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MANUEL ALBORNOZ CABELLO JULIAN MAYAMARTIN. JOSE VICENTE TOLEDO MARHUENDA ELECTROTERAPIA PRACTICA : Voy voy AVANCES EN INVESTIGACION CLINICA nN Capitulo 12 Microcorrientes Manuel Albornoz Cabello y Helena Guerrero Gonzilez {Indice del capitulo Introducein 13 Belectricidad y su rolen los tejidos 14 “rapa bioeéctica 124 ‘Terapia con microcorientes 125 Pardmetros de las microcortentes 126 Equipamiento 7 INTRODUCCION La electricidad ha sido utilizada desde la Antigiiedad para es- timular Ja curacién de enfermedades. En el aio 2750 a. de C., Jas personas enfermas eran expuestas a anguilas eléctricas (Kellaway, 1946), Pero en 1812, el Dr. John Birch, en Londres, fue el primero en curar na fractura de tibia con correntes cléctricas a través de agujas quinirgicamente implantadas en la regi6n de la fractura (Becker y Seldon, 1985). Este se convirti6, cenel principal método de tratamiento de las fracturas de lenta’ ‘ciifacién, Sin embargo, hacia 1906 fue sustituido por otros ‘tipos de tratamientos y dejaron de aplicarse los campos elée- tricos (Oschman, 2000). En 1980, numerosas investigaciones confinmaronl efecividad de las correntes elétrias para es- simular a curaciGn 6sea.Posteriormente, se descubr6 que una bobina podia ser utilizada para inducir de forma no invasiva una corriente en la zona de fractura (Bassett, 1995). Esto es lo que se conoce como terapia pulsada por campos electromagnticos (pulsing electromagnetic field therapy (PEMF]). Desde un punto de vista fisico, el movimiento de carga eléétricas crea campos magnéticos en el espacio circundanté segtin la ley de Ampére (1820), y 1os campos magnéticos inducen, a su vez, un flujo de corriente a través de los tejidos conductores segiin la ley de Faraday (1831). Por tanto, cuan- 4o aplicamos microcorrentes al cuerpo humano con fines teraptuticos, os efectos beneficiosos pueden producirse por" las microcorrientes en s{ mismas, por los campos magnéticos inducidos en los tejidos conductores, por el movimiento de cargas 0 por los campos electromagnéticos autoinducidos (MeMakin y Oschman, 2013), (©2016, Elsevier Espa, S1.U, Reservados todos los derechos [Avances en investigacion clinica 17 Indicaciones 128 Contraindicaciones 128 Adems de conseguir la reparaci6n 6sea, as microcorsientes se emplean en Ia curaciGn de tilceras. El primer estudio fue rea- lizado por Assimacopoulos (1968), quien aplics estas comrientes eneel tratamiento de tleeras que no cicatrizan de la piema. En cuanto a la aplicacién de microcorrientes en tendones y otros tejidds, los estudios sobre animales e investigacio- nes in vitro sugieren que existe un potencial terapéutico sin explorar en el tratamiento de los tejidos blandos con microcortiente®. Este hecho es especialmente importante en el tratamiento de tendones y ligamentos. Existen evidencias cientificas de que, en estas estructuras, 1os eampos eléctricds y las corrientes autoinducidas producen una proliferacién y ‘un aumento de la sintesis de proteinas de la matriz.extracelu- lar (Lin et al., 2006; Fujita et al., 1992; Chao et al., 2007; Sun et al., 2004). Nessler y Mass (1987) fueron los primeros en. ‘emplear microcorrientes en tendones y ligamentos mediante la utilizacién de una cortiente continua de 7 1A durante 6 semanas para tendones cortados y suturados en conejos! Los estudios en humanos sugieren que las microcorrientes pueden promover la resolucién de varios desérdenes mus- culoesqueléticos. Sin embargo, la evidencia cientfica a favor de las microcorrientes para las lesiones de tejidos blandos, se centra en los estudios celulares y en animales (Poltawski y Watson, 2009), Por tanto, podemos decir que Ia terapiat con microcorrientes ha sido empleada clfnicamente durante dgcadas, Ademés, dicha terapia es