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Doctor en Sociología, formador e investigador del Instituto de Estudios sobre
Cooperativismo-Lanki, Mondragón Universidad, País Vasco.
Cómo citar este artículo: Loyola-Idiakez, A. (2018). El paradigma comunitario del cooperativismo de Mondragón: mirar las
raíces para repensar el futuro, Cooperativismo & Desarrollo, 113(26). doi: https://doi.org/10.16925/co.v26i113.2188
Resumen
Propósito: el propósito del artículo es aportar una reflexión sobre el trasfondo comunitario autogestio-
nario del cooperativismo de Mondragón y conectarlo con las reflexiones sobre la autogestión económi-
ca y comunitaria de Jeremy Rifkin y Henry Mintzberg.
Descripción: el artículo explica las claves sobre las que se construyó el paradigma comunitario del
cooperativismo de Mondragón y analiza su implantación concreta en las primeras décadas del siglo xx.
Punto de vista: el punto de vista que desarrolla el artículo es una mirada a los orígenes de la experien-
cia cooperativa de Mondragón, por la cual se analiza cómo se concretó en la práctica el ideal comuni-
tario que subyacía al movimiento cooperativo. Se trata de un análisis histórico que posibilita repensar
el futuro en clave comunitaria.
Conclusión: el análisis del sustrato comunitario del movimiento cooperativo de Mondragón permite
concluir que contiene una perspectiva atrayente para repensar la sociedad del siglo xxi, tal como su-
gieren autores actuales como J. Rifkin y H. Mintzberg.
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Un acercamiento con una perspectiva más • Afrontar las desigualdades económicas y sociales.
profunda pone de manifiesto que en la coyuntura Los datos más recientes sobre la realidad social
actual no estamos viviendo solo una crisis econó- son escalofriantes. El último informe de Oxfam
mica, sino un periodo de transición entre un mo- alerta que en el 2015 el 1% de la población más
delo de sociedad capitalista agotado y un modelo rica del planeta concentra el 48% de la riqueza
de sociedad que todavía no ha tomado forma defi- mundial, casi la mitad de toda la riqueza exis-
nitiva. Esta afirmación conlleva a que el desafío del tente en el planeta, mientras que el 99% restante
cooperativismo de Mondragón no puede abordar- se reparte el 52%. Prácticamente, la totalidad de
se solo desde la pregunta de cómo salir de la crisis ese 52% se concentra en los países “occidentales”,
económica (un reto importante en sí mismo), sino mientras el 80% de la población mundial apenas
que debe reconfigurarse como alternativa frente a dispone del 5,5% de la riqueza existente (Oxfam,
los distintos problemas que presenta el momento 2015). Una pequeña elite concentra cada vez más
actual y aportar en la construcción de un modelo riqueza y poder en el planeta, la utiliza con el fin
de vida sostenible y socialmente justo (Azkarraga, de aumentar sus privilegios y conlleva a la pre-
Kausel, Altuna e Iñurrategi, 2011). carización de las condiciones de vida de la ma-
La cuestión, por tanto, es analizar con pers- yoría de la población mundial (Fuentes-Nieva
pectiva de futuro cuáles son las tendencias impor- y Galesso, 2014). Estas desigualdades también
tantes. ¿Cuáles son los retos que van a ser claves en se reproducen de modo alarmante en nuestros
el siglo xxi? ¿Qué problemas nos deberían inter- entornos cercanos (Caritas, 2013), de modo que
pelar a los cooperativistas? ¿Qué dirección estraté- construir alternativas concretas y reales para ha-
gica deberíamos dar a los proyectos cooperativos? cer frente a estas desigualdades deviene en un
reto cada vez más urgente.
