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NHC Nueva Historia de Colombia I Historia Politica 1886-1946 ‘Sumario Sumario Presentacion Gloria Zea Ix Introduccién: Alvaro Tirado Mejta xI Los autores nis wes wi ahy i Seiavein XV capitulo 5 1903: Panama se separa de Colombia Eduardo Lemaitre Las primeras separaciones Pam hizo parte integrante de Colombia desde 1821 hasta 1903, aio en que, bajo la proteccién de los Estados Unidos de América, se cons- tituyé en una naci6n aparte, indepen- diente y soberana. En su hora, esta Gltima y definitiva separacién tuvo, para los panamefios, € incluso para los mismos Estados , razones si no enteramente ativas por lo menos explicati- ‘no ike un hecho fatal e ine- por ésta sino cuando ya Espafia se ha- llaba practicamente derrotada y de capa caida en todo el continente ame- ricano; «y no lo hizo tampoco con pi cas, lanzas, rifles y cafiones, sino pa- cificamente, cuando ya contaba con _ los jefes de la plaza». Las cosas sucedieron de modo muy facil. Sencillamente, en el aio de 1821, el Istmo se habia quedado acé- falo, primero por la muerte del virrey don Benito Pérez, que en Panamé ha- bia establecido su residencia; y luego porque su sucesor, don Juan Samano, encontré mas oportuno y conveniente trasladarse a Santa Maria en 1818, en cuanto el pacificador don Pablo Mo- fllo hbo. ya_consolidado la recon de Granada, en nas natural, el co- fue reconocido como ose disparé ni un tiro; | como aconteceria jos después con res- bia, todo sucederia en spaiia, con la compli jo gobierno. nde Panama a Colombia in embargo, decidida sin al- sicién por parte de ciertos ‘opinion, ni presiones in- -adversas. . De México, - llegaron comisionados d Agustin de Iturbide a los panamefios de que se hicie; C a cleran parte entroamérica del } no. Y, por otra ai nami, fray Higinio py. bsp mefio, maniobro de 5: qu tegraciGn se leva," due aoe aa Pera, nacién con la ¢y,) n la cual p tenia, evidentemente. ms relaciones que con Mey enon México y jay anada; pero. por 7a Nugy anada; pero, por tiltimo, jg® 0S, capitaneados en Iq int nm José Vallarino, dere unirse mas bien a Col esos Momentos se most : Se mostraba a sis Posy ean por la misma gloria de Bolivar het ella los panameiios se fueron Ee como la mariposa hacia la li ei por su propia virtud» como dl mi Libertador lo dijo en su carta dens puesta al oficio en el que el cor | Fabrega le comunicé Ia decisén ts trascendental. Pero no debe perderse de vista esa incorporacion fue siempre ca derada por los panamefos & cesidad temporal, mientras el pais.& parado fisica y temporalmenle mundo andino, cuyo epicentro est en Bogota, crecia y se hacia apto ne el manejo auténomo de sus prope tereses. Tarde 0 temprano 33 unién tendria que deshacerse, Como g nifestado a través de los ailos fodo. [a diferencia radical dime econdmicos del Istmo, 4¥° 1 og base en Ia prestacidn de Se ie Jos mas complejos de Colom” ps0 és Ja separacion ocu a ie la primera, sino 1 fee Ja Finda por is pana formar casa apart. de pana |), La primera separacl a, el Liber tuvo lugar en cua ge Ia Pt tador i capitulo 5 2 gandose eon ello la sensacién de que * Saralos panamefios, su anexion a Cc j Paria dependia de la vida del Libe Homi ero tampoco duré- mucho, < tad Pa poco, el promotor de esta | porign, el general venezolano Juan % Pligio Alzuru, fue sometido por fue ‘as colombianas al mando de un pa- amefio, el general Tomas Herrera fusilado prontamente Vino una tercera desmembracién, ésta ya mas seria, durante la célebre guerra de los Supremos, en 1840; guiendo Ia pauta marcada en el in fior del pais, el dicho general Herre: se declaré también jefe supremo en Panam, y cred un estado soberano, al § que llam6 «Estado del Istmo», del que fue proclamado presidente. Pero lue- ~ 90 el propio Herrera ordens la rein- tegracién de Panamé a la plena sobe- © rania granadina, mediante la promesa que se le hizo de una reforma consti- sional que le daria a Panama cierta autonomia. Ahora bien, esa reforma tard6 al- giin tiempo, y no se vino a cumplir, sino en 1857, casi veinte afios después cuando do el Estado de Pa- ree) file cr d namé, pero como parte integrante del ierpo Nacional, del que don José de Obaldia fue primer presidente. Esta circunstancia permi que el Istmo Permaneciera practicamente indepen- diente del resto de la Repiiblica du- Tante los casi tres largos afios —de 1860 a 1863— que duré la sangrienta olucién encabezada por el general Mosquera contra el gobierno legitimo Mariano Ospina Rodri- aislamiento del Istmo con res- gota fue tan completo, que a oficial haba que de Venezuela. Ter- Us Sioa de Ainad) Leif Ale Npputleca dC desea Lrevsstmin! Jaga | hyd 3h foc am ca victima, por cierto, de aquella cu- rigsa «batalla»; y extraordinario ejem- plo de cémo podrian y deberian aca- barse las guerras: muriendo s6lo los jefes de los ejércitos contendientes. ‘anal o ferrocarril? Desde el momento en que los descu- bridores del Nuevo Mundo se conven- cieron de que no existia paso franco entre los dos grandes océanos, salvo por el remotisimo y peligroso estrecho de Magallanes, la idea de comunicar al Atlantico con el Pacifico mediante un canal a través del Istmo de Panama empezé6 a obsesionar todas las mentes. Pero el temor de que, abierto el Ca- nal, pudiera caer en manos extrafias, atemoriz6 a la Corona de Espafia. No volvié a hablarse del canal de Panama en Espafia hasta 1814, pero ya era tarde. Seria a los americanos a quienes tocaria acometer aquella obra. En efecto, eran éstos a quienes Parte final del documento reproducido en la pagina anterior, segiin transcripcién en el Libro copiador (Archivo de a Cancillerta) La adhesion de Panamé se produjo Fébrega era comandante militar y civil del Istmo, © ‘en ese momento. Nueva Historia de lon ban sobre apertura de