efectiva cuando se usa para promover la reparacién del dafo en la piel y el hueso. in embargo, la investigacin clinica se ha centrado primor- mente en las aplicaciones en estos tejidos, ¥ existen ast ‘menos investigaciones que analicen el potencial terapéutico 123 wm Escaneado con CamScanner 124 UNIDAD | nn i aintes debemos explicar qué clectticidad y cules su papel en ls tejidos cor _ Porales, Por elo, em este eupiti,alennis le ae conocer {os principales estudios Hevados i cabo en los ttins ais Con microcorrientes, habkiremos sobre fis 0 ‘se dicha terapia y sobre: + SSR URRY ya queen tomo a este Fensimeno cobra sentido fa ap snelinien de imicrocorrientes en los tejidos corporales. ~ BMtosrabos SU PO™ Labioelectricidad juega un el esencial en los sores vivos. Muchos procesos fisiolégicas en los onganismos vivos lev ‘consigo un flujo de cargos y el mantenimiento de diferente les a través de las membranas celular mnt ‘nite tejidos. Asi bioelectriidaad es el nombre acuiado y corriente para estos voltajesy correntes endégenas, que han demos- g “trado la produccién de una modulaciGn del erecimiento, lt in y In reparacién en una gran variedad de especies, Bapemnorncrhmam Gdomeay La evidencia cientifica acumulada a Io largo de décadas sre que una descripcién completa de la fisiologia de la cu el olde la bioelectricic epmaconsoen Y flujos de cargas que son generados endégi el cuerpo. La importancia de la bioelectricidad en les, en la sefalizaci6n del sistema nervioso yen la contraceién muscular ha sido ampliamente estudiad: Sin embargo, la bioelectricidad estd involucrada en muchos, {# otr0s procesos fisiol6gicos (Bassett, 1995; B| ‘ Como las sustancias inorginicas, los poseen ‘capacitancia, Estas propiedades fisicas son consecuencia de ¢ \‘eléctrico activo, De hecho, todas las células del cuerpo produ cen una proporci6n significativa de energfa y generan campos | + eléctricos a través de las membranas (Nuccitelli, 1992). Esta” le o voltajes que se establecen entre las distintas capas de tejido, dentro del cuerpo (Nuceitelli, 1 fees etal, 1981). Cada célula jealo -membranas de sus orgénulos (Nuccitelli, 1992; Frieden- berg, 1973). Esto se da gracias al transporte activo de iones, particularmente de sodio y potasio, en contra de sus gras tes de concentracién, estableciendo ode voltaje a lo largo de la me voltajes se expresan en ocedimientos olectaterapssuticas can cvtiente largo de su membrana externa y de | jaiablos de yaa frecucne ta cana conden, casan movimiento ones ene, doy cor rriente biveléctrica,tipicament jc. tro del a onmperios (uA) (Nuccitel, yp 6 Diferencias se poteneial endégenas han sido medidas, nnumierosos tejidos, ineluyendo msculos, cGaneds, ty, del inn, tet intestinal, aparato respiratorio y paredey os vasos sangufneos (Nuccitelli, 1992; Gustke et al, 19) Sta Iglesia y Vanable, 1998; Harshaw et al, 1962), “También existen Fendmenos bioeléctricos transit, cuando un tej es sometido a un estrés mecdnico, Yas (1953) estudié que, aplieando estrés mecéinico sobre i, de conejo, se conseguia un cambio de potencial at ary. ta superficie cortical. El rea bajo maxima compres. convertia en negativa con respecto a la epitiss sin esr Este fenémeno es conocido como efecto piezoeléettc, | tendon, poteneiales generados por tensidincausados estirami ih estructura pueden producir com dle densidad de corriente ola la pierna (Anderson y Eriksson, 1968). La actividad (,., de los misculos genera diversas biocorrientes de 5-20 frecuencia en los huesos en los que se encuentran inser: fst mucha odie vaiaions de meoce 101 tonsson y Mann, 1985). Estos fenémenos se deben : ...