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Estructura y Límites Gnoseológicos de La Investigación-Acción Crítica Autor Teófilo Rodríguez Neira
Estructura y Límites Gnoseológicos de La Investigación-Acción Crítica Autor Teófilo Rodríguez Neira
Los debates sobre educación, sobre la fuera de sus recintos y que las transfor-
enseñanza y la escuela, han estado reco- maban en meras organizaciones repro-
rridos, desde hace años, por tendencias ductoras, en simples instalaciones
contrapuestas y de imposible reconcilia- encaminadas a fortalecer y perpetuar po-
ción. Por un lado, como es sabido, se de- deres externos. Es más, su condición de
sarrollaron planteamientos e interpreta- agencias simbólicas contribuía a incorpo-
ciones que ligaban los fenómenos educa- rar esas realidades en las conciencias y
tivos a estructuras sociales, económicas, en las mentes de tal modo que conver-
políticas e ideológicas dominantes y tían a los sujetos personales en seres dó-
hegemónicas. La escuela y las enseñan- ciles y perfectamente integrados. Por otra
zas estaban aprisionadas por redes parte, no faltaban grupos de teóricos que,
envolventes que las nutrían y alimenta- con independencia de otras corrientes fi-
ban con productos que tenían su origen losóficas, mantenían vivo el espíritu de
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pre» (Popper, 1981, 389). que aparece alguna ley necesaria del de-
venir humano, algún factor causal básico
Estas cuestiones han sido minuciosa- y constante, algún ideal absoluto, alguna
mente debatidas por Popper. Baste re- meta imperecedera, alguna forma pura
cordar alguna de sus famosas obras: de la existencia, siempre que se propo-
Logik der Forschung (1935), Objective nen tales propósitos inamovibles, un sen-
Knowledge: An Evolutionary Approach timiento de totalitarismo comienza a
(1975)… Para los asuntos que nos ocu- surgir. No tenemos experiencia de nin-
pan, toda la teoría de la ciencia se mues- guna organización ideal de la sociedad,
tra como una conquista humana que de ningún paraíso social. Por eso, las pro-
indica el nivel de realización al que ha puestas de un mundo semejante sólo po-
llegado el hombre más allá del poder, de drán ser dogmáticas, nunca críticas y
la sociedad, de la producción y de cuanto racionales.
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«Una vez que comenzamos a con- las ciencias positivas para formular sus
fiar en nuestra razón y a utilizar las teorías.
facultades de la crítica, una vez que
experimentamos el llamado de la res- Este trabajo crítico será llevado a cabo
ponsabilidad personal, … no podemos por varios de los proyectos intelectuales
admitir la regresión a un estado ba- más relevantes del siglo XX: Habermas,
sado en el sometimiento implícito a la Gadamer, los postmodernistas, los
magia tribal. Para aquellos que se han postestructuralistas, el deconstruccionis-
nutrido del árbol de la sabiduría, se mo, el reconstruccionismo social, el
ha perdido el paraíso. Cuanto más tra- regeneracionismo, etc. Todos, cada uno
temos de regresar a la heroica edad desde una perspectiva distinta, se han
del tribalismo, tanto mayor será la se- enfrentado con la fundamentación clási-
guridad de arribar a la Inquisición, a ca del saber, con la organización social y
la Policía Secreta y al gangsterismo política, con el orden cultural y económi-
idealizado» (Popper, 1981, 194). co, y han buscado para el hombre la libe-
ración de lo que se ha considerado como
La labor social es una tarea par- su prisión involuntaria, como condiciona-
cial, arriesgada y comprometida. Los que miento de sus capacidades físicas y psí-
consideran que no se pueden solucionar quicas.
los problemas concretos si no se corrige
el todo esconden bajo su ambición un ab- 1. Investigación-acción como
solutismo disfrazado. La verdadera eman- emancipación
cipación consiste en algo mucho más Los analistas que han pretendido es-
básico y fundamental. Es el enfrenta-
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ción. Pero, a medida que se promueve y que viven. Las propias acciones, crítica-
se ejecuta bajo la forma que le es propia, mente ejecutadas, llevan aparejado el
es decir, bajo el modelo cooperativo, su- cambio del mundo vivencial inmediato.
pera las estructuras con las que se en- Individuo y sistema comienzan, en este
frenta y devuelve a los individuos el caso, a estar dialécticamente conectados.