De las respuestas que se proporcione a este tipo de
• La crisis ecológica y el cambio climático. La idea
cuestiones dependerá, en gran parte, la proyección
de crecimiento económico constante y sin lími-
de futuro de las cooperativas.
te se ha demostrado ecológicamente imposible
En una primera aproximación a las preguntas
(Klein, 2015). El Panel Intergubernamental de
anteriores cabe señalar que existen algunas macro-
Expertos sobre Cambio Climático (ipcc) ha
tendencias y elementos que consideramos claves:
advertido que de mantenerse las emisiones de
carbono, la temperatura del planeta puede au-
• La generación de trabajo digno. Un reto funda-
mentar en más de 4º c para el año 2100, lo que
mental de nuestra sociedad es que todas las per- conllevará graves riesgos en los ecosistemas
sonas tengan oportunidades para trabajar y vivir humanos y naturales en todo el planeta (ippc,
dignamente. La globalización económica, el des- 2014).
enraizamiento de la economía, el desempleo o
la creciente precarización del empleo ponen de El cooperativismo de Mondragón surgió en
manifiesto la importancia que tiene el hecho la década de los cincuenta del siglo xx como res-
de disponer de estructuras que posibiliten a las puesta a las desigualdades de clase existentes. En
personas crear trabajo en condiciones dignas. una perspectiva de futuro es fundamental que de-
Las cooperativas proponen un modelo de em- sarrolle estrategias y proyectos ambiciosos que per-
presa interesante que, frente a otros modelos de mitan avanzar hacia una economía sostenible (al
empresa, prioriza la creación de empleo, el re- abordar cuestiones como, por ejemplo, la energía
parto solidario de la riqueza y la construcción de y el transporte, la huella ecológica, los hábitos de
una economía localmente enraizada (Azkarraga, consumo responsables entre los socios trabajado-
2007). Aprovechar este potencial de las coopera- res, etc.). Solo al avanzar hacia unas comunidades
tivas y profundizar en estas lógicas comunitarias ecológicamente más sostenibles se puede construir
es importante. Sin embargo, también es cierto un cooperativismo que ofrezca una alternativa de
que cada vez resulta más difícil a las cooperativas futuro interesante (Azkarraga, Max-Neef, Fuders y
generar empleo a gran escala. Asimismo, el im- Altuna, 2011).
pacto de las cooperativas en la sociedad puede Estas macrotendencias, junto con otras como
verse limitado por estas dificultades para gene- la crisis alimentaria, la destrucción de la biodiversi-
rar empleo (Ortega y Uriarte, 2014). dad natural y cultural del planeta, así como la crisis
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de las instituciones políticas y sus consecuencias máximo posible de personas y distribución soli-
sociales, ponen en evidencia que vivimos en un pe- daria de la riqueza generada. Impulsar el desarro-
riodo de transición entre un modelo de economía llo económico era indispensable en el propósito de
capitalista agotado y otro modelo que va adoptan- conseguir condiciones de vida dignas, tanto indi-
do forma. El mundo actual no se parece mucho al viduales como colectivas. Sin embargo, los pione-
ideal que inspiró el nacimiento del cooperativismo ros no consideraban el desarrollo económico como
de Mondragón. Nuevas preguntas llaman a la puer- un fin en sí mismo, sino como medio para superar
ta y requieren de nuevas respuestas. Sin embargo, el las desigualdades sociales y construir una sociedad
punto de vista que ofrece este artículo propone que más justa. En palabras de Ormaetxea (1998), uno de
una mirada al paradigma cooperativo comunitario los fundadores del cooperativismo de Mondragón:
y autogestionario en el que se inspiró el nacimien-
to del cooperativismo de Mondragón ofrece pistas El objetivo inmediato del cooperativismo no ha
muy interesantes para repensar, con nuevas ideas y sido crear grandes empresas o repartir saneados
formas, un cooperativismo en el siglo xxi. Desde beneficios. Es cierto que sería bueno que nuestros
esta hipótesis ofrecemos un análisis de los orígenes beneficios fuesen grandes, pero no para mejo-
de la experiencia cooperativa de Mondragón. rar nuestras cuentas particulares, sino para crear
nuevas fuentes de trabajo, donde pudieran los
El impulso original de Mondragón hombres, en número creciente, hallar condiciones
dignas de trabajo. (Ormaetxea, 1998, p. 84)
“El Mundo no se nos ha dado para contemplarlo,
sino para transformarlo” (Otalora, 1999, p. 102).
