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EL CAMINO DE DIOS QUE HA

SIDO HECHO PARA NOSOTROS


Juntos ahora, cántenlo, bien fuerte ahora.

¡Sublime gracia del Señor,
Que a un infeliz salvó!
Perdido y Él me halló,
Fui ciego mas ahora veo.
Inclinemos nuestros rostros ahora.
2 Nuestro Padre Celestial, Te agradecemos por el gran
privilegio que tenemos de venir a Ti. Primero, no podemos
venir si no es por Cristo. Por lo tanto, colocamos Su Nombre
frente a nuestra oración. Y entonces sabemos, por Su Palabra,
que Tú la responderás, porque pedimos en Su Nombre. No con
nuestra propia justicia, no pudiendo hacer nada con lo que
poseemos; sino que solo por gracia venimos, pidiendo en el
Nombre de Cristo.
3 Padre, es posible que haya muchos hombres y mujeres aquí,
alrededor de este edificio esta noche, que son pecadores. Tú
moriste por el pecador. Que esta sea la noche en que Dios
les hable al corazón y los llame por Su gracia, a entrar en
el Reino. Concédelo, Padre. Quizás han desperdiciado muchos
años, vagando en el pecado, pero que esta sea la hora.
4 Gracias, Señor, por Billy Paul esta noche. Mi pobre
muchachito, sin madre, sacudido. Gracias, Señor, por darle
el Espíritu Santo, como garantía ahora, algún día glorioso
volveremos a ver a mamá, todo está bien, va a estar bien. ¡Oh,
Dios!, permite que los ángeles se lo hagan saber hoy. Así clamó
ella al morir, que: “Sirviera a Dios… algún día Billy Paul será
un hombre y recibirá el Espíritu Santo”. Las oraciones han sido
respondidas. Dios, bendice al muchacho ahora. Que él siga las
huellas del Maestro. Cómo temblaba su vocecita cuando dijo:
“Papá, acabo de recibir el Espíritu Santo. Estoy tan contento”.
5 Dios, que esa sea la experiencia de—de cada persona no
nacida de nuevo aquí esta noche. Que ellos puedan recibir el
Espíritu Santo esta noche. Si hemos cometido algún pecado,
perdónanos, Señor. Sana al enfermo. Venda a los quebrantados
de corazón.
6 Y ahora, Señor, no sé ni por dónde empezar, para hablar esta
noche, pero Tú proveerás. Te creo, y Te pido que nos des algo que
ayude al pueblo, porque lo pedimos en Su Nombre. Amén.
2 L A PAL A BRA H A BL A DA

7 Solo para una pequeña lectura de la Escritura aquí, en Isaías


35, deseo leer. Porque, mis palabras fallarán; mas la Palabra de
Dios nunca fallará. Por lo tanto, ningún—ningún servicio está
completo sin la lectura de la Escritura primero.
Se alegrarán el desierto…la soledad; el yermo se
gozará y florecerá como la rosa.
Florecerá profusamente, y también se alegrará y
cantará en júbilo; y gloria del Líbano llegará…le será
dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán
la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro.
Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas
endebles.
Decid a los de…corazón apocado: Esforzaos, no
temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución,
con pago; Dios mismo vendrá y os salvará.
…él abrirá,…los oídos de los sordos se abrirán.
Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la
lengua del mudo; porque las aguas serán cavadas en el
desierto, y torrentes en la soledad.
El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal
en manaderos de aguas; …la morada de chacales, en su
guarida, será lugar de cañas y de juncos.
Y habrá allí calzada y camino,…de Santidad; no
pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con
ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea,
no se extraviará.
No habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni allí se
hallará, para que allí caminen los redimidos.
Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion
con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y
tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido.
8 Que el Señor añada Sus bendiciones al leer—a la lectura
de Su Palabra. Quiero hablar esta noche, si Dios quiere, solo
unos momentos con Uds. Miraré mi reloj aquí, para no retenerlos
demasiado esta noche.
9 Después de concluir los servicios de esta semana, quise
mostrarle al pueblo que no hay necesidad de tener miedo. La
peor cosa que el diablo puede poner en Ud. es el miedo. Aún si
Ud. tuviera un cáncer y no temiera, y creyera que Dios le sanaría,
no estaría en tan mal estado. Dios se encarga de eso; aun estando
enfermo, sea lo que sea, si Ud. no temiera. Así que el miedo es una
de las peores cosas que Satanás puede poner sobre la persona.
10 Ahora, esta semana he tratado de probar, por la Escritura,
que el hombre que ha nacido de nuevo del Reino de Dios no
tiene nada que temer. Ud. está absolutamente, seguro a salvo en
EL CA M I NO DE DIOS QUE H A SIDO H ECHO PA RA NOSOTROS 3

Jesucristo. “Todo lo que el Padre me ha dado” dijo Él, “vendrá a


Mí. Ningún hombre puede venir a menos que el Padre lo llame.
El Padre tiene que guiarlo a Mí; y al que a Mí viene, no le echo
fuera. Y todos los… Nadie puede arrebatarlos de la mano de
Mi Padre; nadie es mayor que Él. El que oye Mis Palabras y cree
al que Me envió, tiene Vida Eterna; y no vendrá a condenación,
mas ha pasado de Vida… de muerte a Vida. El que come Mi
carne y bebe Mi Sangre tiene” no tendrá, “sino que tiene”, tiempo
presente, “Vida Eterna; y Yo le resucitaré en el día postrero”.
11 “Por lo tanto, no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con
el cual fuisteis sellados hasta el Día de vuestra Redención”.
Allí lo tienen. “Sellados hasta el Día de vuestra Redención”.
No simplemente de un avivamiento a otro, sino hasta el Día de
vuestra Redención.
12 ¡Vaya, cómo vino el Espíritu Santo esta mañana y nos bendijo
con eso! Nos mantuvo aquí hasta la una y media, esta mañana,
como desde las nueve y media. ¡Cuánto nos bendijo Él!
13 Ahora, esta noche, quiero hablar sobre un… Isaías dijo
aquí: “Habrá Calzada, y un Camino de Santidad”. Ahora quiero
hablar sobre: “El camino de Dios”, El camino de Dios que ha sido
hecho para nosotros.
14 Ahora, si yo me dirigiera a la ciudad de Nueva York, lo mejor
que podría hacer no es tratar de hallar, geográficamente, cómo
estoy ubicado y salir hacia el norte. Sino que la mejor manera de
hacerlo es conseguir un mapa y seguir el mapa, (¿verdad que sí?)
una carretera. Si no lo hago, estaré en problemas.
15 No hay atajos en el Reino de Dios. Saben, si tratamos de
tomar un atajo, nos meteremos en algún pantano por aquí y nos
hundiremos en el fango. Y eso es lo que hacemos cuando nos
salimos de la antigua y gran carretera de Dios. Dios hizo una
senda, un camino.
16 Cuando los hijos de Israel salieron de la tierra de Egipto, ellos
siguieron el camino de Dios. Este llevaba hasta el Mar Rojo. Es
raro que Dios llevara Su sendero por ese camino. Pero Su sendero
atravesó directamente el mar.
17 Y cuando llegó el momento, y el reto, e Israel se paró allí
frente al mar, el camino de Dios los llevó a través del mar. Pues
Dios miró hacia abajo desde la Columna de Fuego, el mar se
atemorizó y se apartó, e Israel cruzó en seco. El sendero de Dios
los llevó a través de él.
18 Luego Él llegó directamente al desierto, al manantial de
Mara, agua “amarga”. ¿No es raro que Dios guíe a Sus hijos a
través de aguas amargas? Pero todas ellas surgen por el camino.
Pero cuando Él estaba allí, el remedio para las aguas amargas
estaba parado en la orilla. Moisés cortó un árbol y lo echó en el
agua, y ella recobró su dulzura.
4 L A PAL A BRA H A BL A DA

A veces por las aguas, a veces por el diluvio,


A veces por terribles pruebas, pero siempre a
través de la Sangre.
19 Esa es la manera en que Dios guía a Sus hijos; el sendero de
Dios, el camino provisto por Dios. Si los hijos de Israel hubieran
tratado de desviarse y rodear por este otro camino, habrían
tenido problemas. Ellos tenían que seguir la Nube de Fuego, la
Columna de Fuego que los guiaba. Eso es lo que ellos seguían.
20 Y si la Iglesia, esta noche, solo siguiera la Columna de Fuego,
el Espíritu Santo, Uds. de seguro llegarían a Canaán. Dios tiene
un camino, un camino provisto.
21 Hay dos caminos que un hombre puede seguir: y es su propio
camino o el camino de Dios; y eso es el camino correcto o el
camino errado. Y el camino suyo siempre es el camino errado,
y el camino de Dios es el camino correcto. Y Ud. no puede estar
en su propio camino y en el camino de Dios al mismo tiempo, así
que Ud. tiene que salir de su propio camino para que Dios pueda
tener el de Él en Ud. Así es. Dios hace un camino provisto.
22 El hombre siempre ha querido hacer su propio camino. En
el jardín del Edén, Dios hizo un hombre que no tuviera que
desviarse por nada. Dios lo hizo perfecto, pero el hombre quería
su propio camino. Él quería manipular. Él quería investigar. Y
entonces, tan pronto como él cayó… Ya vimos eso esta semana,
en los estudios de la Escritura. Él mismo se hizo una religión.
Él no esperó a que Dios le hiciera una. Él mismo se hizo una,
pero se dio cuenta que su religión, su cobertura, no funcionaría.
El hombre siempre ha sido así. Él quiere su propio camino. Pero
Dios tenía un camino. Así que el hombre tomó hojas de higuera
y se cubrió con ellas, él y su mujer, pero, cuando él vino a
presentarse a Dios, se dio cuenta que eso no funcionaría.
23 Y déjenme decirles, amigos, ha habido muchos hombres, aun
en esta noche, llegando al final del camino, que hallarán que
esa pequeña religión superficial a la que se están aferrando
no funcionará. Solo nacer de nuevo funcionará. Jesús dijo: “Si
el hombre no naciere de agua y del Espíritu, no entrará en el
Reino”. No hay manera, no importa si es metodista, bautista,
presbiteriano, lo que sea que él sea, no entrará hasta que nazca
del agua y del Espíritu. Nacer significa que él es “cambiado”. Él
tiene que morir antes de poder nacer. Así que Ud. tiene que morir
a sí mismo, renacer de nuevo, en Cristo Jesús. Así es.
24 Ahora, quiero que noten, él se encontró a sí mismo tratando
de hacer su camino. Esta mañana vimos cómo Caín trató de
hacer su camino. Él trajo algunas manzanas y peras y duraznos
y calabazas, lo que fuera, lo puso sobre el altar y dijo: “Allí está,
Señor, ya construí un altar; construí una iglesia; soy un buen
miembro de iglesia”. ¿Ven? “Voy a la iglesia todos los días. Vengo
aquí, construyo el altar; pongo el sacrificio allí encima. Ahora
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voy a arrodillarme y orar. Y ahora, Señor, quiero que Tú me


