Professional Documents
Culture Documents
Aspectos Problematicos de Los Servicios Municipales de Cementerio e Incineración
Aspectos Problematicos de Los Servicios Municipales de Cementerio e Incineración
BIB 2018\6351
Publicación:
La Administración Práctica num.3/2018
Editorial Aranzadi, S.A.U.
Resumen
«El estudio analiza las cuestiones problemáticas que se plantean en los servicios
municipales de cementerio e incineración. El servicio de cementerio es un servicio
municipal que se presta en recintos públicos o privados; los problemas principales
se plantean en cuanto a la ubicación de los recintos y distancias mínimas, así como
en relación a los derechos de los particulares sobre nichos y sepulturas. El servicio
de incineración es un servicio liberalizado en cuyo ámbito se ha planteado una
especial conflictividad en cuanto a las distancias mínimas. Estos aspectos son
analizados en el estudio realizado con el examen de las cuestiones sectoriales
concurrentes en materia de libertad de mercado, urbanística, medio ambiente y de
policía sanitaria.»
Abstract: «The study analyzes the problematic issues of the municipal services of
cemetery and incineration. The cemetery service is a municipal service that is
provided in public or private enclosures; the main problems arise in terms of the
location of the enclosures and minimum distances, as well as in relation to the rights
of individuals over niches and graves. The incineration service is a liberalized
service in whose area a special conflict has arisen regarding the minimum distances.
These aspects are analyzed in the study carried out with the examination of
concurrent sectoral issues in terms of market freedom, urban planning, environment
and sanitary police.»
Palabras clave
Servicios municipales, Dominio público, Cementerio, Crematorio, Servicios
funerarios, Libertad de mercado, Normas urbanísticas, Medio ambiente, Sanidad.
Municipal services, Public domain, Cemetery, Crematory, Concession, Funeral
services, Market freedom, Urban norms, Environment, Health.
1
Documento
I. Introducción
El estudio tiene por objeto el examen de la problemática jurídica que plantean los
servicios municipales de cementerio e incineración, que presentan una conflictividad
singular en relación a los denominados servicios funerarios.
Aunque la normativa no define de manera expresa qué se entiende por servicios
funerarios y por servicios mortuorios, cabe entender que la segunda expresión tiene
un alcance más amplio al abarcar los servicios de inhumación o cremación, que
presentan características singulares, y por ello son analizados específicamente en
este estudio.
Así, dentro de los «servicios mortuorios» pueden distinguirse tres categorías
como son: (i) los servicios funerarios, incluidos los servicios de tanatorio, definidos
como todas aquellas actividades que se realizan desde que se produce el
fallecimiento de una persona hasta el momento de su inhumación o cremación; (ii)
servicios de incineración, consistente en la reducción a cenizas del cadáver por
medio de calor; y (iii) servicios de cementerio o entierro1.
1 Esta clasificación se recoge en el informe de TORNABELL GONZÁLEZ, I. Y VIVES VIVES, J. «Estudio
sobre la competencia en el sector de los servicios funerarios en Catalunya». Dirección General de
Defensa de la Competencia Generalitat de Catalunya.16 de marzo de 2007, pág. 4.
2
Documento
3
Documento
6 Los cementerios privados más numerosos son los de la Iglesia Católica, si bien existen un número
progresivo de cementerios privados judíos e islámicos. En la página web
4
Documento
1. Cementerios municipales
Los cementerios de titularidad municipal se definen como bienes demaniales
afectos a la prestación de un servicio público local ( arts. 25.2.k) y 26.1.a) de la
LRBRL), y que, como tales, son imprescriptibles e inalienables ( artículo 132.1 de la
Constitución), lo cual impide la propiedad de particulares sobre las sepulturas. Por
tanto, tratándose de cementerios municipales, del carácter concesional de los
derechos del particular se derivan unas consecuencias habida cuenta de que el
municipio continúa siendo titular del dominio público y de que por el hecho mismo
del otorgamiento de la concesión puede establecer válidamente limitaciones al uso
del bien, amén de la privación del derecho concesional por las vías establecidas en
nuestro ordenamiento jurídico y con la correspondiente indemnización7.