ciendo también |g a al nada del canal o ferme” que Bidle; 0 las dos a ans! 2 Yq 6 ta bierno colombiano le oto ese privilegio. peste Pues un mo, existieron tres conces Ch gy neas. La del baron, la den ie Salomon & Compagnie: y eg 1A de tal modo las cosas que, en cancillerfa granadina resolv Tas todas, y hacer mesa limpig ae do a un lado la idea del canaly giendo més bien sus empefas has) construccién de un ferrocartl Furs cémo, en 1847, se le concedié ese vilegio por noventa y nueve aio Mateo Klein; i pudo cumplir, y su concesin fut de Clarada caduca un afio despus: st embargo, Ia idea del ferrocartil bx bia abierto facil camino, y prontoset una realidad. Mientras todas estas gestiones it tentonas se cumplfan, la Nueva Gre nada habia empezado a sentir el pe que implicaba la tutela y defenst & Istmo, y habia Hllegado al bla maiento de que tal mision eraimpos sin ayuda exterior. ¢Y de quiet, de Inglaterra, podia venir 4% poderosa? s Por aquellos dias, las relosoas tre Inglaterra y nuestro pals To mamente cordiales, debido # oo que aquella nacién n0s Pree tra guerra de Indepen’t buen dia oe 1 it jerto incidente ca! cl proconstl priténico Jose ; a and (089 yenaz amet 2 Mento Capitulo 5_— que Inglaterra, también eran ya una tencia naval. Se celebrd entonces, en el afio de 1g46, siendo presidente de la Repi- blica el general Tomas Cipriano de Mosquera, un tratado, célebre en Miestra historia, que levé el nombre de Mallarino-Bidlack, en cuya virtud se dispuso que los ciudadanos, buques y mercancias de los Estados Unidos, frutarfan en todos los puertos de la Nueva da, incluso los de la par- te del territorio granadino «general- mente denominado Istmo de Pana- tnd», de todos los privilegios de que en ese momento gozaban y en lo Gicesivo gozasen los propios ciuda- danos granadinos, sus buques y sus ‘tmercancias. ‘Como se ve, esta estipulacién colo- caba en absoluto pie de igualdad a norteamericanos y granadinos, Por su parte, los Estados Unidos se 4 comprometieron a garantizar positiva yeficazmente, a la Nueva Granada, la perfecta neutralidad del Istmo, «con la mira de que en ningtn tiempo, exis- tiendo este tratado, sea embarazado ni interrumpido el libre transito de uno a otro mar; y por consiguiente garanti- zan de la misma manera los derechos de soberania y propiedad que la Nue- va Granada tiene y posee sobre dicho aterritorio». {Fue bueno o malo para la Nueva Granada, para Colombia, este trata- do? Todavia, siglo y medio més tarde, y més de ochenta afios después de ha- ber sido anulado por la fuerza de los hechos, se discute sobre el particular entre los entendidos. En todo caso, lo cierto es que, que- dar hecho y ratificado ese tratado y enardecerse de inmediato la agresivi- dad inglesa en el Caribe, y la rivalidad entre la Gran Bretaria y los Estados Unidos, fue slo uno. Lo primero que a fue la toma por fuerzas britanicas Puerto de San Juan del Norte, en Nicaragua, posible terminal de otro a o 3 2 e ‘o > wy uz Con esto, la pugna entre las dos po- Modelo del primer tencias se puso al rojo vivo; hasta que, tren de servicio por fin, en 1850, las dos naciones cre- sransisimico de z 7 i Panamé, inaugurado yeron mas prudente zanjar sus dife- ee Tencias de modo pacifico, y firmaron ‘de 1855 un tratado, también célebre en nues- tra historia y en la del mundo entero, llamado Clayton-Bulwer, el cual vino a ser, para la Nueva Granada, como el tercer lado de un tridngulo con el que se cerraba la garantia de su so- ag berania sobre Panama, Pues aunqueel , : medio sus pre- sta Mosquitia ni- ‘ez, los Estados valerse de su Nueva Grana- adelantaban. Cada ye, se sentia mas la necesidag ("lec pues ahora, en esa tuna oleada migratoria ny ig loa movilizarse desq0™ empe Orientales de los Estados pj" ne ta los territorios de Cale its he temente arrebatados a yas "ie, donde, ademés, el ora Wo. do en grandes cantidades 4 de tierra. Un ferrocarrt yera el primitivo sistema de tgs existente desde tiempos colonia el Istmo, tenia por lo tanto que a gocio muy rentable, y esto hie le que el capital y los hombres cesarios para adelintar la obra ge vieran pronto disponibles. AS, pos apenas el general Mosquera legs a poder en 1846, encontré propuesa sobre el particular, y pronto conoadg el privilegio al senor William N. A pinwall, para que procediera a rediza el proyecto. EI privilegio se limité a cuarenta y nueve afios y la Nueva Gr nada recibiria, en correspondenca, 3% de las utilidades de la emprs. Estaba ya, pues, en marcha, lo quest , le xt Medians the capitulo 5 ug la archifamosa com- me fad Panama Railroad Com- paiia Hat™tanto tuido meteria en la pany: Aeolombiana, y que vendria a histor ‘jarga, gracias a una treta tan ser, Fosa como sucia, la gran respon- inet directa del éxito que tuvo en $008 la quinta y Gltima intentona de separacion de Panamé. fen efecto, poco tiempo después, el sefior Aspinwall contrat6 la ejecucion de sus trabajos con los ingenieros George M. Totten y John C. Trawt- wine; y un dia de 1850, este ultimo jnaugur6 simbdlicamente los trabajos No fue facil, sin embargo, la eje cucién de aquel proyecto. : fio, ella constituyd, en su época, una verdadera proeza para la que se uni ron la inteligencia, la técnica, el tra- bajo y la perseverancia. La obra, no obstante, salié adelan- te, yallos cinco afios de empezadas las paralelas de hierro, el 27 de enero de cabo con cualquier motivo, y por lo Movimiento de general, sin previa solicitud al gobier- pasajeros en el 1855, a media noche, bajo la Iluvia, no colombiano; pero los mas famosos pee entre la oscuridad y los relampagos, el fueron los de 1856, 1885 y, desde lue- California en 1856, filtimo riel fue colocado en la ciudad go, el de 1903. pee de Panama y al dia siguiente el primer El de 1856 fue el que tuvo lugar de haber sido tren rod6 