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“Artículo 72º La ley puede, sólo por razón de seguridad nacional, establecer temporalmente

restricciones y prohibiciones específicas para la adquisición, posesión, explotación y


transferencia de determinados bienes.”

El presente artículo establece que sea aplicable tanto a contratos privados, como a contratos
de la Administración Pública, en ese sentido se debería estar agrupado con otros artículos de
carácter general.

En conclusión, se ha inclinado por mantener la distinción entre Contratación Privada y


Contratación de la Administración Pública. El constituyente ha optado porque en el tema de
los contratos públicos exista una regulación propia de lo que genéricamente se conoce como
los procedimientos de contratación pública. En consecuencia, la regulación en materia
contractual pública tiene que constituir una legislación especial. Ésa es la opción
constitucional.

2. Concepto sobre el Contrato de la Administración Pública.

Se puede conceptualizar como:

“El acuerdo de dos o más partes para crear, regular, modificar o extinguir una relación jurídica
patrimonial, en el cual por lo menos una de las partes es una entidad de la Administración
Pública”.

De la definición señalada se infiere que el concepto de Contrato de la Administración Pública


comprende como elemento subyacente la noción genérica de Contrato, pero incorpora como
especificidad y componente distintivo el hecho de que por lo menos una de las partes que
celebran el contrato es una entidad de la Administración Pública, es decir, una entidad que,
ejerciendo función administrativa en una de las modalidades de ésta función (acción de
contratar administrativamente) establece un vínculo contractual con una o más personas
privadas y/o con una o más entidades de la Administración Pública.

Cabe precisar que, conforme a esta definición, queda claro que el elemento distintivo del
Contrato de la Administración Pública no es el hecho de que la entidad administrativa que
celebra el contrato tenga prerrogativas especiales a su favor – pues, como se señaló, puede
tenerla o no, e incluso condicionar tal prerrogativa a determinadas circunstancias – sino que
por lo menos una de las partes que celebran el contrato es una entidad de la Administración
Pública.

La primera parte de la definición (acuerdo de dos o más partes para crear, regular, modificar o
extinguir una relación jurídica patrimonial) comprende los elementos propios de la categoría
general de Contrato; mientras que la segunda parte (en el cual por lo menos una de las partes
es una entidad de la Administración Pública), muestra la peculiaridad que caracteriza a los
contratos de la Administración Pública.

Como se puede apreciar, el contrato de la Administración Pública tiene características


especiales que lo diferencian del contrato privado, especialmente por ser un instrumento de
gestión que permite el cumplimiento de finalidades públicas e involucra la administración de
fondos públicos; lo cual ha merecido incluso la consagración constitucional de dicha
diferenciación.

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