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DE ARQUITECTURA, 2 Con el Humanismo y el Renacimiento comienza para Europa Ia nueva época de su historia, Los precedentes histéricos se transmiten por informa- ciones contemporneas; se conocen los nombres de os escritores, poetas, artistas y arquitectos y de sus comitentes. Su participacin en el movimiento general se manifiesta con mas precision que en las Epocas anteriores. Las personalidades individuales se destacan de los vinculos estamentales y corporativos; es un hecho caracteristico de la transformacién en todos los sectores de la vida. En la Edad Media, el individuo significativo s6lo era tolerado por lo general en consonancia con su grupo y con la organizacion jerarquica de conjunto. Este proceso de emancipacién se inicia en la sociedad urbana, ya en la Edad Media; se sobrepo- ne al predominio del feudalismo primitivo y al monopolio educativo de la Iglesia y hace revivir el principio de la general competencia, suprimido desde la Antigiiedad. La estructura jerarquica de la sociedad medieval, con sus rasgos fundamentales, las figuras simbdli- cas de Emperador y Papa, el ideal caballeresco, los sistemas de la escoléstica, desaparece. Politica realista, maquiavelismo, absolutismo y capitalismo primitivo, humanismo, Renacimiento y Reforma son las corrientes que se entretejen en este proceso polifacético. La funcién de la articulacién y forma- cin de simbolos coincide, como tantas veces ocurre, en la literatura, en las artes plasticas y en la arquitectura. Un precedente de compleja simbologia es la intro- duccién de la perspectiva centralizada en las artes plasticas en FLORENCIA hacia 1425, por obra de Masaccio y BRUNELLESCHI. Establece la represen- tacion de imagenes sobre una nueva base, calcula- ble y comprobable cientificamente, y cambia los habitos visuales acerca de la pintura en las siguien- tes generaciones. Corresponde al nuevo individua- lismo y realismo, La representacion perspectivica se refiere a un punto de mira tinico del disefiador 0 del contemplador. Las consecuencias de tal descu- brimiento van mas alla del dominio del arte en lo universal (comparables a la invencién de la im- prenta por GUTENAERG, 1445). En el Renacimiento, Italia vuelve a constituirse en guia cultural de Europa. La eclosién en el siglo xv de unas fuerzas creadoras aparentemente en reposo en la Edad Media iguala el rapido desarrollo del gético en Francia durante la Alta Edad Media. En Italia, sobre todo en Toscana, la rivalidad entre la nobleza y las ciudades se resuelve pronto a favor de éstas. La moderna circulacién monetaria y el capitalismo primitivo se desasrollan con mayor rapidez que en el resto de Europa. Las tradiciones, de la Antigiedad mediterrénea se conservan du- rante la Edad Media. Italia se convierte en el principal refugio de los eruditos greco-bizantinos aun antes de la caida de Constantrvorta (1453). La nueva orientacién de la arquitectura y de las artes plisticas se origina menos en una necesidad La nueva época I/Humanismo y Renacimiento 415 general que en la voluntad de los artistas indivi- duales. BRUNELLESCHI, el primer arquitecto impor- tante de la nueva época, sufre constantes discusio- nes, Sus proyectos, a pesar de su aparente sencillez y l6gica, son tan revolucionarios que ni siquiera los especialistas contemporineos los comprenden to- talmente; sin su direocién, tras su muerte se estan- can y no pueden realizarse de acuerdo con su concepcién a menos que existan modelos exactos. La amplia aquiescencia popular al arte renacentis- taes una leyenda. Dicho arte es la creacién de una minoria cerrada, de una élite de artistas, y puede ser personalmente delimitada ‘con exactitud. Se impone en contra de la concepoion artistica y del espiritu gremial de la Edad Media gracias a los requerimientos de otras élites como los humanis- tas, la aristocracia del dinero, los principes territo- tiales, los circulos eclesiaisticos influyentes, inchui- dos algunos papas. Humanismo y Renacimiento ofrecen ejemplos cl sicos de las renovaciones por recuperacion y revivi- ficacion, repetidas en el arte curopeo (véase p. 308). Los humanistas vuelven a los textos antiguos. Los artistas del Renacimiento vuelven, segin creen, al arte de la Antigiiedad. Pero consideran que «Las épocas 0 fenémenos histéricos pueden revitalizarse con éxito solamente cuando son equi- vocadamente comprendidos» (H. Diwatp). Las antiguas formas arquitectonicas sirven de lizadores en el surgimiento de un nuevo lenguaje formal para los programas constructivos contem- poraneos. En el estudio del tinico manual antiguo transmitido —procedente de la época de Augus- to-, el de Vitruvio, tiene su origen la obra tedrica fundamental de L. B. Atsernt de titulo casi igual, los Diez Libros de la Arquitectura, publicada en su parte principal y por primera vez en 1452. La revitalizacién de los antiguos principios da lugar a una arquitectura totalmente opuesta al gotico, con cuerpos claramente conformados, valo- res de superficie y articulaciones que imitan lo antiguo. A la ligereza y elegancia del Primer Renacimiento, surgido en FLORENCIA en el siglo XV con BRUNELLESCHI, sigue, hacia 1500 y con Bra ante, la monumentalidad del Alto Renacimiento, arménica y de grandes formas y orientada hacia las ruinas de la época imperial romana. Ya con MIGUEL ANGEL y el manierismo se impone en la arquitectura el movido juego de las fuerzas. Desde mediados del siglo xv1 aparecen dos corrien- tes principales en mutua competencia: un clasicis- mo académico y yitruviano y un manierismo dit mico. Ambas perviven en los siglos xvi y xvill en las diferentes especies nacionales, regionales y personales del Barroco curopeo. La iiltima fase creativa, el neoclasicismo, no terminara hasta el siglo xrx. 416 La nueva época I/Italia en la época del humanismo, 1350-1650 (| Piensa O soins TEL] curdades de tn tgieia —O) toca Canto ee | 1350-1650, centros del Renacimiento La nueva época J/Tabla cronolégica, 1350-1680 417 = 1600 Filippo Brunctieschi 1977-1456 Michiozz0 ci Battolommen 1996-1472 tonto da Fitarete um 1400-1469 $A $= Loon Battista Alberti 1404-1472 Bernardo Rossellino 1409-1464 . a Leciano Laurana. 1420-1479 es Francesco di Giorgio 1499-1501 @$— Benedotto da Maiono 1442-1497 a Donato Bramante 1444-1614 a ittianc te Sangalto 1445-1515 Antonio da Sangalio 1455-1534 Leonarto da Vine! 1452-1519 i Mlchotangeto 1475-1564 —— senastiano Sertio 1475-1954 —§$ Baldassare Peruzzi 1481-1536 Rattactio Sant, 1483-1820 $A Wichote Sanmicrett 1484-1859 Antonio da Sangatio ds. 1495-1546 Jacopo Sansovino 1466-1570 ——— Glullo Romano 1492/1499-1546 — Giorgio Vaser 1511-1575 ——— Giacomo da Vignola 1507-157) —— Andrea Palladio 1508-1500 ——— Bartolomeo Ammanati 1511-1592 ——— Gilles le Breton 1508/10-1558 —— je de Orme 1600/15 -1570 Pierre Lescot 1510/15-1578 —__ Galeazz0 Alessi 1512-157. —— Comelis Floris 1514/20-575 ——es J.Androuet Ducerceau dA. 1515-1584 —— Pellegrino Tibald 1527-155 Juan de Herrera 1530-1597 — Giacomo della Porta 1597-1602 ———s Annibale Vitozzi 1639-1615 Domenico Fontana 1543-1607 —_ Jacob Wolff dA, 1546-1612 ——— Vincenzo Scamozzi 1552-166 —— Georg Riedinger 1568-1616 — Elias Holl 1873-16 Inigo Jones 1573-16 Jecques Lemercier 1585-1654 ———s a 1600 50 Arquitectos del Renacimiento, 1350-1650 418 La nueva época J/Europa en Ia época del absolutismo, 1650-1850 La nueva época /Tabla cronologica, 1600-1850 419 le Stlomon de Brosse 1562/71-1626 me sac0b van Camper 1595-1687 $A Pietro. da Cortona 1596-1609 AA icv. Lorenzo Berni’ 1508-1680 Baldassare Longhena 1508-1082 Francois Mansart 1598-16098 $ SS Francesco Borromini 1599-1687 $A Batiolommen Bianco 1604-1656 $=. Lois te Vau 1612-1670 es Ancré Le Notre 1613-1700 Clause Perrauit 1515-1888 Guarino Guarini 1624-1683 cnistopier wren 1692-1728 a Hardouin-Mansart 1845-1708 overt se Cotte 1855-1735 —_——__ ;. Fischer von Erlach 1656-1723 a akob Prandtaver 1660-1726 ene Andreas Schilter 1650/64-1714 Matthius Pippelmann 1682-1798 — Ceenmain Bottrand 1667-1754 a Letees von Mildetranctt 1868-1745 $A onan Dientzenhoter 1685-1726 Flippo ware 67 — Peter Thumb 1681 Se Dominikus Zimmermann 1685-1765 ——— Cosmas Damian Asam 1696-173) — Balthasar Neumann 1687-1753 ———— Kiln lgnaz Diontzonhofer 1689-175) —— Johann Michael Fischer 1692-1765 —————— Richard Buttington 1694-1755 —— Frangois Cuviliés 1695-1765 —— Johann Conrad Schlaun 1695-1773 ———— Jaques Ange Gabriel 1690-1752 —— G.W.von Knobelsdorff 1699-1755 — John Wood 4.A. 1704-1754 —e Robert Adam 1728-179? —— Etienne Louis Bouliée 1728-1799 ———— Nicolas Claude Ledoux 1736-1005 —— John $oane 1753-1397 Friedrich Gilly 1772-1600 —— Karl Friedrich Schinkel 1781-164 ——— Leo von Klenze 1764-1854 1709. 50, 183 Arquitectos del Barroco al Clasicismo 420 La nueva época 1/Renacimiento: Fases estilisticas Redescubrimiento y reinterpretacion de la Antigiicdad La nueva época I/Renacimiento: Fases estilisticas 421 En Ttalia, durante la Edad Media, se manifiestan repetidamente tendencias anticuaristas, por ejem- plo en Florencia, en el Protorrenacimiento del Siglo xt (p. 314), después en Roma y en los castillos de Apulia de Federico II, El g6tico italiano prefiere espacios y Cuerpos arquitecténicos serenos y clara- mente aprehensibles para la mirada (p. 412). En el mismo sentido trabajan Giorto, G. Pisano y otros en las artes plasticas. En Florencia, centro del humanismo primitivo, un grupo de artistas crea un nuevo estilo hacia 1470. Su meta es la «rinascitay, el renacimiento de la ‘Antigiiedad. Sus obras no son copias de los mode- Jos antiguos, sino nuevas interpretaciones extraidas cde su comprensién en el siglo xv. Filippo Brunelleschi, desde 1420 arquitecto respon- sable de la construccién de la cipula de la catedral de FLORENCIA, es el primero que aplica los conoci- mientos logrados a las tareas constructivas con- tempordneas. El Hospital de los Inocentes (inclu- sa), iniciado por él en 1419, es considerado como la primera obra arquitectOnica renacentista (p. 446). El atrio presenta, desde el punto de vista tipoldgi- co, una transformacion de las arquerias y porticos habituales. En lugar de bovedas de arista sobre estrechas hileras de pilares aparecen cipulas (p. 48) sobre arcos fajones semicirculares y un nuevo or- den de cohurnas, el toscano-corintio, con ampiias dis- tancias axiales, Para los diferentes accesos, BRUNE LLESCHI recurre a Jas antiguas formas de puerta. El contraste entre las paredes enlucidas y los ele- mentos de soporte, de piedra arenisca gris oscura (pivdra serena), presenta con claridad la sencilla cons- truccién basada en el cuadrado y el semicirculo. La sala, de ligera construccién, ya no tiene nada en comin con el estructuralismo gotico, pero tampo- co con la solidez de la arquitectura romana. Repre- senta el nuevo estilo, sereno y claro, del Renaci- miento primitivo. Como tipo, adquiere un caricter de modelo, como otros edificios de BRUNELLESCHT, en Florencia y otras ciudades. En el curso de los siglos, la arquitectura antigua de Roma aleanzaré mayor influencia, Ya sus altimas obras seran mas compactas, pesadas y complicadas. La relacién de BRUNELLESCHI con la Antigiedad parece imparcial y pragmatica. Las teorias para la nueva arquitectura no surgen hasta las siguientes generaciones (ALuERT!, FILARETE, etc,). Se funda- ‘mentan en el estudio de las ruinas antiguas, princi- palmente de la época imperial romana, y sobre todo en Virruvio. Sus Diez Libros sobre la Arqui- tectura son reeditados repetidas veces con ilustra- ciones y comentarios. Entre los nuevos escritos tebricos compuestos segin su modelo destacan los Diez Libros de ALBERTI, aparecidos en 1452, y los Cuatro Libros de Pattaoto, en 1570. Las antiguas reglas y teorias subyacen también a la arquitectura medieval (pp. 373, 385). Los arquitec- tos del Renacimiento, no obstante, llegan en sus investigaciones a otros resultados. A pesar_de muchos malentendidos, se apoderan_progresiva- mente del sentido de las formas arquitecténicas antiguas. El nuevo estilo se difunde por toda Italia. En Venecia y Muax, pero también en_residencias menores como MANTUA, FERRARA y URBINO, sur- gen escuelas artisticas regionales. En el Alto Renacimiento, las fuerzas creativas de Italia se concentran en Roma bajo el dominio de los papas del Renacimiento. Las primeras décadas del siglo xv son consideradas como e1_periodo clisico del Renacimiento, Recibe sus impulsos decisivos a través de Bramante (1479-1499, en Miln, desde 1514, en Roma). Claridad, pondera- cién y monumentalidad caracterizan las soluciones aportadas por él (pp. 476, 480, 482). También realizan proyectos significativos RAFAEL, A. DE SANGALLO, J. PERUZzZI, VIGNOLA y J. SANSOVINO, Algunos acometen polifacsticas combinaciones de diferentes motivos, en principio comparables a la arquitectura romana imperial (pp. 208 y s.). Miguel Angel introduce el manierismo en la arqui- tectura. Plasticidad, expresividad, fuerza, movi- miento y combinacién subjetiva dominan sobre la ordenacién racional y subjetiva, Ja armonia y la belleza de la forma individual (p. 426). Siguen esta direccién G. ROMANO, VASARI, BUONTALENT! y SANMICHELL VENECIA conserva un estilo propio también en el Renacimiento; en él se continia la tradicion de los palacios con sus logias y su rica decoracion. La arquitectura consigue, gracias a la accién reci- proca de las diversas tendencias, gran riqueza de posibilidades expresivas. Pueden encontrarse ejem- plos caracteristicos en Andrea Palladio. Se presen- ta como iiltimo gran tedrico del Renacimiento en la corriente clasico-humanista de ALbERTr y BRA- MANTE, pero acepta también las sugerencias de MiaueL Anoet. y de la arquitectura veneciana de SANSOVINO y SANMICHELI. La mezcla de influencias se evidencia en su primera gran obra, la reedificacién de la «Basilica» de Vicenza (1599-1614). Las logias de dos pisos que la recorren muestran una disposicién de elementos escogidos y organizados en un exacto esqueleto de proporciones. Entre los motivos utilizados esta el denominado desde entonces motivo palladiano: La unién de un arco ancho y alto con dos estrechos paiios de pared laterales, cubiertos por una pieza de entablamento a Ja altura de la cornisa. Tomado seguramente de los arcos de triunfo romanos, vuelve a aparecer en BRAMANTE y es difundido por Serio en diversas variantes. PaLLADio lo desarro- lla, estimulado por la Biblioteca de la Plaza de San Marcos de Venecia, de SANsoviNO, dispuesta en dos largas hileras ‘superpuestas unidas por un orden de medias columnas adosadas a los contra- fuertes (véase p. 176, Stoa). En la polifacética obra de conjunto de PaLLapio (pp. 424, 448, 454, 458, 486) el Renacimiento alcanza el punto mis alto del «clasicismo» arméni- co, la amplia influencia sobre la arquitectura del N. yO, de Europa y después también de EE.UU. 422 La nueva época 1/Elementos arquitecténicos y formas ormamentales del Renacimiento Elementos tectonicos, decoracién manierista La nueva época I/Elementos constructivos y formas decorativas del Renacimiento 423 En el Renacimiento se hace visible un cambio en