¢ ‘movimientos de los fluidos tisulares como consecuenci deformacién (Anderson y Eriksson, 1968; Charman, La diferencia de potencial originada con este proc: se ‘eon ea -Ginnis, 1989) . Por tanto, podemos afirmar que el movimiento jo, tejidos corporales por tracciones, compresiones, de ia. rmientos, ete, va acompariado de cierta actividad bioelé rea Esta actividad cobra también importancia en estrucaas que obedecen a la teorfa de la tensegridad, como es el ss?» tema fascial, Asi, un conjunto estructural de esas ficas se encuentra en un estado de preestrés, es decir, ue estd preparado para responder a requerimientos dindmicos independientemente de la accién de las fuerzas gravitatorias Por ello, un incremento de tensién en un punto se equiltra instanténeamente con un incremento de compresion y de traccién en puntos geométricamente distantes’al punto de aplicacién (Pilat, 2003): El citoesque esunade estas estructuras con estabilidad propia (Ingber, 1998). El estudio de la actividad bioeléctrica y'su relacign cone pit: cipio de tensegrid: les podria oftecet ‘muchisima informacién sobre el rol de la bioelectrci en sistemas estructurales complejos. Obtener una visién holfstica del funcionamiento bioeléctrico, en la interaccién de diferentes estructuras corporales, constituye un punto de uniGn entre las microcorrientes y las terapias miofascales. ten aplicar campos el ters. La terapia bioeléctrica cor |, para estimular la curacién de les 4 Escaneado con CamScanner tjidos. Sabemos que la igraci6n cellar, la profiferacién ke fo son comp senciales del 01, Wg et, 1936) oplicam {mitar las sefaleseléctricas - Gadégenas que gufan el comportamiento celular, obtenemos Gpcionesterapéuticas cuando falla I curacin normal (Pl- tawvski y Watson, 2009). Ast, la aplicaci ientes? permiten la difusi6n interna de sodio (Balakatounis y An- gous, 2008). . Por otro lado, Cunliffe Bares et al. (1951) midieron tun cambio en el voltaje entre una abrasion de Ia piel en proceso de curacin y piel intata ene} cuerpo humane, y Eugireron que esto podia ser utilizado para medir el rango de curaci6n. Asimismo, i lujo de io deseribir dichos fenémenos en @ de tejido, ‘La evidencia cientifica de que el fendmeno biveléctrico puede ser parte responsable de la curacién se deriva de es- udios en los cuales, al bloquear biocorrientes, se interfere ‘en dicho proceso (Jaffe y Vanable, 1984). Corrientes eléc- tricas estén presentes en Ios sistemas biol6gicos y pueden promover la reparacidn y el crecimiento tras una lesi6n. Un estimulo especifico de Iesién induce otro estimuio de reparacién. Ademés, que muestran qu jenos en heridas mediante jeal en ratas dafiadas (Song et al, 2002). Fvidencias més convincentes son provistas por los estudios En definitiva el papel de la bioelectricidad en el cree miento de los tejidos y a reparaci6n de los mismnos ha sido extensamente reconocido en el siglo pasado. Por ello, ac; tualmente particularmente terapia con microcorrientes es un esto (Poltawski, 2010). (© Elsevier Fotocopia sin autorzacién es un delta, ejemplo Microcorrientes Capitulo | 12125 TERAPIA CON MICROCORRIENTES Scien SUSI SCS ets ocinn cemplear corrientes en el rango de los microamy como, por ejemplo, la forma de onda uilizada por estas modalidades trapéuticas es © bastante diferente a las observad rientes y Voltajes ‘end6genos} que tienden a ser tt .¥ con am: — plitud constante o lentamente variable (Nuceitelli, 1992). Por el contraio, las mierocorrientes se basan en imitar Ins seftales bioeléctricas endégenas, y el objetivo principal es ae ernst eT jaci6n eléctrica con pardmetros similares a los biolégicos y fisioldgicos (Poltawski y ‘Watson, 2009). ‘a terapia con microcorrientes es uno de los numerosos términos usados en la literatura cientifica para deseribir la tstimulacin eléctrica que incluye la aplicacién de pequetias Corrientes, Estos términos son terapia eléctrca con microco- rrientes (Kirsch, 1996), estimulacin con microcorrientes (Alon, 1998), corrientes