Esta concepción explica cómo los fundadores
Esta frase de Arizmendiarrieta, principal inspi-
consideraban fundamental que las empresas coo-
rador del cooperativismo en Mondragón, refleja
perativas fueran eficaces y rentables, porque era
de forma nítida el impulso original que motivó
una condición indispensable para crear más pues-
el surgimiento y el desarrollo de esta experiencia
cooperativa. tos de trabajo y socializar unas condiciones de vida
Esta experiencia cooperativa emergió en la dé- dignas.
cada de los cincuenta del siglo xx en un contexto En segundo lugar, aspiraban a crear un mo-
marcado por la posguerra, un escenario de dicta- delo de empresa diferente. El objetivo no era solo
dura militar en el que la mayoría de familias no superar la pobreza económica. Se buscaba supe-
estaban en capacidad de satisfacer sus necesida- rar las relaciones de clase existentes en las empre-
des básicas. La realidad se definía en términos de sas capitalistas y construir un modelo de empresa
hambre, cartillas de racionamiento, brotes de en- que permitiera a los trabajadores tener cada vez ma-
fermedades (p. ej., la tuberculosis), insalubridad en yor poder de decisión sobre su trabajo y su vida. Se
las viviendas, etc. En este escenario concreto cin- trataba de que el trabajador dejara de ser un mero
co jóvenes de Mondragón iniciaron una experien- asalariado y “crear una empresa en la que los plan-
cia cooperativa con tres aspiraciones principales: a) teamientos de su organización fuesen más partici-
el desarrollo económico y social; b) la creación de pativos y más solidarios” (Ormaetxea, 1998, p. 42).
un modelo de empresa diferente; y c) transformar En aquella época esta propuesta suponía una
la función social de la empresa, a fin de convertir- transformación revolucionaria de la empresa, pues
la en el medio para impulsar un desarrollo integral era aplicar a la empresa ideales como democracia
de la comunidad. En el fondo, subyace una utopía (un trabajador, un voto), justicia social (solidaridad
constantemente alimentada por Arizmendiarrieta: en el reparto de los resultados económicos), trans-
el desarrollo y la transformación del entorno a formar la función social de la empresa (reinversión
través de la autogestión y la cooperación. A con- de los beneficios en la comunidad mediante la pro-
tinuación, se analizan brevemente estas grandes as- moción de nuevas cooperativas), etc. En esencia, se
piraciones y cómo las materializaron en la práctica compaginó “trabajo con valores” (Cheney, 1999).
(Azurmendi, 1992). Los fundadores conciben el proyecto cooperativo
La primera aspiración importante era impul- como un proyecto de autoemancipación. La aspi-
sar un desarrollo económico al servicio del bien- ración es que los trabajadores asuman un rol como
estar de la comunidad: creación de empleo para el sujetos sociales y no dejar que sean otros quienes
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escriban el futuro de sus vidas. Asimismo, las em- cincuenta–, pero la escuela fue el vivero fundamen-
presas cooperativas debían ser estructuras que sir- tal para la creación de las cooperativas. En palabras
vieran para avanzar en esa dirección (Aguirre et de J. Larrañaga (otro de los cinco fundadores), fue
al., 2000). el “soporte de una experiencia que, sin ella, hubie-
En tercer lugar, la empresa cooperativa debía ra sido irrealizable” (como se cita en Azurmendi,
tener una función social más allá de la empresa- 1992, p. 175).
rial y promover el bienestar comunitario en con- Una característica interesante de resaltar es la
formidad con las distintas necesidades existentes. concepción integral con que se concibió e implantó
La propuesta era responder a todo tipo de necesi- la educación en estas primeras décadas, ya que in-
dades que se presentaran en la comunidad a la que cluía tanto la formación técnico-profesional como
se pertenecía. De esta manera, solo desde esta cla- la educación humanística (Aguirre et al., 2000).