7 Vid. STSJ Galicia 9 diciembre 2004 (PROV 2005, 189729) .
Al ser un servicio mínimo esencial, los municipios deben adoptar las medidas
necesarias para garantizar la prestación del servicio, lo cual supone que las normas
urbanísticas deben contemplar las necesidades futuras en relación al servicio de
cementerio, tanto de nueva construcción como en cuanto a la ampliación de los ya
existentes. En este punto, la normativa autonómica sobre policía mortuoria, de
forma constante, establece reglas sobre la ubicación de los cementerios y la
obligación de los municipios de recoger las previsiones oportunas en las normas
urbanísticas para satisfacer a las necesidades que se planteen en cuanto a la
prestación del servicio8.
8 v.gr., entre otros, art. 36.3 del Decreto 16/2005, de 10 de febrero, por el que se regula la policía
sanitaria mortuoria en la Comunidad de Castilla y León; art. 56 del Decreto 1/1994, de 18 de enero (LCTB
1994, 5) , por el que se aprueba el Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria de Cantabria; art. 42 del
Decret 297/1997, de 15 de noviembre, de Cataluña; art. 40 del Decreto 95/2001, de 3 de abril (LAN 2001,
164) , por el que se aprueba el Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria de Andalucía; art. 45 del
Decreto 39/2005, de 25 de febrero, del Consell de la Generalitat, por el que se aprueba el Reglamento
por el que se regulan las prácticas de policía sanitaria mortuoria en el ámbito de la Comunidad
5
Documento
Valenciana; art. 41 del Decreto 72/1999, de 1 de junio (LCLM 1999, 131) , de sanidad mortuoria de
Castillla La Mancha.
6
Documento
visto modificada en la posterior normativa autonómica que, con carácter general, fija
distancias inferiores, a la vez que distingue entre cementerios de nueva
construcción y ampliación de cementerios.
En la normativa autonómica, la ubicación de los cementerios ha de respetar
siempre ciertas distancias mínimas que se fijan con criterios dispares en cada
Comunidad Autónoma. Así, para cementerios de nueva construcción, en Andalucía
se establece una zona de protección de 50 metros libre de toda construcción ( art.
39.1 Decreto 95/2001, de 3 de abril (LAN 2001, 164) , redactado por Decreto
36/2014, 11 febrero (LAN 2014, 62) ) al igual que en Castilla La Mancha ( art. 42
Decreto 72/1999, de 1 de junio (LCLM 1999, 131) , de sanidad mortuoria); en
Castilla y León se fija una distancia mínima de cien metros del suelo urbano y
urbanizable, medidos a partir del perímetro exterior del cementerio ( art. 36.4
Decreto 16/2005, de 10 de febrero); en Cantabria establece una distancia mínima
de 200 metros en cementerios de nueva construcción ( art. 57 Decreto 1/1994, de
18 de enero (LCTB 1994, 5) ); o en Aragón se fija una distancia no inferior a 250
metros de los núcleos de población, o del límite del suelo urbano, urbanizable o apto
para urbanizar de uso residencial, según los casos, excepto que una distancia
menor fuere autorizada por el órgano competente ( art. 5 Decreto 106/1996, de 11
de junio (LARG 1996, 159) ). En Cataluña, se establece un doble perímetro; así, en
el Decret catalán 297/1997, de 25 de noviembre, el art. 39 establece las distancias
para cementerios de nueva construcción, disponiendo dos perímetros: una primera
zona de protección en el entorno de 25 metros de anchura, en principio ajardinada
y, en todo caso, libre de toda clase de construcción; y una segunda zona de
protección a partir de ésta, de 225 metros de anchura, en la que únicamente se
pueden autorizar determinadas instalaciones y viviendas unifamiliares.
En el caso de ampliación de cementerios ya existentes, por lo general se
flexibilizan los requisitos de distancia establecidos para los cementerios de nueva
construcción.
