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LA ELABORACIÓN DEL DUELO Y LA ÉPOCA:

ALGUNAS RESPUESTAS POSIBLES

I - INTRODUCCIÓN

En el presente escrito buscamos plasmar algo de lo que hemos comenzamos a


elaborar a partir del trabajo interdisciplinario dentro de la labor que desarrollamos en el
Servicio de Salud Mental del Hospital San Juan de Dios, especializado en cardiología,
neumonología e infectología, y cuya marca histórica de origen es el haberse inscripto en la
periferia geográfica de la ciudad, alojando lo periférico de enfermedades como lepra,
tuberculosis, más adelante HIV y hoy podríamos hablar de COVID 19. Periferia geográfica
que encarna lo periférico de la vida, del mundo y de lo que socialmente se pretende excluir.

La llegada de un paciente a Salud Mental, contiene algo de dichas marcas, ya que


debe contar con una derivación de algún otro servicio del Hospital, quedando salud mental
en la periferia de lo ya periférico.

El médico se constituye el principal destinatario del sufrimiento y el dolor. La ciencia


se impone “curar” y entiende esto como “extraer” “eliminar lo que no marcha o no
responde”. Donde este discurso pretende calcular, predecir, promoviendo la anulación de
la subjetividad, el analista hace su entrada en principio para dar cuenta de dicha
imposibilidad.

Pretendemos entonces con éste escrito, iniciar un trabajo de elaboración a partir de


nuestra práctica, valiéndonos del concepto del duelo en psicoanálisis y articulándolo con
los rasgos singulares de la época actual.

II - NUEVAS EXPERIENCIAS

Durante el año pasado nos encontramos como equipo, con pedidos de otros
servicios del hospital que tenían que ver con actividades dirigidas a la comunidad, con el
objetivo de concientización y promoción de la salud. Avanzamos en elaborar una respuesta
a tales pedidos que nos resultaron un desafío, en tanto eran modalidades y dispositivos
desconocidos.

La primera actividad tuvo que ver con el día internacional de la diabetes, 10 de


noviembre, que generó en el hospital una serie de eventos durante una semana. Nuestra
intervención partió de una serie de preguntas realizadas a los participantes de la jornada,
y luego una reunión grupal en la que integramos las respuestas recibidas. Destacamos de
ellas, el escaso registro del momento del diagnóstico de la enfermedad y casi la ausencia
de consecuencias en lo cotidiano de la vida de cada paciente. Durante la actividad grupal
nos enfocamos en hacerle lugar a ese momento en que fueron anoticiados de la
enfermedad, que cada uno pueda identificar en qué circunstancias de su vida ocurrió, y
que les sucedió con ello.

En nuestras reflexiones posteriores, ubicamos que había una negación o ausencia


de registro de esta enfermedad, que requiere ciertos cuidados específicos. Vinculamos
esto a la mención que realiza Freud de formas de pérdida que no implican directamente al
objeto de amor, sino una pérdida del yo (…) una afrenta del yo puramente narcisista1. Y
por otro lado, se trataría de un obstáculo al primer tiempo de la elaboración de una pérdida,
que implica el registro de la misma.

En segundo lugar, este año, y previo a la irrupción de la pandemia, participamos


también de la semana de la mujer que se realizó en nuestro hospital. En este caso
llamamos al espacio “Mujer, cuerpo y palabra” y nos interrogamos sobre los modos en que
es y ha sido nombrada la mujer, y en ese marco tomamos nuestra casuística para hilvanar
algunas respuestas. Encontramos que en la mayoría de las consultas se podía localizar
que confrontadas a una patología orgánica, surgía la dificultad y el padecimiento al tener
que resignar un lugar identificatorio, por ejemplo “la que siempre está” “la que cuida de los
demás”. Hallamos allí también procesos vinculados al duelo que resultaban impedidos,
detenidos; considerando que se trataba en estos casos de un lugar libidinal que no se podía
perder.

