Francoise Dolto
La causa
de los nifios
”
PAIDOSEn el texto, Montaigne ni siquiera dice que “han muerto” “falecido” (gno
ro si en esa época se decfa “fallecido") 0 que “se han marchado a Ie Casa del Pa
dre". ., dice que ha perdido objetos. No habla de ellos como de individuos que
habrian cesado de vivir. ;Qué dicen los adultos cuando pierden a un ser querido?
{Qué dicen de esta muerte? Dicen: “Fulanc ha muerto”;hablan de él como sujeto
de un verbo, En esa época el nifo noes todvia sueto de un verbo; es objeto de un
verbo para quien habla de él. Quedan no otstante tumbas con representaciones de
niflos muertos a muy corta edad y que se pone han ido al limbo. Son quizé las
primicias del reconocimiento del nifo como ta... Pero primicias enteramente limi-
tadas, porque cabe preguntarse: el niffo.al que representan en forma de angelito,
{no serd el alma? Los adults difuntos también son represertiados como nifbs en
sus tumbas. Lo que-af se simboliza es si alm, sin duda
En los iconos del Trinsto de la Virgen, Cristo toma a un bebé, que ¢8 repre:
sentativo del alma dela Virgen. Los primeros signos de a aparcion del niio como tal
ain atipicos y minoritaris, no don evidentes. Lo vemos representado en una tum-
‘ba cuando ha muerto siendo muy pequefio, pero no podemos afirmar que lo figura:
do no sea el alma. En cualquier caso, no es por fuerza el nio, en cuanto indviduo
fallecido e inhumado en tal fecha. En ] lengaje escrito, el nfo sigue siendo ob-
jeto. Tendré que pasar mucho tempo para que se o.réconazca como sujeto
‘Antes de 1789, el aprendizaje sigue siendo el rito de pasaje: nacimiento del
nito-individuo. Se lo reconoce como sujeto del verbo “hacer” a partir del momento
far que se To coloca en ease ajona como alguien capar de realizar un trabajo Gti
Pero entonces se lo trata como a una méquina de producir, puesto ques le puede
szotar hasta reventarlo; dar al traste con &, matarlo (el cortectvo patemno puede
llegar ala muerte).
La representacin del nifio pequefio, aun en la pintura clisica, muestra a las
claras que s0 cuerpo no es considerado porlo que es realmente sino por lo que la
sociedad quiere ocultar dela infancia.
La verdad anatémica es juzgada indigna del hijo de Dios. ;Podria el espiritu
fencamarse en una criatura inmadura y desproporcionada? Se prefiere entonces,
Conceder al Nifo Jesis las proporciones normales del adulto: Ia relacién entre la
cabeza y el resto del cuerpo es de | a 8. Sin embargo, a esta edad, es de 1 4.
‘La cabeza deberia ser tan grande como la de la madre. Pero lo que se procura
es disimular esta desproporcién que pone de manifiesto el desarrollo cerebral del
hombre en su primera infancia. Es significacivo que, en ciertas catedrales, los capi-
teles muestran campesinos representados segin la morfalogia del cuerpo infantil,
siendo la proporcién de la cabeza de | a 4, Aqui el artista se somete al designio del
principe. Se trata de recordarle al pueblo llano que s6lo el poder es adulto, Lo
inverso, servos, pobre, niflos, el mismo retrato, el mismo combate
0emania (Weimar, 25 4 m4Y0 -15 de ocatge
Hace uno fos tu Ta gen del ni vito Por lor musics del pe
de 1972) an enon ge Lucas Cranach a nuestor dat. Los ciage
variaciones sobre vt se sabe de la situacién del nifo en esa ¢
cow confrman Io que rh
eee ae etamente integrado en la vida del adulto. Pero una obra de
cuando estaba comp encién por su cardcter excepcional: “C
We XV ate poderonmente a i:
A ree nton Sn dejar de Texpetar ls convenciones desu époce no
beni sitar flgranis,golpes de vista que pueden reveal fr sce
arta ene dn interior, incluso a eaaldas de sus comanditarion. Tales onc
6 a cmt en gee os ven aoejugando, capatce dal ater y ger sac,
at ais ra de oanon tte igubres que por lo general ve presse ln rece
fos entre los siglos XIV y XVII. Una de las nifias que rodean a Cristo —“Dejad que
Jos nifios vengan a m{"~ tiene una mufeca: sin duda una de las primeras mufecas
en la hstora dea pntura occidental
I no —foers de este cuadro atfpico excepcionalmente no conformita- no
es eprzentado por #1 mismo, Su cuerpo es un instrumento de la deorsciin ie
Gane ito eel bbeorutelar, el pequefo genio que excolta a santas y sanon El
Sito prea u mlscara mfletude, gs brazoe regordetesy sus nals rolizaaenge
