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EXPEDIENTE 00001-2021-0-0501-JR-CI-01

ESPECIALIST CARLOS ALMEYDA HINOSTROZA


A
SUMILLA INTERPONGO RECURSO DE
APELACION

SEÑORA JUEZ DEL PRIMER JUZGADO ESPECIALIZADO EN LO CIVIL DE


HUAMANGA - CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE AYACUCHO/PJ

ANA LEON YUPANQUI, con DNI. Nº 28287508,


con domicilio procesal en el Jr. Arequipa N° 419,
segundo piso, distrito Ayacucho, de esta ciudad,
con casilla electrónica N° 6782, correo electrónico
staticlegis12@gmail.com y con numero de celular
918571195, en el proceso seguido por PEDRO
Lopez Jeri, a Ud. digo:

I. OBJETO:

Que, en defensa de mis derechos e intereses al amparo del derecho


constitucional a la tutela jurisdiccional efectiva, en el ejercicio del derecho a
la pluralidad de instancia prevista en el art. 139 de la Constitución, y
conforme el art. 364 del Código Procesal Civil, interpongo RECURSO DE
APELACIÓN en contra de la Sentencia de fecha 14 de julio de 2021 y
notificada en fecha 21 de julio de 2021, contenida en la Resolución N° 06,
la misma que resuelve declarar fundada en parte la demanda.

II. FUNDAMENTOS DE LA SENTENCIA QUE CAUSAN AGRAVIO:

Los extremos de la sentencia que materializan el impulso del presente


recurso son los siguientes:

2.7.4. En ese mismo orden de ideas, ya no es necesario realizar los demás supuestos; toda
vez que, de lo previsto por la Casación 2156-2014- Arequipa, queda acreditada que en el
presente caso, no prospera la acción de desalojo por ocupación precaria, ya que no se
cumple uno de los cuatro prepuestos que señala la menciona casación.

2.8.2. Asimismo, de la cláusula primera del contrato de arrendamiento, se puede advertir


que, el demandante es el propietario del bien inmueble. En ese sentido, se puede concluir
que el demandante ha acreditado ser propietario del inmueble materia del proceso y, por
consiguiente, tener derecho a la restitución del mismo.
2.9.1. (…)

Estando a lo señalado y a la naturaleza jurídica del daño emergente demandado, el


“detrimento patrimonial” que alega el actor, no se encuentra respaldado por medio
probatorio alguno, en tanto que la enajenación del bien inmueble en sí no constituye el
evento dañoso (cuya indemnización pretende el actor); toda vez que, mediante la resolución
se deja sin efecto un contrato válido debido a una causa sobreviniente a su celebración.
(…).

2.9.2. (…)

Al respecto, de autos no se advierte medio probatorio alguno que evidencien los hechos que
–según el actor– configuran el lucro cesante. Ante la resolución del contrato de
arrendamiento, por incumplimiento de pago, le corresponde al demandado la indemnización
por la privación del uso del bien inmueble; el mismo que prudencialmente, y atendiendo a la
celebración de dicho acto jurídico (12 de abril de 2021), es fijado en la suma de S/3,000.00;
monto indemnizatorio que será asumido por la parte demandada, como parte del precio
pactado, de conformidad con lo previsto por el artículo 1704 del Código Civil.

Fundamentos que determinan y permiten establecer el error incurrido al


emitirse la sentencia.

III. ERROR INCURRIDO POR EL JUEZ DE INSTANCIA

Atendiendo a los fundamentos objetados, en el presente caso se incurre en:

● ERROR IN COGITANDO: Se configura en el presente caso la


transgresión a la garantía constitucional de la debida motivación de
la sentencia, que subyace en la motivación incongruente y
motivación aparente (art. 121 e inciso 3) del art. 122 del CPC).

● ERROR IN IUDICANDO, expresada en ERROR DE HECHO, al


resolver en la sentencia sobre materia no demandada, en clara
trasgresión del principio de congruencia (art. VII del T.P del CPC).

