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Niklas Koppernigk

Nicolás Copérnico
Biografía.
Nicolás Copérnico nació el 19 de febrero de 1473 en Turúm, Prusia, Polonia. Hijo de un comerciante de
cobre que murió cuando Nicolás tenía diez años. Al quedar huérfano Copérnico fue adoptado por su tío Lucas
Waczenrode. Su nombre original era Niklas Koppernigk y él lo latinizo. Estudió matemáticas y arte en la Universidad
de Cracovia, astronomía en Bolonia, medicina en la Universidad de Padua y derecho canónico en Ferrara. En la
época en que acabó los estudios, en 1506, su tío era obispo de Ermeland, una región políticamente volátil de la
Prusia oriental. Copérnico, que ya había sido nombrado canónico de la Iglesia católica, pasó a ser el ayudante y al
tiempo médico personal de su tío. Se dedicó a la reforma de la moneda y se esforzó en mantener Ermeland
independiente de Polonia y los caballeros de la Orden Teutónica.

Se supo que tenía una relación sentimental con su ama de llaves, Anna pero las autoridades eclesiásticas le
pidieron que le pusiera fin y él obedeció. Pero si su vida personal y pública estuvo dedicada a mantener el orden
social, su vida intelectual estuvo orientada a derrumbarlo. Al inicio de su carrera como canónigo pasó muchas horas
pensando en el sistema geocéntrico de Ptolomeo, que le parecía inadecuado porque precisaba de complicadas
explicaciones para dar cuenta de fenómenos ordinarios como el movimiento retrógrado o la constante proximidad
de Mercurio y Venus al Sol.

En 1512, su tío, Waczenrode sufrió una grave intoxicación alimentaria y murió. Copérnico se trasladó a
Frauenburg, donde se hizo cargo de las obligaciones de canónigo de la catedral. Allí escribió un breve resumen de
sus ideas, explicando que el Sol es el centro del universo, que la Tierra rota sobre su eje y orbita alrededor del Sol, y
que este movimiento es el que explica los retrocesos de los planetas.
Elaboró unas nuevas tablas sobre el movimiento de los planetas y escribió extensamente. Pero, como
otros muchos autores, guardaba los manuscritos en su cajón. Su inclinación (debido a su carácter retraído, a su
conciencia de que su teoría podría desencadenar una controversia eclesiástica y quizás a su gusto por el culto
pitagórico al secreto) era no publicarlos nunca. Ganó un discípulo, un joven profesor de matemáticas y astronomía
que llegó a Frauenburg a estudiar con el gran hombre. Georg Joachim Iserin, conocido por Rheticus,
inmediatamente instó a Copérnico a publicar. Preocupado porque su teoría iba contra el saber aceptado de la
época, Copérnico quiso no obstante publicar sus tablas de los movimientos de los planetas, pero lo que no hizo fue
mencionar la teoría que las respaldaba. Cuando llevó a Rheticus, luterano, a casa de su único verdadero amigo,
Tiedemann Giese, obispo de una diócesis vecina, su amigo y su discípulo trataron de convencerlo de la importancia
de que publicara tanto sus tablas como sus opiniones.

Por último se alcanzó un compromiso; Rheticus escribiría un libro explicando las ideas de Copérnico, a
quien sólo lo mencionaría por su nombre de pila y su lugar de nacimiento. Rheticus escribió así una carta e hizo que
se imprimiera, esta incluía comentarios astrológicos y bíblicos, y la envió a unas cuantas personas. Ahora que había
expuesto la teoría, aumentaron las presiones sobre Copérnico para que publicase todos sus descubrimientos. Al
final cedió. Rheticus consiguió un nuevo puesto en la Universidad de Leipzig y abandonó el proyecto de impresión
del tratado. Tal vez se sintiera alejado de Copérnico, pues en los agradecimientos del libro, que sin duda Rheticus
vio, Copérnico omitía mencionar al hombre que más le había ayudado. De modo que Rheticus traspasó la
responsabilidad de imprimirlo a Andreas Osiander quién, sin una autorización expresa de Copérnico y sin firmarlo,
agregó un prólogo al libro en el que expresa que el sistema heliocéntrico es un artificio útil para el cálculo de
posiciones planetarias, pero no es necesario que sea cierto, ni siquiera probable.

