el hecho. A falta del ofendido por el delito, podrán denunciar el hecho las personas
indicadas en el inciso 2º del art. 108, de la forma que en dicho precepto se señala.

Excepción: cuando el ofendido se encuentre imposibilitado de realizar libremente la denuncia, o cuando quienes
pudieren formularla por él se encontraren imposibilitados de hacerlo o aparecieren implicados en el hecho, el
Ministerio Público puede proceder de oficio.

Delitos que conceden la acción pública previa instancia particular:


1. Lesiones menos graves y lesiones leves;
2. Violación de domicilio;
3. Violación de secretos;
4. Amenazas;
5. Delitos previstos en la ley que establece normas aplicables a los privilegios industriales y protección de los
derechos de propiedad industrial;
6. Comunicación fraudulenta de secretos de fábrica en que el imputado hubiere estado o estuviere empleado; y
7. Los que otras leyes señalen en forma expresa (ej. Delitos de índole sexual, salvo que la víctima sea un menor
de edad).

2.6.1.2. Delitos de Acción penal Privada


No puede ser ejercida por otra persona que la víctima (se aplicaría igualmente a los señalados en el art. 108 inciso
2º cuando el directamente ofendido esté imposibilitado de ejercer los derechos).
Delitos de acción penal privada:
1. La calumnia y la injuria;
2. La falta consistente en injuria liviana de palabra o de obra, sin publicidad;
3. La provocación a duelo y el denuesto o descrédito público por no haberlo aceptado; y
4. El matrimonio del menor llevado a efecto sin el consentimiento de las personas designadas por la ley y
celebrado de acuerdo con el funcionario llamada a autorizarlo.

2.6.1.3. A. RENUNCIA DE LAS ACCIONES PENALES

a. Acción Penal pública: no se extingue por la renuncia de la persona ofendida.


b. Acción civil (derivada del delito) y Acción penal privada: se extinguen por la renuncia.
c. Acción Penal Pública previa instancia particular: la renuncia de la víctima a denunciarlo, extingue la
acción penal, salvo que se trate de un delito perpetrado contra menores de edad.
La renuncia no la puede realizar el Ministerio Público.

Efectos relativos de la renuncia: la renuncia de la acción penal sólo afectará al renunciante y a sus sucesores,
y no a otras personas a quienes también correspondiere la acción.
37
B. SUJETO PASIVO
La acción penal, sea pública o privada, no puede entablarse sino contra las personas responsables del
delito. La responsabilidad penal sólo puede hacerse efectiva en las personas naturales. Por las personas
jurídicas responden los que hubieren intervenido en el acto punible, sin perjuicio de la responsabilidad civil
que las afectare.

2.6.1.4. La Acción civil y la demanda civil


1. DISTINCIÓN
Existen distintos tipos de acciones civiles:
A- Restitutoria:
Es la acción que tiene por objeto la restitución de la o las “cosas” que han sido objeto material de los delitos
respectivos, o los instrumentos destinados a cometerlos. Siempre debe interponerse durante el respectivo
procedimiento penal, de conformidad a lo previsto en el art.189. Este artículo se refiere a las reclamaciones o
tercerías. Se trata de una acción que debe intentarse siempre ante el juez de garantía, dándosele tramitación
incidental. La resolución que falla dicho incidente, se limitará a declarar el derecho del reclamante sobre
dichos objetos, sin efectuar la devolución de éstos, sino hasta luego de concluido el procedimiento, a menos
que el tribunal considere innecesaria la conservación.
Lo anterior no se aplica a las cosas hurtadas, robadas o estafadas, las cuales se entregarán al dueño o
legítimo tenedor en cualquier estado del procedimiento, una vez comprobado el dominio o tenencia por
cualquier medio y establecido su valor. Se deja constancia de las especies restituidas mediante fotografías u
otros medios.

De esta forma, los titulares de la acción civil restitutoria, podrán ser intervinientes o ciertos terceros.

B- Indemnizatorias:
La víctima (incluye a las personas del 108 inciso 2º), podrá deducir respecto del imputado, con arreglo a las
prescripciones del NCPP, todas las restantes acciones que tuvieren por objeto perseguir las
responsabilidades civiles derivadas del hecho punible.
La víctima también podrá deducir las citadas acciones civiles ante el tribunal civil correspondiente. Sin
embargo, admitida a tramitación una demanda civil en el procedimiento penal, no se puede deducir
nuevamente ante un tribunal civil.

Por ello, con la sola excepción de la acción civil restitutoria, las demás acciones encaminadas a obtener la
reparación de las consecuencias civiles del hecho punible, interpuestas por personas distintas de la víctima
o contra personas diferentes del imputado, deberán plantearse ante el tribunal civil que fuere
competente.

Como en el NSPP –con la sola excepción de la acción restitutoria- sólo se puede demandar al imputado,
siendo éste persona natural en todo caso (por la naturaleza misma de la responsabilidad penal), no se podrá
demandar a terceros civilmente responsables distintos del imputado, para ser indemnizados. Sólo se podrá
demandar a aquellos que no sean imputados, ante el juez civil.

2. OPORTUNIDAD PARA INTERPONER LA DEMANDA CIVIL


La demanda civil en el procedimiento penal deberá interponerse en la oportunidad prevista en el art. 261, es
decir, hasta 15 días antes de la audiencia de preparación de juicio oral.
Se debe deducir (A) por escrito y cumpliendo los requisitos del (B) art. 254 del CPC.
La demanda civil de querellante debe deducirse conjuntamente con su escrito de adhesión o acusación.
De lo señalado, se desprende que pueden presentar la demanda civil la víctima y/o el querellante habilitado
para ello.
Asimismo, deberá contener (C) la indicación de los medios de prueba, en los mismos términos expresados
en el art. 259 (regula los requisitos del libelo de acusación).

3. PREPARACIÓN DE LA DEMANDA CIVIL


Luego de la formalización de la investigación, la víctima puede preparar la demanda civil, solicitando la
práctica de diligencias necesarias para esclarecer los hechos que serán objeto de la demanda, aplicándose
los artículos 183 y 184: regulan la proposición de las diligencias al Ministerio Público y la asistencia a las
mismas.
Además se puede asegurar el resultado de la demanda civil, solicitando alguna de las medidas previstas en el
art. 157 (medidas cautelares reales).
38
La preparación de la demanda civil interrumpe la prescripción. Sin embargo, si no se deduce la demanda
en la oportunidad señalada (hasta 15 días antes de la audiencia de preparación de juicio oral), la prescripción
se considerará como no interrumpida.

4. ACTUACIÓN DEL DEMANDADO


El imputado (siendo el único posible demandado en sede penal) debe oponer las excepciones que
corresponda y contestar la demanda civil en la oportunidad señalada en el art. 263: hasta la víspera de la
Audiencia de Preparación de juicio oral, por escrito o verbalmente al inicio de la misma. En la misma
oportunidad puede señalar los vicios formales de que adoleciere la demanda civil, requiriendo su corrección.
En la contestación, deberá indicar los medios de prueba de los que piensa valerse.

5. INCIDENTES RELACIONADOS CON LA DEMANDA Y SU CONTESTACIÓN


Todos los incidentes y excepciones deducidos con ocasión de la interposición o contestación de la demanda
deberán resolverse durante la audiencia de preparación del juicio oral, sin perjuicio de lo establecido en el
art. 270 (regula la corrección de vicios formales en dicha audiencia: el juez considere que la demanda civil
adolece de vicio formal: ordena que se subsanen, sin que se suspenda la audiencia, si ello fuere posible. Si no
fuere posible, ordena la suspensión de la audiencia por el período necesario para la corrección del
procedimiento, sin que dicho plazo pueda exceder de 5 días. Si no se rectifica la demanda civil en el plazo, se
tiene por no presentada).

6. DESISTIMIENTO Y ABANDONO
La víctima puede desistirse de su acción en cualquier estado del procedimiento. Se considera abandonada la
acción civil interpuesta en el procedimiento penal, cuando la víctima no compareciere, sin justificación, a la
audiencia de preparación del juicio oral o a la audiencia de juicio oral.

7. EFECTOS DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN CIVIL


Extinguida la acción civil no se entenderá extinguida la acción penal para la persecución del hecho punible.

8. EFECTOS DEL EJERCICIO EXCLUSIVO DE LA ACCIÓN CIVIL


Cuando sólo se ejerciere la acción civil respecto de un hecho punible de acción privada se considerará
extinguida, por esa circunstancia, la acción penal.
No constituye ejercicio de la acción civil la solicitud de diligencias destinadas a preparar la demanda civil o
asegurar su resultado (medidas cautelares), que se formulen en el procedimiento penal. De tal forma, la
solicitud de tales diligencias no hace perder la posibilidad de utilizar la acción penal.

9. INDEPENDENCIA DE LA ACCIÓN CIVIL RESPECTO DE LA ACCIÓN PENAL


La circunstancia de dictarse sentencia absolutoria en materia penal no impide que se dé lugar a la acción
civil, si fuere legalmente procedente.

10. ACCIÓN CIVIL ANTE LA SUSPENSIÓN O TERMINACIÓN DEL PROCEDIMIENTO PENAL


Cuando antes de comenzar el juicio oral, el procedimiento penal (A) continuare conforme a las normas del
procedimiento abreviado; (B) o por cualquier causa terminare o (C) se suspendiere, sin decisión acerca de
la acción civil deducida oportunamente, la prescripción continuará interrumpida siempre que la víctima
presente su demanda ante el tribunal civil competente en el plazo de 60 días siguientes a aquel en
que, por resolución ejecutoriada, se dispusiere la suspensión o terminación del procedimiento
penal.
En este caso, la demanda y la resolución que recaiga en ella, se notifican por cédula y el juicio se sujetará
a las normas del juicio sumario.
En caso que no se deduzca demanda ante el tribunal civil competente en el plazo referido, la prescripción
seguirá corriendo como si no se hubiere interrumpido.
Si en el procedimiento penal se hubieren decretado medidas destinadas a cautelar la demanda civil, se
mantendrán vigentes por el plazo antes indicado, tras el cual quedan sin efecto si, solicitadas,
oportunamente, el tribunal civil no las mantuviere.
Si, comenzado el juicio oral, se dictare sobreseimiento, el tribunal deberá continuar con el juicio para el
solo conocimiento y fallo de la cuestión civil.

11. PRUEBA DE LA ACCIÓN CIVIL. CUESTIONES PREJUDICIALES CIVILES


Art. 324: la prueba de las acciones civiles en el procedimiento penal, se sujeta:
A. A las normas civiles: En cuanto a la determinación de la carga de la prueba
B. A las normas del NCPP:
39
a. En cuanto a procedencia de la prueba
b. Oportunidad
c. Forma de rendirla
d. Apreciación de la fuerza probatoria
Lo mismo se aplica a las cuestiones prejudiciales civiles que debe conocer el tribunal con competencia
penal.
Cuando la cuestión prejudicial civil, no sea de competencia del tribunal penal (validez del matrimonio, estado
civil), el procedimiento penal se suspenderá hasta cuando la cuestión sea resuelta por sentencia firme en
sede civil.
Esta suspensión no impide que se verifiquen actuaciones urgentes y necesarias para conferir protección a
la víctima o a testigos o para establecer circunstancias que comprobaren los hechos o la participación del
imputado y que puedan desaparecer.
Cuando se trate de un delito de acción penal pública, el Ministerio Público deberá promover la iniciación
de la causa civil previa e intervendrá en ella hasta su término, instando por su pronta conclusión.

2.7. LOS TRIBUNALES

A. JUEZ DE GARANTÍA
Se entrega al juez de garantía la labor de decidir sobre la procedencia de todas aquellas intervenciones del
sistema penal en los derechos básicos de todo ciudadano, tanto en lo referente a la investigación misma, como
respecto de las medidas cautelares que se recaben respecto del imputado.
Se trata precisamente de un “garante” que puede evaluar en forma imparcial la labor del Ministerio Público y de
los funcionarios policiales.
Su función no se limita a ser un garante de los derechos, sino que tiene otras funciones como dictar sentencia en
el procedimiento abreviado, preparar el juicio oral, dictar determinadas resoluciones que se le encomiendan.

A.1. Competencia y ciertos actos fundamentales del procedimiento


a. Asegurar los derechos del imputado y demás intervinientes en el proceso penal, de acuerdo a la ley
procesal penal;
b. Dirigir personalmente las audiencias que procedan, de conformidad a la ley procesal penal;
c. Dictar sentencia, cuando corresponda en el procedimiento abreviado, que contemple la ley procesal penal;
d. Conocer y fallar las faltas penales de conformidad con el procedimiento contenido en la ley procesal penal;
e. Conocer y fallar las faltas e infracciones contempladas en la ley de alcoholes (conforme al procedimiento
simplificado y monitorio);
f. Hacer ejecutar las condenas criminales y las medidas de seguridad y resolver las solicitudes y reclamos
relativos a dicha ejecución, de conformidad a la ley procesal penal (es una de las excepciones a la regla de
la ejecución, cuando la sentencia ha sido dictada por un TJOP).
- Es trascendental recordar el art. 9 NCPP: toda actuación del procedimiento que prive, restrinja o perturbe al
imputado o a un 3º de los derechos constitucionales, sea al imputado o sea a un 3º, requiere de la
autorización judicial previa del juez de garantía.
- En cuanto a la forma en que el juez de garantía cumple sus funciones, la RG, es que resuelva las
cuestiones sometidas a su decisión en audiencias, en las cuales se debatirán las cuestiones
pertinentes, con la participación de todos los intervinientes.
- Principales audiencias en las que debe intervenir el juez de garantía:
1. Audiencia para declaración judicial del imputado
2. Audiencia para examinar la legalidad de la privación de libertad de una persona (Art. 95)
3. Audiencia de formalización de la investigación
4. Audiencia para decidir acerca de medidas cautelares personales
5. Audiencia para disponer medidas de protección a los testigos
6. Audiencia para resolver sobre límites al secreto de piezas o diligencias de la investigación
7. Audiencia para resolver la suspensión condicional del procedimiento
8. Audiencia para aprobación de los acuerdos reparatorios
9. Audiencia para resolver sobre el sobreseimiento
10. Audiencia de preparación del Juicio Oral
En ciertos casos excepcionales, el juez de garantía, cumplirá su función sin realización de audiencias o
en una audiencia en que no se encuentren presentes todos los intervinientes. Ejemplos: admisibilidad
de la querella; requerimiento del fiscal para que autorice ciertas diligencias de investigación sin
conocimiento del afectado.
40
B. TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL

Se trata del tribunal colegiado del juicio oral, compuesto de 3 jueces profesionales.
Sus funciones son:
a. Conocer y juzgar las causas por crimen o simple delito, salvo aquellas relativas a simples delitos cuyo
conocimiento y fallo corresponda a un juez de garantía;
b. Resolver, en su caso, sobre la libertad o prisión preventiva de los acusados puestos a su disposición;
c. Resolver sobre todos los incidentes que se promueven durante el juicio oral;
d. Conocer y resolver los demás asuntos que la ley procesal les encomiende.
- El Presidente del TJOP es el que decreta la fecha para la celebración de la audiencia de juicio oral. Además
debe indicar el nombre de los jueces que integrarán el tribunal, y ordenar la citación a la audiencia de todos
quienes deban concurrir a ella.
- Funcionan en 1 o más salas integradas por 3 miembros. Cada Sala es dirigida por un juez presidente de
sala.

C. PRINCIPALES REFORMAS AL COT EN LA MATERIA. ORGANIZACIÓN DE LOS TRIBUNALES. NUEVOS


ÓRGANOS ADMINISTRATIVOS.

1. En cuanto al funcionamiento de los juzgados de letras, podemos decir que es unipersonal, sin perjuicio que su
composición sea colegiado.
2. Cada TJOP funciona en una o más salas de 3 jueces cada una. Cada TJOP tendrá desde 3 miembros hasta
27.
3. La distribución de las causas se hace por medio de un procedimiento objetivo y general.
4. Desaparece el cargo de secretario.
5. Existencia de un Comité de Jueces
a. En juzgados de garantía con 3 o más jueces; y En todo TJOP
b. En los tribunales o juzgados con menos de 5 jueces, se conforma por todos ellos. En los que tengan más
de 5 jueces, se conforma por los 5 elegidos por la mayoría.
c. Cada comité de jueces tiene un juez presidente (no confundirlo con el presidente de Sala en TJOP),
el que tiene como funciones principales:
i.Presidir el comité de jueces
ii.Velar por el correcto funcionamiento del tribunal
iii.Calificar al personal
iv.Propone el procedimiento de distribución de causas.
d. Son funciones principales del Comité de Jueces:
i.Aprobar el procedimiento objetivo y general de distribución de causas
ii.Relaciones con la administración del tribunal
6. Existencia de un Administrador General, que controla la gestión administrativa propia del funcionamiento del
tribunal.
7. Existencia de Unidades Administrativas: Sala, Atención al público, Servicios, Administración de Causas,
Testigos y Peritos (esta última, sólo en TJOP).
8. Algunas normas de competencia:
a. Es competente para conocer de un delito el tribunal en cuyo territorio se hubiere cometido el hecho que da
motivo al juicio.
b.El juzgado de garantía del lugar de comisión del hecho investigado conocerá de las gestiones a que diere
lugar el procedimiento previo al juicio oral.
c. El delito se considera cometido en el lugar donde se hubiere dado comienzo a su ejecución.
d.Cuando las gestiones deban efectuarse fuera del territorio jurisdiccional del juzgado de garantía y sean
urgente, la autorización judicial previa puede ser concedida por el juez de garantía del lugar donde
deban realizarse.
e. Si existe conflicto de competencia entre jueces de varios juzgados de garantía, cada uno de ellos estará
facultado para otorgar las autorizaciones o realizar las actuaciones urgentes, mientras no se dirima la
competencia.
f. El Ministerio Público puede agrupar o desagrupar investigaciones. Cuando agrupe: seguirá conociendo el
juez de garantía del lugar de comisión del primero de los hechos. Si luego decide desacumular la
investigación, seguirán conociendo los jueces de garantía, según las reglas generales.
9. Se agregan causales de implicancia para los jueces penales:
a. Haber intervenido anteriormente en el mismo procedimiento como fiscal o como defensor
b.Haber formulado acusación como fiscal, o haber asumido la defensa, en otro procedimiento, seguido
contra el mismo imputado;
41
c. Haber actuado el miembro del TJOP como juez de garantía en el mismo procedimiento.

Algunas cuestiones extractadas directamente del NCPP


1. Cuando se hace referencia al juez, se entenderá que se alude al juez de garantía; si la referencia fuere al
TJOP, debe entenderse hecha al tribunal colegiado encargado de conocer el juicio mencionado.
2. Inhabilitación del juez de garantía: quien debe subrogarlo, debe continuar conociendo de todos los trámites
anteriores a la audiencia de preparación de juicio oral, la que no se realiza hasta que no se resuelva sobre
la inhabilitación.
3. Inhabilitación de los jueces del TJOP: deben plantearse a más tardar dentro del plazo de los 3 días
siguientes a la notificación de la resolución que fije la fecha para el juicio oral, resolviéndose antes del inicio
de dicha audiencia. Si llegan a conocimiento los hechos constitutivos de la causal, con posterioridad al
vencimiento del plazo, el incidente debe promoverse al iniciarse la audiencia de juicio oral. Iniciada la
audiencia de juicio oral no puede promoverse inhabilidad, pero cuando cualquiera de los jueces advierta un
hecho nuevo constitutivo de la causal, el tribunal puede decretarla de oficio. El tribunal continúa con
exclusión de los inhabilitados, si éstos pueden ser reemplazados inmediatamente, o si siguiere integrado
por al menos 2 jueces que hubieren concurrido a toda la audiencia. En este caso, deben alcanzar
unanimidad para pronunciar la sentencia definitiva.

Son Sujetos Procesales:


1) El tribunal
2) El Ministerio Público
3) La policía
4) El imputado
5) La defensa
6) La víctima
7) El querellante

Son intervinientes:
1) Fiscal
2) Imputado
3) Defensor
4) Víctima
5) Querellante…
… desde que realizaren cualquier actuación procesal o desde el momento en que la ley les permitiere ejercer
facultades determinadas.

SEGUNDA PARTE
LA ETAPA DE INVESTIGACIÓN E INSTITUCIONES VINCULADAS

1. INTRODUCCIÓN
Quizá los mayores cambios que produce la reforma procesal penal se dan en esta etapa. Asimismo, esta etapa
definirá en buena medida los éxitos del cambio del sistema procesal penal, comprometiendo en buena parte la
suerte de los casos que vayan al juicio oral por medio de las investigaciones que realiza la policía y el Ministerio
Público. Asimismo, resultará importante en esta etapa el control que ejerzan los jueces del resguardo de las
garantías de las personas.

La etapa de investigación tiene como fin fundamental, allegar antecedentes al procedimiento para fundamentar la
eventual acusación al acusado, y asimismo, le sirve a éste para sustentar su defensa. No constituyen pruebas,
salvo los casos de prueba anticipada. Ello responde al hecho de que las pruebas se rinden ante el TJOP en el
juicio oral.

Asimismo, durante esta etapa, existe la posibilidad de no llegar a un juicio oral, que se acelere la llegada a éste o
que exista un procedimiento abreviado, tal como lo pasamos a analizar.

Algunos Principios formativos del procedimiento en esta etapa


En el nuevo procedimiento penal, aparecen claramente principios formativos del procedimiento, que se relacionan
con el carácter contradictorio y acusatorio del nuevo sistema:
42
a. Inmediación
b. Contradicción
c. Concentración
d. Continuidad
e. Publicidad
f. Derecho a defensa real
g. Oralidad

Estos principios son aplicados, en forma plena, en el juicio oral.


Sin embargo, surge la duda sobre cuáles principios son los que deben regir la etapa de investigación y las
directrices que el Ministerio Público debe dictar para esta etapa.
En la etapa de investigación, los principios formativos del procedimiento se “aquilatan” de modo que permitan la
convivencia armónica entre la tensión existente entre la pretensión punitiva estatal y las garantías
constitucionales.
Como más adelante se verá, la etapa de la investigación se subdivide en 2 etapas:
a- Investigación desformalizada o preliminar
b- Investigación formalizada

En el marco de la investigación preliminar, la cual se inicia por denuncia, querella o de oficio por el Ministerio
Público, los principios que rigen plenamente son:
1) Oficialidad o impulso procesal Fiscal: es el Ministerio Público el que tiene la carga de realizar las diligencias
para el establecimiento de los hechos, siendo los demás intervinientes, meros ayudantes en la preparación
de la acusación fiscal.
2) Orden consecutivo discrecional: es el Fiscal el que determina la secuencia de los actos que debe llevar a
cabo en la investigación, sin perjuicio de las instrucciones generales y específicas que las autoridades del
Ministerio Público dictan.
3) Publicidad: existencia de un secreto relativo, justificado en el éxito de las diligencias de la investigación. La
publicidad se ve limitada respecto de terceros ajenos al juicio y en determinados casos, respecto del
imputado o de otros intervinientes, siempre que el juez de garantía lo autorice y sin perjuicio de ciertas
cuestiones que son de una publicidad absoluta, sin poder llegarse a limitarse.
4) No se aplica la preclusión: no existe un orden consecutivo legal y los actos son independientes entre sí.
5) Oralidad: en la investigación, la palabra es el medio de comunicación entre los intervinientes y el juez de
garantía. El registro no nos puede llevar a concluir que se aplicaría el principio de la protocolización, ya que
dicho registro sólo cumple un fin de análisis posterior y eventual de la legalidad de las actuaciones.
6) Inmediación: tanto el juez de garantía como los intervinientes conocen el material mismo de la causa y
pueden aprehender las circunstancias de hecho por sí mismos, sin necesidad de un objeto –expediente- o
de una persona que mediatice el conocimiento de las declaraciones y de las demás diligencias de
investigación.
7) Probidad y buena fe procesal en la investigación
8) Se debe aplicar la economía procesal
9) Unilateralidad de la audiencia: el Fiscal no siempre debe comunicar al afectado por un acto de investigación,
que tal diligencia se llevará a cabo. Sólo cuando se afecten derechos constitucionales, se requerirá de la
autorización del juez de garantía e incluso, en ciertos casos, éste permitirá que se puedan llevar a cabo sin
conocimiento del afectado.

2. FORMAS DE INICIO DE LA INVESTIGACIÓN


La investigación de un hecho que revista los caracteres de delito, puede iniciarse:
A. De oficio por el Ministerio Público
B. Por denuncia (sólo se analiza la denuncia)
C. Por querella: se presenta ante el juez de garantía, el cual, luego del examen de admisibilidad que la
declare admisible, debe remitirla al Ministerio Público.

Denuncia
- Cualquier persona podrá comunicar directamente al Ministerio Público el conocimiento que tuviere de la
comisión de un hecho que revistiere caracteres de delito.
- Además del Ministerio Público, son “receptores” de denuncias:
i.Los funcionarios de Carabineros de Chile
ii.Los funcionarios de Policía de Investigaciones
iii.Los funcionarios de Gendarmería de Chile en los casos de delitos cometidos dentro de recintos
penitenciarios
43
iv.Cualquier tribunal con competencia penal
- Todo receptor de la denuncia, debe hacerla llegar de inmediato al Ministerio Público

Obligación, plazo y sanción


Art. 175. Denuncia obligatoria. Estarán obligados a denunciar:
a) Los miembros de Carabineros de Chile, de la Policía de Investigaciones de Chile y de Gendarmería, todos
los delitos que presenciaren o llegaren a su noticia. Los miembros de las Fuerzas Armadas estarán también
obligados a denunciar todos los delitos de que tomaren conocimiento en el ejercicio de sus funciones;
b) Los fiscales y los demás empleados públicos, los delitos de que tomaren conocimiento en el ejercicio de
sus funciones y, especialmente, en su caso, los que notaren en la conducta ministerial de sus subalternos;
c) Los jefes de puertos, aeropuertos, estaciones de trenes o buses o de otros medios de locomoción o de
carga, los capitanes de naves o de aeronaves comerciales que naveguen en el mar territorial o en el
espacio territorial, respectivamente, y los conductores de los trenes, buses u otros medios de transporte o
carga, los delitos que se cometieren durante el viaje, en el recinto de una estación, puerto o aeropuerto o a
bordo del buque o aeronave;
d) Los jefes de establecimientos hospitalarios o de clínicas particulares y, en general, los profesionales en
medicina, odontología, química, farmacia y de otras ramas relacionadas con la conservación o el
restablecimiento de la salud, y los que ejercieren prestaciones auxiliares de ellas, que notaren en una
persona o en un cadáver señales de envenenamiento o de otro delito, y
e) Los directores, inspectores y profesores de establecimientos educacionales de todo nivel, los delitos que
afectaren a los alumnos o que hubieren tenido lugar en el establecimiento.
La denuncia realizada por alguno de los obligados en este artículo eximirá al resto.

Las personas antes mencionadas deben efectuar la denuncia dentro de las 24 horas siguientes al
momento en que tomaren conocimiento del hecho criminal. Los capitanes de naves o de aeronaves,
tienen la obligación desde que arriban a puerto o aeropuerto de la República.

Los que estando obligados, omiten denunciar, serán sancionados con la pena del art. 494 CP (1 a 4 UTM) o
con las prescritas en leyes especiales. No se aplica la sanción cuando el que omitió la denuncia haya
arriesgado autoincriminarse o hacerlo respecto de su cónyuge, conviviente, ascendiente o hermanos.

Forma y contenido. Responsabilidad y derechos del denunciante.

Forma de la denuncia: por cualquier medio. En caso que sea verbal la denuncia, se levantará un registro en
presencia del denunciante, quien lo firmará junto con el funcionario que lo reciba. En caso que sea escrita, será
firmada por el denunciante. En ambos casos, si el denunciante no puede firmar, puede hacerlo un 3º a su ruego.
Contenido de la denuncia:
a-Identificación del denunciante
b-Señalamiento de su domicilio
c- Narración circunstanciada del hecho
d-Designación de quienes lo hubieren cometido
e-Designación de las personas que lo hubieren presenciado o que tuvieren noticia de él
Todo lo anterior en cuanto le constare al denunciante.

Responsabilidad del denunciante: El denunciante no contraerá otra responsabilidad que la correspondiente a


los delitos que hubiere cometido por medio de la denuncia o con ocasión de ella.

Derechos del denunciante: No contrae el derecho a intervenir posteriormente en el procedimiento, sin perjuicio
de las facultades que pudieren corresponderle en el caso de ser víctima del delito.

Autodenuncia.
El que hubiere sido imputado por otra persona de haber participado en la comisión de un hecho ilícito,
tendrá el derecho de concurrir ante el Ministerio Público y solicitar que se investigue la imputación de que hubiere
sido objeto.
Si el fiscal respectivo se negare a proceder, la persona imputada podrá recurrir ante las autoridades superiores del
Ministerio Público, a efecto de que revisen la decisión.
44
Actuación del Ministerio Público, en relación con la denuncia recibida.
Una vez recibida la denuncia por el Ministerio Público, sea en forma directa o por los funcionarios ya conocidos, el
encargado correspondiente debe proceder a su registro en un formulario, numerarla y ponerla a disposición del
o los fiscales encargados de evaluarla (se hace lo mismo cuando se recibe una querella remitida por el Juez de
Garantía).

Es esencial la evaluación inicial de la denuncia y de su alcance:


a)Se pueden tomar decisiones trascendentales para el futuro de los casos en que se iniciará o continuará la
persecución penal;
b)Se pueden tomar decisiones de no investigar ciertos casos
c) Puede repercutir en la decisión posterior de abandonar cierta investigación.

Según el prof. Chahuán, el Ministerio Público debe considerar en esta evaluación:


1. Si los hechos denunciados son constitutivos de delito;
2. Si, siendo constitutivos de delito, los antecedentes disponibles dan cuenta que la eventual responsabilidad penal
se encuentra extinguida o no;
3. Instrucciones del Ministerio Público;
4. Analizar la individualización eventual de algún imputado. Si así lo hace, revisar si se encuentra detenido y si ha
prestado declaración;
5. Flagrancia o falta de ella;
6. Gravedad o tipo del delito;
7. Existencia de víctima concreta e identificada.

Con la evaluación anteriormente señalada, el Ministerio Público puede hacer una de las siguientes 3 cosas:
A. Poner término, suspender o no continuar la tramitación del caso (con las facultades que hemos analizado);
B. Requerir información adicional (sea por sí mismo o por medio de la policía)
C. Formalizar la investigación.

3. ACTUACIONES DE LA INVESTIGACIÓN
Cuando el Ministerio Público decide llevar adelante la investigación, deberá desplegar una serie de actividades
conducentes a recopilar información útil, relevante y pertinente.

Cabe reiterar, que la investigación puede dividirse en 2 fases:


a-Investigación propiamente preliminar: no se ha formalizado la investigación. No existe plazo
predeterminado para concluirla.
b-Investigación formalizada: deberá cerrarse en el plazo legal de 2 años desde formalizada, salvo que
judicialmente se hubiere fijado un plazo menor, siendo la RG en la práctica.

Normalmente la investigación propiamente tal no requerirá de la intervención judicial y será “unilateral” y


reservada. Esta situación se compensa en 2 sentidos, ya que mientras no se formalice la investigación:
1. Los órganos de persecución penal no podrán disponer en forma autónoma de la práctica de diligencias que
afecten los derechos de las personas; ni tampoco
2. Adoptar medidas que vulneren dichos derechos: cautelares o allanamientos por ejemplo.
La RG es que para practicar dichas diligencias o solicitar dichas medidas, se deba formalizar la
investigación: con ello se “judicializa” el procedimiento. Sin perjuicio de ello, existen excepciones que
analizaremos.

Los artículos 180 y 181 rigen en parte la investigación de los fiscales, siendo sus ideas fundamentales:
1- Los fiscales dirigirán la investigación y podrán realizar por sí mismos o encomendar a la policía las
diligencias de investigación que consideren conducentes al esclarecimiento de los hechos.
2- Dentro de las 24 horas siguientes a que tome conocimiento de la existencia de un hecho que revista los
caracteres de delito de acción penal pública por alguno de los medios que establece la ley, el fiscal debe
proceder a:
a. Practicar las diligencias pertinentes y útiles para el esclarecimiento de los hechos, de las
circunstancias relevantes para aplicar la ley penal, los partícipes del hecho y las circunstancias que
sirvan para verificar la responsabilidad de los mismos.
b. Impedir que el hecho denunciado produzca consecuencias ulteriores.
3- Los fiscales pueden exigir información de toda persona o funcionario público, los que no pueden excusarse
de proporcionarla, salvo en los casos expresamente exceptuados en la ley.
45
4- Se establece la gratuidad de los servicios de los notarios, CBR, entre otros, respecto de las actuaciones
solicitadas por el Ministerio Público.
5- Para los fines anteriores, la investigación se llevará a cabo de modo de consignar y asegurar todo cuanto
condujere a la comprobación del hecho y a la identificación de los partícipes del mismo.
6- Se hará constar el estado de las personas, las cosas y los lugares; se identificará a los testigos; se tomará
nota de las huellas, rastros; entre otros.
7- Para el cumplimiento de los fines de la investigación se podrá disponer la práctica de operaciones
científicas, la toma de fotografías, filmación o grabación y, en general, la reproducción de imágenes, voces o
sonidos por los medios técnicos que resultaren más adecuados, requiriendo la intervención de los
organismos especializados.

Secreto Relativo. Límites


La etapa de investigación, no es secreta para los intervinientes, salvo ciertas excepciones.
El imputado y los demás intervinientes en el procedimiento pueden examinar y obtener copias, a su cargo, de los
registros y documentos de la investigación fiscal y podrán examinar los de la investigación policial.
Para los terceros ajenos al procedimiento será secreta. Por ello, se habla de secreto relativo en esta etapa.

Sin perjuicio de lo señalado anteriormente, el fiscal puede disponer que determinadas actuaciones, registros o
documentos sean mantenidos en secreto, respecto del imputado o de los demás intervinientes, cuando lo
considere necesario para la eficacia de la investigación. En dicho caso, deberá (A) identificar las piezas o
actuaciones respectivas, de modo que no se vulnere la reserva y (B) fijar un plazo no superior a 40 días para
la mantención del secreto.

Ante dicha declaración, tanto el imputado como cualquier otro interviniente están facultados para solicitar al juez
de garantía:
A- Que ponga término al secreto
B- Que limite el secreto en cuanto a su duración
C- Que limite el secreto en cuanto a las piezas o actuaciones abarcadas por él
D- Que limite el secreto respecto de las personas a las cuales afectare

NO SE PUEDE DECRETAR EL SECRETO, EN NINGÚN CASO SOBRE:


A. La declaración del imputado
B. Las actuaciones que el imputado haya intervenido o tenido derecho a intervenir
C. Las actuaciones en que participe el tribunal
D. Los informes evacuados por peritos, respecto del propio imputado o de su defensor

Es deber de los funcionarios que hayan participado o tenido conocimiento de diligencias de investigación, guardar
el secreto respecto de ellas.

El plazo límite de 40 días, es un plazo establecido con carácter general. Así por ejemplo, la ley 20.000 establece
como plazo máximo el de 120 días renovables por 60 días en forma sucesiva.

Proposición de diligencias. Asistencia a ellas


Durante la investigación, tanto el imputado como los demás intervinientes en el procedimiento pueden solicitar al
fiscal todas aquellas diligencias que consideren pertinentes y útiles para el esclarecimiento de los hechos. El
fiscal ordenará que se lleven a efecto las que estime conducentes.
En caso que el Fiscal rechace la solicitud, se podrá reclamar ante las autoridades del Ministerio Público, según lo
disponga su LOC, con el propósito de obtener un pronunciamiento definitivo acerca de la procedencia de la
diligencia.
De esta forma, se reconoce, sin perjuicio de que el impulso procesal esté en el Fiscal, que los intervinientes
pueden solicitar la práctica de todas las diligencias que consideren pertinentes.
Asimismo, se debe relacionar esta facultad de los intervinientes con las hipótesis contenidas en el art. 257,
relativas a la reapertura de la investigación, para la práctica de diligencias precisas, solicitadas oportunamente,
y que el fiscal hubiere rechazado o respecto de las cuales no se hubiere pronunciado.

Asistencia a las diligencias. Durante la investigación, el fiscal puede permitir la asistencia del imputado o de los
demás intervinientes a las actuaciones o diligencias que debiere practicar, cuando lo estimare útil. En todo caso,
puede impartirles órdenes obligatorias para el adecuado desarrollo de la actuación o diligencia y puede excluirlos
de las mismas en cualquier momento.
46

Agrupación y separación de investigaciones.


RG: el fiscal puede investigar separadamente cada delito que conociere. Sin embargo, podrá desarrollar la
investigación conjunta de dos o más delitos, cuando ello resultare conveniente. Asimismo, en cualquier
momento podrá separar las investigaciones que se llevaren conjuntamente.
Cuando 2 o más fiscales se encuentran investigando los mismos hechos y con motivo de ello se afectan los
derechos de la defensa del imputado, éste puede pedir al superior jerárquico común, en su caso, que resuelva
cuál tendrá a su cargo el caso.

Es importante relacionar esta situación con el art. 159 COT: el juez de garantía que conocía del primer hecho
cometido, será competente para conocer de los acumulados, debiendo entregarse a éste los antecedentes por los
demás jueces.

Tipos de diligencias
Las diligencias de la investigación admiten múltiples clasificaciones. Por ejemplo:
a. Actos intrusivos versus actos no intrusivos: según si afectan el derecho constitucional que asegura a las
personas el respeto y protección a la vida privada y pública, a la honra de la persona y de su familia, la
inviolabilidad del hogar y de toda forma de comunicación privada;
b. Actos de investigación que afectan derechos fundamentales versus actos que no los afectan:
importancia para los efectos de la autorización del juez de garantía (art.9)
c. Actos urgentes versus actos no urgentes: según si requieren de la intervención rápida y eficaz del
Ministerio Público y de la Policía, con el fin de que no se extraigan, pierdan o desaparezcan elementos o
antecedentes que puedan servir al esclarecimiento de los hechos.
d. Actos reservados versus actos no reservados: respecto si el afectado puede acceder al registro de la
actuación respectiva.

A pesar de la anterior clasificación, se analizarán las diligencias que no requieren de autorización judicial, las que
requieren tal autorización y las hipótesis que se pueden realizar diligencias sin conocimiento del afectado.

Diligencias que no requieren autorización judicial previa


El Ministerio Público posee amplias facultades para realizar en forma autónoma todas las diligencias de
investigación que sean necesarias, siempre y cuando éstas no afecten los derechos garantizados en la CPR
(se consagra en art. 83 CPR, art. 9 NCPP y art. 4 LOCMP).
Para realizar estas diligencias, el Ministerio Público puede encargar a los cuerpos policiales, las diligencias, sea
por medio de instrucciones generales o particulares.
Cuando la diligencia la realice la policía, debe registrarla, dejando constancia de lo practicado. En todo caso,
estos registros no podrían reemplazar las declaraciones de la policía en el juicio oral. 228

Si el Ministerio Público asume directamente la práctica de la actuación, debe también registrarla, tan pronto
tuviere lugar, por cualquier medio que permita garantizar la fidelidad e integridad de la información.

Ejemplos de actuaciones que no requieren de autorización judicial previa:


a. Solicitud de documentos no reservados a funcionarios públicos o particulares
b. Citación a testigos, para prestar declaración ante el Ministerio Público, sin apercibimiento de arresto
c. Solicitar información a tribunales del extranjero
d. Solicitar una autopsia
e. Entrada y registro en lugares de libre acceso público

Diligencias para las que se requiere autorización judicial previa


Art. 9: Toda actuación del procedimiento que privare al imputado o a un tercero del ejercicio de los derechos
que la Constitución asegura, o lo restringiere o perturbare, requerirá de autorización judicial previa.
En consecuencia, cuando una diligencia de investigación pudiere producir alguno de tales efectos, el fiscal deberá
solicitar previamente autorización del juez de garantía.
Tratándose de casos urgentes, en que la inmediata autorización u orden judicial sea indispensable para el éxito de
la diligencia, podrá ser solicitada y otorgada por cualquier medio idóneo al efecto: teléfono, fax, correo
electrónico u otro, sin perjuicio de la constancia posterior, en el registro correspondiente.
47
No obstante, en el caso de una detención se debe entregar por el funcionario policial que la practique una
constancia de aquélla, con indicación del tribunal que la expidió, del delito que le sirve de fundamento y de la hora
en que se emitió.

Dentro de las diligencias que requieren de autorización judicial previa, es posible distinguir:
A) Aquellas reguladas expresamente en el NCPP versus aquellas no reguladas expresamente
B) Aquellas que pueden solicitarse con conocimiento del afectado versus aquellas que pueden solicitarse sin
ese conocimiento
C) Aquellas que pueden solicitarse antes de la formalización de la investigación versus aquellas que pueden
solicitarse después de la formalización de la investigación

La realización de estas diligencias supone necesariamente la intervención del Ministerio Público, al menos, en
la obtención de la autorización o aprobación judicial previa, aunque la realización concreta de la diligencia recaiga
en funcionarios policiales.

Forma de otorgarse la autorización judicial. La aprobación o autorización judicial puede otorgarse en forma
verbal. Es uno de los principios del procedimiento y además, posibilita una mayor eficacia en la investigación. Ello,
sin perjuicio que las policías puedan requerir la exhibición de la orden judicial previa, la cual también podrá
requerirla el imputado o afectado con la práctica de la diligencia.
Con todo, las diversas normas del NCPP, relativas al tema, permiten sostener que la escrituración de las
autorizaciones no constituye una exigencia general.
El deber de registro de las actuaciones de la etapa de investigación, sean policiales, fiscales, o judiciales, tienen
una finalidad muy clara: revisar la legalidad de las mismas, de manera ex post. Por ello, no es posible concluir
que la obligación de registro impida la autorización verbal.

Análisis de algunas diligencias que requieren de autorización judicial previa, reguladas


expresamente en el NCPP
1- Citación compulsiva: en el caso que una persona citada por el Ministerio Público no comparezca en forma
voluntaria, el fiscal puede ocurrir ante el juez de garantía, con el fin de que lo autorice a conducirla
compulsivamente a su presencia (33). En el caso de los testigos, siendo citados por el fiscal, están
obligados para comparecer a su presencia y prestar declaración ante el mismo, salvo los exceptuados en el
art. 300. Si el testigo no comparece sin justa causa o compareciendo, se niega injustificadamente a
declarar, se le impondrán las medidas de apremio del inciso 1º y las sanciones contempladas en el inciso 2º
del art. 299, respectivamente.
2- Exámenes corporales: resulta útil seguir el concepto más amplio de intervenciones corporales: medidas
de investigación realizadas sobre el cuerpo de las personas, que implican un reconocimiento externo del
mismo (registros e inspecciones) o la extracción desde su interior de elementos incorporados a él
(investigaciones corporales), con el fin de descubrir circunstancias fácticas que sean de interés para el
establecimiento del cuerpo del delito y de la participación culpables.
Este concepto amplio, permite incluir:
A- Examen de vestimentas (89)
B- Examen realizado en el control de identidad (85)
C- Situación del 197: Exámenes corporales: Si fuere necesario para constatar circunstancias relevantes
para la investigación, podrán efectuarse exámenes corporales del imputado o del ofendido por el hecho
punible, tales como:
a. Pruebas biológicas
b. Extracciones de sangre
c. Otros análogos…
… siempre que no fuere de temer menoscabo para la salud o dignidad del interesado.
Si la persona que ha de ser objeto del examen, apercibida en sus derechos, consiente en hacerlo, el fiscal o la
policía ordenarán que se practique sin más trámite. En caso de negarse, se solicita la correspondiente
autorización judicial, exponiéndose al juez las razones del rechazo. El juez de garantía autorizará la práctica de
la diligencia siempre que:
a) Sean relevantes para la investigación
b) No fuere de temer menoscabo para la salud o dignidad del interesado

Esta norma fue modificada. Anteriormente cuando era examinado el imputado, siempre se requería de la
autorización judicial, aunque éste consintiese en someterse al examen.
48
Con la nueva regulación, y atendido el carácter incriminatorio que un examen puede tener, debe resguardarse
el derecho del imputado a negar su consentimiento, debiendo controlarse el hecho de que el imputado obre
plenamente informado de sus derechos y de sus posibles consecuencias.

Los resguardos señalados en el art. 197, sobre la necesidad de consentimiento y eventual autorización judicial, se
aplicarán a la hipótesis de los exámenes médicos a los que se alude en los arts. 198 (delitos sexuales) y
199, en los casos en que se trate de un examen corporal que realice un facultativo. En caso que se trate de un
ofendido menor de edad, el consentimiento debe prestarlo quien corresponde, conforme a la ley civil.
- Tratándose de los delitos de carácter sexual, los hospitales, clínicas y establecimiento de salud semejantes,
sean públicos o privados, deberán practicar los reconocimientos, exámenes médicos y pruebas biológicas
conducentes a acreditar el hecho punible y a identificar a los partícipes en su comisión, debiendo conservar
los antecedentes y muestras correspondientes.
- Se levanta acta del reconocimiento y de los exámenes, debiendo suscribirse por el jefe del establecimiento y
por los profesionales que lo practican. Se entregará una copia a la persona objeto del mismo (o a quien la
tenga bajo su cuidado); la otra copia y las muestras y resultados se mantienen en custodia y bajo estricta
reserva en la dirección del establecimiento de salud, por un período no inferior a un año, para remitirse al
Ministerio Público.
- Si los establecimientos no se encuentran acreditados ante el Servicio Médico Legal para determinar huellas
genéticas, tomarán las muestras biológicas y obtendrán las evidencias necesarias, procediendo a remitirlas a
la institución que corresponda, de acuerdo a la ley que crea el Sistema Nacional de Registros de ADN y su
Reglamento.
- En los delitos que fuere necesaria la realización de exámenes médicos para la determinación del hecho
punible, el fiscal puede ordenar que éstos sean llevados a cabo por el SML o por cualquier otro servicio
médico.
- Autopsias:
i.Serán practicadas en las dependencias del SML, por el legista correspondiente
ii.Donde no lo hubiere, el fiscal designa al médico encargado y el lugar en que la autopsia debe llevarse a
cabo.
- Los exámenes y pruebas biológicas destinados a la determinación de huellas genéticas sólo pueden ser
efectuadas por profesionales y técnicos que se desempeñen en el SML, o en aquellas instituciones
acreditadas ante dicho Servicio (constan en una nómina).

3-Exhumación de cadáveres: en calificados casos, cuando el fiscal considere que la exhumación del cadáver
sea de utilidad en la investigación de un hecho punible, puede solicitar la autorización judicial para la
práctica de la diligencia citada. El tribunal resolverá, como lo estime pertinente, previa citación del cónyuge o
de los parientes más cercanos del difunto. El cuerpo exhumado puede ser de la víctima del delito o de
cualquier otra persona, en la medida que puede aportar antecedentes para la investigación. En todo caso,
practicado el examen o la autopsia correspondientes se procederá a la inmediata sepultura del cadáver.

4-Pruebas caligráficas
El fiscal puede solicitar al imputado que escriba en su presencia algunas palabras o frases, a objeto de
practicar las pericias caligráficas que considere necesarias para la investigación. Si el imputado se niega a
hacerlo, el fiscal puede solicitar al juez de garantía la autorización correspondiente.
Para que sea válido el consentimiento que da el imputado, es necesario que el fiscal advierta al imputado el
objeto de la toma de muestra.

5-Entrada y registro en lugares cerrados


Cabe recordar que, respecto de los lugares y recintos de libre acceso público, las policías pueden efectuar
su registro, en búsqueda del imputado, si hubiere en su contra orden de detención, o de rastros o huellas del
hecho investigado o de medios que pudieren servir a la comprobación del delito.

En el caso de los lugares cerrados en los cuales se puede practicar la diligencia, se debe distinguir:
a. Lugares Cerrados Ordinarios: todos aquellos lugares cerrados, distintos de los regulados en el NCPP de
modo especial.
a. Cuando se presume que el imputado, o medios de comprobación del hecho investigado, se encuentre en
un determinado edificio o lugar cerrado, se puede entrar al mismo y proceder al registro, siempre que su
propietario o encargado consienta en la práctica de la diligencia.
b. El funcionario que practique la diligencia, debe individualizarse y cuidar que la diligencia se realice
causando el menor daño y las menores molestias posibles a los ocupantes.
49
c. Se entregará al propietario o encargado, un certificado que acredite el hecho del registro, la
individualización de los funcionarios que lo han practicado y del funcionario que lo ha ordenado.
d. En caso que el propietario o encargado del edificio o el lugar no permita la entrada y registro, la
policía adoptará las medidas tendientes a evitar la posible fuga del imputado y el fiscal solicitará al juez la
autorización, haciendo saber las razones de la negativa.
Es presupuesto para la entrada y registro (allanamiento) la presunción de que el imputado o los medios
de comprobación del hecho investigado se encuentran dentro del lugar.

Debe tenerse presente el art. 213 NCPP: aun antes de la autorización del juez de garantía, el fiscal puede
disponer las medidas de vigilancia que estime convenientes para evitar la fuga del imputado o la sustracción
de documentos o cosas que constituyeren el objeto de la diligencia.

En la diligencia se podrán incautar objetos y documentos: 217


a) Relacionados con el hecho investigado;
b) Los que puedan ser objeto de la pena de comiso
c) Los que puedan servir como medios de prueba, previa orden judicial

Asimismo, debemos tener presente la situación especial regulada en el art. 206, en el cual se permite la
entrada y registro sin consentimiento expreso del propietario o encargado ni autorización judicial
previa. Ello será posible en el caso que existan llamadas de auxilio de personas que se encuentren en el
interior u otros signos evidentes, que indiquen que se está cometiendo un delito. En el delito de
abigeato, la policía puede ingresar a los predios, cuando existan indicios o sospechas de que se está
perpetrando el citado ilícito, siempre que las circunstancias hagan temer que la demora en obtener la
autorización del propietario o del juez, en su caso, facilitará la concreción del mismo o la impunidad de los
hechores.

b. Lugares Cerrados Especiales: éstos son:


1. Lugares religiosos;
2. Edificios donde funcionare alguna autoridad pública; y
3. Recintos militares.
Para entrar y registrar estos lugares, el fiscal no requiere la autorización del juez de garantía, pero deberá
cumplir con otros requisitos tanto o más exigentes. En estricto rigor, no podría calificarse como una de las
diligencias que requieren de autorización judicial. No obstante, puede haber intervención del poder judicial.
A) El fiscal debe oficiar a la autoridad o persona a cuyo cargo estuvieren, informando la práctica de la
actuación. Deberá comunicarlo con al menos 48 horas de anticipación y conteniendo las señas de lo que
hubiere de ser el objeto del registro, salvo que fuere de temer que por tal aviso se frustre la diligencia.
B) Se indicarán las personas que acompañarán al fiscal.
C) Se invita a la autoridad para que presencie la diligencia o nombre a alguna persona para que lo haga.
D) En caso que la diligencia implique el examen de documentos reservados o de lugares en que se
encuentre información o elementos de dicho carácter y cuyo conocimiento pudiere afectar la seguridad
nacional, la autoridad o persona informa de inmediato al Ministro de Estado que corresponda, el cual, si
lo estima procedente, oficia al fiscal manifestando la oposición. En el caso de las autonomías
constitucionales, se oficia a la autoridad superior de la misma.
E) En caso que el fiscal estime indispensable la diligencia, remitirá los antecedentes al fiscal regional, quien
si comparte la apreciación, le solicita a la Corte Suprema que resuelva la controversia (en cuenta),
disponiendo que en el ínter tanto se selle y resguarde el lugar.
F) En todo caso, rige el art. 19 en el sentido de que, a pesar que se estime que la publicidad puede poner en
riesgo la seguridad nacional, la Corte Suprema puede disponer que se entreguen los datos que considere
necesarios para la adopción de decisiones relativas a la investigación.

c. Lugares con inviolabilidad diplomática: el fiscal deberá:


a. Informar al juez, para que éste solicite el consentimiento al jefe de la respectiva misión diplomática,
por medio de oficio.
b. El oficio se conduce por el Ministerio de RR.EE., solicitando que sea contestado en el plazo de 24
horas.
c. Jefe de misión no contesta en el plazo o se niega a la diligencia: juez lo comunica al Ministerio de
RR.EE., quien practicará las gestiones diplomáticas necesarias para solucionar el conflicto.
Mientras el Ministerio no conteste informando el resultado, el juez no puede ordenar la entrada al
lugar. Se pueden adoptar medidas de vigilancia.
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d. En caso de tratarse de casos urgentes y graves, el juez puede solicitar la autorización
directamente al jefe de misión o por intermedio del fiscal, quien certificará el hecho de haberse
otorgado.

d. Lugares consulares: es similar al caso anterior, pero las personas que pueden prestar el consentimiento
para la realización de las diligencias son distintas: el jefe de la oficina consular, persona que éste designe o
el jefe de la misión diplomática del mismo Estado.
En los puntos c. y d. se toma en cuenta la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y la
Convención de Viena sobre Relaciones Consulares.

e. Normas comunes a las distintas clases de lugares cerrados:


1. HORARIO PARA EL REGISTRO: por RG la diligencia debe realizarse entre las 6:00 y las 22:00 horas,
salvo
a. Lugares de libre acceso público que se encuentren abiertos durante la noche.
b. Casos urgentes, cuando su ejecución no admita demora. La resolución debe señalar expresamente
el motivo de la urgencia.

2. CONTENIDO DE LA ORDEN DE REGISTRO: la orden que autoriza la entrada y registro, debe señalar:
a. El o los edificios o lugares que hubieren de ser registrados
b. El fiscal que lo hubiere solicitado
c. La autoridad encargada de practicar el registro
d. El motivo del registro y, en su caso, del ingreso nocturno.
La autorización tiene una vigencia máxima de 10 días, pudiendo ser menor, cuando el juez así lo
determine. En caso que la diligencia se haga, una vez caducada la autorización, podría ser declarada nula o
incidir en la eventual ilicitud de los medios de prueba obtenidos a partir de ella.

3. PROCEDIMIENTO PREVIO, REALIZACIÓN DEL REGISTRO Y CONSTANCIA


a. Se notifica la resolución que autoriza la entrada y registro al dueño o encargado, invitándolo a
presenciar el acto, a menos que el juez de garantía autorice la omisión de estos trámites sobre la
base de antecedentes que hicieren temer que ello pudiere frustrar el éxito de la diligencia.
b. Si no fuere habida alguna de las personas expresadas, la notificación se hará a cualquier persona
mayor de edad que se hallare en el lugar o edificio, quien puede asimismo, presenciar la diligencia.
c. Si no se encuentra a nadie, se hace constar ello en el acta de la diligencia.
d. Hecha la anterior notificación, se procede a la entrada y registro. En caso que exista resistencia al
ingreso, o nadie responda a las llamadas, se puede hacer uso de la fuerza pública. En tales
casos, se cuidará que queden bien cerrados los lugares. De todo lo anterior, se debe dejar
constancia por escrito.
e. En los registros, se procurará no perjudicar no molestar al interesado más allá de lo estrictamente
necesario.
f. El registro se practicará en un solo acto, pero puede suspenderse cuando no sea posible
continuarlo, debiendo reanudarse cuando cese el impedimento.
g. Deberá dejarse constancia escrita y circunstanciada de la diligencia. Si se incautan objetos o
documentos, son puestos en custodia y sellados, debiendo entregarse un recibo al propietario o
encargado del lugar. En caso de no descubrirse nada sospechoso, se dará testimonio de ello al
interesado, cuando lo solicite.

4. OBJETOS Y DOCUMENTOS NO RELACIONADOS CON EL HECHO INVESTIGADO


a. En la práctica de la diligencia de registro se descubren elementos que permiten sospechar la
existencia de un hecho punible distinto del que constituye la materia del procedimiento.
b. Se puede proceder a la incautación previa orden judicial, debiendo ser conservados por el fiscal.

