EL NACIONALISMO 161
perpetuacion 0 expansi6n del Estado nacional, pero no elementos causales y, por
consiguiente, no resultan suficientes como conceptos para definir el fenémeno de
la nacién. Gellner lo indica claramente al responder a la pregunta sobre qué es la
nacién: «En principio hay dos candidaturas especialmente prometedoras para ela-
borar una teoria de la nacionalidad: voluntad y cultura. No es necesario mencionar
que ambas son importantes y relevantes, pero parece igualmente claro que ninguna
de las dos es en solitario remotamente suficiente» (Gellner, 1988: 77). {De qué ca-
recemos, pues, para poder elaborar una teorfa de la nacién?
Entre las complejas causas de indole histérico, econémico, cultural o politico
que explican la formacién de cada Estado nacional y las teorias justificadoras de
este proceso, nos encontramos con la existencia factual del Estado y, por consi-
guiente, con la realidad juridica de la naci6n. La consideracién del Estado como un
artificio frente a la naci6n cultural ha sido uno de los errores o ingenuidades de los
defensores de la nacién en su acepcién de «nacién cultural». El Estado es un orde-
namiento jurfdico que constituye y define los elementos del Estado, pero también
es un modo de organizacién social. Toda persona forma parte por origen de una co-
munidad cultural, esta vinculada juridicamente a un Estado y no a otro y, ademas,
puede sentirse identificada en muy diferente grado con su Estado 0 con su comuni-
dad cultural, sea con los dos, con uno de los dos 0 con ninguno de los dos. El na-
cionalismo es aquello que crea esta identidad, sea cudl sea el contenido de la mis-
ma. Es por ello por lo que es el nacionalismo lo que crea la naci6n y no inversamente.
La esencia politica del nacionalismo moderno, segtin Hobsbawm, es su peticion
de autodeterminacién, es decir, su deseo de constituirse en Estado-nacién tal como
actualmente se entiende este concepto: una unidad territorial soberana e idealmen-
te homogénea, habitada por ciudadanos miembros de esta nacién y definida en base
a diversos criterios convencionales, que pueden ser étnicos, lingiiisticos, hist6ricos,
etc. (Hobsbawm, 1979). El nacionalismo implica la creaci6n de una conciencia na-
cional —la nacién politica— con la finalidad de constituir una naci6n juridica por
medio de la autodeterminacién, o de defender la naci6n juridica constituida —el
Estado—, que quiere consolidarse mediante el establecimiento de unos mayores ni-
veles de cohesion politica y cultural. El nacionalismo actiia, pues, en dos direccio-
nes: por un lado, todo Estado-naci6n juridica quiere llegar a ser, si no lo es ya, na-
ci6n politica y cultural; por otro, toda naci6n cultural que toma conciencia politica
de su identidad quiere llegar a ser Estado-nacién juridica.
La naci6n juridica es la reunion de personas que estan vinculadas por derecho
aun Estado. En el contexto del desplegamiento del Estado moderno, es inconcebi-
ble que una persona no forme parte de uno u otro Estado, que no esté vinculada de
un modo ineludible a un ordenamiento estatal. El derecho es lo que da y garantiza
la ciudadania, la pertenencia a un Estado, y lo que hace que los ciudadanos estén
sujetos a derechos y a deberes. Ello es una realidad del mundo contemporaneo —en
todos los Estados existentes—, sin que comporte la equivalencia entre nacién juri-
dica, naci6n politica y naci6n cultural. Tanto es asi, que desde diferentes posicio-
nes, federalistas o unitarist e ha aceptado identificar la nacién como la reunién
de todos los ciudadanos sujetos al ordenamiento jurfdico estatal, con independen-
cia de si un Estado es «plurinacional» en el sentido de integrar una diversidad de
naciones culturales y de si el Estado se organiza de un modo unitario 0 compuesto.
Ello ha conducido a un uso generalizado e indistinto de las palabras «Estado» y «na-
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