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AUTORES, TEXTOS Y TEMAS Blanca Solares (Coord.) HERMENEUSIS 7 LOS LENGUAJES DEL SIMBOLO Investigaciones de hermenéutica simbélica M2 Esther Aguirre Lora Eduardo Mildn Leticia Flores Farfin Andrés Ortiz-Osés Luis Garagalza uigenio Trias Pati Lanceros M2 del alverde Valdés Al ANTHROPOS LOSLENGUAIES nn Tonstgncne detementutcsinatca! | Gece dn ict Gh Eins iacons Primers fii 2001 ‘© Universidad asia Autnoma de Mic, 201, {© Antropor Earl 201 Bit: throes atv bl (Bareons) Enercon cone Cento Regional de Ineigacones Malispinais Uni Nal Autnoma de Meco isan se ese 27 Depa lepl 37 524-2001 Dist etna 9 cootinacn Ph, Servis Blois "Nero S 1) Rub Tel yf 93 6972298, imprest: Nope Via 5 Moncada esac presen Bap Pita Spb ‘ant adn cx uma pt cap mai Sia mre sonnet cn oe sans ogg = PREFACIO Es en verdad un placer, poder ofrecer al pblico lector, Ja ‘conjuneion de estos textos de pensamiento creativo en curso, [provenientes de dos dmbitos culturales diferentes, Mexico y Es. pata, y sobre todo, entrelazados, en esta ocasién, por el impac: {oy ia asuncion de la perspectiva abierta de la interrecacin “Simba, cuya promesa tiende de seguro a expanclise. El con junto de trabajos agrupadas bajo el ttlo Los lenguajes de in bolo, investigaciones de hermenéutica simbéica, se articulan en tormo al propésito de dat a conocer la orientacién de un modo de pensar, investigary entender al hombre en la pluralidad de Su experiencia 0, como dira R. Panikkar, en tanto ser inacabu dd y tendiendo hacia sx plenivud "El menguado interés que se ha prestado a esta versiente, al menos en el dmbito ltinoamericano, podria explicarse por di versas casas, quiza una de ella sa a elativa enovedaads dela perspectiva tebrica de Ia hermenéatica contemporsnea y la di- Fisién muy paulatina de sus principales contribuciones, por jempl, la falta de materiales tradeidos al espaiel sobre los trabajos del lamado Circo de Eranos, esevela genera de a forma especfica de comprender la existencia de la que aqui hhablamos y que a partir de 1933 y hasta 1988, afio en que se clausuran sus sesiones de trabajo en Ascona, Suiza, publica sus famosos Jalrbiiher en alemin,Iranceés e inglés pero que, ape- nas comienzan a ser taducidos a nuestra lengua. No creo, sin embargo, ue eso sea suficente para explicar la cuestién. Po- ‘riamos decir que hay por lo menos otras dos razones de peso ‘més que han bloquendo la actualizacién del euchacer teorétic. 7 En primer lugar, el predominio en nuestros ambientes acadé- micos y universitarins del materialsmo histrica y la conse- ‘cuente demanda de una teorfa vinculada a la pretica, es deci, fla necesidad de transformsat el mundo mds que de interpreta J, programas de mejoramiento y de transformacién acordes @ un espirta comprometdo y militate; ast como, de otra parte, Ta tendencia de corte positivo y empirista propia de ls progr ‘mas de las ciencias duras, pero también con mucho éxito en as tlencias sociales y humanas, historia y antropologa, basada en Ta inmediater de los hechos y el registro de dates dl cual pue ddan derivarse sino lees y verdades universales,si—de la mis ‘ma manera que en el easo anterior programas de accidn que forienten el desarrollo social y nacional ‘De manera que, tanto desde una perspectiva que se postula seritea» come desde una perspectiva «postivas, la hemenéut- ca, la ermeneia, que inicialmente significa eexpresion» o win terpretacions, como en general toda reflexién tedrica sin fines Utltarios inmeditos, «s descalificada de antemano como una actividad preudocientificay este La perspectivatedrica dela hermendutica simbelica, preocu- pada, sin embargo, en mediar y profundizar en la complejidad {de lo «simplemente dado como dato objetivo de la €poca, pro- ‘cede del entrecruzamiento critic contemporineo de las dife rentes cleneias humanas en tor a lenguaje y st sentido. Ps: coanliss, historia de las religiones, antropologi,filosofia de las formas simbelicas, ilaloga,lingtstic,esttia, historia del arte, et, todas estas disciplinas conflayen en xn carmpo inter~ dliscplinar a partir del cual se intenta comprender el rnin del hombre a trav de sus configuraciones simbelicas. ‘Podemos hablar de dos formas de acceder Is comprensién de la dimension simbaica dela cultura: el estructualismo for- malista en tno a Lév-Straus, de corte rcionaista y agnestico 1 la ermenéutica simbsica propiamente dicha de corte gnés- tico representada por la Escuela de Eranes: R. Otto, CG. Jung, K Keréayi, M. Blade, A. Portman, E, Neumann, Ti. Corbin, HE Kawal, ML von Franz, van der Leeuw HL Pessner,G. Scho lem, H, Zier, Head, Filla, J Layard G. Durand, J Camp- bel, M. Porkerty V. Zicherkandl entre ots En un momento de crisis del racionalismo occidental y de prolifereién de nuevos smistcismos» 0 inventivo de su srpimiento como un impalsoireprimible TLa_generalizacién paradigmstica de la hermenéutica. se asienta en esa constatacién, en que ef mundo y el hombre se ‘constituyen como tales através dela interpretacion y captacién de su sentido y gue al afrmar sus vides, han escogido no los trudos hechos dela realidad sino los mitos de una imaginacion inmemorial y exuberante. No hay nada que no se asiente pars tl hombre en una urdimbre de sentido a partir dela cual le sea posible fundar y sostener la realidad, Llegar a ser, es por elo, Tlegar ala palabra, a ln imagen, o, més adecuadamente, a rel to, mythos, constitutive ‘Quiero, sin embargo, aclarar que no se trata de indicar que todo es sfmboloy el lenguaje mythos, sino que lengua y sono To, ala ver que anticulan y constituyen el sentido del existencia hhumana, se manifiestan como cultura en hechos,objtos, acon- tecimiento o relaciones. De manera que el mundo, como dirta Rilke, es mundo interpretado y el hombre, como diria Holder- lin, es simboo ydislog. “Justo por todo esto, la confrontacién entre hombres y mun dos toma forma de interpretacion y coraprensién que presupo> ze Ia viveneia(Dlthey), la experiencia y, por supuesto, la remun- cia a Jos parimetros logocentistas dominantes, la forma de {una savenfura hermenéutica», como dice Pats Lancers, pues no existe so la razén, sino también el cuerpo, las emociones, lama, la danza, Es en esta perspection que