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Tema 14 LA SIGNIFICACIÓN

OBJETIVOS

Introducir al alumno en una nueva dimensión lingüística, la semántica, a través de las diferentes
teorías sobre la significación.
Dotar al alumno de dominio sobre los conceptos y términos adecuados para la comprensión del
dificultoso campo de la significación, para que pueda trabajar con precisión teórica.
Establecer las diferencias entre sentido y significado.

ESQUEMA

0. Introducción.

1. Teorías sobre la significación.


1.1. Referenciales.
1.2. Conceptuales.
1.3. Otras teorías.

2. Significación, designación y denotación.


2.1. Significación.
2.2. Intensión y extensión.
2.3. Designación y denotación.

3. El significado lingüístico y sus clases.


3.1. Significado léxico.
3.2. Significado gramatical.
3.2.1. Significado categorial y otros significados.

4. El sentido.

CONTENIDOS BÁSICOS

No ofrece discusión el hecho de que el principal cometido de la lengua es transmitir contenidos,


en el sentido de Hjelmslev, en un acto de comunicación. Ello es posible porque la lengua es un sistema de
signos, tanto si son palabras como si son otras unidades de la lengua, que representan o significan otras
cosas materiales o conceptuales.

La naturaleza de esas otras cosas, materiales o conceptuales, así como las relaciones que quedan
establecidas, es altamente dificultosa y ha provocado, naturalmente, opiniones controvertidas.

A lo largo de la historia de la Lingüística el estudio del contenido de los signos ha ocupado un


lugar central, sólo cuestionado parcialmente en la fase más genuinamente estructuralista.

La ciencia que se ocupa de las relaciones significativas o de contenido es la Semántica, término


de origen griego sema (signo o señal), utilizado por M. Bréal en 1897 en Essai de Sémantique, si bien en
este trabajo se ocupaba de aspectos diacrónicos. Es S. Ullman (1950) el que consolida el término para los
estudios de naturaleza sincrónica, a partir del esquema conocido nombre-concepto-cosa, equiparable a la
máxima escolástica “vox significat (rem) mediantibus conceptibus”.

La significación, como fenómeno complejo del que se ocupará la semántica, podemos describirlo
esquemáticamente como una relación ternaria en su conjunto, desglosable en tres relaciones binarias, que
se aprecian en el triángulo de Ogden y Richards (1923):
PENSAMIENTO O REFERENCIA

Simboliza Refiere a

.
..................................
SÍMBOLO REFERENTE
Representa

El esquema triangular, en este planteamiento, hay que entenderlo como una relación no directa
entre las palabras y las cosas, según la cual, los signos representan a las cosas; por otra parte, existe una
relación entre la palabra y el pensamiento o referencia, puesto que las palabras simbolizan el
pensamiento, y, en tercer lugar, el pensamiento “se refiere” al acontecimiento sobre el que hablamos.

El peligro con que se enfrentan los estudios de semántica son los que se derivan de la posibilidad
de verse contagiados por elementos lógicos o filosóficos, en definitiva extralingüísticos; sin embargo, si
se trabaja, como recomienda G. Leech en Semántica, teniendo en cuenta la competencia lingüística de los
hablantes, se evitan estos peligros; sólo se estudiarán las relaciones que existen dentro del lenguaje, como
paráfrasis, sinonimia, entrañamiento, presuposición, etc., para obtener, del contraste de materiales,
resultados estrictamente lingüísticos. Lo que interesa saber es lo que significan las oraciones, para
eliminar, como no semánticas, aquéllas que sean tautológicas o contradictorias: *el primero resultó ser el
que estaba delante del segundo, *amo lo que no amo. No obstante, hay que saber que no es lo mismo
excluir oraciones en función del conocimiento que se tiene del lenguaje: *el candidato ganó las
elecciones perdiendo, que por el conocimiento que se tiene del mundo: *María subió la escalera erguida
sobre un codo.

1. TEORÍAS SOBRE LA SIGNIFICACÓN

Las teorías sobre la significación se derivan de la propia complejidad de las relaciones existentes
entre los signos, los conceptos y las cosas, que son similares en dificultad interpretativa a las que existen
entre lenguaje, pensamiento y realidad. En una presentación reducida las teorías pueden agruparse en dos
grandes grupos: las referencialistas y las conceptualistas.

