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Universidad de Costa Rica

Sede del Caribe


Escuela de Estudios Generales

Curso Integrado de Humanidades II

Examen de Filosofía

Tema:
El Heliocentrismo

Integrantes:
Francisco Barrios Chaves B60983
Andrea Rojas Valerin B76787
Claudia Rivera López B65893
Jocksan Corrales B62168
Juan Grajal Benavides B6

Profesor:
Calixto Huanca Cárdenas

Segundo semestre, 2017


Introducción

El heliocentrismo
Aunque se cree que la teoría heliocéntrica nace con Nicolás Copérnico en 1582
(Guerrero, 2004, pág. 106), esta inició en el siglo V antes de Cristo en la escuela Pitagórica,
sin embargo, no es hasta el siglo III a.C. que Aristarco de Samos propone un modelo del
mundo centrado en el sol, esto debido a cálculos previos hechos por él. (Guerrero, 2004,
pág. 105)

Nuestro trajo está basado bajo este modelo heliocéntrico que no sólo fue propuesto por
Aristarco, Copérnico o Kepler sino por muchas otras personas que, por miedo a que la
iglesia católica hubiese tomado su investigación por herejía y los fuese condenado a la
muerte, decidieron no darlas a conocer al público o no en ese momento.

Nuestro objetivo es poder mostrar y explicar de una manera más sencilla y entendible esta
teoría heliocéntrica, donde buscamos acaparar o aclarar todas las duda existentes acerca de
este tema.

A continuación presentaremos la definición y origen del heliocentrismo, así como


subtemas e ideas centrales del tema, aspectos positivos y negativos y una comparación de
nuestra opinión con varios autores.
Definición y Origen del Tema

El heliocentrismo es un modelo o teoría astronómica que explica el movimiento de


diversos cuerpos celestes y muchos fenómenos que pasan en el universo, tomando como
centro de todo, el sol. (“Teoría heliocéntrica - EcuRed, 2017)

El heliocentrismo surge aproximadamente en el año 270 a.C. con Aristarco de Samos,


pero no se le dio importancia debido a que el geocentrismo estaba completamente arraigado
en todo el mundo, apoyado por las teorías eclesiásticas de una tierra estática, centro de todo
(Mulero Gonzáles, Segura Abad & Sepulcre Martínez, 2014, p. 117). Pero no es hasta el
siglo XV y XVI cuando surge nuevamente la teoría heliocéntrica, durante el movimiento
renacentista de Europa Occidental, dispuesta a romper todos los dogmas impuestos por los
antiguos y por lo que se llamó la Santa Inquisición. Esta teoría, gracias a Copérnico, que a
sus estudios y cálculos logró demostrar, una vez más, de una manera más precisa, que la
tierra no era un lugar privilegiado, que no éramos el centro del universo, sino solo un
cuerpo más girando alrededor de un astro superior, el sol. A partir de ese momento, aunque
muchos no lo creían, estábamos entrando en una nueva cosmovisión, en una nueva manera
de entender el mundo, quitándole al mundo una venda que había tenido por más de un
milenio. Aunque muchos en ese entonces no apoyaban esta nueva teoría, actualmente
podemos observar que el geocentrismo, este modelo que había cegado a la humanidad por
mucho tiempo, había sido destruido desde ese entonces, dándonos hoy un nuevo
conocimiento del mundo, infinito, y abriendo paso al descubrimiento de nuevas teorías
como la de la gravitación universal de Isaac newton y la de la relatividad de Einstein, y
cabe mencionar que ambas teorías están basadas en una modelo heliocéntrico, encajando
con los que por cientos de años se había tomado como una idea descabellada, loca o que
simplemente no tenía las pruebas necesarias para ser verídica. (“Del geocentrismo al
heliocentrismo | La guía de geografía, 2008)