ve comunitaria se puede entender la expansión del El objetivo básico era formar profesionalmente a
movimiento cooperativo de Mondragón en sus pri- los jóvenes, pero tan importante como la forma-
meras décadas (Altuna, 2008). ción técnico-profesional se consideró la educación
Estas tres aspiraciones reflejan que en Mon- humanística y ética. La educación debía servir al
dragón el cooperativismo se concibió, sobre todo, propósito de que los jóvenes estuviesen bien pre-
como un proyecto de transformación comunitaria. parados para trabajar, pero también a fin de que se
Se consideró la empresa cooperativa como una es- desarrollaran como personas, de manera que utili-
tructura que servía para impulsar la transforma- zaran su capacitación en la solución de las necesi-
ción de la comunidad (en lo económico, lo social, dades existentes en la comunidad, y no con el fin de
lo cultural e, incluso, lo político). Un análisis de alcanzar privilegios individuales.
cómo se concretaron estas aspiraciones en la reali- Esta siembra educativa constituyó la base del
dad ofrece pistas interesantes para repensar el coo- cooperativismo de Mondragón, y los fundadores
perativismo de cara al futuro. tuvieron en toda su vida una especial sensibilidad
sobre la importancia de la educación en el movi-
La educación: base fundamental miento cooperativo. Entre las diferentes iniciativas
educativas impulsadas en estas primeras décadas
La figura clave en el cooperativismo de Mondragón cabe mencionar las siguientes:
fue J. M. Arizmendiarrieta, coadjutor de la parro-
quia de Mondragón y principal referencia para los • Alecoop (1966). Una cooperativa de estudiantes
fundadores de las cooperativas (Molina, 2005). (experiencia única en su época) que permitía a
Cuando Arizmendiarrieta llegó a Mondragón, en los jóvenes compaginar estudios y trabajo. La
1941, un hecho que le preocupó especialmente fue creación de Alecoop respondió a dos ideas bá-
la falta de oportunidades que tenían los jóvenes sicas: (a) la falta de recursos económicos no de-
para estudiar. La Unión Cerrajera (principal em- bía ser motivo para que los jóvenes dejaran
presa existente en el pueblo) tenía su Escuela de de estudiar; (b) educación y trabajo no debían ser
Aprendices (en la que admitían solo 12 hijos de tra- dos ámbitos sin conexión, sino que debían retro-
bajadores por año), pero el resto de jóvenes no te- alimentarse constantemente. Alecoop permitía a
nían oportunidades de estudiar. Preocupado con los jóvenes compaginar estudios y trabajo al de-
esta realidad creó, en 1943, la Escuela Politécnica sarrollar unos estudios vinculados a la capacita-
(Altuna, 2008). ción profesional y la utilidad social (Ormaetxea,
El objetivo de Arizmendiarrieta era que todos 1998).
los jóvenes tuvieran oportunidad de estudiar; es • La “nueva escuela politécnica” (1967). Cuando
decir, pretendía socializar el acceso a la educación la escuela politécnica se quedó pequeña (para
a fin de construir una sociedad capacitada para go- principios de la década de los sesenta tenía ya
bernarse a sí misma. Una de las frases preferidas de casi 400 alumnos), con los beneficios de las pri-
Arizmendiarrieta era: “Socializar el saber para de- meras cooperativas se decidió crear una nueva
mocratizar el poder” (como se cita en Azurmendi, escuela (conocida como “Eskola”) y un Centro
1992, p. 215). Probablemente, Arizmendiarrieta no Residencial (a fin de que jóvenes procedentes de
imaginaba aún el movimiento cooperativo que iba otras comarcas vascas pudieran estudiar tam-
a surgir una década después —en la década de los bién en Mondragón). Eskola se convirtió en la
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expresión más genuina de la idea según la cual acción educativa. Puede alterarse la definición y
cualquier proceso de revitalización de la comu- afirmar que es un movimiento educativo que uti-
nidad debe basarse en la capacitación y la con- liza la acción económica” (Azurmendi, 2013, p. 95).
cienciación de las personas. Fue el centro en el Una afirmación de gran pertinencia que permite
que se plasmó la idea arizmendiana de formar repensar la realidad cooperativa de cara al futuro.