Su libro, "De revolutionibus orbium coelestium" (de las revoluciones de las esferas celestes), es
usualmente concebido como el punto inicial o fundador de la astronomía moderna, además de ser una pieza clave
en lo que se llamó la Revolución Científica en la época del Renacimiento. Se tardó un año en acabar la impresión
del volumen, tiempo durante el que Copérnico tuvo un ataque de apoplejía y quedó parcialmente paralizado. El
primer ejemplar impreso del libro, que estaba dedicado al papa, llegó al castillo de Frauenburg el 24 de mayo de
1543.
Aquel mismo día, un poco más tarde, Nicolás Copérnico murió. En el año 2005 han encontrado su
esqueleto debajo al altar principal de la catedral de Frombork. Luego de que científicos polacos y suecos realizaran
un análisis genético comparando dos cabellos encontrados en uno de sus libros con un diente se determinó que
efectivamente se trataba de Nicolás Copérnico. A raíz de ese descubrimiento el grupo de investigadores ha
realizado una reconstrucción digital de cómo puede haber sido Copérnico. Los resultados muestran el rostro de un
hombre con nariz aguileña, ojos hundidos y una cicatriz en la frente, justo por arriba de la ceja derecha.

Principales ideas y teorías.

Aristarco de Samos, El autor de la teoría heliocéntrica

Aristarco de Samos nació en Grecia en el año 310 a.C. y murió en el 220 a.C. Es poco lo que se conoce de
su vida, sus hipótesis sobre el universo se han extraído a partir de las referencias hechas por otros autores después
de su muerte. De lo que se conoce de los pensamientos sobre el cosmos se puede resumir que: Fue uno de los
primeros en promulgar la teoría Heliocéntrica; Comenzó a medir la distancia y comparar los tamaños relativos en la
cosmología utilizando la trigonometría. Explicó los movimientos de rotación y traslación terrestres; dedujo que la
órbita de la tierra se encuentra inclinada; Amplio el tamaño del universo conocido - aunque con un gran margen de
error ya que calculó que el Sol era 19 veces más grande que la Luna y se encontraba 19 veces más lejos,
actualmente se sabe que es 400 veces más grande y esta 400 veces más lejos. Pudo asumir que el Sol era una
estrella más de las que se observan en el cielo.

Desafortunadamente solo una de las obras de Aristarco nos ha llegado a los tiempos modernos (Sobre las
magnitudes y las distancias del Sol y de la Luna) y aunque la mayoría de sus ideas se conocen a través de terceros
se puede decir de este personaje fue uno de los que se ha presentado más avanzado a su época.

Teoría Geocéntrica

Claudio Ptolomeo era un egipcio de Alejandría que vivió en torno al año 150 d.C, recopiló y organizó las
teorías de los pensadores anteriores.
La teoría de Ptolomeo, elaborada en el siglo II d.C., mantenía que la Tierra está inmóvil y se encuentra en
el centro del Universo; el astro más cercano a la Tierra es la Luna y según nos vamos alejando, están Mercurio,
Venus y el Sol casi en línea recta, seguidos sucesivamente por Marte, Júpiter, Saturno y las llamadas estrellas
inmóviles. Posteriormente, los astrónomos enriquecieron este sistema con una novena esfera, cuyo movimiento se
supone que lo causa la precesión de los equinoccios. También se añadió una décima esfera que se pensaba que era
la que conducía a los demás cuerpos celestes. Para explicar los diversos movimientos de los planetas, el sistema de
Ptolomeo los describía formando pequeñas órbitas circulares llamadas epiciclos, los centros de los cuales giraban
alrededor de la Tierra en órbitas circulares llamadas deferentes. El movimiento de todas las esferas se produce de
oeste a este.
Hasta Copérnico el movimiento de los cuerpos celestes se explicaba mediante el sistema de Ptolomeo.

Principal Teoría.

