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BIBLIA

“Lámpar
Luz en
a es tu (Salm.
Palabrami118)
para sendero
mis
pasos,…”
Plan de Formacion Federal
Primer año de Noviciado

INTRODUCCION

La hermana Concepcionista debe encontrar en las Sagradas Escrituras el


combustible oportuno para dar respuesta al llamado que del mismo Dios ha
recibido; la Biblia debe ser para nosotras una de las herramientas más
valiosas para el encuentro permanente con el amado, el medio más eficaz para
reconocer la voz de Dios, el coloquio más cercano con quien sabemos nos
ama.

En la condescendencia de su bondad, Dios, para revelarse a los hombres les


habla en palabras humanas: “la Palabra de Dios, expresada en lenguas
humanas, se hace semejante al lenguaje humano, como Palabra del eterno
Padre asumiendo nuestra débil condición humana, se hizo semejante a los
hombres”1

La Iglesia ha considerado siempre como suprema norma de su fe la Escritura


unida a la Tradición, ya que, inspirada por Dios y escrita de una vez para
siempre, nos transmite inmutablemente la palabra del mismo Dios. En los
libros sagrados, el Padre que está en el cielo sale amorosamente al encuentro
de sus hijos para conversar con ellos. Y esta tan grande el poder y la fuerza de
la Palabra de -Dios, que constituye sustento y vigor de la iglesia, firmeza de fe
para sus hijos, alimento del alma, fuete límpido y perenne de vida espiritual.2

Siendo así, hermana, te invitamos a conocer, orar, amar y meditar las Sagradas
Escrituras, y de esta manera tener un profundo y satisfactorio crecimiento en
el Señor. “como la Madre de Jesús, que guardaba fielmente en su corazón el
misterio de su Hijo, la concepcionista se dedique todos los días a la lectura y
meditación del santo Evangelio y de las Sagradas Escrituras”.3

Aprovecha este tiempo de tu formación para adentrarte en el misterio de las


Sagradas Escrituras, y encuentra en ellas el continuo hablar de Dios para ti, en
tu vocación. ¡Escúchale!

NOCIONES GENERALES DE LA SAGRADA BIBLIA

1
CEC 101. DV 13
2
DV 21
3
Art. 77 §1 CCGG
1
A Continuación encontraras datos básicos para el estudio de la Sagrada Biblia,
que te permitirá, adentrarte con mayor certeza en estos textos sagrados.

Origen de la Palabra Biblia:


Que quiere decir “Biblioteca”. Es decir se trata de un conjunto de libros;
exactamente setenta y tres. Cada uno de ellos trata sobre un tema concreto,
pero todos nos ayudan a conocer el mensaje que Dios quiere comunicar a su
pueblo. San Clemente –Padre Apostólico- discípulo de San Pablo fue el
primero en usar este término.
Se le llama también:

 Sagrada Escritura porque trata de asuntos sagrados y religiosos.

 Palabra de Dios,
Biblia.
2
 Libro de la Revelación, ya que Dios se nos revela, es decir, corre el velo
cuando la leemos; y porque los que la escribieron lo hicieron por medio de la
revelación de Dios. No se la inventaron ellos.

Divisiones de la Biblia.

Estos 73 libros se dividen en forma general en dos grandes partes: El Antiguo


Testamento (AT) y el Nuevo Testamento (NT). El AT presenta la Alianza de
Dios con su pueblo Israel y cómo este fue caminando en la historia, cayéndose
y levantándose. El NT habla de la vida de Jesús y de sus discípulos, y del
caminar de las primeras comunidades cristianas.

En principio existió el Canon de la Biblia Hebrea, fijado por los Judíos en el


Siglo I con 39 libros, canon que aún se conserva aceptado netamente por la
religión judía; pero, históricamente los hebreos de la diáspora, que ya no
hablaban su idioma, sino griego, por ser la lengua oficial de todo el medio
oriente, tradujeron al griego los 39 libros del canon hebreo y le agregaron
posteriormente 7 libros más. Esta traducción la llamaron los griegos “LOS
SETENTA” Estos libros, como es de suponerse, no fueron recibidos por los
judíos de Palestina por ser posteriores y redactados solo en griego. Existe
también una división temática, que es el contenido de cada libro en particular,
y finalmente una división parcial, donde cada uno de los libros está dividido
en Capítulos, y a su vez cada capítulo está dividido en Versículos.

Nota: La palabra testamento significa pacto o alianza, que Dios hizo con los
hombres.
También existe una división numérica, de acuerdo a la cantidad de libros que
la contienen, la Biblia está formada por 73 Libros, 46 del Antiguo Testamento
y 27 del Nuevo Testamento.

Todos junto con Dios somos los protagonistas de esta historia sagrada; pues
estamos dentro de ella porque vamos en peregrinación hacia el Padre.
Siguiendo la historia del Pueblo escogido, nosotros llegamos a descubrir
nuestra propia historia. Igual que el Pueblo de Israel, Dios nos ofrece su amor
y nos hace comprender cómo podemos responderle y aún más nosotras que
hemos sido llamadas de una manera particular, podemos comparar nuestro
llamado y encontrar gran riqueza conociendo a aquellos hombres de Dios que
a través de la historia de la salvación, también fueron escogidos para una
misión especial en el servicio más de cerca de Dios.
3
TALLER

1. Investiga. ¿cuáles son los 7 libros agregados del canon hebreo a la traducción
griega, porque se llama la traducción de “los setenta”, porque se denominan
protocanónicos y deuterocanonicos y a que se refieren?

2. Da 3 ejemplos de citas bíblicas, identificando en cada una ellas la división


parcial

3. ¿para tu vocación en que contribuye el estudio de la Santa Biblia?

4. ¿Cuántos libros contiene y como está dividida la Biblia?

5. ¿Qué otros nombres recibe la sagrada Biblia?

Autor de la Biblia y forma en que fue escrita.

Todo libro tiene su autor. Y según como sea el autor así será el libro. Cabe
preguntarnos: ¿quién escribió este maravilloso libro de la Biblia? ¿Lo escribió
Dios directamente o se sirvió de instrumentos
humanos? ¿Cómo se puede comprobar que fue Dios el
que hizo redactar la Biblia? Se cuenta que un hombre
preguntaba a una mujer: ¿Cómo puede usted probar
que la Biblia es palabra de Dios? ¿Es que Dios habló
con usted? La mujer le respondió, señalando con la
mano el sol: ―¿Puede usted demostrarme que eso que
se ve allá es el sol? – Sí, señora. La mayor prueba de
que es el sol, es que me da luz y me da calor. - Muy bien, dijo la mujer. Así
pasa con la Biblia: la mejor prueba de que es Palabra de Dios es que ese Libro
me da luz, pues me ilumina lo que debo hacer; y me da calor, pues me anima a
amar a Dios y al prójimo.

El autor de la Biblia es Dios, pero Dios se sirvió de unos instrumentos que


sólo escribían lo que Dios les inspiraba, pero respetándoles su modo de ser, su
temperamento y su condición social.
La Biblia antes de ser escrita fue una enseñanza oral. Su redacción se debe a
tradiciones y hechos históricos que pasaban de generación en generación
4
desde tiempos muy antiguos. Nosotros estamos acostumbrados a leer y
escribir y no comprendemos fácilmente el mundo oriental antiguo, en donde
no se escribía sino que sólo se memorizaba. Esta transmisión oral se facilitaba
porque se hacía en verso, con cierta cadencia musical que ayudaba a
recordarla. Más tarde, estos autores sagrados la escribieron en cueros de res:
largas tiras de cuero llamadas pergaminos, que se enrollaban en dos cilindros
de madera. Cada rollo era un libro. Se escribían con plumas de ave, untadas en
tinta.
Tres son los idiomas en que se escribió la Biblia: hebreo, arameo y griego.
Casi todo el Antiguo Testamento fue escrito en hebreo, que era la lengua
propia de Israel. Sin embargo, más tarde el arameo suplantó al hebreo, siendo
un dialecto de éste en el que Jesús hablaba a su pueblo.

Finalmente, en griego se escribieron algunos libros del Antiguo Testamento y


todos los del Nuevo, exceptuando el evangelio de san Mateo, que se escribió
en arameo.

Hay diferentes formas de expresión en la Biblia, que llamamos géneros


literarios: novelas, alegorías, fábulas, parábolas, poemas, leyendas, refranes,
metáforas, simbolismos, hipérboles, etc. Cada vez que leamos la Biblia
tenemos que tener en cuenta estos géneros literarios para saber distinguir entre
fondo (ideas) y forma (el modo de decir esas ideas), entre la realidad y la
ficción, entre el núcleo histórico y el ropaje literario que lo expresa.

TALLER

1. Investiga Que es una inspiración Bíblica y una Revelación?

2. Cuáles son Los géneros literarios que encontramos en la Biblia

3. ¿En qué Idiomas fue escrita la Biblia?


.
4. Quien es el autor de la Biblia, argumenta tu respuesta con tus propias palabras.

5. ¿Por qué es importante tomar en cuenta el temperamento, cultura,


personalidad y clase social de los instrumentos humanos que Dios iluminó
para escribir la Biblia?

5
Actitudes para acercarnos a la Palabra de Dios.

Es importante formarnos también en el tipo de posiciones y disposiciones con


que debemos enfrentarnos ante la Palabra de Dios, pues si bien existen
litúrgicamente unos requisitos en cuanto a las posiciones y éstos a su vez
expresan respeto, y atención, entre otras, como no tenerlas en cuenta en
relación a la Palabra de Dios “Los cristianos deben recibir los libros sagrados
con devoción, porque expresan un vivo sentido de Dios, contienen enseñanzas
sublimes sobre Dios, contienen enseñanzas sublimes sobre Dios y una
sabiduría salvadora acerca del hombre, encierran tesoros de oración y
esconden el misterio de nuestra salvación.4

Para el Pueblo de Dios y aún más para nosotros hermanas concepcionistas


Franciscanas, la Biblia no es un libro como cualquier otro. No se puede leer
así, de corrido, como una novela, o un periódico. La Biblia, siendo Palabra
misma de Dios, deberá ser leída y meditada como un encuentro vivo con Dios.

Ahora bien, con mayor razón debe ser aún más profundo nuestro encuentro
personal con el Señor a través de su divina Palabra, el afán por formarnos y
alimentarnos en el conocimiento de las sagradas escrituras, y con esto contar
con una mayor solidez en nuestra vida de fe y vocacional.

Para esto encontraras continuación algunas de las actitudes para tener en


cuenta al momento de acercarte a la Sagrada Biblia:

 Con fe y con amor Como si estuvieras oyendo a Dios mismo, o leyendo una
carta que Él te ha mandado.

 Con respeto y veneración Los personajes del Antiguo Testamento oían la


divina Palabra descalzos y rostro en tierra (cf. Éxodo 3, 5-6). Los primeros
cristianos tenían una gran veneración a la Biblia. Por eso, copiaban capítulos
enteros de su puño y letra, y los llevaban consigo, y, al morir, los familiares
los depositaban sobre su pecho.

 Con espíritu de humildad Hay que acercarse a la Palabra de Dios con


humildad y sumisión a la Iglesia, pues fue ella la que recibió este sagrado
depósito es la Iglesia la que nos interpreta la Biblia, con la iluminación del
Espíritu Santo, que guía a la Iglesia.
4
Dei Verbum 15
6
 Con espíritu de oración La Biblia hay que leerla de rodillas, de pie o en otras
posiciones que indique respeto, por el hecho de saber que ella misma es la
Palabra de Dios y no podemos manipularla de cualquier manera como un libro
más.

TALLER

1. ¿Qué actitud o disposición de las que describimos para leer la Biblia,


consideras la más importante para ti?

2. Sabes qué documento de la Iglesia está relacionado particularmente a la


palabra de Dios?

3. Consulta En Dei Verbum los numerales 21, 22, 23, 24, 25 y comparte con tus
compañeras y maestra lo que más te llame la atención.
4. sabes cómo se llama el método que la iglesia nos recomienda para la lectura
orante de la Palabra de Dios?

5. Diga y explique con sus palabras los pasos de éste método

EL CANON DE LA BIBLIA.

La palabra canon viene de la lengua griega y


corresponde a la expresión: una caña recta
que sirve para sostener derecha alguna cosa.
Para nosotros, es como una regla de fe para
determinar si una cosa es verdadera o falsa;

7
es el criterio de la verdad de una afirmación, es la medida, la norma o regla de
algo.

Hay cuatro cánones o listas oficiales de libros de la Biblia:

 El canon de los judíos: ellos sólo aceptan 39 libros del Antiguo Testamento.
No aceptan ningún libro del Nuevo Testamento.
 El canon de los protestantes: ellos aceptan 39 libros del Antiguo Testamento y
27 del Nuevo. Total: 66 libros.
 El canon de los católicos: aceptamos los 46 libros del Antiguo Testamento y
los 27 libros del Nuevo Testamento. En total: 73.
 El canon de los ortodoxos: aceptan, como los católicos, todos los 73 libros de
la Biblia.

El Canon de la Biblia es el catálogo o lista de los libros que la Iglesia


considera inspirados por Dios, llamados, por lo mismo, libros canónicos. Son
73 libros; 46 del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo Testamento. El canon se
aplica a toda la Sagrada Escritura, no sólo a unas partes. Es competencia de la
Iglesia determinar cuáles son los libros inspirados y cuáles no, porque tiene la
autoridad recibida de Cristo con la asistencia del Espíritu Santo. Además
determina cuáles son, porque es ella quien los ha escrito a lo largo de los años.
La Iglesia no lleva a cabo esta operación de modo arbitrario, sino mediante la
aplicación de unos criterios tanto internos como externos, a través de los
cuales le es permitido discernir y descubrir la regla de la fe y de la verdad en
un determinado libro.

Corresponde a la Iglesia saber si un libro es inspirado

La Iglesia lo único que hace es atestiguar que ese libro existente ha sido
inspirado por Dios; no es la Iglesia quien inventa los libros. Por dos razones
tiene la Iglesia la capacidad y la potestad para afirmar esto; primero porque la
Biblia, Palabra de Dios escrita, es fruto de la predicación de la Iglesia misma:
fue la primera comunidad cristiana quien empezó a poner por escrito su
predicación sobre la vida y doctrina de Jesús. Entonces sólo a ella pertenece la
justa interpretación de lo que escribió; como pertenece sólo al autor de un
libro interpretar rectamente lo que escribió en su libro. En segundo lugar
Porque Jesús entregó a Pedro las llaves de su Reino, es decir de su Iglesia, y
sólo él, unido a los apóstoles, por mandato de Jesús, tiene el poder del Espíritu
8
Santo de discernir la verdad. Todo cristiano tiene, sin duda, este Espíritu de
Dios al recibir el bautismo; pero el cristiano, como individuo y particular, no
tiene la función el interpretar la Biblia. El oficio de interpretar auténticamente
la palabra de Dios, oral o escrita, ha sido encomendado únicamente al
Magisterio de la Iglesia, el cual lo ejercita en nombre de Jesucristo. Pero el
Magisterio no está por encima de la palabra de Dios, sino a su servicio, para
enseñar puramente lo transmitido, pues por mandato divino y con la asistencia
del Espíritu Santo, lo escucha devotamente, lo custodia celosamente, lo
explica fielmente; y de este depósito de la fe saca todo lo que propone como
revelado por Dios para ser creído. 5

Establecimiento del canon de la Biblia.

Desde los primeros tiempos del cristianismo la Iglesia católica consideraba


algunos escritos como canónicos (o inspirados) y otros los rechazó. A éstos
últimos los llamó apócrifos.

La palabra canónico se utilizó por primera vez en el concilio de Laodicea de


Frigia (360). En el canon 59 se establece que en la asamblea no se deben
recitar salmos privados o libros no canónicos, sino solamente los libros
canónicos del Nuevo y del Antiguo Testamento. Libros canónicos, por
consiguiente, vendría a equivaler al conjunto de libros que norman la fe de la
Iglesia. Las primeras decisiones de la Iglesia en relación al Canon de la Biblia
se dieron en el Concilio de Hipona (África) en el año 393. La última
definición fue en el Concilio de Trento en 1546.

División de los libros canónicos.

Los 73 libros inspirados o canónicos de la Biblia se dividen en:


Proto-canónicos: son aquellos libros que fueron y son considerados
inspirados, sea por la religión judía, sea por la católica, como también por las
Iglesias protestantes. Es decir, que su inspiración no ha sido puesta en duda
por ninguna Iglesia.

Deutero-canónicos: son aquellos libros de la Biblia de cuya inspiración se


dudó algún tiempo o por alguna Iglesia en particular.

libros apócrifos

5
Dei Verbum, 10).
9
La palabra apócrifo es griega y quiere decir “oculto, escondido”. Se llaman
apócrifos ciertos libros religiosos, que la Iglesia no ha aceptado como
inspirados, a pesar de que su contenido sea a veces semejante al de la Biblia.
Tradicionalmente se les ha negado la inspiración y la canonicidad, porque la
mayor parte de las iglesias no aceptaron su origen apostólico, porque
contenían hechos exagerados e imaginarios, y porque en algunos puntos no
concordaban con la regla de la fe.

TALLER

1. Averigua que libros de la Biblia corresponden a los deuterocanonicos?

2. ¿qué sabes Tú y por qué crees que la Iglesia no acepta los libros apócrifos?
3. Organiza con tus hermanas una exposición sobre el documento conciliar Dei
Verbum y sus partes más importantes sobre la Sagrada Escritura.

INTRODUCCIÓN AL ANTIGUO TESTAMENTO

Hermana, lee atentamente y coméntalo en tu clase.

Dieciocho siglos antes de Cristo, algunas tribus nómadas abandonan Caldea


con sus rebaños para establecerse en Egipto. Entre estas tribus y clanes
10
nómadas hay un cierto número de familias cuyo jefe es Abrahán. Para
Abrahán, personaje completamente insignificante desde el punto de vista de la
historia, esta emigración obligada va unida a una gran esperanza: Dios lo
había llamado y prometido una recompensa extraordinaria: «Abrahán, todas
las naciones de la tierra serán tuyas».

Cuando Dios se revela a los patriarcas


Abrahán, Isaac y Jacob, éstos son aún
nómadas; comparten con los demás nómadas
una religión simple, hecha de apego al «Dios
de sus padres» y de veneración de un cierto
número de pequeños ídolos familiares, pero el
encuentro con el Dios Vivo los va a llevar a
una nueva toma de conciencia: Dios ampara a
los que elige. Gran cantidad de pruebas parecerán contradecir la Promesa que
Dios les ha hecho, pero Dios intervendrá cada vez en favor de sus fieles.
Desde entonces se establece entre Dios y los patriarcas una relación
privilegiada, caracterizada por la fidelidad de Dios a su palabra y por la
confianza inquebrantable de sus fieles. A través de ellos Israel será incitado a
contemplar, a lo largo de su camino, tanto las maravillas de Dios en favor de
aquellos que ha elegido como la fe indefectible de sus padres.

Seis siglos más tarde, algunos descendientes de los patriarcas se reúnen en el


desierto y, bajo el mando de Moisés, se dirigen hacia la Tierra Prometida. La
etapa del Horeb es decisiva: es aquí donde estos clanes nómadas van a vivir tal
experiencia espiritual que los textos bíblicos no cesarán de referirse
constantemente a ella. Dios se compromete solemnemente con su pueblo y al
mismo tiempo le da una Ley: es la regla de la alianza con Dios, el código de
conducta personal y comunitaria de Israel. A la palabra dirigida a Abrahán
responde en adelante la del Sinaí. Promesa, alianza y salvación serán los tres
pilares de la fe de Israel, y los puntos firmes de los cinco primeros libros del
Antiguo Testamento.

Con la entrada en la Tierra Prometida, Israel se ha de enfrentar con los demás


pueblos, mucho más avanzados culturalmente. Desde hace más de dos mil
años, ellos han construido una civilización urbana, desarrollado la agricultura,
establecido relaciones comerciales con todo el Próximo Oriente e incluso más
allá. Esta civilización brillante pero pagana será una trampa constante para la
fe de Israel. Entonces Dios envía a su pueblo sus profetas, sus portavoces.
11
David se apodera de Jerusalén, una pequeña ciudad cananea y hace de ella su
capital, introduciendo en la misma el arca de la alianza, signo visible de la
presencia de Dios en medio de su pueblo. A partir de este día, no solamente la
Ciudad Santa entra en la historia del pueblo de Dios, sino que su vocación
rebasa el tiempo y la historia, ya que ella aparece en las últimas páginas del
Apocalipsis como la figura de la humanidad definitivamente reconciliada con
su Dios. Salomón, al construir el Templo de Jerusalén, que dos siglos más
tarde se convertirá en el único santuario legítimo, da a su pueblo un punto de
reunión: la «Morada de Yahvé».

Los Escritos de la Sabiduría, que constituyen la tercera y última parte del


Antiguo Testamento, pueden parecer menos coherentes que la Ley o los
Profetas: en efecto son el reflejo de un pueblo convulsionado y con frecuencia
dividido: es el tiempo en que Dios se prepara un «pequeño resto» en medio de
una nación presionada y arrastrada por todas las tentaciones del poder y la
confusión entre el reino de este mundo y el Reino de Dios.

Pero después de tantas experiencias acumuladas en el pueblo de Israel,


sobreviene un período de crisis en el que Dios decide conducirlos a superar los
más grandes desafíos de la fe y de la historia. En este preciso momento es
cuando aparece Jesús.

Así, pues, el Antiguo Testamento consta de 46 libros, y constituye la primera


y más voluminosa de las dos partes de la Biblia. Se trata de la lenta
preparación de Israel para la Alianza definitiva y eterna que Dios iba a
establecer con los hombres en la persona de Jesucristo.

EL PENTATEUCO

12
Se denominan así a los cinco primeros libros del Antiguo testamento. Estos
constituyen un magnífico pórtico que da acceso al majestuoso edificio de la
Biblia.

El nombre Pentateuco, de origen griego, alude a los cinco (penta) libros o


“rollos” que lo forman y a los instrumentos o estuches (teukhos) en que se
Guardaban. No estamos ante cinco independientes. Al contrario, cada libro
desemboca en el siguiente o arranca del anterior de forma que todos juntos
desarrollan una misma trama narrativa que va desde la creación del mundo,
pasando por el nacimiento de los pueblos, la era patriarcal, la estancia israelita
en Egipto y en el Sinaí, hasta el comienzo de la Conquista de Canaán y la
muerte de Moisés, en los umbrales de la tierra prometida. Esta historia unitaria
y continua, formada casi a partes iguales por relatos y leyes, se divide a su vez
en seis grandes etapas o capítulos, perfectamente diferenciados:

1. Historia de los orígenes (Gn 1-11)


2. Historia patriarcal (Gn 12-50)
3. Salida de Egipto y marcha hacia el Sinaí (Ex 1-18)
4. Revelación en el Sinaí (Ex 19-40 + Lev + Nm 1-10)
5. Marcha desde el Sinaí hasta los llanos de Moab (Nm 10-36)
6. Discursos y despedida de Moisés (Dt)

Estos cinco libros forman la Torah o Ley por excelencia, la carta


constitucional que plasmó los principios fundacionales y fundamentales,
religiosos y civiles, por los que Israel se constituyó como un pueblo con
identidad propia y referido en exclusiva a Yahvé, su Dios.

Autor y composición literaria

Tradicionalmente se atribuyó a Moisés la autoría del Pentateuco, pero estudios


recientes han llegado a la conclusión de que él solo no pudo ser el único autor
de los cinco libros. Él es el autor substancial, pero, durante largos años y en
diversos momentos de la historia de Israel, otros autores fueron añadiendo

13
elementos y reformulándolos. Antes de ponerse por escrito, estas tradiciones
se recitaban en los Santuarios. Más tarde, se fijaron por escrito.

El Pentateuco da respuesta a los grandes interrogantes de la comunidad de


Israel:
 ¿Quién creó el mundo y el hombre? Génesis (origen de la humanidad e
historia de los patriarcas).
 ¿Cuándo tuvo el pueblo de Israel conciencia de pueblo elegido? Éxodo
(liberación de Egipto, marcha por el desierto, alianza en el Sinaí).
 ¿Cómo debe regirse la comunidad de Israel? Levítico (conjunto de leyes y
normas), Números (experiencia del amor de Yahvé) y Deuteronomio (segunda
ley).

A Continuación, te presentamos unos datos básicos que debemos tener en


cuenta al momento de adentrarnos en el estudio de la Biblia, particularmente
de los libros que contienen el Pentateuco.

Nota: Para el desarrollo de esta temática, se debe planear la lectura de los


libros que progresivamente iremos estudiando, bien sea individualmente o en
grupos.

Génesis.
El libro del Génesis no es un libro de historia, sino un libro de fe. Trata de los
orígenes del mundo, del hombre y del pueblo de Israel. Al autor del libro no le
interesan los hechos en sí mismos, sino que usa de los acontecimientos en la
medida en que sirven para enseñar y explicar el Plan divino. Por eso los
nombres de los personajes, su edad, sus fechas, los números...son simbólicos y
esconden una verdad revelada por Dios, que sólo descubriremos desde la fe.

