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INTRODUCCION Este es un libro -definidamente coyuntural. No hubiera sido escrito seguramente si las circunstan- cias histéricas peruanas no hubieran impulsado cier- tas reflexiones, ciertas opciones polfticas y ciertos programas -concretos ‘de accién educativa. Las pégi- nas que aqui revmo tienen un tema central: los pro- blemas de la educacién en los pafses del Tercer Mundo y las perspectivas de solucién que estén abiertas a las politicas educativas de estos paises. Pero podria también decirse con verdad que su tema es la Reforma Educativa emprendida por el Gobierno Revolucionario del Peri que, come es bien sabido, esté bajo la conduccién de las Fuerzas Armadas. En efecto, el contenido de! libro cubre asuntos que inte- resan bdsicamente a la Reforma peruana y que son analizados aqui, en lo fundamental desde la perspec- tiva que ella abre. Puesto que nuestro anilisis estar4 referido todo el tiempo a situaciones histérico-sociales bien deter- minadas, conviene iniciar estas paginas con un enfo- que suficientemente general y formal de Jos princi- pales temas tedricos de la pedagog{fa y de los hechos de la educacién. Un andlisis filoséfico, es decir, critico de la reali- dad educativa pone al descubierto el sentido que ésta tiene para los hombres, un sentido a veces inad- vertido por ellos y bien guardado de todo cuestio- namiento. Es imperativo adoptar este enfoque porque la critica filoséfica se alimenta de todas las conclu- 8 AUGUSTO SALAZAR BONDY siones del trabajo y de las ciencias y abre la perspec- tiva de una comprensién en profundidad de los prin- cipios y de los fenémenos de la educacién, permi- tiendo xeinterpretarlos sin perder de vista la _estruc- tura de la realidad humana exi su conjunto. Por eso, hace posible, ademas, revolucionarlos de verdad. © A continuacién presentaremos los rasgos funda- mentales de la Reforma Educativa jperuana, de tal modo que el lector pueda tener una idea de su orien- tacién central y del modo como se afronta en ella la problematica educativa. Finalmente, en sendos capitulos, se estudian de un modo més preciso y completo algunos de esos rasgos fundamentales, vinculandolos con la nueva pedagogia orientada a la formacién de un nuevo hombre, dentro de las circunstancias histéricas del proceso peruano. Carrruto 1 - CARACTER Y PROBLEMA DE LA EDUCACION 1. E] sentido de la educacién Existen los hechos de la educacién. Ciertos con- tenidos de la experiencia de todos se refieren a la educacién como fenédmeno social, a la existencia de instituciones y conexiones educativas y a la funcién que en ellas cumplen los individuos, caracterizada- mente el educador y el educando, Nadie pone en duda que existen fenémenos edu- cativos, que los hombres se educan en el seno de la sociedad, que hay educadores y educandos, edu- cacién informal y educacién sistemdtica, asi como instituciones y normas que encuadran y sancionan Jas conductas humanas educativas. Damos por sen- tado esto. Sin perjuicio de reconocer la existencia de diferencias a veces muy marcadas entre las for- mas que adquiere la actividad educativa en los diver- sos pueblos y culturas a lo largo de la historia y en cualquier lugar, ‘puede afirmarse que el hecho empi- rico de la educacién no es como tal un problema. Existe como factum, lo comprobamos, lo aprovecha- mos. Ningdn maestro, ningéin padre de familia, nin- gun gobernante puede tener duda de ello ni, por consiguiente, habri de detener o paralizar su accién por tal razén, “Sin einbargo, cabe preguntarse qué sentido tiene la educacién, e6mo es posible educar. Estas pregun- 10 AUGUSTO SALAZAR BONDY tas son filoséficas y apuntan a la significacién humana del hecho educativo y a sus condiciones de posibi- lidad. Cabe hacerlas, y es necesario hacerlas, no con independencia de las cuestiones de hecho sino como su complemento teérico y su clasificacién critica, con- dicionante de Ja praxis. ‘ ¢Qué sentido tiene, pues, educar?; scémo es posi- ble la educacién? Entre los varios rasgos caracte- risticos del hecho educativo.a que puede hacerse referencia al tratar de responder estas cuestiones, notamos como principales los siguientes: A. El hecho educativo es paradigmatico respecto del hecho social: no se entiende sino dentro de un contexto histérico-natural concreto y no es reducible a meras relaciones causales, porque tiene signo, es decir, tiene un sentido, La categoria de cambio, con ser fundamental para explicar la realidad, no es sufi- ciente en el caso de los fendmenos humanos, como la educacién lo muestra. En el hecho educativo hay una interaccién de dos o mds sujetos. De esta inter- accién se derivan cambios en los sujetos participantes, definibles relativamente en términos de educando y -educador. . Lo que define a la educacién como tal en esta trama de individuos sujetos al cambio es el término a que apuntan Jas acciones y los resultados juzgados de acuerdo con un modelo’ social que funcione como patrén valorativo. B. En consecuencia, la educacién es siempre una actividad o una constelacién de actividades teleolé- gicamente orientadas. En este sentido, cabe distin- guir entre educacién propiamente dicha y habitua- cién y mero aprendizaje. No cabe decir que cuando nos adaptamos a un clima se ha producido un fend- meno de educacién; tampoco, por extensién, que un animal educa a su cria, pese a que la induce a apren- der ciertos comportamientos. En ambos casos falta, cuando menos, Ja conciencia del educador. LA EQUCAQION DEL HOMBRE NUEVO i C. Quien se educa pasa de un estado a otro; tiene, por consiguiente, la capacidad de cambiar. Pero no todo pasé de un estado a otro, no todo cambio es educativo; ni siquiera todo cambio teleolégicamente orientado en su provocacién y su realizacién. Por ejemplo, si quiebro un lpiz, estoy introduciendo en él un cambio y bien puedo hacerlo en razén de un fin que me propongo aleanzar. Pero no hay aqui un fenédmeno educative. Sabemos que las,cosas no pue- den ser educadas y ésta es una de las razones de tal imposibilidad. Pero, gno se dice acaso que Jas mdqui- nas electrénicas y Jos animales aprenden?, yno se trata en este caso justamente de cambios educativos? No, por Jas’ razones que siguen. D. No parece aceptable hablar de educacién de animales o de maquinas sino en la medida en que se los supone capaces de transmitir las conductas adquiridas y, por ende, de asegurar su perpetuacién. Esto lo hace quien puede ser Mamado agente de cultura. Dicho de otro modo, sdlo se educa quien puede ser educador, Cuando haya méquinas educa- doras habré mdquinas educadas. Ndétese que esto quiere decir que hay en Ja educacién no sélo un rasgo de autoperpetuacién sino, también, que se requiere reflexividad y reciprocidad, porque en la medida en que alguien es educado por otro puede ser educador de su educador y educador de si mismo. Este alguien capaz de transmitir lo que recibe, de perpetuar lo que adquiere y de proceder a provocar en si cambios, como se ha hecho con él, y de pro- ceder a hacerlo con quien lo ha educado, es sin duda el hombre. Es dudoso que el animal, tal como Jo conocemos, lo haga. Por eso mismo, sélo como una interpretacién polémica o como un ensayo de ampliacién del concepto —que esté sujeto a la prueba de la coherencia y la eficacia— puede hablarse de cultura animal y de animales cultos. E. Mas dificil atin es convenir en que haya edu: 12 AUGUSTO SALAZAR BONDY cacién animal si se considera otro rasgo esencial del educador humano en sus formas més caracteristicas? a saber, Ja capacidad ho sélo de reproducir, preservar y transmitir contenidos y conductas aprendidas, sino de crear nuevas formas. de ellos. Reparemos cn que se suele pensar que un hombre esté bien educado, o bien formado, no sélo cuando puede tener una con- ducta teérica o practica que antes no poseia, y de legarla tal cual a ottos hombres, sino cuando puede modificarla, perfeccionaria y ampliar sus virtualida- des, lo que