5. MEDIDAS DE VIGILANCIA: se pueden disponer aún antes de que el juez de garantía dicte la orden de
entrada y registro.

6-Incautación de objetos y documentos


a) Objetos y documentos relacionados con el hecho investigado
b) Objetos que pudieren ser objeto de la pena de comiso
c) Objetos que pudieren servir como medios de prieta
Serán incautados, previa orden judicial librada a petición del fiscal, cuando:
- La persona en cuyo poder se encontraren no los entregue voluntariamente;
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- El requerimiento de entrega voluntaria pudiere poner en peligro el éxito de la investigación.
En caso que se encuentren en poder de una persona distinta del imputado, en lugar de ordenar la
incautación, o bien antes de ello, el juez puede apercibirla para que los entregue. Regirán los medios de
coerción previstos para los testigos. Con todo, el citado apercibimiento no puede ordenarse respecto de las
personas a quienes la ley reconoce la facultad de no prestar declaración.
Cuando existieren antecedentes que permitan presumir suficientemente que los objetos y documentos se
encuentran en un lugar cerrado, se debe proceder conforme a lo que prescribe el 205.
Así, debemos distinguir:
Casos en que no es necesaria la autorización judicial: se puede proceder a la incautación de los 3 tipos
de objetos señalados, sin autorización judicial, siempre y cuando la persona que los tuviese en su poder los
entregue en forma voluntaria. En tal caso, el Ministerio Público debe:
o Solicitar la entrega. Realizada ésta, debe levantar inventario
o Asegurar y registrar los elementos incautados
o Ordenar las pericias necesarias, cuando proceda
o Adjuntar a la carpeta del caso el registro de la realización de la medida y el resultado de las pericias.
Casos en que es necesario pedir la autorización judicial: será necesario pedir la autorización, cuando:
o Exista negativa de entrega voluntaria
o Requerir dicha entrega, pueda poner en peligro el éxito de la investigación.
o
El Ministerio Público, deberá:
o Solicitar a orden judicial, dependiendo la forma de la urgencia de la medida
o Concedida la orden, proceder a incautar y obrar como en el caso anterior.

Casos en que la persona que tiene en su poder los objetos o documentos es distinta del imputado: el
fiscal debe:
1. Solicitar al juez de garantía que cite a la persona que tiene los objetos o documentos, bajo el
apercibimiento de:
a. Pagar las costas provocadas pro su eventual incumplimiento
b.Ser arrestado por un máximo de 24 horas
c. Ser sancionado con las penas del inciso 2º del art. 240 CPC, en caso de negarse sin justa causa.
No es posible imponer este apercibimiento a los que están exentos de prestar declaración.
2. Si la persona concurre a la citación y entrega los objetos o documentos, o si no concurre y se ordena la
incautación, o si concurriendo no los entrega, el Ministerio Público debe proceder a la práctica de la
actuación y, luego, seguirá lo señalado más arriba.
3. Si se presume que los bienes a incautar están en un lugar cerrado, se procede conforme a las normas de
dicha diligencia.

El art. 220 señala los objetos y documentos no sometidos a incautación, disponiendo que no es posible
disponerse la incautación, ni la entrega bajo el apercibimiento previsto en el inciso 2º del art. 210:

 De las comunicaciones entre el imputado y las personas que pudieren abstenerse de declarar como
testigos en razón de parentesco o en virtud de los prescrito en el art. 303 (secreto)
 De las notas que hubieren tomado las personas mencionadas en la letra a) precedente, sobre
comunicaciones confiadas por el imputado, o sobre cualquier circunstancia a la que se extendiere la
facultad de abstenerse de prestar declaración; y
 De otros objetos o documentos, incluso los resultados de exámenes o diagnósticos relativos a la salud
del imputado, a los cuales se extendiere naturalmente la facultad de abstenerse de prestar declaración.
Estas limitaciones sólo rigen cuando las comunicaciones, notas, objetos o documentos se encuentren en
poder de las personas a las cuales la ley reconoce la facultad de no prestar declaración. En el caso de las
personas mencionadas en el art. 303, la limitación se extiende a las oficinas o establecimientos en los
cuales ellas ejercen su profesión o actividad.
Asimismo, no regirán las limitaciones, cuando:

a. Las personas facultadas para no prestar testimonio fueran imputadas por el hecho investigado
b.Se trate de objetos y documentos que puedan caer en comiso, por provenir de un hecho punible o haber
servido, en general, a la comisión de un hecho punible.

En caso que exista duda acerca de la procedencia de la incautación, el juez puede ordenarla por
resolución fundada. En tal caso, los objetos y documentos incautados deben ponerse a disposición del
juez, sin previo examen del fiscal o de la policía. El magistrado decide, teniéndolos a la vista, acerca
52
de la legalidad de la medida. Si estima que se encuentran entre los objetos y documentos no
sometidos a incautación ordenará su inmediata devolución. En caso contrario, hará entrega de los
mismos al fiscal, para los fines que éste estime convenientes.

Si en cualquier momento del procedimiento, se constata que los objetos y documentos incautados,
se encuentran entre aquéllos comprendidos en la norma analizada, no podrán ser valorados como
medios de prueba en la etapa procesal correspondiente.
7-Retención e incautación de correspondencia
a. El fiscal solicita la autorización al juez de garantía.
b. Debe existir motivo fundado que hagan previsible la utilidad para la investigación
c. El juez puede autorizar, por resolución fundada, la retención de la correspondencia (postal,
telegráfica o de otra clase) y los envíos dirigidos al imputado o remitidos por él, aun bajo nombre
supuesto, o aquellos en que se presume que emanan de él.
d. Asimismo se puede disponer la obtención de copias o respaldos de la correspondencia electrónica
dirigida al imputado o emanada de éste.
e. El fiscal examina la correspondencia y conserva los que tengan relación con el hecho objeto de la
investigación. Los que no tienen relación con el hecho, son devueltos o entregados al destinatario o
algún miembro de su familia o mandatario o representante legal.

8-Copias de comunicaciones o transmisiones


a. Juez de garantía autoriza, a petición del fiscal, que cualquier empresa de comunicaciones, facilite
copias de las comunicaciones transmitidas o recibidas por ellas.
b. De la misma manera puede ordenar la entrega de las versiones que existan en las transmisiones de
radio, televisión u otros medios.

9-Interceptación de comunicaciones telefónicas


Se estimó necesario en el Senado, luego de que la Cámara lo eliminara del proyecto del Ejecutivo, contar
con esta medida, atendida la estructura de ciertos delitos. Se encuentra regulada en los artículos 222 a 225,
debiendo resaltar las siguientes ideas:

a. Las medidas se extienden a comunicaciones telefónicas u otras formas de comunicación a distancia


b. Requisitos de procedencia: el juez de garantía, a petición del Ministerio Público, puede ordenar la
interceptación y grabación cuando:
A- Existan fundadas sospechas, basadas en determinados hechos, de:
1. Que una persona hubiere cometido o participado en la preparación o comisión de un hecho
punible que merezca pena de crimen;
2. Que esa persona preparare actualmente la comisión o participación en tal hecho punible; y
B- La investigación hiciere imprescindible la medida.
c. La medida sólo puede afectar:
A- Al imputado
B- A alguna persona que sirva de intermediaria de las comunicaciones
C- A aquellas personas que facilitan los medios de comunicación al imputado o a sus
intermediarios.
d. Por RG, no se pueden interceptar las comunicaciones entre el imputado y su abogado.
Excepcionalmente, el juez de garantía puede ordenarlo, cuando estime fundadamente que el
abogado pudiere tener responsabilidad penal en los hechos investigados.
e. La orden que dispone la interceptación y grabación debe indicar el nombre y dirección del afectado
por la medida y señalar la forma de interceptación y la duración de la misma, que no puede
exceder de 60 días. El juez puede prorrogar por igual plazo la medida, debiendo cada vez
examinar la concurrencia de los requisitos señalados.
f. Es la única medida que puede ser utilizada antes de la comisión del hecho delictivo.
g. La medida se solicitará en audiencia unilateral con el juez de garantía.
h. Las empresas telefónicas o de telecomunicaciones deben dar cumplimiento a esta medida,
proporcionando a los funcionarios encargados de la diligencia, todas las facilidades necesarias para
que se lleven a cabo.
i. Los proveedores de tales servicios deben mantener, en carácter reservado, a disposición del
Ministerio Público, un listado actualizado de sus rangos autorizados de direcciones IP de las
conexiones que realicen sus abonados.
53
j. La negativa o entorpecimiento a la práctica de la medida, será constitutiva del delito de
desacato. Los funcionarios de las empresas deben guardar secreto de la diligencia, salvo que se
les cite al juicio oral como testigos.
k. Cuando las sospechas consideradas para ordenar la medida, se disiparen o hubiere transcurrido el
plazo de duración, debe interrumpirse la medida inmediatamente.
l. La interceptación se registra mediante su grabación o por otro medio análogo fiel. Debe ser
entregada directamente al Ministerio Público, quien deberá guardarla bajo sello y cuidar que no sea
conocida por terceros. El Ministerio Público puede disponer que se transcriba la grabación, sin
perjuicio del deber de conservar los originales. La incorporación al juicio oral, se hará en la forma
que determine el juzgado de garantía en la Audiencia de Preparación de Juicio Oral. En todo caso,
se puede citar como testigos a los encargados de practicar la diligencia.
m. Las comunicaciones irrelevantes para el procedimiento, serán entregadas, en su oportunidad, a las
personas afectadas con las medidas, destruyéndose toda trascripción o copia de ellas por el
Ministerio Público. Sin embargo, esto no se aplica a las grabaciones que contuvieren informaciones
relevantes para otros procedimientos seguidos por hechos que puedan constituir un delito que
merezca la pena de crimen. Se tratarían de “hallazgos o descubrimientos casuales”
n. El afectado con la interceptación será notificado de la realización de la medida, sólo luego de
su término, en cuanto lo permita el objeto de la investigación y en la medida que ello no ponga en
peligro la vida o integridad corporal de terceras personas. Es aplicable el art. 182 (secreto respecto
de terceros, pudiendo igualmente disponerse respecto de los intervinientes).
o. No cumpliéndose los requisitos de procedencia o cuando se utilice fuera de los límites
legales, se prohíbe el uso de los resultados de la medida de interceptación. La parte afectada,
puede reclamar de ello:
A- Solicitando la nulidad procesal de la actuación
B- Solicitando la exclusión de prueba en la audiencia de preparación

10- Grabación de comunicaciones entre presentes, fotografía, filmación u otros medios de reproducción
de imágenes
Se requiere que el procedimiento tenga por objeto la investigación de un hecho punible que merezca pena
de crimen. Rigen además las normas del 222 al 225.

Diligencias sin conocimiento del afectado


Las diligencias de investigación que conforme al art. 9 requieren de autorización judicial previa, pueden ser
solicitadas por el fiscal aún antes de la formalización de la investigación. Si el fiscal requiriere que
ellas se llevaren a cabo sin previa comunicación al afectado, el juez autorizará que se proceda en la forma
solicitada, cuando la gravedad de los hechos o la naturaleza de la diligencia de la que se tratare
permitiere presumir que dicha circunstancia resulta indispensable para su éxito.
Si con posterioridad a la formalización de la investigación el fiscal solicitare proceder de la misma forma, el
juez lo autorizará cuando la reserva resultare estrictamente indispensable para la eficacia de la
diligencia.

De esta forma, el art. 236 regula las diligencias que requieren de autorización judicial previa, las cuales se
pueden solicitar antes o después de la formalización de la investigación.

La RG es que las diligencias que requieren de autorización judicial previa, sean comunicadas, antes de
llevarse a cabo, al afectado.
Excepcionalmente se puede disponer que no sean comunicadas al afectado:
A. Antes de formalizarse la investigación: cuando la gravedad de los hechos o la naturaleza de la
diligencia permitan presumir que el desconocimiento por parte del afectado es indispensable para
el éxito de la actuación.
B. Después de formalizada la investigación: cuando la reserva resulte estrictamente indispensable
para la eficacia de la diligencia.

Es lógico que si la actuación no requiere de autorización judicial, se pueda llevar a cabo sin conocimiento
previo del afectado.

Conservación de las especies recogidas durante la investigación. (Manejo de la evidencia. Cadena de


custodia)
Las especies recogidas durante la investigación serán conservadas bajo la custodia del Ministerio Público,
quien debe tomar las medidas necesarias para impedir que se alteren en cualquier forma. El juez de garantía
54
adoptará las medidas que estime convenientes para la debida preservación e integridad de las especies
recogidas.
Los intervinientes tendrán acceso a esas especies, con el fin de reconocerlas o realizar alguna pericia, siempre
que fueren autorizados por el Ministerio Público o, en su caso, por el juez de garantía. El Ministerio Público debe
llevar un registro especial en que señale las personas autorizadas para reconocer o manipular la especie. Es
importante la cadena de custodia, toda vez que vela por la integridad de la prueba que se hará valer en el
juicio oral.

4. LA PRUEBA ANTICIPADA
La rendición de prueba en etapas anteriores al juicio oral puede ser también una diligencia que, para ser
realizada válidamente, requiere de autorización judicial previa otorgada por el juez de garantía.

Si la solicitud es formulada para tener efecto en la etapa de investigación, estaríamos frente a una actuación de
las ya analizadas. Sin embargo, se analiza en forma separada, toda vez que será una prueba que tendrá valor
en el juicio oral, sin perjuicio de que no se haya rendido durante éste.

La estricta aplicación de los principios de oralidad, inmediación y contradicción que informan el NSPP, en
especial en el juicio oral, deberían significar que la prueba se rinda en forma íntegra durante la o las audiencias
en que se desarrolle el citado juicio.

Sin embargo, se admite (al igual que en el sistema español y en el alemán), la introducción al juicio oral de
pruebas previamente producidas y que integran formalmente el material probatorio que puede ser valorado
por el tribunal.

Razones para acogerlas:


a. Con anticipación al inicio del juicio oral, se cuenta con la certeza o la firme posibilidad, de que ciertas pruebas
no podrán producirse en la audiencia
b. Casos en que la prueba resulta imposible o muy difícil de reproducir en el juicio oral.

Debe dejarse en claro que, las diligencias de anticipación de prueba, aunque tienen lugar antes de que se
lleve a cabo el juicio oral, en su desarrollo deben cumplir con las exigencias de un verdadero juicio:
 Permitir la plena intervención de las partes interesadas. Especialmente fiscales y defensores.
 Permitir la intervención del juez (de garantía)

La “prueba anticipada” respecto de la prueba testimonial, se regula durante la investigación y durante la etapa
intermedia.
En el caso de la prueba pericial, se permite anticipar la declaración del perito, cuando éste no pueda acudir al
juicio oral, para ser interrogado al tenor de su informe (petición que se puede hacer en la audiencia de
preparación del juicio oral).

La prueba anticipada se encuentra regulada en diversos artículos del NCPP:


A. Respecto de la prueba testimonial: Art. 190: obligación de toda persona a comparecer y la obligación de
declarar ante el Ministerio Público, en calidad de testigos, si fueren citados, salvo determinadas
excepciones (ya sea a declarar o a concurrir). En relación a la anticipación de la prueba en la
investigación, rigen los artículos 191 y 192:
a. Cuando concluya la declaración del testigo ante el Ministerio Público, el fiscal le hará saber la
obligación que tiene de comparecer y declarar durante la audiencia de juicio oral, así como de
comunicar cualquier cambio de domicilio hasta dicha oportunidad.
b. Cuando al hacerse la prevención anterior, el testigo manifiesta la imposibilidad de concurrir a la
audiencia del juicio oral:
i. Por tener que ausentarse a larga distancia
ii. Por existir motivo que haga temer la sobreviniencia de su muerte, su incapacidad física o
mental, o algún otro obstáculo semejante,…
… el fiscal podrá solicitar del juez de garantía que reciba su declaración anticipadamente.
En tal caso, el juez deberá citar a todos aquellos que tuvieren derecho a asistir al juicio oral, quienes
tendrán todas las facultades previstas para su participación en la audiencia del juicio oral.

Anticipación de la prueba testimonial en el extranjero. Cuando el testigo se encuentre en el extranjero y


no pueda aplicarse lo previsto en el 190 inciso 3º (comparecencia a costa del Estado, perteneciendo el
55
testigo a empresa del Estado), el fiscal puede solicitar al juez de garantía que se recibe su
declaración anticipadamente.
Se recibirá la declaración del testigo, según sea más conveniente y expedito:
A- Ante el cónsul chileno; o
B- Ante el tribunal del lugar en que se hallare
La petición se hará llegar por conducto de la Corte de Apelaciones respectiva, al Ministerio de RR.EE. para
que haga las diligencias del caso, individualizándose a los intervinientes que deben citarse a la audiencia en
que se recibirá la declaración.
Si no se realizare la diligencia, el Ministerio Público deberá pagar a los demás intervinientes que hubieren
comparecido a la audiencia, los gastos en que hubieren incurrido, sin perjuicio de lo que se resuelva por las
costas.

Los intervinientes podrán en la audiencia respectiva interrogar o contrainterrogar a los testigos.

La prueba testimonial anticipada se introduce al juicio oral por la vía de la lectura del registro respectivo.
En caso que, llegado al juicio oral, pueda el testigo concurrir, nada obsta a que lo haga. En tal caso, su
declaración podrá ser leída luego de que deponga, para los efectos del 332: apoyo memoria.

Asimismo, la prueba testimonial anticipada, se puede solicitar durante la Audiencia de Preparación de


Juicio Oral: el juez de garantía citará a una audiencia especial para la recepción de la prueba anticipada.

B. Respecto de la anticipación de prueba pericial


Durante la Audiencia de preparación del Juicio Oral, se puede solicitar la declaración de peritos, cuando
fuere previsible que la persona de cuya declaración se tratare, se encuentre en imposibilidad de
concurrir al juicio oral, por alguna de las razones contempladas para los testigos. El juez de garantía,
citará a la audiencia especial para la recepción de la prueba anticipada.

5. LA FORMALIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN
A. GENERALIDADES
La etapa de investigación es “desformalizada”, la actividad del fiscal y de la policía se desarrolla sin sujeción de
formalidades preestablecidas, ni un orden consecutivo legal, sin que opere la sanción de la preclusión. Sin
embargo, esta situación cambia cuando se procede a formalizar la investigación.

Desde dicho momento, la defensa podrá intervenir más activamente en el procedimiento (sin perjuicio, de haber
podido obrar desde la 1ª actuación del procedimiento dirigida en contra del imputado); y el Juez de Garantía,
asume más intensamente su rol de fiscalizador.

Asimismo, el Ministerio Público, tras la formalización, dispone de medios más intensos de actuación, que
puedan implicar mayores restricciones a los derechos del imputado. Así, por RG, conjuntamente a la decisión de
formalizar, irán otras solicitudes que formule el fiscal al juez de garantía. La audiencia de formalización de la
investigación, resultará trascendente para un gran cúmulo de casos que ingresarán al sistema penal.

La formalización, busca reponer una situación que resultaba gravosa para el imputado: el auto de
procesamiento. La formalización de la investigación tiene funciones de garantía. Así por ejemplo, a diferencia de
lo que ocurría con el auto de procesamiento, la formalización no acarrea, necesariamente, la prisión preventiva,
ni tampoco el prontuario (catálogo de presuntos delincuentes).

El NSPP entrega al Ministerio Público la facultad de formalizar la investigación. Al formalizarse, se determina


contra quién se dirige. Se realiza ante el juez de garantía (no la califica según la procedencia), el imputado y su
defensor, quienes toman conocimiento de los hechos que se le atribuyen y pueden así preparar su defensa.

Además de la garantía que otorga esta actuación, el Ministerio Público quedará constreñido a los hechos que
incluya en los cargos formalizados, con lo cual se impide la posibilidad de una sorpresiva ampliación de los
mismos, cuando luego, deduzca la acusación (PRINCIPIO DE LA CONGRUENCIA).

B. CONCEPTO. OPORTUNIDAD. EFECTOS


- Formalización de la Investigación: comunicación que el fiscal efectúa al imputado, en presencia del juez de
garantía, de que desarrolla actualmente una investigación en su contra respecto de uno o más delitos
determinados.
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Crítica a la definición: lo que en realidad se comunica son los hechos que se investigan, no siendo determinante
la calificación jurídica que se haga de los mismos.

- Requiere:
1. Individualización del imputado
2. Indicación del delito que se le atribuye
3. Fecha y lugar de comisión
4. Grado de participación asignado
- Oportunidad. La formalización de la investigación es una atribución exclusiva del Ministerio Público, no
estando obligado a formalizar si no lo desea. Así se destaca en el art. 230: El fiscal podrá formalizar la
investigación cuando considerare oportuno formalizar el procedimiento por medio de la intervención judicial.

Excepción: no habiéndose formalizado con anterioridad, el Fiscal estará obligado a formalizar la


investigación (salvo las excepciones legales: 236) cuando:
a) Deba requerir la intervención judicial para la práctica de determinadas diligencias de investigación;
b) Debiere solicitar la intervención judicial para la recepción anticipada de prueba;
c) Solicitare medidas cautelares.

- Efectos de la formalización de la investigación:


A) Suspende el curso de la prescripción de la acción penal en conformidad al art. 96 del Código
Penal
B) Comienza a correr el plazo previsto en el art. 247, esto es, comienza a correr el plazo para cerrar la
investigación (2 años)
C) El Ministerio Público pierde la facultad de archivar provisionalmente el procedimiento
El profesor Chahuán incluye 2 efectos, no señalados en el art. 233:
D) La defensa del imputado se torna obligatoria
E) Comienza la garantía de la congruencia procesal, que tendrá que manifestarse tácticamente en la
acusación y que, luego, bajo sanción de nulidad, deberá respetarse rigurosamente en la sentencia
definitiva.

C. LA AUDIENCIA
C.1. Desarrollo. Algunas peticiones posibles
Si el Fiscal desea formalizar la investigación, respecto de un imputado que no se encuentre detenido (en tal
caso, se aplica el art. 132: la investigación se formaliza en la audiencia de control de detención), solicita al juez
de garantía la realización de una audiencia en una fecha próxima. A la citada audiencia, se cita:
1. Al imputado
2. Al defensor del imputado
3. A los demás intervinientes en el procedimiento

1- En la audiencia, el juez ofrece la palabra al fiscal para que exponga verbalmente los cargos que presente
contra el imputado y las solicitudes que efectúe al tribunal, como podrían ser:
a. Medidas cautelares personales o reales;
b. Autorización para realizar una diligencia que puede afectar derechos garantizados en la CPR;
c. Anticipación de prueba;
d. Resolución del caso mediante el “juicio inmediato”
e. Procedimiento simplificado;
f. Suspensión condicional del procedimiento o acuerdo reparatorio;
g. Entre otras.
2- El imputado puede manifestar lo que estime conveniente.
3- El juez abre el debate sobre las demás peticiones que los intervinientes plantean.
4- El imputado puede reclamar a las autoridades del Ministerio Público, de la formalización, cuando la
considere arbitraria

C.2. Plazo judicial para cierre de la investigación


Cuando el juez de garantía, de oficio o a petición de alguno de los intervinientes y oyendo al Ministerio Público,
lo considere necesario con el fin de cautelar las garantías de los intervinientes y siempre que las características de
la investigación lo permitieren, podrá fijar en la misma audiencia un plazo para el cierre de la investigación, al
vencimiento del cual se producirán los efectos previstos en el art. 247.
57
D. CONTROL JUDICIAL ANTERIOR A LA FORMALIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN.
Cualquier persona que se considere afectada por una investigación que no se ha formalizado judicialmente,
podrá pedir al juez de garantía:
a. Que le ordene al fiscal informar acerca de los hechos que fueren objeto de la investigación
b.Fijarle un plazo para que formalice la investigación.

Pese a que podría vislumbrarse como una excepción al principio básico de que la formalización de la
investigación es atribución exclusiva del Ministerio Público, lo cierto es que esta norma carece de una sanción
específica: no se trata de una obligación para el Ministerio Público, sin que exista sanción para el mismo en
caso que no formalice en el plazo judicial fijado.

E. PRECISIONES DE LA EXCELENTÍSIMA CORTE SUPREMA RESPECTO DE LA AUDIENCIA


DE FORMALIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN
1. Es judicial, porque debe realizarse ante el juez de garantía.
2. Sin perjuicio de lo anterior, el juez de garantía no tiene ni debe emitir ningún pronunciamiento sobre la
misma.
3. No procede que el juez interrogue al imputado, a la víctima o a otras personas
4. No corresponde la recepción de pruebas
5. Es la única oportunidad, para que el fiscal –no el imputado ni el juez- solicite que la causa pase
directamente a juicio oral.
6. Es una de las oportunidades para que el Fiscal del Ministerio Público solicite la aplicación del procedimiento
simplificado (la otra oportunidad es inmediatamente de recibida la denuncia del hecho que se califica como
delito).
Es posible solicitar la aplicación del procedimiento abreviado, tras la modificación legal de la ley 20.074.

6. EL JUICIO INMEDIATO
Es una facultad exclusiva del Fiscal. Se trata de un mecanismo de aceleración del procedimiento, ya que
implica que la causa desde la audiencia de formalización, pase de inmediato al juicio oral.

NO ES UNA SALIDA ALTERNATIVA, ya que habrá enjuiciamiento del imputado, precisamente en un juicio oral.

Oportunidad para solicitarlo. Se debe plantear la solicitud en la Audiencia de Formalización de la Investigación.


En caso de que el juez acoja la solicitud, cambiará de naturaleza y en los hechos, se transformará en Audiencia de
Preparación de Juicio Oral.
El juez de Garantía, no se encuentra obligado por la petición del fiscal.
Las resoluciones que dicte el juez de garantía en esta materia, sea acogiendo el juicio inmediato o rechazándolo, no
son susceptibles de recurso alguno.

El imputado y su defensor pueden oponerse a la pretensión del fiscal.


En caso que el juez, luego de acoger la solicitud, estime que se puede producir la indefensión del acusado, está
facultado para suspender la audiencia (plazo mínimo: 15 días; plazo máximo: 30 días), para que el acusado plantee
sus solicitudes de prueba.

Lo que significa el juicio inmediato, es que, desde la perspectiva del fiscal, la investigación se encuentra agotada.
Se usa generalmente cuando estamos frente a un delito flagrante.

Cuando sea acogida la solicitud del fiscal, en la misma audiencia de formalización, el Ministerio Público
deberá formular verbalmente la acusación y ofrecer la prueba. En la misma audiencia, el querellante podrá
adherirse a la acusación del fiscal o acusar particularmente y deberá indicar las pruebas de las que piensa valerse.
El imputado puede realizar las alegaciones que correspondan y ofrecer, a su turno, prueba.
Al fin de la audiencia, el juez dictará el auto de apertura de juicio oral, sin perjuicio de la citada suspensión que
puede disponer cuando estime la indefensión del acusado.

En caso que el juez acoja la posibilidad de juicio inmediato, transformándose la audiencia de formalización de facto
en una audiencia de preparación del juicio oral ¿Se puede solicitar, además, la aplicación del procedimiento
abreviado?
A. Profesor Chahuán: antes de la ley 20.074 se inclinaba por la negativa, ya que se solicitaba el paso
a un juicio oral y el procedimiento abreviado no es un juicio oral. Hoy, estima que es posible su
58
aplicación, principalmente por la presencia del defensor en la audiencia y el control que realiza el
juez de garantía en relación al acuerdo que presta el imputado.
B. Profesora Horvitz: lo estima inaplicable.

7. LAS MEDIDAS CAUTELARES


A. INTRODUCCIÓN
1) Como ya se señaló, en el NSPP, se elimina el auto de procesamiento. Las medidas cautelares dejan de ser
un efecto casi automático de éste (siendo evidente, por su eliminación). La procedencia de las medidas
cautelares pasa a ser excepcional y el fiscal deberá demostrar en cada caso, la necesidad de la aplicación de
una determinada medida cautelar.
2) La solicitud de medidas cautelares siempre debe ser posterior a la formalización de la investigación, con lo
cual el sujeto imputado sabe el contenido de los hechos punibles que se le atribuyen. De esta forma, las
medidas cautelares son discutidas en una audiencia ante el juez de garantía, sobre la base de una imputación,
cuyos límites son preconocidos.
3) Otra innovación del NSPP es que se crean medidas cautelares personales alternativas a la prisión
preventiva, las cuales deben aplicarse preferentemente a ésta, cuando el objetivo perseguido pueda lograrse
con restricciones a la libertad de una menor entidad. Se reserva la presión preventiva para casos extremos o
para cuando el imputado no respete las restricciones impuestas.
4) La duración de las medidas estará sujeta a la ponderación que haga el juez en relación a su mantención.
5) El sistema de las medidas cautelares personales ha sufrido modificaciones desde la entrada en vigencia del
NSPP, lo que no es para asombrarse, atendiendo la constante tensión existente entre la necesidad de
persecución penal versus la libertad personal y la presunción de inocencia del imputado. Reformas del año
2002 y del año 2005. Ésta última, tuvo su origen en la evaluación del funcionamiento del sistema. Los objetivos
del proyecto de ley fueron:
a. Agilizar la persecución penal: se estimó necesario potenciar las atribuciones policiales en materia de
detención por flagrancia.
b. Evitar zonas de impunidad: perfeccionamiento de la regulación de la prisión preventiva: se “perfeccionan”
las causales de improcedencia de la prisión preventiva.

B. LAS MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES. FINALIDAD. ENUMERACIÓN. PRINCIPIO GENERAL


En el NCPP, las medidas cautelares se rigen por un principio general de finalidad y alcance, que se puede
resumir en las siguientes ideas:
1) Sólo se pueden imponer cuando fueren absolutamente indispensables para asegurar la realización
de los fines del procedimiento.
2) Sólo durarán mientras subsista la necesidad de su aplicación.
3) Siempre serán decretadas por medio de resolución judicial fundada.
4) Principio de legalidad cautelar: art. 5

Se contemplan como medidas cautelares:


1- La citación
2- La detención
3- La prisión preventiva
4- Otras medidas cautelares personales
B.1. La citación
Sólo será medida cautelar propiamente tal, cuando se refiera al imputado. Sabemos que la citación compulsiva se
puede practicar respecto de otras personas (testigos o peritos, por ejemplo). En este último caso, se trataría de
una medida de coerción procesal y no cautelar.

Oportunidad. Cuando fuere necesaria la presencia del imputado ante el tribunal.

Forma. Se dispondrá la citación, en conformidad al art. 33. De esta forma, si es desobedecida, se puede aplicar
una medida más gravosa. Exclusivamente respecto del imputado, se podría decretar el arresto, la detención o
incluso la prisión preventiva.
Improcedencia. Exclusión de otras medidas. Cuando la imputación se refiere a faltas, o delitos que la ley no
sancionare con penas privativas ni restrictivas de libertad, no se podrán ordenar medidas cautelares que
recaigan sobre la libertad del imputado, con excepción de la citación.

Antes de la modificación de la ley 19.789, tampoco era posible aplicar medidas privativas o restrictivas de libertad,
cuando las penas no excedían de las de presidio reclusión menores en su grado mínimo. Tras la
modificación, se extendió el campo de aplicación de las medidas cautelares a delitos menores.
59

Resulta paradójico que el Código de Procedimiento Penal (1906) resultara más cauteloso de las garantías
constitucionales que el actual texto. Se justificó esta modificación en la necesidad de dotar de mayor eficacia a la
persecución penal, tratándose de delitos “menores”.

El inciso 2º del art. 124 señala que lo dispuesto anteriormente (prohibición de decretar medidas cautelares
privativas o restrictivas de libertad en ciertos casos) no se aplicará:
A. En los casos a que se refiere el inciso 4º del art. 134
B. Cuando procediere el arresto por falta de comparecencia, la detención o la prisión preventiva de
acuerdo a lo dispuesto en el art. 33.

El art. 134 regula la Citación, registro y detención en caso de flagrancia. Establece que quien fuere
sorprendido por la policía in fraganti cometiendo un hecho de los señalados en el art. 124, esto es, constitutivo de
faltas, o delitos que la ley no sancionare con penas privativas ni restrictivas de libertad, será citado a la presencia
del fiscal, previa comprobación de domicilio.
La policía puede registrar las vestimentas, el equipaje o el vehículo de la persona que será citada.
Asimismo, puede conducir al imputado al recinto policial, para que se efectúe la citación en dicho lugar.
No obstante que en caso de faltas, por RG no se puede sancionar con penas privativas o restrictivas de
libertad, el imputado puede ser detenido si hubiere cometido alguna de las faltas contempladas en el
Código Penal, en los arts. 494 Nos. 4, 5 y 19, exceptuando en éste último caso los hechos descritos en los
arts. 189 y 233; 494 bis, 495 No. 21, y 496 Nos. 5 y 26.
En todos los casos señalados anteriormente, el agente policial debe informar al fiscal, de inmediato, de la
detención, para los efectos de lo dispuesto en el inciso final del art. 131. El fiscal comunicará su decisión al
defensor en el momento que la adopte.
El procedimiento que indica el inciso 1º del art. 134 (ante sorpresa in fraganti de ciertas faltas o delitos que no se
sancionen con penas privativas o restrictivas de libertad: citación a la presencia del fiscal, previa comprobación de
domicilio) puede ser también utilizado cuando, tratándose de un simple delito y no siendo posible conducir al
imputado de inmediato ante el juez, el funcionario a cargo del recinto policial considere que existen suficientes
garantías de su oportuna comparecencia. El Ministerio Público ha señalado que se refiere a vínculos fácilmente
comprobables que faciliten la ubicación del imputado y descarten razonablemente el peligro de no comparecencia.

Críticas de los Profesores Horvitz y López a la modificación:


a. Se reduce en diversos sentidos el ámbito de aplicación de la citación, ya que, se elimina una de sus hipótesis
(hechos punibles cuyas penas no excedan las de presidio o reclusión menores en su grado mínimo) y se
debilitan las 2 restantes (faltas; y delitos que no se sancionen con penas privativas o restrictivas de libertad).
Ello, porque procederían otras medidas privativas o restrictivas en los casos del 134 inciso 4º, y porque
además, procederá el arresto por falta de comparecencia, la detención o la prisión preventiva, de acuerdo al
art. 33.
b. De tal forma, en las 2 hipótesis en que subsiste la citación (faltas; y delitos que no se sancionen con penas
privativas o restrictivas de libertad), igualmente se autoriza la aplicación de la detención en caso de flagrancia,
e incluso la detención y prisión preventiva por falta de comparecencia.
c. Con lo anterior, la prisión preventiva pasa a ser plenamente aplicable a todo tipo de crímenes, simples
delitos y faltas. No hay que olvidar, sin embargo, que el único objetivo que habilita la prisión preventiva en los
casos de faltas y delitos menores del art. 141 es el de asegurar la comparecencia del imputado rigiendo sólo
cuando éste ha incumplido dicha obligación previamente.
d. Las hipótesis de citación subsistentes, se encuentran, por otra parte, restringidas en el caso de la flagrancia.
El art. 134 inciso 3º faculta a la policía para conducir al imputado al recinto policial, a fin de efectuar en dicho
lugar la citación. La conducción al recinto policial no es más que una forma de detención.
e. La elección de determinadas faltas en las cuales se hace procedente practicar la detención, demuestra el vicio
legislativo de escoger caprichosamente entre hechos que están sancionados con la misma pena, razón
por la cual debieran considerarse de igual gravedad-
f. Se afecta el principio de la proporcionalidad que funda todo sistema de medidas cautelares, al ampliarse el
ámbito de aplicación a casos en que la ley penal no ha contemplado privaciones de libertad.

B.2. La detención
Se diferencian 3 clases de detención, según la autoridad o persona que la decreta o realiza:
1. Detención judicial
2. Detención decretada por cualquier tribunal
3. Detención en caso de flagrancia, por la policía o por cualquier persona
60
Procedencia de la detención.
RG: Ninguna persona puede ser detenida sino por orden de funcionario público expresamente facultado por la ley
y después que dicha orden le fuere intimada en forma legal;
Excepción: Sorprendido en delito flagrante. En tal caso no es necesario cumplir con lo anterior, siendo detenido
para el único objeto de ser conducida a la autoridad que correspondiere.
Este principio concuerda con lo señalado en el art. 19 No. 7 letra c) de la CPR.

1) Detención judicial: es aquella que ha sido ordenada y que emana del juez de garantía (por RG),
atendiendo a que excepcionalmente puede decretarla el TJOP que conocerá del juicio oral. A menos que se
trate de uno de los casos del 124 (citación), el tribunal, a solicitud del Ministerio Público, puede ordenar la
detención del imputado para ser conducido a su presencia, sin previa citación, cuando de otra manera
la comparencia pudiera verse demorada o dificultada. También se decretará la detención del imputado cuya
presencia en una audiencia judicial fuere condición de ésta y que, legalmente citado, no compareciere sin
causa justificada.
Tal como se deduce del tenor literal del art. 127, la detención judicial no puede ser solicitada por la
policía ni por otros como el querellante o la víctima.

PRESENTACIÓN VOLUNTARIA DEL IMPUTADO. El imputado contra el cual se ha emitido orden de


detención por cualquier autoridad competente podrá ocurrir siempre ante el juez que correspondiere a
solicitar un pronunciamiento sobre su procedencia o la de cualquier otra medida cautelar.

2) Detención decretada por cualquier tribunal: cualquier tribunal, aunque no ejerza jurisdicción en lo
criminal, podrá dictar órdenes de detención contra las personas que, dentro de la sala de su despacho,
cometieren algún crimen o simple delito.

3) Detención en caso de flagrancia, por la policía o por cualquier persona:


Delito in fraganti: (Don Fernando Alessandri): se coge al autor en el mismo instante de cometer el delito o
inmediatamente después de cometido.

Formas de la detención en caso de flagrancia:


a. Por un civil:
Cualquier persona puede detener a quien sorprenda en delito flagrante, debiendo entregar
inmediatamente al aprehendido a la policía, al Ministerio Público o a la autoridad judicial más próxima.

b.Por la Policía:
Los agentes policiales están obligados a detener:
1) A quienes sorprenden in fraganti en la comisión de un delito;
2) Al sentenciado a penas privativas de libertad que hubiere quebrantado su condena;
3) Al que se fugare estando detenido;
4) Al que tuviere orden de detención pendiente;
5) A quien fuere sorprendido en violación flagrante de las medidas cautelares personales
6) Al que violare la condición del 238 b), impuesta para la protección de otras personas (relativa a
suspensión condicional del procedimiento).
En estos casos, la policía puede ingresar a un lugar cerrado, mueble o inmueble, cuando se encuentra en
actual persecución del individuo a quien debe detener, para el solo efecto de practicar la respectiva
detención.

b.1. Delitos sexuales: no obsta a que la policía realice la detención en caso de flagrancia, la circunstancia
de que la persecución penal requiera de instancia particular previa (también se aplica cuando la detención
flagrante la realice un particular).

b.2. Detención en flagrancia de personas sujetas a fuero. Si el aforado fuere detenido por habérsele
sorprendido en delito flagrante, el fiscal lo pondrá inmediatamente a disposición de la Corte de
Apelaciones respectiva.
b.3. Detención en flagrancia de autoridades judiciales y del Ministerio Público. Es necesario que,
respecto de los jueces, fiscales judiciales y fiscales del Ministerio Público, se deba realizar previamente el
procedimiento de la querella de capítulos (arts. 424 a 430). En caso que alguna de estas personas sea
detenida por delito flagrante, el fiscal lo pondrá de inmediato a disposición de la Corte de Apelaciones
respectiva.
61
c. Situación de flagrancia: se entiende que se encuentra en situación de flagrancia:
A. El que actualmente se encontrare cometiendo el delito
B. El que acabare de cometerlo
C. El que huyere del lugar de comisión del delito y fuere designado por el ofendido u otra persona
como autor o cómplice
D. El que, en un tiempo inmediato a la perpetración de un delito, fuere encontrado con objetos
procedentes de aquél o con señales, en sí mismo o en sus vestidos, que permitieren sospechar su
participación en él, o con las armas o instrumentos que hubieren sido empleados para cometerlo
E. El que las víctimas de un delito que reclamen auxilio, o testigos presenciales, señalen como autor o
cómplice de un delito que se hubiere cometido en un tiempo inmediato.
La nueva redacción de la letra E, es más amplia que la anterior, ya que permite que proceda la
detención por flagrancia por cualquier delito e incluso por señalamiento de un testigo presencial.

d.Plazos de la detención: se debe distinguir:


a) Detención policial con orden judicial: los agentes policiales que la hubieren realizado o el encargado
del recinto de detención conducirán inmediatamente al detenido a presencia del juez que hubiere
expedido la orden. En caso de no ser posible, por no ser hora de despacho, el detenido podrá
permanecer en el recinto policial o de detención hasta el momento de la primera audiencia judicial,
por un período que en caso alguno excederá las 24 horas. Esta norma, entre otras, ha dado origen
a los turnos en los juzgados de garantía.
Requisitos de la orden de detención: toda orden de detención o de prisión preventiva, debe
expedirse por escrito por el tribunal y contener las menciones del art. 154.

b) Detención sin orden judicial: cuando la detención se practique en virtud de los artículos 129
(detención flagrante) y 130 (situación de flagrancia), el agente policial que la realice o el agente
encargado del recinto de detención debe informar de ella al Ministerio Público dentro de un plazo
máximo de 12 horas. El fiscal puede:
a. Dejar sin efecto la detención; u
b. Ordenar que el detenido sea conducido ante el juez dentro del plazo máximo de 24 horas,
contado desde que la detención se hubiere practicado. En el mismo acto, deberá dar conocimiento
de la situación al abogado de confianza del detenido o a la Defensoría Penal Pública.
En caso que el Fiscal no se pronunciare, la policía debe presentar al detenido ante la autoridad judicial
en el plazo indicado.
Para los efectos de poner a disposición del juez al detenido, las policías cumplirán con su obligación
legal dejándolo bajo la custodia de Gendarmería del respectivo tribunal.

c) Audiencia de Control de Detención. Ampliación de la misma: a la primera audiencia judicial del detenido
debe asistir el fiscal. Si falta el fiscal (o el abogado asistente del fiscal), el detenido debe ser
liberado. La ley 20.074 introduce una modificación importante: permite que a la audiencia citada,
concurra sólo el abogado asistente del fiscal.
La citada modificación dio origen a un pronunciamiento del Tribunal Constitucional. El abogado asistente
debe haber sido designado o contratado como funcionario de Ministerio Público y no puede realizar ante los
tribunales otras gestiones que las que señale la ley.
La modificación citada sólo se introduce en el inciso 1º. Queda la duda acerca de si el abogado asistente
del fiscal puede realizar las actuaciones a las cuales se refiere el inciso 2º: formalizar investigación, solicitar
medidas cautelares, o ampliación de la detención.
El Ministerio Público, el año 2005, en uno de sus oficios señala que estima procedente que el abogado
asistente pueda realizar las actuaciones señaladas en el inciso 2º, por las siguientes razones:
A- Es lógico que así sea, porque la modificación se encaminó a mejorar la gestión del organismo. Si no fuera
así, sería necesario que existieran múltiples audiencias a cargo de distintos funcionarios del Ministerio
Público.
B- Posible inconstitucionalidad por el principio de legalidad y juridicidad: según el Ministerio Público, las
funciones que realiza el abogado asistente, no son propiamente el ejercicio de las funciones que la ley y la
CPR encomiendan al Ministerio Público: investigación y ejercicio de la acción penal pública.

En la audiencia referida, el juez de garantía controla la legalidad de la detención del individuo (por ello se
conoce como audiencia de control de detención) y el fiscal debe proceder a formalizar la investigación y
solicitar las medidas cautelares procedentes.

Esta obligación del fiscal, supone 2 cosas:


62
a. Que cuente con los antecedentes necesarios
b. Que esté presente el defensor del imputado

En caso de no ser posible proceder de la manera anterior (por faltar antecedentes o falta del defensor), el
fiscal puede solicitar ampliación del plazo de detención hasta por el plazo de 3 días4 para preparar su
presentación. La petición que formule el fiscal no obliga al juez, puesto que éste accederá si estima que los
antecedentes justifican la medida.

Es posible combinar esta facultad del Ministerio Público con la señalada en el art. 235, relativa al juicio
inmediato. Si se aceptara la procedencia de la aceleración del juicio del art. 235, podría producirse la
situación que una audiencia que comenzó como de control de detención termine como audiencia de
preparación del juicio oral.

e. Detención en la residencia del imputado


La detención del que se encuentra en los casos de legítima defensa, se hará efectiva en su residencia. Si
tiene residencia fuera de la ciudad donde funcione el tribunal competente, la detención se hará efectiva en
la residencia que aquél señalare dentro de la ciudad en que se encontrare el tribunal.

f. Derechos del detenido. Fiscalización y Difusión.


1) Al momento de practicarse la detención, el funcionario público a cargo del procedimiento, deberá
informar al afectado el motivo de la detención.
2) Informará además acerca de los derechos establecidos en los artículos 93, letras a, b y g; y 94
letras f y g.
3) Si, por las circunstancias que rodean la detención, no fuere posible proporcionar inmediatamente la
información, se le entregará por el encargado de la unidad policial a la cual fuere conducido, lo que
deberá ser constatado en el libro de guardia del recinto policial.
4) La información de los derechos puede hacerse:
i. Verbalmente
ii. Por escrito, cuando el detenido manifiesta saber leer y escribir y estar en condiciones de
hacerlo, entregándosele un documento que contenga descripción clara de los derechos,
cuyo texto y formato determinará el Ministerio Público.
5) En los caso de detención en la residencia del imputado, será entregada en dicho lugar.
6) El fiscal y, en su caso, el juez, deben cerciorarse del cumplimiento de lo anterior. Si no fuere así,
informarán al detenido y remitirán a la autoridad un oficio, para que se hagan efectivas las
responsabilidades correspondientes.
7) Difusión de los derechos: en todo recinto policial, de los juzgados de garantía, de los TJOP, del
Ministerio Público y de la Defensoría Penal Pública, deberá exhibirse en lugar destacado y
claramente visible al público, un cartel en el cual se consignen los derechos de las víctimas y
aquellos que les asisten a los detenidos. Además, en todo recinto de detención policial y casa de
detención, debe exhibirse un cartel en el cual se consignen los derechos de los detenidos. El
formato y texto de los carteles lo determina el Ministerio de Justicia.

g.Instrucciones Generales relativas a la detención y al actuar policial: algunos puntos destacados son:
1. Por la dinámica propia de los procedimientos policiales en caso de flagrancia, la definición de los casos
2. que lo constituyen corresponde al funcionario policial que tiene a cargo el procedimiento, sin perjuicio de
lo que posteriormente estime el fiscal y el juez en el control de detención.No se puede ingresar a
ningún detenido por delito flagrante en recintos penitenciarios sin previa orden del juez de
garantía, dictada luego de haber sido llevado el detenido a su presencia. Los encargados de los
recintos penitenciarios no pueden aceptar el ingreso de personas sino en virtud de órdenes judiciales.
3. Cuando una persona sea sorprendida in fraganti cometiendo una falta que no sea de aquellas
señaladas en el inciso 4º del 134, en lugar de la detención, procederá la citación a presencia del fiscal
previa comprobación de domicilio.

B.3. La prisión preventiva


1. GENERALIDADES
Es una medida cautelar personal que compromete gravemente la libertad de la persona y, por lo mismo, se exigen
especiales resguardos en la regulación legal. Así por lo demás, lo reconocen los Tratados Internacionales. Tanto

4
El art. 19 No. 7 letra c) señala que el plazo máximo es de 5 días y 10 para el caso de investigarse delitos terroristas.
63
en el Pacto de Derechos Civiles y Políticos como en el Pacto de San José de Costa Rica, se establece como
una medida para asegurar la comparecencia en juicio.
Se suele asignar a la prisión, la finalidad esencial de evitar la frustración del proceso impidiendo la fuga del
procesado, pero se le reconoce también como garantía para asegurar el éxito de la investigación y evitar la
ocultación de futuros medios de prueba, la reincidencia u otras conductas delictivas. Asimismo busca aquietar a la
sociedad y dar seguridad a la ciudadanía.
De estas finalidades, la de impedir la fuga del imputado es la más recurrida y a la cual se le reconoce mayor
legitimidad.
- Respecto de las pruebas, se esgrime que se afectaría el derecho de defensa.
- Respecto de la función de prevenir nuevos delitos, importa aplicar criterios de peligrosidad que son propios de
las medidas de seguridad y no de las cautelares.
- Aplicar la prisión preventiva para aquietar y darle seguridad a la sociedad, implica ciertamente anticipar la pena.

En el ASPP, la prisión preventiva, era una consecuencia casi ineludible del auto de procesamiento.
En el NSPP, la situación cambia. No podría ser consecuencia de la resolución citada, ya que ésta desaparece.
Asimismo, el NSPP, dispone de límites a la utilización de la prisión preventiva, destinados a mantener la
proporcionalidad en relación a la pena posible (cuestión mucho más patente en el NCPP original y que ha ido
perdiendo fuerza con las modificaciones). Antes de la modificación de la ley 20.074 se señalaba que si el
legislador establecía medidas alternativas, no procedía la prisión preventiva, en el entendido que resultaba un
contrasentido el que aun antes de emitirse la condena, permaneciera privado de libertad.

2. NORMAS DEL NUEVO PROCEDIMIENTO

A) Procedencia e Improcedencia.
La RG es que toda persona tiene derecho a la libertad personal y a la seguridad individual.
Procedencia de la prisión preventiva: cuando las demás medidas cautelares personales fueren estimadas
por el juez como (a) insuficientes para asegurar las finalidades del procedimiento; (b) insuficientes para
asegurar la seguridad del ofendido; o (c) insuficientes para asegurar la seguridad de la sociedad. 139

La norma original establecía el principio de la excepcionalidad, en términos que la prisión preventiva sólo
procedía cuando las demás fueren insuficientes para asegurar los fines del procedimiento. Se producía un
problema interpretativo, al discutirse si la seguridad de la sociedad y del ofendido eran o no fines del
procedimiento. La nueva norma, buscó dejar atrás la citada discusión, aun cuando quede en estado de
pendencia su correspondencia con los tratados internacionales.

La prisión preventiva es doblemente excepcional, lo cual se deriva del juego de las siguientes normas:
A. Art. 5: estricta legalidad de las medidas cautelares personales, interpretación restrictiva y
prohibición de analogía.
B. Art. 122: las medidas cautelares en general son excepcionales, debiendo aplicarse sólo cuando sean
absolutamente indispensables para asegurar la realización de los fines del procedimiento, durando sólo
mientras exista necesidad.
C. Art. 139 ya señalada

Concordante con lo anterior, el NCPP señala los casos en que la prisión preventiva es improcedente. Antes
de la modificación del 2005, se establecía el criterio de la proporcionalidad: la prisión preventiva debía ser
proporcionada al delito, las circunstancias de su comisión y la sanción probable. La referencia a la
proporcionalidad fue eliminada.

Hoy, se establece la improcedencia de la prisión preventiva en el art. 141: No se podrá ordenar la


prisión preventiva:
a)Cuando el delito imputado estuviere sancionado únicamente con penas pecuniarias o privativas de
derechos;
b)Cuando se tratare de delitos de acción privada; y
c) Cuando el imputado se encontrare cumpliendo efectivamente una pena privativa de libertad. Si por cualquier
motivo fuere a cesar el cumplimiento efectivo de la pena y el fiscal o el querellante estimaren necesaria la
prisión preventiva o alguna de las medidas previstas en el párrafo 6º, podrá solicitarlas anticipadamente, de
conformidad a las disposiciones de este Párrafo, a fin de que, si el tribunal acogiere la solicitud, la medida
se aplique al imputado en cuanto cese el cumplimiento efectivo de la pena, sin solución de continuidad.

Puede en todo caso decretarse la prisión preventiva en los eventos previstos en la letra c), cuando:
64
a- El imputado hubiere incumplido alguna de las medidas cautelares previstas en el párrafo 6º;
b- Cuando el tribunal estime que el imputado pudiere incumplir con su obligación de permanencia en el
lugar del juicio hasta su término y presentarse a los actos del procedimiento como a la ejecución de la
sentencia, inmediatamente que fuere requerido o citado de conformidad a los arts. 33 y 123.
c- El imputado no asista al juicio oral, siendo dictada la resolución en la misma audiencia de juicio oral, a
petición del fiscal o del querellante.

Antes de la modificación:
a. Se establecía expresamente la proporcionalidad
b. La prisión preventiva no procedía respecto de penas equivalentes a presidio menor en su grado
mínimo
c. La prisión preventiva no procedía respecto de los imputados que podían ser beneficiados por la ley
de cumplimiento alternativo de la pena.

B) Requisitos para decretar la prisión preventiva:


a. Ser decretada en audiencia
b.Haberse formalizado la investigación
c. Existencia de solicitud del Ministerio Público o del querellante
d.Existencia de antecedentes que justifiquen la existencia del delito investigado
e. Existencia de antecedentes que permitan presumir fundadamente que el imputado ha tenido participación
en el delito como autor, cómplice o encubridor.
f. Que existan antecedentes calificados que permitan al tribunal considerar que la prisión preventiva es
indispensable para el éxito de diligencias precisas y determinadas de la investigación, o que la libertad del
imputado sea peligrosa para la seguridad de la sociedad o del ofendido.
i. Indispensable para éxito de la investigación: existencia de sospecha grave y fundada de que el
imputado pudiere obstaculizar la investigación mediante destrucción, modificación, ocultación o
falsificación de elementos de prueba; o cuando pudiere inducir a coimputados, testigos, peritos o
terceros pata que informen falsamente o se comporten de manera desleal o reticente.

ii. Libertad del imputado peligrosa para la seguridad de la sociedad: el tribunal deberá considerar
especialmente alguna de las siguientes circunstancias: gravedad de la pena asignada al delito; número
de delitos que se le imputare y carácter de los mismos; existencia de procesos pendientes; hecho de
encontrarse sujeto a medida cautelar personal, en libertad o gozando de beneficios alternativos al
cumplimiento de la ejecución; existencia de condenas anteriores cuyo cumplimiento esté pendiente; el
hecho de haber actuado en grupo o pandilla.
iii. Libertad del imputado peligrosa para la seguridad del ofendido: existencia de antecedentes
calificados que permiten presumir que éste realizará atentados contra el ofendido, su familia o sus
bienes.

C) Tramitación y resolución de la solicitud.


a. La solicitud de prisión preventiva puede plantearse verbalmente en 3 oportunidades:
i. Audiencia de formalización de la investigación
ii. Audiencia de preparación de juicio oral
iii. Audiencia de juicio oral
b. Se puede solicitar por escrito, en cualquier etapa de la investigación, respecto del imputado formalizado: el
juez fijará una audiencia para la resolución de la solicitud, citando al imputado, a su defensor y a los demás
intervinientes. La presencia del imputado y del defensor son requisitos de validez. En la audiencia, se
exponen los fundamentos por el que solicita la medida, debiéndose oír en todo caso al defensor, a los
demás intervinientes presentes y al imputado.
c. Resolución: al fin de la audiencia el tribunal se pronunciará sobre la prisión preventiva por medio de
resolución fundada, en la cual expresará claramente los antecedentes calificados que justifiquen la decisión.

D) Modificación y Revocación de la prisión preventiva.


a. La resolución que ordena o rechaza la prisión preventiva es modificable de oficio o a petición de
cualquiera de los intervinientes, en cualquier estado del procedimiento.
b. Imputado solicita la revocación de la prisión preventiva: el tribunal puede:
i. Rechazar de plano (no es apelable, con lo cual impide que se solicite la libertad en un
mismo proceso, cada pocos días, como ocurría en el ASPP)
ii. Citar a todos los intervinientes a audiencia pata abrir debate sobre la subsistencia de los
requisitos que autorizan la medida. Está obligado a esta citación, cuando hubieren
65
transcurrido 2 meses desde el último debate oral en que se ha ordenado o mantenido la
prisión preventiva.
c. La prisión preventiva rechazada, podrá ser decretada con posterioridad en una audiencia, cuando
existan otros antecedentes que, a juicio del tribunal, justifican discutir nuevamente la procedencia.
d. Sustitución de la prisión preventiva. En cualquier momento del procedimiento el tribunal, de oficio
o a petición de parte, puede sustituir la prisión preventiva por alguna de las medidas contempladas
en el párrafo 6º.
e. Revisión de oficio. Transcurridos 6 meses desde que se ha ordenado la prisión preventiva o desde
el último debate oral en que ella se ha decidido, el tribunal citará de oficio a una audiencia, con el
fin de considerar su cesación o prolongación.
E) Substitución y reemplazo.
Cuando la prisión preventiva ha sido o deba ser impuesta únicamente para garantizar la comparecencia del
imputado al juicio y a la eventual ejecución de la penal, el tribunal podrá autorizar su reemplazo por una
caución económica suficiente, cuyo monto fijará. Esta caución puede consistir en el depósito por el
imputado u otra persona de dinero o valores, la constitución de prendas o hipotecas, o la fianza de una o más
personas idóneas calificadas por el tribunal.
En caso que el imputado sea declarado rebelde o cuando se sustraiga de la ejecución de la pena, se procederá
a ejecutar la garantía de acuerdo con las reglas generales y se entregará el monto que se obtuviere a la
Corporación Administrativa del Poder Judicial. En caso que la caución la haya constituido un tercero, se ordena
ponerla en conocimiento del tercero interesado, apercibiéndolo con que si el imputado no comparece en el plazo
de 5 días, se ejecutará la caución.
En ambos casos y cuando la caución no consista en dinero, el Consejo de Defensa del Estado actuará como
ejecutante.