Éxodo.
El libro del Éxodo narra la salida de los israelitas de Egipto, alrededor de los
años 1280-1240 a.C., bajo la guía de Moisés, a quien Dios escogió, y con
quien renovó su Promesa y su Alianza de amor. Estamos en el corazón de la
Biblia, pues con la salida de Egipto y la Alianza en el Sinaí, Israel nace como
Pueblo, descubre quién es su Dios. Además, en el Éxodo nos encontramos con
hechos, personas y temas que son “tipo” y “figura” de la revelación posterior
de Jesús.

Levítico

14
Leyes litúrgicas o de culto. El levítico está en el centro de los cinco libros que
conforman la «ley», el corazón del antiguo testamento; debe su nombre al
hecho de que se explaya muy especialmente sobre el ministerio de los
sacerdotes levitas. Lo medular del libro es la ley de santidad, la cual nos dice
lo que el dios santo exige de su pueblo que tiene el honor de pertenecerle,
tanto con respecto al culto como a su vida diaria.

Números
Hechos ocurridos en el desierto y algunas leyes sin orden. Este libro se llama
los números porque comienza y acaba con un censo de los israelitas.

Lo esencial del libro fue redactado en los medios sacerdotales de Jerusalén en


la misma época que el libro del levítico, es decir, al regreso del exilio, unos
setecientos años después de moisés. El objetivo principal de esos sacerdotes
era darle una legitimidad a toda la estructura religiosa y social de Israel como
pueblo consagrado al culto del Dios único.

Deuteronomio: Leyes morales y de justicia para el pueblo. Es considerado


como el discurso de despedida de Moisés. Deuteronomio significa: segunda
Ley y fue llamado así por estar ubicado en la Biblia después del conjunto de
leyes que ocupan los libros del Levítico y de los Números. Sin embargo, fue
escrito antes que éstos. Fue el primer intento para unificar los mandamientos y
las costumbres y dar a Israel la Ley en que encontraría la vida. Deuteronomio,
ahora, recuerda insistentemente a Israel que Yahvé lo ha amado y escogido.
Israel es ahora el pueblo al que Yahvé ha concedido su alianza, y debe
responderle con amor de corazón.

Amor a Dios, bien es cierto, pero también amor al prójimo. El libro quiere
fortalecer la unidad del pueblo, y muestra cómo el amor de Dios a su pueblo le
exige crear una sociedad solidaria y fraternal.

TALLER

1. En tu Biblia Identifica los hechos y personajes principales del génesis

2. Sabes a quien se le atribuye la autoría del libro del éxodo y que hechos
importantes encontramos en él?
15
3. lee el capítulo 19 del libro del levítico y comparte con tus hermanas lo que
más te ha llamado la atención.

4. Que encontramos en Núm. 8, 5-26 y que relación crees que tiene con
nosotras?

5. lee atentamente Deuteronomio capítulos: 6, 7 y 8. llévalo a tu oración.

LIBROS HISTORICOS

16
Comenzamos una serie de libros inspirados por Dios que narran la historia
religiosa de Israel, desde la muerte de Moisés (finales del siglo XII a.C.) y su
relevo con Josué a la cabeza, hasta Juan Hircano (135-104 a.C.); es decir,
desde la entrada en la Tierra Prometida de Canaán hasta la llegada de los
Macabeos.
Para comprender estos libros hay que enmarcarlos en una visión religiosa: el
plan de Dios para entrar en comunión con el hombre y traernos la salvación en
Jesucristo, su Hijo, el Mesías prometido y esperado por Israel. Nos ayudarán
estas palabras del Concilio Vaticano II: Estos libros, aunque contienen
elementos imperfectos y pasajeros, nos enseñan la pedagogía divina. Por eso
los cristianos deben recibirlos con devoción, porque expresan un vivo sentido
de Dios, contienen enseñanzas sublimes sobre Dios y una sabiduría salvadora
acerca del hombre, encierran tesoros de oración y esconden el misterio de
nuestra salvación.6

Antes de entrar en cada uno de estos libros, hay que decir que Israel y Judá
tuvieron que luchar contra reinos invasores:

• Invasión asiria: 900-609 a.C.


• Invasión neo-babilónica: 626-539 a.C.
• Invasión persa: 559-330 a.C.
El pueblo elegido por Dios tenía que luchar para defenderse. Hoy nos cuesta
mucho entender estas guerras, pero Israel lo hacía con esa conciencia de
proteger la elección de Dios y ser fiel a las promesas y a la Alianza de Dios.
No es sólo lucha por la supervivencia personal, sino lucha por dejar bien claro
ante todas las naciones que Dios es único y que Él quiso escogerse un pueblo
para realizar su plan de salvación.

Por eso, los autores inspirados por Dios cuentan la historia de Israel con una
mentalidad teológica, más que con una mentalidad histórica. Ven y escriben
6
Dei Verbum 15).
17
los acontecimientos del pueblo con ojos de fe, relacionándolos con el Dios de
la Alianza y de las promesas mesiánicas. Unas veces seleccionan hechos, otras
omiten o repiten episodios, atentos a todo lo que pueda concientizar al pueblo
sobre la idea central de la Alianza. Por eso las dos grandes ideas que
atraviesan estos libros son: Alianza y Mesías.

Josué.
El libro de Josué narra la conquista de la Tierra Prometida, llevada a cabo
después de la muerte de Moisés por Josué. El libro de los Jueces contiene la
historia del período transcurrido entre la muerte de Josué y la implantación de
la monarquía. Dios solía llamar a los jueces en tiempos de suma necesidad,
para que librasen a su pueblo de sus invasores.

Los seis libros que van de Josué al segundo de Reyes, forman una sola obra,
escrita por uno o varios autores pertenecientes a la escuela teológica llamada
deuteronomista porque en ella nació el Deuteronomio. Josué fue escrito en
torno al destierro (siglo VI a.C.), o sea casi siete siglos después de los
acontecimientos.
El libro de Josué se compuso en gran parte en los últimos tiempos del reino de
Judá. Cuando se redactó el presente libro, la historia de Josué se perdía en un
pasado del que ya se habían olvidado muchos detalles, sin embargo, bastaban
algunas imágenes y recuerdos para ilustrar la vocación del pueblo de Dios y el
sentido de sus aventuras.

Jueces.
Los llamados jueces eran unos personajes encargados de gobernar al pueblo,
de conducirlo en la guerra y de librarlo del peligro.
Es una recopilación de tradiciones sobre la conquista y posesión de la tierra.
Pone de relieve la idea de que la posesión de la tierra exige la fidelidad a la
Alianza. Por eso, cuando el pueblo no es fiel -cuando peca- Israel pierde parte
de su territorio. La conversión del pueblo (o vuelta a la fidelidad a la Alianza)
recompone la unidad territorial.
Los jueces elegidos por Yahveh libraban a Israel de sus enemigos. Se
llamaban jueces porque se hicieron instrumento de la justicia de Dios para
salvar al pueblo de los extranjeros que amenazaban.

Samuel.
Samuel es el anillo entre el tiempo de los jueces y el de la monarquía. Es un
personaje de los más apreciados por importante en aquellos lejanos albores de
18
la monarquía. Es tenido como el ultimo juez pero de tipo institucional; tiene
una función mucho más clara que la de los anteriores, resuelve litigios y casos
consultados; no es guerrero; su autoridad moral se impone, pero mas que un
juez, Samuel aparece como un profeta o vidente, como un especie de maestro
y orientador de grupos de profetas de quienes no obstante su buena relación,
se distinguía bien7

1º Libro de Samuel.
Los autores nos cuentan acontecimientos más cercanos, para los cuales
disponen de testimonios. El reinado de David se sitúa en los años 1010-970 y
el autor debe haber sido contemporáneo de su hijo Salomón. Aquí personajes
de carne y hueso se debaten en medio de acontecimientos complejos. A través
de ellos va tomando forma la historia de Israel enfrentado a sus vecinos
cercanos y, poco más tarde, a los grandes imperios del Próximo Oriente.

El libro de Samuel, actualmente dividido en dos partes, narra los comienzos de


la monarquía. El primer libro está centrado en tres personajes. Primero viene
Samuel, un jefe a la antigua usanza además de profeta; el siguiente es Saúl, el
primer rey, cuya vida termina en fracaso; por último David, del que se cuenta
su ascensión al trono.

Conviene leer el texto tal y como se presenta, sin prejuicios, pero al mismo
tiempo con mirada crítica. Se verá entonces, por ejemplo, que el libro registra
testimonios a veces contrapuestos. Unos son favorables a la institución de la
monarquía, otros están en contra. Los hay que se muestran favorables a David,
otros sólo se centran en sus aspectos negativos. El autor a veces parece
neutral, dejándonos con nuestros cuestionamientos. Dios actúa de la misma
manera: habla poco, pero va dejando signos, invitando a los lectores del libro
a que también ellos busquen y disciernan.

2º Libro de Samuel
En esta segunda parte se nos cuentan los hechos de David, rey. Historia tan
sincera como no se escribió ninguna otra en la antigüedad. Historia escrita por
un hombre de Dios que supo descubrir la verdadera grandeza de David. Lo
inimitable del rey David se nota en una serie de cosas pequeñas que a sus
contemporáneos les parecieron insignificantes o incluso tonterías Pero no
pasaron inadvertidas al que contó su vida y, después de él, Israel comprendió
que si bien habían tenido algunos reyes excelentes, sólo David les había
presentado alguna figura anticipada del Rey verdadero, Cristo.
7
Conozcamos la Biblia 1993
19
Reyes

Narran la evolución de las instituciones básicas de Israel: el pueblo, el culto, el


sacerdocio y la monarquía, a lo largo de 400 años (desde el 971 hasta el
destierro de Babilonia, en el 561). La consolidación y esplendor de la
monarquía con Salomón durará poco tiempo, ya que el reino se divide en dos
a la muerte de Salomón. Es la época de máximo esplendor de los profetas,
entre los que destacan Elías, Eliseo, Isaías. Se consolida la institución del
templo con el sacerdocio, como pilares de la comunidad religiosa de Israel.

A través de todas estas páginas se percibe el afán de los autores por describir
la fuerte tensión entre estas dos realidades: Israel unido e Israel dividido.
Podríamos decir que tienen el propósito de decirnos que según los planes de
Dios, Israel está llamado a la unidad en torno a Yahvé; pero, que, sin embargo,
se ha visto sometido a una dolorosa división cuyas consecuencias han sido
muy graves; casi la destrucción total8

Al comienzo, los dos libros de los Reyes formaban uno solo. Esta obra es el
fruto de la reflexión de los profetas y terminó de redactarse durante el
Destierro a Babilonia.

Se trata de una historia religiosa que, deliberadamente, omite hechos que a


otros parecerían muy interesantes: apenas se habla de los importantes reinados
de Omri y Jeroboam II en Samaria. El juicio es siempre desfavorable para los
reyes de Israel, recordando cada vez la culpa del primero de ellos, Jeroboam,
responsable de la división. Solamente se alaba a algunos reyes de Judá por su
fidelidad a Yahvé.

1º Reyes
El tiempo de los Reyes constituye la tercera etapa de la historia de Israel,
después del tiempo de los Patriarcas. Cuatro siglos de los Reyes son los más
importantes de la historia sagrada, porque éste fue, más o menos, el tiempo en
que Dios hizo surgir en ese pueblo los profetas.

2º de Reyes.

8
Conozcamos la Biblia. 1993
20
El segundo libro de los Reyes contemplando la historia de los dos reinos del
norte y del sur, Israel y Judá.

El autor quiere demostrar que su decadencia fue el castigo de su infidelidad a


la alianza de Dios. Sería un error, sin embargo, pensar que los últimos reyes
fueron peores que los primeros. Al leer atentamente, nos damos cuenta que el
autor no juzga con la misma severidad a los próceres del reino y a sus
sucesores.

Crónicas
Estos dos libros son un compendio de la historia de Israel desde los orígenes
del mundo hasta el año 538, fecha del edicto de Ciro que liberó a los judíos
cautivos de Babilonia., se redactó a finales del siglo IV a.C. y tiene como fin
resaltar la restauración del pueblo de Israel desde una perspectiva religiosa.
Sus líneas directrices son la exaltación del rey David y de la ciudad santa de
Jerusalén.
El centro del mensaje religioso de las Crónicas es la realización de las
promesas, la constitución del Reino de Dios sobre la tierra. El centro de este
Reino es Jerusalén, como centro religioso. Los elementos del Reino serán: el
Templo, el sacerdocio levítico y la dinastía davídica.

Esdras
Esdras llega veinte años después de Nehemías. El Gran Rey quiere que cada
pueblo tenga un código de leyes escritas; por eso confía, para los judíos, en un
maestro de la Ley. La Ley del pueb lo judío estaba toda en los libros sagrados.
Aunque no se sabe de forma precisa si Esdras participó personalmente en la
redacción de los libros santos, a él se debió su recopilación.

Con Esdras, que es un sacerdote, y con su misión oficial, los sacerdotes pasan
a ser el grupo dominante. Estarán ligados al poder imperial persa y serán los
garantes de la estabilidad,

Nehemías
La reconstrucción del Templo produjo roces entre los repatriados y el pueblo
que se había quedado en el país. Cuestión de intereses, es cierto, por el temor
de los que estaban ante la llegada de grupos más motivados y que contaban
con el apoyo del rey. Pero también cuestión religiosa, porque si el pueblo de
Dios ya no se identifica con una nación ni con un territorio, hay que fijar de
nuevo los criterios de pertenencia a la comunidad.

21
Es entonces cuando Nehemías se siente llamado. Comprende que la
comunidad no será respetada si no tiene fronteras. No pretende independizarse
del imperio persa, pero se necesitan murallas para hacer frente a las amenazas
y violencias de los poderes intermediarios y de los vecinos. Luego, será
necesario reorganizar la comunidad, exigiendo a los más ricos la solidaridad
con sus hermanos necesitados, y respetando la prioridad que se debe al culto
divino. La comunidad escapará al peligro de ser asimilada por el medio
ambiente merced a barreras que se impondrán de a poco: no habrá más
matrimonios mixtos y la familia será judía; se respetará el descanso sabático;
el poder civil será responsable de la fidelidad religiosa al igual que los
sacerdotes.

1° Macabeos.
Cuentan las luchas de los judíos, dirigidos por Judas, el Macabeo “martillo” y
sus hermanos, contra los seléucidas para defender la libertad religiosa y
política.
Al lector actual el libro puede darle la impresión de que es prácticamente una
obra profana, defensora de un cierto nacionalismo a ultranza. En el fondo, sin
embargo, se encuentran algunas motivaciones religiosas de interés. La
fidelidad a Dios está en el trasfondo de cada relato, aunque a veces se presente
mezclada con otras motivaciones menos puras. Esta fidelidad a Dios se
traduce concretamente en fidelidad a la ley a y la tradición santa, y se dirigen
plegarias a un Dios que es el único que puede salvar, por más que a veces se
presente un tanto lejano. Falta en el libro inmediatez y cercanía de Dios a los
hombres concretos, tan vivamente resaltadas en otras obras bíblicas.9

2º Macabeos.
El segundo libro de los Macabeos no es la continuación del primero. Mientras
el anterior presenta en forma global y equilibrada la historia del pueblo judío
en esos años críticos, éste se ciñe a una serie de hechos y, a veces, de
comentarios y leyendas, que le permiten resaltar las esperanzas y los
sufrimientos de los creyentes perseguidos.
Este segundo libro, de menor interés que el primero para el historiador, tiene,
sin embargo, suma importancia en la Biblia por su visión, muy profunda,
respecto al sufrimiento y a la muerte, así como a la justicia de Dios. En
especial, este libro, tal como los de Daniel y de la Sabiduría, es el primero que
afirma en la Biblia la fe en la resurrección de los muertos.

TALLER
9
Nuestra sagrada Biblia
22
Lee e identifica el personaje y los hechos para destacar de los capítulos 4 al 5;
6 al 9, y del 13 al 16. Para compartir en la próxima clase.

1. ¿Qué características tienen los jueces elegidos por Dios para guiar a su
pueblo?

2. Cuál es el tema central de los libros de Samuel?

3. que personajes importantes destacas de los libros de los Reyes, dinos algo de
ellos.

4. Cuales son los dos personajes mas destacados en los libros de las crónicas?

5. Compara el cántico de Ana (1 Samuel 2, 1-10) y el cántico de María (Lc 1, 46-


55) y escribe las semejanzas entre los dos, con tu reflexión.

23
LIBROS DIDACTICOS

Rut, Tobías, Judit y Ester componen un grupo de libros breves que se suelen
calificar como Didácticos o Hagiográficos, y que podríamos titular como
“vidas de santos de Israel”. Los cuatro tienen fines didácticos y pedagógicos,
centrados en un personaje concreto y no en acontecimientos del pueblo. Por
tanto, su finalidad es enseñar, exhortar y animar a los lectores. No abarcan
espacios de tiempo más o menos largos, Sólo tienen como tema un episodio
concreto con un protagonista que da nombre al libro. Dios en estos libros es
Maestro que nos enseña lecciones de vida. Nosotros somos los discípulos. Se
nos pide atención, silencio, recogimiento, para absorber todas las enseñanzas
de vida eterna que nuestro buen Dios nos da, y así ponerlas en práctica.

Ruth
Es la historia de una joven moabita, una extranjera en Israel. no se sabe
cuándo se escribió esta preciosa historia del tiempo de los jueces, que trata de
los antepasados de David. Muy probable es la hipótesis de que fuera escrita en
tiempos del mismo rey David, y se supone que el autor es aquel que escribió el
primer libro de los Reyes, tal vez, el profeta Samuel.

El libro de Rut cuenta con una historia en apariencia meramente humana, pero
profundamente religiosa en realidad. Dios, como guía providente, se halla
oculto detrás de cada uno de los episodios que entretejen esta historia.10

Tobías.
Se trata de una historia de familia inspirada en los relatos patriarcales del
Génesis. A través de la historia de Tobías, hijo de Tobit y Ana, y su mujer
Sara, se intenta inculcar los valores tradicionales del judaísmo, sea en el
ámbito personal como en el familiar. La institución familiar es escuela de
aprendizaje, de vivencia y transmisión de las enseñanzas morales y religiosas
judías.

El tema principal del libro es el camino de la felicidad, representado en el


viaje de Tobías bajo la guía del ángel. El camino de la felicidad consiste en
esto: temor de Dios en la obediencia a los mandamientos; respeto y piedad
hacia los padres; práctica de las obras de misericordia, oración y ayuno,
justicia y honestidad. La Providencia divina: Dios cuida de sus hijos, no es
responsable del mal de los hombres; es más, sale en su ayuda, las virtudes
familiares que nos enseña son: piedad, amor, respeto, unión.
10
Nuestra
24
Judit
Es un libro narrativo; una débil mujer, Judit, será el instrumento de Dios para
vencer al gran rey y liberar a su pueblo.
La “judía”, es prototipo, punto de referencia, modelo que encarna las mejores
virtudes de su pueblo: confianza y fe en Yahveh, obediencia a la Ley y sincera
religiosidad. Es una heroína que se enfrenta, sola, al general enemigo
Holofernes y le da muerte, para así librar al pueblo del yugo enemigo.

Ester
Es un libro narrativo con cierto trasfondo histórico, inviolabilidad del pueblo
de Israel en la historia, es decir, aunque es pequeño y perseguido, lleva en sí la
bendición y el favor de Dios y es portador de salvación. Dios interviene en la
historia para salvar a su pueblo perseguido.

TALLER

1. ¿Qué enseñanzas deja para tu vida el libro de Rut?

2. ¿Quién era Mardoqueo?

3. Narra con tus propias palabras la historia de la Reina Ester.

4. porque se dice que Judit y Ester son figura de María?

PROFETAS MAYORES
25
Las palabras hebraicas que la Biblia usa para llamar a los profetas son: Nabi,
Hozé, Zoé (vidente). La más frecuente es Nabi: el que habla con vehemencia,
bajo el influjo de una fuerza superior, un inspirado. La palabra profeta es
griega y significa: Hablar en nombre de.... Por tanto, el nombre profeta indica
claramente la misión de estos hombres: el profeta es el que habla en nombre
de Yahvé; es su voz viva en medio del pueblo, para recordar las promesas
entre Dios y su pueblo, para enderezar y corregir. Por tanto, tiene doble
finalidad; anunciar y denunciar. En la Biblia también los profetas son
llamados como: guardianes del pueblo, centinelas de Yahvé. Son hombres de
fuerte personalidad y espiritualidad, intermediarios, siervos de Yahvé. Son
hombres que, bajo el impulso de Dios, comprenden lo que está sucediendo y
transmiten al pueblo un continuo llamado a la conversión, y su misión es
discernir la voluntad de Dios sobre el presente del pueblo, para proyectarlo a
un futuro de esperanza y de salvación.

Los libros proféticos son un género de libros “ardientes” e “inflamados”, que


pintan la lucha por la fidelidad a Dios por parte de un pueblo que una y otra
vez es sorprendido con las manos en la masa de su pecado y de su fracaso. Los
profetas se convierten así en los grandes incitadores del pueblo de Dios, los
que mantienen la fidelidad a la Alianza, los creadores de la esperanza en el
futuro. Son hombres inspirados que se adelantan a su tiempo y van creando,
poco a poco, nuevas relaciones entre el Dios vivo e Israel, el pueblo escogido.

Isaías
Entre los años de 740 -700 el Reino del Sur vive tiempos de guerras internas:
entre Samaria y Jerusalén, y guerras externas: que suscitan ante la amenaza de
26
la invasión de Asiria que se disponía a bajar para controlar Egipto. Por otro
lado, en esta época el templo es visto como una “cueva”, donde los sacerdotes
ofrecen sacrificios rituales como si esa fuera su actividad única y central.
Isaías, en cambio, propone que el templo sea el refugio de los pobres. Esto no
es aceptado por los sacerdotes que piensan que una idea tal atenta contra sus
interés. También se nota que en esta época hay una falta de liderazgo, tanto en
los reyes como en medio del mismo pueblo. Ante esta situación Isaías sueña
con la llegada de un Mesías sencillo y sin poder.

Isaías recibe su vocación estando en el templo. Ante la llamada, él se siente


impuro, no apto para ser profeta, pero Yahvé va a quemar (purificar) sus
labios y así Isaías se pone a disposición de la voluntad de Yahvé.

Este profeta se divide en:


Proto-Isaías (primer Isaías): cap. 1-39. El más importante y aquí se
contienen los oráculos y las promesas mesiánicas del Emmanuel.

Deutero-Isaías (segundo Isaías): cap. 40-55. Es llamado el libro de la


Consolación, por la liberación a través del sufrimiento del Mesías.

Trito-Isaías (tercer Isaías): cap. 56-66. El profeta anima a su pueblo a la


fidelidad y al culto de Yahvé.

Jeremías.
La época en que vive Jeremías (627587 aC) es un momento trágico para Judá:
Babilonia surge como una gran potencia y poco a poco va dominando las
tierras y pueblos que encuentra a su paso. Egipto teme a la amenaza babilónica
y procura utilizar a Judá como un tapón que ayude a bloquear la invasión de
Babilonia sobre su territorio. Judá es tu torbellino político. Y en esas
circunstancias surge la voz del profeta Jeremías para hacer escuchar la voz de
Yahvé.

Jeremías nació en Anatot, pueblito cercano a Jerusalén. Su llamado vocacional


se da cuando él está aún muy joven. El Señor le hace comprender que la
vocación comienza desde el seno materno. Dios llama a Jeremías para la
misión de arrancar y plantar, de destruir y construir. Es una misión difícil,
pero Dios estará siempre con él. Jeremías confiesa, con mucha sinceridad, sus
crisis internas y sus dificultades para cumplir y perseverar en la vocación. En
gran parte estas crisis están agravadas por la persecución, las torturas y la
cárcel que va a sufrir.
27
Ezequiel.
Vivió en el siglo VII a.C. Es el profeta del cautiverio, del exilio a Babilonia, a
donde fue deportado. En su libro, lleno de esperanza y de consejos, busca
tener viva la fe del pueblo. Pero es un profeta de personalidad compleja.
Jerusalén estaba en poder de Babilonia. Y fue aquí donde fue llamado por
Dios. Su misión se desarrolla toda en el exilio, entre los desterrados. Es
propenso al abatimiento, a visiones raras, para nosotros. Pertenece a la casta
sacerdotal o levita. Impulsor del culto, los ritos y el anhelo de santidad.

Daniel.
Este libro narra en la primera parte, seis hechos; y en la segunda, cuatro
visiones de un Israelita, llamado Daniel, deportado a Babilonia por
Nabucodonosor.
El marco histórico comprende los hechos más salientes de la historia en la que
se encuadra la vida de Daniel (que es, en general, la que se refiere al destierro
babilónico), y los hechos posteriores más destacados con los que se relacionan
las visiones, que son, además del imperio babilónico, el imperio persa, el
griego de Alejandro Magno y de sus sucesores; entre los seleucidas, muy
particularmente, el reino de Antíoco IV Epifanes y su persecución religiosa
del judaísmo, que es el hecho central del libro de Daniel, y durante la cual fue
compuesto con el fin de confortar a los judíos en la prueba. Por eso la
centralidad de la persecución religiosa, es conveniente exponerla con un poco
más de amplitud.

TALLER

1. Comparte con tus compañeras y maestra la historia de tu vocación.

2. ¿con cuál de los profetas te identificas más y porque?

3. ¿Cómo es el carácter de Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel? ¿Se parecen entre


ellos o hay alguna característica por la cual Dios los eligió para ser sus
profetas?

4. ¿Cuál es el libro profético más largo, cuantos capítulos tiene?

