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COVID 19 Y VACUNA

¿Cómo puedes contraer la COVID-19?


COVID-19 es el nombre de la enfermedad causada por un virus, SARS-CoV-2 (el
nuevo coronavirus). Según los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades (CDC), se propaga de tres maneras principales. Puedes contraer la
COVID-19 tras inhalar si estás cerca de una persona infectada que exhala pequeñas
gotitas y partículas que contienen el virus. También puedes contagiarte si esas
pequeñas gotitas y partículas caen en los ojos, la nariz o la boca (probablemente al
toser o estornudar), o si tienes partículas de virus en las manos y luego te tocas los
ojos, la nariz o la boca.

¿Quién corre riesgo de contraer COVID-19?


Cualquier persona puede contraer COVID-19, pero algunas corren un mayor riesgo
de lo que los expertos llaman “enfermedad grave”, cuando es posible que se
requiera hospitalización o cuidados intensivos. Los adultos mayores son más
propensos que las personas más jóvenes y saludables a padecer una enfermedad
grave a causa de la COVID-19. De hecho, el 95% de las muertes por COVID-19 en
Estados Unidos han ocurrido entre personas de 50 años o más, y el riesgo aumenta
con la edad.
Los adultos de cualquier edad con una enfermedad subyacente también corren un
mayor riesgo de complicaciones por una infección de coronavirus, incluidas las
personas con:

 Cáncer
 Enfermedad renal crónica
 Enfermedades pulmonares crónicas, entre ellas EPOC (enfermedad
pulmonar obstructiva crónica), asma (moderada a grave), enfermedad
pulmonar intersticial, fibrosis quística e hipertensión pulmonar
 Demencia u otras enfermedades neurológicas
 Diabetes (tipo 1 o tipo 2)
 Síndrome de Down
 Enfermedades cardíacas (como insuficiencia cardíaca, enfermedad de las
arterias coronarias, cardiomiopatías o hipertensión)
 Infección por VIH
 Estado inmunodeprimido (sistema inmunitario debilitado)
 Enfermedad hepática
 Sobrepeso y obesidad (definido como un índice de masa corporal de 25 o
más)
 Embarazo
 Enfermedad de células falciformes o talasemia
 Tabaquismo (actual o en el pasado)
 Trasplante de un órgano sólido o de células madre sanguíneas (incluye
trasplantes de médula ósea)
 Derrame cerebral o enfermedad cerebrovascular, que afecta el flujo
sanguíneo al cerebro.
 Trastornos por consumo de sustancias (como alcohol, opioides o el trastorno
por consumo de cocaína)
 Tuberculosis.

Infórmate sobre la COVID-19


Vacunas, tratamientos, fraudes y más.

¿Qué puedes hacer para reducir tu riesgo?


Vacúnate. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU.
(FDA) aprobó oficialmente una vacuna contra la COVID-19 —una serie de dos
inyecciones de Pfizer-BioNTech— y ha emitido autorizaciones de uso de
emergencia (EUA) para otras dos vacunas contra la COVID-19 elaboradas por
Moderna y por Johnson & Johnson (J&J). Sin embargo, ahora los CDC recomiendan
el uso de las vacunas de Pfizer y Moderna por encima del producto de J&J.
Las tres vacunas son seguras y eficaces para prevenir la hospitalización y la muerte
a causa de la COVID-19. Los funcionarios de salud alientan a todas las personas
de 5 años o más a vacunarse (todavía se están evaluando las vacunas para las
poblaciones más jóvenes), incluidas las personas que han tenido COVID-19 en el
pasado. Los adultos de 18 años en adelante también pueden recibir vacunas de
refuerzo para aumentar su protección contra la COVID-19, especialmente con las
consecuencias de la altamente transmisible variante ómicron. Las personas de
entre 12 y 17 años que hayan recibido la vacuna de Pfizer también pueden recibir
un refuerzo.
Otras maneras de reducir la probabilidad de enfermarse por COVID-19: Usar una
mascarilla en espacios cerrados públicos; evitar las multitudes y los espacios mal
ventilados; dejar al menos 6 pies entre ti y otras personas que no vivan en tu hogar;
y lavarse las manos con frecuencia.
¿Las vacunas tienen efectos secundarios?
Es común experimentar efectos secundarios leves a moderados después de
vacunarse, como dolor en el brazo, dolor de cabeza, fatiga, dolor en los músculos y
las articulaciones, náuseas, fiebre o escalofríos, pero estas son “señales temporales
y normales de que tu cuerpo está creando protección”, dicen los CDC.
Hasta la fecha, no se han detectado efectos secundarios a largo plazo.
Un pequeño número de personas que recibieron la vacuna han experimentado
reacciones adversas. Estos eventos graves después de la vacunación contra la
COVID-19 “son poco comunes, pero pueden ocurrir”, dicen los CDC. La anafilaxia,
una reacción alérgica, ha ocurrido en aproximadamente 2 a 5 personas por millón
vacunadas en Estados Unidos. Por eso es posible que te pidan que esperes unos
15 minutos después de la inyección o el refuerzo para darle seguimiento a los
síntomas. Los proveedores de vacunas están equipados con medicamentos para
tratar rápidamente la reacción.
Los funcionarios de salud también están monitoreando los informes de miocarditis o
pericarditis en algunos adolescentes y adultos más jóvenes después de la
vacunación con los productos de Pfizer y Moderna. La mayoría de estos pacientes
que recibieron cuidados respondieron bien a los medicamentos y se sintieron mejor
rápidamente, dicen los CDC.
Otro evento poco común que se ha relacionado con la vacuna de J&J es un trastorno
de coagulación poco común, pero grave, llamado síndrome de trombosis-
trombocitopenia. Para agosto se habían confirmado 54 casos de esta enfermedad
de aproximadamente 14 millones de dosis administradas; nueve personas han
muerto a causa de ella. Las mujeres jóvenes de entre 30 y 40 años corren mayor
riesgo. Después de analizar la evidencia del evento adverso, el 16 de diciembre del
2021 los CDC decidieron recomendar las vacunas de Pfizer y Moderna sobre el
producto de J&J. Sin embargo, la vacuna de J&J todavía está disponible para
quienes “no pueden o no están dispuestos” a vacunarse con Pfizer o Moderna.

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