Para poder explicar los distintos movimientos del Universo Copérnico se planteó que, en vez de ser las
esferas las que giraban alrededor de la Tierra, podría ocurrir que la Tierra girara alrededor de su eje una vez al día.
Idea que no era demasiado original porque se les había ocurrido antes a otros. Sin embargo, la verdadera
aportación de Copérnico fue la de proponer que la Tierra no era el centro del mundo, sino que la Tierra y todos los
demás planetas se movían describiendo círculos alrededor del Sol. Este nuevo modelo permitía explicar fácilmente
el aparente movimiento de avance y retroceso que describen los planetas en el firmamento. De esta manera pudo
desecharse la teoría de Ptolomeo con toda su carga de complicación y los reajustes que había sufrido. A partir de
ese momento, los navegantes y los astrónomos disponían de un método mucho más sencillo para realizar sus
cálculos. Bastaba suponer que la Tierra y los demás planetas giraban alrededor del Sol.
Las ideas principales de su teoría son:
1. Los movimientos celestes son uniformes, eternos, y circulares o compuestos de diversos ciclos (epiciclos).
2. El centro del universo se encuentra cerca del Sol.
3. Orbitando el Sol, en orden, se encuentran Mercurio, Venus, la Tierra y la Luna, Marte, Júpiter, Saturno
4. Las estrellas son objetos distantes que permanecen fijas y por lo tanto no orbitan alrededor del Sol.
5. La Tierra tiene tres movimientos: la rotación diaria, la revolución anual, y la inclinación anual de su eje.
6. El movimiento retrógrado de los planetas es explicado por el movimiento de la Tierra.
7. La distancia de la Tierra al Sol es pequeña comparada con la distancia a las estrellas.

“u o ra: De revolutio i us or iu oelestiu : las revolu io es de las esferas celestes.

Durante veinte años al menos, Copérnico debió atender a la administración de bienes y servicios de la
diócesis, llevar a cabo intensas gestiones diplomáticas y además de todo eso, observó el cielo, anotó
pacientemente posiciones del Sol, días y horas de eclipses, ocultaciones y conjunciones, y comprobando
pacientemente y de forma minuciosa cada dato o o ido fue ela ora do su o ra ag a, el De Revolutio i us .
Sólo utilizó tres instrumentos: el Cuadra te, el Astrola io y el i stru e to paralá ti o . Con ellos, desde su torre,
observó Sol, Luna y estrellas durante esos años. La última observación que utiliza en
el De Revolutio i us es del de Marzo de 5 9 y lo es del planeta Venus. Por
entonces debía estar finalizando su redacción y tenía ya 56 años.

El trabajo en sí estaba dividido en seis libros:

1. Visión general de la teoría heliocéntrica, y una explicación corta de su concepción


del mundo.
2. Básicamente teórico, presenta los principios de la astronomía esférica y una lista de
las estrellas (como base para los argumentos desarrollados en libros siguientes).
3. Dedicado principalmente a los movimientos aparentes del Sol y a fenómenos
relacionados.
4. Descripción de la Luna y sus movimientos orbitales.
5. Explicación concreta del nuevo sistema.
6. Explicación concreta del nuevo sistema (continuado).

Movimiento de los planetas en la Teoría heliocéntrica:

Copérnico propuso una teoría nueva colocando al Sol en el centro


del sistema planetario, sostenía que los planetas giraban alrededor del
mismo en órbitas circulares, al igual que lo estipulaba el modelo
geocéntrico de Ptolomeo, con la diferencia de que en el último el Sol
orbitaba la Tierra. Por esta razón, si bien los cálculos matemáticos para
predecir el movimiento de los astros se había simplificado notablemente
con la teoría de Copérnico, éstos no arrojaban aún resultados exactos y
precisaban de numerosas correcciones y combinaciones de círculos.
Adquiriría un grado de exactitud más preciso, con cálculos más simples,
recién en 1609, cuando el astrónomo alemán Johannes Kepler (1571-
1630) reformuló la teoría, sugiriendo que la trayectoria de los planetas no
era circular, sino elíptica.
Si bien no se puede considerar a Copérnico ni como descubridor
del heliocentrismo ni como desarrollador verdadero de la teoría, sí
cumplió una función crucial como inspirador para los científicos que le
sucederían. La verdadera revolución aún habría de venir, cuando otros
científicos como Galileo Galilei, Johannes Kepler o René Descartes iniciasen otros debates sobre el tema, que
llevarían a replantear la epistemología, la filosofía e incluso la teología. En efecto, fueron las observaciones de
Galileo de los satélites jovianos las que constituyeron una prueba contundente que inclinaría la balanza a favor de
la revolución copernicana.