5. ¿En la monja Concepcionista como se vive la profecía?


PROFETAS MENORES
28
Los cristianos los llamamos los “doce profetas menores”, considerando la
brevedad de los escritos y de ninguna manera demeritando su importancia.
Todos estos profetas son los primeros intérpretes de la voluntad sabia de Dios
que va guiado la historia por sendas de salvación a pesar de la rebeldía de los
hombres.

Amós.
Es el profeta de la justicia social. Era pastor nómada, apreciaba la naturaleza.
Dios lo llama y lo envía al Norte para profetizar. No fue muy aceptado, pero
Amós defiende su vocación y su misión profética, castigando con sus oráculos
las injusticias y la explotación.

Dios es pródigo en sus dones, pero justo y exigente Hay que cumplir la
Alianza. Sólo un cambio radical de vida puede salvar a la nación. Los pecados
están en contraste con la bondad de Dios

El estilo de la palabra de Amós es concreto, pintoresco, directo y vigoroso.


Habla a través de imágenes tomadas de la vida campesina. Usa frecuentes
diálogos con el pueblo.

Oseas.
Oseas (Dios salva), oriundo probablemente del mundo agrícola, dadas las
numerosas comparaciones que utiliza relacionadas con él, ejerció su ministerio
entre los años 750 - 725 a.C. Dios le manda que tome una mujer dada a la
prostitución y que engendre hijos de ella. Tiene tres hijos, a quienes Dios
manda poner nombres simbólicos de significado siniestro para Israel. Por
mandato de Dios tuvo que tomar otra mujer, seguramente se trata de la
primera mujer, Gomer, que había sido infiel al profeta. Este, no obstante
continúa amándola y la toma de nuevo en matrimonio. Así tenía que
simbolizar el amor de Dios a su pueblo Israel, que había caído una y otra vez
en la idolatría, apartándose del Señor y dando culto a otros dioses.

29
Dios lo llamó para advertir en su nombre a un pueblo idólatra y materializado,
y le pidió hablar, no sólo el lenguaje del Dios de Israel, sino también el del
esposo traicionado. Esa era una gran novedad.

Dios es fiel y misericordioso, a pesar de nuestras infidelidades. Dios viene


presentado como Padre y como Esposo; pero también sabe castigar para
corregir a su pueblo e invitarle a la conversión (cf. Leer 2, 18-25; 6, 1-6). La
Alianza de Dios con nosotros es un pacto de amor.

Miqueas
Miqueas (quien como Yahvé) es exactamente contemporáneo de Isaías y
habló respecto a las mismas situaciones. Era de Moreset, pueblo a orillas de la
llanura por donde pasaban todos los ejércitos de Asiria o Egipto. Conocía los
sufrimientos y destrucciones de la guerra y también la explotación del
campesino. Un día Dios lo llamó y le dio «fuerza, justicia y valentía» para que
fuera a denunciar los pecados de Israel. Habló en nombre de un Dios a quien
nadie amaba y denunció con suma violencia las injusticias que se cometían
por todas partes.

Sofonías
En el año 630, más o menos, la voz de Sofonías vino a romper el silencio
después de sesenta años en que no se había oído la Palabra de Dios. Pues
Isaías terminó su misión alrededor del año 690 y después los creyentes del
país de Judá conocieron más de cincuenta años de persecución con el reinado
de Manasés. Sofonías habla para decir que la paciencia de Yavé no soporta
más y que va a purificar a Jerusalén, destruyendo a su pueblo, que no confía
en él.
Es un libro corto, escrito con un estilo directo y concreto, mira los problemas
prácticos sin grandes pretensiones teológicas, denunciando con fuerza los
pecados contra Dios y contra el prójimo.

Nahúm
Todo el libro gira ante el hecho histórico la destrucción de Nínive, capital del
imperio asirio, que tuvo lugar en el año 612 a . C a manos de los medos-
caldeos. Los poemas de Nahúm reflejan el corazón de un patriota que cree que
el Señor gobierna la historia de los pueblos. El libro de Nahúm es ante todo un
panegírico del poder divino que se manifiesta tanto en la creación como en la
historia. La descripción dramatizada de la ruina de Nínive es un ejemplo
emblemático de cómo actúa este poder divino.

30
Habacuc
Su estilo es de queja, duro. Usa el recurso de la pregunta, del desafío, de la
protesta, de la maldición. El núcleo del poema está constituido por la
interpelación que Habacuc le hace Dios ante las injusticias de los opresores y
el clamor de los oprimidos, por la consiguiente respuesta del Señor ante tal
situación de injusticia y opresión. Esta respuesta de Dios es precisamente lo
que permite al profeta finalizar el poema con expresiones de confianza y
esperanza a pesar de la dura realidad aun presente. La cuestión de fondo es la
del éxito de los impíos y opresores. El profeta no acaba de ofrecer una
respuesta satisfactoria a esta cuestión. Pero, al igual que Job, va cambiando de
actitud ante la persistencia del problema con la confianza de que, al fin, el
Señor terminara por dar el merecido castigo a los impíos y opresores.

Abdías
“Siervo de Dios” Es duro en su estilo. Da rienda suelta a la indignación del
profeta. Abdías escribió probablemente después del año 500 y antes de la
conquista de Edom, el año 312. Sus poemas están llenos de gritos de venganza
que en el fondo demuestran su fe en la justicia de Dios. Este pequeño escrito
tiene solamente 21 versículos, siendo el más breve de todos los proféticos.

Ageo
“Alegre” Es duro y fustigador en su estilo. Es el primero de los profetas que
ejerce su ministerio después del destierro. Y lo ejercito solo durante cuatro
meses en el año segundo de Darío. Mantiene buenas relaciones con los
sacerdotes y es con Zacarías, autor de la restauración de Israel. El templo está
situado en el centro del mensaje de Ageo, la comunidad necesitaba un punto
focal visible en que apoyarse, y este no podía ser otro que el templo, signo y
lugar de la presencia de Dios en medio del pueblo. Las calamidades que
sobrevienen a la comunidad son debidas a la negligencia en la reconstrucción
del mismo., y la conclusión de éste es lo que traerá la prosperidad. El nuevo
templo superaría la gloria del antiguo por su relación con la futura salvación
mesiánica. Desde el templo se extenderá el culto a todas las gentes. El ungido
de Dios, que por el momento se encarna en la persona de Zorobabel será el
que lleve a cabo un futuro mesiánico lleno de gloria y esplendor.

Zacarías
“El Señor se acuerda” Al igual que Ageo, Zacarías participó en la
«restauración» del pueblo de Dios y del Templo, cuando recién regresaban de
Babilonia los judíos.

31
El libro de Zacarías no pertenece a un solo autor. La crítica dice que hay dos
autores, pues se nota claramente que hay diferencias de temas, de estilo, de
intereses, entre la primera y segunda parte.

Es uno de los libros más difíciles de interpretar del Antiguo Testamento, pues
escribe con imágenes y visiones surrealistas, que producen desconcierto. La
abundancia de visiones y el recurso a la meditación de los ángeles hacen de
Zacarías el precursor del género apocalíptico en la Biblia. Muchas de las
profecías de Zacarías se cumplirán en Jesús de Nazaret.

Joel
“Yahvé es Dios” hijo de Petuel, ejerció su ministerio profético, según la
opinión hoy más corriente después del destierro hacia el año 400 a .C. lo
ejerció en el reino de Judá, y probablemente en Jerusalén, dadas las alusiones
que hace a la ciudad. Tal vez fue sacerdote, ya que hace referencias al templo
y a las funciones sacerdotales, según otros, pertenecería al movimiento
profético, especie de institución laica que se ocupaba de cuanto se relacionaba
con lo religioso. Habla con franqueza. No teme los juicios del pueblo. Hombre
benévolo, cree sinceramente en la bondad y en la misericordia de Dios.

Aprovecha cualquier cosa de la vida diaria (un cesto de higos, una sequía, una
olla hirviendo, una rama de almendro...) para captar el mensaje de Dios. Es
vivo y vigoroso en su estilo, más propio del período pre-exílico. Es uno de los
profetas-puente entre la profecía y la apocalíptica.

Malaquías
“mensajero del Señor”, se trata de un judío ferviente patriota, exigente
respecto del culto y la pureza del pueblo escogido, que no tolera un
sacerdocio ignorante y codicioso, ni los matrimonios mixtos, que empañan la
pureza del pueblo escogido. Este profeta interviene para corregir varias
costumbres malas de la comunidad. Por medio de Malaquías, Yahvé discute
con esos razonadores que le piden cuentas y no reconocen su amor.

Jonás
“Paloma” estamos ante una narración didáctica, con intención de enseñar una
verdad. Es una obra de ficción de carácter parabólico, con finalidad
pedagógico-didáctica. No es, pues, una colección de oráculos proféticos ni
tampoco un relato de carácter histórico, sino una narración dramatizada, muy
afín a algunas parábolas evangélicas.

32
Baruc
Su texto original se ha perdido, pero nos ha llegado en la versión griega de los
Setenta, cuyos autores, judíos, lo admitían, por lo tanto, como auténtico y
canónico. Este librito fue puesto bajo el nombre de Baruc, el “secretario” del
rey Joaquim, que se hizo discípulo y secretario del profeta Jeremías (Jer 36;
45,1). De hecho es una obra tardía, compuesta probablemente un siglo antes
de nuestra era, en la que se han reunido algunas piezas dirigidas a los judíos
dispersos fuera de Palestina. Ver al respecto la introducción a Tobías, p.1093.
El primer punto sobre el que había que insistir era su condición de extranjeros:
no debían acostumbrarse ni dejarse asimilar. Por eso se les pone aquí
oraciones de los judíos deportados a Babilonia seis siglos antes: ellos también
serán espiritualmente exiliados. Usa amonestaciones y palabras de consuelo.

TALLER

1. Te invitamos a leer, meditar y compartir en grupo Os, 11, 1 -11


2. Escoge uno de los profetas menores, lee y comparte.
3 Consulta la lectura de Jonás 2, 1-11 y contesta: Cuando los marinos echan a
Jonás al agua, Dios provee un enorme pez que se traga al profeta. Siglos más
tarde, Jesús explica que en él se cumplirá la "señal de Jonás" (Mt 16,4 Lc
11,30) ¿Qué quiere decir esto? ¿Por qué esta comparación si Jesús fue un
profeta fiel y Jonás un rebelde?
4. Identifica en la siguiente sopa de letras los profetas menores
A M O S A Z V B Y D E S C D J
M A M A F M A L A Q U I A S X
P H N M O S K H D H N M N A Z
F J V V E F F F J S H V O P A
A R O O S E A S R A M K K K C
N A S N D F E R W I G X I C A
N A C D A D D M D N J E N J R
O T H F F S V I S O Q Z O X I
Q A B U V B N Q M F P E J B A
W E R T U U I U O O L Ñ S L S
O M B C C J J E J S J L A E K
A Z A R I A S A E E H J I I D
T W C E E R I S O L U C D N O
A C U C A B A H S D F H B A C
D D C F A C U R A B O E A D K

33
LIBROS POETICOS
No podemos caminar en la vida sin oración, sin amor y sin dolor. La oración
da a la vida el oxígeno; el amor, el motivo para seguir caminando; y el dolor,
acrisola el amor y nos lanza a la oración.

No podían faltar estos libros poéticos en la Biblia, pues Dios es Belleza y


Poesía. ¿Quién más hermoso que Dios? Él es el autor y creador de toda
belleza esparcida en el mundo.

Cada belleza que vemos nos debería llevar a elevar el pensamiento a Dios y a
orar. Al mismo tiempo, cada belleza que vemos deberíamos amarla en Dios y
por Dios. Y finalmente, muchas de esas bellezas nos causarán sufrimiento, que
es la prueba del verdadero amor. Adentrémonos a estos libros con las rodillas
humildes para rezar, con el corazón limpio para amar y con las lágrimas del
alma para poder ver más profundamente la hondura de la vida y comprender
mejor a Dios.

Salmos.
Los salmos tienen su origen en la recopilación de los cánticos del Templo de
Jerusalén. La tradición quiso pensar que el rey David había fijado las normas
de esta liturgia y le atribuyó un gran número de salmos, al igual que atribuyó a
Salomón los libros de la Sabiduría.

34
Los salmos han alimentado la piedad popular y han sido la oración de Jesús.
Son todavía la base del oficio litúrgico que recitamos hoy en día varios
centenares de miles de religiosos, religiosas, sacerdotes, diáconos y laicos.
Los salmos desconciertan a muchos cristianos, porque en ellos no encuentran
sus propias aspiraciones. Pero somos nosotros los que debemos adaptarnos, o
mejor dicho, dejarnos educar y formar por ellos. Si deseamos estar en sintonía
con Dios, no podemos aferrarnos indefinidamente a nuestra propia forma de
ver y sentir los hechos. Hay que saber escuchar su palabra y abrirnos al Otro.

Estos salmos, que han sido transmitidos a través de los siglos, son un buen
medio para esto. Si no dan plena satisfacción a nuestra sensibilidad, no
resultará un hecho grave. En cambio nos será de gran beneficio para romper
nuestros esquemas y costumbres piadosas. Quizás sean capaces de oxigenar y
renovar nuestro lenguaje, sujeto a un mundo donde Dios es un desconocido,
donde se busca, ante todo, vivir sin problemas a nuestro antojo.

Cantar de los Cantares.


El Cantar siempre sorprenderá a los que sólo han visto la Biblia como un libro
de religión. El poema nos lleva mucho más allá: lo mejor de esta vida no es la
religión sino el encuentro de Él y de ella. A Él ni siquiera se le atribuye un
nombre: el autor deja que la búsqueda se desenvuelva en un sueño, para
revelar mejor así su misterio. De ahí el título que el libro se da a sí mismo: «El
Canto sublime.»
El Cantar es la intuición y la búsqueda del Único más allá de todas las
apariencias; él, por su parte, está totalmente fascinado por la amada que, a sus
ojos, es única e irreemplazable. Esta conversión de Yavé, el Dios guerrero, en
«el Amado», no es totalmente nueva en la Biblia. Grandes profetas se habían
apoyado en su experiencia conyugal para hablar de la alianza de Dios con su
pueblo (Os 1-2; Ez 24). Más aún, usaban las palabras del amor humano para
expresar su experiencia de una relación privilegiada con Dios, que algún día
se concedería a todo Israel (Is 54; 61-62; Jer 2-3).

Lamentaciones.
Este libro data del siglo VI a.C. antes de la restauración (538 a.C.), como
respuesta a la gran crisis que hizo tambalear los cimientos de la vida política,
social y religiosa de Israel.

Después de la ruina de Jerusalén y de las cosas horrendas que sucedieron en


esta ocasión, los creyentes tratan de comprender. No se quejan, ven la ruina
como castigo merecido por los muchos desórdenes y por el constante rechazo
35
de las advertencias de Dios. Y, sin embargo, saben que Yahvé ama a su
pueblo, lo creen, lo sienten y lo afirman.

Cuando los desterrados volvieron a Jerusalén, muy posiblemente se reunían


para orar en común en los escombros de lo que había sido el Templo, y juntos
alternaban estos lamentos. Después siguieron rezándolos cada año en la fecha
que recordaba la catástrofe, y más tarde la Iglesia se acostumbró a usarlos para
recordar la muerte de Jesús.

TALLER

1. ¿Cuántos son los salmos y quien es su autor?


2. ¿Qué versículo o capitulo te llama más la atención del Cantar de los Cantares?
3. cita algunos versículos de libro de las lamentaciones y comenta.
4. ¿Qué es el género literario de la elegía, usada por el Libro de las
lamentaciones?

LIBROS SAPIENCIALES.

Como en todos los pueblos, también Israel, junto a los grandes temas de la
historia de salvación, el culto, la alianza, la ley, desarrolla esa riqueza de
sabiduría popular de buena conducta, costumbres, reglas del buen vivir que
hacían parte de la literatura del pueblo, transmitida de padres a hijos en la
familia y enriquecida por la sabiduría de los pueblos vecinos Junto a esta
sabiduría popular estaba la educación y las reglas de conducta en la corte real,
el arte del buen gobernar. Estas dos corrientes literarias: los refranes populares
y las normas de conducta del buen gobierno, fueron las fuentes principales
para el nacimiento de los libros sapienciales bíblicos.

Después del destierro, cuando los sabios y el pueblo reflexionan sobre su


historia, surgen los grandes temas de Job o Eclesiastés, en que el hombre se
pone frente a los problemas de la vida, de la muerte, del sufrimiento de los
buenos, la retribución del bien y el castigo para el mal, y busca dar un
significado y una respuesta desde la fe en Dios.

Salomón fue siempre para Israel el sabio por excelencia y por eso la mayoría
de estos libros fueron atribuidos a Él. Pero sólo las dos colecciones de
Proverbios, capítulos 10-22 y 25-29 pueden atribuirse al período de la
Monarquía. El resto de libros sapienciales son de la época después del
destierro (538 a.C), obra de varios sabios que recopilaron las varias
36
colecciones de sabiduría cortesana y popular, añadiendo de lo propio, y las
atribuyeron a Salomón para dar a sus libros mayor autoridad y para asegurar
que eran inspirados por Dios. Los sabios: eran personas que vivían y
enseñaban normas de conducta.

Proverbios.
Es el libro más antiguo de la literatura sapiencial. Se presenta como una
colección de dichos, máximas, enseñanzas, en forma poética, para inducir al
hombre a seguir el camino del bien, de la sabiduría, y alejarse del mal. Por
tanto, su intención es didáctica, así que podemos hablar de un libro que es el
resultado de aproximadamente 600 años del libro de los Proverbios es, junto
con el de Qohelet, el testimonio más característico de la sabiduría hebrea. Es
uno de los que mejor encarna un espíritu opuesto o complementario al que
inspiró los libros de los profetas o de los sacerdotes. Puede causar admiración
o indiferencia; pero ha gozado siempre de una popularidad.

Job.
Este libro es mucho más que una “historia”. Las desventuras de Job, que,
después de colmado por la existencia, se ve reducido a la más extrema
miseria, son sólo un pretexto para manifestar lo insatisfactoria que es la vida
humana. El sufrimiento y la muerte no serían tan oscuros si no hubiera el
resentimiento o el escándalo de la ausencia de Dios: él huye de nuestra
mirada, y pareciera que se niega a hacer justicia en el mundo.

El autor del libro recoge un antiguo cuento, pero desarrolla una profunda
reflexión sobre el sufrimiento del justo y el premio de Dios. Dicho autor vivió
después del destierro, y escribió el libro alrededor de los años 500-450 a.C.
El fin del libro es demostrar que el sufrimiento de los justos tiene su sentido a
los ojos de Dios y que Dios sabe sacar un bien de ese sufrimiento.

Eclesiastés o Qoelet
El Eclesiastés vivió en el siglo III a.C. Palestina estaba dominada por los
dueños de Egipto a los que sólo les interesaba obtener riquezas a costa de sus
súbditos. Era el momento en que se imponían por todas partes la lengua griega
y el helenismo, es decir, la cultura griega. Jerusalén se salvó por un tiempo de
esta invasión cultural, pero luego el peso de la política obligó a los sumos
sacerdotes a concertarse con las familias que tenían el manejo de los negocios.

37
El fin del libro es mostrar el valor de la vida humana y el camino para adquirir
la felicidad y la sabiduría.

Eclesiástico o Siracides
Dos siglos antes de Cristo, Jesús, hijo de Sirac, escribió este libro que es una
síntesis de las tradiciones y de las enseñanzas de los «sabios».
Era un hombre acomodado y de buena educación. Parece haber estado al
frente de una casa importante y con servidumbre. Trató con mucha gente, se
dedicó a trabajos y negocios que le resultaron bien y, al final, este sabio
confiesa que los libros sagrados le enseñaron los secretos del éxito. Al escribir
el presente libro, quiso compartir con otros lo que había leído en aquéllos y
comprobado con su propia experiencia.

El fin del libro: enseñar la sabiduría, es decir, las reglas para hallar la felicidad
en la vida de amistad con Dios. De ahí que se le ha llamado “tratado de ética a
lo divino”, es decir, expuesto no en forma sistemática y racional, sino con esa
pedagogía sobrenatural.

Sabiduría
Este libro se titulaba “Sabiduría de Salomón”. Pero en verdad el autor es
desconocido. Se trata de un judío piadoso de lengua griega, muy conocedor
sea de las tradiciones y de las Escrituras, como también de la filosofía y
cultura griega. Sus continuas referencias a Egipto parecen sugerir que
pertenecía a la comunidad judía de la Diáspora en Alejandría. Se escribió en
griego, hacia la mitad del primer siglo a.C. Es, pues, el último libro del
Antiguo Testamento. Con él nos situamos prácticamente en los umbrales del
tiempo de Jesucristo y en plena época de difusión de la lengua y la cultura
griegas.
Su autor pertenecía a la comunidad judía de Alejandría, importante colonia en
la ciudad más poblada del mundo grecorromano. No había biblioteca que se
igualase a la de Alejandría; según se decía albergaba 700.000 volúmenes. Dos
siglos antes, su director había ordenado una traducción griega de la Biblia, la
que fue llamada de los "Setenta".

TALLER

1. ¿cuál de estos cinco libros está firmado por su autor, conocido también como
Ben-Sirá?
38
2. Escribe algunas citas bíblicas que más te llamen la atención de cada uno de
estos libros, y escribe una reflexión sobre ellas.

3. ¿Cuál sería la enseñanza más importante para ti del Antiguo Testamento?

EVALUCION GENERAL ANTIGUO TESTAMENTO.


1. Para usted, ¿Qué es la Sagrada Biblia?

2. ¿Cuál es el libro más largo y el libro más corto de la Biblia? Escriba


nombre del libro y número de capítulos.

3. Mencione 5 mujeres que aparezcan en la Biblia del A.T. Escriba el nombre


y el texto bíblico donde se mencionen.

4. ¿Cuántos y cuáles son los profetas menores?

5. Responda Verdadero (v) o falso (f) según corresponda:

- El libro del Génesis, narra los orígenes del mundo y del hombre y trata temas
como: La creación de la humanidad, la caída del hombre, el diluvio universal,
la torre de Babel y la elección de Abraham como “Padre” de todos los
creyentes.____
- En el monte Horeb, entregó Dios las “Tablas de la Ley” que contienen los
Mandamientos o normas que el Pueblo debe cumplir para agradar a Dios (Ex
24).____
39
- Samuel es el primer gran profeta de Israel. 1Sam 1-2. _____
- El primer Rey de Israel ungido por Dios fue David. (1Sam 9). _____
- Dios hizo al Rey David la promesa de un descendiente, el Mesías.( 2Sam 7,
12.____

6. ¿Cuáles y cuantos son los profetas mayores?

7. ¿De dónde era el Profeta Elías? 1Re 17, 1.

8. ¿Quién fue el causante de la idolatría de Israel con el dios Baal y por lo


tanto el alejamiento de Dios? 1Re 16, 30, 33.

9. ¿Cuál fue el Rey de Babilonia que saqueó la ciudad de Jerusalén y destruyó


su Templo? 2Re 24, 8-20.

10. ¿Cuál es la Idea central del Antiguo Testamento?

40
INTRODUCCIÓN AL NUEVO TESTAMENTO

Después de un largo viaje por el A.T. pero solo ahora podemos comprender
que era absolutamente necesario hacer lo que hicimos: muchas jornadas
previas para emprender este camino nuevo y
definitivo. Con toda seguridad vamos a gozar
mucho más al comprender que habiendo
estudiado un poco ya el A. T. podremos ver
con mayor claridad todo cuando está
contenido en el Nuevo.

Podemos decir que todo el A.T. es, entonces,


una larga y cuidadosa preparación para el
Nuevo. Este es la culminación gloriosa del
maravilloso proceso de revelación de la
Palabra de Dios. Nos lo dice de modo
perfecto el autor de la carta a los hebreos: «Muchas veces y de muchos modos
habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas; en estos
últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo a quien instituyó heredero
de todo, por quien también hizo los mundos». (Hb 1, 1-2).

El Concilio Vaticano II, en la Constitución Dei Verbum 16, nos expone la


doctrina sobre la relación que hay entre el Antiguo y Nuevo testamente: Dios
autor de ambos. “el Nuevo Testamento está latente en el Antiguo y el Antiguo
está patente en el Nuevo. Porque, aunque Cristo fundó el Nuevo Testamento
en su sangre, no obstante, los libros del Antiguo Testamento recibidos
íntegramente en la proclamación evangélica, adquieren y manifiestan su plena
significación en el Nuevo Testamento, ilustrándolo y explicándolo al mismo
tiempo”. (Cfr. Mt 5, 17, Rm 16, 25-26; 2Cor 3, 14-16).

También el Número 17 de la Dei Verbum recuerda: “La palabra divina que es


poder de Dios para la salvación de todo el que cree, se presenta y manifiesta
su vigor de manera especial en los escritos del Nuevo Testamento. Pues al
llegar la plenitud de los tiempos el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros
lleno de gracia y de verdad”. (Gal 4,4; Jn 1, 14).
Según todo esto, se comprende por qué la Iglesia, como la cierva sedienta
acude a las Escrituras, particularmente al N.T. en donde encuentra la plenitud
de la revelación de Dios, Jesucristo, el Señor, Camino, Verdad y Vida (Cfr. Jn
14, 6), principio y fin de todo, fundamente y cabeza de la Iglesia (Cfr. Ef 5,
23).
41
Finalidad del Nuevo Testamento

Según lo dicho antes, el N.T. aparece en el conjunto de la Biblia como la


culminación de la auto manifestación de Dios a los hombres. Es ahí donde
podemos encontrar, al Dios- Amor en su máxima revelación que es Nuestro
Señor Jesucristo. Evidentemente, el centro de toda la Biblia es entonces
Jesucristo. Por tanto, es el corazón mismo de N.T.