indicdbamas, inieialmente, la 15 concurrencia entre la hermenéuticn smb y una antropolo. fa hernenéutica dela cultura, pues es en el mbit de la anteo- pologia dande, més acentuadamente, deide a si propio objeto fe estudio, el antropdlogo ests obligndo a salvar las distancias entre distintas eulturas a través de I confrontacin la interpre tacién y la comprensin de los valores, comportamiento, cos. tumbres o creencias cultural gue requieren ser interpretadas 2 través de un ejercicio hermeneutic, en el cual develen sin ilencia la matiiz de sentido de donde derwvan, La importancia del conjunto de trabajos aqut reunidos, en mi opinign,radica en su esfuerzo por constiirse en uma res puesta a la crisis de la fundamentacién de Ia realidad a partir el logos de In metafisica elisa de Oceidente, se gulan por st critica, sin caer en la desfundamentacion postmodern, Se trata en el easo de les trabajos que presentamos de la tarea del pen samiento que asume y vaeve 2 plantear la clasica pregunta de Jn flosofia de qué es el hombve, shabitante del limite, «ser fonteri2o» 0 stazon afectivay En este sentido es que pensamos también a la hermandution simbolica no como una vertiente de pensarniento mas, si bien nowedosa y actual, sino sobre todo come una aetitud, como uns dispasicién o modo de abrimos ala vida; en este trinsito de mi- lenio, la posibilidad de mediar en I tragicin cultural occiden- tal que sen In que estamos inmersos, en nesta apertura a oles rmundos y otrss racionalidades, incluso como sefiaka E. Trias paraltaseando el Salmo (118) Biblico, hacer de la piedra des- hechada clave del templos tomando sobre las espa el riesgo de reerear los problemas centrale dela tradicionfilosfiea para abrir sus fronteras, area, si cabe algun, ardua y comple, de In que el pensiero debole se desentiende con negligencia, Lejos estén el conjunto de los ensayos aqui preparados de plantear luna separacién esquizoide de mandos de vida (razénielsion, icalibertad), pero tampoco una identificacion casi pantelsa con lo opuesto, sino su coimplicdad profunea © adualéctca» como diria Andrés Orti-036, ln implicacn de los contratios en su reacionalidad y sinronicidad simbolica Acostumbrades no sélo a un contexto, sino a wna vida cot diana basada en el dualismo belicoy la competenca,vitimas de I insisteme presion en programas saturades de nommatii dad y metodologism, la defensa de ambitos abjertos de inter- 16 yo pretacin quiere dar su lugar la interpretsei6n como experien- Ga del mundo exterior ¢ intima, vinetlads con la reflecén so bre tno mismo, dejando que la conjuncién de los contrarios copere desde nuestro interior; mas allt de la concleneia eolectiva patriarcal imperante, pero sin dejar de dalogae con ell, des- pert al inconsciente colectivo matricial ya la vor més interior Yycteativa de I imaginacion, "Hemos organizado los materiales en tres partes, en Ja Prime- sade ella, se integran las aportaciones de dos de los més signii- tativos filésofos actusles desde el horizonte del pensamiento Ihermenéutico, polémicos entre s{y complementarios, de alguna, ‘manera, Andrés Ortz-Osés y Eugenio Trias. En relacién ala di- fis del pensamiento simbelico,cabe destacar tant la labor {el primero como coordinador de la Colecién Heneneusis de Ja Editorial Anthropos que se propone la trace y ein de Jos Anwatios de Eranos, (F. Neumann, J. Hillman, G. Schlem, se), como la labor de Eugenio Trias en tanto co-editor de Is coleceién de ensayo en la editorial Destino, donde se preparan, tediciones como las de K. Kerényl y H. Corbin. En los trabajos ‘que aqui presentamos, ambos filésofos, nos ofrecen un acerea- ‘miento, cada uno desde su peculiar posturateérica a temas flo- stficos fundamentals ydefinitivos tanto de una orientacién in- telectual como dela exstencia propia, mo pensaren la moder- nidad, velo y fuga la textura compleja del impo, rellexionada por Eugenio Triss, fa manera de una fuida encrucijada de Sento (tetradimensional pero sinttica) con velacin a nuestro futur y el engaree con lo posible; y, en el caso de Andrés Ortiz (sts, una caracterizacion de Ins claves simbolicas © urdinbres “aruetigicas—en las que la proyeccion. de Dios seria la condi ‘ién mitolgiea radical de toda diceion humana»— que han re ido el devenir de las formaciones eulturales, desde el horizonte promitio oriental hasta el postmedemista, ‘La Segunda Parte, se integra con los trabajos de ML” Esther Aguirre Lora, Leticia Fores Farfan, Eduardo Milsn y Luis Ga ragalaa. El conjunto de estos trabajos nos ofrece una reson ‘mieci6n peculiar de la constitucién del logos moderne, como tencubrimiento de los origenes simblicas, como limitacién de Ja polisemia y cqmo tendencia a Ja autorteferencialdad del dis- curso postico. El ensayo de L. Garagalzainsisteen la dimen én simbslica del Ienguaje @ partir de la reconstruccién del 1” pensamiento de wno de los hermeneutas ms significativos en Ia historia del pensamiento moderno, Ernst Cassire. Finalmente, la Tercera Parte intenta el andlisis morfogendt- ‘co de una mitologa particular que engaraa, en este sentido, con js tedricos que orlentan al conjnto de los stores presenta dos: el de la necesidad contempordinea de buscar el momento prefilsético, mica, en la otredad no occidental y alsin simbolica de la coinedentia oppositorurt, en las figuras simbsl- cas de Ases y Vanes, en la mitelogia nérdica; el jaguar y las deidadesfomeninas, en Mesoarmérica. Pats Lanceros, Maria del Carmen Valverde y Blanca Solares, incusionamos, respect mente, alrededor de esos aspecos. Finalmente, no me resta sino agradecer a Ana Maria Marti- ner de la Escalera, Gerardo de la Fuente y, muy especialmente, ‘3 Emma Led y Rodolfo Uribe la lecuura enti del presente ibroy las sgerencias para su organizacion y eniquecimiento Por supuesto, a Manvel Lavaniegos su atenia y devotalectura de todos los ensayos, especialmente, sus observaciones en torno Al fondo matricial mesoamericano, su amorosa ayuda y el Cul dado de sus comentarios. [BLANCA SOLARES ‘Marzo del 2000 PRIMERA PARTE yy. EL INSTANTE Y LAS TRES ETERNIDADES, (VARIACIONES SOBRE TEMAS. DE NIETZSCHE) Eugenio Trias 1. De todos los filésofos hay dos alos que wuelvo una y otra ver, Plata y Nievsche. Soy, en cierto modo, platonico y nietzs- Cheano, una combinacié quizds inscita y poco comin, pero en Absolute imposible, Patén inaugural flosofia en el sentido en {que todavia podemos reconocerls Ia Glosofla como escrtura, ‘om literatura de conocimiento.