recibas”. Pero Dios lo rechazó.
25 Y ese mismo viejo espíritu religioso vive exactamente entre
la iglesia hoy, lo mismo, no podría ser más religioso, y no conoce
más de Dios de lo que un Hotentote sabría de un caballero
Egipcio. Uds. saben que es verdad. ¡Espíritus religiosos! No
piensen que Stalin es el anticristo. La Biblia dice que: “Los
dos espíritus serían tan parecidos que engañarían a los mismos
escogidos si fuere posible”.
26 Vemos que Judas Iscariote vino juntamente, y salió y se
regocijó y predicó el Evangelio; regresó, gritando y clamando,
y pasando muy bien con el resto de los discípulos. San Mateo,
el capítulo 10. Pero él siguió a los discípulos muy de cerca, sin
embargo, era el diablo encarnado, y andaba allí mismo; así como
Jesús era el Dios encarnado; el Caín y el Abel del jardín del Edén.
Pero cuando llegó el momento de subir a Pentecostés, y recibir la
bendición, él mostró su color.
27 Y cuando uno comienza a hablar acerca de nacer de nuevo,
recibir el bautismo del Espíritu Santo, nueve de cada diez veces,
esos espíritus mostrarán sus colores, lo que ellos son. Ellos dirán:
“Es un montón de fanatismo. Dejen eso”. Hermano, es el camino
provisto por Dios para el hombre hoy. ¡Aleluya!
28 Miren, Dios siempre ha hecho un camino provisto. Dios
está obligado a hacer un camino. Dios hace un camino para
la naturaleza. ¿Por qué tenemos estas grandes inundaciones a
través del país? Porque cortamos todos los árboles y cosas así,
permitiendo que el agua arrase. Uds. construyen una represa
aquí abajo y llenan el cauce del río; allí se va, el agua. Uds.
interfieren con la naturaleza. Dios tenía un camino provisto.
Eso es lo que causa la inundación. Todo lo que el hombre
manipula, que Dios ha hecho perfecto, vienen Uds. y lo hacen
imperfecto. Así es.
29 Ahora, como, por ejemplo, como los—los patos. Me gusta
mirar los patos, en las temporadas en que voy a cazar arriba
en la montaña. Iba allá arriba en la época de otoño. Bien, allá
todos los patos vienen de Luisiana y de por allá abajo, y de
los pantanos. Y suben al norte y se asientan, hacen un nido y
crían a sus patitos. Entonces los pequeños crecen, quizás llegan
alrededor de septiembre, en esta época del año, o a finales de
septiembre. Y entonces el patito, el machito, nunca ha salido de
ese estanque; solo ha estado allí en el estanque.
30 Después de un tiempo la escarcha llega allá arriba a la
montaña. Un poco de nieve golpea allá arriba, y una brisa fría
sopla hacia abajo por esa montaña. Ese patito lo siente. Y él
nunca ha estado en otro lugar mas que en ese estanque, él aún no
tiene un año de vida. Él levanta su cabeza en el aire, ese piquito,
y corre por el medio del estanque, haciendo “honk, honk”, todos
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los patos en el estanque se acercarán a él. Todos los patos del


estanque saben que él nació un líder. Y ese patito se elevará de
ese estanque, sin brújula ni nada, y saldrá tan directamente a
Luisiana, a los campos de arroz, como él pueda.
31 Parece que los Cristianos deberían tener el sentido de pato.
¿No es así? Así es. Correcto.
32 ¿Por qué? Uds. dicen: “Es el instinto”. No, ellos van por el
camino provisto por Dios. Dios les da un camino, un instinto para
llevarlos allá abajo, y ellos lo creen.
33 Pero, Dios le da al hombre el Espíritu Santo, y él Lo rechaza,
tiene su propio camino. Pero Dios tiene un camino provisto
para nosotros. ¡Aleluya! Me siento un poco religioso esta noche,
después de esto, y de esas cuantas noches de avivamiento.
34 Fíjense, ahí está. Sí, señor. Ese patito bajará hasta allá.
35 Y les diré algo más. Si Uds. salieran acá a un periódico, y allí
dice: “Mañana va a hacer un clima bonito”. Y salieran a cazar
y vieran cómo esos conejos se acomodan en esa hierba. No le
presten atención a esos periódicos.
36 Observen a esa cerda sacar las cortezas del lado norte de la
colina y llevarlas hacia allá, al lado sur de la colina, y hacerse
una—una cama en el lado sur de la colina. Ella sabe más de
esto que todos los comentaristas de los periódicos en el mundo.
Correcto. Ella tiene un instinto. Se va a hacia el lado sur, para
esconderse de ese viento frío del norte que baja. [El Hermano
Branham golpea el púlpito varias veces.—Ed.] ¡Oh, vaya!
37 Si un cerdo tiene suficiente sentido común para esconderse
de la brisa, ¿qué de Uds. con el Espíritu Santo? ¡Aleluya! Ese es
su instinto. Sí, señor.
38 Y Dios les dio un instinto. Es el camino provisto por Dios para
ellos. Ellos viven en la manera provista por Dios.
39 Ud. toma una flor, cuando muere y cae en la tierra. No es su
fin; vuelve a vivir. Dios hizo un camino provisto para ella, y ella
cree en eso.
40 Dios siempre ha hecho un camino provisto. A veces no lleva
por cosas agradables, a veces pasa por dificultades, pero es el
camino provisto por Dios. Dios lo hace, de todos modos.
41 Una vez Él tuvo un hombre en el camino provisto por Dios, el
cual tuvo que entrar en un foso de leones, pero él fue en el camino
provisto por Dios. Dios lo sacó de nuevo. ¡Aleluya!
42 Puedo ver a unos jóvenes hebreos sentados allá en Babilonia
una mañana. Se negaron a inclinarse ante un ídolo. Así es. Ellos
dijeron: “No lo haremos. Toquen toda la música que quieran, y
hagan sonar sus cornetas y trompetas, pero no nos inclinaremos
ante su ídolo”. ¡Aleluya!
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43 Danos más Sadracs, Mesacs y Abed-negos, (sí, señor) que


no se inclinarán ante sus cosas mundanas. No tenemos que
arrodillarnos ante eso. Dios nos ha hecho libres, por medio del
Espíritu Santo. ¡Aleluya! Sí, señor.
44 Ahora yo puedo ver allá abajo, una mañana. Vamos—vamos—
vamos a girar nuestras cámaras hacia esa dirección un minuto,
y observemos y veamos. Puedo ver a esos muchachos allá abajo,
una mañana. Ellos dijeron: “Mira, el rey dijo: ‘Todo el que no se
incline, vamos a arrojarlo en el horno ardiendo’”.
45 Y ellos fueron y entraron en oración, una noche. Al día
siguiente, cuando llegó el sonido para que se inclinaran ante la
imagen, pues, le dieron la espalda.
Así que él vino, dijo: “Muchachos, ¿hicieron Uds. eso?”. “Sí”.
46 “Bueno, calentaremos el horno, siete veces más de lo que ha
llegado a estar”.
47 ¡Ahora, no es extraño! Había una rampa colocada aquí, que
subía hasta la boca del horno.
48 Todo Babilonia estaba rojo esa mañana, el fuego rugiendo.
Puedo ver al Rey Nabucodonosor, como un hombre moderno de
hoy, se sentó allá afuera y dijo: “Ahora vamos a quemar toda esa
religión del Espíritu Santo de esos muchachos”.
49 ¡Oh, sí, no piensen que el diablo no los quemará! Seguro que
lo hará. Pero, recuerden, el Espíritu Santo Mismo es Fuego.
50 Ahora, quiero que observen, el camino de Dios llevaba
directo por esa rampa. Puedo ver a Sadrac, Mesac, Abed-nego,
caminando la marcha de la muerte. Puedo escuchar a Sadrac
decir: “Abed-nego, ¿lograste entrar en la oración?”.
“Sí”.
“Muy bien, entonces”.
“¿Estás seguro que estás en el camino de Dios”?
51 “Sí, señor. Y Dios dijo en Su Palabra que no nos inclináramos
ante los ídolos, y no lo haremos. Dios puede librarnos de este
horno ardiendo. Pero si Él no lo hace, qué importa. No vamos a
inclinarnos. Vamos a ir por el camino provisto por Dios”.
52 Puedo escuchar a alguien decir: “¿Están seguros de que
tienen Su manera provista?”.
“Sí”. ¡Aleluya!
53 Algunos dirían: “Bueno, ¿pero no piensan que todas esas
personas posiblemente podrían tener razón, y Uds. no?”.
54 “No, señor. La Biblia así lo dice, y nosotros nos quedamos con
Ella”. Ellos subieron directamente por esa rampa. Yo puedo…
El calor tan… El calor tan intenso era casi… Mató a los
hombres que los traían subiendo.
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55 Estaban a punto de entrar. Dios no había dicho una palabra.