Se distinguen entonces, en general, cuatro clases de escritos en el N.T:


Evangelios, Hechos de los Apóstoles, Cartas y Apocalipsis. Son cuatro modos
diferentes de presentan el máximo mensaje de Dios, Jesucristo y de explicar
las consecuencias de su aceptación o de su rechazo. En el N.T. se recoge lo
fundamental de los anuncios, de las instrucciones, enseñanzas y predicaciones
de las primeras comunidades.

El Nuevo Testamento contiene la más onda experiencia de fe en Jesucristo,


vivida por los apóstoles, por los demás discípulos del Señor y por las primeras
comunidades cristianas.
Ciertamente, ahí están las verdades y doctrinas más sublimes, más sabias que
mente alguna pueda gustar; y tienen la garantía inconfundible y excepcional
de haber sido realidades encarnadas, vividas y experimentadas por los
primeros cristianos; es decir, son hechos de vida y testimonios incontestables.
Esta es la razón por la cual todo cuanto se nos dice en el N.T. constituye
norma divina para los creyentes de todos los tiempos. Es Palabra de Dios que
sigue sustentando plenamente a la Iglesia de Cristo.

su peculiar modo de expresarse, nos obliga a tener en cuenta elementos


mayores de la literatura hebrea, como son los géneros literarios: Apocalíptico,
sapiencial, histórico- religioso y un género propio de los cristianos- El
Evangelio.
También sirve para comprender mejor el mensaje del N.T. tener en cuenta, las
intenciones o finalidad de dichos escritos; en síntesis, podemos decir que
pretendían testimoniar la fe en Jesucristo; querían propiciar el conocimiento
del Evangelio y la extensión del Reino de Dios; es decir, la típica función de la
Iglesia.
Se comprende entonces que, para cumplir semejante tarea, dichos autores
utilizaban el lenguaje que les resultaba más adecuado en su tiempo, en su
cultura, en las circunstancias tan variadas y diferentes que vivían. Todo esto

42
hace que, con frecuencia nos resulte difícil la recta interpretación de estos
escritos de más de 2.000 años de existencia.

Escenario geográfico e Histórico de los primeros Cristianos.

También nos ayudará muchísimo a la


comprensión del mensaje de estos primeros
escritos cristianos, el conocimiento del
ambiente histórico- geográfico en que
nacieron dichos escritos.

El libro que mejor nos puede dar una idea


general de este escenario primitivo es el de
los Hechos de los Apóstoles; encontramos
protagonistas, lugares, circunstancias de
diversa índole, instituciones, y, sobre todo,
encontramos suficientes puntos de referencia
para el fin que nos proponemos como ayuda
necesario para la comprensión del N.T.

Dividimos en dos grandes planos este


escenario: El mundo judío y el Mundo
pagano.

El mundo Judío.

El mundo judío de Palestina


La Palestina de los tiempos de Jesucristo era simplemente una provincia del
inmenso imperio romano, mucho más pequeña que la gobernada por David o
por Salomón.

 La lluvia solo cae entre octubre y marzo; el agua se conserva en cisternas.


 Los principales cultivos: trigo, base de la alimentación que se cosecha entre
Pascua y Pentecostés; y la cebada cosechada antes de Pascua. Además,
cultivan los olivos cuyo abundante aceita se exporta a Egipto y a Siria; y los
higos (o brevos) que se exportan a Roma. La uva se cultiva especialmente al
sur de Judea.

43
 Había ganado ovino en cierta abundancia: ovejas y cabras, base de
alimentación; y también cierta cantidad de ganado bovino por la demanda de
los numerosos sacrificios del templo.
 Para los trabajos del campo y los desplazamientos se utilizan los asnos. El
camello, animal de transporte más pesado, junto con el caballo, son privilegios
de comerciantes y ricos.

Condiciones Sociales
 Era muy palpable la gran diferencia entre ricos y pobres. Había un pequeño
grupo que vivía con toda clase de comodidades y riquezas; eran los de la clase
dominante: los Herodes, la aristocracia sacerdotal de Jerusalén, es decir, los
sumos sacerdotes y los más allegados a ellos; los grandes comerciantes, los
jefes de los recaudadores de impuestos, los terratenientes, dueños de las
mejores tierras, los de Galilea (Lc 16, 19- 22).
 Había una especie de clase media; aunque, a decir verdad, sus condiciones
eran más bien lamentables: ahí estaban los artesanos, los sacerdotes de las
aldeas, los dueños de pequeñas parcelas, quienes trabajosamente podían
subsistir.
 La mayoría de la gente vivía en situaciones casi miserables: entre estos más
pobres están los obreros y jornaleros cuyo salario diario, cuando encontraban
oficio, era la única fuente de sustento para ellos y sus familias. Los
desempleados vagabundeaban por ciudades, aldeas y caminos mendigando un
pan. En este grupo de miserables estaban también los esclavos.
 Dependían casi por completo de la limosna de los piados una buena cantidad
de enfermos que engrosaba el número de los indigentes. El Evangelio hace
alusión permanente a ellos.

Grupos Sociales
 En muchas partes del NT se hace referencia no solo a las clases sociales desde
el punto de vista económico, sino a otras categorías, como se puede ver en
Hch 4, 1-17; 5, 17- 42; Mt 23, 1ss.
 El Clero: siendo un pueblo eminentemente religioso, los funcionarios de la
religión son los primeros; aunque no todos; hay notorias diferencias. En
primer lugar, el Sumo Sacerdote, responsable de la ley y del templo,
presidente del sanedrín, el único que puede entrar una vez al año en el lugar
más agrado del templo, al “santo de los santos”; él es el jefe indiscutible del
pueblo. Este cargo era, en un principio, por toda la vida; más tarde fue
controlado por los reyes judíos y por las autoridades romanas; por eso, vivían

44
a la caza de semejantes puestos, a costa de lo que fuera: intrigas, adulaciones,
concesiones, etc, cualquier cosa se debía hacer para adquirir el mejor puesto
judío, el más remunerado, el más honorífico, que en los últimos tiempos se
disputaban cuatro familias.
 Pero el último grado, el más pobre y sin poder, pertenecía a los levitas. Eran
unos 10.000 destinados a la preparación de los sacrificios, a recibir los
diezmos, al canto litúrgico, al arreglo y decorado del templo. Los levitas como
los sacerdotes ejercen hereditariamente su oficio.
 Los Ancianos: Son los aristócratas laicos, miembros destacados del sanedrín o
supremo tribunal judío. Son ricos comerciantes o hacendados; manejando el
poder económico fácilmente tienen poder social y político. Y como es natural,
bregan a alisarse con quienes ostentan el poder, tanto romano como judía, para
conservar su posición y sus influencias. En el Evangelio hay alusiones a ellos:
Mt 26, 3; 26, 57. 59; Lc 12, 16; 16, 1; 18, 22- 23.
 Otro grupo importante es el de los escribas o doctores de la Ley. En un
principio la interpretación de la ley era oficio de sacerdotes. Después se
extendió este sagrado oficio a hombres piadosos no sacerdotes. La mayoría de
ellos era, pues, algo así como laicos muy preparados, los especialistas en la ley
mosaica que ordenaba la conducta del judío.
 Los Publicanos: También son un grupo social bien determinado entre los
judíos. Eran los recaudadores de impuestos. Lo chocante era que siendo judíos
se empleaban para cobrar los tributos que el pueblo judío debía pagar al
imperio romano. Por otra parte, con frecuencia se notaba, que, manejando
dinero, se iban llenando de avaricio y de codicia y se enriquecían ilícitamente.
La historia siempre es la misma.

Grupos religiosos
 En tiempo de Jesús había varios grupos religiosos, que se suelen llamar sectas,
aunque la expresión no tiene exactamente el significado que hoy le damos.
Los tres grupos más importantes son: los fariseos, los saduceos y los esenios.
Había otros grupos menos importantes.
 Los Fariseos: (Palabra que significa los separados), fueron llamados así tal
vez por sus mismos enemigos, a causa de la radicalidad con que se
propusieron guardar y vivir las prescripciones de la ley de Dios; por supuesta,
esta actitud santa y decidida ante lo más sagrado de su vida, los hizo diferentes
no solo de los gentiles o paganos sino también de los judíos poco piadosos; en
realidad, aparecían “separados” por cumplir la ley.
 Cuatro eran las características principales que identificaban a este grupo:

45
Respeto profundo de la ley oral o tradición de los mayores, que se equiparaba
a la ley escrita.
Creencia en la libertad humana intervenida por la providencia divina.
Creencia en la resurrección de la carne.
Creencia en la existencia de los ángeles y demonios.
 Los Saduceos: son de origen incierto; ellos pretenden descender de un sumo
sacerdote de principios de la monarquía, llamado Sadoc; parece que a esa
pretensión se debe el nombre que llevan, pero esto no es seguro.
 Son la casta aristocrática, especialmente sacerdotal. Sus intereses básicos
están muy lejos de ser los religiosos. Son la avaricia y las ansias de poder los
objetivos que los mueven. Aquí estaba el choque frontal con los fariseos cuya
concepción del sacerdocio no impedía los amplios ingresos a los sacerdotes,
pero les vetaba totalmente cualquier actividad política. Esta era una
interpretación de la tradición oral por los fariseos, pero rechazada
completamente por los saduceos.
 Los Esenios: era una secta, como una especie de monjes, que vivían en
comunidad, en el desierto, a orillas del mar muerto. Se habían separado de los
demás judíos a quienes juzgaban como disipados y alejados de los verdaderos
caminos de Dios.
 Eran gentes de mucha oración, meditación y estudio de la Palabra de Dios. En
medio de grandes mortificaciones y disciplinas esperaban la realización de las
promesas de Dios, la inauguración definitiva de su Reino.
 Los movimientos Bautistas: En Palestina y en otras regiones, unos 150 años a.
C. hasta más de dos siglos después, hubo muchos movimientos bautistas. Se
basaban en el significado del agua en los ritos de iniciación
 Los Samaritanos: Propiamente no eran una secta religiosa, aunque estaban
muy bien marcados como cisma del pueblo judío desde el regreso del exilio
después del 539 a.C. Sus orígenes son muy complejos. Al separarse de los
judíos hicieron su propio templo en Garizim. Conservaban la ley o Pentateuco
prácticamente igual al de los judíos. No tiene más escrituras sagradas.
 Finalmente, una pequeña consideración de los paganos vinculados con el
judaísmo: Aunque había tanta rigidez judía en el trato con los paganos, se
tenía conciencia de que éstos también podían agregarse, por la fe, al pueblo
escogido.

La vida religiosa

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 El primer signo de la vida religiosa del pueblo judío era el templo. Lo Había
restaurado magníficamente Herodes el Grande. Toda la vida giraba en torno a
él. Era el lugar más impresionante y majestuoso de Jerusalén
 En el templo, como centro del pueblo judío, funcionaba también el sanedrín
que es el organismo político de la nación judía. También era allí donde se
gestionaba toda la cuestión económica fundamental; el templo hacía de banco
y de corredor de bolsa; ahí se daban cita los comerciantes y cambistas.
 La fiesta de la Pascua: que recordaba la liberación de la esclavitud de Egipto.
Era la más importante y la ciudad santa recibía unos 200.000 peregrinos de
todas partes. La tarde del 14 de nisán se inmolaban en el templo los corderos
que comían las familias después de ponerse el sol. La fiesta duraba 8 días. En
algunas ocasiones hubo conatos de insurrección anti romana en esos días.
 Pentecostés: se celebraba cincuenta días más tarde. Originalmente los judíos
hacían la fiesta de la cosecha o de las semanas (Ex 23, 16). Más tarde, al
comienzo de la era cristiana, se convirtió en la conmemoración del don de la
ley en el Sinaí; servía, entonces, para que los judíos piadosos renovaran la
alianza.
 La fiesta de las tiendas o de las chozas: es la más espectacular. Querían
recordar aquel periodo de largo y duro peregrinar por el desierto. Hacían
pequeñas chozas con ramas en los alrededores de la ciudad o en sus mismas
casas; desfilaban en procesiones sacerdotales hasta la fuente de Siloé;
iluminaban la ciudad con cuatro candelabros.
 Otra fiesta famosa era la de del día del perdón o día penitencial. Es el día de
la entrada del sumo sacerdote a lo más santo del santuario para ofrecer en
expiación la sangre de una víctima.
 Además de esta fiesta importante estaba la de la dedicación del templo, la del
año nuevo y la de las suertes. Pero semanalmente no podría faltar la gran
celebración del sábado; era el día consagrado al Señor, todo para Él; había
que descansar en Él, refugiarse en su misericordia, alabarlo eternamente. Para
lograrlo se dictó un reglamento con una serie de exigencias y de limitaciones
que se convirtieron más bien en yugo insoportable (Mc 2, 27).

El mundo Pagano
Su unificación y socialización

El imperio romano se había venido extendiendo hacía tres siglos y en tiempos


de Cristo era amo y señor de la mayoría de los pueblos hasta ahora conocidos.
Se encontraba en un fuerte proceso de unificación de todos los pueblos
conquistados. Había muchos elementos que le servían para dicha unificación y
socialización.
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En primer lugar, la lengua: en todo el imperio se comprendía el griego,
llamado «koiné» o lengua común; era la lengua del pueblo; por tanto, estaba
lejos de ser la misma de los grandes escritores y filósofos griegos. Era el
elemento más notorio del imperio griego cuya cultura conservaba todo su
poder. El latín era la lengua básica de los romanos; se hablaba en Italia, en
España y en lo que hoy es Francia. En Siria y Palestina se hablaba aún el
arameo; el hebreo era solo la lengua de la liturgia, de la Escritura.

Otro elemento unificador era la administración: todo el imperio estaba


dividido en provincias unidas más o menos estrechamente a Roma. Unas eran
gobernadas por un procónsul como Sergio Paulo o Galión. Otras por un
legado como Quirinio; otras por un prefecto o procurador, como Poncio Pilato
o Félix o Festo; otras provincias conservaban cierta autonomía con la venia de
Roma, como Palestina en tiempos de Herodes el Grande y sus hijos. La
administración era ejemplarmente organizada.
Un tercer elemento unificador era el de las vías de comunicación. Aún hoy día
se conservan algunas de las antiguas vías que eran autopistas impresionantes
que permitían el rápido desplazamiento a cualquier parte del inmenso imperio
en carruaje o a pie. También gozaba el imperio de una cantidad de barcos en
ríos en el Mediterráneo que servían para el transporte de mercancías y de
pasajeros. Solo así se entiende cómo se lograba el control y la relación rápida
de las diversas provincias.
En cuarto lugar, la aplicación del derecho romano para hacer justicia de tal
manera que todos los hombres del imperio pudieran gozar de derechos,
hubiera paz y progreso en todos. En causas difíciles de justicia cualquier
ciudadano podría acudir al César, máxima autoridad y ser juzgado ante el
tribunal del emperador, cesando entonces, cualquier otra jurisdicción. Esta
decisión la tomó Pablo en Cesarea, como cuentan los Hechos de los Apóstoles
(Hch 25,6-12; 26,32) puesto que era judío, pero al mismo tiempo, ciudadano
romano.

TALLER

1. Comenta en clase el texto anterior.

2. ¿Cuáles son las principales diferencias que se perciben entre la concepción


religiosa judía y la pagana respecto a Dios, al hombre, al mundo?

3. ¿Por qué crees los paganos estuvieron mucho más abiertos al mensaje
48
Cristiano que los judíos?

4. porque crees tú que es importante el estudio del Nuevo Testamento.

5. lee con atención y anterioridad a tu clase el siguiente texto, base para


nuestro estudio del N. T.

INTRODUCCIÓN A LOS EVANGELIOS

Origen y fecha de los cuatro evangelios


Dos fechas cabe recordar, ambas importantes para la Iglesia e igualmente
decisivas en el plan de los escritos, porque nos permiten situar los
evangelios de Mateo, Marcos y Lucas.

La primera es el año 62-63. En Palestina el sumo sacerdote Ananías hace


lapidar a Santiago, ―hermano del Señor‖, obispo de Jerusalén, y nuevamente
se enciende la persecución judía contra los cristianos. Al mismo tiempo en
Roma Nerón se separa de sus preceptores y comienza su tiránico reinado.
Hasta entonces las autoridades romanas veían a los cristianos como una secta
judía, y los judíos se beneficiaban de la tolerancia oficial. Pero ahora Nerón ya
no puede equivocarse, porque algunos de sus consejeros son judíos y su mujer
Popea es una ―adoradora de Dios‖; los cristianos son una secta ilegal, y desde
el año
64 o 65 empiezan la gran persecución en la misma Roma con la ejecución de
Pedro y Pablo.

La segunda fecha importante es la de la destrucción de Jerusalén y del Templo


en el año 70 tras cuatro años de guerra. Después de un desastre de tal
magnitud nadie podrá hablar de los acontecimientos de Palestina como se
hacía antes. Por otra parte, la fuerza de la Iglesia se encuentra ahora en las
iglesias del mundo romano.

Nuestros tres primeros evangelios y las cartas de Pablo desconocen estos


acontecimientos y las consecuencias que traen para la Iglesia, y por
consiguiente son anteriores a ellos.

49
Con mucha probabilidad Lucas, compañero de Pablo en sus viajes, redacta su
obra en dos volúmenes (el Evangelio y los Hechos) en los años 60-63.
Termina los Hechos un poco antes de la muerte de Pablo, que ignora su libro.
Escritor y testigo muy notable, retoma el evangelio griego que ya utilizaba
cuando acompañaba a Pablo en sus viajes misioneros, con o sin el título de
evangelista, y lo completa con otros documentos que había encontrado en las
iglesias de Palestina, sobre todo la famosa fuente Q.

Nuestro Evangelio de Mateo tuvo que escribirse un año o dos más tarde. Su
autor, tal vez un desconocido, parece haber sido testigo de las primeras
persecuciones. La figura que traza de Pedro no excluye que conociera su fin.
Pero, y esto vale también para Lucas, parece imposible que escribiera en el
modo que lo hizo si hubiera conocido la destrucción de Jerusalén y del
Templo en el año 70. Esta obra se vale del evangelio en griego debido a los
cristianos helenistas y también de otros documentos, entre otros de la fuente
Q.

En cuanto a Marcos, secretario de Pedro (1P 5,13) después de haber


acompañado a Pablo (He 12,25), parece que lo escribió algo más tarde,
contrariamente a lo que muchos pensaban en el último siglo. En el 185 el
obispo y mártir san Ireneo escribía: ―Mateo publicó un evangelio entre los
hebreos y en su lengua, mientras que Pedro y Pablo iban a Roma para
evangelizar y fundar la Iglesia. Después de su partida (¿podríamos entenderlo
como su martirio?), Marcos, discípulo y traductor de Pedro, consignó por
escrito lo que éste Predicara‖. Una lectura atenta demuestra que Marcos, fue
testigo de las persecuciones romanas, pero no de la destrucción de Jerusalén.
Su evangelio es más corto que los de Mateo y Lucas y se limita a reproducir el
primer evangelio hebreo, al que llamamos Mateo hebreo, pero lo hace
combinando las dos versiones griegas que se habían hecho: la de los
helenistas, ya utilizada por Mateo, y la otra, ya utilizada por Lucas.

Es curioso que el Evangelio de Juan sea al mismo tiempo el texto más reciente
del Nuevo Testamento, publicado hacia el año 95, y la obra de la que se tienen
los fragmentos más antiguos. Algunos papiros encontrados en las arenas de
Egipto, que datan de los años 110- 130, contienen párrafos de Juan.

Juan no tenía que componer documentos procedentes de la catequesis


apostólica, ya que los evangelios sinópticos estaban bastante difundidos por
aquella época. De ese material sólo retomó algunas páginas, pues su objetivo
era dar su testimonio personal. El modo de construir los ―discursos‖ de Jesús
50
a partir de palabras auténticas, pero que desarrolló en base a su larga
experiencia y merced a sus dones proféticos, ha hecho pensar a muchos que
sólo hacía teología a distancia, pero Juan afirma y no cesa de repetir que está
dando un testimonio.

Los cuatro evangelios son narraciones de la vida de Jesús y de sus palabras,


reflexionadas, vividas y celebradas en la fe de las primeras comunidades
cristianas. Las cuatro narraciones, por una parte, tienen chas cosas en común;
y, por otra, hay diferencias que completan, complementan y enriquecen dichas
narraciones. Cada uno, inspirado por el Espíritu Santo, ha querido
transmitirnos su propia experiencia y sus recuerdos, para provocar y aumentar
la fe de quienes los lean. Sólo desde la fe y con la fe deben ser leídos para
comprenderlos.

Significado de Evangelio
El significado originario es ―Buena Nueva‖. Se trata de la Buena Nueva de la
Salvación en Cristo Jesús.

“Los cuatro Evangelios narran fielmente lo que Jesús, el Hijo de Dios,


viviendo entre los hombres hizo y enseñó realmente hasta el día de la
Ascensión. Después de este día, los apóstoles comunicaron a sus oyentes esos
dichos y hechos con la mayor comprensión que les daban la resurrección
gloriosa de Cristo y las enseñanzas del Espíritu de la Verdad. Los autores
sagrados compusieron los cuatro Evangelios escogiendo datos de la tradición
oral o escrita, reduciéndolos a síntesis, adaptándolos a la situación de las
diversas iglesias, conservando siempre el estilo de la proclamación: así nos
transmitieron datos auténticos y genuinos acerca de Jesús; sacándolos de su
memoria o del testimonio de los que asistieron desde el principio o fueron
ministros de la Palabra, los escribieron para que conozcamos la verdad de los
que nos enseñaban” (Concilio Vaticano II, Dei Verbum, número 19).

Antes de ser escrito, el Evangelio fue mensaje transmitido oralmente; antes de


ser libro, fue palabra.

Los apóstoles y primeros discípulos expresaban con la palabra ―Evangelio no


sólo el Mensaje de Jesús, sino también los rasgos más importantes de su vida,
y de modo especial su muerte y resurrección. El núcleo del Evangelio era
Jesús resucitado. Anunciaban un nuevo talante de vida de los hombres. Y de
hecho los que aceptaron este Evangelio, los que creyeron en él, organizaron

51
sus vidas con un estilo nuevo, que fue calificado muy pronto como
―cristiano‖, porque eran los seguidores de Cristo.

En estos grupos o comunidades cristianas, los ―testigos oculares, los que


habían vivido con Jesús, exponían sus experiencias, transmitían las
enseñanzas de Jesús y evocaban su presencia entre ellos con celebraciones
litúrgicas.

Estas tradiciones se comunicaban a otros grupos: se reflexionaba sobre ellas y


se interpretaban en el marco de las situaciones específicas por las que cada
comunidad atravesaba. Pronto las comunidades tuvieron necesidad de fijar
estas tradiciones por escrito, como ya explicamos en el capítulo anterior.

Autores de los Evangelios

Los cuatro Evangelios, tal como los tenemos hoy, nacieron sin nombre del
autor entre los años 70-90. Hacia el 125 se reunieron en una colección. Quizá
en este momento se les puso el título que tienen hoy: ―Evangelio según
Mateo, Marcos, Lucas, Juan.

La tradición afirma que estos escritos surgieron en el entorno de ciertas


comunidades: Marcos, en la de Roma; Mateo, en la de Antioquía (Siria);
Lucas, en unas comunidades compuestas mayoritariamente por no judíos
(Grecia, Siria o Roma), y Juan, en las de Palestina, o en las de Asia.

Los evangelios sinópticos: origen y formación

Los tres primeros se llaman sinópticos (yuxtapuestos), porque tienen muchas


coincidencias y se pueden leer disponiendo el texto en columnas paralelas:

Mateo 26, 26
Mientras cenaban, Jesús tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo
dio a sus discípulos: Tomad y comed, esto es mi cuerpo.

Marcos 14,22
Durante la cena, Jesús tomó pan, dio la bendición, lo partió, se lo dio y dijo:
Tomad, esto es mi cuerpo.
52
Lucas 22,19
Después tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Esto es mi
cuerpo, que se entrega por vosotros; haced esto en memoria mía.

Conclusión:

1. Los tres tuvieron a disposición algunas fuentes comunes, las adaptaron a


sus comunidades.
2. Los tres presentan a Jesucristo con algunos rasgos particulares: Para Mateo,
Jesús aparece como el Maestro, el Señor, el Mesías, por tanto tiempo
esperado. Para Lucas, Jesús es el Salvador misericordioso, que acoge a todos
los hombres. Para Marcos, Jesús es el Hijo de Dios.
3. Los tres ponen de manifiesto las características de sus comunidades: La de
Mateo eran cristianos judíos; Marcos habla a gente de origen pagano; Lucas
tiene una perspectiva universalista.
Evangelios apócrifos

En el siglo II aparecieron unos Evangelios llamados ―apócrifos (ocultos) por


oposición a los ―canónicos. Intentaban cubrir las lagunas que los cuatro
Evangelios tenían de la vida de Jesús, sobre todo de su infancia. Las
comunidades cristianas no los admitieron como auténticos. Aunque se
atribuían a un apóstol o a un personaje relacionado con Jesús, la Iglesia no los
ha reconocido como palabra de Dios. Son narraciones legendarias con una
mezcla de buena voluntad y de fantasía, aunque tengan muchos datos
correctos. Han tenido bastante influjo en devociones y fiestas populares, así
como en el arte religioso.

