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SALUDO A NOMBRE DE LA CLAR

A LOS PARTICIPANTES EN EL TALLER PRESENCIAL DE J-COR


REGIÓN CARIBE/ANTILLAS: SANTO DOMINGO, 28 DE MARZO DE 2022

Buenos días estimadas y apreciados participantes de este Taller de J-Cor Regió n


Caribe/Antillas. Presento este saludo a nombre de la Presidencia y del Secretariado General
de la CLAR –Confederació n Caribeñ a y Latinoamericana de Religiosas/os–, que se une a la
realizació n del mismo, poniéndoponiéndose a su disposició n de modo presencial, y
apoyando todo el trabajo de la Coalició n de Religiosos por la Justicia (JCoR) para la regió n
Caribe/Antillas, del 28 de marzo al 1 de abril se 2022.

Las y los invito a vivir y celebrar estos días en ambiente cuaresmal de oració n, escucha y
discernimiento. Con nuestra disposició n latinoamericana de reflexió n, proyecció n y
compromiso. Con el espíritu sinodal eclesial de comunió n, participació n y misió n. Y, por
supuesto, al calor caribeñ o de la fraternidad, la alegría y el compartir gozoso. Todo el
equipo del Secretariado de la CLAR los estamos acompañ ando con nuestra oració n y
trabajo, y hemos estado muy atentas/os a las invitaciones, trabajos y comunicados que
desde su labor pastoral nos comparten. Una demostrarció n de este vínculo y apoyo fue
nuestra participació n en los talleres virtuales realizados en el mes de febrero y en el
presencial de Ecuador; igualmente estamos proyectando la tarea de nuestra Iglesia y de la
vida religiosa de América Latina y del Caribe, empeñ adas/os por irradiar un testimonio de
amor a Cristo en todos los campos de la vida eclesial y social desde la justicia, la fraternidad
y la paz. Nos llena de alegría y esperanza pensarlas/os, sentirlas/os, tratarlas/os, y ahora
encontrarlas/os y abrazarlas/os como hermanas y hermanas con Espíritu sinodal,
solidario y ecoló gico, al servicio de la justicia y en camino junto al pueblo de Dios, que ora y
trabaja en El Caribe y las Antillas.

Religiosas y religiosos, laicas y laicos vinculados con las Conferencias Nacionales de la


CLAR, con las Organizaciones Miembros de la JCoR con experiencias de trabajo por la
justicia, hemos venido a esta cita en este momento tan impactante para todo el planeta, a
poner a disposició n de la justicia nuestra capacidad de liderazgo, socializació n,
apasionamiento místico-profético, trabajo en equipo. A multiplicar esta experiencia en
nuestras Conferencias Nacionales, en nuestras Congregaciones Religiosas y en ruestras
Familias Carismá ticas. Gracias por su capacidad de coordinació n y seguimiento de las
campañ as. Por la apertura a la inter-congregacionalidad, la interculturalidad y la inter-
institucionalidad. Nos fortalece la sensibilidad por el compromiso afectivo y efectivo con
los sujetos emergentes privilegiados en los Planes Globales de la CLAR (los pobres, los
laicos, las mujeres, los jó venes, los indígenas, los afro-americanos, los desplazados). Nos
hermana la humildad evangélica para valorar el protagonismo de las/os otras/os. Nos da
esperanza nuestro sentido del pobre, y nuestra experiencia en proyectos de servicio a los
pobres, y nuestro deseo de servir a los pobres. Estamos convocados por nuestra
sensibilidad por la incidencia política de la propuesta de la JCoR.

Así como a la CLAR y a tantas instituciones eclesiales y sociales, la pandemia ocasionada


por el Covid-19 la JCoR AL-C no se frenó en su misió n, má s bien encontró caminos para un
aprendizaje nuevo; por eso, en el escenario de la post-pandemia, está impulsando estos
Talleres Regionales en clave de amistad social y fraternidad universal, educació n como
transformació n de sociedades, una economía con alma y sinodalidad eclesial.

