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s de este capitulo son los siguientes: ue sobre ee de la gramatica en Ja ensefanza de la Lengua. R distintos modelos gramaticales. ’ . z. lier propuestas didacticas para trabajar la fonologia, la semantica, la morfologia y la sintaxis. Introduccién Plantear aqui un capitulo sobre la ensefianza de la gramatica parece contra- decir algunas tendencias modernas que la relegan a un lugar marginal e in- cluso la desechan por completo del drea de Lengua. Sin embargo, en los {iltimos afios se detecta un retroceso de estas orientaciones y una reivindi- cacién timida, pero reivindicacién al fin, de su ensefianza, aunque desde otra perspectiva. ’ ’ Dilucidar desde qué punto de vista puede ser valido ensefiar gramati- ca hoy en dia en la escuela nos obliga a explorar otros interrogantes: ¢qué significa “ensefiar gramatica”? Si es vilido ensefiar gramatica en la escuela, équé gramatica hay que elegir ensefiar?, o mejor jes necesario decidirse por un modelo o es posible ser eclécticos?; ;qué contenidos seleccionar?; ;¢émo ode qué manera trabajarlos en el aula? ;Existe alguna relacién entre los co- nocimientos gramaticales explicitos y las competencias de lectura y escritu- ta? (Qué postura adoptar: entre ensefiar gramatica como un contenido subordinado a la produccién de textos (0 a tareas de escritura de distinta Indole) y o ensefiarla como un conocimiento valido per se, #0 conocimiento de cualquier Area? objetivo general de este capitulo es propiciar una reflexién profun- Pie estas cuestiones y, lo adelantamos, f defender la restitucién de un ‘gramatica en la escuela, Aun ; c inque No como un ejercicio mecd- sentido, nl tampoco restringido ademas tal como se planteaba a la sintaxis (tal como se planteaba hasta hace pocas como cualquier mayor medida puede evitar que los drboles no nz y Brucart, 1987: 8). ‘ icos de representacidn sintactica a los que alu dentro de la tradicién generativista, los s, ejemplificados abajo, en sus versiones tructura de una oracién como La mi C sa fin de establecer una base d es = abrir la discusién en fe conceptos tedricos y, al mismo ‘orno a los interrogantes arriba planteados, nitamos el resto del capitulo en cuatro bloques. En primer lugar, abor- osla cuestin de la gramatica y su ensefianza (§ 1). La segunda proble- mitia a incursionar es la del concepto “gramstica” (§ 2). Una diccusién obre los subcampos de esta disciplina se despliega en el § 3. Exploramos si nociones bdsicas de fonologia, seméntica, morfologia y sintaxis, y su- gerimos distintas maneras posibles de abordar esas nociones. Ambos apor- (teérico y préctico) aspiran a brindar las herramientas necesarias para cada docente sea capaz no sélo de analizar las propuestas diddcticas vi- is ysu pertinencia 0 no para los objetivos que cada uno se proponga, ino también de sugerir nuevas actividades en funcién de las necesidades y as de cada situacién real concreta. Por tiltimo se plantea una refle- nacerca de la eleccién de un modelo gramatical para la escuela (6 4). tica y ensefianza 130 cientifico versus discurso de ensefanza punto a abordar en relacién con el sintagma “gramdtica y ense- a distincidn entre “gramatica como objeto de estudio en un am- tigacién académica” y “gramatica como objeto de estudio cn las instituciones de enseftanza bisica y polimodal”. ue nunciado alude a la gramatica como una disci ‘ica, esto es, como un conjunto - En este caso, los modelos tedricos (oun ee te6rico) son Serer eeajn aun pablico no experto, instruccionIlevada a cabo por jalistas en la educacién, pero no necesariamente en la disciplina. Desde ~ este marco, el discurso que producen estas oe intermediarias” forma de-un proceso de traduccién o reformulacién' que caracteriza a toda la omunicacién de expertos con no expertos sobre un tema de los expertos. Esta caracteristica de la comunicacién entre no expertos incide en otra ‘cuestién. “Ensefiar gramatica” no supone Ja puesta en juego de (0 el didlo- go entre) diferentes modelos tedrico-gramaticales vigentes, sino de uno so- Jo, el hegeménico o el més fuertemente consolidado. Es decir, se abordan Jos saberes establecidos, ampliamente aceptados y difundidos en la comu- nidad de expertos. Esto es asi (aunque habria que pensar si no podria ser de otro modo), puesto que la aspiracién no es formar un egresado que se especialice en lingiiistica, sino un egresado que aborde un conjunto de no- ciones basicas que no sélo lo preparen para sus estudios terciarios 0 univer- sitarios, sino que ademés permitan alcanzar otros objetivos vinculados con Jas competencias generales de lectura y escritura. En otras palabras, “ensefiar gramatica” supone un desajuste entre la ta- rea de investigacién y aquella dedicada a la presentacién pedagégica de la disciplina, porque ambas tienen objetivos muy diferentes, porque emisor y destinatario tienen distintas caracteristicas en uno y otro 4mbito y porque el alcance que se pretende de los contenidos también varia. Entonces, “en- sefiar gramatica” no deberia ser intentar ensefiar un modelo teérico parti- cular, puesto que esto implica un nivel de complejidad y de conocimientos imposibles en el ambito escolar. @ nuestro pats, of ca, de los estudios pragméticos y discursivos, y un una concepcién constructivista del aprendizaje, p . Ee un enfoque comunicacional en el ae de Lengua. Con cto a eae fa Postura de quienes sustentaron y sustentan éste que fue la de reducir Sus contenidos y subordinarlos a otros, y, en ca- 3 extremos, ertadicarla por completo de las aula, Tales decisiones se e- gan e los indices, los prélogos o introducciones y hasta en las dedicatorias de los libros de texto producidos en este periodo: Los libros anteriores de esta serie estuvieron dedicados a sus lectores: alos que siempre preguntan por qué y para qué, alos que odian la gramética, alos que aman las palabras [...] (Marin, M., Lengua 9 E.G.B, Aique, Buenos Aires, 1998. El resaltado es nuestro). BY ibien, cabe preguntar por qué se rclega.o elimina) eee ane tro de este enfoque. En términos generales, el objetivo de la orientacién co- municacional en el area de Lengua implica el desarrollo de la competencia comunicativa, es decir, de la capacidad de cada hablante