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14. Entre subjetividad e instituciones De Franco Basagliaa la recuperacion Roberto Mezzina : Nadie es sabio sila tiniebla no conoce, Ioinevicable ysilencioso de todo fo aparta Herman Hesse, En le niebla Un libro reciente ha recorrido ls raiceshistoricas del movimiento para la recuperacién, desde el tratamiento moral del siglo XIX a los movimien- tos por los derechos civiles en Jos Estados Unidos, hasta la fase cities de los afios sesenta y setenta y 2 los movimientos de los usuarios en Jos afios ‘ochenta y noventa del siglo XX (Davidson, Rakfeldt, Strauss, 2010). Un | capitulo trata, desde una dptica amesicana, de la contsibucion de Franco Basagliay del movimiento italiano de hicha ancimanicomval Realizar}a operacién inversa nosha parecido aqui oporeuno y pro- activo: buscando los puntos de contacto entre el movimiento interna | ional para la recuperacién y las evidenciasy los resultados de la prictica crlciea a las instituciones, verifiear si, aun partiendo de puntos de vista profundamente divetsos y desde diferentes contextos histdrico-sociales y culturales, existe una verdadera convergencia, o confluencia, entre estas dos grandes experiencias. ‘Hoy el movimiento por la recuperacién patece revestir una impor- tancia para algunos comparable ala que hace aiios tuvo el movimiento anci-inscitucional, aungue los atores, los mécodos y las flosofias, incluso los poderes en juego, aparecen como distintos y completamente nuevos. | Si asf fuese, estatiamos verdaderamente en presencia de un fendmeno 270 Recuperacién, Recovery: nuevos paradigmas de salud mentat de aleance histdrica y no solo de una tendencia passjera, 0 peor, de una ‘moda; para decirlo con Basagli, se rraaria no de una mers ideologia de recambio de los vigjos saberes y poderes psiguidtricos (Basagla, 1980), sino de un verdadero cambio paradigmatico en el campo de la sald y de la salud mental. Por otra parte, si en lo ocutrido en Italia se pudiers reconocer una anticipacién de estos temas hy dteméticamente actvals, «30 supondria una verificacién importance de la actualidad de In accion tedrico-préctica de Basagtiay del movimiento ant-instieucional a mas de cuarenta aftos de distancia. Aqui no nos interesa tanto la contribucién de Basaglia en cérminos de pensamiiento, mds 0 menos absoluo, sino e persistence cardcter precursor de su trabajo del modo en que lo articulé: todavia hoy, cada vez que un texto suyo es repasado, parece reconducir las ccuestiones de la psiguiatra asus contradicciones verdaderas, promovien- do una visin critica y trasformadoza El constructo recorery ha representado en si mismo un desafio al reduccionisimo médico-biolégico en psiqiiatris, en Ia medida en que ha aparecido como posible, a través de él, conteaponer el rol activo de Ia persona, fa relevancia de factores vinculados a su exiseencia concteta, «su expresién empftica, capaces de influenciar la evolucién de la propia condicién psicopatoldgica no en un sentido mecanicistay extrinsceo, he- terodeterminado, sino a través de la significacién de tales Factores en el mundo intetior de un sujeto individual, Precisemente en cuanto inmersos ‘neste mundo, deben contextualizarse, para convertilos asin elementos fondamencales de una reconstraccién de subjetividad, Porotta parte, el énfasissobre os facroresy determinances inceenos y externos ala persona, subjetivos y sociales, versus agucllos naturalisticos relativosa la enfermedad, se conjuga con la necesidad de recibir respuestas ‘una globalidad de necesidades y ala vez de reivindicar derechos, en un proceso que ve al enférmo, como sujeto individual y colectivo, protago- nisea dela eransformacién de los servicios, de las culcurs y de los saberes Sin embargo, si también en el discurso sobre la zecuperscién se perpetia la visién biomédica de la enfermedad, que no es criticada en su visidn y en su planteamiento reduecionista, se arviesge no solo confirmar, sino también reforzar los sistemas los aparatos que la tratan ya manipu- Ian como objeto construido, ttl a logicas externas al sujeto y a su salud, que son esencialmente las del beneficio econdmico y dela explocacién de hh vulnerabilidad humana, 1 | |) 4, Entre subjetividad e instituciones m Eldeber dee psiguiatie actual paecera ser porlo tanto, negerse 4 buscar una solucién de la enfermedad mental como enferse- ddad’y, por el coneratio,acercarseaeste