Ellos aún caminando en el camino provisto. Caminaron directo
hasta la entrada del horno. Justo en el momento en que se
prepararon para entrar en el horno ardiendo… Saben, tengo
un cuadro oscuro muy horrible aquí frente a mí ahora mismo:
hombres que se esfuerzan por vivir fieles a Dios, caminan en
el camino provisto por Dios; a punto de ser quemados. ¡Qué
cuadro!
56 Fíjense, cada vez que hay algo sucediendo aquí abajo, hay
algo que sucede Allá arriba, al mismo tiempo. Vamos a mirar
Allá arriba un poco y ver qué está sucediendo. Puedo verlo a
Él de pie allí, y Sus ropas principescas rodeándole. ¡Aleluya!
Puedo ver, rápidamente, viniendo de la derecha, un gran y
tremendo Ángel, llamado Miguel. Tienen Uno allá arriba. ¿Lo
sabían? Puedo escucharle correr allá arriba hasta Su lado y decir:
“¡Maestro!”. Puedo verle desenvainar Su espada, así, y decir:
“¿Has mirado allá abajo en Babilonia esta mañana? Hay hombres
caminando en el camino provisto por Dios. Hay hombres que
están dispuestos a sellar su testimonio esta mañana. Nuestros
hermanos están a punto de ser quemados”. Puedo oírlo a Él decir:
“¡Déjame ir allá abajo! Yo cambiaré la escena”. Creo que Él
podría haberlo hecho; yo lo creo.
57 Puedo oírlo a Él decir: “No, no puedo dejar que lo hagas.
Gabriel, has sido un… O, Miguel, Tú has sido un excelente
Ángel. Ve, envaina tu espada, párate en posición firme allí”.
58 Aquí viene otro Ángel, se llama Ajenjo; él amarga las
aguas. Aquí viene, dice: “Maestro, mira allá abajo. Tengo todo
el control de las aguas. Me lo entregaste en la destrucción
antediluviana, y yo arrasé el mundo entero, todo menos a Noé
y su parentela. Ahora” dijo él, “déjame bajar allá y borraré a
Babilonia del mapa”.
59 Puedo oírlo a Él decir: “Ajenjo, eres capaz de hacerlo, así
es, pero Yo no puedo permitirte ir. Este es un trabajo tamaño de
Hombre”.
60 ¡Oh!, puedo verlo a Él levantarse, así. Ellos están a punto de
dar el último paso. Puedo verlo a Él extenderse allá y decir: “Ven
aquí”, a una gran nube de tormenta flotando allá. ¡Oh, vaya! Le
obedeció.
61 Puedo verlo, oírle a Él decir: “Viento del este, del norte, del
oeste y del sur, vengan aquí y carguen esta nube de tormenta.
Voy a conducirlos como caballos. Me sentaré en esta nube de
tormenta, esta mañana, como en un carro de guerra. Bajaré a
Babilonia, Yo Mismo”. ¡Aleluya!
62 Puedo verlo a Él extenderse y agarrar un relámpago en forma
de zigzag y hacerlo tronar por los cielos, así; justo cuando ellos
daban el último paso, al caminar en el camino provisto por Dios.
Y en el momento en que ellos caían allí, Él pasó por el Mar de
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la Vida y tomó una palma, y Él se paró allí abajo abanicando


una brisa sobre ellos. ¡Aleluya! Él siempre estará allí cuando el
hombre camina por el camino provisto por Dios. Sí, señor.
63 Una vez hubo un viejo predicador “loco”, un viejo predicador
de la santidad allá atrás, hace mucho tiempo, con el nombre de
Noé. Él dijo: “Saben, va a llover, vendrá una tormenta”.
64 Puedo oír a las personas ir alrededor y decir: “Oigan,
¿escucharon a ese viejo santo rodador allá arriba? Dijo que: ‘Va
a llover’. Pues, nunca ha llovido sobre la tierra. ¿Y va a llover?
¿Cómo, de dónde vendrá esa agua? Bueno, vamos a buscar con
la ciencia y averiguar si habrá agua allá arriba. Pues no, no hay
agua allá arriba. ¿Qué es lo que sucede? Ese viejo predicador ha
perdido la razón”.
65 ¡Pero Dios lo dijo! Dios dijo: “Prepara un arca, Noé, para
salvar a tu casa, para salvar a la gente”. Y Noé tuvo suficiente
sentido común para hacerlo. Eso es todo. Fue y preparó el arca.
66 Y un día, yo oigo a algunos de ellos abajo en la esquina,
hablando, abajo en la esquina del negocio. Algunos de ellos
dicen: “Oye, ¿qué pasó con la historia esa de la lluvia allá arriba,
ese viejo predicador loco hablando de que va a llover allá arriba?
¿Alguna vez oyeron hablar de tal cosa? Y él piensa que está en el
camino provisto por Dios”. Él lo estaba. Amén.
67 Cuando menos pensaron, vino un trueno y un relámpago.
Puedo ver a la anciana, gran y anciana mamita camello allí
afuera, mirar hacia arriba y decir: “Papá Camello, ¿escuchaste
eso qué fue? Eso fue un trueno. Eso es lo que dijo Noé. Vayamos al
arca”. Bajaron por la colina. Y aquí vienen papá caballo y mamá
caballo, y todo el resto de las parejas, directo al arca, uno por
uno. Dios cerró la puerta, envió la lluvia. Noé estaba en el camino
provisto por Dios.
68 Algunos de ellos se subieron a los troncos y dijeron:
“Yo flotaré”. Pero déjenme decirles que cuando las tormentas
comenzaron a arrasar, el arca subió. ¡Aleluya! ¿Por qué? Ellos
estaban en el camino provisto por Dios. Dios siempre bendecirá
a las personas que caminen en el camino que Él provee. Él no
proveyó un tronco; Él no proveyó esto, Él proveyó un arca.
69 Y hoy, mi hermano y hermana, hay un camino provisto para
hombres y mujeres, y es por medio de Jesucristo el Hijo de Dios,
Quien murió allá en el Calvario, y por medio de Su Sangre
tenemos remisión de pecados; y podemos recibir el bautismo del
Espíritu Santo, como aprobación de Dios, que Él nos ha aceptado
en Su Hijo, Cristo Jesús. ¡A salvo, seguros! ¡Aleluya!
70 Me van a llamar santo rodador, de todos modos, así que
aprovechen y empiecen ahora. Muy bien. Me siento muy bien.
Muy bien.
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71 ¿Lo creen? [La congregación dice: “Amén”.—Ed.] Ese es el


camino de Dios y el único camino. No es el camino metodista, no
es el camino bautista, no es el presbiteriano, no es el pentecostal.
Es el camino de Cristo. Cristo es el camino provisto por Dios. Él
es el sacrificio provisto por Dios. Él es Jehová-rafa. Él es Jehová-
jireh. Él es Jehová-manasés.
72 Cuando Abraham ofreció a Isaac, él llamó el lugar allí
Jehová-jireh, “el Señor Mismo Se proveerá un sacrificio”. Y allí
está, el Hijo de Dios. Amén. Dios siempre hace una vía de escape.
Sí, señor.
73 Había una vez un anciano predicador allá abajo predicando,
llamado Eliseo. Él subió allá, miró el país, y dijo: “Vaya, es lo más
horrible que he visto”.
74 Ese vil rey fue allá y se casó con una vil Jezabel pintada, con
suficiente pintura en su cara para hacer… La única mujer en
la Biblia que alguna vez se pintó la cara. ¿Y saben lo que Dios le
hizo a ella? Dios se la dio de comer a los perros. Esa es la única
que conozco.
75 Si ven a una mujer con mucha pintura en la cara, ¿saben
cómo pueden decirle? Díganle: “¡Hola, Señorita Comida para
Perros!”. Eso es lo que es, como carne para perros. ¡Oh, vaya!
Escuche, hermano, acabo de volver de África. Esa cosa viene de
la corriente del paganismo. Los paganos se pintan.
76 ¡Oh, hermano, cuando un hombre o una mujer se pone a
cuentas con Dios, Ud. no tiene que decirles eso!; se avergüenzan,
ellos mismos. ¡Aleluya! Así es.
77 “Vaya, cuando menos piensen, ella va a tener a todos estos
israelitas haciendo eso”. Elías dijo: “Señor, cierra los cielos. Haz
algo al respecto”.
78 Dios habló y dijo: “Bueno, Elías, te diré qué hacer. Ve y habla
con Acab”.
79 Y aquí viene un viejo predicador, caminando por allí,
envuelto en un gran pedazo de piel de oveja así, con la cara
cubierta de barba como una oruga peluda. Caminó ante el rey
y le dijo: “El rocío ni siquiera llamará… o caerá hasta que yo
lo llame”. ¡Aleluya! Él estaba en el camino provisto por Dios.
Sí, señor.
80 “Ah, vete de aquí, fanático. Muy bien, sabemos lo que estamos
haciendo”.
81 El anciano Elías dijo: “Señor, ¿qué debo hacer? Tú provee el
resto del camino. Yo ya hice eso”.
Dijo: “Sube allá junto al arroyo de Querit, y siéntate”.
82 “Está bien, un lugar muy malo, pero subiré y me sentaré. Tú
dijiste: ‘Ve allá arriba’. Si Tu sendero lleva hasta allá arriba, yo
caminaré hasta allí”.
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83 Subió y se sentó. Dijo: “Ahora, Señor, ¿qué voy a hacer