para usar su len- gua (en forma oral y escrita) de la manera més eficaz posible, en funcién de sus objetivos y de la situacién comunicativa. En este marco, los conte- ails de la gramética, y de la lingiistica en general, se seleccionan en la | medida en que colaboren con esa finalidad. La decisién de relegar la gra- ~ mtica de la ensefianza de la lengua parte del supuesto de que los conteni- de esta rama de la lingiiistica colaboran débilmente en el desarrollo de mpetencia comunicativa. La decisién de eliminarla supone, en cam- ue el conocimiento de la gramética no desempefia papel alguno en tollo, fr, Ibid. §3.4. onocit to er : ; Ja competencia lingiiistica, conocimiento que ; one Raise de su lengua, 5 s6lo una parte de la com i tales en el estudio de la competencia com. Gs a pee iin esto significa la consideracién de pro. esieciin lingistca producida por los dialects (p.e, espafo} a... espafol enterriano o espafiol madrilefi), iiolecrs (diferencias 4 cis. ideol6gicas entre los individuos), cronolecas (diferencias entre el ha- Bade adolescents y adults), soil (diferencias que se deben al nivel de colicin y camber dereito(ormal informal, orl. est) Le competencia comunicativa de un hablane determina las opciones fonon i Jégicas, gramaticales y léxicas que puede llevar a cabo a partir del conjunto de recursos lingiisticos que ofrece su lengua, opciones que, por otra parte, son en mayor medida inconscientes e intuitivas (Otafii, L. y Gaspar, M. B. El texto re- cabrad, Términos del texto 0 discurso, Aique, Buenos Aires). Si bien el objetivo que propone el enfoque comunicacional es altamente se- ductor, no podemos dejar de cuestionar el presupuesto del que parte para telegar o erradicar la gramética. No caben dudas de que una genuinarefle- xi6n sobre el sistema colabora en el mejoramiento de las competencias lin- ilistica y comunicativa de los hablantes de una lengua. Tal vez, | hacia los contenidos gramaticales en s{ y su papel en la escuela, los cafiones apuntarse hacia las metodologias empleadas en la ensefianza de ‘08 contenidos durante el | predominio del i ali la escuela argentina (ft. § ae inio del paradigma estructuralista en Una vuelta de tuerca més nos Th pregunta por el “para qué” mas que Hleva a preguntarnos acerca de la validez i de la gramética, Ft lt ramética, equivale a preguntan ¢Pam qudest Para qué estudiar fisica? ee Pregun a qué estudiar historia? ;Para qué est significs no su- el contrario, asistimos frecuentemente a la polisemia, es decir, a gintas acepclones Para un mismo término. “Gramatica” no es una excep- , puesto que, a grandes rasgos, podemos enumerar cuatro sentidos. En primer lugar “‘Gramatica’ puede designar un libro, manual o trata- en el que se describe la estructura de una lengua determinada [...] y, se onga © no, establece la norma de uso de esa lengua (reglas de con- ncia, reglas de correlacién verbal, reglas de flexién, etc.).” (Gaspar y Orafii, 1999). Segtin este sentido del término en cuestién, podemos hablar, entre muchisimas otras, de las siguientes graméticas del espaftol: la Gramd- + ica Descriptiva de la Lengua Espafola, ditigida por Ignacio Bosque y Vio~ | Jeta Demonte, la Gramdtica de la lengua espanola, de la Real Academia " Bspatola, la Gramética castellana de Amado Alonso y Pedro Henriquez | Urefia, o la Gramdrica de la lengua castellana destinada al uso de los ameri- canos, de Andrés Bello. Por qué afirmamos que una gramitica que se propone sélo describir, de todos modos también prescribe? Dado que todo tratado gramatical in- -duye necesariamente los datos (ejemplos concretos de una lengua) que per- a su autor justificar determinadas generalizaciones, y que esas izaciones dan cuenta de las reglas y estructura de una lengua, los que sigan esas reglas serin considerados gramaticales, mientras que no las sigan seran considerados agramaticales 0 inadecuados. El 19 €5 que los ejemplos que un autor utiliza responden casi exclusiva ala variedad estandar de una lengua. Esto significa que los ejemplos y todos aquellos que tienen estructuras similares serin i , correctos, gramaticales 0 adecuados, en tanto que los que reglas, seran considerados desviados, incorrectos, a jos, escritos orale. Fi almente, se promo _hoeigaesentt por fellé de agentes y autoridades como ‘sistemas educativos, medios de comunicacién, instituciones: teligiosas Pc cular, La yriedad excandaczada llega entonces aay ‘se con esas instituciones y con Jos tipos de interaccion mas frecuentem: vente den- eae tro de ellas, ast como con los valores metas que representan (Fishman, J., | “Sociologia del lenguaje, Cétedia, Madrid, 1995). segunda acepcién del término “gramatica” es la que la considera un. ee de a dentro de fpa digcplina mayor: actualmente, la lin. giiistica, Desde esta perspectiva, la Gramatica se diferencia de la Sociolin- tistical Lingifstica del Texto, la Historia de la Lengua, la Dialectologi, ja Psicolingiifstica, entre otras. [a tercera acepcién es la que la define en términos inmanentes, més allé de los modelos tedricos que puedan proponer los graméticos. En otras palabras, esta definicin se basaria en el presupuesto de que esa gramatica txiste por sobre la posibilidad o no de dar cuenta de ella: La} sistema de reglas que subyace en una lengua particular. Desde este punto de) vista es posible decir que la Gramatica de la RAE describe adecuadamente 0 no Ja gramética del espaol, o bien, que la propuesta de Noam Chomsky permite explicar adecuadamente 0 no la gramética del espafiol (Gaspar y Otafii, 1999). El cuarto sentido del término en cuestién es el que lo define como un mo- delo webrico particular, consttuido dentro de un paradigma cientifico, por un grupo de investigadores y dentro de un momento histérico determina- do. Desde esta perspectiva, hablamos de “gramaticas” y no de “gramatica”. En otros términos, hablamos de “teorias gramaticales cientificas” que in- tenga dar cuenta de la gramética en el tercer sentido 0 acepcidn. Asi, una _— gramatica postulada por un lingiiista serd correcta en la medida en que Co- al sistema de reglas que “verdaderamente” subyace en el lengua- punto de vista, y en sentido amplio, podemos hablar de d gramatica funcional, gramatica generativa, i discursiva, entre