Cancelación de la caución. La caución será cancelada y devueltos los bienes afectados, siempre no se
hubieren ejecutado antes:
a)Cuando el imputado fuere puesto en prisión preventiva
b)Cuando, por resolución firme, se absolviere al imputado, se sobreseyere la causa o se suspendiere
condicionalmente el procedimiento; y
c) Cuando se comenzare a ejecutar la pena privativa de libertad o se resolviere que ella no debiere ejecutarse
en forma efectiva, siempre que previamente se pagaren la multa y las costas que impusiere la sentencia.

La ley 20.074 incorporó el adverbio únicamente, para dejar en claro que el reemplazo de la prisión preventiva
por la caución, sólo procede cuando se busca asegurar la comparecencia del imputado, es decir cuando su
fundamento sea el peligro de fuga. Se estableció en tal sentido, ya que los demás objetivos de la prisión
preventiva no se pueden garantizar con caución (por ejemplo, la seguridad de la sociedad), debiéndose
caucionar por medio de una real privación de libertad.

F) Recursos
La resolución que ordena, mantiene, niega lugar o revoca una prisión preventiva es apelable cuando se ha
dictado en una audiencia. En los demás casos, no procede recurso alguno.
No obsta a la procedencia del recurso, la circunstancia de haberse decretado, a petición de interviniente, alguna
de las medidas del 155. Fue una modificación de la ley 20.074, toda vez que el agravio se producía por la
diferencia entre lo pedido y lo fallado.

G) Ejecución de la medida de prisión preventiva.


1. El tribunal que la dicta, deberá supervisar la ejecución.
2. Deberá además conocer de las solicitudes y presentaciones realizadas con ocasión de la ejecución de la
medida.
3. Se ejecutará en establecimientos especiales, diferentes de los usados para los condenados o, al menos,
en lugares absolutamente separados de los destinados para éstos últimos.
4. El imputado será tratado en todo momento como inocente.
5. La prisión preventiva se cumplirá de modo tal que no adquiera características de una pena, ni provoque más
limitaciones que las necesarias para evitar la fuga y garantizar la seguridad de los demás internos o
personas que se encuentren en el recinto.
6. El tribunal debe adoptar y disponer las medidas necesarias para la protección de la integridad física del
imputado y tomar determinadas medidas de separación de jóvenes y no reincidentes respecto de la
población penitenciaria de mayor peligrosidad.
7. Excepción: el tribunal puede conceder al imputado permiso de salida durante el día, siempre que se
asegure en forma conveniente que no se vulnerarán los objetivos de la prisión preventiva.
66
8. Cualquier restricción que la autoridad penitenciaria imponga al imputado debe ser
inmediatamente comunicada al tribunal, con sus fundamentos (celda de castigo, por ej.). Éste podrá
dejarla sin efecto cuando la considere ilegal o abusiva, convocando, si lo estima necesario, a una audiencia
para su examen.

H) Límites temporales. Término por absolución o sobreseimiento.


a. No subsistiendo los motivos que la justifiquen, el tribunal, de oficio o a petición de cualquier interviniente,
decretará la terminación de la prisión preventiva.
b. En todo caso, cuando la prisión preventiva haya alcanzado la mitad de la duración de lo que la pena
privativa de libertad que se pudiera esperar (en el evento de una sentencia condenatoria o de la impuesta
existiendo recursos pendientes) el tribunal citará de oficio a una audiencia, con el fin de considerar su
cesación o prolongación. Aplicación del criterio de proporcionalidad.
c. En caso de dictarse sentencia absolutoria, decretarse sobreseimiento definitivo o temporal, y aun cuando
las resoluciones no se encuentren ejecutoriadas, el tribunal deberá poner término a la prisión
preventiva. En tales casos, se puede imponer alguna de las medidas del párrafo 6º, cuando sea
aconsejable para asegurar la presencia del imputado.

I) Normas comunes a la detención y a la prisión preventiva


Toda orden de prisión preventiva o de detención será expresada por escrito por el tribunal y contendrá:
a)Nombre y apellido de la persona que debe ser detenida o aprehendida o, en su defecto, las circunstancias
que la individualizaren o determinaren;
b)El motivo de la prisión o detención; y
c) La indicación de ser conducido de inmediato ante el tribunal, al establecimiento penitenciario o lugar
público de prisión o detención que determinará, o de permanecer en su residencia, según corresponda.
Lo señalado anteriormente, es sin perjuicio de lo previsto en el art. 9 para los casos urgentes.

Es posible que el tribunal, a petición del fiscal, restrinja o prohíba las comunicaciones del detenido o del preso
hasta por un máximo de 10 días, cuando lo considere necesario para el éxito de la investigación.
No obstante, no se puede limitar el acceso del imputado a su abogado, como entrevista privada, ni al propio
tribunal, ni a la atención médica.
El juez tendrá que instruir a la autoridad acerca de la forma de llevar a efecto la medida, la cual nunca puede
consistir en encierro en celdas de castigo.

B.4. Otras medidas cautelares de menor intensidad


Para garantizar el éxito de las diligencias de investigación, la seguridad de la sociedad, la protección al ofendido o
asegurar la comparecencia del imputado a ciertas actuaciones del procedimiento o de la ejecución de la
sentencia, después de formalizada la investigación el tribunal, a petición del fiscal, del querellante o la víctima,
puede imponer una o más de las siguientes medidas:
a) La privación de libertad, total o parcial, en su casa o en la que el propio imputado señalare, si aquélla se
encontrare fuera de la ciudad asiento del tribunal;
b) La sujeción a la vigilancia de una persona o institución determinada, las que informarán periódicamente al
juez;
c) La obligación de presentarse periódicamente ante el juez o ante la autoridad que él designare;
d) La prohibición de salir del país, de la localidad en la cual residiere o del ámbito territorial que fijare el tribunal;
e) La prohibición de asistir a determinadas reuniones, recintos o espectáculos públicos, o de visitar
determinados lugares;
f) La prohibición de comunicarse con personas determinadas, siempre que no se afectare el derecho a defensa,
y
g) La prohibición de aproximarse al ofendido o su familia y, en su caso, la obligación de abandonar el hogar que
compartiere con aquél.
El tribunal podrá imponer una o más de estas medidas según resultare adecuado al caso y ordenará las
actuaciones y comunicaciones necesarias para garantizar su cumplimiento.
La procedencia, duración, impugnación y ejecución de estas medidas cautelares se regirán por las disposiciones
aplicables a la prisión preventiva, en cuanto no se opusieren a lo previsto en este Párrafo.

Características de las medidas del 155:


A) Su finalidad es determinada
B) No procede en aquellos casos en que sólo procede la citación
C) Sólo proceden una vez formalizada la investigación
D) Deben ser decretadas en audiencia por el tribunal, a petición del fiscal, querellante o víctima
67
E) Son acumulables (una o más)
F) Se rigen en lo que no resulte contrario, por las normas de la prisión preventiva
G) Pueden suspenderse, y admitirse en tal evento las cauciones del 146, a petición del afectado, oyendo al
fiscal y con citación de los demás intervinientes que participaron en la audiencia en que se decretaron,
cuando el tribunal estime que con ello no se pone en peligro los objetivos de su imposición.
C. LAS MEDIDAS CAUTELARES REALES
Durante la etapa de la investigación, el Ministerio Público o la víctima pueden solicitar por escrito al juez de
garantía, que decrete respecto del imputado, una o más de las medidas precautorias autorizadas en el Título V
del libro II del CPC. La tramitación se regirá por las normas de las medidas prejudiciales.

Concedida la medida, el plazo para demandar se extiende hasta 15 días antes de la fecha para realizar la
audiencia de preparación de juicio oral. Al interponerse la demanda civil, la víctima puede solicitar que se
decreten una o más medidas. Las resoluciones que nieguen o den lugar a las medidas son apelables.

No hay un vínculo como existía anteriormente entre el auto de procesamiento y el embargo. No se puede
decretar de oficio por el juez de garantía.

8. LAS SALIDAS ALTERNATIVAS


Introducción. Fundamentos
Como justificación a la incorporación de las salidas alternativas, se ha esgrimido la razón de contrarrestar un
problema de asignación de recursos limitados frente a un sinnúmero de casos que la justicia criminal debe
resolver.
Asimismo, la experiencia ha mostrado que las tradicionales respuestas, principalmente las penas privativas de
libertad, muchas veces resultan socialmente inconvenientes para satisfacer las pretensiones -civiles y penales-
y para la utilidad de la sociedad en general.

El NSPP consagra la posibilidad de respuesta estatal frente a la comisión de un hecho punible que representan
un menor nivel de represión o de fuerza, buscando privilegiar la solución al conflicto que genera el delito, más
que la pura imposición de la pena.

Debe quedar claro, que las salidas alternativas no comprenden todo mecanismo destinado a descomprimir el
sistema penal, ya que precisamente lo que distingue a las salidas alternativas de otras válvulas de escape del
sistema, es que las salidas alternativas son una “respuesta” menos represiva de parte de un sistema.

De esta manera, entendiendo la salida alternativa como una respuesta alternativa, podemos decir que se trata
de una forma opcional a la imposición de una pena, como vía de solución del conflicto penal.

Si la entendemos en un sentido amplio, podríamos considerar dentro de las salidas alternativas aquellas
instituciones que constituyen modalidades alternativas al juicio oral, incluyendo las formas de terminación
anticipada del procedimiento y el procedimiento abreviado.

Se analizan las salidas alternativas, en el sentido estricto del término.

La suspensión condicional del procedimiento

Nuestra legislación tradicional, contemplaba las “medidas alternativas a las penas privativas o restrictivas de
libertad” en la etapa de ejecución de tales sanciones.

Con esta medida, según muchos, se distribuyen de modo eficiente los recursos limitados de persecución penal y
junto a ello, se descongestiona el sistema judicial.
Asimismo, tiene la ventaja de otorgar la posibilidad de auxiliar a la víctima por la vía de establecer como
condición de suspensión, precisamente la reparación del daño ocasionado con el delito.

Requisitos de procedencia de la suspensión condicional del procedimiento:


A. Acuerdo del fiscal con el imputado;
B. Solicitud del fiscal al juez de garantía. El juez podrá requerir del Ministerio Público los antecedentes
necesarios para resolver;
C. Que la pena que pueda imponerse al imputado, en el evento de dictarse sentencia condenatoria, no exceda
de 3 años de privación de libertad. Se trata de una determinación de la pena al caso concreto; y
68
D. Que el imputado no hubiere sido condenado anteriormente por crimen o simple delito.

- Es requisito de validez de la audiencia en que se ventila la solicitud de suspensión condicional del


procedimiento, la presencia del defensor del imputado.
- En caso que concurran el querellante o la víctima a la citada audiencia, deberán ser oídos.
Al decretar la suspensión condicional del procedimiento, el juez de garantía:
1. Establecerá las condiciones a las que debe someterse el imputado;
2. Determina el plazo en que deberán cumplirse las citadas condiciones, el que no puede ser inferior a 1 año ni
superior a 3 años.
En caso de ser infringidas las condiciones, se puede revocar la decisión, reanudándose el procedimiento.

A. CONDICIONES POR CUMPLIR


El juez de garantía dispondrá, según corresponda, que durante el período de suspensión, el imputado esté
sujeto al cumplimiento de una o más de las siguientes condiciones:
a)Residir o no residir en un lugar determinado;
b)Abstenerse de frecuentar determinados lugares o personas;
c) Someterse a un tratamiento médico, psicológico o de otra naturaleza;
d)Tener o ejercer un trabajo, oficio, profesión o empleo, o asistir a algún programa educacional o de
capacitación;
e)Pagar una determinada suma, a título de indemnización de perjuicios, a favor de la víctima o garantizar
debidamente su pago. Se podrá autorizar el pago en cuotas o dentro de un determinado plazo, el que en
ningún caso podrá exceder el período de suspensión del procedimiento;
f) Acudir periódicamente ante el Ministerio Público y, en su caso, acreditar el cumplimiento de las demás
condiciones impuestas;
g)Fijar domicilio e informar al Ministerio Público de cualquier cambio del mismo; y
h)Otra condición que resulte adecuada en consideración con las circunstancias del caso concreto de que se
tratare y fuere propuesta, fundadamente, por el Ministerio Público. Se incorporó por medio de la ley
20.074. Antes de ella, la enumeración del 238 era taxativa, cuestión que hoy no ocurre.

Durante el período de la suspensión y oyendo en una audiencia a todos los intervinientes que concurran a
ella, el juez puede modificar una o más de las condiciones impuestas.

B. EFECTOS
A- Durante el período, no inferior a 1 año, ni superior a 3 años fijado por el juez, no se reanuda el curso de
la prescripción de la acción penal.
B- Durante el término en que se prolonga la suspensión condicional del procedimiento se suspende el plazo
previsto en el art. 247: 2 años para el cierre de la investigación.
C- No extingue las acciones civiles de la víctima o de terceros. Sin embargo, en caso que la víctima reciba
pagos en virtud de la condición impuesta por la letra e del art. 238, ellos se imputan a la indemnización
de perjuicios que puedan corresponder.
D- No impide perseguir en sede civil las responsabilidades civiles derivadas del hecho.
E- Transcurrido el plazo que el tribunal fijó, sin que la suspensión se haya revocado, se extingue la acción
penal, debiendo el tribunal dictar de oficio o a petición departe el sobreseimiento definitivo.

C. RECURSO
Resolución que se pronuncia sobre la suspensión condicional del procedimiento: apelable por el imputado, la
víctima, el Ministerio Público y el querellante.

D. REVOCACIÓN
En caso que el imputado incumpla, sin justificación, y en forma grave y reiterada las condiciones
impuestas, o cuando fuera objeto de una nueva formalización de la investigación por hechos distintos,
el juez, a petición del fiscal o de la víctima, revocará la suspensión condicional del procedimiento. Éste deberá
continuar de acuerdo a las reglas generales. Esta resolución será apelable.

Los Acuerdos Reparatorios


A. GENERALIDADES
Se trata de una ampliación de la privatización de la persecución penal, a casos en que tradicionalmente
ha predominado el planteamiento de existencia de un interés público comprometido.
69
Se establece ex ante una procedencia limitada a casos en que claramente predomina un interés
pecuniario, sin perjuicio de la crítica que se le hace: los poderosos podrán pagar por delinquir en estos
límites, siendo un instrumento de uso reservado para los de limitados recursos.

La regulación en el NCPP, viene a dar expresa cabida a los intereses de la víctima, si ésta
fundamentalmente persigue una reparación pecuniaria y, además, toma en cuenta que, si la víctima se
rehúsa a seguir colaborando con el procedimiento, el Ministerio Público difícilmente puede seguir adelante.
Asimismo, es un reconocimiento a lo que hoy en día ocurre: sobreseimientos por acuerdos extrajudiciales
en delitos de carácter culposo.

B. REGULACIÓN LEGAL Y PROCEDENCIA


Requisitos de procedencia de los acuerdos reparatorios:
1. Acuerdo entre el imputado y la víctima;
2. Que el acuerdo recaiga sobre una determinada categoría de hechos punibles:
a. Bienes jurídicos disponibles5 patrimoniales
b. Lesiones menos graves6
c. Delitos culposos
3. Que el acuerdo sea aprobado por el Juez de Garantía en la correspondiente audiencia, cuando verifique se
ha prestado el consentimiento en forma libre y con pleno conocimiento de los derechos. En caso que no
concurra uno de los requisitos, el juez de garantía puede rechazarlo de oficio o a petición del Ministerio
Público. Es interesante que una de las causas para rechazar la aprobación es la existencia de un interés
público, entendiéndose por la ley que concurre especialmente, cuando el imputado ha incurrido
reiteradamente en hechos como los que se investigan en el caso particular. De la resolución que apruebe el
acuerdo reparatorio, el Ministerio Público puede apelar.

A la audiencia en que se tratare sobre los acuerdos reparatorios, serán citados los intervinientes.

C. EFECTOS DEL ACUERDO REPARATORIO


1-Penales: cumplidas las obligaciones contraídas por el imputado en el acuerdo reparatorio o garantizada
debidamente a satisfacción de la víctima, el tribunal dictará sobreseimiento definitivo, total o parcial, en la
causa, con lo que se extinguirá, total o parcialmente, la responsabilidad penal del imputado que lo hubiere
celebrado. El anterior texto, disponía que la resolución de término se decretaba junto con la
aprobación del acuerdo propuesto. Con ello, se producían problemas, ya que frente a incumplimientos de
acuerdos, la víctima no podía accionar en sede penal, quedándole sólo la vía civil, por haberse extinguido la
responsabilidad penal.

2-Civiles: ejecutoriada la resolución judicial que aprueba el acuerdo reparatorio, puede solicitarse el
cumplimiento ante el juez de garantía, en conformidad a los artículos 233 y siguientes del CPC. El acuerdo
reparatorio no puede ser dejado sin efecto por ninguna acción civil.

3-Subjetivos o Parciales: cuando en la causa exista pluralidad de imputados o víctimas, el procedimiento


continuará respecto de quienes no hubieren concurrido al acuerdo.

Oportunidad para pedir y decretar la suspensión condicional del procedimiento y los acuerdos reparatorios.
Registros
Tanto la suspensión condicional del procedimiento como los acuerdos reparatorios, pueden solicitarse y
decretarse en cualquier momento posterior a la formalización de la investigación. En caso que no se plantee
en la audiencia de formalización, el juez citará a una audiencia, a la que pueden comparecer todos los
Intervinientes en el procedimiento.

5
En la redacción del NCPP se evitó definir lo que debía entenderse por ellos, permitiendo una elaboración de la jurisprudencia.
Hoy en día, no es unánime. Se intentó, con la expresión “de carácter patrimonial o susceptibles de apreciación pecuniaria”
restringir los acuerdos sólo a los delitos contra la propiedad no violentos. Sin embargo, según opinión de la profesora Horvitz,
la amplitud de la causal sigue permitiendo un espacio interpretativo amplio a los jueces para la determinación de los delitos
que se deben entender comprendidos. De especial interés son los delitos que ponen en juego los intereses fiscales. En derecho
comparado se permite la transacción en ellos, compareciendo la autoridad administrativa, en representación de los intereses del
Fisco.
6
Se critica el hecho de haberse establecido como límite sólo en virtud del resultado producido, sin considerar otros elementos
del delito.
Han existido determinados instructivos generales del Ministerio Público, en que se categorizan ciertos delitos, a fin de
encuadrarlos dentro o fuera del ámbito de los acuerdos reparatorios.
70
Declarado el cierre de la investigación, sólo podrán ser decretados en la audiencia de preparación de juicio
oral.
Lo anterior, es sin perjuicio de adoptarse en la audiencia de juicio simplificado (394).

El Ministerio Público debe llevar un registro en el cual dejará constancia de los casos en que se decretare la
suspensión condicional del procedimiento o se apruebe un acuerdo reparatorio.
El registro tiene por objeto verificar que el imputado cumpla con las condiciones que el juez impusiere al disponer
la suspensión condicional del procedimiento, o reúna los requisitos necesarios para acogerse en su caso, a una
nueva suspensión condicional o acuerdo reparatorio.
El registro será reservado, sin perjuicio del derecho de la víctima de conocer la información relativa al imputado.

Debemos tener presente el art. 335: no se puede invocar, ni dar lectura ni incorporar como medio de prueba al
juicio oral ningún antecedente que dijere relación con la proposición, discusión, aceptación, procedencia, rechazo
o revocación de una suspensión condicional del procedimiento, de un acuerdo reparatorio o de la tramitación de
un procedimiento abreviado.

9. NULIDADES PROCESALES
A. PROCEDENCIA DE LA NULIDAD
Sólo podrán anularse las actuaciones o diligencias judiciales defectuosas del procedimiento que ocasionaren
a los intervinientes un perjuicio reparable únicamente con la declaración de nulidad. Se consagra
normativamente el principio de trascendencia. “La nulidad sin perjuicio no opera”

Existencia de perjuicio: la inobservancia de las formas procesales atenta contra las posibilidades de
actuación de cualquiera de los intervinientes en el procedimiento.

Presunción de derecho del perjuicio: se presume de derecho la existencia de perjuicio, cuando la infracción
ha impedido el pleno ejercicio de las garantías y de los derechos reconocidos en la CPR y en las leyes de la
República.

B. OPORTUNIDAD PARA SOLICITARLA


a)En forma fundada y por escrito, incidentalmente, dentro de los 5 días siguientes a aquél en que el
perjudicado ha tomado conocimiento fehaciente del acto cuya invalidación persiguiere.
b) En caso que el vicio se haya producido en una actuación verificada en una audiencia: debe
impetrarse solicitarse verbalmente antes del término de la misma audiencia.
Luego de la audiencia de preparación de juicio oral, no puede reclamarse la nulidad de actuaciones
verificadas durante la etapa de investigación.
En caso de extemporaneidad de la solicitud de nulidad, se declara inadmisible.

C. TITULARES DE LA SOLICITUD DE DECLARACIÓN DE NULIDAD


Sólo el interviniente perjudicado por el vicio y que no ha concurrido a causarlo.

D. NULIDAD DE OFICIO
Cuando el tribunal estima que se ha producido un acto viciado y la nulidad no se ha saneado aún, lo pone en
conocimiento del interviniente en el procedimiento a quien estime que la nulidad agravia, a fin de que
proceda como crea conveniente en sus derechos.
Excepcionalmente, tratándose de los casos en que se presume de derecho el perjuicio, el tribunal puede
decretar de oficio la nulidad.

E. SANEAMIENTO DE LA NULIDAD
Existen 3 causales de saneamiento:
a. El interviniente en el procedimiento perjudicado no solicita la declaración oportunamente;
b. El interviniente perjudicado acepta expresa o tácitamente los efectos del acto7;
c. Cuando, a pesar del vicio, el acto cumple su finalidad respecto de todos los interesados, salvo en
los casos del 160 (presunción de derecho del perjuicio).

El señor Binder plantea que la nulidad debe ser la última herramienta para restaurar los principios
constitucionales, cuando no ha operado el saneamiento ni la convalidación.

7
Binder señala que lo más correcto es hablar de convalidación cuando se absorbe el defecto.
71
F. EFECTOS DE LA DECLARACIÓN DE NULIDAD
La declaración de nulidad del acto conlleva la de los actos consecutivos que de él emanaren o dependieren.
El tribunal, cuando declara la nulidad, determinará concretamente cuáles son los actos a los que ella se
extendiere y, siendo posible, ordenará que se renueven, rectifiquen o ratifiquen.
La declaración de nulidad no puede retrotraer el procedimiento a etapas anteriores, para repetir el acto,
rectificar el error o cumplir el acto omitido, salvo en los casos en que ello corresponda según el recurso
de nulidad.
Así por ejemplo, cuando en la etapa de preparación del juicio oral se declare la nulidad de actuaciones
judiciales realizadas durante la investigación, el tribunal no podrá solicitar que se reabra la misma.
La solicitud de nulidad constituye preparación suficiente del recurso de nulidad pata el caso que el tribunal
no resolviere la cuestión de conformidad a lo solicitado.

10. CONCLUSIÓN DE LA ETAPA DE INVESTIGACIÓN


A. COMENTARIO PREVIO
Se analiza en este apartado, la conclusión de la investigación, los casos en los cuales se suspende el
procedimiento por el sobreseimiento temporal (con la posible audiencia para su discusión), los supuestos en
que el procedimiento se extingue sin llegar al juicio oral, a través del sobreseimiento definitivo (con la eventual
audiencia para su discusión).
Hay autores como el señor Carocca, que tratan las anteriores materias en la etapa intermedia del nuevo
procedimiento penal. Sin embargo, el profesor Chahuán, estima que es preferible identificar esta etapa con la
preparación propiamente tal del juicio oral, es decir, desde la formulación de la acusación, en adelante.

B. CIERRE DE LA INVESTIGACIÓN, FACULTAD DEL MINISTERIO PÚBLICO


La atribución de cerrar la investigación es, en principio y como RG, una atribución del Fiscal a cargo del caso.
Se declara el cierre, cuando según el criterio del Fiscal, se hayan practicado las diligencias necesarias para la
averiguación del hecho punible y sus autores, cómplices o encubridores. En dicho supuesto, dentro de los 10
días siguientes, el Fiscal puede adoptar una de las siguientes 3 actitudes:
A) Solicitar el sobreseimiento definitivo o temporal de la causa
B) Formular acusación, cuando estime que de la investigación emana fundamento serio para enjuiciar al
imputado formalizado
C) Comunicar la decisión de no perseverar en el procedimiento, por no haber reunido durante la
investigación los antecedentes suficientes para fundar una acusación. En este caso, se producen
como consecuencias:
a. Se deja sin efecto la formalización de la investigación;
b. Se da lugar a que el juez revoque medidas cautelares
c. La prescripción de la acción penal continúa corriendo como si nunca se hubiere interrumpido

B.1. Citación a audiencia


Cuando el fiscal decido solicitar el sobreseimiento definitivo o temporal, o comunicar la decisión de no
perseverar en el procedimiento, se debe formular requerimiento al juez de garantía, quien citará a todos los
intervinientes a una audiencia.

B.2. Plazo para el cierre


Transcurrido el plazo de 2 años desde la fecha en que la investigación hubiere sido formalizada, el fiscal debe
proceder a cerrarla.
En caso que el fiscal no la declare cerrada en tal plazo, el imputado o el querellante pueden solicitar al juez
que aperciba al fiscal para que proceda al cierre.
Para estos efectos, el juez cita a los intervinientes a una audiencia y, si el fiscal no comparece a la misma o si,
compareciendo, se niega a declarar cerrada la investigación, el juez decreta el sobreseimiento definitivo de
la causa. Esta resolución será apelable.

En caso que el fiscal se allane a la solicitud, debe en la misma audiencia a la que citó el juez de garantía
declarar el cierre de la investigación, teniendo 10 días para deducir la acusación.

Transcurrido el plazo sin haberse deducido acusación, el juez, de oficio o a petición de alguno de los
intervinientes, cita a la audiencia del 249 y dictará sobreseimiento definitivo en la causa.

Causas de suspensión del plazo de 2 años:


a. Se dispone la suspensión condicional del procedimiento;
b. Cuando se decreta el sobreseimiento temporal
72
c. Desde que se alcanza un acuerdo reparatorio hasta el cumplimiento de las obligaciones
contraídas o hasta su debida garantía a satisfacción de la víctima.

C. SOBRESEIMIENTO
Se clasifica tradicionalmente en definitivo y temporal; y en total y parcial.
Definiciones tradicionales:
- Sobreseimiento definitivo: aquel que pone término al procedimiento penal y que, firme o ejecutoriado, tiene
la autoridad de cosa juzgada.

- Sobreseimiento temporal: aquel que sólo suspende o paraliza el proceso penal, hasta que se presenten
mejores datos de investigación o cese el inconveniente legal que haya detenido la prosecución del juicio.
Del análisis del art. 252 que trata el sobreseimiento temporal en el NSPP, podemos concluir que no tiene
recepción la causal de paralizar el procedimiento “hasta que se presenten mejores datos” (en tal caso el
fiscal opta por no perseverar en la investigación).

C.1. Sobreseimiento Temporal


El juez de garantía, decretará el sobreseimiento temporal en los siguientes casos:
a) Cuando para el juzgamiento criminal se requiere la resolución previa de una cuestión civil, de acuerdo
con lo dispuesto en el art. 171;
b) Cuando el imputado no compareciere al procedimiento y fuere declarado rebelde, de acuerdo con lo
dispuesto en los artículos 99 y siguientes;
c) Cuando después de cometido el delito, el imputado cayere en enajenación mental, de acuerdo con lo
dispuesto en el título VII del Libro Cuarto.
El TJOP dictará el sobreseimiento temporal cuando el acusado no hubiere comparecido a la audiencia de
juicio oral y hubiere sido declarado rebelde conforme a los artículos 100 y 101.

Reapertura del procedimiento. A solicitud del fiscal o de cualquiera de los intervinientes, el juez puede
decretar la reapertura del procedimiento cuando cesare la causa que hubiere motivado el sobreseimiento
temporal.

C.2. Sobreseimiento Definitivo


El juez de garantía decretará el sobreseimiento definitivo:
Cuando el hecho investigado no fuere constitutivo de delito;
Cuando apareciere claramente establecida la inocencia del imputado;
Cuando el imputado estuviere exento de responsabilidad criminal en conformidad al artículo 10 del Código
Penal o en virtud de otra disposición legal;
Cuando se hubiere extinguido la responsabilidad penal del imputado por alguno de los motivos establecidos
en la ley;
Cuando sobreviniere un hecho que, con arreglo a la ley, pusiere fin a dicha responsabilidad; y
Cuando el hecho de que se tratare hubiere sido materia de un procedimiento penal en el que hubiere recaído
sentencia firme respecto del imputado. Cosa juzgada material.

C.2.1. Prohibición de sobreseimiento


El juez no puede dictar sobreseimiento definitivo respecto de delitos que, conforme a los tratados
internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes:
a. Sean imprescriptibles; o
b. No puedan ser amnistiados (ej. Crímenes de lesa humanidad, genocidio, etc.), salvo cuando se trate de la
muerte del inculpado o del cumplimiento de la condena.

C.2.2. Efectos del sobreseimiento definitivo


Pone término al procedimiento y tiene autoridad de cosa juzgada.

C.3. Recursos
El sobreseimiento definitivo sólo puede impugnarse por medio del recurso de apelación.

C.4. Sobreseimiento total y parcial


Total: se refiere a todos los delitos y a todos los imputados
Parcial: se refiere a algún delito o a algún imputado de los varios a que se haya extendido la investigación y
que fueron objeto de la formalización.
73
En caso que sea parcial, el procedimiento continúa respecto de los delitos o imputados a que el
sobreseimiento no se extienda.

C.5. Facultades del juez respecto del sobreseimiento


El juez de garantía, al final de la audiencia a que se refiere el 249 (audiencia a la que se ha citado para
debatir sobre el requerimiento de sobreseimiento del fiscal), se pronunciará sobre la solicitud planteada.
Puede acogerla, sustituirla, decretar un sobreseimiento distinto del requerido o rechazarla, si no la considera
procedente. En caso de rechazarla, deja a salvo las facultades del Ministerio Público para acusar o comunicar
la decisión de no perseverar en el procedimiento.

D. REAPERTURA DE LA INVESTIGACIÓN
Dentro de los 10 días siguientes al cierre de la investigación, los intervinientes podrán reiterar la
solicitud de diligencias precisas de investigación que oportunamente hubieren formulado durante la
investigación y que el Ministerio Público hubiere rechazado o respecto de las cuales no se hubiere
pronunciado.
En caso que el juez de garantía acoja la solicitud, ordenará al fiscal reabrir la investigación y proceder al
cumplimiento de las diligencias, en el plazo que le fije. En tal caso, el fiscal puede y por una sola vez, solicitar
ampliación del mismo plazo.
Juez no decreta ni renueva las diligencias que: (similitud con las que se excluyen en la audiencia de
preparación del juicio oral).
1- En su oportunidad se hubieren ordenado a petición de los intervinientes y no se hubieren cumplido por
negligencia o hecho imputable a los mismos
2- Manifiestamente impertinentes
3- Las que tengan por objeto acreditar hechos públicos o notorios
4- Todas aquellas que hubieren sido solicitadas con fines puramente dilatorios

Vencido el plazo o su ampliación, o antes de ello cuando se han cumplido las diligencias, el fiscal cierra
nuevamente la investigación y procede en la forma del 248: acusa, solicita sobreseimiento o comunica la
decisión de no perseverar en el procedimiento.

E. FORZAMIENTO A LA ACUSACIÓN
Si existe querellante particular y se opone a la solicitud de sobreseimiento del fiscal, el juez dispone que los
antecedentes se remitan al Fiscal Regional, con el fin de que éste revise la decisión del fiscal a cargo de la
causa.
Si el Fiscal Regional, dentro de los 3 días siguientes, decide que el Ministerio Público acusará, dispone
inmediatamente si el caso debe continuar a cargo del fiscal que hasta el momento lo ha conducido, o si
designará uno distinto. En tal caso, la acusación del Ministerio Público deberá formularse dentro de los 10
días siguientes, conforme a las reglas generales.
Si el Fiscal Regional, dentro del plazo de los 3 días de recibidos los antecedentes, ratifica la decisión del fiscal
a cargo del caso, el juez podrá disponer:
a) Que la acusación correspondiente sea formulada por el querellante, quien la debe sostener en los mismos
términos que el Código establece pata el Ministerio Público
b) Decretar el sobreseimiento

Si el fiscal ha comunicado la decisión de no perseverar en el procedimiento, el querellante puede solicitar


al juez que solicitar al juez que lo faculte para ejercer la acusación en los mismos términos del Ministerio
Público.
En el proyecto original, se establecía que el juez de garantía podía obligar al Ministerio Público a acusar,
cuestión modificada en el Senado, en atención al principio acusatorio que rige el NSPP.

E.1. Recursos
La resolución que niega lugar a una de las solicitudes que el querellante hiciere conforme a lo señalado en el
punto anterior, es inapelable, sin perjuicio de los recursos que procedan en contra de la que ponga término al
procedimiento (aquella que decreta el sobreseimiento).

TERCERA PARTE
ETAPA INTERMEDIA O DE PREPARACIÓN DEL JUICIO ORAL
1. GENERALIDADES
74
Se trata de todos los trámites que seguirán a la presentación de la acusación, normalmente efectuada por el
Ministerio Público o, excepcionalmente, por el querellante particular.

Son presupuestos de esta etapa:


A. La formalización de la investigación
B. El cierre de la investigación
C. La acusación

Aludir a la formalización no es gratuito: es necesario que se produzca una congruencia entre la formalización la
investigación, la acusación y la sentencia del TJOP.

La coherencia entre la acusación (hecha generalmente por escrito, salvo en los casos del juicio inmediato o en el
procedimiento abreviado donde se puede realizar o modificar verbalmente) y la formalización de la investigación
apunta directamente a garantizar la efectiva posibilidad de defensa, evitando una posible condena por hechos
respecto de los cuales el acusado no haya podido defenderse oportunamente.

En cuanto al modelo planteado por el NCPP, en el sentido de si se trata de un modelo acusatorio puro o acusatorio
formal, se observa que desde el momento en que existe un acusador –el Ministerio Público- que reclama el juicio
ante un juez imparcial, el modelo es acusatorio. Sin embargo, no es un modelo puro (como ocurre en la usanza
anglosajona), sino uno formal o mixto, cercano a la manera continental europea, donde el juez de garantía, ante la
renuencia del acusador estatal puede, en principio, instar por que se deduzca acusación.

En el caso que el Ministerio Público decida acusar, el NSPP no permite que el juez de garantía controle el mérito
de dicha actuación, ni siquiera si lo solicita la defensa.

Este juicio de mérito sí se consagra en otros sistemas: alemán, italiano, argentino.

El sistema chileno, opta por una solución acusatoria radical en términos del profesor Bofill.

2. LA ACUSACIÓN. CONTENIDO. PRINCIPIO DE CONGRUENCIA


Acusación: requerimiento de apertura del juicio, fundado y formal, formulado por el Fiscal que precisa, desde su
posición, el objeto del juicio, lo califica jurídicamente y esgrime los medios de prueba pertinentes.

Contenido de la acusación. La acusación deberá contener en forma clara y precisa:


a) La individualización de el o los acusados y de su defensor;
b) La relación circunstanciada de el o los hechos atribuidos y de su calificación jurídica;
c) La relación de las circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal que concurrieren, aun
subsidiariamente de la petición principal;
d) La participación que se le atribuyere al acusado;
e) La expresión de los preceptos legales aplicables;
f) El señalamiento de los medios de prueba de que el Ministerio Público pensare valerse en el juicio;
g) La pena cuya aplicación se solicitare; y
h) En su caso, la solicitud de que se proceda de acuerdo al procedimiento abreviado.
Si el fiscal ofrece prueba de testigos, deberá presentar lista, individualizándolos con nombre, apellidos, profesión y
domicilio o residencia, salvo cuando exista motivo para temer que la indicación pública de su domicilio puede
implicar peligro para el testigo u otra persona.
Además deberá señalar los puntos sobre los que han de recaer las declaraciones.
En el mismo escrito deberá individualizar del mismo modo, al perito o peritos cuya comparecencia solicite,
indicando sus títulos o calidades.
Conforme al art. 312 inciso 4, el Fiscal deberá señalar en la acusación el nombre de los testigos a quienes debe
pagarse y el monto aproximado de ese pago.

Del contenido de la acusación, podemos extraer que el NSPP establece un sistema acusatorio formal, con lo cual
el TJOP puede, perfectamente, aplicar una calificación distinta a la que sostiene el Ministerio Público, por ejemplo.

Principio de Congruencia
Art. 259 inciso final: La acusación sólo podrá referirse a hechos y personas incluidos en la formalización de la
investigación, aunque se efectuare una distinta calificación jurídica.
75
La Corte Suprema en fallo de Septiembre de 2005 señaló que la falta de congruencia entre la formalización y
la acusación, produce un efecto distinto de la nulidad, toda vez que da origen a la necesidad de subsanar la
acusación conforme al modo consignado en el art. 270.

3. LA AUDIENCIA DE PREPARACIÓN DEL JUICIO ORAL. TRÁMITES PREVIOS. ACTUACIÓN DEL


QUERELLANTE. FACULTADES DE ACUSADO
Presentada la acusación, el juez de garantía, ordena su notificación a todos los intervinientes y citará, dentro
de las 24 horas siguientes, a la audiencia de preparación del juicio oral, la que debe tener lugar en un plazo no
inferior a 25 ni superior a 35 días. Al acusado se le entrega la copia de la acusación, en la que se dejará
constancia, además, del hecho de encontrarse a su disposición, en el tribunal, los antecedentes acumulados
durante la investigación.

Actuación del querellante. Hasta 15 días antes de la fecha fijada para realizar la audiencia de preparación del
juicio oral, el querellante, por escrito, podrá:
a)Adherir a la acusación del Ministerio Público o acusar particularmente. En este segundo caso, puede:
a. Plantear distinta calificación de los hechos
b. Alegar otras formas de participación del acusado
c. Solicitar otra pena
d. Ampliar la acusación del fiscal, extendiéndolas a hechos o a imputados distintos, siempre que
hayan sido objeto de la formalización de la investigación
b)Señalar los vicios formales de que adolezca el escrito de acusación, requiriendo su corrección;
c) Ofrecer prueba que estime necesaria para sustentar su acusación, lo que debe hacerse en los mismos
términos analizados respecto del Ministerio Público en el 259;
d)Deducir demanda civil, cuando proceda (ser víctima, en término estricto o en los términos del 108 inciso 2º).

Plazo de notificación al acusado. Las actuaciones del querellante, las acusaciones particulares, adhesiones,
adhesiones y la demanda civil deberán ser notificadas al acusado, a más tardar, 10 días antes de la
realización de la audiencia de preparación del juicio oral.

Facultades del acusado. Hasta la víspera del inicio de la audiencia de preparación del juicio oral, por escrito,
verbalmente al inicio de la misma, el acusado puede:
A- Señalar los vicios formales de que adoleciere el escrito de acusación, requiriendo su corrección
B- Deducir excepciones de previo y especial pronunciamiento; y
C- Exponer argumentos de defensa que considere necesarios y señalar los medios de prueba cuyo examen en
el juicio oral solicitare, en los mismos términos del 259.

Las excepciones de previo y especial pronunciamiento


Se trata de aquellas que tienden a corregir el procedimiento o a enervar la acción penal. Se pueden
oponer las siguientes:
a)Incompetencia del juez de garantía
b)Litis pendencia
c) Cosa juzgada
d)Falta de autorización para proceder criminalmente, cuando la CPR o la ley lo exigieren
e)Extinción de la responsabilidad penal

Sin perjuicio de lo señalado en el art. 263, en cuanto a la oportunidad para deducir las excepciones de previo y
especial pronunciamiento, si las excepciones de cosa juzgada y de extinción de responsabilidad penal no son
deducidas para discutirse en la audiencia de preparación de juicio oral, ellas podrán ser planteadas en el
juicio oral.

El legislador distingue 2 grupos de excepciones de previo y especialmente pronunciamiento:


A- Incompetencia del juez; litis pendencia y falta de autorización para proceder penalmente: deben
ser resueltas en la audiencia de preparación de juicio oral. Si las acoge, se dicta el
sobreseimiento correspondiente; si las rechaza, sigue adelante el juicio. Si el imputado ha
planteado excepciones de previo y especial pronunciamiento, el juez abre debate y deberá resolver
de inmediato las excepciones citadas, pertenecientes a este “1º grupo”. La resolución que recaiga
sobre estas excepciones es apelable.
B- Cosa juzgada y extinción de la responsabilidad penal: el juez puede acoger una o más de las
deducidas y decretar el sobreseimiento definitivo, siempre que el fundamento de la decisión se
encontrare suficientemente justificado en los antecedentes de la investigación. En caso que
76
no esté justificado, deja la resolución de la cuestión planteada para la audiencia de juicio
oral. Se trata de una decisión inapelable.

4. DESARROLLO DE LA AUDIENCIA DE PREPARACIÓN DEL JUICIO ORAL


A. NOCIÓN PREVIA
Esta audiencia, requiere de la presencia de todos los sujetos procesales.
En principio, no será posible llevar a cabo las audiencias de formalización, preparación de juicio oral y juicio oral,
sin a presencia del defensor. Existe sin embargo, basada especialmente en el art. 104, abundante
jurisprudencia que permite realizar la Audiencia de Preparación de Juicio Oral sin que el imputado esté
presente, siempre que esté presente su defensor, cuando los asuntos que se debatan y las peticiones
formuladas así lo permitan.

En la Audiencia de Preparación de Juicio Oral, se pueden discutir 3 tipos de cuestiones:


1. Conocer excepciones de previo y especial pronunciamiento deducidas por el imputado
2. Definir los hechos que serán objeto del debate a plantearse en el juicio oral. Importancia de la congruencia y
de la correcta definición de los hechos y las diversas calificaciones, en aras del efectivo derecho a defensa.
3. Preparación de la prueba a rendir en el juicio

B. ORALIDAD E INMEDIACIÓN
Siendo además principios del juicio oral, la oralidad y la inmediación son principios aplicables a esta audiencia
de preparación: el juez de garantía la dirige y debe presenciarla en su integridad, desarrollándose oralmente y
sin permitirse la presentación de escritos en su realización.

C. RESUMEN DE PRESENTACIONES. DEFENSA ORAL. COMPARECENCIA OBLIGATORIA.


Resumen de las presentaciones de los intervinientes. Al inicio de la audiencia, el juez de garantía realiza
una exposición sintética de las presentaciones que hayan realizado los intervinientes.

Defensa oral. En caso que el imputado no haya ejercido por escrito las facultades del 263, el juez le otorga la
opción de efectuarlo verbalmente.

Comparecencia del fiscal y del defensor. Son requisitos de validez de la audiencia.


a. La falta de fiscal, debe subsanarse inmediatamente por el tribunal, quien además, pone este hecho en
conocimiento del Fiscal Regional.
b. La falta del defensor, hará que el tribunal declare abandonada la defensa, designará un defensor de
oficio y dispone la suspensión de la audiencia por un plazo que no exceda los 5 días, para que el
defensor designado se interiorice en el caso.
c. La ausencia injustificada se puede sancionar con suspensión del ejercicio de la profesión por el plazo de 2
meses.

D. CORRECCIÓN DE VICIO FORMALES.


Cuando el juez considere que la acusación del fiscal, del querellante o la demanda civil adolecen de vicios
formales, ordenará que los mismos, sean subsanados, sin suspender la audiencia, si ello fuere posible.
En caso contrario, ordena la suspensión de la misma por el período necesario para la corrección del
procedimiento, el que en ningún caso puede exceder de 5 días.
- Transcurrido el plazo, si la acusación del querellante o la demanda civil no han sido rectificadas, se tienen
por no presentadas.
- Si no se corrige la acusación del fiscal, a petición de éste, el juez puede conceder prórroga por hasta 5 días
más, sin perjuicio del informe al fiscal regional.

Si el Fiscal no subsana oportunamente los vicios, el juez de garantía dictará el sobreseimiento definitivo,
salvo en el caso de que exista querellante particular, que haya deducido en forma oportuna la acusación o
se ha adherido a la del fiscal. En dicho caso, el procedimiento continúa sólo con el querellante y el Ministerio
Público no puede volver a intervenir en el mismo. Además, constituye una infracción grave a los deberes
del fiscal.

E. DEBATE ACERCA DE LA PRUEBA OFRECIDA. EXCLUSIÓN DE PRUEBAS PARA EL JUICIO ORAL.


E.1. Normas Legales
Cada parte puede formular las solicitudes, observaciones y planteamientos que estimare relevantes con
relación a las pruebas ofrecidas por las demás, para los fines que previene el art. 276 en sus incisos 2º y 3º
77
El juez de garantía, tras examinar las pruebas ofrecidas y escuchar a los intervinientes a la audiencia,
ordenará fundadamente que:
a- Se excluyan de ser rendidas en el juicio oral aquellas pruebas manifiestamente impertinentes
b- Se excluyan de ser rendidas en el juicio oral aquellas que tengan por objeto acreditar hechos
públicos y notorios
c- Se reduzca el número de testigos o documentos
d- Excluirá las pruebas:
i. Provenientes de actuaciones o diligencias declaradas nulas
ii. Actuaciones o diligencias obtenidas con inobservancia de las garantías fundamentales
Las demás pruebas que se hubieren ofrecido serán admitidas por el juez de garantía al dictar el auto de
apertura del juicio oral.

E.2. Fundamento y objeto de las normas


¿Por qué las partes deben “mostrar” anticipadamente la prueba que se pretende esgrimir? Se busca
transparencia y la determinación del juez de garantía acerca de la procedencia, pertinencia, necesidad y
licitud de las pruebas. Según lo expresa el profesor Bofill, el Juez de garantía debe filtrar la prueba ofrecida.
Es trascendental la tarea que realizará en este sentido el juez de garantía.

Una vía que busca solucionar problemas que se han producido en la práctica, con la exclusión de la prueba
relevante de parte del juez de garantía, la incorporó la ley 20.074 en el inciso 3º del 277: En caso de excluirse,
por resolución firme, pruebas de cargo que el Ministerio Público considere esenciales para sustentar su
acusación en el juicio oral respectivo, el fiscal puede solicitar el sobreseimiento definitivo de la causa ante el
juez competente, el que lo decretará en audiencia convocada al efecto.

E.2.A. Esquema de la labor del juez de garantía


El juez debe depurar la prueba ofrecida:
a) Estableciendo cuáles son los hechos que deberán probarse (similar a los hechos sustanciales,
pertinentes y controvertidos)
b) Excluir determinados medios de prueba:
i. Destinados a probar hechos manifiestamente impertinentes: es necesario que sea
manifiesta, para su exclusión
ii. Destinados a probar hechos públicos y notorios
iii. Excesivas y con fines puramente dilatorios
iv. Provenientes de diligencias nulas u obtenidas con inobservancia de las garantías
fundamentales

E.2.B. La Prueba Ilícita


Prueba ilícita: aquella obtenida o producida con infracción de derechos fundamentales o garantías
constitucionales de carácter procesal.
La investigación de la verdad no es un valor absoluto.
El proceso penal debe ser un fiel reflejo de la vigencia del estado de derecho, jugando las prohibiciones
probatorias un tremendo rol.
No debemos creer que se prohíbe toda prueba en que se vulnere en lo más mínimo una garantía
fundamental.
Existe consenso en cuanto al concepto de la prueba ilícita, mas no en cuanto a su utilización. Asimismo, se
extiende el problema a la conocida teoría del fruto del árbol envenenado, existiendo diversas posturas.
El profesor Chahuán, estima, siguiendo a Roxin, que la valoración de pruebas indirectas sólo pueden
considerarse, cuando conforme al desarrollo precedente de las investigaciones ellas también hubieran sido
obtenidas, muy probablemente, sin violación de las reglas del procedimiento.
El NCPP establece las prohibiciones de prueba en distintos artículos: así por ejemplo respecto de los métodos
prohibidos de interrogación.
Al margen de la Audiencia de Preparación, la prueba prohibida podrá ser excluida por medio del recurso de
nulidad.
F. CONVENCIONES PROBATORIAS
Durante la audiencia de preparación, el fiscal, el querellante, si lo hubiere, y el imputado podrán solicitar en
conjunto al juez de garantía que dé por acreditados ciertos hechos, que no podrán ser discutidos en el juicio
oral. El juez de garantía, puede formular proposiciones sobre la materia a los intervinientes.
Si la solicitud no merece reparos, el juez de garantía menciona en el auto de apertura de juicio oral los hechos
que se dieren por acreditados, a los cuales deberá estarse en el juicio oral.
G. CONCILIACIÓN SOBRE RESPONSABILIDAD CIVIL
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El juez de garantía debe llamar al querellante y al imputado a conciliación sobre las acciones civiles que
hubiere deducido el primero y proponerles bases de arreglo.
En caso de no producirse la conciliación, el juez resolverá en la misma audiencia las solicitudes de medidas
cautelares reales solicitadas por la víctima al deducir la demanda civil.

H. PROCEDIMIENTO ABREVIADO
En la audiencia de preparación del juicio oral, se puede también debatir, como más adelante se analiza,
acerca de la solicitud de proceder de acuerdo al procedimiento abreviado.
La citada solicitud la puede exponer el fiscal en el escrito de acusación o en forma verbal al iniciarse la
audiencia, como en cualquier etapa del procedimiento después de formalizada la investigación, en audiencia
citada especialmente al efecto, o en otra en que se plantee el asunto.
En caso de acogerse el uso del procedimiento abreviado, no se rinde prueba para fundamentar la
acusación y, la audiencia de preparación, no terminará por la dictación del auto de apertura de juicio oral.

I. EL AUTO DE APERTURA DEL JUICIO ORAL. CONTENIDO. RECURSOS. ACTUACIONES Y


FACULTADES RELACIONADAS
El auto de apertura del juicio oral, es una resolución que determina el objeto del juicio oral, el contenido
y las pruebas del mismo.
Se debe dictar al final de la Audiencia de preparación del juicio oral, debiendo señalar:
a) El tribunal competente para conocer el juicio oral;
b) La o las acusaciones que deberán ser objeto del juicio y las correcciones formales que se hubieren
realizado en ellas;
c) La demanda civil;
d) Los hechos que se dieren por acreditados, en conformidad con lo dispuesto en el artículo 275
(convenciones probatorias);
e) Las pruebas que deberán rendirse en el juicio oral, de acuerdo a lo previsto en el artículo anterior, y
f) La individualización de quienes debieren ser citados a la audiencia del juicio oral, con mención de los
testigos a los que debiere pagarse anticipadamente sus gastos de traslado y habitación y los montos
respectivos.

Recursos:
El auto de apertura del juicio oral sólo será susceptible del recurso de apelación, cuando lo interpusiere el
ministerio público por la exclusión de pruebas decretada por el juez de garantía de acuerdo a lo previsto en
el inciso tercero del artículo precedente (es decir, cuando la exclusión provenga de las diligencias anuladas o
por ser ilícita). No es apelable por otros intervinientes.
Este recurso será concedido en ambos efectos.
Lo dispuesto en este inciso se entenderá sin perjuicio de la procedencia, en su caso, del recurso de nulidad en
contra de la sentencia definitiva que se dictare en el juicio oral, conforme a las reglas generales.

Sobreseimiento definitivo por exclusión de pruebas de cargo. Modificaciónde la ley 20.074


Si se excluyeren, por resolución firme, pruebas de cargo que el Ministerio Público considere esenciales para
sustentar su acusación en el juicio oral respectivo, el fiscal podrá solicitar el sobreseimiento definitivo de la causa
ante el juez competente, el que la decretará en audiencia convocada al efecto.

Buscó solucionar aquellos casos en que el fiscal era obligado a continuar el procedimiento, peses a que no tuviera
opción de obtener condena, debido a la prueba excluida.

No se señala expresamente ante cual juez debe solicitarse el sobreseimiento: el prof. Chahuán estima que procede
ante el juez de garantía.

Nuevo plazo para presentar prueba. Cuando, al término de la audiencia, el juez de garantía comprobare que el
acusado no hubiere ofrecido oportunamente prueba por causas que no le fueren imputables, podrá suspender la
audiencia hasta por un plazo de diez días.

Devolución de los documentos de la investigación. El tribunal devolverá a los intervinientes los documentos que
hubieren acompañado durante el procedimiento.

Prueba anticipada. Durante la audiencia de preparación del juicio oral también se podrá solicitar la prueba
testimonial anticipada conforme a lo previsto en el artículo 191.
79
Asimismo, se podrá solicitar la declaración de peritos en conformidad con las normas del Párrafo 6º del Título III
del Libro Segundo, cuando fuere previsible que la persona de cuya declaración se tratare se encontrará en la
imposibilidad de concurrir al juicio oral, por alguna de las razones contempladas en el inciso segundo del artículo
191.
Para los efectos de lo establecido en los incisos anteriores, el juez de garantía citará a una audiencia especial para
la recepción de la prueba anticipada. Este último inciso vino a solucionar un problema interpretativo en relación
al tribunal competente.

Unión y separación de acusaciones. Cuando el ministerio público formulare diversas acusaciones que el juez
considerare conveniente someter a un mismo juicio oral, y siempre que ello no perjudicare el derecho a defensa,
podrá unirlas y decretar la apertura de un solo juicio oral. Para ello, es necesario que las varias acusaciones,
estén vinculadas por:
a) Referirse a un mismo hecho;
b) Referirse a mismo imputado; o
c) Porque debieren ser examinadas unas mismas pruebas.
El juez de garantía podrá dictar autos de apertura del juicio oral separados, para distintos hechos o diferentes
imputados que estuvieren comprendidos en una misma acusación, cuando, de ser conocida en un solo juicio oral,
pudiere provocar graves dificultades en la organización o el desarrollo del juicio o detrimento al derecho de defensa,
y siempre que ello no implicare el riesgo de provocar decisiones contradictorias.

5. EL PROCEDIMIENTO ABREVIADO

Anteriormente se afirmó que el procedimiento abreviado es una “salida alternativa” al juicio oral, si tomamos en
sentido amplio esta expresión, ya que si se tramita un procedimiento abreviado, no existirá juicio oral.

Se trata de una eficaz herramienta para descongestionar el sistema procesal penal, de manera de precipitar una
decisión judicial: será el juez de garantía, sin necesidad de acudir al TJOP, el que dictará la absolución o
condena de una persona.

Siendo una renuncia por parte del imputado, a su derecho de juicio oral ante un tribunal colegiado como es el
TJOP, para que pueda accederse al procedimiento abreviado, se requiere del consentimiento del acusado. Es
por ello que el primer papel que debe asumir el juez de garantía, es precisamente controlar el consentimiento
en cuanto a la libertad, realidad e información con que se ha prestado por el perseguido penalmente.

Se trata de una renuncia al juicio oral, no la renuncia a un juicio.


En el procedimiento abreviado, existe juicio, dicho juicio termina por una sentencia y dicha resolución puede ser
absolutoria o condenatoria (generalmente será condenatoria).

