1. Evitar cualquier excitante más tarde de las tres de la tarde (cafeína,
proteínas, alcohol o picantes). 2. Cenar ligero y, como mínimo, dos horas antes de meterse en la cama. 3. Evitar el deporte intenso después de las ocho de la tarde. 4. Consumir alimentos ricos en triptófano (pescado azul, carne de ave, huevos, plátano, frutos secos o la famosa combinación de hidratos de carbono con chía o sésamo, o bien de hidratos de carbono con proteína). 5. Tomar una infusión relajante con amapola, pasiflora, lúpulo, valeriana o tila (si hay problemas de incontinencia urinaria, es mejor no hacerlo) después de cenar. 6. Evitar las pantallas, la tecnología (teléfonos, tabletas, ordenadores y consolas) al menos dos horas antes de acostarse. 7. Propiciar un ambiente relajante después de cenar (leer un libro, escuchar música tranquila, ver una película, conversar con la pareja…). 8. Evitar malos hábitos, como quedarse dormido en el sofá. 9. Apagar el wifi y el móvil, y mantenerlos lo más lejos que se pueda de la habitación y la cama. 10. segurar un entorno propicio para el sueño: temperatura y espacios adecuados (cama cómoda, habitación tranquila, limpia, ordenada y oscura…). 11. Dormir por ciclos de 90 minutos, no por horas. Es recomendable hacer un mínimo de 5 ciclos, aunque cada persona tiene unas necesidades diferentes. Lo más importante es no levantarse con sensación de cansancio.