En cualquier caso, los cementerios de nueva construcción deben autorizarse en el
ejercicio de la competencia del municipio, o en su caso dentro de las competencias
supramunicipales u otras formas asociativas de prestación del servicio autorizadas
legalmente. Así, la STS 5 de abril de 1991 (RJ 1991, 3289) anula un Plan Especial
destinado a instalación de una necrópolis, calificando como zona verde destinada a
cementerio «privado» un determinado terreno que por sus características y
ubicación se preveía destinar al servicio de enterramiento y otros servicios
funerarios, no sólo del Ayuntamiento en cuyo municipio se enclavaba, sino de otros
municipios colindantes. El Tribunal Supremo declara en esta sentencia que los
municipios carecen de competencias para instaurar servicios públicos de ámbito
metropolitano, competencia que corresponde a las Diputaciones Provinciales,
Comunidades Autónomas, o formas asociativas de prestación (mancomunidades,
etc.).
7
Documento
10 Puede citarse como ejemplo el caso en que se establecía una exclusiva de la empresa concesionaria
sobre los productos y materiales necesarios para la inhumación o exhumación de cadáveres, incluyendo
bolsas y cajas de restos y aquellos otros productos que puedan facilitar la eliminación de olores, insectos
o descomposición de los cadáveres, por no ser prestaciones directamente vinculadas a la de
enterramiento (vid. STSJ Andalucía (Granada) 7 julio 2014 (PROV 2015, 133013) ).
8
Documento
9
Documento
10
Documento
en el caso que se solicite un nuevo periodo concesional por parte del titular del
derecho funerario, al margen de que no haya un reconocimiento normativo expreso
de un derecho a un nuevo periodo concesional.
11
Documento
aquel dominio público del Ayuntamiento puesto que tales derechos privados no
serán en ningún caso equiparables a la propiedad del suelo que pertenece a la
Entidad local de que se trate, aunque tales bienes de dominio público hayan sido
objeto de una concesión a particulares para su uso privativo en cumplimiento del
servicio público a que tales bienes están afectos.
B. Caducidad
La concesión en favor de particulares se extingue por caducidad, pudiendo
sistematizarse las causas en (i) por el transcurso del tiempo de la concesión; (ii) el
abandono; y (iii) la falta de pago de los servicios o actuaciones realizadas sobre la
unidad de enterramiento.
Desde el punto de vista de la actuación de la Administración, es esencial la
observancia de las garantías procedimentales en los expedientes de caducidad,
puesto que su falta de cumplimiento puede dar lugar a supuestos de hecho
determinantes de la responsabilidad patrimonial de la Administración. En este punto,
existe una conflictividad reiterada en relación a reclamaciones de responsabilidad a
las administraciones públicas por daños y perjuicios morales por traslado indebido
y/o pérdida o imposibilidad de localización de los restos de familiares fallecidos,
presentado especial litigiosidad el supuesto de hecho en que se ha declarado la
caducidad con inobservancia de los requisitos procedimentales, singularmente el de
falta de audiencia por notificaciones defectuosas. Así, por ejemplo, la sentencia del
Tribunal Supremo de 18 de Julio de 2000 estima la indemnización por daño moral
derivado de la desaparición de restos mortales del cementerio por desalojo y
traslado al osario común no notificado a los herederos.
2. Cementerios privados
La calificación del cementerio como un servicio público municipal no excluye la
posibilidad de que se establezcan cementerios por los particulares, definidos como
aquéllos cuya titularidad corresponde a un sujeto de derecho privado. Por tanto, que
el servicio mortuorio de cementerio no tiene que ser prestado siempre y en todo
caso por el municipio17.
17 STS 10 marzo 2003 (RJ 2003, 5407) , que cita diferentes normas autonómicas: artículo 55 del
Reglamento de Policía sanitaria mortuoria de Cantabria (Decreto 1/1994, de 18 de enero): «Podrán
establecerse cementerios públicos y privados, siempre que reúnan los requisitos y autorizaciones
establecidos en este Reglamento»; o el artículo 57 del Reglamento de Policía mortuoria de Madrid (
Decreto 26/1991, de 11 de abril (LCM 1991, 75) ), de redacción idéntica al citado; o el artículo 58 del
Reglamento de Policía sanitaria de La Rioja, que dice lo mismo ( Decreto 30/1998, de 27 de marzo (LLR
1998, 75) ).