¥ Nietzsche daa ésta quiz su forma mis perfecta en un poem filesofico que nos incta y nos reta con cl misteriovo simbolismo en que sabe revestir sus ms poderoses ideas metaiscas, Ast hablo Zarathusra sigue sendo, ‘ara mi, lo mas imperecedero de a obra nietseheana, ‘Cuando se habla de Ia actividad filsofica se olvida con cul- able negligencia que ésta es, sobre todo, una actividad creado- ‘Bi que tiene como espacio privilegiado Ia escrtura. De tanto Insistiren Ia necesidad y exigencia del dilogo, o de la contro- versa, o del debate en filosfie,o de Ia formacion en toro a fells de escuelns, 0 de 1ma orginica sucesion reverencial de maestios y de discipulos,o de otra suerte de comunidades de Ticeo o neademia, se nos ha pasado por alto lo ms importante: {que la Glosfia, de Paton en adelante, es sobre todo asunto de Ta eseritua que por tanto nos conhice «un escenario en el ‘que todo excritor se reconoce: en su confrontaciém (ereadora) ‘con el papel en blanco, y con es alter ego que debe ser constr ddo-e ideado en el acto mismo de In eseritura; ese lypoerite le teur, mon semblable, mon fre al que se refiere en un eflebre soneto Baudelaire, "Nadie ha sabido mostrar con tanto ahinco ese carcter dela filorofia como st fundador,Pltén, através de sus dislogos es a critos; ni nadie ha sido tan platénico en este aspecto como el gran enterrador del pltonismo y de la metafsica, Nietzsche, fque revalidé através de su obra ese cardcterpreferentemente Iiternro y de escrtura de a filosofia, Dice José Angel Valente que es escritor quien acaba tenien- do una auténtica relacion camal con Ia eseritura, Y esto es cier- to desde luego en poesia y en novela, pero lo es también en esa Ieratura de conociiento que constituye, ami modo de ve, la filosolia. Esta es, en efecto, iteratura; tiene que ver con letras y ‘con grafias; no puede producirse (al menos desde Pltén) sin fee concursa gue la condiciona y determina. Hasta el punto que la propia produccion oral, o daldgica, slo es y existe en virud de exainscripién litraria (y de ello Platén da plena documen- tackin), Socrates nada seria, pese a su ensenianza oral, sin esa literatura de conocimiento(fle-sofica, enamorada del saber) que le acoge en forma de corpus platénico, Ni nada seria el gran ppersonaje redivivo por Ia ereacion nietescheana, sacado del 1cervo ancestral de la religion pers, Zarathustra, sin Ia compo- sien y escritura del gran poema flosofico de Nietzsche. 1a flosofia se encarna, ante y sobre todo, en ln escitura, Sin escritura In filosotia earece de forja y destiado, Pero en la sscritura puede la filosolia nereditarse como creacién, como lo ‘gue Pltén lamaba poisis. Slo que el acto reador gue a rs ‘65 del Tratado o dal Ensayo, 0 del Dislogo o de las Confesio- hes, ode la Summa o del Sistema, o dl Alorismo o del Poema Fileséfico se produce tiene st propin peculiridad, No puode ser en absoluto confundido con la construccién que crstaliza fen a literatura de ficcién, sen podtica 0 novelistea, 0 bien ép- ‘a, damaticay lirica. {Cémo poner en duda que obras como la Btca de Spinoza, 0 Tracts de Witigehstein, 0 Asf hablo Zarathustra de Nieto che, constituyen creacion en el sentido mis estrico de lo que por tal puede entenderse? Son creaciones, eertamente,plasma- das y encarnadas en virtd de la eseritur pero creaciones que, fen formas y géneros distntos, © en estilos diferenciados, se ‘orienta todas ellas hacia el conocimiento. Son piezasrelevantes dela defincion pealiar que he avanzado de la losola [a escrtura es consustancal a a ilesofia, Esta no necesita cconvaldarse y legtimarse con sofisticadas terias sgramatol6- ‘leas que, sin embargo, no siempre se comprenden a sf mis- 2 mas desde lo que a viva vor proclaman. ¥ es quel escritura es para la ilosofia algo mas que una teorta; es la savia misma de 5 propia sustancia de expresicn, TE pensamicnto so esta en y desde sus formas de expre- siém (como sabemos desde Wittgenstein). Y esas formas de ex. presion son siempre lingticas en sentido armplio (el que in- ‘luye tambien l eseitura), De hecho no hay pensamiento algu- tno que no se produzca asi No existe el pensamiento abstracto no encamado en sus formas de expresién lingistica (verbales, cscritas). En flosfia esa expresin exige la mediacién escrita para prodicitse y generarse, O al menos la inevitable referencia a fea mediaeidn, La eseritura no es una referencia teiea, como fen ls rellexiones gramatolgieas, sino una préctica, una prag- mdtica: aquéla en In cal Ia filosofia como acto creado se en ‘cama y materializa, 2, La filosfia tiene qui2ds un nico tema, aquél en el cual todas las grandes cuestiones filsGficas se resumen y compen- dian, Kant lo expresé con toda claridad: esa pregunta exencial cs Ia pregunta relativa alo que somes, a nuestra condicin, ala Jumana condita: (Qué es el hombre? Es, desde luego, la més dificil y comprometida de las pre- runtas, ya que ot respuesta debe srtear Ia contadicen en la ‘que ese difell naturaleza 0 esencia parece estrllarse. Y desde Tego en Nietzsche hallamos algunas precisiones magnifcas ‘que nos permiten despejar, aungue sea levemente, esa grandisi- ‘a incognita relativa alo que el hombre es, © al mister de su naturalezay condicin. ‘Una cuerda tendida entre dos torres sobre un abismo por la ‘que camina un volatnero; una euerda entre Ia vida animal y la fexistencin suprahumans; “un peligroso pasar al otro lado, un peligro caminar, un peligroso mirar hacia atris, un peligroso fstremecerse y pararse-, Esa es In grondeza del hombre: eser {un puente y no una meta; un trnsitoy tn ocas0» (trad. A. Sn chez Pascal), La condieién humana alcanza sa cumpimlento ‘come «flecha del anhelo hacia la otra onlls. Una cuerda que ‘constituye el habitat del volatinero que en ella ejecua su taba Jo. 20ué hubiera sucedido sino hubiera sido objeto de un des venturado aceidente como el que narm el texto de Ast habls 23 Zarathustra? Qué hubiera sobrevenido si el volatinera se hu bese zafado del demonio que se abalanzs sobre dl disfrazado de tnje multicolor de