protagonismo que les corresponde. La mi- Los individuos se relacionan en calidad
sión está asumida desde todos los puntos de primeras personas mediante una acti-
de vista y, naturalmente, conduce a pro- vidad a través de la cual se realizan a sí
yectos curriculares enfrentados tanto a mismos y modifican el mundo en el que
los tecnocráticos, a los burocráticos, como se encuentran. Todos los implicados en
a los humanísticos, en el sentido clásico una acción están inmersos en ella bajo la
del humanismo, hasta dar origen a una figura de copartícipes. Intervienen direc-
nueva educación: tamente y, al hacerlo, constituyen y
reconstituyen a diario el ambiente en el
«La teoría crítica del curriculum que viven y cambian su vida personal
trata de trascender la oposición entre (Kemmis. 2000, 20).
las teorías técnicas y prácticas en cada
uno de los niveles, de discurso, de or- Sin duda, un nuevo modelo de
ganización social y de acción. En cada racionalización está afectando a toda la
nivel observamos una oposición: organización educativa, a la manera de
cientifista/humanística; burocrática/li- enfrentarse con la enseñanza. No se tra-
beral, y tecnicista/racionalista. Las ta sólo de que los agentes directos asu-
teorías críticas del curriculum tras- man un nuevo protagonismo y comiencen
cienden la oposición del discurso a desempeñar sus papeles y su conducta
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orientación un cierto aire mesiánico. Son Touraine), tuvo uno de sus momentos so-
los nuevos redentores, los nuevos lemnes en la conferencia pronunciada por
libertadores de la humanidad. No se pre- Lawrence Stenhouse en el Congreso de
tende descontextualizar para recontex- Dartington, en 1978. A partir de enton-
tualizar, sino contextualizar para ces, se convertirá en la clave de todo su
trascender permanentemente la materia- pensamiento y se concretará en una de
lización general del contexto. Así lo pro- sus obras más conocidas: Authority,
mulgaban Liston y Zeichner mediante su Education and Emancipation. La reper-
propuesta del «reconstructivismo social» cusión más directa de esta dirección se
y su participación en la consecución de producirá en un nuevo modelo de profe-
una sociedad más justa (Liston y sor, el profesor investigador, que susti-
Zeichner, 1993, 60), y desde una posición tuirá al modelo de profesor como mero
diferente, acentuando otros aspectos, usuario de conocimientos y que conduci-
Wilfred Carr formulaba los mismos obje- rá no sólo a una auténtica profesio-
tivos: nalización, sino a una verdadera emanci-
pación. El tema será recogido más tarde
«Desde la perspectiva de la crítica, por Elliot, que lo replanteará como una
la educación jamás se interpretaría cuestión central del desarrollo escolar:
como un fenómeno natural conducible
a métodos empíricos de evaluación ra- «Todo tipo de investigación-acción
cional, sino siempre como una prácti- capaz de promover un enfoque «de
ca social históricamente localizada y abajo arriba» en relación con el desa-
culturalmente enraizada que sólo pue- rrollo profesional producirá ideas que
de valorarse racionalmente situándo- enlacen los problemas de la enseñan-
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sidad de los contextos, deberían ser una desvirtuaría la acción educativa en cuan-
invitación a elaborar una síntesis real- to tal. Es decir, en ese caso, la investiga-
mente significativa. ción abordaría la actividad dejándola
constreñida operativamente y sometién-
Stenhouse hizo la siguiente precisión dola a reglas universales de validez
sobre la forma en que él entendía la in- general. También puede terminar redu-
vestigación educativa: ciéndola a criterios de eficacia producti-
va. El resultado es el mismo tanto si se
«¿Qué se entiende por investigación camina de la investigación a la práctica
en educación? Yo considero investiga- como si la práctica interviene correctiva-
ción en educación, la investigación rea- mente en la investigación. El problema
lizada dentro del proyecto educativo y se plantea en otro nivel. Se considera que
enriquecedora de la empresa educati- la acción educativa tiene que ser esen-
va… cialmente una acción emancipatoria. Esto
La investigación es educativa en es, las acciones educativas son acciones
el grado en que puede relacionarse con que pertenecen a un género de actividad
la práctica de la educación» distinto de las acciones que se requieren
(Stenhouse, 1987, 42). para fabricar un coche, o para construir
un edificio. Y, desde esta perspectiva, la
La posición expresa que se formula investigación participa en ellas como un
en las consideraciones de Stenhouse está momento interno de la actividad. Cuan-
encaminada a establecer una relación pe- do se insiste en este aspecto, se está des-
culiar entre tres términos mutuamente tacando un rasgo capaz de introducir
implicados: investigación, educación y discriminaciones efectivas. Entre la mul-
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significatividad, sin más, constituye por que se abre, por el contrario, los actores
sí mismo una acción educativa. Por ejem- están tan esencialmente unidos a su ac-
plo, si nos asomamos al área del lengua- tividad que el resultado es la vida de quie-
je, descubrimos ahí varios ámbitos de nes están interviniendo, de los propios
significación. Existe un área de significa- actores. Esta clase de acciones es a las
ción regulada por normas gramaticales y que pertenece la significatividad de la que
recogida en los diccionarios, en los textos habla la investigación-acción promovida
literarios o científicos, en los usos y cos- por Stenhouse. Estas acciones son el ba-
tumbres de los pueblos, en las culturas rómetro de la realización humana.