Presupuestos de procedencia
a) Que, en la acusación, el Fiscal ha solicitado la imposición de una pena privativa de libertad no superior a 5
años de presidio o reclusión menores en su grado máximo, o bien cualesquiera otras penas de
distinta naturaleza, cualquiera fuere su entidad o monto, ya fueren ellas únicas conjuntas o
alternativas (ej. 5 años de presidio menor en su grado máximo y multa de 40 UTM); y
b) Que el imputado, en conocimiento de los hechos materia de la acusación y de los antecedentes de la
investigación que la fundaren,
a. Los acepte expresamente; y
b. Manifieste su conformidad con la aplicación de este procedimiento
c) Antes de resolver la solicitud del Fiscal, el juez de garantía consultará al acusado a fin de asegurarse de
que:
a. Ha prestado su conformidad al procedimiento abreviado en forma libre y voluntaria;
b. Que ha conocido de su derecho a exigir un juicio oral;
c. Que entienda los términos del acuerdo y las consecuencias que puedan significarle; y
especialmente
d. Que no hubiere sido objeto de coacciones ni presiones indebidas por parte del fiscal o de terceros.

Es decir, no se produce una aceptación de la culpabilidad como ocurre en Norteamérica, sino que se aceptan
supuestos de hecho.
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La tasa de sentencias condenatorias en procedimientos abreviados, probablemente sea más alta que en los
juicios orales, toda vez que siendo el Ministerio Público quien tiene la “llave” para proponer este procedimiento,
abrirá el camino, cuando éste se encuentre pavimentado con buenos datos de la investigación.

No se contempla una negociación sobre la cuantía o naturaleza de las penas. El único componente del acuerdo,
dice relación con el hecho que el fiscal y eventualmente el acusador particular, deben establecer en la acusación
una solicitud de pena máxima. Con ello, se le otorga una certeza al acusado, porque el juez estará constreñido a
la solicitud que debe efectuar el fiscal.

La ley 20.074, le otorga al fiscal una nueva herramienta de rebaja de pena. La aceptación de los hechos que
hace el acusado, puede ser considerada por el fiscal como suficiente para estimar que concurre la circunstancia
atenuante del art. 11 No. 9 del Cº Penal (colaboración sustancial al esclarecimiento de los hechos), sin
perjuicio de las demás reglas que sean aplicables para la determinación de la pena.

Se trata, en concepto del prof. Chahuán, de una facultad del Fiscal estimar la mencionada atenuante, sin perjuicio
de la posterior aplicación que pueda hacer el juez de garantía.

Si existen varios acusados o se atribuyen varios delitos a un mismo acusado, se puede aplicar a ciertos acusados
o delitos respecto de los cuales concurran los presupuestos que hacen aplicable el procedimiento en estudio, y los
demás deberán continuar su curso hacia el juicio oral.

Oportunidad para solicitar el procedimiento abreviado


Una vez que se encuentre formalizada la investigación, puede acordarse la aplicación de este procedimiento en
cualquier etapa del mismo, hasta la audiencia de preparación del juicio oral.
En caso de no haberse deducido acusación, el fiscal y el querellante, en su caso, la formulan verbalmente en la
audiencia que el tribunal convoca para resolver la solicitud de procedimiento abreviado, a la que deben citarse a
todos los intervinientes.
En caso de haberse deducido acusación, el fiscal y el acusador particular pueden modificar la acusación, así
como la pena requerida, con el fin de permitir la tramitación conforme al procedimiento abreviado.

Es decir, mediante la ley 20.074, se amplían las oportunidades para solicitar el procedimiento en estudio,
pudiendo solicitarse una vez formalizada la investigación, en la misma audiencia convocada para estos efectos, o
en otra citada para resolver la solicitud de procedimiento abreviado, y hasta en la audiencia de preparación de
juicio oral, manteniéndose la opción de modificar las acusaciones y las penas requeridas, para permitir la
aplicación del procedimiento.

Oposición del Querellante


Sólo podrá oponerse al procedimiento abreviado, cuando en su acusación particular hubiere efectuado una
calificación jurídica de los hechos, atribuido una forma de participación o señalado circunstancias modificatorias de
la responsabilidad penal diferentes de las consignadas por el fiscal en su acusación y, como consecuencia de
ello, la pena solicitada excediere el límite señalado en el art. 406.

Resolución sobre la solicitud


El juez de garantía aceptará la solicitud del fiscal y del imputado cuando:
Los antecedentes de la investigación sean suficientes para proceder de conformidad a las normas del
procedimiento abreviado
 La pena solicitada por el Fiscal se conforme con el límite señalado en el inciso 1º del art. 406; y
 Verifique que el acuerdo del acusado haya sido prestado con conocimiento de sus derechos, libre y
voluntariamente

En caso que el juez de garantía estime que no concurre alguno de estos requisitos, o cuando considere
fundada la oposición del querellante, rechazará la solicitud de procedimiento abreviado:
a- Si la negativa se pronuncia en la audiencia de preparación del juicio oral: dictará el auto de apertura de
juicio oral. En tal evento, se tendrán por no formuladas la aceptación de los hechos por parte del acusado y
la aceptación de los antecedentes de la investigación, como tampoco las modificaciones de la acusación o
de la acusación particular hechas –por el Fiscal o el querellante- para permitir la tramitación del
procedimiento. Además, el juez debe ordenar que todos los antecedentes relativos al planteamiento,
discusión y resolución de la solicitud de proceder conforme al procedimiento abreviado sean eliminados
del registro de la audiencia;
81
b- En caso que la negativa se produzca en otra de las oportunidades (fuera de la audiencia de preparación
del juicio oral), se tendrán por no formuladas las acusaciones verbales del fiscal o del querellante, así como
las modificaciones efectuadas, procediéndose conforme al libro II.

Tramitación
Aceptado el procedimiento abreviado, el juez abre el debate, otorga la palabra al fiscal, quien debe efectuar
exposición resumida de la acusación, y actuaciones y diligencias de la investigación que la fundamenten.
Luego se otorga la palabra a los demás intervinientes.
La exposición final siempre corresponde al acusado.

Fallo en el procedimiento abreviado


Cerrado el debate, el juez dictará sentencia. Existen 2 límites absolutos para la eventual sentencia
condenatoria:
a. No puede imponer pena superior ni más desfavorable que la requerida por el fiscal o por el querellante
b.No puede emitirse sobre la base de la aceptación de los hechos por parte del imputado

El procedimiento abreviado no obsta a la concesión de alguna de las medidas alternativas consideradas en la ley.

La sentencia NO se pronuncia sobre la demanda civil que se haya interpuesto. En caso de existir actor civil,
éste no puede oponerse a la aplicación del procedimiento abreviado.

Debemos recordar el art. 68: la prescripción de la acción civil continuará interrumpida siempre que la víctima
presente su demanda ante el tribunal civil competente en el término de 60 días siguientes a aquél en que
se dispusiere la suspensión o terminación del procedimiento penal. Se tramita conforme al procedimiento
sumario.

Contenido de la sentencia del procedimiento abreviado:

a) La mención del tribunal, la fecha de su dictación y la identificación de los intervinientes;


b) La enunciación breve de los hechos y circunstancias que hubieren sido objeto de la acusación y de la aceptación
por el acusado, así como de la defensa de éste;
c) La exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos que se dieren por probados sobre la base de
la aceptación que el acusado hubiere manifestado respecto a los antecedentes de la investigación, así como el
mérito de éstos, valorados en la forma prevista en el artículo 297;
d) Las razones legales o doctrinales que sirvieren para calificar jurídicamente cada uno de los hechos y sus
circunstancias y para fundar su fallo;
e) La resolución que condenare o absolviere al acusado. La sentencia condenatoria fijará las penas y se pronunciará
sobre la aplicación de alguna de las medidas alternativas a la privación o restricción de libertad previstas en la
ley;
f) El pronunciamiento sobre las costas, y
g) La firma del juez que la hubiere dictado.
La sentencia que condenare a una pena temporal deberá expresar con toda precisión el día desde el cual empezará
ésta a contarse y fijará el tiempo de detención o prisión preventiva que deberá servir de abono para su
cumplimiento.
La sentencia condenatoria dispondrá también el comiso de los instrumentos o efectos del delito o su restitución,
cuando fuere procedente.

Recursos en contra de la sentencia de procedimiento abreviado


La sentencia definitiva dictada por el juez de garantía en el procedimiento abreviado sólo será impugnable por
apelación, que se deberá conceder en ambos efectos.
En el conocimiento del recurso de apelación la Corte podrá pronunciarse acerca de la concurrencia de los supuestos
del procedimiento abreviado previstos en el artículo 406. Es importante que se haya dejado establecida la atribución
a la Corte de Apelaciones para pronunciarse sobre la concurrencia de los supuestos del procedimiento
abreviado.

Normas aplicables en el procedimiento abreviado


Se aplican las disposiciones del Título III del Libro IV, luego las normas comunes del NCPP (Libro I) y las
disposiciones del procedimiento ordinario.
82
Otros procedimientos breves. Referencia al procedimiento simplificado y monitorio
El procedimiento abreviado debe solicitarse durante la tramitación de un procedimiento ordinario. A diferencia de
éste, los procedimientos simplificado y monitorio tienen carácter de aplicación general respecto de infracciones de
menor entidad (delitos menores y faltas).

PROCEDIMIENTO SIMPLIFICADO
1. Aplicación: se aplica respecto de:
a. Faltas
b. Simples delitos para los cuales el fiscal solicite una pena que no exceda de 540 días de privación de libertad 8
Antes de la ley 20.074 se consideraba como un procedimiento supletorio, no sólo del juicio oral sino del
procedimiento abreviado. Luego de esta ley, al art. 390 se incorpora un inciso 2º que dispone que si el fiscal
formula acusación y la pena requerida no excede de presidio o reclusión menores en su grado mínimo, la
acusación se tendrá como requerimiento, debiendo el juez disponer la continuación del procedimiento de
conformidad a las normas de este Título.

De esta forma la supletoriedad pasa a 2º plano. Así, el procedimiento abreviado, sólo será aplicable en el rango
que vaya desde los 541 días hasta los 5 años, por la modificación de la ley 20.074.

2. El requerimiento
El procedimiento simplificado se inicia por medio de la presentación de un requerimiento del Fiscal al Juez de
Garantía, solicitando la citación inmediata a una audiencia, exponiendo los antecedentes en que funda el
requerimiento.
Cuando los antecedentes lo ameriten y hasta la deducción de la acusación, el fiscal puede dejar sin efecto la
formalización de la investigación, y puede proceder conforme a las normas del procedimiento simplificado. Es
decir, se permite en forma expresa que una investigación iniciada conforme a las normas del procedimiento
ordinario, pueda continuar conforme a las normas del simplificado.

Dentro de las menciones que debe contener el requerimiento, se encuentra la indicación de la pena solicitada
por el requirente.

Con la ley 20.074 se modifica la nomenclatura y se dispone que, presentado el requerimiento en forma legal, el
juez debe citar al imputado y demás intervinientes a una audiencia y no a un “juicio”. Se trata de la audiencia del
394, ya que el juicio no necesariamente se realizará.

3. Audiencia y preparación
Se cita a la audiencia con el requerimiento, notificándose al imputado y citándose a los demás intervinientes. La
audiencia no puede tener lugar antes de 20 ni después de 40 días contados desde la resolución. El imputado debe
ser notificado con, al menos, 10 días de anticipación a la fecha de la audiencia.

Iniciada la audiencia, el juez informa a la víctima y al imputado, cuando corresponda de acuerdo a la naturaleza de
los hechos, sobre la posibilidad de celebrar un acuerdo reparatorio, así como también el fiscal puede proponer
la suspensión condicional del procedimiento.

En caso que no proceda el acuerdo reparatorio, o cuando no se produzca, el imputado puede admitir su
responsabilidad en el hecho. En tal caso, el juez de garantía fallará de inmediato, sin poder imponer una pena
superior a la del requerimiento. Se elimina la opción existente antes de la ley 20.074 en relación a la opción de
que el juez podía dilatar la dictación de la sentencia cuando existieran diligencias necesarias pendientes.

El fiscal puede modificar la pena requerida para el evento que el imputado admita su responsabilidad.

El imputado puede no admitir la responsabilidad y solicitar la realización de una audiencia. En la misma


audiencia, el juez procederá a la preparación del juicio simplificado, el cual tendrá lugar inmediatamente si fuere
posible, o a más tardar dentro de 5º día. Son aplicables las normas del procedimiento ordinario, en cuanto se
adecuen a su brevedad y simpleza.

8
Es importante dejar en claro que el criterio de aplicación de la pena que se debe considerar no es uno abstracto, sino la pena
concreta que propone el fiscal en cada caso. Podría llegar a ser discutible lo anterior, debido a que el fiscal puede llegar a
determinar una apreciación de un determinado delito en el caso concreto, ayudado además por la atenuante del imputado
consistente en aceptar su responsabilidad, sin que proceda ninguna impugnación por parte del juez, con lo que el fiscal llegaría
a determinar el procedimiento y a limitar la imposición de la pena.
83
4. Realización del juicio
- Se leerá el requerimiento del fiscal y la querella, si la hubiere.
- Se oye a los comparecientes y se recibe la prueba
- Se pregunta al imputado si tiene algo más que agregar
- El juez pronuncia decisión y señala la audiencia en que se procederá a dar lectura al texto de la
sentencia
- No puede suspenderse por la falta de comparecencia de una de las partes o por no haberse rendido
prueba, salvo una excepción calificada: testigo o perito citado judicialmente cuya declaración sea
estimada indispensable

5. Otras cuestiones accesorias


a. En el procedimiento simplificado no procede la interposición de demandas civiles, salvo las que tuvieran por
objeto la restitución de la cosa o su valor.
b. El procedimiento simplificado, además de aplicarse a las faltas y simples delitos por las cuales se solicite una
pena que no exceda de los 540 días, se aplica a los delitos de acción penal privada aunque la pena exceda
dicho límite.
c. Suspensión de la condena por falta. En caso que resulte mérito para condenar por falta imputada, pero
concurran antecedentes favorables que ni hagan aconsejable la imposición de la pena al imputado, el juez
puede dictar la sentencia y disponer en ella la suspensión de la pena y sus efectos por un plazo de 6 meses.
No procederá acumular la citada suspensión con los beneficios de la ley 18.216 (cumplimiento alternativo). En
caso que el imputado no haya sido objeto de nuevo requerimiento o de una nueva formalización, se deja sin
efecto la sentencia y se dicta un sobreseimiento definitivo, lo que en ningún caso afecta la responsabilidad
civil.

d.En el caso que una persona sea sorprendida in fraganti cometiendo una falta o un simple delito de los
que hagan procedentes el procedimiento simplificado: el fiscal puede disponer que el imputado sea
puesto a disposición del juez de garantía, para el efecto de comunicarle en la audiencia de control de la
detención, verbalmente, el requerimiento, y proceder conforme a las normas del procedimiento simplificado de
inmediato.

e. Recursos: sólo procede el recurso de nulidad.

PROCEDIMIENTO MONITORIO

1. Es aún más concentrado que el procedimiento simplificado.


2. Se aplica sólo para el caso de que se trate de una falta sancionable con pena de multa
3. En el requerimiento el fiscal indicará el monto de la multa que solicita imponer.
4. Si el juez estima fundado el requerimiento y la proposición relativa a la multa, debe acogerlos
inmediatamente, dictando una resolución que así lo declare.
a. Si el imputado paga la multa o no controvierte el requerimiento ni el monto de la multa dentro de 15
días, se entiende que la resolución del tribunal que acoge el requerimiento y ordena el pago de la
multa, notificada al imputado, hace las veces de sentencia definitiva ejecutoriada.
b. Si el imputado manifiesta su disconformidad, se procederá conforme al procedimiento
simplificado.

En nuestro país, el procedimiento simplificado (incluyendo la subespecie del monitorio dentro de él) es el más
aplicado, llegando a cerca del 81% de los juicios, mientras que el juicio oral sólo alcanza el 4,47% y el abreviado el
14%. De esta forma, estadísticamente hablando, el procedimiento ordinario pasa a ser la excepción y los especiales
pasan a ser lo común.

CUARTA PARTE
EL JUICIO ORAL

1. ACTUACIONES PREVIAS. 281


A) El juez de garantía debe hacer llegar el auto de apertura de juicio oral al tribunal competente, dentro de las
48 horas siguientes al momento en que quede firme dicha resolución. Dicha resolución pone a disposición
del TJOP las personas sometidas a prisión preventiva o a otras medidas cautelares personales.
B) Distribuida la causa, conforme al procedimiento objetivo y general, el juez presidente de la sala respectiva
procede de inmediato a decretar la fecha para celebrar la audiencia de juicio, la cual deberá tener lugar
84
no antes de 15 ni después de 60 días desde la notificación del auto de apertura de juicio oral.9
Además
señalará el nombre de los jueces que integrarán la sala. Con la aprobación del juez presidente del comité de
jueces, convoca a un número de jueces mayor a 3 cuando existen circunstancias que permiten presumir
que con el número ordinario no se podrá cumplir con la presencia ininterrumpida de los jueces que
integran el tribunal. Estos jueces se denominan alternos: pueden integrar las salas con el sólo propósito de
subrogar.
C) El juez presidente de sala ordena, por último, que se cite a la audiencia a todos los que deban concurrir
a ella. El acusado debe ser citado con al menos, 7 días de anticipación a la realización de la audiencia,
bajo los apercibimientos del 33 y 141 (detención, prisión preventiva, pago de costas, etc.)

Estas actuaciones previas presuponen una serie de labores administrativas del tribunal, a cargo de las citadas
unidades.

2. PRINCIPIOS Y NORMAS GENERALES


Como principios básicos del juicio oral, en el NSPP, se consideran:
1- La inmediación
2- La continuidad y La concentración
3- El contradictorio
4- Publicidad
5- Libre valoración de la prueba (se analiza en sede de prueba)
6- Identidad física del juzgador
7- Fundamentación de la decisión judicial (se analiza en sede de sentencia definitiva)
Con esto, se pretende evitar las deformaciones que han ocurrido en sistemas de otros países, en los cuales se
han transformado las audiencias en lecturas de actas (ej. Perú).
Se puede vislumbrar de inmediato que no se ha mencionado la oralidad. Se afirma que la oralidad no es un
principio per sé, sino que es un instrumento que facilita y encausa a los demás principios, posibilitando la
concreción de los mismos.

Art. 291. Oralidad. La audiencia del juicio se desarrollará en forma oral… en general respecto de toda
intervención de las partes. El tribunal dictará y fundamentará sus resoluciones en forma oral y se entienden
notificadas desde el momento de su pronunciamiento.
El tribunal no admitirá argumentaciones o peticiones por escrito durante la audiencia de juicio oral.
Los que no puedan hablar o no lo sepan hacer en el idioma castellano, intervienen por escrito o por medio de
intérpretes.
El acusado sordo o que no entienda castellano, será asistido por un intérprete que le comunica el contenido de
los actos del juicio.

No siendo principios propiamente tales, son bases del NSPP:


A) Derecho inalienable al juicio oral
B) El juicio oral es un elemento central del NSPP

Inmediación
Se puede analizar desde 2 ángulos:
a) Inmediación objetiva
b) Inmediación subjetiva: el tribunal que dicte sentencia debe tomar conocimiento directo y formar de tal
manera su convicción del material probatorio que ha sido producido en su presencia. Esto sólo es posible
en un juicio oral, ya que sabemos que en los procedimientos escritos, se delegan funciones en subalternos,
sin que el juez conozca directamente de la prueba.
Este principio se garantizada en el art. 291 relativo a la oralidad y en otros específicos:
a) 340 inciso 2º: el tribunal formará su convicción sobre la base de la prueba producida durante el juicio
oral
b) 284: presencia ininterrumpida de los jueces

Continuidad y Concentración
El juicio oral se debe realizar frente a todos los sujetos procesales, desde el inicio hasta su terminación, de una
sola vez y en forma sucesiva, sin solución de continuidad, con el propósito de que exista la mayor proximidad
entre las distintas actuaciones.

9
En caso de tratarse de la hipótesis del art. 21 A COT, el juez presidente señalará la localidad en la cual funcionará y se
constituirá el TJOP: lugares en que sea necesario facilitar la aplicación oportuna de la justicia penal.
85

La audiencia de juicio oral se desarrollará en forma continua y podrá prolongarse en sesiones sucesivas,
hasta su conclusión.
Sesiones sucesivas: aquellas que tuvieren lugar en el día siguiente o subsiguiente de funcionamiento ordinario del
tribunal.
Excepción: Suspensión de la audiencia o del juicio oral:
3. El tribunal puede suspender la audiencia hasta por 2 veces sólo por razones de absoluta necesidad, por el tiempo
mínimo necesario conforme al motivo de la suspensión. Reanudación exige un breve resumen de los actos
anteriores.
4. La suspensión por un período que excede de 10 días, impide su continuación. El tribunal deberá decretar la
nulidad de lo obrado en él y decretar su reinicio.
5. Se debe tratar de motivos de absoluta necesidad o de aquellos mencionados en el 252: causales del
sobreseimiento temporal. Con todo, se puede seguir el juicio, en el caso del sobreseimiento respecto del imputado
rebelde, cuando la declaración de rebeldía se produzca respecto del imputado a quien se le ha otorgado la opción
de declarar en juicio oral, siempre que el tribunal estime que su posterior presencia no es indispensable o cuando
sólo falte la dictación de la sentencia.
6. Cuando sea necesario suspender la audiencia, el tribunal comunicará verbalmente la fecha y hora de su
continuación, lo que se tendrá como suficiente citación.

Concordante con la concentración, el art. 290 dispone que las cuestiones accesorias, que se promuevan durante
el juicio oral, deben resolverse inmediatamente, por el tribunal, sin que proceda recurso alguno respecto de las
resoluciones.

Identidad física del juzgador


Un mismo juez (jueces del TJOP) deben ejercer su función durante toda la audiencia
El mismo (los mismos) deberán dictar personalmente la sentencia, sin opción de delegar
Art. 284. Presencia ininterrumpida de los jueves y del Ministerio Público en el juicio oral. 10 La audiencia de
juicio oral se realizará con la presencia ininterrumpida de los jueces que integraren el tribunal y del fiscal.
Se aplica el caso en que iniciada la audiencia, falte un integrante del TJOP por inhabilidad. Deberá continuarse
con la exclusión del o de los jueces inhabilitados, si éstos pueden ser reemplazados (recordar la convocatoria de
más de 3 jueces: alternos) o si continúa integrado por, al menos 2 jueces. En este caso, los jueces restantes
deberán alcanzar la unanimidad para dictar la sentencia definitiva. En caso de no poder reemplazarse a los jueces
o cuando sólo quede uno, se anula todo lo obrado en el juicio oral.

Cualquiera infracción a lo anterior, conlleva la nulidad del juicio oral y de la sentencia dictada en él.

Principio Contradictorio
Sin perjuicio de su alcance general en el NSPP, durante el juicio oral este principio rige en plenitud.
Garantiza que la producción de las pruebas se hará bajo el control de todos los sujetos procesales, con la finalidad
que ellos tengan la facultad de intervenir en la producción de la misma.
Asimismo se extiende el contradictorio, a las argumentaciones de las partes, debiendo garantizarse que ellas, en
todo momento puedan escuchar de viva voz los argumentos de la contraria, para apoyarlos o rebatirlos.
Se consagra específicamente en:
a) Normas sobre interrogatorio de testigos y peritos
b) Comunicaciones entre el acusado y su defensor
c) Presencia ininterrumpida del fiscal y del defensor
d) Presencia del acusado

Publicidad
Además de constituir una garantía, el juicio público y oral, es un mecanismo por el cual la magistratura cumple
otras funciones encomendadas por la sociedad: resolver conflictos de un modo percibido como legítimo por la
comunidad; efecto preventivo general: mensaje de la respuesta estatal frente a un delito.

Art. 289. La audiencia de juicio oral será pública.


Sin perjuicio de ello, el tribunal puede disponer, a petición de parte y por resolución fundada, una o más de
ciertas medidas, cuando considere que ello es necesario para proteger la intimidad, el honor o la seguridad de

10
Esto es sin perjuicio del caso especial en el cual, ante la negativa del Ministerio Público de acusar, el querellante puede ser
autorizado a sostener la acusación en juicio.
86
cualquier persona que deba tomar parte en el juicio; o evitar la divulgación de un secreto protegido en la
ley. Las medidas son:
a) Impedir el acceso u ordenar la salida de personas determinadas de la sala donde se efectuare la audiencia;
b) Impedir el acceso del público en general u ordenar la salida para la práctica de pruebas específicas;
c) Prohibir al fiscal, a los demás intervinientes y a sus abogados que entreguen información o formulen
declaraciones a los medios de comunicación social durante el desarrollo del juicio.
Los medios de comunicación social podrán fotografiar, filmar o transmitir alguna parte de la audiencia que el
tribunal determinare, salvo que las partes se opusieren a ello. Si sólo alguno de los intervinientes se opusiere, el
tribunal resolverá.

Otras normas
1-Presencia del acusado en el juicio oral
El acusado debe encontrarse presente durante toda la audiencia.
El tribunal puede autorizar la salida de la sala del acusado, cuando lo solicite, ordenando su permanencia en una
sala próxima.
Además se puede disponer que abandone la sala, cuando su comportamiento perturbare el orden.
En todo caso, el tribunal adoptará las medidas necesarias para asegurar la oportuna comparecencia del imputado.
El presidente de la sala debe informar al acusado de lo ocurrido en su ausencia, en cuanto el acusado reingrese a
la audiencia.

2-Presencia del defensor


La presencia del defensor del acusado durante toda la audiencia del juicio oral será un requisito de validez
del mismo, de acuerdo lo prescribe el art. 103.
En caso que no esté presente, el juicio adolecerá de nulidad.
La no comparecencia del defensor a la audiencia, constituye abandono de la defensa y obligará al tribunal a la
designación de un defensor penal público.
No se suspenderá la audiencia por la falta de comparecencia del defensor elegido por el acusado. En tal caso, se
designará de inmediato a un defensor penal público al que se le concede un plazo prudente para interiorizarse en
el caso.

3-Sanción para el defensor o fiscal


La ausencia injustificada del defensor o del respectivo fiscal a la audiencia de juicio oral o de alguna de sus
sesiones, se sanciona con la suspensión del ejercicio de la profesión, hasta por 2 meses. En la misma
sanción incurre el defensor o fiscal que abandona injustificadamente la audiencia que está en desarrollo.
El tribunal debe imponer la sanción luego de escuchar al afectado y recibir la prueba que eventualmente éste
ofrezca, si la estima procedente. No es justificación valedera la realización de otras actividades en la misma
oportunidad.

4-Ausencia del querellante o de su apoderado o abandono sin autorización del tribunal


Da lugar a la declaración del abandono de la querella.

3. FACULTADES DEL PRESIDENTE DE LA SALA. DEBERES Y SANCIONES


Facultades del juez presidente de la sala en la audiencia del juicio
El juez presidente de la sala tiene importantes atribuciones:
a. Dirigir el debate
b.Ordenar la rendición de las pruebas
c. Exigir el cumplimiento de las solemnidades que correspondan
d.Moderar la discusión
- En el ejercicio de las anteriores funciones, puede impedir que las alegaciones se desvíen hacia
aspectos no pertinentes o inadmisibles, pero sin coartar el ejercicio de la acusación ni el derecho de
defensa.
- Puede limitar el tiempo del uso de la palabra, fijando límites igualitarios para todas ellas o
interrumpiendo a la que abuse de tal facultad.
- Facultades disciplinarias destinadas a mantener el orden y decoro durante el debate, y, en general, a
garantizar la eficaz realización del mismo.
- En uso de las facultades anteriores, puede ordenar la limitación del acceso de público a un número
determinado de personas, impedir el acceso u ordenar la salida de las personas que atenten contra la
seriedad de la audiencia.

Deberes de los asistentes a la audiencia


87
Los que asistan a la audiencia de juicio oral deben guardar respeto y silencio mientras no estén
autorizados para exponer o deban responder a las preguntas que se les formularen.
No pueden llevar armas ni ningún elemento que pueda perturbar el orden de la audiencia. No pueden adoptar un
comportamiento intimidatorio, provocativo o contrario al decoro.

Sanciones
Los que infrinjan las medidas de publicidad y los deberes del 293, pueden ser sancionados conforme al COT:
amonestación, multas, arrestos o suspensión de funciones, según el caso.
Asimismo, el tribunal puede expulsar a los infractores de la sala.
Si el expulsado es el defensor o el fiscal, debe procederse a su reemplazo antes de continuar el juicio. En caso
que fuera el querellante, se procede en su ausencia y si lo fuere su abogado, deberá reemplazarlo.

4. LA PRUEBA
A. DISPOSICIONES GENERALES
A.1. Oportunidad para la recepción de prueba
En concordancia con el principio de inmediación, se exige que la prueba que haya de servir de base para dictar
la sentencia, sea rendida en la audiencia de juicio oral, salvo los casos expresamente señalados en la ley
(prueba anticipada). En estos casos excepcionales, la prueba debe incorporarse en la forma establecida en las
normas sobre desarrollo del juicio oral.

A.2. Libertad de Prueba


Todos los hechos y circunstancias pertinentes para la adecuada solución del caso sometido a enjuiciamiento
podrán ser probados por cualquier medio producido e incorporado en conformidad a la ley.
De la misma forma se admite la acreditación por cualquier medio idóneo en el art. 323. Medios de prueba no
regulados expresamente. Películas cinematográficas, fotografías, fonografías, videograbaciones y otros sistema
de reproducción de la imagen o del sonido, versiones taquigráficas y, en general, cualquier medio apto para
producir fe. El tribunal será el encargado de determinar la forma de incorporación al procedimiento,
adecuándola, en lo posible, al medio de prueba más análogo.

La libertad de prueba no es absoluta, encontrándonos con las siguientes limitaciones:


A- Obtención con infracción a los derechos y garantías constitucionales;
B- Provenientes de diligencias declaradas nulas
C- Impedimento de sustituir la declaración personal de peritos y testigos por la lectura de registros en que
cuenten anteriores declaraciones o de otros documentos que las contienen (con excepción de la lectura
para apoyo de memoria).
D- Prohibición de dar lectura a registros y documentos que dan cuenta de diligencias o actuaciones realizadas
por la policía o el Ministerio Público.
E- Impedimento de incorporar como medios de prueba al juicio oral antecedentes relativos a las salidas
alternativas o relacionados con la tramitación de un procedimiento abreviado.

Art. 329 inciso final: Los testigos y peritos que, por algún motivo grave y difícil de superar no pudieren
comparecer a declarar a la audiencia del juicio, podrán hacerlo a través de videoconferencia o a través de
cualquier otro medio tecnológico apto para su interrogatorio y contrainterrogatorio. La parte que los presente
justificará su petición en una audiencia previa que será especialmente citada al efecto, debiendo aquéllos
comparecer ante el tribunal con competencia en materia penal más cercano al lugar donde se encuentren.

A.3. Valoración de la prueba


1-Sistema del Código de Procedimiento Penal
Existencia de una serie de normas que prefijaban el valor probatorio de ciertas pruebas, que excluían ciertas
pruebas o que acotaban el número de pruebas.
Para algunos el sistema que se adoptaba era el sistema de la prueba legal tasada. Otros sostenían que en el
sistema del CPP de 1906, el juez no sólo se limitaba por la valoración legal, sino también por su convicción
personal. Se decía que era un sistema de “certeza legal condenatoria y certeza moral absolutoria”.
Asimismo existían diversas normas que permitían apreciar la prueba “en conciencia” o conforme a la “sana
crítica”.

2-Sistema del NCPP


Art. 297. Valoración de la prueba.
88
Los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán contradecir los principios de la lógica, las
máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados.
El tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba producida, incluso de aquella que
hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones que hubiere tenido en cuenta para hacerlo.
La valoración de la prueba en la sentencia requerirá el señalamiento del o de los medios de prueba mediante los
cuales se dieren por acreditados cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados. Esta
fundamentación deberá permitir la reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a
que llegare la sentencia.

Se pueden deducir las siguientes conclusiones:


1- Se elimina el sistema de la prueba legal tasada
2- Se consagra el sistema de la libre valoración de prueba, cuya esencia consiste en que el juez no se
encuentra atado a reglas probatorias.
3- Sin perjuicio de lo anterior la libertad no es absoluta como ocurre con los jurados, por ejemplo: existen
límites señalados en la ley y existe un deber de fundamentación.
a. Principios de la lógica
b. Máximas de la experiencia: juicios hipotéticos de contenido general, desligados de los hechos
concretos que se juzgan, procedentes de la experiencia, pero independientes de los casos
particulares.
c. Conocimiento científicamente afianzados
4- En la valoración de la prueba testimonial el juez es libre. No existen reglas de inhabilidad
5- En relación con la valoración de las declaraciones del imputado, el juez es absolutamente libre, con la sola
limitación de no poder condenar a una persona con el sólo mérito de su declaración.
6- Los hechos públicos y notorios no se prueban, sin perjuicio de que deben ser introducidos como objeto de
debate en la audiencia.

Referencia histórica
Existe una profunda vinculación histórica entre libre apreciación de la prueba y sistema acusatorio. En un
principio, el jurado (legos) sólo puede fallar apreciando libremente la prueba. Se le denominaba “sistema de
íntima convicción”, con lo cual se eximía del deber de fundamentar la apreciación realizada. De la sentencia del
Tribunal Constitucional de España de 1981, en relación a esta materia, se extrajeron algunas conclusiones
como:
1- No basta, aunque exista la sola íntima convicción del juez
2- Se requiere que las pruebas tengan un contenido objetivamente incriminatorio
3- Se deben respetar los límites conocidos.
4- Es necesario motivar la sentencia, permitiendo el control de dicha motivación por parte del Tribunal de
Casación.

A.4. Necesidad de prueba


En sede civil, sólo es necesario probar los hechos discutidos. En cambio, en sede penal, deben probarse
todos los hechos que, de algún modo, son importantes para la decisión judicial.

Roxin señala que requieren ser probados:


a) Hechos directamente importante: hechos que fundamentan por sí mismos la punibilidad o que la
excluyen;
b) Indicios: hechos que permiten extraer un conclusión de un hecho directamente importante
c) Hechos que ayudan a la prueba o auxiliares: permiten extraer una conclusión de la calidad o fiabilidad de
un medio de prueba
d) Hechos notorios: la notoriedad de un hecho puede ser objeto de la prueba

A.5. Finalidad de la prueba


i- En los sistemas inquisitivos, se busca la verdad real o material
ii- En el sistema acusatorio, el objetivo de la actividad probatoria es más modesto: formar convicción acerca
de de la efectividad del relato de hechos contenidos en la acusación o en la defensa

A.6. Prueba de las acciones civiles


Art. 324: la prueba de las acciones civiles en el procedimiento penal se sujeta a las normas civiles en cuanto a
la determinación de la parte que debe probar y a las disposiciones del NCPP en lo relativo a la procedencia,
oportunidad, forma de rendirla y apreciación de la fuerza probatoria.
89
B. MEDIOS DE PRUEBA EN PARTICULAR
B.1. No regulados expresamente
Las pruebas no previstas expresamente, se practican por analogía con los medios de prueba más
semejantes, que tengan una reglamentación expresa.

B.2. Medios regulados en forma expresa


Las normas de los arts. 298 a 323 NCPP son de aplicación a cualquier etapa del procedimiento.

1-DECLARACIONES DEL IMPUTADO


El NCPP reconoce expresamente el derecho del imputado a guardar silencio. Se consagra expresamente el
carácter de medio de defensa de la declaración del perseguido criminalmente.
- El acusado tiene la facultad de prestar declaración durante el juicio.
- El acusado puede, a indicación del juez presidente, manifestar libremente lo que crea conveniente respecto
de las acusaciones en su contra
- Luego, puede ser interrogado directamente por el fiscal, el querellante y el defensor, en ese mismo orden.
Finalmente, el o los jueces pueden formularle preguntas destinadas a aclarar sus dichos.
- En cualquier estado del juicio, el acusado puede solicitar ser oído, con el fin de aclarar o complementar sus
dichos.
- El acusado, puede, en cualquier estado del juicio, comunicarse libremente con su defensor, salvo mientras
preste declaración.
- Se prohíben las preguntas capciosas, sugestivas, inductivas o engañosas.
- Las declaraciones del imputado en principio no se pueden leer. Las excepciones son:
i.Cuando las declaraciones del imputado constan en registros o dictámenes que todas las partes
acordaren incorporar, con aquiescencia del tribunal.
ii.Lectura para “apoyo memoria”: sólo una vez que el acusado ha prestado declaración, se puede leer en
el interrogatorio parte de sus declaraciones anteriores, cuando fuere necesario para ayudar la memoria
del imputado, para demostrar o superar contradicciones o para solicitar aclaraciones.
- El acusado siempre tiene la “última palabra” en el juicio oral, antes que se clausure el debate.

2-TESTIGOS
Se trata de todos aquellos terceros (no intervinientes) en el procedimiento, que prestan declaración en el juicio
sobre hechos de controversia.
La diferencia con los peritos, es que éstos no deponen sobre su conocimiento de los hechos, sino sobre
conocimientos propios de su ciencia o arte, lo que no sucede con los testigos, salvo que se trate de la
excepcional situación de los testigos-peritos.

Generalmente, los testigos deben ser ubicados e identificados por los intervinientes (principalmente Ministerio
Público, a través de las policías), que tienen en interés en su testimonio. La mayoría de las veces, puede
tratarse de personas que no tienen un especial afán de atestiguar. Por ello, el NCPP establece una serie de
obligaciones en tal sentido, buscando en 1º lugar la comparencia y luego, la declaración.
Como contrapartida, se establecen una serie de prerrogativas para los testigos.

Deber de comparecer y deber de declarar


RG: toda persona que no se encuentre legalmente exceptuada tiene la obligación de concurrir al llamamiento
judicial practicado con el fin de que preste declaración y el deber de declarar la verdad sobre lo que se le
pregunte y de no ocultar hechos, circunstancias o elementos acerca del contenido de su declaración.

Citación
Para citar a los testigos, rigen las normas del párrafo 4º del Título II del Libro I: principalmente el art. 33 que
establece la opción de apercibimiento del testigo (además de imponérsele el pago de las costas provocadas por
su inasistencia). En casos urgentes, pueden ser citados por cualquier medio, haciéndose constar el motivo de
la urgencia. En tales casos, no proceden los apercibimientos del 33, sino cuando se hiciere la citación con las
formalidades legales.

Renuencia a declarar
Si el testigo se niega, sin justa causa a declarar, será sancionado con las penas que establece el inciso 2º 240
CPC:
a-Desacato
b-Reclusión menor en su grado medio a máximo
90

Excepciones a la obligación de comparecencia

No se encuentran obligados a comparecer, pudiendo declarar conforme al art. 301:


a) El Presidente de la República y los ex Presidentes; los Ministros de Estado; los Senadores y Diputados; los
miembros de la Corte Suprema; los integrantes del Tribunal Constitucional; el Contralor General de la
República y el Fiscal Nacional;
b) Los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas, el General Director de Carabineros de Chile y el Director
General de la Policía de Investigaciones de Chile;
c) Los chilenos o extranjeros que gozaren en el país de inmunidad diplomática, en conformidad a los tratados
vigentes sobre la materia, y
d) Los que, por enfermedad grave u otro impedimento calificado por el tribunal, se hallaren en imposibilidad de
hacerlo.
Con todo, si las personas enumeradas en las letras a), b) y d) renunciaren a su derecho a no comparecer,
deberán prestar declaración conforme a las reglas generales. También deberán hacerlo si, habiendo efectuado
el llamamiento un tribunal de juicio oral en lo penal, la unanimidad de los miembros de la sala, por razones
fundadas, estimare necesaria su concurrencia ante el tribunal.

Las personas exceptuadas de comparecer, deben declarar conforme al art. 301: serán interrogadas en el lugar
en que ejercen sus funciones o en su domicilio. Deberán proponer la fecha y el lugar correspondientes. En
caso que no lo hagan, los fija el tribunal. En caso de inasistencia, se aplican las normas generales de
apercibimiento.

A la audiencia ante el tribunal siempre tienen derecho a asistir los intervinientes. El tribunal podrá calificar
las preguntas dirigidas al testigo, teniendo en cuenta su pertinencia con los hechos y la investidura o estado del
deponente.
Las personas que gocen de inmunidad diplomática, declaran por informe, cuando consientan a ello
voluntariamente. Al efecto, se les dirigirá un oficio respetuoso, por medio del ministerio respectivo. Es decir, en
estas personas concurren dos excepciones:
a. A comparecer
b. A declarar

Excepciones a la obligación de declarar

Por motivos personales (parentesco, convivencia, razones de inmadurez o insuficiencia o alteración de sus
facultades mentales)
No estarán obligados a declarar el cónyuge o el conviviente del imputado, sus ascendientes o descendientes,
sus parientes colaterales hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad, su pupilo o su guardador, su
adoptante o adoptado.
Si se tratare de personas que, por su inmadurez o por insuficiencia o alteración de sus facultades
mentales, no comprendieren el significado de la facultad de abstenerse, se requerirá la decisión del
representante legal o, en su caso, de un curador designado al efecto. Si el representante interviniere en el
procedimiento, se designará un curador, quien deberá resguardar los intereses del testigo. La sola circunstancia
de que el testigo fuere menor de edad no configurará necesariamente alguna de las situaciones previstas en la
primera parte de este inciso.
Las personas comprendidas en este artículo deben ser informadas de la facultad de abstenerse, antes de
comenzar la declaración. El testigo puede retractarse en cualquier momento del consentimiento dado para
prestar su declaración.
En el caso de las personas incapaces, se debe llevar a cabo la declaración siempre en presencia del
representante legal o curador.

Por razones de secreto


Tampoco están obligadas a declarar las personas que por su estado, profesión o función legal (como abogados,
médicos o confesores), tuvieren el deber de guardar el secreto que se les hubiere confiado, pero únicamente en
lo referente a dicho secreto.
No es posible que estas personas invoquen la facultad cuando se las releve del deber de guardar el secreto por
quien lo hubiere confiado.

Deber de comparecencia. Declaración obligatoria en otros casos


91
En ambos casos, quienes se encuentran exentos de la obligación de declarar, no se encuentran relevados
de la obligación de comparecer. Deberán hacerlo y explicar los motivos de los cuales surge la facultad de
abstenerse. El tribunal puede considerar como suficiente el juramento o promesa que los mencionados testigos
presten sobre la veracidad del hecho fundante de la exención.
Los testigos exentos de declarar, estarán obligados a declarar respecto de los demás imputados con quienes no
estuvieren vinculados de alguna de las maneras allí descritas, a menos que su declaración pudiere
comprometer a aquéllos con quienes existiere dicha relación.

Principio de no auto incriminación


Todo testigo tendrá el derecho de negarse a responder aquellas preguntas cuya respuesta pudiere
acarrearle peligro de persecución penal por un delito.
Se extiende la facultad de negarse, cuando se pueda incriminar a alguno de los parientes respecto de los cuales
existe exención de declarar.

Juramento o promesa
Todo testigo, antes de comenzar a declarar, prestará juramento o promesa de decir la verdad sobre lo que se
le pregunte, sin ocultar ni añadir nada de lo que pudiere conducir al esclarecimiento de los hechos.
A los menores de 18 años y a aquéllos de quienes el tribunal sospeche que pueden haber tomado parte en los
hechos, no se les aplica lo anterior: se omite el juramento o promesa.
Si el tribunal lo considera necesario, deberá instruir al testigo acerca del sentido del juramento o promesa y de la
obligación de ser veraz, así como de las penas con las cuales se castiga el delito de falso testimonio.

Individualización del Testigo


La declaración del testigo comienza por el señalamiento de los antecedentes relativos a su persona, en especial
sus nombres y apellidos, edad, lugar de nacimiento, estado, profesión, industria o empleo y residencia o
domicilio, todo ello sin perjuicio de las excepciones contenidas en leyes especiales (por ejemplo la ley 20.000).
Si existiere motivo para temer que la indicación pública de su domicilio pudiere implicar peligro para el testigo
u otra persona, el presidente de la sala o el juez, en su caso, podrá autorizar al testigo a no responder a dicha
pregunta durante la audiencia.
Si el testigo hiciere uso del derecho previsto precedentemente, quedará prohibida la divulgación, en cualquier
forma, de su identidad o de antecedentes que condujeren a ella. El tribunal deberá decretar esta prohibición. La
infracción a esta norma será sancionada con la pena que establece el inciso segundo del artículo 240 del
Código de Procedimiento Civil, tratándose de quien proporcionare la información. En caso que la información
fuere difundida por algún medio de comunicación social, además se impondrá a su director una multa de diez a
cincuenta ingresos mínimos mensuales.

Protección a los testigos


El tribunal, en casos graves y calificados, puede disponer medidas especiales destinadas a proteger la
seguridad del testigo que lo solicitare.
Dichas medidas duran el tiempo razonable que le tribunal disponga y pueden ser renovadas cuantas veces
fuere necesario.
El Ministerio Público, de oficio o a petición de interesado, adoptará las medidas procedentes para conferir al
testigo, antes o después de prestadas sus declaraciones, la debida protección.

Tipos de testigos. Ámbito de la declaración


En el procedimiento penal NO existirán testigos inhábiles. Sin embargo, se permite a los intervinientes,
dirigir al testigo preguntas que tiendan a demostrar su credibilidad o falta de ella, la existencia de vínculos con
otros intervinientes que afecten o puedan afectar la imparcialidad, o algún otro defecto de idoneidad.
Todo testigo dará razón circunstanciada de los hechos sobre los cuales declarare, expresando si los ha
presenciado, si los deduce de antecedentes que le fueren conocidos o si los ha oído referir a otras
personas. Aún cuando no incida en su valor probatorio, se podría mantener la clasificación de testigos
presenciales y de oídas.

Testigo menor de edad. El testigo menor de edad, sólo será interrogado por el presidente de la sala, debiendo
los intervinientes, dirigir las preguntas por su intermedio.

Sordos o Mudos. A los testigos sordos, se les dirigen las preguntas por escrito. A los mudos, se les permite
contestar por escrito. Si no es posible aplicar ello, se requiere de un intérprete de lenguaje de sordos o mudos,
el cual debe jurar previamente.
92
Otros derechos específicos del testigo
Testigo que carece de medios suficientes o que vive sólo de su remuneración, tiene derecho a que la persona
que lo presente lo indemnice de la pérdida que le ocasiona la comparecencia a prestar declaración y le
pague, anticipadamente, los gastos de traslado y habitación, si procediere.
Se entiende renunciado este derecho, cuando no se ejerza dentro de los 20 días siguientes a la declaración.
En caso de desacuerdo, los gastos serán regulados por el tribunal (juez de garantía o TJOP) por simple
requerimiento del interesado, sin forma de juicio ni ulterior recurso.
En caso que se trate de testigos presentados por el Ministerio Público, o por intervinientes que gozan de
beneficio de pobreza, la indemnización la paga el Fisco, debiendo en los correspondientes escritos señalarse el
nombre del testigo y el monto de la indemnización.
Lo anterior, se entiende sin perjuicio de la resolución que resuelva las costas de la causa.

La concurrencia a la audiencia del testigo, no puede ocasionarle consecuencias jurídicas adversas: laborales,
educativas o de otra naturaleza. Siempre es suficiente justificación.

3-INFORME DE PERITOS

Peritos: son terceros ajenos al juicio que procuran a los jueces el conocimiento de los cuales éstos carecen,
referidos a una determinada ciencia o arte.

Procedencia del informe de peritos


Procede en los casos determinados en la ley y siempre que para apreciar un hecho o circunstancia relevante
para la causa, sean necesarios o convenientes conocimientos especiales de una ciencia, arte u oficio.
Los informes deben emitirse con imparcialidad, ateniéndose a los principios de la ciencia o reglas del arte u
oficio que profesa el perito.
Es por ello, que el Ministerio Público y los demás intervinientes pueden presentar informes elaborados por
peritos de su confianza y solicitar en la audiencia de preparación de juicio oral, que éstos fueran citados a
declarar al juicio, acompañando comprobantes que acreditaren la idoneidad profesional del perito.

Contenido del informe


Sin perjuicio del deber de los peritos de concurrir a declarar ante el tribunal acerca de su informe, éste deberá
entregarse por escrito y contener:
a) Descripción de la persona o cosa objeto del informe, del estado y modo en que se hallare;
b) Relación circunstanciada de todas las operaciones practicadas y su resultado; y
c) Las conclusiones que, en vista de tales datos, formularen los peritos conforme a su especialidad.

Excepción: las pericias que consistan en análisis de alcoholemia, ADN y aquellas que recayeren sobre
sustancias estupefacientes o psicotrópicas, podrán ser incorporadas al juicio oral, mediante la sola
presentación del informe respectivo. Si alguna de las partes lo solicita en forma fundada, la comparecencia del
perito no podrá sustituirse. En tal caso, el informe deberá leerse y exhibirse.

Admisibilidad del informe y remuneración de los peritos.


Se debe formular la pretensión de rendir prueba pericial en la audiencia de preparación de juicio oral.
El juez de garantía es el encargado de admitir los informes y citar a los peritos cuando, además de los
requisitos generales para la admisibilidad de las solicitudes de prueba, considere que los peritos y sus informes
otorguen suficientes garantías de seriedad y profesionalismo.
Podrá asimismo limitar el número de informes de peritos.
Los honorarios y demás gastos corresponden a la parte que presenta los peritos. Excepcionalmente, el juez
puede relevar a la parte, total o parcialmente, del pago de la remuneración, cuando considere que no cuente
con medios suficientes o cuando, tratándose del imputado, la no realización de la diligencia pudiere importar
un notorio desequilibrio en las posibilidades de su defensa (cargo del Fisco).

Incapacidad para ser perito


No pueden ser peritos las personas a quienes la ley reconoce la facultad de abstenerse de prestar declaración
testimonial.

Improcedencia de inhabilitación de peritos


Los peritos no pueden ser inhabilitados. Sin perjuicio de ello, se les pueden dirigir preguntas para demostrar su
imparcialidad, idoneidad, así como el rigor técnico o científico.
93
Declaración de peritos
Las declaraciones de los peritos en la audiencia de juicio oral, se rigen por las normas del 329 y, en forma
supletoria, por las establecidas para los testigos.
Si el perito se niega a prestar declaración se le aplican las penas del 240 del CPC.

Instrucciones para el trabajo de los peritos


Se regula en el art. 320, norma que no se aplica al juicio oral. En la etapa de investigación o en la audiencia
de preparación de juicio oral, los intervinientes pueden solicitar del juez de garantía que dicte las instrucciones
necesarias pata que sus peritos puedan acceder a examinar los objetos, documentos o lugares. El juez
accederá a la petición, salvo que presentada durante la investigación, considere necesario postergarla para
el éxito de la misma.

Auxiliares del Ministerio Público como peritos


El Ministerio Público puede presentar como peritos a los miembros de los organismos técnicos que le prestaren
auxilio en su función investigadora, ya sea que pertenecieren a la policía, al propio Ministerio Público o a otros
organismos estatales especializados en tales funciones.

Medidas de protección
En caso necesario, los peritos y otros terceros que deben intervenir en el procedimiento para efectos
probatorios, pueden pedir al Ministerio Público que adopte medidas tendientes a que se les brinde la misma
protección que se prevé para los testigos.

4-INSPECCIÓN PERSONAL DEL TRIBUNAL


Fue un medio de prueba que se encontraba regulado para la etapa de investigación en un proyecto. Se eliminó
porque no era consistente con el NSPP, ya que el juez está encargado precisamente de juzgar sobre la base
de las pruebas presentadas por el acusador y el defensor.
Sin embargo, no se excluye la posibilidad de que el tribunal se constituya en un lugar distinto de la sala de
audiencias: art.337: cuando lo considere necesario para la adecuada apreciación de determinadas
circunstancias relevantes del caso, el tribunal puede constituirse en un lugar distinto de la sala de audiencias,
manteniendo las formalidades propias del juicio.
Tendría importancia para casos en que las condiciones no pueden reproducirse en la sala de audiencias (ej.
Olores, condiciones de humedad, etc.)

5- DOCUMENTOS, OBJETOS Y OTROS MEDIOS DE PRUEBA


Dentro de los documentos, uno de los tipos son los instrumentos. Se distingue entre instrumentos públicos y
privados y generalmente se le atribuye un valor probatorio distinto. Sin embargo, esto se acaba en el NSPP.
Para que un TJOP pueda atribuirle idoneidad probatoria a un documento, objeto u otro medio, deben ser
leídos, exhibidos, examinados o reproducidos en la audiencia. Rige el art. 333:
a) Los documentos serán leídos y exhibidos en el debate, con indicación de su origen
b) Los objetos que constituyen evidencia, deben ser exhibidos y pueden ser examinados por las partes
c) Las grabaciones, los elementos de prueba audiovisuales, computacionales o cualquier otro de carácter
electrónico apto para producir fe, se reproducirán en la audiencia por cualquier medio idóneo para que lo
perciban los asistentes;
d) El tribunal puede autorizar, con acuerdo de las partes, la lectura o reproducción parcial o resumida de
los medios de prueba mencionados, cuando ello parezca conveniente y se asegure el conocimiento de su
contenido;
e) Todos los medios pueden ser exhibidos al acusado, a los peritos o a testigos durante sus declaraciones,
para que los reconozcan o se refieran a su conocimiento de ellos.
Es decir, pese a que la producción de la prueba no sea contradictoria, el examen y reconocimiento de prueba
sí es contradictorio.

5. DESARROLLO DEL JUICIO ORAL


Apertura del Juicio Oral
El día y hora fijados, el tribunal se constituye con la asistencia del fiscal, del acusado, de su defensor y de los
demás intervinientes.
Asimismo verifica la disponibilidad de los testigos, peritos, intérpretes y demás personas que han sido citadas a la
audiencia y declara iniciado el juicio.
94
El presidente de la sala señala las acusaciones que deben ser objeto del juicio (contenidas en el auto de
apertura del juicio oral), advierte al acusado que debe estar atento a lo que oirá y dispone que los peritos y
testigos hagan abandono de la sala de la audiencia.

Luego concede la palabra al fiscal, para que exponga su acusación, al querellante para que sostenga la
acusación, así como la demanda civil si la ha interpuesto.

Defensa y eventual declaración del acusado


Luego de lo anterior, se indica al acusado que tiene la posibilidad de ejercer su defensa, conforme lo dispone el
art. 8. Al efecto, se ofrece la palabra al abogado defensor, quien puede exponer los argumentos en que funde su
defensa.
El acusado puede prestar declaración, ante lo cual el presidente de la sala le permite que manifieste en forma libre
lo que crea conveniente respecto de la o de las acusaciones formuladas.
A continuación puede ser interrogado por el fiscal, por el querellante y por el defensor, en el mismo orden. Luego,
los jueces pueden formularle preguntas destinadas a aclarar sus dichos. En todo caso, en cualquier estado del
juicio, el acusado puede solicitar ser oído, con el fin de aclarar o complementar sus dichos.
De esta manera, la primera parte del juicio oral está constituida por exposiciones sintéticas, las cuales son
llamadas Alegatos de Apertura.

Alegatos de Apertura
Se trata de una facultad capital para todo litigante en el Juicio Oral. En efecto, junto a los alegatos de cierre o
clausura, constituyen la oportunidad en que cada parte puede exponer su “propia teoría del caso”: idea básica y
subyacente a la presentación del abogado en el Juicio Oral, que integra elementos legales o jurídicos con
proposiciones fácticas o de hecho.
Se trata de “armar un panorama” acerca del caso, sin establecer conclusiones, porque precisamente es de
apertura.

Orden de Recepción de las pruebas en el juicio oral


Cada parte determinará el orden en que rendirá su prueba, correspondiendo recibir primero la ofrecida para
acreditar los hechos y peticiones de la acusación y de la demanda civil y luego la prueba ofrecida por el acusado
respecto de todas las acciones que hubieren sido deducidas en su contra.

Peritos y testigos en la audiencia de juicio oral


RG: tanto los testigos como los peritos deben ser personalmente interrogados en la audiencia, sin que
proceda reemplazar la declaración personal por la lectura de registros, sin perjuicio de las excepciones.
El juez presidente de la sala identifica al testigo o perito y ordena que preste juramento o promesa de decir la
verdad.