bufén, arrojindalo al abismo? (Si el ede ‘monio de Ia pesader» hubiese sido veneido por los espritus ngélics, 0 por los animales propicios de Zarathustra, el éguil yylaserpiente? ‘Otros peligros le hubieran acechado en su propio recomido existencial Que no tiene otro entorno que esa fei, alld, minima expresin de mundo que constituye la cuerda. En ese Limite del mundo, tendido entre la vida fisia y l misterio, hab tel hombre; en esa delgada fra de una caerdaexisencal se desarrolla st vida en esta tierra. La vida entera es comparada al recorrido de un puente que comunica este mundo con la otra corila.O ala esa lineal que va dejando la lecha al ser lanzada hacia una estrella. O al ro que desemboca en el mar (imagen del superhombre) 3. Laidea de limite alcanza, seuramente en Kant, en Witt- sgenstein, sus primeras formalizaciones adecuadas y ajstadas {como lite de la rain; con loite del muro; coma init del pensamiento, en el supuesto que éste solo puede trazarse desde Ya partir de la expres lingustica del pensamiento; come te inte de mi lenguaje que es tambien) lente de mt rnurdo; como ‘mundo que es tal s6lo y en la medida en que es ese mundo propio en el que me reconozco exstendo; all donde el solipsis- ‘mes el mejor modo de aleanzar el realisto..) ‘Pero reconozco que fueron esas imégenes liinares de los primeros discursos de Zarathustra los que més mdicalmente ‘me inspiraron en mi comprension de la realidad y la existencia ‘como tin don (alortunado 0 aciago) que tiene en ellie s comvalidacién ontoféica. Pues solo en ély desde l puede com prendersea s{ misma esa realidad y esa existencia; Solo porque hay limite hay tal cosa (misteriosa, stremecedora) como inteli- encta y logos. Porque hay limite hay razon, No es que ésta se fencuentre agu y alld con limites de existencia y mundo, o de pensamiento y lengua. Mas bien debe decirse que hay pensa rmiento y expresin (lingustica, 0 de escritua) de éste porgue hay lnite.Y por esa misma razén puede decitse, y decidirs, ‘que hay tal cosa como condicion hunara ‘Frente al viejo humanismo de las filosofis exstenciales 0 Fy Ty - re rmatrists, y frente a la disohucién irresponsable de todo hot zonte humanist, es preciso repensar el ser human, la amar ‘condi, desde esta asuncion radical del se (y en consecuend de la existencia y realidad que de él se desprenden) desde el Tine. El hombre es limite del mundo; limite entre la vidafisiea yy Ia existencia tanshumana; es, pucs, puente entre planta y Superhombre:cuerda tendida en el abismo entre Ia vida natural {el horizonte metafisicn entre lo isco y lo metafisico, Slo un pensamiento dal limite puede, a mi modo de ver, comalidar un humanismo de new cuto que permita feeun- dar la Glosofia como flosofia erica, Pues Ia crisis, o lo crtico, se halla inserto en ese entomo liminar en el que el hombre puede halt, con Ia experiencia y pre-comprension de sta pro- pia condicién, también la orientacion de su ethos. Ya que éste {que iniialmente significa morada,estancia) habla de esa cer. da tendida que halla en sf misma su propia orentacién, aquéla| ‘que su mismo anhelo le indica, EL hombre slo se realiza como tal si respond la requsiton ria de eso que, desde si, le incita a ser lo que es (en stricto ‘cumplimiento del imperative pinddrico). Sélo esa respuesta res ponsabie(y en conseenencia hire) le permite realizar su propia ‘condicion. Esta no se produce de forma fisea, © natural, sino ‘que, en razon de su propia libertad responsable, sélo puede lle ‘arse a cabo através de In medineion cia de ua «frase impe- rativas en la que su propia razon fronteriza comparece como razon prictica, 0 como wimperativo catogéicos. Y en esa res puesta posible se le abre también In temible posiblidad de in- ‘cumplirdicha frase y de propagar lo contrario de lo humano, {que es lo inhuman, ¥ de hecho en este punto est cifrada toda Ts poradoin y contradiccién del ser humano; ya que nada. hay tan humano come la conducta inbumana. 'Y es de nuevo esa existencta limitrofe la que nos documenta de esa naturalers bre del ser human, Una exstencia ie fte formiulada de forma magnifica por Pico della Mirandola al ‘comprender el cardcter en certo modo exeéutrico del ser huma no en relacin a todas Ins eriatuas,fsicas 0 metafiles, ani males, plantas, ngeles 0 arcangees. La falta de gar yenfomo dado hace del hombre e «artic de sf mismor lo convierte fn Protco, exe dios de muchas masearas siempre dispuesta a Ia ‘wansformacion y ala metamorfosis 2s 4, No, noes esta a ruta filoséficanietzscheana; es ms bien la que he ido Iraguando en mis tltimes textos. Pero reconozco| ‘que en esas ideas que intento expresar la impronta nietsche fa es evidente. Sobre todo debo reconocer Ia deuda con ests imigenesliminares alas que he hecho referencia: la cuerda, el pent, Ia idea de trinsito y de ocaso. Y sobre todo la compren- ‘ion del superhombre no como una facticidad reificada, coal ‘sucede en tantas interpretaciones simples de esas idea, sino ‘como la meta y el desvelo de ese gran arielo que el hombre es, ‘0 esa wotra orllas en la cual esa idea aparece como horizonte “Tene, pues, para mel sentido de una Idea dela intelgencia, racional, como la Tdea kantiana (de hombre, de mundo, de Dios). El Superhombre sera el compendia y le suma de esis tres ideas eraionaless, Como tal incitarta, desde el limite de a razbn y de sus capacidades expresivas (linglisticas ode eseritu- ra), a pensar lo que al hombre no lees dado conocer. Yen esto Ts mediacién del anhelo, o de su afirmacién consciente en la voluntad, le daria su impulso y su objetivo. 