tipo paticlar de enfermo como aun problema que ~solo en la medida en que esta presente en nesta realidad social~ poded representar uno de los aspectos contradietorios para cuya solucibn se deberin plancear e inventar nuevos planteamientos y nuevas estucturas trapéuticas (Basa- als, 1967, p. 420) La afirmacién de Basaglia pone en tela de juicio, por canto, cues: | tién de los modelos interpresativos de a psiquiacrfa y el concepto mismo de enfermedad, que no ha estado nunca, y hoy tampoco lo esté de forma | clara, resguardado de lacrtica Lacuestién de los paradigmas ha sido repropueste con fuerza en le recience reflexién internacional (Bracken, Taomas, Timimi et al, 2012; \ Priebe, Burs, Craig, 2013; Mezzina, 2005, 2012a).El paradigma reduc- | cionista neurobiolégico, eenolégico, asociado a la medializacién de la | Vida cotidiana, a fas diversas formas de biopeder (véase la obra de Fou- ' caule), ha repropuesto las invariantes como fundantes del saber cientifico "desde una éptica exclusivamente centrads sobre la visidn positivista de las ' ciencias dela Aaturaleza, sin tener en Ja debida consideracion la crisis de i | | los modelos cientficosinspiredos en los saberes de la complejidad (como en as obras de Von Foerster, rigogine, Morin). Los aspectos psicosocia- Jes como las relaciones, os valores y los sistemas de creencias, ls prdcticas diversas, son desde esta ldgica situados en segundo plano sino abierta- mente rechazados. La mas amplia definictn de enfoque bio-psicosocio- + cultural parece encuadrar estos diversos campos, pero, aun reconociendo su interaceién, no les devuelve sin embargo un sentido, En el plano ceérico, la crtiea a los modelos de enfermedad, y en particular al constructo de esquizofrenia y stu heterogencidad, ha empu- jado ahora ya hasta un limite crtico su credibilidad, ast como delos diag nésticos psiquidericos en general (Bentall, 1990; Boyle, 1994: Buchanan, Carpenter, 1994), y as{ se ha confirmado tambiga la normalizacién de experiencias como el oft voces (Romme, Escher, 1989; Coleman, 2011), cen el intento de reconstruir un significado dentro de la propia expeticn- «ia de locura (Geekie, Read, 2009; Read, Mosher, Bentall, 2004; Bencall, 2003); mientras que ha avanzado lareflexién sobre los mites del modelo biomédico (Rose, 2006; Whieaker, 2010) condicionado por la creacién 272 Recuperacién. Recovery: nuevos paradigmas de salud mental de un sistema de expectativas,y los consiguientes intereses econdmicos, en como a las terapias farmacol6gicas. Su real influencia en la reduccién de la carga de la enfermedad parece en realidad bastante menor a largo plazo y la investigacién independiente ha redimensionado en los dltimos aiios su propia eficacia (Lieberm: McEvoy er al, 2005). En el reconocimiento de un sustancialestancamiento del avance de los cono- cimiencos y de la investigacién en psiquiatria en los ileimos treinta aitos, también en el Ambico académico se comienza a reproponer la centealidad de una salud mental estudiada en ef mundo social, que es aquel en el que se manifiesta el individuo (Priebe, Burns, Craig, 2013). A la investigacién de tratamientos por target sintomatolégices y sindrSmicos, y no para los individuos y su subjetividad, le persona ~y su vida encera~ est lejos de poder asomarse al horizonte de saberes eapaces de poner en discusién los resultados iuministas del pensamiento occidental. En todo esto, la rect- peracién ha dlejado clara fa variedad de los modos a ceavés de los cuales Jas personas afrontan los problemas de salud mental, el amplio abanico de apoyos mis allé de los codificados como terapéuticos, la especificidad de los faccores de ayuda y el reconocimiento de un saber de la experiencia {que entraen conflicto, através de los movimientosy las organizaciones de usuarios, con los sabetes profesionales, en la medida en que pretende re- conducir a lo humano las cuestiones de la salud y de la enfermedad men- tal, Deaguf la necesidad de considerar la relevancia de los valores y de ls, relaciones sociales, pero también las politicas sanitaias y las bases éticas del euidary del hacerse cargo’ (Bracken, Thomas, Timimi etal, 2012). Laenfermedady su doble: ta recuperaci6n dela institucién En materia de recuperacién, las conocidas catamnesis dela esquizofienis, @ partir delos primeros estudios dela Organizacion Mundial de a Salud (Sar- torius, Jablensky, Shapiro, 