otras, Setar Ge ee t s acabad a luiera univocos. gtamitica, en fe socks cieoice decerminada, oan tmorcle eae once FON a =a estructuralista (cfr. § 4.) es un modelo teérico que el campo de la lingiiistica hasta los afios sesenta. Su voz parecia ser z de la gramatica. Sin embargo, ms allé de las apariencias, durante su jodo de hegemonfa también hubo otros desarrollos teéricos, otras es- que proponian otras formas de dar cuenta del sistema de una len- gua, aunque no lograron, al menos en ese momento, imponer su discurso. Por otro lado, que un modelo tedrico sea hegeménico en un momen- to dado no implica en absoluto que deba calificérselo de “superior” a otros. © Como afirma Bosque: i [..J las teorfas cientificas no estan destinadas tanto a “superar” los anilisis anterio- res, cuanto a servirse de ellos como punto de partida, a hacer més explicitos sus re- sultados y a mejorarlos en lo posible, bien haciéndose preguntas diferentes sobre Jos mismos fenémenos, bien introduciendo unidades nuevas (...] (Bosque, 1998). 3, Los subcampos de la gramatica | Para abordar este tema, nos restringiremos a la segunda acepcién del térmi- | no “pramética”. Como rama de la lingiifstica, la gramatica es el resultado del | trabajo de los lingiiistas, quienes, para poder dar cuenta de la diversidad de y elementos que conforman el sistema de la lengua que estudian, los izan en subcampos. En palabras de Hernanz y Brucart: poder acceder mejor a su estudio, se considera que la gramitica est forma- 1por una serie de componentes 0 niveles relativamente auténomos, cada uno de contiene un conjunto de reglas. Como indica Blecua (1982, p- 14), “el imiento de niveles no es mds que una ficcién metodoldgica a fa que re- lingiista para realizar cientificamente la deseripet6n de una lengua’. Por a BIOs a cémo se relacionan esos componentes entre tral o periférico, en la gramética. Algunos g e ; sentidos de la gramatica segtin los niveles o componentes que En un sentido estrecho, la gramética slo estudia las unidades significativas y su ‘combinatoria. Comprende dos partes: la morfologia y la sintaxis, nn [.] En un sentido amplio, la gramética incluye, ademés del componente morfosintictico, otros componentes: el fonolégico, que concierne al sistema de sonidos de una lengua, y el semdntico, que incluye el significado de las palabras yel de las construcciones de las que aquéllas forman parte (Di Tullio, A., 1997). A continuacién, sintetizaremos algunos de los aspectos de cada uno de los cuatro componentes que son relevantes actualmente para el Ambito escolar. La fonologia La fonologia es el componente o nivel de la gramatica que se ocupa del es- tudio de los sonidos del lenguaje 0, mds precisamente, de la representacin mental que todos los hablantes tenemos de esos sonidos, A esa Tepresenta- cién mental se la denomina fonema, {Qué quiere decir que el fonema es una “representaci6n mental”? Si Pensamos, por ejemplo, en cémo pronuncian los hablantes de distintos lu- gares de nuestro pais la palabra renta, observamos que el primer sonido no | es idéntico; asi, es muy diferente la pronunciacién de rde un hablante na- y habitante de Buenos Aires que la de uno de La Rioja. Sin embargo, stincién sonora no es impedimento para la comprensién mutt § que aunque el primer sonido es diferente, la palabra 81 porque estamos Sonidos iniciales le co: ponde una sbéticas, como la nuestra, tesponden al inte, fonemas de una lengua (que a cada fone afema Y que a cada grafema le correspond: dad se manifiesta una distancia bastante importante entre ambos sistemas. Por ejemplo, el fonema / 5 / del espafiol rioplatense se representa en la grafemas: sen solo; cen cima; zen zapallo, ema / s/ se esctibe de tres modos diferentes. Ala inversa, el grafema ¢ del espafiol se usa en la escritura Para repre- sentar dos fonemas, puesto que la pronunciacién de gen gato es diferente dela pronunciacién de gen girasol, Los problemas de ortografia surgen, justamente, al no existir una rela- | cién biunivoca (uno a uno) entre grafema y fonema. ‘nto inaugural de representar ma le corresponda un tinico ‘a un nico fonema), en reali- La seméntica lasemantica es el subcampo de la gramética que se ocupa del significado de las palabras y de las construcciones. Ahora bien, esta definicidn ast ex- presada requiere de algunas precisiones. vi ¥ . Supongamos que en el marco de un noticiero televisivo, un periodista litico comienza su relato diciendo: Fl presidente se lucid con su discurso. televidentes podran interpretar sin problemas el significado de ese lado, Sin embargo, es evidente que el mismo puede ser usado en i muy distintas. Es posible que el periodista pretenda dar ang te discurso que pronuncié el presidente. O por el conacioi aludir en forma irénica a los fallidos de uuna nefasta actuacién. rimera situacién, el significado que el periodista pret fue el literal, también llamado significado one ‘sus relaciones en la eis y-el significado pragmdtico, que tificado oracional los datos de la situacién comunicativa. “En este t ‘caso intervienen consideraciones mucho més complejas: las creencias, tudes y conocimientos del oyente y del hablante, los principios comu- | nicativos que rigen la conversacién, el contexto lingiiistico y extralingiiisti- | 60 en que aparece un enunciado, etcétera.” (Hernanz y Brucart, 1987). El uso no literal del lenguaje recurre no sélo a la ironfa (como en el ejemplo dado), sino también a otras figuras retéricas como la metéfora, la metoni- mia, la sinécdoque, la hipérbole, la litotes. La seméntica,? en la medida en que es un campo de la gramatica, no se ocupa del significado pragmético, sino del significado léxico y oracional. Desde este punto de vista, la tarea del semantista consiste, en términos ge- nerales, en describir el conocimiento seméntico que tienen los hablantes de tuna lengua, conocimiento que les permite saber, por ejemplo: a) Que las siguientes dos oraciones son contradictorias: Maria Moliner es la autora del Diccionario de uso del espanol. Marta Moliner no es la autora del Diccionario de uso del espaol. b) Que la primera de estas oraciones implica la segunda: Juan dejb de beber. Juan no bebe, ) Que las siguientes dos oraciones describen la misma situacién: Juan llega