¿Qué implico la teoría de Copérnico?


Poner en tela de juicio que el hombre está en el centro del Universo para contemplarlo significaba ir en
contra del más grande de los ideales: el de la contemplación por parte del hombre de la majestuosidad de los cielos
hechos por Dios. La importancia de la obra de Copérnico es ser una obra revolucionaria, precursora de grandes
cambios científicos. Dicho carácter revolucionario no está sólo en sus escritos sino en poner en marcha unos
caminos que romperán las barreras del pensamiento. No debemos olvidar que la obra de Copérnico sigue ligada al
Mundo Antiguo, ya que
ciertas premisas platónicas siguen vigentes en su pensamiento como los dos grandes principios de uniformidad y
circularidad. Sin embargo con su obra se afianza otra gran idea propia de la modernidad: la naturaleza va perdiendo
su carácter teológico, el hombre ya no es el centro del universo, sino que Copérnico le desplaza a una posición
móvil, como la de cualquier otro planeta. A partir de Copérnico se desencadena la idea de que el hombre ahora
está gobernado por su Razón, que será la facultad del ser humano que hace que tome parte en el ordenamiento del
Universo. Así el hombre pasa a ser un ser autónomo que basa dicha autonomía en su capacidad de raciocinio. La
razón humana puede ahora apoderarse de la Naturaleza: dominarla y controlarla. Así el hombre deja de ser el
centro físico del Universo para convertirse en el centro racional del Universo. A partir de ahora nos enfrentamos al
mundo, no contemplándolo, sino construyendo hipótesis a través de las capacidades del hombre, que contrastadas
con la naturaleza se podrán dar por válidas o no.
En este caso particular, Copérnico tuvo en contra al cristianismo de la época que hizo suyos los
presupuestos aristotélicos del mundo antiguo. Aristóteles escribió de teoría literaria, política, ética, metafísica,
lógica, meteorología, física, biología, astronomía, Etc. y todo ello integrado coherentemente, lo que hacía muy
difícil atacar una parte sin atacar al todo. A la vez, permitía, por esa misma razón, dejar de lado pequeñas
dificultades que pudieran surgir en aspectos parciales. Esa es la razón fundamental de su permanencia como visión
del mundo a lo largo de dos mil años. Si además se añade que, tras su descubrimiento por parte del mundo
medieval, este sistema fue cristianizado y asumido por la Iglesia católica a través de la obra de Santo Tomás de
Aquino, comprenderemos mejor la resistencia que opuso a su superación y hasta qué punto determinó, no sólo la
historia de la astronomía, sino de la ciencia y de la cultura.

Defensores de las teorías de Copérnico

La mayoría de astrónomos y filósofos de la época se negaron a creer las investigaciones de Copérnico hasta mitad
del siglo XVII. El siglo XVII fue una época de extraordinaria renovación de la astronomía, la edad de oro de los
observadores del cielo, en la que serán confirmadas y completadas las concepciones que Copérnico había
defendido durante el siglo XVI. Las supervivencias escolásticas serán eliminadas poco a poco. Por otra parte, se
descubrirán instrumentos de observación nuevos. La geografía, el arte de la navegación, la geodesia, la física se
beneficiará de los progresos de la astronomía y de sus novedades instrumentales. Las figuras que abren el umbral
de la revolución astronómica del siglo XVII fueron Kepler, Galileo y Newton.