aquí?”.
“Siéntate allí. Simplemente quédate allí”.
84 Y de repente, comenzó a sentir hambre. Él dijo: “Señor, estoy
sintiendo un poco de hambre”. Y aquí viene un cuervo.
85 Algunos de ellos dijeron: “Miren a ese viejo predicador santo
rodador sentado allá arriba en la colina. Pues, ¡que loco está!
Bueno, ese hombre, sentado allá arriba bajo el sol, morirá. Vaya,
es un fanático”.
86 Y cuando menos pensaron, todas las aguas se secaron. No
hay agua para beber, allá abajo en—en la región. Pero cada vez
que Elías quería beber, él solo se inclinaba en el arroyo de Querit
y bebía. Y, cuando tenía hambre, aquí venía un cuervo, con un
emparedado en la boca, decía: “Aquí tienes, Elías”.
87 Ud. dice: “¿De dónde sacó el cuervo…? ¿Me quiere decir que
Ud. cree eso, Hermano Branham?”. Sí, señor. Sí, señor. “¿Quiere
decir que un cuervo le trajo a Elías algo para comer durante tres
años y seis meses”? Yo lo creo. Dígame: “¿De dónde lo sacó?”. No
lo sé. Lo único que sé, es que el cuervo lo consiguió en algún lugar
y se lo trajo a Elías, Elías lo comió y se sustentó de eso por tres
años y seis meses. Así es. Yo lo creo.
88 Así mismo es de… Ud. dice: “¿Qué lo hace tan feliz? ¿Qué
le hace sacudir el brazo?”. No lo sé. Lo único que sé, es que el
Calvario pagó por Eso, la Biblia Lo enseñó, el Espíritu Santo Lo
trajo y yo Lo tengo. ¡Aleluya! Ni siquiera sé de dónde viene Eso,
pero yo Lo tengo. ¡Aleluya! Así es. No puedo decirles de dónde
viene Eso, pero llegó aquí. ¡Oh, vaya! Eso hace que el abrigo le
quede mejor a uno. Seguro. ¡Aleluya! No se alteren. Eso significa
“alabado sea nuestro Dios”. ¡Amén! Eso significa: “Que así sea”.
¡Oh, vaya! Seguro que sí. Yo no sé…
89 Y ellos dijeron que él estaba loco, ¿sentado allá arriba? ¡Vaya!
Llegó la… Llegaba la hora de comer, aquí venía el portero
de color diciendo: “Aquí tienes, Elías. Aquí está tu desayuno”.
Pues, él estaba mejor que la mitad de las personas que están
aquí esta noche. Me imagino que no hay muchos aquí esta noche
que tengan sirvientes de color. Pero él tenía algunos sirvientes
de color, algunos cuervos que le traían algo para comer en cada
comida. ¡Aleluya! ¡Gloria! Dios tenía un comedor en alguna
parte; Él lo preparó, lo cocinó y se lo envió a él. ¡Aleluya! Ese
mismo Dios vive y reina hoy.
90 Él permaneció en el camino provisto por Él. Dios dijo: “Sube
allá y siéntate”, así que él lo hizo. Eso es todo lo que él sabía
hacer. ¿Qué piensan Uds. de eso, creen que es verdad? Lo es.
Amén. Sí, señor.
12 L A PAL A BRA H A BL A DA

91 Una niña iba un día por la calle, y dijo… Finalmente, la


misma dijo… “¡Oh, aleluya! ¡Aleluya!”. Ella acababa de recibir
el Espíritu Santo.
92 Y había un pobre incrédulo sentado en la esquina, dijo: “¿Por
qué estás tan contenta, jovencita?”.
93 Dijo: “¡Oh, Jesús acaba de salvarme y me ha llenado del
Espíritu Santo!”. Dijo: “Estoy muy contenta”.
Dijo: “Mira, ¿qué tienes en tu mano?”.
Dijo: “Mi Biblia”.
Dijo: “¿Crees en Ella?”.
“Seguro”.
Dijo: “¿Crees todo lo que hay en Ella?”.
“Todo en Ella”.
Dijo: “¿Crees en esa historia de Jonás?”.
“Sí”.
94 Dijo: “¿Crees que realmente esa ballena se tragó al hombre?”.
“Sí, señor. Yo lo creo”.
95 Dijo: “¿Cómo vas a probarlo de otra manera que no sea
la fe?”.
96 Ella dijo: “Bueno, cuando llegue al Cielo sencillamente le
preguntaré al Hermano Jonás”.
97 El incrédulo le dijo a ella, dijo: “¿Y qué pasa si el Hermano
Jonás no está en el Cielo?”.
98 Dijo: “Entonces Ud. tendrá que preguntarle”. ¡Aleluya! Solo
queda un lugar para él, y es el infierno.
99 Si Ud. rechaza el camino de Dios, Ud. tendrá que ir al
infierno. Así tiene que suceder. Es el único otro camino. Así que
Ud. está en un camino o en el otro. Amén. Muy bien.
100 Yo puedo verlo allá, sentado allá arriba y los cuervos
trayéndole algo de comer.
101 Regresó allá abajo caminando. Él bajó de la colina, un día.
Y Dios dijo: “Ahora el estanque está seco. Yo quiero que vayas
allá abajo a la casa de una viuda”. ¡Qué lugar para que vaya un
predicador! Dios le dijo que fuera. Ese era el camino provisto. Él
caminó hasta allá. Y ella no era una israelita, tampoco; no, no lo
era. Y ella caminó a la parte de atrás… Y él bajó la colina.
102 Y mientras él bajaba la colina, se encontró con una anciana
viuda parada en el patio, partiendo leña. Dijo: “Entra y dame
algo de comer, y tráeme un poco de agua”.
103 Ella dijo: “Vive Jehová, y tu alma nunca muera, que solo
tengo suficiente harina en la casa para hacer un pequeño pan
cocido para mi hijo. Y ahora yo recogía dos leños para poder
hornear este pan, y que él y yo comamos y muramos”.
EL CA M I NO DE DIOS QUE H A SIDO H ECHO PA RA NOSOTROS 13

104 Dijo: “Ve a traerme un poco de agua, primero, y hornea el


pan y tráemelo”. ¡Aleluya!
105 ¿Qué va a hacer ella? Ahí está el camino provisto por Dios.
“Buscad primero el Reino de Dios y toda Su justicia”.
106 Ud. dice: “Hermano Bill, mi madre se fue de casa. Mi marido
no quiere vivir conmigo”.
107 “Buscad primero el Reino de Dios y Su justicia”, ¡aleluya!,
“todas estas otras cosas serán añadidas”. Así es.
108 “¿Cómo voy a hacerlo, Hermano Bill”? Solo siga adelante y
hágalo. Jesús dijo: “Sígueme a Mí”. Así es. Mantenga su ojo en lo
correcto. Muy bien.
109 Y enseguida ella entra, toma estos dos leños y los parte.
¿Conocen Uds. la antigua forma india de partir un palo? Eso era
la cruz, por supuesto. Y en cruz, lo queman justo en el medio. Allí
es donde ardía el fuego, en ese horno de pan.
110 Sacó el pan y se lo dio al predicador, y él se paró allí y comió.
Dijo: “Ahora vuelve y haz uno para ti y para tu mu-… hijo.
Porque ASÍ DICE EL SEÑOR: la tinaja no escaseará, ni la vasija
se secará, hasta el día en que Dios haga llover sobre la faz de la
tierra”. ¡Aleluya!
111 ¿Qué? Por cuanto ella primero buscó el Reino de Dios, por
cuanto ella caminó en el camino provisto por Dios, Dios la
recompensó. ¿Lo creen? [La congregación dice: “Amén”.—Ed.]
Sí, señor.
112 Hubo una vez una mujer que perdió a su hermano. Su nombre
era Lázaro. ¡Oh, él era un buen muchacho!; ella se molesto
al perderlo. Y él murió. Ella envió a llamar a su pastor, o al
evangelista, que era Jesús. Ella había salido de una iglesia, y
había dejado todo lo que tenían. Y ella envió a buscar a Jesús
para que viniera a orar, y Él simplemente siguió adelante. Envió
de nuevo, y Él simplemente siguió. Él dijo: “Yo no hago nada
hasta que el Padre Me muestre”. El Padre ya le había mostrado
a Él que Lázaro iba a morir.
113 Él vino, después de un tiempo, pasado unos tres o cuatro días.
Él dijo: “Lázaro ha muerto, y por vosotros me alegro de no haber
estado allí; mas voy para despertarle”.
114 Y entonces ella oyó que Jesús venía, así que salió a
encontrarle.
115 Ese fue el camino provisto por Dios: ir a encontrar a Jesús.
Así es, siempre. Cuando haya tristeza en su hogar: vaya a
encontrarse con Jesús. Si tiene enfermedad en su hogar: vaya
a encontrarse con Jesús. Si tiene angustias en su hogar: vaya a
encontrarse con Jesús. ¡Aleluya! Si tiene alguna una necesidad:
vaya a encontrarse con Jesús. Vaya a encontrarse con Él. Él tiene
todo el remedio, todo está allí; Él no tiene el remedio, Él tiene la
cura. Amén.
14 L A PAL A BRA H A BL A DA

Entonces ella fue a encontrarlo, y cayó a Sus pies.


116 Y ella había leído una historia, una vez, donde había una
mujer por allá en la Biblia, y una sunamita. Ella estaba muy
pendiente de un predicador llamado Eliseo. Entonces ella hizo
un pequeño aposento allí al lado de su casa, puso una cama y
un candelero y una silla, y demás. Y Eliseo vino y él vio toda
esta bondad que ella había hecho para el predicador, pagó sus
diezmos y todo, Uds. saben. Entonces él dijo: “Ve y pregunta,
ve lo que podemos hacer, si voy y le hablo al rey o al capitán
principal”.
117 Ella dijo: “Yo habito con mi pueblo y todo está bien”.