Simbología de los cuatro evangelistas


Los cuatro evangelistas se representaron con las figuras de los cuatro vivientes
de Ezequiel (1,5) y Apocalipsis (4,6): hombre, león, toro y águila. La
interpretación más admitida es la que hizo san Jerónimo, basándose en los
comienzos de los mismos evangelios:

1. Hombre: Mateo, porque empieza con la genealogía humana de Cristo.


2. León: Marcos, porque empieza con la voz poderosa del Bautista en el
desierto, donde habitaban los leones.
3. Toro: Lucas, porque empieza con el sacrificio de Zacarías en el templo,
donde se sacrificaban toros.

53
4. Águila: Juan, porque en el prólogo se remonta como en un alto vuelo de un
águila, hasta la preexistencia de Jesús en el seno del Padre.

a) Cada uno de los evangelistas narra los hechos sobre Jesús según su
experiencia y sensibilidad personal.
b) Cada evangelista arregló todo el material de la vida de Jesús según el
objetivo que
se proponía al escribir su ―Evangelio‖, y según los destinatarios al que era
dirigido.
c) Cada evangelista se sintió totalmente libre frente a los pormenores
históricos o geográficos. A ellos no les interesaba mucho si un milagro fue
antes o después, o si esa enseñanza la dijo en uno u otro lugar. Lo importante
para ellos era mantener vivo el recuerdo del mensaje y de la persona de Jesús.

CONCLUSIÓN: Los Evangelios son un conjunto de documentos sobre la fe


de los primeros cristianos, que dan su experiencia viva de Cristo. No se trata
de narraciones ordenadas y pensadas como un ―ensayo‖ moderno. Han
nacido de la fe, fueron escritos por creyentes y para creyentes, con el solo
objetivo de despertar la fe en Jesús Salvador.

TALLER

1. ¿Por qué existen diferencias entre los cuatro Evangelios?

2. ¿Alguna vez lees y meditas algunos versículos del Evangelio? Ojalá que
escuches, a través de la Palabra de Dios, cómo fue el Nacimiento de Jesús.

3. ¿Por qué hay diferencias entre los cuatro Evangelios?

54
EL EVANGELIO DE MARCOS

Introducción
Desde finales del siglo primero o comienzos
del segundo después de Cristo, existen textos
que afirman que el segundo Evangelio es obra
de Marcos, quien acompañó a Pedro a Roma,
donde también se encontró con Pablo, y que
puso por escrito con fidelidad la enseñanza de
Pedro.

El lector que compare este evangelio con los


de Mateo y de Lucas quedará extrañado de no
encontrar nada sobre el nacimiento de Jesús y sobre los años vividos en
Nazaret. Y si lee el comentario de Mc 16,9, se sorprenderá al ver que el texto
primitivo de Marcos se detenía en el descubrimiento de la tumba vacía. En
otras palabras, recibirá la impresión de que el evangelio de Marcos está
amputado de su comienzo y de su final normal.

Y sin embargo tiene sus razones. Marcos dio a su Evangelio los mismos
límites que los apóstoles habían asignado a la catequesis primitiva. Los
apóstoles no se proponían dar todo lo que los creyentes querían saber, sino que
querían transmitir lo esencial de lo que Jesús
55
Había dicho y hecho (He 1,21-22).

Con toda probabilidad Marcos trató de armonizar dos documentos paralelos en


hebreo o en arameo, que habían traducido al griego la catequesis primitiva,
insertando además detalles que recordaba de la predicación de Pedro. Debe
haber publicado su Evangelio después de Mateo y Lucas, en los años 65-68

El Evangelio de Marcos comprende dos partes, y cada una comienza con una
manifestación divina: en la primera es la palabra divina con ocasión del
Bautismo de Jesús por Juan, y en la segunda la Transfiguración. La primera
parte del Evangelio se desarrolla en Galilea, la provincia de Jesús; la segunda
en Judea y en Jerusalén, el corazón de la nación judía. La primera parte
muestra la novedad de Jesús, el impacto de su enseñanza sobre las multitudes.
Pero luego viene la desilusión, y es la segunda parte. Jesús se niega a ser lo
que la gente quería que fuera, y la muchedumbre ya no lo sigue. Y para
terminar, su muerte en la cruz, que parece enterrar toda su misión.

Cuando Jesús muere, el oficial romano reconoce que el crucificado era el Hijo
de Dios (Mc 15,39). Marcos no va más allá y deja el lugar al evangelizador
que dará su testimonio sobre la Resurrección y que proclamará a Cristo
Salvador a partir del escándalo de la cruz.
Cada uno de los evangelistas nos da una perspectiva de Cristo; cuatro caminos
para llegar al corazón del Evangelio.

Marcos es el Evangelio más antiguo y más breve de los cuatro. De él se


servirán Mateo y Lucas. El Evangelio de Marcos es una catequesis, un manual
básico para los catecúmenos. Es decir: es un Evangelio hecho para esos
miembros de la comunidad que comenzaban su itinerario cristiano.

Marcos se propone escribir el ―principio de la Buena Nueva de Jesucristo y


levantar el velo, por los discípulos y por el pueblo, pues esperaban un Mesías
triunfante y no sufriente. Marcos quiere despertar en el catecúmeno, y en
nosotros, la misma profesión de fe que Pedro dirá (cf. Mc 8, 29) frente a Jesús
que revela su identidad con los hechos de su autoridad, de sus milagros y de
sus actitudes. La consigna de silencio que Jesús impone (secreto mesiánico) es
para decirnos que quiere recorrer el camino, no de la gloria, sino de la
humillación y de la cruz, para salvar a los hombres.

Autor, fecha y destinatarios

56
La tradición lo identifica con Juan Marcos, natural de Jerusalén, primo de
Bernabé y compañero de éste en su primer viaje apostólico. No forma parte de
los doce apóstoles. También lo presenta como compañero e intérprete de
Pedro en la comunidad de Roma.

Este Evangelio se escribió en Roma hacia el año 70, ya que hay datos que
sugieren una comunidad que desconocía algunas costumbres judías, y el texto
contiene latinismos y alusiones al horario y al derecho romano, equivalencias
entre las monedas hebreas y romanas.

Marcos escribió su Evangelio para los fieles de Roma, provenientes del


paganismo.

Características literarias
b) Su fuente: recuerdos y predicación de Pedro.
c) Marcos presenta las enseñanzas de Jesús con un lenguaje sencillo y con un
esquema catequético basado en la presentación de los hechos históricos de
Jesús, en su persona histórica: vivió como hombre auténtico, murió y resucitó
y trazó unas directrices misioneras al grupo de sus seguidores.
d) Viveza y realismo: el lector se mete rápido en escena. Son escenas en
presente, con detalles propios de un testigo presencial de los hechos
e) No tiene detalles cronológicos ni precisión en la geografía. En lo
periodístico es directo y simple, utiliza verbos típicos, frases cortas.
f) Usa muchas palabras latinas: censo, centurión, denario, legión, etc.

División y contenido temático


Hay una estructura geográfica:

Predicación de Juan (1, 1-13)


Ministerio en Galilea (1, 14-9)
Ministerio en Judea (10-12)
Discurso escatológico (13)
Pasión y triunfo (14-16)

Y hay también una estructura teológica bien clara:

a) Jesús es el Hijo de Dios, el Mesías: (1-8)


- Introducción y hechos preparatorios: 1, 1-13
- Revelación de Jesús y ceguera de los discípulos: 1, 14 al 3, 6
- Revelación de Jesús e incomprensión de parientes y paisanos: 3, 7 al 6,6
57
- Revelación de Jesús y reconocimiento inicial de los discípulos: 6,6 al 8,39

b) Características de Jesús Mesías-sufriente e Hijo de Dios: (9-16)


- En camino hacia Jerusalén: anuncios de la pasión: 8, 31 al 10, 52
- En Jerusalén: revelación de Jesús como juez y Señor del Templo: 11,1-
13.27
- Pasión, muerte y resurrección: revelación de Jesús en plenitud: 14, 1-16.8
- Apéndice: misión de los discípulos: 16, 9-20

Contenido teológico y espiritual


Finalidad del Evangelio de Marcos: Demostrar que Jesús es el Mesías y el
Hijo de Dios, el vencedor del poder de Satán, acreditando esto con sus
milagros; que padeció, murió y resucitó. Pero un Jesús incomprendido y
rechazado por los hombres, no un Jesús de triunfos humanos.

Claves para entender a Marcos:

a) En la comunidad de Marcos predominan los no judíos, que se reunían en


las casas para celebrar el culto y tener catequesis. Marcos es quien más
subraya las tradiciones misioneras. Es una comunidad organizada para
evangelizar.

b) Se planteaba ya el tema de la persona de Jesús. Quizá este planteamiento


estuvo originado por las circunstancias difíciles (persecuciones de Nerón) que
atravesaban los cristianos entre los años 60-70. Marcos presenta a Jesús como
Mesías, Hijo de Dios, condenado a muerte y resucitado.
c) Además están surgiendo ya algunos movimientos heréticos, que insistían
en Jesús resucitado, comunicador del Espíritu. Y no valoraban las tradiciones
históricas de Jesús de Nazaret.

TALLER

1. ¿Cómo es la presentación que hace Marcos sobre la persona de Jesús?

2. Su evangelio responde a dos cuestiones fundamentales y comprometedoras


para sus seguidores: Quién es Jesús y en que consiste ser discípulo de Jesús.
Según San Marcos ¿Cómo deben ser los discípulos de Jesús?
58
EVANGELIO DE MATEO

Introducción
¿Quién era Mateo, llamado también Leví? Leemos en el Evangelio que era
cobrador de impuestos y que Jesús hizo de él uno de sus
apóstoles (Mt 9,9 y Mc 2,13). Los testigos más antiguos
(Papías hacia el año 130; Ireneo hacia el 180; Orígenes hacia
el 200) le atribuyen un Evangelio ―escrito en letras
hebraicas‖ que todavía era conocido en el tiempo de san
Jerónimo (siglo cuarto). Nuestro Evangelio según Mateo,
escrito posteriormente en griego, debe tal vez su nombre al
hecho de que integró en su relato la traducción de la obra
primitiva de Mateo.

Con toda probabilidad este Evangelio fue escrito en una comunidad cristiana
en la que había cristianos de origen judío y griego, tal vez Antioquía (véase
He 12,1 y 13). Es el momento en que el sumo sacerdote Ananías hizo apedrear
a Santiago, el obispo de Jerusalén (62). Entonces los cristianos son excluidos
de la comunidad judía y ya no son protegidos por las leyes romanas que
autorizaban a los judíos a que no sacrificaran a las divinidades romanas y un
poco más tarde serán perseguidos por Nerón (64-65).

59
Este Evangelio trata de mostrar que los cristianos no deben preocuparse si por
ahora los rechaza su pueblo. La comunidad oficial que no ha creído se ha
quedado fuera del Reino, al que entraron los que han reconocido al Mesías.
Esta minoría ha recibido los ―bienes de la alianza‖ prometidos por los
profetas. En adelante deben compartirlos con los creyentes de todo origen que
querrán integrarse en la Iglesia.

Bajo esta perspectiva, toda la historia de Jesús es presentada como un


conflicto que termina en una separación: véase el final del capítulo 13. En
adelante Jesús no predicará ya a las muchedumbres sino sólo a sus discípulos.

Mateo destaca la figura de Jesús como predicador y Maestro de la Escritura.


Se interesa en forma especial por las palabras de Jesús, que son más
numerosas en su Evangelio que en los demás, y en cambio cuenta sus gestos y
sus milagros del modo más esquemático posible.

No hay pues que extrañarse de que Mateo haya construido su Evangelio en


torno a cinco ―discursos, en los que reunió palabras que Jesús pronunció en
diferentes ocasiones. Estos discursos son:

– El Sermón de la montaña: 5, 6 y 7. Esta carta magna de los hijos de Dios se


completa con diez signos de poder que anuncian nuestra liberación del pecado
(c. 8 y 9).

– Las instrucciones a los misioneros: 10. Estas instrucciones son completadas


por las controversias que enfrentan a Jesús con sus adversarios (c.11 - 12).

– Las Parábolas del Reino: 13. Los fariseos se ciegan, mientras que la fe de los
Doce y de
Pedro permite que Jesús funde su Iglesia.

– Las advertencias a la comunidad cristiana: 18. La ley fundamental del


perdón fraterno se completa con instrucciones diversas. Los guías del pueblo
judío se cierran, mostrando por contraste lo que deberán ser los guías del
pueblo cristiano.

– Cómo vivir a la espera del fin de los tiempos: 24 y 25.

A manera de introducción Mateo pone los dos primeros capítulos sobre la


infancia de Jesús. Son relatos de un carácter especial, en los que se preocupa
60
muy poco de la historicidad de los hechos, pues la intención es presentar a
través de imágenes una enseñanza teológica.

El Evangelio de san Mateo está dirigido a probar que Jesucristo es el Mesías


anunciado por los profetas y que en Él se cumplió todo lo que los profetas
habían anunciado. A Mateo lo pintan con la imagen de un hombre, porque su
Evangelio empieza haciendo la lista de los antepasados que Jesús tuvo como
hombre.

Autor, fecha y destinatarios


Era empleado de Hacienda, posiblemente a órdenes de Herodes. Cobraba
impuestos para el rey. Fue elegido por el Señor para ser uno de los doce
íntimos.

Lo compuso entre los años 80-90, probablemente en Antioquia, la capital de


Siria. Lo dirigió a una comunidad cristiana con estas características:

a) Es una comunidad de origen judío: de ahí que el estilo literario, la


mentalidad, las alusiones sean fundamentalmente hebraicos.
b) Es una comunidad que se opone al judaísmo: de ahí la polémica contra los
fariseos y al pueblo judío en general (cf. Mt 23, 1-26), apegado a las
tradiciones y a una mentalidad estrecha. Presenta a Jesús como el que
perfecciona el judaísmo.
c) Es una comunidad que busca su identidad en medio de judíos y paganos.
Al principio la mayor parte de cristianos eran judíos convertidos, pero muy
pronto los paganos fueron el grupo más numeroso. Había de todo:
carismáticos y legalistas, profetas y sabios, fuertes y débiles; unos anclados en
la observancia de la ley, otros preferían la alabanza, pero desconectada de la
vida.

d) Es una comunidad que se abre a los paganos: no olvidemos que Antioquia,


donde tal vez se escribió este evangelio, fue el centro de la propagación de la
primera Iglesia. Desde el inicio el evangelio habla de la misión hacia los
paganos: los magos adoran a Jesús (2, 1-12); al banquete son invitados todos
(22,9); son paganos los que confiesan su fe, como la cananea (15, 21-28) o el
centurión (8, 5-11); el evangelio debe ser anunciado a todas las gentes (28,
19); hay que buscar a las ovejas dispersas de Israel (10, 6; 15, 24).

Características literarias

61
a) Mateo escribió su evangelio primero en hebreo o arameo, y después en
griego. Por eso tiene muchas expresiones hebraicas, por provenir de una
comunidad de origen judío.
b) Compuso su evangelio a partir de tres fuentes: el evangelio de Marcos, la
fuente de “Las palabras de Jesús” o primer Mateo o fuente Q104, y otras
informaciones propias.
c) Su estilo se caracteriza por la brevedad y la claridad, cuando habla de los
hechos, mientras se alarga mucho en los discursos de Jesús. Comparado con
Marcos, Mateo quita detalles, nombres propios, suprime lo marginal.
d) Los discursos son lo más original de Mateo y son elaborados técnicamente,
a base de expresiones auténticas de Jesús.

División y contenido temático

Hay una estructura geográfica:


Una introducción: evangelio de la infancia (1-2)
Comienzo de la vida pública (3-4)
Ministerio en Galilea: (5-15)
Ministerio fuera de Galilea (15-18)
Ministerio en Jerusalén (19-23)
Discurso escatológico (24-25)
Pasión y triunfo (26-28) Hay también otra estructura:

prólogo: narración de la infancia105 (1-2)


Transición: Preparación del Reino (3-4)

El Reino de Dios ha llegado (5-9)


Jesús envía a predicar y Él mismo camina para predicar el Reino (10-12)
La opción decisiva ante la predicación del Reino (13-17) El Reino de Dios
pasa del pueblo judío a la Iglesia (18-23)
La inauguración del Reino de Dios en el acontecimiento pascual (24-28)

Contenido teológico y espiritual


Fin del evangelio de Mateo: se le llama el evangelio eclesial porque intenta
formar al cristiano dentro de la comunidad. También se le llama el evangelio
del catequista porque presenta un material amplio y bien ordenado de la
enseñanza de Jesús, para la instrucción de quien ha recorrido la etapa
catecumenal y quiere ya vivir el bautismo en la Iglesia. Da un catecismo del
Reino.

62
TALLER

1. ¿Por qué se le considera a Mateo como el evangelista de la Iglesia?

2. ¿Qué caracteriza principalmente al Evangelio de San Mateo?

EL EVANGELIO DE LUCAS

Introducción
El tercer Evangelio es obra de un discípulo de Pablo, un médico (Col 4,14)
probablemente de origen sirio, que acompañó a Pablo en sus misiones (He
16,10). Tal vez fue en Grecia donde redactó su Evangelio y el libro de los
Hechos. Para él eran dos partes de una misma obra, y tal vez tanto la una
como la otra fueron terminados el año 63 o 64.

Lucas conservó los dos grandes bloques de la catequesis primitiva de la


Iglesia, que también conservó el Evangelio de Marcos: la
actividad de Jesús en Galilea y sus últimos días en
Jerusalén; pero insertó entre medio el contenido de otro
documento que contenía muchos discursos de Jesús. Los
colocó durante la subida de Jesús de Galilea a Jerusalén, para mostrar que la
vida cristiana se desarrolla bajo el signo de la cruz.

63
Otro documento le proporcionó el contenido de sus dos primeros capítulos,
consagrados a la infancia de Jesús. Tal documento conservaba el testimonio de
la comunidad primitiva, de la que formaba parte María. Esos dos capítulos
otorgan de partida al Evangelio de Lucas su carácter propio; si hubiera que
caracterizarlo en pocas palabras, se podrían citar estas líneas que se leen en las
Cartas pastorales:
―Acaba de manifestarse la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor a los
hombres... Él quiere que todos los hombres se salven y lleguen al
conocimiento de la verdad‖ (Ti 2,11 y 1Tim 2,3).

Lucas se propuso manifestar ante todo la incomprensible ―humanidad‖ de


Dios que Jesús vino a revelarnos, y con esta convicción nos dio un evangelio
que es el más humano de los cuatro. Se notará, por ejemplo, el cuidado que
puso para recordar la actitud de Jesús con respecto a las mujeres: no compartió
el prejuicio universal que las discriminaba.

Lucas recibió mucho de su maestro Pablo; puso de relieve las palabras de


Jesús que recuerdan que la salvación es siempre y ante todo, no la recompensa
por nuestros méritos, sino un don personal de Dios. Por eso quiso salvar las
parábolas del capítulo 15 que ilustran la tan asombrosa misericordia de Dios

Después del evangelio de la infancia (1–2) se notan tres secciones:

– El ministerio de Jesús en Galilea: 3,1–9,56


– El viaje a Jerusalén atravesando Samaria: 9,57–18,17
– Los acontecimientos de Jerusalén: 18,18–23.

El Evangelio de san Lucas es el Evangelio de la misericordia y tiene como


objetivo presentar la ternura de Dios para con todos los pecadores y
necesitados. Está escrito en griego culto, pues Lucas es un cristiano educado
en ambientes helenistas. Intentó responder a la situación que vivía su
comunidad cristiana, amenazada por la rutina y la tentación de aferrarse a los
bienes de este mundo. Por eso, invita a la conversión, y para ello nada mejor
que recordar las palabras y la vida de Jesús. A Lucas lo pintan con un toro,
porque comienza su evangelio con los sacrificios que hacían en el templo,
donde cada tarde se sacrificaba una res.

Autor, fecha y destinatarios


Fue escrito por san Lucas, médico de profesión, hombre culto y perfecto
conocedor del griego. Fue discípulo de san Pablo. No fue testigo directo de la
64
vida del Señor. Tal vez fue María la que le proporcionó la mayor parte de la
información que se contiene en los primeros capítulos de su evangelio.

Lo debió escribir con anterioridad a la caída de Jerusalén, el año 70. Y los


destinatarios de su obra son pagano-cristianos helenistas, no romanos.

Características literarias
a) Escribe con el estilo elegante de un escritor que se dirige a las personas
cultas del mundo griego que se interesaban por el cristianismo. Su vocabulario
es muy rico, pero sin adornos inútiles. La delicadeza de Lucas se nota también
en el hecho que mitiga los sentimientos fuertes de Jesús: no se ve a Jesús en
cólera, o violento con Pedro.
b) Sus fuentes: orales (Pablo y otros apóstoles, María); escritas (documentos
escritos que circulaban en las comunidades cristianas; evangelio de Marcos y
la fuente Q).
No narra como un periodista o biógrafo moderno, sino que destaca los
acontecimientos y palabras de Jesús, adaptándolos a su propia sensibilidad y al
mensaje que quieren dar a las comunidades cristianas.

División y contenido temático

Tomando en cuenta las dos obras de Lucas, podemos ver el plan lucano así:

a) El tiempo de Israel o el tiempo de las promesas: termina con la predicación


del bautista.
b) El tiempo de Jesús o el tiempo de la salvación: Con Jesús al centro de todo,
resuena la Buena Noticia, primero a Israel y luego al mundo entero.
c) El tiempo de la Iglesia o el tiempo del testimonio (Hechos de los
apóstoles): el Espíritu es dado a los apóstoles para que sean testigos del
Evangelio y éste resuene en toda la tierra.
Este plan lucano sigue un itinerario geográfico, que es al mismo tiempo es un
itinerario espiritual:

- Comienza en Jerusalén, centro del judaísmo, con el anuncio del


nacimiento del bautista, que hace de enlace entre la Antigua y Nueva Alianza.
- Luego se traslada a Galilea, centro del mensaje de Jesús.
- Desde Galilea, Jesús emprende su subida hacia Jerusalén.
- En Jerusalén, centro de la Buena Noticia, el Evangelio se anuncia en Judea,
luego en
Samaria y hasta los confines de la tierra.
65
Estructura o división

1. Introducción: Infancia y preparación del misterio (1-4,13).


2. Ministerio de Galilea (4,14-9,50).
3. Viaje a Jerusalén (9, 51-19, 28): es la parte original de Lucas.
4. Ministerio en Jerusalén (19, 29-21,38).
5. Pasión y glorificación de Jesús (22, 1-24, 53)

Contenido teológico y espiritual

Fin del evangelio de Lucas: todo el evangelio de Lucas está encaminado a


presentar a Jesús como el gran amigo de los pecadores, como el más
misericordioso y amable de los seres que han existido.

CONCLUSIÓN: Si hemos llamado a Marcos el Evangelio del catecúmeno,


porque su objetivo era provocar el acto de fe en Jesús, como Hijo de Dios, a
Lucas se le conoce como el Evangelio del testigo o del evangelizador. Una de
las razones es porque su estructura es como una formación gradual del
cristiano a ser testigo y evangelizador. Lucas enseña al cristiano a llevar la
palabra a quien no cree. Precisamente por esto, Lucas sintió la necesidad de
continuar con los Hechos de los apóstoles, para poder presentar una serie de
ejemplos de catequesis y de evangelización en la Iglesia primitiva.

TALLER

1. ¿Cómo presenta San Lucas a Jesús? ¿Por qué crees que tiene esa imagen de
Jesús si no lo conoció en persona?

2. De acuerdo al “Contenido” de su Evangelio, presentado en el curso ¿Cuál


es el punto que más te interesa?

66
EL EVANGELIO DE JUAN

Introducción
Los tres primeros Evangelios reproducen documentos redactados en Palestina
a la vista de los mismos Apóstoles. El Evangelio de Juan va dirigido a la
siguiente generación y su autor es un ―profeta‖ de la Iglesia; es uno de los
que interpretaban las palabras de Jesús para las nuevas comunidades.

Si bien el autor ha sido, según toda probabilidad, testigo directo de la mayoría


de los hechos que nos transmite, prefirió ceñirse a algunos episodios que
podría desarrollar conforme a su carisma profético, para bien de la Iglesia.

De ahí proviene esa alternancia entre hechos y discursos. Los hechos son
narrados en un estilo breve y preciso, mientras que los ―discursos de Jesús‖
resultan a veces repetitivos y es fácil deducir que aun cuando fueran
construidos en base a palabras auténticas de Jesús, son obra de ―Juan el
profeta‖, como se le ha llamado.

Los discursos atribuidos a Jesús la tarde de la Última Cena ocupan un lugar


destacado. Con ellos estamos tan lejos de la proclamación de Jesús a las
muchedumbres como de las advertencias dirigidas al pueblo judío para
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persuadirlo a que se convirtiera. En estas páginas parece que la Iglesia entera y
todo el porvenir del cristianismo se identifican con esos discípulos que él
eligió y a los que prepara para la efusión del Espíritu.