1.1. Teorías referencialistas

Para estas teorías lo que significan los signos son los objetos, las cosas, cualidades y situaciones
existentes en el mundo, lo cual supone que las expresiones lingüísticas no significan cuando no se aplican
a objetos del mundo externo, a objetos existentes. Para los autores que sostienen estas teorías lo que
significan las cosas se aprehende de la observación de los objetos.

No obstante, existen expresiones que no encuentran correlato en el mundo exterior, bien porque
tal correlato sólo podría encontrarse como objeto en un mundo posible (Alicia, en su país; o las hadas y
los gnomos, en los suyos); o bien, porque, aun siendo expresiones referenciales, con formulación
impecablemente referencial, no se corresponden con objetos, ni de éste, ni de ningún mundo: El actual
Presidente de la República Española.

Por otra parte, existen expresiones con identidad referencial que, desvinculadas del referente o
analizadas en sus componentes significativos, tienen distinta significación: estrella vespertina y estrella
matutina, cuyo referente es el planeta Venus, visible a primeras horas de la mañana y al anochecer; que
además, ni es estrella, ni vespertino es igual a matutino; la ganadora del premio Planeta, este año 1998,
tiene igual referencia que la señora del exgobernador del Banco de España, pero, fuera de este año,
dejarán de ser correferenciales ambas expresiones y cada una mantendrá su respectivo contenido.

1.2. Teorías conceptuales

Sin entrar en la discusión filosófica en torno a ¿en qué consisten los conceptos? (si existen
previamente como universales, o si son sólo nombres, o si el concepto individual surge de la aprehensión
intuitiva de un objeto, signo natural de tal objeto, que es equivalente al contenido consensuado de una
palabra) las teorías conceptuales sostienen que lo que significa una palabra o cualquier otra expresión es
un concepto unido a ella en la mente de los hablantes de una lengua.

Sin embargo, a pesar de aceptar que los conceptos existen unidos a las palabras o los signos,
reflejados en el vértice superior del esquema triangular de la significación, no es fácil sostener que los
conceptos puedan ser objetos para la investigación lingüística, pues de las ideas o conceptos que cada
hablante tenga de un determinado objeto difícilmente se podrá decir que son iguales, no se puede aceptar
con rigor que los hablantes tienen idénticos conceptos sobre las cosas, ni que éstos están presentes, de
manera paralela, en la producción e interpretación de los enunciados.

Los lingüistas, por principio, hemos de situarnos en un contexto de investigación que evite los
deslizamientos hacia otros territorios distintos de los estrictamente lingüísticos, por lo que movernos en
un terreno en el que los conceptos primen puede contaminar nuestra disciplina con elementos lógicos o
filosóficos no recomendables.

1.3. Otras teorías

Existen otras teorías sobre la significación como la conductista (lo que significa un enunciado es
la situación en que es enunciado y la respuesta que provoca en el oyente, o los rasgos repetitivos de la
situación en que se emplean unas determinadas formas) o la generativista en la que lo significativo es un
componente interpretativo en las oraciones, al cual nos da acceso la sintaxis.

Aquí especialmente repararemos en aquéllas teorías que aportan luz sobre las complejas
relaciones que configuran la significación, tendentes a diferenciar el contenido lingüístico, de los
referentes en el mundo externo.

Gottlob Frege diferencia lo que es el sentido (Sinn) de una expresión, de lo que es su denotación
(Bedeutung). Que estrella matutina se refiera al planeta Venus y estrella vespertina también, nos indica
que ambas tienen la misma denotación, el planeta Venus, pero ello no supone, obviamente, que Venus sea
una estrella y no un planeta, ni que matutina sea igual a vespertina en cuanto a su sentido.

Bertrand Russell se opone a que toda expresión referencial o definida bien construida haya de
tener un referente, porque de ser esto así la expresión El actual Rey de Francia, expresión correctamente
formulada, debería tener referente, sin embargo, no lo tiene, pues es una expresión acerca de nada. Las
expresiones referenciales podrán significar referencialmente, es decir, cosas del mundo, incluidas en los
enunciados, fuera de ellos no tienen denotación. Por otra parte, los enunciados significan si de ellos se
puede decir si son verdaderos o falsos. Un enunciado como El actual Rey de Francia es calvo significa
porque de él podemos decir que es falso, pues contiene tres proposiciones: 1ª) existe un rey en Francia,
2ª) sólo hay un rey en Francia, 3ª) quienquiera que sea ha de estar, además, calvo. La proposición 1ª es
falsa pues no hay rey en Francia, en consecuencia la suma de las tres resulta falsa, pues la conjunción de
lo falso con lo verdadero da un resultado falso.