IV. FUNDAMENTOS QUE SUSTENTAN EL RECURSO

Vulneración a la garantía de la debida motivación

Primero. – Previamente cabe establecer que Pedro López Jerí demanda


desalojo por ocupante precario y responsabilidad contractual contra de Ana
León Yupanqui, solicitando que esta última cumpla con retribuir la totalidad
del arriendo acumulado; acumulando acción de responsabilidad
extracontractual contra Alex Avilés Tinco y Jorge Taco Gallardo y solicita la
indemnización, estando delimitado así la controversia del presente proceso
y el objeto sobre el cual el Juez emite pronunciamiento, atendiendo a las
garantías y principios procesales regentes, tales como el debido
procedimiento y la debida motivación que sustenten la decisión.

Segundo. – En ese sentido, ya el Tribunal Constitucional en el Expediente


N° 4348-2005-PA/TC-LIMA, como parte del contenido de la motivación de
las resoluciones establece el siguiente contenido:

Como lo ha precisado este Colegiado en reiterada jurisprudencia, el derecho a la


motivación de las resoluciones judiciales no garantiza una determinada
extensión de la motivación, por lo que su contenido constitucional se respeta,
prima facie, siempre que exista: a) fundamentación jurídica, que no implica la
sola mención de las normas a aplicar al caso, sino la explicación y justificación
de por qué tal caso se encuentra o no dentro de los supuestos que contemplan
tales normas; b) congruencia entre lo pedido y lo resuelto, que implica la
manifestación de los argumentos que expresarán la conformidad entre los
pronunciamientos del fallo y las pretensiones formuladas por las partes; y c) que
por sí misma exprese una suficiente justificación de la decisión adoptada,
aun si esta es breve o concisa, o se presenta el supuesto de motivación por
remisión. (negrita y subrayado es nuestro)

Vistas estas condiciones en una resolución, nos encontraremos


ante una debidamente motivada.

Tercero. – El Tribunal Constitucional en posterior pronunciamiento, tal es


el caso del Exp. N.° 04295-2007-PHC/TC – Lima, ha recogido los
supuestos en los cuales nos encontramos frente a una decisión atentatoria
contra la garantía de la debida motivación, recogiendo los denunciados en
el presente recurso, siendo estos:

a) Inexistencia de motivación o motivación aparente

Está fuera de toda duda que se viola el derecho a una decisión debidamente motivada
cuando la motivación es inexistente o cuando la misma es solo aparente, en el sentido
de que no da cuenta de las razones mínimas que sustentan la decisión o de que no
responde a las alegaciones de las partes del proceso, o porque solo intenta dar un
cumplimiento formal al mandato, amparándose en frases sin ningún sustento fáctico o
jurídico.

e) La motivación sustancialmente incongruente

El derecho a la debida motivación de las resoluciones obliga a los órganos judiciales a


resolver las pretensiones de las partes de manera congruente con los términos en que
vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto, desviaciones que supongan modificación o
alteración del debate procesal (incongruencia activa).

Siendo estos, como ya se dijo, los defectos que presenta la sentencia


materia de elevación.

Cuarto. – Este primer defecto, inexistencia de motivación, el A quo lo


construye en el integro de la Sentencia, no obstante, es patente en el
fundamento 2.9.2, donde expresa lo siguiente:

2.9.2. (…)

Al respecto, de autos no se advierte medio probatorio alguno que evidencien los hechos
que –según el actor– configuran el lucro cesante. Ante la resolución del contrato de
arrendamiento, por incumplimiento de pago, le corresponde al demandado la
indemnización por la privación del uso del bien inmueble; el mismo que
prudencialmente, y atendiendo a la celebración de dicho acto jurídico (12 de abril de
2021), es fijado en la suma de S/3,000.00; monto indemnizatorio que será asumido por
la parte demandada, como parte del precio pactado, de conformidad con lo previsto por
el artículo 1704 del Código Civil.