Fue a partir de ambas actividades como disparadores, que nos aportaron una visión
general de los rasgos principales de las consultas que recibimos, más los interrogantes a
los que nos confronta nuestra clínica, que encausamos nuestro interés sobre el tema de
duelo, en tanto se presenta como lo sintomático, es decir como aquello que no marcha.

III – ALGUNAS REFERENCIAS SOBRE EL DUELO EN PSICOANÁLISIS

El duelo y las distintas formas de responder ante la muerte y las pérdidas atraviesan
la historia de la humanidad. Desde el psicoanálisis, y contemporáneamente a la Primera

1Freud, S. (2003) Duelo y Melancolía. Sigmund Freud Obras Completas, tomo XIV. Buenos Aires. Amorrortu.
(p 250)
Guerra Mundial que dejaba un continente devastado, Sigmund Freud era el primero en
describir el trabajo del duelo desde su teoría psicoanalítica.

En 1917, casi veinte años después de relacionar el duelo con la melancolía en una
carta a Wilhem Fliees, publicó su trabajo “Duelo y melancolía”, en el cual hace una
extensiva comparación entre ambos. Define al duelo como “la reacción frente a la pérdida
de una persona amada o de una abstracción que haga sus veces” 2, es decir el duelo como
una reacción, una forma de responder ante la pérdida. Lo describe como un afecto normal.

Freud habla del trabajo de duelo, así como también en otros momentos de su obra
describe el trabajo del sueño, el del delirio, o el del aparato psíquico. La idea de trabajo
pone en escena un aspecto de elaboración y de producción psíquica, contrario a lo
deficitario. Enmarcado en la teorización de su principio de placer, este “trabajo” apuntaría
a la ganancia de placer y a la evitación del displacer. En este escrito, Freud estatuye la
necesidad de este proceso ante la pérdida; fundamentalmente dirigido a retirar la libido del
objeto para así poder investir otros. Respondiendo al examen de la realidad que enfrenta
con la pérdida y la ausencia, habilita el desasimiento libidinal, pieza por pieza, implicando
un gran gasto de tiempo y de energía.

Lacan, por su parte, retoma la temática del duelo en su seminario dedicado al deseo
y su interpretación. A partir de la tragedia de Hamlet, determina que el duelo es una perdida
que provoca un agujero en lo real; es decir, algo queda roto, desanudado, desgarrado. Es
en este sentido que señala la importancia de los ritos funerarios, porque justamente
habilitan la simbolización de ese agujero. Para Lacan, “el trabajo del duelo (…) se produce
en virtud de la insuficiencia de todos los elementos significantes para afrontar el agujero en
la existencia”3

Podemos pensar que ante la pérdida, se altera el orden simbólico por lo cual se
hace necesario restituir una trama significante que produzca un hilvanado permitiendo
construir una nueva periferia sobre ese agujero.

Otra referencia acerca del duelo en la obra de Lacan es en el seminario sobre La


Transferencia. Allí, nos aporta una formalización sobre el trabajo del duelo, “en cuanto al
duelo, no cabe duda que su longitud, su dificultad se debe a la función metafórica de los
rasgos conferidos al objeto de amor, en la medida en que son privilegios narcisistas (…) el

2 Freud, S. (2003) Duelo y Melancolía. Sigmund Freud Obras Completas, tomo XIV. Buenos Aires. Amorrortu.
(p 241)
3 Lacan, J. (2017) El Seminario, libro VI Buenos Aires. Paidos. (p 372)
duelo consiste en autentificar la pérdida real, pieza a pieza, pedazo a pedazo, signo a signo,
elemento I mayúscula a elemento I mayúscula, hasta agotarlos.”4

Y será en el Seminario sobre La Angustia, en el que formula: “llevamos luto y


experimentamos sus efectos de devaluación, en la medida en que el objeto por el que
hacemos el duelo era, sin nosotros saberlo, el que se había convertido en soporte de
nuestra castración. Cuando esta nos retorna, nos vemos como lo que somos, en la medida
en que nos vemos esencialmente devueltos a esa posición de castración” 5 Constituye una
ruptura de la escena que estructura el reconocimiento del Otro, y continúa en este sentido
“el problema del duelo es el mantenimiento, en el nivel escópico, de los vínculos por los
que el deseo está suspendido, no del a, sino del i(a), por lo que todo amor esta
narcisísticamente estructurado”6, ubicando a partir de esta distinción, los mecanismos
diferenciadores de lo que sucede entre el duelo y la melancolía.