directas de baja intensidad (Carley y Wainapel, 1985), estimulacién con microamperaje de bajo yoltaje (Denegar et al., 1992), estimulacién neural con mi- ‘roamperaje (Noto y Grant, 2009) y estimulacién nerviosa transcutdnea con microamperaje (Naeser et al., 2002). En lgunos casos, el mino genérico empleado es “Actualmente, cl conocimiento de I terapia con microco- srientes no es completo en varios aspectos te6ricos y empf eos, Aungue han sido propuestos distntos modelos para explicar sus acciones biol6gicas y fisiolégicas, ninguno hi fganado la aceptacién general. Por ello, la modalidad caree= de una fundamentacién tedrica firme y se requiere mayor {nvestigacién clinica (Pottawski, 2010). ‘De forma general, la terapia con microcorrientes se define ‘como la aplicacién terapéutica de una corriente eléctrica {de intensidad comprendida en el rango del microamperaje (Polantski, 2010), Estudios muestran que la estimulacién, eléctrica neuromuscular por microcorriente (microcurrent Glectric neuromuscular stimulation [MENSI) es concebid Como una opcisn ttl en Ia iniciaciGn, perpetuaci6n y sus- in de los numerosos eventos eléctricos y quimicos tecnico as ai et.al, 2003; lebi et al., 2008). Actualmente, crece el interés clinico por ‘el uso de corrientes de baja intensidad como la MENS: Esto se debe a que sus ‘curren a nivel celular, normali- ly sensorial, esto es, que no esti asociada a la percepcién del paciente Yes indolora. Ademas, tiene otras ventajas, como In de no presentar efectos colaterales 0 secundarios, ser de bajo coste 2008). ¥ de fécil aplicacién (Balakat Escaneado con CamScanner UNIDAD | 11 Procedimientos electroterapéuticas con cotrentes variables de baja frecuencia ‘end6geno de las corrientes de lesidn, Estas se encuentran 4a misma banda de as microcoriente, en mieroamperios, Por ello, d smo una el Pardmetros de las microcorrientes’ Los pardmotras empleados en las aplicaciones cliicas con Imierocortientes son muy variados y no estin plenamente cconsensuados y estblecidos. A continvacién presentamos Jos pardmetros mis aceplados‘desd la evidenciacientifca y clinica: J la estimulacién eléctrica ‘con microcorrentesconsisteen una ‘A diferencia de la intensidad o amplitud de la cortiente tipo ia misma * p si ceual puede regularse entre 1 y 90.mA (2012) respaldan ets cone ), la intensidad de tun pardmetro importante de la estimu- Tacién cléctrica en la terapia con microcorrientes es ajustar la polaridad segin la etapa de reparaciGn en Ia aque se encuentre el tjido para obtener mejores efectos oes . Frecuencia dracon de ase mnestudio same 7 jiente, frecuencia y formas en! (eomsae bated quirirgicamente en calaveras de cone 977), Las intensidades oscilaban FIGURA 121) Represented mises una estandarizacin de pardmetros en la eleccin de a TABLA 12.1 Efectos fisiolégicos yclinicos de la polaridad con microcorrientes Ciiodo Anodo (9) Desde la siologia "ptvacin de macréagos con aumento defagocitosis | Migracion y prliferaciin de células eiteisles Angiogenesis Aumento dea restencia tisular ‘Migracin y poliferacion de fiboblasos Produccién de coligeno Desde a linia Reparacén de heidas Reparacén y aumento dela resistncia del tendn ala carga ‘Moment de ali Primeraercea semanas fase aguda) ‘Quinta-octava semanas (ase subaguda-créic) erent de apiacién 0, finere ieee senate as on Saas | ae —ad Escaneado con CamScanner (© Elsevier Fotocopiar sin autorzacin es un dei Iso en fa terapia con my requieren mas estutios iablecer unos parimettos claros Por consiguiente, clinieos que per seleccionarel tempo de apicaiénneceare en aly Patologia, Sin embargo, telen emplearse tempor de taylor etal (2013) emplearon mulaor elético chanel que prods coieme jea rectangular a 0.5 Hz y 100 WA durante 60 min al dia, en un perfodo de 8 semanas, en pacientes c