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REVISTA DE SINALOA presagia CULIACAN, SIN., MAYO DE 1980.— NUM. 35 ANO 3 LA VIVIENDA ES EL RINCON DEL HOMBRE EN EL UNIVERSO INFONAVIT TRABAJAMOS PARA LOS TRABAJADORES INSTITUTO DEL FONDD NACIONAL DE LA VIVIENDA BARA LOS TRABAJADORES presagio REVISTA DE SINALOA. RRO 3 NUMERO 95 MAYO 80 CONTENIDO De PRESAGIO al maestro sinaloense . Por José Mar. Figueroa Diaz Maestro Miguel C. Ontiveros. Por Corloe Hubbard Re Un posaje revolucionario Por Francisco Perecrina Don Reinldo ........... Por Francisco Gil Leyva Las cuclidades del caballo Por Natalio Landeros José Felipe Valle. sembrader de escuelas Por Jestis Munguia y Mexia Veling Leén de Medina, madre-maestra Por Dora osefina Ayala Castro Ingeniero Eliseo Leyzacla Salazar, maestro paradigmético ...... Por Juan Macedo Lépez De nuestra Fortada ... El Internado del Estado Por Cipriano Obezo Camargo ‘Salutacién cl maestro del C. Gobernador Joes Luis Cocefia Cervantes maestro de la nueva generacién Por Liberato Terén Jesusita Neda, maestra ejemplar Por David Rubio Gutiérrez Retrato dal maestro olvidado Por Jorge Medina Viedas 1 as 20 8 ub 27 30 Concién de la macstra fiol Por Enrique Romero Jiménez La primera huelga estudiantil en Io Universidad de Sinaloa Por Enrique Ruiz Alber Sclutaciones en eu dic cl magisterio Don Francisco Martinez Cabrera Por Alfonso L. Paliza Reflexiones en el dic del maestro Por Gertrudis E. de Gonzilez Dia del Maestro: Celebraciones de Antafic ... Mariétegui y la Revolucion Por Oscar Terén El Coloquio sobre Maridtegui .. Por Jorce Guillermo Cano Relacién de maestros promiados PIDER impulsa ol desarrollo de Sinaloa Por Jorge Baleéear La Escuela “Gral, Alvaro Obregén” Por Salvader Lozano Quintero El caso de Bacayopa Por Lourdes Ruiz Mircmontes Don Epitacio Osuna Por Ramiro Estrada L Por las veredas de la patric .. Por Federico Romero Mercado Maestro Julio Hernandez Por Carlos Hubbard Rojas TIRO EXTRAORDINARIO: ONCE MILEJEMPLARES — . 82 34 ab . 30 32. ~ HOMENAJE AL MAGISTERIO DE SINALOA. De PRESAGIO almaestro sinaloense Saturada de historia, la actividad docente en Si- naloa resulta un tema inagotable pare periodistas, investigadores y sociélogos. Son tantos los episodios heroicos, trégicos, dre- maticos y hasta anecdéticos acaecidos en los anales del magisterio de nuestro Estado, que resulta impe- sible para cualquier tipo de publicacién —por ex- tensa que sea— describirlos en una sola edicién. Dofta Velina Leén de Medina Por José Ma. Figueroa Diaz Ya en mayo del aifo pesado dedicada a los maes- tros. advertimos lo dificil de esa tarea: abundan a lo largo y ancho de la entidad maestros eméritos, consagrados a la noble actividad docente, participan- tes muchos en las luchas sociales y reivindicadoras. que resulta imposible dar cabida a todas en las limie taciones que impone una revista de nuestro tipo. Pero todo problema tiene solucién. y en el caso que nos ocupa, el Consejo Editorial de PRESAGIO lo ha encontrado: afio por afio, ineludiblemente, PRESAGIO dedicara su edicion de mayo al magis- terio, publicando en cada ocasién ta trayectoria aportacién educativa de los mas sobresalientes pro- fesores en la vida docente de Sinaloa De norte, centro y sur seleccionaremos anualmen- te a los miembros magisteriales que de una u otra Forma perticiparon y participan en la alta respon- sebilidad de educar y orientar a la nifez y a le juventud: formando asimismo a los profesionistas que requiere el Estado y el Pais para su desarrollo, No escaparin a nuesteo compromisa ninguno de aquellos que por merecimientos propios debe figurar en este homenaje permanente: ni los pioneros de la docenciz en nuestro suelo: tampoco quienes un dia llegaron de fuera para escribir paginas gloricsas en a que luego consideracon su propia tiersa; mucho menos las generaciones formadas por ellos como tampoco les actuales que con una nueva concepcién de la pedagogis, laboran