ote que se multiplica en farindula celestial. La Iglesia ha prevenido tanto a los
cspiritus contra el pequeio inmaduro, sede de maléficas potencias, que se lo obliga
‘a hacer el dngel para que no sea la bestia, Pero tras esa mascara impregnada de devo-
‘6, ripidamente atom ia sonia socatrona de Eros, Loe mufecosbarrocr teen
ccaritas de amor/Una Venus de Cranach, tocada con un increible sombrero de flores,
concede uno 4 estos angtots plot lfvor de av saturn
En los cuadros de la escuela de Le Nain, las reuniones de campesinos dejan
ver alos pequefines en las rodillas de un padre o de un abuelo, en presencia de la
‘madre. Los pequefios pululan con toda vivacidad en torno de los adultos. Pero siem-
re st trata de escenas de la vida campesina. Nunca tamafta espontaneidad en el
Seno de las familias burguesas que posan ante el pintor. En las familia campesinas,
al nino se lo integra con valor igual alos demés segtin su edad, Aun cuando, relege-
do en su rincbn, se dedique a su actividad propia, aun cuando su mirada no converja
hacia el pintor o hacia lo que hoy en dia Lamamos el objetivo, su lugares ncesario
¢n la composicén del cuadro. El pintor lo introdujo en él de una manera incons-
Giente, pero como parte integrante ¢ indispensable para el equiibrio desu obra. EL
niflo presenta una actitud disociada de la de los adultos, su mirada no sigue la
‘misma direcci6n, Esté ahi como una promesa de otro ‘grupo social que él construiré
ius adelante. Por ahora vive en paralelo con sus antecesores, al tempo que anuncia
Ya una suerte de Sintesisfamil ‘enfeudado completa
“mente a su familia. Con su Juguete, edifica un eee:
Pio, y ademés se siente seguro, oo '
Lo pintores somstidos a as conven
mnvenciones de la época y que, a pedido, repre
Senne atts ipuettas, podian,ecumiende a cere det have on eu
18Sil pintor queria que algo escapara a los adultos de su cuadro de familia, es
porque 61 mismo tenia que expresar que conservaba un espiitu de infancia que
escapaba 8 la productividad general desu entomo, de su etna. Porque un pintor es,
en cualquier caso, un marginal. Crea para el porvni.Esté seguro de que no integra
el concierto de los industriosos del momento, y probablemente es por es0 que
puede idemtficarse con elnino que todavia es del grupo pero que ya anticipa el
Tuturo. El pintor, pare poder fijar el misterio del devenir,secoloca furadel tiempo.
La expoticion se compon{a de 150 obras. Si se investiga, alo largo de los cinco
siglos abarcados, la evolucién del maternado en las excenas en que el nifio esté en la
una 0 en brazos de un mayor, se observa una dnica actitud no convencional, en
tun cuadro donde el recién nacido de la familia es maternado por su hermana mayor.
Ya no se trata de la madre y l nino estereotipados. La hermana grande retozona se
divierte con su hermanito, no se siente observada por el ojo dela sociedad. Actitud
lidica que ae ve tan s6lo una vez en toda la exposicion.
En le pintura del siglo XVIII, el nifio, vestdo siempre como un pequetio adul-
to, se desprende un poco sin embargo del marco familia, del obligado retrato de
familia. Se 1o-descubre en la naturaleza, jugando en grupo o con los animales. Hay
(que esperar el siglo XIX para que aparezca él solo en traje de colegial con actitudes
de nifo, En Legros (Evdkundestunde), se apunta una clara distinci6n entre los chi-
06 de cabellos cortosy las nif de delantal y vestido y con mofo en el pelo. Estan
‘en grupo de amigos o son hermana y hermano, Asoma e1 sentimiento en las exore
siones del rostro. El nifo se ha vuelto un ser humano dotado de afectividad.
~ En el perfodo contemporineo ~la muestra se detiene en 1960 el nifio aparece
sobre todo en grupo 0 de a dos, rara vez solo, pero, aun silo esti se le hace adoptar
la pote tfpica de la fotografia, Se trate del nifio en la guerra, del nino en la miseria,
del niflo en las barricadas o en las fiestas; la actitud es desesperadamente conven-
cional. Guifaposo o endomingado, es el monito de su mamd o del pintor-fot6grafo,
Hasta en el cubismo se observa una expresion melodramética de la infancia,
tanto en su condicién burguesa como en situacién de indigencia. Sobre todo los
chavales, Las nifias, hasta la Segund Guerra Mundial son las “chiquillas modelo”.