el orden de precedencia de las tareas constructivas. Junto a la arquitectura religiosa, la profana contri- puye a la formacién de un mismo estilo, En muchos barrios, los palacios familiares deter- minan el aspecto de las calles, El pesado aparejo ristico, caracteristico del primer renacimiento en Florencia, con almohadillado, pertenece a la tradi- cién de ingenieria y construccién defensiva tanto romana como medieval. Las familias patricias (Mr- pia, Prrm, StR0zz1, etc.) lo adoptan como simbolo de poder y de afirmacién de poder. Estilizacién y monumentalizacin de los sillares risticos distin- guen claramente los palacios del siglo xv de los medievales (véase pp. 454, 344; también p. 32). En el palacio Strozzi, iniciado en 1488 bajo la direccién de BENEDETTO DA MAIANO, los sillares, en principio toscamente labrados, son dispuestos en Jargas hileras horizontales formando un almohadi- Iado de espesor y perfilado constantes. Las hileras de ventanas de Los pisos altos acopladas con exacti- tud y siguiendo la forma tradicional del arco peraltado compuesto por piezas radiales, acentaan Ja dependencia constructiva de las leyes de la construccién mural monumental (pp. 206, 341). El elegante estilo anticuarista, propio del primer Re- nacimiento, de las ventanas geminadas, se contra- pone a la solidez del aparejo. Un detalle tipico del primer Renacimiento florentino es la moldura perfilada que se extiende hacia los ingletes. En el Alto Renacimiento aparecen otros sistemas de articulacion en lugar de la sujecién constructiva al ensamblaje mural (p. 424). La ordenacién de pocos elementos similares segim puntos de vista tecténicos y en un claro sistema de proporciones (BRAMANTE, SANGALO EL JOVEN) deja paso tras pocas décadas al manierismo, que sucede a Micuet Aart. La fusién, a menudo decorativa de elemen- tos alternantes y con frecuencia contrastantes para formar un relieve mural plistico se basa, como la arquitectura representativa de fines de la Antigiic- dad, en la libre disposicién de los elementos en el conjunto y en el detalle. La organizacién sigue menos una logica racional que la imaginacién subjetiva. Entre los elementos tomados de la Anti- giiedad estan los ediculos con diferentes formas de timpano (p. 210), una arquitectura en pequeio completa en si misma, no originada en la estructu- ra de la obra arquitecténica y en una funcién especifica, sino «comodin» insertable en diferentes contextos, aislado o en alineacién, en contraste con la superficie mural plana o dentro de un conjunto plistico (p. 426). Con especial frecuencia se utiliza ‘como marco decorativo estas ventanas, para incor- poracién de los elementos plasticos o como nichos ciegos. Las ventanas del Casino Mediceo, iniciado por BUONTALENTI en 1571 y uno de los primeros ppalacios con jardin, se componen de un derrame interior plano de perfil antiguo rodeado de un ediculo sobresaliente con un timpano escalonado y que se alza sobre un fundamento ricamente deco- rado con una repisa acodada. A fines del siglo xvr, los arquitectos disponen de un repertorio de elementos grandes y pequefios. Junto a los drdenes de columnas chisicos estén, entre otros, las columnas nisticas, las volutas (por ejem- plo a ambos lados del timpano), el motivo palladia- 7no (p. 420), las uniones de sillares desde los sélida- mente risticos hasta los finos relieves hendidos (p. 430, ScHINKEL), ademés de gran cantidad de mode- los ‘ornamentales geométricos y organicos. Son tipicos elementos de detalle, por ejemplo, los ba- Iaustres como soporte de pretiles y antepechos (balaustradas). Los cuerpos de columnas, compri- midos y abombados, pueden ser colocados, realiza- dos y combinados de distintas formas: simple, con la parte abombada debajo como centro natural de gravedad y el asiento caliciforme arriba; doble, como una imagen reflejada en el espejo, con las, partes abombadas en medio o con un zocalo y una pieza en lo alto. Un baleén del Castillo de Porcia, en Spittal del Draw, comenzado en 1527, muestra la forma de doble balaustre preferida, tipica del Alto Renaci- miento, que se dispone longitudinalmente dentro de una equilibrada composicién que retine porme- nores de estilo antiguo: ménsulas foliculadas, perfi- les, una pieza con una cabeza humana (p. 428). Mis que las ideas, son los motivos de la arquitec- tura renacentista lo que se difunde en el siglo xv1 por Europa; aparecen en el lugar de los elementos tardogoticos y se fusionan con ornamentaciones de pequeiias puntas. De acuerdo con las tradiciones acionales y regionales se constituyen direcciones estilisticas propias: por ej. Ia escuela de Fontaine- bleaw, el estilo elisabetiano, cl Renacimiento del Weser. Partiendo de os Paises Bajos se difunden las fajas, volutas y herrajes del centro y norte de Europa, tomados en parte de los gruiescos de Rafael y en parte de la ornamentacion de talla (libros de muestras para decoracién de interiores). Un ejemplo tipico de esta manera decorativa ger- mano-neerlandesa puede verse en el coronamiento de un fronton (1573) de una vivienda-almacén de Danrzic., El tradicional frontén escalonado verti- cal (p. 342) es dotado de unos contornos algo caprichosos por medio de las curvas contrarias de las volutas, que se fusionan con elementos del Renacimiento clisico; pilastras jénicas, cornisas perfiladas y un fronton en forma de ediculo que sostiene como coronamiento una pifia sobre un zécalo. El caricter a modo de herraje de la orna- mentacion es subrayado por el contraste entre la piedra arenisca y el muro de ladrillo. Es caracteris- tica la fijaci6n de los puntos de interseccién por un anillo colgado, como en los herrajes de una puerta 0 de un coffe. Los elementos conirastan dentro de una interesante y movida composicién general. En oposicién al estilo basado en las volutas estén, entre otros, el francés y el espafiol, pero sobre todo el clasicismo internacional (palladianismo) basado en la obra de Pattapio y difundido en los Paises Bajos e Inglaterra, mientras que en el sur de Alemania hay pocos ejemplos. 424 La mueva época I/Articulaciones murales del Renacimiento ) fil ei ee He beitteil Fil iE Cy) i TL el g Litt Hay ATTRA TT TAA PA Florencia: Palacio Rucellai ‘Vicenza: Palacio Valmarana Roma: Villa Farnesina ‘Combinacién y accién reciproca de pared y orden de columnas La nueva época I/Articulacién mural del Renacimiento 425 La arquitectura romana une la construccién de aparejo con los Srdenes griegos de columnas en una arquitectura de composicion para los edificios representativos oficiales (pp. 208 y ss.). Sin embar- go, la columna perdid su caricter independiente; se convirtid en un elemento decorativo. Los arguitectos del Renacimiento desarrollan a partir de las ruinas de la época imperial romana sistemas de articulacién para los edificios de su propia €poca. 5 Leén Bautista Alberti, el primer gran teérico de la arguitectura renacentista, utiliza por primera vez, en el Palacio Rucellai (1446-1451), un orden de pilastras en tres pisos para la articulacién de la fachada entera La pared esté construida con sillares lisos en hileras de variable altura; pilastras planas encastra- das en el muro la dividen en paiios casi iguales. En cl piso inferior alterna un paiio de portal con dos cerrados; tienen lucemnas situadas a gran altura. Las ventanas geminadas de los paiios de Jos pisos altos reciben una nota especial a través del arguitrabe, introducido a la altura de las impostas. Los arcos risticos de los ejes de los portales se elevan en correspondencia a la mayor amplitud del pafio una. hilera por encima del arco vecino; en unién con los escudos, acentiian casi imperceptiblemente el rit- mo de la fachada. La articulacién de Ausexri parece nueva y de rasgos més amplios en comparacién con os demas palacios florentinos con su pesada arquitectura de sillares risticos (Palacio Medici, 1444), rechazada por él. La adaptacion de elementos clasicos a la arquitectura mural del Renacimiento encuentra seguidores sobre todo en Roma. La Cancilleria constitufa ta serie de los palacios conformadores del estilo, con un nuevo ritmo de pilastras y paiios de pared. Le sigue el Palacio de Venecia, sin aparejo rustico y con pilasiras en las cuales las ventanas con anchos marcos contrastan con as lisas superficies murales. La época decisiva del Alto Renacimiento coincide con el pontificado de Julio II (1503-1513). Braman- te trabaja en Roma en proyectos orientadores; junto a él, entre otros, RAFAEL, PERUZZI, A. DA Sancatto et JOVEN. Con el Palacio Caprini, de dos pisos, trazado por Bramante y conocido mas tarde como «asa de Rafaeb», surge un nuevo tipo de fachada palacial: en el piso bajo, pilares y arcos risticos; en el superior, medias columnas geminadas sobre pedestales, y entre ellas ventanas casi tan altas como el piso con frantones triangulares y balaustradas; como cierie, un friso dérico con comnisa de coronamiento. Esta fachada, con su claro ritmo y su diferenciacién de pisos, corresponde a las ambiciones de la sociedad romana con los altos dignatarios de ta curia, que no necesitan castillos familiares sino villas y palacios representativos. La Villa Farnesina, construida hacia 1509 por B. Preuzzt, es una villa suburbana de los alrededores de roma y la versién menos monumental de la época de Bramante. Pilastras y anchas bandas de molduras articulan ta lisa superficie mural en patos, de las mismas dimensiones. La gran ventana repite la proporcién del pafio en menor escala; las lucer- nas del mezzanino y el dtico acentian los ejes y contribuyen a un equilibrio Sptimo. El friso del dtico, decorado con putti y guirnaidas, responde ya a la tendencia hacia una mayor riqueza de detalies y ornamentacién. Frente a la clasica ponderacién de la era de Bramante, la siguiente generacién (Raraci, G. RoMANo, SANMICHELI, SANSOVINO) aspira ya a una mayor piasticidad y movimiento y a una expresin personal. Los impulsos decisivos proceden de Mi- GuEL ANGEL; en su articulacién mural, renuncia a la independencia y belleza de los detalles. La plasticidad reforzada y el modelado y fusidn de los elementos, que a menudo parecen caprichos aista- damente, estén en funcién del efecto dramitico de conjunto (Fiorencia: Fachada de San Lorenzo, Biblioteca Laurenciana, Sacristia Nueva; p. 426). Para la articulacién de grandes superticies murales, Micvet Anort prefiere el orden monumental con columnas y pilastras; abarca varios pisos e integra la fachada en grandes pafios rectangulares que pueden perfeccionarse después mediante una mul- tiplicidad de formas individuales. Micuet Ancet lo aplica por primera vez en los palacios del Capitolio de Roma, en un conjunto significativo para la evolucién posterior del urbanismo (p. 438). ‘Muchos arguitectos del siglo xvi adoptan el princi- pio de la libre y a menudo subjetiva disposicién y combinacién de formas. Este manierismo de los sucesores de MiGuEL ANGEL aparece junto al clasi- cismo vitruviano de los sucesores de ALBERT y Bramante. Con frecuencia se interpenetran ambas direcciones, o bien los arquitectos utilizan los recursos estilisticos en una u otra segiin el género de su tarea. Andrea Palladio, por ejemplo, es un te6rico en la linea de los eruditos vitruvianos, pero emplea en sus obras recursos manieristas. Recurre al orden monumental tanto en la arquitectura religiosa (p. 486) como en la profana En cl palacto Valmarana de Vicenza (p. 454) aparece la perfeccién caracteristica de dicho artis- ta. Las pilastras sobre altos zécalos encuadran los cinco pafios centrales de Ja fachada. Destacan escasamente del muro, pero producen en la estre- cha calle un poderoso relieve y una decidida verti- calidad. Los sillares rristicos de los pafios de las ventanas y las pilastras de derrame escalonadas a 10 alto caracterizan el elevado piso inferior como soporte del superior. Este se abre con ventanas hasta la cornisa principal. La balaustrada, con profundas sombras hace bajar épticamente las Ventanas hasta la cornisa intermedia. La fachada, edificada hacia 1565 como enérgica sintesis de su riqueza de pormenores y su caricter monumental, esti a pesar de su base clisica dentro de la corrien- te manierista, y es ya un precedente del Barroco (p. 426), 426 La nueva época I/Articulaciones murales del Barroco Pared interior y pared exterior: Variaciones sobre el mismo tema La nueva época I/Articulacién mural del Barroco 427 En el Renacimiento, la pared vuelve a convertirse en un elemento constitutive del espacio y del Cuerpo arquitecténico. Mientras que en el gotico coinciden construccién y articulacién, los sistemas de articulacién del Renacimiento se originan s6lo en pequefia medida de las condiciones constructi: vas del muro; tampoco presentan una conforma- cién plistica del cuerpo del muro. Los elementos tomados preponderantemente de la Antigticdad son adosados al muro como un relieve articulador. Independientemente de los requisitos constructi- vos, puede ser construido conforme a puntos de vista Optico-formales. En Ja interpretacién subjetiva de lo individual subyace una estética arquitectnica sin dependen- cia constructiva. Respondiendo a los principios del humanismo y a Ja aspiracion general a la gloria, aumenta la influencia de los artistas importantes en la formacién del estilo. Las fechas vitales de BRaMANTE y MicueL ANGEL cierran la breve época del Alto Renacimiento, Ambos superan a su generacién con su habilidad para articular grandes volimenes constructivos sin desintegrarlos en una sucesidn de partes. Bramante realiza el ideal de belleza del Renacimiento: la armonia del todo bajo el libre desplicgue de algu- nas formas individuales en equilibrio (pp. 476, 480 s.). Miguel Angel inicia sus trazados arquitecténicos en 1514, afio de la muerte de BRamanre. La Sacristia Nueva de San Lorenzo, con las tumbas de Ja familia Meprcr, es de hacia 1529. Ya en esta primera arquitectura deja atrés las reglas que desde BraMANTE servian como modelo. «Su verdadera grandeza se encuentra aqui, como en todas sus obras, en las proporciones, que no copié de ninguna parte, ni siquiera de los edificios antiguos, sino que creo a partir de su propia plenitud de poderes. Es preferentemente el compo- sitor que calcula en grande.» J, BuRCKHARDT En vez de una clara ordenacién de pocos elementos en proporciones sencillas, en las cuales destacan Jos valores de superficie, aparece una combinacién de motivos estrechamente apretada. La voluntaria modificacion y proporcién suprime la independen- cia de las formas, que adquieren sentido solamente en la estrecha combinacién «de un lenguaje de gestos que acrecienta Ja monumentalidad del cuer- po arquitectonico (del espacio)» (O. Kexser). Con el abandono de una ordenacién tradicional considerada objetiva —orientada a la Antigiie- dad— y la creacién de una nueva acorde con el objetivo contemporineo, MIGUEL ANGEL, en la cumbre del Renacimiento, abre el camino a las fuerzas artisticas que se despliegan en el manieris- mo y en el Barroco, sin que deje de existir la arquitectura de orientacién clisica (p. 424, Pauta- pio), Ambos movimientos determinan, en