De este fundamento, es de apreciar en primer término, que el A quo no


aborda o expresa la concurrencia de los requisitos de la responsabilidad
civil, esto es, la antijuridicidad, el factor de atribución, el nexo casual y el
daño, para determinar que en el presente caso concurre un pago
indemnizatorio, pues ello, solo existirá a partir de la verificación de los
requisitos de la responsabilidad civil pues una vez determinados ellos, se
efectúa el examen de los elementos de la responsabilidad; ahora, este
fundamento, no lleva justificación alguna y hasta resulta incongruente dado
que en un primer momento concluye <<no se advierte medio probatorio alguno que
evidencien los hechos que –según el actor– configuran el lucro cesante>> para concluir
en este mismo fundamento <<atendiendo a la celebración de dicho acto jurídico (12
de abril de 2021), es fijado en la suma de S/3,000.00; monto indemnizatorio que será
asumido por la parte demandada>> Ocurriendo además en este mismo
fundamento que no existe motivación alguna, derivada de los hechos y a
partir de la prueba aportada, de las razones por las cuales corresponde un
pago indemnizatorio hasta por el monto fijado, vislumbrándose que la
motivación y justificación es inexistente.

Quinto. - Esta situación, se reitera también en el fundamento 2.8.2. de la


sentencia donde el A Quo, no justifica mínimamente las razones por las que
corresponde una restitución del bien, cuando atrás en el fundamento 2.7.4.
señala que existe una vinculación contractual entre las partes, lo que no
determinaría una restitución del bien, así fluye de este fundamento
conforme citamos:

2.8.2. Asimismo, de la cláusula primera del contrato de arrendamiento, se puede


advertir que, el demandante es el propietario del bien inmueble. En ese sentido, se
puede concluir que el demandante ha acreditado ser propietario del inmueble materia
del proceso y, por consiguiente, tener derecho a la restitución del mismo.

Como es de verse, de este fundamento la conclusión del A quo no lleva


acompañada razón objetiva por el cual amerita una restitución del bien,
menos aun cuando dicha pretensión no ha sido demandada, conforme obra
de la demanda.

Ello sin duda contraviene lo dispuesto por los artículos 121 e inciso 3) del
artículo 122 del Código Procesal Civil, que llevan consigo el deber de
motivación, conforme la disposición constitucional establecida en el inciso
5) del art. 139 de la Constitución, y que su incumplimiento procura la
nulidad, al tratarse a la luz del principio de trascendencia que un vicio
trascendente que se justifica en la vulneración de la garantía del debido
proceso, de ahí que la Corte Suprema en la Casación N° 2591-2014-Lima,
reitere el criterio que venimos abordando, cuando señala:

Para la valides y eficacia de las resoluciones judiciales, exige bajo sanción de nulidad,
que estas se respeten los principios de jerarquía de las normas y congruencia, así como
contengan los fundamentos de hecho que sustentan la decisión y los respectivos de
derecho con la cita de la norma o normas aplicables en cada punto, según el mérito de
lo actuado y lo invocado por las partes (…).
En ese sentido, al apreciarse la manifiesta falta de motivación, la
incongruencia de los fundamentos y en razón a las deficiencias anotadas
corresponde declarar la nulidad.

Sobre la vulneración al principio de congruencia

Sexto. – El Título Preliminar del Código Procesal Civil, constituye una


suerte de directrices sobre el cual se erige el proceso civil, bajo ello, el art.
VII de este Título Preliminar impone al juez el deber de no incurrir en
resolver más allá de lo pedido ni fundar su decisión en hechos no alegado
por las partes, regla bajo el cual se ha regulado el principio de congruencia,
de ahí que no se pueden fundar pretensiones más allá de los exigidos, es
decir, extra petita.

Séptimo. – En el caso esta regla ha sido inobservada por el A Quo por


cuanto:

i. No existe congruencia entre lo pedido y lo resuelto.


ii. Los fundamentos bajo el cual ampara la demanda no corresponde a
hechos señalados por las partes.
iii. Existe incongruencia entre los fundamentos de la sentencia.

Sobre, este primer apartado, el vicio resulta vidente en cuanto, Juez parte
de la premisa siguiente:

Pedro López Jerí demanda desalojo por ocupante precario y responsabilidad contractual
contra de Ana León Yupanqui, solicitando que esta última cumpla con retribuir la
totalidad del arriendo acumulado (…).