IV - DUELO Y ÉPOCA

Entendemos, entonces, el concepto de duelo como la respuesta singular ante una


pérdida, aunque tal respuesta y elaboración singular no es ajena a las formas simbólicas
que culturalmente se establecen buscando generar una periferia, un abordaje a ese agujero
en lo real que irrumpe. Nos interrogamos por nuestra contemporaneidad, por los
significantes ordenadores, tomando en cuenta en este punto la orientación de Lacan:
“Mejor que renuncie quien no pueda unir a su horizonte la subjetividad de su época” 7

Nos encontramos con las variaciones ocurridas a lo largo de los últimos tiempos en
el discurso social, referidas a los ideales que funcionan como orientadores y que tienen
consecuencias en el régimen de las identificaciones y en el ordenamiento de los goces. Y
por tanto, también constituyentes del tejido que se ofrece a alojar la elaboración de los
duelos.

Podemos partir de la época victoriana, testigo del surgimiento del psicoanálisis,


donde según plantea Freud, la renuncia pulsional es condición de la cultura; es decir en
función de un beneficio mayor, vinculado a la vida en sociedad se menoscaba la
satisfacción del individuo; la renuncia la refiere a la pulsión sexual y agresiva y responde

4 Lacan, J. (2007) El seminario. Libro VIII. Buenos Aires. Paidos.(p 438) Especifica en esas clases, que tales
rasgos, elemento I mayúscula, tienen el carácter de la referencia original al Otro, su asentimiento, en la
relación narcisística, y se trataría entonces de una introyección simbólica y no masiva
5 Lacan, J. (2006) El Seminario. Libro X. La Angustia. Buenos Aires. Paidos (p 125)
6 Op cit. (p 362)
7 Lacan, J. (2005) Función y Campo de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis. Escritos 1. Buenos Aires.
Siglo veintiuno editores (p 309)
a determinados reclamos ideales8, entre ellos “amaras a tu prójimo como a ti mismo” eje
del cristianismo, donde la figura del Dios Padre funciona como regulador central. Tal
funcionamiento comienza a desdibujarse ya desde el señalamiento de Lacan en 1938 9,
cuando habla de la declinación de la imago paterna, anunciando como consecuencia un
gran número de efectos psicológicos. Más adelante, en 1972, Lacan propone el discurso
capitalista10 donde se destaca la ausencia de obstáculos entre el sujeto barrado y el objeto,
quedando habilitada una vía directa a la satisfacción. Ese mismo año, Lacan formula “El
superyó es el imperativo del goce: ¡Goza!”11 entonces, no sólo no habría un obstáculo, sino
un empuje al goce.

En el marco de una sociedad de consumo, que ofrece objetos siempre nuevos,


producidos desde la tecno -ciencia para obturar toda falta, constatamos que la satisfacción
directa y sin límites pasa a ser la orientación, ubicándose en un franco rechazo a la
castración. Siendo una respuesta homogenizante, para todos por igual, donde “lo posible
se vuelve obligatorio”12, transformándose en un imperativo superyoico y no una opción para
cada quien.

En tal funcionamiento observamos que no hay una mediación significante, y que


por otro lado, se trata de un vínculo autoerótico con el objeto, atentando así al lazo social.

No se desprende de este discurso, una trama simbólica que hospede nada


vinculado a la perdida. Somos contemporáneos de la casi extinción de formas colectivas,
rituales sociales, que propicien la inscripción de la falta, o hagan lugar a la perdida, y de
las que aún persisten, parecen convenciones carentes de sentido. Al contrario pareciera
que la respuesta hoy desde lo social es negar, buscando palear el malestar a través del
desconocimiento y la búsqueda de la completud inmediata mediante promesas de felicidad
del mercado.