siempre antes de Pedro, Pedro llega siempre después de Juan. d) Que las siguientes oraciones tienen mas de un significado posible, _ €sto es, son ambiguas: Se rompié la muieca, id describir y ividuo no conoce Especificamente en cuanto al ‘alear labras de cada persona no es estatico, sino que " Est renovacién tiene lugar de diferentes maveruet ayy aati cién de palabras nuevases cst a maneras: por medio de niento de nuevas relacion, Sabre ne cos mos liftacien, ae palabras ya existentes. ;Cémo Y por ce. lea ae 's renovados contactos que cada indi- 3 a Ida con textos de temas y géneros variados son runidades de incorporar palabras nuevas para él y de establecer nuevas cones entre las palabras que ya posee, excendiendo asi los sentidos origi H Eepuesto que subyace en esta afirmacién es que el almacén mental organizado no como una lista de palabras, sino como una red de unida- es interrelacionadas de distintas maneras; esas relaciones se establecen por el por el significante, por asociaciones libres. Los objetivos tradicionales de la seméntica léxica han sido por un lado epresentar el significado de cada palabra de una lengua y por otro mostrar o los significados de las palabras estan interrelacionados. Si bien ambos formularse separadamente, lo cierto es que el significado de una pa- ya se define, en buena medida, por sus relaciones con otras palabras de la gua, relaciones que pueden ser de muy diverso tipo: sinonimia, oposi- én, hiperonimia, parte-todo, etc. A estas relaciones se las denomina rela- tones de sentido. _ Ahora bien, el estudio de estas relaciones de sentido en forma aislada un objeto de interés para el semantista. En la escuela, el estudio de esas ones deberia incluir también el de su funcionamiento en los textos. de un punto de vista intuitivo, el término texto designa “esos pe Tenguaje que uno encuentra circulando en la sociedad, en distin- i, ya sea escrita, oral o en combinacidn con otros modos que nity ¢ en al lenguaje” (Verén, 1989). En otras palabras, un texto ¢s municativa caracterizada como tal por los hablantes de caracteristicas que nos permite percibir un texto én. mplo, en el siguiente texto: ra nacin se llama Yacaré por causa del yacaré, que es un pez que lleva un cues fo tan duro, que no se le puede herir con cuchillo con flecha. Es un pez gran de, que hace dafioa los otros peces; los huevos, los despide o pone sobre la orilla, 1a dos o tres pasos de ifo. Este pescado es bueno para comer, especialmente la co- Ia, que es la mejor parte. Allé entre nosotros se cree que este pez yacaré es ani- smal sumamente espantoso que envenena y hace gran dafio en las Indias, y se dice que cuando este pez sopla su aliento sobre alguno, éste debe morir; pero todo es- to es fibula, pues si asi fuera, yo mismo habria muerto cien veces, pues he caza- do y comido més de tres mil de és0s (Ultico Schmid], Viaje al Rio de la Plata, en Oski, Vena historia de Indias, Ediciones Colihue, Buenos Aires, 1996) algunos de sus procedimientos léxicos de cohesién son: hiperonimia: entre yacaré y animal, yacaré y pez srepeticién: pez - yacaré - hace (gran) dario imia: cuchillo-flecha —colocacién: rio-pez —parte-todo: yacaré-cola-cuero. Y algunos de sus procedimientos gramaticales de cohesién son: -uso de pronombres: alguno-este / pez-su aliento / se cree que morir y esto (es fabula). . debe La cohesién se logra por medio de multiples recursos, muchos de los cuales son de indole seméntica, es decir, se basan, precisamente, en las re- laciones de sentido entre las palabras. As{ por ejemplo, para evitar la repeti- ci6n se recurre a sinénimos ¢ hiperénimos, aunque también a metéforas y metonimias. Como dijimos anteriormente, los lingilistas establecen clasificaciones: i entre significado literal y no literal, significado connotativo y ivo, recursos cohesivos léxicos y gramaticales, etc. Esta delimitacién sibien este capitulo forma parte de un trabajo que se propone abordar pro- generales de la ensefianza de la lengua, lo cierto es que al incursio- par en temas mds especificos (como la morfologia o la sintaxis) es _ imposible eludir el andlisis de algunas propuestas de ensefianza, Esto es asi porque uno de los mayores problemas de la ensefianza de la gramitica es el cémo” se la plantea en la escuela, Analizar diversas estrategias nos permi- id diferenciar aquellos ejercicios “miméticos”, que no apelan a nuestra in- ién como hablantes, de aquellos que abren el campo a la discusién, la reflexidn, la argumentacién, la problematizacién de lo ya establecido. unos conceptos bdsicos a morfologia es el campo de la gramdtica que se ocupa de estudiar la es- " ttuctura interna de Ja palabra (las partes que la constituyen) y las reglas que tan la combinacién de esas partes, llamadas morfemas, en la formacion dels palabras de una lengua. do pensamos en las partes de una palabra cualquiera, suponga- 0: biblioteca, podemos decir que la misma est compuesta por la articu- on de diez fonemas /biblioteka/, por la articulacién de cuatro silabas /bi = te ka/ 0 bien por la articulacién de dos morfemas: /biblio-/ con ificado de “libro” y /-teka/ con el significado de “caja o lugar dond acidn que interesa a la morfologia es la ultima, dado qu gramatica se ocupa de signos lingilisticos minimos. estd en el subsuelo ede la palabra biblioteca como /biblio-/o /-tekal, sin ‘todos ellos articulan una cadena de fonemas con un significados Meo, sélo las partes sefialadas en c) son signos lingtifsticos mfnimoss qué ninguno de los dos puede ser dividido en unidades menores que ‘sean a la vez signos lingiifsticos. ; El reconocimiento de los morfemas 0 signos lingiiisticos minimos en "una palabra es posible porque ellos aparecen en otras. Asi, los morfemas de | Ia palabra biblioteca, [biblio/ y /-teka/ con los significados de “libro” y “lu- gar donde se guarda X”, respectivamente, aparecen en: biblioflia, bibliogra- fia, bibliologia, bibliomanta, bibliotecario, etc. y hemeroteca, videotecd, etc. El yocabulario de una lengua est constituido, en su gran mayoria, por palabras no simples, es decir, palabras que son el resultado de procesos de unién o combinacién de morfemas de distinto tipo: morfosintdcticos, morfoldgicos, semanticos y sintacticos. (Véase tabla.) Los