Dijo: “Muy bien, ve a preguntarle qué puedo hacer”. Giezi


dijo: “Ella es estéril; no tiene hijos”.
118 Dijo: “Ve a decirle, ASÍ DICE EL SEÑOR, ‘Para esta época
del año, por este tiempo, ella recibirá un hijo’”. Y ella lo recibió.
119 El niño llegó a tener unos once o doce años. Un día, cerca del
mediodía, él estaba en el campo con su padre, creo que se insoló.
Él comenzó a gritar: “¡Mi cabeza! ¡Mi cabeza!”. Él envió con uno
de los sirvientes al bebé, al muchachito. Lo puso en las rodillas
de su madre y al mediodía murió.
120 ¡Qué lugar más apropiado! Ella lo subió y lo puso sobre la
cama del predicador, donde el profeta se había acostado. Un
buen lugar para ir. Lo acostó justo en la cama del predicador.
121 Ella dijo: “Ensíllame ahora una mula y avanza, y no te
detengas hasta que yo ordene”.
122 Me gusta eso. ¡Avanza y no te detengas! Solo siga adelante.
Así es.
123 El problema es que nos detenemos a hablar con demasiadas
personas. Nos detenemos en demasiadas fiestas sociales.
Tenemos demasiado coser y coser, y organizamos fiestas de
costura, Uds. saben, puntada y costura y criticamos a la señorita
fulana y mengana. Uds. saben cómo es. Todas estas cosas
diferentes entran a la iglesia. Cuando, deberían arrojar toda esa
agua sucia, y tener un avivamiento a la antigua, enviado por
Dios; entrando en oración, hasta que regresen a que el Cielo
descienda y que el Espíritu Santo venga como un viento recio y
llene el lugar y a las personas. Amén. Eso es lo que necesitamos.
Ella dijo: “No te detengas”.
124 Y su marido dijo: “El hombre no está en el Carmelo”. Dijo:
“No es nueva luna ni día de reposo”.
125 Ella dijo: “Todo está bien”. Ella quería llegar al profeta. Así
que ella salió directamente.
126 Eliseo se asomó y dijo: “He aquí viene esa sunamita. Algo le
sucede; no sé que será”.
EL CA M I NO DE DIOS QUE H A SIDO H ECHO PA RA NOSOTROS 15

127 Ella subió corriendo. Y él dijo: “¿Te va bien a ti y a tu marido,


a tu hijo?”.
128 Ella dijo: “Todo está bien”. Me gusta eso. Ella había tomado
el camino provisto por Dios. Dijo: “Todo está bien ahora”. Y
entonces ella comenzó a revelarlo.
129 Él le dijo a Elías, dijo: “Ve, toma mi báculo y ponlo…”. O le
dijo a Giezi: “Ve, toma mi báculo y ponlo sobre el niño”.
130 Pero ella dijo: “No voy a dejarte”. Así que el profeta regresó,
oró, caminó de allá para acá en la habitación, puso su cuerpo
sobre el niño muerto, y este volvió a la vida.
131 La mujer, Marta, sabía que la sunamita se había dado cuenta
de que Dios estaba en Su profeta. Y si Dios estaba en Su profeta,
sin duda, Dios estaba en Su Hijo. Así que si ella podía llegar a
Jesús, tendría el remedio. Entonces ella corre y se postra ante
Él. Ella dijo: “Señor, si…”. Eso es lo que Él era. “Señor, si
Tú hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Mas
también ahora, todo lo que Tú le pidas a Dios, Dios lo hará”.
¡Oh, me gusta eso! “También ahora, todo lo que Tú le pidas a
Dios, Dios lo hará”.
132 Eso está vigente en esta noche. Ud. dice: “Yo soy un pecador,
Hermano Branham”. También ahora, todo lo que Ud. le pida a
Dios, Dios lo hará. “Ten misericordia de mí, pecador”, y Él lo
hará. Si Ud. está enfermo: “Ten misericordia de mí, Señor”, y Él
lo hará también ahora. Ud. dice: “El médico me ha desahuciado;
¡mas también ahora, Señor! No he caminado en cinco años; ¡mas
también ahora, Señor! No he podido oír, no sé desde cuándo;
mas también ahora, Señor. No he hablado ni una palabra, y no
puedo decirle desde cuándo; mas también ahora, Señor”. Todo lo
que Ud. le pida a Dios, y Él está sentado a la diestra del Padre,
intercediendo sobre su confesión. ¡Aleluya!
Dijo: “También ahora, todo lo que Tú le pidas a Dios,
Dios hará”.
133 Él enderezó Su pequeño ser y dijo: “Tu hermano resucitará”.

134 Dijo: “¡Oh, sí!, Señor, en la resurrección general en el día


postrero, él resucitará”.
Él dijo: “Yo soy la resurrección y la Vida”. ¡Oh, vaya!
135 La Biblia dice: “Sin atractivo para que Le deseemos, un
Hombrecito de apariencia frágil”. Pero Él dijo… Cuando Él se
enderezó, allí estaba Dios.
136 Él dijo: “Ahora tu hermano resucitará”. Dijo: “Yo soy la
resurrección y la Vida”, dice Dios. “El que en Mí cree, aunque
esté muerto, vivirá. Todo aquel que vive y cree en Mí, no morirá
eternamente. ¿Crees esto?”.
137 Ella dijo: “Sí, Señor. Yo he creído que Tú eres el Hijo de Dios,
que has venido al mundo”.
16 L A PAL A BRA H A BL A DA

138 Dijo: “¿Dónde lo habéis puesto?”. Aquí va Él al sepulcro.


Jesús lloró.
139 Una mujer me dijo no hace mucho… una mujer muy fina,
una de la ciencia cristiana que no creía que Jesús era la… tenía
la Deidad. Ella creía que Él fue un profeta. Ella creía que Él fue
un hombre bueno, pero que Él no era, Él no era nacido de una
virgen. Ellos niegan el nacimiento virginal.
140 No solo eso, sino que una encuesta mostró que el ochenta y
cinco por ciento de los predicadores protestantes de los Estados
Unidos afirman que el nacimiento virginal fue falso. Así es. Yo
podría fácilmente hacerlo, podría fácilmente concluir eso por la
manera en que Uds. lo viven. Esa es la pura verdad, creían que era
falso. Y un porcentaje mayor que ese no creía que Jesús regresaría
visiblemente de nuevo. ¡Con razón necesitamos un avivamiento!
141 Hermano, escuche esto. Uno escucha tanto sobre el
avivamiento, hoy en día; no hemos tenido un avivamiento.
142 Yo hice seguimiento a otro hombre, aquí no hace mucho,
donde hablan mucho de esto. Dijo que “él fue a una ciudad
y tuvo cinco mil conversiones”. Hicimos un seguimiento
inmediatamente, (no yo) un grupo de ministros, y tomaron las
tarjetas y les hicieron seguimiento de nuevo, y en un lapso de
treinta días no pudieron encontrar treinta que declararan ser
salvos. ¿Saben lo que pienso? Yo creo que es convicción en vez
de conversión, cuando un hombre nace de nuevo del Espíritu
de Dios.
143 Lo que necesitamos hoy en día no es una reunión prolongada,
sino un avivamiento a la antigua, enviado por Dios, del Espíritu
Santo; una religión de antaño, celestial, que mate el pecado, que
lave con Sangre. Amén. Les hace devolver esas herramientas de
llantas y que se arrepientan. Así es.
144 Ella dijo, entonces ella dijo: “Pues, mire aquí, Hermano
Branham, yo puedo probarle que Él no era nada más que un
hombre”.
145 Yo dije: “Hágalo. Si Ud. puede probarme que Él no era Dios,
entonces lo aceptaré”.
146 Ella dijo: “No, Él no era Divino. Él solo era un hombre. Y
puedo probarlo por la Biblia, que Él solo era un hombre”.
147 Yo dije: “Si puede probarlo por la Biblia, entonces lo
aceptaré”. Ella dijo: “¿Está listo?”. Yo dije: “Lo estoy”.
148 Ella dijo: “Cuando Él fue, en San Juan 11, cuando Él fue al
sepulcro de Lázaro, Él lloró”.
Yo dije: “¿Qué tiene que ver eso?”.
149 Dijo: “Pues, eso probó que Él no era nada más que un hombre,
Él estaba llorando”.
EL CA M I NO DE DIOS QUE H A SIDO H ECHO PA RA NOSOTROS 17

