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La Inmortalidad de Hércules

en los Jardines de Villa d´Este

Imágenes
propias
y de Internet

Música

Dr. Guillermo Calvo Soriano


Jardines de Villa d´Este
Palacio de Villa d´Este
Hércules está representado en el Jardín bajo tres aspectos,
tres estatuas que, situadas en su Eje Principal,
evocan su Triple Naturaleza : Cuerpo, Alma y Espíritu.
En la Terraza que da
a la Fuente de los Dragones,
lleva en brazos
a su joven hijo Telefo.
Infante exhibido
por su madre Augé
en una Montaña de Arcadia,
salvado por un Ciervo
antes de ser recogido por Pastores:
Alegoría del Cuerpo Humano
de Hércules
floreciendo en su Descendencia.

Hércules y Telefo
Yendo hasta los Confines
del Mundo, Hércules
testimonia la proximidad
entre el Cosmos y el Caos,
la Lucha Incesante contra
las Fuerzas Primitivas.
Ocupa el Nicho Central
de la Fuente de los Dragones
donde se presenta
bajo su Aspecto Colosal.
Tomando su Maza, ilustra
la Lucha Permanente que,
en el Mundo Sublunar,
las Fuerzas de Integración
y Civilización deben librar
contra el Poder
de diseminación caótica
de los Poderes Monstruosos.
En la Fuente de los Dragones,
un Coloso con su Garrote en la mano,
representa al Héroe triunfante
sobre las Fuerzas Caóticas del Mundo,
las Fuerzas de la Naturaleza
y las Pasiones.
Les impone su afán civilizador
de Integración,
de superación de las disensiones
en una perspectiva
de Concordia y Paz,
tanto civil como interna,
aspirando a Avanzar
hacia la Unidad del Todo.

Hércules Coloso, ya no está aquí ubicado


Ilustra las Batallas del Alma
en su incesante esfuerzo
por desprenderse del Cuerpo
para elevarse
y unirse a su Principio:
alegoría del ídolo, Eidolon,
del Alma ligada al Cuerpo,
pero combatiéndolo sin descanso
para dominarlo
y redescubrir la parte racional
que lo constituye.