cruzando el Istmo de un cuando el famoso incidente «de la ta- inaugurado océano al otro. jada de sandia», en el que un stibdito ol ferrocah Esto se dice en pocas palabras, pero estadounidense, en estado de embria- Cuantos esfuerzos, sufrimientos, dine- guez, dio muerte a un negro pana- to y Vidas humanas fueron necesarias _mefio, vendedor de frutas, que le re- Para coronar aquella empresa que era clamaba el precio de una tajada de Sigantesca para los recursos y la tec- sandia. Esto dio lugar a una trifulea, y nologia de su tiempo. Sobrara decir luego a una iracunda reaccién del puc- que el ferrocarril de Panama fue, des- blo panameito, que dejé como saldo cl comienzo, un éxito econdmico 15 norteamericanos muertos y 16 he- colosal, ridos; y a una respuesta militar igual- Con la construccién del ferrocarril y mente iracunda del gobierno de Wa- la ereccién del territorio como Estado shington, que hizo ocupar por sus tro- Soberano de la Unién Colombiana, pas la ciudad de Panama durante tres Donny convitio en una ciudad dias. De este incidente se siguié un % largo pleito entre las dos naciones, que finalmente le cost6 a Colombia de una indemnizacién de 412. te, y ses A. Grant envig yer Nes para que estudiaran js © de aquella via acuatica gee P bilge iG desde yi tepec hasta Colombia, y ei Tehig, de que la zona esc 0 Piss fuera la de Panama. sa en Bogota iniciaron entey ciones para la celebracigns! tado sobre el particular pi, colos Hegaron asi-a firmane SP dos naciones para facilitar a gn’ cin del canal por los Estados Unig Pero uno, concertado en 1869, que ¥6 el nombre de protocolo sin” Samper-Cuenca, fue negado pore nado colombiano; y otto, ¢ un afio después : nombre de Aros nchee-Hul- burt, fue improbado por el de los Ee tados Unidos. De este modo, las relaciones colon. bo-norteamericanas siguieron regidas, y lo seguirian siendo hasta 1903, po €l viejo tratado Mallarino-Bidlac faa, phoma El canal francés Mientras estas cosas sucedian en América, alla en el Medio Oriente un acontecimiento extraordinario_atrala Ia atenci6n del mundo entero. En 180 Fernando de Lesseps, un gran empr sario francés, coronaba triunfalment Ia hazafia de unir el mar Rojo co” ¢ mar Mediterraneo por medio del - de Suez. Era la realizaci6n de uns fio milenario de la humanidad. 4 La culminacién de esta obra oe tesca, que Ilend de gloria a su fue posib! a ptimismo de Lesseps, que a area colosal se habia hecho or qué no iba a ser igual raiaosibe uni el Attntico con e ate Pod raves del istmo centro Pacino? Numerosos congresos ge0- mericane eunieron en Europa, por aril decada de 1870, para estudiar aauetibilidad de la obra. De uno de Wtesalié la idea de enviar una ex- ells jon cientfica a Panamé, para es- Petar la cuestion sobre el terreno. ata mision estuvo presidida por un rniembro de la familia Bonaparte, Na- eon Bonaparte Wyse, bajo cuya di- Procion varios cientificos y explora- totes recorrieron la region del Darién te sur anorte, y a la inversa. Conven- tido de la posibilidad del canal, Bo- naparte Wyse no perdio tiempo: viajo seguidamente a Bogota, y en poco tiempo obtuvo del Congreso y del go- bietno colombiano un privilegio exclu- sivo para la ejecuci6n y la explotacién de un canal maritimo entre los dos ooéanos a través de su territorio. El término del privilegio se fijé en no- venta y nueve afios y se autoriz6 la ce- sin de éste a otras personas 0 socie- dades financieras. Todo, contra una regalia del 5% del producto bruto de la empresa, y otros beneficios me- nores.. Este contrato llevé el nombre de Convenio Salgar-Wyse. Con aquel documento en su poder, aparte Wyse regress a Europa, y al poco tiempo estaba ya constituida comercial preliminar, de otra mayor, que deberia ora del canal, a la cual jas ¥ {odo 8 ysies realidad, &P' 121 tias empezaron a turbarlo, Es verdad que ya habia pasado los 60 afos; pero para eso tenia a su hijo Charles a su lado, que podria encargarse del ma- nejo directo de la compaiiia y asumir las responsabilidades menores; él seria s6lo la cabeza directora. Algunos me- ses después, a principios de 1880, el ilustre anciano, con las energias de un joven de apenas 30 afios, estaba ya re- corriendo el Istmo; y, poco mas tarde, de regreso en Paris, hizo esta predic- cin solemne: «Nuestro trabajo en Pa- namé sera bastante menos dificil que en el desierto de Suez.» Advirtié, que si la empresa iba a tener cardcter en- teramente privado, y no oficial, ten- dria que ser un negocio lucrative y para que esto se lograra el canal tenia que ser sin esclusas, a nivel de los dos mares. Se fund6 entonces la Compa- gnie Universelle du Canal Interocéa- nique de Panama. La obra iba, pues, a realizarse: de eso no cabia duda, y bastaba que Les- autoridad, lo proclamara_ seps, con su _orbe; Posible canal del Atrato-Truand6, ‘mapa levantado por orden de los congresistas y et secretario de Guerra y Armada de los Estados Unidos, 1858-1859 (Mapoteca del Archivo Nacional). en Francia, que no daria el ipoyo moral a esta nueva obra dems, los tiempos ha- ‘mucho en el mundo fi- de periddicos més 9 , Para conciliar su buen preciso someterse intereses. _Pero, sobre todo, cut fizonte como una nube nee” la sombra de Monroe: defi ta a los Estados Unidos no jos @™eme cia la idea de que el carga América Central fuera a see do por unos franceses, asise ta una empresa privada y dis de como lo habia proclamado yn cas fuerzas politicas y financieras pusieron en guardia. «Hay que dee ner a Lesseps», fue la consigna uri periddicos de Norteamérica repetian diario. El propio presidente Hayes los Estados Unidos, sin oponene abiertamente a la obra, dejé caer estas palabras ominosas: «Los Estados Uni dos reclaman el derecho de ejercer un protectorado exclusivo sobre el canal que los franceses se proponen cors- truir por