responsablemente en el cumplimiento cabal de la misién que tienen enco- mendada, iNuestro compromiso esta sellado! ¥ este compromiso piblico es, amigos maestros, el mejor homenaje y salutacién que el Consejo Eai- torial, Direccion y colaboradores de PRESAGIO, les podemos brindar hoy. mafiana y siempre PRESAGIO LIDER HONESTO ... MURIO POBRE Maestro Miguel C. Ontiveros *ACIO en El Rosario, Sinaloa, en las postrimerias del siglo ‘pasado; su padre fue don Brigide Ontiveros, de oficio eargador, a quien apodaben “El burritas”. Tuvo solamente una hermana: Damiana, que fue también maes- tra y falleeid muy joven El Maestro Ontiveros ejereié el oficio de sastre en su temprana Juventud, siendo oficial en la sas- treria de Pascual Ledén, Sin embargo, su notable inteli- sgencia y amor al estudio asi como su carécter indémito, lo llevaron a convertirse-en un autodidactade insaciable apetito de saber y ello hizo que se fijaran en él para nombrarlo maestro en la Escuela Oficial No. 1 “Lie, Benito Judrez” de esta ciudad, en el afio de 1920, en donde labor6 casi diez aiios, primero bajo la direcel6n del pro- fesor don Salomén Pérez, y luego del Maestro Julio Hernandez, bajo cuyo amparo y guia, tuvo su in- ‘troduccién en la pedagogia y am- plié su cultura y sus conocimien- tos docentes que le valieron el nombramiento de director de la escuela de nifios de Chametla. Cas6 con le bella dara Aure- lia Echeagaray y habiéndose tras- ladado el matrimonio a Culiacdn, procrearon alld tres hijos cuyos nembres hablan con la mejor elo- euencia al caréeter independiente del maestro Ontiveros: Luchar, se lamé el primero; Ideal el se- PRESAGIO Por Carlos Hubbard Rojas gundo y Nihil el tercero, En Ia capital de] Estado conti- nud su labor en le ensefianza y adopté la docirina socialista des- pués de ser ya un manifiesto libre pensador, cosa muy natural ha- biendo sido diseipulo del Maestro Julio Hernandez, Sin embargo, es pertinente acla- rar que su gosieién no era dema- gégiea, sino sincera y por convic- ein y nurea por eonveniencia, Jamas su actitud fue acomodati cia ni titubeante. Su talento y su honradez eran la mejor garantia de su buene fe, Era un convenci- do y no tuvo nunea otro eredo que 1 socialisme para bien o para mal. En el Sindicato de los Trabeja- dores de la EducaciGn, escalé ele- vados puestos a nivel nacional le- gando a ser tesorero de esta nu merose y fuerte agrupacién sin- dical. La envidia, la meledicencia; la mendacidad y la falacia, hicieron sti presa en él, calumniandolo de haberse enriquecido a la sombra de estos cargos. Yo lefa una nota en Exeélsior en donde se asegura- ba que Ontiveros tenia casas de apartamentos en Monterrey, cos- tosos bienes rafees en Sinaloa y un eapital en el Banco, TY yo le habia regalado un ein- turén mfo para que se sostuviera los yenerables pantalones que ftraie sujetos eon un pedazo de soga, Ia iltima vez que vino a Ro- satio! Apéstol de la ensefianza, traba- 6 55 aflos en el magisterio. ¥ a ejemplo de su maestro don Julio Hernindez, solamente la muerte interrumpié su fecunda labor. Su origen humilde no le impidié estudiar cuando el acceso a las universidades estaba vedado para los que naeimos pobres. El buseé la forma: los libros, el apoyo de los apéstoles como don Julio Her- nandez y se hizo también maes- tro. Pero un maestro honrado, no un ganapan. Un maestro por vo- eacién, no un fracasado que vio en la docencia la manera de sub- sistir con decoro. Fue mi maestro en tereer affo y luego me honré con su amistad, Una amistad total. Por es0 quiero dejar en esta modesta ficha bio- gréfica, toda la gratitud que en- tre Ontiveros y Julio Hernéndez hhe compartido desde mi nitiez, asi como la conctancia de que el Maestro Miguel C. Ontiveros, es acreedor al homenaje que le brinda y comparte justificada y merecidamente con Gertrudis Escobar de Gonzalez, Coneepeién Ramirez y don Julio Hernandez, cuatro columnas sobre las