procesos semanticos son sumamente marginales en la formacion de palabras en nuestra lengua, mientras que los procesos sintacticos son mucho més frecuentes, aunque estén menos investigados. Basicamente, és- tos dltimos son procesos que forman palabras a través de la combinacién de palabras, siguiendo las reglas sintacticas de nuestra lengua, y que dan lu- gar a sintagmas cuyo significado no se desprende directamente del signifi- ‘cado de ninguna de las palabras que los forman. Es el caso de ojo de buey, Mave inglesa, pico de loro, entre muchas otras. La morfologia en el aula A través de toda este capitulo no sdlo intentamos reivindicar un lugar para Ja gramatica en la escuela, sino que ademas proponemos ese retorno desde ‘otro lugar, a partir de una revisién critica de la manera en que fueron abor- los contenidos durante décadas: La morfologia no es una excepcidn. itualmente, la gramética escolar se acercé a los temas de morfolo- con una finalidad prescriptiva, o bien, taxondmica. Asi, el estu- Palabra se forma por el agregado det ente, sal-sero, Hilineasare a Resultado: palabra compicja cuando la palabra se itil, supers hombre, E Palabra compleja, infjacim cuando la palabra se forma por ela 7 Spey: egustsancanecsan en le ase Resultado: palabra comple, parsnvis cuando la palabras forma pore agregado simultneo deun prefjoyun sufo una bas. Se considera que el agregedo ex simultineo ya que prfjorhue basersufjo no son palabras de la lengua. La dervacién pare siempre de un suseante vo ode un adjetivo y da lugar, en una amplia mayoria de los casos, ala formacién de un verbo, Los affos mis productive en exe proceso son ls pefjos: re a-y ema y los sufjos ~ar;-er. Pex apadrinar, envejecen, rejuveneer, afta, enturbiar Resultado: palabra parasintética. Proceso que consisce en la formacién de palabras nuevas a partir de dos palabras ya exis fentesen una lengua, Por ejemplo: hombrerran, pelirja, bajaman, sacapuntas, asguine 4a, coneveidile. Resultado: palabra compuesta. ela estructura de la palabra se simplificé a la memorizacién y recita- 0s paradigmas verbales, a la enumeracién de palabras correspon= una misma familia, al estudio de las categorias morfosin mero, tiempo, modo, etc.) sin apelar a su funcior no en un texto. En otras palabras, esta rama de la ‘campo que mis simplificaciones ha suftido, al i por completo la naturaleza de su objeto de que no usamos el ft, que nosotros es la ee que palabras como martes, mes, res son siempre pI ; palabras que terminan con 0 son siempre Cnet a preguntarnos por qué los alumnos Ilegan a estas generalizaci fs é de memorizar afio tras afio los paradigmas verbales, de clasifi- -infinitos sustantivos por género y numero, de escribir listas de familias le palabras, de buscar el diminutivo o el auientativo, de pensar adjetivos ‘un sustantivo...? Creemos que la respuesta esta, nuevamente, €n el c6- mo de la ensefianza de la gramética. Muy distinto es cuando en el aula se parte de las intuiciones que todos tenemos de nuestra lengua, cuando se confrontan con datos empiricos y, a su vez, se enfrentan intuiciones y da- tos a las clasificaciones y definiciones que se estin estudiando. O si bien, se plantean actividades que provoquen el extrafiamiento frente a usos posi- bles, aunque no existentes (desdiideme, antiparaguas, descafién...). Por tilti- mo es sensato estudiar las relaciones morfosintacticas fuera de la oracién 0 el texto? Sin espacios que abran el terreno a este tipo de reflexiones, es muy dificil esperar que los alumnos puedan ver la relacidn que la gramati- ca tiene con el uso cotidiano de su lengua. La sintaxis Algunas nociones basicas La sintaxis es el componente de la gramatica que estudia las relaciones que mantienen las palabras entre s{ para formar construcciones. Las palabras se organizan de acuerdo con determinadas reglas que establecen: * el orden de las palabras en una oracidn; por ejemplo, en espafol, el orden entre un nombre y un articulo es articulo + nombre ynoala __inversa: la casa, y no *casa la; pe? las conexiones que existen entre esas palabras; por ejemplo, entre la ¢ debe existir una conexién de concordancia en género y ntimero, de os casa no sea una combinacién pereaitida en esta lengua; “i6n que algunas palabras ejercen sobre otras; por ejemplo a En la medida en que | rd ! no las €misiones concretas en situaciones particulares, necesi- Jos aspectos sistemsticos o estructurales de esos enunciados. ! de los problemas que surge al no establecerse esta distincién en- © ény enunciado es que es muy dificil determinar si un conjunto de mas €6 0 NO UNA oracién, porque siempre se podria proponer una si- én en la que esa emisién fuese posible. hora bien, si, como afirman todas las graméticas de este siglo, la ora- no es s6lo un conjunto de palabras, entonces seria necesario estable- run criterio que permita distinguir entre conjuntos de palabras que son ciones de aquellos que no lo son. El criterio formulado tanto por las ramaticas estructurales como por las generativas es el de estructura inter- Desde este punto de vista, se considera que las palabras que constitu- na oracién se organizan en construcciones, Silas palabras que conforman una oracién no estuviesen subagrupa- en construcciones, entonces habria que admitir que todas las palabras ienen entre si la misma relacién. Sin embargo, esta postura no puede jear por qué en la oraci6n dc muisica electrénica nacié en la segunda mi- del siglo veinte. * clectrénica esté més ligada a muisica que a nacié, a pesar de que es ad- tea las dos; * nacié est4 mas unido a en la segunda mitad del siglo veinte que a elec a, a pesar de que es adyacente a las dos; da mantiene una relacién ms estrecha con mitad que con la, a que es adyacente a las dos; etcétera. palabras, y como afirma I. Bosque, las palabras no estan “suel- ién, puestas una al lado de la otra, sino que se organizan en de distinta naturaleza; esta organizacién en torno a niicleos: “ Percibamos que electrénica y la estén més estrechamente ligadas €a cualquier otra palabra de la oraci6n. Esta organi de una oracién (la, electrénica, musica) en ‘no fragmentos cualesquiera de palabras) y la rituyente puede ser sustituido por otro mds simple). do en el aula se propone el anilisis