Fuente de los Dragones


Hércules recostado.
Actualmente en el Museo Gregoriano

Finalmente, en la Hornacina sobre la Fuente de los Dragones,


aparece en la posición de Invitado que participa en un Simposio:
Alegoría del Alma Racional del Héroe convertida una vez más
en puro Espíritu Inteligible e invitado en adelante
a las Fiestas de la Inmortalidad de los Dioses, en el Empíreo.
Estas Tres Estatuas que representan el Cuerpo, el Alma
y el Espíritu de Hércules, que así fueron inicialmente
colocadas en el Corazón del Jardín,
remiten a una larga Tradición Neoplatónica sobre algunos versos
de La Odisea donde Homero subraya la Doble Alma de Hércules.
Se especula sobre la diferencia entre una parte Divina del Alma,
un Espíritu Puro formado únicamente por lo Inteligible,
y una parte más oscura que vivifica interiormente el Cuerpo,
el Ídolo, Éidolon, y vive sus Pasiones animándolo.
La Dualidad del Alma
de Hércules, su Ídolo,
Éidolon, su “Sombra”,
el Simulacro de su Cuerpo
que aún habita
en el Inframundo
y su Espíritu Puro que está
en Compañía de los Dioses,
permite especulaciones.
Yvonne Verniere :
“Si Homero parece haber sido,
al escribir estos versos,
“inspirado por el Cielo”,
es porque supo disociar
la imagen de Hércules, Éidolon,
de su persona Real, Antos,
es decir de su Espíritu,
sólo deificado”.
La Antropología
Homérica no
lo percibe así, pero los
pensadores
Neopitagóricos
y Neoplatónicos
lo retomarían así
durante varios siglos.
Aparece en Ficino,
quien diferencia
el Alma puramente
Razonable,
la Inteligencia Pura,
de su imagen Sensible, que detenta “el Poder de vivificar y gobernar
los Cuerpos, que nutre el Cuerpo en el Cuerpo, siente las cosas
Corpóreas por medio de los Cuerpos, pone el Cuerpo en movimiento
a través del Espacio y lo dirige en el Espacio, el Poder que los
Platonianos llaman Ídolo, la Imagen Sensible del Alma Razonable”.
El Espíritu, el Alma y el Cuerpo de Hércules ocupan
el Hogar de este Jardín y dan testimonio de la Metamorfosis
de este Hombre Heroico que se convirtió en un Dios.
La Fuente de los Dragones parece una Esfera Armilar,
Emblema del Alma del Mundo y la Armonía de las Esferas
en el Timeo de Platón.
Poder simbolizado
por la figura del Caótico
Dragón de Cien Cabezas,
cuyas bocas escupen
agua con violencia
extendiéndose por todas
partes el mundo,
Alegoría de Tifón que,
uniéndose a Equidna,
engendró todos
los Monstruos que Hércules
tuvo que enfrentar,
desde el León de Nemea
a la Hidra de Lerna,
de la Quimera
a Cerbero y Ortros.
Ilustran los Cuatro Elementos, Fuego, Aire, Agua y Tierra que,
“en el estado de bocetos toscos, rodados desordenadamente
en un desencadenamiento de Fuerzas sin ley ni medida”
ante la intervención del Demiurgo, que inscribió los esquemas
de lo inteligible sobre este material primitivo hecho de elementos
heterogéneos conducido sólo por las Leyes de la Necesidad,
y lo ordena en un todo racional, ordenado y armonioso.
Así fue como el Divino Artesano
dominó la Necesidad.
Pero, una vez confiado al Alma
del Mundo responsable
de perpetuar su Orden Inicial,
el Universo, creó lo mejor posible
por el Demiurgo, pero volvió
a caer presa del desorden.
En su parte más frágil,
el Mundo Sublunar, inscrito
en los círculos de
los Cuatro Elementos regidos
por el Devenir y el Tiempo,
volvió a caer bajo
el Yugo del Azar, la Fortuna
y la Violencia, Violencia que,
está simbolizada en la Fuente
por la presencia de Ares.
Lo sitúan en el mismo plano que la Conflagración del Alma
arrastrada por el Deseo de la Belleza Ideal.
La Vida Activa Virtuosa y la Vida Contemplativa,
dedicadas a la Búsqueda de la Belleza,
Encienden el mismo Ardor y el mismo Fuego en el Hombre.
Un Modelo de Héroes de este Mundo, a su vez de un Hombre que
aspira a la Inmortalidad.
Modelo de Ascensión Celeste,
el Espíritu de Hércules,
Puro Soplo Ígneo,
se ha unido
al Éter Pitagórico
y vuelve al Principio que,
según los partidarios
del Pitagorismo,
daba la Vida, es decir,
el Sol,
la Inteligencia Pura,
que toma
el Espíritu que da al Mundo
difundiéndolo
en las Alas de la Luz.
Hércules
Continuando la Obra Divina
de Dominio de los Poderes Primordiales, Hércules, Héroe Solar,
recorre el Mundo de Oriente a Occidente, dos veces.
Para enfrentarse al Dragón del Jardín de las Hespérides
y Descender a los Infiernos, cruza el Río-Océano para ir del Este
al Extremo Oeste, a los Confines de la Noche, Tierra Fabulosa del
Sol Poniente donde viene la Estrella al Contacto con las Tinieblas.
Hércules Abatiendo
estos Poderes Caóticos,
el Héroe que conquista
a los Monstruos continúa
el Trabajo de Zeus
Luchando con Tifón,
el último episodio
de su Lucha contra los Titanes.
Nacido de la unión de Gaia,
la Tierra, y el Tártaro, Tifón
simboliza el peligro extremo
del Acercamiento entre el Caos
y el Cosmos que, acoplados,
generaron el mayor
Poder Destructivo que tuvo
que enfrentar Zeus,
el Ordenador del Universo.
Si enderezamos el Eje Central
del Jardín virtualmente para
atribuirle el valor simbólico
al Eje del Mundo que cruza
la Esfera Armilar para apuntar
hacia la Estrella Polar,
la Fuente de la Naturaleza
se transpone efectivamente en
un Oeste simbólico situado Más
Allá de un Océano Celeste dado
por el Eje de los Estanques de
Peces y la Fuente de Neptuno,
la Cantera Celestial. Espacio
particular en el que se combinan
Niveles Cósmicos, desde
el Infierno hasta la Tierra
y el Cielo, Más Allá del Océano,
País de las Hespérides y de Atlas.
“Territorio
de Fronteras
donde hay tanto
un Espacio Caótico
y Fuentes
de Inmortalidad”.

