E l Siglo XV vio nacer en sus albores a una bella doncella portuguesa y junto con ella toda una

Orden religiosa, nos referimos aquí a Santa Beatriz de silva, procedente del noble linaje
trayecto y después desaparecieron, quedando Beatriz con la viva impresión
de que aquellos frailes habían sido san Francisco de Asís y san Antonio de
Padua.
de los Reyes de España y Portugal. Su infancia fue marcada por una profunda
educación religiosa, sus tutores frailes franciscanos, que influyeron de manera
especial en su carácter y en el amor que desde pequeña manifestó a la santísima
Virgen María, particularmente en el misterio de su Concepción inmaculada.
U na vez llega al monasterio toma la resolución de cubrir su rostro con un velo blanco para no ser
vista por hombre o mujer alguno, permaneciendo aproximadamente uno 30 años en silencio y oración,
hasta que nuevamente la Virgen María se le aparece recordándole la tarea encomendada, por lo que
E stando muy joven, fue solicitada como dama de honor de su prima Isabel,
princesa de Portugal, que iba a contraer matrimonio con don Juan II Rey de Castilla. Así es como
Beatriz se apresura en solicitar a la Reina Isabel la Católica (Hija de la Reina Isabel, que había
intentado matarla), ayuda para iniciar la fundación de la Orden.

Beatriz deja su casa paterna, para trasladarse al movido ambiente cortesano en España. Una vez que
está en la corte, Beatriz despierta gran admiración entre todos los que la
conocen, ya que además de ser mujer prudente y virtuosa, Dios la había
adornado con una extraordinaria belleza imposible de pasar
desapercibida, tanto así que se llegó a decir en su tiempo que era la mujer
más hermosa de toda España.
L o que pronto hizo que fuera demandada
en matrimonio por muchos nobles y caballeros,
rechazando ella por su parte todas estas
propuestas. Y como en esta clase de ambientes no
faltan las murmuraciones, empezó a correr el rumor de que el Rey
también la pretendía, claro está que al llegar semejante noticia a oídos
de la Reina se indispuso notablemente contra su prima, hasta el punto
de querer deshacerse de ella. Una noche valiéndose de pretextos,
conduce a la inocente dama a uno de los lugares más recónditos de
palacio, encerrándola en un cofre con la intención de que muriera
asfixiada.
C uando la joven doncella se ve condenada a tan injusta sentencia,
hace un acto heroico de fe y se abandona en manos de Dios. Es allí
dentro de esa oscura prisión donde reafirma su entrega al Señor
haciendo voto de perpetua virginidad, luego de lo
cual se le aparece la Santísima Virgen María para
consolarla, encomendándole una gran misión: fundar
una nueva Orden religiosa en la Iglesia , dedicada a honrar
el misterio de su Inmaculada Concepción. La Madre del cielo le
pide a Beatriz que se vistan tal y como la ve, esto es con túnica,
hábito y escapulario blanco, manto azul y velo negro en la cabeza.
Tres días duro el cautiverio hasta que finalmente un tío extrañado de
la ausencia de su sobrina, pregunta insistentemente a la Reina por el
paradero de Beatriz, ella lo conduce al lugar esperando ya encontrarla muerta,
y grande fue su sorpresa al hallarla radiante y aún más hermosa.
L uego de esto, Beatriz abandona la corte rumbo al monasterio de Santo Domingo el Real en la
ciudad de Toledo (España), durante el trayecto se le aparecieron dos frailes franciscanos y le
anunciaron en su lengua materna que “Seria Madre de Muchos”, ella les manifestó su resolución de
permanecer virgen, pero ellos insistiendo le afirmaron “lo que hemos dicho será”, continuaron su
B eatriz abandona el monasterio de santo domingo el Real, y junto con otras doce compañeras
da inicio a la nueva fundación en una parte de los llamados palacios de “Galiana” donde se
encontraba una capilla llamada de la Santa Fe, donación generosa de la Reina. Cinco años
aproximadamente vivieron en Santa Fe, mientras esperaban la
aprobación de la Santa Sede para su forma de vida, finalmente
a petición de Beatriz y de La Reina Isabel la Católica, el 30
de Abril de 1489 el Papa Inocencio VIII aprobó por medio
de la Bula Inter Universa, la fundación de dicho monasterio
dedicado a honrar la Concepción de la bienaventurada
Virgen María.
N uestra Santa recibió la feliz noticia por medio de un mensajero anónimo
que luego desapareció (Según parece haber sido el arcángel San
Rafael, del que era muy devota), el mismo día en que la
Bula se firmó en Roma; pero antes de llegar el
documento a su feliz destino, el barco en que venía
naufrago, perdiéndose todo en alta mar. Gran pena
para su corazón causo semejante noticia,
desahogándose ella a los pies del sagrario. Pasados tres
días abrió por casualidad un cajón y vio maravillada que
la Bula se encontraba allí.
A sí se da inicio a la preparación de la toma de hábito y profesión de todas la
hermanas, cuando Beatriz recibe la revelación de su pronto fallecimiento,
anunciándole la Virgen María que no era voluntad divina que ella gozase aquí en la
tierra de esto por lo que tanto había trabajado; a los pocos días cae gravemente
enferma y todo se ve suspendido.
E stando en agonía levantaron el velo que cubría su
rostro, quedando todos los presentes admirados por el brillo que
salía de él, además notaron una estrella luminosa en su frente
que duro hasta su último suspiro. Esto tuvo lugar
aproximadamente en la primera mitad del mes de agosto del año
1491. Las compañeras de Beatriz profesaron el 17 de Agosto de
1491, tomando el hábito de la Concepción: Túnica, hábito y
escapulario blanco, manto azul, velo negro; tal como lo había
solicitado la Virgen María…