redunda en provecho propio o de los dem&s. Este factor creativo es fundamental para Ja definicién de la educacién humana y_conileva un elemento cardinal de libertad, de enorme impor- tancia para establecer distinciones esenciales entre los modos de Ja educacién como hecho social. F. Como se habré visto por Jo anterior, el cardcter social de la educacién no puede ser olvidado, Edu- car es‘un hecho interhumano. Pero, ademas, en la medida en que el educando debe ser capaz de per- turbar las conductas adquiridas, de recrearlas para los demas y de hacerse educador de los. otros, puede decirse que la educacién tnicamente es posible en sociedad. Que sea dudosa la existencia de educacién de miquinas y de animales es consecuencia del hecho de que no haya sociedad de maquinas, Seguramente tampoco la hay de animales. G. Se hace claro, asimismo, que la educacién cum- ple una funcién esencial de socializacién. Gracias a ella los individuos se integran a su comunidad —y, en el limite, a la comunidad global humana— al reci- bir y adoptar los valores, actitudes e ideas que en ésta tienen curso. La socializacién puede ser mera- mente adaptativa, con. lo que tenemos una forma limitada de educacién, pero puede ser también socia- lizacién incitativa 0 suscitadora, gracias a la cual el individuo es incorporado a la vide social como agente, de accién colectiva, cocreador de la comunidad, cen- LA BNUCACION BEL HOMBRE, NUEVO 18 tro de dialécticas cuyos puntos extremos son la con- formidad y Ja total rebeldia, la fe y la inventidn, la vida pasiva y Ja tensién de la novedad existencial. Si hay, segin vemos, dos formas de socializacién educativa, la m4s genuinamente humana —por con- waste con Ja operacién de la maquina y el ani- mal-- resulta la que provooa la renovacidn, el reacon- dicionamiento y la potenciacién de los valores, las ideas y Jas actitudes aprendidas. H. Por qué la educacién que socializa en el modo ineitativo —o sea, que incita a la creacién— es mds genuinamente humana? Tropezamos aqui con otro elemento decisivo del concepto de edueacién, ele- mento que esti conectado con el cardefer procesal y teleolégico del educar. Hemos dicho que al edu- car se introducen cambios en un individuo y .que estos cambios tienen una finalidad. gQué clase de cambios y de finalidadP? No es dificil advertir que, pese a las multiples variedades posibles, han de ser siempre bendficos y no nocivos, propiciadores de la afirmacién y del perfeccionamiento del hombre. Es improbable que se diga que alguien educa a un _ hombre si esté promoviendo en. él cambios que lo disminuyan @ perfudiquen, que lo alienen. Més bien se dirA que lo deseduca*, Jo cual es un modo abe- ‘prante del educar, En su forma propia educar es, pues, promover la ereatividad' y Ja originalidad del sujeto y provocar cambios en las ideas, los valores y jas conductas que hace suyos o elabora el sujeto, cambios susceptibles de beneficiarlo, La educacién, puede decirse, es por esencia beneficiadora; es impo- sible como malformacién, como aceién ordenada a la anulacién del hombre. J. Reparemos en que con esto se introduce en ef concepte de educacién un factor axiolégico o estima- 1 Es muy ilustrative al respecto, el use en castellano de términos como “maleducado”, “maleriar”, “malacrianza”. 14 AUGUSTO SALAZAR BONDY tivo, No puede concebirse la creatividad educativa! sino sobre el fondo de valores perseguidos y reali. zados por los hombres. Todo intento de definir la conducta educativa neutralmente, sin recurrir al valor, la despoja de su significacién humana. Justamente a este propdésito, volviendo a nuestra comparacién, resalta el hecho de que no sélo no hay educacién de mAquinas y de animales porque estos son incapaces de perpetuar y. renovar las conductas aprendidas, sino, adem4s, porque en su caso no cabe hablar de beneficio o perfuicio en sentido propio. ¢Cémo habria que concebir Ja m4quina o el animal para decir que su instruccién se endereza al bien © que se anula porque es promotora del mal? El ensefiarle a un elefante a sybirse sobre una pelota, como ocurre en el circo, no es beneficiarlo ni perju- dicarlo, No cabe plantear y responder esta clase de preguntas valorativas, salvo que se den como for- mulaciones y respuestas correctas las que hablan del beneficio o perjuicio de Jos hombres que estén en contacto con el animal o la m4quina. Pero con esto se ha operado un desdoblamiento y una susti- tucién de sujetos que no puede pasarse por alto. Ya no serla el bien del educando sino el de otro el que interesaria; ya que el educador no- promove- rfa conductas del educando que son adecuadas a él, sino’ conductas que se valorizan en relacién con ter- ceras instancias, Ahora bien, siendo estas instancias tedricamente innumerables y muy variadas, podria decirse en ciertos casos que un proceso es benefi- . cioso, o sea, educativo, pues beneficia a X y, al mismo tiempo, que es lo contrario, o sea, no educativo, pues perjudica a Y. El concepto de educacién delineado en lo anterior, con su elemento valorativo esencial, se desintegrar{a asi completamente. J. El rasgo acabado de sefialar Neva implicita una conclusién que es muy importante sacar a la luz. Si sdlo hay conducta educativa cuando la promo- LA EDUCACION DEL HOMBRE NUEVO is icién del bien concierne al sujeto edueado, parece ser que el sentido del concepto de educacién supone afirmacién de un valor intrinseco del educando, Un acto de este género- es positivamente valioso y educativo si y sélo si realiza un valor propio del sujeto, del hombre que se educa (individus o grapo). - Se plantea de esta suerte el. tremendo problema del derecho que tiene alguien de introducir cambios en la conducta de otros hombres y de hacerlo pos tulande que esos cambios son buenos -para dichos hombres. La cuestién de la posibilidad de la educacién des- emboca de este modo en la cuestién de Ia justifica- aén de la educacién. No es dificil reconocer que las, respuestas a ambas cuestiones estan esencial- mente vinculadas. Recapitulemos lo dicho y tratemos de precisar la orientacién que hemos ganado hacia la respuesta a la cuestién inicial, esto es, a la cuestién del sentido y fundamento de la educacién. Creemos haber puesto en claro que Ia educacién sélo es posible cuando hay un ente, como el hombre, que est4 en proceso de cambio permanente, pero que va de un modelo o forma de vida a otra, de un modo de ser a otro, supliendo carencias, reseaténdose y conformAndose constantemente, ei busca de una plenitud. Hay, ade- mas, una orientacién hacia metas valiosas presente en la accién de educar y en el resultado de Ja edu- eacién. Al educar se busca un fin que es modelo: © paradigma de lo bueno en Ja situacién vivida; por otro lado, se tiende a un fin bueno cuando se ha sido educado. Pero nadie podria tender a ese fin y en esta tentativa pasar de una forma de conducta a otra, desechando las formas alienantes de vida y realizando las propias, si ya estuviera cumplido ¥ fijado desde el principic. Esto hace patente una_- 16 AUGUSTO SALAZAR -BONDY condicién esencial de libertad en el ser humano por la cual es posible la educacién, Cabe pues hablar de una educacién propiamente. humana —con riesgo de incurrir en pleonasmo— sélo cuando el educando, individuo o grupo, es puesto por la operacién educativa en condiciones de auto- formarse, de buscar sus propias formas de ser, de decidir libremente su conducta y, de esta suerte, crearse y recrearse a si mismo indefinidamente, y con- tribuir “desde sf, segin sus propias apreciaciones y concepciones, a la marcha histérica de la comunidad los hombres, Puede -decirse, por eso, que hay una vocacién humanista en toda educacién, Y si se conviene en Hamar persona humana al ser que tiene esta .capacidad, ‘podrd decirse también, con pleno sentido, que la ‘genuina educacién, en tanto que humanizadora, es personalizacién, es afirmacién y enriquecimiento de lo mds propio y original de todo el hombre y de.todo hombre. La personalizacién