150 Yo dije: “Mire aquí, señora. Él era un hombre, seguro, pero Él


era más que un hombre. Él era un Dios-Hombre”.
151 Dios estaba en Cristo, reconciliando Consigo al mundo. Sí,
señor. Él vino a hacer la voluntad del Padre. Él caminó por el
camino provisto por Dios. Él no miró a la derecha o a la izquierda;
Él hizo lo que Dios dijo que hiciera. Él era el camino provisto
por Dios.
152Y en el camino hacia Lázaro, Él lloró. Él era un hombre
cuando estaba llorando.
153 Pero cuando Él se paró allí al lado del sepulcro, donde un
hombre había estado muerto por cuatro días; y los gusanos de
la piel que se arrastraban, entrando y saliendo de su cuerpo, y
un hedor a su alrededor; cuando Él dijo: “Lázaro, ven fuera”, un
hombre que había estado muerto cuatro días, se puso de pie y
vivió de nuevo. Ese era más que un hombre. ¡Aleluya! Sí, señor.
Él era un hombre llorando, pero Él era Dios en la resurrección.
154Él era un hombre cuando bajó de la montaña, esa noche,
hambriento, buscando por todas partes, en los árboles, algo para
comer. Él era un hombre cuando tuvo hambre.
155Pero cuando tomó cinco panecillos y dos pedacitos de
pescado, y alimentó a cinco mil personas, ese era más que un
hombre. Ese era Dios en carne. ¡Aleluya!
156 Él era un hombre cuando se acostó en la barca esa noche,
cuando virtud había salido de Su vestidura; Él estaba tan débil
que incluso, y un mar poderoso rugiendo, diez mil demonios del
mar juraron que Lo ahogarían esa noche; cuando esa pequeña
barca vieja fue sacudida allá, como un corcho de botella en
un mar poderoso. Yo sé que Él era un hombre cuando estaba
acostado allí, dormido, pero cuando ellos dijeron: “¿No tienes
cuidado que perecemos?”.
157 Él puso Su pie sobre la borda de la barca, dijo: “Calla,
enmudece”, y hubo una calma. Ese era más que un hombre.
¡Aleluya! Ese era mi Dios. ¡Aleluya! Correcto, Él era; sí,
ciertamente, lo es.
158 Él era un hombre cuando Él estaba colgado en el Calvario,
cuando ellos Le dieron el mayor tributo que jamás le dieron.
Cuando dijeron: “A otros salvó, a Sí Mismo no Se puede salvar”.
¡Qué maravilloso tributo, o halago, ellos Le rindieron! Si Él
hubiera salvado a estos otros y a Sí Mismo, Él no podría salvar a
otros. Así que, Él tuvo que darse a Sí Mismo, para salvar a otros.
Él era un hombre cuando clamó misericordia, cuando Él dijo:
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”. Él murió
como un hombre. Sí.
159 Pero cuando Él resucitó en la mañana de Pascua, Él demostró
que era Dios. Con razón el profeta dijo:
18 L A PAL A BRA H A BL A DA

Viviendo, Él me amó; muriendo, me salvó;


Sepultado, Él llevó lejos mis pecados;
Resucitando, Él me justificó gratuitamente
para siempre;
Algún día vendrá, ¡oh, glorioso día!
160 ¡Aleluya! Yo Le amo. ¿Uds.? [La congregación dice:
“Amén”.—Ed.] Caminen en el camino provisto por Dios.
161 Yo puedo ver a unos magos, una vez, yendo a Su nacimiento,
para adorarle. Puedo verlos a todos preparándose. Están
cargando sus camellos.
162 Puedo ver a Jim Jones y los demás, y a John Doe, empacando.
Puedo verlos colocando esas mesas plegables, empacadas aquí en
el lado así, y cargaron encima todo lo demás, y ellos iban a ir a
adorar a Jesús. Se dieron cuenta, cuando salieron allá, de que los
viejos camellos no podían caminar.
163 Eso es precisamente lo que sucede con la iglesia hoy en día.
Uds. han empacado tanto mundo, que los echa para atrás. Así es.
164 Yo puedo verlo partir así, y a los demás. Llegaron allá, al lado
de la montaña, y ni siquiera pudieron pasar, porque: “Estrecha es
la puerta y angosto el camino, pero pocos serán los que la hallan”.
Sí, señor.
165 Puedo ver a un hombre anciano empacando, él estaba
empacando poco, porque: “Estoy empacando, para ir al Cielo”.
166 Hermano, yo no estoy empacando para ir al Cielo. Estoy
desempacando para ir al Cielo. ¡Aleluya! Entonces, el Rapto,
corte todo. La Biblia dijo: “Despojémonos de todo peso y del
pecado que fácilmente me asedia, para que podamos correr con
paciencia esta carrera”.
167 Puedo ver a ese anciano yendo, vean. Yo puedo ver a su esposa
por ahí, decir: “Juan, ¿qué pasa, muchacho? ¿A dónde vas?”.
Dijo: “Voy a adorar al Señor”.
“¿Cómo sabes por dónde vas”?
“Pues, para allá voy”.
168 “Bueno, ni siquiera tienes una brújula; ni siquiera tienes tu
licencia ministerial. ¿Qué es lo que te ha sucedido? ¿Será que te
reciben? ¿Vas a adorar al Señor?”.
“Sí”.
“Lleva tu brújula”.
“No, no la necesito”.
“¿No la necesitas? ¿Cómo vas a llegar allá?”.
169 Puedo verlo apuntar arriba a la Estrella de la mañana, decir:
“Voy por el camino provisto por Dios”. Amén. Dios proveyó
una Estrella, para guiar a los magos. Ellos no necesitaban una
EL CA M I NO DE DIOS QUE H A SIDO H ECHO PA RA NOSOTROS 19

brújula; necesitaban el camino provisto por Dios, la Estrella.


¡Gloria!
170 Y el mismo Dios que guió a los magos a Cristo, por la Estrella,
está aquí esta noche en la forma del Espíritu Santo, para guiarlos
a Uds. a Cristo, al nuevo Nacimiento, al bautismo del Espíritu
Santo, que es el camino provisto por Dios. “El hombre que no
naciere de agua y Espíritu, ni siquiera verá el Reino de Dios”.
Hombres y mujeres, ¿Lo han recibido?
171 Se me acabó el tiempo. ¡Oh, vaya, quiero entrar en eso! Meter
la mano en los bolsillos de mi pantalón y predicar como un viejo
predicador campesino. ¿Por qué? Me encanta. “Muchacho, me
gusta el helado”, pero uno tiene que tener un poco de tocino
y frijoles al lado. Algo que nos alimente, que les dé sabor. Eso
es lo que necesitamos. ¿Verdad que sí? [La congregación dice:
“Amén”.—Ed.] Seguro.
172 Dios tiene un camino provisto. ¿Están Uds. en Él esta noche?
¿Han recibido Uds. el Espíritu Santo desde que creyeron? Ahora
Uds. buenos amigos míos bautistas, saben que yo pertenecí…
yo era un bautista, y mi pastor aquí es un bautista. Pero quiero
decirles algo. Hechos 19 dice: “¿Recibieron Uds. el Espíritu Santo
desde que creyeron?”. No cuando Uds. creyeron, sino “desde” que
creyeron. Sí, señor. Si no, es para Ud. esta noche. Dios tiene un
camino provisto.
173 Hermano, hermana, no intente seguir su propio camino. No
vayan con hojas de higuera. No vayan flotando en un tronco,
como intentaron en la destrucción antediluviana. No se pongan
hojas de higuera, como Adán. No intenten ir por el camino del
Rey Nabucodonosor, para perseguir a la Iglesia de Dios. No
vayan por todos estos otros caminos diferentes, estas formas y
maneras, que podríamos mencionar muchas.
174 No vayan como lo hicieron los fariseos, una persona muy
religiosa, dijo: “Ahora mire aquí, estamos en una posición alta. Y
si algo está sucediendo, sabremos todo al respecto”.
175 Y Dios pasó desapercibido allá afuera, y nació un Niño en
un pesebre de Belén, lo llevó a Él abajo al mundo; y lo sacó a Él
del mundo por pena capital; y ellos no supieron nada al respecto.
¡Correcto! El camino provisto por Dios.
176 ¡Oh!, una vez hubo una mujer, había gastado todo el dinero
que tenía. ¡Aleluya! Los médicos no pudieron ayudarla. Y un día
ella estaba a punto de desmayarse. Ella había tenido flujo de
sangre por muchos, muchos años. Y un día ella oyó que clamaban,
en una barca. ¡Ella miró allá afuera y allí había llegado el camino
provisto por Dios! Eso es…?… ¡Oh, vaya!
177 Puedo verla a ella acudir a los pulidos bautistas clásicos.
“Los días de los milagros han pasado”. Ella solo pasó
arrastrándose allí entre sus piernas. Ellos tuvieron que moverse.
20 L A PAL A BRA H A BL A DA

178 La veo llegar allí a donde Brigham Young y todas sus esposas;
ella solo pasó de largo. ¿Qué dijo ella?
179 Les oigo decir: “¡Alto ahí! ¿Adónde va, pues, el médico no
puede ayudarla? Entonces ¿adónde irá Ud.? Yo la he visto a Ud.
allá, con ese flujo de sangre”.
Ella dijo: “Voy a ir por el camino provisto por Dios”.
180 “¿Dónde está? ¿No estará hablando de ese hipócrita allá?”.

“Allá mismo es. Voy a entrar directamente”.