autónomas e independientes. Cada uno
de estos campos ordena y regula distin- Todavía es posible precisar con más
tos niveles de significatividad. Dicciona- detalle el tipo de acciones al que se refie-
rios, textos, costumbres, culturas, son re la investigación-acción. No es desde-
formas de significación objetiva y mate- ñable, desde luego, el carácter de
rial de diferente índole y dotadas de cri- significativas que se les ha atribuido en
terios de promulgación que se pueden cuanto parte de las vidas de los
independizar de los sujetos participan- ejecutantes. Pero, además, en palabras
tes. Constituyen órdenes cuya validez de Stenhouse, si queremos aclarar más
está ligada a un conjunto elaborado his- los actos educativos y la enseñanza, dan-
tóricamente. La significación a la que se do por supuesto que la enseñanza es la
refiere Stenhouse es irreductible a nin- forma de la educación, tendremos que de-
guno de esos ámbitos. Es previa a esos cir que la enseñanza es un arte, es un
momentos y anterior a cualquier arte en el que se «representa un conoci-
objetivación. Se trata de acciones miento para las personas más de lo que
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racionalización de los procesos diferente vista de los participantes, desde las orien-
de la que surge con la mera investiga- taciones que los actuantes les otorgan,
ción científica y con la aplicación tecno- describirá y explicará «lo que sucede» con
lógica, o con la pura aplicación instru- el mismo lenguaje utilizado por ellos; o
mental y funcional. sea, con el lenguaje de sentido común que
la gente usa para describir y explicar las
4. La investigación-acción en la acciones humanas y las situaciones so-
escuela ciales de la vida diaria…
La postura de Stenhouse ha sido
desmenuzada, reinterpretada y aplicada 3. Al partir de los supuestos ante-
por otros autores. En el orden de la in- riores, el desvelamiento de las acciones y
vestigación-acción y movido por un afán de los problemas implicará la existencia
de análisis minucioso, se encuentra J. de un diálogo diáfano, libre de impedi-
Elliott. La investigación-acción, para este mentos e interferencias. Deberá existir
autor, implica una serie de requisitos, entre investigadores y participantes un
cada uno de ellos va incorporando algu- flujo de información sin trabas. La inves-
na de las características que la definen y tigación-acción será imposible si las rela-
que le son más propias: ciones están infectadas por el recelo de
unos con respecto a los otros, si falta la
confianza basada en la fidelidad a un
1. La señal de identidad de la inves-
marco ético, mutuamente aceptado, «que
tigación-acción consiste en interpretar «lo
rija la recogida, el uso y la comunicación
que ocurre» desde el punto de vista de
de los datos» (Elliot, 1990, 26).
quienes actúan e interactúan en la si-
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como toda actividad «práctica» huma- cisiones subjetivas. Una de las cuestiones
na, a diferencia de la actividad técni- que deberíamos tener resueltas es la de
co-instrumental, encuentra su valor en la multidimensionalidad de la existencia
su mismo sentido y no como mero ins- del hombre y la multidimensionalidad del
trumento o medio para la obtención progreso y del desarrollo. Este es el pri-
revista española de pedagogía
de objetivos extrínsecos» (Pérez mer paso para resolver los problemas es-
Gómez, 1990, 10-11) colares.
dad estuviese dotada de formación ética naturaleza». (Aristóteles, 1985, 281, VI.