se opone a la cosificacién que resulta ser, entonces, lo contrario de Ia educacién, 2. La problemética fundamental de la educacién La educacién, juzgada en una perspectiva humana universal, considerando todos sus ingredientes y sus efectos, es cuestionable desde tres Angulos: como formacién de unos sujetos humanos por otros, como mecanismo de socializacién 'y como producto de una comunidad histérico-cultural determinada, A. La justificacién de la educacién Hemos dicho que, al educar, unos hombres intro- ducen cambios en la conducta de otros, cambios que tienen que ver con Jos valores y fines que pre- LA EDUCACGION DEL HOMBRE NUEVO lv siden la accién humana. gCudl es Ia base ultima en que podemos hacer reposar la legitimidad de esta acciénP aHasta qué punto, al educar, estamos invadiendo el mundo propio de .cada individuo o €rupo, torciendo su curso por decisién ajena a él y haciendo del educando sélo un remedo de nuestra propia humanidad? s;Cémo podemos saber que las opciones valorativas que presiden nuestra accién peda- gégica est4n bien fundadas en general y.en parti- cular para la vida del educando? sCdémo se justi- fica, pues, la educacién? Esta es la cuesti6n a que eonduce nuestro andlisis y que es lacerante para quien aborda Ja educacién desde una perspectiva ético-filos6fica. El problema se complica si adver- timos que la sociedad y Ja historia: no podrian mar- char si unos hombres no educaran a otros y que diffcilmente las decisiones mds generales y urgentes pueden venir de los educandos, sobre todo cuando ’ son menores, Es facil notar, ademas, que por grandes que sean las disposiciones simpiticas y la voluntad de. no perjudicar, habra siempre un peligroso ele- mento casi natural de imposicién externa al edu- cando. Esto es cierto, como lo es el que si no hay una efectiva participacién de Jos educandos, de los grupos de base y de los hombres de varias edades que son usuarios de los servicios educativos, fraca- sari la educacién. Si quienes deciden como autorida- des educativas no poseen una base segura de enjui- ciamiento, un criterio sélidamente fundado de valo- racién, el apoyo de una participacién efectiva de los educandos, se estar determinando a ciegas la con- figuraci6n de los hombres de un modo que quizd no convenga a su naturaleza o se les enderezara hacia un fin que no corresponde con el valor intrinseco del individuo y del grupo o con aquel hacia el cual ellos se orientarfan libremente. Piénsese, como ilus- traci6n de este problema, en el impacto de Ios refor- madores morales —que son, igualmente, en buena - 18 AUGUSTO SALAZAR BONDY porcién, reformadores pedagdégicos— y en el conflicto’ de las generaciones tal como se manifiesta en las diferencias de juicio estético y moral, y en algunas formas modernas de rebeldia y aun de delincuencia juvenil. ge Estas dificultades no se plantean en su _profundt- dad con respecto al simple proceso de la instruc- cién, cuyos alcances y criterios pueden ser preci- sados en la prdctica. Tocan al concepto de educa- cién en el sentido amplio y ambicioso arriba definido. ‘Durante mucho tiempo el concepto de instruccién tuvo una importancia central en Ja reflexién peda- gégica. La relacién educativa se interpreté funda- mentalmente en términos de la accién entre 1m maes- tro que instruia y un alumno que recibia la instrue- cién. Ambos roles estaban muy precisamente fija- dos. La critica del intelectualismo pedagégico y la execiente -atencién puesta en las formas activas del aprendizaje Mevé sin embargo a Ja critica de la mera instruccién y su sustitucién por el concepto mds fecundo de educacién. La relacién entre un maestro y un alumno es —se pensé— mas rica y mds profunda que el proceso instructivo. Lo que importa es la for- macién del nifio y el joven, la configuracién de su personalidad y el desarrollo de sus capacidades tanto intelectuales cuanto emocionales y activas. Educar no es instruir en tal o cual materia; es ensefiar a vivir. ’ Su resultado final no puede medirse por los conoci- mientos acumulados 0 las habilidades adquiridas sino examinando Ia personalidad en acto que ha logrado el educando. La divisa pedagdégica que estaban dis- ‘puestos a aceptar casi todos los educadores podria rezar: “jPor la educacién contra la instruccién!” dQuién dudaria de la justeza de esta posicién aun en su exageracién polémica? Ante la parcialidad y la pobreza de la instruccién, la educacién aparece como interesada en nada menos que Ja realizacién plena del individuo, Sin embargo, la idea de educacién LA EDUCACGION DEL HOMBRE NUEVO Ig encerraba problemas que se hicieron patentes cuando Ja relacién educativa se. generalizé, aplicdndose no solo a los nifios y jévenes sino también a los adultos, Se vio entonces que el proyecto de educar a alguien implicaba la mayor parte de las veces la voluntad de formarlo, y suponia, consecuentemente, la convic- cién de que el educando, de algin modo, era informe. La educacién, a la que rectamente se habia evi- tado reducir a la mera transmisién de conocimientos o al entrenamiento en determinadas técnicas, resul- - taba ser asunto de vida o muerte para el sujeto. Si no era educado por alguien, quedaba informe, Su educador era quien le hacfa adquirir la forma propia, adecuada a su ser y, por tanto, lo salvaba. La amenaza constante para el educando (un indi- viduo o un conjunto de personas) de resultar mol- deado segiin patrones valorativos y principios de con- ducta ajenos a la propia virtualidad individual, todos los riesgos de Ja imposicién y del sometimiento de una conciencia a otra, estan presentes en esta. idea de la educacién como formacién desde afuera que tan vigorosamente combatié Carlos Cueto en el Pert? Si la educaci6n, de acuerdo con su sentido humano, ha de ser compatible con la libertad del sujeto, st va a respetar y promover Ja personalidad singular y gru- pal de éste, si no frustra la realizacién de sus valores propios y colectivos, entonces debe ser entendida de un modo distinto e incompatible con la operacién impositiva, con el moldeamiento externo a que ha sido frecuentemente reducida. Para lograrlo tiene que re- solver su primer problema fundamental, el de la jus- tificacin de la accién de un sujeto sobre otro u otros dentro del marco de la formacién personal, 2 CE su ensayo: “La educacién como forma: un voto en 20 AUGUSTO SALAZAR BONDY B. Educacién y sociedad El segundo ‘problema fundamental toca a Ja implan- tacién de la educacién en un medio social determina- do. Todo planteo de la relacién educativa fuera de condiciones histérico-sociales concretas resulta abs- tracto y, por tanto, idealizador, lo cual quiere. decir desorientador y las mds de las veces encubridor de realidades. No hemos olvidado este condicionante real al describir et hecho educativo, Mostramos su funcién de mecanismo poderosisimo de socializacién. En efec- to, a través de la educacién se transfieren al educando ideas, valores y actitudes que tienen curso en el grupo en el cual vive y, por este medio, se logra su integra- cién al conjunto social. Pensando, sintiendo y actuan- do como: sit comunidad, el educando se reconoce miembro de ella y opera en armonia con los fines so- ciales. Correspondienterhente, transfiriendo a los edu- candos los modos propios de pensar, sentir y actuar que le dan su fisonomfa cultural y conforman su mun- do, el grupo se afirma y se expande en el presente y hacia el futuro de las generaciones humanas. Visto en esta perspectiva, el hecho educativo posee una in- cuestionable positividad social y, a su turno, la socie- dad opera como fuente de sustento y respaldo de la formacién del individuo. Pero hay otra perspectiva que la critica de la edu- cacién saca a luz y que cambia el sentido de la educa- cién como fendémeno social. Transferir valores y no- ciones, recibirlos y mantenerlos, llevar del pasado al futuro la fisonomfa de la sociedad no es frecuentemen- te otra cosa que perennizar ideas e instituciones supera- das