Rapids ojeada a una tela fechada en 19$0, de un artista alemén desconocido en
Francia: el alto s6lo parece ser captado por sf mismo, cogido en una expresion
‘ambigua, expresi6n de ausencia y ensuefio, En las otras teas se representa al nino
desdichado 0 explotado o bien, desde la perspectiva del reaismo sovistico, al pione-
ro de su equipo, puleo eintegado en ia éte dominant, Pero no‘enlo que puede
tener de ireduetible e incognoscible.
El mensaje ideoldgico del adulto esté permanentemente sustrayéndolo a si —
‘mismo, privindolo de su historia.
19UAIDENTIDAD SEXUAL
Son dos experencis bien diferenciadas en los nifosy en ls nina. Lax
pul on ho pats ta
‘mafana, igual que ayer fue para mi hijo Jean
Hasta ese dia, Jean... sabia perfectamente que la hinchazén de
menudo iba acompafiada por ganas de hacer pipi. Entonces orinab
quedaba tranquilo. Jean no necesitaba més para encontrar una rela
fenémeno erect y la funcion urinaia,
Pero de pronto ~acaba de cumplir 29 meses— constata un cambio extaoding
Tio: su colitaestélevantada, Jean cree que va‘ hacer pip Pero mientras esti ty
‘gente no pasa nada, El incidente se repite. Sila ereccin cesa, el niflo puede orinay
Es Ia primera vez que presinte, sin tener palabras para expresaro, que su ws
Puede,tener una actividad extraurinaria, una vida propia, Jean esté haciendo ta
‘experiencia de Yodos ls chicos de su edad. Entre los 28 y 10s 30 meses el bebé de
sexo masculino descubre la ereccin del pene disogiada de la miccin, momento en
que despierta al canocimiento de su identidad de varén,
Las chicas descubren su identidad sexual interetindose por los “botones” de
sus Senos y por el “bot6n” de su sexo, semejantes al tacto,y tocéndolos. La mastur
bacion de esta zona erdgena es el signo mis indisetible del momento de su historia
‘en que tienen la revelgtion dela gran diferencia
Siendo yo una joven médica externa en Bretonneau, mientras cambiaba ls
vendajs de los pequefios quemados observaba que las nifitas se frotaban nervios-
‘mente la punta de los senos para soportar mejor el dolor. Los vendajs de a que-
‘maduras son dolorosos. Cuando hay injerto de piel, Ia manipulacién es aun mis
delicada, Como yo no era torpe —habia adquirdo esta hablidad en mi primera
experiencia como enfermera-, si no estaba en la sala, me llamaban. Un dia culo
ssf a la cabecera de una chiquilla de 6 aos, y al comenzar a humedecer la veda
para despegatla veo —ya no era una sorpresa para mi~ que la nase acacia os
ezones eréctiles. La supervisora, que habia estado mirando para otra parte, s¢ dt
‘cuenta y amonesta severamente a la pequefia. “Te he visto y no volverds a hacerlo.
Puerca:” Me dio un trabajo enorme calmar su indignacién. "Le duele, necesita ua
alivio. De esta manera se acuerda de que tuvo una mamd que le daba el pecho.
iAnda ya... no hay excusa que valga, no quiero niflos cochinos en mi set
cio!" as se encolerizaba est funcionaria de la Asistencia PAblia,que n0 queit
saber nads de la bisqueda dela libido pri
Cuando ye estaba en antl, quedé
su vera a
¥ 50 pene
mentee ef3 afios a quien levé una mufieca, pues habia ido a vsitar a su madre, De inmediato
ajo, le separé las piemas y, tras quitarle In braga, Ia tirb a un
"Es fea." —";¥ por qué es fea?" “No tiene bot6n.” Primero
crei que estaba hablando de los botones a presdn que cerraban el vestido y el pele:
le de la mueca, En absoluto. No se tratabs de esos botones. Me mostré la entre:
piema desnuda, —“ jAh!, ;tenia que tener un boton en el cuerpo?”~ "Yo, tengo
tres!” Se referia a su aparato genital, los botones de sus senos y el clitoris. Poste:
riormente, como médico, of a muchas chiquilas hablar de los “res botones, uno
abajo, con un agujero”, y los otros dos “en los pechos”
No cabe duda de que es el contacto mamario el que despierta en las nis la
conciencia de no ser del sexo opuesto, mucho antes de ver aun hermanito 0 primo
desnudo en la playa o en elbafio. Es un error de los hombres haber pensado que las
niltas, no poseyendo pene (que para los chavales es ante todo su “‘ppi"), no sienten
la existencia de su sexo, asociado por ellas de entrada al placer independiente de la
necesidad y igado al deseo, mientras que en los chicos el placer erétl peniano esté
ligado al placer de aliviar una necesidad antes de descubrirlo independiente de él
Las chicas superan répidamente la angusta de no tener pene por la certeza de
tener senos muy pronto, con lo cual, para ells, la ausencit o el retraso de desarro-
lo mamario suee ser dramstico. Su hiperrofia también las hace sufi.