1a voluntad de poder es, sobre todo, voluntad de crear, de sobreponerse, de traspasar la simple emancipacion negativa en luna responsable fundacion de tablas y de valores que derivan ‘del propio impulso, anhelo yquerencia, mediados por la propia ccomprension e intligencia, La voluntad de poder impulsa al volatnero a avanzar en su propio entorno, que es una cuerda; pero en esa cuerda se puede sltar y bailar, o dejar que la vida Cireule. Es pues morada, estanci, ethos del habitante de limite, ‘cticiado por las pasiones metafiscas, por el asombro de sentir ‘se siendo, 0 de estar habitando el ser, o de exis, ese asombro tan valorado por Piston y revalidado por Wittgenstein (en st genial «Conferencia sobre étca»). ¥ también por el vertigo, que fla pasion propia del limite, la que acucia y asedia al que ‘eamina con Ia maroma por la lee cuerda de su exist, visado del abismo que atraviesa, o que circula por ese puente que el ‘propio hombre es al decir de Nietzsche, puente tendido entre la planta yla estrella, o entre pledra y superhombre. Y el etero retorno de lo igual es el insistent y siempre de nuevo demandedo, © re-petido, horizante que se le abre, en el ‘ella Idea de Superhombre incia y excita esa vountad de ser y de exstr que es voluntad de crear, o de recrearse recreando. El hombre es retado por exe futuro del superhombre que engenars, 26 ‘con su anbelo, su propia voluptuosidad, esa «voluptuosidad de Futuro» que se cumple en la Idea repulativa de lo que le desborda 1 trasciende, aun cuando en su fictico cumplimiento se pierde fen s propio arcano. Y ese futuro vuelve y'retora, en etemo Tetorme de lo gal, toda ver qe el hombre, oe vlatnero,avan- ‘2 por encima de la cuerda,impulsado pore oscuro anhelo que ‘3 inteligencia y conciencia clarfica en forma de voluntad de ‘reacion;o de recreacion de lo mismo, de su propa identdad y ‘condici, en genta recrescién o variacién de lo idéntico, de ‘se Sesto st-mismo, qu le consituye en To que es Pero el hombre es, en ese sentido dinémico de su andar y circular, en exo y éxodo, porla existencia, ademas de cuerda y pente tambien pestico; es una puerta. El mismo puede ser de finido con el nombre de ésta: INSTANTE. In/stante que insiste en ser eso, puerta portion que permite la cireulacin del exis: tir, o el ambiguo y contrmpuesto enlace del pasado y del futuro, pero también el clerrelimitrofey iminar que introduce un um- bral oun estibo a la doble requisitria contrapuesta de slo que fae» y elo que sera ‘Solo que en este punto lamento tener que separarme de la ia flosficasequida por el gran maestro del eterno retorno, Y 1 despecho de todas las tivialzaciones rlativas al célebre di- tho nletzscheano de que «Dios ha mueto», vale decir que éte Sempre resutge y resuita si elo sabe comprender (incluso en ‘version propiamente eristiana; quizis sobre todo en ésta). "Yes que en exe Pértico llamado Instant (y que es el kai, © tiempo oportuno, en el que el hombre descubre su propia naturaleza ¥ condilén, su condicién frontriza y hermenéatica de naturalezajfniea), no se cruzan s6lo wdos infnitoss, uno hacia atrés, otro hacia adelante, como en la vision del Zarathus- tra nietzcheano; se ertzan tres infintos; 0 lo que es lo mismo, tres eteridades 5. :Con el Tiempo hemos topado, amigo Sancho! jCon el ‘Tiempo nos hemos dado de nuevo cita, como Nietzsche y Za- rathustra, como en otto tiempo Platén, 0 Aristétles, 0 el gran Agustin de Hipona en ls libros timos de sus inmortales Core {esiones! Con exe mismo Tiempo (lisico,psicldgico, metalisco, ontolégico, cosmolégico,teoldgico) con el que mas cerca de nuestra condicidn tarda y péstuma se encontraron también a Bergson y Proust, © Heidegger y Hinstein, o el gran poeta an- ‘loamericano Eliot, sobre todo en ese poema excepcional que Setitula Cuatro cuertras ‘Del tiempo queria hablar en este texto, Sobre el tiempo que- sa nicae aqui un amago de modestarellexién. Sobre el tiempo el Dios dl tiempo. ‘Lo que mas me interesa del cristianismo, la ensefianza ma- yor que me proporciona esta religén es el misteio contenido fen el dogma trinitaro, lenso que esa concepcién trinitariate- he el merito de pensar a Dios con eategorias temporales. Pues fs evidente que la tipliidad de ls personas (0 hipéstasis) se correspond con Ins tres modalidades del tiempo: el pasado, el presente y el futuro. Quizas Dios sea eso: el tiempo mismo ele- ‘ado a condicion onto-teolégica. Quizs Dios sea el pasado in ‘memorial que asociamos ala primera persona (matriz de toda Ja trama simbolicoreligiosa). Quiads sea tambien el presente eterno en donde habita siempre el Hijo. Quizis sea, por fn, el futuro escatoligico, ese futuro que siempre est por venir que 1 advenidero por principio, so que la enigmatica figura del spirits Santo parece suger. "Y quizas Dios pueda concebirse como la expresion del mis: terio relativo ala reunion paradéjica y contrdictoria de esos tres modos en los cuales se unifien (en la pura diferencia) Ia ‘experiencia que todas hacemos dl tiempo, en el cl tes inf nits (9 no des dnieamente, como errénesmente ereyé Nitzs che en Asi hablo Zarathustra) seentrecrazan en el airs (tiem ‘po oportunos). Lo que confiere plenitud temporal ese «tiempo oportuno» no es el privilegio de cirta presencia que se da en un determi nado presente. Fs ms bien Ia plena convocatoria,en un deter minado acontecimiento, de las tes dimensiones del tiempo, {que son como los «estos trnitarios» del misterio de las tree hhipostasis que la religion crstana establece en el simbolo ni ‘eeano; un stmbolo que através de la formulacién dogmatica da exposicion, indiecta y analgica, al misterio que de ese modo, voladay fragmentariamente, se revela, ‘Como decia Holderin en st gran himno tardio «Patmos, Dias est cerea, pero es dificil de eaptar. Y Dios es, sobre todo, 1 Dios dal tiempo, Este nos enwuelve y nos rodes, nos cere, nos presi ynos intimida, aun cuando it limite (que es encracis: 28 . a day eru2) nos impide su perfecta comprensién, o nos dea tan Slo un exiquo fragmento del misterio que en é ealoja. ‘Se dala estupenda paradoja de que, quiz, lo que hace pla sible la nocién de ciemuidad y de infnio es lo que menos puede parecero el triple modo enel cua el tiempo see ofvecerse y ex: perimentarse. La eteridad no es nada relative aun wser= que se pala fuera del tempo (en estado de eeterna presencia»). Ese ser, ‘oese Dios, ese sf que estd muertoy bien muerto. Es aquel se al ual, de forma totalmente atinada y necesara, sentencia en su poem Nietzsche através de Zarathustra) a eternidad, y lo mismo debe decir del infinito, es una nocién vila, enomenoldgicamentevslda, siempre que la se- ppamos comprendér. Siempre que acertemos a concebi esas no- ‘ones como ideas condicionales (por extrafio que parezca esta idea de una eteridad condicional, ode un infnito condicio ral), Para lo cal no necestamos tra del repertorio algo mec nico y embrujador de la srazdn dialéctcas. Basta con que trate ‘mos Tos