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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA


FUNDACIÓN MISIÓN SUCRE
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
ALDEA GRAN MARISCAL DE AYACUCHO
GUIGUE – ESTADO CARABOBO

ANALISIS SOBRE LAS RELACIONES DE PROPIEDAD DE LOS


MEDIOS DE PRODUCCIÓN, RELACIÓN PRIVADA, RELACIONES
MERCANTILES, DIVISIÓN SOCIAL DEL TRABAJO

UNIDAD CURRICULAR:
ECONOMIA SOCIAL Y DESARROLLO
ENDOGENO SUSTENTABLE
DOCENTE:
ABOGADO JOSE DANIEL INFANTE

AUTOR(A):
ANA CAROLINA
RANGEL ECHENIQUE
C.I. V-11.687.128

ABRIL, 2022
LAS RELACIONES DE PROPIEDAD DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN, RELACIÓN
PRIVADA, RELACIONES MERCANTILES, DIVISIÓN SOCIAL DEL TRABAJO

Los principios fundamentales relacionados con la producció n es la creació n en el


aspecto social humanístico en un conjunto de factores que correlacionan a la sociedad
como un ente de valores de ética y moral en la formació n y transformació n del
individuo plasmados en nuestra Carta Magna.

Por ello, los medios de producció n, son aquellos instrumentos creados por el
hombre que permiten producir los bienes de consumo indispensables para la
subsistencia humana, es decir, desde una perspectiva marxista los medios de
producció n son la conjunció n de los medios y los sujetos del trabajo. Concretamente eso
incluye má quinas, herramientas, la tierra, las materias primas, las unidades de
producció n de bienes (fá bricas) y en general todo aquello que media entre el trabajo
humano en el acto de transformació n de la naturaleza y la naturaleza misma.

El término relaciones de producció n aparece por primera vez en textos de Karl


Marx y es constitutivo para la teoría de los modos de producció n social. La clasificació n
de cada modo de producció n requiere que las relaciones econó micas se definan como
un tipo de relació n social, específicamente: entre los hombres respecto de las cosas, y no
de los hombres con las cosas. Existen relaciones de producció n primitivas, antiguas,
feudales, y capitalistas, cada una de ellas correspondiente a diferentes formas de
divisió n social del trabajo y propiedad de los medios de producció n.

Así mismo, las clases sociales para el marxismo está n definidas por las relaciones
de producció n, es decir, por la forma en que los hombres producen. Las clases sociales
vienen determinadas por el lugar que ocupan en el proceso de producció n de la riqueza.
Unos la producen y otros se apropian de una porció n de la misma. De esa relació n no
cabe esperar sino el antagonismo y la hostilidad entre explotados y explotadores.

Es por eso, que siempre a lo largo de la historia ha existido clases enfrentadas. En


las sociedades esclavistas fueron antagó nicos los propietarios libres y los esclavos; en el
regazo de la sociedad feudal estamental el enfrentamiento se estableció entre nobles y
eclesiá sticos por un lado y siervos por otro.
De tal modo, que en el seno de la sociedad capitalista ocurre igual: la lucha de
clases es protagonizada por la burguesía, propietaria de los medios de producció n:
capital, fá bricas, má quinas, transportes, etc. y por el proletariado que, al disponer
ú nicamente de su fuerza de trabajo, se ve obligado a venderla a cambio de un salario
que escasamente sirve para satisfacer la supervivencia.

Así que, a medida que el capitalismo vaya desarrollá ndose el nú mero de obreros
se incrementará , lo que, unido al deterioro de sus condiciones de vida, conducirá a la
revolució n, esta tendrá como objetivo conseguir una sociedad perfecta donde no existan
ni explotadores ni explotados. Para ello será imprescindible la abolició n de la propiedad
privada, es decir, la socializació n los medios de producció n, evitando la mera sustitució n
de los antiguos propietarios por otros nuevos.

Sin embargo, la propiedad privada, es el eje central del beneficio vicioso del que
son parte los trabajadores para que los capitalistas obtengan beneficiosas ganancias. La
sociedad en el capitalismo se diferencia en clases segú n las relaciones de propiedad con
los medios de producció n, aquellos que los poseen; la burguesía, y aquellos que no lo
poseen; los trabajadores. A partir de esta situació n, los trabajadores deben vender su
fuerza de trabajo para poder contar con los recursos necesarios para sobrevivir.

Los medios de producció n deben ser de propiedad social en el socialismo, debe


ser la sociedad organizada la que determine la producció n en funció n de sus
necesidades.

No obstante, la relació n de la producció n es un medio alterno, que distribuye


acciones significativas a los entes sociales, es decir, como un factor humanístico a
intercambios de propuestas que contribuyen con el bienestar dentro y fuera del entorno
social en un ambiente armó nico, esto involucra algunas empresas por el gobierno
revolucionario que ciertamente constituye un avance: al quitarle la direcció n productiva
a los privados que solo buscan satisfacer el ciclo de acumulació n de capital; para
otorgá rsela al Estado que debe garantizar que la producció n se oriente hacia los
intereses de los trabajadores y del pueblo.
Es importante resaltar, que estos factores nos llevan a estudiar y profundizar las
empresas de producció n como un ente social bajo las normativas y claves especificas
que le garantiza al trabajador recursos necesarios concientizando los principios de
valores en la relació n humana de crear inversiones má s productivas en lo social dando
así un impacto integral con el de contribuir con sus propios principios establecidos en la
ley.

Así mismo, si bien las relaciones mercantiles son un medio de coordinació n


calculada de la divisió n social del trabajo, no se definen enteramente por esta funció n.
Tienen un elemento adicional que, a sumado resulta central, en funció n del cual llevan a
cabo el cálculo: la maximizació n de la ganancia. No se trata, por tanto, de cualquier
cálculo monetario. Esta ú ltima característica no es propia de cualquier tipo de
relaciones mercantiles, o no es vá lida de una manera general.

Sin embargo, las relaciones de producció n siempre deben tratar de ser positivas,
por el hecho de que estas inciden de forma directa en la economía, en el desempeñ o del
trabajo y en la productividad de los trabajadores. El objetivo definitivo de estas
relaciones es crear un ambiente ó ptimo, un ambiente agradable, en el que los distintos
agentes acepten las diferencias que presentan los individuos, tratando de extraer lo
mejor de cada uno para realizar las tareas de la mejor forma posible. De esta forma,
estas relaciones tendrá n un buen desempeñ o, a la vez que la economía seguirá
desarrollá ndose correctamente.

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