Un chico puede mirar el sexo de una chica sin reparar en la diferencia, hasta
los 2 afios y medio. Comienza a ser muy sensible a ella cuando, en el momento de
1a mioei6n, observa las vatiaciones de volunten que su sexo experimenta. Le asalta
el miedo a la mutilacion, La ereccin cesa. ;Volverd? ;Perderd lsu pene erétil?
Este miedo no es sino una proyeccin mis tardia de la angustia de castracion pr-
nitive,
‘La angustia de castracin obedece al hecho de que, para tragar, trturamos.
Hay una representacion inconsciente de este hecho. Es una angustia de particin
(que se fija en particujar a aquello que “rebasa” las partes protrusivas del cuerpo.
Los egipcios sujetabanNal cuerpo los brazos de los muertos para que su ser fuese
‘entero al reino de las sombras. Para que todo el ser del nifo prosiga su evolucién,
te tiene que tener conciencia de preserva la integridad de su cuerpo. Esto en el
tio no se produce naturalmente. Si se le ponen guantes, pierde nocién de dénde
‘estén sus dedos. Ya no tiene la referencia de los ojos, que predomina en el nifo
vidente. Hay que palpérselos para que se lo represent y los delice uno por uno en
cada dedo del guante. (Se le pondrin los guantes cuando esté distraido y mirando
para otra parte.) Asimismo, cuando se le prueba un zapato el nio hace una pelota
Con el pie: ha “perdido” su pie. Es la pesadila de las vendedoras de calzado. Si no
tiene por lo menos 6 afios, el nifio se escabule, le rien, la madre se pone nervosa.
Muchas empleadas me agradecen haber puesto fin a su suplicio indicéndotes el
‘modo de empleo: haced que el nifio se arrodille antes de probarle los zapatos nue-
vos. No ve entonces sus pis, interes en otra cosa y ae deja calzar.
‘La angustia de castraciOn del chiquilo no se expresa Gnicamente en el miedo
are et eh
Entre los negros, no hay adulto que no le diga 8 un pequefio —antes del inici-
ibn! Te agarat i coita y tela cortaré.” Esto forma parte de los ritos de buon,
‘onvivencin: No es que el niio crea en la amensza, pero le satisface que le halon
de su sexo.
Entre nosotros se sule exclamar: “Eso no se debe deci, es traumatizante!™
Depende de Ia manera de decirlo. “Es una broma palabras en la angusia.
«que exist en todo chaval es salable.
{Quin sabe por qué una nife atrapa lo “femenino” de su padre o un chico lo
“masculino” de su madre, segiin expresiOn de clertos psicblogos? Circunstancias
‘especiales que se han olvidado, hechos de la primera infancia que quedaronrelegy-
dos y que no vuelven # surgir sino en un psicoandlsis ulterior, pueden favorecet
Jos trastornos de Ia conducta sexual, as ambigedades, la confusion de identide, et
‘miedo a la mujer-madre etcétera,
Me lamé una madre que se sienteatemorizada por la violencia de su hip ado-
escent. Dice que en la cae ataca a las mujeres parecidas a ela, También me
informa que el adolescente le levanta la mano si ella se ocupa desu hij. “Mi herms-
ta es mia.” {Repite &1 exo desde que es chiquito? —"Si, efectivamente” A
fste no le fat ciertamente que su madre lo reprendiera la primera vez que le
y6 apropiarse desu hermana. Y el padre con suactitud no supologar que su hijo
Fespetara su mujer ni en palabras ni en Conducts, ni supo prohibirel sexualmes-
te lo mismo que a su hermana, como “mujeres con quienes él no tendrd janis
‘elacionessexuales”, asf como él, su padre, nunca las tuvo con su propia mae ai
con su hermana,abuelay tia pateras de ss hijs.
Lo no dicho prolongs peligrosamente el equivoco del incesto, Lo importante
¢ decirle& un chaval que no puede ocupar el lugar del padre y que hay relaciones
de pareja entre sus padres a lt que no puede asprary que él conocerla su vez con
una mujer que no serd su made.