fibromialgia. Ohno eta, (2013) también realizaron tr tamientos de 60 min para analiza la ecupeacin de Inatrofia del misculos6leo en rates, En numerosox estudios acerca del efeco de a coriente continua sobe Tos tendon, os tempos de tratamiento osilaban ens Ly 24 hal dia en perfodos de 1 a 4 semanas (Poltawski xy Watson, 2009). Equipamiento Con respecto a la aplicaci6n de Ia terapia con microcorrien- tes, los fisioterapeutas contamos con multitud de equipos de electroterapia que suministran estas corrientes. Aunque texisten equipos modernos con cierta solvencia en distintas areas comerciales de prestigio (Enraf nonius, Chattanooga etc.), también contamos con aparatos portatiles para 1a aplicacién clinica de las microcorrientes. Poltawski (2010) ‘analiza algunos de los dispositivos comerciales empleados en las aplicaciones terapéuticas con microcorrientes: Elexom Medic™, WeWo Thom® y Synapse Tendonworks®: Otros ‘autores, como Korelo etal. (2012), emplearon el Neurodhyn Esthetie®, de la marca IBRAMED, que suministra una on- 4 rectangular, con reversién de Ia polaridad cada 3 s para eltratamiento.de dlceras venosas; emplearon fa téeniea bipolar con electrodos de tipo boligrafo con punta aaavcetal, MeMakin (2004) emple6 también electrodes de uate de grafito paral tratamiento del dolor mbes cerénico ae origen miofascial. Lee etal. (2013) defienden que f9¢s- tancizenire los electrodos es inconsecuente en la erapia con microcorrientes. da monofé AVANCES EN INVESTIGACION CLINICA Existen evidencias cientficas de que Tas correntes aplica- ass caractersticas similares alas que ocuren de forma oes eal en el tejido dafiado son capaces de modular algunos de los componentes de Ia curaciGn. Asf, pueden aumeny tarla proliferaciOn y la sinesis de protefnas de las células Gonstituyentes de la piel, el tend6n, el cartilago y el hueso (Betz y Caldwell, 1984; Okibana y Shimomura, 1988; Gan ¥ Glazer, 2006). La aplicacin de coentes eécricas puede Jnerementar Ia expresion de factores de crecimiento que promueven la osteogénesis y Ia sitesis de coldgeno (Gan y Microcortientes Capitulo | 12 127 Gazer, 2006; Aaron tal, 2008)! Més especticament 5 tnicrocorrientes pueden aumentar el nGmero de Org&nsles responsable de estas atividades y as coneentraciones TRIP (Rak y Monsees, 2006), También se ha observe00 svavivionts celulares dreecionados con un campo el6ctich, aaa tid como galvancaxis¥-capitlo 7) dis D9 aioe eae cn muchos ipos de cétulls- Entre as 217 aes neuentran Tos iacrFagos Y varios POS Ae cae avolucradas en fa formacion de tejido NUEVO, coe tos queratinocitos,eélulas comeales, én endoteliales @® aa eaereedblasos, ostencasios, ONAFOCHOS, EATON y fibroblastos (Poltawski, 2010) Esti probado cientificamente que 1as $0! : comands continuas en el rango de los microamec oe corrientes como mirocorients, pueden Promoves 18 Pei cor idad vascular, 1a angiogenesis y cl Sesto) neural a ulan la formacién y maduracion de Pick DET» fhuesoy cartlago, y Ja formacion de telidos blandos (Pol- aa SOTO) Act it apicacion exogena de estmiulaci® tewsks Za sido empleada en varias investigaciones ( Y% clea etividades celulates para conocer 10s fe“9s fciologicos de la elecricidad en 1s tejidos Corporate Por ee irocorientes han sido empleadas para resab)cmer co dad endpena bioeéetrica en Tos tejidos dafiados. Es" te proceso se denomina bioesimulacion desde que Sabeto8 ue es compatible con las corrientes endégenas que actian arel onganismo a nivel celular (Castro et al, 2012). En los estudios realizados Sobre los efectos de las mt ‘erocorrientes en Ia piel, Rowley etal, (1985) han demostrado {fue Ia aplicaciGn de microcorricntes en los tejidos blandos infectados aumenta la destruccién de bacterias infecciosas 1a apertura de lechos caplares, y permite, asf, que las de- Tensas biol6gicas normales