que se fine6 sélidamente la educacién de ‘tres generaciones rosarenses. Profr. Miguel C. Ontiveros. ESTUD! ES NORMALISTAS ;A LAS ARMAS! Un pasaje revolucionario Mayo de 1914. Mazailén estaba s constitucionalistas que tenian su cuartel general en Los Otates y las avanzadas en la Casa de las Palomas, finca ruinosa que conta- ba con una pieza destechada, cons- truida sobre el médano de Ja Pla- ya Norte, mas o menos donde ahora esta el Hotel de Cima. En la Casa Blanca, en Palos Prietos, en la Loma Atravesada y en Casa Redonda habia también destaca- mentos de revolueionarios que asi completaban un cereo para impe- Gir las comunicaciones por tierra con el resto del pais. Posesionados de Ia Isla de la Piedra, de le do Soto y de la del Lazareto, eubrian con su fuego el fondeadero y El Pozo, junto con el muelle. Los ha- bitantes de la ciudad que se deci- dian a huir de las conseenencias del sitio esperaban la noche para Por Francisco Peregrina salir en “gasolinerias” que cruza- ban la boeana situada entre el ce- rro del Vigia y la isla del Crestén, donde esté el faro. Por esa ruta Hegaban hast los bareos anclados en Olas Altas. Toda la costa y su caserio queda- | ba a mereed de las bales de los rebeldes, desde la estacidn del fe- rrocarril hasta el Paseo del Cen- tenario. Para surtirse de agua de los pozos que se’ habjan abierto cerca del mar, en la Playa Sur, los vecinos de esa barriada transita- ban por zanjas abiertas en la ere- na. Salirse de ahi era el fin de la vida que s2 escapaba por el agu- Jero que abria una bale en el cuer- Po. Era yo aprendiz de Ia fotogra- fia de Yéfez y Guillén, El nego- cio se hundfa junto con la ciudad sitiada. Para sacarla 2 flote, Gui- én, equipado eon lo més indis- pensable, se fue al campo rebelde, Allé tomaba negativos que nos mandaba valiéndose de los barcos: de guerra extranjeros que nunca faltaban en el Puerto. Por su par te, Yéiiez retrataba a Ie eseasa clientela que acudia al estudio, y su ayudante, Manuel Tavizén, re- corria trincheras y fuertes donde estaban Iss, tropas del gobierno usurpador. Como aprendiz me to- caba seguir a Tavizén, cargando Ja edmara, por la Loma del Gato, Ja Montuosa, el Panteén Numero 2 (va clavsurado), La Puntilla de Astillero y todos aquellos lugares donde hubjera soldados afortina- dos o gente emotinada tratando de conseguir un poco de maiz, 0 de arroz, 0 de carne seca, tinicos alimentos que a veces se vendian. Capeendo balas, agazepindose en las trincheras, corriendo @ zanca- da larga logramos reunir una bue- na coleccién de vistas que mostra- | ban las defensas, armamentos y | contingentes que tenfan Ios dos bandos, pues ninguno se ceultaba de cuidar su poderfo, antes al con- trario, revolucionarios y gobier- nistas colaboraban para que dié- ramos a conocer sus fuerzas me- | diante postales que vendfamos por ‘millares a los veeinos y a los ma- | rinos de los bareos de guerra para que los mandaran a sus respecti- vos paises. | Retabe una maiiana parado en la puerta de la fotografia, cuando divisé que mucha gente se reunia frente a la Catedral. Corri para investigar si se nos presentaba la oportunidad de imprimir una nue- va placa con que aumentar la co- leccién y me encontré con que los curiosos rodeaban dos carruajes | ccupados por varios jévenes. En Jos pescantes estaban los coche- ros, fuetes en mano, y cada uno tenfa sentado a su lado un solda- do armado on rifle mduser. Algo alegaben acaloradamente el con- duetor del coche delantero y un Gral. Tedfilo Aivarer B. PRESAGIO hombre parado en el suelo. Inda- gué sobre el motivo y pude saber que los cocheros se negaban a conducir @ sus pasajeros porque iban nada menos que al campo re- volucionario, y de seguro que ca- rruajes y eaballos allé se queda- rian, Asi estaban las cosas cuando, viniendo de la parte posterior del Palacio Municipal, presa de gran- disima excitacién y con pistola en mano llegé un militar, delgado y alto de