Hay preguntas que permanecen desgraciadamente sn respuesta durante aos Y
4 enguistan en una ambiguedad vergonzante o sarada, Es sagrado, no se toot Lt
Prohibcion de incesto debe ser explicit on rexpuesta ala “pregunta muda”?
no deja de repetie bajo divas formas y que tantas madres no saben oft. UDE
2iia que se masturba las punta de los senos plante la “pregunta muds”. Y
también se tata de dita si cog el boli Ios zapatos de mamd y se pasa diciendo
**{Cémo es que me haré mujer si soy chatay no tengo colita como los chavaer?™
Las nifascren que at madres tlenen, Pregunta muda del chico que se disfraza
con las cosas desu madre: “Cuando seu grande, jseré mujer como t, abién yo
levarébebés en mi panza?” No hay que dejar past la ocation de nombrar su sex0
“Nunca seri una mujer Si quires juga al mayor, ;ponte los zapator de tu padre
Esto me recuerda a una chigulla de 4 afosy medio que decia: “Cuando sea abuelo,
haré estoy aquello con mis nietitos.” Habia dejado aris el estadio de no saber que
era una chica. Pero nadie la encaraa diciéndole: "Cuando sea vieja serds una abue-
tay esto s6lo si has tenido hijos que a su vez han sido padre o madre y no simple
mente porque hss eavejeido:” La ambighedad del dejar hablar puede detene el
desarrollo sexual, Todo nito puede seguir divitindoseinitando &niiosy adults
del otro sexo sempre que esto sean ego, no wn/proyecto.
'No se explica esta diferencia alos nitos. Ast como las necesitan para compren-
der por qué no se deben tocar los enchufes,necestan palabras que acaren las
contadiciones ene la tentaci6n que seduce al espiritu y su peligroxo cumple
rieato
(SEXUALIDAD INFANTIL: EL MURO DEL SILENCIO
Después de la Gltima guerra, una engorrosa pregunta vino a atormentar a los
educadores de las altas esferas: ;Daremos o no informacin sexual en el marco
escolar?
Me tocé asistir a una reunién oficial organizada en la Sorbons. La perspectiva
trastomaba a lot inspectores de enseflanza, quienes vefan un solo remedio para
calmar lot ardores de la prepubertad. Una ‘nica medida se impone: extenuar a
todos estos jévenes con trabajo intelectual y ejercicios fisicos para que no les
{queden fuerzas ni tiempo para masturbarse de noche en los dormitorios. La fatiga
‘mental y fisica expulsré las fantasias asociadas alas pulsiones genitales, los lazos
afectivos y sensuales entre niffos 0 entre niflos y adultos, heterosexuales u homo-
Sexuales. Ultima carta de triunfo de Jules Ferry, cuya ética educativa encontraba
aqui su apéndice.
En dltima instancia, este remedio forzado obedece a la logica concentraciona-
ria: en los campos de concentracién las raciones son escasas adrede, para que los
deportados queden tan hambrientos que no piensen més que en comer, en vez de
pensar en sus relaciones interpsfquicas. Quienes estin agotados y amenazados de
‘verte si paran de trabajar, no tienen tiempo para esos intercambios.
‘medio para explotar el trabajo.del hombre es utilizar su energia, osustraela.
Volviendo a los institutos de segunda ensefanza, la idea de corregir la pedago-
2Ble Jules Ferry introduciendo la informacién sexual no hizo otra cosa que
a arc Fetorico mds, con un dicurs despojado e impersonal sob eas
tidn, A una edad en que se esté bajo presién y fantaseando, no todo se resu
términos de biolo
= "De cualquier manera, esta informacién aparece mucho més tarde. Porque
desde nuestra legada al mundo la-sexualidad tiene una importancia-enomie; yng
‘esa de expresarse en el niflo, dia a dia, con el vocabulario del cuerpo. La pus
tes genitales generan una comunicacin interpsiquica que es permanente entre lo,
Seres humanos desde el inicio de sus vidas. Son proyectadas en un lenguaje, pero en
tun lenguaje a nivel de nuestro desarrollo. En la etapa de la pubertad, cuando aes
luz el sentimiento de la responsabilidad, el psiquismo, que es una metifora de lo
fisico, estaria maduro para la responsabilidad de un acto sexual que implica reso
rancias emocionales afectivas, sociales y psicclogicas. Pero para armbar a exe
cstadio habria hecho falta, desde la infancia, naberlo considerado simplemente
‘como un hecho, ni bueno ni malo, motivado por la fisiologia humana, y luego como
tuna relacin de intencién fecundadora. Este juego creador cambia enteramente de
estilo con el sentimiento de la responsabilidad reciproca de los seres sexuados,
Y es preciso que esto haya venido preparado de largo tiempo atris por el sent:
miento de la responsabilidad de sus actos. .. cosa que no se cumple: no hay en
absoluto, en el sentido de una ética estructunda del deseo, educacién mon;
sempre hay una educacion-méscara para otro de deseos innombrados, excondios
GEn qué consiste la educacién civica de los nifos? Guiar a un ciego por la calle
ceder el asiento a una anciana; saber cOmo se vota. .. Asi se impart la educacin
civica... Pero no ha habido educacion en la dignidad del cuerpo y en el senda de
la nobleza del cuerpo en todas sus partes, y uno.no sabe cémo ocuparse de su pro-
0 cue que respecta a su mantenimiento, a su crecimiento, a respeto de
sus sitmos; hay ‘descompensacién y, con ello, desviacion de las fuerzas humanas.
