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Leción: ¿Tienes libertad de elección? - parte 2

"La Libertad" (secciones)

KFS, p.377

Cuatro factores

Se debe tener presente que cada nuevo estado que aparece en los seres de este mundo, debe ser
entendido no como “existencia que surge de la ausencia”, sino como “existencia que surge de la
existencia”. O sea, de una entidad real que ha sido despojada de su forma anterior para asumir su forma
actual.

Por lo tanto debemos entender que en cada surgimiento de este mundo existen cuatro factores; y que de
estos cuatro factores juntos surge ese nuevo estado. Estos son:

A. La base.

B. La relación de causa y efecto. Esto está relacionado con el atributo mismo de la base, la cual
permanece inalterada.

C. La relación causa-efecto interna, que cambia como consecuencia del contacto con fuerzas externas.

D. La causa y efecto de fuerzas ajenas, que actúan sobre ella desde afuera.

Y los aclararé uno por uno:

El primer factor: La base, la materia prima

A. La "base", es decir, la materia prima. Está relacionada con el mismo ser, pues "no hay nada nuevo
bajo el sol"; y cualquier acontecimiento que ocurra en nuestro mundo, no es “existencia que surge
de la ausencia”, sino más bien “existencia que surge de la existencia”. Es una entidad que se ha
despojado de su forma anterior y que ha tomado otra diferente. Y esta entidad es la que llamamos
"base". En ella radica la fuerza destinada a ser revelada y determinada al final de la formación de
ese nuevo estado o surgimiento. Por lo tanto, es por cierto considerada su causa principal.

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El segundo factor: La relación causa-efecto que resulta de sí mismo

B. Es una relación de causa-efecto que está relacionada con el propio atributo de la base, que no
cambia. Tomen, por ejemplo, una espiga de trigo que se descompone en la tierra y como consecuencia de
lo cual brotarán muchas espigas más. Así, esa fase de descomposición es lo que consideramos la "base".
Es decir, que la esencia del trigo se ha despojado de su antigua forma, que es la forma del trigo, y ha
tomado la forma del trigo descompuesto, que es la semilla que llamamos "base", y que ahora carece de
forma alguna. Ahora, después de haberse descompuesto en la tierra se ha vuelto apta de vestirse en otra
forma, que es la forma de muchas espigas de trigo, destinadas a crecer a partir de esa base que es la
semilla.

Y es bien conocido por todos que esta base no está destinada a convertirse ni en cebada ni en
avena, sino que sólo puede ser comparada con su antigua forma, de la cual se ha despojado: un mero
tallo de trigo. Y si bien es cierto que ha cambiado en cierto grado, tanto en calidad como en cantidad,
puesto que en la forma anterior había solamente un tallo y ahora hay diez o veinte, en cuanto al gusto y
al aspecto la esencia de la forma del trigo permanece inalterada.

Así, vemos que existe una relación de “causa y efecto” atribuida al propio atributo de la base, la
cual nunca cambia. Pues jamás surgirá cebada de una espiga de trigo, como ya hemos mencionado. Esto
representa el segundo factor.

El tercer factor: La relación interna de causa y efecto

C. Es la consecuencia de la relación interna de “causa y efecto” de la base la que cambia al entrar


en contacto con fuerzas externas a su ambiente. Es decir, que vemos que a partir de una semilla de trigo,
que se descompone en la tierra, crecen muchas espigas, a veces incluso más grandes y mejores que la
que era antes de la siembra.

Por consiguiente debe haber factores adicionales implicados, que han colaborado con la fuerza
oculta del ambiente, es decir, la "base". Y gracias a esto, las añadiduras en calidad y en cantidad que
estaban ausentes en la forma anterior del trigo, ahora se han manifestado. Estos factores son los
minerales y los materiales de la tierra, la lluvia y el sol. Todos ellos operan prestando sus fuerzas y
participando con la fuerza de la base misma. Y conjuntamente con la relación de “causa y efecto”, han
mejorado tanto la cantidad como la calidad en ese siguiente estado.

Debemos entender que este tercer factor se une al proceso interno de la base, pues es la fuerza
oculta en ésta la que controla. Que al final de cuentas todos estos cambios pertenecen al trigo y no a
alguna otra planta. Por lo tanto los definimos como factores internos. Sin embargo se diferencian en todo
sentido del inmutable segundo factor, pues este tercer factor cambia tanto en calidad como en cantidad.

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El cuarto factor: La relación causa-efecto a través de fuerzas ajenas

Es la relación de “causa y efecto” a través de factores ajenos que actúan sobre la base desde
afuera. Esto significa que no se trata de factores que tengan una relación directa con el trigo, tales como
los minerales, la lluvia y el sol; sino que son factores ajenos a él, tales como las plantas cercanas; o
acontecimientos externos como el granizo, el viento, etc.

Y pueden ver que esos cuatro factores se combinan en el trigo a lo largo de todo su crecimiento. Y
en cada situación particular por la que el trigo pasa en el transcurso de ese período, está condicionado por
estos cuatro factores. La calidad y la cantidad de cada estado son determinadas por ellos. Y tal como lo
hemos descrito para el trigo, esta regla se aplica a toda aparición o cambio de estado en el mundo;
incluso a los pensamientos e ideas.

Si por ejemplo nos imaginamos un estado conceptual cualquiera en un cierto individuo, tal como un
determinado estado de religiosidad en alguna persona, o un ultra-ortodoxo, o menos ortodoxo, o
intermedio; entenderemos que ese estado existe y ha sido determinado en el hombre a través de los
cuatro factores explicados.

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