estatura, uniformado pero sin kepi, por lo que podfa verse su pelo entrecano (si no estoy equivocado era ol coronel Joaquin Pita, Prefeeto o Inapector de Po- iefa) y encaréndose con el eoche- ro delantero le apunté con el arma, y le grité: ;Avancen! Los miro- nes nos replegamos, unos al atrio de Ja iglesia y otros al embanque- tado de la Plaza de la Repiblica El eochero, rojo de ira, algo con tests mientras eon ademanes vio- Jentos apoyaba cus palabras. Al militar le temblé el brazo, afin6 sin embargo la punteria y volvié a eritar con més fuerza: i) Aven- cen!! La orden ya no tenia réplica y el auriga azoté con el fuete los caballos que partieron como des bocadios haciendo sonar sus eascos en el pavimento, y dieron vuelta en la esquina de las calles 21 de marzo y Benito Judrez, rumbo al norte, Ls crines les volaban con el aire. seen. Muchos afios después pude en- terarme de que los pasajeros de aquellos eaenes exan los estudian- | tes de la Escuela Normal de Pro- | fesores de 2ésico: Adolfo Cien- | fuegos, Benito Ramirez, Teéfilo Alvarez Borboa, Gabriel el | ‘Velazquez, Rubén Vizcarra, Ro- berto Acevado Galvez, Damidn Alareén, Albino Vargas, Agustin | ‘Tapia, Gerardo Martinez, Fernan- | do Torres Vivanco, Gregorio Lo- | zano Saavedra, Horseio Castille | Ja, Blas Cortés y Juan José Or- tege, los que siguiendo un plan | delerminado para levantarse en | armas contra el gobierno del usur- | pador Victoriano Huerta, venian | Ge la capital de le Repibliea, si- maulando que invit.ban al pueblo | a reunirse oyn las autoridades fe- | devales pare combatir a los ame- | ricanos que estaban posesionados | en Veracruz Y fue Mazatlan el | punto eseogido para lograr sw pro- | pésito. Pocas horas después del suce- | dido que acabamos de relatar, el general Rarxén F. Iturbe, jefe de las fuerzas sitiadoras de ese puer- to, les dabe la bienvenida y les | asignaba un modesto lugar en las filas del Ejército Constitueiona- ista para que syudaran a derro- car a los asesinos del Presidente Madero, y rondia parte inmodiato de la incorporacién al general Al- varo Obregén, Jefe del Cuerpo del Bjército del Noroeste. Gral. Ramon F, Tturbe, Siguieron aquellos. muchachos Ja ruta que ese dia les mareé su destino, Megando algunos a obte- ner los més altos grados militares gracias a su constancia y el valor demostrado en la linea de comba- te: Cienfuegos y Vizearra murie- ron ‘con las tres estrellas de los coroneles; Benito Ramirez siendo general; Alvarez Borboa, general de Divisién y Senador; Alareén murié también dentro de le mili- cia. Es general de Brigada Gre- gorlo Lozano; Juan José Ortega, divisionario y destacado escritor y periodista, Por lo que toca al también divisionario Gabriel Ley- va Velazquer. después de haber decempefiado altos puestos y co- misiones de mucho relieve y des- plazar a un buen mimero de con- trincantes ,fue electo gobernador de Sinaloa. Roberto Acevedo Gal- vez regresé al redil magisterial: Elias Cortés, opté por la abogacia habiendo actuado como juez en Mazatlin. La sderte de-los demés se ha escapade 2 mis indagaciones. Lon estudiantes _normalistes se Incorporuzon en Mfsaatlan th plend combate, Esta foto corzespondiente a. las bate- ce fuego. nstaladas en ln'ele je la Pied. GRAN SENOR DE LA DOCENCIA A proposito de don Reinaldo Gonzélez, en una ocasién escribié el periodista Jorge Medina Leon: “el maestro es un valor universal y la trascenden- cia de su obra es tan grande, tan imperecedera, Don Reinaldo cambio brusco IL paso de Ja escuela Primaria la Secundaris, es un cambio brusco para el nifio o el adoles- cente, Tan brusco pucde Megara ser que, con frecuencis, provoca en el educando un desajuste emocional pre~ fiado de inguietud y de inseguridad. Y es que el educendo en la Primaria se desenvuelve en un mundo de un solo macstro, de un horario continuo y don- de se siente objeto y sujeto de uma directa .individual atencién docente. En el curso