Otros de los grandes representantes de esta teoría fue Johannes Kepler, quién logró
adjuntar nuevos conocimientos a la teoría de Copérnico. Nicolás Copérnico aunque había
impulsado el surgimiento del heliocentrismo, tenía varios errores en sus hipótesis que
pronto, en 1609, con la publicación de su obra: astronomía Nova, Kepler ayudó a resolver.
Nicolás creía que los planetas giraban alrededor del sol a través de órbitas circulares, sin
embargo, Kepler, en su primera ley, menciona que las orbitas no son precisamente
circulares, sino que tienen forma elíptica, pero que algunas tienen una excentricidad tan
baja que parecía que fueran circulares aunque no fuese así (Serway & Jewett, 2008, p 367 -
368). Otros de los errores de Copérnico fue el declarar que los planetas tenían un
movimiento circular uniforme alrededor del sol, pero, Johannes en su segunda ley nos dice
que no es así, el destaca que el movimiento de los planetas alrededor de la estrella era un
movimiento acelerado, teniendo su máxima velocidad en el punto más cercano a esta y
teniendo su mínima velocidad en el punto más alejado. (Serway & Jewett, 2008, p. 368 –
369)

Aunque hoy la teoría heliocéntrica es la más verídica y aprobada, no es de extrañar que


todavía hayan personas que crean que la tierra sigue siendo el centro del universo, y aunque
cueste trabajo afirmarlo, no somos seres privilegiados como creíamos, todo lo contrario,
somos uno de cientos de planetas y estrellas y galaxias, solo una pequeña parte de un
universo infinito y no sólo porque nosotros lo decimos, muchos científicos están de acuerdo
con esto.
Propuesta central del Heliocentrismo

La aparición de la ciencia moderna es uno de aquellos fenómenos que ha interesado tanto a


científicos como a historiadores de la ciencia, filósofos de la ciencia y actualmente a los
sociólogos de la ciencia.

El proceso de consolidación de la ciencia moderna como, en particular, se torna


supremamente rico puesto que en él no sólo intervienen elementos internos de la disciplina,
en el caso de la ciencia moderna serían la matemática, la física y la astronomía, que se
encuentran emparentado con elementos externos: filosóficos, religiosos, sociológicos y
culturales.

Se consideró dos los principios que sustentan la teoría geocéntrica: el principio de


circularidad y uniformidad, y el principio de diferencia entre mundo terrestre y celeste.
Estos dos principios conlleva la caída del geocentrismo y la instauración del heliocentrismo
en donde el mundo se hace infinito, no hay una distinción entre mundo terrestre y celeste, y
no se privilegia el movimiento circular uniforme.

En las investigaciones se han encontrado que se cometen errores en la evolución histórica.


Algunos pueden considerarse simplificaciones necesarias u omisiones, pero en algunos
casos nos hallamos ante evidentes injusticias históricas o absurdas carentes de todo
fundamento.

Nicolás Copérnico se hizo famoso por su teoría heliocéntrica, y por sus aportes se investigó
toda su vida personal y descubrimientos pero sin embargo otros personajes como Kepler,
Ticho Brahe, Galileo, Newton entre otros, todos los aportes son importantes para analizar
los resultados que se obtienen en la actualidad.
Este gran personaje del helio centrista era matemático, astrónomo, jurista, físico, clérigo
católico, gobernador, administrador, líder militar, diplomático y economista. Además de
sus extensas responsabilidades, la astronomía figuraba como poco más que una distracción.
Se mencionan sus teorías y obras que lo hicieron una pieza clave para la Revolución
Científica en la época del Renacimiento. Hoy se conoce como Revolución Copernicana es
la formulación de la teoría heliocéntrica, según la cual, la Tierra y los otros planetas giran
alrededor del Sol.

Principales Exponentes del Heliocentrismo

Aristarco de Samos (310 – 230 a.C.)


Fue el primero en mostrar un mundo diferente, un mundo trasladándose alrededor del sol,
tanto la tierra como los demás planetas. Es el primero en asignarle los movimientos de
traslación y rotación al planeta, y es el primero en calcular las distancias relativas de tierra-
sol y tierra-luna tomando medidas del diámetro de la tierra y la luna durante un eclipse
lunar. (Martínez et al., 2011, p.27).