y salvaguardar una forma de vida decaida. La _educacién resulta ser asi un mecanismo de conserva- cién puesto en juego por el grupo para preservarse. Si un andlisis m4s penetrante del grupo distingue en él lineas de poder y oposicién de intereses, entonces re- LA EDUCACION DEL HOMBRE NUEVO 21 sulta ser la educacién no sdlo un medio por el cual el grupo, globalmente considerado, se afirma y se defien- le, sino un mecanismo de mantenimiento de un deter- gainado orden establecido en beneficio de un sector social dominante. Y el sujeto resulta no integrado al grupo entendido como una comunidad universal, ella gaisma integrada en todos sus componentes, sino adap- ado a un estado de cosas que es el real pero no nece- sariamente el mAs justo o el més positivo desde el punto de vista del porvenir humano. Vemos que este segundo aspecto de la problematica fundamental de la educacién se liga estrechamente gon el primero y lo complica. La accién educativa, questionable por sf como intervencién en el mundo del otro, resulta ser ademds vehiculo de mantenimien- to-de un orden de poder y frecuentemente obstdculo ‘puesto al progreso. Sélo si supera esta dificultad ba- wgica, este vicio de conservadorismo sustantivo, ‘puede a educacién cumplir sin serias trabas su sentido hu- “nano de accién para el desenvolvimiento del hombre "y-no para la sujecién del hombre. Lo cual nos leva al ‘fercer aspecto problematico de la educacién. C. Educacién y dominacién En lo anterior hemos sefialado que la educacién transmite un mundo social con un orden establecido. Este orden traduce las relaciones de poder existentes ‘tanto a nivel de Ja sociedad global cuanto a nivel de los grupos particulares. Histéricamente, las relaciones de poder se han ejercido por unos hombres en perjui- cio de otros. Ha habido hombres y grupos dominados y dominadores, oprimidos y opresores. La sujecién a otro no es un hecho que se produzca sin afectar hon- +damente al ser humano, a su condicién esencial como ‘fxidividuo y como comunidad. La dominacién produ- “ee la pérdida o el debilitamiento del ser personal. Di- ‘22 . AUGUSTO SALAZAR BONDY cho en otros términos, frecuentemente usados en la antropologia actual: la dominacién provoca la aliena- ciénide la persona y es, por ende, una conexién fun- damentalmente alienante. Lo que sefialamos tiene una validez general y puede documentarse con casos tomados de diferentes socie- dades en el decurso histérico de la humanidad y con la situacién de diversos grupos humanos y de indivi- duos determinados dentro de cada sociedad. La alie- nacién, consecuencia de la dominacién, se ofrece sin embarga con caracteres especialmente marcados y agudos en los paises del Tercer Mundo que padecen crénicamente de subdesarrollo. En ellos se dan inter- _namente fuertes relaciones de dependencia y de opre- sién entre las clases, los grupos y las regiones, en per- juicio de las grandes mayorfas que estan sistemiatica- mente marginadas de los beneficios sociales, Pero estos lazos internos de dominacién no son ajenos a las relaciones de dependencia externa que tienen sujetas a las naciones subdesarrolladas al dominio de las gran- des potencias industriales. Dentro de'un régimen abier- tamente colonial o bajo otras formas de control eco- némico y politico, como parte del imperio de estas naciones, al Tercer Mundo le ha sido impuesto un status inferior, causa permanente de la alienacién de sus grandes masas, Como es comprensible, Ja condicién de alienacién no puede menos de afectar la capacidad de expresién y de creacién de los individuos y los pueblos, marcan- do su cultura. Las naciones subdesarrolladas como el Pert, que se ofrecen como conjuntos no integrados en lo social, tienen una cultura inorg4nica, imitativa y sin potencialidad de autoafirmacién, una cultura que por estar vinculada directamente con la opresién que sufren los individuos y los pueblos, la hemos llamado cultura de la dominacién. Al igual que a Ja cultura, la realidad de la opresién humana afecta profundamente la educacién como he- LA EDUCACION DEL HOMBRE NUEYO 23 tho social extremadamente sensible. He aqui tres de Jos.m4s importantes aspectos en que el problema de la educacién se liga con la dominacién y el subdesartollo. En primer lugar, considerando genéricamente el fe- némeno educativo, es importante subrayar la funcién del régimen. escolar en la fijacién y mantenimiento de Jas estructuras de dominacién, La escuela, més quizd que ninguna otra institucién, traduce la organizacién de la sociedad y la consolida. La relacion maestro- alumno, tal como ha sido establecida y justificada tra- dicionalmente, es el modelo mismo de la subordina- cién de la conciencia: y la voluntad de unas personas a las de otras. La disciplina escolar, que se impone en el plantel y se ensefia en el aula, es concebida y defen- dida como reflejo del orden social que requiere una autoridad legitima que debe ser respetada y obedeci- da, La organizacién de la ensefianza como parte de una serie bien determinada de acciones, sujetas a ca- lendario y dependientes de la autoridad superior, el proceso entero de ‘la educacién escolar considerada ea sus aspectos formales més significativos y persis- tentes, introduce al educando al mundo de la domina- cién, lo habitéa a él y termina convirtiéndolo en un convencido justificador de la dependencia social. so capa de la defensa de los mas altos y firmes valores, La educacién institucionalizada, en el Peri como también en otros paises se ofrece asi como un gran instrumento de alienacién. Los movimientos de insur- gencia contra el orden escolar que registra la historia de la educacién, tanto como rebelién esponténea de Jos alumnos cuanto como alegatos doctrinarios contra el régimen escolar, son buen testimonio de esta fun- cién negativa que queremos poner de relieve. No’ sélo la organizacién formal de la educacién opera en el sentido indicado. También ocurre esto, y con efecto aun més negativo si cabe, con los contenidos de Ja educacién. Segtin vimos, toda ensefianza posee, reconocida o implicitameate, una intencionalidad, un 24 AUGUSTO SALAZAR BONDY telos que marca la direcci6n por la cual se orienta la accién del educador? Como sistema, en sus principios fundamentales, en la seleccién de la materia ‘ensefia- da, en el énfasis puesto en ciertos temas y en el olvido de otros, la educacién de un grupo social o de una nacién revela su intencionalidad. Ahora bien, en paises marcados por fuertes lazos de subordinacién interna y externa, con una tipica cultura de dominacién, como es el caso del Peri, la educacién por sus contenidos, por las ideas, valores y actitudes que transmite o sus- cita, funciona m4s aim como un poderoso agente de dominacién y, por tanto, como mecanismo alienante. Lo que el nifio y el joven aprenden ene] aula esté muy lejos de adecuarse a las necesidades de liberacién mental que son agudisimas en los pafses del Tercer Mundo. Por el contrario, sea con respecto al pais, sea con respecto a su clase social, sea con respecto a sus propias reivindicaciones personales, lo que general- mente el educando recibe de Ja escuela es un reforza- miento de las nociones y los valores que, en lugar de ponerla al descubierto, velan la situacién existencial en que se encuentra. Lo que la educacién les da es pues otra vuelta de tuerca a la opresién que los agobia. La situacién no es mejor con los adultos a quienes absurdamente también se somiete al régimen paterna- lista y autoritario que es usual, aunque no menos con- trovertible, en el caso de los nifios. Para ellos, la mate- ria educativa es asimismo un mensaje prefabricado y ajeno a toda incitacién critica sobre su realidad, cuya intencionalidad apunta a mantener encuybierto y no exponer a ninguna contestacién el orden de domi- nacién que ‘prevalece en la sociedad nacional y en las relaciones del pais con las grandes potencias imperia~ listas que lo mantienen sujeto a un régimen de explo- lacién. De alli