Todo esto deberia ser objeto de informacion e instruccién desde la edad del par
vulatio. Pero no existe: hay una carencia, en el ser human, mantenida por la om
sign sistem af de ello en Ia escuela, una ignorancia total y una incape
idad para asumir lo que le Hega al nifio de su cuerpo. . . Es desesperante.
Lo que aparece en la representaciOn del nifo en la naturaleza, en las artes
plésticas... lo que aparece también en el discus sobre el nifio es que, prictict
mente hasta el siglo actual, se ha separado el alma del cuerpo. Se ha codificado
todo, Is formacién del “espiritu", en el sentido de la formacion de su cerebro pet
te olvide al cuerpo (cuando no eaen sobre él todos los vicios, todos los pecados.
{odo lo que es maléfico, negative) Se lo olvida, # lo ocult, salvo para dale basto-
‘4204, latigazos, para prohibirle moverse. Se presenta a las actividades naturales de!
cuerpo como trviales, como un insulto al espiritu humano, como una hi
‘nfigds 1 Ia especie humana. Y, sin embargo, a cultura francesa contabs con Wt
‘maestro del pensar que hubiese podido ser, desde la edad del parvulario, un maest°
el vocabulario: Rabelais. Rabelais sublima con al lenguaje todo lo que perteneet
ve en
24al orden del cuerpo, de la comida, al mismo tiempo que todo lo que hay de mis
trscendente, ya gue Gagstn nul “del reo de Gepanete "de rep
ro “por Ia oreja” materna, Nacis de la palabra que su madre ofa. Nacié por ellen:
guaie... 41a humanidad, Y del lenguaje hizo palabeas, hizo el regocio de todos en
comin, y que no tienen nada erdtico que ocultar. Es una erbtica para el goce del
srop0.
No hay mejor preparaciOn para la informacion sexual que ser iniciado desde la
primera infancia en el lenguaje de la vida, que da cuenta, por medio de la metéfora,
de todas las funciones del cuerpo. Hasta en una casa moderna llena de aparatos,
{quedan restos de ese lenguaje metafgrico; por ejemplo, complementamos unos obje:
{os con respecto a otros para que cobren su sentido: la parte macho y la parte
hembra de los enchufes; Ia ventana que se abre gracias al pestillo y que se cierra
gracias a la correspondencia del objeto penetrante en el objeto penetrado. Todo esto
es una metifora de la sexualided productora de cohesion y, tras esto, creadora de
placer, felicidad y tambign de utiidad cfvica
Creo que actuslmente hay dos aberraciones en el sistema educativo que hacen
que al adolescente no pueda hallar ese acuerdo con su cuerpo:-1s ejercicios fis
cos estin enteramente centrados en la competicin, y no en el descubrimiento del
propio cuerpo o en el placer lidico. Lo que le falta al nifio escolarzado, objeto de
test, arastrado al deporte y a los exmenes, es disfrtar con juegos donde hay un
ganador y un perdedor que no se sintié humillado por su derrota sila partida fue
buena, La segunda aberracién educativa cs el descuido en que ce deja alas mance y
1 empobrecimiento del lenguaje referido a su inteligencia. Se ha sustraido del
‘ocabulario todo lo que era concreto, todo lo que correspondia, o bien a las funcio-
res del cuerpo, o bien a los objetos que se manipulan. Y cada vez. més temprana-
mente. Hace veinte afios, en la escuela primaria, la aritmética mencionaba realida-
des (balanzas, frascos, barrefios,grifos. ..). Hoy, hasta en las mateméticas, casi de
entrada se ensefa 2 los nifios a manipular (mentalmente) conceptos totalmente
abstractos. La prictica del deporte puramente competitivo y el lenguaje abstracto,
muy conceptualizado desde los ocho afios, no es lo que puede ayudar a un nifio
vivir en acuerdo con su cuerpo.
Se tranguiliza uno la conciencia diciendo: “Ahora los nifios hacen deportes.
‘Ahora hay libertad de lenguaje porque los nifios pueden emplear con sus padres, o
delante de sus padres, palabras directas”” (Pero es que e30 no tiene nada que vet!