Galileo Galilei

Galileo nació en Pisa (Italia) en 1564, estudió Medicina en las universidades de Florencia, Pisa y Padua. Recibió una
sólida formación matemática y se interesó por los problemas físicos, llegando a formular la "Ley del Péndulo".
Conocía la Teoría Heliocéntrica de Copérnico y la compartía, pero no la defendía públicamente pues sabía
que las autoridades eclesiásticas y científicas sostenían la Teoría Geocéntrica (ptolemaica).
Cuando tomó conocimiento, en 1609, de la invención de lentes ópticas por parte de científicos holandeses,
concibió el proyecto de aplicar esta tecnología para optimizar la observación de las estrellas y él mismo lo llevó a la
práctica construyendo un telescopio. Gracias a la utilización del telescopio pudo descubrir que la superficie de la
Luna no era lisa y uniforme, como se creía, sino despareja, con cráteres y montañas, así como la superficie de la
Tierra, la cual está alterada por todas partes con elevadas montañas y profundos valles." Descubrió, además, que
Júpiter tenía satélites que giraban a su alrededor; que el Sol tenía manchas móviles oscuras y que la Vía Láctea
estaba formada por un inmenso número de estrellas.
Galileo expuso estos descubrimientos en su obra Sidereus Nuncios ("Mensajero Sideral", 1610). Siguiendo
esta línea de investigación, Galileo intentó demostrar que las leyes que rigen el movimiento de los cuerpos celestes
son las mismas que rigen el movimiento de los objetos en la Tierra, tarea que sería completada luego por Newton.
Dedujo además, a partir del movimiento de las manchas solares, que el Sol giraba sobre su eje; y, por otro lado, que
la Luna no era por sí misma luminosa sino sólo en cuanto reflejaba la luz del Sol.
Respaldado por sus observaciones, Galileo comenzó a defender públicamente el heliocentrismo de
Copérnico. En 1611 presentó su telescopio ante la corte papal, causando gran impresión. De todos modos, los más
acérrimos defensores de la física aristotélica y de la cosmología de Ptolomeo se opusieron fuertemente a sus
afirmaciones. Corría el año 1633, La Congregación del Santo Oficio lo encontró culpable por haber puesto el
imprimatur a su obra sin permiso y de contradecir el geocentrismo sostenido por las Sagradas Escrituras y la
Filosofía. Ante la presión, Galileo se vio obligado a renegar de su heliocentrismo y a declararse partidario de la
cosmología clásica.
Se ha considerado a Galileo como el "Padre de la Física Moderna". Él elaboró y probó toda una
metodología nueva para esta ciencia, basada en el enunciado de principios generales, formulados
matemáticamente, a partir de una rápida inducción, de los cuales deducía consecuencias que comprobaba
experimentalmente. Esta combinación de método hipotético-deductivo y experiencia actuó como paradigma para
quienes cultivaron esta ciencia después de él.