conceptos en st propia naturalera vital (sin atredrar fos ni asistamos ante las wcontradicciones» qe todo To vivien- te offece siempre a un pensamiento demasiado formalista, 0 ‘excesivamente eartesiano), Hay experiencia condicional de lo eterno y de lo infinito siempre que el tempo se nos ofrece y hacemos de él experien- cia, de manera que legamos a comprender st resbaladiza nai ‘aleza. Tl experiencia tiene como fuente la experiencia de una stercia (en exiio, en €xodo), que carece de fundamento en sa forigen (nadie nos pid permiso para que ingresdrames en ella) ¥ que se halla aplazada y emplazada por una muerte cersima, Peroentre tanto o mientras tanto, es decir, sempre que haya tal cosa como exstencia, entonces debe decirse que en cada expe- tiencia que hacemos de nuestra exstencia temporal se rerea y se vara la misma tiple eteridad:; se recrea y se vara (en el sentido musical dl wtema y las variacioness) el pasado inme- ‘morial, el presente temo y el futuro escatologice. ‘Solo ie, en esa trima argumendada de variaciones en que ruestra vida transcurrey discure, cada vez se modifica lo que por tal pasado inmemoral, 0 portal presente eterno, o po tal futuro escatldgico se experimenta. Y a través de ello abtene- ‘mos un inestimable vestgio, o una hell, 0 un cero (en el sentido en que se habla del scerco de lize, o del wcercos gue 2 deja la coniza ola mancha) de ese Dios del Tiempo que el ers tianism, através de st misterotrinitario,acerté a concebir. 'Y no es jamés ol «presenter lo que articula y conjuga esos tres modos del tiempo. Lo que produce esa convocaloria es el acontecimiento, el kairds, tempo oportuno que es, a a vez, r= ‘reacién 0 variacién de un pasado inmemorial, de un presente ‘temo y de un futuro escatolgico: de un pasado que insste siempre en ser pasado (y que existe como tal); de un presente {ue insste siempre en ser presente (y que como tal exis) y un futuro que nunca deja de ser futuro (y gue en st condicién cternamente «advenidern» insiste en ser futuro y s6lo futuro). Fl eistianismo, a través de su trinitarismo, ha sabido proveer- nds de Ia mejor enseftanza que ofrece (sempre que nos acer quemos a ese insondable misterio de a trinidad con adimira- ion, asombo y vrtigo) I Dios cristiano es, en efecto, el Dios del tiempo: un Dios que acierta a ofrecer el vestgio de su misteio a través de la experiencia y comprension que todos podemos hacer, a partir «del paro dato inaugural de nuestro exist, del decurso temporal YY sin embargo acierta Nietzsche en concebir ese kairds, tiempo oportuno y de sazdn, como ese wgran mediodiaw que puede perfectamente soportary sostener Ia imagen o la figura (iminar y imstrofe) de la puerta llamada Instant, Una puerta {que se abre y que se cierra.Y que al abrirse permite circular, y poner en ambigua y jinica conexi6n, a so que fue y slo que Serie, 0a estrchar en aureola de Eternidad, o de Serpiente de Ia sabiduiria que al fin se muerde la cola, el pasado intempora, pero inmemoral, con el futuro o fin final, 6 escatoléyico. Hay {una reférenca a esa dob y contrapuestarelaciin de ese pasado previo a todo nuestro modo de_pensarlo. (im-pre-pensable, como To conceptia Schelling), ¥ la hay tambien a ese futuro inconcebible, pero imposible de borrar 0 de tachar, ya que sin Al carece de realidad yexistencia nuestro ankle, En este sentido ambos, pasado y futuro, son «infinity, como sefala Nietzsche. Se deslzan hacia el areano de lo que slempre se esconde, como tan magnificamente supo decir Agus- tin de Hipona, El futuro trae el presente arrancandolo de su Incognito, ode su recinto eseondido; y lo devueve a la recolela ‘morada en donde subyace todo cuanto fue y ha sido, en el pass do inmemoril. 30 ‘Solo que también el presente propio es sinfinitoe, de mane ra que al Pertico llamado Instante,ideado en la visién de Nietzsche-Zarathostra, debe mostrase complejo; debe eigise ‘como una puerta por la que circuan tes infinitos, 0 tes eter Gades (por extraho y dife que sea pensar las cosas de este ‘modo; el nico, a mi modo de ver, que hace justia fenomeno- ica a la experiencia, "Ya que, en tanto haya existenca, ese presente (eterno, infini- to) se revalda y recea, sin que se atestigte otra condicién que fquélla que nuestra expectativa y temor, o el sentir comin, 0 luna evidencia que se clere sobre nuestro anhelo, nos impone (elde muestra condicién morta). ‘Se revaliday recrea resurgiendo, de forma bien misteiosa (ouscitadora de aombro y admiracién), cada vez, o cada Ins tanto, en que la existencia vuelve a ser, o vuelve al se. Luego también el presente soporta (como el pasado y el futuro) su propia y peculiar «ausenelas, 0 s4 propio y espectico ecereo hhermeticos. Cada ver, o.en cada Instante del existir, ese parads- jico presente (verdadero regalo o don dela existenca, con toda ‘su ambivalencia jania) revela su propia magia de eternidad y de infinito, osu condicién de epresente eterno» (slo que sie- pre remacido, o re-suscitado; como el pasado inmemoril; y como el futuro escatologico). ¥ ese presente etemion debe ser yadicalmente distinguido de aguel Instante (0 kairés, tiempo ‘oportuno} con e que ua y otra ve se le confide ‘Un cuarto término dabe, pues, anadirse a esa wiplicdad 0 teindad del pasado inmemorial, dl futuro escatologico y del presente que siempre se revalida (mientras haya tal cosa como fxistencia; y esa condicion reza también respecto a futuro y pasado. Para pensar el tempo se necesitan cuatro términos,o cuatro instaneias conceptuales. ‘Tal cuarto término es el Instante, ese Pértco que puede ser tiempo de sazén y plenitud,o tiempo de tragediay de peniten- cia. Pues hay’ un lempo pata consteuiry eificar, y oto para dlestruir y transformarse, o para perecer y aniquilarse, Es el Ins- tante el medio ertico y de crisis, o de discernimientoy peripe- cia, que reparte las fortis y ls infortunios, los dolores y os ‘go20, lo emisaries de Ia vida o de la muerte. ‘Quizds se ese Instante, esencialmente pensado, lo que Eliot 3 llama intersecidn. Sélo que paradojicamente lo intemporal es, justamente, esa tripliedad, 0 dvindad teifacial, que @ modo de tun triple asalto de iluminacién y resplandor se hace gozne, en ‘nuestra experiencia, ene instante; y en la pereepeidn vsionatia, ‘como al