del aio lective es un ismo maestro el que le imparte las asignaturas bisicas; el selén de clases = “su salén”; su pupitre es “su pupi tre” y nadie se lo usurpa y, fundamen- talmente, el educando se sabe conocido, ze-conocido por su maestro, Y en la Secundaria no es asi: hay tun macstro para cada esignatura, os frecuente el cambio de salon de cle ses, el pupitre que ocupa es distinto en cada hora de aprendizajr, halla gos intervalos entre una clase y la guiente y dispone, en consecuencia, de Por Francisco Gil Leyva rmimuyen sus crrestos para el estudio y, Jo que més le afecta: sabe que no es merecedor de una particular atencién por parte de cada uno de sus macs- tross que su personita es una de tantas gue s¢perde y comfunde ex el tamale lel selén. Y fo invade una sensacion de abandono y de frustracién. Coneracién ajortunada Mi generacién, fue una generacion afortunada. No padecid esa sensacién de abandono y de frustracién cuando, habiendo concluido la Primaria, ingre- 86,al Colegio Rosales. Y si mi genera: cién no eayé en el pozo de le inse- guridad, fue gracias’a que alli, en el Colegio Rosal-s, fue acogide por maes- tror que amaben su ministerio y res petaban y estimeban 2 sus ahimnos. Porque alli estaba Don Reinaldo Gon- zilee senior, el Ing. Maties Ayala, el Ing. Eliseo Leyziol, In sefora Maria A. de Trucios, don Antonio Canale y tantos otros. Era Don Reizaldo... Era Don Reinaldo un educador nate. Sv voz paussda, su ademin solemne que muchas veces a su injlujo cambia el curso de le vida de los pueblos”. Profr. Reinaldo Gonzilez ban exponiendo la citedra estimalan- do la atencién y egudizando la reten tiva del alumnado. Jamis salié de sus labios la broma hiriente, el comentario inénico, la reprimenda colérica que mancillaran la dignidad de un diset pulo. Su cétedra y su trato estaban fincados en una amable seriedad y en una scriedad amable. Eran tiempos aquellos —hay que decinlo— en los que el maestro s2 ajus- taba a los programas de su asignatara, Y si era maestro de Gramética, ense- fiaba Gramética; si de Boténica, Bo- tinica; tas’ gars, oligindolo co. merse la ceniza y les colillas hasta que, trastornado y convulso, caia vie time de intensos mareos y vomitos in- controlables. Si alguien por Ta noche, no habien- | do quedado satisfecho con la cena del atarceder, franqueaba las rejas de la cocina para comer de contrabando un plato de frijel y unas tortillas, y le tor aba la deseracia de ser descubiertos ppor los despiadados verdugos del pla tel, tenia que ser sometido al martirio de comer y comer sin descanso hasta que el abultemiento yentral era grotes- 0, y los vises de la indigestiGn se max nifestaban en lerguisima series de de- posiciones o incontenibles diarreas. Las faltas “leves” se castigaban con arrestos de una o dos semanas; las un poco mas “graves”, con tareas de ra- Jar tres o custro docenas de lefios me- dios verdes y “tastes”, que ofrecian “feroz” resistencia a las hachas sin filo con que los “sentenciados” debian ‘cumplir sas “condenas”, sin considera- cin de sus manos delgadas no aptas para semejantes quehaceres que se ampollaban 0 enllagaban fécilmente haciendo més duro el prolongado cas: tigo cayo cumplimiento era inexorable. E| “arete” era ni mas ni menos que un humillante instrumento de tortura moral y fisiea que consistia en une ca- dena de un metro de largo, uno de ceuyos extremos remataba en une abra- zadera abie-ta en “quijades” que se abrochaban en torno de le pierna a le alturn del tobillo aseguradas con un ceandado. Fl otro extremo de la cadena sha soldado a un lingote de Fierro ma- cizo de tno: diez Kilos de peso que el “reo” debfa carger al hombro et sus desplezamientos por el interior del plantel Si el “condenado” queria liberarse del horrible peso, tenia que pedir al suartel”, que controlaba lo internara en el “cal Si algune vez se daba el caso que tun interno ocara “desertarse” de la es- cuela, inmediatamente