una fructifera altemnancia, la evolucién hasta el siglo xv. La mayoria de los arquitectos del Barroco trabajan, como en los siglos xv y xvi, conforme a reglas tradicionales. Los individuos geniales utili- zan Ja libre disposicién del repertorio total para desarrollar nuevas ‘écnicas compositivas para su fantasia espacial; abarcan desde el espacio interior hasta el urbanismo. En Francesco Borromini, por ejemplo, el volunta- tio modelado de los elementos individuales (p. 428) esid al servicio de sus métodos de configuracion espacial. En la capilla de los reyes Magos (1660) del palacio de Propaganda Fide une los nichos laterales y la zona de las ventanas por medio de un orden monumental con bloques de entablamento superpuestos; se forman paiios verticales de distin- tas anchuras. La comnisa superior y los arquitrabes perfilados unen horizontalmente ios paiios. Desde las pilastras se elevan nervios a modo de bandas que se extienden por ¢! techo cubierto con bévedas planas. La contraccién del paiio intermedio engen- dra en el espacio relativamente pequefio un ritmo perceptible; los movimientos que se cruzan se complementan formando la estructura unitaria de un «pafio dindmico». Sélo en la «cubierta nervia- da» se hace visible. El ritmo y la dindmica de ta composicién espacial son utilizadas por BORROMIN! también en grandes espacios y en secuencias de espacios (sucesién pulsante). No obstante el recha- zo de muchos contempordneos, tienen gran influjo en el Barroco tardio, Con el orden monumental que abarea todos los pisos y con los paiios vertica- les los arquitectos disponen de elementos'de alinea- cién axial, de medios para lograr la configuracion unitaria de grandes superficies. Mas alld de los edificios aislados, alcanzan importancia en el urba- nismo por medio de las calles y las plazas. Bajo la influencia del absolutismo cada vez mas poderoso surgen en diversas capitales y residencias ‘europeas calles y plazas con paredes tnitarias (pp. 440 y ss.). En Paris, el tipo de la Place Royal constituye un importante elemento de la renova- cién urbana desde el Renacimiento. En las casas de la Plaza Vend6me, comenzada hacia 1689 por J. HaRDOUIN-MANsARr, los pisos inferiores son dota- dos de arcadas con aparejo mistico y los dos de encima de un orden monumental y resaltes con frontones triangulares que marcan los ejes principa- les y los puntos de acoplamiento de la plaza. El orden colosal en todas las fachadas caracteriza Ja plaza como «place royal», un Ambito erigido por decreto real y utilizado para viviendas y como lugar piiblico para la ciudad; una unidad de alto nivel propia de la concepcién estatal del absolutis- mo, organizada y planificada ya no, como en el Renacimiento, mediante la unién de edificios indi- viduales independientemente constituidos, sino co- mo espacio unitario, La ordenacién unitaria de las fachadas es uno de los medios para aleanzar la continuidad del espacio. El orden de pilastras de amplios rasgos evita el fraccionamiento en peque- fias partes individuales que determinan el cardcter de las plazas medievales. 428 La nueva época 1/Elementos arquitecténicos y formas decorativas del Barroco Perfiles maldura 2) Monasterio. ‘Melk by Iglesis de i ay sae Elemento de ventanas del «Cours d'architecturen de Oavitor ‘Trazado de capitel (J. C. Schalaun) Plasticidad, movimiento, disolucin de las formas La nueva época I/Elementos arquitecténicos y formas ornamentales del Barroco 429 La palabra barroco, tomada de la orfebreria, ca- racteriza en el siglo xv el estilo de los arquitectos {que no siguen las reglas de la teoria arquitectonica académica. En el siglo xrx se convierte en concepto general para todo el arte de los siglos xvit y xvin, fa arquitectura clisica inclusive. La historiografia econoce con ello las fuerzas que, abandonando la ponderaci6n estatica y la claridad formal del Rena~ Cimiento avanzan hacia una expresividad y un movimiento dramaticos. En el Barroco, la evolu- cién —ya iniciada en el Renacimiento— de un canon totalizador se basa en las formas antiguas y en las leyes de Ia proporcién y la composicién, alternando con una dinémica que varia dichas formas y proporciones segin la finalidad y enlaza formas aisladas, superficies y cuerpos en lineas de movimiento cuya fuerza y continuidad hacia su objetivo pueden dominar grandes espacios y suce- siones de espacios. Energia y movimiento conforman también los elementos individuales. En el siglo xv va al frente Micuet. ANGEL (p. 426); en el xvn, Ia evolucién es Girigida principalmente ‘por Francesco Borromini. Este se enfrenta a las doctrinas arquitecténicas dominantes y por fin también a BERNINI, que a pesar de perseguir fines semejantes a gran escala, en el trazado y el detalle se mantiene dentro de la arquitectura clisica; caracteriza certeramente las obras de Borromini como «fantasticas». En él, el dinamismo se apodera no sélo del espacio y del cuerpo arquitecténico (pp. 426, 490 y ss.) sino también con plenas consecuencias del miembro arquitectonico individual, Por ejemplo, traza hacia 1634 los detalles del pequefio patio de San Carto ALLE QUATTRO FON- ‘ANE de modo que se fusionan en un movimiento global. Ademis modifica la forma tradicional del balaustre (véase p. 422) Ya en el modelado de cuerpo en forma de gota con estrias y aristas, comienza el movimiento puisante con la reciproca contraccién y extension de las masas, Este «movimiento propio» se extiende, a través de la constante inversion de los cuerpos de balaustre alineados, a un movimiento ondulante en derredor que hace parecer mayor el pequefio patio. Los cambiantes efectos de luz y sombra acrecien- tan el caracter caprichoso del juego de las formas. ‘A pesar de la precisidn del modelado, la forma aislada es absorbida por la impresion general. La tendencia a poner los miembros arquitecténicos al servicio de un movimiento pulsante se mantiene en el Barroco tardio y en el Rococé en diversas escuclas regionales y arquitectos individuales, so- bre todo en Bohemia y el sur de Alemania, Se llega particularmente a una deformacién del entablamento, En la iglesia del monasterio de Melk (isco PRANDTAUER, 1702-1727) y en la iglesia de peregrinacién de Wies (DoMInikus ZIMMERMANN, 1744-1754), los perfiles del entablamento parecen voluntariamente proporcionados, en parte defor- mados, en comparacién con sus antiguos modelos (1, pp. 150 y ss.). En los espacios dominados por las energias dindmicas y enriquecidos con refina- os efectos de perspectiva, un detalle aislado confi- gurado «correctamente» podria, no obstante, dar la impresion de un cuerpo extrafio. La extremada deformacién integra las formas aisladas dentro del efecto global Muchos Ambitos tardobarrocos destacan por la total interpenetracién de arquitectura, pintura, escultura y ornamentacién. El estuco, altamente desarrollado, tiene un papel importante; liega a constituir un arte de la misma categoria que pintura y escultura, Segin el temperamento y la capacidad del estuquista y de la libertad que el arquitecto le concede, el estucado determina decisi- vamente el caricter del espacio. La roealla puede ser considerada como prototipo de la fantasia formal tardobarroca; ¢s una orna- mentacién organoide extraida de las formas de las conchas formada por oscilaciones y arabescos: junto a las cintas, follajes y dibujos geométricos, invade paredes, techos y bovedas; mas tarde tam- bién los miembros tecténicos como pilares y arcos. El trazado de un capitel de pilastra de la iglesia de San Clemente (Miinster-Westfalia), realizado por J.C, Scutaun hacia 1749, es un ejemplo mas de la libertad con que el Barroco y el Rococd manejan las formas heredadas. El capttel compuesto jénico- corintio es desintegrado asimétricamente y defor- mado hasta en los detalles. Las rocallas crecen desde el cuerpo del capitel y llegan al fuste de ta pilastra y el entablamento. EI Rococé, fase ornamental tardia del Barroco, surge como estilo puramente decorative en Fran- cia en el siglo xvim (BoFFRAND). Llevado a Alema- nia por CuviLiés (Munrcn, BROHL), encuentra alli su maxima difusion y deformacién pictorico-irra- cional mezckindose con los inquietos movimientos espaciales de Borrosant y Guarit (Drzn1zexxo- FER, NEUMANN, FISCHER, ZIMMERMANN, pp. 490 y 8.) En Francia, por el contrario, la corriente raciona- lista se opone a estas tendencias. El Barroco francés desarrolla un catilogo de formas académi- co-ckisicas altamente elaboradas, que varia con- vencionalmente las formas heredadas y las catalo- ga en grandes repertorios de grabados (por ejem- plo, BLoNpeL EL Vitso, 1675). La «fenétre cintrée» del Curso completo de Arquitectura de Daviter (@AvLER), publicado por primera vez en 1691, muestra una ventana de ediculo con timpano trian- gular, tipica de la manera francesa. Fs una variante de un modelo basico tal como se difunden en dichos libros de muestras. Forman una especie de gramatica del estilo, determinado por la corte francesa y convertido en modelo para las cortes ceuropeas. EI academicismo de la escucla francesa oftece también a los arquitectos de provincias ejemplos ya experimentados como sélida base para sus proyectos y les asegura un aito y constante nivel, aunque tiene también el peligro de la adopeion de clichés (= | i Reduccién y estabilizacion La nueva época I/Cuerpo arquitecténico y articulacién mural en el Clasicismo 431 El clasicismo como actitud basica artistica se orienta hacia el ideal de la claridad y la pondera- cion y en particular hacia el canon formal de la ‘Antigiiedad. Interpreténdolo de nuevo el Renaci- mmienio constituye una tradicién cldsica propia, que se afirmara también junto al manierismo, al Barro- 0 y al Rococé. El Barroco dinamico de corte ftalogermdnico no se consolida en Europa occiden- tal. Como clasicismo 0 neoclasicismo en sentido propio se considera la época de la oposicion gene- fal en toda Europa al Barroco tardio y al Rococé hacia 1770-1830, A la exigencia de una vuelta a la «Naturaleza», proclamada por Rousseau, corres- ponde en la arquitectura un retorno a los origenes, es decir, a la Antigtiedad. La precisa investigacion arqueoldgica comprende por primera vez, junto con la arquitectura romana, la original. griega (publicaciones de Piranesi en 1742 y 1778, de Stuart y Revert en 1762 y 1789). Joma se convierte en el lugar de estudio predilecto de los artistas, El detalle antiguo es imitado con exactitud arqueolégica ¢ incluido en nuevos conjuntos. AL mismo tiempo se forma un nuevo sentimiento acerca de la relacion entre arquitectura y paisaje (pintura de paisaje; jardin inglés). En los vacilantes principios, a mediados del siglo xvilt, van apareciendo dos direcciones principales: un dlasicismo riguroso «revolucionario» y otro pictorico «roménticon. El clasicismo riguroso y revolucionario tiene su origen en la Hustracién. El Racionalismo domina en Francia, ya en el siglo xvu, la Academia real y mis ain, a mediados del xvii, la Escuela de Arquitectura, fundada por J. E. Buonpet. Su consigna «simplicidad y buenas proporciones» y los estudios de la Antigiiedad conducen a un estilo dérico-romano. Se difunde rpidamente entre la vanguardia europea: Louts, Goxpow, BouLtte, LEDOUX, PERCIER y FonTarne en Francia; C. G. TANGHANS, F. GILLy, H. GENTZ, F. WEINBRENNER, en Alemania (pp. 434, 504); C. F. Hauser, en Dinamarca; J. SOANe, en Inglaterra. Las formas geométricas bisicas, cuadrado y circulo, cubo, esfe- ray pirémide, en grandes dimensiones, empiezan a dominar las representaciones. A causa de su inuti- lidad prictica aparecen sobre todo en trazados ideales abstractos. Un culto a_las dimensiones heroicas conduce, sobre todo en Francia, al colosa- lismo. Los trazados de monumentos parecen a ‘menudo aparatosos. Los principales exponentes de este clasicismo radical y experimental son Bouttte y Lepoux. Etienne Louis Boullée (1728-1799) ejercié gran influencia como profesor y a través de sus diagra- mas, que muestran arquitecturas ideales de enor- mes dimensiones, por ejemplo, un cenotafio para Newton: una esfera en la que se utiliza las figuras humanas sdlo como accesorio. La gigantomania de estos proyectos contrasta fuertemente con los con- tempordneos idolos de la corte de Versalles y con Ja inminente bancarrota financiera del absolutis- mo. Claude Nicolas Ledoux (1736-1806) une la severi- dad geométrica con un funcionalismo simbélico y un sentimiento romdntico de ta naturaleza. Me- diante sélidos cuerpos geométricos y un espectacu- lar contraste entre pocos elementos intenta romper con la primacia de la arquitectura convencional- mente elegante del siglo XVII Entre sus realizaciones piblicas destacan las sali- nas de ARC-ET-SENANS (1774) y las 44 Aduanas de Paris, iniciadas en 1785. En estos pequeiios «edifi- cios funcionales» sin grandes ambiciones represen- tativas, demuestra cl efecto de los sencillos cuerpos arquitectonicos y las claras formas en combin: nes siempre nuevas. En lugar de unos pocos tipos dedicados siempre a la misma funcién construye un catdlogo de arquitectura revolucionari El clasicismo pictérico y roméntico fusiona una acrecentada sensibilidad para la belleza de la natu- raleza y las calidades pictOricas de la arquitectura con los conocimientos arqueolégicos para consti- tuir un elegante estilo neogriego que recibe su impulso del general entusiasmo por Grecia (By- RON, SHELLEY). Se caracteriza por los detalles utilizados, precisos y Ilenos de fantasia, las propor- ciones arménicas y la eliminacién de los contrastes y efectos duros. Se difunde al principio en Inglate- tra (R. Apam, H. Nasi) y Alemania (ScuiNKeL, Kenze, Taropor HANSEN). Desde alli Megara hasta Finlandia (ENGEL) y después hasta Grecia (Scumxei, Ktenze, THEODOR y Cunistian HaN- sex, GARTNER). El Imperio presenta en Francia un paralelismo (PERCIER y FONTAINE) que influye tam- bign en Ttalia (Nosite, CaGNota), Karl Friedrich Schinkel (1781-1841), con el clasicis- mo roméntico y neogtiego, enlaza directamente con la tradicién del clasicismo primitivo prusiano (Lancuans, Grity, p. 504). El proyecto para la Casa Gabain muestra la utilizacién del cuerpo arquitectonico y de la superficie exterior caracteris- tica de ScHINKeL. Una clara conduccién de los contornos, de sobrio relieve, una superficie y unos clementos individuales parcamente dispuestos des- tacan los valores de superficie. Las pilastras de los Angulos ya no estan en funcién de la articulacion ritmica de la fachada (p. 424), sino de la fortifica- cidn del cubo arquitecténico en sus angulos. Los pocos elementos verticales, las ventanas del piso superior, la puerta y las pilastras de los angulos, mantienen el equilibrio con las lineas horizontales. En la graduacién del ensamblaje desde el perfil riistico del zécalo hasta la lisa superficie del fron- t6n, sobrevive la reminiscencia del palacio rena- centista; en el frontén triangular, la de los templos antiguos. La renuncia a la monumentalidad superficial, los sutiles matices y un vaporaso equilibrio otorgan a Ja arquitectura de Schinkel una justa elegancia y un cardcter «lisico». En el clasicismo neogriego de la época de Schinkel termina Ja creativa discre- pancia con la Antigiiedad que habia comenzado en el Renacimiento primitivo. 