En la Topología Mítica del Jardín, la Fuente de la Naturaleza


comunica los Niveles Cósmicos. Centro del Mundo excéntrico,
familiar a la Mitología, hace del Polo Occidental, Gobernado
por Atlas, la Columna del Mundo, el Territorio de las Fronteras
que da Acceso al Más Allá. Se completa nuestra visión onírica
del Espacio del Jardín, espacio controlado por este Cruce de Ejes
que van de la Tierra al Cielo a través de las Figuras Simbólicas
del Jardín de los Simples, la Tierra.
El lugar donde
se unen los Niveles
Cósmicos
se encuentra
la Fuente de
la Naturaleza
al Extremo Oeste,
el punto donde
Cielo e Infierno
se encuentran
misteriosamente.

Al cruzar el Umbral de Atlas, Hércules llega a este Centro


del Mundo, en este espacio umbilical donde el Misterio de la relación
entre el Caos y el Cosmos, Espacio Mítico en el que intercambian
su valor en un Ciclo sin Fin, el Caos siendo la Matriz
que acoge las Semillas del Cosmos, hundiéndose éste en él
al final de su propia destrucción para regenerarse allí.
En esta Región
a la vez Infernal y Solar
donde el Sol completa
su Curso y desaparece
en la Tierra de la Noche,
se encuentran
el Infierno, la Tierra, el Mar
y el Cielo Estrellado
representados
alegóricamente por
la Fuente de la Naturaleza,
ilustración emblemática
de este Extremo Oeste que
domina las Puertas del Atlas
Representado aquí
por los Cuatro Atlantes,
Columnas que sostienen
el Cielo y a la vez Separan
y Unen los Niveles Cósmicos,
donde velan también
las Hespérides,
Ninfas de la Tarde,
Guardianas
del Jardín de los Dioses
e Hijas de la Noche Primordial.
Tanto Figuras Solares
como Vespertinas,
habitan este Fabuloso Espacio
donde
los Opuestos coinciden.
Hércules

Jardín de las Hespérides

En esta Tierra Roja de Eritia, Más Allá de las Puertas del Atlas,
en la que el Cielo, la Tierra y el Infierno, Arriba y Abajo,
se combinan y hacen que los Opuestos se Comuniquen,
el Cielo Estrellado y el Tártaro Negro, el Cosmos y el Caos,
a lo largo de una Brecha Original.
“¡Que llegue Yo a las Orillas donde crecen las Naranjas de Oro
de las Hespérides Cantoras,
donde el Rey del Mar Oscuro deja de señalar Ruta a los Marineros,
y fija el Fin augusto del Cielo que sostiene el Atlas!”

La Búsqueda de las Naranjas de Oro Metamorfosea el Alma


del Héroe, así como metamorfosea el Alma del Sabio, el Héroe de
este Mundo, en una catarsis sostenida en su viaje por los Senderos
del Conocimiento, desde la Purificación hasta la Iluminación.
Héroe Solar : Llega al Centro del Mundo,
en los Confines de la Tierra,
donde se anuda el Misterio de la relación entre el Caos y el Cosmos,
se apodera de las Manzanas de Oro, los Frutos Dorados
del Jardín de los Dioses, Promesas de Inmortalidad.