territorio de Colombia.» No obstante, era tal el prestigio de Fernando de Lesseps, que el proyecto siguié viento en popa. La Compatis Universal del Canal Interoceénico de Panama adquirié la concesién origi nalmente otorgada por Colombia # Bonaparte Wyse, e inicis seguidamen- te la tarea preliminar de levantar pl nos topograficos del Istmo y del Ce nal. El dinero empez6 a fluir a las a cas de la sociedad. En su primera cm sin de acciones, a finales de a compaiiia encajé trescientos mili de francos. El piblico francés er, entusiasmado, Lesseps__ comer. aconsejable poner las obras, Com” bfa hecho en Suez, bajo la resPOr bilidad de una sola gran empress tratista, la firma CouvreuX, sidente era el ingeniero chet; y, con obstaculos, P mento menores, las © iniciadas. Simb6! al jueg Driendo = Jas sombras del propio scados P “obstaculizar su labor. Istmo, Prana parte, el invierno pa- Eran, POcon las consiguientes riadas names del rio Chagres; y la fie- toreparilla, que en s6l0 tres das lle- a al sepulero a quien no fuera in- vavne a esa enfermedad. El propio Blanchet, director de las obras, fue tna de las primeras victimas, seguido or el secretario de la compania Frenry Bionne, y este suceso retumbé con.eco siniestro en toda Europa. Una faimésfera de prevencién empez a formarse a propésito del clima pana- meio, y no hubo ya manera de contar con los servicios de ingenieros y téc- nicos de alta calidad, sino a base de salarios fantdsticos, que muchas per- sonas criticaron como favoritismo de Lesseps. BR rcbrs atacaba y.vencia por lo alto en los cuadros directivos, {qué decir de lo que ocurria en las filas de los miles de trabajadores que los contratistas habfan hecho venir de todo el mundo para trabajar en el ca- nal? Es cierto que la compaiia no ha- bia descuidado el aspecto de la salu- bridad en sus campamentos; varios hospitales habjan sido construidos en Col6n, Panamé y Taboga, y prestaban Servicio eficiente y a la altura de la me- dicina moderna; pero el problema ra- licaba en que hasta entonces no se ha- scubierto ni la causa ni el medio de _Propagacion de la fiebre. For otta parte, el invierno pana- Meh hacia pricticamente imposible _Mdclantar trabajos en cierta época del esta circunstancia encarecia el ‘las obras de tal modo que los €condmicos de Lesseps fue- lo falidos, y hubo nece- Aquello exigia un esfuerzo colosal y un verdadero rio de oro. {Por qué no hacerlo con esclusas? Lesseps sin embargo se negaba a ello, y seguia adelante sin fatiga. Su optimismo era inagotable y cada vez que los recursos de la empresa empe- zaban a flaquear, lanzaba nuevas emi siones de acciones, que el publico francés se apresuraba a adquirir, entre otros motivos porque aquello tenia ya, en esas horas, un cierto cariz nacio- nalista, del que el «gran francés» se aprovechaba. Lleg6, sin embargo, un momento en que la situacin se agravé y lego a ser insostenible, pues a las circunstancias adversas ya anotadas, vino a sumarse la desmoralizacién del personal, y, como consecuencia, el despilfarro administrative. Y, a aque- Ilas alturas, cuando la obra ya llevaba tres afios de iniciada, ,c6mo conseguir mas dinero? Lesseps, ya un poco ner- vioso, cambié el sistema del contratis- ta Unico por el de varios, distribuidos y obtuvo, pero de de faumosce a Antiguas oficinas de la Compania Universal del Canal Interoceénico de Panamé, que adquirié los derechos de la concesién otorgada por Colombia a ‘Napoledn Bonaparte Wyse, comenzé los trabajos de Nueva Historia de Co rs Colombi Yo. En e808 momentos, [essa pre optimista y empujae? sem, viajar nuevamente a Panam; ‘hig tudiar la situacion en sy pe’ Pata no. Su llegada al pais fue oP te jibilo, pues hacia renacer jp?! # en de que aquel hombre yc Pea apechandola personalmenta Ml por fin sacar a la empresa ge (tt cultades en que se encontraba Sit Este entusiasmo tenia cierts jus Beste pres pcs ce dades y calamidades que la obra huh, sufrido, la cantidad de material” movido en las excavaciones por js franceses habia avanzado notableme te con el sistema de los diversos con tratistas, y se habia triplicado elevan. dose de 215.000 metros cibicos 1883 a 1.079.000 en el afio de 1885, habia por qué dudar de que el canal seria concluido si Lesseps conseguia el dinero que faltaba Algunos socios llegaron, sin embar- go, a la conclusion de que todo se fa Cilitaria cambiando el proyecto origi nal y construyendo el Canal, no yaa nivel, sino con esclusas, como tant veces se habia proyectado, a lo que f- nalmente accedié Lesseps. pero muy a regaiiadientes. El diseio y proyeccién de esas esclusas fueron encargados al ingeniero Gustavo Eiffel, quien aca baba de Ilenarse de gloria con la com trucci6n de Ia torre parisiense que lle va su nombre. Pens6 entonces Lessps que el dinero necesario para comple- tar las obras se podria conseguir, sie” vez. de emitir nuevas acciones (llevabe ya muchas emisiones, y el piiblico qu 24 no estaria ahora tan confiado pars 1} empréstito suotas y co? bonos os suscriptores de los ri ireiniedos no tendrian —_ a de sus deseos, pero no tue en el medio politico con He 1a Repiblica y la ban- conrupto on WY ovian, Ia empresa se- cos de extorsion y chantaje por ummobiemno, concretamente por parte del ev inistro de Obras Piiblicas. al propio aut, cuyo COnCUISO para ob- se Bat permiso era indispensable tener ad's, Baihaut exigi6 por inter ES in se le dieran cuatrocien- media rancos oro, 0 no colaboraria tos moyecto, y el hijo de Lesseps, eros de Lesseps, que era quien ma- relaba los negocios financicros de la Cempaiia, viendo que sino entregaba Geidinero el permiso no se obtendria ‘todo el colosal andamiaje de la obra dal Canal se vendria abajo, viose pre- fGsado a retirar esa suma con su firma personal de los fondos de la sociedad para entregérselos a Baihaut. Este