1977; World Health Organization, 1973, 1979), ya puesta en discusién de la cronicidad como “artefsevo social” (Ci 1984; Harding, Zubin, Strauss, 1987) han mostrado como, entre miltiples T Sexes agueamo sere cage elem alin pra cern conto gies {ido enaindo ena lieortlaade a delstasontcn cme npc a sbadan hisrico e hy prsonas com eatsno mental ae: aes aie es pet, toma eg Ih ssunci deeeponablidades en telecon ol paciente (NST) 14, Entre subjeividade instituciones 23 faccores, los de naturaleza insticacional son indudablemente de gean relie- ver el modo en que la enfermedad es tratada,y el enfermo recuperado pare lavida social, son las precondiciones para los procesos de euracién clinica y social. Para Basagia, la critica de la enfermedad que se superpone al locura yale persona que la vive, tal como dicta a psiquiatria en su imponerse como © ciencia médica objetivante, es el nicleo de la cuestién. i i | ‘Como a medicina se a edifeado sobre un cuerpo muerco igual: mente la psiquacia st ha construido sobre une mente muert Por analogia, pdriamos lamar a la psiquiatia anatomia mental De este modo Ia psiquiaera ha enrtado en cf mismo juego de la medicine: el rastomno del comportamiento ha sido inchida en cl trastorno del euerpo, cuerpo y comportamninto se han con vertido en a misma cose, y andlogamente rastorno del cuerpo y tnastorno dela mente se han convertido en Ia misma coss, ambos dentro dela logica postvista de Ja eelacion causa-efecto (Basa~ glia, 2000, p61). Nielenfermo del cuerpo orgénico nicl enfermo del eveepo social pueden expresar su subjcividad enferma. Expresan por el contra- to si objetividad de cosas enfermas (idem: p. 173) Esta enfermedad es no solo moldeada por Ia instizucién, como los estudios en el Ambito sociolégico y psiquiderico han descrivo (Wing, 1962; Goffman, 1961), sino que tambign directemente lo es su deble ins- ‘itucional que se delinea como efecto de lareduccién de lo humane den- tro dela impasicién de reglas y poderes Hldoblede a enfermedad eslatransformacién delo real (I expe ) en realidad ideol6gica, es dee, en parimetcos préetica- Ideologicosen os que se destuye I experiencia para llevaea al nivel de un comportamiento comin del que es, precisamente, solo el doble (Basaglia, Ongaro Basagia, 1971, p. 178) Esa través de este proceso de racionalizaciOn y organizacién de Ins necesidades que el individ seve privado de os posibilidades de ser duetio des mist (la propia realidad, el propio cuerpo, la propia enfermedad) |. viviendo por el contario su ubicacion 2 Recuperacién, Recovery: nuevos paradigmas de salud mental en el mundo como enfermo: vive por tanco el rol pasivo que le viene impuestoy que confirms la fracturaentresi mismo ya pro. pia experiencia. La enfermedad pasa ser eomportaimiento enfer= imo, fala relacin sosiuniva de una telaci6n inexistente:ozasibn yy confirmacin de dominio (idem, p. 180). Hoy nos pregantamos si existe todavia, mis alk de lato del manicomio, una cuestién que nos haga pensar en una enfermedad ins- titucionl, en un doble gue debemos desvelar; o bien si la aceptacién de Ja idcologia médica respecto ala enfermedad es un dato indiscutible, a partir del cual pueden articularse después pricticascrficas, ‘Al mismo tiempo que el escenario del manicomio era liquidado por la Ley 180, refriéndose a la nueva medicalizacién de la psiquiacrla, Basaglia escribia Teniendo esta connozacién de enfermo, el individvo que sue trastornos mentale esinsertado en el imbico poscivista de la me- dicina, porlo que elcomportamiento es homologado an cuerpo y por tanto se consagea, de una manera nucva,reciclad, el cone ‘epto de enfermedad (Basaglia, 1980, p. 480) He aqui una cuescién de extrema profundidad que Basaglia y el movimiento anti-instiucional habian encuadrado ya entonces. Mientras cf sujeco kucha paraliberarse de la doble identidad insticucional con todas sss implicaciones, psicol6gicas y de deprivacin de poder, debe produc: se un reposicionamiento radical de la psiquiatria y de la medicina Frente ‘esta: una desinscicucionalizacién de las précticas, de los saberes, de los roles, de los accores, de las instiuciones y de los circuitossanitarias, jut: dicos y sociales. Del mismo modo, la recuperacién no se dirige a la enfermedad sino que se distancia de ella: tiene solo incidenealmente que ver con una oma de conciencia,y todavia. menos con una canciencia de enfermedad, mientras que se inscribe en una especie de aprendizaje instivucional, in- cluida en as variadas formas de elacibn y de tratamiento que hoy se plan- tean en el mundo de as psiguiatras. 