Nicolás Copérnico (1473 – 1543)


De nacionalidad Polaca, escribió su obra más famosa: De Revolutionivus orbium coelestium
(“La Revolución de los cuerpos celestes), que no fue hasta poco tiempo después de su
muerte que fue publicada. Copérnico tenía miedo de mostrar su obra debido a ser
condenado de hereje. Esta obra desafiaba drásticamente las teorías de un mundo
geocéntrico propuesta por el famoso filósofo Aristóteles y por Ptolomeo en el siglo II d.C.,
quienes expusieron que tanto el sol como la luna y los cinco planetas, que hasta entonces se
habían descubiertos, giraban en torno a una tierra estática a través de órbitas perfectamente
circulares y a velocidad uniforme (Ruiz Zúñiga & Barrantes Campos, 1997, p. 57-59).
Aunque el modelo copernicano no se deshace de la uniformidad (Movimiento circular
uniforme de los planetas) ni de la circularidad (órbitas circulares de los planetas), con tan
solo cambiar la perspectiva de la tierra estática a un sol estático con la tierra girando en
torno a él, estaba invitando a pensar que no sólo la tierra sino que también todos los
planetas lo hacían, eliminando, con esto, el modelo de Ptolomeo de los epiciclos. (Guerrero,
2004, p. 106-108).

Johanes Kepler (1571 – 1630)


Fue gran colaborador de Tycho Brahe. Kepler acaba definitivamente con los principios de
circularidad y uniformidad del geocentrismo. Al principio Johanes busca aclarar ciertas
hipótesis con respecto a la circularidad de los planetas. Él trató de relacionar las órbitas con
un sólido regular pero durante su investigación se da cuenta de que esto sería prácticamente
imposible. Kepler no se da por vencido y decide buscar sus respuestas en el principio de
circularidad pero se encuentra con que las posiciones de Mercurio, derivada de los cálculos
matemáticos no coinciden en forma significativa con los valores consignados por su
compañero Tycho Brahe. Kepler asume entonces la posibilidad de que las órbitas sean
elípticas y no circulares, comprobando la veracidad de esto a través de cálculos
experimentales, brindando así una de sus primeras leyes.
Kepler, con su primera ley, destruye el principio de circularidad y más adelante, con su
segunda ley, destruye el principio de uniformidad, exponiendo que a través de una órbita
elíptica no puede haber una velocidad constante, sino que un planeta tiene su máxima
velocidad en las cercanías del sol (en el perihelio) y su velocidad mínima en el punto más
alejado de este (en el afelio). (Guerrero, 2004, p. 109)

Galileo Galilei (1564 – 1642)


Aunque muchos no lo consideran como el creador del telescopio, si se le atribuye al ser
en primero en girar el lente de este hacia los cielos. Galileo a través de sus observaciones
llega a la misma conclusión que sus antepasados, un mundo heliocéntrico, pero se da cuenta
de algo aún más importante, que es infinito. Galilei llego a descubrir valles y montañas en
la luna, logró ver manchas en el sol, y observó hallazgos como los de los pequeños sistemas
análogos que ocurrían en Júpiter y sus lunas. (Guerrero, 2004, p. 110)
Aspectos Positivos y Negativos del Heliocentrismo.

Positivos:
1. Sirvió como bases para el nacimiento de varias teorías como la de gravitación
universal, que explica el movimiento de los planetas alrededor del sol, la relatividad
de Einstein, que explica la deformación del espacio-tiempo por parte de los planetas
en su movimiento giratorio en torno al sol.
2. Permite conocer de una manera más precisa el mundo que nos rodea, identificando,
gracias al telescopio, inventado por Galileo, un nuevo mundo, descubriendo por
ejemplo los satélites de Júpiter y muchas otras galaxias y sin fin de planetas y
diversos sistemas planetarios.