que sea sintomatica la ausencia, dentro de los contenidos educativos, de todos aquellos temas de interés vital y de resonancia social que inquietan LA EDUCACION DEL HOMBRE NUEVO 2B eleducando en su existencia diaria. La. institucién gocente no parece estar concebida y establecida para tar Ja conciencia sino para adormecerla, : Lo que decimos no es, desgraciadamente, privativo, ni mucho menos, de la educacién oficial y escolari- gada. La educacién particular est4 lejos de ser mas ‘Bbre en su inspiracién y su accién educativa. En la mayoria de los casos apera deliberadamente en pro de la conservacién del orden establecido y de! oculta- mento de la realidad. Por Jo que toca a las formas no escolarizadas e in- fonmales de educacién, cabe sefialar dos casos princi- pales: aquellas a cargo de empresas productivas inte- gesadas en mejorar la capacitacién de sus trabajadores y aquellas que se conectan con los medios de comuni- Facts a colectiva. En ambos casos es imposible formu- Jar un juicio favorable. Los cursos de capacitacién Iaboral, so pretexto de una exigente preparacién téc- nica, descuidan no sdlo los aspectos de cultura general no ligados directamente con el adiestramiento corres- pondiente, sino que abierta y sistemdticamente exclu- yen todo tépico que signifique cuestionamiento del orden social en el que est4n insértadas las relaciones del trabajo asalariado. Por su parte, los medios de co- municaci6n colectiva, cuando estén en manos de em- presas capitalistas, con muy concretos intereses comer- ciales y econémicos, orientan su poderosa accién en un sentido tipicamente conservador. Alimentan las motivaciones de lucro y satisfaccién inmediatista que permiten un alto ritmo de consumo, contrario a los intereses.de los paises pobres del Fercer Mundo y, a través de ellas, justifican un orden social en el que aparentemente es posible para todos esas realizaciones. Sutilmente, hacen Ja apologia de Ja dominacién y re- fuerzan, con el instrumento educativo mAs penetrante, wa alienacién de las grandes masas, Cabe, por ultimo, llamar Ja atencién sobre Ja funcién de reforzamiento de la dominacién que cumple el 28 AUGUSTO SALAZAR BONDY sistema educativo en raz6n de la desigual distribucién de sus beneficios. En la mayoria de los patses del mundo, la escolarizaci6n ha mareado siempre, con mayor 0 menor agudeza, la linea divisoria entre los grupos oprimidos y los opresores, entre los que disfru- tan de los productos del trabajo social y aquellos que Jo soportan como esfuerzo y pena. No aludimos aqui solamente a aquellos paises que no han logrado gran- des progresos en la educacién publica, ni tan sélo de épocas en que estos progresos todavia no se habian materializado. En todas las épocas y en todos los pai- ses, por una tipica distribucién de los beneficios, la educacién, que da poderosos instrumentos de manipu- lacién social, ha sido el privilegio de las capas altas y medias y, en las proporciones correspondientes en cada caso, ha Ilegado y atin hoy Ilega mAs a los grupos socioeconémicamente privilegiados. Con ser general esta situacién, resulta m4s grave —por razén del con- texto mundial y de los indices de acumulacién de po- der y riqueza, de un lado, y de pobreza generalizada, de otro— en los pafses del Tercer Mundo. El anélisis anterior se ha lecalizado en los proble- mas de la educacién en el Tercer Mundo, pues éstos muestran los extremos de la crisis que queremos poner de relieve. Pero esta crisis no se confina al Tercer “Mundo. Cuando es instrumento de dominacién y ex- plotacién social, en una u otra de sus formas, la educa- cién funciona con los mismos efectos depresivos. En cualquiera de las latitudes, la educacién, que en su institucionalizaci6n generalizada y en su orientacién efvico-moral contribuye poderosamente, como hemos visto, a Ja alienacién de las grandes mayorias y a la dominacién de las naciones, por su distribucién des- igual e injusta, en cuanto servicio social, refuerza el desequilibrio de la sociedad donde quiera que sea. Vemos asi en toda su gravedad la problemitica de la educacién. Contemplados desde una perspectiva abstracta e ideal, los servicios educativos implantados LA EDUCACION DEL HOMBRE NUEVO 27 y expandidos aparecen como un principio de ascenso y bienestar humano. En la realidad de la historia con- creta, insertados en Jas estructuras de dominaci6n que prevalecen en las sociedades, pierden su fisonom{a humana. El telos de la educacién es la constitucién y Ja realizacién del hombre. Que esto se logre o se pierda es la esencia de Ia cuestién basica de toda filosofia eeducativa que, como tal, tiene que preguntarse por el sentido humano de la educacién y responder a esta cuestién sin abando- nar los ideales del humanismo ni tampoco el terreno firme de la realidad histérica en que de verdad existe “el hombre de cada nacién, Cuando una sociedad esté organizada contra el hombre su educacién se frustra como se frustra la humanidad ‘de quienes forman par- te de dicha sociedad. Entonces se trata de revolucionar ‘la sociedad para lograr que sea realidad el hombre nuevo. Los profundos cambios sociales que esta ope- racién requiere entrafian profundos cambios educati- vos; e inversamente verdaderos cambios educativos, capaces de conducir a la formacién del hombre nue- vo, requieren una revolucién social. La educacién del hombre nuevo es una educacién revolucionaria, En este sentido se orienta la Reforma Educativa peruana. Carrruto 2 RASGOS FUNDAMENTALES DE LA REFORMA EDUCATIVA PERUANA 1. La educacién y Ia politica revolucionaria El subdesarrollo es esa suerte de enfermedad créni- ca que ha padecido el Pert porque sus clases dirigen- tes abdicaron de su misién de servir a la sociedad na- cional. Sin duda, el pais crecié en, las ultimas décadas, pero la poblacién aumenté aceleradamente, la pobre- za también crecié y la debilidad del organismo nacio- nal se hizo cada vez més peligrosa, La paradoja del subdesarrollo es justamente que el crecimiento no fortalece sino que agudiza los males que afectan a la poblacién, particularmente a las grandes masas. Esto se debe a que la causa no se halla en Ja falta de medios o en la magnitud del esfuerzo tomado aisladamente, sino en la estructura socioeconémica. Esta, por su ca- racter concentrador-marginador, no permite un ascenso de toda la poblacién a niveles de operatividad mAs altos y mantiene el desbalance ‘dle las fuerzas sociales, de modo que la comunidad no se integra, la cultura no cuaja en creacién original, el poder politico esta divor- clado del pafs y el esfuerzo nacional global es insufi- Cientemente productivo, Como quien acarrea agua en una canasta o quien es permanentemente saqueado, el pais no logra nunca acumular poder social para avan- Zar, : La salida de esta situacién no puede ser sino revo- lucionaria, Es preciso un cambio estructural, una mo- LA EDUCAGION DEL HOMBRE NUEVO 29 dificacién sustantiva de Jas formas sociales, econédmicas y politicas de ordenacién de Ja vida nacional, que ponga en forma a la nacién para las tareas de su pros- peridad y su independencia. De alli la importancia de reformas como la agraria y la bancaria, la urbana y la industrial, cuando son emprendidas con car4cter verdaderamente revolucionario. Este enfoque es, ade- mis, el tnico que permite entender adecuadamente la Reforma educativa que se est4 cumpliendo en el Pera. E] sentido y el alcance de Ja educacién en el actual proceso peruano sélo pueden juzgarse correctamente si se percibe la importancia que les acuerdan quienes ocupan Jos mds altos cargos de decisién politica y de responsabilidad técnica. La educacién es considerada decisivo factor coadyuvante de la realizacién y conso- lidacién de las transformaciones estructurales que constituyen la justificacién y la marca distintiva de ese proceso como una revolucién sui generis. No habré | efectiva tranSformacién social ni podra establecerse un nuevo tipo de ordenacién de la vida nacional, capaz de superar