You are on page 1of 6

Universidad Pedagógica Nacional

Facultad de Humanidades

Licenciatura en Filosofía

Estética de la Naturaleza

Trabajo Final

Estudiante: Julián David Fuentes

Profesor: Javier Merchan Basabe

10 de Febrero del 2021

Bogotá D.C
La técnica como alteración de la naturaleza

Introducción

El presente documento expondrá una concepción de la naturaleza desde un ámbito


tecnicista. Esto quiere decir, mostrar una estética de la naturaleza desde el dominio de la
técnica, enmarcada sobre los tiempos modernos de industrialización y Para esto, se acudirá
a dos soportes teóricos que abordan el asunto de la técnica a través de distintos postulados;
estos confieren, concretamente, al escrito de Heidegger La pregunta por la técnica (1994),
por un lado; y Un análisis mitologista de la construcción de la naturaleza desde la
intervención artística de espacios naturales (2013) del profesor Javier Merchan, por otro.
Siendo así, se quiere hacer un tipo síntesis de ambos textos extrayendo sus fundamentos
que más nos sirven para el desarrollo del documento; desarrollo amparado en ofrecer un
análisis crítico y reflexivo respecto a distintos entornos en que se ve validado.

Esencia de la Técnica

Se dice que la técnica, desde una descripción convencional, ha servido como un medio para
determinados fines, además de hacer del hombre un instrumentum (que confiere a una
descripción antropológica instrumental); ambos aspectos correspondidos, de modo que
refleja la voluntad y las distintas capacidades del hombre. “Querer dominar la técnica”, así
dicta el refrán de Heidegger, empero, es necesario llegar a su esencia. Aquí empieza
abordar el asunto de la técnica desde su esencialidad, lo que sugiere hablar de ella, para los
tiempos de la modernidad científica.

Se dice que, para llegar a la esencia, tenemos que buscar lo verdadero (veritas) a través de
lo correcto. Con esto se quiere decir, que en la esencia de la técnica, hay algo más allá que
un simple fin, según se dijo sobre los medios que presentan determinados fines. Y es
precisamente ciertos principios de causalidad los que nos conduce a indagar esta esencia, el
autor se refiere más a una voluntad de casualidad que provoca que el hombre actúe por
medio de la técnica. Se enseña, pues, los 4 principios causales que postuló Aristóteles:
Causa materialis, causa formal, causa final y efficiens. Cada uno nos indica,
respectivamente, materia prima, figura de la materia, el destino o fin de la misma, y el
efecto que ésta produce.
Con esto se explica específicamente, causas que derivan que un objeto sea posible, o se
produzca, a través de la mano del hombre. Ejemplo de ello, para producirse una estatua de
bronce, se necesita la materia que es el mismo bronce, luego, se le da forma a éste a través
de una escultura, posteriormente servirá de adorno para un templo, y, finalmente, como
causa efficiens, dará un efecto de adoración sobre la gente o reconocimiento del escultor
por la obra hecha. Así, pues, podemos pasar a lo que interesa el asunto de la estética de la
naturaleza: ¿Qué es lo verdadero que descansa sobre la naturaleza en la que vive el
hombre? Cuando se habla de lo verdadero, conduce inexorablemente a un estado de
desocultamiento: “La técnica no es un mero medio, es un modo de salir de lo oculto”
(Heidegger, p.5). Abórdemelo como diría el mismo Heidegger. Traer-ahí-adelante (algo, de
la naturaleza) del estado de ocultamiento al estado de desocultamiento; se trata de un salir
de lo oculto, en este caso, sacar ahí delante lo oculto que hay en la naturaleza, pero véase
esto como un crítica y no como una simple especulación.

La crítica va engendrada precisamente al modo en que se ha usado esta técnica para con la
modernidad del hombre. Pues se sigue de esto, que hay un proceso por el cual la técnica
sale a flote, y es cuando se produce un emplazamiento de la naturaleza, es decir, una
configuración sobre ella haciendo salir lo “oculto” de ella misma (que tendría que ver con
las necesidades materiales del hombre). Siendo así ¿qué es lo que nos mueve a
preguntarnos esencialmente por la técnica? Tomando en cuenta el asunto que se trata, se
responde que es la misma técnica moderna y la maquinaria que ha engendrado el hombre
sobre la naturaleza. De esto se sigue, que la técnica moderna conlleva un proceso de
consumación al largo plazo sobre la naturaleza, a saber, una estructura de emplazamiento:
provocación; energía oculta en la naturaleza es sacada a luz; hay una extracción de ella que
se transforma; se almacena el producto; se distribuye y finalmente, es reemplazado o
renovado por otro. Entre lo dicho, puede darse de ejemplo el aire es emplazado para que dé
nitrógeno, o la tierra para que dé carbón y mineral, entre otras. En este sentido, el hombre
es solicitado para emplazar la naturaleza a través de la técnica, y con esto, hacer salir de lo
oculto de ella, o, como dice el mismo autor, hacer salir lo real y efectivo para convertirlo en
existencias.
Podemos también estar hablando de una metafísica aquí, cuando: se espera que algo antes,
emergerá después. Me permito citar: “aquello que es antes en vistas al emerger que
prevalece, no se nos manifiesta a nosotros los humanos sino después. Para el hombre, lo
inicialmente temprano es lo último que se le muestra” (p.11). De esto se sique, que no se
trata de repensar el ejercicio reflexivo del pasado, sino tener disposición a lo nuevo que
puede venir, en lo que se refiere al desocultamiento; de ahí es que se evoque una nueva
imagen de la naturaleza. Así, para concluir esta parte, se considera que para tomar ese
camino de salir de lo oculto, hay una determinación entre si albergarlo u ocultarlo. El
hombre se encuentra en una encrucijada porque no se encuentra consigo mismo, ya que
obedece a la estructura de emplazamiento que invisibiliza otros modos de conocer -o darse-
su existencia, en su esencialización.