Personas de todo el mundo está n obligadas a luchar para sobrevivir con dificultades sin
precedentes a causa de la pandemia, pero sobre todo de las desigualdades sociales, las
guerras, la violencia, el terrorismo, la explotació n inhumana y esclavizante... La comunidad
mundial de mujeres y hombres religiosos, junto con socios de otras religiones y de otras
religiones, han sido testigos de có mo la carga de esta pandemia recae má s pesadamente
sobre los hombros de los grupos má s marginados con los que trabajamos y para quienes
trabajamos. En medio de tanto sufrimiento, duda y confusió n, es un desafío discernir có mo
encarnar el amor y la misericordia de Dios. ¿Có mo ser faros de esperanza y manantiales de
paz para aquellos a quienes servimos? 

Agradecemos profundamente todos sus actos de generosidad, misericordia y hospitalidad y


el liderazgo en comunidades! Valoramos y acatamos todas sus iniciativas y actitudes que
nacen de la espiritualidad de la escucha y del continuo discernimiento. Nos solidarizamos
con el camino de cruz que tienen que recorrer cada día con valentía, riesgos y continua
renovació n en sus distintos lugares de misió n. Mutuamente nos sentimos alentados por el
Magisterio del papa Francisco, que a todas/os nos llama a ser evangelizadores con Espíritu,
misioneras/os cimentadas/os en la espiritualidad sinodal. Estamos avocadas/os a gestar y
aprender un nuevo modo de ser Iglesia, guiadas/os por un amor, siempre a estrenar, que
nos transforma cotidianamente en discípulas/os misioneras/os en salida, en total
disponibilidad para ir a donde el amor nos lleve.

En este proceso sinodal, como CLAR, estamos en una coyuntura en la cual nos identificamos
cultural, social, eclesial y ecoló gicamente con los desafíos de la J-COR. Durante estos meses,
estamos preparando informes y demá s quehaceres preparatorios para nuestra Asamblea
General Electiva, que celebraremos del 1 al 4 de junio en Medellin, Colombia, después de
habernos encontrado virtualmente por regiones, del 16 al 19 de febrero para orar
juntas/os, conocer a los nuevos integrantes de las Conferencias Nacionales e ir tejiendo el
Horizonte Inspirador que animará el pró ximo trienio.

Renovamos nuestro comú n empeñ o por ahondar en el camino de la conversió n personal y


comunitaria, especialmente en lo relacional, pastoral y ecoló gico; de recrear nuestro modo
de ser Iglesia desde la Sinodalidad, en diná mica de discernimiento, aportando activamente
a la toma de decisiones y a la animació n de las estructuras eclesiales; de asumir las
preocupaciones y bú squedas de la Iglesia y disponernos para implementar las propuestas
que nos animen a evangelizar de manera nueva; de impulsar una experiencia litú rgica viva,
encarnada e inculturada; y de promover y formar nuevos liderazgos, especialmente de la
mujer y de las laicas/os como ciudadanas/os en pleno del cuerpo eclesial. Renovamos
también, junto con todos ustedes la experiencia de sabernos muy amados, llamados y
enviados por Jesú s. Sabemos de lo desbordante y desafiante que es la dolorosa realidad de
muchas de las poblaciones que les corresponde iluminar y acompañ ar, por eso en todo
momento les aseguramos nuestra cercanía, comprensió n y afecto.
Necesitamos volver a la mística para hacer la verdadera síntesis, de ser contemplativos
en la acción, mujeres y hombres transformados por la oració n para entregarnos al servicio
de nuestros hermanos, especialmente de los pobres.

Experimentamos que en una gran mayoría de religiosas/os, de laicas/os hay una inmensa
sed de Dios, por que en la humanidad hay una gran sed de compasió n y de justicia.

Confiamos en que la justicia esté en el centro de la transformació n global y esperamos


construir y ver muchas historias de amor en acció n.

Dios bendiga todas las acciones de la Coalició n de Religiosos por la Justicia (JCoR).
Santo Domingo, 28 de marzo de 2022.

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