Johannes Kepler

Johannes Kepler nació en 1571 en el ducado alemán de Wurttemberg. A partir de 1589 estudió Teología en la
Universidad de Tübingen.
En 1594 marchó de Tübingen a Graz, en Austria, donde ejerció la docencia en la Universidad como
Profesor de Aritmética, Geometría y Retórica, dedicando sus tiempos libres a la Astronomía. Allí, durante 1597, y
ese mismo año publicó Mysterium Cosmographicum, dejando constancia de las ventajas que desde el punto de
vista geométrico ofrecía la Teoría Heliocéntrica. Por ese entonces aún consideraba que las órbitas planetarias eran
circulares.
Tycho Brahe, un profesor de Kepler, mantenía un sistema combinado, heliocéntrico y geocéntrico. Kepler
redujo sus descripciones geocéntricas al heliocentrismo. A pesar de ello, seguía encontrando graves desacoples
entre el desplazamiento que, según sus cálculos, los cuerpos celestes debían realizar y el que efectivamente
realizaban. Esta situación lo llevó a pensar que, siendo el Sol el agente que ejerce la fuerza que hace girar a los
planetas a su alrededor, al aumentar la distancia entre un planeta y el Sol, la velocidad de su desplazamiento debía
disminuir. Para afirmar esto tuvo que rechazar la milenaria concepción de las órbitas circulares.
En 1609 publicó su obra Astronomía Nova, dedicada a exponer sus cálculos sobre la órbita de Marte. En
ella expone dos de sus tres famosas "leyes del movimiento de los planetas", hoy llamadas "leyes de Kepler": los
planetas giran en órbitas elípticas con el Sol en uno de sus focos y lo hacen con mayor velocidad cuanto más cerca
del Sol se encuentran (recorren áreas iguales en tiempos iguales).
En 1610 publicó Dissertatio cum Nuncio Sidereo, sobre las observaciones de Galileo y, al año siguiente,
realizó sus propias observaciones de los satélites descriptos por el italiano con la ayuda de un telescopio,
publicando los resultados de dichas observaciones en su obra Narratio de Observatis Quatuor Jovis Satellitibus.
A pesar de sus descubrimientos, Kepler no estaba satisfecho. Convencido de que la armonía y la
simplicidad gobiernan el Universo, pretendía encontrar una relación simple entre los tiempos de revolución de los
planetas (períodos orbitales) y su distancia al Sol. Más de nueve años le tomó encontrar esta relación y formular su
tercera ley del movimiento de los planetas: el período es proporcional al semieje mayor de la elipse elevado a 3/2.
En 1619 publicó Harmonice mundi, obra en la que hizo pública su tercera ley: la relación lineal entre el
cubo de la distancia promedio de un planeta al Sol y el cuadrado de su período de revolución. Dice Kepler, en el
libro V de esta o ra: "[…] he demostrado que la órbita de un planeta es elíptica, y que el Sol, la fuente del
movimiento, está en uno de los focos de esta elipse. Resulta así que cuando el planeta ha completado un cuarto de
su circuito total, comenzando en el afelio, está a una distancia del Sol exactamente igual al promedio entre la
distancia máxima en el afelio y
la dista ia í i a e el perihelio. […] los períodos de revolu ió de dos pla etas cualesquiera son entre sí como
los cubos de las raíces cuadradas de sus distancias medias. Se debe tener en cuenta, sin embargo, que el promedio
aritmético entre los dos diámetros de la órbita elíptica es un poco menor que el diámetro mayor. Así, si se toma la
raíz cúbica del período, por ejemplo, de la Tierra, que es un año, y del período de Saturno, de treinta años, y se
eleva al cuadrado el cociente, se obtiene la razón exacta de las distancias medias del Sol a la Tierra y a Saturno."
En 1621 publicó Epitome astronomiae copernicanae, reuniendo todos sus descubrimientos, obra que
ayudó a difundir el heliocentrismo copernicano durante la primera mitad el siglo XVII. En 1625 publicó las "Tablas
Rudolfinas", tablas del movimiento planetario basadas en los datos de Brahe que reducían notablemente los
errores de las tablas anteriores respecto de la posición de los planetas.

Isaac Newton

Nacido en Woolsthorpe (Inglaterra) en 1642, se formó en Cambridge. Su mayor aportación la hace en


astronomía, donde realiza importantes aportaciones al conocimiento de la mecánica celeste, como los principios de
inercia, la teoría de la atracción universal, el principio de acción y reacción, etc. Sus teorías aparecen recogidas en
su libro "Principios matemáticos de Filosofía natural", de 1787. Falleció en Londres en 1727. La culminación de la
revolución astronómica del siglo XVII estuvo representada por los trabajos de Newton. La originalidad del
pensamiento newtoniano reside en que desarrolló plenamente el cálculo de las fuerzas centrífugas, dedujo del
movimiento de los planetas la intensidad de las fuerzas centrípetas, que contrapesan las centrífugas para que los
astros se mantengan permanentemente en su órbita. De ese modo, halló que el Sol atrae a los planetas en razón
inversa del cuadrado de la distancia de los mismos respecto a aquél y, finalmente, aportó a la astronomía un nuevo
instrumento de observación: el telescopio de reflexión.