una nueva generación de jóvenes con el fin de
que asumieran el desafío de construir una so- La cooperativización del sector
ciedad diferente. De hecho, muchas cooperati-
vas que se crearon a partir de la década de los
industrial: crear una alternativa
sesenta en diferentes comarcas vascas tuvieron económica comunitaria
entre sus promotores a jóvenes que procedían de
la Eskola (Altuna, 2008). De acuerdo con Arizmendiarrieta, cada vez era
• Las ikastolas. Otro ejemplo significativo del apo- mayor la percepción de que hacía falta reformar
yo sistemático a la educación son las ikastolas la estructura de la empresa, de manera que, final-
(centros de educación en euskara, lengua propia mente, cinco jóvenes cercanos a él optan por crear
del país vasco, en la que no se permitía ni ha- una empresa propia siguiendo los ideales ariz-
blar ni estudiar durante la dictadura militar). A mendianos. Así nace en 1955 Ulgor (luego pasa a
mediados de la década de los setenta en la Caja denominarse Fagor Electrodomésticos), embrión
Laboral (cooperativa de crédito de Mondragón) del movimiento cooperativo de Mondragón. En
se creó un Departamento de Enseñanza desde el fondo subyacía también una lectura crítica de la
el que se apoyó la creación de ikastolas (a pesar clase empresarial de la época que, acomodada en el
de ser ilegales, se les concedió créditos, ayuda régimen militar franquista, no invertía en la mo-
en la gestión financiera, asesoramiento en cues- dernización de las empresas. Las consecuencias de
tiones jurídicas, cobertura en la adquisición de esta realidad las sufrirían en el futuro los trabaja-
edificios, etc.). Se concibió que el movimiento dores, por lo que era necesario crear empresas más
cooperativo debía comprometerse en la recu- modernas y de futuro. Según ellos, la alternativa
peración del idioma y la cultura vasca, y desde era que los trabajadores asumieran esa responsabi-
Caja Laboral se apoyó fuertemente a las ikastolas lidad y crearan sus propias empresas.
(Ormaetxea, 2003). Las primeras cooperativas de Mondragón se
• Ikerlan (1974). Es importante citar también la crearon en el sector industrial, algo no muy usual
creación de Ikerlan, el primer centro tecnológi- en la historia del movimiento cooperativo a nivel
co no público que se creó en el Estado español. mundial. Sin embargo, los fundadores de las pri-
Los fundadores de las cooperativas previeron meras cooperativas de Mondragón consideraron
que limitarse a copiar tecnología de las empre- que la industria era el sector clave de la economía.
sas punteras no era suficiente, de modo que era Es decir, apostaron por crear una cooperativa en
necesario invertir en i+d a fin de garantizar em- un sector clave de la economía, ya que tenían la
pleos de calidad y de futuro. De esta previsión, ambición de que las cooperativas fuesen el nuevo
con base en los profesores de Eskola, se creó el motor del desarrollo local. Para esto optaron por
centro Ikerlan. La aspiración con la que se creó crear cooperativas en sectores clave de la economía,
este centro se recoge en la frase inscrita en su como, por ejemplo, la industria, las finanzas, la in-
entrada: “Para bien de todo nuestro país”. vestigación, etc. (Ormaetxea, 1998).
Los primeros años coincidieron con una co-
Estas experiencias, junto con otras, reflejan yuntura de fuerte crecimiento económico (tasas de
que el cooperativismo de Mondragón no hubie- crecimiento anuales por encima del 7%), lo que fa-
se nacido ni se hubiese desarrollado de no ser por cilitó el éxito de las primeras cooperativas y una
la existencia de una labor educativa fundamental. expansión rápida del movimiento. No obstante,
Los fundadores concibieron siempre la educación la expansión de las cooperativas en Mondragón
como un ámbito consustancial del cooperativismo. no se explica solo por el contexto de bonanza eco-
El propio Arizmendiarrieta realizó la siguiente re- nómica, es necesario tener en cuenta también la
flexión: “Se ha dicho que el movimiento coopera- aspiración de los fundadores de ser “motor” del
tivo es un movimiento económico que emplea la desarrollo local. Ellos priorizaron el desarrollo
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colectivo por encima del enriquecimiento perso- recursos financieros— o bien se corría el riesgo
nal y reinvirtieron los beneficios en la creación de de que las siguientes generaciones no dispusie-
nuevos puestos de trabajo, así como de nuevas coo- ran de oportunidades de trabajo. Con la crea-
perativas. Este fue un factor clave que explica el ción de Caja Laboral las ganancias y los ahorros
crecimiento y la expansión del cooperativismo en podían tomar ese sentido comunitario.