Sire para liberar alguna agresividad, pero no es exo lo formador. Este lenguaje 0
ts creativo, Nuestros niflos ya no tienen vocabulario, Se marcha a contramano de lo
{que seria ms favorable para el equiibrio del adolescente
{Como explicar el tenaz oscurantismo que ha levantado un muro de silencio
ante la sexvalidad infantil y conduce a padres y educadores de la IIL Repiblica s
actuar como si ella no existira? <
25La memoria del aduto bora todo lo que corespondit al periodo preedin.
0. Por eto le dio tanto trabajo a la sociedad aceptar la sexualidad infant. En 2
siglos precedentessblo las nodrias ta conocfan. Los padres, la ignoraban, Lar st
Arias la conocian porque vivian en un mismo nivel con los ninos, a diferenia
los padres, en los medios burgueses ¢ incluso en lot ruraes. Las personas queso
ocupaban de lot nilos eran gente expecil, que poseia Ia comprentin de un jx,
lenguaje no en palabras sino en conductas. Cuando Freud hablé dela masturbaccy,
infantil los adultos pusieron el grito en el cielo, pero las nodrizas decfan: “Pore
claro que si. todos os nifos”" Entonces, gpor qué no lo habian dicho? Pong
para la mayoria de los adultos los nifios eran como animalitos de compania ¢ Ye
cria segin que se los amara 0 no.
x sociedades gomo ia del iso XVIL, muchos nifor de clases scomodad
eran criados por ambs de leche; alcanzaban facil y precozmente el estadio de is
autonom{a, Cabe preguntarse si con las nodrizas, finalmente, no vivian bastante
‘bien su sexualidad infantil, pues ellas no tenian las prohibiciones que las madres
tuvieron después, en el siglo XVIII, en el siglo XIX, cuando empezaron a ame.
‘mantar a sus propios hijos.?
La infancia de Luis XIII, descrita por Philippe Arits, muestra lo que puede ser
luna primera etapa de la vida sin prohibiciones. Hasta los seis aflos, los adultos se
comportaban con el principe de una manera perversa: jugaban con su sexo, le
‘etmitian jugar con el sexo de otro y acostarse en la cama de los adultos, bromear
con los adultos. Todo esto estaba permitido, Pero de pronto, a los seis afos, le
Ponen un disfraz de adulto y acto seguido el niflo debe conducirse como un adulto
‘gobernado por la “etiqueta”.>
Sin perjuicio del trauma que podia sobrevenir, al menos se preservaba algo esen-
ial, ya que en sus primeros aflos de vida el nifio vivié cabalmente su sexualidad, y
‘con personas distintas de sus progenitores. Tenia més posibilidades que cualquiera
4e salir airoso, pese a Ia precocidad del disraz de adulto que le pusiron. Su ejem
plo s6lo es vilido para las clases ricas. Entonces, en los otros niveles dela sociedad,
como podia el nifio de esa época reprimir su deseo incestuoso y sublimarlo? Lo
ayudaba el hecho de trabajar desde muy pequefio. Como los embarazos de las
madres eran muy seguidos, el nifio era répidamente reemplazado en las rodillas de
su madre, ya que llegaban otros pequefios y ademés, para él, las prerrogativas
sensuales eran patrimonio de lo pueril, mientras que a 41 se lo inclu‘a en la lista de
quienes contribufan al trabajo familiar. El nifio comprendia que quien tenia dere
-£hos sobre la made era el que concebja los hijos, y que a l su inmadurez sx
FL tutor des méres du Moyen Age é nos jours, Yvonne Kaibiehet, Ct
rine Fouquet, pig, 90, a buena nodriza,
> Ph, Arie, obra citade, I, §, del impudor «la inocencia, pls. 145,
26le hacia ser suplantado.por parte de Ia madre, El padre, o un susttuto del padre,
obligindolo a promocionarse durante todo el trnscurso de la vide genital,
fecunda, de las mujeres, porque 4! no era ni capaz de se: un bebé nitampoco capaz
4e tener nos. Peo lo asomibroso esque laschiquils, Jee los catorce aos, eran
objets sexuales de vejetes. No parece que elincestotuviese necesidad de ser dicho
de la misma manera, en realidad parece que se lo retrsaba: "Cuando ea grande
podré acostarme con mujeres de la edad de mi madre... cuando sea viejo me acos-
taré con mi hija en otra mujer...” La situaciOn de Agnés, en La escuela de las
‘mujeres, era sin duda corrente, Pienso que el descubriniento de Freud se produjo
fen un momento en que el niflo ha vivido mucho més “en familia" en vez de ser
criado por una nodriza o de ponerse a trabsjar precozmente fuera de césa. En la
familia nuclear actual, sobre todo en las ciudades, las tensiones y confictos son
‘mucho més explosivos, puesto que permanecen subyaceates, Hoy en dia el nimero
de personas con quienes el nfo tiene contactos es mis reducido comparado con los
adultos que antafio lo rodeaban. En los silos XVII y XVII, el nif podta transfe-
rir sus sentimientos incetuosos sobre otras mujeres que encontraban muy divertido
practicar juegos sexuales con chavalines y jovenes que no eran hijos propos. De
hecho, se advierte que hoy, de agin modo, el nifo que précticamente no ve asus
abuelos, salvo en unas pocas reuniones, para una cantidad de cosas esté cada vez
sis encerrado dentro de una triada: el padre, Ia madre y el hijo tnico, A la postre
‘queda apresado en este nécleo, aunque se tienda a decir, porque existe la television,
Porgue existen Ins salidas en grupo, los viajes, que el aio dispone de un espacio
mis amplio. Pero esto es muy relativo. Tiene un espacio material més amplio, pero
su espacio relacional afectivo se ha reducido.