Naturaleza como instancia Prometeica

Lo siguiente a mencionar, es una reflexión que se ampara sobre la segunda referencia y que
nos enseña que hay distintas instancias en las que se vio reflejada una estética de la
naturaleza, recorriendo distintas épocas. Sin embargo, podemos decir que aún perduran
estas percepciones sobre las mismas instancias, aquí solo enfocará en la instancia Pródiga.
Esta se refiere a la época de la pre-industrialización, donde se presenta un reto para el
hombre en la configuración de distintas ciencias que han acaecido para esa temporalidad
(económicas, agrícolas, etc.). Luego de haber trazado una escisión, durante la época
oscurantista, que refleja una nueva imagen de la naturaleza “poderosa”, pero en un sentido
de ambición y explotación hacia la misma. Estamos ante una reacción simbólica y mítica
que confería la naturaleza desde un carácter contemplativo. Ahora, esta época se enfoca en
el mecanicismo, contra toda visión teológica de poderes divinos sobre la naturaleza, de
modo que se crea una “razón colectiva” que irrumpe con ese pensamiento.

Con el desarrollo de las ciudades se pasa entonces a esta instancia pródiga. Que promete un
estado de felicidad sobre la sociedad preindustrial, se atribuye el discurso del progreso
gracias la promoción de la maquinaria y nueva imagen sobre la naturaleza. En otras, es la
materialización del instinto prometeico. Este, visto como la personificación de la técnica,
ya que, teniendo en cuenta su mito, sobre el engaño a los dioses, la razón, la iluminación,
entre otras: se da paso a un desencantamiento sobre la naturaleza y sugiere un carácter más
científico y “moderno”. De esta manera, se establece una relación entre el instinto
prometeico y la esencia de la técnica.

Y esto, aun podemos verlo intacto, ciertamente, en un imaginario colectivo, en varias


sociedades del mundo industrial. Es la necesidad de urbanizar los entornos naturales, en la
inmediatez de la modernidad y su consecuente estado de superación dentro de los
estándares del progreso, esto es, el discurso del desarrollo, ha ocasionado en cierta medida
un imaginario que despierta los impulsos más vehementes del humano por querer modificar
la naturaleza

"El hombre como palacio industrial", el Dr. Fritz Kahn. El artista comparó las funciones orgánicas,
inspiradas en los grandes avances técnicos de su época, con procesos industriales o situaciones de
oficina cotidianas, para representar simplemente procesos complejos

Por lo demás, podemos concluir que la crítica va hacia el modo de darse de la ciencia sobre
la idea de modernidad, específicamente, sobre el concepto de la técnica o tékne y su vinculo
con un pensamiento prometeico, que aun hoy, podemos decir que impera, como se ha
dicho. La estética de la naturaleza vista así, tiende a crear un sistema que se fusiona y se
asociar fuertemente con el cientificismo, creando corrientes híbridas como el cientificismo
tecnicista, ya que la ciencia y la tecnología han estado siempre íntimamente conectadas, y
se sitúa en contraposición a corrientes ideologías como el neoludismo
o anarcoprimitivismo u otras corrientes que rechazan o se oponen al desarrollo tecnológico.

En la actualidad se puede ver claramente un crecimiento exponencial de este sistema


filosófico (tecnicismo), por ejemplo, podemos ver un alto crecimiento en movimientos
transhumanistas que promueven proposiciones como prolongar la vida humana –incluso
alcanzar la inmortalidad– y adquirir capacidades sobrehumanas mediante la fusión del
hombre con la máquina, corriente que también da pie a movimientos como
el singularitarianismo.

Bibliografía

 M. Heidegger (1994). La pregunta por la técnica. Barcelona. Ediciones Serbal.


 B. Javier (2013). Un análisis mitologista de la construcción de la naturaleza desde
la intervención artística de espacios naturales. Bogotá. (pensamiento), (palabra)...
Y obra. N.9

You might also like