fue Su gran pecado. Mas, como nada hay oculto bajo el cielo, algo se filtrd de esta operacion dolosa en ciertos cir- culos, yya no fue s6lo el ministro Bai- haut sino también otros politicos, in- termediarios y periodistas, los que ja medi ria victi quisicron participar del pastel, y a una empezaron bién a la compariia, hasta llegar a for. mar una verdadera cadena de extor- sionistas, que a su vez chantajearon a Baihaut. Se demoré asi casi ao y me- dio todo aquel tejemaneje, durante el cual los trabajos en Panama se vieron materialmente paralizados por falta de fondos. todos a chantajear tam- Hasta que al fin el permiso fue otor- do en abril de 1888, pero ya era tar- de. El dia en que la emisin de 720 mi- Hones en bonos premiados salié al mercado, el puiblico francés que, a pe- sar de todo, habia empezado a suseri- birlos, fue sorprendido de repente con una noticia que el telégrafo extendié por toda Francia: {Fernando de Les- seps acababa de morir! No se supo nunca quién puso a circular esta falsa especie, aunque se sospeché que en ello tuvieron mucho que ver los inte- reses internacionales en juego, y en especial los gobiernos de los Estados Unidos e Inglaterra. Y allf terminé todo. Aunque la noticia fue rectificada de inmediato y el mismo Lesseps se 1s Trabajos en el Canal de Panamé, en la época de la Compaia Universal del Canal manejada por los franceses. terra y los Estados Unidos, satis. ao con aquel desastre, pero ma- niatados por el tratado Cine Bul- wer, se mantuvieron quictos, obser- _yandose, eso si, reciprocamente. Y en Francia, donde la sola palabra Pan mA era pecado, sdlo se produjo una novedad, la creacion de una Nueva [a Compariia del Canal cuyo capital s- _ taba compuesto por las acreencias que -pesaban sobre la vieja empresa, pero ‘ctiyo verdadero objetivo no era otro que la venta del inmenso zanjon ya ex. cavado y de los activos fisicos “iiltima habia dejado esparcidos a pe " yés del Istmo, en buena parte conver- tidos ya en chatarra. Por su pai Jombia y Panama, que habian visto ‘naufragar el mas acariciado de sus sue ‘fios, se hundieron en el desencanto ae entregaron al peligroso juego de las na de esas guerras, la de 1895, fue focada por fortuna rdpidamente, el general Rafael Reyes, en los ‘de Enciso (Santander) y el in- endio no aleanz6 a comunicarse has Mil Dias, que estallé en 189 | produjo alli estragos gravis fecto, por lo que a Panama » esta guerra civil tuvo dos la primera por cuenta iberalismo panameno, a, organiz6 una inva- toda la parte occiden- al atacar sus tropas erto las defensas que = ntes habia dominado el qamefia QUE jonario del doctor Po- cjercito To errera, que era gran es- sis. Pet, cometio como éste el error trateBts Prellarse contra las defen de if eas en la propia ciudad de P: gobiernntent6 traspasar la linea del sami Mt transistmico, donde ya e fer marines de los Estados Uni- a amados por el gobierno colom- dos, rgu tdctica se limit6 a conservar ea i a dominaba al oeste srritorio que y' hivanamé, ¥ a esperar las ofensivas ie Mbiernd, de las cuales fue dando tes fulminantes. Su ejército lego encierto momento, a tener hasta ocho i sy el caudillo revolucio- mil hombres y fario se consider6 tan seguro de su tietora final, que organiz6 un gobier- to provisional de Colombia, nombrs inistros, y llev6 a cabo importaci ministros, y y ° taciones de pieles y café nes y expo Aquél fue un gravisimo antecedente, porgue le dio a los istmerios absoluta seguridad sobre algo que ellos mismos habian puesto siempre en duda: la po- de subsistir con recursos pro- sin contar con el canal, como re- independiente. Esta situacion hasta fines de 1902, como vere- tanto, la Nueva Compaiiia Cuyo privilegio iba a ven- se habia aprovechado econémicas en que colombiano se debatia, Tevolucién, para obte- José Manuel in..., Otto anciano de mas de setenta afios! Al paso que todas estas novedades currian en el territorio colombiano, en el internacional se Ilevaba a cabo tun hecho que resulté de suprema im. portancia para la construccién del Ca: nal: en 1897, los Estados Unidos en- traron en guerra con Espafia por la in- dependencia de Cuba, y durante ese conflicto se vio claramente la necesi- dad que ese pafs tenia de un canal in- terocednico, para poder reunir con fa- cilidad sus flotas del Atlantico y del Pacifico. Por cuya raz6n, apenas con- cluida la guerra, y aprovechandose de que Inglaterra estaba en apuros debi- do a la que a esas horas sostenia en Sudafrica con los béers, consiguié que el viejo tratado Clayton-Bulwer fuera derogado, quedando asi el gigante americano con las manos libres para construir «su canal» por Centroamé- Tica. Una de las primeras medidas to- madas por el nuevo gobierno colom- biano encabezado por don José Ma- nuel Marroquin, fue la de enviar a Washington al oes sae oe Silva con el propésito princi car un arregio con los Estados Unidos; para que éstos le compraran cesién a la Nueva nal, asi como los 127 ‘universalmen- eamericana ida a recoger es, a menos de “condiciones ex- rorables. En con- elto ojos y corazon gua, de la que evaluadora, ca reciente- z Silva, no era, negociar un s Unidos en Nueva Historia memorandum, y desatarse Patriotismo indignado. tec cosa. Pero en este momen, escena para constituirse en j cisivo del escogimiento ge 27°" e Panama un personaje que, pri or Jombianos, vino a representay mo tiempo, el salvador de ty Villano del drama internacions ®) estaba librando: se Hamat mite Bunau-Varilla tie Bunau-Varilla era un brillante geniero francés, que en 1884, muy ven atin, se habia incorporado nf lange de técnicos reclutados por La Seps para trabajar en el canal de Pp. nama. Cono mo a palmo. Con Ii Una ola de Ma oly + al mis. itastrofe france: a Francia, se dio ala 1 numerosos libro folletos de divulgacién sobre el