181 Ella se abrió paso, y rodeó, hasta que llegó a esta persona
aquí. Y él pertenecía a—a este tipo de iglesia, y esto y aquello,
y todos trataron de empujarla hacia atrás. Pero ella se abrió
camino hacia Jesús.
182 Algunos de ellos dijeron: “Ahora espere un minuto, hermana.
Si Ud. come carne, no puede hacerlo”. Ella estaba yendo en el
camino provisto por Dios.
183 “Si Ud. no ha tomado en las manos serpientes, no puede
hacerlo”. Ella fue en el camino provisto por Dios. Ella quería
llegar a Jesús. Así es.
184 Pienso en el David de antaño. ¡Aleluya! Sí, señor. Cuando
dijo que hay… Donde habló de… Él dijo: “Gustad y ved que
es bueno Jehová; sabe como a miel en la peña”. Una pequeña
y vieja descripción que yo usaba, pensando en una vieja alforja
que ellos solían llevar en su lado aquí, una pequeña bolsa en la
que ponían miel, los pastores antiguos. Y cuando las enfermas les
daban… las ovejas se enfermaban, sacaban un poco de la miel
de la alforja y la untaban sobre una piedra caliza, y llamaban a
la oveja enferma y dejaban que esa oveja enferma fuera a lamer
en esa roca. Y cuando iban a lamer la miel de la roca, iba y lamía
un poco de la piedra caliza mientras lamía la miel. ¿Y saben lo
que sucedía? Las ovejas enfermas se recuperaban.
185 Ahora mire aquí, hermano. Tengo una bolsa en la alforja
llena de Ella, esta noche. Y no voy a ponerla en la iglesia
bautista, la iglesia metodista, la iglesia presbiteriana, o la iglesia
pentecostal. La estoy poniendo en Cristo Jesús, donde Ella
pertenece, y Uds. ovejas enfermas vayan a lamer y seguro que
obtendrán algo de Ella. Sí, señor. Lámanlo a Él. Como ese
hombre de la antigüedad, enterrado, y…?… Lámanlo a Él;
Uds. lo obtendrán.
186 No le presten atención a lo que dice su iglesia; préstenle
atención a Cristo. Síganlo a Él, porque, en Él, ¡Él es la Iglesia!
Yo lo veo, vayan por el camino provisto por Dios. Él no llegó a
decir que la metodista era el camino provisto por Dios, ni dijo
que la bautista lo era, o cualquier otra iglesia. Él dijo: “Yo soy el
Camino, la Verdad, y la Vida”.
Ud. dice: “Pues, ¿cómo sé que yo estoy en Él?”.
EL CA M I NO DE DIOS QUE H A SIDO H ECHO PA RA NOSOTROS 21

187 “Por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un Cuerpo,


llegamos a ser miembros de ese Cuerpo”. Primera de Corintios
12, así es, sujetos a Dios…
188 Todo lo que Él tiene en Su Reino nos pertenece. Él
simplemente toma todo el gran Libro lleno de cheques, y firma
abajo Su Nombre, dice: “Aquí tienes, hijo. Cualquier cosa que
necesites, ve a buscarla”. Amén.
189 No tengan miedo de llenarlo. Llénenlo y entréguenlo, digan:
“Gracias, Señor”. ¡Aleluya! Eso se cumplirá.
190 “Todo lo que pidiereis” Marcos 11:24, “orando, creed que lo
recibiréis, os vendrá”.
191 Firme el cheque, diga: “Señor, necesito sanidad”.
Arránquelo, diga: “Allí tienes, Señor, lo pido en el Nombre de
Jesús para sanidad”. Diga: “Gracias, Señor” y siga caminando,
creyendo por la sanidad. Y viene de inmediato, como aquellos
cuervos, enviándole esa comida a Elías. Allí está.
192 Diga: “Necesito salvación para mi alma”. ¿Qué hará Ud.?
Solo llénelo y diga: “Dice: ‘Venid a Mí todos los que estáis
trabajados y cargados, Yo os haré descansar’. Eso es para mí,
Señor”. Llene el cheque. “Necesito salvación. Dámela, Señor”.
“Aquí La tienes”.
“Gracias, Señor”. Váyase con ella.
193 ¿Necesita el Espíritu Santo? Sí, señor. “Quedaos en la ciudad
de Jerusalén hasta que seáis investidos de Poder desde lo Alto.
Cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, Me seréis
testigos en Jerusalén, Judea y Samaria, y hasta las últimas partes
del mundo”. ¿Lo creen? [La congregación dice: “Amén”.—Ed.]
Llene el cheque y envíelo arriba, firmado, vea lo que sucede.
Dios se Lo dará. El camino provisto por Dios. Él le proveyó un
Libro de cheques, proceda y llénelo. Dios Lo prometió. ¿Lo creen?
[“Amén”.] Seguro. Dios siempre tiene un camino provisto.
194 Había un pequeño anciano llamado Jairo, un día. ¡Oh!, él se
había unido con un grupo de incrédulos.
195 Como gran cantidad de predicadores, se han unido de la
misma manera hoy en día. La Biblia dice: “No se unan en yugo
con los incrédulos”. Muy bien. Cuando menos lo piensan…
¿Me pregunto quién habrá dicho eso? ¿Uds. lo han hecho?
196 Pues, la Biblia dice: “Estas señales seguirán a los que
creen: En Mi Nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas
lenguas, tomarán en las manos serpientes, beberán cosas
mortíferas, sobre los enfermos pondrán las manos, y sanarán”.
Si uno predica Eso, en la mitad de las iglesias hoy lo echarán por
la puerta. Así es. Así es. No conocen el camino provisto por Dios,
pero eso es lo que Él dijo. Eso es lo que Jesús dijo. ¿Lo creen Uds.?
[La congregación dice: “Amén”.—Ed.] Sí, señor.
22 L A PAL A BRA H A BL A DA

197 Y entonces si Él así lo dijo, amén, yo lo creo. Yo creo que Eso


es la Verdad, y estoy caminando en Su camino, lo que Él dijo que
hiciéramos. Y Él está confirmando Eso con señales, maravillas
que le siguen. Así es.
198 Así que, hagan lo mismo, entren directamente. Es para
todo… El que quiera, que entre. Vengan. Dios les ha llamado,
tienen que venir, así que entren. No esperen más. Acéptenlo,
esta noche.
199 Yo veo a este pequeño anciano; él se había unido. Él amaba
a Jesús, pero con todo, él estaba como… Él no quería perder su
prestigio, Uds. saben, las bendiciones. Así que, ellos salieron; lo
hicieron.
200 Entonces el Señor dijo: “Ahora miren a ese pequeño anciano
allá abajo. Yo lo predestiné a Vida Eterna, y allí está con ese
montón de incrédulos. Así que Yo voy a arreglarlo”. Él solo
permitió que su hija se enfermara.
Él dijo: “Bueno, llamaré al Médico Doe”.
201 El Médico Doe la examinó. Él dijo: “El pulso está bajando,
Jairo. Te diré lo que debemos hacer; es mejor que hagamos esto,
aquello”. Y le dio todos los medicamentos, y demás. Ella continuó
igual, muriendo.
202Entonces él dijo: “¿Me—Me—Me—Me pregunto si Dios habrá
provisto un camino?”. ¡Oh, vaya!
203¡El Hombre que él tanto había criticado, por la sanidad
Divina! O, que oyó hablar Él, y él dijo: “Sí. Sí. Ajá”.
“Jairo: ¿no crees que Él sea un hipócrita?”.
204 “No” dijo el Espíritu Santo, “Él no es un hipócrita. Tú
cree en Él”.
205 “¡Oh!, está bien, sí. ¡Oh!, yo—yo—supongo que Él es”.
206 ¿Ven?, así es como son algunos de estos predicadores
fronterizos, es cierto, solo tienen miedo. ¡Oh, que Dios les quite
el espinazo de gallina y les ponga un verdadero espinazo!
207 Me gusta el testimonio de Buddy Robinson. Él dijo: “Señor,
dame el espinazo del tamaño de un tronco de aserrar. Pon mucho
ruido en la cima de mi alma. Y permíteme luchar contra el diablo
mientras me quede un diente, y después con las encías hasta que
yo muera”. Me gusta eso. Así es. Él dijo: “Yo tenía una perra
cazadora de mapaches. Ella murió de vieja. Ella traía el mapache
hasta cuando ya no le quedaba ni un diente, entonces ella mordía
esos mapaches y chillaba”. Me gusta eso. ¡Así es! ¡Aleluya!
208 Ud. dice: “Hermano Branham, yo a duras penas tengo
educación. Soy muy insignificante. ¡Los predicadores me
rechazarán!”.
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209 Volvamos a la historia. “No es el tamaño del perro en la pelea;