los vicios crénicos del subdesarrollo, si la educacién no sufre una reforma profunda, paralela a las demds reformas sociales y econdmicas que se hallan en curso. Estas buscan cancelar los lazos de dominacién interna y externa, eliminar la dicotomia concentracién-marginacién que afecta a la distribucién del poder y la.propiedad en el Peri, y vencer la per- sistente incomunicacién interna, fendmenos todes que estin ien la base de la incapacidad de asegurar para las grandes mayorias nacionales un estatuto de exis- tencia verdaderamente humano. A nadie puede pasar inadvertida la firme convic- cién de los gobemnantes ‘peruanos de que la educacién tiene que poner desde el principio sus decisivos resor- tes de cambio al servicio de la tarea revolucionaria, a falta de Jo cual los esfuerzos desplegados para llevar esta tarea a buen término perder4n su fuerza o serdn frustrados. Esto entrafia la consecuencia de que la RY AUGUSTO SALAZAR BONDY educacién y la politica se vinculan entre sf directa y profundamente, superdndose de este modo las ilusio- nes de un neutralismo pedagégico que nunca existid © en la prdctica, pero que en el pasado fue utilizado hdbilmente por los sectores conservadores para hacer de la educacién un instrumento de legitimacién de la sociedad clasista y opresiva y para sofocar en sus bro- tes mds tempranos y més sanos todo intento de cues- tionar y transformar el sistema social y echar a andar su transformacién. La conviccién de que el quehacer de educar es in- separable de la promocién del cambio profundo de la sociedad y de que, en consecuencia, educacién y polf- tiea son indesligables, se da la mano ‘en 1a doctrina peruana con la conviccién paralela de que cualquier intento de resolver los problemas que afectan a la educacién esté condenado al fracaso sin el respaldo de un movimiento polftico-social nacional. Sdlo se puede transformar efectivamente el sistema éducativo y superar, en consecuencia, los defectos que presenta hasta hoy como servicio social y proceso humano, inseribiendo la educacién dentro de un movimiento de amplitud y profundidad revolucionarias. En educacién, como en politica econémica, una sim- ple modernizacién que no toca Ia estructura de la do- minacién y el subdesarrollo, con todas sus secuelas de alienacién y despojo, es s6lo un paliativo que posterga la solucién efectiva de los problemas, cuando no la hace de hecho impracticable. Se explica entonces que el Informe General de la Reforma de la. Educacién, publicado en 1970, haya afirmado enfaticamente que “la politica y la accién educacional de un régimen revolucionario debe, para ser auténtica, reflejar con fidelidad el carActer y la naturaleza esenciales de ese régimen. Desde este punto de vista, una reforma edu- cativa en el Peri debe constituir la contribucién educacional a Ja obra transformadora de un gobierno que ha definido la conquista de objetivos de cambio LA EDUCACION DEL HOMBRE NUEVO 31 estructural como la justificaci6n de su propia existen- cia. Debe, por tanto, corresponder al modelo peruano de politica revolucionaria” 9. El diagnéstico En el contexto de la situacién global del pais, el euadro negatiyo de la educacién peruana ha sido tra- zado oficialmente sin eufemismos ni enmascaramien- ios. Por primera vez se ha reconocido a nivel de las altas autoridades del Estado que la educacién sufre y ha sufrido secularmente en el pais de graves defi- ciencias que afectan su base misma. El diagnéstico yecogido en el Informe General y en la Exposicién de Motivos de la Ley General de Educacién, promulgada en marzo de 1972, que son ambos documentos oficia- Jes, muestra una situacién educativa caracterizada por rasgos que resumimos en lo que sigue: —Es notoria la baja rentabilidad del antiguo. siste- mia en relacién con el monto del Producto Nacional Bruto invertido en los servicios educativos. Con una suma global de aproximadamente 5% de dicho pro- ducto, el sistema dejaba fuera a casi un 30 % de nifios en edad escolar, no lograba una escolaridad promedio mayor de 2,8 afios y era incapaz de disminuir la con- siderable masa de analfabetos, que fluctia alrededor de Jos tres millones de adultos. ~— Las deficiencias del sistema afectan sobre todo a los nifios y adultos de los grupos sociales marginados. E! llamado sindrome de Ja pobreza se hace presente claramente en los educandos que arriban a la escuela y que, por falta de una atencién adecuada antes de los seis afios, son incapaces de rendir normalmente en el trabajo escolar. La insuficiencia de apoyo nutricional, psicolégico y social afecta al desarrollo de estos nifios ‘los hace fracasar inevitablemente en Ja escuela, con- dolos a la désercién. Sia esto se agrega el hecho 32 AUGUSTO SALAZAR BONDY cardinal de que los servicios educativos han sido or- ganizados teniendo en-cuenta al nifio de otros estratos sociales y de los centros urbanos més desarrollados, el efecto negativo y la impotencia de la escuela son ines- capables. La educacién oficialmente organizada ha operado as{ como un gran mecanismo de discrimina- cién y de privilegio, en perjuicio de los_ grupos de mas bajos ingresos y de las zonas marginadas del pais que, sin embargo, concentran una parte muy considerable de Ja poblacién peruana, — Desde el punto de vista de la calidad, se han sefia- lado defectos muy graves que tocan a los bajos niveles cientificos que prevalecen tanto en los contenidos cuanto en los métodos de la educacién ofrecida a la gran mayoria de los educandos. Los casos de educa- cién de aceptable o alta calidad cientifica son conta- das excepciones. Ademéds, prevalecia una tendencia academizante que no permitia capacitar a los educan- dos para el trabajo, de tal modo“que la educacién primaria y secundaria aplazaba indefinidamente la preparacién de los educandos para la actividad prac-. tica en directo contacto con las necesidades del am- biente, haciéndolos candidatos forzosos a la Univer- sidad, concebida como fabrica de profesionales. Pero la contrapartida de este apracticismo no era tampoco una sélida formacién tedrica general, sino un vacuo verbalismo, un memorismo mec4nico, la ausencia de todo real cultivo intelectual, Jo cual, a su turno, impe- dia que los educandos que egresaban del ciclo secun- dario estuviesen calificados para las exigencias del trabajo intelectual de nivel universitario al cual eran empujados como tnica alternativa educacional. —Con lo anterior se liga un defecto mds grave ain en ‘sus consecuencias sociales: la desconexién de Ja educacién respecto de la realidad peruana en sus dife- rentes Ambitos, el local, el regional y el nacional, con su Contexto mundial. Lo que se estudiaba y se apren- dia no era nada motivado por Ja vida social y Ja na- LA EDUCACION DEL HOMBRE NUEVO 3 .#uraleza en torno ni que pudiera revertir como medio ‘operativo sobre ellas. Los contenidos programaticos, ‘Jos conceptos matrices, las claves interpretativas .que informaban la ensefianza, tanto en el campo del cono- eimiento histérico-social cuanto en el de la geografia del pais, eran abstractos 0 transpuestos de otras cul- turas, imitados sin mayor adaptacién en su contenido y. su sentido de la produccién cientifico-educativa de los paises europeos o de los Estados Unidos. En el mejor de los casos Jo que no quiere decir por cierto que esta situacién sea deseable— la educacién genera- liz6 los patrones de vida urbana de la capital y de la clase dominante en el pais. Habia aqui un hondo problema de orientacién de toda Ja educacién que ha gperado como instrumento de consolidacién y preser- vacién del orden politico-social establecido en perjui- ‘cio de las grandes mayorfas. Su ineficiencia no ha he- cho sino reafirmar el sentido antinacional de ese orden y la necesidad de transformarlo profundamente en sus ‘médulos y efectos educativos como en todo el resto 48 sus aspectos sociales, econédmicos y politicos. — Aqui tocamos la probleméatica de la cultura perua- na como cultura de la dominacién, que es expresién alienada y alienante de un hombre y una sociedad que no han logrado centrarse en su propio ser.1 La cues- tién de la educacién peruana no puede ser desligada de la cuestién de Ja cultura peruana, aunque sdlo- sea porque la educacién es el vehiculo por el cual se trans- fieren los productos culturales, se expanden las realiza- ciones de una sociedad y se generan los resortes psicosociales necesarios para su creacién y recreacién constantes. Ahora bien, una cultura de Ja. dominacién ¢omo Ja nacional, es decir, una cultura marcada por la accién negativa de lazos de dominacién internos y ex- 2 Cf, nuestro ensayo “La cultura de la dominacién”, en Pera Problema. 