Dicha promesa de felicidad se vuelve terreno fecundo para la proliferación de


discursos vacíos y homogeneizantes en cuanto al modo de alcanzarla. Asimismo, como
correlato clínico, las presentaciones del orden de la mostración que no logran ingresar en

8 Freud, S (2004) El malestar en la Cultura. Sigmund Freud Obras completas Libro XXI. Buenos Aires.
Amorrortu (p 106)
9 Lacan J. (2012) Los complejos familiares en la formación del individuo. Otros Escritos. Buenos Aires. Paidos
(p 71)
10 Lacan, J. (1972). Conferencia en Milán, inédito
11 Lacan J. (2004) El seminario. Libro 20. Buenos Aires. Paidos. (p11)
12 Laurent, E. (2008) Las máscaras de la felicidad. XVI Jornadas Anuales de la Escuela de Orientación
Lacaniana. Buenos Aires. Grama ediciones. (p 151)
la trama simbólica, tales como el pasaje al acto, el acting-out, toxicomanías, se tornan cada
vez más frecuentes.

V - REFLEXIONES FINALES:

Luego de este recorrido, dirigimos nuestra reflexión a cómo orientarnos en nuestra


escucha, en cómo modular nuestra respuesta haciendo lugar al dolor, habilitando la
construcción de una periferia simbólica, ante esta coyuntura social de desalojo.
Encauzadas en desmarcarnos de un imperativo de inmediatez, auspiciando que cada quien
pueda hilvanar su propia forma de responder ante la irrupción de ese agujero ya sea ante
la pérdida de un ser querido, una limitación en el cuerpo, un rasgo propio al que no es
posible renunciar o un lugar en el Otro… buscando un modo de transitar esos márgenes
de la vida.

Y desde nuestro lugar, como practicantes del psicoanálisis en esta institución,


habitando los márgenes de lo social, de la vida y del dolor, pretendemos con esta
elaboración darle un marco teórico que nos permita pensar nuestra práctica, vivificando
algo del cotidiano encuentro con eso que se excluye
BIBLIOGRAFÍA GENERAL:
• Freud, S (2003). Duelo y melancolía. Tomo XIV. Sigmund Freud Obras completas.
Amorrortu editores. Buenos Aires.
• Freud, S. (1993) Freud Epistolario III- Años 1910-1939. Freud Obras Completas.
Buenos Aires, Argentina. Ed HYSPAMERICA S.A.
• Freud, S (2004) El malestar en la Cultura Tomo XXI. Sigmund Freud Obras
completas. Buenos Aires. Amorrrortu.
• Lacan, J. (2012) Los complejos familiares en la formación del individuo. Otros
Escritos. Buenos Aires. Paidos.
• Lacan, J. (2005) Función y Campo de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis.
Escritos 1. Buenos Aires. Siglo veintiuno editores.
• Lacan, J. (2006) El Seminario Libro X. Buenos Aires, Argentina. Ed Paidos
• Lacan, J. (2017). El seminario libro VI. Buenos Aires, Argentina, Ed. Paidos
• Lacan, J. (2007). El seminario libro VIII. Buenos Aires, Argentina, Ed. Paidos
• Lacan, J. (1987) El tiempo lógico y el aserto de la certidumbre anticipada. Un
nuevo sofisma. Escritos 2. Buenos Aires, Argentina. Siglo veintiuno editores.
• Lacan, J. (2004) El seminario. Libro 20 Buenos Aires. Paidos
• Lacan, J. (1972). Conferencia en Milán, inédito
• Laurent, E. (2008) “Política de los afectos” y “Las máscaras de la felicidad”
Conferencias publicadas en Variaciones de la cura analítica hoy. La relación entre
el efecto terapéutico y su más allá” XVI Jornadas Anuales de la Escuela de
Orientación Lacaniana. Buenos Aires, Argentina. Grama ediciones.
• Soria, N. (2017) Duelo melancolía y manía en la práctica analítica. Buenos Aires,
Argentina. Ed Series Del Bucle.

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