La ecología es una parte o rama de la ciencia que se encarga del estudio de las interacciones de los seres vivos entre ellos y su ambiente. Estas interacciones se dan en los ecosistemas, los cuales se pueden definir como un sistema múltiple en el cual los seres vivos se interrelacionan entre ellos y con los factores abióticos que forman el ambiente. Para estudiar todo esto, la ecología hace una organización jerarquizada en distintos niveles de los sistemas biológicos que hay en la naturaleza. Para que la vida tenga sustento, es fundamental la interrelación de elementos denominados factores abióticos, como: aire, agua, temperatura, humedad, suelo, minerales, es decir elementos que conforman el ambiente y favorecen con su equilibrio, la continuidad de la vida y los seres vivos, que tienen la función de preservar, multiplicar y acompañar la obra recreadora de Dios, y al dar continuidad a la vida, éstos son los factores bióticos. Así el ambiente, se manifiesta en distintos niveles de organización, desde lo más sencillo, hasta lo más complejo y extensivo:
Niveles de organización ecológica
Los ecosistemas pueden ser estudiados en niveles pequeños o niveles grandes. Los niveles de organización se describen a continuación del más pequeño al más grande: Individuo: Cada ser es único e indivisible, con vida, capaz de sobrevivir por sus propios medios, en un ambiente determinado. Esta es la unidad básica, el nivel de ámbito más local y concreto dentro de los niveles de organización ecológica. Se trata de seres vivos, no necesariamente animales, que muchas veces son funcionales y pueden reaccionar a estímulos o en ocasiones incluso llevar a cabo acciones complejas. En el caso de que solo se los examina para ver características físicas o anatómicas, no hace falta que estén vivos. En este nivel de estudio es posible investigar elementos como la morfología, el comportamiento, la fisiología, etc. Además, partiendo de este nivel de organización ecológica, es posible establecer teorías e hipótesis acerca de cosas que van más allá del propio individuo en sí, como por ejemplo a qué especie pertenece, a qué necesidades responden las adaptaciones de su cuerpo, etc.
Una especie: es un grupo de individuos relacionados genéticamente y pueden
aparearse para producir descendencia fértil. Los individuos que no son miembros de la misma especie no pueden producir hijos que puedan tener hijos. La segunda palabra en un nombre de dos palabras dado a cada organismo es el nombre de la especie. Por ejemplo, en Homo sapiens, sapiens es el nombre de la especie. Una población: es un grupo de organismos que pertenecen a la misma especie, viven en la misma área e interactúan entre sí.
La población es el nivel de organización ecológica definido por una agrupación
de individuos de la misma especie que conviven o que se organizan de manera conjunta para sobrevivir en un momento determinado y en un lugar concreto (de escala más bien local, dado que comparten un mismo espacio). Hay que tener en cuenta que incluso dentro de una misma especie hay una cierta diversidad en cuanto a genotipos (genes) y fenotipos (rasgos expresados en las características del cuerpo o del comportamiento), por lo que no se asume que una población es una sucesión de individuos idénticos. Esto enriquece este nivel de estudio, porque en él siempre hay fenómenos a investigar que no están presentes allí donde solo nos fijamos en un individuo. Por ejemplo, aspectos que podemos investigar al poner nuestro foco en el ámbito de las poblaciones es la cooperación entre los miembros de una familia o de una tribu, la expulsión de los machos cuando estos llegan a la pubertad, el modo en el que se comparte la comida, las luchas internas por el liderazgo del grupo, etc.
Una comunidad: es toda una población de especies diferentes que viven en la
misma área e interactúan entre sí. Una comunidad está compuesta de todos los factores bióticos de un área. La comunidad es el nivel conformado por un conjunto de poblaciones de diferentes especies, y que interactúan entre sí en una zona concreta. Aquí se incluyen formas de vida de todos los filos: animales, plantas, hongos, bacterias, etc. Además, es esta constante interacción entre varias formas de vida lo que hace que estas puedan existir, porque crea un equilibrio biológico que aporta estabilidad y sustento a la mayoría de las poblaciones e individuos. A partir de este nivel de organización ecológica pueden estudiarse procesos como la depredación, el parasitismo, la simbiosis, etc.
Un ecosistema: incluye los organismos vivos (todas las poblaciones) de un área
y los aspectos inertes del medio ambiente. Un ecosistema está compuesto por los factores bióticos y abióticos del área. El ecosistema es un tipo de entorno físico extenso caracterizado por fenómenos que van más allá de la existencia de seres vivos, como la temperatura, el nivel de luminosidad, las precipitaciones, los accidentes geográficos, etc. También se caracterizan por la comunidad de seres vivos que albergan, la cual puede variar ligeramente dependiendo de en qué parte del ecosistema nos encontremos, dado que este no es totalmente homogéneo y regular. Así, un ecosistema presenta dos componentes fundamentales: un elemento abiótico, en el que se incluyen elementos no orgánicos, y otro biótico, que incluye a los seres vivos. La combinación entre estas dos mitades forma un entorno con una dinámica de existencia relativamente autónoma, en la que para mantener este equilibrio no se necesita demasiado de la interferencia de elementos ajenos al ecosistema. En este nivel de organización ecológica pueden estudiarse, por ejemplo, el impacto de la contaminación en una zona, los procesos de desertización, la pérdida de la biodiversidad causada por las sequías, etc.
La biósfera: es la parte del planeta con organismos vivos. La biósfera incluye
gran parte de la Tierra, incluso parte de los océanos y la atmósfera. La biosfera es el nivel de organización ecológica más grande, y abarca todo el planeta, compuesto por el encaje de los diferentes biomas. Por otro lado, la biosfera está formada por tres componentes: la listosfera, compuesta por todas las regiones en las que la tierra da relieve a la corteza terrestre; la atmósfera, compuesta por la capa de ozono que cubre toda la corteza terrestre, y la hidrosfera, compuesta por las grandes masas de agua que se distribuyen por la corteza del planeta, independientemente de si son visibles por satélite o no. En esta escala, se puede estudiar las consecuencias del cambio climático casi en su totalidad, así como la meteorología, el movimiento de las placas tectónicas, etc.
Bioma: Los biomas son todos y cada uno de los conjuntos de ecosistemas que
existen en una determinada zona biográfica del planeta. Proveniente del griego "bios" (vida), los biomas engloban las diversas especies de seres vivos (animales, plantas y microorganismos) que predominan en un área delimitada por unas características climáticas muy concretas. De esta forma, los biomas presentan el factor clima y el factor biodiversidad como sus principales componentes. Un bioma es una categoría que engloba a varios ecosistemas que presentan algunas similitudes entre sí y que en muchas ocasiones están en contacto físico entre unos y otros (si bien este no es un requisito fundamental para establecer la existencia de un bioma, dado que en ocasiones hay accidentes geográficos que “parten” un bioma). Así, el bioma es un tipo de paisaje que puede ser identificado por presentar cierta uniformidad en cuanto a sus formas de vida más grandes: normalmente, animales y plantas. Además, la extensión de los biomas suele ser grande, de la escala de un país mediano o grande (si bien es independiente de las fronteras de los Estados y naciones); suelen ser identificables fácilmente en un mapamundi (si bien cuesta más en los biomas subacuáticos). En este nivel de análisis, es posible estudiar fenómenos como el deshielo de los polos, la deforestación de grandes superficies que amenaza con una extinción masiva de especies, etc.