Interrogatorio
La declaración de los testigos se sujeta al interrogatorio de las partes. Los peritos deben exponer brevemente
el contenido y las conclusiones de su informe, y a continuación se autorizará para que sean interrogados por
las partes.
1º interroga la parte que ha ofrecido la prueba y luego las restantes.
Si en un juicio intervienen acusando el Ministerio Público y el querellante particular, o el mismo se realiza contra 2
o más acusados, se concede sucesivamente la palabra a todos los acusadores o a todos los acusados, según
corresponda.
Al final, los miembros del tribunal pueden formular preguntas al testigo o perito, para que aclaren sus dichos.
Solicitado por una de las partes, el tribunal puede autorizar un nuevo interrogatorio de los testigos o peritos que
ya han declarado en la audiencia.
Antes de declarar, los peritos y los testigos no puede comunicarse entre sí, ni ver, oír ni ser informados de lo
que ocurre en la audiencia.

De esta forma, existe un interrogatorio realizado por la parte que presenta al deponente y un contra interrogatorio
(generalmente destinado a atacar la credibilidad de la persona o del testimonio, o a obtener una declaración del
testigo que apoye sus argumentaciones o pruebas).

La ley 20.074 incorpora la posibilidad de que los peritos y testigos puedan declarar por videoconferencia o
cualquier otro medio tecnológico apto para su interrogatorio o contrainterrogatorio.

Métodos de interrogatorio
95
Las partes que hayan presentado a un testigo o perito no pueden formular preguntas inductivas
Durante el contrainterrogatorio, las partes pueden confrontar al perito o testigo con sus propios dichos u otras
versiones de los hechos presentadas en el juicio.
En ningún caso se admiten preguntas engañosas, aquellas destinadas a coacción ilegítima, ni las que carezcan
de claridad.

Una vez que el testigo haya prestado declaración, se puede leer en el interrogatorio parte de sus declaraciones
anteriores, prestadas ante el Fiscal o el juez de garantía, cuando sea necesario para:
 Ayudar a la memoria;
 Demostrar o superar contradicciones
 Solicitar aclaraciones
Con el mismo fin, se puede leer, durante la declaración de un perito, parte del informe que él ha elaborado.

Reproducción de declaraciones anteriores en la audiencia del Juicio Oral


En el juicio oral pueden reproducirse o darse lectura a los registros en que consten anteriores declaraciones de
testigos, peritos o imputados, en los siguientes casos:
 Cuando se trate de testigos o peritos que han fallecido o caído en incapacidad, o estén ausentes del país, o
cuya residencia se ignora o que por cualquier motivo difícil de superar no pueda declarar en juicio, siempre
que ellas hubieren sido recibidas por el juez de garantía en una audiencia formal: se trata de la prueba
anticipada: es contradictoria en el origen, pero no en el juicio oral.
 Cuando consta en registros o dictámenes que todas las partes acordaren en incorporar, con aquiescencia
del tribunal;
 Cuando la no comparecencia de los testigos, peritos o coimputados fuere imputable al acusado; Se vulnera
el principio contradictorio, por la actuación desleal del acusado.
 Cuando se tratare de declaraciones realizadas por coimputados rebeldes, prestadas ante el juez de
garantía.

Lectura o exhibición de documentos, objetos y otros medios


Art. 333 ya analizado.

Prohibiciones
Se establecen prohibiciones derivadas de los principios generales. En especial, responden al hecho que los
antecedentes de la investigación no constituyen pruebas, sino que sólo se forma la convicción del tribunal con
la prueba rendida en el juicio oral.

RG: NO SE PUEDEN INCORPORAR O INVOCAR COMO MEDIOS DE PRUEBA NI DAR LECTURA DURANTE
EL JUICIO ORAL, A LOS REGISTROS Y DEMÁS DOCUMENTOS QUE DIEREN CUENTA DE DILIGENCIAS O
ACTUACIONES REALIZADAS POR LA POLICÍA O EL MINISTERIO PÚBLICO.

Ni aún en los casos de excepción, se pueden utilizar pruebas derivadas de actuaciones declaradas nulas o en que
se han infringido las garantías fundamentales.

Antecedentes referidos a salidas alternativas


No se pueden invocar como medios de prueba al juicio oral, los antecedentes que digan relación con las salidas
alternativas (SCP/AR) o con el procedimiento abreviado.

Prueba no solicitada oportunamente


A solicitud de una parte, el tribunal puede ordenar la recepción de prueba, cuando no hubiere sido ofrecida
oportunamente, cuando justifique no haber sabido de su existencia sino hasta ese momento. Esta justificación
será motivo de un debate y luego de una resolución.
Cuando con ocasión de la rendición de una prueba, surja una controversia relacionada exclusivamente con su
veracidad, autenticidad o integridad, el tribunal puede autorizar la presentación de nuevas pruebas para
esclarecer esos puntos, aunque no se hayan ofrecido oportunamente y siempre que no haya sido posible
prever su necesidad.

Alegato final y clausura del debate


Al finalizar la recepción de las pruebas, el juez presidente de la sala otorgará sucesivamente la palabra al fiscal, al
acusador particular, al actor civil y al defensor, para que expongan sus conclusiones. El tribunal tomará en
consideración la extensión del juicio para determinar el tiempo que se concederá al efecto.
96
En seguida, se otorga al fiscal, al acusador particular, al actor civil y al defensor la posibilidad de replicar. Las
réplicas sólo pueden referirse a las conclusiones que las demás partes plantean.
Finalmente, se otorga al acusado la palabra para que manifieste lo que estime conveniente. A continuación se
declara cerrado el debate.

A este alegato final, se le llama “de bien probado”, siendo una actuación trascendental del juicio, ya que se debe
alegar que se encuentran probadas determinadas circunstancias.

6. LA SENTENCIA DEFINITIVA
Cerrado el debate, los miembros del TJOP que hubieren asistido a él (íntegramente) pasarán a deliberar en
privado.

Decisión sobre absolución o condena. Plazo


Concluida la deliberación privada de los jueces, la sentencia definitiva debe ser pronunciada en la misma
audiencia, comunicándose la decisión relativa a la absolución o condena del acusado por cada uno de los
delitos imputados, indicando respecto de cada uno de ellos los fundamentos principales tomados en cuenta
para llegar a dichas conclusiones.

Excepción: audiencia de juicio se ha prolongado por más de 2 días y la complejidad del caso no permite
pronunciar la decisión inmediatamente, el tribunal puede prolongar la deliberación hasta por 24 horas, hecho
que será dado a conocer a los intervinientes en la misma audiencia, y se fija de inmediato la oportunidad en que la
decisión les será comunicada.

En caso de omitirse el pronunciamiento conforme a la forma señalada, se producirá la nulidad del juicio,
debiendo éste repetirse en el plazo más breve posible.

En caso de condena, el tribunal deberá resolver sobre las circunstancias modificatorias de responsabilidad penal
en la misma oportunidad prevista en el 343 inciso 1º. Sin embargo, tratándose de circunstancias ajenas al hecho
punible, y los demás factores relevantes para determinar y cumplir la pena, el tribunal abre debate sobre ellos,
inmediatamente después de pronunciada la decisión del inciso 1º y en la misma audiencia. En tal evento, el
tribunal recibirá los antecedentes que hagan valer los intervinientes, y el tribunal reserva su resolución para la
audiencia de lectura de sentencia.
De esta manera no es necesario citar a una nueva audiencia para discutir sobre la determinación de la pena.

Decisión de absolución o condena: simple mayoría, salvo en los casos en que ante la falta o inhabilitación del
juez integrante del TJOP, que no ha podido ser reemplazado y quedando sólo 2 jueces que han asistido a
todo el juicio, la decisión debe ser adoptada por unanimidad, so pena de nulidad.

Plazo para la redacción de la sentencia


Al pronunciarse sobre la absolución o condena, el tribunal puede diferir la redacción del fallo y, en su caso, la
determinación de la pena hasta por un plazo de 5 días, fijando la fecha de la audiencia en que tendrá lugar su
lectura. Sin embargo, cuando el juicio ha durado más de 5 días, el tribunal dispondrá, para fijar la fecha de la
audiencia de comunicación, 1 día adicional por cada 2 de exceso de duración del juicio.
El incumplimiento de estas obligaciones, es falta grave, debiendo ser sancionada disciplinariamente. Sin perjuicio
de ello, se debe citar a una nueva audiencia de lectura de la sentencia, la que en caso alguno puede tener lugar
luego del 2º día contado desde la fecha fijada para la primera. Si transcurre este plazo adicional sin que se
comunique la sentencia, se producirá la nulidad del juicio, salvo que la decisión hubiere sido la de absolución
del acusado.
Esta nueva infracción, debe ser sancionada disciplinariamente respecto de los jueces.

Determinación de la pena
Antes de la ley 20.074, una vez pronunciada la decisión de condena, el tribunal podía, en caso de considerarlo
necesario, citar a una audiencia para debatir sobre la determinación y cumplimiento de la pena. Esto fue
modificado como se indicó más arriba.

Audiencia de comunicación de la sentencia


Redactada la sentencia, se procede a darla a conocer en la audiencia fijada al efecto, oportunidad a contar de la
cual se entiende notificada a todas las partes, aun cuando no asistieran a la misma.

Convicción del Tribunal


97
El tribunal formará su convicción sobre la base de la prueba producida durante el juicio oral.

NADIE PUEDE SER CONDENADO POR DELITO SINO CUANDO EL TRIBUNAL QUE LO JUZGARE
ADQUIERE, MÁS ALLÁ DE TODA DUDA RAZONABLE, LA CONVICCIÓN DE QUE REALMENTE SE
HUBIERE COMETIDO EL HECHO PUNIBLE OBJETO DE LA ACUSACIÓN Y QUE EN ÉL HUBIERE
CORRESPONDIDO AL ACUSADO UNA PARTICIPACIÓN CULPABLE Y PENADA POR LA LEY.

No se puede condenar a una persona con el solo mérito de su propia declaración.

“Duda razonable”: es un estándar que proviene del sistema penal norteamericano, imponiendo la carga al
acusador de convencer al juez, produciendo prueba “más allá de una duda razonable” sobre cada hecho
necesario para constituir el o los delitos objeto de la acusación.
Duda razonable: es una duda que llevaría a las personas prudentes a dudar antes de actuar en materias de
importancia para ellos mismos.
Contenido de la sentencia
La sentencia definitiva contendrá:
a) La mención del tribunal y la fecha de su dictación; la identificación del acusado y la de el o los acusadores;
b) La enunciación breve de los hechos y circunstancias que hubieren sido objeto de la acusación; en su caso, los
daños cuya reparación reclamare en la demanda civil y su pretensión reparatoria, y las defensas del acusado;
c) La exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados,
fueren ellos favorables o desfavorables al acusado, y de la valoración de los medios de prueba que
fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297;
Es importante señalar que se aprecia con libertad (limitada por los cotos que establece la misma ley) y
que el tribunal debe hacerse cargo en su fundamentación, de toda la prueba, incluso la desestimada)
d) Las razones legales o doctrinales que sirvieren para calificar jurídicamente cada uno de los hechos y sus
circunstancias y para fundar el fallo;
e) La resolución que condenare o absolviere a cada uno de los acusados por cada uno de los delitos que la
acusación les hubiere atribuido; la que se pronunciare sobre la responsabilidad civil de los mismos y fijare el
monto de las indemnizaciones a que hubiere lugar;
f) El pronunciamiento sobre las costas de la causa, y
g) La firma de los jueces que la hubieren dictado.

La sentencia será siempre redactada por uno de los miembros del tribunal colegiado, designado por éste, en tanto
la disidencia o prevención será redactada por su autor. La sentencia señalará el nombre de su redactor y el del
que lo sea de la disidencia o prevención.

La Sentencia Condenatoria

Sentencia Condenatoria y acusación. Principio de Congruencia


La sentencia condenatoria no puede exceder el contenido de la acusación. Se prohíbe la condena por
hechos o circunstancias que no figuren en la acusación.

Es permitido, sin embargo, que el TJOP, siempre que lo haya advertido a los intervinientes en la audiencia de
juicio oral, otorgue al hecho una calificación jurídica distinta de la contenida en la acusación o apreciar la
concurrencia de circunstancias modificatorias agravantes de la responsabilidad penal no incluidas en ella.

Si durante la deliberación uno o más jueces consideran la posibilidad de otorgar a los hechos una calificación
jurídica distinta de la establecida en la acusación, que no ha sido objeto de discusión en la audiencia, deberán
reabrirla, con el objeto de que las partes puedan debatir sobre ella.

Todo lo anterior, no hace más que permitir que se haga verbo el principio contradictorio, teniendo siempre en
cuenta el derecho de defensa.

Así podemos hacer una cadena con 3 eslabones unidos por el principio de congruencia:

FORMALIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN-ACUSACIÓN-SENTENCIA DEFINITIVA

La sentencia condenatoria y reglas relativas a la aplicación de la pena aplicable.


A. RESOLUCIÓN EN LA MISMA AUDIENCIA
98
Decidida la condena, el tribunal debe resolver sobre las circunstancias modificatorias de la responsabilidad
penal en la misma audiencia en que dicta la resolución, estando obligado –tras la modificación de la ley 20.074-
a abrir debate sobre aquellas que fueren ajenas al hecho punible y los demás factores relevantes para la
determinación y cumplimiento de la pena.

B. FIJACIÓN DE LA PENA Y MEDIDAS ALTERNATIVAS


La sentencia condenatoria fijará las penas y se pronunciará sobre la eventual aplicación de alguna de las
medidas alternativas a la privación o restricción de libertad.

La sentencia que condena a una pena temporal debe indicar con precisión el día desde el cual empieza a
contarse y fijará el tiempo de detención, prisión preventiva y privación de libertad que deba servir de abono para
su cumplimiento. Se abona a la pena impuesta un día por cada día completo, o fracción igual o superior a
12 horas, de dichas medidas cautelares que ha cumplido el condenado.

La sentencia condenatoria también dispondrá el comiso de los instrumentos o efectos del delito o su restitución,
cuando sea procedente.

Cuando se haya declarado falso en todo o parte, un instrumento público, el tribunal, junto con su devolución,
debe ordenar que se lo reconstituya, cancele o modifique de acuerdo a la sentencia.

Cuando se pronuncie la sentencia condenatoria, el tribunal puede disponer, a petición de uno de los
intervinientes, que se revisen las medidas cautelares personales, atendiendo al tiempo transcurrido y a la
pena probable. Es una de las modificaciones de la ley 20.074, otorgándose expresamente la facultad al TJOP.

C. IMPROCEDENCIA DE LA PENA DE MUERTE POR MERAS PRESUNCIONES


Se deroga por la desaparición de dicha pena.

D. REITERACIÓN DE CRÍMENES O SIMPLES DELITOS DE UNA MISMA ESPECIE


En los casos de reiteración de crímenes o simples delitos de una misma especie se impondrá la pena
correspondiente a las diversas infracciones, estimadas como un solo delito, aumentándola en uno o dos
grados.
Si, por la naturaleza de las distintas infracciones, éstas no pueden estimarse como un solo delito, el tribunal
aplica la pena señalada a aquella que, considerada aisladamente, con las circunstancias del caso, tuviere
asignada una pena mayor, aumentándola en uno o dos grados, según el número de delitos.
Con todo, puede aplicarse las penas en la forma establecida en el art. 74 del CºP si, de seguirse este
procedimiento, hubiere de corresponder al condenado una pena menor.
Delitos de una misma especie: aquellos que afectaren al mismo bien jurídico.

La decisión absolutoria
Comunicada a las partes la decisión absolutoria, el TJOP, debe:
a)Disponer, en forma inmediata, el alzamiento de las medidas cautelares personales que se hayan decretado
en contra del acusado;
b)Ordenar que se tome nota de este alzamiento en todo índice o registro público y policial en el que puedan
figurar; y
c) Ordenar cancelar las garantías de comparecencia que se hayan otorgado.

Pronunciamiento sobre la demanda civil:


Tanto en el caso de absolución como en el caso de condena, el tribunal debe pronunciarse acerca de la
demanda civil válidamente interpuesta.

QUINTA PARTE
LOS RECURSOS
1. BASES DEL NUEVO RÉGIMEN DE RECURSOS
A. SE DISMINUYE EL NÚMERO DE RECURSOS EN RELACIÓN AL ANTIGUO PROCEDIMIENTO PENAL
En general, se trata de recursos de derecho y tienen por objeto velar porque el juicio se haya celebrado en
cumplimiento de las garantías de orden procesa.
Ello se explica por el hecho de no querer romper con los principios que informan el nuevo sistema, ya que si
fuera posible alterar los hechos, se perdería toda inmediación.
99

B. DESAPARECE LA DOBLE INSTANCIA COMO FUNDAMENTO DEL SISTEMA DE RECURSOS


Desaparece la apelación en forma absoluta, respecto de las resoluciones del TJOP: Serán inapelables las
resoluciones dictadas por un TJOP.

Se mantiene la apelación, respecto de determinadas resoluciones del juez de garantía, en opinión del señor
Carocca, por razones políticas y culturales, más que estrictamente técnicas.

C. SE CONCIBE EL RECURSO COMO MEDIO DE IMPUGNACIÓN A SOLICITUD DE PARTE, MÁS QUE COMO
MECANISMO DE CONTROL JERÁRQUICO
El fundamento último del recurso, será la reparación del agravio producido a una de las partes, para lo cual se
debe demostrar en qué consiste dicho agravio. Asimismo, existe un fin socialmente valioso como es el que
algunas resoluciones sean dictadas correctamente.

Como consecuencia de lo señalado en los puntos B. y C. anteriores, desaparece la institución de la consulta.

2. DERECHO A RECURRIR DEL FALLO EN MATERIA PENAL (“DERECHO AL RECURSO”)


Durante la tramitación del NCPP se produjo una discusión en relación a la posibilidad de impugnación de la
sentencia definitiva dictada por el TJOP.
Dicha sentencia es inapelable, como lo señaláramos más arriba. Según algunos, dicha circunstancia viola la
garantía del derecho a recurrir, consagrada en Tratados Internacionales ratificados y vigentes en Chile (Pacto
Internacional de DDHH y Pacto de San José de Costa Rica): “Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en
plena igualdad, a las siguientes garantías: h) Derecho a recurrir del fallo ante juez o tribunal superior”

En contra de lo afirmado, se señala que estas garantías no imponen el derecho a la doble instancia, sino la
posibilidad de un recurso ante un tribunal superior, obligación que se ve satisfecha con la institución de la vía de
impugnación que permita discutir sólo determinadas cuestiones de derecho. Extenderla a los hechos, sería
permitir un nuevo juicio oral. Así lo entendió la Comisión Interamericana de DDHH en el caso Villalobos Calvo.

3. REFERENCIA A LA “HISTORIA FIDEDIGNA” DE LAS NORMAS EN LA MATERIA


Pasó por diversas etapas el proyecto, en relación a los recursos. En la Cámara de diputados se planteó la idea de
un Recurso Extraordinario que habilitaba a la Corte de Apelaciones para revisar los hechos. Ello no prosperó.
Respecto del recurso de apelación, se sostuvo:
A- No es posible igualar el derecho a recurrir, consagrado en la CPR (por medio de los citados tratados) con el
derecho a interponer un recurso de apelación.
B- El derecho a revisión de un fallo, se satisface con un recurso de casación
C- En el ánimo de la comisión pesó, para otorgar el carácter inapelable a las sentencias del TJOP, más que el
hecho de ser colegiados, el hecho de los principios que inspiran el juicio oral: aceptar la apelación,
importaría destruir dichos principios, ya que la Corte de Apelaciones conociendo del recurso de apelación, lo
haría por medio de las actas y registros.
D- Radicar el conocimiento del recurso de nulidad en las Cortes de Apelaciones, por RG, tiene una razón
práctica: acceso inmediato a la Corte de Apelaciones, a diferencia de lo que podría ocurrir con la Corte
Suprema. Se busca acercar la administración de justicia a las personas.
E- El fundamento que tenía la Cámara de Diputados para incorporar el recurso extraordinario, era
principalmente remediar los errores que se hubieren producido respecto de las leyes reguladoras de la
prueba, lo que resulta contradictorio con el establecimiento de un sistema probatorio libre (aunque limitado:
sana crítica). Se estimó que el recurso extraordinario, podía fácilmente pasar a ser ordinario, solicitando
frecuentemente la revisión por parte de la Corte de Apelaciones. Se caería en los vicios de la apelación,
ahora por medio del recurso extraordinario. Por ello, se rechazó.
F- Reformulando los recursos, se eliminan los recursos extraordinario y de casación y en su reemplazo, se
crea un recurso de nulidad, no siendo un cambio sólo nominal, sino de fondo.

4. DISPOSICIONES GENERALES SOBRE LOS RECURSOS EN EL NCPP


A. FACULTAD DE RECURRIR
Podrán recurrir en contra de las resoluciones judiciales el Ministerio Público y los demás intervinientes
agraviados por ellas, sólo por los medios y en los casos expresamente establecidos en la ley.
100
B. AUMENTO DE LOS PLAZOS
En caso que el juicio oral haya sido conocido por un tribunal que se ha constituido y funcionado en una localidad
situada fuera de su lugar de asiento (art. 21 A COT), los plazos legales para interponer recursos, se aumentan
conforme a la tabla del 259 del CPC.

C. RENUNCIA Y DESISTIMIENTO DE LOS RECURSOS. EFECTOS


Es posible renunciar expresamente a los recursos, desde que se encuentra notificada la resolución contra la
cual procedieren.

Es posible igualmente desistirse de un recurso, antes de su resolución.


Los efectos del desistimiento no se extienden a los demás recurrentes o adherentes al recurso.
En todo caso, si la renuncia o desistimiento la quiere realizar el defensor, requiere mandato expreso del
imputado.

D. EFECTO DE LA INTERPOSICIÓN DEL RECURSO


La interposición de un recurso no suspende la ejecución de una decisión, salvo que:
a)Se impugne una sentencia definitiva condenatoria
b)La ley disponga exponga expresamente la suspensión
Es improcedente la ONI en sede penal.
E. PROHIBICIÓN DE SUSPENDER LA VISTA DE LA CAUSA POR FALTA DE INTEGRACIÓN DEL TRIBUNAL
La vista de un recurso penal no puede suspenderse por falta de jueces que integren la sala. Si fuere
necesario, se interrumpe la vista de los recursos civiles para que integren la sala jueces no inhabilitados.

De esta manera, la audiencia sólo se suspende cuando no alcance, con los jueces que conformen ese día el
tribunal, el mínimo de miembros no inhabilitados que deben intervenir en ella.

F. OTRAS CAUSALES DE SUSPENSIÓN


La vista de los recursos penales no se puede suspender por las siguientes causales, previstas en el art.
165 CPC:
a-Examen preferente o continuación de la vista de otra causa
b- Solicitud de una parte que no sea el recurrente
c-Abogado que tiene otra vista
d- Orden del tribunal por falta de un trámite previo estrictamente indispensable
Al confeccionar la tabla o disponer la agregación extraordinaria de recursos o determinar la continuación para el
día siguiente de un pleito, la Corte adoptará las medidas necesarias para que la sala que corresponda no vea
alterada su labor.
En caso que en la causa existan personas privadas de libertad, sólo se suspende la vista de la causa por
muerte del abogado del recurrente, del cónyuge o de alguno de sus ascendientes o descendientes,
ocurrida dentro de los 8 días anteriores al designado para la vista del recurso.
En los demás caos, la vista sólo puede suspenderse si lo solicita el recurrente o todos los intervinientes
facultados para concurrir a ella, de común acuerdo.
a) Se puede ejercer 1 sola vez por el recurrente o por todos los intervinientes
b) Escrito presentado hasta las 12 del día hábil anterior a la audiencia, salvo que la causa se ha agregado con
menos de 72 horas antes de la vista, caso en el cual se puede presentar hasta antes que comience la
audiencia.

G. REGLAS GENERALES DE VISTA DE LOS RECURSOS


1. La vista de la causa se efectuará en una audiencia pública
2. La falta de comparecencia de uno o más recurrentes a la audiencia dará lugar a que se declare el
abandono del recurso respecto de los ausentes.
3. Es posible proceder en ausencia de uno o más de los recurridos.
4. La vista comienza con el anuncio
5. Se elimina la relación11
6. Luego del anuncio se otorga la palabra a el o los recurrentes para que expongan los fundamentos del
recurso, así como las peticiones concretas que formularen.
7. Luego se permite intervenir a los recurridos y finalmente se vuelve a ofrecer la palabra a todas las partes
con fines aclaratorios.

11
En los hechos, por acuerdo del Pleno de la Corte Suprema, existe un matiz respecto de esta afirmación en cuanto se establece
una relación para examinar la admisibilidad del recurso de apelación.
101
8. En cualquier momento del debate, el tribunal puede formular preguntas a los representantes de las
partes o pedirles que profundicen su argumentación o la refieran a algún aspecto específico.
9. Concluido el debate, el tribunal pronuncia la sentencia de inmediato o, si no es posible, en un día y hora que
da a conocer en la misma audiencia.
10. Es redactada por el miembro del tribunal designado y el voto disidente o la prevención, por su autor.

H. PRUEBA EN LOS RECURSOS


Sólo se puede plantear en el recurso de nulidad y sólo respecto de las circunstancias que constituyen la
causal invocada.
Es requisito ineludible que se haya ofrecido prueba en el escrito de interposición del recurso de nulidad.
Se recibe en la audiencia, conforme a las reglas de su recepción en el Juicio Oral. El hecho de no poder
rendirse prueba, no puede dar lugar a la suspensión de la audiencia.

I. DECISIONES SOBRE LOS RECURSOS. EFECTOS. PROHIBICIÓN DE LA “REFORMATIO IN PEIUS”


a)El tribunal que conoce de un recurso sólo puede pronunciarse sobre las solicitudes de los
recurrentes, quedando vedado extender el efecto de su decisión a cuestiones no planteadas por
ellos o más allá de los límites de lo solicitado, salvo en los casos previstos en este artículo (a) y en el
artículo 379 inciso 2º (b). Excepciones:
a. Si sólo uno de varios imputados por el mismo delito entabla el recurso contra la resolución, la decisión
favorable que se dicte, aprovecha a los demás, salvo que los fundamentos sean exclusivamente
personales del recurrente, debiendo el tribunal declararlo así expresamente.
b.Motivos absolutos de nulidad (se trata de un recurso de nulidad que se convierte en enmienda)
b)Si la resolución judicial hubiere sudo objeto de recurso por un solo interviniente, la Corte no podrá
reformarla en perjuicio del recurrente. Es una clara diferencia en relación al ASPP que permitía la
reforma peyorativa.

J. APLICACIÓN SUPLETORIA
Los Recursos se rigen por las normas del Libro III del NCPP. Supletoriamente son aplicables las normas del
Libro II, Título III (juicio oral).

5. RECURSO DE REPOSICIÓN
a) Reposición de las resoluciones dictadas fuera de audiencias. De las sentencias interlocutorias, de los
autos y de los decretos dictados fuera de audiencias, podrá pedirse reposición al tribunal que los hubiere
pronunciado. El recurso deberá interponerse dentro de tercero día y deberá ser fundado.
El tribunal se pronunciará de plano, pero podrá oír a los demás intervinientes si se hubiere deducido en un
asunto cuya complejidad así lo aconsejare.
Cuando la reposición se interpusiere respecto de una resolución que también fuere susceptible de apelación y
no se dedujere a la vez este recurso para el caso de que la reposición fuere denegada, se entenderá que la
parte renuncia a la apelación.
La reposición no tendrá efecto suspensivo, salvo cuando contra la misma resolución procediere también la
apelación en este efecto.
b) Reposición de las resoluciones dictadas dentro de audiencias orales. La reposición de las resoluciones
pronunciadas durante audiencias orales deberá promoverse tan pronto se dictaren y sólo serán admisibles
cuando no hubieren sido precedidas de debate. La tramitación se efectuará verbalmente, de inmediato, y de la
misma manera se pronunciará el fallo.

6. RECURSO DE APELACIÓN

A. RESOLUCIONES INAPELABLES
Serán inapelables las resoluciones dictadas por un tribunal de juicio oral en lo penal. Se señalaron las
razones anteriormente: principios informadores del NSPP.

La resolución que resuelve acerca de la medida cautelar de prisión preventiva, no se aplicaría, cuando la
dicta un TJOP, el art. 149, que señala que la resolución que ordena, mantiene, niega lugar o revoca la prisión
preventiva, es apelable cuando se ha dictado en audiencia.

B. TRIBUNAL ANTE EL QUE SE ENTABLA


El recurso de apelación deberá entablarse ante el mismo juez que hubiere dictado la resolución y éste lo
concederá o lo denegará.
102
C. PLAZO PARA INTERPONERLO. TÉRMINO PARA COMPARECER EN EL TRIBUNAL DE ALZADA.
El recurso de apelación deberá entablarse dentro de los 5 días siguientes a la notificación de la resolución
impugnada (aumentados conforme al 200 CPC)

D. FORMA DE INTERPOSICIÓN. REQUISITOS


El recurso de apelación deberá ser interpuesto:
A. Por escrito;
B. Con indicación de sus fundamentos;
C. Con indicación de las peticiones concretas que se formularen.

E. EFECTOS DEL RECURSO


La apelación se concederá en el solo efecto devolutivo, a menos que la ley señalare expresamente lo
contrario. Ej. Apelación del Ministerio Público contra el auto de apertura del juicio oral.

F. RECURSO DE HECHO
Denegado el recurso de apelación, concedido siendo improcedente u otorgado con efectos no ajustados a
derecho, los intervinientes podrán ocurrir de hecho, dentro de tercero día, ante el tribunal de alzada, con el fin
de que resuelva si hubiere lugar o no al recurso y cuáles debieren ser sus efectos.
Presentado el recurso, el tribunal de alzada solicitará, cuando correspondiere, los antecedentes señalados en el
artículo 371 y luego fallará en cuenta.
Si acogiere el recurso por haberse denegado la apelación, retendrá tales antecedentes o los recabará, si no los
hubiese pedido, para pronunciarse sobre la apelación.

G. RESOLUCIONES APELABLES
Las resoluciones dictadas por el juez de garantía serán apelables en los siguientes casos:
a) Cuando pusieren término al procedimiento, hicieren imposible su prosecución o la suspendieren por más de
treinta días, y
b) Cuando la ley lo señalare expresamente.

H. ANTECEDENTES A REMITIR CONCEDIDO EL RECURSO


Concedido el recurso, el juez remitirá al tribunal de alzada copia fiel de la resolución y de todos los
antecedentes que fueren pertinentes para un acabado pronunciamiento sobre el recurso.

I. ADHESIÓN A LA APELACIÓN
Es procedente en el NSPP, aun cuando no se permita expresamente, por aplicación de las normas generales.

J. INSTRUCCIONES DE LA EXCMA. CORTE SUPREMA SOBRE EL RECURSO DE APELACIÓN


a)El plazo de 5 días es fatal, corrido e improrrogable
b) Debe deducirse por escrito, sin que pueda apelarse oralmente en las audiencias orales, ni tampoco por el
imputado privado de libertad cuando es notificado.
c) Si no se cumplen con los requisitos de la escrituración, fundamentación y peticiones concretas, se declara
inadmisible.
d) El recurrente debe acompañar copias del escrito del recurso, para los efectos de la notificación.
e) No procede la ONI
f) La admisibilidad del recurso en el tribunal de alzada es objeto del pronunciamiento de la Sala
correspondiente. Ese conocimiento será efectuado por medio del relator.
g) Las apelaciones relativas a la prisión preventiva, u otra medida cautelar personal en su contra, se
agregan a la tabla extraordinariamente en el día siguiente hábil o para el mismo día, en casos urgentes.
h) La notificación de las resoluciones dictadas por el tribunal de alzada fuera de la audiencia de la vista del
recurso, se practican por Estado Diario

K. MODIFICACIÓN DEL ART. 69 DEL COT. “RADICACIÓN” DE CIERTAS CAUSAS


Los recursos de amparo y las apelaciones relativas a la libertad de los imputados u otras medidas cautelares
personales en su contra serán de competencia de la sala que haya conocido por primera vez del recurso o
de la apelación, o que hubiere sido designada para tal efecto, aunque no hubiere entrado a conocerlos 12.
Se agregan extraordinariamente a la tabla del día siguiente hábil al de su ingreso al tribunal, o el mismo día, en
casos urgentes:

12
Se busca evitar desistimientos que se debían a la conformación de una determinada sala, considerada desfavorable por el
recurrente.
103
A. Apelaciones relativas a la prisión preventiva de los imputados u otras medidas cautelares personales en
su contra;
B. Recursos de amparo
C. Las demás que determinen las leyes

7. EL RECURSO DE NULIDAD
Se trata de un recurso para invalidar todo el juicio oral o sólo la sentencia definitiva que en éste se pronuncia.

1.Historia Fidedigna del establecimiento de este recurso


El Senado fue el autor de la reformulación del sistema de los Recursos, toda vez que eliminó el recurso de
casación y el recurso extraordinario.

Se estableció este recurso con dos objetivos perfectamente diferenciados:


A- Cautelar el justo y racional procedimiento: causal genérica de la letra a)
B- Respeto de la correcta aplicación del derecho: causal genérica de la letra b). Se amplía la causal, en
relación con la contenida en el art. 767 CPC, relativa al recurso de casación en el fondo, toda vez que ahora
se habla de infracción de derecho, dando un paso más allá de la ley.

2.Características principales del Recurso de Nulidad


A. SUPERACIÓN DEL CLÁSICO RECURSO DE CASACIÓN
Más que una simple modificación nominal, se produce una real superación en relación al recurso de casación.
En Chile, según opinión del profesor Tavolari, nunca se aplicó plenamente el concepto político del recurso de
casación como el modelo francés, sino que se aplicó desde sus inicios conforme al modelo de casación
español o bastardo, que dividiendo el recurso en casación en la forma y el fondo, lo ha estimado siempre como
un recurso judicial, que no necesariamente da lugar a una sentencia de reenvío, sino que en determinadas
hipótesis, se obliga al mismo tribunal de casación a pronunciar inmediatamente la sentencia de
reemplazo.

B. FINALIDADES
1. Respeto de las garantías y derechos fundamentales
2. Obtener la acertada interpretación de las normas de derecho
3. Lograr que la Corte Suprema uniforme la aplicación del derecho

3.Reglamentación
A. SENTENCIAS O TRÁMITES IMPUGNABLES
a. Sentencia definitiva del juicio oral
b. Juicio oral
c. Sentencia definitiva dictada en el procedimiento simplificado
d. Sentencia definitiva dictada en el procedimiento de delitos de acción penal privada

B. CAUSALES Y MOTIVOS ABSOLUTOS DEL RECURSO

Se acoge el principio de la trascendencia: No causan nulidad los errores de la sentencia recurrida que no
influyeren en su parte dispositiva, sin perjuicio de lo cual la Corte podrá corregir los que advirtiere durante el
conocimiento del recurso.

Causales del recurso. Procederá la declaración de nulidad del juicio oral y de la sentencia:
a) Cuando, en la cualquier etapa del procedimiento o en el pronunciamiento de la sentencia, se hubieren
infringido sustancialmente derechos o garantías asegurados por la Constitución o por los tratados
internacionales ratificados por Chile que se encuentren vigentes, y

Antes de la ley 20.074, no decía “etapa del procedimiento”, sino tramitación del juicio. El objeto
perseguido es que se pueda perseguir la nulidad por infracción de las garantías en etapas anteriores al
juicio oral. En cuanto a la controversia que podría suscitar la interposición del recurso por una infracción
cometida antes del juicio oral, en cualquier etapa del procedimiento, no debemos olvidar que se mantiene
intacto el deber de preparación del recurso. Asimismo, no podría estimarse que deba anularse más allá
del juicio oral, sino que lo que más se puede llegar a obtener es la realización de un nuevo juicio oral.

b) Cuando, en el pronunciamiento de la sentencia, se hubiere hecho una errónea aplicación del derecho que
hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo.
104

Motivos absolutos de nulidad. El juicio y la sentencia serán siempre anulados:


a) Cuando la sentencia hubiere sido pronunciada por un tribunal incompetente, o no integrado por los jueces
designados por la ley; cuando hubiere sido pronunciada por un juez de garantía o con la concurrencia de un
juez de tribunal de juicio oral en lo penal legalmente implicado, o cuya recusación estuviere pendiente o
hubiere sido declarada por tribunal competente; y cuando hubiere sido acordada por un menor número de
votos o pronunciada por menor número de jueces que el requerido por la ley, o con concurrencia de jueces
que no hubieren asistido al juicio;
b) Cuando la audiencia del juicio oral hubiere tenido lugar en ausencia de alguna de las personas cuya
presencia continuada exigen, bajo sanción de nulidad, los artículos 284 (jueces y fiscal) y 286 (defensor);
c) Cuando al defensor se le hubiere impedido ejercer las facultades que la ley le otorga;
d) Cuando en el juicio oral hubieren sido violadas las disposiciones establecidas por la ley sobre publicidad y
continuidad del juicio;
e) Cuando, en la sentencia, se hubiere omitido alguno de los requisitos previstos en el artículo 342, letras c) –
exposición de medios de prueba y valoración de la prueba-, d) – razones legales o doctrinales- o e)-
resolución de condena o absolución de cada uno de los acusados, por cada uno de los delitos, sobre
responsabilidad civil y monto de las indemnizaciones;
f) Cuando la sentencia se hubiere dictado con infracción de lo prescrito en el artículo 341 (violación
congruencia o inadvertencia sobre apreciación de agravantes o una nueva calificación jurídica) , y
g) Cuando la sentencia hubiere sido dictada en oposición a otra sentencia criminal pasada en autoridad de cosa
juzgada.

C. TRIBUNAL COMPETENTE
El conocimiento del recurso que se fundare en la causal prevista en el artículo 373, letra a), corresponderá a la
Corte Suprema.
La respectiva Corte de Apelaciones conocerá de los recursos que se fundaren en las causales señaladas en el
artículo 373, letra b), y en el artículo 374.
No obstante lo dispuesto en el inciso precedente, cuando el recurso se fundare en la causal prevista en el
artículo 373, letra b), y respecto de la materia de derecho objeto del mismo existieren distintas
interpretaciones sostenidas en diversos fallos emanados de los tribunales superiores, corresponderá
pronunciarse a la Corte Suprema.
Del mismo modo, si un recurso se fundare en distintas causales y por aplicación de las reglas contempladas en
los incisos precedentes correspondiere el conocimiento de al menos una de ellas a la Corte Suprema, ésta se
pronunciará sobre todas (fuerza atractiva). Lo mismo sucederá si se dedujeren distintos recursos de nulidad
contra la sentencia y entre las causales que los fundaren hubiere una respecto de la cual correspondiere
pronunciarse a la Corte Suprema.

D. PREPARACIÓN DEL RECURSO


Si la infracción invocada como motivo del recurso se refiriere a una ley que regulare el procedimiento, el recurso
sólo será admisible cuando quien lo entablare hubiere reclamado oportunamente del vicio o defecto.
No será necesaria la preparación del recurso:
a)Cuando se tratare de alguna de las causales del artículo 374;
b)Cuando la ley no admitiere recurso alguno contra la resolución que contuviere el vicio o defecto;
c) Cuando éste hubiere tenido lugar en el pronunciamiento mismo de la sentencia que se tratare de anular;
d)Cuando dicho vicio o defecto hubiere llegado al conocimiento de la parte después de pronunciada la
sentencia.

E. PLAZO Y REQUISITOS
Dentro de los 10 días siguientes a la notificación de la sentencia definitiva, ante el tribunal que la ha
dictado.
Requisitos del escrito del recurso de nulidad:
A. Consignar los fundamentos del mismo y las peticiones concretas que se sometieren al fallo del tribunal.
B. Si el recurso se funda en varias causales, caso se indicará si se invocan conjunta o subsidiariamente. Cada
motivo de nulidad deberá ser fundado separadamente.
C. Cuando el recurso se fundare en la causal prevista en el artículo 373, letra b), y el recurrente sostuviere que,
por aplicación del inciso tercero del artículo 376, su conocimiento correspondiere a la Corte Suprema,
deberá, además, indicar en forma precisa los fallos en que se hubiere sostenido las distintas
interpretaciones que invocare y acompañar copia de las sentencias o de las publicaciones que se hubieren
efectuado del texto íntegro de las mismas.
105
F. EFECTOS DE LA INTERPOSICIÓN DEL RECURSO
La interposición del recurso de nulidad suspende los efectos de la sentencia condenatoria recurrida. En lo
demás, se aplicará lo dispuesto en el artículo 355.
Interpuesto el recurso, no podrán invocarse nuevas causales. Con todo, la Corte, de oficio, podrá acoger el
recurso que se hubiere deducido en favor del imputado por un motivo distinto del invocado por el recurrente,
siempre que aquél fuere alguno de los señalados en el artículo 374.

G. ADMISIBILIDAD DEL RECURSO EN EL TRIBUNAL A QUO. DISCUSIÓN EN EL TRIBUNAL AD QUEM.


FACULTADES DE ESTE ÚLTIMO TRIBUNAL. FACULTADES ESPECIALES DE LA CORTE SUPREMA.
ADHESIÓN.
Interpuesto el recurso, el tribunal a quo se pronunciará sobre su admisibilidad.
La inadmisibilidad sólo podrá fundarse en:
a)Haberse deducido el recurso en contra de resolución que no fuere impugnable por este medio; o
b)En haberse deducido fuera de plazo.
La resolución que declarare la inadmisibilidad será susceptible de reposición dentro de tercero día.
Ingresado el recurso a la Corte, se abrirá un plazo de cinco días para que las demás partes solicitaren:
a)Que se le declare inadmisible;
b)Se adhirieren a él; o
c) Le formularen observaciones por escrito.
La adhesión al recurso deberá cumplir con todos los requisitos necesarios para interponerlo y su admisibilidad
se resolverá de plano por la Corte.

Transcurrido el plazo previsto en el artículo anterior, el tribunal ad quem se pronunciará en cuenta acerca de la
admisibilidad del recurso.

Lo declarará inadmisible:
1. Si concurrieren las razones contempladas en el artículo 380;
2. El escrito de interposición careciere de fundamentos de hecho y de derecho o de peticiones concretas, o el
recurso no se hubiere preparado oportunamente.
Sin embargo, si el recurso se hubiere deducido para ante la Corte Suprema, ella no se pronunciará sobre su
admisibilidad, sino que ordenará que sea remitido junto con sus antecedentes a la Corte de Apelaciones
respectiva para que, si lo estima admisible, entre a conocerlo y fallarlo, en los siguientes casos:
a) Si el recurso se fundare en la causal prevista en el artículo 373, letra a), y la Corte Suprema estimare que, de
ser efectivos los hechos invocados como fundamento, serían constitutivos de alguna de las causales
señaladas en el artículo 374;
b) Si, respecto del recurso fundado en la causal del artículo 373, letra b), la Corte Suprema estimare que no
existen distintas interpretaciones sobre la materia de derecho objeto del mismo o, aun existiendo, no fueren
determinantes para la decisión de la causa, y
c) Si en alguno de los casos previstos en el inciso final del artículo 376, la Corte Suprema estimare que concurre
respecto de los motivos de nulidad invocados alguna de las situaciones previstas en las letras a) y b) de
este artículo.

H. DESIGNACIÓN DE UN DEFENSOR PENAL PÚBLICO


Hasta antes de la audiencia en que se conociere el recurso, el acusado podrá solicitar la designación de un
defensor penal público con domicilio en la ciudad asiento de la Corte, para que asuma su representación,
cuando el juicio oral se hubiere desarrollado en una ciudad distinta.

I. ANTECEDENTES A REMITIR CONCEDIDO EL RECURSO, POR EL TRIBUNAL A QUO


Concedido el recurso, el tribunal remitirá a la Corte copia de la sentencia definitiva, del registro de la audiencia
del juicio oral o de las actuaciones determinadas de ella que se impugnaren, y del escrito en que se hubiere
interpuesto el recurso.
J. FALLO DEL RECURSO. PLAZO Y CONTENIDO
La Corte deberá fallar el recurso dentro de los veinte días siguientes a la fecha en que hubiere terminado de
conocer de él.
En la sentencia, el tribunal deberá:
A. Exponer los fundamentos que sirvieren de base a su decisión;
B. Pronunciarse sobre las cuestiones controvertidas, salvo que acogiere el recurso, en cuyo caso podrá
limitarse a la causal o causales que le hubieren sido suficientes, y
C. Declarar si es nulo o no el juicio oral y la sentencia definitiva reclamados, o si solamente es nula dicha
sentencia, en los casos que se indican en el artículo siguiente.
106
El fallo del recurso se dará a conocer en la audiencia indicada al efecto, con la lectura de su parte resolutiva
o de una breve síntesis de la misma.

K. NULIDAD EXCLUSIVA DE LA SENTENCIA. SENTENCIA DE REEMPLAZO. CASOS.


La Corte podrá invalidar sólo la sentencia y dictar, sin nueva audiencia pero separadamente, la sentencia de
reemplazo que se conformare a la ley, si la causal de nulidad no se refiriere a formalidades del juicio ni a los
hechos y circunstancias que se hubieren dado por probados, sino se debiere a que el fallo:
A) Hubiere calificado de delito un hecho que la ley no considerare tal;
B) Hubiere aplicado una pena cuando no procediere aplicar pena alguna, o
C) Hubiere impuesto una superior a la que legalmente correspondiere.
La sentencia de reemplazo reproducirá las consideraciones de hecho, los fundamentos de derecho y las
decisiones de la resolución anulada, que no se refieran a los puntos que hubieren sido objeto del recurso o que
fueren incompatibles con la resolución recaída en él, tal como se hubieren dado por establecidos en el fallo
recurrido.

L. NULIDAD DEL JUICIO ORAL Y DE LA SENTENCIA


Salvo los casos recién mencionados, si la Corte acoge el Recurso, debe:
a)Anular la sentencia y el juicio oral;
b) Determinar el estado en que hubiere de quedar el procedimiento; y
c)Ordenar la remisión de los autos al tribunal no inhabilitado que correspondiere, para que éste disponga la
realización de un nuevo juicio oral.
No será obstáculo para que se ordene efectuar un nuevo juicio oral la circunstancia de haberse dado lugar al
recurso por un vicio o defecto cometido en el pronunciamiento mismo de la sentencia.

M. IMPROCEDENCIA DE RECURSOS
La resolución que fallare un recurso de nulidad no será susceptible de recurso alguno, sin perjuicio de la revisión
de la sentencia condenatoria firme de que se trata en este Código.
Tampoco será susceptible de recurso alguno la sentencia que se dictare en el nuevo juicio que se realizare
como consecuencia de la resolución que hubiere acogido el recurso de nulidad. No obstante, si la sentencia
fuere condenatoria y la que se hubiere anulado hubiese sido absolutoria, procederá el recurso de nulidad en
favor del acusado, conforme a las reglas generales.

8. REVISIÓN No siendo técnicamente un recurso, se analiza en el capítulo siguiente.

Capítulo IV

EJECUCIÓN DE LAS SENTENCIAS CONDENATORIAS Y DE LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD

1. INTERVINIENTES Y TRIBUNAL COMPETENTE


Durante la ejecución de la pena o de la medida de seguridad, sólo podrán intervenir ante el competente juez de
garantía el Ministerio Público, el imputado y su defensor.
El condenado o el curador, en su caso, podrán ejercer durante la ejecución de la pena o medida de seguridad
todos los derechos y facultades que la normativa penal y penitenciaria le otorgare.

Norma de la ejecución del COT: La ejecución de las resoluciones corresponde a los tribunales que las han
dictado en 1ª o única instancia.
Se hace excepción, cuando el TJOP dicta sentencia en el juicio oral: La ejecución de sentencias penales y de
las medidas de seguridad previstas en la ley procesal penal será de competencia del juzgado de garantía
que hubiere intervenido en el respectivo procedimiento penal.
Otra de las excepciones se refiere al caso en el cual se cumplen las resoluciones pronunciadas durante la
sustanciación de los recursos.

2. EJECUCIÓN DE LAS SENTENCIAS


A. NORMAS APLICABLES
La ejecución de las sentencias penales se efectúa conforme al Parrafo 2º del Título VIII del Libro IV NCPP, con las
normas del CºP y con las leyes especiales.
B. EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA PENAL
107
Las sentencias condenatorias penales no podrán ser cumplidas sino cuando se encontraren
ejecutoriadas. En tal caso, el tribunal decretará una a una todas las diligencias y comunicaciones que se
requirieren para dar total cumplimiento al fallo.
Si el condenado debiere cumplir pena privativa de libertad, el tribunal remitirá copia de la sentencia, con el
atestado de hallarse firme, al establecimiento penitenciario correspondiente, dando orden de ingreso. Si el
condenado estuviere en libertad, el tribunal ordenará inmediatamente su aprehensión y, una vez efectuada,
procederá conforme a la regla anterior.
Si la sentencia hubiere concedido una medida alternativa a las penas privativas o restrictivas de libertad
consideradas en la ley, remitirá copia de la misma a la institución encargada de su ejecución. Asimismo, ordenará
y controlará el efectivo cumplimiento de las multas y comisos impuestos en la sentencia, ejecutará las cauciones
en conformidad con el artículo 147, cuando procediere, y dirigirá las comunicaciones que correspondiere a los
organismos públicos o autoridades que deban intervenir en la ejecución de lo resuelto.
C. DESTINO DE LAS ESPECIES DECOMISADAS
Los dineros y otros valores decomisados se destinarán a la Corporación Administrativa del Poder Judicial.
Si el tribunal estimare necesario ordenar la destrucción de las especies, se llevará a cabo bajo la responsabilidad
del administrador del tribunal, salvo que se le encomendare a otro organismo público. En todo caso, se registrará
la ejecución de la diligencia.
Las demás especies decomisadas se pondrán a disposición de la Dirección General del Crédito Prendario para
que proceda a su enajenación en subasta pública, o a destruirlas si carecieren de valor. El producto de la
enajenación tendrá el mismo destino que se señala en el inciso primero.
En los casos de los artículos 366 quinquies, 374 bis, inciso primero, y 374 ter del Código Penal, el tribunal
destinará los instrumentos tecnológicos decomisados, tales como computadores, reproductores de imágenes
o sonidos y otros similares, al Servicio Nacional de Menores o a los departamentos especializados en la materia
de los organismos policiales que correspondan
D. ESPECIES RETENIDAS Y NO DECOMISADAS
Transcurridos a lo menos seis meses desde la fecha de la resolución firme que hubiere puesto término al juicio,
sin que hubieren sido reclamadas por su legítimo titular las cosas corporales muebles retenidas y no
decomisadas que se encontraren a disposición del tribunal, deberá procederse de acuerdo a lo dispuesto en los
incisos siguientes.
A. Si se tratare de especies, el administrador del tribunal, previo acuerdo del comité de jueces, las venderá en
pública subasta. Los remates se podrán efectuar dos veces al año.
B. El producto de los remates, así como los dineros o valores retenidos y no decomisados, se destinarán a la
Corporación Administrativa del Poder Judicial.
C. Si se hubiere decretado el sobreseimiento temporal o la suspensión condicional del procedimiento, el plazo
señalado en el inciso primero será de un año.
D. Las especies que se encontraren bajo la custodia o a disposición del Ministerio Público, transcurridos a lo
menos seis meses desde la fecha en que se dictare alguna de las resoluciones o decisiones a que se
refieren los artículos 167, 168, 170 y 248 letra c), de este Código, serán remitidas a la Dirección General del
Crédito Prendario, para que proceda de conformidad a lo dispuesto en el inciso tercero del artículo anterior
(pública subasta o destrucción).
Lo dispuesto en los incisos anteriores no tendrá aplicación tratándose de especies de carácter ilícito. En
tales casos, el fiscal solicitará al juez que le autorice proceder a su destrucción.

E. CONTROL SOBRE LAS ESPECIES PUESTAS A DISPOSICIÓN DEL TRIBUNAL


En el mes de junio de cada año, los tribunales con competencia en materia criminal presentarán a la respectiva
Corte de Apelaciones un informe detallado sobre el destino dado a las especies que hubieren sido puestas a
disposición del tribunal.
F. EJECUCIÓN CIVIL
En el cumplimiento de la decisión civil de la sentencia, regirán las disposiciones sobre ejecución de las
resoluciones judiciales que establece el Código de Procedimiento Civil.

3. REVISIÓN DE SENTENCIAS FIRMES


La característica más sobresaliente es que este medio de impugnación procede en contra de sentencias firmes.
Es conocida la discusión en torno a su naturaleza jurídica, desechando la de ser un recurso.
A. RESOLUCIONES SUSCEPTIBLES DE REVISIÓN. PROCEDENCIA
Procede incluso contra sentencias firmes dictadas por la Corte Suprema, cuando exista una condena injusta
por crimen o simple delito, y concurriendo las causales que señala la ley.
La Corte Suprema podrá rever extraordinariamente las sentencias firmes en que se hubiere condenado a
alguien por un crimen o simple delito, para anularlas, en los siguientes casos:
108
a) Cuando, en virtud de sentencias contradictorias, estuvieren sufriendo condena dos o más personas por un
mismo delito que no hubiere podido ser cometido más que por una sola;
b) Cuando alguno estuviere sufriendo condena como autor, cómplice o encubridor del homicidio de una persona
cuya existencia se comprobare después de la condena;
c) Cuando alguno estuviere sufriendo condena en virtud de sentencia fundada en un documento o en el testimonio
de una o más personas, siempre que dicho documento o dicho testimonio hubiere sido declarado falso por
sentencia firme en causa criminal;
d) Cuando, con posterioridad a la sentencia condenatoria, ocurriere o se descubriere algún hecho o apareciere
algún documento desconocido durante el proceso, que fuere de tal naturaleza que bastare para establecer la
inocencia del condenado, y
e) Cuando la sentencia condenatoria hubiere sido pronunciada a consecuencia de prevaricación o cohecho del
juez que la hubiere dictado o de uno o más de los jueces que hubieren concurrido a su dictación, cuya
existencia hubiere sido declarada por sentencia judicial firme.
B. PLAZO Y TITULARES
La revisión de la sentencia firme podrá ser pedida, en cualquier tiempo, por el ministerio público, por el condenado
o por el cónyuge, ascendientes, descendientes o hermanos de éste. Asimismo, podrá interponer tal solicitud quien
hubiere cumplido su condena o sus herederos, cuando el condenado hubiere muerto y se tratare de rehabilitar su
memoria.
C. FORMALIDADES DE LA SOLICITUD
La solicitud se presentará ante la secretaría de la Corte Suprema; deberá expresar con precisión su fundamento
legal y acompañar copia fiel de la sentencia cuya anulación se solicitare y los documentos que comprobaren los
hechos en que se sustenta.
Si la causal alegada fuere la de la letra b) del artículo 473, la solicitud deberá indicar los medios con que se
intentare probar que la persona víctima del pretendido homicidio hubiere vivido después de la fecha en que la
sentencia la supone fallecida; y si fuere la de la letra d), indicará el hecho o el documento desconocido durante el
proceso, expresará los medios con que se pretendiere acreditar el hecho y se acompañará, en su caso, el
documento o, si no fuere posible, se manifestará al menos su naturaleza y el lugar y archivo en que se encuentra.
La solicitud que no se conformare a estas prescripciones o que adolezca de manifiesta falta de fundamento será
rechazada de plano, decisión que deberá tomarse por la unanimidad del tribunal.
D. TRAMITACIÓN. IMPROCEDENCIA DE PRUEBA TESTIMONIAL
Apareciendo interpuesta en forma legal, se dará traslado de la petición al fiscal, o al condenado, si el recurrente
fuere el ministerio público; en seguida, se mandará traer la causa en relación, y, vista en la forma ordinaria, se
fallará sin más trámite.
No es posible probar por testigos los hechos en que se funda la solicitud de revisión.
E. EFECTOS DE LA INTERPOSICIÓN
La solicitud de revisión no suspenderá el cumplimiento de la sentencia que se intentare anular.
Con todo, si el tribunal lo estimare conveniente, en cualquier momento del trámite podrá suspender la ejecución de
la sentencia recurrida y aplicar, si correspondiere, alguna de las medidas cautelares personales a que se refiere el
Párrafo 6º del Título V del Libro Primero.
F. DECISIÓN DEL TRIBUNAL
La resolución de la Corte Suprema que acogiere la solicitud de revisión declarará la nulidad de la sentencia. Si de
los antecedentes resultare fehacientemente acreditada la inocencia del condenado, el tribunal además dictará,
acto seguido y sin nueva vista pero separadamente, la sentencia de reemplazo que corresponda. Es posible
por tanto, que no exista nuevo juicio.
Asimismo, cuando hubiere mérito para ello y así lo hubiere recabado quien hubiere solicitado la revisión, la Corte
podrá pronunciarse de inmediato sobre la procedencia de la indemnización a que se refiere el artículo 19, Nº 7,
letra i), de la Constitución Política.
G. EFECTOS DE LA SENTENCIA
Si la sentencia de la Corte Suprema o, en caso de que hubiere nuevo juicio, la que pronunciare el tribunal que
conociere de él, comprobare la completa inocencia del condenado por la sentencia anulada, éste podrá exigir que
dicha sentencia se publique en el Diario Oficial a costa del Fisco y que se devuelvan por quien las hubiere
percibido las sumas que hubiere pagado en razón de multas, costas e indemnización de perjuicios en
cumplimiento de la sentencia anulada.
El cumplimiento del fallo en lo atinente a las acciones civiles que emanan de él será conocido por el juez de letras
en lo civil que corresponda, en juicio sumario.
Los mismos derechos corresponderán a los herederos del condenado que hubiere fallecido.
Además, la sentencia ordenará, según el caso, la libertad del imputado y la cesación de la inhabilitación.
109
H. INFORMACIÓN DE LA REVISIÓN ACOGIDA EN UN NUEVO JUICIO
Si el ministerio público resolviere formalizar investigación por los mismos hechos sobre los cuales recayó la
sentencia anulada, el fiscal acompañará en la audiencia respectiva copia fiel del fallo que acogió la revisión
solicitada.