12
Documento
13
Documento
14
Documento
15
Documento
para fijar los precios de los servicios funerarios que la Ley de Bases de Régimen Local (RCL 1985, 799)
considera como mínimos, pueda ser necesaria la intervención de la Administración competente, pero,
para todos aquellos servicios de esa naturaleza que excedan de esos mínimos, la libertad de precios está
asegurada por el principio constitucional de libertad de empresa del artículo 38 de la Constitución. Ello no
obstante, esta libertad de precios no legitima la fijación discriminatoria en cuanto al precio del servicio, la
cual puede ser sancionada en el caso de prácticas concertadas o empresas que ostentan una posición
de dominio en el mercado.
16
Documento
27 Así, el art. 43.3 del Decreto 95/2001, de 3 de abril, por el que se aprueba el Reglamento de Policía
Sanitaria Mortuoria de Andalucía, que contempla la necesidad de crematorio en el recinto del cementerio
en poblaciones de más de 100.000 habitantes, o el art. 39.3 Decreto 16/2005, de 10 de febrero, por el
que se regula la policía sanitaria mortuoria en la Comunidad de Castilla y León contempla la necesidad
de horno crematorio de cadáveres, público o privado, en municipios de más de 20.000 habitantes;
17
Documento
En orden a las normas urbanísticas que contemplan distancias mínimas entre los
crematorios y viviendas, el Tribunal Supremo ha considerado conforme a derecho
tales prescripciones fundadas en razones medioambientales siempre observen la
debida proporcionalidad.
Así, la STS 22 de septiembre de 2.011 (RJ 2012, 901) desestima el recurso
contra la modificación puntual del PGOU de Bilbao que introdujo una distancia
mínima de 500 metros entre los hornos crematorios de cadáveres humanos y las
viviendas más próximas, recordando que el Reglamento de Policía Sanitaria
Mortuoria, Decreto de 20 de julio de 1974 (RCL 1974, 1721) , en el artículo 50,
establecía ya una distancia mínima de 500 metros para los cementerios31.
31 La STS 22 de septiembre de 2.011 (RJ 2012, 901) desestima el recurso en relación a la distancia
mínima de 500 metros con la siguiente fundamentación en relación a un informe emitido por el Área de
Salud y Consumo del Ayuntamiento que justificaba la norma urbanística: «estimamos conveniente que
los crematorios, en cuanto actividad de un horno incinerador con emisión a la atmósfera de sustancias
contaminantes derivadas de la cremación de cadáveres, además de las propias de combustión,
mantengan una distancia mínima con respecto a las viviendas. El mismo informe añade que…Los
contaminantes atmosféricos emitidos en los procesos de cremación de cadáveres proceden,
principalmente de tres fuentes: La combustión incompleta, la combustión, la volatilización de metales
acumulados en el cuerpo humano, indicando a continuación que como resultado de la incineración se
producen, entre otras, las siguientes sustancias tóxicas: monóxido de carbono, partículas sólidas, cloruro
de hidrógeno, óxidos de nitrógeno, dióxidos de azufre, dioxinas, mercurio, cadmio y plomo. Y finaliza el
informe indicando que en la determinación de la distancia mínima que deben guardar estas instalaciones
respecto de las edificaciones residenciales más próximas…intervienen diversos factores: la orografía del
terreno, los vientos dominantes, la altura de la chimenea, los fenómenos habituales de temperatura en el
terreno (frecuencia de inversiones térmicas)… en definitiva los condicionantes de dispersión del
“penacho” de la chimenea de combustión, la dilución de los efluentes y su relación con los núcleos
habitados adyacentes».
18
Documento
En definitiva, será la normativa urbanística la que debe definir los requisitos para
la ubicación de los crematorios y determine las distancias mínimas, de acuerdo al
principio de proporcionalidad.
19