P.F. Strawson cuestiona el análisis de Russell, no para negar que la oración de Russell es
significativa, ni para decir que afirma que la totalidad propuesta es verdadera si lo son las proposiciones
integrantes, sino porque la falsedad de la oración propuesta por Russell no depende de la verdad de las
proposiciones integrantes 1ª y 2ª, sino de la presuposición de existencia que contiene la expresión
definida el actual Rey de Francia ; es decir, las proposiciones 1ª y 2ª no son afirmadas, sino presupuestas.
Como la proposición presupuesta por la utilización de una expresión definida es falsa, la expresión
definida no refiere: la oración en la que aparece es significativa, pero no se cuestiona si es verdadera o
falsa. Es más, si negamos la oración propuesta por Russell, debería resultar una oración verdadera el
actual Rey de Francia no está calvo, mas no es así, puesto que la presuposición sigue siendo la misma
existe un rey en Francia, y ésta es falsa. No obstante, con posterioridad, Strawson no ve el problema tan
claro.
En relación con lo expuesto por Russell y Strawson hemos de aducir que, al usar una expresión
definida, normalmente se asume que existe un referente al que la expresión se refiere, pero ello no
conlleva que por eso sea verdadera, pues puede aludir a un ser de ficción o a un concepto engañoso. Lo
que si hemos de aceptar es que al usarla se asume la existencia del referente en el mundo real o en un
mundo posible, aunque sólo sea de manera provisional.
Wittgenstein se distancia de los dos grandes polos a que hemos aludido al afirmar que el
significado de una palabra es su uso. Strawson se aprovecha de este nuevo concepto y establece una
diferenciación interesante. Una cosa es una oración A1 El actual rey de Francia es sabio, otra su uso A2
en un contexto dado, por ejemplo, si una fue utilizada en el reinado de Luis XIV, tuvo un uso y si fue
utilizada en el de Luis XV, tuvo otro, pero, al mismo tiempo, tuvo dos emisiones, pues dos fueron los
hombres que las usaron, emitiendo en el primer caso, una oración verdadera, y en el segundo, una falsa.
Si dos hombres distintos hubieran emitido esa oración en el mismo reinado, podríamos hablar de una
oración, un uso, y dos emisiones.

2. SIGNIFICACIÓN, DESIGNACIÓN Y DENOTACIÓN

El espectro de relaciones que comprende la significación, esquemáticamente presentado a través


del triángulo de C.K. Ogden y I.A. Richards, ha sido desarrollado por otros autores en busca de una
aproximación más ajustada el complejo ámbito de la significación. Dentro de este amplio y complejo
entramado, que la teoría descubre en el contenido, dos relaciones merecen tenerse en cuenta: la
designación y la denotación.

2.1. La significación.

El conjunto de relaciones de significación es una dimensión del contenido que ha sido tratada por
diferentes autores, en un esfuerzo por ajustarse a la complejidad que estas relaciones presentan. K. Heger
traslada el esquema triangular a uno trapezoidal, para poder ocuparse de fenómenos como la sinonimia y
la homonimia, y para poder diferenciar dos metodologías en el estudio del significado: la onomasiología y
la semasiología.

SIGNIFICADO SEMEMA NOEMA/SEMA

-contenido
- - - - - - SIGNEMA- - - - - - - - - - - - - - - -
-expresión

SIGNIFICANTE CLASE

Como vemos, el vértice del triángulo se elimina y en su lugar se sitúa una base de trapecio para
incorporar en el lugar del concepto (pensamiento referencia) tres elementos significado, semema, y
noema. El significado es el conjunto de acepciones del significante, por ejemplo, cabo significa “trozo de
cuerda”, “accidente geográfico”, “grado del ejército”; semema, cada una de las acepciones que aparecerá
en combinaciones diferentes, sujeta la barca con este cabo, o el cabo exigió disciplina; noema o concepto
es el equivalente lógico del semema, que es unidad lingüística. La parte izquierda da cuenta de lo
lingüístico con tres niveles. 1) sustancia fónica, 2) forma de la expresión + forma del contenido, 3)
sustancia del contenido; la parte derecha refleja lo extralingüístico, por tanto, sin niveles. Lo lingüístico y
lo extralingüístico se unen en el campo de las unidades mentales.