sintéctico de una oracién (4r- ‘encorchetamiento, o cajas), lo que se esta haciendo es reconocer pre- ccuiles son las construcciones que la constituyen. . ___ En este punto, es necesario establecer una distincién basica entre In- formacién categorial ¢ informacién funcional. Todas las construcciones de ‘una oracién tienen informacién de ambos tipos. La primera alude a la na- turaleza de su nuicleo. Asi, en la oracién dada, el constituyente /a musica electrénica es un sintagma nominal porque su nticleo es un nombre, el constituyente nacié en la segunda mitad del siglo veinte es un sintagma ver- bal porque su miicleo es un verbo, el constituyente en la segunda mitad del siglo veinte es un sintagma preposicional porque su nticleo es una preposi- cién, etc. Por otro lado, cada construccién desempefia en la oracién una fancién sintdctica especifica segiin la relacién que esa construccién esta- blezca con los otros constituyentes. Asi, a muisica electrénica funciona co- mo sujeto de la oracién, nacié en la segunda mitad del siglo veinte, como predicado, en la segunda mitad del siglo veinte como complemento circuns- tancial, etc. Pero es necesario sefialar que son sujeto, predicado y comple- mento circunstancial en la oracién dada y no necesariamente en todas. Por ejemplo, en Juan adora la musica electrénica, la construccién la miisica elec- trénica ya no funciona como sujeto. La distincién entre informacién categorial ¢ informacién funcional es relevante para comprender el alcance de las tres pruebas mencionadas arriba: movilidad, interrogacién y expansién, puesto que las mismas permiten iden- tificar los constituyentes de una oracién y no la funcién sintactica que cada uno desempefia. La falta de una delimitacién clara entre ambos aspectos ha Ievado a proponer {6rmulas escolares que los mezclan y llevan, asi, a errores el anilis : la pregunta por el quién para identificar el sujeto de una ora- ierte ol andlisis en una cuestién de azat, puesto que funcionaria pa- oracién como Juan corre, pero no para una como A Juan le gusta la -dlésica. Sin embargo, si es una pregunta valida para establecer que Qf oracién y A Juan en la segunda son constituyentes. “ mip hipétesis. 4 € permiten tal apertura: partir de oracio- je puedan ser analizadas de a de una fae de Cae de ora- s que, @ pesar de ser Categorialmente idénticas, se diferencian en su interna; proponer xpansiones o movimientos de constituyentes jonar sobre las transformaciones que esas operaciones exigen al res- tode los constituyentes, 0 sobre los cambios de significado que conllevan; ‘contrastar las propias intuiciones sobre algunos fenémenos con las de otros lantes;reflexionar sobre las relaciones entre las posibilidades que el sis- ma acepta y los usos 0 desviaciones intencionales que los hablantes hacen ensituaciones especificas. Ensefianza y modelos gramaticales. Las gramdticas tradicional, structuralista y generativa odo general, podemos definir la lingiifstica como la disciplina que se del estudio del lenguaje. Nos quedaremos con esta definicién gene- lesto que una mis precisa depende de qué entienden las diferentes te6ricas sobre el lenguaje. Como rama de la lingiifstica, la grama- Ocupa del sistema de Ja lenguaEsto es, se ocupa, en términos de sélo de un aspecto del lenguaje. Ss § 2, analizamos la polisemia del término “gramatica’: 1) libro; 2) como campo dentro de la lingiifstica; 3) como est © sistema de reglas que subyace en cualquier I © tedrico que propone un lingitista para dar nanente. En § 3, enumeramos'los ni P cen ese ’ intencién de definir algunos conceptos basi reflexién acerca de cémo introducir su estudio en cién abordaremos tres modos distintos de concebir el estudio de itica: el de la “gramatica tradicional”, el de la “gramética estructu- rel de la “gramatica generativa’. La presentacién de este panorama cal responde tinicamente a una intencién informativa. Creemos existe una relacién directa entre conocimientos que una persona tiene ‘sobre un tema y su posibilidad de plantear actividades nuevas sobre él, re- flexionar acerca de la efectividad o validez de las propuestas planteadas en distintos cursos o materiales escritos, y encarar la lectura futura de materia- Tes cada vez més especializados. De ningtin modo, la revisién de estos tres modelos parte del supuesto de que el docente deba seleccionar uno de ellos y, mucho menos, deba trabajar exclusivamente con él 0 intentar presentar los tres. Modelos gramaticales La gramatica tradicional Con el nombre de gramdtica tradicional se designa aquella gramatica cuyas primeras reflexiones se remontan a la Antigiiedad griega, sus desarrollos tienen lugar principalmente en las Edades Media y Moderna, y, desde sus inicios, esta marcada por un objetivo claramente normativista. Ese objeti- vo se pone de manifiesto en la etimologia misma de la palabra “gramatica’, de origen griego: “el arte de escribir”, arte que nunca se limité sdlo a la es- critura, sino que se extendié al estudio completo del lenguaje. El tema de estudio basico de este modelo es la palabra y su clasifica- i ci6n, estudios orientados hacia la preservacién de la “lengua culta” (griego iterario, latin literario, espafiol literario) para evitar que fuera “corrompi- el habla cotidiana. Dada esta finalidad, los campos que formaron Jas gramaticas tradicionales no se limitaron a los niveles actual- (fonolégico, morfoldgico, seméntico y sintactico), sino que también : 6 hacia la descripti ji 5 iptiva o hacia la descriptiva Peres normas de uso a los faba ae que la gtamética se plantea como rama de una ciencia, y ica estructural es aquella es “cientificamente |. que se elabora sobre el supuesto general es legitimo describir el lenguaje como una cura’ (Helmsley, 1959, citado por Lewandowski, 1995). En este sen- do, estudia la lengua como un con resiuna relacién sistemética, junto de elementos que mantienen en- Y no como un conglomerado de fenémenos “Ahora bien, ccusles son las unidades que componen el sistema 0 es- reuctura y SUS relaciones? Para responder esta pregunta, la gran mayoria de josestructuralistas optaron por el método inductivo que consistia en reco- en un momento dado de una lengua, un conjunto de producciones ticas (un corpus de realizaciones