Mondragón en unas pocas décadas (Altuna, 2008). La expresión más nítida de la función comunita-
De hecho, esta concepción comunitaria del ria de Caja Laboral fue su “división empresarial”.
cooperativismo justificó con un sentido social la Desde este departamento se impulsaron inicia-
actividad empresarial de las cooperativas y alimen- tivas tales como la promoción de cooperativas
tó de esta forma una cultura de la rigurosidad en de vivienda, las cooperativas de enseñanza, las
el ahorro y una cultura que promovía superar los ayudas de gestión directiva a cooperativas en di-
intereses individuales egoístas en favor del proyec- ficultades, los estudios urbanísticos o proyectos
to colectivo. El modelo cooperativo solo es posible como el Centro Sanitario de Mondragón (actual
sobre la base del compromiso y la responsabili- Hospital Comarcal). Fue el departamento fun-
dad de los socios. Así, entonces, poner en el centro damental desde el que se impulsó la proyección
del proyecto cooperativo la aspiración de impul- más comunitaria del movimiento cooperativo
sar un proceso de desarrollo y transformación co- de Mondragón (Ormaetxea, 1998).
munitaria fue el factor clave a la hora de alimentar • La cooperativa de previsión social. Los primeros
esa cultura cooperativa en el colectivo de socios. socios no pensaban realizar nada en este ámbito.
Cooperativismo, más que un modelo de empre- Sin embargo, en 1958 la seguridad social dejó
sa diferente, era un movimiento para desarrollar y de cubrir las prestaciones sociales a los socios
transformar la comunidad. cooperativistas, por lo que se optó por construir
un servicio de previsión social a través de Caja
La cooperativización de Laboral. Es interesante mencionar que a los cua-
tro años una orden ministerial obligó a los so-
diferentes ámbitos cios a incorporarse a la seguridad social pública
Una característica singular de la experiencia coo- en régimen de autónomos, pero se decidió man-
perativa de Mondragón es la diversidad de sectores tener el sistema de previsión social cooperativo,
económicos y sociales que se han abordado, des- el cual desde 1967 se gestiona por la cooperativa
de la educación hasta la investigación, la presta- Lagun Aro y autogestiona desde la jubilación
ción social, el consumo, las finanzas, los diferentes de los socios cooperativistas, hasta otra serie de
sectores industriales, etc. Es un rasgo específico prestaciones sociales (incapacidades laborales,
de Mondragón la ambición de crear cooperativas viudedad, etc.) mediante la reaplicación de cri-
en cada vez más sectores de la sociedad, así como terios de solidaridad y corresponsabilidad a la
agrupar las diferentes cooperativas creadas en un hora de utilizar los recursos colectivos.
grupo cooperativo amplio, con mecanismos de • La cooperativa de consumo. La idea fundamental
solidaridad internos que ayudan a la sostenibili- era posibilitar que las familias humildes pudie-
dad de los diferentes proyectos. A continuación, se ran acceder al consumo de productos básicos a
mencionan algunos ejemplos significativos de este unos precios accesibles. Así, se creó en 1957 la
proceso. cooperativa de consumo San José en Mondragón
(más tarde surgirían cooperativas de consumo
• La cooperativa de ahorro. Nada más crear las en otras localidades cercanas). Se concibió que el
primeras cooperativas industriales se empezó a consumo era un ámbito fundamental de la vida
señalar que el ahorro, como el trabajo, tenía que de las personas y un ámbito fundamental en la
orientarse en favor del bienestar de la comuni- aspiración de construir una sociedad más justa.