Negativos:
1. Fue la causa de cientos de muertes impartidas por la Inquisición Romana, tomando
como herejía toda idea que desafiara la idea de que la tierra era el centro de todo. El
mismo galileo Galilei fue condenado a prisión domiciliaria por haber apoyada esta
teoría y por querer publicar uno de sus libros, el cual fue quitado por la inquisición
y fue tomado como un libro prohibido.
2. Aunque esta teoría traía una nueva perspectiva del mundo, muchas personas no
quisieron aceptar que la centralidad de la tierra era un fraude. El famoso teólogo
Martín Lutero fue uno de estos, quien creía totalmente en el geocentrismo,
basándose en teorías y capítulos bíblicos que mostraban un mundo girando en torno
a la tierra.
Comparación con tres Autores

1. Heliocentrismo: German Guerrero Pino – Uxío Pérez/María Álvarez

Menciona Guerrero que NicolásCopérnico es el último antiguo y el primer moderno


en cuestiones astronómicas, fue llevado a plantear su modelo Heliocéntrico por la
diferencia de opinión con los matemáticos del momento sobre la estructura del universo y
es después de todo este proceso que propone la teoría heliocéntrica tres siglos después de
existir el efecto de la paralaje. Mientras que lo escrito por Pérez y Álvarez es que una vez
en el Renacimiento, Copérnico retomaría la propuesta de Aristarco, eliminando la
necesidad de los complicados epiciclos ptolemaicos. Su sistema sería, además de
infinitamente más simple y elegante que el de Ptolomeo, mucho más preciso a la hora de
predecir los movimientos celestes.

Este mismo ensayista escribe que en el siglo siguiente, Galileo utilizaría por primera
vez en la historia de la Humanidad un telescopio para mirar hacia los cielos, encontrando
múltiples pruebas de la veracidad de la propuesta copernicana. En algunos casos se
comenta que su hallazgo de que Venus tenía fases no tenía cabida en el sistema ptolemaico,
lo cual produciría su derrumbamiento. Mientras Guerrero dice sobre Galileo que se destaca
los aportes de Galileo quien no fuel propiamente quien descubrió el telescopio sí fue el
primero en dirigir el telescopio hacia el cielo para hacer un estudio detallado de éste, por lo
que dedicó tiempo a mejorar la potencia del telescopio. Después de tiempo de estudio al
espacio y cuerpos celestes Galileo da mayor peso a las ideas heliocéntricas defendidas por
sus antecesores.
Gracias al aporte de Galileo Galilei y a los datos observacionales de Tycho Brahe,
Kepler encontraría que las órbitas no eran en realidad circulares, sino elípticas. Por fin,
Newton daría cuenta de las causas de los movimientos celestes con su Ley de la Gravedad,
demostrando para siempre la verdad del sistema heliocéntrico. Hasta aquí la versión
tradicional que contienen los libros de texto. El escritor Pino destaca que debido a Brahe,
otro gran pesador contribuye en la observación de los factores del cielo necesario para los
trabajos en astronomía, con todo este desarrollo se completa el mapa de los cielos, se
construyen tablas astronómicas entre otros. Keppler colabora también a los avances
astronómicos, enunciando tres leyes que violan el principio de circularidad-uniformidad.
(Guerrero, 2004, P.104-110.)