Contexto histórico

Tras la filosofía tomista s. XIII (edad Media) hasta Descartes s. XVII (edad Moderna) transcurren cuatro
siglos en los que se tiende a criticar a la escolástica y se impulsa la observación y la experimentación. Se dan tres
factores fundamentales: el humanismo, la reforma protestante (conlleva a una contrarreforma católica) y la
ciencia. En estos siglos se sientan las bases de la ciencia, destacan Copérnico, Galileo, Kepler, Newton...
Para aclarar el texto anterior, resulta necesario describir la palabra escolástica:
La escolástica fue la corriente teológico-filosófica dominante del pensamiento medieval, tras la patrística de la
Antigüedad tardía, y se basó en la coordinación entre fe y razón, que en cualquier caso siempre suponía la clara
sumisión de la razón a la fe (Philosophia ancilla theologiae -la filosofía es esclava de la teología-). Pero también es
un método de trabajo intelectual: todo pensamiento debía someterse al principio de autoridad (Magister dixit -lo
dijo el Maestro-), y la enseñanza se podía limitar en principio a la repetición o glosa de los textos antiguos, y sobre
todo de la Biblia, la principal fuente de conocimiento, pues representa la Revelación divina; a pesar de todo ello, la
escolástica incentivó la especulación y el razonamiento, pues suponía someterse a un rígido armazón lógico y una
estructura esquemática del discurso que debía exponerse a refutaciones y preparar defensas.
La reforma de inicios de s. XVI será una profunda crisis en la iglesia como formación. La iglesia se
caracterizaba por el acumulamiento de cargos y dinero. Comienza a dividirse el alto del bajo clero. Esto contrasta
con la fe del pueblo creyente y de algunos religiosos que querían otro tipo de iglesia. Aparece Martín Lutero (1483
– 1546), y provoca una ruptura por la existencia de los cargos eclesiásticos, que al final es excomulgado por la
iglesia. El luteranismo se extiende sobre todo por Alemania.
Lutero inauguró la doctrina teológica y cultural denominada luteranismo e influyó en las demás tradiciones
protestantes. Su exhortación para que la Iglesia regresara a las enseñanzas de la Biblia impulsó la transformación
del cristianismo y provocó la Contrarreforma, como se conoce a la reacción de la Iglesia Católica Romana frente a la
Reforma protestante.
Por otro lado, en el s. XIV hay dos hechos: el desarrollo de la burguesía que acaba con el feudalismo y el
primer humanismo italiano. En el terreno cultural, el humanismo es un movimiento intelectual, filológico, filosófico
y artístico europeo estrechamente ligado al Renacimiento cuyo origen se sitúa en el siglo XIV en la península Itálica
(especialmente en Roma, Venecia y Florencia). Retoma el antiguo humanismo griego del siglo de oro y mantiene su
hegemonía en buena parte de Europa hasta fines del siglo XVI, cuando se fue transformando y diversificando a
merced de los cambios espirituales provocados por la evolución social e ideológica de Europa, fundamentalmente
al coludir con los principios propugnados por las Reformas (luterana, calvinista, etc.), la Contrarreforma católica, la
Ilustración y la Revolución francesa del siglo XVIII.