4. EJECUCIÓN DE LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD


A. COMENTARIO PREVIO
Medidas de seguridad: irrupción en los derechos de la persona que, sin ser penas propiamente tales, tienen
como objetivo el aseguramiento de ella.
El fundamento de las mismas es que resulta injusto castigar a un sujeto que no es responsable del delito
cometido.
Principios generales que informan la imposición de las medidas de seguridad en el NSPP:
a) PROCEDENCIA: sólo es posible aplicarlas a un enajenado mental que ha realizado un hecho típico y
antijurídico y siempre que existan antecedentes calificados que permitan presumir que atentará contra sí
mismo o contra otras personas;
b) SUPLETORIEDAD DE LAS NORMAS DEL PROCEDIMIENTO ORDINARIO
c) CLASES DE MEDIDAS: según la gravedad, pueden imponerse al enajenado mental:
a. Internación en establecimiento psiquiátrico
b. Custodia
c. Tratamiento
En ningún caso la medida de seguridad se puede llevar a cabo en un establecimiento carcelario. En caso
que no exista una institución que lo albergue en el lugar, se habilita un recinto especial en el hospital público más
cercano.
B. DURACIÓN Y CONTROL DE LAS MEDIDAS
Las medidas de seguridad impuestas al enajenado mental sólo podrán durar mientras subsistieren las
condiciones que las hubieren hecho necesarias, y en ningún caso podrán extenderse más allá de la sanción
restrictiva o privativa de libertad que hubiere podido imponérsele o del tiempo que correspondiere a la pena
mínima probable, el que será señalado por el tribunal en su fallo.
Se entiende por pena mínima probable, para estos efectos, el tiempo mínimo de privación o restricción de
libertad que la ley prescribiere para el delito o delitos por los cuales se hubiere dirigido el procedimiento en contra
del sujeto enajenado mental, formalizado la investigación o acusado, según correspondiere.
La persona o institución que tuviere a su cargo al enajenado mental deberá informar semestralmente sobre la
evolución de su condición al ministerio público y a su curador o a sus familiares, en el orden de prelación
mencionado en el artículo 108.
El ministerio público, el curador o familiar respectivo podrá solicitar al juez de garantía la suspensión de la medida
o la modificación de las condiciones de la misma, cuando el caso lo aconsejare.
Sin perjuicio de lo anterior, el ministerio público deberá inspeccionar, cada seis meses, los establecimientos
psiquiátricos o instituciones donde se encontraren internados o se hallaren cumpliendo un tratamiento enajenados
mentales, en virtud de las medidas de seguridad que se les hubieren impuesto, e informará del resultado al juez
de garantía, solicitando la adopción de las medidas que fueren necesarias para poner remedio a todo error, abuso
o deficiencia que observare en la ejecución de la medida de seguridad.
El juez de garantía, con el solo mérito de los antecedentes que se le proporcionaren, adoptará de inmediato las
providencias que fueren urgentes, y citará a una audiencia al ministerio público y al representante legal del
enajenado mental, sin perjuicio de recabar cualquier informe que estimare necesario, para decidir la continuación
o cesación de la medida, o la modificación de las condiciones de aquélla o del establecimiento en el cual se
llevare a efecto.
C. CASO DEL CONDENADO QUE CAE EN ENAJENACIÓN MENTAL
Si después de dictada la sentencia, el condenado cayere en enajenación mental, el tribunal, oyendo al fiscal y al
defensor, dictará una resolución fundada declarando que no se deberá cumplir la sanción restrictiva o privativa de
libertad y dispondrá, según el caso, la medida de seguridad que correspondiere. El tribunal velará por el inmediato
cumplimiento de su resolución. En lo demás, regirán las disposiciones de este Párrafo.
MODULO II
DERECHO PENAL, TEORIA DEL DELITO Y TIPOLOGIA DE
LA CONDUCTA DELICTUAL

“El Proceso de Individualización de la Pena”


EL PROCESO DE INDIVIDUALIZACION DE LA PENA

PRINCIPIOS RECTORES DEL PROCESO DE INDIVIDUALIZACIÓN

1. El principio non bis in idem

Este principio, generalmente expresado bajo la fórmula de no doble incriminación,


tiene en el ámbito sancionatorio un alcance muy vasto. Desde una perspectiva general, en
efecto, puede ser planteado como la prohibición que pesa tanto sobre la autoridad legislativa
como sobre la autoridad judicial, de no considerar -en miras a su sanción- más que en una sola
oportunidad la ilicitud y el reproche que mereciere cada conducta contraria al ordenamiento
jurídico.

En lo que respecta específicamente al proceso de individualización de la


responsabilidad penal, el principio aludido se traduce en que un mismo hecho o antecedente
fáctico no puede dar lugar más que a un criterio de medición de dicha responsabilidad, y en
que éste, a su vez, no puede ser considerado en más de una oportunidad con efectos que
operen en desmedro de la situación penal del individuo. Se trata, en consecuencia, de una
limitación impuesta a la actividad del órgano jurisdiccional.

Es prácticamente unánime el parecer doctrinal que lo considera un principio vinculante


para el órgano judicial, en cuanto tendría consagración legislativa en el artículo 63 inciso
primero del Código Penal, el cual dispone que "no producen el efecto de aumentar la pena las
circunstancias agravantes que por sí mismas constituyan un delito especialmente penado por la
ley, o que ésta haya expresado al describirlo y penarlo".

2. El principio de individualidad

Una de las manifestaciones del principio de personalidad de la responsabilidad penal


es, precisamente, la de que el proceso destinado a la cuantificación de dicha consecuencia
jurídica reviste un carácter estrictamente individual.

El proceso destinado a fijar la cuantía exacta de la pena, en efecto, no tiende a


determinar cuál es la sanción con que debe ser sancionado el delito, sino cuál es el castigo que
ha de imponerse a cada una de las personas que hubieren tenido intervención en el hecho.

Luego, en caso de existir más de un sujeto penalmente responsable frente a un mismo


hecho delictivo, será necesario repetir todo el proceso de individualización tantas veces
cuantos fueren los individuos que se encontraren en aquella situación.
REGLAS PARA LA APLICACIÓN DEL SISTEMA

El proceso de individualización de la responsabilidad penal está guiado por una serie


de reglas, cuya observancia resulta obligatoria para el sentenciador:

a) La pena prevista para cada tipo se entiende fijada para el autor de delito consumado.
Así fluye con toda claridad de lo dispuesto por el artículo 50 del Código Penal.

b) Cuando la ley contempla una pena que se compone de varios grados, cada uno de ellos
se considera como una pena distinta.
Esta regla aparece expresamente contemplada en el artículo 57 CP. De modo que si un delito,
por ejemplo, tiene asignada como pena la de presidio mayor en sus grados mínimo a medio,
debemos entender que aquél aparece sancionados con dos penas: la de presidio mayor en su
grado mínimo y la de presidio mayor en su grado medio.

c) Cuando la ley contempla penas diversas para un mismo delito, cada una de esas penas
se considera como si fuera un grado distinto. Así lo dispone el artículo 58 CP. De suerte
que si consideramos, por ejemplo, la penalidad del delito de parricidio (art. 390 CP.), esto es,
presidio mayor en su grado máximo a presidio perpetuo calificado, debemos entender que
dicho marco penal consta de tres grados: presidio mayor en su grado máximo, presidio
perpetuo y presidio perpetuo calificado porque cada una de esas penas ha de ser ficticiamente
considerada como si fuera un grado.

d) La pena que en definitiva se aplique a una persona puede resultar mayor o menor que
aquella que la ley fija de modo abstracto para el delito respectivo. Si bien esta regla no
aparece expresamente consignada en el texto de la ley, ella se deduce del conjunto de
preceptos que regulan el proceso de individualización de la responsabilidad criminal. La
concurrencia de circunstancias agravantes puede conducir a la imposición de una pena más
elevada que la prevista de modo general para el delito, y la influencia de circunstancias
atenuantes -y, tambien, otros factores, como veremos enseguida- pueden conducir a aplicar
una pena inferior a la prevista en la ley.

e) El aumento o disminución de las sanciones ha de efectuarse utilizando las escalas


graduales de penas. Para hacer efectivo el aumento o disminución de la pena contemplada
para cada delito, el Código Penal ha creado las llamadas escalas graduales de penas (Art. 59).
Dentro de cada escala, se enuncian en orden decreciente de gravedad las penas que la
componen. Luego, para determinar cuál es la sanción inferior o superior que correponde
aplicar, verificamos cuál es el lugar que dentro de la escala respectiva ocupa la pena indicada
en el tipo, y enseguida subimos o bajamos, siguiendo dicha escala, el número de grados que
fuere necesario. Así, por ejemplo, si la pena asignada al delito fuera relegación menor en su
grado mínimo y tuviéramos que subir dos grados, arribaríamos a relegación menor en su grado
máximo, siguiendo la escala Nª 2.

Si por aplicación de este mecanismo llegáramos al tope máximo de la escala y todavía fuera
necesario seguir subiendo, se aplican las siguientes reglas, contempladas en el artículo 77 del
Código Penal:
- En la escala 1, debe imponerse presidio perpetuo calificado
- En las escalas 2 y 3, debe imponerse presidio perpetuo
- En las escalas 4 y 5, se impone la pena superior de la respectiva escala y además
reclusión menor en su grado medio.

Si, por el contrario, llegáramos al tope mínimo de la escala y todavía fuera necesario seguir
bajando, se impone siempre la pena de multa, cuya cuantía ha de fijarse de acuerdo con el
artículo 25 CP., atendiendo a la naturaleza de la infracción.

PRIMERA ETAPA DEL PROCESO: DETERMINACION DEL MARCO PENAL

1. El título de castigo

La primera etapa del proceso de individualización de la responsabilidad penal es, como


ya sabemos, la determinación del marco penal. Para saber cuál es el margen de penalidad que
tomaremos como referencia, debemos, en primer término, precisar cuál es el título de castigo.
Es decir el delito o delitos por el cual vamos a sancionar al individuo.

La determinación del título de castigo generalmente no ofrece dificultades. En la


mayor parte de los casos se trata de la ejecución de una sola conducta que trae como
consecuencia la configuración de un solo delito.

Tampoco se presentan dificultades cuando el legislador decide reunir en un mismo tipo


(y, en consecuencia, bajo un mismo marco de penalidad) varias conductas. Es lo que sucede
en los delitos de hipótesis copulativas, en los delitos habituales y en los delitos complejos.

Son delitos de hipótesis copulativas aquellos en los cuales el tipo demanda la


ejecución de dos o más conductas diversas. Es el caso de la figura de ejercicio ilegal de
profesión prevista en el artículo 213 del Código Penal.

Son delitos habituales aquellos en los cuales el tipo demanda la ejecución de una
misma conducta varias veces. Por ejemplo, la figura del artículo 367 del Código Penal.

Son delitos complejos aquellos en los cuales el tipo reúne dos o más conductas
diversas que, consideradas en forma aislada, de todos modos son constitutivas de delito. Por
ejemplo, la figura del artículo 372 bis del Código Penal.

Excepcionalmente, en cambio, puede suceder que un mismo sujeto haya realizado dos
o más conductas que encuadran en tipos diversos o en un mismo tipo varias veces, o bien que
una misma conducta aparezca captada por dos o más tipos o por uno mismo varias veces. Este
es el problema que se presenta en el delito continuado y en las figuras denominadas concurso
ideal de delitos, concurso material de delitos y concurso de leyes penales.

El factor que ha de tomarse en consideración para determinar el título de castigo es el


hecho delictivo. Se entiende por tal la conducta o conductas que el sujeto ha ejecutado con
todas sus circunstancias (tiempo, lugar, medios de ejecución, sujeto pasivo, etc).
Un mismo hecho puede dar lugar ados o más títulos de castigo. Por ejemplo: el hecho
"muerte de Jaime" puede ser calificado como parricidio respecto de uno de los ejecutores y
como homicidio respecto de los otros.

2. El delito continuado

Está constituido por dos o más acciones u omisiones separadas por un cierto tiempo
que, no obstante integrar cada una de ellas por separado la misma figura fundamental de
delito, se valoran como un solo delito en razón a la homogeneidad de sus elementos.

Ningún precepto legal se refiere en nuestro país a esta clase de delito, no obstante lo
cual puede decirse que goza de considerable reconocimiento en la jurisprudencia y en la
doctrina nacionales.

Los elementos de este delito pueden clasificarse en objetivos y subjetivos. Del primer
orden son: la pluralidad de acciones u omisiones, la unidad de ley violada y, para algunos, la
identidad del sujeto pasivo. De índole subjetiva es el requisito de unidad de designio,
propósito, intención o dolo.

También se incluyen en la doctrina algunos elementos de carácter secundario que,


fundamentalmente, permiten dar por establecido alguno de los requisitos mencionados. Aquí
se ubican la unidad o identidad de ocasión, la conexión espacial y temporal, y el empleo de
medios semejantes.

 Elementos objetivos:

Pluralidad de acciones u omisiones. Lo que da lugar al delito continuado es que las


diversas acciones ejecutadas son, cada una de ellas, típicas. Por esa misma razón, debe
darse un cierto espaciamiento temporal entre ellas.

Realización del mismo tipo básico. También es indispensable que las diversas
acciones realizadas vulneren un mismo o semejantes preceptos legales. No se
requiere, entonces, que todas las conductas merezcan idéntica calificación; basta con
que las diversas figuras sean analogables, esto es, que puedan ser comprendidas como
manifestaciones de un tipo básico. Luego podrá darse tal homogeneidad entre un hurto
y un robo.

Identidad de sujeto pasivo. No todos los autores concuerdan en esta exigencia.


Tiende a uniformarse la doctrina en torno a la idea de que ella sólo es importante en
los delitos que protegen bienes personalísimos, tales como la vida, la salud, la libertad
(ambulatoria y sexual) y el honor; no así en los delitos de significación patrimonial.
 Elemento subjetivo

Sin duda, el elemento más controvertido es éste. Paralelamente a los caracteres


objetivos que denotan una cierta unidad en las acciones realizadas, se exige también un factor
aglutinante de índole subjetiva. Para muchos, es éste el factor decisivo y, en todo caso, el que
ha de justificar el tratamiento más benigno que se persigue con la figura del delito continuado.

Las múltiples posturas adoptadas al respecto puede reducirse a dos: las que reclaman
una unidad del elemento subjetivo, sea que se lo conciba como dolo, resolución, propósito o
deseo, y las que exigen una cierta continuidad entre las diversas resoluciones o dolos.

La primera alternativa, esto es, la que postula la unidad del dolo, propósito o intención,
tiene el grave inconveniente de que si el dolo es unitario, ha de serlo por abarcar de antemano
todas las acciones parciales en un propósito común. Pero si es así, esa misma perseverancia en
la intención delictiva, lejos de disminuir la reprochabilidad del hecho, la aumenta, lo cual no
concuerda con la búsqueda de un tratamiento más benigno para el procesado, a través de la
consideración unitaria de sus acciones para evitar la aplicación de las reglas agravatorias del
concurso real.

Más congruente se revela la segunda postura, que prefiere poner el acento en la


homogeneidad del dolo del agente, la cual vendría dada por obedecer todas las resoluciones
delictivas a circunstancias externas semejantes. Así, podrá afirmarse la existencia de un delito
continuado cuando el individuo haya actuado sucumbiendo en múltiples ocasiones a la
tentación provocada por las mismas o semejantes circunstancias motivantes a la comisión
delictiva. Al mismo tiempo, será posible afirmar que su reprochabilidad es menor en la
medida en que sus actos revelan una voluntad débil, con lo que el tratamiento unitario y
favorable de las diversas acciones adquiere justificación. Es ésta la tesis dominante en la
doctrina alemana.

En nuestro país, Etcheberry se pronuncia por la unidad de propósito o determinación,


mientras que Cury, adoptando una posición personal al respecto, señala que sólo habrá delito
continuado cuando la pluralidad de acciones obedezca a una necesidad objetiva de fraccionar
el ataque al bien jurídico que de otro modo no podría haber tenido lugar. Ello implica, claro
está, que la característica aglutinante de las diversas infracciones cometidas por el mismo
agente deja de ser de índole subjetiva y vinculada a la reprochabilidad, para pasar a ser de
carácter netamente objetiva y a ubicarse en el ámbito de lo injusto.

Disintiendo de este último autor, Garrido adhiere a ambas concepciones del elemento
subjetivo del delito continuado arriba descritas, esto es, tanto a la de la unidad como a la de la
continuidad u homogeneidad del dolo.

A nuestro parecer, la posición correcta es la que atiende únicamente a la semejanza de


las circunstancias motivantes del comportamiento del individuo, por ser la única que puede dar
sustento a un tratamiento unitario y más favorable a las diversas acciones delictivas ejecutadas
por él. Siendo posible recurrir a esta construcción doctrinal sólo en beneficio del procesado,
su justificación ha de encontrarse en una disposición subjetiva que trasunte una menor
reprochabilidad, y no a la inversa.
 Tratamiento penal

La lógica consecuencia de considerar que el delito continuado es uno solo, es la de


aplicarle la pena correspondiente al hecho único cometido. De este modo, si son varias las
conductas constitutivas de hurto o de apropiación indebida, por ejemplo, cabría simplemente
sumar el importe total de lo sustraído o del perjuicio, en su caso, e imponer la pena resultante.
La sanción para el conjunto de acciones pasa a ser idéntica, entonces, a la que habría sido
aplicable si el hecho se hubiera ejecutado por medio de una sola acción.

Lo dicho, en verdad, resulta fácilmente practicable cuando las conductas realizadas se


castigan con penas que se establecen sobre una base acumulable. Tal cosa ocurre en los casos
citados, pues en ellos la pena se calcula sobre la base de los valores económicos involucrados.
Pero en los demás casos, esto es, cuando las penas no admiten integración en una sola, la
búsqueda de una penalidad única para todas las infracciones conduce a optar por la pena
aplicable a una de ellas, concretamente la correspondiente a la infracción más grave.

3. El concurso ideal de delitos

Se denomina concurso ideal de delitos a la situación contemplada en el artículo 75 del


C. Penal, esto es, aquella en que un solo hecho configura dos o más delitos.

La generalidad de la doctrina indica que el concurso ideal puede ser de dos clases:
homogéneo o heterogéneo. El primer nombre se reserva para aquellos casos en que el hecho
realizado configura dos o más veces un mismo delito, mientras que se designa como
heterogéneo al concurso que se produce cuando el hecho único configura dos o más delitos
diversos. Hay, así, concurso ideal homogéneo si con un mismo artefacto explosivo se causa la
muerte de varias personas, o si a raíz de una maniobra desafortunada un conductor lesiona a
diversos individuos.

En cambio, configuran un concurso ideal heterogéneo, por ejemplo, las lesiones que se
causan con ocasión del acceso carnal de la violación, cuando por su gravedad no pueden
estimarse absorbidas por la pena de la violación (ej.: lesiones graves gravísimas art. 397 n° 1
CP.).

Como caso especial de concurso heterogéneo debe mencionarse el delito


preterintencional. Este tiene lugar cuando un individuo ejecuta dolosamente una conducta
delictiva, a raíz de la cual sobreviene otro resultado más grave que el querido por el agente,
pero en todo caso previsible e imputable a él a título de culpa. Sería, por ejemplo, el caso de
un delito de lesiones que provoca la muerte no querida de la víctima.
Tratamiento penal

El art. 75 CP, que "se impondrá la pena mayor asignada al delito más grave".

La pena mayor asignada al delito más grave hace referencia, en el caso de las penas
compuestas de grados, al más alto entre éstos; y dentro de tal grado el juez procederá a fijar la
pena exacta de acuerdo al art. 69 CP.

Pero podría acontecer también que el cálculo de la pena así previsto condujera a una
penalidad superior a la suma de todas las que correspondería aplicar a las diversas figuras por
separado. Parece claro, sin embargo, que en tal situación correspondería aplicar la regla
general del art. 74 CP., respecto de la cual el art. 75 constituye una excepción, pues
indudablemente la finalidad de la ley ha sido la de otorgar un tratamiento más benévolo a las
figuras concurrentes -surgidas de un mismo hecho o ligadas en relación instrumental-, por lo
que la aplicación de la regla estudiada no puede conducir a un empeoramiento de la situación
del delincuente.

4. El concurso real o material de delitos

Hay concurso real cuando los diversos delitos imputados a un solo individuo tienen su
origen en hechos también diversos e independientes, ninguno de los cuales ha sido objeto de
juzgamiento.

En este caso, la pluralidad de valoraciones jurídicas no ofrece mayores dificultades


porque, a diferencia de lo que ocurre en el concurso ideal, todas recaen sobre hechos distintos.
De ahí la denominación de concurso real o material de delitos. Es indiferente la naturaleza de
los diversos delitos cometidos, como asimismo el grado de desarrollo que hayan alcanzado y
la clase de intervención que le hubiere correspondido en ellos al delincuente.

En el concepto recién apuntado se indica, además, que los hechos deben ser
independientes entre sí, expresión ésta que suele utilizarse para excluir el caso puntual del
delito continuado, que, como vimos, es analizado como un solo delito. Con todo, nada obsta a
que entre los delitos en concurso real haya uno o más que tengan el carácter de continuados.

Es también integrante de la definición de esta clase de concurso el elemento negativo


consistente en que no medie entre los diversos hechos una sentencia judicial ejecutoriada, pues
si tal fuere el caso, podrá apreciarse reincidencia, mas no concurso.
Sistemas de penalidad

En doctrina se reconocen varias posibilidades de regulación de la penalidad imponible


al autor de varios hechos delictivos:

 El sistema de la acumulación aritmética. Consiste en la aplicación de todas las penas


correspondientes a cada delito. Es, en verdad, la alternativa más simple, pues si al que
ofende un bien jurídico se le castiga con una pena, nada será más lógico que imponer dos
penas, o las que corresponda, a quien haga tal cosa con diversos bienes jurídicos.

 El sistema de la acumulación jurídica. Este criterio conlleva la imposición de una pena


más severa que la correspondiente al delito más grave, pero inferior a la suma de las penas
de todos los cometidos. A tal resultado puede llegarse por dos vías, ya sea agravando la
sanción asignada a la figura más grave (imponiéndola en su grado superior por ejemplo), o
bien atenuando la resultante de la suma de todas. La primera fórmula se conoce como
sistema de exasperación o asperación.

 El sistema de la absorción. Es el opuesto al primero, puesto que conduce a la sola


imposición de la pena asignada al delito más grave, la que no es objeto de incremento
alguno. Luego, se traduce en la impunidad de los demás delitos.

Tratamiento penal

En nuestro derecho, la regla general en esta materia se contiene en el artículo 74 del C.


Penal. Este precepto dispone lo siguiente:
Al culpable de dos o más delitos se le impondrán todas las penas correspondientes a
las diversas infracciones.
El sentenciado cumplirá todas sus condenas simultáneamente, siendo posible. Cuando
no lo fuere, o si de ello hubiere de resultar ilusoria alguna de las penas, las sufrirá en
orden sucesivo, principiando por las más graves o sea las más altas en la escala
respectiva, excepto las de confinamiento, extrañamiento, relegación y destierro, las
cuales se ejecutarán después de haber cumplido cualquiera otras penas de las
comprendidas en la escala gradual número 1.

Rige como norma general, entonces, el sistema de acumulación aritmética de las


penas, cuya ejecución práctica se ordena como sigue:

- Se cumplen simultáneamente las penas que así pueden serlo. Precisando un poco
más esta categoría, puede decirse, partiendo de lo obvio, que dos penas privativas de
libertad no admiten cumplimiento conjunto. Pero tampoco lo admiten éstas cuando
concurren con restrictivas de libertad, tal como se desprende de la última parte del
precepto. También es claro que las pecuniarias son compatibles con todas las demás.
En cambio, las de inhabilitación y ciertas penas especiales que impliquen la suspensión
de un derecho, como la privación de la licencia de conducir (art. 492 CP.), deben
comenzar a computarse después del período de privación de libertad, si la hubiere,
pues sería un caso de aquellos en que la ejecución conjunta haría ilusorio el
cumplimiento de las primeras.

- Si las penas no pueden cumplirse a la par, o si de ello hubiere de resultar ilusoria


alguna de las penas, su ejecución sucesiva se ordena según la precedencia indicada en
la escala respectiva, partiendo por las más graves. La excepción concerniente a las
restrictivas de libertad se justifica por la necesidad de asegurar la presencia del
delincuente para el cumplimiento de las privativas de libertad, aunque sean de menor
duración.

Primera excepción: la reiteración de delitos

De acuerdo al artículo 509 del Código de Procedimiento Criminal, recibe el nombre de


reiteración de delitos el concurso real de figuras delictivas de la misma especie.

El inciso final del precepto indicado precisa lo que debemos entender por tales: "Para
los efectos de este artículo se considerarán delitos de una misma especie aquellos que estén
penados en un mismo Título del Código Penal o ley que los castiga".

Con razón ha sido criticado el excesivo formalismo de este criterio, pues por
encontrarse ubicados dentro del mismo título del código resultan de la misma especie figuras
tan diversas como el homicidio y las injurias, mientras que por corresponder a títulos diversos,
el aborto y el infanticidio deben considerarse especies delictivas diversas.

Para el concurso real de delitos correspondientes a esta categoría (reiteración) el


artículo dispone dos reglas especiales:

Si las diversas infracciones pueden estimarse como un solo delito, se impone la pena
resultante de considerarlos como un todo, pero aumentada en uno, dos o tres grados.

En la práctica, esto es posible cuando las penas contempladas para las diversas figuras
se calculan sobre una base común que puede, además, acumularse. Así acontece con las penas
fijadas sobre la base de índices pecuniarios. Entre los que pueden considerarse de la misma
especie, cabe mencionar a vía de ejemplo el hurto (446), la estafa (467), la apropiación
indebida (470 n° 1), y algunas hipótesis de incendio (477) y daños (486 y 487). De este modo,
la apreciación como un solo delito de un hurto y una apropiación indebida obligará a sumar los
valores de lo sustraído y del perjuicio, respectivamente, para así llegar a una penalidad común,
que se elevará de uno a tres grados.

En cambio, si de acuerdo al factor que determina su penalidad, las infracciones no


pueden considerarse como un solo todo, "el tribunal aplicará la pena señalada a aquella que
considerada aisladamente, con las circunstancias del caso, tenga asignada una pena mayor,
aumentándola en uno, dos o tres grados" (art. 509, inciso segundo, CPP.).

El citado inciso resuelve expresamente el problema de si la determinación del delito


más grave supone la aplicación previa de las circunstancias modificatorias de responsabilidad
penal, en conformidad a los arts. 66 a 68 del C. Penal, pues ordena tomar en cuenta las
circunstancias del caso. Estimamos que este es el proceder correcto en todas las hipótesis
concursales y que, por tanto, no cabe sacar de aquí conclusiones a contrario sensu, aun cuando
así lo han sostenido algunos fallos de nuestros tribunales.

Para la elevación de la pena en ambas situaciones, no ha establecido el legislador


criterio alguno (salvo en la segunda hipótesis, que alude al número de delitos) por lo que
queda entregada a la prudencia del tribunal. Con todo, el incremento de la pena es siempre
obligatorio, por lo que la discrecionalidad judicial se circunscribe a la cuantificación de dicho
incremento.

El inciso tercero del art. 509 CPP. aclara expresamente un punto que ya nos había
suscitado dudas en torno a la aplicación del artículo 75 CP, esto es, si acaso ha de volverse a la
regla general del artículo 74 CP. cuando la aplicación del sistema de asperación conduzca a
penas mayores que las correspondientes a la suma de las imponibles a cada delito por
separado. La afirmativa del legislador, sin embargo, está redactada en términos facultativos,
pues indica que "podrán" aplicarse las penas conforme al art. 74 CP. No obstante ello, la
tendencia de nuestros tribunales -indudablemente correcta- es la de observar siempre la
acumulación aritmética cuando ella resulta menos gravosa para el condenado.

El art. 351 del nuevo Código Procesal Penal también regula el concurso material por
reiteración de delitos de la misma especie. Esta regulación presenta las siguientes diferencias
con respecto al art. 509 del Código de Procedimiento Penal:
a) Es aplicable sólo a los crímenes y simples delitos.
b) El aumento de pena que se prevé permite elevar ésta sólo en uno o dos grados.
c) Recogiendo la crítica que se hace al excesivo formalismo del inciso final del art. 509 del
Código de Procedimiento Penal, se consideran delitos de la misma especie aquellos que
afectaren al mismo bien jurídico.

Segunda excepción: la reiteración de hurtos del art. 451

El mencionado artículo establece una regla de aplicación muy restringida, del siguiente
tenor:

En los casos de reiteración de hurtos a una misma persona, o a distintas


personas en una misma casa, establecimiento de comercio, centro comercial, feria,
recinto o lugar el tribunal calificará el ilícito y hará la regulación de la pena tomando
por base el importe total de los objetos sustraídos, y la impondrá al delincuente en su
grado superior. Esta regla es sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 447.
Tercera excepción: el concurso medial

La segunda parte del inciso primero del artículo 75 CP., en efecto, se refiere a un caso
que parte de la doctrina denomina concurso ideal impropio, o -como suele hablarse en España-
concurso medial. De la lectura del precepto emana que el legislador dispensa un mismo
tratamiento, a los efectos de determinar las penas aplicables, al caso en que un hecho configura
dos o más delitos, que al evento en que "uno de ellos sea el medio necesario para cometer el
otro".

Las dudas que suscita esta parte del precepto son básicamente dos. Primero, ¿es éste
un caso de concurso ideal o, por el contrario, la norma cubre hipótesis que corresponden al
concurso real o material de delitos?, y, segunda, ¿qué significa que uno sea el medio necesario
para cometer el otro?

En lo que atañe a la primera interrogante planteada, la totalidad de la doctrina chilena


entiende que esta figura no corresponde a lo que en estricto rigor se denomina concurso ideal.
Hay aquí dos hechos que el legislador ha reunido en virtud de una ficción para efectos de
determinar la pena aplicable.

Por lo que respecta al alcance de la exigencia de que un hecho sea el medio necesario
para cometer el otro, es claro que dicha conexión debe apreciarse de acuerdo a la situación
concreta, pues una conexión necesaria no circunstancial, sino inherente, sólo se daría cuando
un delito nunca pudiera ser cometido sino precedido del otro, pero, en este evento, lo que en
verdad se produce es un concurso aparente de leyes penales y no una pluralidad de delitos,
como veremos más adelante.

Así, se ha fallado que si para cometer un delito de estafa se adultera un carnet de


identidad, se produce un concurso ideal impropio, pues la falsificación de instrumento público
es en tal evento el medio necesario para perpetrar la defraudación.

5. El concurso aparente de leyes penales

Hay concurso aparente de leyes penales cuando, pese a configurar uno o más hechos
las hipótesis de dos o más figuras penales, una sola de éstas es suficiente para aprehender el
desvalor de todos ellos.

Ello ocurrirá cuando el o los hechos en cuestión admitan ser encuadrados en más de
una figura delictiva, no obstante lo cual razones de orden lógico o valorativo conduzcan a la
conclusión de que sólo puede tener aplicación un tipo penal, y no todos los que aparentemente
concurren en el mismo supuesto.
Principios de solución

a) El principio de especialidad

Es quizás el más obvio de todos, pues no representa más que la aplicación de un


criterio general de interpretación: la ley especial deroga a la general.

De este modo, se presentará una relación de especialidad entre dos o más preceptos
penales cuando, si bien todos cubran el supuesto de hecho, uno de ellos lo describa en mayor
detalle que los restantes. Así, la conducta del que mata a su padre puede encuadrarse
textualmente en el art. 391 Nº2 CP., que sanciona el homicidio simple, y en el art. 390 del
mismo código, que castiga el parricidio. Pero de entre ambas disposiciones, la última es la
única aplicable, pues en ella se contempla con mayor precisión el hecho juzgado.

En los casos de especialidad se da una relación lógica (género a especie) entre las
diversas hipótesis delictivas, de suerte que la más detallada supone siempre la realización de
las restantes. Así, el infanticidio (art. 394) es una subclase de parricidio, el que, a su vez, es
una subcategoría dentro del homicidio. Según la configuración de los hechos, corresponderá
siempre aplicar uno solo de ellos.

b) El principio de subsidiariedad

Este criterio tiene lugar en aquellos casos en que una determinada figura delictiva sólo
puede tener aplicación por defecto de otra, sea que ello se encuentre expresamente establecido
en la ley, o bien que pueda deducirse del sentido de sus normas.

En términos generales, la doctrina nacional y una parte de la extranjera consideran que


el principio que nos ocupa no cuenta con autonomía ni presta mayor utilidad. Subyace en este
planteamiento la creencia errónea de que este criterio es una concreción del de especialidad.

En realidad no es así. Para hablar de subsidiariedad, debe partirse de la base de que


formalmente los tipos penales concurrentes sean aplicables. Por eso, cuando el ámbito de la
tipicidad de un delito se traza por exclusión de los casos contemplados en otra figura delictiva,
por lo general no habrá relación de subsidiariedad, sino de especialidad. De allí que no sea un
ejemplo de subsidiariedad expresa el artículo 473 CP., pues ninguno de los engaños que allí se
sancionan pueden concurrir a la vez con la estafa propiamente tal: su figura es residual, y no
subsidiaria.

En cambio, sí cabe apreciar subsidiariedad expresa, entre otros, en los artículos 168,
176, 183, 325 y 488 del C. Penal. El primero de los citados, por ejemplo, castiga al que, sin
haber tomado parte en la emisión o introducción al país de moneda falsificada (a que se refiere
el art. 167), se la hubiere procurado a sabiendas y la hubiere puesto en circulación.
Evidentemente, ambos preceptos describen situaciones diversas, pero no en relación de género
a especie. Por eso, si no se le hubiera dado carácter subsidiario al art. 168, éste y el art. 167
serían aplicables (en principio) al individuo que, habiendo tomado parte en la emisión del
dinero falso, lo pusiera luego en circulación.
También existe subsidiariedad expresa entre los supuestos de los artículos 15, 16 y 17
del C. Penal. y constituye consagración general y expícita de este principio, en materia de
circunstancias modificatorias, el artículo 63 CP., en cuanto prescribe que carecen de efecto
agravatorio las circunstancias incorporadas a la descripción de un delito.

Ahora bien, la aplicación verdaderamente interesante de este principio se da, desde


luego, en los supuestos en que no existe un pronunciamiento explícito de la ley. En general, la
relación tácita de subordinación puede afirmarse siempre que del sentido de una norma se
desprenda que ella no pretende ser aplicada en presencia de otra posible calificación más grave
del hecho, lo que en el fondo acontecerá en caso que una de ellas constituya una forma más
grave o acabada de ataque al mismo bien jurídico. Así, por ejemplo, cabría sostener que el
delito de amenazas de cometer algún atentado en contra de una persona, contenido en el art.
296, es subsidiario, en todos sus supuestos, respecto de la realización efectiva de tal propósito.
Es éste, además, el criterio de solución en el concurso aparente entre la figura de falsedad
documental y su posterior uso en el tráfico jurídico.

También se resuelven así los siguientes grupos de supuestos:

- Los casos en que un mismo individuo realiza comportamientos tanto de


autoría, como de participación o encubrimiento respecto de un mismo delito, situación que, en
nuestro derecho se encuentra expresamente resuelta.

- Los delitos que se configuran en el curso hacia la realización del ataque más
grave al mismo bien jurídico. Así, no se sancionan las lesiones que conducen a la muerte.
Tampoco los actos preparatorios especialmente punibles, ni la tentativa configurada en camino
a la consumación que después se produce. También son subsidiarios los delitos de peligro
respecto de los de lesión del mismo bien, siempre que el peligro no vaya más allá del
menoscabo efectivamente producido. La misma relación se da entre la comisión dolosa y
culposa de un mismo delito (como cuando el condutor imprudente deja morir con dolo al
transeúnte que acaba de arrollar).

De acuerdo a lo expuesto, casi todas las hipótesis tratadas por la doctrina nacional
como concreciones del principio de absorción, deben ser consideradas como de subsidiariedad
expresa o tácita. Pues no se trata de que un disvalor absorba a otro, sino de que, de acuerdo al
sentido de una determinada norma, se desprende que ésta deja de tener vigencia frente a
hechos subsumibles en otros preceptos que describen manifestaciones más intensas del mismo
atentado.

c) El principio de consunción o absorción

Este principio supone una determinada relación valorativa entre dos o más preceptos.
Según él, frente a la concurrencia de dos o más preceptos debe darse aplicación exclusiva al
tipo penal que incluya en sí el disvalor de los demás. Ello también se expresa diciendo que un
delito absorbe el injusto de los demás. En otros términos, la implicancia entre los preceptos no
es lógica, sino valorativa.
No se trata de tipicidades totalmente independientes, sino en cierto modo conectadas,
por lo que cabe pensar que el legislador ya ha considerado el desvalor de una de ellas al penar
la otra. Ello es precisamente lo que diferencia este criterio del de subsidiariedad, pues esta
última relación se da cuando un precepto es de aplicación auxiliar, es decir, cuando sólo opera
a falta de otro más grave que venga al caso. En cambio, la relación de consunción supone que
una figura comprende también el desvalor de la otra, lo cual puede establecerse con base en un
cierto nexo típico entre ambas.

Por lo general, puede apreciarse consunción respecto de los hechos típicos que acompañan
normalmente a otro más grave. Es el caso del robo, que generalmente va acompañado de
violación de morada.

SEGUNDA ETAPA: LA PONDERACION DEL DELITO Y DE LA


INTERVENCIÓN
DEL SUJETO

DELITO DELITO TENTATIVA


CONSUMADO FRUSTRADO

AUTOR TODA LA PENA UN GRADO MENOS DOS GRADOS


(ART. 50) (ART. 51) MENOS
(ART. 52)

COMPLICE UN GRADO MENOS DOS GRADOS TRES GRADOS


(ART. 51) MENOS MENOS
(ART. 52) (ART. 53)

ENCUBRIDOR DOS GRADOS TRES GRADOS CUATRO GRADOS


MENOS MENOS MENOS (ART. 54)
(ART. 52) (ART. 53)

En todos estos casos, la rabaja rebaja se efectúa utilizando las escalas graduales de
penas, y si un delito tiene asignadas varias penas o varios grados de una pena, la rebaja se
efectúa a partir de la pena o del grado inferior (art. 60 reglas 1ª y 2ª). Por ejemplo: si la pena es
"presidio mayor en cualquiera de sus grados" y tengo que sancionar al cómplice de delito
frustrado, efectúo la rebaja a partir del grado inferior, que es "presidio mayor en su grado
mínimo" y como debo bajar dos grados, me queda "presidio menor en su grado medio".

Respecto de las faltas hay que tener presente que sólo se castigan cuando han sido
consumadas (art. 9º); que respecto de ellas no se castiga el encubrimiento (art. 17) y que los
cómplices son castigados con una pena que no exceda de la mitad de la que corresponde a los
autores (art. 498)
Esto es sin perjuicio de las reglas especiales que en ciertos casos establece la ley (art.
55 CP.) Ejemplo: art. 450 inc. 1° CP..

TERCERA ETAPA: PONDERACION DE LAS CIRCUNSTANCIAS


MODIFICATORIAS

El sistema reglado de individualización de la responsabilidad penal que caracteriza a


nuestro Código, tiene una de sus mayores expresiones de formalismo en el campo de la
fijación de los efectos de las circunstancias modificativas de ella.

En efecto, los artículos 65 a 68 CP. le señalan al juez una serie de reglas que precisan
de qué modo debe computar las circunstancias concurrentes en el hecho. Para ello, distingue
el tipo de pena a que se haya llegado en virtud de las fases anteriores de individualización de la
responsabilidad, y el número y clase de circunstancias que adjetivan el hecho concreto.

Sobre esta base, la ley desarrolla un esquema en el que al juez únicamente le otorga un
cierto margen de arbitrio en lo relativo a tres puntos bien precisos. Así frente a la concurrencia
de varias circunstancias de distinto signo, el juez debe proceder a compensarlas racionalmente,
lo cual implica que ha de atender fundamentalmente a su valor propio (arts. 66, 67 y 68,
incisos finales, CP.).

En el mismo caso indicado, y si aún quedaren varias agravantes o varias atenuantes


una vez realizada dicha compensación, el legislador le entrega cierta autonomía al juez en lo
que atañe a la posibilidad de imponer una pena superior o inferior, de acuerdo a la escala penal
correspondiente, pues, en general, queda a la discrecionalidad de éste decidir si eleva o no la
pena al grado siguiente (arts. 67 inciso quinto, y 68 inciso cuarto, CP.), o si, en el evento
contrario, la rebaja en uno, dos o tres de ellos (arts. 66 inciso tercero, 67 inciso cuarto y 68
inciso tercero, CP.), si procediere.

Por último, queda todavía otro reducto de discrecionalidad para el juez en lo respecta a
la determinación de la pena precisa dentro del grado a que hubiere llegado por aplicación del
todas las reglas anteriores, materia que norma el artículo 69, y que será analizado en forma
separada de cuanto concierne al efecto propio de las circunstancias modificativas de
responsabiidad penal.

En todo caso, deben tenerse presentes en este lugar las consideraciones efectuadas en
lo tocante a la inherencia de dichas circunstancias y a su comunicabilidad, como asimismo, las
reglas básicas que presiden el esquema legal de determinación de la penalidad sobre la base de
los diversos factores que inciden en ella.
Reglas legales de determinación

Como acabamos de señalar, la ley regula los efectos generales de las circunstancias
modificatorias sobre el marco de la penalidad, atendiendo a su número y, principalmente, a la
divisibilidad o indivisibilidad de la pena en cuestión.

Al respecto, son cuatro los preceptos que abordan las distintas alternativas posibles: el
art. 65, que alude al hecho sancionable con una sola pena indivisible; el art. 66, aplicable
cuando las penas imponibles al hecho sean dos indivisibles; el art. 67, que lo es en el caso que
la pena sea sólo un grado de una divisible; y el art. 68, que se pone en los eventos restantes, a
saber, cuando la penalidad corresponda a la combinación de una o más indivisibles con uno o
más grados de penas divisibles, o bien, cuando sólo consista en diversos grados de una que sí
admite división.

Pese a lo dicho, no seguiremos el esquema planteado por la ley, pues estimamos


preferible referirse a los efectos generales que pueden tener las circunstancias modificatorias,
conforme a su naturaleza y número, y no repetir lo ordenado por los artículos 65 a 68 CP.

Conviene señalar, antes de entrar a dicho examen, una regla general implícita en toda
esta regulación, según la cual, sin perjuicio de algunas excepciones, la configuración de una
sola circunstancia, ya sea atenuante o agravante, no permite subir o bajar del marco penal
asignado al hecho, ascendiendo o descendiendo en la escala de penas respectiva.

1. Efectos derivados de la concurrencia de una agravante

Si sólo concurre en el hecho sometido a enjuiciamiento una sola circunstancia


agravatoria, o bien, si concurriendo varias, la compensación de éstas con una o más atenuantes
también configuradas en el caso concreto deja subsistente sólo una agravante, los efectos son
los siguientes:

a) Tratándose de una pena indivisible, la agravante no tendrá efecto alguno (art. 65), lo
cual es una aplicación directa de la regla implícita aludida, en orden a que una sola
circunstancia no permite exceder del marco penal aplicable al hecho. Si tal es la norma, y
atendido que la pena es indivisible, no es posible variación alguna.

b) En cambio, en el caso que la pena asignada al hecho esté compuesta de dos


indivisibles, se abre la posibilidad de que el juez imponga, de entre ambas, la mayor. Esto es
justamente lo que ordena el art. 66 CP. con carácter imperativo para el juez. Cabe agregar que
el hecho que la ley aluda al grado máximo en este caso, se debe a la aplicación de la regla
contenida en el art. 58 CP.

c) En el supuesto de que la pena sea un grado de una divisible (art. 67), la ley ordena
imponer su mitad superior. Es decir, si la pena es presidio menor en grado máximo (3 años y
un día a 5 años), el juez está obligado a fijar una sanción superior a los 4 años, aunque dentro
de ese tramo tenga todavía cierta libertad para fijar la duración exacta del presidio.
d) En los supuestos de combinación entre divisibles e indivisibles, o simplemente de
penalidad compuesta de dos o más divisibles, a los que se refiere el art. 68 CP., el efecto de
una agravante también se acomoda a las particularidades del caso, de modo que la regla que
aquí da el legislador está redactada en términos negativos: el juez no puede imponer el grado
(incluyendo en este concepto, eventualmente, también una pena indivisible) inferior. Así, si
son dos los grados, los efectos son similares a los señalados en la letra “b)” anterior, pero si
son más, sólo se excluye el tramo mínimo de los imponibles. De este modo, si la pena fuere
presidio mayor en cualquiera de sus grados, el juez sólo se vería impedido de aplicar el grado
mínimo, pero le restarían aún los dos superiores.

Aparte de ciertos supuestos de agravantes especiales (por ej., arts. 400 y 447 CP.), que
obviamente tienen un efecto propio, más severo, la ley contempla, asimismo, un efecto más
gravoso para una circunstancia agravatoria de aplicación general, cual es la regulada en el
inciso segundo del art. 72 CP. Esta norma se pone en el evento que un individuo mayor de
edad se valga de menores de 18 años para cometer el delito; en tal caso, se aplica al primero
"la pena que le habría correspondido sin esta circunstancia, aumentada en un grado". Luego,
se trata de una elevación obligatoria al grado siguiente, si bien es el juez quien aprecia en
conciencia si acaso el adulto se ha prevalido del menor.

2. Efectos derivados de la concurrencia de una atenuante

Como en el caso precedente, si sólo se ha configurado una atenuante, o es sólo una de


éstas la que subsiste a la compensación de circunstancias concurrentes, se producen las
siguientes consecuencias, de acuerdo con la índole de la pena asignada al hecho:

a) Cuando la pena es una indivisible (art. 65), tampoco puede haber efecto alguno, en
la medida en que una sola circunstancia común no modifica el grado de penalidad.

b) Si las indivisibles son dos, se produce el efecto opuesto del indicado en la letra b)
anterior, a saber: el juez debe aplicar el grado mínimo (art. 66).

c) Si la pena es un solo grado divisible, acontece también lo opuesto a lo indicado en


la letra c) precedente: se impone la mitad inferior del grado.

d) En los casos comprendidos en el art. 68 CP., de los múltiples grados de penalidad,


el juez deberá descartar el máximo.

Ahora bien, estas reglas generales se ven alteradas en tres casos especiales,
concernientes a atenuantes aplicables a toda clase de delitos.

El primero de ellos es el contemplado en el art. 73 CP., relativo a las eximentes


incompletas configuradas por la concurrencia de la mayor parte de los presupuestos requeridos
por la ley para eximir de responsabilidad penal en cada caso. El efecto de esta hipótesis, y que
confiere el carácter de privilegiada a la atenuante contenida en el art. 11 Nº1 CP., es el de
obligar al juez a reducir la pena por lo menos en un grado, quedando a su arbitrio conceder
una rebaja de hasta dos o tres, partiendo, obviamente, del mínimo de la pena asignada al
hecho.

Una segundo supuesto de excepción se contiene en el inciso primero del art. 72 CP.,
que regla el tratamiento penal, también privilegiado, que debe darse a los menores de 18 años
que hubieren de ser condenados, por haber delinquido con discernimiento. La pena a imponer
será la inferior en grado al mínimo de los señalados en la ley para el delito de que sea
responsable.

El tercer caso es el contenido en el art. 68 bis, que contempla la posibilidad de que el


juez, ante la concurrencia de una sola circunstancia atenuante, pueda considerarla muy
calificada e imponer también la pena inferior en grado al mínimo de la señalada al delito.

3. Efectos derivados de la concurrencia de dos o más agravantes

En caso de configurarse, o restar aún de la compensación que hubiere tenido lugar, dos
o más circunstancias agravantes, los efectos son los siguientes:

a) Si la pena es una indivisible, no se produce efecto alguno, pues el art. 65 CP. no


prevé este caso.

b) Si, en cambio, consta de dos grados indivisibles, y dado que el art. 66 CP. tampoco
regula esta situación, sólo se producirá el efecto contemplado para cuando concurre una sola
agravante: se impondrá el grado máximo de los previstos en la ley para el hecho.

c) De acuerdo al art. 67 inciso quinto, CP., si hay dos o más circunstancias que
agravan un hecho sancionado con una pena divisible, el tribunal puede imponer la superior en
un grado. Es decir, la elevación al grado siguiente no es obligada, aunque si no opta por ella,
cuando menos tendrá que aplicar la mitad superior de la divisible prevista para el hecho, según
hemos expuesto más arriba.

d) También en los supuestos de pluralidad de grados divisibles o de combinación de


penas de una y otra naturaleza, la ley faculta al juez para imponer la pena superior en grado, si
se dan dos o más agravantes en el hecho.

4. Efectos derivados de la concurrencia de dos o más atenuantes

A diferencia de lo que ocurría respecto de la configuración de dos o más agravantes -


que, en los casos de una o dos penas indivisibles no producían efecto alguno, y que sólo
permitían elevar la pena en un grado, en los demás supuestos-, la concurrencia de dos o más
atenuantes tiene efectos comparativamente más intensos, pues siempre habilitan al juez para
bajar en uno o dos grados la pena.

Ello es así en las hipótesis contempladas en los arts. 65, 66 y 67 CP., y se acentúa más
aun en el caso previsto en el art. 68 CP., esto es, varios grados todos divisibles o combinados
con una pena indivisible, ya que en presencia de tal penalidad el tribunal puede bajar la
sanción hasta en tres grados.

La rebaja prevista en estos artículos nunca es obligatoria para el juez. Por otra parte,
para decidir en punto al número de grados a rebajar en cada caso, los arts. 66 inciso tercero, 67
inciso cuarto, y 68 inciso tercero, CP., le señalan al juez la siguiente regla: deberá atender al
número y entidad de las circunstancias concurrentes, lo cual, en realidad, parece bastante
obvio.

CUARTA ETAPA: DETERMINACION DE LA CUANTIA EXACTA DE LA PENA

El Código Penal chileno contempla dos disposiciones, que constituyen la culminación


del proceso de individualización de la responsabilidad penal y que confieren a los jueces un
importante grado de discrecionalidad.

Tales disposiciones son el artículo 69 CP., que resulta aplicable a la determinación de


todas las penas regidas por el proceso que hemos expuesto a lo largo de estas páginas, y el
artículo 70 CP., que se refiere específicamente a la determinación de la pena de multa.

En la primera de esas disposiciones la ley obliga a considerar dos aspectos: el número


y entidad de las circunstancias modificatorias que concurrieren en cada caso concreto y la
mayor o menor entidad del mal causado con el delito. En el segundo precepto, en cambio, el
legislador dispone que se tome en consideración, por una parte, el mismo parámetro relativo a
las circunstancias modificatorias recién indicado, como también las facultades económicas del
delincuente.

Estos factores, como tendremos ocasión de explicar enseguida, ofrecen un amplio


margen de posibilidades al juez para aplicar criterios de individualización vinculados con los
distintos aspectos que constituyen el sustrato valorativo de la responsabilidad criminal. En el
caso del artículo 69 CP., la labor del juez se circunscribe a la fijación de una cuantía exacta
dentro de los márgenes de la pena a que hubiere arribado luego de efectuar las fases de
individualización referidas al delito y a las circunstancias modificatorias. En el caso del
artículo 70 CP., en cambio, el ámbito de las facultades del tribunal es mucho más amplio,
puesto que no se restringe a unos márgenes preestablecidos, como en el caso anterior.

1. La cláusula general del artículo 69 del C. Penal

a) El número y entidad de las circunstancias modificatorias concurrentes

La mayor dificultad que ofrece la consideración de este factor es el de su


compatibilización con el principio non is in idem, consagrado en el art. 63 del C. Penal. Como
tuvimos ocasión de examinar, cada una de las circunstancias modificatorias es objeto de
valoración al momento de determinar el grado de la pena que corresponde aplicar frente a cada
delito, de modo que al considerarla nuevamente pareciera obvio que, por lo menos en
principio, se estaría efectuando una doble valoración de los hechos en que tales circunstancias
consisten, lo cual, si bien no despierta mayor recelo en el caso de las circunstancias atenuantes,
resulta, en cambio, inaceptable cuando se trata de aquellas que permiten elevar la sanción.
Como expresa Zaffaroni, esta situación atenta "contra la lógica de la individualización de la
pena, porque implicaría una desvaloración doble: se le desvalora para agravar la escala penal y
para individualizar la pena dentro de esa escala agravada".

En concepto de Etcheberry, esta ponderación de las circunstancias concurrentes que


efectúa el juez por aplicación de lo preceptuado en el art. 69 CP., es aplicable en todos los
casos, y se diferencia de aquella ponderación que conduce a aumentar o disminuir la pena,
según las reglas de los arts. 65 a 68 CP., en que, en este caso, se trata de una consideración
global o de conjunto de las mismas para fijar la cuantía exacta del castigo.

Conforme a nuestro parecer, no existe atentado alguno contra el principio non is in


idem, porque, poniéndonos en el caso de las agravantes, que es el que puede suscitar algún
grado de conflicto, el solo hecho que la concurrencia de una o más de ellas le permita al juez
llegar a cierto grado de penalidad, no representa ningún obstáculo conceptual para que,
conforme al arbitrio que se le otorga dentro de éste, concluya que el único tramo exacto de la
penalidad que refleja la gravedad del hecho circunstanciado, es, incluso, el máximo de dicho
grado. Se trata, en consecuencia, de un efecto perfectamente normal de las circunstancia
modificatorias, y no de una segunda consideración de las mismas.

Es más, quien quisiera sostener que esta parte del artículo 69 CP. resulta violatoria del
principio aludido, tendría previamente que afirmar -lo que es insostenible- que las agravantes
sólo le permiten al juez subir la pena y, en su caso, llegar al tramo superior de penalidad, pero
no lo habilitan para, dentro de ese grado, imponer otra sanción que no sea el mínimo de éste,
pues sólo partiendo de esa base cabría pensar que la estimación de las mismas agravantes para
fijar ahora la magnitud exacta de la pena pudiera ser inadmisible a la luz del mencionado
principio, en cuanto permitiría imponer cualquier pena dentro del grado correspondiente.