dad. La idea básica era que los beneficios que En el “Plan de Gestión de Caja Laboral” de 1964
generaban las cooperativas se debían canalizar se lee: “En nuestro afán de realizar un desarrollo
para impulsar el desarrollo de la comunidad lo- comunitario, el sector consumo es un aspecto
cal. O bien se invertía en la reactivación socioe- del mismo, como son la educación, la sanidad,
conómica del entorno —para lo que hacían falta la urbanización, etc. No puede ser ignorado si
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siglo xx. Como sugiere Subirats, cuando parecía en una actuación contundente y decidida de los
que desde el cooperativismo teníamos las respues- gobiernos democráticos; y aunque dicha actuación
tas adecuadas, nos cambiaron las preguntas (2011). debería realmente producirse, no será así en tanto
Es evidente que la sociedad y los desafíos ac- los Estados, de naturaleza pública, continúen do-
tuales son diferentes a los de mediados del siglo minados por derechos adquiridos de naturaleza
xx. No obstante, si bien esta concepción autoges- privada, tanto a nivel nacional como global. Todo
tionaria y comunitaria de entender el cooperati- ello nos deja como solución un solo sector, el plu-
vismo puede resultar de gran valor para imaginar ral. (Mintzberg, 2015, p. 16)
alternativas en este siglo xxi, probablemente sea
también uno de los legados más interesantes que Mintzberg considera que en el siglo xx exis-
podamos recoger de la experiencia cooperativa de ten algunos ejemplos inspiradores por los cuales se
Mondragón. Diferentes autores comienzan a re- reflejan vías alternativas de desarrollo. Coincide en
flexionar en esta dirección; a modo de ejemplo, con este sentido con autores como Schweickart, quien
el ánimo de abrir un hilo de reflexión interesante de menciona experiencias históricas como el coope-
cara al futuro, citamos dos referencias reconocidas rativismo de Mondragón, el socialismo autogestio-
a escala planetaria. nario yugoslavo y los keiratsu japoneses (Comin y
H. Mintzberg, referencia del management em- Gervasoni, 2011; Schweickart, 1997). El análisis his-
presarial, defiende en sus últimos libros la necesi- tórico de la experiencia cooperativa de Mondragón
dad de construir un nuevo modelo de sociedad por que desarrollamos en este artículo refleja que es in-
la vía de empoderar a la sociedad civil frente al po- teresante profundizar en los estudios de caso con-
der acumulado por las grandes corporaciones em- cretos, y reflexionar sobre qué hay de interesante en
presariales (Mintzberg, 2015). Este autor defiende estas experiencias que permita repensar un futu-
un nuevo equilibrio entre el sector público, el pri- ro diferente. Los nuevos enfoques del “pro-común”
vado y lo que denomina el “sector plural”, y funda- (Ostrom, 1990; Subirats, 2011) ofrecen nuevos pa-
menta su idea en un análisis histórico. En concreto, radigmas de pensamiento que posibilitan avanzar
analiza el modelo del New Deal de Roosevelt tras en esta dirección.
el crac bursátil de 1929 y los Estados de bienestar Otro autor que reflexiona en esta dirección es
de Europa tras la Segunda Guerra Mundial, para Rifkin, reconocido consultor y analista económico.
concluir que representaron modelos de sociedad Él pone en el centro la cuestión del cambio climáti-
que establecían un control público al poder de las co y propone: “Hace falta un re-equilibrio entre go-
grandes corporaciones. Fue un modelo que funcio- biernos, empresas locales y las organizaciones de la
nó durante varias décadas en los países occidenta- sociedad civil de cara a alcanzar el objetivo de una
les y el resultado fue una sociedad económicamente transición de la economía global hacia una era pos-
próspera, articulada con ciertos criterios de justi- carbónica y distribuida” (Rifkin, 2014, p. 16).
cia social. Sin embargo, ese modelo entró en cri- Rifkin plantea desarrollar cinco líneas estra-
sis a partir de la década de los ochenta y el control tégicas en clave comunitaria, autogestionaria y dis-
público sobre el sector privado es cada vez menor, tributiva: 1. La transición hacia las energías reno-
acrecentándose el poder de las grandes corporacio- vables. Entre los ejemplos interesantes menciona
nes empresariales en la esfera económica, política y algunas ciudades de Alemania que están transitan-
social. ¿Qué hacer? Son interesantes las reflexiones do, a través de cooperativas locales, a la autogestión
que propone Mintzberg ante esta pregunta: energética por medio de las energías renovables; 2.