Istmo panameno, tratando con ello de de- mostrar la posibilidad y la necesidad de que el Canal fuera completado por manos francesas. Puede decirse, pues, casi sin lugar a dudas, que por aque- Ilos afios este asunto se le convirtié a Bunau-Varilla en una especie de idea obsesiva, y que por esos aitos él fue el adalid tinico y supérstite de la via pot Panama. Lo que nunca pudo saberse exactamente es hasta donde en esta actividad, aparentemente desintere- _ sada y totalmente apostélica, habia también nimo de lucro personal, Pues la verdad es que Bunau-Varilla, como socio que habia sido de la firma contratista Sonderegger y Artiga. ¥ tanto acreedor de la Compaiiia ersal, era también uno de los @- e la Nueva Compafia; y St en su actividad tenaZ Y ranoico— defen todo caso, éste fue el hombre oarecio de Fepente en Was- ‘en un golpe teatral, de iador colombiano doc- Silva para ayudarlo, taba, solo en aquel jn, como 5 audaz, astuto, un poco ci- ite opolita, habil en el arte de Tpadulacion y de la intriga, que habla- famvarias enguas, que conocia el Ist mi eomo sus manos y podia hablar de Treen plena autoridad, ;cémo no feeptaro por aliado y compaiiero en jn peligrosa aventura? Esto era pro- idencial. Ademas, en aquellos mo- nentos una comision técnica conocida ¢on el nombre de «comisién Walker», geababa de regresar de Centroaméri- ta, ¥ después de una evaluacion com- parativa, habfa concluido con pulabras: «Hay ciertas ventajas cas, tales como la linea mas corta, conocimiento mas completo de la co- marca por la cual atraviesa el C: yun més bajo costo de explot: Y conservacién, en favor de la vi: por Panama; pero el precio fijado ee Ta Nueva Compafia del Canal (109,141,500 dtares) para la venta de suspropiedades en el Istmo es tan exa- gerado, que esta Comisién no puede amd sar su ee » ar |, €n cierto modo, una nueva extorsion de que directamente se ha- a los franceses, porque, 0 ajaban sustantivamente el precio, quedaban con su chatarra y su Con el agravante de que, ape- esta recomendacién, en © se puso a caminar en for- un proyecto de ley que construccién por Nica- i | inteligencia sutil, experiencia profe- Wiliam Neon f fe : Cromwell, abogado sional recursiva, formidable poder de intriga, y fluida labia de orador». Ne ee ‘Asi, pues, operando cada uno por su lado y en su esfera, los tres hombres, empezaron a maniobrar. Por un lado, Martinez Silva, con aquel memordn- dum que tanto habia disgustado a sus compatriotas en Bogota, habia abierto la puerta para que los } dos i negociar un Bi ae i i i , empezo si se esl on ud ae ieual obtuvo que varios de los hom- pres mas poderosos en el Congreso se convirtieran de repente en ardorosos artidarios de la via por Panama. 'Y en cuanto a Bunau-Varilla, ade- mas de infinitas gestiones, consigulo, mediante una hdbil guerra de nervios, ‘e la Nueva Compaiiia del Canal re- bajara sus aspiraciones a solo cuarenta millones de délares; y como si fuera poco, puso en practica una intriga ge- nial, que ha pasado a la historia como uno de los golpes de inteligencia mas habiles y oportunos que se fraguaron jams para obtener rapidos y dramé- ticos resultados internacionales. En efecto, la via de Nicaragua, no — obstante los numerosos partidarios que tenfa en el Congreso de los Esta dos Unidos, y pese a las recomenda- ~ ciones de Walker y otros técnicos, te- iia un defecto que nadie podia igno- cruzaba por un territorio volcd- “nico. Tanto, que la Republica de Ni- Nueva Historia q Storia de Coton, caragua habia hecho im, ciente e ingenuamente, y, reos que pretendia ser del pais, y en el que ap bre volein Momotombo, més altos y activos de s del mundo, empenachado {Qué pasaria si, construido y, nal, sobrevenia uno de esos {1 tos que a veces sacudian aquelm” torio? De aqui se agarrs Buna rilla, La vispera de la votacion ado, cuando la suerte del prove, de ley que recomendaba la aperte: del canal por Nicaragua iba a ser con seguridad aprobado, en el pupitre q cada uno de los senadores aparedig una carta andnima, en donde solo encontraba una hoja de papel en ja que se habia adherido un sello de co. teos nicaragiiense, con su enorme volcan humeante, y esta simple leyen da: «Un testigo oficial de la actividad volednica en Nicaragua.» Los resultados fueron fulminantes. El proyecto del Canal por ese pais que poco antes en la Camara habia re- cibido un voto abrumador de 308 vo- tos contra 2 negativos, fue rechazado por el Senado, y, en su reemplazo ambas CAmaras aprobaron, poco des pués, una nueva ley, llamada Spoo- ner, que autorizaba la construccién del Canal por Panama. La victoria de la via colombiana era definitiva, y ¢! doctor Martinez Silva respiré por fin aliviado. Era pues el momento de po- nerse a elaborar con pleno conoci- miento del problema y con autoridad suficiente un proyecto de tratado en- tre Colombia y los Estados Unidos para hacer el Canal por Panamé. Pocos dias después, sin embargo. ¢l ministro colombiano en Washington fue relevado de su cargo por el vice presidente Marroquin, inexplicable- mente. Los intereses de Colombia se ¥& daron asi paralizados en aquel ™ mento crucial, y en las manos de 8 nuevo diplomatico, el doctor José Vr cente Concha, que desconocia ¢l a reno que pisaba, y ni siquiera hablab® inglés. Con el agravante de que la # Prim Sello ge tettitorig de hum de la ley Spoon onizadiOf que pendia a la vez sobre spats de Nicaragua y de Colom- estaba condicionada a que os dosti estaba cond que ,pord ‘Nueva Compania del Ca- cl paz ara de cuarenta millones, y al 0 PaSTye si no habia entendi- cia que , axatrosible con Colombia para la aietiGe un tratado, el presidente de fi stados Unidos quedaba autori- Ios Estintomdticamente, para ato por la via de Nicaragua tn era como cons. rtratado Herrén-Hay Htratado Hor jue un doble infortunio para