En tanto que su decisión en la sentencia, viene a ser la siguiente:

PRIMERO: Declarar FUNDADA en parte la demanda interpuesta por Pedro López Jerí;
en consecuencia DECLARO resuelto el contrato de arrendamiento del 12 de abril de
2021 por incumplimiento de obligación, entre Pedro López Jerí y Ana León Yupanqui;

De lo cual, se advierte que la resolución del contrato de arrendamiento del


12 de abril de 2021, nunca ha sido demandado o cuanto menos objeto de
debate, así como tampoco parte de los hechos controvertidos a determinar
y aún más la resolución de contrato no ha sido abordada en los
fundamentos de la resolución apelada, siendo patente el error de hecho
incurrido por el A Quo, al resolver sobre materia no demandada, es decir,
de manera extra petita, lo mismo que supone su nulidad.

Octavo. – En lo concerniente al segundo arriba señalado, este se trasluce


en el fundamento:

2.9.1. (…)

Estando a lo señalado y a la naturaleza jurídica del daño emergente demandado, el


“detrimento patrimonial” que alega el actor, no se encuentra respaldado por medio
probatorio alguno, en tanto que la enajenación del bien inmueble en sí no constituye el
evento dañoso (cuya indemnización pretende el actor); toda vez que, mediante la
resolución se deja sin efecto un contrato válido debido a una causa sobreviniente
a su celebración. (…). (resaltado es nuestro)

A partir de este fundamento es de apreciarse que el A quo introduce la


resolución de contrato, el mismo que reiteramos no ha sido pretendido ni
introducido por las partes de este proceso, así como tampoco materia de
debate, en ese sentido, la construcción de los fundamentos y
consecuentemente en la decisión, como se ha expresado en el fundamento
anterior, parten de una premisa falsa, lo mismo que resulta un vicio que
connota la violación de la garantía de la debida motivación a cuya
obligación se encuentra vinculado por el derecho a la tutela jurisdiccional
que acude a los justiciables, en este caso la suscrita.

Noveno. – Finalmente, en lo referente a la incongruencia entre los


fundamentos de la sentencia, este se advierte a partir de los fundamentos
que refieren a la condición de precaria de la demandada, siendo estos:

2.7.4. En ese mismo orden de ideas, ya no es necesario realizar los demás supuestos;
toda vez que, de lo previsto por la Casación 2156-2014- Arequipa, queda acreditada
que en el presente caso, no prospera la acción de desalojo por ocupación
precaria, ya que no se cumple uno de los cuatro prepuestos que señala la menciona
casación.

2.8.2. Asimismo, de la cláusula primera del contrato de arrendamiento, se puede


advertir que, el demandante es el propietario del bien inmueble. En ese sentido, se
puede concluir que el demandante ha acreditado ser propietario del inmueble
materia del proceso y, por consiguiente, tener derecho a la restitución del mismo.
(resaltado es nuestro)
Por el primer fundamento citado, el A quo sostiene que no estamos frente a
un supuesto de ocupación precaria a partir de lo cual se colige que el
contrato de arrendamiento sigue siendo válido y eficaz, lo mismo que
determinaba, según los hechos y las pretensiones postuladas, que no
corresponde restitución del predio (que tampoco fue demandado) no
obstante, sin fundamento alguno el A quo en el fundamento 2.8.2 de la
sentencia y del segundo apartado de la decisión, ordena la restitución del
predio, sin expresar justificación normativa o fáctica del porque corresponde
ella, siendo ello arbitraria.

Decimo. – Todas estas serias deficiencias presentes en la resolución


impugnada, ameritan que el órgano jurisdiccional superior, la declare nula y
en consecuencia ordene se emita nueva sentencia, conforme la pretensión
recursal postulada, dado que esta se antepone a la consecuencia del error
de hecho expresado en líneas precedentes.

V. NATURALEZA DEL AGRAVIO:

La sentencia apelada causa agravio pues los vicios incurridos trasuntan


afectación del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva y al debido proceso,
cuya expresión causa perjuicio de orden económico, razón a ello
solicitamos se declare nula.

POR LO EXPUESTO:

Señor Juez, a Ud. pido admitir el presente recurso


impugnatorio y otorgarle el trámite procesal correspondiente.

Ayacucho, 25 de julio de 2021.

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