de una lengua determinada) y, a par- desu descripcién minuciosa, enumerar los elementos constantes y sus iables para establecer las reglas que rigen las relaciones entre ellos. Para izar el estudio de los corpora, los estructuralistas postularon una jerar- niyeles, para cada uno de los cuales definieron unidades minimas y sus reglas. Durante las primeras décadas, los estudios se cen- mn basicamente en los niveles fonético, fonoldgico, morfolégico y sin- mientras que la seméntica, considcrada la “pariente mds pobre” as, 1971), fue relegada del campo de la gramatica puesto que, en ds de Bloomfield, “es [...] el punto débil del estudio del lenguaje, y sta que el conocimiento humano vaya mucho més allé de donde encuentra” (Leech, 1974). Rs fin de realizar una descripcién “cientificamente legitima’ del las escuelas estructuralistas (Escuela de Praga, Distribucionalismo que se pas de la catalogacién 0 ene de finitas de expresiones (palabras y construcciones) hacia el in- las reglas que permiten la generacién de las infinitas ox ‘de una lengua. En otras palabras, se pasé de un estudio inductivo eudio deductivo; b) el interés se centrd, ya no en las conductas ob- (las expresiones efectivamente producidas), sino en la capaci humana del lenguaje. La gramética generativa La gramdeica generativa, que se inserta en una concepcién mentalista del Jenguaje humano, fue desarrollada por Noam Chomsky, investigador nor- teamericano del Instituto Tecnolégico de Massachussets (MIT). Con sus primeras obras (Estructuras sintacticas, de 1957, y Aspectos de la teorta de la sintaxis, de 1965) este investigador provocé una verdadera revo- lucién dentro del ambito de la lingiiistica, al proponer un cambio de pers- pectiva tedrica que llevé a replantear no sédlo el carcte, los objetivos y los alcances internos de esta disciplina, sino también las relaciones que mantie- ne la lingtifstica con otras disciplinas, tales como la filosofia o la psicologia. Si bien desde esas primeras obras hasta la actualidad, Chomsky ha mo- dificado en muchos puntos su teoria acerca del lenguaje, a lo largo de los afios se ha mantenido fiel a ciertos postulados bdsicos: el innatismo, el mentalismo, la modularidad y el generativismo. Antes de Chomsky, la lingiiistica era mas bien una empresa taxonémi- a puesto que se basaba en reunir corpora de datos (enunciados) tomados del mundo exterior y los clasificaba sin tener en cuenta su origen, la men- te humana; esto ¢s, se concebia el lenguaje en forma independiente de las propiedades de la mente/cerebro. Desde este punto de vista, este autor pro- pone estudiar la naturaleza de nuestro conocimiento del lenguaje: como adquirimos y cémo ponemos en/prictica ese conocimiento. Estas cuestio- implican considerar el lenguaje como una estructura mental. gramatica generativa se caracteriza bisicamente porque es: ista, puesto que sostiene que el lenguaje sdlo puede estudiarse , esto es, es idén Yacse méd \dulo o leng tica €n todos los miembros (norma lulo lingiiistico universal ¢ innato lo llama gra- dado que considera 5 eens médulo o facultad del lengua- i nética de nuestra especie; erativa, Ya Que a partir de una cantidad fina de elementos y reglas, jet hablante de una lengua es capaz de producir y comprender la inf intidad de oractones; en esto reside el aspecto creativo del lenguaje. Por lado, esta capacidad de generar infinitas oraciones es posible porque el blante tiene una competencia de su lengua, esto es, un conocimiento in- acerca de cuando una oracién es gramatical y cuéndo no lo es, cudn- na secuencia de fonemas o una combinacién de morfemas constituye mapalabra posible de su lengua o no, etc. Este conocimiento intuitivo se lla- petencia lingiiistica. hoy en dia no todos los gramiticos estén de acuerdo con la finalidad tiva del modelo chomskiano, una amplia mayoria concuerda en que es- fa ha aportado descripciones mds adecuadas de la mayoria de los fené- gramaticales. De hecho, en la reciente Gramética Descriptiva de la Epariola, una obra colectiva organizada en tres voltimenes, sus direc- ares, I, Bosque y V. Demonte, reconocen en la Introduccién que “[...] esta ¢s deudora en importante proporcién de la gran cantidad de resul- obtenidos por la gramética generativa, tanto en su versién centrada en ilaxis, como en su vertiente léxico-sintactica [...]. Pero [...] esos resultados su espacio [...] con observaciones emanadas de marcos funciona- itivistas, Iexicistas puros, seméntico-formales 0 de la pragmatica (Bosque y Demonte, 1999). é os pardgrafos anteriores hemos presentado una breve sintesis de importantes del estudio de la gramatica: tradicional, estructu- tivo. Un aspecto comiin a todos ellos es que el limite superior s la oracién. En las gramaticas modernas, este estudio se ir y/o explicar el sistema (estructuralismo) 0 la ismo). Si bien hubo intentos de trascender is Bo ia ss y ensenanza un acalora~ al en de- indole, 5 i iste on la Argentina a tre los afios cuarenta y cincuenta, se asiste en Bi c th ‘la de la gramatica estructuré debate acerca del ingreso a la escue! uct ento de la eligasl. Los argumentos eran de muy distinta { aunque todos estaban impregnados del espiritu cientificista de la época, CO- mo se advierte en las palabras de Amado Alonso: se ensefia todavia en la mayorfa de las escuelas La gramitica que hoy, en 1943, Fo. los adjetivos nombres y colegios con sus sustantivos nombres de las sustancias, n de las cualidades, los pronombres que estan en lugar del nombre, el género igua- Jado con el sexo, etc. etC., esté.a a altura de la astronomfa que imaginaba a la Tierra como un disco quieto en medio del universo, el Sol y la Luna -ya ven us- tedes que puede acertar en alsin detalle— dando vuelta a su derredor. Bsa astro- romia y esa gramitica son de la misma fecha y de la misma mentalidad. La astronomia ya hace siglos que perdié sus tltimos defensores; la gramética toda- via los cuenta por millares (Alonso, A., 1943). Como todos sabemos, los defensores del estructuralismo ganaron la parti- da, y dominaron la ensefianza de la gramitica en la escuela durante varias décadas. En la actualidad, si bien hay voces que defienden uno u otro modelo, ésta no es una discusidn pertinente para la escuela. Como sefiala