Colom fiaqueen aquel momento, en aquella fora tinica en que habria podido ver fealizada por su territorio una obra neerasu suenio y el de la humanidad fs colombianos hubieran tenido al frente de sus destinos a un anciano va- Gilante, por decir lo menos, como don José Manuel Marroquin; y que, del otro lado, y por razones también casi fortuitas, a la presidencia de los Es- tados Unidos hubiera advenido un hombre impetuoso, arbitrario y em- pujador, que era precisamente su anti- tesis, Se llamaba Theodore Roosevelt Digamos ahora que el cambio del ministro de Colombia en Washington no sirvié para gran cosa; porque la verdad es que el nuevo funcionario, el doctor José Vicente Concha, se en- contré con que poco era lo que podria hacer para torcer el rumbo de los acontecimientos; y aunque al principio etitic6 cuanto se habia hecho y traté de actuar con absoluta independencia, aa’ en la 6rbita de influencia ‘hibil abogado Cromwell, cuyas Para que el tratado con Co- Se despachara pronto y favo- eran activisimas y efica- que estaban en juego los cua- de dolares de su cliente, Compaiiia del Canal. Reque- , por el secretario de Es- 4 su vez estaba presio- |, para que le pre- de un tratado entre dias después de posesionado, un pro- yecto que era sensiblemente igual al contenido, en embrién, en el memoran- dum de Martinez Silva. Lo grave estuvo en que, dos meses después, el Congreso de los Estados Unidos aprobé la ley Spooner y alli, ademis de las condiciones que ya he- mos mencionado, se establecié que para hacer el Canal por Panama, aquella nacién deberia obtener nada menos que el eer ed oe faja de tierra por donde éste pasara. Entonces ‘comenzaron las vacilaciones del ministro Sonatas {,Qué hacer? En aquellos momentos un pene imprevisto vino en su ayuda para John Has. secretario de Estado norteamericano. {firmante con Tomas Herrén del Tratado Herrin-Hay, que aaseguré la construccién del ‘canal por Panami, no por Nicaragia. enero 23 de 1903. ral Benjamin Herrera x tia en grave o, el cual temia que nario terminara Istmo todo, y asu- el problema del Jo que las negociaciones slantandose sobre el ca- n en el vacio. Conse- ‘temores fue un pacto a , en secreto —y senta don Oscar Teran tratado Herrdn-Hay Bunau-Varilla— entre ijo y consejero esidente, con el leva Historia de ¢ vez mas se Mostr6 de modo que «todo reino divididg © Asi, 1 20 de septiemire iter: gobierno de Bogoté ofigis Ml, « José Vicente Concha para qi 4% ra al de los Estados Unido “titi idos e| ¢tsie- miento de la célebre clays ut mbarcara fue, Oteger el iy Peto Conch, ACCT e84 go, zas en el Istmo para pr paso por el ferrocarril: No tuvo necesidad de ha Besaporque, en realidad, ya aquelj, era de clavo pasado, como que lara rines norteamericanos se hallabe; posesionados del ferrocarril interon nico y habian notificado a ambos ten dos én lucha que les impedirian army camorra en esa linea ‘Agquélla iba a ser la coyuntura idea para que el doctor Concha escapara del laberinto. Envio a Bogota una re varia a la peeidenca de Don Tomas Herrdn, ahora encar- gado de la legacién de Colombia en Washington, era hijo del general Pe- dro Alcantara Herran, presidente que habia sido de la Nueva Granada entre 1842 y 1846. Educado en los Estados Unidos, poseia y hablaba fluidamente el inglés, y habia sido casi toda su vida diplomatico de carrera. En 1900 fue trasladado a Washington y alli acom- pafio en la secretaria de la legacién a los ministros Martinez Silva y Concha como hemos visto. Pero, aparte de que no se le dieron instrucciones precisas, sino al contra- rio, una serie de Grdenes y contraor- denes vacilantes, el doctor Herran se hallé al encargarse de la legacién con que, quisiéralo o no, Colombia estaba ‘a merced de los Estados Unidos. Por- ‘para obligarla a negociar, éstos : Semeiios siempre el fantasma ate- a alternativa nicaragiense- entendimiento con es ler, ae Tasley Spooner, ¥ parte del territorio co: vndo para ello, como Pando para ¢ wotivos de «utilidad pu Jk. Esto lo dijo en el Ca emador Shelby Cullon, pre som Comision de Relaciones na opinion que, por lo mitida a humo de pa a como base cierta ebida por un internacio: profesor John Bas «, no era en ht of way on la cual, el r SE trdnsito que Colombia ae oD a los Estados Unidos hats, era un derecho material, que Gr evaba en si mismo el de construir Ce via la ruta necesaria para po a so de que ésta 9 ejercer, en cl erace o en el de que la nacion foberana, o sea Colombia, no la cons truyera por si misma, En consecuen: cia, para qué mas tratados? Don To: mis Herrin escribio en seguida a Bo: oti: «El presidente Roosevelt es par iidariode la via por Panama; y en vista desu caricter impetuoso y vehemen feesde temerse que no le repugne el proyecto del senador Cullon.» Lacarrera hacia la firma del tratado fandentonces velocidad. Como casi la Tolalidad de las estipulaciones estaban Yeacordadas, la cuestion se centré en Mis clfusulas sobre 1a indemnizacion Pesinlaria que los Estados Unidos pa es mnaColomb por la Zona del Ca } sobre lo cual el gobierno del pr te Marroguin empez6 a re aba he con la reciente celebracién as isahtlaciones de Neerlandia y : it Con que se habia puesto ‘la revolucién liberal, Marroquin que su situacion negociadora ebtindos Unidos se ha- lemente, porque en gobierno con quien s a; pero los nor- Se mantenian en sus tre- } Y nada se decidia, noasevelt, que habia co- ‘con su carac- nto, se que estaba siendo El doctor Herran vio asi agravarse Su situacién, con la circunstancia de que, en medio de todas estas intrigas, andaba Bunau-Varilla, serpeando. Y Si es cierto que antes este fabuloso personaje habia sido decidido aliado de Colombia en la lucha para que los Estados Unidos se decidieran por la via de Panamé en vez de la de Nica- ragua, ahora era todo lo contrario; le