5 ensayos. Lima, Moncloa Editores, 1968; reco- luego en Entre Escila y Caribdis, Lima, INC, 28 edi- ‘dda, 1973, 34 AUGUSTO SALAZAR BONDY ternos, sélo podria darse asociada a una educacién mal orientada y alienante como la que el dingnéstico de la educacién peruana revelé, La educacién peruana ha tenido estos defectos porque la sociedad y la nacién estén en situacién de dominacién y generan una cultu- ra del tipo correspondiente. Esta cultura proporciona la inspiracién y el contenido de los procesos educativos que, asi, quedan anclados en su funcién alienante. Co- rrelativamente, porque la educacién estA marcada por todos los defectos del subdesarrollo, es incapaz de ser- vir de instramento adecuado para provocar una altera- cién sustancial de Ja cultura de la dominaci6n que la impregna en sus principios, nociones y operaciones bsicas. . EI diagnéstieo revelé asimismo un serio problema de formacién y reentrenamiento de cuadros docentes. La profesién magisterial, que se expandié fuertemen- te en la ultima década al ritmo de todo el sistema, no superd sus defectos de calidad ni enrumbé hacia una orientacién pedagégico-doctrinaria capaz de provocar una mutacién del sector educativo. Por el contrario, se ajusté sin problema al sistema en el cual buscé alcan- " gar mejoras de status socioeconémico, aunque sin éxi- to, porque continuaron prevaleciendo muy bajos nive- les salariales. Ios contingentes magisteriales profesio- nales no han sido elemento de mejoramiento de la calidad de la educacién, no sélo en la orientacién doctrinaria sino tampoco en los aspectos técnicos y cientificos. Al mismo tiempo, por celos gremiales se hizo cada vez mAs dificil contar con el aporte docente de personal de otras profesiones que, si bien igual- mente ajeno a las exigencias de cambio de la orienta- cién educacional bdsica, ha aleanzado mejores niveles de asimilacién de ciencia y tecnologia y podia ser agente eficaz de transferericia en este campo. —Con justicia han sido resaltados los defectos de orden administrativo en la educacién peruana que afectan tanto a la organizacién cuanto al funciona- LA EDUCACION ‘DEL HOMBRE NUEVO 3 *miento del aparato responsable de los servicios edu- cativos. El centralismo, el burocratismo, la rigidez fis- calizadora, la ausencia de todo sentido dindmico y técnico en la administracién, han constituido un fardo_ pesado en hombros del magisterio y un obstAculo para ‘el logro de las por sf limitadas metas de renovacién educacional que se plantearon en el pasado. Para los maestros, para los padres de familia y para los edu- candos, el nombre de Ministerio de Educacién resulté sinénimo de ineficiencia y lentitud en el servicio, fa- voritismo y abuso de autoridad, ademas de plétora de burécratas innecesarios. — Finalmente, los problemas de la administracién se han agravado por un inadecuado sistema de plani- ficacién de los servicios educativos que no sélo ha impedido la maxima expansién posible de dichos ser- vicios sino que ha significado sistemdtico dispendio de recursos y deficiente aplicacién de los fondos pi-- blicos. Buena muestra de ello es que el presupuesto gel Ramo, que llegé a alcanzar la proporcién de 28 % lel Presupuesto Fiscal, hasta 1969 estaba dedicado en un 95 % a gastos de operacién, quedando sélo un 5 % disponible para. inversiones, Esto confirma la falta de racionalidad del sistema, incapaz no digamos de ase- gurar sino siquiera de iniciar la mejora cualitativa de la educacién. 3, La Reforma Educativa A. Las bases del nuevo sistema _ La situacién critica que hemos expuesto a grandes Tasgos es encarada por la Reforma de varias maneras convergentes, gracias a un planteo organico de la pro- blematica educativa peruana. He aqui sus aspectos sustantivos: En primer lugar debe mencionarse una nueva sus- 36 AUGUSTO SALAZAR BONDY tentacién doctrinaria de la educacién y la fijacién de objetivos concordes con el proceso global peruano, que apunta hacia el surgimiento de un nuevo hombre en una nueva sociedad. La Reforma sanciona la radicacién de la educacién, al igual que todo proceso e institu- cign social, en el trabajo creador de personas libres. El trabajo, entendide como fuente de humanidad y de sociedad, esta en la base de la creacién de todos los yalores y de la produccién de bienes de todas clases que expresan al hombre en la historia. Por tanto, debe constituir sustento explicito de todo principio edu- cative, Se educa y debe educarse siempre en el traba- jo, por el trabajo y pare el trabajo. Pera se trata del trabajo libre y liberador, no de un trabajo alienado, mercantilizado y, en consecuencia, instrumento de la sujecién del hombre. De allf que el reconocimiento del trabajo en la doc- trina de la educacién peruana no se dé aislado del contexto de los cambios estructurales destinados a li- berar al hombre del Pert y a afirmar su independencia como nacién. Esta conexién, que revela una profunda inspiracién humanista en la nueva filosofia de la edu- cacién peruana, se advierte claramente en ‘la Ley Ge- neral de Educacién que sanciona como fin fundamen- tal del proceso educativo el pleno desenvolvimiento de la persona humana, y como fines especificos de la educacién, en el contexto histérico social nacional, el trabajo adecuado al desarrollo integral del pats; el cambio estructural y el perfeceionamiento permanente de la sociedad peruana; y la autoafirmacién y la inde- pendencia del Pert: en la comunidad internacional. A través de estos fines, la Reforma comprende a la educacién con la reestructuracién de la sociedad y el surgimiento de un nuevo hombre libre y plenamente participante. a Por esta orientacién humanista, centrada en el tra- bajo creador, en el libre didlogo comunitario y en la reconstruccién social, la Reforma conlleva una nueva LA EDUCACION DEL HOMBRE NUEVO 37 cepeién de la tarea educativa misma, una nueva dagogia. Ese hombre distinto que la educacién pe- quama contribuira a formar debe ir surgiendo desde los primeros pasos del proceso ensefianza-aprendizaje. Los valores de la persona creadora tienen que ser potenciados al maximo por una pedagogia realmente adecuada al humanismo. Frente al verbalismo vacuo, al memorismo mecdnico y el predominio casi absoluto de las motivaciones egoistas y utilitarias que han ca- racterizado a nuestra escuela hasta hoy, la obra educa- tiva de la Reforma se sustenta en tres normas peda- gégicas fundamentales, a saber, el principio de la cri- tica, el principio de la creacién y el principio de Ja cooperacién. Actuando cada uno desde su vertiente propia, en arménica operacién, estos principios harén posible el cambio profundo de la educacién peruana que es el objetivo central de Ja Reforma. Educar para la erftica supone varias cosas esencia- Jes. En primer lugar, proporcionar al educando los instrumentos intelectuales requeridos para analizar con objetividad la realidad. En segundo lugar, el ejer- cicio permanente de la reflexién que capacita para entender los hechos y percibir el sentido de las accio- nes. En tercer lugar, el encaminamiento del pensar hacia. horizontes de conocimiento cada vez més am- plios ‘y mds matizados. Significa, en fin, tanto la habi- _ lidad para enmendar errores cuanto la destreza para orientarse racionalmente en el mundo. . _ La eritica