final del Prats del Dante, ala manera de n triple haz de luminosidad,o triplicidad de rayos huminosos surgi de la ‘misma faente manana en la que uno ese irs (el psd), otto sd srs dl iris, en donde ambiguamente parece release a figura humana y humanada (el presente); y otro es el lazo de ‘union que slo seestrecha en el anhelado futuro escatologico en donde el hombre es mas que hombre, 0 «superhombre» (ore: tamente entendido), esa tra orl de nuestra existencia tran: seine, en exlio de un origeny en éxodo hacia un final. Pero en cl supuesto de que, del mismo modo come en mi principio est ‘mi fine, tambien puede afirmarse, al modo de Elit, segtin el emblema dels Estuardo, xen mi fin est mi prinepios ( que principio, medio y fn se arremolinan, a la manera de tuna tiple tempestad huracanada de beneficios y desastres, 3 través del Pético llamado Instante. Aquél en el eval, ergido 3 ‘modo de testigo de esa wclamitosa amtnciacions queen la bo- rrasca y tormenta de la Eteridad se adviere, ls tes infnitos ‘se encarman en esa frigilexistencia eoncebida por Nietxche ‘como sun puentes, 0 como una wflecha de anhelo hacia la otra ‘orl, Se encarman eneso que somos ‘Somos ina recreation 0 varia insistent y persistent de ese tinico Tema que consttuye nuestra experiencia del pasado Inmemorial, del presente etens y de futuro escatoligico ‘Pues lo que dinamiza y concatena los instants o los aconte- ‘eres es ese principio al que vengo llamando desde hace atios sprincipio de variaciéne; mediante ese principio doy mi personal interpretacin a In iden de eterno retomnon, iordndale de eb tos y gangas devivadas de la confusion, ya apuntada, del portico llamado Tnstant, higar de la sencarmaciéns, con ese Presente temo que, al igual que el Pasado inmemorial y que el Futuro texcatolgico deben coneebirse intemporales, en el sentido de rmodos que se dicen y atribuyen a ese Instane (0 ese Portico on tes aperturas por el cual se arvemolinan los tres infinitos en ‘st peculisridad sla vez diferencia y convergent). El Tema es esa trplicidad de modos que soporta el tlempo: ‘1 pasado inmemoril, el presente eterno y el futuro escatolée- 32 oY lo que hace qu étos cada vez se rcreeny se vatian lo ‘oaute el higar del acontscer el elempo de saz que {meriene como corte diferencia, como interscecién y coma ra en m ‘Cada uno de esos modas posee, a su vez, impresa en su es: trucura la plicdad de cecos que consitayen To propio del Tiga limitrofe en donde se produce In inerccein (0 ue 50 ines). El pasa inmemora sre su propo crc Sonterzo en ‘once puede inalre In palabra del Ae, hasta cla por el fasado que reconocemes como presencia en nesta memoria Er futuro ecatlogico abre su propio cero lintrote en el ie fata a plabra protic, birta ala presencia de musta ex. estan 9 femor. ¥ el prsente etemo abre tambien, desde el Tfedgnto de st econo gar, del cal una y oa vex emerge, Su propo cerco intermedi (Ronterizo y hermeniico) en el qe purdecxperimenare la exstenciasuseapile de expsiion en Featoargumentado, oen exposicionrellexa yflsotca. ‘Siempre que ny tacos como una existenci en ex, en oro), sempre que ed exo ie somos, siempre insste en feereatse, yen varias, el Pasado Inmemeil el Presete Ete ho, y el Futuro escatolgico, Nuestra mora, nuestro choses desde luego, la Puerta Isunada Istante, Pero en lla ene gat faa vez tumulosotorbelino de un juego de etemidades y {de intnts ene que reer ss eterna danza el pasado, el pre Sente el futuro, vestigostintaros del Dis del Tiempo. 3 MITOLOGIAS CULTURALES Andrés Ortiz-Osés amar alg mito no supone que lenge wn Fen yeaa too ono. Na mits lev dent med de nn experiencia ua - fn real Cuando eo a noe ama oon Tha tnt. Es ura et Yu verges ee Sea menses hacer enassbsevaciones 9 pone 1S reas, gue dria er lancer Far {es mediante ela. pro 9 a bay ‘Tie itt espana hoy qe pares coh {stn suspends un gprs ura inside ‘Iceni vetadaramente noms que obgan a “LOnrace ss, Una inten (he store bersal XL [Abrimos con esas palabras de Ortega y Gasset muestra in- curaign en la mitologa cultural porque & nuestro entender si- fguen en plena vigencin en rizestra latitudes, en las que et mito ‘Fpnifien 0 todo (nada menos que un mito) 0 nada (meramente tin mite) pero nunca lo que es: todo y nada, lo sagrado proce dente empero de una sacraizacién homana, lo divino en cuan- to divinizado, el mito en uma en tanto mitificacién. ‘La curioso de nuestro medio intelectual es que toms en se tio su propio milo o mitologia cultural —la clisica greeolat- hha pero ya no asi ottos mitos 0 mitologias coma la japones, Tnmaya ola vasea sin ir ms lejos, pesar de las aportaciones al respecto del everendo José Miguel de Barandiarén (por 90 Ionia aq las interpetsciones de este jreverend), Mas tam se considera mitlégica la propia creencia rligiosa oibro Regrado, la Biblia como gran eédigo, a pesar de los aportes al aso del tambien reverendo (protestante) Northrop Frye. ‘A continuacién presentamos las mitologfas culturales que configuran nuestrasreligaciones simblicas més significativas “ Se tata de ofrecer Is figuras o figuraciones de To sagrado en fis diversos atquetipos ¥ personiicaciones: exponemos pues Ios avatares fundamentals de Dios lo divino' Presentacin general linwmbre exit detente en nates, ‘Exo los animale sna one coat de un river So mlelopo, un conjo de wradclnes yee ‘Gos nocin des vena ats de una hen ‘ pseolgea comin Pt, ders plas ‘Se puede concebir al hombre como un animal mitopodtico, cultural o simbelico, ya queen todos los asos se pone de mani flesto el fundamental carieter proyectivo 0 concreador del hombre, el cual se define frente al animal por st eapacidad tmetaférica otransformativa de loreal dado en visione, artic Inciones de sentido o concepciones del mundo, La clave sim ica de toda cultura estéen el sistema de creenciassubyacentes, {que funge como ideario 0 ideologia compartida en euyo entra- ado se instalan las ideas, conceptos 9 reflesionescrticas ‘Desde esta perspective el mundo del hombre ofrece na rea lided no meramente dada o bruta (animalesce) sino una reali- ddad cosmovisional o idealizala, una realidad transida de idea- lidad. Puede entonces hablarse de la realidad (humana) como lun género cuasi terri, ya que se encuentra interpretada sim- ‘blleamente por el hombre y,en consecuencia, mediada antro- pomérficamente; como afirma C, Castoriadis “Lclra el bit del imagination sentido exited ‘ito pot, agullo que ena sociedad va mi al de lo me ‘rman intomental? 