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EL HUMOR ABSURDO

Muchas veces el humor trabaja con elementos o circunstancias del mundo que parecen no tener
sentido o se presentan como contradictorias. Estas contradicciones no encajan en el orden lógico o
racional con el que intentamos pensar las cosas y nuestras acciones. Sin embargo, muchas veces,
sirven para poner de relieve aspectos de nuestro mundo que tomamos como natural, pero que,
desde una mirada más profunda, son inexplicables o ilógicas. ¿Cuántas veces una circunstancia a la
que no le encontramos explicación, nos hace pensar lo extraña que es? Y en consecuencia
reflexionamos sobre eso. Esto es lo que sucede en la viñeta de Tute que comentamos
anteriormente: la “normalidad” que todos conocemos se vuelve absurda en el contexto de
pandemia. Este mecanismo del “sinsentido” y el “absurdo” es un recurso literario que se ha
utilizado mucho durante la historia de la literatura. Está muy emparentado con la sátira, es decir
con la forma distorsionada o exagerada que puede presentarnos un texto o una imagen. A este
tipo de construcción literaria y humorística que trabaja con las ideas y conceptos que no tienen
una explicación racional lo llamaremos: Absurdo. El humor absurdo, también conocido como
“surreal”, tiene afinidad hacia lo que descoloca, desorienta o confunde. Utiliza todo tipo de
expresiones, tanto verbales como escritas, además de representaciones; estas nos exponen
situaciones irreales que no pueden entenderse desde los parámetros racionales, que utilizamos
cotidianamente para comprender el mundo. Además, desde el punto de vista de la creación, el
sinsentido del absurdo es una construcción premeditada e inteligentemente pensada. La destreza
que se emplea en este tipo de humor radica en torcer nuestros esquemas racionales de
pensamiento y generar comicidad con lo contradictorio e imposible que pueden resultar las
situaciones que presenta. Todas las situaciones que muestra el absurdo carecen de sentido y allí
reside su fuerza y su gracia, se invierten los sentidos de las palabras, las acciones o los símbolos
que se utilizan. Si es lógico que un personaje se maneje de determinada forma, seguramente
realizará la acción contraria, si alguien debe responder según lo esperado en la sociedad,
probablemente su repuesta sea muy diferente a lo que “normalmente” se espera. El “Humor
absurdo” casi no tienen límites, solo los de la imaginación del autor (como en todo el arte en
general), mientras más descabellada sea la idea, posiblemente, mejor resulte su efecto. El único
reparo de este tipo de humor es que el receptor debe pararse desde el primer momento en el
mundo racional/ cotidiano. Si el receptor, por ejemplo, se ubica en un mundo o universo de
fantasía o irrealidad, sus esquemas de compresión contemplarán la posibilidad del sinsentido, y tal
vez, lo que se pretenda como humorístico no sea comprendido de esa forma. Por lo tanto pierde
su efecto cómico. Como ya habíamos mencionado, la Literatura en general y el humor en particular
dependen mucho de los esquemas y guiones conceptuales con los que el receptor intenta
comprender el chiste o el texto humorístico. De esta forma, el humor se para en la norma social y
en las representaciones lógicas para, desde allí, quebrarlas y generar lo cómico. Pero siempre debe
tomar por sorpresa al receptor, que no debe ver de antemano la violación a dicha regla
social/racional. Son muchos los ejemplos de humor absurdo en el cine y la televisión. Otro de los
géneros que trabaja mucho con situaciones absurdas son los dibujos animados.

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