Finalmente, así como la mención que la norma efectúa al número de las circunstancias
que concurrieren no ofrece dificultades, sí podría presentarlas, el punto relativo a qué ha de
entenderse por entidad de las mismas. En concepto de Rivacoba, esta última expresión
permite dar cabida a una valoración del contenido de antijuridicidad o de culpabilidad de cada
circunstancia.

b) El mal causado por el delito

Respecto de este segundo factor a que debe atender el juez, Etcheberry afirma que él
comprende todas las consecuencias perjudiciales que se deriven de la infracción, "aunque no
estén consideradas en la tipificación del delito para los efectos de la penalidad".

Sosteniendo lo contrario, Rivacoba arguye que una tal interpretación de esa cláusula
conduciría a resultados violatorios del principio de legalidad, pues, en la medida en que se
trasciende el tipo penal para ponderar circunstancias, no ya propias del mismo, como sería la
entidad del resultado típico producido, sino otros elementos que nada tienen que ver con la
previsión legal de la conducta, el juez pasaría a ocupar el lugar del legislador. Esa desmedida
extensión atribuida al criterio legal mencionado acabaría por vulnerar, asimismo, el principio
de culpabilidad, puesto que no habría manera de que el delincuente llegara a abarcar con su
conocimiento y voluntad las repercusiones colaterales de su actuación antes de llevarla a cabo.

En su opinión, por consiguiente, el vocablo mal "aquí no puede significar sino el


resultado característico del delito, el grado de lesión o daño que se haya producido del
correspondiente bien jurídico, o la situación de riesgo eficaz en que se le haya colocado". De
ahí que este factor de medición de la responsabilidad penal no deba aplicarse sino a los delitos
cuya antijuridicidad consista "en una disminución del bien jurídico, o en impedir o restringir
su goce o ejercicio". No resultaría aplicable, entonces, respecto de los delitos que supongan la
destrucción del bien jurídico, por no ser ésta susceptible de cuantificación.

En realidad, la prevención de este último autor es completamente acertada. Sin


embargo, tampoco se puede soslayar que la redacción de la norma da a entender que el juez
puede ponderar el daño causado, aun cuando diga relación con circunstancias ajenas al tipo
penal o a las contempladas como agravantes o atenuantes del mismo.

En primer lugar, la ley no alude al mal causado por la acción del autor, sino al causado
por el delito mismo, el cual de suyo, si es material, integra ya el resultado dañoso. Por
consiguiente, el mal causado por el delito no puede ser el que forma parte del mismo, sino el
que excede a él.

Junto a ello, hay otros dos elementos que refuerzan esta interpretación; el primero es
que, concordante con lo señalado, el Código no habla de la mayor o menor gravedad o
intensidad del daño, sino que se refiere a la mayor o menor extensión del mismo, lo que
nuevamente sugiere que la ley le pide al juez considerar elementos trascendentes al tipo.

Por último, de seguirse la interpretación que propone Rivacoba, la norma sería


francamente inútil, puesto que sólo ordenaría tomar en cuenta la magnitud del injusto para la
determinación exacta de la pena, lo cual significaría tanto como decirle al juez que considere
para tal fin la gravedad del delito mismo. Además de obvia, la inclusión expresa de este
criterio resultaría ociosa. De no existir este precepto, y dado que los arts. 65 a 68 CP. le
permiten al juez moverse discrecionalmente dentro del grado de penalidad a que hubiere
llegado después de ponderar las circunstancias concurrentes, si acaso las hubiere, sin duda
aquél llegaría a la misma conclusión por su propia cuenta: que para fijar la pena es preciso
atender a la gravedad del hecho concreto realizado.

Por estas consideraciones, creemos que efectivamente el artículo 69 CP, última parte,
alude a repercusiones ajenas, tanto al tipo delictivo como a las circunstancias modificativas de
responsabilidad penal. Mas, teniendo en cuenta que la consagración constitucional explícita
del principio de legalidad, e implícita del de culpabilidad, impide conceder tal amplitud
discrecional al juez para agravar la situación del procesado, pensamos que la aplicación de
aquella cláusula sólo puede repercutir en favor de éste, pudiéndosele, en consecuencia,
imponer el mínimo de la pena correspondiente aun cuando la intensidad de la lesión
representada por el delito mismo pudiere sugerir una sanción algo mayor.
Concediendo este alcance a la norma, no sólo se salvan las objeciones de
inconstitucionalidad, sino que además, es posible aplicarla bajo el criterio de la necesidad de
pena, entendiendo que la escasa entidad objetiva del daño consiguiente al delito puede
disminuir en algo la imperiosidad de aquélla, de modo que, aun en presencia de una
culpabilidad mayor del delincuente, el juez podría estimar que las necesidades de prevención
general son menores en el caso concreto juzgado, por la escasa relevancia alcanzada por las
repercusiones del hecho.

Ahora bien, la interpretación sostenida de este artículo confiere utilidad a la norma,


tanto en lo que concierne a la ponderación de las circunstancias modificatorias, como en lo
que atañe a los elementos ajenos a la descripción legal del hecho. Respecto de las primeras,
porque ella viene a aclarar un punto que podría ofrecer dificultades -como de hecho las ha
suscitado por largo tiempo en la doctrina- y que dice relación con si acaso es posible ponderar
tales circunstancias dentro del marco al que se ha llegado en virtud de las mismas, para fijar
puntualmente la pena proporcionada al caso; como ya hemos visto, la aclaración de la norma
es en sentido positivo: nada se opone a que el juez realice esa ponderación. Y, en cuanto al
segundo factor mencionado por la ley, su inclusión es indispensable, si es que se quiere
otorgar al juez la facultad de aminorar la pena (conforme a la interpretación restrictiva que le
hemos dado) en virtud de la levedad de los efectos concretos provocados por el hecho descrito
en forma abstracta en la ley.

De ahí que la disposición analizada no excluya, obviamente, la posibilidad del tribunal


de ponderar, tanto en ausencia como en concurrencia de circunstancias modificativas, el
injusto -daño o intensidad del peligro concreto generado (por ejemplo, en la tentativa) por el
comportamiento típico- y la culpabilidad -como intensidad del reproche o de la imputación
subjetiva del hecho a su autor.

2. La cláusula del artículo 70 del C. Penal

Como es sabido, de conformidad con lo que dispone el art. 21 CP., la multa es una
pena común a los crímenes, simples delitos y faltas, y el art. 25, en su inciso sexto, se encarga
de precisar su monto respecto de los crímenes, de los simples delitos y de las faltas.

Para la determinación de la cuantía específica de la multa, la ley ha contemplado


normas específicas que la sustraen al régimen general, en el que ella sólo aparece considerada
en tanto grado inmediatamente inferior a la última pena prevista en todas las escalas (art. 60
inciso primero, CP.). En consecuencia, la determinación de la multa queda regida únicamente
por las reglas especiales que contempla el art. 70 CP.

El inciso primero de esta disposición señala que para la imposición de esta pena, el
tribunal podrá recorrer toda la extensión en que la ley le permite imponerla, tarea que debe
efectuar considerando exclusivamente dos parámetros, a saber: las circunstancias atenuantes o
agravantes del hecho, y "principalmente, el caudal o facultades del culpable".
De entre estos factores, es indudable que la ley confiere primacía a las facultades
económicas del delincuente. Es principalmente en atención a éstas que debe fijarse el monto a
pagar por cada individuo.

De ahí que no tenga sentido intentar aplicar a su respecto un esquema fijo de


atenuación, como el previsto por el legislador para las etapas de desarrollo previas a la
consumación y para las formas de intervención que no constituyen autoría. Si el patrimonio
de cada individuo determina el marco de referencia en vista al cual el juez debe imponer la
multa, conforme a los límites legales que la rigen, es perfectamente posible que el cómplice
acaudalado deba soportar una multa superior a la que, en definitiva, se imponga al autor del
mismo delito que carece de bienes. E incluso, si el caudal del primero es muy considerable,
nada impide que el juez le imponga el máximo de la multa prevista en la ley, cuando en
consideración al mismo sólo éste resulte proporcionado.

Este factor es el único que puede garantizar, respecto de la multa, una cierta igualdad
en el trato penal. De no seguirse este camino, sería ilusorio pretender que cumpliera alguna
función preventiva o retributiva.

Respecto de las circunstancias modificatorias, cabe destacar que el precepto que nos
ocupa sólo contiene una referencia genérica a tales figuras, sin vincularla, como ocurre en la
norma que lo precede, al número y entidad de las mismas. No obstante la amplitud de los
términos, nos inclinamos a pensar que el legislador alude a las contempladas en los artículos
11, 12 y 13 del C. Penal. En efecto, al consignar un catálogo de atenuantes y agravantes, la
ley lo hace de un modo general, aplicable a totalidad de las infracciones regidas por dicho
texto, cualquiera que sea la pena con que aparezcan conminadas. Luego, por mucho que la
multa quede excluida de la aplicación del sistema general de individualización de la
responsabilidad penal, el principio de taxatividad que rige en materia de circunstancias
modificatorias afecta también a los delitos sancionados con pena de multa.

La disposición en análisis, con todo, permite al tribunal imponer una multa inferior al
monto señalado en la ley, en casos calificados, siempre que no concurran circunstancias
agravantes. Asimismo, se prevé la posibilidad de que el tribunal autorice al condenado para
pagar la multa por parcialidades, dentro de un límite que no exceda de un año. En tal evento, el
no pago de una sola de las parcialidades hará exigible el total de la multa adeudada.
MODULO II

DERECHO PENAL, TEORIA DEL DELITO Y TIPOLOGIA DE


LA CONDUCTA DELICTUAL

“Teoría de la Antijuridicidad”
TEORIA DE LA ANTIJURIDICIDAD

I. SOBRE LA ANTIJURIDICIDAD EN GENERAL

1. Concepto

Tal como se desprende de su propia denominación, la antijuridicidad, en tanto que


elemento del delito, consiste en que una conducta típica sea ilícita, es decir, contraria al
derecho.

Tomando como base el efecto indiciario de la tipicidad, cabe afirmar que la


comprobación de que una conducta es típica ofrece un indicio acerca de que ella, con un alto
grado de probabilidad, será también antijurídica. Sin embargo, tal efecto, cesa cuando el
propio ordenamiento jurídico contempla una causal de justificación, es decir, una norma que
autoriza la ejecución de una conducta típica, bajo determinados supuestos. De modo, que a
raíz del juego de estos dos factores (efecto indiciario y existencia de una causal de
justificación) pueden producirse dos situaciones: que la conducta sea típica y antijurídica
(porque no concurre una causal de justificación) o que la conducta sea típica, pero lícita
(cuando sí concurre una causal de esa índole). Y cabe agregar una tercera situación: que la
conducta sea ilícita, pero atípica, lo que se da cuando la ilicitud de un determinado hecho
proviene de una norma jurídica ajena al derecho penal.

2. Características

La antijuridicidad presenta las siguientes características:

a) Es un concepto valorativo. Esto quiere decir que la determinación acerca de si una


conducta es lícita o ilícita no se funda en la simple observación o percepción sensorial, sino
que es producto de un juicio de valor que toma como base las propias normas jurídicas.
Porque la antijuridicidad es contrariedad con el derecho, no con los preceptos de otros órdenes
normativos. Ilicitud no es sinónimo de inmoral ni de socialmente incorrecto; es sinónimo de
contrariedad con las normas que el propio derecho establece.

b) Es un concepto unitario. Esto quiere decir que el juicio de ilicitud es común para todo
el ordenamiento jurídico. Una conducta es ilícita para todo el ordenamiento, porque en virtud
del principio de unidad de este último, lo que está prohibido por una rama del derecho no
puede estar permitido por otra. Como consecuencia del carácter unitario de la antijuridicidad,
si se determina que un hecho es lícito éste no genera ningún tipo de responsabilidad. En esto
se diferencia de la culpabilidad, pues aunque falte este último elemento (y se excluya, por
tanto, la responsabilidad penal), el hecho sigue siendo ilícito y es posible perseguir otras
responsabilidades.
c) Es un concepto negativo. Es decir, que se obtiene a partir de la constatación de que no
concurren causales de justificación. En virtud del efecto indiciario de la tipicidad, el tribunal
no precisa fundar positivamente por qué considera que una conducta típica es antijurídica.

3. Antijuridicidad material y formal

Se denomina antijuridicidad formal al simple hecho de existir contradicción entre una


conducta y el ordenamiento jurídico. Se denomina antijuridicidad material a la oposición
entre la conducta y el contenido de las normas, materializado en una ofensa a los bienes
jurídicos que éstas pretenden tutelar.

No es que haya dos clases de antijuridicidad. Lo formal y lo material no son sino dos
aspectos, cuya concurrencia conjunta es necesaria para que se dé este elemento del delito. De
modo que no basta una contradicción puramente formal entre la conducta y el tenor de la
norma abstracta, si no hay una efectiva lesión o puesta en peligro de un bien jurídico. Y
tampoco basta la lesión o puesta en peligro de un bien jurídico, si su protección no se ha
materializado en una norma penal.

Muchos plantean que el criterio de la antijuridicidad material ha de ser utilizado para


llevar a cabo una interpretación restrictiva de los tipos penales, en el sentido de no considerar
delictiva una conducta, por mucho que encuadre en la letra de una descripción típica, si en
aquélla no se materializa un ataque al bien jurídico que la norma pretende tutelar. Si
pensamos, por ejemplo, en la figura del artículo 213 del C. Penal, no debería considerarse que
hay un ataque a la fe pública (el interés que allí se intenta proteger), por mucho que alguien se
finja titular de un cargo y ejecute actos propios del mismo, si ello se realiza en condiciones que
no sean aptas para dañar el mencionado interés.

La materialidad de la ilicitud no se agota en la simple lesión o puesta en peligro de un


bien jurídico (desvalor de resultado), sino que también depende de la naturaleza de la acción
ejecutada (desvalor de acción). Un hecho no sólo es contrario al ordenamiento jurídico,
porque lesiona o pone en peligro un bien que éste desea preservar, sino que también lo es en
cuanto expresa una voluntad de rebeldía en contra de las prescripciones normativas. Ambos
aspectos han de conjugarse armónicamente, tanto por exigencia del principio de intervención
mínima como del principio de proporcionalidad. El primero de ellos exige que la reacción
penal sólo se haga efectiva respecto de aquellos hechos que importen una especial gravedad, y
esto último no sólo depende de la entidad del bien jurídico, sino también de la naturaleza del
ataque que se dirige en contra de él. Y una mínima exigencia de proporcionalidad obliga a
considerar no sólo la gravedad de la ofensa al bien jurídico, sino también la gravedad del acto
en que se materializa tal ofensa.
II. SOBRE LAS CAUSALES DE JUSTIFICACION

1. Concepto

Las causales de justificación pertenecen a la categoría genérica de las eximentes de


responsabilidad. Recordemos que éstas son situaciones cuya concurrencia elimina alguno de
los elementos del delito y que, en particular, las causales de justificación son aquellas
eximentes que eliminan o excluyen la antijuridicidad.

Como toda eximente, las causales de justificación son situaciones (de hecho) que
ocurren en el plano de la realidad. Pueden definirse, entonces, como aquellos supuestos
fácticos bajo los cuales el ordenamiento jurídico considera lícita la ejecución de una conducta
típica.

Las causales de justificación se fundan en la existencia de un precepto (permisivo) que


autoriza la realización de un hecho que es contrario a otra norma (prohibitiva). El tipo, como
ya sabemos, da cabida a una norma –denominada primaria–, dirigida al común de los
ciudadanos, prohibiéndoles ejecutar el comportamiento que allí se describe. Sin embargo,
frente a ese mandato abstracto, y por razones políticas o jurídicas, el legislador opta por
establecer una autorización que, sin derogar la prohibición general, viene a permitir la
realización de la conducta prohibida.

2. Aspecto objetivo y aspecto subjetivo

Durante mucho tiempo primó el criterio que concebía la antijuridicidad como un


elemento estrictamente objetivo. Desde esta perspectiva, y admitido el efecto indiciario de la
tipicidad, bastaba con establecer si objetivamente se daban los supuestos fácticos de una
causal de justificación. Si la respuesta era afirmativa se consideraba que el hecho era lícito; si
la respuesta era negativa, se estimaba que el hecho era antijurídico. El juicio de
antijuridicidad, por tanto, no tomaba en consideración la posición anímica del sujeto que
incurría en alguna de las situaciones descritas como causales de justificación.

En la actualidad, en cambio, prima el criterio según el cual toda causal de justificación


consta de un componente objetivo, representado por la situación fáctica que le sirve de base, y
de un componente subjetivo, que se materializa en que el sujeto conozca esa situación y
oriente su actuación de acuerdo con ese conocimiento.

Supongamos que "A" mata a "B" con una motivación de venganza, sin enterarse de
que en ese mismo momento "B" apuntaba en contra suya para matarlo. De concebirse la
ilicitud en términos estrictamente objetivos, "A" realizó un acto lícito (estaría amparado por la
causal de justificación de legítima defensa). De aceptarse que la legitimación de una conducta
típica obedece a razones objetivas y subjetivas, tendríamos que concluir que "A" ejecutó un
acto antijurídico, porque no concurriría la causal de legítima de defensa.

A favor de la tesis que postula el carácter exclusivamente objetivo de las causales de


justificación, suele invocarse, en Chile, que el artículo 10 Nº 6 del C. Penal contiene una
referencia de orden subjetivo sólo respecto de una de las varias causales que contempla: la
exigencia de no actuar impulsado por venganza, resentimiento u otra motivación análoga,
aplicable a la legítima defensa de extraños. De ahí se deduce que si fue necesario exigir la
concurrencia de un elemento subjetivo respecto de esa forma específica de legítima defensa,
ello obedecería a que, por regla general, las causales de justificación no constan de tales
elementos.

A favor de la tesis que postula el carácter mixto de las causales de justificación (es
decir la que plantea que éstas constan de elementos objetivos y subjetivos), puede invocarse,
como argumento de texto, que el propio artículo 10 al consagrar la legítima defensa y el estado
de necesidad, exige que el individuo actúe "en" defensa de sí mismo o de otro, en el primer
caso, y "para" evitar un mal, en el segundo. Y el empleo de estas preposiciones no puede ser
entendido sino como una exigencia de que el sujeto actúe con conciencia de que se está
defendiendo o de que está evitando un mal.

Pero la exigencia de un componente subjetivo en las causales de justificación no sólo


obedece a razones de texto, sino que es reclamada por la propia estructura del comportamiento
humano y por la necesidad de ser consecuentes con lo que constituye el sustrato valorativo de
la ilicitud.

Respecto de lo primero, si las causales de justificación se estructuran sobre la base de


un comportamiento humano, su concurrencia inevitablemente ha de estar condicionada a que
se dé tanto el aspecto externo (movimiento corporal) de la acción que les sirve de base, como
el aspecto interno (voluntad)

Respecto de lo segundo, si se postula que la materialidad de la ilicitud se funda no sólo


en el desvalor del resultado (ofensa al bien jurídico), sino también en el desvalor de la acción,
para que haya justificación será necesario que el hecho importe un "valor" tanto desde el punto
de vista de lo primero como de lo segundo.

En suma, partimos del supuesto de que toda causal de justificación requiere de un


componente fáctico y, además, de un componente subjetivo, representado por la conciencia y
la voluntad de actuar en el sentido de la autorización que otorga el derecho. Tal exigencia
subjetiva nada tiene que ver con la motivación (es posible que alguien intente salvar un bien
motivado por la recompensa pecuniaria que intenta recibir y de todos modos habrá estado de
necesidad justificante). Excepcionalmente, la ley formula una exigencia a nivel de motivación
respecto de la legítima defensa de extraños: en este caso, además del componente subjetivo
común a toda causal de justificación, deberá concurrir una motivación que no sea de aquellas
que excluyen esa forma de legítima defensa.
3. Clasificación

Toda causal de justificación importa el sacrificio de un interés que el propio


ordenamiento eleva a la condición de bien jurídico. Partiendo de esta base, la doctrina suele
agrupar las causales en dos categorías: aquellas que se fundan en la ausencia de interés por la
preservación del bien jurídico de que se trata (es el caso del consentimiento) y aquellas en las
cuales se manifiesta la intención de hacer prevalecer un bien jurídico en desmedro de otro.

Entre las causales que se fundan en la primacía de un bien respecto de otro, se


acostumbra a subdistinguir dos clases de causales:

a) Aquellas que se fundan en la idea de hacer prevalecer un derecho (legítima defensa,


estado de necesidad).
b) Aquellas que se fundan en la idea de actuación de un derecho (ejercicio legítimo de un
derecho, autoridad oficio o cargo, cumplimiento de un deber)

III. EL CONSENTIMIENTO

1. Concepto y fundamento

El consentimiento, como causal de justificación, es la autorización otorgada por el


titular de un bien jurídico disponible para la ejecución de una conducta típica que lesiona o
pone en peligro dicho bien.

Es la única causal de justificación que no figura de modo expreso entre las eximentes
que contempla el artículo 10 del C. Penal. No obstante ello, la unanimidad de la doctrina
reconoce efecto legitimante al consentimiento, por estimar que de la parte especial del Código
puede extraerse el criterio de la disponibilidad de determinados bienes jurídicos.

Así, por ejemplo, varios tipos de la parte especial contemplan de modo expreso la falta
de voluntad del titular del bien jurídico, como elemento objetivo de las figuras que ellos
establecen. Es lo que ocurre, por ejemplo, en los delitos de violación de morada (art. 144) y
hurto (art. 432).

Asimismo, respecto de varios delitos (que la ley califica como delitos de "acción
privada"), se establece que el perdón del ofendido opera como causal de extinción de
responsabilidad penal (por ejemplo, los delitos de injuria y calumnia). De allí puede deducirse
que si la voluntad del ofendido opera como excluyente de la pena, incluso después de que el
órgano jurisdiccional ha intervenido emitiendo un juicio de condena, con mayor razón habrá
de concederse aquel efecto a la autorización otorgada con anterioridad a la ejecución de la
conducta.
2. Requisitos

Para que el consentimiento opere como causal de justificación se requiere, en primer


término, la disponibilidad del bien jurídico. Se entiende que un bien jurídico es disponible
cuando su conservación sólo interesa al titular. Por el contrario, un bien no es disponible si su
conservación compromete también el interés de la sociedad, o sólo el de ésta. Se entiende que
son disponibles, por ejemplo, la propiedad, el honor, el derecho a la intimidad, la libertad
personal y la libertad sexual. No son disponibles, en cambio, la vida y la salud. Tampoco lo es
cualquier bien jurídico –como, por ejemplo, la fe pública– cuyo titular sea la propia sociedad.

Aunque, en general, se admite que la vida y la salud no son disponibles (y por tanto la
voluntad de la víctima no puede operar como causal de justificación en delitos como el
homicidio y las lesiones), hay que tener presente que respecto de esos mismos bienes jurídicos
sí caben otras causales de justificación, las cuales pueden exigir dicha voluntad como requisito
para su procedencia. Así, por ejemplo, el ejercicio legítimo de la profesión de médico (art. 10
Nº 10) supone que el facultativo actúe con la autorización del paciente. Pero en esos casos, no
es el puro consentimiento lo que opera con efecto legitimante, como sucede con los bienes
jurídicos disponibles, sino la concurrencia de otros factores que van unidos a la voluntad del
afectado.

Se requiere, enseguida, que el titular esté capicitado para conferir la autorización. Se


entiende que está capacitado para ello el individuo que posee la libre disponibilidad del bien
jurídico y que conoce el significado y el alcance (incluyendo las consecuencias) de la
autorización que presta.

Se requiere, asimismo, que el titular actúe con plena libertad, es decir, sin ser objeto
de coacción.

En general, se acepta que el consentimiento puede ser expreso o tácito (es decir,
deducible de alguna actitud concreta del titular del bien jurídico) y que puede ser otorgado
tanto por el propio titular como por las personas que ejercen legítimamente su representación.
Esto último, sin embargo, no es admisible respecto de aquellos bienes jurídicos
personalísimos, como la libertad sexual y el honor.

3. Efectos

Por ser una causal de justificación, el efecto propio del consentimiento es impedir que
el delito se configure por faltar en él el elemento antijuridicidad.

No debemos olvidar, sin embargo, que hay situaciones en las cuales el propio tipo
exige que la conducta se ejecute sin (o contra) la voluntad del afectado. Así sucede,
explícitamente, en el hurto (art. 432) e implícitamente en la violación (art. 361). En todos esos
casos el consentimiento determinará la falta de un elemento objetivo del tipo; y, en
consecuencia, la no configuración del delito obedecerá a una causal de atipicidad y no a una
causal de justificación (resultará excluida la tipicidad, no la antijuridicidad).
IV. LA LEGITIMA DEFENSA

Obra en legítima defensa quien ejecuta una acción típica, racionalmente necesaria, para
repeler o impedir una agresión ilegítima, no suficientemente provocada por él y dirigida en
contra de su persona o derechos, o de los de un tercero.

La legítima defensa se estructura sobre la base de dos elementos: una agresión y una
reacción defensiva. A continuación examinaremos qué requisitos ha de reunir cada uno estos
dos componentes para que se configura esta causal de justificación.

1) La agresión

Es una acción humana que tiende a lesionar o poner en peligro un bien jurídicamente
protegido. En cuanto al objeto de la agresión, existe legítima defensa cualquiera sea la índole
del derecho agredido. La ley no limita la causal a los casos en que se defiende la vida o la
integridad corporal. Otros bienes, como el honor, la libertad personal, la libertad sexual, la
propiedad, el derecho a la intimidad y, en general, toda clase de derechos pueden ser
defendidos lícitamente.

La agresión debe reunir los siguientes requisitos:

a) Debe ser ilegítima, es decir, debe consistir en una acción antijurídica. No es posible
defenderse de ataques que se encuentren, a su vez, legitimados (no podría alguien, por
ejemplo, alegar legítima defensa para lesionar al policía que cumple una orden de detención).
En todo caso, no se requiere que la acción sea típica y culpable, basta con que se antijurídica.

b) Debe ser real. Esto quiere decir que debe existir como tal. Quien reacciona frente a
una agresión imaginaria o aparente no actúa justificado en virtud de una legítima defensa y,
por tanto, su conducta es antijurídica. (Aunque podría, eventualmente, resultar excluida la
culpabilidad, por faltar la conciencia acerca de la ilicitud del acto ejecutado, como veremos
más adelante).

c) Deber ser actual o inminente, apreciada desde el punto de vista de la reacción


defensiva. No constituyen agresión, para estos efectos, las amenazas remotas, puesto que en
ese caso existe la posibilidad de recurrir a la autoridad para que ésta ejerza sus facultades
policiales preventivas. Ni tampoco cabe hablar de agresión actual, cuando la amenaza ya se
ha materializado en una ofensa al bien jurídico, porque allí estaríamos dentro del terreno de la
venganza, no de una eventual defensa. El fundamento de la legítima defensa es una
delegación al particular de las facultades policiales de prevención, no una delegación de la
potestad sancionatoria.

d) No ha de ser (suficientemente) provocada por el defensor. En términos generales


las distintas formas legítima defensa (art. 10 número 4, circunstancia tercera, y números 5 y 6)
giran en torno a la idea de que la persona que se defiende no haya provocado la agresión. Sin
embargo, no cualquier provocación excluye la legítima defensa. Para que ésta opere, se
requiere, según el texto de la ley, que haya falta de provocación "suficiente", es decir,
proporcionada a la entidad de la agresión.

e) Debe ser obra de una persona. Para los efectos de la legítima defensa, únicamente el
ser humano puede agredir: sólo él tiene capacidad para ejecutar acciones ilícitas. Contra
ataques de animales o frente a la fuerza de la naturaleza, no cabe invocar esta justificante,
aunque sí podría configurarse una situación de estado de necesidad.

2) La reacción defensiva

Es la actividad que desarrolla la persona afectada por la agresión y que, a su vez,


vulnera algún derecho del agresor.

Respecto de este elemento, la ley exige que haya "necesidad racional del medio
empleado para impedir o repeler la agresión". La necesidad, como fluye del propio texto de la
ley, no es matemática, sino racional. No se trata de que frente a un ataque a golpes, me
defienda también a golpes. De lo que se trata es que el empleo del medio utilizado aparezca
como razonable, atendida la situación personal del agredido y su posición frente al agresor (un
inválido puede utilizar un revólver para defenderse de una persona fuerte y sana que lo ataca
mediante golpes de puño).

Clases de legítima defensa

El artículo 10 del C. Penal distingue tres formas de legítima defensa:

a) Legítima defensa propia (art. 10 Nº 4)


b) Legítima defensa de parientes (art. 10 Nº 5)
c) Legítima defensa de extraños (art. 10 Nº 6)

Son requisitos comunes a las tres formas de legítima defensa, la existencia de una
agresión ilegítima y la necesidad racional del medio empleado para defenderse.

Respecto de la provocación, en la legítima defensa propia se exige una falta de


provocación suficiente por parte de quien se defiende, en los términos ya explicados. En la
legítima defensa de parientes y de extraños, si bien se admite algún grado de provocación por
parte del agredido, se exige, como requisito anexo, que no haya tenido participación en ella el
defensor.

En el caso de la legítima defensa de extraños, además de los requisitos ya


mencionados, se exige que el defensor "no sea impulsado por venganza, resentimiento u otro
motivo ilegítimo".
Legítima defensa privilegiada

Se denomina así a la situación prevista en el inciso segundo del artículo 10 Nº 6, que


tiene por objeto establecer un régimen de presunción respecto de los requisitos exigidos en las
tres formas de legítima defensa.

La situación de privilegio favorece:

a) A la persona que rechaza el escalamiento del agresor en una casa, departamento u


oficina habitados, o en sus dependencias. Se entiende por escalamiento (atendida la referencia
que el artículo 10 Nº 6 inciso segundo hace al artículo 440 Nº 1) el ingreso a un recinto por vía
no destinada al efecto, por forado o con rompimiento de paredes o techos, o fractura de puertas
o ventanas. Nótese que al restringir el beneficio a las personas que se defienden contra alguien
que "escala" para ingresar a un recinto, en definitiva, deja en una situación de desmedro a
quien repele el ingreso por una vía de acceso normal. Este último tendrá que probar la
concurrencia de todos los requisitos de la legítima defensa.

b) A la persona que, durante la noche, rechaza el escalamiento del agresor en un local


comercial o industrial.

c) A la persona que impide o trata de impedir la consumación de los delitos de secuestro,


sustracción de menores, violación, parricidio, homicidio calificado, homicidio simple y robo
con violencia o intimidación en las personas.

El efecto común de estas tres situaciones de privilegio, es que se presume legalmente


que concurren las circunstancias previstas en los números 4, 5 y 6 del artículo 10, cualquiera
sea el daño que se ocasione al agresor. A pesar de que la norma alude, en general, a todas las
circunstancias previstas en esos números, la primera de las cuales es la existencia de una
agresión ilegítima, la presunción no puede entenderse referida a este último aspecto. Toda
norma de presunción implica la existencia de un supuesto de hecho, a partir del cual pueden
extraerse (o deducirse) determinadas consecuencias (artículo 47 C. Civil). Y en el caso de la
legítima defensa, tal supuesto de hecho no puede ser otro que la agresión. Porque si ésta no es
objeto de prueba, no cabe deducir que haya habido defensa.

De no aceptarse este planteamiento la norma conlleva un régimen de impunidad, que


permitiría encubrir cualquier propósito delictivo. Y ello es particularmente grave si se
considera que al utilizar la cláusula "cualquiera que sea el daño que se ocasione al agresor" y
al hacerla aplicable a las situaciones en que simplemente se trata de impedir el ingreso de un
individuo a un recinto, se subordina el valor de la vida y de la integridad física, a la defensa de
otros intereses menos valiosos como la propiedad o el derecho a la intimidad.
V. EL ESTADO DE NECESIDAD JUSTIFICANTE

Obra en estado de necesidad justificante quien ataca un bien jurídico de un tercero, con
el objeto de evitar la lesión de uno más valioso perteneciente a sí mismo o a otra persona.

Hablamos de estado de necesidad "justificante", porque la causal que ahora nos ocupa
no cubre todas las situaciones que, en estricto rigor, constituyen casos de estado de necesidad,
es decir, situaciones en las que se sacrifica un bien jurídico para salvar otro que se encuentra
en peligro. El resto de las situaciones, por no estar contempladas en la presente causal, son
antijurídicas. Sin embargo, algunas de ellas pueden quedar comprendidas en otra eximente,
denominada estado de necesidad exculpante, cuyo efecto concreto es excluir la culpabilidad.

Requisitos

a) Existencia de una situación de necesidad, es decir, un estado de peligro que pone en


riesgo un bien jurídico. Esta situación puede obedecer a una causa natural, a la acción de un
tercero o a la actuación del propio titular del bien jurídico afectado. Incluso la situación de
peligro puede obedecer a una agresión ilegítima; caso en el cual habrá estado de necesidad (y
no legítima defensa) si en vez de reaccionar en contra del agresor, el afectado se dirige en
contra de un bien jurídico perteneciente a un tercero. Así, obra en estado de necesidad, la
persona que para defenderse de un asalto ingresa (y se refugia) en morada ajena.

Al igual que la agresión en el caso de la legítima defensa, la situación de necesidad


debe ser real. Pero en este caso no se formula la exigencia de que provenga de un acto ilícito.

b) Sacrificio de un bien jurídico. El bien jurídico sacrificado sólo puede ser la propiedad
ajena (art. 10 Nº 7) o el derecho a la intimidad (referido al hogar, art. 145). Tratándose de
delitos que, junto con atentar contra los derechos indicados, lesionan también (o ponen en
peligro) otro de mayor significación, no cabe admitir el estado de necesidad, porque la
justificante no puede ser entendida en términos más amplios que los empleados por las
disposiciones que la consagran.

El sacrificio de otros bienes que no sean la propiedad o la inviolabilidad del hogar, si


bien no da lugar a una causal de justificación, sí podría configurar una causal de
inculpabilidad, como tendremos ocasión de ver más adelante.

c) El bien jurídico que se sacrifica ha de ser menos valioso que el que se trata de
salvar
La valoración que tiende a determinar cuándo un bien jurídico es de menor valor que otro, es
de carácter jurídico, objetivo, y relativo. Las valoraciones éticas, religiosas o de cualquier otra
índole no pueden ser tomadas en consideración; sólo han de tomarse en cuenta los criterios
valorativos que fluyen del propio ordenamiento jurídico. Tampoco debería considerarse la
posición subjetiva del individuo (lo que éste siente respecto de los bienes que están en juego),
puesto que en esta materia está comprometido no sólo su interés, sino el de otras personas y el
de la sociedad en general. En cambio, sí debe tomarse en consideración la posición objetiva
del sujeto, es decir, su situación personal respecto de los bienes en conflicto (la vivienda de
una persona humilde puede ser considerada, objetivamente, más valiosa que el lujoso
automóvil de un magnate).

d) Inexistencia de otro medio practicable y menos perjudicial para salvar el bien


más valioso. A diferencia de la legítima defensa, y por expresa disposición de la ley, el estado
de necesidad es subsidiario, es decir, sólo puede operar como causal de justificación en
ausencia (en subsidio) de otras formas de salvación del bien jurídico que enfrenta la situación
de peligro o necesidad.

VI. EJERCICIO LEGITIMO DE UN DERECHO

Aunque aparece tratada (en el artículo 10 Nº 10) conjuntamente con el ejercicio


legítimo de autoridad, oficio o cargo, conviene examinar en forma separada ambas
situaciones.

Se trata aquí del ejercicio de un derecho, es decir, de una facultad que aparezca
conferida, de modo expreso o tácito, por el ordenamiento jurídico. Es el caso, por ejemplo, de
las normas que autorizan al acreedor para retener bienes del deudor, que aparece expresamente
conferida en el caso del arrendamiento. Sin embargo, el mismo derecho puede decirse que
está establecido tácitamente en el ordenamiento jurídico chileno, con un alcance más general,
sobre todo si consideramos que el propio Código Penal sanciona (en el artículo 494 Nº 20) al
que "con violencia" se apoderare de una cosa perteneciente a su deudor para hacerse pago con
ella.

La exigencia de que el ejercicio del derecho sea "legítimo" implica, en primer término,
que la facultad ha de ejercerse dentro de los supuestos y con la finalidad a la cual apunta la
autorización. Implica, asimismo, que no han de sobrepasarse los límites que la propia
autorización establece. En consecuencia, no basta que el derecho aparezca establecido en el
ordenamiento jurídico, es necesario que éste se ejerza en la oportunidad y en la forma debidas.

VII. EJERCICIO LEGITIMO DE AUTORIDAD, OFICIO O CARGO

Aunque muchos sostienen que esta causal de justificación no es sino una


especificación de la anterior, porque el ejercicio de una autoridad, oficio o cargo, importa
ciertos derechos, la verdad es que en esta última situación, más que de facultades o derechos,
cabe hablar de deberes. Quien asume un cargo o una labor que implique autoridad, y quien se
compromete a desarrollar las tareas propias de un oficio, toma sobre sí determinadas
obligaciones, y es en el contexto de éstas que el individuo puede incurrir en una conducta
típica que eventualmente puede resultar justificada.
Los derechos cuyo ejercicio legítimo dan lugar a la causal anteriormente examinada
tienen su fuente en el propio ordenamiento jurídico, y es este mismo el que fija las condiciones
bajo las cuales resulta legítimo su ejercicio. En el caso del ejercicio de una autoridad, oficio o
cargo –y salvo que se trate de una función pública regulada por la ley– la fuente de la
actuación y las condiciones para su legitimidad han de buscarse en los términos de la relación
contractual que le sirve de base y en la regulación –que, incluso, puede ser consuetudinaria–
de la forma en que han de desarrollarse determinadas actividades profesionales o prestarse
algunos servicios.

Al igual que en el caso del ejercicio de un derecho, en este caso la legitimidad de la


actuación de quien desempeña un cargo u oficio, o está investido de autoridad, también
depende de la oportunidad, de la forma y del sentido con que se ejecuta la acción.

VIII. CUMPLIMIENTO DE UN DEBER

Contemplada también en el artículo 10 Nº 10, esta causal de justificación supone la


existencia de un deber de actuar establecido en el ordenamiento jurídico y que vincula al
individuo en cuyo favor ha de operar la justificante.

Tal como sucede en las dos causales anteriormente explicadas, aquí también la
legitimidad de la actuación depende de que se respeten todas las condiciones previstas, tanto
en lo relativo a la oportunidad, como en lo que dice relación con los medios utilizados y al fin
perseguido por el sujeto al actuar.

No debemos confundir el cumplimiento de un deber especialmente impuesto por el


ordenamiento jurídico (situación que configura esta causal de justificación), con los casos de
obediencia debida, en que la actuación no tiene como fuente directa una norma legal, sino la
orden que ha impartido un superior jerárquico. La obediencia debida, no transforma en lícito
el acto ejecutado (éste sigue siendo antijurídico), pero la persona que se encuentra en una
situación de inferioridad jerárquica, puede verse beneficiada por una causal de inculpabilidad,
en razón de la falta de libertad para dirigir su actuación.

Tomando en consideración que toda causal de justificación consta de un componente


subjetivo, tanto en el caso del ejercicio de un derecho, como del ejercicio de una autoridad,
oficio o cargo, y del cumplimiento de un deber, será necesario que el sujeto actúe con la
conciencia y la voluntad de orientar su actuación conforme a la autorización de que está
investido para ejecutar un acto típico.
MODULO II

DERECHO PENAL, TEORIA DEL DELITO Y TIPOLOGIA DE


LA CONDUCTA DELICTUAL

“Organismos Vinculados al Proceso Penal”


MINISTERIO PÚBLICO (FISCALIA DE CHILE)

Concepto
A partir del artículo 1º de la Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público (Ley Nº
19.640), y del artículo 83 de la CPR, se puede decir es “un organismo autónomo y
jerarquizado cuya función es dirigir en forma exclusiva la investigación de los hechos
constitutivos de delitos, los que determinen la participación punible y los que acrediten la
inocencia del imputado y, en su caso, ejercer la acción penal pública en la forma prevista
por la ley”.
El Ministerio Público es uno de los órganos constitucionales de más reciente creación, y
su origen deriva de la Ley de Reforma Constitucional Nº 19.519 del año 1997.La Fiscalía
de Chile y el Ministerio Público son la misma institución.
Es un organismo autónomo, cuya función es dirigir la investigación de los delitos, llevar a
los imputados a los tribunales, si corresponde, y dar protección a víctimas y testigos.
El Ministerio Público no forma parte de ninguno de los tres Poderes del Estado. No es
parte del Gobierno o Poder Ejecutivo, del Poder Judicial ni del Poder Legislativo
(Congreso Nacional).
Organización:
Esta institución se organiza en una Fiscalía Nacional, encabezada por el Fiscal Nacional,
y 18 Fiscalías Regionales, cada una de las cuales son dirigidas por un Fiscal Regional y
un equipo directivo. Existe una en cada región del país y cuatro en la Región
Metropolitana por su extensión territorial y cantidad de habitantes.
En cada región hay Fiscalías Locales, que son las unidades operativas de las Fiscalías
Regionales, y están compuestas por fiscales adjuntos, ayudantes de fiscal, y otros
profesionales, como sicólogos y asistentes sociales; técnicos y administrativos.
La Fiscalía trabajan en colaboración con Carabineros de Chile, la Policía de
Investigaciones de Chile (PDI) y los organismos auxiliares como el Servicio Médico Legal,
el Servicio de Registro Civil e Identificación, y el Instituto de Salud Pública.
Existe también un Consejo General, que reúne al Fiscal Nacional con todos los Fiscales
Regionales y que cumple funciones de órgano consultivo y asesor.
En el sistema procesal penal, son los fiscales los que dirigen a las policías en la
investigación de los delitos. Los fiscales y sus equipos deben además proteger a las
víctimas y testigos y ejercer la acción penal pública, esto significa, llevar ante los
tribunales a los imputados y buscar que los jueces apliquen las sanciones cuando
corresponde.
La actividad de las Fiscalías se inicia normalmente cuando se recibe una denuncia. Esta
es presentada por la víctima o por un denunciante, ante la policía, los tribunales con
competencia criminal o en las Fiscalías.
El sistema busca la eficiencia en la tramitación de las causas, a través de diferentes tipos
de término de los casos: sentencias definitivas, dictadas por los tribunales; salidas
alternativas o facultades de término que aplican las propias Fiscalías.

Misión
Dirigir en forma exclusiva las investigaciones criminales, ejercer cuando resulte
procedente la acción penal pública, instando por resolver adecuada y oportunamente los
diversos casos penales, adoptando las medidas necesarias para la atención y protección
de víctimas y testigos, todo ello a fin de contribuir a la consolidación de un estado de
Derecho, con altos estándares de calidad.

Funciones Constitucionales del Ministerio Público


Sin perjuicio de las demás funciones que la ley le encargue, la Carta Fundamental
establece las siguientes funciones del Ministerio Público:
1.- Dirigir, en forma exclusiva, la investigación.
La investigación a la que se alude, es acerca de los hechos constitutivos de delito,
y de aquellos que determinen tanto la participación punible como la inocencia del
imputado.
2.- Adoptar las medidas para proteger a las víctimas y testigos.
Ambas funciones se ven reforzadas por lo dispuesto en los artículos 109 letra a), y
308 del Código Procesal Penal.
3.- Ejercer la acción penal pública de conformidad a la ley.
Esta acción será ejercida de oficio por el Ministerio Público, salvo en aquellos casos que
requiera, previamente, actuación directa del ofendido, en cuyo caso, la ejercerá sólo con
posterioridad de su denuncia (art. 53 y 54 del Código Procesal Penal)

Principios fundamentales en la organización del Ministerio Público


La Constitución Política establece dos principios fundamentales en la organización del
Ministerio Público, estos son:
1.- Principio de Independencia. El Ministerio Público es, por definición, un órgano
autónomo. Además, funcionalmente, son los únicos llamados a dirigir la investigación en
forma exclusiva, no así, en cuanto el ejercicio de la acción penal o la protección de las
víctimas y testigos. Como manifestación de esta independencia el Fiscal Nacional, los
Fiscales Regionales y los fiscales adjuntos no podrán ser aprehendidos sin orden de
tribunal competente, salvo en caso de delito flagrante. (Art. 90 en relación con el art. 81
C.P.R.)
2.- Principio de Responsabilidad. No son objeto de acusación constitucional. El Fiscal
Nacional y los Fiscales Regionales sólo podrán ser removidos por la Corte Suprema a
requerimiento del Presidente de la República, de la Cámara de Diputados o 10 de sus
miembros por incapacidad, mal comportamiento o negligencia manifiesta en el ejercicio de
sus funciones. La Corte Suprema al conocer el asunto en pleno acordará la remoción con
el voto conforme de la mayoría de sus miembros en ejercicio de la Corte. (art. 89 C.P.R.)

Nombramiento de Fiscales
1.- Fiscal Nacional. Será designado por el Presidente de la República, a propuesta en
quina por la Corte Suprema, y con acuerdo de los dos tercios de los miembros en
ejercicio, del Senado. Si el Senado no aprobare el nombre propuesto por el Presidente, la
Corte Suprema completará la quina con otro, repitiéndose el mismo procedimiento (art. 85
CPR). Además:
i. El Fiscal Nacional deberá: (1) tener a lo menos diez años de título de abogado (2)
haber cumplido 40 años de edad, (3) tener las demás calidades para ser ciudadano con
derecho a sufragio.
ii. El Fiscal Nacional durará 8 años en el cargo, y no podrá ser designado para el
período siguiente.
iii. Cesará en sus funciones al cumplir 75 años de edad.
iv. El Fiscal nacional tendrá la superintendencia directiva, correccional y económica
del Ministerio Público, en conformidad a la ley orgánica constitucional respectiva (art. 91
CPR)
2.- Fiscales Regionales. Serán nombrados por el Fiscal nacional, a propuesta de una
terna propuesta por la Corte de Apelaciones de la respectiva región. En aquellas regiones
donde existiere más de una Corte de Apelaciones, la terna será formada por un pleno
conjunto de todas ellas, especialmente convocado al efecto por el Presidente de la Corte
de más antigua creación. Además:
i. Los Fiscales Regionales deberán: (1) tener a lo menos cinco años de título de
abogado (2) haber cumplido 30 años de edad, (3) tener las demás calidades para ser
ciudadano con derecho a sufragio.
ii. Los Fiscales Regionales durarán 8 años en el cargo, y no podrán ser designados
para el período siguiente.
iii. Existirá un Fiscal Regional en cada región, a menos que la población o la
extensión geográfica de la región hagan necesario nombrar a más de uno.
3.- Fiscales Adjuntos. Serán nombrados por el Fiscal nacional, a propuesta de una terna
propuesta por el Fiscal Regional respectivo.
Los fiscales adjuntos: (1) deberán ser abogados, y (2) deberán tener las demás calidades
para ser ciudadano con derecho a sufragio
DEFENSORÍA PENAL PÚBLICA (DPP)

La Defensoría Penal Pública es un servicio dotado de personalidad jurídica y patrimonio


propio, sometida a la supervigilancia del Presidente de la República a través del Ministerio
de Justicia.
Esta institución fue creada mediante ley 19718 en el año 2001, bajo el marco de la
Reforma Procesal Penal para proporcionar defensa penal a los imputados o acusados por
un crimen, simple delito o falta que carezcan de abogado, asegurando de esta manera el
derecho a defensa por un letrado y el debido proceso en el juicio penal. Es decir, a través
de la Defensoría Penal Pública se garantiza el derecho de las personas a contar con un
abogado defensor.
La prestación de los servicios se hace a través de abogados que forman parte de la
institución y de abogados privados, contratados a través de licitaciones.
La Defensoría realiza sus acciones bajo el lema “Sin defensa, no hay justicia”. Esta frase
grafica la intención de la Defensoría Penal Pública, en su conjunto, porque cada defensor
debe velar por su cliente, ya sea adulto o adolescente, para que se apliquen plenamente
los principios del proceso penal: que todo imputado sea tratado como inocente; que esté
garantizado el juicio previo; que éste cuente con igualdad de fuerzas para sostener su
punto de vista frente a las imputaciones que se le formulan; y que, cuando corresponda,
se le aplique una sanción justa.
Es así como cada defensor se compromete a representar judicial y extrajudicialmente a su
imputado en todas las actuaciones y audiencias hasta la completa ejecución de la
sentencia; a realizar visitas a la cárcel para entrevistarse con su defendido; a efectuar y
solicitar diligencias pertinentes a la defensa; a solicitar las pericias que se requieran; y a
atender a los familiares para los fines de la defensa.
La defensa penal que presta la Defensoría Penal Pública será gratuita, excepto para
quienes cuenten con recursos económicos, los que deberán pagar parcial o totalmente el
servicio.
Para determinar la capacidad de pago del beneficiario, la Defensoría Penal Pública
consultará el puntaje que registra la persona en la Ficha de Protección Social del
Ministerio de Planificación (Mideplan). Sin embargo, los adolescentes –mayores de 14 y
menores de 18 años– no pagarán el servicio, cualquiera sea su situación económica.
Para cumplir su labor, la Defensoría Penal Pública atiende a quienes requieran de sus
servicios en todo Chile, a través de sus Defensorías Regionales. Para ello cuenta con una
dotación cercana a las 600 personas, de las cuales 145 son defensores de la institución y
más de 300 abogados privados con los que mantiene contrato a través de licitaciones
públicas.
Misión de la Defensoría
"Proporcionar defensa penal de alta calidad profesional a las personas que carezcan de
abogado por cualquier circunstancia, mediante un sistema mixto público privado de
defensores penales públicos; velando por la igualdad ante la Ley, por el debido proceso y
actuando con profundo respeto por la dignidad humana de nuestros representados".

Visión
"Ser una institución pública autónoma reconocida positivamente como un servicio de
defensa penal de excelencia a todo aquel que lo requiera, participando en la generación
de políticas públicas del ámbito penal."

Objetivos estratégicos
Asegurar la cobertura nacional del servicio de defensa penal pública a través de
defensores locales institucionales y defensores licitados.
Mejorar continuamente la calidad de las prestaciones del servicio de defensa penal
pública a través de los instrumentos de apoyo y control a la gestión de defensa.
Fortalecer la difusión del rol de la Defensoría Penal Pública a la comunidad, en el marco
sistema de justicia criminal, a través de la gestión del conocimiento y su política
comunicacional.

La prestación de los servicios se hace a través de abogados que forman parte de la


institución y de abogados privados, contratados a través de licitaciones. Las licitaciones
de defensa penal, de acuerdo a la Ley 19.718 son procesos públicos para seleccionar a
personas jurídicas o naturales que, vía contrato, presten defensa penal a personas
imputadas.
En el sistema de licitación se oferta un número de causas que deben ser asumidas en un
plazo determinado por el adjudicado. Estas se definen por zonas (proximidad geográfica y
cobertura de los juzgados de garantía). Si bien el proceso es llevado a cabo por la
Defensoría Penal Pública, las normas y las decisiones sobre el sistema las definen
órganos externos a la institución como lo son el Consejo de Licitaciones y el Comité de
Adjudicación Regional los que son integrados por representantes del sector público y
privado.

Organización
Defensor Nacional:El Defensor Nacional es el jefe superior del Servicio, a él le
corresponde dirigir, organizar y administrar la Defensoría, controlarla y velar por el
cumplimiento de sus objetivos.
Defensorías Regionales: Para cumplir su labor, la Defensoría Penal Pública atiende a
quienes requieran de sus servicios en todo Chile, a través de sus 16 Defensorías
Regionales. La Defensoría Regional es la encargada de la administración de los medios y
recursos necesarios para la prestación de la defensa penal pública en la Región a los
imputados o acusados por un crimen, simple delito o falta que sea de competencia de un
juzgado de garantía o de un tribunal de juicio oral en lo penal y de las respectivas Cortes,
en su caso, y que carezcan de abogado. De acuerdo a la Ley que rige a la Defensoría
Penal Pública existirá una Defensoría Regional en cada una de las regiones del país, con
excepción de la Región Metropolitana de Santiago, en la que habrá dos. Cada Defensoría
Regional estará a cargo de un Defensor Regional. El Defensor Regional será nombrado
por el Defensor Nacional, previo concurso público de oposición y antecedentes

Defensorías Locales:Las Defensorías Locales son unidades operativas en las que se


desempeñarán los defensores locales de la Región. Si la Defensoría Local cuenta con dos
o más defensores locales, se nombrará un defensor jefe. Los defensores locales podrán
ejercer funciones directivas o de jefaturas en las Defensorías Locales en que se
desempeñen.
Los defensores locales asumirán la defensa de los imputados que carezcan de abogado
en la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra y, en todo caso, con
anterioridad a la realización de la primera audiencia judicial a que fuere citado. Asimismo,
la asumirán siempre que, de conformidad al Código Procesal Penal, falte abogado
defensor, por cualquier causa, en cualquiera etapa del procedimiento. Mantendrán la
defensa hasta que la asuma el defensor que designe el imputado o acusado, salvo que
éste fuere autorizado por el tribunal para defenderse personalmente.
Para ser defensor local, se requiere: Ser ciudadano con derecho a sufragio; Tener título
de abogado, y No encontrarse sujeto a alguna de las incapacidades e incompatibilidades
para el ingreso a la administración pública

Licitación de Defensa Penal:Conforme a la ley 19.718, la defensa penal puede ser


ejercida directamente por la Defensoría mediante sus defensorías locales, o encargar a
personas o instituciones privadas esta labor, para lo cual la DPP realiza licitaciones en las
que participan, además del Defensor Nacional, una comisión nacional de licitaciones y en
cada región un comité de adjudicación.La licitación se rige por el DS 495 de Justicia de
2002
.
DEFENSA PENAL
La Defensoría Penal Pública garantizará que toda persona imputada de un delito cuente
con un abogado defensor en un plazo máximo de 24 horas desde que es detenido.
Compromisos de los defensores penales públicos:
 Proteger en todo momento sus derechos.
 Respetar las decisiones que usted tome.
 Brindarle un trato amable y respetuoso.
 Mantenerlo informado sobre el desarrollo de su causa.
TIPOS DE DEFENSAS:
Defensa pena juvenil: La Defensoría cuenta con un modelo especializado para la atención
de jóvenes infractores, de manera que se les facilite la comprensión de su situación legal
para un adecuado ejercicio de sus derechos, se les garantice una asesoría jurídica de
calidad y se procure contribuir en la relación con sus familiares, tanto en la entrega de
información oportuna, como en la obtención de su colaboración para una defensa eficaz
de sus derechos.
Defensa penitenciaria: Su objetivo es contribuir a mejorar la aplicación de garantías
constitucionales y el acceso a la justicia de los condenados privados de libertad, de
manera que los condenados privados de libertad cuentan con asistencia letrada
especializada, es decir, puedan ejercer el conjunto de acciones, judiciales y extrajudiciales
durante el cumplimiento de la condena privativa de libertad y hasta la completa ejecución
de la misma, sea que ésta se verifique en privación de libertad o gozando de libertad
condicional y que están destinadas a resguardar los intereses, garantías y derechos del
condenado adulto.
Defensa penal indígena: Su objetivo es fortalecer el “Modelo y Sistema de Defensa
Indígena fortalecido y mejorado con incorporación de Convenio 169 de la OIT”. El
propósito de la prestación, es que mediante el apoyo al desarrollo de modelos y sistemas
de defensa especializada se permita para mejorar la aplicación de garantías
constitucionales y el acceso a la justicia de grupos en condición de vulnerabilidad.
Género: Se busca prestar el servicio de defensa penal recogiendo las particularidades de
las mujeres y de los hombres y resguardar que los criterios de género estén presentes en
todos los productos estratégicos de la institución.
Defensas especializadas en materia de discapacitados mentales y extranjeros: A partir de
2012 se profundiza la labor de desarrollar defensas especializadas respecto de grupos
vulnerables, incluyendo a dos grupos que a la fecha no contaban con asesoría
especializada, los discapacitados mentales, sobre todo respecto de aquellos que se
encuentran en recintos carcelarios, como también los extranjeros que se encuentran
imputados por algún delito.
De personas extranjeras y migrantes: La Defensoría Penal Pública le otorga prioridad a la
defensa de extranjeros, en cumplimiento de las obligaciones internacionales contraídas
por Chile en materia de derechos humanos. En términos generales, esto implica, por una
parte, que cada Estado debe tener presente que los migrantes indocumentados o en
situación irregular han sido identificados como un grupo en situación de vulnerabilidad,
“debido, entre otras cosas, a que no viven en sus Estados de origen y a las dificultades
que afrontan a causa de diferencias de idioma, costumbres y culturas, así como las
dificultades económicas y sociales y los obstáculos para regresar a sus Estados de origen
a que deben hacer frente…” (Naciones Unidas, Asamblea General, resolución sobre
“Protección de los migrantes” A/54/166 de 24 de febrero de 2000).
GENDARMERÍA DE CHILE (GENCHI)

Gendarmería de Chile, es el servicio público de Chile dependiente del Ministerio de


Justicia que tiene por finalidad atender, vigilar y contribuir a la reinserción social de las
personas que por resolución de autoridades competentes, fuesen restringida o privadas
de su libertad y el resguardo de los Tribunales de Justicia y Centros de Régimen Cerrado
y de Internación Provisoria del Servicio Nacional de Menores. Creada el 30 de noviembre
de 1921, su lema es "Deus Patria Lex" (del latín "Dios, Patria, Ley"). Su símbolo es un
castillo, y su actual nombre deriva del nombre francés "gend'armes"; que significa "gente
de armas"

Misión
“Contribuir a una sociedad más segura, garantizando el cumplimiento eficaz de la
detención preventiva y de las condenas que los Tribunales determinen, proporcionando a
los afectados un trato digno, acorde a su calidad de persona humana y desarrollando
programas de reinserción social que tiendan a disminuir las probabilidades de reincidencia
delictual”

Objetivos Estratégicos
- Garantizar el cumplimiento eficaz de la detención preventiva y de las condenas que los
Tribunales determinen, previniendo conductas y situaciones que pongan en riesgo el
cumplimiento de este objetivo.
- Proporcionar una atención y un trato digno a la población puesta bajo la custodia del
Servicio, reconociendo y respetando los derechos inalienables de las personas,
entregando un conjunto de condiciones básicas de vida que faciliten el ejercicio de los
derechos no restringidos por la reclusión.
- Fomentar conductas, habilidades, destrezas y capacidades que incrementen las
probabilidades de reinserción social de la población penal, involucrando en este proceso a
sus familias, instituciones, empresas y comunidad en general.

Productos Estratégicos
1.- Vigilancia
Acción ejercida por la Administración Penitenciaria que implica la observación activa,
atenta y personalizada de la conducta de las personas puestas a su disposición, en
cualquier condición, con el fin de prevenir toda acción que pueda atentar contra el deber
institucional de hacerlas cumplir con la pena impuesta; de ponerlas oportunamente a
disposición de los tribunales cuando éstos lo soliciten. En el caso de la población penal
con Medidas Alternativas a la Reclusión o con Beneficios Intrapenitenciarios, la vigilancia
adquiere el carácter de control del cumplimiento de las medidas restrictivas de libertad.

2.- Atención
Acción, a través de la cual el Servicio, directamente o a través de terceros, proporciona a
las personas recluidas, un conjunto de condiciones básicas en materia de: infraestructura,
higiene ambiental, alimentación, vestuario personal y ropa de cama, aseo personal,
atención de salud, facilidades de comunicación, atención espiritual, acceso a la
educación, al trabajo, a la cultura, a la información, al deporte y recreación, de las que ha
sido privada como consecuencia de la reclusión, de manera de aminorar el deterioro físico
y psicológico de ella, evitar causar daños innecesarios y facilitar el ejercicio de los
derechos no restringidos por la reclusión. Desde la perspectiva ciudadana, se entiende
por atención la entrega de información en los plazos legales, así como la entrega de las
respuestas de las solicitudes de información bajo las leyes 19.880 y 20.285 de acceso a la
información pública.

3.- Asistencia
Acción a través de la cual el Servicio, directamente o través de terceros, estimula el
desarrollo de condiciones individuales de las personas condenadas durante el período de
permanencia en el sistema penitenciario, de manera de lograr la modificación de
conductas y motivaciones que inciden en la génesis de los actos delictivos y en la
preparación del individuo para su incorporación activa en el medio libre

Establecimientos penitenciarios:
Se denominan genéricamente establecimientos penitenciarios, los recintos donde deban
permanecer custodiadas las personas privadas de libertad en razón de detención y
mientras están puestas a disposición del Tribunal pertinente; las personas sometidas a
prisión preventiva y las personas condenadas al cumplimiento de penas privativas de
libertad.
Corresponden también a esta denominación las dependencias destinadas al seguimiento,
asistencia y control de los condenados que, por un beneficio legal o reglamentario, se
encuentren en el medio libre.

CATEGORÍAS DE ESTABLECIMIENTOS PENITENCIARIOS

Centros de Detención Preventiva (C.D.P.): Son establecimientos destinados a la atención


de detenidos y sujetos a prisión preventiva.
Centros de Cumplimiento Penitenciario (C.C.P.): Son establecimientos destinados al
cumplimiento de penas privativas de libertad, los que podrán tener los siguientes
regímenes: cerrado, semiabierto y abierto.
Centros Penitenciarios Femeninos (C.P.F.): Son establecimientos destinados a la
atención de mujeres se denominan y en ellos existirán dependencias que contarán con
espacios y condiciones adecuadas para el cuidado y tratamiento pre y post-natal, así
como para la atención de hijos lactantes de las internas.
En aquellos lugares en que no existan estos Centros, las internas permanecerán en
dependencias separadas del resto de la población penal, sin perjuicio de que se
incorporen a actividades conjuntas con la población penal masculina.
Complejos Penitenciarios (C.P.): Son aquellos en que los establecimientos penitenciarios
coexisten en un mismo perímetro y aplican un régimen interno y tratamiento diferenciado
a los reclusos, con el apoyo de servicios únicos centralizados de seguridad,
administración, salud, reinserción social, laboral y de registro y movimiento de la
población penal.
Los establecimientos que formen parte de un Complejo Penitenciario podrán albergar
exclusivamente a personas detenidas, sujetas a prisión preventiva, o condenadas, con
excepción de los Centros Penitenciarios Femeninos (C.P.F.), los cuales podrán recibir
mujeres de toda calidad procesal.
Los Centros de Cumplimiento Penitenciario que contemplen un determinado tipo de
tratamiento de reinserción social, se denominan Centros de Educación y Trabajo (C.E.T.),
Centros Abiertos, Centros Agrícolas o tendrán otra denominación específica aprobada por
la Administración Penitenciaria.

PENAS SUSTITUTIVAS A LA RECLUSIÓN

El 27 de diciembre de 2013 entró en vigencia la Ley N°20.603 de Penas Sustitutivas a la


Reclusión que modificó la Ley N°18.216 de Medidas Alternativas a la Reclusión vigente
desde el año 1983.
Las penas sustitutivas son aquellas que un tribunal establece, previa constatación de
ciertos requisitos legales, en sustitución de una pena privativa o restrictiva de libertad
(cárcel).

Las penas sustitutivas son:


- Remisión Condicional de la Pena:
Consiste en la sustitución de la pena privativa de libertad por el control administrativo
realizado en Gendarmería de Chile durante cierto tiempo (firma mensual).
- Reclusión Parcial:
Consiste en el encierro de la persona en su domicilio o en establecimientos especiales de
Gendarmería, durante 56 horas semanales. La reclusión parcial podrá ser diurna,
nocturna o de fin de semana.
- Libertad Vigilada:
Es una forma de cumplir condena sin tener que estar recluido. El penado estará sometido
a un programa de intervención bajo la vigilancia y orientación permanente de un delegado
de Gendarmería de Chile. Pueden acceder aquellas personas que han sido condenadas a
penas de cárcel entre 2 a 3 años.
- Libertad Vigilada Intensiva:
Es una forma de cumplir condena sin estar recluido. Se caracteriza por un régimen de
mayor control, en el que el penado estará sujeto al cumplimiento de un programa de
actividades bajo la aplicación de condiciones especiales y; la orientación permanente y
rigurosa de un delegado de Gendarmería de Chile. Pueden acceder personas que han
sido condenadas a penas de cárcel entre 3 y 5 años.
- Expulsión de extranjeros:
Consiste en la expulsión de un extranjero condenado a una pena igual o inferior a cinco
años de presidio o reclusión menor en su grado máximo, y que no residiere de manera
legal en el país.
- Prestación de Servicios en Beneficio de la Comunidad:
Consiste en la realización de actividades esencialmente voluntarias y no remuneradas a
favor de la comunidad o en beneficio de personas en situación de precariedad,
coordinadas por un delegado de Gendarmería de Chile.

Los Centros de Reinserción Social


Los Centros de Reinserción Social (C.R.S.) son establecimientos penitenciarios con
régimen abierto (que brindan atención ambulatoria) donde se coordinan, concentran y
desarrollan las actividades de control, asistencia e intervención de las personas que han
sido condenadas a alguna de las Penas Sustitutivas a la Reclusión.
A nivel nacional existen 37 Centros de Reinserción Social:
Arica, Iquique, Antofagasta, Calama, Copiapó, Vallenar, La Serena, Ovalle, Quillota,
Quilpué, Valparaíso, Los Andes, San Antonio, Rancagua, San Fernando, Curicó, Talca,
Linares, Cauquenes, Chillán, Concepción, Los Angeles, Cañete, Angol, Temuco, Valdivia,
Osorno, Puerto Montt, Castro, Coyhaique, Punta Arenas, Santiago, Santiago Sur,
Santiago Poniente, Santiago Oriente

Relación con otras instituciones relacionadas al ámbito delictual


La Gendarmería de Chile trabaja en conjunto con otras instituciones con el objetivo de
combatir la delincuencia y ayudar a la comunidad, entre esas instituciones y servicios
públicos podemos hallar a:
Carabineros de Chile, una institución policial que en el pasado de su historia
estuvo fuertemente ligada a Gendarmería, ambas fueron una sola institución hace un
tiempo atrás. Hoy en día la principal tarea consiste en que en caso de una posible fuga de
reos, Carabineros llega al lugar proporcionando ayuda para atrapar a los fugitivos.
Policía de Investigaciones de Chile, trabaja en conjunto para obtener datos de
delincuentes pidiéndoselos al banco de datos institucional, también coopera como
Carabineros en el área de posibles fugas.
Bomberos de Chile, esta institución contribuye en caso de un motín de alta de
escala o una fuga de reos la cuál ocasione incendios tanto dentro como fuera de los
Establecimientos Penitenciarios proporcionando ayuda a Gendarmería, ya que si es
necesario evacuar a la población penal esto se hace en un trabajo en conjunto.
Servicio Nacional de Menores, desde que se dictó la nueva ley penal adolescente
los centros detención para menores quedaron bajo la responsabilidad de este servicio, por
lo que la institución se encarga de mantener una guardia armada perimetral en estos
recintos para menores.
Servicio de Registro Civil e Identificación, aporta datos claves para la institución
relacionados con la información de delincuentes procesado
SERVICIO NACIONAL DE MENORES (SENAME)

El Servicio Nacional de Menores (Sename) es un organismo gubernamental centralizado,


colaborador del sistema judicial y dependiente del Ministerio de Justicia. Se encarga de la
protección de derechos de niños, niñas y adolescentes, además de regular y controlar la
adopción en Chile.
Fue creado por el Decreto de Ley N 2.465 del 10 de enero de 1979, que constituye su Ley
Orgánica publicada en el Diario Oficial el 16 de enero del mismo año. Un decreto supremo
del 5 de diciembre de 1979 fijó la planta y el Sename entró en funciones el 1 de enero de
1980.
El Servicio lleva a cabo su gestión conforme a las instrucciones de los diversos tribunales
distribuidos a lo largo del país. Todos los servicios y asistencias que se prestan en la
institución, salvo las Oficinas de Protección de Derechos (OPD), están ligadas a la
justicia. Los niños y adolescentes que reciben atención han sido enviados directamente
por los Tribunales de Familia, vale decir, se encuentran judicializados.
Para cumplir con su labor, el Servicio cuenta con centros de atención directa y con una
red de colaboradores acreditados, que postulan con proyectos a licitaciones públicas. En
el caso de los centros directos, estos gastan el 37% del presupuesto institucional,
mientras que la red privada hace uso del 63% de este presupuesto.

Misión Institucional
Contribuir a la promoción, protección y restitución de derechos de niños, niñas y
adolescentes vulnerados/as, así como a la responsabilización y reinserción social de los
adolescentes infractores/as de ley, a través de programas ejecutados directamente o por
organismos colaboradores del servicio.

Objetivos Estratégicos Institucionales


1.- Restituir y/o reparar los derechos de los niños/as y adolescentes vulnerados en sus
derechos por medio de prestaciones de protección.
2.- Reinsertar socialmente a adolescentes imputados/as y/o condenados/as conforme a
estándares definidos por la Ley 20.084.
3.- Promover los derechos y prevenir la vulneración de los mismos para niños/as y
adolescentes.
4.- Supervisar tanto el cuidado de los niños/as y adolescentes atendidos en la oferta del
servicio, como a su vez hacer uso eficiente de los recursos disponibles, a fin de mejorar la
calidad de las prestaciones dando cumplimiento a los estándares establecidos por el
servicio, en concordancia con mandatos legales aprobados por el Estado de Chile.

5.- Adecuar continuamente la oferta dedicada a la atención de niños, niñas y adolescentes


vulnerados/as en sus derechos y la rehabilitación de adolescentes que han infringido la
ley, a fin de adecuarlas a las políticas nacionales e internacionales sobre la materia y
mandatos legales aprobados por el Estado de Chile, en conformidad a estándares de
calidad.

Principales funciones del Sename:


1.- Protección de la infancia:
Al momento de ratificarse en Chile la Convención Internacional de los Derechos del Niño
en 1990 –regida por cuatro postulados fundamentales: la no discriminación; el interés
superior del niño; su supervivencia, desarrollo y protección; y su participación en las
decisiones que los afecten-, el Sename, a través de su Departamento de Protección de
Derechos (Deprode), se constituyó en el instrumento esencial para la implementación de
una política de protección destinada a los niños, niñas, adolescentes (NNA) y sus familias
en situación de riesgo y vulnerabilidad social.
El Departamento de Protección de Derechos se preocupa de los niños/as con vulneración,
y lo que hace su política de protección es definir algunos de los principios básicos que la
orientan: integralidad en la atención y el interés superior de los niños, niñas y
adolescentes. Fundamentalmente, representa la definición del tipo de prestaciones que se
proporcionarán en la ejecución de esta política en líneas de promoción, protección y
reparación de derechos.
Como complemento al accionar del Estado, el servicio ha establecido en su intervención
tres niveles, cada uno de acuerdo a la complejidad que pueden presentar los problemas
que afectan a la población infanto-adolescente. La complejidad es un concepto que ayuda
a entender la gravedad de las vulneraciones que sufren los niños/as que llegan a la red
Sename, en la práctica su utilidad es vital para entender la naturaleza de estas
vulneraciones, siempre a través de los tres niveles de complejidad.
El primero, y de orden general, corresponde a la protección universal para quienes se
encuentran en una situación con problemas de integración de baja complejidad.
Un segundo nivel contempla acciones de protección y prevención de manera más
focalizada, visualiza como población objetivo a quienes, en la franja de 0 a 18 años,
presentan una situación de vulneración y riesgo equivalentes a una mediada complejidad
(niños y adolescentes con riesgo de deserción escolar, con consumo no problemático de
drogas y alcohol, vínculos intrafamiliares con relaciones violentas; etc.). La oferta
programática para estos casos implica la ejecución de programas de intervención
socioeducativa.
En el tercer nivel, interventor en las situaciones de mayor gravedad a que se enfrentan
niños, niñas y adolescentes –por lo que está orientado a la reparación-, se ubican las
acciones en el ámbito de la protección que en virtud de la complejidad de los problemas
asumen un carácter de mayor especialización. Específicamente: maltrato grave,
explotación sexual comercial, niños/as en situación de calle, consumo habitual de drogas
y explotación laboral de niños/as y adolescentes.
El abordaje de los dos últimos niveles, es decir, los de mediana y mayor complejidad, en
lo que concierne al Sename supone la articulación programática y acción de una fuerte
red de recursos intersectoriales, el concurso de las familias, el rol activo de los actores de
la comunidad emplazados en el territorio y el protagonismo de los niños, niñas y
adolescentes.

2.- Lineamientos generales:


Antecedentes
El Servicio Nacional de Menores, a través de su dirección nacional, ha decidido fortalecer
el trabajo territorial de prevención, participación y gestión local, buscando instaurar
estrategias y acciones tendientes a acoger las necesidades de la niñez y adolescencia en
todos los niveles de discusión bajo una lógica territorial; esto permitirá contar con un
sistema local que ampare la protección de derechos en cada una de las comunas del
país.
Asimismo, y junto con ampliar la oferta preventiva y especializada en la atención de niños,
niñas y adolescentes (NNA), busca generar condiciones que invoquen a los diferentes
actores instalados en los territorios a asumir el rol de garantes, según lo establecido en la
Convención Internacional de los Derechos del Niño (CIDN) y ratificado por el Estado
chileno, bajo una lógica intersectorial y de gestión de redes que incorpore la protección y
garantía de derechos de todos los niños, niñas y adolescentes, particularmente aquellos
más excluidos ya sea por su condición social, etnia u origen.
Dentro de la realidad existente en nuestro país, las Oficinas de Protección de Derechos
(OPD) han sido el único dispositivo instalado dentro de las comunas que ha impulsado la
articulación de las redes locales, interviniendo en la vida de los niños/as para mejorar sus
condiciones de vida y superar las vulneraciones en su contra detectadas dentro de la
comunidad.
Junto con dar atención a las víctimas vulneradas, también deben sensibilizar a municipios
y habitantes de cada comuna sobre la necesidad de una cultura de respeto a los derechos
de niños/as y adolescentes; los ciudadanos igualmente han de asumir su responsabilidad
para que esta cultura de respeto se haga efectiva.

Objetivo
“Contribuir al reconocimiento y goce pleno de los derechos de niños, niñas y adolescentes
en cada una de las comunas del país, a través del fortalecimiento de la prevención,
promoción y participación sustantiva en corresponsabilidad con los actores locales como
garantes de derechos”.

Funciones:
La Unidad de Prevención, Participación y Gestión Local (UPP) tendrá como finalidad
establecer una articulación integral entre la oferta programática existente, de manera que
exista una coordinación fluida entre los programas presentes en los distintos territorios.
De esta forma, se desarrollará un soporte institucional que permita el fortalecimiento de un
Sistema Local de Protección de Derechos (SLPD). Asimismo, se impulsará la
democratización de la oferta de Sename en las principales comunas del país, de acuerdo
a criterios técnicos que permitan el acceso de los niños/as y sus familias a este tipo de
oferta. Finalmente, se favorecerá el fortalecimiento de la gestión local a través de la
participación sustantiva de niños, niñas y adolescentes.

3.- Adopción:
La adopción es la medida de protección por excelencia que se aplica en subsidio de la
familia de origen, cuando se han agotado todas las posibilidades para que un niño/a
pueda reintegrarse o permanecer bajo el cuidado personal de sus padres o familia
biológica. Es el acto jurídico mediante el cual se crea un vínculo legal de parentesco entre
una persona o pareja y el hijo/a no biológico que recibe bajo su cuidado.
El objetivo de esta medida es proporcionar a un niño, niña o adolescente que haya sido
legalmente declarado "susceptible de ser adoptado" (sea por la cesión, inhabilidad o
abandono del cuidado parental), una familia estable que le permita crecer y desarrollarse
adecuadamente, en un ambiente de protección y afecto. Con ello se espera reparar, en lo
posible, el impacto que han dejado en él o ella las experiencias asociadas al abandono.
La adopción restituye al niño/a su derecho a tener una familia definitiva, otorgándole la
calidad de hijo/a respecto de los adoptantes desde el punto de vista legal, con todos los
derechos que ello implica y sin ningún tipo de diferencia respecto de los hijos biológicos.

Funciones Principales
El Servicio Nacional de Menores, como órgano rector es el encargado de llevar un registro
de solicitantes nacionales y extranjeros declarados idóneos, asimismo como de niños/as
declarados susceptibles de ser adoptados.
Se preocupa de la acreditación, fiscalización y supervisión de organismos nacionales y
extranjeros de programas de adopción, tanto los que se encuentran en las propias
Unidades de Adopción de Sename(UADOP), como los que ejecutan los Organismos
Colaboradores Acreditados (OCAs).
También se encarga de la certificación de la no existencia de matrimonio chileno, para los
efectos de determinar la adopción internacional.
Como autoridad central, desempeña un rol instaurador y ejecutor del sistema de
cooperación para prevenir el secuestro, venta y tráfico de niños. Debe garantizar el
reconocimiento de adopciones en los demás Estados Contratantes y acredita organismos
extranjeros que deseen realizar Programas de Adopción o intervenir en ellos; además,
fiscaliza para el cumplimiento de las obligaciones que impone el Convenio de La Haya.

Leyes de Adopción y Marco Legal Vigente


Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (1990).
Ley N° 19.620 y sus modificaciones (1999).
Reglamento Ley N° 19.620 (2000).
Convenio de La Haya sobre Protección del Niño y Cooperación en Materia de Adopción
Internacional (1999).
Ley de Subvención N° 20.032 (2005).
Creación Tribunales de Familia (2005).
En Chile, la adopción está regulada por la Ley N 19.620, del 5 de agosto de 1999, por su
reglamento, contenido en el DS N 944 de 2000, del Ministerio de Justicia, y por el
Convenio de La Haya sobre Protección del Niño y Cooperación en Materia de Adopción
Internacional de 1993, ratificado por Chile en 1999. Éste último cuerpo normativo,
coordina oficialmente las relaciones en materia de adopción entre los países que hayan
ratificado dicho convenio, con el propósito de generar adopciones seguras entre el país de
origen del niño/a y el país de recepción que constituirá su residencia definitiva.
Concordante con el espíritu de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño,
la Ley N° 19.620 establece en su artículo N° 1 que: "la adopción tiene por objeto velar por
el interés superior del adoptado y amparar su derecho a vivir y desarrollarse en el seno de
una familia que le brinde el afecto y los cuidados tendientes a satisfacer sus necesidades
espirituales y materiales, cuando ello no pueda ser proporcionado por su familia de
origen”.
El principio del interés superior del niño ha sido determinante en el enfoque que
actualmente rige todo el proceso de adopción, ya que tanto los especialistas como los
organismos que intervienen en él, deben resguardar siempre el bienestar del niño/a por
sobre cualquier otra consideración particular que pudieran presentar los adultos
interesados en su adopción.
4.- Justicia Juvenil:
El marco legal de este sistema está dado por la ley N° 20.084, promulgada el 28 de
Noviembre de 2005, la cual modificó sustancialmente los principios que regían en relación
con los jóvenes infractores de ley.
A siete años de su entrada en vigencia (junio 2007), esta legalidad creó un sistema de
justicia juvenil especializado, pensado en la reinserción de adolescentes y jóvenes. En su
artículo 29, establece como regla general que todos los intervinientes en las causas
adolescentes no sólo deben estar capacitados en las competencias propias de esta ley,
sino también en otras materias que dan cuenta que el sistema es operado por verdaderos
especialistas.
La Ley de Responsabilidad Penal Adolescente (LRPA) comenzó, por un lado, con ajustar
la normativa penal nacional en la materia a las garantías jurídicas establecidas en la
constitución, y por otro, con armonizar el tratamiento de los infractores juveniles a los
estándares establecidos por la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN).

Esto ha permitido avanzar, desde la finalidad fundamentalmente punitiva para la población


adulta, hacia el fin preventivo especial para los adolescentes. Antes de la entrada en
vigencia de la ley 20.084, los jóvenes entre 16 y 18 años de edad que cometían un delito
debían, en primer lugar, someterse a una declaración de discernimiento por parte del Juez
de Menores competente. Si el joven era declarado con discernimiento, era juzgado como
un adulto; por el contrario, si era declarado sin discernimiento, el propio juez dictaba a su
respecto las medidas de protección que estimase necesarias. En resumen, en el primer
caso eran tratados por el sistema como adultos, sin atender las particularidades de su
desarrollo en esta etapa de vida; en el segundo, eran objeto de medidas de protección
impuestas sin sujeción a las normas básicas del debido proceso.
Con la nueva ley, el sistema se centra en los jóvenes entre 14 y 18 años, recogiendo las
recomendaciones de la CDN en relación a relevar las características propias de la
adolescencia en el abordaje penal. De ahí que todas las sanciones y medidas se orientan
a la reinserción social, objetivo que está expresamente descrito por la ley, como principio
general y en la forma de ejecutar dichas sanciones.
Se definen las edades en la cual ingresan al sistema, además de establecer la privación
de libertad para los delitos más severos y como último recurso sancionatorio; al ser regida
por la Convención sobre los Derechos del Niño, la ley va especificando medidas de
acuerdo al rango etario de los jóvenes. Antes, el procedimiento penal era sólo restrictivo,
donde no había garantías de derechos; desde su entrada en vigencia, la Ley de
Responsabilidad Penal Adolescente (LRPA) comienza a implantar, ante todo, un sistema
garantista. Las antiguas medidas de protección o rehabilitación conductual podían tener
una duración y contenido indeterminado, surtiendo efecto sólo por un tiempo determinado,
lo que en el fondo radicaba en una “pena encubierta”.
Se marcaron cambios esenciales en relación a lo ya existente, esto por reformas como el
fin al examen de discernimiento para jóvenes entre 16 y 18 años antes descrito, y la
disminución de edad en la responsabilidad penal a partir de los 14. Los imputados de
entre 14 y 16 años pueden recibir una pena de 5 años máximo; quienes se encuentran
entre los 16 y los 18, admiten sentencias de hasta 10 años. El adolescente se acoge a un
plan de intervención que está acordado con el tribunal, donde tiene la obligación de
cumplir con ciertos compromisos que apuntan a disminuir la reincidencia y apoyar su
reinserción social. Este plan se va ejecutando y controlando, y si el acusado lo va
cumpliendo adecuadamente, la sanción que le fue atribuida puede sustituirse por una
menos gravosa. Cuando un joven es formalizado, automáticamente quedan establecidos
algunos principios de derecho, como la presunción de inocencia, el derecho a un debido
proceso y a un defensor público proporcionado por el Estado de Chile, entre otros.
Básicamente, con sanciones y normas definidas, se cambia el enfoque de la justicia
juvenil desde un sistema coercitivo/punitivo, a uno orientado a la reinserción,
responsabilización y rehabilitación social de aquellos que aún no cumplen los 18 años y
han quebrantado la ley penal. La comprensión acabada por parte de todos los actores de
las particularidades de los adolescentes infractores, del contenido de las sanciones, de los
programas disponibles, de los fenómenos sociales asociados y de la adolescencia como
fase del desarrollo humano, es absolutamente decisiva; la aplicación de sanciones y
medidas idóneas dependen inequívocamente de esta comprensión, para así promover el
reconocimiento de derechos e integración a la sociedad de los jóvenes infractores.
Este instrumento se complementa con el decreto 1.378, que corresponde al Reglamento
de la ley respectiva, publicado en el Diario Oficial del 25 de abril de 2007.
Adicionalmente, se promulgó la ley N 20.191 -publicada en el Diario Oficial del 2 de junio
de 2007- que introduce cambios en la ley 20.084, orientados fundamentalmente a aclarar
la aplicación de las penas contenidas en la norma original.

PROGRAMAS DE REINSERCIÓN SOCIAL: MEDIDAS Y SANCIONES


Ley de Responsabilidad Penal Adolescente
El sistema de ejecución de sanciones y medidas que contempla la ley es responsabilidad
del Servicio Nacional de Menores, donde aquellas privativas de libertad son administradas
directamente por el Servicio en centros acondicionados especialmente para ello; las
sanciones y medidas que no implican privación de libertad, están a cargo de organismos
colaboradores acreditados (OCAs) que hayan celebrado los convenios respectivos con
Sename, quien los supervisará técnica y financieramente.
También por parte de Sename, la especialización del sistema adquiere mucha relevancia
en relación con el control de su cumplimiento; se puede afirmar que eleva el estándar de
exigencia para el cumplimiento de la sanción, al contar el juez con mayor conocimiento
específico del adolescente y sus necesidades de intervención. La especialización,
asimismo, incide en otra dimensión de la ejecución: las sanciones de la población
adolescente son dinámicas, esto es, conforme se van cumpliendo los objetivos de
reinserción social definidos por los equipos técnicos y aprobados en el plan de
intervención individual, las condenas pueden sustituirse o remitirse, si ello se considera
favorable al proceso de reintegración. El uso estratégico de estas herramientas supone un
seguimiento de la evolución del joven por parte de los actores, y la capacidad de
comprender y evaluar todos los alcances del desarrollo de la intervención.
El artículo 20 de la ley 20.084, expone como finalidad de las sanciones el hecho de “hacer
efectiva la responsabilidad de los adolescentes por los hechos delictivos que cometan, de
tal manera que la sanción forme parte de una intervención socioeducativa amplia y
orientada a la plena integración social”.
En sustitución de las penas contempladas en el Código Penal y en las leyes
complementarias, las sanciones establecidas en el artículo 6 que se aplicarán a los
adolescentes serán las siguientes:

Penas de delitos:
Internación en régimen cerrado con programa de reinserción social;
Internación en régimen semicerrado con programa de reinserción social;
Libertad asistida especial;
Libertad asistida;
Prestación de servicios en beneficio de la comunidad, y
Reparación del daño causado.
Penas de faltas:
Prestación de servicios en beneficio de la comunidad;
Reparación del daño causado;
Multa, y
Amonestación.
Penas accesorias:
Prohibición de conducir vehículos motorizados, y
Tratamientos de rehabilitación por adicción a las drogas o al alcohol, a modo de sanción
accesoria a todas las anteriores si el juez así lo establece.

Criterios de determinación de la pena


Para determinar la naturaleza de las sanciones, el tribunal deberá atender, dejando
constancia de ello en su fallo, a los siguientes criterios según lo señalado en el artículo 24
de la LRPA:
a) La gravedad del ilícito de que se trate;
b) La calidad en que el adolescente participó en el hecho y el grado de ejecución de la
infracción;
c) La concurrencia de circunstancias atenuantes o agravantes de la responsabilidad
criminal;
d) La edad del adolescente infractor;
e) La extensión del mal causado con la ejecución del delito, y
f) La idoneidad de la sanción para fortalecer el respeto del adolescente por los derechos y
libertades de las personas y sus necesidades de desarrollo e integración social.

Extensión de la sanción y penas aplicables:


Desde 5 años y 1 día:
- Internación en régimen cerrado con programa de reinserción social.
- Internación en régimen semicerrado con programa de reinserción social.

Desde 3 años y un día a 5 años:


- Internación en régimen cerrado con programa de reinserción social.
- Internación en régimen semicerrado con programa de reinserción social.
- Libertad asistida especial.

Desde 541 días a 3 años:


- Internación en régimen semicerrado con programa de reinserción social.
- Internación asistida en cualquiera de sus formas.
- Prestación de servicios en beneficio de la comunidad.

Desde 61 a 540 días:


- Internación en régimen semicerrado con programa de reinserción social.
- Libertad asistida en cualquiera de sus formas.
- Prestación de servicios en beneficio de la comunidad.
- Reparación del daño causado.

Desde 1 a 60 días:
- Prestación de servicios en beneficio de la comunidad.
- Reparación del daño causado.
- Multa.
- Amonestación.
MEDIDAS Y SANCIONES PRIVATIVAS DE LIBERTAD:

Sanción de Internación en Centro de Régimen Cerrado (CRC) con programa de


reinserción social. En su artículo 17, la ley 20.084 señala: “La internación en régimen
cerrado con programa de reinserción social, importará la privación de libertad en un centro
especializado para adolescentes, bajo un régimen orientado al cumplimiento de los
objetivos previstos en el artículo 20 de esta ley. En virtud de ello, dicho régimen
considerará necesariamente la plena garantía de la continuidad de sus estudios básicos,
medios y especializados, incluyendo su reinserción escolar, en el caso de haber
desertado del sistema escolar formal, y la participación en actividades de carácter
socioeducativo, de formación, de preparación para la vida laboral y de desarrollo personal.
Además, deberá asegurar el tratamiento y rehabilitación del consumo de drogas para
quienes lo requieran y accedan a ello”.
Sename administra directamente 17 centros cerrados en todo el país, cuatro en la Región
Metropolitana y uno en cada región restante; funcionan las 24 horas del día, ya que la
privación de libertad es completa, con un área administrativa a cargo del personal
correspondiente, y otra técnica, donde se trabaja todo lo referente con la intervención
psicosocial de los jóvenes.
El hecho que se contemple en esta sanción el desarrollo de un programa de reinserción
social, está en directa relación con los mecanismos que proporciona la ley para que el
tribunal de ejecución cambie el cumplimiento de una sanción, ya sea por otra menos
gravosa o directamente dar por terminada la sanción. Esto siempre en la medida en que
se vayan cumpliendo exitosamente los objetivos de la intervención, y ello parezca más
favorable para la integración social del joven o adolescente.
De acuerdo a las exigencias legales, en estos centros se debe mantener separados a los
adolescentes ingresados de acuerdo a su edad, sexo y condición procesal (en general, a
través de casas al interior de los centros).
En cuanto a la dirección de su gestión, el artículo 43 de la ley señala: “La administración
de los Centros Cerrados de Privación de Libertad y de los recintos donde se cumpla la
medida de internación provisoria, corresponderá siempre y en forma directa al Servicio
Nacional de Menores.” Los CRC siempre incluyen guardia perimetral de Gendarmería de
Chile.

Sanción de Internación en Centro de Régimen Semicerrado (CSC) con programa de


reinserción social
“La sanción de privación de libertad bajo la modalidad de internación en régimen
semicerrado, supone la residencia obligatoria del adolescente en un centro de privación
de libertad, sujeto a un programa de reinserción social a ser desarrollado tanto al interior
del recinto como en el medio libre” (artículo 16). Una vez impuesta la pena y determinada
su duración, el director del centro que haya sido designado para su cumplimiento
propondrá al tribunal un régimen o programa personalizado de actividades, que deberá
considerar las siguientes prescripciones:
Las medidas a adoptar para la asistencia y cumplimiento por parte del adolescente del
proceso de educación formal o de reescolarización. El director del centro deberá velar por
el cumplimiento de esta obligación, y para dicho efecto mantendrá comunicación
permanente con el respectivo centro educacional.
El desarrollo periódico de actividades de formación, socioeducativas y de participación,
especificando las que serán realizadas al interior del recinto y las que se desarrollarán en
el medio libre.
Las actividades a desarrollar en el medio libre contemplarán, a lo menos, ocho horas, no
pudiendo llevarse a cabo entre las 22.00 y las 7.00 horas del día siguiente (este es el
horario de internación nocturna que se aplica en los Centros de Régimen Semicerrado), a
menos que excepcionalmente ello sea necesario para el cumplimiento de los fines
señalados en el artículo 16 y 20.
El programa personalizado de actividades será aprobado judicialmente en la audiencia de
lectura de la sentencia o en otra posterior, que deberá realizarse dentro de los 15 días
siguientes a aquella.
El director del centro informará periódicamente al tribunal acerca del cumplimiento y
evolución de las medidas a tomar, para la asistencia y consumación del proceso de
educación formal o de reescolarización por parte del adolescente.
Los CSC son administrados actualmente de forma directa por Sename, aunque la ley
permite su administración por medio de organizaciones colaboradoras. La población de
estos centros corresponde a condenados/as.

Medida Cautelar en Centro de Internación Provisoria (CIP)


Es una medida cautelar excepcional, que se lleva a cabo en base al enfoque de riesgo,
necesidad y capacidad de respuesta, con el propósito de resguardar los derechos
humanos de los/as adolescentes imputados, mientras se encuentran esperando su
sentencia en centros cerrados. Esto implica que las actividades a realizar se planifican y
evalúan según los principios básicos de la Convención sobre los Derechos del Niño,
cuidando que no se vulneren los derechos allí estipulados. Las normas establecen que es
necesario cautelar que los adolescentes en internación provisoria reciban atención en
salud física, psicológica, educación y recreación según sus necesidades.
Lo anterior está descrito en el artículo 13.5 de las Reglas mínimas de las Naciones Unidas
para la administración de la justicia de menores (Reglas de Beijing): “Mientras se
encuentren bajo custodia, los menores recibirán cuidados, protección y toda asistencia
–social, educacional, profesional, psicológica, médica y física- que requieran, habida
cuenta de su edad, sexo y características individuales”.
La internación provisoria en un centro cerrado sólo será procedente tratándose de la
imputación de crímenes, debiendo aplicarse cuando los objetivos señalados en el inciso
primero del artículo 155 del Código Procesal Penal (“garantizar el éxito de las diligencias
de investigación o la seguridad de la sociedad; y proteger al ofendido o asegurar la
comparecencia del imputado a las actuaciones del procedimiento o ejecución de la
sentencia”) no pudieran ser alcanzados mediante la aplicación de algunas de las demás
medidas cautelares personales, entre las cuales se encuentran: a) la privación de libertad,
total o parcial, en su casa o lugar de residencia; b) la sujeción a la vigilancia de una
persona o institución determinada, las que informarán periódicamente al juez; c) la
obligación de presentarse periódicamente ante el juez o la autoridad que él haya
designado; d) la prohibición de salir del país; e) la prohibición de asistir a determinadas
reuniones, recintos o espectáculos públicos; f) la prohibición de comunicarse con
personas determinadas, y g) la prohibición de aproximarse al ofendido o a su familia.
La decisión de internación provisoria en centros cerrados (CIP-CRC), siempre
administrados directamente por Sename, corresponderá al Juez de Garantía, que la
impondrá como medida cautelar y, como se ha señalado anteriormente, a la espera de
que se resuelva la situación procesal del acusado.

La población de estos centros corresponde a imputados/as.

MEDIDAS Y SANCIONES NO PRIVATIVAS DE LIBERTAD (DE MEDIO LIBRE):

Programa de Libertad Asistida Especial (PLE)


En esta modalidad se deberá asegurar la asistencia del adolescente a un programa
intensivo de actividades socioeducativas y de reinserción social en el ámbito comunitario,
que permita la participación en su proceso de educación formal, la capacitación laboral, la
posibilidad de acceder a programas de tratamiento y rehabilitación de drogas –en centros
previamente acreditados por los organismos competentes- y el fortalecimiento del vínculo
con su familia o adulto responsable.
En la resolución que apruebe el programa, el tribunal fijará la frecuencia y duración de los
encuentros obligatorios y tareas de supervisión de un delegado, previamente designado
para el adecuado cumplimiento del proceso de reinserción.
El objetivo general del PLE es la realización de un programa intensivo y especializado de
intervención y supervisión en el contexto de la sanción dictada por el Tribunal, que
favorezca la reinserción social del adolescente y su responsabilización frente al delito
cometido. La duración de esta sanción será de tres años como máximo.

Programa de Libertad Asistida (PLA)


Consiste en el cumplimiento de una sanción penal dictaminada por un juez, en la cual el
adolescente debe ingresar a un programa ambulatorio con intervención personalizada a
cargo de un delegado de libertad asistida. El adolescente debe seguir el control y
supervisión del delegado, conforme a un plan de desarrollo personal basado en
programas y servicios que favorezcan su integración social. La función del delegado
consiste en la orientación, control y motivación del adolescente, e incluirá la obligación de
procurar por todos los medios a su alcance el acceso efectivo a los programas y servicios
requeridos.
El control del delegado se ejecutará en base a las medidas de fiscalización y vigilancia
que sean aprobadas por el tribunal, que incluirán la asistencia obligatoria del adolescente
a encuentros periódicos previamente acordados con él mismo. Para ello, una vez
designado, el delegado propondrá al tribunal un plan personalizado de cumplimiento de
actividades periódicas, a realizarse en programas o servicios de carácter educativo,
socioeducativo, de terapia, de promoción y protección de sus derechos y de participación.
En este plan se deberá incluir la asistencia regular al sistema escolar o de enseñanza que
corresponda; también pueden ir medidas como la prohibición de asistir a determinadas
reuniones, recintos o espectáculos públicos, de visitar determinados lugares y de
aproximarse a la víctima, a sus familiares u otras personas determinadas. Esta sanción no
podrá exceder los tres años de duración.

Prestación de Servicios en beneficio de la comunidad y de reparación del daño causado


(SBC)
Consiste en la realización de actividades no remuneradas a favor de la colectividad o en
beneficio de personas en situación de precariedad. Requiere del acuerdo del condenado,
sino, debe ser sustituida por una sanción superior, no privativa de libertad.
El objetivo general de la sanción es desarrollar un proceso socioeducativo con el
adolescente infractor, a través de la supervisión y acompañamiento guiado de actividades
idóneas de reparación, ya sea con una víctima o con miembros de una comunidad, que
tenga impacto en su sentido de responsabilidad por la participación en infracciones a la
ley penal, y también en su integración social. Esto es, fomentar la participación activa y
reflexiva del adolescente, a través de un proceso educativo y de toma de conciencia de
responsabilidad, que le permita establecer el vínculo entre la actividad de servicio a la
comunidad y el delito que ha cometido.
La atención al adolescente es responsabilidad de un profesional delegado, quien debe
establecer un vínculo con el infractor para generar experiencias educativas, que permitan
transformar la actividad en una práctica reparatoria, generadora de aprendizajes que
potencien tanto el desarrollo en torno a la responsabilización activa, como las habilidades
para la interacción con los demás.
La prestación de servicios en beneficio de la comunidad no podrá exceder en ningún caso
las cuatro horas diarias, debiendo ser compatible con la actividad educacional o laboral
que el adolescente realice. La sanción tendrá una extensión mínima de 30 horas y
máxima de 120.
La reparación del daño consiste en la obligación de resarcir a la víctima el perjuicio
causado con la infracción o falta, sea esto mediante una prestación en dinero, la
reposición y/o restitución de la cosa o asunto objeto de la infracción, o un servicio no
remunerado en su favor. En este último caso, la imposición de la sanción requerirá de la
aceptación previa tanto del condenado como de la víctima.
Se entiende que la reparación a quien fue perjudicado es una forma de responsabilización
del adolescente, que tiene un sentido restaurativo en la medida que exista un proceso que
ponga acento en la posibilidad de encuentro entre el adolescente infractor y la víctima,
que permita tanto el reconocimiento del daño hacia terceros como el deterioro de los lazos
sociales, junto a la construcción de acuerdos que den cabida a actos de reparación por
parte del adolescente. El objetivo de la sanción es un procedimiento de restauración de
lazos y de generación de significaciones en el adolescente, a través de un proceso
reflexivo que dé sentido a la perspectiva (racional y emocional) y a la acción de
reparación: vínculo entre delito/daño a terceros/reparación, y promover el restablecimiento
de las relaciones entre el adolescente y la víctima (y/o la comunidad).

Multa
El juez podrá imponer una multa a beneficio fiscal que no exceda de 10 unidades
tributarias mensuales (421.780 pesos aprox.). Para su aplicación y fijación del monto,
además de los criterios señalados anteriormente en el artículo 24 de la ley 20.084, se
considerarán la condición y facultades económicas del infractor o de la persona que se
encuentre a su cuidado.
El juez, a petición del adolescente o de su defensor, podrá autorizar el pago de la multa
en cuotas. Esta podrá ser conmutable, a solicitud del infractor, por la sanción de servicios
en beneficio de la comunidad, a razón de 30 horas por cada tres unidades tributarias
mensuales.

Amonestación
Consiste en la reprensión enérgica al adolescente hecha por el juez, en forma oral, clara y
directa, dirigida hacerle comprender la gravedad del delito cometido y las consecuencias
que el mismo tiene o podría haber tenido, tanto para la víctima como para el propio
adolescente, instándole a cambiar de comportamiento y formulándole recomendaciones
para el futuro.
La aplicación de esta sanción requerirá una previa declaración del adolescente,
asumiendo su responsabilidad en la infracción cometida.
Los padres o guardadores serán notificados de la imposición de la sanción, en caso de no
estar presentes en la audiencia.

SANCIONES ACCESORIAS:
Tratamiento de Drogas
El juez está facultado para establecer, como sanción accesoria a todas las previstas en el
artículo 6 de esta ley anteriormente descritas, sin perjuicio que dentro de los planes
individuales o de reinserción social pueda incorporarse como una de las actividades
necesarias y siempre que sea inexcusable en atención a las circunstancias del
adolescente, la obligación de someterlo a tratamientos de rehabilitación por adicción a las
drogas o al alcohol.
La preocupación de abordar los problemas de consumo problemático de drogas y/o
alcohol de los adolescentes infractores de ley como parte del sistema penal, incorporando
la sanción accesoria a la LRPA, se fundamenta en la asociación significativa ente el
consumo de droga y la comisión de delito. Es decir, la sanción se basa en la idea que un
porcentaje importante de jóvenes infractores de ley muestra un consumo problemático de
estupefacientes y/o alcohol.
MODULO II
DERECHO PENAL, TEORIA DEL DELITO Y TIPOLOGIA DE

LA CONDUCTA DELICTUAL

“La Ética en Materia Penal”


ABOGADOS, JUECES, FISCALES Y DEFENSORES. SU ROL FRENTE A LA ÉTICA
PROFESIONAL

Por Ernesto Vásquez B.

Abogado

En nombre del derecho a la libre asociación se ha querido imponer históricamente que


quienes no desean estar bajo el tutelaje moral de un Colegio Profesional, pueden
actuar con impunidad para hacer y deshacer en nombre del derecho, sin más
responsabilidad que un supuesto e inverosímil juicio ordinario de incumplimiento de
deberes profesionales. Esto es letra muerta para enfrentar la impunidad de un
abogado amoral.

Desde que vislumbré que tendría entre mis manos el ansiado título profesional de
abogado, una de las cosas que me propuse -después de brindárselo a mis padres- fue
encaminar mis pasos hacia la sede del Colegio de Abogados, para solicitar la
incorporación a éste. Sabía que implicaba someterse voluntariamente a un estatuto
ético.

En estos días, al promulgarse la última reforma a la Constitución Política, se ha


querido darle el sitial que se merece al control ético de los profesionales en general.
En cambio, algunos con suprema ignorancia y escasez valórica siempre han querido
desechar este tema, remitiéndolo al baúl de los recuerdos, circunscribiéndolo
peyorativamente a una labor puramente gremial sin mayor repercusión profesional.

Amén de lo anterior, en nombre del derecho a la libre asociación se ha querido


imponer históricamente que quienes no desean estar bajo el tutelaje moral de un
Colegio Profesional, pueden actuar con el escudo protector de la impunidad para
hacer y deshacer en nombre del derecho, sin más responsabilidad que un supuesto e
inverosímil juicio ordinario de incumplimiento de deberes profesionales. Esto es letra
muerta para enfrentar la impunidad de un abogado amoral.

En mérito de lo expuesto y atendido que entonces la cuestión ética de los abogados


ha pasado a ser preocupación de primerísima importancia para el legislador, es que
resulta coherente y necesario abordar este tema de cuya discusión -con la altura de
mira necesaria y acorde a nuestra calidad profesional- deben ser partícipes la mayor
cantidad de colegas que laboran en los más diversos ámbitos del derecho. El presente
documento aparece como una reflexión sencilla, sin más pretensión que ser una
invitación cordial para que otros colegas se acerquen al foro y viertan en él sus
interesantes opiniones.
LOS ACTORES DEL SISTEMA

Acotando esta primera visión respecto del tema que nos ocupa, parece necesario
referirse a labor de los abogados en el nuevo sistema procesal penal, a la luz de la
ética profesional, como actores presentes en las tres labores en que se plasma el
nuevo procedimiento: juez, fiscal y defensor penal. Siempre he creído que los diversos
roles que el abogado desempeña en este nuevo sistema penal son sólo miradas
diversas de una misma labor: actuación jurídica en el ámbito penal que de alguna
manera legítima la intervención del Estado en este tema. Entonces, el sistema
funciona cuando cada actor del mismo trabaja con estricto apego a estándares de
calidad orientando su conducta en la ética que colorea toda labor humana.

Resulta necesario dar una visión panorámica y muy somera, la cual en una
aproximación nos permita vislumbrar como los mandatos de la ética del abogado
alcanzan a todos quienes profesionalmente intervienen en el proceso penal. Ha de
consignarse inicialmente que haciendo una lectura del Código Procesal Penal, éste no
ahonda mayormente en las obligaciones éticas de los abogados. Sin embargo, es
posible apreciar en las facultades disciplinarias de los jueces de garantía y los
magistrados del tribunal oral, disposiciones que le permiten orientar desde un ámbito
también ético la conducta de los intervinientes.

El tema no resulta pacífico y habrá muchos colegas que se sorprenderán con aquella
afirmación, sosteniendo al contrario que son ámbitos diferentes. Sin embargo, la
reforma constitucional aprobada implica un mandato de control ético para todos los
profesionales, al menos al nivel de directriz conductual, la cual se ilustra en el proceso
penal. Por ejemplo, en la invitación que se efectúa a los intervinientes para adecuar su
conducta en los términos expuestos en los artículos 292 y 293 de Código del ramo.
Ello no es otra cosa que la materialización del aspecto ético en la conducta de los
intervinientes y que el texto procesal sólo materializa por mandato legislativo.

En este ámbito resulta necesario dar por sentado que aunque el legislador le entrega
una herramienta disciplinaria al juez (o jueces en su caso), también respecto de éstos
pesa un mandato ético que ha de orientarlos en su calidad de hombres de derecho.

La experiencia nos dice que los mejores magistrados hacen de la sencillez una regla
de vida más que una virtud temporal. Se viene a la memoria la figura del magistrado y
profesor universitario don Mario Garrido Montt, de quien tuve el honor de ser alumno
en la Universidad de Chile. Nadie podrá decir que su sencillez le restaba autoridad e
impronta de buen juez. Otros magistrados -afortunadamente los menos- se anidan en
la arrogancia y en la prepotencia de quien quiere imponer su verdad como dogma y
sus ideas como doctrina, sin considerar que su interlocutor es un ser humano con su
misma educación y en definitiva un colega que merece un trato digno. Muchos hemos
sido testigos de tratos a colegas por parte de algunos jueces, que se alejan mucho del
ideal de atención que merece todo profesional.
EQUIDAD Y JUSTICIA

Este tema -así como a los jueces- también obliga que la conducta de los fiscales y
defensores (institucionales, licitados y privados) esté a la altura de lo que la sociedad
aspira de los mismos. Fiscales sencillos y accesibles -dentro de sus posibilidades- de
un buen trato, que den cuenta de los principios que en el Ministerio Público se
impregnan al ingresar. Profesionales al servicio de la justicia.

Cabe reiterar que la misión de éstos se resume en la persecución penal, la protección


a las víctimas y la investigación profesional de los hechos ilícitos. Así, el tener el
monopolio legal en la investigación pública impone a los fiscales una conducta de elite
valórica intachable, que sea coherente con la misión que la máxima autoridad nacional
y regional les entrega al designarlos como sus fiscales adjuntos: luchar en pos de un
ideal con valores de justicia y equidad, con un gran sentido del honor.

Es útil también señalar a los abogados que observan el presente documento que en lo
que respecta a los fiscales adjuntos, existen mecanismos internos e institucionales de
control en lo que dice relación con la conducta y probidad de dichos funcionarios,
haciendo eco esta novel institución que la prevención en este tipo de materia a la luz
de una ética de conducta permanente, es el mejor seguro para que ella se consolide y
cobije en su seno a persecutores penales ajenos a los actos antiéticos tan comunes en
la sociedad moderna.

En lo que respecta a los defensores, debe tenerse presente que existe a su respecto
ámbitos diversos de análisis, dependiendo del área en que nos encontremos. Así, si
estamos en el ámbito público están los Defensores Penales Público Institucionales por
un lado y Licitados por el otro. A este respecto y sin entrar al detalle de los
mecanismos de control institucionales o que existen en las bases de licitación, con los
comités de adjudicación -en forma previa- y los inspectores internos y las auditorias
externas, después, resultan mecanismos idóneos en los cuales también debiera existir
una cuota de control ético.

A fin de ilustrarnos en esta materia, resulta necesario abordar un estudio que efectuó
una comisión académica encabezada por el profesor Rafael Blanco en la Universidad
Alberto Hurtado, que da cuenta de diversos aspectos que los señalados defensores
han de tener presente, no obviando esta obligación -por analogía- los Defensores
Penales Privados, quienes en cumplimiento del ejercicio del derecho a la defensa
debieran cumplir con al menos estos cánones. El estudio señala someramente las
siguientes obligaciones para la defensa:

“Cualquiera sea la etapa procesal en que se encuentre, el defensor deberá respetar


siempre los siguientes principios generales básicos:

Conocer y respetar las normas que regulan el nuevo proceso.

Dominar distintas técnicas o destrezas de litigación oral.

Proceder de buena fe en cada una de sus intervenciones profesionales, especialmente


en lo concerniente a la interpretación de los hechos y de las normas jurídicas.
Representar, promover y proteger los derechos e intereses del acusado durante todo
el procedimiento, en tanto no cese su representación.

Comportarse en forma apropiada y respetuosa durante todas las audiencias del


procedimiento y velar porque igual comportamiento mantengan su asistente, el
acusado, los testigos y peritos propios.

Abstenerse cuidadosamente de expresiones injuriosas o malévolas al momento de


intervenir.

No llevar... ningún elemento que pudiera perturbar el orden de la audiencia ni adoptar


un comportamiento intimidatorio, provocativo o contrario al decoro.

Evitar cualquier tipo de dilación inoficiosa en la causa en la que está interviniendo“.

LA VISIÓN DEL COLEGIO DE ABOGADOS

Hemos dejado para el final el tratamiento que el Código de Ética Profesional de


nuestro Colegio efectúa. Así las cosas, podemos hacer una vista panorámica de sus
artículos, concluyendo que:

“La esencia del deber profesional, se funda en que el abogado debe tener presente
que es un servidor de la justicia y un colaborador de su administración. Debe mantener
el honor y la dignidad profesional, debiendo hacer presente la conducta moralmente
censurable de jueces y colegas. El abogado debe obrar con honradez y buena fe,
absteniéndose del empleo de recursos y formalidades legales innecesarias y éste es
libre para hacerse cargo de la defensa de un acusado, cualquiera sea su opinión
personal sobre la culpabilidad de aquél. Pero habiéndola aceptado, debe emplear en
ella todos los medios lícitos.

“Entre los abogados debe haber fraternidad que enaltezca la profesión, respetándose
recíprocamente sin dejarse influir por la animadversión de las partes. Se abstendrán
cuidadosamente de expresiones malévolas o injuriosas y de aludir a antecedentes
personales, ideológicos, políticos o de otra naturaleza de sus colegas. Un abogado
debe ser caballeroso con sus colegas y facilitarles la solución de inconvenientes
momentáneos cuando por causas que no le sean imputables estén imposibilitados. No
faltará a su concepto de la decencia y del honor”.

Una lectura serena de las indicadas ideas matrices que inspiran el Código del ramo,
dará a los abogados que ejercen sus funciones como intervinientes en el nuevo
proceso penal, señales claras, potentes y sólidas para orientar su conducta y la de los
colegas en este ámbito. Sin duda alguna existe un silencioso llamado para adecuar el
patrón ético de nuestro Colegio a las nuevas realidades que hoy nos abordan. No
obstante, dicha misión, tantas veces proclamada, aparece hoy por hoy urgente ante el
estatus que la carta fundamental nuevamente le otorga a estas instituciones, teniendo
ahora un rol ético que bien vale repensar en sus potestades y fines.
Pero es necesario reafirmar que no habrá parámetro de conducta eficaz ni regla
suficiente, si no existe un compromiso cultural y profesional en este tema. En
definitiva, la ética va de la mano con los valores y principios que cada familia sustenta
en su núcleo y por ello la esencia de las cosas es crear profesionales que sean ante
todo buenas personas, nobles y serviciales. En definitiva, abogados dignos de tener un
papel preponderante en el nuevo sistema procesal penal, cuya directriz última ha de
ser siempre servir a la sociedad a través de distintos roles que el Estado necesita para
construir justicia.

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