entren en acciGn. Asimismo, otro estudio, el de Agne etal. (2004), demostré que, al aplicar un estimulo mediante microcorrientes en ratas diabéticas con iilceras inducidas, se produjo una reduccién del nimero de ticroorganismos patégenos. Se obtuvo asf una mejora sobre el proceso infeccioso’en el lugar de la lesién en Comparacién con la conseguida en el grupo control. Por otra parte, Ia cali- dad del tejido cicatricial, en el mismo grupo de animales, se ‘mostré de una forma més ordenada, evidenciando un mayor ‘imero de fibroblastos y una mejor alineacién de las fibras de colgeno, confiriendo ast una resistencia tensional a 1a herida, Desde un punto de vista clinico, la/estimulacién con microcorrientes a 20 pA induce el flujo de electrones dentro delapiely dela lesién subcuténea, y afecta ala reparacién de la herida (Fleischi y Lauchlin, 1977). Otros estudios de~ rmuestran aumentos en el niimero de fibroblastos y de a produccién de cokigeno en la herida (Castilho et al., 1995; Cruzeetal., 1989). Adem, se observan, tras la apticacién de microcorrientes, variaciones en el metabolismo celular, en la proliferacién de fibroblastos, en la neovascularizacién y en el depésito de colégeno (Lee et al., 2012). Asimismo, Castro tal, (2012), encontraron tinicamente efectos significativos al licaciones de Escaneado con CamScanner 128 UNIDAD | II Procedimientos electroterapéuticos con corrientes variables de baja frecuencia en Ia polaridad de fa membrana celular y se activan las li- pasas y hormonas sensibles a lipasas (Curtis et al., 2010; Kirsch, 2002; Puhar etal, 2011, citado en Melo etal. 2013). En conelusién, se elimina grasa corporal En cuanto al uso de xisten datos abundantes que proven dlencia cientifica para sustentar su aplicacn clinica en este campo. Numerosas revisiones sistemiticas concluyen que lt aplicacién de microcorrienteses especialmente cfectiva en el tratamiento de fracturas no unidas de miembros ‘Watson, 2009), feriones y de fusiones espinales (Poltawski lés -algunds ensayos clinicos sia IY enc rataninto do lestoves del juntivd mediante microcorrientes,Particularmente, este fendmeno se da en tendones y ligamentos, cuya matriz, extracelular depende de la migracin y proliferacin de fibro- bilastos y del aumento de la sintesis de proteinas pertenecien- tesa dicha matrz.Poltawski y Watson, 2009). Estudios en tendones de Aquiles de ratas, en ligamentos de la rodilla ‘yen cdpsulas articulares sugieren que las microcorrientes pueden acelerar la reparaciGn del tejido y aumentar su fora- leza (Enwemeka y Spielholtz, 1992; Chan et al., 2007; Tart y Dahners, 1989). Ademés, las microcorrientes promucven Ja eparacién del carflago en conejos (Song etal, 2002) y _CONTRAINDICACIONES Aunt iris ye or suai inn dad, ios en la piel, debemos conocer os pi, riesgos que conllevan y en qué casos esté contraindlc aplicacién, Asf, hemos dividido este apartado en contigs & oluta y relativaspara una mayor compressin al ser Gorientes subsensoriales' apis 5 el rango de los microamperios carecen de efectos lie sos en la mayorfa de los casos, Sin embargo, es d: vt mportancia tener en cuenta el efecto dependiente de mediadores contribuyen a la degeneracién del disco inter- vertebral a través de un ciclo de inflamacién y desregulacién de la matriz extracelular. Esto hace a la corriente bifgsica un novedoso método de tratamiento de la degeneracién discal INDICACIONES - Las indicaciones de las microcorrientes son muy amplias. Todavia no sabemos si en futuras investigaciones se am- pliarén, pues, como toda terapia novedosa, requiere una ‘mayor investigacién para probar una evidencia cientifica y clinica mayor. No obstante, describimos aqut algunas de las indicaciones fruto de los estudios clinicos relevante

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