432 La nueva época 1/Urbanismo 1: Ciudades ideales del Renacimiento Fllarete: Plano de Sforzinda (DD Eaitcios pabticos HBR aie sseaanestana iain 1 cates, aces DD eer verte 1 sow Francesco di Giorgio: Pane o una eluded junte al ro _ Amsterdam: Plano de la ciudad en el s. xv Trazados ideales, realizacién pragmatica _ La nueva época I/Urbanismo I: Ciudades ideales del Renacimiento 433 Para Jos humanistas y tedricos del Renacimiento existe una estrecha conexién entre una forma ideal de ciudad y la vida moral correcta y racional de sus habitantes (L. B. Atsertt: Diez libros de Arquitec- tura, 1485; Tomas Moro: Utopia, 1516). La oleada de las fundaciones urbanas medievales termina en la Edad Media. La mayor parte de las ciudades tienen que defender su libertad y su bienestar contra el absolutismo creciente de los principados. Numerosos tedricos de un nuevo urba- nismo dedican sus planos ut6picos a los principes y tiranos que destruyen la comunidad democriitica de las ciudades. EI urbanismo renacentista es en oposicién a la actitud pragmitica de la Edad Media, de naturale- za teérica y cientifica. Aspira a unir un centralismo principesco a un formalismo estético, a un simbo- lismo cdsmico y a una nueva técnica de fortifica- cidn en imagenes rectoras ideales, Se trata casi siempre de abstracciones geométricas. Las ciudades estrelladas manifiesian los ideales del Renacimiento con su fusi6n de cimulo y estructu- ra radial. Por una parte aparecen como el esquema racional-abstracto del tipo de ciudad monocéntrica de la Edad Media; por otra se evidencia la prefe- rencia renacentista por las disposiciones centraliza- as de cualquier género (véase pp. 440 y ss.). El circulo une las mayores dreas de superficie con Ja minima longitud de murallas y la ventaja militar de las lineas interiores. La forma estrellada ofrece, aparte de su simbolismo, la mejor defensa de flanqueo y un sistema viario radial de rapida comiunicacién: los movimientos pueden ser dirigi- dos desde el centro de modo éptimo. El palacio en €l punto central es la dominante adecuada al absolutismo. ‘Antonio Filarete describe durante sus actividades para FRANCESOO SFoRZA, Duque de Milan en 1451- 1464, en un tratado de arquitectura, la ciudad ideal Sforzida, en un didlogo acompaiiado de dibujos aclaratorios. La figura basica, una estrella inscrita en un circulo y formada por dos cuadrados super- puestos en un Angulo de 45°, da como resultado ‘una muralla compuesta por 8 segmentos triangula- res. Los vértices estan dotados de torres que flanquean las puertas de los entrantes. Del centro de la ciudad irradian 16 calles, una de ellas acom- pafiada de un acueducto a estilo romano. Hay una calle circular al servicio del trafico interior. Las intersecciones con las calles radiales estin planifi- cadas como plazas rectangulares; en las que estin Tos ejes de las torres de la muralla debe haber iglesias en el centro. La consecuencia Iégica de este plano seria una plaza circular 0 poligonal en el centro de la ciudad claramente relacionada con el sistema viario. Pero, por el contrario, FILarete planifica una plaza rectangular cuadrada. Conforme a la tradicién medieval, la catedral y palacio se elevan uno frente 2 otro en los lados frontales. El conflicto entre sistema radial y plaza rectangu- lar es un rasgo distintivo del caricter abstracto del plan ideal; est aun en contradiecién con las experiencias propias. Hasta el Barroco no empeza- rin a dominar en el urbanismo los sistemas de ejes gue irradian de las plazas (pp. 434 y ss.) Lo artificioso e incluso violento del sistema estre- ado choca con las tradiciones urbanas de la Edad Media, pero corresponde a la teoria y a la praxis millitar con la progresiva aplicacidn de las armas de fuego. En los sighs xv y xvil surgen en toda Europa numerosas fortificaciones y ciudades guar- nicién siguiendo el sistema estrellado y con varios cinturones de murallas sucesivos, dominados por bastiones triangulares. La mayoria carecen de una vida urbana y de un crecimiento posterior, a menos que se agreguen otras funciones (p. 434, Turin). Los sistemas urbanos regulares, con red viaria rectangular, pueden unirse sin dificultad con pla- nos rectangulares y con los bloques de los paiacios urbanos, Por ello aparecen continuamente nuevas variaciones, combinaciones e interpretaciones de sistemas radiales rectangulares. Un dibujo de FRANCESCO DE Giorato, fechado hhacia 1480, muestra la total esquematizacién de una ciudad a ambos lados de un rio, que forma, canalizado y atravesado por cinco puentes, el eje longitudinal de un octogono alargado. La entrada y la salida estan protegidas por respectivos bastio- nes en. resalte. Las dos mitades estan divididas en bloques iguales de edificios; las dos plazas que quedan libres quedan cerradas en todos sus lados sin incluir el rio. Contrariamente a los planos ideales ut6picos y a las ciudades fortificadas, que suelen estancarse, en ‘Amsterdam se logra la fusion del ideal renacentista con una planificacién racional y satisfactoria que satisfaga las necesidades de una gran ciudad mari- tima. La realizacién comienza con los numerosos anteproyectos de 1609 y se lleva a cabo en varias etapas hasta aproximadamente 1680, Alrededot de Ta ciudad vieja en ‘forma de huso con diques, canales, calles y esclusas, se encuentran tres anchos canales nuevos (Grachten) en disposicién quebrada poligonal. Estén urbanizados a ambos lados, a 10 argo de las calles de la orilla, con altas y estrechas viviendas-almacén y unidos a los canaies y calles radiales y puentes basculantes. Al O. completan el plano desde el canal de circunvalacién los canales y calles que se desvian paralelamente; al E., un barrio de artesanos de disposicién rectangular. Las esclusas detienen el agua en los canales con inde- pendencia de las mareas. Barcos y coches pueden alcanzar directamente todas las casas de los comer= ciantes. Un cinturén de fortificaciones de unos 8 km y con 26 bastiones protege el poligono, abierto a la bahia. La triple fortificacién del término municipal y la combinada red de trinsito garantizan a AwsTER. DAM por largo tiempo el desarrollo econdmico. Con el consenso de la burguesia, surge una imagen urbana homogénea y sin coaccién formalista. 434 La nueva época /Urbanismo 2: Planificacién urbana del absolutismo Karlsruhe: Palacio y ciudad 1751-1026 1 Palacio 2 Cirevio 3 Calle lage 4 Plaza dol mercado 6 Ayuntamiento 6 Iglesia de fa ciudad 7 ePequeia igesien 8 S. Estoban HE ciudad antigua Cludad nueva fases 192" 3 Dominanites (a eres vera 1 Catedtal y pataco 2 Plaza dol Czstilo 8 Vis Po 3 Paza ce S Carlos Turin: Ndcleo urbaro y ampliacién barroca Concentracion del poder, centralizacién de la ciudad Kr La nueva época I/Urbanismo 2: Planificacién urbana del absolutismo 435. Desde los inicios del Renacimiento el poder se trasiada a los principes territoriales; se suprime la gutonomia ciudadana. El establecimiento duradero de los gobiernos sustituye al cambio de alojamien- fo frecuente cn la Edad Media. Las residencias principescas no solamente adquieren la maxima Pitegoria entre las ciudades sino que se convierten Ge hecho en centro de gravedad del poder. Las ciudades residenciales presentan un nuevo tipo prbano. Han de proporcionar a los principes, a su corte y a las autoridades centrales un alojamiento ‘adecuado y a la personificacién del estado absolato tun marco representativo. En la planificacién del absolutismo barroco ya no subyacen nociones de estructuras cerradas y com- partimentadas, sino sistemas ablertos con ees que ‘dominan ciudad y paisaje (pp. 436, 474). Segan la fdea que los principes tienen del estado y de si mismos, solo sus palacios pueden ser punto de referencia, dominante y centro de irradiacion. Esta concepcién y el crecimiento constante de la corte y de la administracién hacen problematica la construccion de residencias dentro de la estructura social y arquitecténica de las ciudades ya desarro- Jladas. También la transformacién de antiguas ciudades feudales fracasa a menudo a causa de la opresién de las construcciones defensivas. El intento de poner antiguas capitales y nuevas residencias en una relacién apropiada al absolutis- mo y unir ambos a una configuracién urbana prolongada suele lograrse s6to alli donde el palacio esidencial esté a una adecuada distancia de la ciudad antigua, o puede ser edificado en el marco de ésta (por ejemplo, Paris: Louvre y Tullerias, Copenuacue, Turin, Srurrcart, WorzeuRc). En muchos casos se recurre al éxodo de corte y administracion y a la nueva fundacion de la resi- dencia en campo abierto en un lugar favorito del principe, con frecuencia sustituyendo a un pabellén de caza’ 0 de recreo preexistente (por ejemplo, MANNHEIM en lugar de HEIDELaERG, LuDWics- suRG en lugar de Srurrcanr, VERSALLES en lugar de Panis). Karlsruhe presenta un caso ejemplar de nueva fundacién en campo abicrto. Como la edificacién, planificada a grandes rasgos, de la residencia de Durack fue destruida en 1698 en la guerra de sucesién palatina a causa de la resistencia de los habitantes, el margrave CaRtos GUILLERMO eligié un lugar aprox. 1 estadio hacia el O., en medio del bosque al N. de la carretera hacia el Rhin. E] plano fundacional de 1715 muestra un circulo de aproximadamente 800 m de didmetro dividido en 32 sectores por avenidas o calles radiales. Al S., tun segmento de 90° con 9 cailes radiates ocupa 1/3 de Ja superficie y constituye la ciudad residencial; los 2/3 restantes se dedican a parque. El palacio se eleva en el centro del circulo con la torre dominante; las alas y los edificios secundarios siguen el plan radial. La calle de circunvalacién cierra con un cuarto de circulo de grandes bloques para la administracién oficial el area ante la plaza del castillo, Se utiliza en parte como jardin y en parte como patio de honor. Las calles radiales atraviesan el circulo y se prolongan hasta la calle E.-O., que forma la base de un triangulo que abarca todo e! distrito municipal. En su vértice se cleva la torre del palacio, y frente a ella, al otro Jado de la «calle larga», la iglesia principal. Como en el modelo basico de la planificacién absolutista, on VERSALLES (p. 438) el palacio se alza en la linea divisoria entre ciudad y naturaleza en los focos de los ejes, los cuales han de fusionar ambas en una unidad mayor. Esta apertura en todos los lados mantiene como principio que sefiala hacia el futuro la relacién mutua de ciudad y campo, que hace posible la «ciudad inserta en el paisaje» del siglo xx (p. 442, Bars). En KARtsxune, la primera fase constructiva, ini- ciada en 1815 por FrieDric WEINBRENNER, es seguida de una ampliacién por medio de una ciudad burguesa que contrapone ai palacio, como segundo centro, la plaza del mercado con el con- junto de ayuntamiento e iglesia urbana, ambos con torres, y al mismo tiempo prolonga el eje principal como sucesién de recintos piblicos hasta la puerta S. de la ciudad, Wemarenner dirige el paso del sistema radial al rectangular, que se adapta mejor a las exigencias racionales de la sociedad burguesa. Turin se desarrolla —al contrario que las nuevas fundaciones— a partir de un micleo urbano, la ciudad romana de aproximadamente 770/710 m de lado, que siguid estando colonizada en la Edad Media, Longobardos y francos transforman en castillos dos de las puertas romanas; el oriental es el punto de partida para la gran piazza di castello, centro de la ampliacién urbana realizada por los duques de Saboya y que desde 1584 reine un barrio tras otro alrededor del niicleo antiguo. El gje E.-O. (decumanus) es prolongado mas alli de la nueva plaza central y en leve recodo hasta el nuevo limite occidental (Via Po), donde termina en tuna especie de exedra. De la misma plaza central parte un nuevo cje N.S. (cardo) que cruza la nueva zona sur de la ciudad (Via Nuova) y se ensancha 2 mitad de camino en una plaza (Piazza Reale). El Palacio Ducal (1654-1658) al NE. se introduce con sus alas en la estructura de la ciudad de modo que a pesar de su ubicacién excéntrica es el centro de la ciudad junto con la catedral. Por su significacién estratégica, Turin recibe un cinturén de fortificaciones con bastiones; se apro- xima con su forma almendrada a Ja linea circular ideal, pero causa una impresién menos estatica que la pura forma geométrica. En el O. sobresale la ciudadela en forma de estrella de 5 puntas. La planificacién se anticipa siempre al crecimiento y hace posible la gradual sustitucion de los viejos edificios dentro del circulo de fortificaciones. Tu- RiN se convierte en una ciudad barroca homogénea y plana. El sistema romano de rastrillo, los ejes barrocos y una corona de bastiones y plazas muy evolucionada se interpenetran en una perfecta creacién de 1a planificacién urbana absolutista 436 La nueva época I/Urbanismo 3: Calles, ejes, plazas 1 1 Castillo de Santéngelo 2 Plaza cel Popolo 3 Plazo Navona 4 Capital (v. p. 438) 66 Sia. Mara la Ny 6 Bites oe an} 1262) Let 7 Coliseo (v. 1/240) [Hd caltecios pices [TD Zonas verdes 3 sarios cates, ptoras Paris: ejes viarios, plazas ccontrales, grandes edificios 1 le do ta Ci 2 Louvre 3 Plaza de la Estrella 4 Trocadero 5 Escuela Militar 6 Hotel de los Invlidos 7 Gran y Pett Palas Nueva ordenacién de la ciudad por medio de enlaces de ejes | al La nueva época T/Urbanismo E] Renacimiento descubre la perspectiva central en ja pintura. Los cuadros con puntos de fuga y jes en profundidad transforman el modo de ver, Es tina decisiva contribucién a la concepeién dinami- ca de la arquitectura y del urbanismo y a sus ‘elaciones con el dmbito natural. En lugar de los Sistemas renacentistas, cerrados y centralizados, hhacen su aparicién en el Barroco los. sistemas abiertos, de irradiacion. Espacios, edificios, jardi- hes, plazas, la propia ciudad y el paisaje ya no considerados como dominios auténomos, sino que se rednen en sistemas de jerarquia superior con ¢jes continuos. Las calles se convierten en ejes que dominan grandes distancias; las plazas piblicas sirven de puntos de empalme y de lugares de estancia representativos. La solucién parcial de calles y plazas con arreglo a {a funci6n puramente utilitaria las pone a disposi- cién de una ordenacién de la ciudad segén unos puntos de vista estético-formales caracteristicos del urbanismo y los programas constructivos del abso- lutismo. En ROMA y Pars, el absolutismo se impone tem- prana y consecuentemente. Las soluciones puestas en practica se convierten en modelo para el resto de Europa. En Roma se mezclan las funciones de una residen- cia territorial para el estado eclesiistico y las del centro de la Iglesia catolica. La Roma medieval, limitada a 17.000 habitantes, se concentra al S. del castillo de Santangelo. Al O. de 61 se levanta la nueva residencia de los papas desde su regreso de ‘AvIS0N, junto a la antigua iglesia de San Pedro de! Vaticano, Las grandes iglesias paleocristianas se yerguen aisladas en el campo de ruinas de la