El discípulo que Jesús amaba


Desde siempre se ha pensado que la mención, repetida catorce veces (2x7) en
la última parte del Evangelio, de la expresión ―el discípulo que Jesús amaba‖,
indicaba a su autor. El último versículo (21,24) lo dice expresamente. Sería
difícil negar que ese discípulo, del que no se dice su nombre, haya sido junto
con Andrés uno de los dos primeros discípulos mencionados en Jn 1,35. Y
también parece haber sido uno de los ―dos discípulos‖ que tampoco se
nombran en 21,2.

Entra en escena en el momento de la Última Cena, colocado en el lugar de


honor que correspondía por derecho al huésped; ¿no sería el dueño de casa
que acogió a Jesús y a los suyos (Lc 22,12) Y desde ese momento acompaña a
Pedro. Puede permitirse estar al pie de la cruz mientras el grupo galileo sólo
piensa en escapar de las represalias. Jesús le confía a María, y momentos
después lo comprende todo.
Su madre Salomé es del grupo de las mujeres que seguían a Jesús para servirlo
y está presente en el Calvario. Juan figura siempre en la lista después de Pedro
y es de los tres íntimos de Jesús.

Juan escribió la sustancia de su Evangelio a fines del siglo I, cuando ya habían


muerto los demás apóstoles y evangelistas. Y luego fue completado y
redactado por sus discípulos.

Los cristianos a los que se dirige Juan vivían una situación difícil y compleja:

a) Internamente, había grupos que no aceptaban la superioridad de Jesús sobre


Juan
Bautista; otros, no aceptaban la divinidad de Jesús.
b) Externamente, había rechazo y persecución. Sus perseguidores son los
judíos que aparecen en cada página de su evangelio y que expulsaban de la
Sinagoga a los cristianos de esa comunidad. Por eso, esos cristianos vivían
atemorizados; algunos tenían miedo de aparecer como discípulos; otros habían
abandonado la comunidad. Y la principal tentación de los que aún quedaban
era alejarse del mundo y encerrarse en el cenáculo, recluirse en el círculo en el
que se encontraban protegidos. Por eso, esta comunidad ha cerrado filas en
torno al ―discípulo amado, Juan.
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Características literarias

Es un evangelio muy distinto al de los otros tres. Tiene fuentes propias, por
eso escribe ―su Evangelio en base a sus recuerdos y con una finalidad
diferente. Seleccionó algunos milagros y profundizó en su significado
simbólico, en función de lo que quería enseñar a la comunidad cristiana.

Es rico de discursos y tiene una manera de hablar profunda, reflexiva,


abstracta, en ocasiones. Juan parece un teólogo. Por eso, su lenguaje es para
adultos en la fe. Habla con los nuevos conceptos que se manejaban en la
cultura helenística: luz-tinieblas, vida, amor, logos...y los adapta a la
concepción cristiana de la fe. Parte de realidades concretas: el agua, el pan, el
nacimiento, la vida, la luz...pero luego las transforma y nos transporta a otras
realidades superiores, a través del símbolo.

Juan emplea mucho el diálogo: Nicodemo-Jesús, Samaritana-Jesús; judíos-


Jesús, ciego de nacimiento-Jesús, etc. para exponer su enseñanza de una forma
más viva y participativa.

Otro elemento de Juan es el siguiente: expone el signo o milagro y, después,


hace el discurso sobre el signo.

División y contenido temático


El Evangelio se presenta separado en dos grandes secciones, precedidas de un
prólogo y seguidas de un epílogo: a) Prólogo y testimonios (1, 1-51): anticipa
los grandes temas del evangelio: la Palabra, la Vida, la Luz, la Verdad, el
mundo, las tinieblas...y junto a él, los primeros testimonios, que presentan a
Juan como el último gran profeta que señala a Jesús como el Mesías.
b) El libro de los signos (2-12): se narran siete milagros-signos. Lo importante
no son los milagros en sí, sino revelar a Jesús como Vino nuevo, como
Hombre Nuevo, como Luz, como Agua viva, como Resurrección, etc.
c) El libro de la Pasión y Pascua (13-20). Tiene dos secciones: los discursos de
despedida (13-17) y la pasión y gloria (18-21).
d) Epílogo (21, 1-25): reúne diversas apariciones de Jesús, en las que el
discípulo amado ocupa un lugar importante, junto con Pedro.

Contenido teológico y espiritual


Juan nos dice en el último capítulo cuál fue su objetivo: ―Esto fue escrito
para que ustedes crean que Jesús es el Hijo de Dios (Jn 20,31).
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¿Hijo de Dios? Si bien los apóstoles lo proclamaron como tal, ¿cómo
entendían estas palabras? ¿En qué sentido era de naturaleza divina? Juan
afirma la existencia del Hijo en Dios desde el Principio, y esta luz sobre el
origen de Jesús ilumina toda su obra. Hijo eterno de Dios hecho hombre, no
vino sólo para enseñar, sino para transformar la creación.

El Evangelio de Juan es polémico. Había llegado el momento de clarificar la


fe cristiana ante el judaísmo, y Juan se dirige a cristianos o a catecúmenos que
tienen que elegir entre pertenecer a la sinagoga de su ciudad o entrar en la
Iglesia que se ha constituido frente a ella.

El Evangelio de Juan lo acompañó a lo largo de toda su vida; lo retocó más de


una vez y lo dejó con un cierto desorden aparente, donde sin embargo no
faltan estructuras y puntos de referencia (por ejemplo las palabras repetidas
siete veces). El último párrafo del libro da a entender que fue publicado
después de la muerte de su autor, que según afirma san Ireneo, vivió hasta el
reinado de Trajano (98-117).

Con cierta probabilidad la estructura de este evangelio se ordena en torno a la


oposición de las fiestas judías que jalonan la vida de la sinagoga, entre las
cuales se encuentra la Pascua, y la ―hora‖ de Jesús que abre los tiempos
nuevos. Esa es la hora de la pasión y de la resurrección de Jesús, y será
mencionada al comienzo de nuestras tres secciones, en 2,4; 7,6; 13,1.

Es de notar la importancia que el autor atribuye a los ritos y símbolos


litúrgicos: el agua de Siloé, el cordero de la Pascua, las purificaciones...
Demostrará que tales ritos judíos son sólo la figura y el anuncio de otros ritos
decisivos en la iniciación cristiana: el bautismo, la Eucaristía y el lavado de
los pies. Las leyes del pueblo judío y las liturgias del Templo pertenecen al
pasado, pero todo ha sido transfigurado en la vida y la nueva liturgia de los
cristianos.

Fin del Evangelio de Juan: Juan quiere probar que Jesús es Dios verdadero. De
ahí que su especialidad sean los discursos teológicos.

CONCLUSIÓN: El Evangelio de Juan es, en realidad, un escrito doctrinal en


forma de Evangelio. Su primera intención no es narrar, sino enseñar. El interés
principal de esta obra es de carácter teológico; en ella los milagros son signos;
los discursos, más que discursos de Jesús, son discursos sobre Jesús. Tales
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discursos no versan sobre los problemas del tiempo de Jesús (la ley, el sábado,
los alimentos puros o impuros, etc...) sino sobre la misión de Jesús en el
mundo: ser el Mesías, el enviado del Padre, Luz del mundo, Agua viva, Pan
celestial.

LOS HECHOS DE LOS APOSTOLES


La primitiva comunidad cristiana

Introducción
¿Puede un cristiano de hoy vivir con el mismo fervor y dedicación su fe
cristiana como lo hicieron los primeros cristianos? ¿Qué nos faltaría? Leer los
Hechos de los Apóstoles es estar reviviendo la vida de los primeros cristianos,
de la primera Iglesia. Estaba fresco aún el Pan de la Última Cena; la Sangre
del Cristo sufriente estaba aún caliente; sus Palabras desde la Cruz resonaban
por todos los rincones. Ya Jesús subió al Cielo y sus discípulos conservaban
en sus pupilas el rostro del Señor.

Durante los tres años de la vida pública, Jesús puso las bases de su Iglesia:
reunió a sus primeros discípulos y los asoció a su misión (Mc 3,13-16);
constituyó a Pedro como responsable de la «comunión» (16,18) y guardián de
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la fe (Lc 22,31) en este nuevo pueblo de Dios; hizo de los Doce y los
discípulos un pueblo de testigos (Jn 15,16) y les prometió el don del Espíritu
que les descubriría la plenitud de esa luz que había venido a traer a la tierra
(Jn 16,13).

Hoy el Señor ya está resucitado; un pueblo nuevo y un mundo nuevo ha


nacido del costado abierto de Jesús, como el niño nacido en la sangre y el agua
que se escurren del vientre de su madre (Jn 19,34). Iluminado por la palabra
de Jesús y animado por su Espíritu, este pueblo se pone en camino para
anunciar a todas las naciones las maravillas de Dios y para reunir en la unidad
a los hijos dispersos (Jn 11,52).

En esta hazaña apostólica se destacarán dos grandes figuras: Pedro y Pablo.


Pedro se dedicará en especial a la evangelización de los Judíos, Pablo será
puesto aparte para anunciar la Buena Nueva de la salvación a los paganos (Gal
2,7- 8).

Lucas, autor del tercer Evangelio, dará testimonio de ese nacimiento de la


Iglesia en el libro llamado Los Hechos de los Apóstoles, o probablemente en
su origen Hechos de Apóstoles. Si existieron para esta obra, como para los
Evangelios, relatos más antiguos que Lucas utilizó para redactar su texto, la
armonización de esos diversos documentos fue hecha de una forma tan
notable que hoy resulta muy difícil distinguirlos. Algunos especialistas
piensan que en un principio Los Hechos de los Apóstoles formaban un mismo
y único libro con el tercer Evangelio, y que habría sido dividido
posteriormente. Sin embargo se da por seguro que desde principios del
segundo siglo, Los Hechos de los Apóstoles aparecen como un texto
independiente.

Este testimonio sobre el nacimiento de la Iglesia nos ha llegado bajo dos


formas diferentes: el texto «corriente», representado por la mayoría de los
manuscritos antiguos de origen sirio y egipcio, y el texto llamado
«occidental», más largo y muy marcado por las querellas que enfrentaban a
los judíos y a los primeros cristianos. Pero realidad las diferencias se notan tan
sólo en un número bastante reducido de versículos.

El libro de Los Hechos parece que no se desarrolla según un plan riguroso,


pero se pueden distinguir algunas grandes divisiones de la obra, en que se
resalta el proyecto de Lucas. Ciertamente Lucas ha asignado la mejor parte a
Pedro y a Pablo, pero no se refiere a ellos en exclusividad. A pesar de
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numerosas excepciones, la figura de Pedro domina en los doce primeros
capítulos, y la de Pablo en la segunda parte de la obra.

En el plano geográfico se puede advertir que Los Hechos de los Apóstoles nos
conducen desde Jerusalén, pasando por Judea y Samaría, hasta Roma,
siguiendo así la misión que Jesús fijó a sus apóstoles el día de su Ascensión
(Hech 1,8). Los siete primeros capítulos nos sitúan en Jerusalén, después, en
los capítulos ocho y siguientes, y siempre dando lugar a las excepciones, nos
presenta la Iglesia que se desarrolla en Judea, en Samaría y en la llanura
costera. A partir del capítulo 13, nos trasladan con Pablo a Asia Menor y a
Grecia, para situarnos en el capítulo 28 en Roma, en el tribunal del emperador,
es decir, en el corazón mismo del mundo pagano. Ahí se detiene bruscamente
el libro de Los Hechos como si Lucas, cual si fuera un corredor encargado de
acompañar la irradiación de la Buena Nueva de Salvación desde Jerusalén a
los confines de la tierra, hubiese alcanzado su objetivo y cumplido su contrato.

Basta esto para darnos a entender que los Hechos, como tampoco los
Evangelios, no se presentan como una historia detallada de la Iglesia primitiva
o una biografía de Pedro o Pablo, sino como un testimonio de la obra del
Espíritu Santo.

En efecto, el Espíritu Santo es el verdadero «Hechor» del nacimiento de la


Iglesia, por lo que muchos comentaristas, ya desde los primeros siglos
cristianos, no han vacilado en llamar a este libro como «El Evangelio del
Espíritu Santo». Se podrían retomar aquí, pero modificándolas, las palabras de
Juan: «El Espíritu llevó a cabo muchos otros signos que no han sido
mencionados en este libro, pero estos han sido puestos por escrito para que
ustedes crean que el Espíritu está actuando en la Iglesia de Jesucristo».

En este libro de Los Hechos aparecen además otros rasgos importantes, y en


primer lugar que la Iglesia está enraizada en la experiencia y en la tradición de
la fe de Israel. Se manifiesta la misma convicción que ya encontramos en los
Evangelios: «Jesús cumplió las Escrituras», es decir, llevó a su plenitud y
transfiguró en su propia persona todas las realidades del Antiguo Testamento:
la realeza de David, la predicación de los profetas, el Templo, el maná, el
cordero, etc. etc.

En Los Hechos de los Apóstoles, a través de las diversas predicaciones de


Pedro, y en particular de Pablo, Lucas se dedica a señalar cómo el misterio de
Cristo y de la Iglesia fueron anunciados y preparados en el Antiguo
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Testamento, pero también e inseparablemente, cómo este doble misterio
devuelve todo su sentido a la historia de Israel.

En esta perspectiva Lucas destaca expresamente los paralelos entre Jesús y su


Iglesia, pero también entre el pueblo del Antiguo Testamento y la Iglesia;
citemos, a manera de ejemplo, los paralelos entre la muerte de Esteban y la de
Jesús, la subida de Pablo a Jerusalén y la de Jesús, o también el contraste entre
la torre de Babel y Pentecostés.

Siempre en el mismo sentido, Jerusalén aparece a cada momento bajo la


pluma de Lucas (58 veces). Tal como también lo hace en su Evangelio, donde
la ciudad santa, a diferencia de los otros Evangelistas, es nombrada 30 veces,
Lucas presenta a Jerusalén como el lugar donde se cumplió la salvación y de
donde debe partir el anuncio de la Buena Nueva a todas las naciones.

Autor, fecha y destinatario


El autor es Lucas o uno de sus discípulos. En su evangelio, Lucas narró el
tiempo de Jesús y en los Hechos narra el tiempo de la Iglesia primitiva.

La fecha es seguramente posterior al Evangelio, escrito hacia el año 80. Por


tanto, el libro de los Hechos de los apóstoles fue escrito hacia el año 85-90.

El mensaje de los Hechos tiene como destinatario a la Iglesia en la que se han


apagado los primeros ímpetus y ha comenzado a aparecer la desidia y la
apatía; una Iglesia nacida de la misión de Pablo, llamada a llevar el mensaje
de Jesús a todo el imperio romano.

Características literarias
a) Se sirvió de varias fuentes: el evangelio de Marcos, la famosa ―Fuente Q,
los ―archivos orales y escritos de varias comunidades, los recuerdos vivos de
los apóstoles, los recuerdos personales sobre Pablo. Reelaboró este material y
dio a su escrito una forma unitaria.
b) Ha sido escrito con gusto y refleja una habilidad comparable a la de otros
escritos de la época helenista.
c) Son relatos narrativos con una intencionalidad ejemplar, es decir, provoca
en el lector el deseo de vivir aquellas mismas experiencias.
d) Los discursos insertados a lo largo de los relatos se centran en lo esencial:
la muerte y resurrección de Jesucristo, como fuente de salvación de todos los
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hombres. e) Hay también sumarios que son breves resúmenes de la vida
comunitaria, que van marcando las transiciones y ofrecen al lector una pausa
de reflexión para que se detenga y comprenda el sentido de lo que se cuenta en
el libro.
f) Hasta la invención de la imprenta, el libro de los Hechos se transmitió,
como el resto del Nuevo Testamento, en manuscritos.

División y contenido temático


a) Introducción (1, 1-11), que une el libro del evangelio con el de los Hechos
de los apóstoles.
b) La Iglesia de Jerusalén (1, 12-8,3): la comunidad apostólica y la comunidad
de Jerusalén.
c) La expansión de la Iglesia en Asia Menor (8, 4-14.28): en Samaria,
conversión de Pablo, Pedro en Cesarea, fuera de Palestina (Antioquía),
liberación de Pedro, primer viaje misionero de Pablo a Chipre y Asia menor.
d) Asamblea en Jerusalén (15, 1-35).
e) Expansión al mundo griego (15, 36-21, 14): segundo viaje de Pablo en
Grecia y tercer viaje de Pablo en Asia Menor.
f) De Jerusalén a Roma (21, 15-28, 29): Pablo en Jerusalén, en Cesarea y
hacia
Roma.

Contenido teológico y espiritual


Fin del libro: describir la vida de la Iglesia primitiva y cómo el Cristianismo
surgió del seno judío y se transformó en religión universal, no sin dificultades,
desgarres y controversias, sobre todo al ir entrando a esa primera comunidad
los paganos, es decir, los no-judíos, ya sea griegos o romanos.

CONCLUSIÓN
Los Hechos de los apóstoles nos presenta el modelo de vivencia cristiana; es
decir, ahí encontramos cómo debemos vivir nosotros, cristianos del siglo XXI
y de todos los siglos: unidos en el amor a Cristo, junto a nuestros pastores
(Papa, obispos y sacerdotes), a quienes obedecemos y con quienes trabajamos
codo a codo en la construcción de la Iglesia de Cristo107, y alimentados en los
sacramentos, especialmente en la Eucaristía.

TALLER

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1. ¿Puede un cristiano de hoy vivir con el mismo fervor y dedicación su fe
cristiana como lo hicieron los primeros cristianos? ¿Qué nos faltaría?

2. ¿Cuál es el Personaje principal en los Hechos de los Apóstoles?

ESCRITOS DE SAN PABLO.

En todas nuestras biblias aparecen los cuatro evangelios encabezando el orden


de los libros del Nuevo
Testamento. Son los lugares
privilegiados en los que se trata
directa y estrictamente el tema
del Señor Jesús, de su persona,
de su doctrina, de su obra, de su
significación.
Pero no son estos escritos
sagrados de los evangelios los
que primero surgieron en la
Iglesia naciente. Se puede
afirmar con absoluta certeza que
los escritos más antiguos que posee la Iglesia en el canon del N.T. son los que
tienen a San Pablo como autor. Son sus cartas personales a algún amigo suyo
(Filemón), o a las comunidades cristianas que había fundado, o que, como en
el caso de Roma, pretendía orientar y visitar después.
Es importante empezar con estos escritos el estudio del N.T. Ahí se encuentra
el testimonio más antiguo de la doctrina, de la vida, de la experiencia de fe,
tanto del Apóstol más audaz, del misionero más intrépido, del pastor más
solícito, como de las primeras comunidades que constituían la Iglesia naciente.

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San Pablo.
Sin lugar a equivocarnos se puede decir que San Pablo encabeza la lista de los
hombres más admirables que han engrandecido la historia bimilenaria de la
Iglesia de Cristo.
Para constatar dicha afirmación no es menester estudiar la inmensa cantidad
de libros que se han escrito acerca de su riquísima personalidad y de su
excepcional profundidad doctrinal. Nace y vive judío, según lo más sagrado
de su raza, su Ley santa; como todo buen judío, expresa el incomparable
orgullo de pertenecer al pueblo escogido por Dios como pregonero de sus
designios de amor salvador. Seguramente habla y conoce bien, por lo menos,
el hebreo, el arameo, el griego.
Seguramente habla y conoce bien, por lo menos, el hebreo, el arameo, el
griego.
Nadie como él llegó a saber el auténtico y pleno sentido del plan de salvación
que había venido revelando el Señor a través de la historia. La luz, la clave
que le da total claridad para desentrañar los misterios revelados se llama
Jesucristo. Ningún otro documento de la Iglesia primitiva nos puede presentar
un pastor más solícito y más entregado a su rebaño que Pablo.

La acendrada fe judía de Pablo, fariseo y maestro de la ley, lo llevaba a la


convicción de que por la práctica de la ley alcanzaba la justificación de Dios.
Cuando conoce el Evangelio, desde su experiencia de fe en Cristo, todos estos
planteamientos y convicciones cambiaron radicalmente. No son las obras de la
ley las que hacen justo al hombre de Dios, sino la Fe en Jesucristo. Porque no
es el hombre solo el que fabrica su salvación sino Dios quien se la ofrece
gratuitamente.

La Iglesia («ekklesía») es el acontecimiento con el que y en el que Dios


mismo lleva a cabo la realización de la elección mediante la llamada de la fe.
Así, Iglesia quiere decirla congregación de los llamados por Dios en Cristo
Jesús.
Todo el quehacer de Dios en orden a la salvación de los hombres sucede en el
tiempo. Pablo considera un doble valor a esta realidad «tiempo»: primero,
como historia, como el sucederse de las cosas. El segundo, como un momento
particularmente significativo, como oportunidad, ocasión salvífica (Kairós).

Es en este segundo sentido como percibe y describe los grandes momentos de


la historia de la salvación.

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Escritos
San Pablo, tal vez nunca sospechó que sus escritos irían a tener unas
repercusiones tan grandes en la Iglesia de todos los tiempos; sobre todo,
porque se trataba de cartas personales a las pequeñas comunidades que
acababa de fundar.
Todos estos escritos, sin proponérselo cada uno por separado, dan, en su
conjunto, el reflejo más claro, más profundo y más genuino del Evangelio
predicado y vivido por los Apóstoles del Señor en las dos primeras décadas de
la Iglesia.

Se nota, con evidencia, que no se trata de sistematizaciones doctrinales para


aprender de memoria, como un gran catecismo, o como tratados de teología;
son más bien, aplicaciones concretas de fe a la vida práctica de cada día. Son
el signo más diciente de que la fe cristiana es eminentemente una continua
práctica, una vida iluminada, guiada por el Evangelio, asistida
permanentemente por la presencia del Señor. Leamos estas recomendaciones
para constatar con un par de ejemplos: Flp 2,1 -5; 1 Cor 10,31.
Seguramente no todos los escritos de San Pablo llegaron hasta nosotros. Se
sabe que por lo menos dos de sus cartas se perdieron muy pronto: una a los
cristianos de Corinto (1 Cor 5, 9), y otra a los de Laodicea en Asia Menor (Col
4,16).

Las cartas canónicas tradicionalmente atribuidas a San Pablo son 13. El


siguiente orden de presentación, probablemente corresponde a la sucesión
cronológica y a la habitual subdivisión en grupos.

Carta a los Tesalonicenses.


Tesalonica era una de las grandes ciudades griegas, muy populosa, situada en
las costas del mar Egeo, en el golfo de Termas, en la Provincia de Macedonia,
en el suroriente de Europa.

Se trata del documento más antiguo de todo el N.T. Nos ofrece el testimonio
elocuente de la manera como se hablaba y se vivía la fe cristiana cuando aún
no habían pasado 20 años de la Pasión y Resurrección del Señor; sorprende y
maravilla su claridad y densidad doctrinal además de su exquisito sabor
humano.

La carta es expresión de la inmensa alegría de Pablo por las buenas noticias


traídas por Timoteo de la iglesia de Tesalónica. Es una alegría que se
convierte en oración, en diálogo confidencial, y en exhortación afectuosa.
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Llegado que hubo Pablo quiso evangelizar, en primer lugar, y como era
costumbre entre los apóstoles, a los judíos que allí residían; como siempre
ocurría, estos no se abrieron mucho a la propuesta de Pablo. En cambio, sí
hubo un buen número de griegos que mostraban simpatía por el Dios de los
judíos y se dispusieron a acoger el Evangelio de Pablo y sus compañeros (Hch
17).

Desde las primeras predicaciones y misiones de Pablo tiene que vérselas con
la oposición de los judíos. Se llenan de envidia y obligan a Pablo a salir de la
ciudad. Ya había sembrado con profundidad las semillas del Evangelio, como
él mismo lo reconocerá al escribir su primera carta a la comunidad.

Pablo va a dar a Atenas, la gran capital griega; allí fue aún menos afortunado
en su predicación. Se desplaza y se establece en Corinto; allí recibe noticias de
sus queridos tesalonicenses, informado por sus compañeros de viaje, Silas y
Timoteo quienes habían quedado en Macedonia cuando él partió. Ante los
informes tan positivos que recibe de los neocristianos de Tesalónica Pablo
estalla de júbilo y con impresionante afecto les escribe una carta.

Esta carta debió escribirse a finales del año 50, o a comienzos del 51. Como
en casi todas las demás cartas que escribió se nota o se percibe un cuerpo en
dos partes; la primera es la doctrinal o en la que trata asuntos personales; la
segunda, es para recomendaciones o exhortaciones, es decir, la parte moral.

Segunda Carta a los Tesalonicenses


Un buen grupo de biblistas, con razones muy serias, opinan que esta carta no
es de San Pablo. Entonces habría sido escrita unos 30 años después de la
primera con el fin de reforzar y precisar la doctrina del apóstol en el ambiente
donde se continuaba viviendo la fe sembrada por Pablo pero con situaciones y
problemas diferentes. En todo caso, se percibe que la carta es más severa, con
intenciones más explícitas de resolver algunos problemas delicados de la
comunidad.

Sin embargo, hay también quienes sostienen que esta carta es del mismo
Pablo; seguramente escrita unos meses después de la primera. Es clara su
diferencia; en la segunda el autor no habla de sí mismo ni de su misión, ni se
expresa con la vivacidad de la primera carta. Esto se puede deber a que es una
carta más corta y con finalidad mucho más precisa: insistir acerca de la espera

79
del Día del Señor aclarando que no va a suceder ya como algunos andan
diciendo, malinterpretando orientaciones anteriores.