Frutos Dorados y Luminosos


que arderán en la Pira encendida
en el Corazón del Jardín,
como la Pira de Hércules
encendiéndose en el Monte Eta,
en el momento de su Apoteosis.
Hércules se acerca
a la “Tierra Maravillosa
que nutre
la Felicidad de los Dioses”,
después de haber tomado
las Naranjas de Oro
de las Hespérides
durante su estancia
en los Confines del Mundo.
Naranjas de Oro,
Promesa de Inmortalidad
cantada
por las Mujeres del Coro,
transformadas en Pájaros,
en el Hipólito de Eurípides.
Sobre las Puertas del Gran Salón, el Lema de Hipolito forma
un motivo recurrente: “Ab insomni non custodita Dracone”.
Los frutos, las Manzanas de Oro del Jardín de las Hespérides
confiados “al cuidado de un Dragón que no sabía dormir”,
Ovidio, Metamorfosis.
Hipolito d'Este, el “Héroe”
de este Jardín,
como Hércules,
está en busca
de “las Manzanas
de la Inmortalidad”,
Frutos redimidos de su Alma,
Frutos sustraídos
a la atención vigilante
del Dragón de las Pasiones.
Verá su Alma Transformada
en uno de estos Frutos Dorados,
Objetos de Perfección, “Las Manzanas de Oro
que se unirán al Jardín de de la Inmortalidad”
los Dioses de donde proceden.
Marc-Antoine de Muret,
latinista y sabio mitógrafo,
escribió :
“Las Naranjas de Oro
Cardenal que Hércules arrebata
Hipólito d‘Este al Dragón dormido,
los posee hoy Hipólito d'Este.
“El Trabajo
no venció a Hércules,
Ni el dulce placer al Alma
del Casto Hipólito.
Por Amor
a estas dos Virtudes,
Hipólito d‘Este dedica
estos Jardines
a Hércules e Hipólito”.
En el Salón de Hércules, el tema es el Valor Virtuoso, luchando
contra los embates de la Fortuna. Se magnifica la figura de este
Héroe. El espacio está preparado para una tripartición simbólica:
pilastras corintias sostienen un arquitrabe fingido, sobre el que
el espacio de las bóvedas forma una transición aérea con el del techo
Los muros albergan paisajes, alegoría de la tierra.
La superficie de las Bóvedas está dividida en compartimentos.
Ocho sobre fondos blancos, representan las Hazañas de Hércules
luchando con sus monstruosos adversarios:
el León de Nemea y la Hidra de Lerna, en la bóveda Oriental;
el Perro Cerbero y el Centauro Euritión al Norte;
el Toro de Creta y las Aves del Lago Estínfalo al Sur.
La bóveda Occidental, dedicada a la expedición de Hércules
a las Fronteras de Occidente,
ilustra la erección de las Columnas de Gades, Gibraltar y Ceuta
y su encuentro con Atlas que le ofrece apoyar al Mundo.