era deportado 2 todas las presidencias | maniepaes wa que donde quiera que se locali- fara fnere detenido y devuelo al In- ternado. Las penas del desdichado que ‘Todo ha sambiado en el eeno del Internado, “At alumnado de hoy —venido do todas par. {es a2 Sinaloa tee oxen: Fise le encause por a ‘estudio ya buen camino safria el regreso después de una fuga, no son para contarse Reza el refrin que toda atrocidad tiene su limite y la sentencia se cum plié por fin, por primera vez. en be- neficio de nosotros. Sucedié qeu una vez el “director”, de cayo nombre no quiero acordarme, respondiendo a un alumno que harto de umillaciones Jo insults “en ausen- ia”, hizo que cuatro sargentos colo- cevan al “grocer” a la manera de los prisioneros de las Guerras Floridas de Jos aztecas en lz piedra de los sacri ficios, para dedicarse a tocarle i tentemente el miembro viril hasta lo- grar cu erecci6n y tallarle enseguida, bestialmente, con un pedazo de lija sgruesa hasta hacerlo sangrar, todo por- ue el impertinente habia’ proferido ‘una alusi6n al respecto. Con el estigma de “EL Viejo Lija” castigé el pueblo de Culigcan al tro- glodita desde entonces. Habiendo sido esta la gota que col- 1mé el vaso, los alumnos nos organiza mos en el Frente Vanguardista de ‘Alumnos del Internado del Estado, que maduré en el estallamiento de un mo- vimicnto huelzuistico mediante el cual Togrames arrojar al “director” de su stial hasta hacerlo selir del Ectado, a pesar de su privilegiada condicién de eufiado del Sr. Gobernador del Esta- dla, buyendo de las amenazes de muer te atribuidas cobardemente # los inter- Fue, sin embargo, de aquel duro trance, que la personalidad de todos se templo a tal grado que vimos des- filar afio con ao, generaciones de obreros califieados 'y profesores nor- malistas cuyo ejemplo todavia perdura en los ambitos de Sinaloa. Manuel Flores, actual Director de la Banda Difocur y Mariano Lépez, pie velerano del Cucrpo Voluntario de Bomberos de Culiacin, son botones de muestra de cuyo compafieriemo y ‘ainistad nos honramos. Tiempos vendrin en que abundan- doen be shales de ln histori, jue tifique mas plenamente Ia actual amo- rosa presencia de la venerable Paqui- ta Nufez en el Internado del Estado, como cumplido desagravio por todas las ofensas que ayer sufrimos Ios que alli templamos nuestras alas en ol crisol de la ignorancia profesional de quienes, nunca debieron haber pisado a, por sw, innato estigma de pbarie ¢ incomprensién para le nifez y le infancia de aquellos tiempos. PRESAGIO PODER EJECUTIVO PRESACIO vepenvencia: DESPACHO DEL EJECUTIVO eXPEDIENTE: ASUNTO: Salutaci6n Culiacan, Sin., 15 de mayo de 1980 MAESTROS SINALOENSES: Hemos recorrido juntos gran parte del mandato constitucio_ nal que el pueblo me confirié y hoy que comparto con ustedes este - dia instituido para honrar al Maestro, quiero dejar constancia de mi reconocimiento a los trabajadores de la educaci6n, que en su diaria tarea desarrollada en el aula se encuentran empefiados en forjar el perfil cultural y educativo que las nuevas generaciones de sinaloen_ ses requieren, porque son ellas las depositarias de los anhelos de - nuestro pueblo. Sabemos que otorgar educacién a la nifiez, asegurar estu~ dio a la juventud y rescatar de la oscuridad y la ignorancia al adulto, Nunea sera causa estéril. En tales propésitos han coincidido con fervor nacionalista - el Gobierno del Estado y el Magisterio sinaloense. En esta conmemoracién, ultima que convivo con ustedes en mi calidad de gobernante, quiero reiterarles a los maestros que - - entienden y practican con esmero la noble y delicada funcién que - tienen encomendada, que les entregamos nuevamente el reconoci— miento a su meritoria labor, a la vez que aprovechamos para hacer_ les un vehemente llamado a la colaboracion en el desempefio de su - mision en el otro Sinaloa, en el Sinaloa de los altos, en donde los - nifios de ahi, iguales a