En todo caso, es indiscutible que para nosotros, como lo ha sido para toda la
Iglesia, es Palabra de Dios, como todos los libros del N.T. y eso basta. La
segunda carta toca el mismo punto central de la primera (la Venida del Señor),
pero desde un punto de vista muy diferente

Primera Carta a los Corintios


Hacia el año 50, cuando Pablo llega a Corinto, esta ciudad es una de las
metrópolis griegas más prestigiosas y complejas. Estaba situada en la parte
occidental del istmo de Corinto, que separa los mares jónico y Egeo; de esta
manera tenía comunicación con oriente y occidente.

Corinto era conocida no solo por su opulencia, por ser punto estratégico
sociopolítico y comercial, sino por la vida depravada y lujuriosa de sus
habitantes. Se le aplicaban muchos proverbios que se referían a la corrupción
moral de la ciudad.

Había en la ciudad, pues, una sinagoga judía; en ella dio comienzos Pablo a su
predicación del Evangelio de Jesucristo. Así nos lo cuentan los Hechos de los
Apóstoles (18, 1-11). Sin embargo, continúa la paradoja de la primera
evangelización; los destinatarios de la Plenitud de la Revelación de Dios, los
judíos, no la recibieron, sino muy parcialmente; en cambio, los gentiles, tan
vacíos de Dios, tan ignorantes de las promesas divinas dadas o hechas a Israel,
ellos sí se dispusieron y aceptaron con mayor agrado. En ellos empezó de
nuevo a echar raíces el Reino de Dios; de esta manera puso Pablo las bases de
esa importante iglesia primitiva (1 Cor 3, 5-15).

Esta primera carta fue escrita en Éfeso (1Cor 16, 8) hacia el año 56 d.C., y
motivada por una delegación de Corinto que visita al Apóstol, y por algunas
consultas que le hacen personalmente y por escrito (1,11 y 7,1). Son varios los
temas que trata en esa ocasión.

Segunda Carta a los Corintios


Algunos de los problemas que trataba en la primera carta se habrían
agudizado; un grupo había tomado comportamientos hostiles que amenazaban
la autoridad del apóstol. Pablo escribió una carta bien exigente (que no se
conoce sino por esta referencia del mismo Pablo: 2 Cor 2,3-4; 7,12); esto fue

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motivo de fuertes reprensiones para quien causaba las preocupaciones del
Apóstol.

El comportamiento que Pablo ha tenido en su ministerio apostólico está


inspirado siempre en la caridad. Pablo no quiere otra cosa que ser fiel a la
misión confiada; y el modelo de fidelidad para Pablo y para todo cristiano no
puede ser otro que Cristo mismo, el perfecto cumplidor de las promesas el
Padre.

Su ministerio de evangelizador es tan grande y tan sublime que se convierte en


la fuerza necesaria para superar toda dificultad y salir airoso de tantas luchas
que tiene que afrontar; la garantía de este santo ministerio es tal que ni
siquiera le hace temer el normal desgaste que se va dando en el cumplimiento
del deber, ni aún la misma muerte; porque el evangelizador se encuentra lleno
de Cristo, quien por su muerte y su resurrección actúa en él; por eso, no solo
puede resistir a tanta adversidad sino que se renueva y se fortifica
internamente día a día hasta alcanzar la misma gloria de la resurrección cuya
realidad futura ya ha empezado a experimentar por la presencia del Espíritu
Santo

Carta a los Gálatas


El tema es la defensa del Evangelio que Pablo predica como única fuente de
auténtica salvación.

Escribe a las iglesias de Galacia. Los especialistas en estas materias no acaban


de ponerse de acuerdo en cuanto a la identificación precisa de estos
destinatarios; ¿serán los de la parte norte de Galacia, o los del sur? Hay más
probabilidades que se trate de los primeros. En todo caso, los Gálatas habían
acogido con mucho entusiasmo a Pablo en su primera predicación. Ahora las
cosas cambiaban.

En esta carta Pablo quiere defender la autenticidad tanto de su carácter


apostólico como de su predicación. Su evangelio es el único, el de Jesucristo,
el de la perfecta liberación. En ninguna otra carta se encuentra tanta
emotividad, tanta ira y pasión de Pablo como en Gálatas. Se siente tocado,
herido mortalmente; es indispensable su defensa; por él, por su vocación y
misión, por el Evangelio, por la Iglesia, por Dios y su Voluntad.

Carta a los Romanos

81
La carta fue dirigida por San Pablo a todos los cristianos procedentes de los
judíos y de los paganos; y sabemos, además, que la comunidad de Roma
estaba en aquellos tiempos en pleno florecimiento y era conocida por doquier.

San Pablo escribe esta carta durante el invierno de los años 57-58 en Corinto.

Se nota que la carta tiene como objetivo hacer la presentación del Apóstol a
una gran comunidad que no conoce, que está bien organizada, y a la cual
anhela visitar como puente para ampliar su terreno misionero más allá del
Mediterráneo oriental. Se ha dado cuenta que ya ha predicado el Evangelio de
Cristo en todas partes desde Jerusalén hasta el Ilírico (Rm 15, 19), y quiere
seguir su camino hasta los últimos rincones del occidente conocido, es decir,
España. Su deseo de visitar a los cristianos de Roma está expresado en la
misma carta.
La carta a los Romanos, no obstante ser la más extensa y mejor organizada de
todas las cartas paulinas, no es un resumen de su doctrina o de las ideas
principales del apóstol. Más bien, es una exposición de sus reflexiones
misioneras acerca de la posibilidad histórica de salvación ofrecida a todos los
hombres mediante el Evangelio de Dios que es Jesucristo (Rm 1,16).
Esta carta es una exposición de sus hondas convicciones respecto de lo que
significa Jesucristo en el plan salvífico de Dios. En Él y solo en Él los
hombres son justificados por Dios.

Cartas de Cautividad.
Se les ha dado este nombre, porque, según el mismo apóstol, fueron escritas
cuando él se encontraba en la prisión. Los investigadores discuten la fecha en
que fueron, escritas y casi por unanimidad se niegan a agruparlas en un mismo
período de tiempo, desde la misma prisión.

Como explicábamos en la introducción general a Pablo, hay dificultades


respecto de su autenticidad. Todo el mundo admite que en las Cartas a
Filemón y a los Filipenses no caben sospechas de inautenticidad paulina; en
cambio, la autenticidad de la carta a los Efesios se contesta cada vez más; la
de los Colosenses también se discute aunque con menor énfasis.

En una palabra, las dos primeras son de Pablo sin la menor duda; muchos
autores las suelen situar en el tiempo de prisión que tuvo el apóstol en Éfeso a
mediados de la década del 50. Esto quiere decir que la última carta que

82
poseemos, sin ninguna duda del mismo Pablo, es la escrita a los romanos (57-
58).

Carta a los Filipenses


San Pablo se encontraba en la cárcel, tal vez en la ciudad de Éfeso (entre los
años 53 al 56); (esta era una ciudad opulenta donde tenía sede el gobernador
de esa provincia romana, según hace mención en la misma carta.

Un aspecto importante que se percibe a través de toda la carta es el valor tan


grande que le da al servicio; lo identifica y lo califica como «liturgia» o acto
cultural. Es la ofrenda de la vida por el hermano, signo de Dios, sacramento de
Cristo. Otro aspecto que se destaca como invaluable aporte doctrinal es la
valoración de la vida cristiana como proceso permanente de crecimiento,
como dinamismo puesto en marcha por Dios mismo (3,12-16). Es vocación
que viene de Dios en Jesucristo. Considera, pues, la vida cristiana como una
actitud de permanente adhesión a Jesucristo; es búsqueda insaciable,
seguimiento constante. Aquí ya no cuenta el pasado considerado «como
basura», en comparación de la sublimidad del conocimiento de Cristo (3,8).

Carta a Filemón
San Pablo escribe esta carta a un amigo suyo, a quien no hace mucho había
evangelizado, con el fin de que reciba y acepte, en su nombre, a Onésimo
quien, estando como esclavo de su amigo Filemón, huyó de su lado y, no se
sabe por qué motivo, fue a parar donde se encontraba Pablo prisionero quien
lo evangelizó y bautizó. El mismo Onésimo es portador de la «carta de
recomendación» escrita por el apóstol. Esta «cartica», la más corta del
epistolario paulino que conocemos (con solo 25 versículos), es ciertamente,

El primer mensaje o lección que se deduce de la carta, tan pronto se lee, es el


del fino sentido de relaciones humanas, basadas en el respeto profundo del
otro, en la aguda sicología de San Pablo que apunta al centro de la persona;
pero sobre todo, basadas en la caridad cristiana.

Precisamente este segundo aspecto, el de la Caridad cristiana como


consecuencia de la fe, es el núcleo que da luz esplendorosa a esta reliquia. El
Evangelio aporta cambio radical a la persona y a todas sus dimensiones:
Pablo, prisionero, lleno del Evangelio, es el hombre más libre capaz de
engendrar a la libertad a un pobre esclavo fugitivo, a Onésimo, al hacerlo
83
cristiano. Las cadenas de la cárcel no son motivo de tristeza y de pena; está
orgulloso de sufrir por Cristo y de anunciarlo en esa situación de cruz. Todo
esto le causa alegría y mucha fecundidad espiritual, gracias a la fe. De igual
manera, Filemón ha de comprender que por la fe, la caridad le urge cambiar su
relación con Onésimo quien debe seguir a su servicio, no ya como una cosa
que pertenece a un amo, sino como un hermano, en el amor de Cristo. En
consecuencia, las relaciones entre los dos tienen que ser, en adelante
totalmente diferentes, muy positivas y eficaces; el criterio que manda es el del
amor cristiano que excluye toda discriminación y asegura el crecimiento en la
fraternidad, por tanto, en la igualdad, en la justicia y libertad.

Carta a los Colosenses


Casi toda la tradición de la Iglesia, desde la antigüedad, admitió como paulina
esta carta. Solo a partir del siglo pasado varios estudiosos empezaron a
ponerla en duda.
Las principales razones para sostener su hipótesis han sido: primera, este
escrito presenta una buena cantidad de palabras que no se encuentran en los
demás escritos de San Pablo; y, a su vez, faltan términos muy propios del
vocabulario del apóstol. En segundo lugar, el estilo que usa no es el
acostumbrado por él; es indirecto e impersonal. Por ejemplo, jamás los llama
«hermanos». Y carece de la vivacidad con que ordinariamente trata Pablo a
sus comunidades.

Es muy probable que sea de un discípulo del gran apóstol de las gentes, muy
fiel a su maestro, con una gran madurez doctrinal, muy original; o por lo
menos, perteneciente a la generación inmediatamente posterior a San Pablo.
Claro que muchos estudiosos de la Biblia siguen sosteniendo que esta carta es
auténticamente paulina, conforme a la antiquísima tradición, y porque ven en
la epístola suficientes argumentos para sostenerlo. Por ejemplo, conceptúan
que la temática es genuinamente paulina: el papel tan básico de Cristo en la
historia de nuestra salvación , su soberanía absoluta sobre todo lo creado, la
salvación entendida como unión con él a través del bautismo, la superación de
los privilegios paganos, el primado de la caridad, etc. Todos estos son temas
típicamente paulinos.

Carta a los Efesios


Lo mismo que veíamos respecto a la carta «a los Colosenses», la carta «a los
Efesios» está atestiguada como de San Pablo desde las más antiguas
tradiciones de la Iglesia. Pero, como hemos dicho en otros lugares, si muchos
estudiosos de la Biblia, desde la época del Renacimiento o de la Reforma
84
Protestante hasta nuestros días, presentan muchos argumentos en contra de la
autenticidad paulina de la carta a los Efesios, no disminuye en nada su gran
valor, porque lo que está en discusión no es, de ninguna manera, la carta como
Palabra de Dios, sino como original de San Pablo.

En todo caso, también aquí debemos decir que en este importante documento
inspirado, se encuentran pensamientos propios del Apóstol de las gentes.
Aunque ciertamente sean palpables las diferencias de estilo literario, de léxico
y de planteamientos doctrinales respecto a las cartas auténticamente paulinas.
Entre tantas opiniones que hay al respecto enunciemos, al menos, las
siguientes: Efesios es una reelaboración de Colosenses; otros dicen, el autor de
Efesios fue, al mismo tiempo, el recopilador de todos los escritos de San
Pablo. Otros dicen, la carta es de San Pablo pero fue alterada por algunos
escritores posteriores.

El autor quiere que los lectores comprendan y contemplen el sublime misterio


de Dios manifestado en Jesucristo. Para expresar este anhelo-oración termina
haciendo una especie de himno a Cristo en donde recuerda cuanto Dios ha
hecho con El y por El. Manifestó su poder resucitándolo y haciéndolo
partícipe de su soberanía absoluta sobre todo lo creado; y constituyéndolo
Cabeza y plenitud de su cuerpo que es la Iglesia.

Cartas Pastorales
Timoteo y Tito
Aunque estemos muy acostumbrados a llamarlas «de San Pablo», sepamos,
por lo menos, que se ha discutido mucho dicha autenticidad aún desde los
primeros siglos de la Iglesia.

Entre las razones que se proponen para negar la autenticidad paulina están:
1. Estos escritos muestran una situación eclesial muy diferente de aquella
descrita en las cartas anteriormente estudiadas (organización estable).
2. La terminología religiosa propia de estas cartas difiere mucho de la usada
por San Pablo en las cartas auténticas.

85
3. Los problemas de herejías o errores que allí se tratan no son los del tiempo
del Apóstol (1 Tm 1, 3-4; Tit 1, 13; 2, 5). Parecen tendencias gnósticas de
judaísmo tardío.
4. Las formulaciones doctrinales, a pesar de tener cierto acento paulino, distan
mucho de las usadas por el gran doctor en sus escritos auténticos.

Quienes así opinan sitúan estos escritos en una fecha bastante posterior a San
Pablo; hay quienes ven como muy normal el origen de estas cartas a principios
del siglo II.

Esto no significa que no haya serios defensores de la autenticidad paulina


quienes argumentan a su favor, entre otras cosas, que son cartas de Pablo a dos
de sus más queridos y fieles discípulos, admitidas como tales por casi toda la
tradición especialmente católica; que las diferencias se explican por ser cartas
privadas y del último período de vida de San Pablo. En tal caso, podrían haber
sido escrita; poco antes de la muerte del apóstol, hacia el 65 d.C.

Identificado como el mismo autor de las tres cartas, digamos, antes que todo,
que se trata, no de un gran pensador o maestro de teología como Pablo, sino
un buen pastor que sabe instruir de manera práctica a su comunidad, a sus
discípulos. Es un cristiano bien enraizado en la tradición cristiana.

Según todo esto, el contenido de estas cartas tiene acento en las exhortaciones
y consejos prácticos cuya base, necesariamente, es la sólida doctrina cuyos
enunciados fundamentales son muy explícitos:
1. Confesión de fe en Dios Padre que nos salva definitivamente por Jesucristo.
Alrededor de este principio se construye «la sana doctrina» en la cual están
incluidos temas como la justificación por la fe, la salvación en general

2 La esperanza firme en el Día del Señor; seguridad de que ya estamos en los


últimos tiempos de la salvación de Dios (1 Tm4, 1; 2Tm3, 1 -4, 5; Tit 1, 10).

TALLER

1. ¿Qué importancia especial tiene para el N.T. la primera carta a los


Tesalonicenses?

86
2. ¿Qué acciones concretas podemos hacer para mantenernos perseverantes
en la esperanza como cristianas y en particular como monjas de la OIC?

3. ¿Qué artículos de las CCGG se refieren al trabajo de las monjas.


Mencione algunos de ellos y comente.

4. Recordemos los puntos básicos o las ideas centrales de la doctrina de San


Pablo. ¿Por qué es importante conocerlas antes de estudiar sus escritos?

5. ¿Por qué quien cree en Jesucristo no necesita ya la Ley de Moisés?

6. En qué consiste «vivir según el Espíritu», y «vivir según la carne»?

7. De todo esto, ¿qué es lo que más nos sirve hoy en nuestro compromiso de
renovación personal de manera particular como religiosa?

OTRAS CARTAS.

Epístola a los Hebreos.


La llamada «carta o epístola a los Hebreos» es después de la carta a los
Romanos, tal vez la más densa en contenido de todo epistolario del Nuevo
Testamento. Pero, ordinariamente, no es tan «popular» como, en general,
todas las cartas paulinas. Es que, hay que reconocerlo, ofrece dificultades para
su comprensión y asimilación. Es, por tanto, un documento del Nuevo
Testamento que bien podemos considerar como muy especial.

87
Desde los primeros siglos de la Iglesia se fue imponiendo el parecer de las
iglesias orientales para quienes esta carta era, sencillamente, de Pablo. La
Iglesia de occidente, guiada por los grandes maestros, como Clemente de
Alejandría, Orígenes, Tertuliano, San Jerónimo, entre otros, no admitían a San
Pablo como autor de este documento tan valioso. Claro, en ningún momento
se puso en tela de juicio su canonicidad.

En ella se critica la caducidad de la Ley mosaica y se exalta la obediencia


redentora de Jesucristo. Aquí, también, como en las cartas de la cautividad,
Jesucristo es el Hijo imagen de Dios, exaltado por encima de los ángeles, con
un nombre superior a ellos.
Lo mejor es seguir diciendo con el gran Orígenes: « ¿Quién ha escrito la
Epístola? El verdadero autor sólo Dios lo sabe».
Igualmente incierto resulta el conocimiento del lugar y de la fecha. Hay
quienes opinan que pudo haber sido muy temprano, hacia el 55 d.C. Otros la
ven de fines del siglo primero, y hasta hay quien dice que puede ser de
principios del s. II. Hoy lo más común es fecharla años antes del 70 (10,1 -3).

Destinatarios
Hay diferentes opiniones: que fue dirigida a los cristianos convertidos del
judaísmo; incluso, a sacerdotes judíos que se habían vuelto cristianos para
disuadirlos de la tentación de volverse al judaísmo.
Otros opinan que fue escrita para pagano-cristianos, seguramente muy bien
instruidos en el A.T.
Lo cierto es que fue escrita para cristianos de cualquier procedencia; eso
sugiere el texto. Tal vez no son de Palestina porque no han conocido
directamente al Señor (2, 3); tampoco son neófitos, sino cristianos desde hace
algún tiempo (5, 12); aunque ya han sufrido a causa del Evangelio (10, 32-34)
tienen que prepararse para afrontar pruebas más difíciles (12,3-4).

Se nota también que no son cristianos muy maduros (5, 11-12; 10, 25). Tienen
algunos vacíos doctrinales que hacen peligrar la integridad de la fe (13,9-10;
12, ¿Ha habido apóstatas? (6,4-6; 10,26-31).
Solamente se puede decir que, a mediados de la segunda mitad del siglo
primero había muchas comunidades cristianas con esas características.

Género literario
La lectura desprevenida nos dice a primera vista que este documento no puede
catalogarse como «carta»; comienza es como un sermón y se mantiene en tono
88
mayor de exposición doctrinal aunque abunda en exhortaciones. Termina sí
como una carta (13,22-25) pero, ese trozo muestra más que es una cartica
añadida al gran texto del sermón.
Se trata, entonces, de un discurso o de una preciosa homilía a la que se le
añade una boletica-carta para entregar a una comunidad distante.
Según todo lo visto en las generalidades, resulta hasta simpático decir que «La
carta de San Pablo a los Hebreos» no es «carta», ni es «de San Pablo» ni «a
los Hebreos».

TALLER

1. ¿Qué mensajes especiales deja para nuestras comunidades hoy la Carta


a los Hebreos?
2. Todos los cristianos somos partícipes del sacerdocio de Cristo desde
nuestro bautismo. ¿En nuestras comunidades y hogares se está viviendo
esta realidad? ¿Por qué?
3. Describa las características del sacerdote según Jesucristo para el
mundo de hoy.

CARTAS CATÓLICAS
Generalidades
La segunda colección del epistolario del NT está formada por las siguientes
cartas: Santiago, 1y 2 de Pedro, 1,2 y 3 de Juan y la carta de Judas.
Desde el concilio de Laodicea en el año 360, se les llama oficialmente «Cartas
Católicas» y se las agrupó en la misma colección porque se las empezó a
conocer y a distinguir no ya por sus destinatarios, como las cartas de San
Pablo, sino por los nombres de quienes se consideraban como autores. La

89
palabra «católicas» está indicando que están destinadas a la Iglesia en general,
universal.

Carta de Santiago
La primera impresión que deja una rápida lectura de esta carta es que se trata
de una serie de insistentes exhortaciones a los cristianos para que vivan
coherentemente su fe, manifestada en compromisos prácticos. Da la sensación
de estar viendo a un anciano sabio judío enseñando caminos concretos de vida
de acuerdo a su fe.
El gusto por esta carta «práctica y concreta», no ha sido de todo el mundo
cristiano. La polémica más conocida la protagonizó Martín Lutero quien
rechazó este escrito porque la parecía que no daba testimonio de Cristo, ya que
insiste más en las obras y en la ley que en la fe (según Lutero); y que, por
tanto, no podía atribuírsele al Apóstol ni ser admitida como canónica. Pero, en
estos momentos, esta discusión está superada. Queda por aclarar lo referente
al origen histórico y literario. Diremos, al menos, una palabra al respecto.
Origen histórico y literario
Esta carta tuvo dificultades en los primeros siglos para figurar como canónica,
para ser aceptada entre los libros inspirados, según la Iglesia. Parece que no
tuvo gran divulgación; algunas iglesias de oriente la desconocían aún en los
siglos IV y V. Es muy significativo lo que dice el célebre historiador Eusebio
de Cesarea: «A Santiago se le atribuye la primera de las cartas católicas. Pero
hay que observa' que esa epístola no es auténtica. En efecto, muy pocos de los
antiguos la mencionan... Sin embargo, sabemos que estas cartas se leen
públicamente en las iglesias». Pero, muchos otros testimonios muy antiguos
confirman su aceptador como escrito canónico.
Respecto al autor de la carta digamos que nadie lo identifica con satisfacción;
el nombre de «Santiago» lo llevan por lo menos cinco personajes
mencionados en el N.T. Los más destacados son Santiago hermano de Juan;
Santiago el de Alfeo y a Santiago el «hermano del Señor». El primero, muere
en la persecución de Herodes, en el año 42. El segundo, llamado «el menor»,
algunos lo identifican con el tercero, no tiene mayor mención en el N.T., a no
ser que se lo identifique con el hermano del Señor, aunque esta hipótesis no
tiene probabilidades en los evangelios, puesto que allí se distinguen los Doce
y «los hermanos de Jesús» (Mc 3, 21-23).

Indudablemente, Santiago, «hermano del Señor», fue el más célebre y querido


de todos, por razones obvias. Era llamado «el justo» y fue obispo de Jerusalén
hasta el año 62 cuando sufrió el martirio de lapidación por orden de Anás II.
Algunos creen que él puede ser el autor de la carta; aunque tienen en su contra
90
argumentos serios como el de la lengua griega, la referencia temática acorde
con tradiciones evangélicas y el tipo de catequesis cristiana posterior. Es decir,
de no ser Santiago el hermano del Señor su autor, no podría considerarse
como el escrito cristiano más antiguo.

Primera carta de San Pedro


Hay testimonios muy antiguos que afirman que la 1 Pe era tenida en gran
estima como canónica en todas las iglesias. Estos testimonios del siglo III
están precedidos nada menos que de 2 Pe 3,1 en donde se hace alusión a 1 Pe.
Se puede Decir que desde el principio hasta nuestros días, de manera general,
el origen petrino de esta carta ni siquiera se discutía.
Sin embargo, los estudios críticos de la Biblia han puesto en tela de juicio
dicha autenticidad desde el siglo pasado. Alegan que el lenguaje y la
exposición doctrinal no pueden ser de Pedro quien no conocía, seguramente, a
profundidad la lengua griega, y, por otra parte, no deja retratada su
personalidad, su estructura intelectual.
Quienes defienden la autenticidad Petrina opinan que bien pudo valerse de un
secretario, como de hecho parece deducirse de 1 Pe 5,12a. Se trataría de
Silvano, uno de los colaboradores de Pablo.
Pero el argumento en contra más serio es el que trata del tiempo en que sería
escrita. La mención de «Marcos, mi hijo», correspondería muy bien a la
realidad; pero la mención de «Iglesia de Babilonia» (1 Pe 5, 13), no
corresponde al tiempo de Pedro, sino a la época después del 70. Así
designaban los escritos judíos y cristianos de la apocalíptica a Roma,
«Babilonia».
Esto quiere decir que el autor de esta carta pudo ser un cristiano anónimo de
Roma que se vale de la tradición y autoridad de Pedro para enviar esta carta
circular a las iglesias de Asia, muy conocidas en la tradición de Pablo.

Segunda Carta de Pedro


Esta pequeña carta que empezó a ser conocida hacia el siglo II, pues se
mantenía en muy discreta circulación, no es del todo aceptada por algunas
iglesias a las que fue llegando; sin embargo, poco a poco, se fue imponiendo
en su estudio y meditación junto a los demás escritos del N.T.
Desde antes de San Jerónimo ya se dudaba de su autenticidad Petrina «debido
a su diferencia de estilo con la primera». En todo caso ganó su inclusión en el
canon hacia los siglos V y VI. Y desde los tiempos del mismo San Jerónimo
se buscaba salvar su autenticidad petrina alegando que era obra de secretarios
de Pedro.