2. Heliocentrismo: Jerzy Bukowski y German Guerrero Pino


Este escrito no dice que Copérnico fue instruido por la teoría musulmana a través de causes
que no se conocen exactamente. Estos descubrimientos no merman la originalidad de Copérnico. En
ninguno de los astrónomos orientales antes citados existe el más mínimo rastro de heliocentrismo, y
el mérito de ser el autor del avance más importante en la historia de la astronomía sigue
correspondiendo plenamente al autor de «De revolutionibus orbium coelestium». En definitiva, la
explicación más verosímil del nuevo sistema consiste en afirmar que Copérnico deseaba
ardientemente llegar a una cosmología que confiriera a la astronomía teórica mayor sencillez y
uniformidad que la antigua concepción geocéntrica del Universo. En especial, parecen haberle
preocupado dos fallos de la astronomía ptolemaica. En primer lugar, aunque Ptolomeo tuvo que
utilizar toda una gama de modelos geométricos para explicar los movimientos de los distintos
planetas, se vio obligado además a proporcionar a cada modelo un movimiento circular, en pocas
palabras el modelo de heliocentrismo de Copérnico era más completo y la idea era diferente a la de
los matemáticos, fue por esto se plantea esta teoría heliocéntrica. (Bukowski,1973, p.17.)

Copérnico no dejó de referirse al heliocentrismo de la Antigüedad, como si quisiera


apoyarse en una autoridad indiscutible para exponer su tesis revolucionaria. En su «De
revolutionibus» reivindica la «libertad de imaginación» que Aristarco y muchos otros se atribuyeron
para explicar los fenómenos astronómicos. Y el propio Copérnico se dejó llevar por la fuerza del
símbolo solar, afirmando que el Sol, luminaria del mundo, merece mucho más que la Tierra ocupar
el centro del Universo. Así concluía, él también, por referirse al concepto esotérico de la naturaleza
que había conducido a la astronomía a un callejón sin salida. (Bukousk, 1973, p.29.)
Tanto Kepler como Galileo discrepaban enérgicamente de una introducción anónima que se
había añadido a «De revolutionibus» en el momento de su impresión. En ella el teólogo luterano
Andreas Osiander sostenía una opinión filosófica sumamente difundida, a saber, que las teorías
astronómicas eran modelos matemáticos des¬ tinados a predecir los fenómenos astronómicos y que,
por tanto, no importaba que en definitiva fuesen verdaderas o falsas. Tal hipótesis era lógica y
coherente en sí misma, pero Kepler y Galileo estaban convencidos de que su astronomía
proporcionaba una representación verdadera del universo. (Bukousk, 1973, p.12.)

Conclusión
Bibliografía:

Antología. (2017). Filosofía de la ciencia. SEDE CARIBE. Humanidades I .UCR

Campuzano, M. (2006). Galileo Galilei Ciencia Contra Dogma. (3rd ed., p. 161). Madrid,
España: Visión Net.

Teoría heliocéntrica – EcuRed. (2017). Ecured.cu. Accesado el 16 de octubre del 2017 desde:
https://www.ecured.cu/Teoría_heliocéntrica.

Mulero González, J., Segura Abad, L., Sepulcre Martínez, J. (2014) Las matemáticas de nuestra
vida. (p. 117). San Vicent del Raspeig: Publicaciones de la Universidad de Alacant.

Del geocentrismo al heliocentrismo | La guía de Geografía. (2008). Geografia.laguia2000.com


Accesado el 16 de octubre, desde: https://geografia.laguia2000.com/general/del-
geocentrismo-al-heliocentrismo.

Serway, R., & Jewett, J. (2008). Física para ciencias e ingenierías. (7th ed., pp. 367 – 369).
México D.F.: Cengage Learning.

Martínez, V., Miralles, J., Marco, E., Galadí-Enríquez, D., & Otero-Piñeiro, D. (2011).
Astronomía Fundamental. (2nd ed., p.27). Universidad de Valencia.
Ruiz Zúñiga, A., & Barrantes Campos, H. (1997). Elementos de cálculo diferencial. (1st ed., pp.
57 – 59). San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica.

Guerrero, G. (2004). El paso del geocentrismo al heliocentrismo. El hombre y la Máquina, 22,


98 – 110, Accesado desde: https://red.uao.edu.co/bitstream/10614/199/1/T0003350.pdf

Unesco. Copérnico y la Génesis del pensamiento moderno. El correo. Abril 1973 (año XXVI) –
España. Accesado el 16 de octubre,
desde:http://unesdoc.unesco.org/images/0007/000748/074884so.pdf

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