La transformación de los edificios urbanísticos en
Algunos creen que la respuesta [de futuro] se halla “centrales energéticas”. Supone romper las lógicas
en el sector privado, concretamente en una mayor de las grandes corporaciones del sector y descen-
responsabilidad social corporativa. Ciertamente tralizar la creación de energía con el desarrollo de
necesitamos una mayor dosis de dicha responsa- modelos distributivos de energía ecológicamen-
bilidad, pero quien piense que la responsabilidad te sostenibles; 3. El despliegue de la tecnología que
social corporativa podrá compensar la irresponsa- permite el almacenaje de esa energía en la red; 4.
bilidad social corporativa vive en un mundo ideal El uso de Internet para socializar el acceso a esa
y perfecto. Otros, en cambio, ponen su esperanza energía renovable; y 5. La transición de los medios
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de transporte actuales hacia medios de transporte una salida razonable. Mondragón: Lanki-Mond-
basados en renovables. Estos son los cinco pila- ragón Universidad.
res básicos que defiende para un nuevo ciclo eco- Azurmendi, J. (1992). El hombre cooperativo. Pensamiento
nómico. Coincide en su planteamiento con la idea de Arizmendiarrieta. Mondragón: Ed. Caja Laboral.
del desarrollo de una nueva economía desde el em- Azurmendi, J. (Comp.). (2013). Arizmendiarrieta. Pensa-
poderamiento de las personas y las comunidades mientos. Arechavaleta: Otalora.
(Rifkin, 2011). Caritas (2913). Informe del observatorio de la realidad so-
Es interesante poner estos planteamientos en cial. Recuperado de www.Caritas.es
relación con ejemplos históricos concretos, y la ex- Cheney, G. (1999). Values at work: employee participation
periencia del cooperativismo de Mondragón aporta meets market pressure at Mondragon. Nueva York:
Cornell University Press.
precisamente un ejemplo concreto que demues-
Comin, A. y Gervasoni, L. (2011). Democracia económi-
tra cómo el paradigma cooperativo comunitario
ca. Hacia una alternativa al capitalismo. Barcelona:
y autogestionario puede desarrollarse en cuanto Icaria.
vía para el desarrollo local, incluso en una econo-
Fuentes-Nieva, R. y Galesso, N. (2014). Gobernar para las
mía globalizada altamente competitiva como la ac- élites. Secuestro democrático y desigualdad económi-
tual, y con un nivel de ambición importante a la ca. Recuperado de: http://oxf.am/KHp
hora de abordar diferentes sectores y ámbitos de la ippc. (2014). Cambio climático 2014. Impactos, adapta-
sociedad. ción y vulnerabilidad. Suiza.
En nuestras sociedades han prevalecido las Klein, N. (2015). Esto lo cambia todo. El capitalismo contra
alternativas que ponen el acento en la adminis- el clima. Barcelona: Paidós.
tración pública o en el mercado como ejes para or- Mintzberg, H. (2015). La sociedad frente a las grandes cor-
ganizar la vida social, y a veces nos olvidamos de la poraciones. La necesidad del equilibrio social. Barce-
potencia transformadora de ese otro gran espacio: lona: Libros de Cabecera.
el de la comunidad autoorganizada. Profundizar Molina, F. (2005). José María Arizmendiarrieta (1915-
en esta dirección, con propuestas ambiciosas, es 1976). Mondragón: Ed. Caja Laboral.
una alternativa interesante para el siglo xxi. En el Mondragón. (2016). Mondragón del futuro (Documento
cooperativismo de Mondragón encontramos una inédito).
experiencia concreta, con sus aportaciones y con- Mondragón. (2016). Política socio-empresarial 2017-2020
tradicciones, aciertos y errores. Investigar más las (Documento inédito).
experiencias concretas y ponerlas en conexión con Ormaetxea, J. M. (1998). Orígenes y claves del cooperati-
los pensadores del siglo xxi puede ser una clave vismo de Mondragón. Mondragón: Ed. Caja Laboral.
que permita configurar, de manera progresiva, un Ormaetxea, J. M. (2003). Didáctica de una experiencia
modelo de sociedad alternativo. empresarial. El cooperativismo de Mondragón. Mon-
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