En general, los estudios de semántica han seguido una dirección que parte de la presencia de
significantes para la búsqueda de significados, algo parecido a lo que hacemos cuando buscamos
acepciones en el diccionario: procedimiento semasiológico. Heger piensa que existe la posibilidad de
investigar en sentido contrario, desde los significados a los significantes, algo parecido a lo que hacemos
cuando rellenamos un crucigrama: método onomasiológico. Son dos modos complementarios de
investigación. Sin embargo, autores como Whorf piensan que la onomasiología no tiene razón de ser,
pues los conceptos no tienen existencia independiente de los significados integrados en el sistema de la
lengua.
SDO SEMEMA CONCEPTO SDO SEMEMA CONCEPTO
(Sistema conceptual)

Semasiológico Onomasiológico

MONEMA MONEMA

Herbert Brekle nos ofrece el esquema más claro del sistema de relaciones en la significación,
precisando los términos que nos interesan para poner orden en este ámbito tan escabroso, a la vez que
interesante:

significa
/estudiáNte/
Significante Designatum (estudiante)

Se aplica Constituye

satisfacen
Denotata Significatum:-matriculado
el conjunto de rasgos -en un centro
(Objetos: E1, E2, E3...En) -joven...

Un significante /estudiáNte/ se aplica a objetos del mundo que son estudiantes (E1, E2..), los
cuales satisfacen el conjunto de rasgos del significatum; por otra parte, el significante significa un
designatum, que se contituye con los rasgos del significatum como la clase de los estudiantes. De tal
manera, en una representación como la siguiente, los objetos del conjunto son los denotata, cada uno de
ellos es un denotatum, y las propiedades del conjunto constituyen el designatum:

E3

DESIGNATUM E1 E2 DENOTATUM

En

2.2. Intensión y extensión

Designación y denotación son términos aproximadamente equivalentes a los de los lógicos


intensión y extensión, respectivamente. Intensión es el conjunto de notas que define una serie, mientras
que la extensión es cada una y todas las entidades que integran la serie a las que se les puede aplicar la
expresión que los caracteriza como integrantes de esa serie. Una expresión como perro tiene como
extensión todos y cada uno de los perros que como entidades integran la serie de los perros. La intensión
es el conjunto de notas definidoras; o sea, “la canicidad”, que es lo que permite reconocerlos como
integrantes de la serie y aplicarles en un acto referencial la expresión perro, la cual contiene las notas de
la designación.

Esta diferenciación ha ayudado a aclarar la complejidad de las relaciones de significación a la


que podemos aproximarnos si analizamos algunas singularidades:
Existen expresiones que tienen igual extensión y diferente intensión: estrella matutina y estrella
vespertina, o el vencedor de Jena y el vencido en Waterloo (Napoleón).

Existen expresiones con intensión, pero sin extensión: El actual presidente de la República
española, dicho en 1998. Dicha esta expresión en 1934 tendría también extensión, y podría tenerla en el
futuro, si, como consecuencia de una distinta situación política, cambiara la forma de Estado. Por razones
de esta naturaleza es conveniente introducir el concepto de “mundo posible”, que nos aproxima a la
necesidad de tener en cuenta “un contexto dado”, para satisfacer el hecho de que la intensión encuentre la
correspondiente extensión en ese “mundo posible” o “en un contexto dado”. Ello daría cabida a otros
tipos de expresiones como las oraciones hipotéticas: Si viviera en el campo, tendría un perro, oración con
intensión que sólo podría encontrar extensión en un “mundo posible”.

Existen otras expresiones con intensión, que pueden tener una utilización referencial; o sea, con
extensión: El asesino de Juan es un loco, cuando se trata de una persona conocida. Pero la misma
expresión puede no tener extensión por ser una persona desconocida, lo que entenderemos bien si
parafraseamos la anterior expresión del siguiente modo: “quienquiera que sea el asesino de Juan es un
loco”, la cual, más que referir, deja constancia del atributo con que ha de contar el asesino.