Una escena en la bóveda oeste muestra al joven Hércules


masacrando a sus hijos. Hércules se vuelve loco por Hera
que se venga del Adulterio de Zeus con Alcmena, su madre.
Para expiar esta locura, el Héroe consulta a la Pitia.
La Pitia le ordena se someta
a la Servidumbre de Euristeo,
a modo de castigo y prueba,
y lo gratifica
con el Nombre de Heracles
“la Gloria de Hera”,
revelándole que su sujeción
a su voluntad lo llevará por
el Camino de la Inmortalidad.
Con toda Conciencia,
Hércules se somete a
las Pruebas de la Fortuna
encarnadas por Euristeo
e inspirado por Hera,
para cumplir su Destino,
revelará en sí mismo
la Parte Divina e Inmortal
que le legó su Padre, Zeus.
Estas escenas están rematadas por decoraciones grotescas
donde reaparecen los motivos de la estancia en el Hades aéreo,
con la presencia de Erotes, Genios psíquicos, Demonios
y numerosas Almas-pájaro evolucionando en la Atmósfera.
En el centro de las bóvedas, superficies oscuras,
delimitadas por marcos de estuco,
escenifican medallones ovalados revelados por otros Erotes.
En el centro de las bóvedas, la Trayectoria del Héroe,
en su Ascenso por los Grados del Ser, es exaltada por la presencia,
sobre los Medallones Ovalados, de Ollas de Fuego rodeadas
de Genios que tocan Trompetas, Heraldos de la Victoria, celebran
el último purgamiento del Héroe por el Fuego simbolizado
por la Hoguera del Monte Eta,
Los Escudos de Hipólito
toman parte íntima
en estas Metamorfosis,
para recordarnos
que según su lema,
sus “Frutos de Oro”,
es decir, la Parte Divina
e Inmortal de su Alma
Purificada por sus Virtudes,
no son ya custodiados por
el Dragón siempre despierto
por sus Pasiones,
pero que, llevados
por el Águila Blanca
hasta los Confines del Cielo,
recorren el mismo Camino
que el Alma del Héroe
hacia los Empíreos.
Al luchar contra Monstruos, superándose a sí mismo en
Logros Sobrehumanos, Hércules lucha contra sus propias Pasiones
y Despierta su Parte Divina.
De Héroe de Fuerza Física,
se convierte en Héroe de Grandeza Moral y Modelo de Virtud.
Desde la Fuente de los Dragones, cuyo Chorro Central de Agua
estalla ruidosamente de forma sincopada jugando con la violenta
confrontación del Aire y el Agua, hasta la Fuente de la Naturaleza
sigue, a la Armoniosa Música de las Esferas, un estridente Diluvio
de poderosos Chorros, chocando verticalmente, el Caos y
la Armonía se mezclan, se agreden en una rivalidad permanente,
en una proximidad incesante que les hace intercambiar su Valor.
La Frontera entre el Orden y el Desorden es frágil.
Todas las Alegorías evocadas escenifican
el Conflicto que Oponen los Poderes Primordiales
a la Armonía, a la Necesidad y a la Belleza.
La bóveda sur representa el último episodio de la vida del Héroe,
la violación de Nessus: Hércules, queriendo cruzar el río Achéloos,
encomendó a su esposa Déjanira al cuidado del Centauro Nessus,
Barquero del río. Durante el viaje, trató de seducirla, pero terminó
bajo las flechas del Héroe. Antes de morir, Nessus engaño a Dejanira
con una Poción de Amor hecha con su sangre envenenada.
Ella, celosa de Iolé, un rival, impregnó la túnica de Hércules
con este ungüento mágico que
resultó ser un veneno terrible:
calentándose al Sol,
la sangre de Nessus transformó
al Héroe en un Fuego Vivo.
Hércules construyó entonces
una estaca en el Monte Eta,
se tendió allí y desapareció.
Héroe del Fuego
por excelencia,
el Hombre convertido en Dios
para los Pitagóricos,
simboliza la Metamorfosis
del Devenir Humano de
lo Terrestre a lo Celestial,
al Encenderse en el Fuego
de la Purga Final.
Al consumir su Cuerpo de Tierra,
el Héroe suelta la porción ígnea de su Alma.
Surgirá al mismo tiempo que de la Hoguera,
el Soplo Ardiente que sube hacia el Cielo para unirse al Éter,
asiento del Fuego Esencial del que el Sol es el Principio.
Hércules muere en la Hoguera de Eta,
por la actitud serena del Huésped “extendido ante un Festín,
con la frente ceñida de una Corona, entre copas llenas de vino puro”,
como Ovidio lo describe en Las Metamorfosis,
Vino y Fuego combinando su Principio Ígneo
en la Apoteosis de una Eterna Embriaguez.
La Inmortalidad
viene a coronar una vida
consagrada a las Hazañas
y al Servicio de los Hombres,
a la Lucha por podar la tierra
de las fuerzas parasitarias
nacidas de la cría de Equidna,
lucha emblemática
de esta Isla de los Sabios,
que se esfuerza
por purgar su Cuerpo,
de sus pases
para encenderlo mejor
y revelar la Parte Celestial
de su Alma de Héroe
en la Lucha contra los Monstruos.
Aquí está la Hoguera en la que, según los Poetas,
Hércules Ardió en la Cima del Monte Eta, para convertirse, después
de su Muerte, gracias a esta conflagración, en Divino e Inmortal.
Las Virtudes y el Amor son los Vehículos del Retorno del Alma
a su Patria. En una Conflagración Final, la harán identificar
con el Fuego Puro del Éter, con el Fuego Estelar de sus Orígenes.
Hércules, después de haber
quemado su Cuerpo Material
en el Fuego del Monte Eta,
así como el Alma Vegetativa
que está ligada a él,
Hombre convertido en Dios,
se transforma en Modelo del Alma
habiendo recobrado plenamente
su parte Racional.
Bajo la Protección de Atenea,
la Sabiduría, en compañía
de Ártemis, Deméter, Dionysos
y Apolo, que ilustran
el Devenir del Alma,
su dispersión en los Cuerpos
Fuego del Monte Eta y luego su Reunificación en
el Espíritu bajo el Signo de Apolo.
Alma clavada al Cuerpo y a los sentidos finalmente
arranca su Alma Divina de su ganga material,
para revelar su Parte Racional
y Conducirla de Nuevo a su Fuente Original, el Espíritu.
Una Nube Divina lo Elevó al Empíreo,
Olimpo donde, acogido por Hera,
ahora se sienta en Compañía de los Dioses.
Es esta Conflagración Espiritual
la que transforma el Alma en una Perla Viva,
el último Grado de su Purificación, que es exaltado por la Fiesta
dada en Honor a Hércules en el techo del Salón,
la Recepción de Hércules en el Olimpo.
En el techo, Hércules se sienta en compañía de los Dioses del Olimpo,
en una Asamblea que no es la de los Doce Dioses canónicos:
algunos están ausentes, mientras que otros rara vez aparecen allí.
Notamos la presencia de Atenea, Genio Tutelar del Héroe,
de Ártemis y Deméter, de Hera y los tres Hermanos:
Zeus, Poseidón y Hades. Afrodita está acompañada por Ares y Eros.
Apolo y Dionysos están frente a Hércules, visto desde atrás.
Hércules está
con los Dioses Inmortales
en la Alegría de las Fiestas,
y tiene por esposa a Hebe
la de hermosos tobillos,
Hija del Gran Zeus y Hera
con sandalias doradas.
Según Macrobio, Hércules está vinculado a las Saturnales
por haber realizado una Obra Civilizadora,
enseñando a los Hombres a honrar “los Laureles de Saturno,
no con Sacrificios Humanos, sino con Velas Encendidas”,
en Homenaje a este dios de Pura Inteligencia,
Dios Astral de Sublime Contemplación.
Hércules imagen del Alma que,
ya no incendiada
por el Fuego del Amor
sino por el de la Virtud,
se consume
en la Hoguera del Monte Eta,
purga final
de una Vida Heroica dedicada
a la Lucha contra
las Pasiones del Mundo
y del Cuerpo.