1 Fen tram nn Ht Gey (etd helena ees taf Ml, Te Eee of igo, Ma ‘sine See 35 A partir de aquf cabe entender la cultura como una mitelo- a, ln cual se define como una interpretacin simbolica del ‘mundo, Esta interpretacién simbélica de lo real es concebida por Dumeril como una interpretacién dramatica que se cores- ponde con el idearo o deologia de una sociedad, mientras que Tev-Straus la entiende como una interpretacin paraddjica © transpositiva de esa sociedad. Desde nuestra postura la jnter- pretacion que la mitologiarealizaserfa una implicacién simbé- lica de la realidad psicosocial, por cuanto funciona a modo de stu de sus escsiones o contradiceiones en un Tengvaje dia- Iéctico, colmplicativo o remediader. En efecto, toda mitologia cultural trata de sanaro salvar la realidad de st sinsentdo, do- ‘indola de un sentido a través de una articulseién simbéles, es decir, anttopomeérfca. Por ello toda mitologia cultural tiene un ‘aria soteriolégico 0 salvacionista, edentor 0 eligioso por ‘cuanto el simbolismo funciona como transustanciador de la realidad en idealidad> Hablamos pues de mitologias culturaleso, si se prefer, de las mitologias que subyacen a las diferentes culsuras, includ la Iestra, Porgue también eminentemente nuestra cultara pre- suntuosamente democritica offece una mitologia basada en la divinizacion del dinero como verdad abstracta (eapitalisme), ltravesado por el sentido de libertad flotante que conlleva nues. teoliberalismo En lo que sigue vamos a plantear esquemdticamente las mi tologias culturales mis earsctristicas de nuestro mundo ent (JL, Hidalgo), Esta cuestion 0 concepcién, tradicional mente coligeda al nombre de L. Feuerbach, iene que ver en realidad con toda la problemstica desatoliada por nosotros s- ‘guiera esqueméticamente sobre el araigo mitelégico de mies- tos proyectos y proyeccionesintelectuales, incluida eminente- mente la divinidad: Ia proyeecin de Dios serfa la condiccén tnitolgica radical de toda diocgn humana, En efecto, Dios fun ia cil hipotesis o supuesto de nucstras tess por cuanto es la hipéstasis 0 supuesto de lo humano en cuanto elevado a su. imfxima potencia: de esta guisa lo divino compareceria como el sentido de la transrealidad que carneteriza al hombre frente al st ‘animal atendo a lo meramente dado. © Dios como arquestm- bolo dela surrealidad lo que el gran filésofo y teclogo renacen- tista Nicolés de Cusa denominara como possest Io dvino cual Ambito abierio de lo real-posible es decir, de la creacion de sentido. Un tal Dios es entonces la personifcacién de lo mito- polétco, potenciante o poetante ‘Ast concebida la dvinidad se ofrece como el ereador ereado xyla trascendencia inmanent, la otredad en cuanto no ottay el infinito encamado, la expliccién de la realidad en cuanto en «lla implicaday la condiceién de toda diccion —para decirlo en ‘un lenguaje cristiano secularizado que se inspira en el conc- tado Nicolis de Cusa, para quien las realidades todas se coim- plican en Dios como Verbo, tal y como lo expone en st obra De docta irorantia (Libro T, IX). Este Dios ewsano se corres. ponderia con Ia visién de M. Youreenar sobre Ia divinidad ‘como todo lo que nos pasa (y que yo traducirfa como tao lo ‘que nos traspasa), asf como con Ia divnidad en que todos trans. carries, nunca por nusto vate J, Hidalgo en oto pow ‘Senor tenes todo, una za soma Yotra de hi, celeste y clr Dime dime, Sehr cPor qua nosotros Nos elegiste para tu batalla Pero si el mundo del hombre es el campo de batalla de lo dlivino en su confrontacién mundanal, a diviniad seria el cam po de retaguardiao afrontamiento de lo hummano radicalmente {Coimplicidad de lo humano y lo divino y dualéetica de hombre ¥ Dios: frente al dualismo clisico que enftenta los contrat, ‘debemos pasar a su,afrontamiento y mediacién hermentutica pues, como dice A.N, Whitehead, el principio metaiscotit- ‘mo é5 el avance desde la disyuncién a la conyunclon concrea- dora de nueva realidad diferente de las realidad dadias en is- yrunciéns (Process and reality). A este respecte, la aportacion 2 ino pate pat a inteennpraoe 0. Yate wot a ead Se pose tac taco tod pte hte fee tmnt Bh JL haga a, yoo sce Pade cana de N.C, 185; 1 Yura Pip Asp, 52 cristata del Hombre-Dios aparece como una stéticn ree Sareea sobrepasar in dshncin en a conjoncn Talenas que I floofa ractnalita occidental deine 3 Dict como el Sr supremo ln losfiamisteaorietalzant lo Beetne como el nose Por nuestra parte, Dio sera el sr seep cs recbranco en ext oral srs! sentco me {iceman yu que la meafora deconstne lox contrron feos roconstuye Dios como dsr sn ser cola mat {in do une realidad simboliceo sirelided ce mia x. (eekin adca en amor come ser que noe por ean es aera conctan Ie fms paraosaes del dino orm read oss per pac ce “Shere, ungue st mas exact cancion sera la de Inbrralidd o enter Gites, ners) waductle prose Scamente come inerpretscin © interposicion, median, ‘Epos, Dios emerge asi como el smb de conjucion nel qe a conrdicln serene encontracin a aes de itausecionsimbolizada por el amor tin Diosatactor del i feo cape figuneion eian-pagana ese Cristo del Icio ial de Miguel Angel Boonarrd.™ ‘sf que de Dios pute dese todo y nada poraue represen tad mediadoroponice ene csery el hose su nome tombre I ebro ensue ses Rene Char, slo poemos shat ps es linea de terse ela aT sombre Tri y el abajo la derecha yl irda nome ments el Snr eruicado, coms lolinina nies rest poeta. Por 30 Si bien Dis noes propament (entaiament), st de ala Srpresin cast Je que ngo ets de Doss para exresa St ertenenci al orden del aconteero Ben ge «Dios ha verido a ‘uv pra consign un sucder posto, Por eso aut {Sh defncin de Dosen ef Exodo no ex so sy el ge so Sino Yo soy cl que estoy (Contig). Dos noes pero ests etal sstaciafinstaninsimbdlcaradcl en Ie que comprecemos iru cmm tre bl de Dire nais crc deci que no ic, a, ls (Concon en aque Sooo neal es compleadao complicadora: lectin Slo 2, Cine de AN, Whacend 198 55, Sequels a tec a inset we 33 CT

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