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“REVISANDO NUESTRAS Nº 9
CONDUCTAS”
Responsable Ing. Dennis Vega 26/junio/2007
Se necesitan dos factores para que ocurra un incidente: una condición y una
conducta.
Supongamos que la condición es un precipicio, ¿cómo podría usted prevenir que
los trabajadores se caigan a éste? Algunas posibles acciones pueden ser:
Tratar de solucionar el problema del precipicio, colocando barreras para
impedir el acceso, o actuando para eliminar la posibilidad de que alguien se
caiga a éste.
Usted podría también proveer al personal equipo de protección en caso de
caída, incluso usar paracaídas si el precipicio es lo suficientemente profundo.
También usted podría pedirles a los trabajadores que eviten el peligro
permaneciendo a una distancia prudente del borde.
Actualmente, la mayoría de los sistemas de seguridad en el trabajo consisten en
reaccionar a los incidentes. En otras palabras, después de que un accidente tiene
lugar (alguien se cae al precipicio) entonces actuamos para prevenir accidentes
similares en el futuro. Un proceso de seguridad que reacciona a un incidente no
es una solución ideal.
Para entender como cambian las conductas que puede causar accidentes, es
importante entender las razones por las que un trabajador las practica arriesgando
su seguridad personal. Dos de las razones más importantes a considerar son:
Falso sentido de seguridad: Los accidentes no tienen lugar cada vez que el
trabajador se arriesga. Inclusive un trabajador puede arriesgarse cientos y hasta
miles de veces antes de que esa conducta resulte en accidente. El arriesgarse y
salir ileso refuerza la posibilidad de continuar arriesgándose en el futuro. La
frecuencia con que el trabajador se arriesga sin que tenga un accidente incrementa
el falso sentido de seguridad que él siente al arriesgarse.
El arriesgarse y salir ileso está relacionado directamente con la familiaridad al
peligro. La mayoría de los trabajadores tienen mucho cuidado la primera vez que
tratan de realizar algo que parece peligroso. Entre más se familiaricen con el
peligro, más propensión sienten a arriesgarse sin detenerse a pensar en él. Un
observador puede ayudarnos a recapacitar, a pensar en las consecuencias.