Para vivir los sentimientos que acompafian a ls relaciones interhumanas el
ito esté mucho més limitado que antes; y se conecta mucho mis con su progeni-
tor y progenitora, que le dan de comer y le educan. Antes los padres por lo general
ni daban de comer ni educaban, pero eran los compatieros de ritos de trabajo 0 de
ritos de representacin. El niflo actuaba como ellos frente al mundo, frente a espa-
cio, y entre ellos habia muchos adultos de reemplazo, para manifesta sus senti-
ments y su sexusidad incestuosa que se desplazaba por transferencia sobre peso-
nas del entorno de los padres.
“También habia exutorios como las fiestas de carnaval, ls fiestas de miscaes
Estas fiestas concedfan una permisividad de las pulsones sexuales bajo méscara,
al menos una vez al afo; en ocasiones dos: Cammestolendas y mediados de cuaresma
eran dos dias, en la estacién fia en la Europa del Norte,en que familiares y vecinos
pasaban al anonimato; las méscaras ocultaban el rostro y uno podla disfrutar de
los deseos sexuales, de los juegos, las fantasias y a veces de la realizacion de deseos
sexuaes, sin asumirlos, porque era Cuaresma
Hoy, el martes de carnaval ha pasado a ser, como el din del padre, una opera-
cin puramente publiitria, para vender pequefas chucherias. Los adultos ys no
nemocional, y ello incluso en sitios donde com,
pretende mancenetiof, com 6? Niza o en el Norte con los Gilles en ga
ens oende MANS pein mucho mayor en utr sociedad apes
sica# Sin dude alguns 1 nivel de los nifios. No parece que antaio hayan enue
emp pamdon ons Joao wri et® sR, except herman
do a ion wu, nes Pare.
conocen festejos de desbor
lo XIX existian las prohibiciones pero en la prdctica habja recur
a Bia aa nterles. Cantidad de chavales hicieron sus primeras area,
Srusles con las sirvientas de la familia, y no s6lo en los medios burgueses,o»
umbien en ia granja. En cuanto a las muchachas, si las casaban muy j6vene. eg
porque se sabia que, casadas o no, serian el objeto sexual de los hombres, yer
Freferble que hubiese un hombre responsable de ello, con lo qu el padre conceda
rrvano de su hij pera que quedara a salvo. Lo que resulta muy extrafo para nes
‘eas costumbres es que al yerno se le daba una mujer con dinero, como si fuera una
carga, en ver de hacérsela pagar a é1, como en ciertos paises afticanos donds ala
mujer hay que comprarla porque es un valor. Entre nosotros pasa lo contrino
habia que hacer tragar la pildora dando una dote. En los medios occientales aco
smodados, el matrimonio de las j6venes fue, hasta el siglo XX, algo del orden dl
proxenetismo legal. La negociacién de la dote introducia en el matrimonio un
matiz de venalidad. En primer lugar, infantilizaba al yerno, situdndolo como alguien
jincapaz de mantener a su mujer puesto que ni siquiera podia darle su valor. En
segundo lugar, infantilizaba a la mujer, porque parecta significar: cuestas dinero, 0
‘sea que no sirves para nada. Implicaba, también, hacer de la hija un objeto de pose-
sion de su padre al que a éste le costaba renunciar. Al dotarla, él le significaba su
amor. Y, mis allé de su pertenencia a otro hombre, a dote que él le habia dao lo
hacia presente materialmente en la pareja de su hija.
‘
Véase Le Carnaval de binche, Samuel Glote (1975), Bd. Duculdt: