You are on page 1of 4

Temas a desarrollarse en esta 3ra etapa de Emergencia Sanitaria 2020

Destinatarios: alumnos de 2 do año Escuela :Técnica “Gral. Joaquín de Madariaga”


Tema:” LA NARRACIÓN: EL CUENTO FANTÁSTICO”
Ortografía: uso de signos auxiliares: El punto y la coma.
Características del cuento fantástico:
RELATO FANTÁSTICO
Narración basada en hechos irreales cuya principal condición es irrumpir el orden natural de las
cosas.

Recursos de los relatos Fantásticos:


· Alteración en el tiempo
· Ambiente extraño
La vacilación entre que es real y no.

Estructura Narrativa:
· MARCO: Situación inicial: Presenta a los personajes y los ubica en el espacio y en el tiempo.
· SUCESO: Complicación: Un personaje irrumpe el orden natural establecido y presenta en el
mundo real de todos los días un acontecimiento fuera de lo común.
DESENLACE: No se resuelve el nudo o conflicto sino que origina otro que queda sin solución y
deja en el lector la duda o la incertidumbre acerca de lo sucedido. Puede presentar un final abierto

ACTIVIDAD:
1) LEE EL SIGUIENTE TEXTO Por Germán Bayona Rodríguez. Cuentos fantásticos para jóvenes y adultos

Rutina

Es un atrapante cuento
fantástico corto
de Germán Bayona
Rodríguez, escritor
colombiano. Cuentos
fantásticos para jóvenes y
adultos.

Rutina

La noche cae templada y con furiosa llovizna. La mujer mira hacia fuera, a través del
cristal de la ventana, y piensa:
– nunca escampará -.

Se envuelve en una gabardina de color ceniciento, entreabre la puerta que conduce a la


calle; la detiene con un pie mientras acciona una vieja sombrilla, y se precipita decidida
a ser devorada por la ruidosa fosforescencia de los postes y la lluvia. Toma apresurada la
acera izquierda de la calzada con escasas edificaciones, y dobla la esquina.

Después de caminar cerca de once cuadras, se detiene en una casa de paredes altas,
que alguna vez fueron blancas; ahora están salpicadas de incontables años y lodo. Sin
dudarlo, golpea fuerte en el portón de garaje. Emerge entonces, de entre la penumbra
de interior, un viejo de cabeza rapada y barba gris, frotándose los ojos, como acabado de
despertar.

– A sus órdenes –iba a decir–, pero se contiene, al reconocer aquella palidez enfermiza
en ese rostro.
– ¿El mismo problema?.
– Sí, Doctor, el mismo problema. Ya llevo contados cuatro días con este dolor de cabeza.
No se me cura con nada. Creo que me volvió el mismo mal de otros años.

El médico, diligente, la conduce a un consultorio de escasísima luz, cuyas paredes


emanan olores concentrados a lubricantes y grasa de automotor que a la mujer no
parece importarle. Luego, la invita a sentarse en una silla reclinable de dentista, que
permanece silenciosa con los brazos doblados, como un monstruo inerte. Se acerca a un
desusado escaparate de metal y de allí, sin afanes, extrae una bata, un tapabocas y un
par de guantes que de memoria se enfunda.

Mientras busca entre las gavetas del mismo armario los instrumentos de oficio, la mujer
apoya el cráneo en el cabezal de la silla, cuelga un cigarrillo sin filtro en los labios, lo
enciende con un chasquido de dientes y comienza a aspirarlo en absoluta parsimonia.

Momentos después, el viejo médico regresa con un destornillador de estrella y una


pequeña linterna. Busca los cuatro puntos cardinales en el selvático cabello rizado de la
mujer y extrae un tornillo, luego el otro y más tarde los dos últimos. Empuja hacia arriba,
con la premura de un experto, la tapa del cráneo; la coloca sobre una mesa a su alcance,
contigua a la silla, y mira en su interior con la linterna encendida. Asiente con la cabeza
como reafirmando su diagnóstico y vuelve a las gavetas para traer con él un alicates de
puntas muy delgadas.

– ¿El mismo daño de otras veces, Doctor?


– En efecto, el mismo daño.

El doctor introduce la herramienta en la cabeza desflorada, remueve por allá dentro todas
las piezas metálicas del cráneo, presiona con ambas manos en alguna parte, haciendo
perlar de sudor su testa rapada y extrae los pedazos de una tuerca. Saca una nueva del
bolsillo de la bata; le embadurna una grasa amarillenta, la atenaza firme con el alicates y
la vuelve a introducir en la cabeza de la mujer, que terminaba de darle la quinta chupada
a su cigarrillo. Ajusta con mayor fuerza, con brusquedad meticulosa, sin respirar siquiera
debido al esfuerzo, y dice acezando, pero con tono triunfante:
– ¡Ya está! -.

La mujer sonríe alegre, más bien con expresión de alivio, y espera con tensa calma para
que el médico le atornille en su respectivo lugar, la tapa del cráneo.

Cuando todo está terminado, el viejo Doctor recoge las herramientas de su oficio, las
ubica en el lugar y orden en que estaban dentro del armario metálico, y concede con los
brazos cruzados, el tiempo suficiente para que la mujer junte el pago de su trabajo. Ella
saca un manojo de monedas y varios billetes de los bolsillos de la gabardina, aún
húmeda por la lluvia, y las deja caer sin contar en la mano abierta del médico.

– ¿Correcto, Doctor?
– Correcto, señora, responde él, con una sincera sonrisa.

Después de marcharse, el viejo médico cierra con afán el consultorio. Se siente cansado,
más por la oxidación de sus huesos que por los avatares del trabajo. Apaga las luces y
se mete a las penumbras de su dormitorio. El simple ruido de las pisadas despierta el
liviano sueño de su esposa.

– ¿Qué haces levantado a estas horas?


– Nada en particular, sólo una vieja paciente.
– ¿Paciente de qué?
– Y… paciente de enfermedad, claro está.
– ¿Paciente de enfermedad?… – replica ella con sorna, y se dobla entre las cobijas con
un largo bostezo.

– Rutina,- asevera el médico.

– Rutina, rutina -refunfuña su esposa, ya entre dormida-. Lo dices como si desvelarse se


tratara de un simple asunto de tuercas y tornillos. – Rutina, rutina, ¡vaya con esasss! y
queda dormida.
Fin.
2) Escribe en tu carpeta el significado de las palabras que se encuentran resaltadas en negrita y
subrayada.
3) INTERPRETACIÓN:
- A)¿Cuáles son sus personajes?
- B) ¿Cuál es la situación extraña?
- C) Escribe otro final que a tu parecer podría ser.
Ortografía: EL PUNTO Y COMA
4) Transcribe en tu carpeta , la siguiente aplicación del punto y coma.
5) Según lo leído, extrae del texto “RUTINA”, los párrafos que hacen uso del punto y coma y
determina su uso. ( que función está cumpliendo en ese párrafo)

You might also like