antigua ciudad terrenal, accesible s6lo por caminos sinuosos. Los papas de la época renacentista y barroca se plantean la mision de reorganizar la cadticay ruinosa ciudad y de restablecer su rango por medio de programas de construcciones representativas. Para la urbanizacién de la antigua drea urbana se realizan por etapas ejes viarios desde la periferia hasta el interior y se unen entre si, después de situar nuevas plazas como puntos de articulacion y de reunién. Del castillo de Santangelo parte una nueva calle (Borgo Nuovo) que va directamente al Vaticano (p. 438). En el angulo derecho irradia del Puente del Angel un haz de calles hacia la ciudad medieval de} Tiber. E} punto cardinal de la urbanizacién est en la desembocadura de las calles de trnsito y de peregrinacién que vienen del N. (la antigua Via Flaminia), De una distante plaza circular (Piazza del Popolo), un segundo haz. de calles se introduce en el antiguo campo de Marte. El eje central conduce al Capitolio (p. 438). De las plazas dis- puestas como «estaciones intermedias» salen nue- ‘Vos ejes, que se cruzan con los que parten del tercer punto de la periferia (la prolongacién de la antigua Via Nomentana). Antiguos obeliscos marcan los puntos importantes alles, ejes, plazas 1 437 en las plazas principales; son simbolo de la tradi- cién antigua, de la que la Iglesia ha tomado posesion. A fines del siglo xv1, este sistema comple- mentador de ejes y plazas se ha Tevado a la prictica hasta tal punto que su perfeccionamiento ha de ser la consecuencia logica. RoMA se constituye, gracias a estas calles, como capital de Italia y de la Iglesia. Por primera vez en su historia, es dotada de una red viaria interior sistematicamente organizada. En Paris, tras la clausura de la Baja Edad Media (peste; guerra de los Cien Afios), se inicia de nuevo la expansion en el siglo xv1; parte, como en ROMA, de la periferia de 1a ciudad medieval, pero con impulsos hacia los suburbios y hacia la region circundante. Ya Enrique IV hace edificar en el O., delante del artabal de §. Antonio, una plaza circular y salien- do de ella una alameda de varias hileras y 84 m de anchura, el Cours de Vincennes. La prolongacion hacia el arrabal fracasa. Al O. esti el Lowe, el palacio real construido a modo de castillo, a fines del siglo xv, en la orilla derecha del Sena; es el punto de partida de un sistema axial. La transfor- macién del Louvre y de las Tullerias en una residencia barroca est en relacién con la construc- cién del eje principal de la ciudad hacia el O., que pasa por los Campos Eliseos y la Plaza de la Estrella hasta Wegar a la curva del Sena, en NEULLY. Bajo Luis XIV Pais es declarada ciudad abierta; el cinturén de fortificaciones, los boulevards, trans- formado en avenidas de aproximadamente 66 m de anchura, que se incluyen en la red de las calles principales. En los arcos del Sena, al SE., surgen grandes complejos de edificios ‘segin el modelo de los palacios-residencia, en forma de disposiciones de varias alas ajustadas a una simetria axial, con explanadas, jardines y plazas, por ejemplo el Hote! de los Invilides, construido en 1671-1672 para 7.000 invalidos de guerra, y la Escuela Militar, edificada en 1751-1776. Sus ejes principales, per- pendiculares al Sena, se prolongan después mas allé de él con los puentes y se unen con el trazado de las calles principales. De forma andloga a ROMA, los puntos cardinales del plano se unen produciendo la red de las calles principales. La era de Napoveow T (Percien y Fontaine) y la de NAPOLEON ITT (HaussMANN) Ia completan hacia el interior y la amplian; el ré- pido crecimiento de la ciudad puede cfectuarse dentro de ella hasta bien entrado el siglo xix. E] concepto romano se amplia en Paris hasta constituir una forma revolucionaria, por medio de Ja unién de las calles urbanas, entre dos hileras de casas, con el tipo de la avenida, tomado del parque real. En la reunion de los ejes que salen de la ciudad con los sistemas que irradian de Jos pala- cios de la periferia (VERsALLes, p. 438) se realiza en Ja regién de Pais el sistema integrador de la ciudad abierta y paisaje on Ia méxima extensién. 438 La nueva época 1/Urbanismo 4: Calles, ejes, plazas 2 de S, Pedro. {EBD vorinante DW tiiteio Ta ate, tia TD Zona vce WD an Roma: Eje Castillo da Sonténgels-Iglesa \Versalles: Palacio, ciudad y parque (vp 464) Irradiacién. desembocadura, formacién de dominantes La nueva época I/Urbanismo 4: Calles, ejes, plazas 2 439 Ejes viarios trazados en profundidad o plazas axialmente orientadas a una dominante aparecen primero en disefios arquitecténicos del Renaci- miento primitivo. La inclusién consciente en plani- ficaciones reales comienza en el Alto Renacimien- to; Miguel Angel lleva a la préctica en la Plaza del Capitolio de Roma, iniciada hacia 1538, una nueva concepeién de la plaza pablica. Contrariamente al foro romano (pp. 24, 218 ss.)y a la plaza urbana medieval (p. 338) traza un espacio abierto poseido de un movimiento que a la vez fluye y refluye. Existia en época medieval el Palacio de los Senado- res, clevado sobre el antiguo Tabularium, con ta torre, y, ante él y a su lado, en un angulo levemen- te agudo, el bloque del Palacio del Capitolio, algo posterior. Antiguamente, el Capitolio era una in- forme eminencia de escombros. Micuet ANGEL completa la plaza con el PALACIO br Los Conservapores en el lado que quedaba libre, formadndose un espacio abierto ligetamente trapezoidal. Las articulaciones iguales y de gran formato de todas las fachadas subordinan el cards ter individual de los palacios al efecto de conjunto (véase p. 424). La plaza alcanza su dindmica en parte a través de la acentuacién del eje central (rampa con escalera, grupos escultéricos, estatua ecuestre, portal cen- tral, torre), en parte por la graduacién de altura y de la formacién de dominantes (rampa de escalera ascendente, fachadas laterales de dos pisos, los tres pisos del palacio de los Senadores con la escalinata y la torre), y en parte, por el paso del movimiento Tecto y ascendente a otro envolvente en el centro de la plaza que es detenido por la escalinata de dos brazos del Palacio de los Senadores. Al movimiento circular corresponde la centraliza- cién de la plaza mediante el dvalo del pavimento ornamentado con una estrella de 12 puntas que rodea la estatua ecuestre de Marco Auretio. Esta marca los ejes que corren hacia la dominante y establece, por su propia direccién, una referencia a la ciudad, Flujo y reflujo, centralizacién, apertura, direecién axial, dominantes, movimiento lineal ascendente y circular, articulacién unitaria, dominan en la & quitectura y en el urbanismo del Barroco. En la Plaza de San Pedro de Roma, la poderosa masa de la iglesia (p. 482) tiene que unirse con la ciudad medieval y con los grupos de edificios de la residencia vaticana, con los cuales no tenia antes ninguna relacién de proporciones. La plaza ha de dar cabida a una gran multitud y posibilidad de circulacién a peregrinaciones y procesion; la iglesia principal del mundo catélico requiere que la confi- guracién de la plaza tenga la misma entidad. Como puntos fijos existian ya el obelisco erigido en_ 1588 y las fuentes de los lados, en_un nivel inferior a la explanada situada inmediatamente ante la iglesia. Lorenzo Bernini da en 1657 con la solucién: una plaza ovalada, ligeramente inclinada hacia el cen- tro, recoge las calles que Hegan a ella. Una doble columnata monumental une la estructura compar- timentada medieval del barrio antiguo con San Pedro y se sitiia como marco unitario pero trans- parente delante de los complejos arquitecténicos de la ciudad del Vaticano, sin ocultarlos totalmen- te. La plaza ovalada se continta al otro lado de la explanada mas pequeiia, con sus diferentes niveles. Ante la iglesia surge asi una zona de ordenacién ideal en Ja que se establece, a la necesaria distancia, Ja relacién con la dominante de la cipula. El visitante se aproxima a la fachada en intervalos de espacio y ticmpo calculados y se prepara para contemplar las grandes proporciones de la iglesia. La construccién de las calles que unen el castillo de Santangelo y la Plaza de San Pedro supone una nueva ordenacién de todo el barrio. Hasta 1937, siglos después, no surge un eje monumental, unien- do las dos calles del Bosgo y realizando delante de la plaza columnada un ensanchamiento, por des- gracia en una endeble arquitectura. El gran ¢je hacia la ciipula de 1a iglesia se compone ahora de una serie de espacios ensanchados y de nuevo recogidos (véase Nancy, p. 442). Muchas planificaciones barrocas aspiran a la inte- gracién de edificio, plaza, ciudad y campo abierto; se logra de modo éptimo en las Tesidencias sefio- riales, con palacio, jardin patio de honor y ciudad ante ellas. La transformacién del bloque cerrado de edificio en una disposicion abierta en alas (pp. 464 y ss.) favorece la integracidn de las zonas y la irradiacién de los ejes en campo y ciudad. EI castillo, la ciudad y el parque de Versalles ofrecen al absolutismo de toda Europa el ejemplo modélico de sistema abierto en el que arquitectura y naturaleza se fusionan entre si y con el pala el sefior absoluto como punto de referencia y centro de irradiacién. El palacio, con sus alas ampliamente proyectadas, se alza en la linea divisoria de entre ciudad y jardin y se agrega ambos: la ciudad, como anexo de la residencia, el jardin como idealizado espacio natu- ral para la corte. Ambos se estructuran segtin pautas geométricas. El patio de honor, punto de partida y meta de todos los movimientos, se abre a la ciudad y al mismo tiempo a la via que conduce a Panis. Dichos movimientos se dispersan y retinen en la plaza de armas, de donde irradia el haz de calles. Desde el jardin, el macleo del palacio y las alas laterales aparecen como una serena dominante horizontal por encima del sistema, que parcce extenderse indefinidamente, de senderos, rotondas, bosquecillo, plazas estrelladas, estanques y canales, todo ello remitido al eje central dominante, que fija cl palacio como punto de interseccién de todas las lineas entre los horizontes. 440 La nueva época 1/Urbanismo 5: Plazas del Renacimiento 40m Pienzo: Plaza Piccolomini (plaza principal) 1 Catedral 2 Palacio Piccolomini 3 Palacio episcopal 4 Ayuntamiento 5 Cabildo 6 Fuente 5 7 vos palacios (T cetticos antiques ex {Ea Estos nuevos 3, [1 Cate, ptoze (a Zonas verdes 4 2 4 -— Parts: Plaza Dauphine (wp. 452) 4 Pont Neut 2 Estatua scveste OG 8 Bloque de vvndas 4 Muolle dal Sena 5 Cale de Haray Del grupo de edificigs individual a la pared de la plaza unitaria La nueva época I/Urbanismo 5: Plazas del Renacimiento 441 Los arquitectos del Renacimiento en sus trazados de plazas urbanas se dejan evar menos por las necesidades practicas que por puntos de vista estético-formales. La transicion de la estructura compartimentada medieval con numerosas casas alineadas a la utilizacién de grandes bloques arqui- tecténicos (palacios urbanos, p. 454) lleva a plani- ficaciones con pocos edificios aislados. Estos deben equilibrarse entre si para no perder su efecto (p. 44d). to la prictca, los arquitectos tienen que confor- marse por lo general con la insercién de edificios individuales en el conjunto arquitecténico (VENE- cu, Biblioteca) 0 con la reconstruccién de antiguos edificios (VICENZA, basilica, p. 420), La ampliacién de la poblacién de CorsicNano, corca de SIENA, para formar la ciudad papal de Pienza, bajo el pontificado de Pio IT (1458-1464), realizada por BERNARDO RossELLINo, hace posible la construccién de un pequefio centro urbano conforme a las ideas del primer Renacimiento. El area basica del pueblo, situado en alto, se amplia; a los lados de una plaza en forma de trapecio surgen una pequefia catedral y un palacio para el Papa y el obispo. El ayuntamiento y los palacios menores cierran el recinto de la plaza en Jas calles adyacentes. Aunque las masas arquitecté- nicas no pueden desplegarse totalmente en la redu- cida superficie, se consigue una plaza de equilibra- das proporciones. La ubicacién en la ladera de la montafia hace posible una amplia panordmica. Esto se adapta a Jas intenciones de los papas y manifiesta, ademas de Ja general transformacién del sentimiento vital, el reciente descubrimiento del paisaje. No obstan- tc, hasta el Barroco no hay una inclusién sistemati- ca del juego de alternancias entre naturaleza y arquitectura en las planificaciones (pp. 438, 474). En las ciudades aumenta el nimero de plazas y sus funciones se amplian, El absolutismo impone una ‘nueva imagen urbana: racionalidad, claridad, or- denacién sobre una base geométrica, deben hacer que la ciudad aparezca como trasunto de la orde- nacién estatal. La planificacién elaborada por los principes a menudo impone no solo el marco general que puede satisfacer las propias iniciativas de Jos burgueses, sino que también indica el aspec- to de las masas arquitecténicas, 0 sea, de las paredes de la plaza. Este proceso se da especial- mente en Francia. El rapido crecimiento de la capital Paris sesponde a la. progresiva centraliza- cibn politica de todo el pais. Enrique IV proyecta, tras el caos de las guerras de religion, un cierto mimero de plazas dentro de la nueva ordenacién de la ciudad, comparable a las disposiciones de Suxto V en Roma. Pero mientras que en RomA se transforman focos importantes para la peregrinaciin y la representacién eclesiésti- ca ya existentes, en Paris han de ser creados de nueva planta y estén en funcién del embellecimien- to de los barrios residenciales. El modelo, originado aqui, de la Place Royal consiste en una serie de casas de construccién en serie de varios pisos, del mismo tipo y con facha- das iguales. Pueden ser consideradas, en calidad de viviendas y en estilizacién, como el tipo normal de a casa urbana parisiense perfeccionado (p. 452). Para la poblacién hay que disponer en los estre- chos barrios de la ciudad vieja y en los arrabales, de crecimiento irregular, «plazas de paseo» como células de renovacién. Por primera ver en la historia el urbanismo se impone un modo constructivo concentrado y en relacién cuantificable con las superficies abiertas. El fondo politico de este programa de viviendas requerido por la ciudad se evidencia en la centrali- zacién de estas plazas en los monumentos de los reyes (siguiendo el modelo de la plaza del Capitolio en Roma, p. 438), Por medio de la mejora de las condiciones de vida en la capital politica, la mo- narquia exige apoyo a la burguesia. La Plaza Dauphine es, en pequefia escala, la prime- a realizacién junto a la Ile de la Cité, cumbre dental de importancia para la nueva ordena- m de la ciudad. Enrique IV recoge aqui el antiguo proyecto de un nuevo puente sobre el Sena, el Pont Neuf, y lo fusiona con la disposicién de una plaza. Segiin diversos proyectos ideales, surge sobre dos pequefias islas un gran bloque trapecial con unas 80 viviendas. La mitad de éstas da a la plaza triangular, las demés al muelle del Sena y a la calle de Harlay, dispuesta de igual modo; ia fachada unitaria del conjunto oculta el antigno palacio real. El transito rebasa la plaza por el Pont Neuf, pieza principal de un nuevo eje oblicuo (p. 436). La estatua ecuestre del rey se alza al otro lado del puente en exacta perspectiva desde la entrada de la plaza, y marca el cruce del eje longitudinal con el del puente. El pequeio bastién que rodea al monu- mento da lugar a una panorémica sobre el rio y su orilla. Al propio tiempo que esta solucién determinada por la situacion especifica surge la plaza de los Vosgos, el «tipo normal» de la Place Royal y modelo reiteradamente imitado y variado en el urbanismo europeo (pp. 443 y s.). La planificacién unitaria con el simbolo de la monarquia en la interseccién de los ejes, manifiesta, ademas de una nueva concepcién del Estado, un nuevo entendi- miento del organismo global de una ciudad. Sus puntos cardinales son enlazados sistemdticamente y caracterizados mediante marcas de orientacién. En las plazas de Parts se levan por primera vez a la prictica importantes principios del urbanismo moderno, por ejemplo la separacién de calle y plaza de transito y barrio residencial, por lo tanto, Ja separacién de importantes funciones urbanas Aparte de la fusin de un modo constructivo compacto y los espacios abiertos adecuados para los vecinos, la realizacién homogénea de miiltiples unidades de vivienda, la prefinanciacion por medio de una sociedad solvente, la unién de la politica oficial de prestigio con la construccién de viviendas. (442 La nueva época 1/Urbanismo 6: Plazas del Barroco JU >< ] . 