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25 de Junio de 2010 | escrito por Luis Aparicio Sanz | clasificado en General, OER
Los medios de comunicación, en muchas ocasiones, presentan resúmenes de artículos de
publicaciones científicas que permiten conocer esa información a gran cantidad de personas que, de
otro modo, no accederían a ella, puesto que poca gente dispone de los recursos necesarios para el
acceso a las fuentes originales. Pero esos resúmenes muchas veces, cuando se publican en medios
de comunicación masivos, aparecen totalmente distorsionados.
Si aceptamos, sin más, todo lo que los medios de comunicación masivos publican, en muchos casos,
estaremos aceptando información inexacta. Suele considerarse que ser “crítico” tiene una
connotación de ataque personal o reprimenda, pero en el ámbito de la investigación, “la lectura, el
pensamiento y la evaluación críticos se refieren a un ponderado aunque no necesariamente
equilibrado y justificado examen de lo que otros dijeron o escribieron sobre el tema en cuestión”
(Blaxter, Hughes y Tight, 2005).
Pardinas (2005) señala que la crítica de la información pregunta básicamente:
• ¿Qué razones comprobadas tenemos para aceptar esa descripción, explicación o predicción?
• ¿Qué probabilidad tenemos de que la inferencia que afirmamos de la población no esté
totalmente equivocada?
Este autor, para clarificar el tema, indica que podemos encontrar tres niveles de crítica de la
información:
• Conocimientos populares: los datos u opiniones aceptados sin crítica o con muy poca
crítica respecto a las razones que pueda haber de que sean conforme a los hechos.
• Conocimientos críticos: los aceptados con una crítica poco sistemática sin la menor
exigencia cuantitativa de la posible verdad que encierren o de la probabilidad con que deban
ser aceptados.
• Conocimiento científico: el destinado exclusivamente a especialistas que tienen acceso a
toda la información rígidamente comprobada y que contribuye con un conocimiento que sea
nuevo para esa comunidad de especialistas; los cuales, a su vez, verificarán
escrupulosamente el muestreo, el diseño de investigación y sus resultados.
En relación con los conocimientos populares, Pardinas (2005), explica lo siguiente:
Llamamos conocimiento popular toda información recibida o transmitida sin una crítica
expresa de las fuentes de que está tomada o de las razones que le dan validez. Son series
de proposiciones informativas que en algunos casos pueden estar acompañadas de algún
intento de explicación sin que ésta a su vez esté comprobada o disprobada. Un ejemplo
típico de conocimiento popular es la mayor parte de la información periodística,
radiotelefónica y televisiva.
(…)