91
El problema serio es que dentro de la misma carta hay alusiones a Pedro como
autor: desde su presentación (2 Pe 1, 1), hasta la referencia al recuerdo de la
Transfiguración de Jesús (2 Pe 1,16), y la alusión a la primera carta escrita
bajo el mismo nombre de Pedro (3,1). Sin embargo, las dificultades más serias
son:
- Estilo diferente de la primera. Otro vocabulario.
- La diferencia de vocabulario es enorme, y las palabras nuevas son las más
cargadas de sentido teológico, las más significativas doctrinalmente.
- Hay una alusión clara de que el autor pertenece a una generación, sucesiva a
la de los Apóstoles (3, 2-4).

Carta de San Judas


Esta pequeña carta, de solo 25 versículos, era ya bastante conocida en el siglo
II y reconocida como canónica por la Iglesia de Roma hacia el 180. Lo mismo
sucedió desde muy temprano entre los creyentes de Alejandría, Egipto. Claro
que hubo quienes discutían su canonicidad, pero, pronto se admitió en todas
partes como inspirada, pesando, para ello, la autoridad de su remitente.

Autor
«Judas, siervo de Jesucristo, hermano de Santiago» (v. 1). Como no menciona
que es «Apóstol», se deduce que se trataría de uno de los parientes o
«hermanos» de Jesús (Mt 13, 55; Mc 6, 3); aunque el texto de la carta solo
dice que es «hermano de Santiago», personaje, como sabemos, muy ¡lustre y
famoso en la primera comunidad cristiana de Jerusalén.

Además, la carta supone un ambiente post-apostólico, por la temática que


trata. Esto quiere decir que su autor puede ser un cristiano anónimo, tal vez
discípulo de Judas, o personaje perteneciente al ambiente de Santiago. Y
teniendo en cuenta estos datos, se debió escribir en ambiente siro-palestino o
egipcio-alejandrino.

CARTAS DE SAN JUAN

Introducción
Las tres cartas que llevan el nombre de san Juan –una más general,
importantísima, y las otras muy breves- han sido escritas por el mismo autor
92
del cuarto evangelio. San Juan fue el discípulo que Jesús amaba con
predilección y al que fueron revelados los secretos del cielo; aquel que se
reclinó en la Cena sobre el pecho del Señor y que allí bebió, en la fuente del
sagrado pecho, raudales de sabiduría que encerró en su Evangelio, como ya
hemos visto.

Conocer y ponernos en contacto con las cartas de san Juan, el apóstol a quien
Jesús amaba.

Las cartas de san Juan son una síntesis de lo que tiene que ser una vida
cristiana:
por encima de todo el amor y la vigilancia para conservar y defender la propia
fe y doctrina.

Autor, fecha y destinatarios

El autor de la primera carta y del evangelio es Juan, el apóstol virgen, uno de


los predilectos del Señor. El autor de la segunda y tercera carta tal vez sea un
cristiano perteneciente a la comunidad joánica y conocido por el nombre de
Juan el presbítero.

La primera carta fue escrita alrededor de los años 95-100 d.C.

La segunda y la tercera carta fueron escritas alrededor del año 100. Tardaron
en ser aceptadas dentro del canon de los libros inspirados. La segunda está
dirigida a una comunidad cristiana llamada ―Dama Elegida‖, una iglesia
amenazada por seductores (gnósticos) que no confiesan a Jesucristo hecho
carne. La tercera va dirigida a una persona particular, que se llama Gayo.

Características literarias

a) La primera es una encíclica de carácter homilético y teológico.


b) Las tres tienen un carácter polémico, pues están escritas en el marco de la
controversia127, que sacudió las comunidades joánicas de los últimos
decenios del siglo I.
c) Vocabulario de la literatura de Qumrán: antítesis Dios-mundo, luz-
tinieblas, verdad- mentira.

División y contenido temático

93
Nos centramos en la primera, que es la más elaborada teológicamente y que
recoge los elementos doctrinales de las otras dos:

a) Dios es Luz (1)


b) Dios es Padre (2-3)
c) Dios es Amor (4-5)

El anticristo es el adversario de Cristo, y es toda persona o doctrina que va en


contra de la luz, que es Cristo Jesús. Debemos rechazar el anticristo.

Primera Carta de Juan


Esta primera carta de Juan recuerda que el camino cristiano no es sino una
divinización, la nuestra. En toda época el ideal cristiano ha parecido algo
pálido o estrecho a mucha gente y, sin criticar directamente los valores del
cristianismo y sus beneficios a la humanidad, les ha parecido como una
limitación del hombre. Pensemos en todos aquellos que, como Marx, han
sostenido que la liberación humana pasa por la lucha contra la fe, y en los que
rechazando el activismo occidental, buscan en las sabidurías orientales un
acceso al Absoluto que no han reconocido en la fe cristiana.

Incluso entre los cristianos la religión sentimental, basada en un entusiasmo


por Jesús, oculta a menudo la ignorancia de la fe. Cabe recordarles que, en
Jesús, alcanzamos a Dios mismo; estamos en busca del amor y queremos
perdernos en esa Verdad de la cual procedemos. En esta carta Juan afirma: Si
tienen al Hijo de Dios, tienen toda la Verdad, están en el camino del auténtico
Amor y están en comunión con Dios mismo.

Esta carta de Juan pretende disipar dudas o confusiones sobre la fe que se


debían al desarrollo de una religión, o si se quiere, un movimiento de
pensamiento conocido en la historia como la gnosis, o conocimiento. Había en
él todo un conjunto de teorías en que se habían fundido elementos de las
religiones llamadas asiáticas, es decir, de la provincia romana de Asia, la
actual Turquía (véanse las Cartas de la Cautividad) y ahora Juan veía el
progreso de la gnosis en torno a la Iglesia de Éfeso.

La gnosis estaba siempre lista para apoderarse de las creencias religiosas y


para refundirlas en sus cuentos interminables. Así trataba de integrar la
persona de Jesús en sus dialécticas intelectuales, en las luchas entre el Dios
malo, el del Antiguo Testamento, creador del mundo material, y el Dios
bueno, padre de los espíritus. Para esa gente, cuando ya se conocían los
94
secretos del Dios de la materia y del Dios de los espíritus, eran espirituales y
estaban salvados.
Era necesario reafirmar que Jesús es el Salvador venido en la carne para
destruir el pecado. Y la carta hablará más de una vez del sacrificio y de la
sangre de Jesús. Frente a la irresponsabilidad moral inculcada por la gnosis, la
carta demuestra que el mundo será salvado por la dinámica del amor. La
revelación de Dios Amor, que distingue al cristianismo de todas las demás
religiones, permite que nazca en nosotros algo eterno y divino que vencerá al
mundo, sus tentaciones y su capacidad de mentir y de matar.

Esta carta, escrita por los años 95, debía acompañar al Evangelio de Juan. Se
podrán reconocer tres partes:

– andar en la luz: (1,5 - 2,29).


– vivir como hijos de Dios: (3,1 - 4,6).
– Dios-Amor es fuente del amor, (4,7-21), y fuente de la fe, (5,1).

Segunda Carta de Juan

Dama elegida, Señora. Así saluda Juan a la comunidad de alguna ciudad que
desconocemos. Elegida y santa es la Iglesia, como son elegidos de Dios y
santos los que la integran.

Juan invita a una actitud muy firme y tajante frente a quienes no aceptan la fe
de los apóstoles. Al mismo tiempo recuerda la ley fundamental del cristiano,
el amor.

Permanecer celosamente fieles a la verdad es amar a Cristo, que nos confió


esta verdad; es servir a los hombres, que necesitan toda la verdad y no
solamente la que más se aprecia en un momento determinado.

Tercera Carta de Juan


Para los cristianos que lo conocían, el apóstol Juan no era «san Juan», sino un
hombre. Para un cierto Diotrefes, al que había hecho responsable de no
sabemos qué comunidad, Juan era un anciano molesto. Y Diotrefes, para
mejor dominar en su Iglesia, cortaba las relaciones.

Juan habla en sus tres cartas, como también en el Evangelio, de la


«comunión» que ha de existir entre todos los cristianos. Toda Iglesia y todo
95
grupo debe permanecer abierto a los demás, manteniendo constantes
relaciones con ellos. Pablo también recalca este deber: recibir en su propia
casa a los cristianos que vienen de otros lugares para estrechar los lazos de la
fe común.

EL APOCALIPSIS

96
Introducción
¡Hemos llegado al final de esta gran travesía a través de la Biblia! Abramos el
último libro: el Apocalipsis, por demás, fascinante y misterioso. Por un lado
ejerce en quien lo lee un hechizo particular, porque se siente trasladado a un
universo misterioso, rico de símbolos y de experiencias religiosas: sus
imágenes atrevidas, sus personajes, sus cantos, el conjunto del
desarrollo...todo invita a adentrarse en él para descubrir un mensaje escondido.

La palabra Apocalipsis procede de un término griego que significa retirar el


velo, descubrir el misterio que hay detrás de una persona, una cosa o un
acontecimiento. Por tanto, en el Apocalipsis Dios quiere revelarnos algo.
El Apocalipsis es como un gran resumen de la Biblia. Allí se encuentran temas
de los profetas, de los sabios, de los Evangelios y de las epístolas. Apocalipsis
quiere decir anuncio de lo que va a suceder. Apocalipsis significa revelación,
levantar el velo que oculta o impide ver algo. El Apocalipsis describe la lucha
que todo cristiano tiene que entablar contra las potencias infernales, para
poder recibir al final la corona de la vida que no se marchita. La victoria es
segura para quienes luchan con Cristo.

Autor, fecha y destinatarios

San Juan es el autor de este Se encontraba desterrado en Patmos, por orden del
emperador Domiciano, probablemente hacia el año 96. La persecución anda
destrozando todas las Iglesias de Cristo y Juan se pregunta angustiado: ¿Por
qué Dios permite tanto mal, tanta persecución.

Un domingo por la tarde, Dios le da la respuesta por medio de cuatro visiones,


que son como cuatro emocionantísimas películas en las cuales se revela todo
lo malo y lo bueno que va a suceder.

Fecha de composición
Se sitúa hacia el final del primer siglo, entre los años 95- 98 d.C.

Los destinatarios del libro son los cristianos perseguidos, para así alentarlos en
la lucha. Cristianos amenazados por la persecución y por la seducción, con el
consiguiente riesgo de muerte y de deserción. La amenaza procede de fuera
(del poder político que se concreta en el imperio romano), pero también de
dentro (de círculos cristianos que se han apartado de la verdadera fe).

Características literarias
97
a) Carácter simbólico: san Juan les habla en símbolos, porque es mensaje de
un prisionero a un pueblo cristiano terriblemente perseguido; era, pues,
necesario usar para todo un lenguaje especial de símbolos y claves que los
cristianos sí entendieran, pero no los perseguidores. Veamos algunos de estos
símbolos:
. El 6: es algo imperfecto; impotencia para llegar a 7. Por eso, la bestia
enemiga de Cristo se llama 666, o sea, la que nunca logra llegar a la
perfección en nada.
- El 7: es un número que significa perfección, algo completo.
3 y medio: o sea la mitad de 7: es señal de algo que dura poco y luego pasa.
Así las persecuciones de los buenos duran 3 y medio de años.
-1.000: es el número inmenso, indefinido.
- Gran Dragón: Satanás.
-Las bestias: los enemigos de Dios, muy poderosos y se encuentran en todas
partes. Pero al final son derrotados. Hay dos bestias: La primera es el Imperio
Romano, con sus autoridades (10 cabezas) y su mucho poder (siete cuernos),
pero también es personificación de todo poder humano y político que oprime a
la Iglesia.
La segunda bestia es un falso cordero, o personificación de las falsas doctrinas
y falsas religiones o falsos maestros que seducen a la gente.
- La mujer es la Iglesia. La tradición ve también en ella a María.
-Una estrella significa un ángel.
-Un candelabro representa una iglesia particular.
-Las siete lámparas de fuego evocan a los 7 espíritus de Dios.
Parecerían los mismos de Tobías 12, 5. San Victorino, cuyo comentario es el
más antiguo de los escritos en latín, ve en estos siete espíritus como en las
siete lámparas (4, 5), los dones del Espíritu Septiforme.
-Los 7 cuernos y 7 ojos del Cordero: indican plenitud de poder (cuernos) y
perfección de ciencia (ojos).
-El libro es la misma historia humana, que esconde dentro de ella el designio
misterioso de Dios sobre los acontecimientos.
-Los cuatro caballos: los caballos, rojo, negro y verde, indican las grandes
plagas de la humanidad: la violencia, la injusticia social y la muerte, con todos
los males que acarrean. Y el caballo blanco representa a Cristo resucitado que
combatirá y vencerá a esos otros caballos.
-Los siete sellos: el quinto sello son los mártires que piden justicia por su
sangre derramada. El sexto sello indica la llegada del gran día de la cólera de
Dios sobre las divinidades paganas (astros) y la derrota de la maldad (los
poderosos). El séptimo sello con las siete trompetas que anuncian

98
solemnemente la presencia de Dios en la historia, que va destruyendo todas las
fuerzas del mal y propiciando la conversión de los hombres.
-Los ciento cuarenta y cuatro mil: son el resultado de multiplicar las doce
tribus de Israel por doce, y luego por mil que es la cifra de la historia de la
salvación. Esta cifra representa a los cristianos que han sido marcados por el
sello indeleble del bautismo y que gozan de una especialísima protección
divina.
-Los 24 ancianos: son las 12 tribus de Israel más los 12 Apóstoles del
Cordero; representan la totalidad de los Santos que han intervenido
activamente en la historia de la Salvación.
-Los cuatro seres vivientes: (león, toro, hombre, ángel): significan el mundo
de la criaturas, que Dios domina y que están al servicio del Todopoderoso. La
tradición de la Iglesia ha visto siempre en estos cuatro vivientes los símbolos
de los cuatro evangelistas: Marcos (león131), Mateo (hombre132), Juan
(águila133) y Lucas (toro134).
-666: es la bestia más cruel. Según las reglas de la simbología de número,
leído en caracteres hebraicos, este número corresponde a Nerón César. La
cifra no es 777, es decir, crueldad total, sino 666, eso se refiere a una violencia
cruel, pero

Para poder entender el Apocalipsis de Juan, debemos saber que la


«apocalipsis» era una forma de literatura muy de moda en la época de Jesús.
Era un arte de escribir con imágenes grandiosas, visiones y ángeles sobre
acontecimientos contemporáneos: véase al respecto la Introducción a Daniel.

Al escribir este libro, que nos ayudaría a entender mejor lo que sucede a
nuestro alrededor y a cumplir con más empeño nuestra misión de cristianos,
Juan expresó lo que el Señor le había enseñado por la experiencia o mediante
sus dones de profeta, pero utilizó conscientemente el estilo y las fórmulas
habituales de la literatura apocalíptica. Pintó con imágenes fantásticas los
acontecimientos que presenciaba, el Evangelio llevado a las naciones, la
Iglesia combatida y los primeros mártires. Y sus visiones hoy indican cuál es
la trama y cuáles los verdaderos actores de la historia presente.

El ―Apocalipsis de Jesucristo no es ni difícil ni terrorífico sino lleno de


alegría y de esperanza. Cristo resucitado es el centro de la historia; el mundo
es el escenario de la lucha entre la Iglesia, encabezada por Cristo, y las fuerzas
del demonio; los cristianos son llamados a dar valientemente su testimonio.

Contenido teológico y espiritual


99
Fin del libro: Por una parte, san Juan quiere quitar el velo y revelar el
significado de la historia, de los acontecimientos que están pasando en la vida
del hombre y de la Iglesia; y, por otra, quiere alertar a los cristianos a
mantenerse firmes, a no desalentarse a pesar de las persecuciones, pues el
triunfo de Cristo va a llegar. El Apocalipsis es como un sonar de trompetas y
tambores que anuncian el más grande de los combates y la más espectacular
de las victorias: la victoria de Cristo sobre las fuerzas del mal.

Conclusión:
El cristiano tiene que leer el Apocalipsis no en busca de fechas del fin del
mundo, ni del número de cuántos se salvarán...porque el libro bíblico no da
ningún dato al respecto. El cristiano lee el Apocalipsis como Palabra de Dios
que lo quiere alentar en los momentos de prueba, de pesimismo, y encontrará
en este maravilloso libro inspirado una gran esperanza de la victoria del bien,
de Cristo, y una invitación a mantenerse fiel al Señor y al testimonio de su fe.
Hay que leer este libro, no con prisa, sino lentamente, intercalado de
profundas pausas y atentos silencios. Es preciso comprender el contenido del
símbolo desde la situación concreta que el lector está viviendo: de su historia
personal, de la comunidad cristiana, de la Iglesia, de los hombres. Es preciso
contrastar el símbolo con la historia. De lo contrario quedará en pura ficción
desencarnada, sin ese poder que encierra para iluminar y orientar nuestra
marcha por el mundo hacia la eternidad de Dios. El Apocalipsis no es un libro
fácil, ni está escrito para gente curiosa; es la respuesta divina al grito de la
humanidad y al perseverante testimonio de la fe de la Iglesia.

EVALUACION GENERAL NUEVO TESTAMENTO

1. ¿Cuál es el principal objetivo del Apocalipsis, qué nos quiere decir Juan en
este libro?

2. ¿Qué fin tiene este "combate" que se presenta en el Apocalipsis entre el


bien y el mal?

100
3. ¿Te queda claro que es importante no quedarnos con los símbolos, para no
quedarnos con una ficción, sino historia vivida para iluminar nuestra vida a la
eternidad?

4. ¿Qué significado tienen las palabras: EVANGELIO, Evangelio y


evangelistas?

5. ¿Cuál de los evangelistas nos narra el milagro de la multiplicación de los


Panes? Presente las citas bíblicas (Es un texto bíblico paralelo).

6. Escriba 2 milagros de Jesús con su cita bíblica, según el evangelio de San


Marcos.

7. Después de la Crucifixión y muerte, ¿Quién es el que desvela el “secreto


mesiánico”, es decir Jesús es el hijo de Dios? Escriba el nombre y las palabras
que dijo. Mc 15, 39.

8. ¿Qué evangelistas nos presentan la “Genealogía de Nuestro Señor


Jesucristo”? escriba los textos bíblicos donde aparece.

9. En el Evangelio según San Mateo cap. 5 se nos narran las


Bienaventuranzas, escoja 3 de estas Bienaventuranzas y elabore 3 coplas.

10. ¿Cuál es el evangelista que nos expone la devoción a la Santísima Virgen


María y en qué palabras lo expresa? Lc. 2.

11. En el camino de la cruz, Jesús se encuentra con las mujeres de Jerusalén,


¿Qué palabras les dirige? Lc 23, 27-31.

12. ¿Qué evangelista nos habla tan majestuosamente de la Santísima


Eucaristía?
Escriba el texto bíblico y qué enseñanza deja para su vida.

13. El evangelio de San Juan nos presenta los famosos “Yo Soy”
pronunciados
por nuestro Señor, escriba 3 de esos “Yo Soy” con su respectiva cita bíblica.

14. Según el evangelio de San Juan, ¿Con qué milagro empieza Jesús su vida
pública?

101
24. Según los evangelios, ¿Quiénes fueron los primeros testigos de la
Resurrección? Escriba los nombres. Jn 20, 1; Mt 28,1; Mc 16, 1; Lc 23, 55.

CONCLUSION

La Biblia es el mapa que guía al viajero hacia la eternidad

El que escucha la Palabra de Dios y la pone en práctica, será tan firme como
un edificio edificado sobre una roca. ¡Felices los que escuchen la Palabra de

102
Dios y la pongan en práctica! (Mt 7, 25). No conocer la Sagrada Escritura es
no conocer a Cristo.

Así nos dice Moisés: El rey tendrá consigo el Libro Sagrado y lo leerá todos
los días de su vida, para que aprenda a temer al Señor su Dios, observando
todos los preceptos de esta ley y poniendo en práctica sus prescripciones. De
esta manera no se creerá superior a sus hermanos, ni se desviará de la ley, él y
sus descendientes tendrán un largo reinado en medio de Israel (Deut. 17, 19-
20).

A todos los que lean la Biblia les digo lo que el ángel dijo al profeta Ezequiel:
Toma este Libro y digiérelo, devóralo. Al principio te parecerá amargo, pero
después te parecerá sabrosísimo (Ez 3 3, 1; Ap 10, 10).

La Biblia es el mapa que guía al viajero hacia la eternidad. Es la brújula que


no permite equivocar el camino. Es la cartilla que proporciona instrucciones
para lograr el éxito. Es la espada y el bastón para defender al peregrino en su
viaje por el desierto de la vida.

A todas deseamos que la Palabra de Dios sea Alimento que nutra sus vidas,
Luz que guíe siempre sus pasos hacia la vida eterna y mensaje de salvación
que lleven generosamente a todo.

BIBLIOGRAFIA

Texto Base:
103
CONOZCAMOS LA BIBLIA, I Antiguo Testamento; Álvaro Santamaría
Díaz Pbro.
CONOZCAMOS LA BIBLIA, II Nuevo Testamento; Álvaro Santamaría
Díaz, Pbro.
Presentación: “Curso de Biblia”, Fr. Miguel Bonilla.
Biblia de Jerusalén.

104
TABLA DE CONTENIDO

Pag.

INTRODUCCION

NOCIONES GENERALES DE LA SARADA BIBLIA……………………1


Origen de la Palabra…………………………………………………………2
Divisiones de la Biblia………………………………………………………3
Autor y forma en que fue escrita…………………………………………….4
Actitudes para acercarnos a la palabra de Dios…………………...…………6

CANON DE LA BIBLIA…………………………………………....………..7
Libro Inspirados…………………………………………....………………….8
Establecimiento del Canon de la Biblia……………………….………………9
Division de los libros canónicos……………………………………...……….9
Libros apócrifos………………………………………………………….……9

INRODUCCION AL ANTIGUO TESTAMENTO…………………………11

PENTATEUCO………………………..………………………………….….13
Autor y composición literaria…………………...……………………………14

LIBROS HISTORICOS……………………...………………………………17

LIBROS DIDACTICOS……………………..………………………………24

PROFETAS MAYORES…………………………………………………….26

PROFETAS MENORES………………………………………………….….29

LIBROS PROFETICOS……………………………………………………...34

LIBROS SAPIENCIALES…………………………………………………...36

EVALUACION GENERAL ANTIGUO TESTAMENTO………………….39

INTRODUCCION AL NUEVO TESTAMENTO………………………….40


Finalidad del nuevo Testamento…………………………………………….41
Escenario Geográfico e Histórico de los primeros cristianos……………….42

105
El mundo Judío………………………………………………………………42
El mundo Pagano…………………………………………………………….46

INTROUCCION A LOS EVANGELIOS………………………………...…48


Significado del Evangelio…………………………………………………....50
Autores de los evangelios…………………………………………………….51
Los evangelios Sinópticos, origen y formación……………………………...51
Evangelios Apócrifos………………………………………………………...52
Simbología de los cuatro evangelios…………………………………………52

EVANGELIO DE MARCOS……………………………………………….54
Autor, fecha y destinarios……………………………………………………55
Características literarias……………………………………………………...55
División y contenido temático……………………………………………….56
Contenido teológico y espiritual……………………………………………..56

EVANGELIO DE MATEO………………………………………………….58
Autor, fecha y destinarios……………………………………………………59
Características literarias……………………………………………………...60
División y contenido temático……………………………………………….60
Contenido teológico y espiritual……………………………………………..61

EVANGELIO DE LUCAS………………………………………………….62
Autor, fecha y destinarios……………………………………………………63
Características literarias……………………………………………………...63
Estructura y División……….………………………………………………..64
Contenido teológico y espiritual……………………………………………..64

EVANGELIO DE JUAN…………………………………………………….66
Características literarias……………………………………………………...67
División y contenido temático……………………………………………….68
Contenido teológico y espiritual……………………………………………..68

HECHOS DE LOS APOSTOLES…………………………………………...70


Autor, fecha y destinarios……………………………………………………72
Características literarias……………………………………………………...73
División y contenido temático……………………………………………….73
Contenido teológico y espiritual……………………………………………..74

ESCRITOS DE SAN PABLO……………………………………………….75

106
Escritos………………………………………………………………………76
Cartas de cautividad………………………………………………………….81
Cartas pastorales………………………………………………………….......84

OTRAS CARTAS……………………………………………………………86
Destinatarios……………………………………………………………….....87
Genero literario………………………………………………………………87

CARTAS CATOLICAS……………………………………………………..88

CARTAS DE SAN JUAN……………………………………………….......91


Autor, fecha y destinarios…………………………………………………....91
Características literarias……………………………………………………...91
División y contenido temático……………………………………………….92

EL APOCALIPSIS…………………………………………………………..95
Autor, fecha y destinarios……………………………………………………95
Fecha de composición ……………………………………………………….95
Características literarias………………………...……………………………96
Contenido teológico y espiritual……………………………………………..98

EVALUACION GENERAL NUEVO TESTAMENTO…………………….99

CONCLUSIONES……………………………………………………….…101

BIBLIOGRAFIA …………………………………………………………...102

107

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