Los escritores representativos fueron (Petrarca, Boccacio y Dante), quienes fueron los precursores. El humanismo
se extiende por Europa. Propugnaba, frente al teocentrismo de la teología escolástica medieval y el canon
eclesiástico de prosa (que imitaba el pobre latín tardío de los Santos Padres y el simple vocabulario y sintaxis de los
textos bíblicos traducidos) el antropocentrismo y los studia humanitatis, una formación íntegra del hombre en
todos los aspectos fundada en las fuentes clásicas grecolatinas, muchas de ellas recién descubiertas entonces,
gracias por una parte al trabajo de traductores como Averroes y por otra a la infatigable búsqueda de manuscritos
por eruditos humanistas en los monasterios de toda Europa. Este era un latín más puro, brillante y genuino.
En consecuencia el humanismo debía restaurar todas las disciplinas que ayudaran a un mejor
conocimiento y comprensión de estos autores, a los que se consideraba un modelo de humanidad más puro que el
contaminado por la viciosa Edad Media, para recrear las escuelas de pensamiento filosófico grecolatino e imitar el
estilo y lengua de los escritores clásicos, y por ello se desarrollaron extraordinariamente la gramática, la retórica, la
literatura, la filosofía moral y la historia, ciencias ligadas estrechamente al espíritu humano, en el marco general de
la filosofía: las artes liberales o todos los saberes dignos del hombre libre frente al dogmatismo cerrado de la
teología, expuesto en sistemáticos y abstractos tratados que excluían la multiplicidad de perspectivas y la palabra
viva y oral del diálogo y la epístola.
Ocurre un cambio en la organización política y se impone el poder real e imperial frente al feudal. Desde la
llegada del Renacimiento, el comercio colonial, de una parte, y la Reforma, de otra, favorecieron el desarrollo de la
burguesía comerciante y la llegada del capitalismo. Hasta finales del XVIII la burguesía se encontró frenada por la
rigidez de la sociedad estamental, la política nacional absolutista y las limitaciones de acceso al poder También
hubo un cambio de economía, el campesinado emigro a las ciudades, se produjo un auge del comercio marítimo. La
organización social de la época se divide en cuatro estamentos (nobleza, clero, burguesía y campesinado).
Otro acontecimiento de gran importancia ocurrido en el s. XV fue el descubrimiento de América. Se trata
de uno de los momentos cumbres de la historia universal porque significó el encuentro de dos mundos humanos
que se habían desarrollado independientemente, sin que ninguno conociera la existencia del otro. El
descubrimiento se produce con la llegada a América de un grupo de expedicionarios al mando de Cristóbal Colón el
12 de octubre de 1492. Apoyado por la monarquía española, organizó un viaje de exploración que lo condujo a la
costa americana.
Las consecuencias de este encuentro entre dos mundos fueron dramáticas para los nativos americanos,
llegando producirse la muerte de millones de personas (guerras, esclavitud y, sobre todo, enfermedades) y la
desaparición de culturas. La llegada de Cristóbal Colón supuso el comienzo de la conquista de América, cuya
primera campaña fue la de Cuba por Velázquez, a la que siguió la del Imperio Mexicano por Cortés, la del Inca por
Pizarro, etc., hasta su finalización definitiva tras los decretos de Felipe II de abolición de la conquista. A partir de
aquí comenzará la llamada colonización de América, abierta por holandeses, franceses, etc., cuya diferencia radica
en el hecho de no establecerse por campañas, sino por factorías de interés comercial (contrario a la Monarquía
Hispánica, con deseos de crear otras Españas en todos los sentidos, tanto jurídicamente, administrativamente, etc.)
La llegada de Colón a América causó también una gran expansión de la navegación y el comercio entre
pueblos que se volvió mundial. El activo comercio y colonización de América y otras zonas geográficas por parte de
los países europeos aportó el conocimiento y la descripción de numerosos lugares, rutas y antecedentes de
culturas exóticas desconocidas hasta esa época.
Es en este contexto que aparece Nicolás Copérnico como el científico que intenta explicarlo todo por la
razón y la experiencia (heliocentrismo en contra de geocentrismo).
Desde el siglo XVI el conocimiento humano del mundo se amplió constantemente y muchos descubrimientos
científicos se realizaron y tuvieron influencia en esta época. Las investigaciones que Galileo realizó sobre los
planetas justifican las teorías de Copérnico. Este astrónomo polaco maduró su teoría sobre el movimiento de los
planetas alrededor del sol y no de la tierra como hasta entonces se creía, su obra fue publicada en 1543 pero no fue
completamente aceptada hasta después del 1600, lo que influyó netamente en la visión que tenía de la tierra el
hombre de esa época. La religión tuvo una gran influencia en las características de esta época. La Iglesia católica
debía demostrar su poder por lo cual se convierte en uno de los mecenas más importantes. La contrarreforma es
lanzada a combatir el protestantismo y a la vez esta marca un claro sentido a la propagación de la fe, y busca los
medios para lograrlo.

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