14, Entre subjetividad einstituciones 275 Movimientos de La subjetividad y limites dela recuperacién personal Para que toda posible curacién se haga realidad, podemos ance todo afir- rar con Basaglia que es necesario salir de la delegacién total, del cuerpo y de la psique, a los téenicos y a la insttucién que deben tratar juntos la enfermedad. Esto coincide con el resurgir de la cucstién de le subjetividadd {que pone en crisis el modelo de enfermedad y su tratamiento codificado. Es decir: el cambio del sujeto cuidador (curante),a través dela entrada en crisis de su vieja identidad fundada sobre el manicomio y sobre el control social que esce garantizaba, abre la posibilidad de que ef syjeto cuidado se libere dela aporia de la relacién de dominio (Basaglia, 1979, p. 470). Nosotros queremos eambiar el esquema que hace del enfermo ‘un cuerpo muerto,¢ intentamos transformer elenfermo mental ruerto en el manicomio en una persona viva, esponsable de la propia salud (Basaglis, 2000, p. 74). CGiertamente una dela terapias més importantes paracombatirla locura esl libertad. Cuando un hombre es libre, cuando esté en poscsién de si mismo y de la propia vida lees mis fel combate Ialocura (ibidem, p89). Aquila idea, que serd la de la recuperacién, de reasumir la respon- sabilidad de la propia salud, dentro dela globalided de a vida, se conjuga con el objetivo de la emancipacién y de a recuperacién del poder, que Basaglia marca, aun con limites y cauteas Es obvio que un esquizofiénico es un esquizofténico, pero ante todo es un hombre que tiene necesidad de afeco, de dinero y de trabajo: es un hombre toxa, y nosotros debemos responder no a su esquizofrenia sino a su ser social politico (ibidemp. 115). La contradiccién entre lo que somes y lo que querriamos ser, entre tana subjetividad ~hasta ahora negada- y' su objetivacién en la visién Positivista y reduccionista de Ia enfermedad, ahora releida dentro del hotizonte semintico de la recuperacién, puede ser el motor de aquella lucha por la afirmacién de una subjesividad contra la objetividad de la 26 Recuperaci6n. Recovery: nuevos paradigmas de salud mental condici6n de enfermedad, sancionada por la institucién, de a que habla Basaglia (ibiders, p.22). Dado que esté sometida a un proceso de anulacién, dentro de ess objecivacién, Ia expresin de la subjetividad es en si misma manifestacién de una resistencia ala insticucién, Et proceso de resistencia se observa en todas las instituciones rotales, 0, como ha dicho Deleuze a propésito de Foucault (Deleuze, 1987), en los saberes toralizantes det individu, den sto de dispositivos de poder. {Cémo se manifiesta esta subjetividad? Como discurso, como acto, como proyecto, y por tanto como un movimiento global, wn proceso. En estos miltiples sentidos, la desinstitucionalizacién ha hecho posible la visibilidad de los sujetos sufrientes, dentro y mes alla de la enfer- edad. Ellosaparccen finalmente como individuos coneretos que entran enlasrelaciones sociales y que buscan hacer frence a destinos de exclustn, Consideramos que solo desde esta visidn se pueden orgenizar précticas terapénticas y de cuidados basadas sobre le cotalidad y sobre la integridad dela persona y de su cuerpo, en la vida concreea (whale lif) El concepro de recuperacién se funda sobre el reconocimiento de Jo mucho que cuentan los elementos y factoresligados a la subjetividad enc reposicionar a elacién no solo con la enfermedad, sino eon la vida, Es entonces ante todo un constructo del individuo, un hecho personal, y como tal es un proceso, no lineal y multidimensional (Nezzina, 20126). En la denominada recupenacién pervonal, contrapuesta a la rece peracién dinica (Slade, 2011; Unger, 2010), Ja persona en sf permanece ‘como un factor determinante del proceso, @ craves de su capacidad de autodeterminacién, de resiiencia y de afrontamicnto de la enfermedad, pero también a través de la transformacién personal y la contemporinea asuncién de responsabilidades. Sin embargo, llamémosla recuperacién 0 curacién, esta no puede ser vista como un proceso solo individual. En ese caso la secuperacién «estaria de nuevo sustentada en una ética del rescate del individuo de una

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