y de instrucción fue propuesta por Kant 1142 a). En consecuencia, se debe admi-
en los siguientes términos: «El que no es tir que, si en la educación intervienen
ilustrado es necio, quien no es disciplina- las ciencias, si la racionalidad científica
do es salvaje» (Kant, 1991, 32). se considera como una conquista y sus
aportaciones forman parte del patrimo-
Aristóteles lo vio con total claridad y nio que se debe transmitir a las nuevas
dejó constancia de la naturaleza de los generaciones, es imposible que los
medios que debemos utilizar. La preci- aprendices alcancen esa riqueza y de-
sión y la exactitud de nuestros conoci- sarrollen las facultades correspondien-
mientos no disfrutan del mismo grado y tes a ese nivel intelectual mediante
naturaleza en todos los ámbitos ni las formas de la racionalidad distintas y
materias sobre las que versen lo exigen, contrarias.
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Pertenece, a lo sumo, al reino del arte. tarse hacia le felicidad. La razón científi-
No es un acción científica, ni un deporte, ca, sin embargo, se gobierna por virtudes
ni una técnica. dianoéticas, virtudes intelectuales, virtu-
des de la mente y de la inteligencia. El
Lo más grave de una postura seme- fruto de la razón científica es el conoci-
jante no proviene del mundo que aleja de miento. Ambas formas pueden comple-
los procesos educativos (el cálculo —no mentarse entre sí. Pero las virtudes
se puede olvidar que el cálculo se rige dianoéticas se cumplen mediante la bús-
por reglas «formales», no por la «pruden- queda de la verdad independientemente
cia» axiológica—, la consecución de úti- de sus aplicaciones prácticas. La pose-
les, la explicación científica de la vida y sión de la verdad significa haber alcan-
del mundo), sino que, al eliminar la ra- zado la explicación clara de las cosas y
zón «teórica» y científica, se hacen haber entendido por qué sucedieron como
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realmente han sucedido. Estas virtudes, comentaba Aristóteles, cuando están fue-
en la medida en que sean logradas por ra de nuestra observación, se nos escapa
los seres humanos, producen en ellos el si existen o no» (Aristóteles, 1985, 273,
perfeccionamiento de la parte que más VI 1139b). Otros son contingentes y sus-
los diferencia del resto de los animales ceptibles de ser distintos y de distintas
vivos y que mejor los define, es decir, el formas. La primera parte de la razón re-
perfeccionamiento de su mente y razón. cibe el nombre de científica. La segunda
La conquista de las mismas se logra me- es la razón deliberativa, práctica. No es
diante el ejercicio y la enseñanza. Cuan- cuestión de repetir ni defender la teoría
do en la educación prescindimos de una aristotélica de la ciencia. Es necesario,
de las partes, cuando queremos reducir sin embargo, insistir en la diferencia que
una a la otra o llevar a cabo una con los él llegó a establecer entre razón científi-
recursos de la otra, lo que en verdad se ca (episteme) y «razón práctica, opinión
está haciendo es mutilar la naturaleza moral» (phrónesis) . Esta distinción le per-
del hombre e incapacitarlo para desarro- mitió criticar el intelectualismo socrático
llar alguna de sus dimensiones esencia- y negar el valor de sus planteamientos.
les y constitutivas. En efecto, Sócrates no había logrado se-
parar adecuadamente, como después lo
Si seguimos la argumentación aris- realizaría con insistencia Aristóteles, la
totélica, si volvemos sobre el libro VI de sabiduría y la ciencia, ni éstas de la pru-
la Ética a Nicómaco y repasamos la na- dencia ni la prudencia de las virtudes
turaleza de las virtudes intelectuales, ve- éticas (Aristóteles: 1985, 289, VI 1144b).
remos mejor las formas de la razón que Si mantenemos la distinción (análoga a
se promueven o se acallan según los plan- la que existe entre las ciencias de la sa-
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HABERMAS, J. (1997) Ciencia y técnica como «ideología» STENHOUSE, L. (1987) La investigación como base de la
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HIDALGO TUÑÓN, A. (1993) ¿Qué es esa cosa llamada TOURAINE, A. (1993) Crítica de la modernidad (Madrid,
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KANT, I. (1991) Pedagogía (Madrid, Akal). ZEICHNER, K. Y WRAY, S. (2001) The teaching porfolio in
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KEMMIS, S. (1988) El curriculum: más allá de la teoría de
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la reproducción (Madrid, Morata).
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KEMMIS, S. (1990) Introducción, en CARR, W. Hacia una
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pp. 7-38.
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