es el tamaño de la pelea en el perro”. ¡Así es hoy! ¡Párese allí! No
lo estoy comparando con un perro, pero párese allí.
210 Como dijo el viejo cacique un día, cuando se preparaba para
partir. Dije: “¿Cómo le va, cacique?”.
211 Dijo: “Quiero decirle, hermano”. Dijo: “Hay dos perros en
mí; uno es negro y el otro es blanco. El negro quiere que haga el
mal, y el blanco quiere que haga el bien”. Dijo: “Siempre están
peleando y discutiendo”.
Yo dije: “¿Cuál gana, cacique?”.
Dijo: “Depende de a cuál de los dos alimenta más el cacique”.
212 Y eso también es muy cierto. Sí, señor. Muy bien, hermano.
Les digo que lo que el mundo necesita esta noche es una buena
sacudida a la antigua.
213 Jairo dijo: “Esperen un minuto”. La hija se enfermó
gravemente. La única esperanza que había para recuperarla era
ir a Jesús. Ella… Ellos fueron a buscar a Jesús.
214 Mientras él iba por el camino… Lo veo llegar allá. Y la
mujer acaba de ser sanada del flujo de sangre. Aquí va él,
decía: “Mi hija está postrada ahora… No me importa lo que el
sacerdote diga o lo que diga cualquiera. ¿Puedes venir, colocar
Tus manos sobre ella? Yo creo que Tú eres el camino provisto por
Dios para su sanidad. ¿Puedes venir, colocar Tus manos sobre
ella para que sane?”.
Dijo: “Iré”.
215 Y aquí va Él, en camino. Cuando menos pensó, aquí viene
un hombre de su casa, corriendo, le dice: “Jairo, no molestes al
Maestro, porque, ella ya está muerta”. ¡Oh, oh, vaya! Puedo ver
su corazoncito saltar dentro de él, así.
216 Puedo ver esos ojos amorosos y tiernos de Jesús girar hacia
él, decir: “¿No dije: ‘No temas, y verás la gloria de Dios’?”. Él es
el camino provisto por Dios.
217 Había un anciano llamado Bartimeo el ciego, que un día
estaba a las puertas pidiendo limosna. Se estaba tornando frío,
era cerca de octubre. Él oyó un ruido por la calle. “¿Qué será?”.
“Pues” dijo él, “ese es el—el Jesús de Nazaret”.
218 Él no se fijó… Se quitó la capa. Él no la acomodó allí,
doblada en el suelo, Uds. saben, para poder encontrarla a tientas
cuando regresara. Él tiró su capa a un lado. Dios había provisto
un camino, y fue tras él. Él había corrido hasta aquí.
219 Algunos…?…decían: “¡Siéntate! ¡Siéntate! Él no tiene
tiempo para perder contigo”.
220 Él gritó mucho más fuerte: “¡Jesús, Hijo de David, ten
misericordia de mí! ¡Ten misericordia de mí!”. Él se estaba
abriendo paso. “¡Ten misericordia de mí! Yo sé Tú que eres
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el camino provisto por Dios para mis ojos. ¡Oh, Señor, ten
misericordia de mí!”. Así es.
221 Un día leí la historia de Bartimeo el ciego, una historia corta.
Decían que había sido ciego por años. Él tenía una hija pequeña
que nunca había visto. Una noche… Y él solía subir allá y
sentarse en la calle. Él tenía un corderito. Los corderos solían
guiar a los ciegos como lo hacen hoy los perros; los perros que
guían a los ciegos. Ellos tenían un cordero entrenado para guiar
a los ciegos. Y entonces uno dijo un día que…
222 Él tenía dos tórtolas pequeñas y daban pequeñas volteretas,
así, para atraer la atención de los turistas que entraban en
Jerusalén, o en la—la ciudad, y ellos echaban monedas en su vaso.
Él estaba ciego.
223 Así que una noche su esposa se enfermó mucho, y él fue al
Señor. Y dijo: “Señor, yo no tengo nada; soy un hombre pobre; soy
un hombre ciego; no tengo nada que darte. Mas yo Te creo, Señor.
Y si tuvieras misericordia y permitieras que mi pobre esposa viva,
mañana Te daré mi tórtola como sacrificio”. El Señor sanó a su
esposa esa noche.
224 Al día siguiente él regresó, con un sacerdote ofreció las dos
tórtolas en sacrificio. Entonces no le quedó más que el cordero.
225 Poco después de eso, su niña se enfermó. Los médicos no
podían hacer nada por ella. Él dijo: “Señor, solo me queda una
cosa” y dijo, “es el cordero. Pero si Tú permites que mi niña, a la
que nunca he visto, si Tú solo permites que sane, entonces Te daré
mi cordero como sacrificio”. Entonces el Señor sanó a su niña.
226 A los pocos días, él salió por la calle, con ese cordero
guiándolo. Y Caifás, el sumo sacerdote, salió, dijo: “Ciego
Bartimeo, ¿a dónde vas?”.
227 Él dijo: “Voy, ¡oh, sumo sacerdote!, al templo. El cordero me
lleva al templo; para ofrecer el cordero en sacrificio”.
“¡Oh!” dijo él, “no puedes hacer eso”.
Dijo: “Sí”, Bartimeo.
228 Dijo: “Toma, te daré lo que cuesta un cordero. Ve a
comprar uno”.
229 Él dijo: “Yo no le prometí a Dios un cordero; yo Le prometí
este cordero, este cordero”.
230 Dijo: “Ciego Bartimeo, no puedes llevar ese cordero. Ese
cordero son tus ojos. No puedes ver sin ese cordero. Ese cordero
te guía. Esos son tus ojos, ciego Bartimeo. No puedes ofrecer ese
cordero”.
231 Dice que, el anciano tembló un poco y dijo: “¡Oh sumo
sacerdote!, Dios proveerá un cordero para los ojos de este ciego
Bartimeo”.
EL CA M I NO DE DIOS QUE H A SIDO H ECHO PA RA NOSOTROS 25

232¡Dios bendiga su corazón! ¡Cuando él oyó que allí pasaba!


Dios había provisto un cordero. Allí está Él.
233 Él es el Cordero provisto por Dios esta noche. Él es el Cordero
provisto para nuestros ojos, sus ojos espirituales. Él es el Cordero
provisto para el alma suya. Él es el Cordero provisto para su
escape del infierno. Él es el Cordero provisto para su gloria en
el Cielo.
234¿No Lo recibirán, mientras oramos, mientras inclinamos
nuestros rostros?
235¡Oh, Señor Dios!, Creador de los cielos y de la tierra, autor
de la Vida Eterna, dador de toda buena dádiva; envía Tus
bendiciones sobre este pueblo. Estas pobres y pequeñas frases sin
preparación, Señor; pero sé que Tú tienes un camino provisto.
236 Tú dijiste: “Como fue en los días de Noé, así será en la
venida del Hijo del Hombre”. Un tiempo de preparación, un
tiempo en el que… Un lugar para prepararse para aquellos
queriendo escapar de la ira. Yo oro, Dios, que ahora mismo,
que… ese Cordero de Dios fue provisto para los ojos del hombre
ciego, o la mujer con el flujo de sangre, que detuvo el flujo de
sangre, el Cordero fue provisto para Lázaro muerto. Dios, ten
misericordia.
237 Cuando pienso en eso, ese es el mismo Cordero que fue
provisto para mis ojos ciegos, un día; cuando los Hermanos Mayo
me dijeron, hace tres años, que no tenía esperanza de volver a
estar bien. Dios proveyó un Cordero.
238 Cuando enviaste a Tu Ángel allá abajo, en Green’s Mill, y
dijiste: “Ve, haz esto”, ¿cómo podría hacerlo ante un gran mundo
de ateos e incrédulos? Pero Dios proveyó un Cordero.
239 ¡Dios, mi pobre y pequeña iglesia aquí, Señor, mientras la
miro! ¡Y pienso, en muchos miles de millas a través de los
mares, y en las llanuras congeladas y los témpanos! ¡Cómo me
he sentado allí, muchas veces, en un cuarto solitario, orando!
Pienso en las veces cuando pasaban por aquí y me daban la mano.
El viejo aserrín esparcido por el suelo, las ventanas temblando
cuando soplaba el viento.
240 Pienso en cuando traje a mi querida esposa, y la puse aquí
a los pies de la cruz, predicando su funeral. Recuerdo ver a mi
pequeña bebé, Señor, que fue recostada en su brazo.
241 Recuerdo al pobre y pequeño Billy Paul, que Tú llenaste con
el Espíritu Santo hace unas horas. Yendo a su tumba allí esa
mañana, para ponerle una flor de Pascua, y él empezó a llorar;
Yo puse mi brazo alrededor del pequeño, y dije: “Dios ha provisto
un Cordero, una ofrenda por el pecado. Algún día esta pequeña
tumba se abrirá; mami saldrá, y también tu hermanita. Dios ha
provisto un Cordero”.
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242 Uno de estos días, Dios, cuando predique mi último sermón;


pudieran acostarme en una habitación, y yo sentir el pulso
decayendo, la fría marea de la muerte entrará flotando a mi
habitación, la ventana abierta, las cortinas soplando por el
viento. Entonces, trae el bote salvavidas, Señor. Daré mi último
paseo. Solo extenderé la sábana. La tapa será cerrada, y la
sábana me cubrirá.
243 Quiero bajar allá por el valle de sombra de muerte. Quiero
llegar al Jordán: “¡Apártate de mi camino!”. Y gritar: “¡Abre
paso, Jordán! ¡Voy al otro lado!”. Señor, empuja el bote
salvavidas hacia mí entonces. Recíbeme, ¿lo harás, Señor?
Recíbeme entonces, ¿lo harás, Señor? No solo a mí, sino a todos
los que están aquí que puedan ser recibidos en ese momento, ¿lo
harás, Señor? Concédelo. Desde entonces, seremos muchos los
que cruzaremos, y volveremos al Paraíso y entonces viviremos
para siempre.
244 Padre, si hay un hombre o mujer aquí esta noche que no Te
conoce, no saben el costo de todo, no han nacido de nuevo, no han
encontrado el camino provisto por Dios, que lo encuentren ahora
mismo, mientras oramos, en el Nombre de Jesucristo.
245 Con sus rostros inclinados, mi amigo pecador. Dios bendiga
su corazón. Hay muchos por fuera o por dentro. El Espíritu Santo
está aquí. ¿Alguna vez han aceptado la vía de escape de Dios, el
camino provisto por Dios para Uds.? No hay nada que puedan
hacer para merecerlo. Dios lo ha provisto para Uds. ¿Vendrán a
recibirlo? ¿Lo harán esta noche? Si hay un amigo pecador aquí,
levante su mano, diga: “Hermano Branham, ore por mí. Quiero
el Cordero provisto por Dios en mi vida”.
246 No tenemos espacio aquí para un llamado al altar, alrededor
del altar. No hay espacio, así que solo le pido que levante su mano.
¿Lo hará, pecador? Dios lo bendiga, señor. Dios lo bendiga, señor.
Y Dios la bendiga, hermana. Dios le bendiga, y a Ud.
En la parte de atrás, de nuevo, ¿alguien allá atrás?
247 ¿Ahora a mi derecha? Dios le bendiga. Dios le bendiga. Dios
le bendiga. Alguien más levantaría la mano y diría: “Acuérdese
de mí. ¡Oh, Dios!, dame gracia esta noche, Tu Vida de Cordero”.
Dios la bendiga, hermana. La veo, sentada aquí.
248 Alguien afuera, acérquese y ponga sus manos sobre la malla,
y diga: “Hermano Branham, recuérdeme. Yo quiero el camino
provisto por Dios”. 
EL CAMINO DE DIOS QUE HA SIDO HECHO PARA NOSOTROS SPN52-0900
(God’s Way That’s Been Made For Us)
Este Mensaje por el Hermano William Marrion Branham, originalmente
predicado en inglés en septiembre de 1952, en el Tabernáculo Branham de
Jeffersonville, Indiana, EUA, ha sido tomado de una grabación en cinta
magnetofónica y publicado íntegro en inglés. Esta traducción al español fue
publicada y distribuida por Grabaciones “La Voz De Dios”.

SPANISH

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