Hércules
Hércules se convirtió, a los ojos de los Pitagóricos,
en un Héroe de Grandeza Moral,
habiendo elegido, en la Encrucijada del Vicio y la Virtud,
el Camino Virtuoso que, en la conflagración de la Catarsis,
lo conduce a hacerse Divino e Inmortal.
Deificación del Héroe,
Modelo para todas las Almas
que habiendo recobrado
su Parte Racional
después de haber quemado
su Cuerpo, su Parte Material
y su Alma Vegetativa ligada
a ella en el Fuego del Monte Eta,
Fuego Purificador
que transformó
su Alma Racional
en Espíritu Puro,
en una Llama de Luz
capaz de reincorporarse
al Fuego Estelar de los Orígenes.
Hércules, Héroe Cósmico, se une a los Grandes Dioses : Hera, que
lo tiene a prueba y lo condujo por el Camino de su Gloria Celestial;
Zeus, Neptuno y Hades, los Tres Hermanos.
Dice Giovanni Pico de la Mirandola : En la Trinidad
de los Dioses Principales, Zeus da Sustancia, Neptuno da Vida
y Hades Conversión.
Estos Dioses ilustran el Devenir del Alma en el Mundo
Gobernado por la Dinámica del Amor y la Belleza,
Eros y Afrodita, en su lucha incesante con el Odio, Ares.
Para los Órficos y Neoplatónicos, simbolizan la División del Mundo
según Tres Niveles Celestial, Zeus, Mundano, Neptuno e Infernal,
Hades, e ilustran la Sustancia, la Vida y la Conversión, manifestando
la “Unidad Trinitaria” de Saturno, la Primera Inteligencia.
Todas estas Divinidades, envueltas en sus símbolos,
acogen al Héroe en el Mundo de Saturno
al que la Tradición Neoplatónica confiere la Virtud del Espíritu,
de la Inteligencia Pura, de la Vida Celestial y Eterna,
Saturno, a quien, la Academia Neoplatónica de Florencia
hizo su deidad protectora, en la época de Lorenzo el Magnífico.
La Apoteosis de Hércules,
su Deificación,
constituye un Modelo
para todas las Almas que,
deseosas de Volver
a su Origen Celestial,
persistirán
en los Caminos de Purificación
y se Hundirán a su vez
en este Fuego
que los Consumirá
para hacerlos Revivir
en la Beatitud
de los Bienaventurados.
“El Corazón arde muriendo cuando cree arde el corazón”
dice Girolamo Benivieni en su Poema de Amor,
palabras que Pico de la Mirandola comenta :
“El Corazón muere de quemarse en el Fuego del Amor
y, gracias a esta Muerte, se Regenera en una Vida mas Sublime”.
Baldassare Castiglione se hace eco de esta Celebración del Fuego
para exaltarla a su vez: “Por eso, así como el Fuego Material refina
el Oro, así este Fuego Santísimo destruye y consume en las Almas
lo que hay de Mortal en ellas, y Vivifica y Embellece Lo Celestial,
parte que antes, en ellos, estaba mortificada
y enterrada por los Sentidos”.
Hércules,
Héroe deificado,
Iniciado de Eleusis,
Modelo de Catarsis
habiendo purgado
sus Pasiones.
Cósmico :
Conquistador
de Monstruos,
destruyendo
Monstruos y Demonios.
Maestro de Poderes
Primordiales.

