Argumento Beowulf

Beowulf es un poema épico anglosajón en inglés antiguo compuesto en dos grandes partes.
Tiene 3182 versos y es anónimo. Tampoco se sabe exactamente la fecha de composición
aunque se suele decir que fue entre el siglo VII al XII d.C.

La historia se desarrolla en Dinamarca, donde Grendel (criatura demoníaca “descendiente de

Caín” que mora en las ciénagas), acecha a el reino de Heorot por las noches, especialmente, al
palacio. Esto se debe a la alegría y la música que proviene de él. Él suele devorar y despedazar
a cada humano que ve. La corte de Hrothgar se ve obligada a abandonar la sala durante la
noche por 12 años. Tal recuento llega a oídos de Beowulf, un intrépido héroe gauta que se
dirige al reino junto con 14 guerreros.

Beowulf ofrece su ayuda a Hrothgar, la cual es aceptada y reciben al héroe gentilmente y le

encomienda la tarea al recién llegado. Beowulf acude en ayuda de la guardia y tras pelear sin
armas, con el engendro, este sólo puede liberarse perdiendo a cambio uno de sus brazos y
huyendo herido a morir en su cueva. Beowulf es premiado y se hace una celebración en su
honor.

Después de poco tiempo, la madre de Grendel (mucho más feroz) se presenta para vengarlo.
Beowulf sigue el rastro de la criatura hasta su cueva donde él y la madre de Grendel combaten
en un recinto iluminado por un fuego inexplicable. El gauta, cuando está a punto de ser
derrotado, encuentra una gigantesca espada con la derrota a la madre. El héroe cercena la
cabeza del cadáver de Grendel, y retorna a Heorot con sus trofeos. Realizado el banquete y
entregadas las riquezas prometidas por Hrothgar, el héroe parte de regreso a su tierra.

Beowulf reina por cincuenta años después de suceder al rey Hygelac, muerto en batalla. En la
última etapa de su vida Beowulf se dispone a enfrentarse a un temible dragón que resguarda
un tesoro y está destruyendo el reino. Enfurecido, el dragón asalta, destruye todo el pueblo y
mata a todos sus habitantes. Beowulf sale a su encuentro para vengar a su gente pero las
acciones del dragón han aterrado tanto a sus súbditos que solamente Wiglaf se apresta para
acompañarle. Después de una dura batalla, ambos logran acabar con la bestia, pero Beowulf,
gravemente herido, encomienda a su sobrino apoderarse del tesoro y utilizarlo para
reconstruir el reino. Pasa su torque de oro a Wiglaf y le confía el reino.