otros nifios de la ciudad,’ reclaman las mis- mas oportunidades y esperan con ansia la luz del conocimiento. Que hoy, en fin, los alicientes que reciban, los impulsen - a superar su calidad profesional, para con ello fortalecer nuestro - nacionalismo y la independencia cultural de nuestro pueblo. EL ees oe) an ant DEL ESTADO Zs bi ples y tL A ALPONGO €. BRT DEJO UN EJEMPLO PERDURABLE JOSE LUIS CECENA CERVANTES, maestro de la nueva generacion IN los anales del magisterio uni versitario sinaloence, el maestro José Luis Cecefia Cervantes ocu- pa un sefialado luge. Tntegrante de une generacibo distin. te de economistes, formeda a le luz innovadora de Sweczy, Baran, Lange y Kalecki, Cecefia Corvantes termine brillantemente lo earrers. de economia a fines de le década de loc 50's, ¢ in- medietamert> pasa a realigar curso: de postgrade én Holanda y Polonia A pesar de ésto, mejor dicho, gra: cias a tales vivencias, su. quehecer in- telectual nunca fue la del deserraigado y,calterano: mientras estudié y treba j6 fuera de Sinaloa sus investigaciones y texis slempre estuvieron referidas.a problemas de la economia —por ejem- Por Liberato Terdn plo les de la agricultura— de Sinaloa. Al momento de ingresar como do- cente ¢ investigador on la escucla de Economia de la Universidad de Sina~ loa, José Luis Cecena Cervantes no asumia la cétedra como un. impr sado, ni por azar. La Universidad de inaloa lo recibe a principio de los se- sentes con una probeda experiencia Con Ernesto “Ché” Guevara, Ministro de Economia de Cuba, se en- tuevist6 el profesor José Luis Ceeara Cervantes, incansable estudicso ¢ Investigador sinaloonse. Su muerte prematura ha dejado un gran vacio, pero también un ejemplo a sexuir por la comunidad universitaria a Ta que sirvid con lealtad y dedieacién, PRESAGIO HOMENAJE DE LA UAS El temprano deceso del Lic, José Luis Cecetia Cervantes, acaecido en los primeros das de abril, consterné a familiares y arni- 10s muchos de éstos enclavados dentro de comunidad universitaria de Sinaloa. Las autoridades de. nuestra. Alma Mater, enca- bevadas por su rector, Ing. Eduardo Fran- co, rindieron homenaje luctuoso al com- paftero desaparecido, cuyas cenizas, antes de ser sepultadas, fueron Wevadas al audi- torio “Ruperto L. Patiza”, para recitir el postrer homenaje. El propio rector, asi como el Lic. Jorge Medina Viedas, secretario de la institucién y Liberato Tern Olguin, dedicaron senti- das frases al amigo que traspuso primero que nosotos fa frontera fisiea de Ta vida, espidiéndole més tarde en el pantedn mu- nietpal Teran Olguin confirma en su articulo, dedicado al maestro Cecefia Cervantes, par- te de lo que en aquella. fecha doliente, cxipre- 86 en torno al maestro y amigo. El Lie, Jorge Mo- dina Viedas, se eretario general de la UAS, ha blando durante el homenaje Iuetuo~ so en honor de Its restos del macatro Cocefia Cervantes, PRESAGIO profesional y con el conocimiento que | fe debe au obvervecin atets del trae bajo en insttuciones de excelencia aca- | démica de Europa La Unive taba por aquellos afios una époce de | 5 i man | adormecimiento y placides provincia | na, El estudiantado recibia el resplan- | dor seguro de la revolucién cubana y hhseia poco que habta sentido de cerca jas luchas ferrocarrileras del pais. José | Luis Cecefia Cervantes fue de lee que comprendieron aquéllas razones. juve- niles y de los que pasaron @ explicar los problemas con una éptice distinta. La escuela de Eronomia de la UAS, | por eso, fue en aquellos afios baluarte y vanguardia. José Luis Cecefia Cer- | Vantes en su iniciativa para impulsar | la revista “Temas Econémicos”; en sa catedra siempre interesante y estrietas en su libro. pionero Elaboracién de 5 Liberato Terén Olguin. trabajos de investigacién bibliogréjica; en la organizacién de una nutrida de- Tegacién de estudi Economia que viajé trevisté con Ché Gus * reas de una enorme trascendencia te5- rica, académica y politica que necesa- rismente, secudirfan a la vieja caso- na roseling, Por eso con razén se pue- de decir qua partir de 196, la Ui verisdad Auténoma de Sinaloa recogia In heroioa y agitada tradicion del a reso Colegio Civil Rosales, pero atiora entilado por senderos més renovados y anchurosos. Una y otra vez tenemos gue decir que la nueva gpoca de la VAS se expliea, en mucho, gracias a Ja buena nueva el maestro José Lis Cecefia Cervantes. De José Lis Cecefia Cervantes ten demos, indelebles, infinided de ceia- les magnificas. Una: Cecefa Cervan- Las autoridedes y_macstros universitarios, familiares y amiges, dal extinto Lie. Co- celia, Cervantes, en ocasién el tributo que’ le rindio iz Universidad antes de sepul- tar sus cenizas en el pantecn civil de Coliacén. tes nunca pie-de ol tempo: lo vemos asi en las laraes sesiones del Consejo Universitario nelinado sobre un libro © tomando noiss de leetura, amo aje- rho a cuanto ocurre, mientrés todos ha- Blan intermincbles} pero, para sorpre- sa de Jo asairblea, de pronto pide la polebra y tiere una argumeatacién y siempre una propuesta por hacer. Otra Cecenie Cervantes sabe de todo y, para regusto de los aluranos, en le clase abre un paréatesis refrescante para hablar de un iltimo hallazgo de la matemé ea moderna, acerca de la tabla de po- siciones de la temporada del futbol, 0 sobre la pelicula més reciente del cine- matSgrafo local, Una mas: Cevefta Cer- vvantes no es intelectual sin eompromi- sos y, asi com> ayer por la tarde, an tee del mitin, dio una conferencis po- pular sobre los problemas econémicos ‘que subyacen en el conflicto universi- trio, mafiara endaré gestionando |e libertad y visk:ando a los press uni- versiterios, molidos « pales en el iit mo rinodn de cualquier celda. Una ile tima: José Luis Cecefia Cervantes infaiigable y riguroso al extremo com sigo mismo: ks idiomas, como el de- porte, los praciica hasta la porfeceién de Ios detalles. asi hizo con el inglés y al francés, para seguir con el ale- mén en vies de agilitar su doctorado ex la Universidad Humboldt de Ber lin, ¥_asi tantes y tantes imagenes fe lices de su viea tan sencilla, ten hw mana, ‘an eleccionadora, perflada con ese humor tan sutil y filoso que le ea- racterizaba. No es este cl lugar epropiedo pare hhecor una exposicign eritica de su obra, que fue cbundante, fecunda y é la tivo siempre como perfectible. Bas- ta decir que, acemas de sus ensayos en la. serie “Breviarios universitarios”, publicades por la UAS, y otros muchos aparecidos en las revistas “Problemas del desarrollo”, “Proceso”, et sus It bros Superexplovaciéa, dependencia y desarrotio (NT, 1970), Sinaloa: Creci- tmiento agricola y despordicio (UNAM, 1974), hecho en eolaboracién con lo profecores Fausto Burgueto y Silvia Milan, asi como su Introduccién a a economia rolttica de la panificactin econémica nacional (FCE, 1975), xe sultan hoy dia cbras de forzose ‘con sulta para Tee estudiantes y profesores tniversitarios, no solo de Sinaloa. José Luls Cevefia Cervantes enten- a, con Marx, que a las altas y lumi- ores cumbres de le eiencia ee accede por los senderos mas escarpados. En su obra y en su vida nos deja esa otra gran leecién. Un hombre de tal contex- ura y carécter, estampa huellas perdu rables. Con el maestro José Luis Cecefia Cervantes tuvimos el privilegt ‘compartir ideas y proyectos, inclusive discusiones y desacuerdos. Por lo mis ‘mo, cuidemos au emistad limpie y res- petamos su recia personalidad huma- na y académica. Al muestro José Luis Cevefie Cor vvantes le debemos muchas buenas pa- labras y al reconocimiento de méritos insoslayables. Su muerle temprana, curride de modo sibito e impenseda, nos golped en nuestra sensibilided de Giseipulos y compafieros. Maestro, que es decir creador; asi queremes ‘revonocer, can las_ palabras de Mart, al raaestro José Luis Cecefa Cervanses. PRESAGIO

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