Hércules
Los Platónicos del Renacimiento
alaban el Fuego Purificador
que abre las Puertas
de la Eternidad Celestial,
según la Enseñanza Virtuosa
de Hércules.
Héroe de la Fuerza Física
transformado
en Héroe de la Grandeza Moral,
de Valor Virtuoso
en la Lucha
contra los Asaltos de la Fortuna.

Hércules
“ Cantaré a HÉRCULES, Hijo de ZEUS, Coraje de León ,
El Mejor de los que viven en la Tierra de Tebas,
De hermosas Danzas, a quien Alcmena parió,
Juntándose con el Crónida de Sombría Nube.
HÉRCULES ejecutó en otro tiempo Obras Extraordinarias,
Acciones Eminentes, vagando por la Tierra Maravillosa y por el Mar,
Según lo ordenaba el Señor Euristeo o la Diosa HERA,
Mas ahora está en el Hermoso Sitial del Nevoso Olimpo
Y posee a HEBE “la de Hermosos tobillos”
¡ Alégrate Señor, Hijo de ZEUS !
¡ Danos VIRTUD y FELICIDAD ! ” Homero
Εἲς Ἡρακλέα Λεοντόθυμον
Ἡρακλέα, Διὸς υἱόν, ἀείσομαι, ὃν μέγ᾽ ἄριστον
γείνατ᾽ ἐπιχθονίων Θήβῃς ἔνι καλλιχόροισιν
Ἀλκμήνη μιχθεῖσα κελαινεφέι Κρονίωνι:
ὃς πρὶν μὲν κατὰ γαῖαν ἀθέσφατον ἠδὲ θάλασσαν
πλαζόμενος πομπῇσιν ὕπ᾽ Εὐρυσθῆος ἄνακτος
πολλὰ μὲν αὐτὸς ἔρεξεν ἀτάσθαλα, πολλὰ δ᾽ ἀνέτλη:
νῦν δ᾽ ἤδη κατὰ καλὸν ἕδος νιφόεντος Ὀλύμπου
ναίει τερπόμενος καὶ ἔχει καλλίσφυρον Ἥβην.
χαῖρε, ἄναξ, Διὸς υἱέ: δίδου δ᾽ ἀρετήν τε καὶ ὄλβον.
a

Hércules en la Eternidad de sus Jardines de Villa d´Este


Bibliografia
- Gérard Desnoyers “La Villa d´Este a Tivoli”
ou “Le Songe d´Hippolyte”, Paris 2002

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