2.3. Designación y denotación

La designación es la relación que se establece entre un signo y el conjunto de elementos a los


que es asignable, agrupados en clase. Esta clase y, por lo tanto, los individuos que la constituyen
satisfacen las notas caracterizadoras de la clase. Consecuentemente, cada individuo podrá ser, en su caso,
objeto de referencia del signo correspondiente, independientemente de cuál sea su naturaleza: concreta,
abstracta o ficticia.

No es necesario insistir en la similitud que guarda con el concepto lógico de intensión, por lo que
lo dicho para la intensión nos sirve, si lo asumimos con mentalidad lingüística. En esta consideración
subrayamos que cuando la caracterización intensional es más rigurosa, la extesión es menos exhaustiva y,
al revés, cuando menos notas hay en la intensión, o son más generales, se amplía el campo de aplicación
extensiva, relación de proporcionalidad inversa que se da entre los hipónimos e hiperónimos: ave, que
tiene una intensión de pocas notas, o muy generales, sirve para referirnos indistintamente a todos los
animales con plumas; sin embargo, pájaro, que es más específico en su intensión, deja fuera algunas aves
de mayor tamaño.

La denotación, correlato lingüístico de extensión, para nosotros, sinónimo de referencia, término


que ya hemos usado en las explicaciones precedentes, da cuenta de la relación de un signo o expresión,
incluido en los enunciados, con los objetos externos al sistema de la lengua, con los objetos del mundo
en actos de habla. No obstante, se puede entender por tal, tanto el acto de referencia, como el objeto de
esa referencia, sin olvidar que fuera de los actos de habla no hay denotación.

Si atendemos a los diagramas precedentes sobre la significación, lo designado lo podemos llamar


designatum, conjunto de notas que permiten agrupar a los individuos en una clase: Se indica con la línea
sinuosa cerrada. Igualmente podemos llamar denotatum a un objeto de denotación en un acto.
Consecuentemente, todos los objetos del mundo a los que se pueda aplicar pueden llegar a ser denotata.

3. EL SIGNIFICADO LINGÜÍSTICO Y SUS CLASES

A lo largo del tema hemos tratado de no utilizar el término significado para restringir su acepción
a la de “significado sistemático”, en el sentido a que nos referiremos a continuación. De las posibles
acepciones con que se puede utilizar el término nos dan buena cuenta Ogden y Richards en su libro The
Meaning of Meaning, los cuales recogen dieciséis, que con las subacepciones pasan de la veintena.

A nosotros, como hemos dicho, nos interesa entenderlo como el valor semántico de un signo,
delimitado en el sistema a través de las relaciones con otros “significados sistemáticos”, como ocurre con
el significado de tibio, igual “a lo que no es ni caliente ni frío”. Así pues, a partir de ahora, para referirnos
al significado evitaremos la redundancia de hacerlo con la expresión “significado sistemático”.
En el significado se han de diferenciar dos tipos: el significado léxico y el significado gramatical,
y dentro del gramatical es conveniente distinguir algunos subtipos a los que a continuación nos
referiremos, de acuerdo con E. Coseriu.

3.1. Significado léxico

Es el que se corresponde con la realidad extralingüística, cuya organización y parcelación trata


de reflejar en la lengua; los signos que lo contienen, los lexemas, pertenecen a inventarios abiertos, como
pueden ser los diccionarios. El significado léxico es el que tienen en común las siguientes palabras: paz,
pacífico, pacificar.

3.2. Significado gramatical

Es el significado que está contenido en los signos pertenecientes a inventarios cerrados. Es el


significado contenido en los morfemas, entre otros signos, sean palabras o no. El significado del morfema
-s, de plural = [+ de uno], opuesto a singular, es un significado gramatical.

3.2.1. El significado categorial y otros significados

En la serie de palabras que hemos puesto: paz, pacífico, pacificar existe un significado común
que se corresponde con una parcela del mundo, equivalente, si lo parafraseamos, a ”ausencia de
conflicto”. Éste sería el significado léxico parafraseado; sin embargo, este significado léxico podemos
presentarlo en la lengua en forma de sustantivo, paz; en forma de verbo, pacificar; en forma de adjetivo,
pacífico. Ese añadido de contenido que hace ser sustantivo al significado léxico común, “ausencia de
conflicto”, es el significado categorial en la palabra paz; es el que le hace ser verbo a la palabra pacificar,
es el que le hace ser adjetivo a la palabra pacífico.