aterraba que por las vacilaciones pa- tridticas © por las pretensiones eco- némicas de Colombia, el tratado con este pais se demorara tanto que pusie- ra en peligro la posibilidad de que el Canal se hiciera, como él lo anhelaba 133 Philippe Bunau- Varilla (1859-1940), ingeniero francés rreclutado por Lesseps para la construccién del Canal. En Estados Unidos alienta ta conspiracién en Bogota ocurrian des. EI ministro qe, lstnas il dip a dos, sefior Hart, habj carrera, se ausents ic del pais, y en su rem {titi J eemplazg cargado de la legacign > We Arturo M. Beaupre, yn sure te de experiencia y de want ta gainstancias que resultaron 4 el tratado. Por otra part tia a unas eleccic gobierno par: Congreso. Desde la época en g Martinez Silva and ton, la nacion venia blema del Canal. do ampliamente, aun en medie dels convulsiones de la revolucién, pons Preciso es decirlo, el gobiernp habia dado amplias libertades para que asunto se debatiera pablicamente yj polémica en los perisdicos era po a tanto candente. Pero no podian iosco. Jombianos ponerse de acuerdo; y nj los mismos panameiios tenian forma. do un criterio undnime sobre el par ticular. Desde luego, en Panam todos querian que el Canal se excavara, y que fuesen los Estados Unidos, pre- ferentemente, quienes lo construy Fan; pero diferfan en los arreglos que deberian pactarse con aquel pais. No Obstante, todos convenian en que el Teconocimiento de la soberania c0- Jombiana en la Zona del Canal era re quisito esencial. ; Ahora bien, estas ardientes discu- siones, conocidas en Washington, fue- fon poniendo cada vez de peor _— _ al presidente Roosevelt, y mucho mi se enterd de que, firmado ya tratado, los colombianos todavia se itfan discutir sobre si lo aprobaria io celebrado, dején- a carga “do que tuvo cierto P 0 pot el ministro um legacion_estadouni- a efor Beaupré, al es Eaterires de is wis Carlos Rico, el Bit, n visperas de j3. 8! Gyngreso colombiano. All entre otras, esta amenaza ia ahora rechazara tenia» se conte Colom al 1 Color ra debidamente su Y po retardara de uatade jas relaciones amigables alee paises quedarian tan se- “mente ‘comprometidas, que nuestro ramet rn el proximo invierno, Po- ar pasos que todo amigo de dt mia sentria CO” pena» imaginar la sorpresa y la fessisrecientementeclectos, y en la opinion general, causaria este docu- Peni cuando fue conocido. Bien es ferto que el personal de aquel Con- ra homogéneamente conserva- or porque a las diltimas elecciones no jan concurrido los liberales, que de ser vencidos en la pasada i pero no lo es menos que, nto al tratado, aquellos hom- spretaban sentimientos gene- todo el pais, que no se ha- rbado de no haber profe- Beaupré, con su juvenil quellas amenazas. Marroquin cometi6 el uego se empecind, de 0 el texto del tratado cuando se trata de poner una firma en un documento que puede comprome- ter la honra nacional.» Aparte sentimientos patridticos le- gitimos, que no hay por qué negar, se ve claro que los conservadores nacio- nalistas comenzaban a cobrar asi el golpe que los hist6ricos les habian pro- pinado el 31 de julio de 1900, cuando depusieron al sefor Sanclemente, para entronizar al sefior Marroquin. Con todo, estos disparos iniciales no iban a ser sino el abreboca del debate, cuyo protagonista principa e cisamente, la maxima vietima de aque 135 - Siete meses mis tarde, José Vicente Concha renuncia a sw cargo de minisn de la Cancilleria, de Niifiez, en in presidente efec- entonces no habia del partido con- activo y en go- cierto. Era rtenecia la es- haber Illevado y la vicepre- a dos ancianos iclemente y Ma- pues, el golpe Ja elevacion de dur varios dias, 4, clave de toda la cuestig ao berania colombiana 0"! de Nueve afios para la concesig My tados Unidos, si era protrogaty®* ci6n tinicamente de sion gia en Ta practica una falacia y ot Ia en la practica a a pérdiga ce tra soberania sobre aquell vaiage Parte de nuestro territorio, La impresién que aquellos et Produjeron fue, como pue se, i asta los mismos amigos del gobierno quedaron anonadador entre el piiblico en general, la opingy contraria al contrato se generainn Entonces el Senado dispuso que és Pasara a una comisién, para que « tindiera un informe sobre el particu lar. Ahora bien, la comisién se tomé s tiempo, mieniras que un resplandor de relmpagos iluminaba las ventanas de la Casa Blanca en Washington, des de donde el presidente Roosevelt, ir cundo, al conocer todas aquellas oc Trencias, lanzaba rayos y truenos con- tra Colombia y su gobierno y com- nicaba textualmente al secretario de Estado Mr. Hay: «Indiquele a Beat Pré, que sea tan duro como puedi.. Gespreciables eriaturas de Bos ta deben entender de qué modo on comprometiendo su porvenir.. A % iones, pues, del sefior Beaupre, pct — Ja cobardia de los co- ie 1B haban prohijad faa. dte el informe de mayor porsuPi,, era coincidente con la gM absoluta_inconveniencia i 1 sefior Pérez y Soto; a por el ges je proponer la improb: en a seria la / Jel tratado, sugeria la Fame ntroducirle modifica- seabitire las cuales estaba la de cones: ipsion otorgacla a los Esta- ques n0_deberia establecerse os Unieeso ni siquiera temporal de si Fino «a manera de servidum- fre aperpetuidad>. hoy las cosas con frialda Sndudable que de haber exi tampuena voluntad y un poco de pa tin por parte de Roosevelt ast tomo menos apasionamiento antig famisa por la de los senadores colom- fans lasdosnaciones habrian podido ara un avenimiento, cediendo cada de sus pretensiones: y, pro- Ja separacién de Panama lucido. pitrazo improbatorio no se i, Después de nuevas y fu- tidas, Caro hizo presentar seguidores un proyecto rel cual, después de varias aciones, entre las cuales la de que por causa de la ue se discutia, si se lle- 2

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