2 \ \ i 0 apertura a la naturaleza serie de plazas, Plaza cerrada, La nueva época I/Urbanismo 6: Plazas del Barroco 443 Los proyectos ideales de plazas del Renacimiento se consolidan en el Barroco con una tipologia en la cual diversas funciones se cumplen realmente y se expresan formalmente. Las plazas cerradas en tres lados (forma de herra~ dura) se constituyen en forma habitual del patio de honor de los castillos y edificios piblicos. Estas plazas y explanadas, a causa de su elevado nime- ro, contribuyen a determinar la apariencia de las capitales y ciudades residenciales. A su caracter representativo responden la simetria axial, la in- tensificacion de la perspectiva central, la dominan- te central. Ejemplos: Plaza del Capitolio en ROMA (p. 438), de «cour d'honneur» de Versaturs, de triple escalonamiento (p. 464). Las plazas de irradiacion desde los haces dobles o triples de calles hasta la plaza estrellada, con irradiacién en todos los lados, tienen su origen en Ja funcion de los puntos de union y de articulacién desde los parques y jardines de los palacios hasta las ciudades. Como ‘solucién modelo dominan las grandes ampliaciones urbanas y nuevas ordenacio- nies hasta fines del siglo xrx. Domina la funcién de transit. Ejemplo de haz de calles: Piazza del Popolo, en Roma; de plaza estrellada: Place de TEivile, en Paris (p. 436) Las plazas cerradas en todos los Iados, con pocas calles que desembocan en ellas, son utilizadas como recintos abiertos en los barrios residenciales. Pueden servir de ejemplo los modelos de la Place Royal en Paris y sobre todo la cuadrangular Plaza de los Vosgos (p. 444). En el siglo xvii se propaga también en el urbanis- mo la tendencia a unir espacios aislados en suce- siones espaciales. Cuando las plazas son incluidas en el sistema de los ejes viarios (p. 436), pierden frecuentemente gran parte de su unidad espacial en favor de las calles. En la unién de varias plazas, por el contrario, los diferentes espacios abiertos pueden acrecentar su efecto de modo comparable a las sucesiones espaciales existentes en los palacios (p. 470), «ya no como unidades independientes entre si, sino como progresién ritmicay (SAN Gurion). En Naney, HERE DE CorNy consigue en 1752-1755 unir dos 0 tres plazas de diferente cardcter en un hermoso conjunto y al propio tiempo enlaza la ciudad antigua y la nueva. La Place Stanislas es la variante de Place Royal que afiade un cje transversal; contiene en tres lados bloques individuales a modo de palacio y del mismo estilo con el Ayuntamiento en Ia fachada dominante. En el cuarto lado, los edificios estin escalonados hacia abajo a media altura; desembo- ca en la plaza un passage con una puerta triunfal que sirve a la vez de separacién y de acceso a la Place de la Carrigre, una plaza de paseo alargada con casas iguales de dos pisos a ambos lados. Cuatro palacios de altura algo mayor marcan los Angulos de la plaza, especialmente en el paso a la Place Hémicycle, con el Palacio del Gobierno de tres pisos. Columnatas ciegas semicirculares lo unen con los palacios de los angulos. En al eje transversal se abren puertas, al parque en el N., a la ciudad antigua en el S. La voluntad de seleccion, sintesis y mezcla, tanto en los modelos de plaza y palacios como en los elementos de articulacién, es caracteristica de! Barroco tardio (véase p. 490). La centralizacién de las viviendas alrededor de las plazas, por una parte, y la tendencia a unir edificio y paisaje, por otra, llevan en reciproca accién a nuevas estructuras urbanas. En Francia se mani- fiestan en el enlace de arrabales, jardines, parques y campo abierto en la regién entre Paris y VERSA. its. En Inglaterra, la inclusion del paisaje como contraposicion estética a la arquitectura sigue un camino diferente. La ampliacién de la ciudad de Bath on el siglo xvi manifiesta claramente las fases de la progresiva apertura a la naturaleza. El balneario se convierte a principios del siglo en lugar de reposo y punto de reunién de la alta burguesia; en consecuencia surge un emplazamiento residencial con cardcter de gran ciudad. Los arquitectos principales, John Wood el Viejo y el Joven, padre e hijo, construyen en 1725-1774 varias calles y plazas con casas individuales adap- tadas a diversas exigencias: primero Queen's Squa- re, iniciada en 1728, con bloques de viviendas de estilo palaciego segtin el modelo de las grandes plazas de paseo londinenses; en 1754, el Circus de forma circular, originariamente en recuerdo de la tradicién romana de Barn; es planificada como «foro deportivo y realizada luego como lugar de vivienda y paseo y como punto de articulacion de calles. Las fachadas homogéneas se prolongan sin interrupcién en las calles adyacentes. La Brocks- treet, que conduce hacia el S., desemboca en el Royal Crescent, edificado en 1767-1775. En él, John Wood el joven abandona la tipologia de la plaza cerrada. El crescent se abre en un semicirculo ensanchado en un arco carpanel, con 30 casas alineadas, reunidas en una sola fachada en un area de parque y césped. En esta contraposicién directa de «naturaleza> y arquitectura no hay ejes ni dominantes, y por lo tanto no se da ya una Ppreponderancia de la arquitectura y la geometria. Es de notar que las casas de los burgueses libres y acaudalados ‘son concebidas como un complejo monumental unitario no a través del dictado de la autoridad sino a causa del efecto estético deseado por el arquitecto: el polo opuesto a la formulacién absolutista del tema. El Landsdowne Crescent sigue en 1794 la misma direccién. Sus curvas serpentinas obedecen, por una parte, a la balaustrada, y, por otra, al princi- pio tardo barroco de la pared formada por curvas y contracurvas (Borommt, p. 494); se extiende a jo largo de una hilera de viviendas de un centenar de metros. Aparecen aqui tendencias altobarrocas y romanticas confundidas, asi como evoluciones propias del siglo xx anticipadas. 444 La nueva época 1/Urbanismo 7: Edificio individual y configuracién de Ia plaza Paris: Plaza de los Vosgos Botonia: Porches 2) Vieta general. b) Tipo de case a) Seecion.b) Planta Edificios y fachadas como elementos conformadores del espacio La nueva época I/Urbanismo 7: El edificio aislado y Ia configuracién de Ia plaza 445 La calidad espacial de una plaza se basa en la relaci6n de las superficies de terreno con las super- ficies 0 masas que las limitan, asi como en su estructura y ordenacion (véase p. 24). En las plazas medievales, las fachadas individuales forman con Jas que casualmente estén junto a ellas de diferente época y estilo, na estructura a modo de tapiz en la {que las irregularidades se captan como un atracti- yo natural. El Renacimiento, por el contrario, aspira @ la uniformidad del todo y de las partes y prefiere el cuerpo arquitecténico plenamente desa~ rrollado por todas partes. La ciudad ideal aparece, en todos los tratados de Ios tedricos, como un plan geométrico ideal y en Jas representaciones murales y sobre tabla cons- truidas segiin la perspectiva central, frecuentemen- te como grupos de cuerpos arquitecténicos claros y cristalinos. Tienen por lo general una funcion de escenario 0 fondo de escenas histéricas o legenda- rias. Sin embargo, su objetivo parece ser mostrar a los comitentes y al piblico, junto con la primacia de la perspectiva, las visiones arquitectonicas dei pintor 0 de los arquitectos contempordneos. En las Giudades del siglo xv hay poco espacio para la realizacién; no obstante el urbanismo pictorico prepara el giro del absolutismo que sigue al cam- bio politico. La presentacién de una plaza ideal en una tabla del siglo xv es efectuada por Francesco DI GIORGIO, asi como por PIERO DELLA FRANCESCA; muestra un grupo de grandes cuerpos exentos sobre una super- ficie ligeramente elevada a la cual conducen diver- sas escalinatas. Del primer término parte una calle con pavimento de dibujo geométrico, columnas ‘conmemorativas de estilo antiguo y una fuente, y se dirige hacia un arco de triunfo que se alza en el centro de la plaza. A su alrededor hay dos palacios, un edificio centralizado de caracter sactO y un teatro, ordenados con arreglo a distancias iguales. El efecto de luz y sombra se manifiesta claramente ala vista: «La arquitectura es el juego de las masas bajo la luz» (Le Corsuster, véase pp. 19, 510, 520). Estas ideas, fueron Ja tradicion del urbanismo precedente. Una timida puesta en prdctica se consi- ‘gue en el pequefio centro urbano de Pienza (p. 440) forzando la estrechez. del espacio disponible. La encarnacién pura se logra en las villas de ALLA pio, edificadas en campo abierto (p. 458). La segunda disposicion significativa del Renaci- miento temprano es la Piazza Ducale de Vigevano, construida en 1493-1495 bajo Lupovico SroRzs como plaza cerrada con arcadas y fachadas unita- rias decoradas con frescos. Puede considerarse como una unificacién de estructuras medicvales © como un prototipo de las posteriores plazas del absolutismo. El Renacimiento adopta las arcadas como elemen- to medieval unificador que, contrariamente a las columnatas de las plazas antiguas (pp. 170, 218), se fusionan con las viviendas. En Bolonia, por ejem- plo, se adapta esta tradicién medieval también en los palacios urbanos, donde, por lo general, solo es habitual la apertura al patio interior de arquerias. La unificacién de los muros de las calles y de la plaza, como en ViGERANO, aparece como resultado. del poder autoritario y de un propdsito artistico. Ambos imponen la progresiva unién de los edifi- cios individuaies a través de una planificacién que se basa en la impresion general unitaria como meta y la produce mediante la alineacién de elementos iguales. No sorprende el hecho de que la tipologia barroca de las plazas unitarias con viviendas tenga origen en Francia, donde el absolutismo se afinca temprano y consecuentemente. La Plaza de los Vosgos de Paris surge por iniciati- va de Enrique IV entre 1605-1612, en el barrio del Marais (a la vez que la Place Dauphine (p. 440) como lugar de paseo y encuentro y sin transito que Ja atraviese, originariamente alrededor de un par- terre de forma estrellada dentro de una verja cuadrada. Un decreto real inicia la reconstruccién unitaria, que se compone, en cada uno de los 4 lados y en una longitud total de 140 m, de 9 casas con 4 ejes.de ventanas, tres pisos completos y un tico superpuesto cada una. Los pisos inferiores se abren en galerias porticadas. Hasta la cornisa superior, las casas forman una pared continua, Solamente por los tejados de copete individuales y por la agrupacién de las lumbreras de tejado se hace perceptible que se trata de casas individuales fusionadas. Los pabellones del rey y de ta reina (véase p. 468) que se elevan y sobresaien a modo de resaltes en el centro de dos fachadas, dotan a la plaza de acentos y de una ligera axialidad, reforza- da por la direccién de la estatua ecuestre (p. 438). Cada casa recibe una compartimentacién en paiios rectangulares mediante bandas verticales de sillares de piedra arenisca que contrastan con el aparejo de ladrillo. Ventanas a modo de puertas refuerzan el verticalismo de los pafios, que compensa la alinea- cién horizontal. La plaza ofrece el trasunto de un absolutismo y un racionalismo humanistas primitivo y expresa’ me- jor la igualdad que Ja conciencia de poder del soberano. El rey desea en principio convertir la plaza en barrio residencial para los trabajadores y empleados de la manufactura real de brocados, entre los cuales quieren ocasionalmente vivir en sus pabellones él y la reina. Tras el asesinato del rey (1610), la plaza se transforma en lugar de vivienda favorito de los aristécratas y de la burgue- sia advenediza. Lo revolucionario del proyecto urbanistico radica en la edificacion de un mero tipo de vivienda y de barrio para los habitantes de la gran ciudad. La igualdad del aspecto exterior oftece un marco an6nimo de un alto nivel arquitecténico para la sociedad abierta, sin visible diferenciacién esta- mental y sin coaccién de una representacién com- petitiva. La repeticién, variacion y perfecciona- miento de esta solucién, no sélo en Francia sino sobre todo en Inglaterra (p. 442), testimonia que satisface las necesidades de un nuevo estrato de la poblacién, aaai : pas iii iii waa Ti Patel atawy Hlae ice hc) a) i) ial i= = il aT Ausburgo: Ayuntamiento Ultimos grandes edificios de las ciudades libres - La nueva época I/Edificios municipales de la autonomia administrativa urbana 447 La mayoria de las ciudades han levantado sus edificios municipales y representativos ya en la Edad Media (pp. 346 y ss.). Muchos son amplia- dos, reconstruidos y decorados a partir del siglo xv. E] nuevo estilo, por ello, se implanta muchas veces solamente en las formas aisladas y en la ecoracidn, El paso a una nueva tipologia'y desde ‘grupo medieval de edificios al bloque cerrado se ‘ealiza con lentitud, sobre todo en el N. de Europa. La inclusa de Florencia (Ospedale degli innocenti), iniciada en 1419, es considerada como la primera ‘obra integramente renacentista. Es una fundacién del gremio de los fabricantes de seda. En la organi- zacioa y en la direccién del programa espacial del esquema monastico (pp. 358 y ss.) responde a tradiciones medievales. El proyecto de FiLirpo BRUNELLEScHI se diferencia, sin embargo, de los edificios medievales anilogos por la simetria axial, que recuerda disposiciones romanas antiguas. Con ayuda de aquélla, los espa- cios de diferente funcién y tamaiio son ordenados ‘en torno al patio central con arquerias. De los tres portales parten ejes espaciales paralelos, el izquier- do hacia la iglesia, el derecho hacia la primera sala de nifios. EI eje central atraviesa el edificio en toda su longitud en la sucesién espacial de pasillo de acceso, patio central, pasillo trasero. Planta y alzado son claros; la orientacién es sencilla. Todas Jas medidas importantes de los ambitos, con excep- cién del atrio, estan tomadas de un médulo bésico dc la abertura de las arcadas o del tramo de galeria del patio con arcadas. La iglesia del hospital no se destaca independiente © dominante, como en un conjunto medieval, sino que esté incluida en el complejo unitario junto con los demas recintos. El propio BRUNELLEScHt, seguramente, solo traz6 por completo el atrio abierto como elemento indi- vidual; retine Jos edificios en una hilera de arcadas hacia la plaza de la Annunziata. También incluye Jos dos transitos laterales, a la izquierda la Via Colonna, a la derecha el acceso al convento de monjas agregado. Las columnas de la loggia pto- piamente dicha se alzan sobre una base de origina- riamente 7 escalones sobre el nivel de la plaza (modelo en la arquitectura religiosa romana, p. 248). Las loggias, elemento urbano caracteristico, bien exentas bien como partes integrantes de edificios piblicos configuran en el atrio de Ja inclusa el tipo y el estilo modélicos del Renacimiento (p. 420). Le Seguirdin numerosas salas en FLORENCIA y en otras ciudades italianas. En 1516 se cierra el iado de la plaza situado frente a la inclusa, y en el siglo xvi el lado de la iglesia de Santa Annunziata por medio de una loggia de la misma especie. Las funciones de los edificios municipales se dife- rencian con el incremento de la administracién piiblica. Se dota a cada departamento de un edifi- cio propio (aduana, acufiacion de moneda, arme- ria). En las grandes ciudades-estado italianas surgen prototipos de los modemos edificios administrati- vos multifuncionales. Forencia inicia en 1560 y segin el proyecto de G. VASARI, que aprovecha en parte edificios anteriores, los Uffizzi, en dos alas de unos 120 m de largo que dan a una calle a modo de patio. EN VeNecia, las plazas principales reciben su configuracién adecuada por medio de tres edifi- cios oficiales: las antiguas procuradurias, comenza- das en 1514, la biblioteca, en 1537, las nuevas procuradurias, en 1582. Con la biblioteca de J SaNsoviNo, levantada frente al palacio de los Dux, aparece por primera vez en una plaza un edificio dedicado a la ciencia y a la educacién como edificio representativo oficial. La alineacién de elementos iguales en ejes perpen- diculares es tipico de la funcién del mismo modo racional y representativa: arcadas en el piso infe- rior, altas ventanas en los superiores, ricamente articulados separadamente con érdenes de colum- nas y otros tipicos elementos estilisticos. Se experi- mentan aqui los recursos artisticos con los que mas tarde, en toda Europa, los grandes volimenes y superficies serin acomodados en plazas y calles unitarias de efecto dominante (pp. 440 y ss.). AIN. de los Alpes, las transformaciones politicas y comerciales y el surgimiento de la banca favorecen a las ciudades del 8, de Alemania, los Paises Bajos & Inglaterra, En la segunda mitad del siglo xv1 se desarrollan formas de estilos ornamentales heredados de tradi- ciones regionales (C. Fuonis, J. WoLer Et Viei0). A continuacién aparece, a finales del siglo xvu, un clasicismo orientado hacia PALLADIO, con la prefe- rencia por masas ciibicas de claras proporciones (I. Jones, J. van Capen, J. Wourr et Joven, E. Nott). Nuevamente surgen edificios comunales de importancia, entre otros los ayuntamientos de Aweres, 1561; La Hava, 1564; Leipen, 1595; ‘Awsterpam, 1648; Maasrricir, 1658; NuREN- BERG, 1618. El ayuntamiento de Augsburgo, edificado en 1615- 1620 por ELfas Nott, es uno de los ultimos grandes ejemplos de la arquitectura representativa municipal en las ciudades libres. Mediante la fu- sin del bloque S. y las torres obtiene Noll una de las pocas configuraciones arquitecténicas de alto rango en las que se mezclan con diferentes tenden- cias de una época. Alzado y planta se ordenan en torno a las salas centrales, que cruzan desde la fachada delantera hasta la trasera. La seccién central en resalte se eleva con dos pisos de venta- nas, tejado de doble vertiente, timpano ciego ador- nado con volutas. Dos torres con cipulas suabas se levantan en posicion de flanqueo, siguiendo las propias palabras de Now, «por causa de la apa- riencia heroican. En Ja acentuacién del centro y en la mezcla de elementos heterogéneos en una forma comin se anuncia el Barroco. La masa constructi- va se eleva en el centro de la ciudad por encima de las casas medievales y aparece como dominante en abierta competencia con las grandes edificaciones sacras. 448 La nueva época I/Edificios municipales 2: Teatros Berlin; Opera’ Roo! Plants esqsemstica 1 Solin de actes, 2 Pacos 3 Platoa/pmio de butacas 4 Prescania 5 Esomaro Vea [BB Abito 4e 10s esprctadores LD Excenario Te Poe, ca dt escion Te capaci swoursaia ‘Teatros: El mecenazgo como tarea oficial La nueva época I/Edificios municipales 2: Teatros 449 Con el humanismo surge el moderno piiblico de la educacién y el arte; cleva la formacién literaria y el conocimiento artistico a virtudes sociales; para satisfacer sus exigencias se fundan las academias: reuniones de mecenas diletantes, cruditos humanis- tas y artistas en ejercicio. La difusion de Jos textos latinos clasicos lleva en el. {iltimo tercio del siglo xv también a la revitaliza~ cién del teatro. A partir de las representaciones de piezas antiguas en salas y patios columnados de palacios se desarrollan nuevas formas del teatro como forma superior de sociabilidad. ‘A fines del siglo xvi comienza en algunas ciudades y residencias la construceién de recintos y edificios permanentes para el teatro en lugar de escenarios improvisados, por ejemplo, en 1585, sala en FLo- RENCIA, en los Uffizzi: en ella se pusieron en escena las primeras Operas (J. Pert, «Dafnen). EI Teatro Olimpico de Vicenza, inaugurado en 1584 y construido por ANDREA PALLADIO, es consi- derado como el primer teatro fijo y exento desde la Antigiiedad. Es una fundacién de la Academia Olimpica, de la cual PALLAnto era socio fundador. Construyd la pequefia «cémara teatral» cerrada, siguiendo los principios y utilizando los elementos del gran teatro abierto romano (p. 238). La zona del escenario se compone de la orchestra semicircu- lar, aqui algo alargada, el proscenio rectangular y la pared del escenario en forma de fachada de dos pisos con tres puertas, La zona de los espectadores se eleva verticalmente con gradas como en la antigua cavea. Una colummata con una balaustrada coronada de esculturas la cierra en el muro exte- rior. En el techo-cielo y en las calles del escenario se manifiesta un cardcter ilusionista, Para reforzar el efecto de perspectiva, dichas calles se estrechan hacia el fondo a la vez que se van clevando. Mediante bastidores fijos simulan calles con pala- cios desde los cuales se accede a las puertas de la escena. Es de notar aqui la unién del proscenio y el fondo del escenario, tipica del teatro moderno. El inmediato efecto de la experimentacién del modelo antiguo por PaLtapio queda limitado a pocos seguidores (véase ScaMozzi, en SABBIONETA ALeormi, en PARMA). La evolucién posterior sera determinada por otras tendencias. La adaptacién de los elementos de las loggias de Jos patios palaciegos en Jos recintos teatrales da origen a los teatros con palcos. En los teatros populares ingleses de la época clisabetiana, generalmente edificados en madera, por ejemplo, el teatro del Globo de Lonpres, se conserva atin en el anillo poligonal de palcos alrededor del patio de butacas, con la tarima del escenario y la tramoya, el principio de la accién escénica ante los espectadores. En el teatro con paleos del Barroco, varias hileras de paleos superpuestas rodean la parte baja del patio de butacas en tres lados; el cuarto correspon- de al escenario; se reduce a un estrecho espacio para los miisicos entre la zona de los espectadores y el proscenio. La fachada es unica, se transforma en un marco del espacio en profundidad, abierto frontalmente al piblico. Los bastidores y decorados pueden ser intercalados desde los lados y eventual- mente desde abajo. El teatro con paicos se impone en todas partes, ya que se adapta de manera dptima a la sociedad cortesana del Batroco. Esta entiende la visita al teatro como una prolongacién de las fiestas corte- sanas, en las cuales, ante todo, uno se pone en escena a si mismo. Por este motivo, muchos tea- {ros se utilizan también como recintos para bailar, mascaradas y otras fiestas de sociedad. El teatro de Ia Opera de Berlin es construido en 1741-1743, bajo Fepertco et Granpe y por G. W. YON Knopetsporr, como sala de festejos para grandes mascaradas y bailes, con los que a menudo estan ligadas las representaciones operisticas. El edificio se compone de una serie de tres salas de festejos accesibles directamente en tres lados desde el exterior a través de escalinatas. Desde el pértico del lado frontal se suceden la sala de Apolo, situada transversalmente como foyer, la sala de festejos y el comedor; después la sala de baile y teatro, rodeada de tres drdenes de palcos en forma de herradura, y finalmente la sala corintia en forma de herradura en sentido contrario, sirve de escenario. Todas las salas se unen entre si en parte directa- mente y en parte a través de la galeria. En la sala de teatro central, los asistentes a la fiesta pueden contemplar o participar activamente en las actividades sociales, segin su escalonamiento je- rrquico, como en un paleo o torneo. El patio de butacas, en las representaciones esoéni- cas, desciende hasta el piso de zocalo; puede ser elevado mediante un mecanismo de palancas hasta el nivel del escenario y unirse con la sala corintia para formar una superficie continua para la danza y el juego. Los bastidores quedan entonces en los profundos nichos de las ventanas de la galeria. Aparte del piso del zécalo y de la caja de la escalera, hay pocos espacios secundarios. La técni- ca escénica se limita a lo minimo; el edificio se utiliza en toda su amplitud para la funcién princi- pal: un marco arquitectonico para la propia repre- sentacién festiva de la sociedad cortesana. Con la progresiva tendencia hacia el teatro unifun- cional para un piblico mas amplio, el recinto de los espectadores, a modo de anfiteatro, es incluido en el teatro con palcos. Se instalan filas de asientos en parte del patio, que ya no se utiliza como ambito para fiestas. Ya el teatro de la Comedia, construido por Lemercier para RICHELIEU ¢ inau- gurado en 1641, luego Palais Royal, muestra en formas sencillas circulo de palcos, anfiteatro, patio de butacas, orchestra y escena. En la segunta mitad del siglo xvm, la construccién de teatros cobra gran impulso. Sobre todo en las ciudades francesas, se realizan en grandes edifica- ciones la transicién al teatro de la sociedad burgue- sa (SOUFFLOT: gran teatro de LYON, 1753; PEYRE y Wanxy: Odeén de Paris, 1770; V. Louis: Gran Teatro de Buxpeos, 1780). 450 La nueva época I/La vivienda urbana 1 Kénigsberg: Casa del Profesor. 6) Panta.) Vista Bd amwito ao vivir TED concer. vetbuto BE sw sxiseacie BED rc Insterburg: Casa de comerciante LLubeck: Casa patricia del Barroco del Renacimionto, rontan ala calle ‘are, ps0 bejo Variantes de los tipos de casa medievales en la época rT La homogeneidad de muchas imagenes urbanas desde la Edad Media hasta la nueva época tiene su fundamento en la constancia de los modelos de viviendas. Satisfacen las necesidades no sujetas a cambios esenciales. La construccién y reconstruc Gin de casas en el estilo a la sazon dominante se lleva a cabo durante siglos en las proporciones preestablecidas por el modelo dominante y con las regias de la técnica artesanal determinadas por materiales constructivos invariables. Surge asi la estructura de las antiguas ciudades histéricamente desarrolladas, con la multiplicidad de variantes cstilisticas individuales y de época dentro de la unidad de la tipologia general. Los tipos regionales de viviendas concuerdan con las condiciones de region, clima, formas econdmi- cas y escasez de terreno edificable. La red viaria y Ja parcelacin se mantienen fijas (pp. 336 y ss.). La ampliacidn de AMSTERDAM en el siglo xvut (p. 432) conserva tipicamente las fincas estrechas y el tipo de casa habituales en las ciudades costeras del N. de Europa, casi sin cambios desde el siglo xm En muchas ciudades del centro, O. y N. de Europa domina hasta el siglo xx la alta y estrecha vivienda- almacén con timpano a la calle (p. 342). Una easa de comerciante de Insterburg, fechada en 1614, ofrece un ejemplo sencillo de revestimiento dentro del estilo ornamental del Renacimiento, que se difunde desde Jos Paises Bajos hasta Escandinavia a través del NO. de Alemania y a lo largo de las costas del Baltico (p. 422). La cjecucién arquitectonica de las casas apenas varia; las funciones en el interior se van diferen- ciando paulatinamente. El elevado piso inferior a modo de salén se subdivide progresivamente. Se acotan uno o dos despachos; la cocina se queda muchas veces sin luz directa. EI vestibulo sigue siendo el recinto mayor de la ‘casa. Poco @ poco deja de ser un lugar de almace- namiento para convertirse en un ambito represen- tativo y de recepcién. A menudo se sitiia un entresuclo o una galeria sobre aproximadamente un tercio de la superficie. Una o dos escaleras conducen a los pisos superiores. En el Barroco, la caja de la escalera se amplia més de lo necesario, constituyendo un elemento dominante segin el modelo de las construcciones de la nobleza (p. 472). La unién con el taller y el almacén se conside- ra al principio conforme a la posicién social. No obstante, se da cada vez mis la vivienda, la separa- cién del dominio privado para la vida familiar y la representacién social junto con la funcion econd- mica y después por delante de ésta. El cardcter de almacén va desapareciendo también hacia el exte- rior, aunque los sotabancos siguen siendo utiliza- dos como almacén durante largo tiempo. Segin aumenta la necesidad de espacio, la zona de vivienda se prolonga en estrechas alas en el patio, por lo general a lo largo de una sola finca, con habitaciones en dos o tres pisos. Otra posibilidad de ampliacién es la adquisicién de una_parcela vecina; esto se hace posible ya que las fincas se convierten cada vez mds en propiedad privada y La nueva época I/La vivienda urbana 2 451 entran en el juego de la oferta y la demanda Una casa patricia de Liibeck (casa Behn) manifies- ta como, tras la unién de dos casas y miiltiples reformas a fines del siglo xvi, la ordenacién interior surgida en ta vivienda-almacén no varia esencialmente sino que es acrecentada en el aspecto representativo. La divisién estamental de la sociedad se evidencia en el tamafio y la ornamentacién de las casas y en la ubicacién de los barrios. Las dimensiones de las casas de los comerciantes y artesanos responden a la primitiva unidad del trabajo y la vivienda; la funcién de almacén determina el tamaiio superior de las de los comerciantes. Una vivienda de profesor de Kanigsherg, del siglo XvilL, es caracteristica del diferente modo de vida de la élite intelectual, que generalmente vive de sus cargos sin capital ni propiedad territorial: una casa de construccién en serie con 2 pisos; tiene en la planta baja una habitacién grande y otra mas pequeiia; entre ellas, la pequefia cocina sin venta- nas, y junto a ésta un patio ajardinado con establo y cobertizo. En la planta superior se repite este eparto; en el dtico hay una mansarda. Esta casa, de 5 habitaciones y I cocina, responde a la capaci- dad econémica de Ja clase media normal. Los recintos para tienda y depésito han desaparecido; las casas se limitan a la funcidn de vivienda. La universidad se hace cargo de la representacion social como corporacién publica, El abastecimiento de viviendas para los ciudadanos pobres est a cargo, en parte, de la propia ciudad ¥, en parte, de algunos ciudadanos acaudalados, pero la mayorfa de las veces de fundaciones de utilidad publica. Construyen casas pequefias 0 colonias de pequefias viviendas, cedidas gratuita- mente o por una reducida renta. La «Puggerei» de Augsburgo, fundacién de los Fugger (1519) es considerada ya entre los contem- pordneos como modelo social y arquitecténica- mente, La colonia dispuesta sistematicamente en los arrabales por Tuomas KreBs comprende, den- tro de un muro propio, 56 casas alineadas con 106 viviendas en total. La casa tipo contiene una vivien- da en cada piso con una espaciosa cocina y tres habitaciones en una superficie util de 40-45 m?. El alquiler anual de 1 florin renano tiene un valor simbilico. La fundacién se ocupa del mantenimien- to de la colonia, Las casas son prototipos de una vivienda pequefia orientada hacia las necesidades primarias, Offece a los habitantes una buena situa- cién comparativamente a la época de origen y una participacién en una solida realizacién so En otras ciudades surgen por lo general pequefias disposiciones con tipos andlogos, entre otras las casas con arcadas, por ejemplo en Danzig. Es de notar que el modelo de la casa de alquiler apenas aparece. La casa individual sigue siendo el funda- mento de la existencia de casi todas las familias. La propiedad de casas y terrenos no es todavia, en lineas generales, objeto de réditos y especulaciones. 452 La nueva época I/La vivienda urbana 2 Balthasar Neumann: Proyecto pars une vivienda-aimacén de Wiirzburg aNisia b Planta (piso bajo) [abit adminis re ee p20 resto cala do eae THT ATH Hib nat cote Paris: Place Dauphine, Casas alineadas Plano esquematco (v, . 440) 0 Pierro lo Muct: Proyecto de casos alinoadas Planta piso bay, b Piso alto. ¢ Alasdo de fachads {BBB ambi de vivianday tmacén Inicios de Ia formacion de tipos para las casas de las grandes ciudades FE Nuevos tipos de casa y piso surgen en las ciudades fundadas 0 ampliadas después de la Edad Media. Junto a los comerciantes, artesanos y burgueses urales de las ciudades dedicadas al comercio interior y exterior aparecen en las capitales y residencias funcionarios y empleados, ademas del ‘reciente personal obrero de las manufacturas y las primeras industrias, EI mimero de habitantes de la ciudad sin propie- dad territorial ni capital va en aumento. Apenas se dispone en las partes antiguas de superficie edifica- ble; los nuevos impulsos para la construccion de colonias y viviendas tienen su origen en nuevas fundaciones, ampliaciones urbanas y arrabales (p. 434, TuRiN; p. 440, Paris; p. 442, Bate). La primitiva unidad de trabajo y vivienda comien- za a deshacerse. Secciones de la poblacién cada vez mayores trabajan en dependencia de lugares extra~ fos. Numerosos patronos separan ocupacién y vivienda; se configuran cada vez més las ocupacio- nes monofuncionales (manufacturas) por un lado y Jas viviendas exclusivamente como tales por otro. Las viviendas no deben ser construidas para posee- dores individuales con deseos propios, sino para ‘grupos mayores de habitantes. Los programas construetivos, orientados a las necesidades genera- ies, dan como resultado tipos homogéneos, El pensamiento racional y sistematico y el absolutis- mo y centralismo de los principes favorecen la planificacién y la ejecucién unitarias de plazas, calles y barrios. La, moderna economia monetaria posibilita la financiacion de grandes proyectos; aparecen las casas de alquiler como depésitos de, capital con capacidad de, produtir intereses. La formacién de modelos para viviendas urbanas parte de dos tipos bisicos diferentes, la casa de edificacién en serie y el palacio, Las construidas en serie formando hilera aparecen como consecuencia racional de la tradicién medieval de las casas que se alzan una junto a la otra en estrechas parcelas, y, del mismo modo, como consecucién de las necesidades normals de vivienda en casas iguales para sucesivos habitantes. Los arquitectos franceses, con su preferencia por la racionalidad y la sistematizacion (por ejemplo, la familia Ducerceav) planifican ya en el siglo xvi —-contrariamente a 103 te6ricos italianos— en sus trazados de ciudades ideales, plazas y colonias, largas hileras de casas construidas en serie, de varios pisos y con timpanos en las fachadas, que muestran ya los elementos de la fachada francesa para casas: arcadas en el piso inferior y ventanales que descienden hasta el suelo, con Tejas en el antepecho en los pisos altos y mansardas en el tejado (p. 444). Un ejemplo modélico es el publicado por P. Le Muer en 1647, en su obra Manier de bien bastir pour toutes sortes de personnes. Un antecuerpo de tres pisos y dtico y un edificio trasero con establo para caballos en el piso bajo y recintos habitables, en los superiores y el atico se enlazan por medio de una galeria que corre a lo largo del patio. Las La nueva época I/La vivienda urbana 2 453 habitaciones, relativamente grandes, reciben ilumi- nacién directa, Pasillo y caja de escalera se reducen al minimo. La alineacién vertical de las ventanas hasta la lumbrera del tejado, que sobresale, determina un verticalismo en cada fachada. Las cornisas hori- zontales slo equilibran el efecto en la alineacién de las casas. La Place Dauphine, con la Calle de Harlay como cierre, es la primera zona de Paris en la que por real decreto se disponen hileras de casas uniformes (véase p. 440). Las dobles filas entorno a la plaza contienen tiendas en los pisos inferiores, por cada dos casas, con un recinto lateral, a ambos lados del pasillo central. La escalera del patio cierra las viviendas en los pisos superiores y en el atico. La disposicién general —también en los proyectos posteriores— parte de la casa individual alineada En la imagen de la calle y de la plaza, por el contrario, se impone paulatinamente la tendencia hacia las articulaciones totalizadoras, calculadas con arreglo a una fachada de conjunto en calles y plazas (p. 444, Plaza de los Vosgos; p. 426, Plaza Vendome). La ordenacién interior, con la vivienda en correspondencia a un piso, no llegard hasta mas tarde, tras el abandono de la parcela tradicional como elemento basico de la utilizacion individual del suelo. EIS, de Europa desarrolla el palacio urbano como nuevo modelo de casa patricia urbana (pp. 454 y s.). Con él se relega el modo constructivo de pequeiias partes en favor de los grandes bloques con las superficies de los pisos y las hileras de Ventanas en sentido horizontal, y Se crea al mismo tiempo un prototipo para otros géneros de edificios urbanos, Como ya ocurtia en la inswla romana (p. 224) cada piso es accesible desde el patio interior, horizontalmente, mediante galerias y desde las escaleras, verticalmente, por el lugar adecuado, En Turin se lleva a cabo en el siglo xv una sistematica transformacion, a base de grandes bloques, en toda el area urbana (p. 234). No obstante, planos parecidos no Ilegan a imponerse en otras ciudades europeas en un principio. En algunos casos, el antiguo principio de la urbani- zacion en vertical se une con el tipo de bloque. En Wurzburgo, por ejemplo, Balthasar Neumann cons- truye en 1738, en un solar de la Plaza del Mercado que quedaba vacio tras la demolicién de viejas casas, una vivienda-comercio para 7 comerciantes. Divide el bloque en 7 sectores verticales con tien- das, viviendas, almacenes y caja de escalera propia: una consciente transcripcién de la casa individual de la Edad Media al gran blogue constructivo y Opticamente integrador, que se impone progresiva- mente en la urbanistica a lo largo del siglo xvi. El paso a la edificacién en pisos accesibles desde un centro y arrendables segiin las necesidades no se completara hasta el siglo xix (pp. 538 y s.). 484 nueva época I/Palacios urbanos del Renacimiento a} Vista 1 Logats famiiar ) Piso bajo 2 Recinta de trabajo ©) Pumer oso 3 Sala a aren 1) Segundo piso 4 Copille 5 Sale abierts 7 Florencisi Palacio Medici Anbito de Vendy (EER Cones. a [ane samiivaive ato, jan Vicenza: Palacio Vatmerana Transformacion de Ja fortaleza patricia La nueva época I/Palacios urbanos del Renacimiento 455 En las ciudades de Lombardia, el Véneto y Tosca- pa se configuran antes que en el resto de Europa nuevas formas econémicas. La economia moneta- ia leva al poder a la aristocracia financiera y determina la politica y el estilo de vida. El tipo de vivienda preferido por la aristocracia italiana desde el siglo xmr y el palacio urbano. En la Baja Edad Media se constituyen modelos caracte- risticos de cada region (p. 344). La identidad del gobierno de la ciudad y la aristocracia da lugar a una intensa accién reciproca entre la arquitectura municipal y la casa privada. Los palacios comuna- les (palazzo) presentan la forma incrementable de Ja vivienda (casa). En el Renacimiento aumenta la extensién horizon- tal, que posibilita la dara distribucién de las funciones en los pisos individuales. El piso inferior, cerrado como una fortaleza, es utilizado para el trinsito de comerciantes, clientes y visitantes. El corredor de acceso y el vestibulo, a veces unidos, son dedicados al paso de jinetes y inercancias. El patio central con loggia, fachada interior del palacio abierta, se utiliza para el acceso, la iluminacion y la representacién. E] primer piso (piano nobile) constituye, con sus suntuosos recintos, cl marco representativo que requieren la categoria social, los cargos piblicos y Jos intereses econémicos de Jas familias patricias. El segundo piso conticne la vivienda familiar. La multiplicidad funcional hace que los palacios familiares se conviertan en prototipo de los gran- des edificios urbanos (gobierno, administracién, justicia) en toda Europa. En el siglo XV se inicia un rapido progreso en la arquitectura palaciega privada. Su creciente momu- mentalidad destaca en un principio en Toscana. Como tipo sigue dominando el bloque cerrado; en el piso bajo apenas hay ventanas; éstas en los superiores se alinean con regularidad. Bandas de comisas bajo las Ventanas acentdan la extensin horizontal, como también lo hace la comnisa supe- rior de cierre. En el Renacimiento primitive compiten la fachada de aparejo ristico y la fachada de pilastras. La fachada de aparejo nistico se impone al princi- pio en Frorencts. En 1444-1464, MIcHELozz0 construye el Palacio Mediei para Cosme DE MEDL ais. Dicho palacio, mediante la simplificacién y el gran aumento de dimensiones, eleva la tradicional construccién de sillares florentina a una monu- mentalidad que slo puede entenderse como expre- sion del poder y de su deseo de afirmacién. El palacio ha de arraigar el prestigio de los MEDicis en la conciencia piiblica. Las familias dirigentes siguen el ejemplo: algunas tratan de superarlo (Palacios Pitti y Strozzi). En las ciudades surgen nuevas edificaciones de este tipo (pp. 422 y ss.) La fachada de pilastras se Tieva a la préctica en su primera realizacin monumental por las mismas fechas hacia 1446-1450: Palacio Ruccelai, segin proyecto de Leow Baurista AuseRTI. La articula- cién de las superficies de aparejo rustico por medio de drdenes de pilastras de estilo antiguo no preva~ lece en FLoReNciA de modo caracteristico, a pesar de que con ella se introduce una innovacién decisi- va para el futuro (pp. 424 y ss.). La monumentalizacién y estilizacion se dan antes en el exterior que en el interior. Las numerosas funciones no permiten una organizacién simétrica y axial tan rapida como las teorias renacentistas desean. Los rasgos mencionados se limitan al principio a los portales principales, vestibule y patio interior, tras cuyo cuadrilétero regular se oculta la sucesién de recintos, Gradualmente, sin embargo, se implantan la regularidad y la simetria frente a la tradicion medieval, asi como el pensa- miento utilitario. En el Alto Renacimiento, ia estructura interior se va poniendo en relacién con la simetria de la fachada y del patio interior: una adaptacion, mu- chas veces antinatural, de la vida familiar y comer- cial a principios formales. En la antigua tradicion romana existe una analogia. La casa romana con atrio sigue una simetria axial; la vida familiar romana manifiesta rasgos de rigida estilizacion (p. 222), Estilizacién y ceremonial dominan cada vez mis la vida social, progresivamente determinada por los principes. Alcanzan su punto mas alto en el absolutismo (Espafia, Francia). La simetria axial de la planta distingue ya al Palacio Strozzi de FLORENCIA, comenzado en 1489 por B. DA Maino. En el piso inferior, por ejem- plo, todos los ambitos se agrupan de 2 en 2 como imagenes reflejadas en un espejo, a pesar de sus diferentes funciones. Las escaleras, que conducen al piso superior desde el patio con arquerias, a ambos lados de un grupo de salas de recepcion, manifiestan ya la evolucién hacia las grandes disposiciones dobles de la época barroca (p. 472). La simetria axial es elevada a principio fundamen- tal del trazado en el Renacimiento y apenas discu- tida hasta el s. xix. En ella se basa la claridad de plantas, series de espacios y masas constructivas. Los trazados y edificios de ANDREA PALLADIO son considerados como modelos por muchos arquitec- tos curopeos de las épocas siguientes. El Palacio Valmorana de VicENzA, comenzado por él en 1565, muestra repetidamente el principio de la construc- cién axial y simétrica (fachada, p. 424), en la planta: en el eje principal, los ejes secundarios y transversales, la estructura de las escaleras, puer- tas, ventanas y nichos. La planta, publicada por él mismo, proporciona, por la distribucién de los espacios y la coordina- cidn de sus dimensiones, una introspeccién de los métodos de planificacién y proporcién de todos los Ambitos segin las teorias del Renacimiento, apo- yadas en la Antigiiedad. Aqui tiene preponderan- cia una absoluta Voluntad de perfeccion. La arqui- tectura profana es liberada de toda casualidad, pero también de la originalidad subjetiva y promo- vida a una esfera de claridad y belleza objetivas que la sittia al nivel de la religiosa (p. 458).

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