El significado categorial, no obstante, se sitúa entre lo gramatical y lo léxico, porque en lenguas


como el español no se puede presentar separado del léxico. Eso que le hace ser sustantivo al contenido de
paz no se presenta separado del contenido léxico ”ausencia de conflicto”. Por otro lado, el funcionamiento
gramatical está condicionado, muy especialmente, por la categoría de las palabras: sustantivos, para
hacer de sujetos, por ejemplo. El hecho de que una categoría pueda cambiar a otra categoría, o que una
oración entera funcione como una categoría: el qué dirán, es prueba del carácter gramatical del
significado categorial. Si el significado léxico y el categorial se presentaran separados en una lengua,
este último sería entonces solamente gramatical.

Existen otros significados sólo gramaticales: Instrumental: el que tienen los morfemas como el ,
o, -s, “actualizador”, “disyuntivo” y “pluralizador”, respectivamente; estructural: aquél, que eliminado el
léxico, da cuenta del “género”, “número”, “persona”, etc., y permite el reajuste en las combinaciones
sintácticas; es decir, propicia la concordancia; óntico: se superpone al significado de una oración y la
dispone para que sea enunciado, según lo cual, las oraciones, además de lo que significan inicialmente,
pueden tener modalidad: afirmativa, negativa, interrogativa, imperativa, etc. Una oración puede
afirmarse, estudias; negarse, no estudias; preguntarse, ¿estudias?; ordenarse, estudia.

3.4. EL SENTIDO

Es el contenido total de los enunciados o de los textos que se transmite en los actos de
comunicación. El sentido, por lo tanto, resulta de la suma de diferentes elementos de contenido, entre los
cuales el significado, el contenido que aportan a los enunciados los signos lingüísticos, es el más
importante. Además de él, al sentido global contribuyen elementos de naturaleza contextual, elementos de
naturaleza presupositiva, elementos de naturaleza intencional, etc. Es una dimensión de contenido que
pertenece a lo que conocemos como Pragmática, de cuyo tratamiento nos ocupamos en otro lugar.

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA COMENTADA

Un texto clásico para situar los comienzos de la disciplina, en donde se presenta, además, el
concepto de significado, es el de S. ULLMANN: Semántica, Madrid, Taurus, 1991. C.K. OGDEN y I.A.
RICHARDS: The Meaning of Meaning, Londres, Ark ed. 1985. (Trad. castellana, Buenos Aires,
Paidós,1964). Además de ser clásico para las acepciones de la palabra “significado” ofrece el esquema
triangular del signo y la explicación de las relaciones de que da cuenta Para un curso introductorio de
semántica, es muy claro S. GUTIÉRREZ ORDÓÑEZ: Lingïística y semántica, Oviedo, Serv. de Public.
Universidad de Oviedo, 19881, que especialmente interesa aquí para las teorías sobre el significado. J.
LYONS: Semántica lingüística, Barcelona, Paidós, 1997 es un libro que proyecta la semántica hacia la
pragmática y ofrece un resumen conciso de las diferentes teorías sobre el significado. L.M. VALDÉS (ed.)
La búsqueda, del significado, Tecnos, 1991 incluye los artículos sobre la polémica filosófica “sobre el
referir” de los autores que nos han interesado, entre otros. S. GUTIÉRREZ ORDÓÑEZ: Introducción a la
semántica funcional, Madrid, Síntesis, 1989. Aborda la diferencia entre significación, designación y
denotación, sin que coincida exactamente con nuestras acepciones. J. LYONS: Semántica, Barcelona
Teide, 1989 es más que un libro de semántica, pero aborda la significación, la referencia y la denotación
con un contenido especial. E. COSERIU. Gramática, Semántica y Universales, Madrid, Gredos 1978 es
interesante para la designación, significado y sentido, así como para las clases de significado. En K.
HEGER: Teoría semántica, Madrid, Ed. Alcalá, 1974. Podemos encontrar su análisis trapezoidal del signo
y las bases del método onomasiológico.
TEXTOS DE APOYO