Bosque, Jas preguntas deben ser otras. Existe una concepcién de la gramitica, muy divulgada en los libros de texto, en fas aulas y hasta en los tribunales académicos, que suele agrupar las teorias gra- ‘aticales bajo las etiquetas de “gramética tradicional”, “gramatica estructural” y “gramética generativa’. En nuestra opinion, esa distincién puede resultar acerta~ i ee se quiere hablar de los métodos de anilisis que proponen las teorias lingiiis- sentido preguntas como “jcudl es el anéli listica estructural?”; “zeémo se analiza el artfculo # “eual es el anilisis tradicional de los pronombres 4t0- o segtin la lingitfstica ica generativa?” sque, 1998). que los “Ambitos escolares” que menciona Bosque no se referi- nuestro pats, a las aulas, aunque puede haber excepciones, n0 es alli donde sucle decidirse a oe de aie cnsehae Ea jo cas0, la decision llega a la escuela a través de material impreso (manua- has, cuadernillos, circulares, etc.) desde las instituciones superiores ministerios, secretarfas de educacién, consejos educativos, universidades, fesorados) y también desde el mercado editorial. Con respecto a las preguntas que arriba plantea Bosque, contesta: [14] no existe un solo “andlisis tradicional”, ni “estructural”, ni “generativista’ de ¢st0s u otros fendmenos. Los marcos teéricos se caracterizan porque introducen unidades de anzlisis que les son propias, pero no condicionan hasta ese punto ni Iaoriginalidad ni la libertad de los lingiiistas, sino que, por el contrario, son tan- to mis interesantes en cuanto que alientan polémicas y discrepancias, siempre vitalizadoras en cualquier disciplina. ottas palabras, la discusidn se plantea no sdlo entre modelos tedricos, fambién dentro de un mismo modelo. Sigue Bosque: o se pueden negar desde ningiin marco teérico las aportaciones de la llamada mitica tradicional” a la comprensién de nuestro sistema lingifstico, de la forma que se debe reconocer que muchos de sus instrumentos de andli- tienen la precisién de otros que se manejan actualmente [..] En este pua- que no es frecuente hacerlo, nos parece importante distinguir entre tia tradicional” y “gramitica escolar”. La primera es la gramética de los 0s tradicionales [cft: § Modelos gramaticales); la segunda es, jue lo plantean Hernanz y Brucart (cfr. en § 3, el primer aparta- curso cientifico versus discurso de ensefianza”), y como sostuvimos observaciones al enfoque comunicacional, los problemas de la sg ca escolar” son basicamente la ausencia de reflexién y discusién de Tos andlisis que se llevan a cabo sobre cualquier aspecto del sistema lingtifs- tico. Es indudable que esa “mecanizacién” nada tiene que ver con el mode- lo te6rico, sino, lo repetimos, con el modo como se presentan y trabajan esos contenidos en el aula. En otras palabras, los andlisis que se realizan en la escuela pueden ser tan miméticos en el marco de un modelo de gramé- tica tradicional como en el marco del generativismo. Asi, si la finalidad es, por ejemplo, desarrollar en los alumnos su competencia comunicativa (en eseritura y oralidad), el estudio del sistema es includible, porque para co- municarnos por medio del lenguaje hacemos uso de él. La cuestién es el “cémo”, esto es, de qué manera encaramos ese estudio, Indagando ese cé- mo, Bosque hace dos afirmaciones que nos interesa destacar. La primera tiene como destinatario, al menos desde nuestra interpretacién, a aquellos que deciden si ensefiar gramatica o no, qué gramatica ensefiar, qué conte- nidos, de qué manera, Existen preguntas més interesantes que algunas tan frecuentes como “cual es el anilisis tradicional de los pronombres étonos” o “cémo se analiza el articulo en la Sramitiea generativa’ y existentareas més formativas que “analice usted este ge- rundio desde la gramética estructural". En su lugar, podemos formular las pre- f Buntas de esta manera: “:Qué contribuciones de los graméticos que llamamos tradicionales nos ayudan a entender mejor el funcionamiento de los pronombres D Atoosts equ aspectos de este modelo lingistico nos ayudan a comprender mejor ¢l comportamiento de los verbos no flexivos?. J Es indiscutible que los ___instrumentos de andiss los proporciona el marco teético en el que cobran senti- PPS Mee menos cierto que, si lo que nos inceresa es profundizat en el cones dal sistema lingistco, las aportaciones deben medirse especial 0: Por el grado en que contribuyan a ese conocimiento, i ‘medio eseribfa Andrés Bello que “la Gramética esta bajo el yu- le rutina’, Estas palabras son plenamente vilidas tantos afios tanto porque estén dirigidas contra andlisis mas “tradicionales” que 5 sino porque estin ditigidas contra los andlisis irreflexivos, es decir, tra los andlisis que, independientemente de la escuela teérica, no estén abier- ‘ala discusién, a las pruebas empfricas que pongan en duda cuestiones gra- ticiles consideradas inamovibles, a considerar preguntas nuevas sobre fenémenos conocidos, © al simple reconocimiento consciente de los limites que siempre conlleva cualquier opcidn tedrica. _ Referencias bibliogréficas Alcina Franch, J. y Blecua, J., Gramatica Espariola, Barcelona, Ariel, 1975, “Intro- duccién”, pardgrafos 1.0 a 1.3.3. Di Tullio, A., Manual de gramética del espanol. Desarrollos teé ciones, Buenos Aires, Edicial, 1997. Capitulos I y II. Gaspar, M. P. y Otafii, L. El gramaticario. Diccionario de términos de gramdtica, Cantaro, Buenos Aires, 1999. Las entradas: alfabeto, sistema fonolégico, Srafia y reforma ortogrdfica. Las entradas: seméntica, significado denotativo y sige nificado connotativo, homonimia, sinonimia, antonimia, campo asociativo, campo léxico, campo conceptual, campo semdantico, palabra. Las entradas: morfo- logia, morfema, palabra, morfema libre ‘y morfema ligado, afijo, base, infijo, pre- Sij0, suffjo, ratz, tema, clases de palabra, composicién, derivacién, flexién, parasintesis, concordancia, reccién, familia de palabras. Las entradas: sintaxis, eracion, construccién sintdctica, sintagma ambigiiedad, concordancia, proposi- subordinacién, ricos. Ejercicios. Solu- orto- » G. y Ferrari, L,, Nociones sintacticas, Buenos Aires, Ofici de Publica- dela Facultad de Filosofia y Lets, a UBA, 2000.

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