El estudio en el que invitamos al lector a seguirnos es una especie tan nueva que ni siquiera ha
recibido nombre todavía. En efecto, es sobre el cuerpo y sobre la forma de las palabras en donde los
lingüistas han ejercido su sagacidad: las leyes que rigen la transformación del sentido, la elección de
expresiones nuevas, el nacimiento y la muerte de las locuciones, han quedado en la sombra o no han sido
indicadas más que de pasada. Como este estudio, no menos que la fonética y la morfología, merece tener
nombre, lo llamaremos la semántica (del verbo semaínein), es decir, la ciencia de las significaciones.
M. BRÉAL: “Les lois intellectuelles du langage”, L’Annuaire de l’Association pour
l’encouragement des études grecques en France, 1883 (en S. Ullmann, pág. 8, nota 1)

Entre un pensamiento y un símbolo se mantienen relaciones causales. Cuando nosotros


hablamos, el simbolismo que utilizamos está causado, en parte, por la referencia que estamos haciendo, y
en parte, por factores sociales y psicológicos - la intención por la cual estamos haciendo la referencia, el
efecto propuesto por nuestros símbolos sobre otras personas, y nuestra propia actitud...
Entre el Pensamiento y el Referente hay también relación; más o menos directa (como cuando
pensamos en o atendemos a una superficie coloreada que vemos) o indirecta (como cuando ‘pensamos
de’ o ‘nos referimos a’ Napoleón), en cuyo caso puede haber una larguísima cadena de situaciones-signo
que intervienen entre el acto y su referente: palabra-historiadores-documentos de la época-testigos-
referente (Napoleón).
Entre el símbolo y el referente no existe otra relación relevante que una indirecta, consistente en
que está siendo usada por alguien para ponerla en lugar de un referente.
C.K. OGDEN & I.A. RICHARDS, The Meaning of Meaning, págs. 10-11.

Para mí, la semántica es, por definición, el estudio del significado; y la semántica lingüística es
el estudio del significado codificado sistemáticamente en el vocabulario y la gramática de las (llamadas)
lenguas naturales. Esta definición de semántica lingüística, en lo que cabe, relativamente no se discute.
Pero casi no informa en absoluto hasta que uno no diga, primero, qué es lo que entiende por ‘significado’
y, segundo, qué es lo que significa ‘codificado’ en este contexto.
J. LYONS: Semántica lingüística, pág. 16.

Por lo tanto, una respuesta a “¿Qué es el significado?” no puede obtenerse simplemente mediante
la identificación del significado de una construcción lingüística con, digamos, aquello que nombra o a lo
cual se refiere, o con unas disposiciones de acuerdo con las cuales es usado correctamente, o con la idea
mental de la cual es el signo externo y sensible, o con los estímulos sonsacadores y controladores que lo
producen como respuesta verbal, o con el eterno arquetipo platónico al cual representa. Cualquiera que
sea su mérito como principios directores para la construcción de una teoría semántica, tales ecuaciones,
como se ha argüido previamente, no pueden ser en sí mismas respuestas a la pregunta general, ya que no
ofrecen respuestas a (1.1)-(1.159)* y a otras preguntas pertenecientes a las mismas.
J.J. KATZ: Teoría semántica, Aguilar, Madrid, 1979, pág. 11.
* Se refiere a preguntas sobre ¿Qué es la sinonimia, paráfrasis, antonimia, ambigüedad, entrañamiento,
presuposición, etc.?, las cuales formula en las páginas precedentes: 7- ss.

Cuando relacionamos un significado con una “cosa”, con una realidad externa al lenguaje, se
produce un sentido, que es una variante semántica contextual o situacional. Aparentemente sólo tenemos
acceso “directo” a los sentidos, como, también tenemos acceso directo a los alófonos: esa es la condición
natural de los datos lingüísticos inmediatos considerados en sí mismos. Cada fonema aparecerá bajo la
forma de innumerables variantes y cada significado, bajo apariencia de diversos sentidos, tanto por la
relación que contraiga con otros significados, como por la que lo vincule con realidades distintas.

R. TRUJILLO: Introducción a la semántica española, Madrid, Arco/Libros, 1988, pág. 37.

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