debe animar todas Jas fases de la educa- cién y estar presente en sus mds variadas realizacio- nes. Por ejemplo, la concientizacién, en su sentido profundo, consiste en e] acceso a una conciencia criti- ga de Ja realidad. Por su parte, la ensefianza de la ciencia y la educacién artistica, cada una a su modo, se alimentan y se desenvuelven adecuadamerite gracias al despertar del espiritu critico del educando. En lo que se refiere a la creacién, la Reforma reco- noce que ninguna educacién completa puede prescin- 38 AUGUSTO SALAZAR BONDY dir de la capacidad creadora del sujeto porque no hay hombre cabal sin libertad de creacién. Cuando el in- dividuo se afirma a si mismo y se proyecta con auto- nomia hacia el mundo, logra realizarse como persona en el pleno sentido de la palabra. El nifio, el joven y el adulto, privados de Ja oportunidad de expresar su propia interioridad o inhibidos de contribuir es- pontdneamente al movimiento social, sufren minusva- lias que afectan gravemente su personalidad. De hecho no sdlo viven apocados y deprimidos sino que’ su es- piritu se empobrece, a veces irremediablemente. La educacién debe impedir esto y, para lograrlo, tiene que suscitar permanentemente la contribucién perso- nal del educando a la obra humana. Esta incitacién a la creacién debe operar en todos los terrenos en que se desenvuelve la accién pedagégica, en las ciencias y en las artes, en la educacién civica y en la capacita- cién para el trabajo. Estimular Ja inventiva y desarro- llar los medios de expresién de cada persona son, pues, imperativos esenciales de toda educacién, La Refor- ma no puede dejar de asimilarlos y cumplirlos. Pero asi como la obra social no se realiza por es- fuerzo de un solo individuo, tampoco la educacién se realiza en soledad ni puede consistir en una capaci- taci6n para la accién insular egotista. La escuela, que es un mundo asentado en la cooperacién, tiene que promover la cooperacién y expandirla en los edu- candos. Cada uno de los actos educativos debe prepa- rar para la solidaridad en la vida social ordinaria. Cada clase, cada proyecto escolar, cada circunstancia del trabajo y la recreacién educativos ofrece una ocasién para la obra solidaria y para el desarrollo del espiritu de ayuda mutua. De este modo, la educacién nueva es un principio de cooperativismo genuino y de parti- cipacién permanente. Los tres principios que hemos examinado definen, ademas, las tres principales relaciones de la persona con la realidad a las cuales debe estar atenta la edu- LA EDUCACION DEL HOMBRE NUEVO 39 cacién: la relacién con el mundo, la relacién consigo mismo y la relacién con los demés, Por la critica el hombre penetra racionalmente en Ja sociedad, despe- jando los obstdculos que le impiden abrirse al mundo operar sobre él. Por la creacién se define como un centro de accién y como una fuente de enriquecimien-. to de la realidad. Por la cooperacién se vincula a los demas en la participacién y la solidaridad que son fun- damento de toda comunidad genuina. Se advierte claramente que sélo una educacién sustentada en estos principios puede ser auténticamente humanistica. La nueva pedagogia implica también una renova- cién profunda de las técnicas y los medios didacticos as{ como en la manera de concebir los curricula y los periodos de escolaridad. Sin una mejora sustancial de los niveles cientificos de la educacién y sin una gran apertura y flexibilidad, sin un mecanismo de’ promo-, cién adecuada y sin la adaptacién necesaria a los re- querimientos y circunstancias de los grupos sociales y las regiones del pais, la Reforma de la educaci6n :planearia en el aire de las decisiones legislativas pero no transformaria en nada la real situacién de los edu- candos y la comunidad. De esto son plenamente cons- cientes quienes tienen a su cargo’ la implementacién de Ja nueva educacién peruana y estén buscando nue- vag formulas, soluciones diversificadas y de gran poder adaptativo, para responder a las demandas de un medio tan complejo como el peruano desde el punto de vista de la tradicién histérica, la situacién geogré- fica y la composicién étnica y lingjiifstica. Si recorda- mos que en el Perit todavia hay muchos pobladores de Areas rurales que no hablan espafiol y otros mds que son, si no monolingiies, hablantes de primera len- gua verndcula, se comprendera el reto que representa esta nueva concepcién de la educacién. Otras dos notas fundamentales de la Reforma, ver- daderos pilares de su filosofia y de la reorganizacién de los servicios educativos, son la libertad de educa- 40 AUGUSTO SALAZAR BONDY cién y la desescolarizacién. La Reforma sanciona la. contribucién de todos a la tarea educativa, de tal ma- nera que cualquier esfuerzo, cualquier aporte y cual- quier progreso que se haga en este ofden de cosas debe poder ser incorporado al gran flujo educativo por el cual se educa permanentemente el hombre. Pero frente a la concepcién privatista de la libertad educa- tiva, reclamada por grupos que quieren establecer cotos cerrados de disfrute de los beneficios de la edu- cacién, la doctrina peruana busca realizar una verda- dera liberacién de la educacién, abriendo a la comuni- dad todas las puertas de la formacidn humana, de tal manera que los estudios independientes, los aportes del trabajador en su funcién laboral, la accién de gru- pos de interaprendizaje informales y espontaneos y la utilizacién de los medios de comunicacién colectiva, sean vias convergentes de educacién que permitan tesponder al reto de educar a las multitudes carentes de todo servicio educativo en una sociedad subdes- arrollada. Las wmicas restricciones a esta plena fran- quia que la ley establece se refieren a aquellas acciones que impliquen lucro o que alimenten la dis- criminacién social, contra los valores profundamente democraticos y justicieros que proclama el humanismo. Esta apertura se expresa también en la desescolari- zacién que, segim hemos dicho, es nota caracteristica de la Reforma. Frente al monopolio de la escuela y de Ja profesién docente, con Ia plena conciencia, de que es imposible cubrir Jas necesidades educativas por los .medios cldsicos escolares, en el Peri se busca una amplia y sistematica promocién de programas y accio- nes educativas fuera de Ja escuela, siri la constriccién de la asistencia a las aulas o la fijacién de tiempos tigidos o curricula de tipo escolar, usando todos los recursos disponibles en la comunidad, aprovechando . de los esfuerzos educativos del personal técnico y pro- fesional disponible y multiplicando su efecto por el empleo de les medios de comunicacién colectiva, los LA EDUCACION DEL HOMBRE NUEVO 41 principales de los cuales, la radio y la televisién, han asado al control del Estado. Pero la desescolarizacién significa en el Peri algo mas. Significa la superacién del esquema de la escuela cerrada, concebida como enclave en medio de una sociedad en proceso de cambio, que necesita cada vez mas una real interconexién entre todos sus componen- tes, Hasta hoy, la escuela ha estado fuera de Ja comu- nidad y la comunidad ha permanecido en las puertas de la escuela. Es preciso abrir la escuela a la comuni- dad y llevar la escuela a la comunidad, Esto es lo que, con un modelo nuevo, se pretende. hacer bajo el prin- cipio de la Nuclearizacién de todos los servicios direc- ta o indirectamente educativos. El sistema nuclear, en contraste con el escolar, es la comunidad en plan edu- cativo, el conjunto de la poblacién en un Ambito territorial, con todos sus servicios, escuelas y también agencias de salud, comercio e industria, representantes del gobierno local y del poder central, colaborando con los padres de familia y los maestros en la gestién educativa. La unidad organizativa correspondiente seri un Ndcleo gobernado por un Consejo Educative Comu- nal. Habr4 micleos a lo largo de todo el pais, de tal ‘manera que la red nuclear constituirA la base de la organizacién de la educacién a escala nacional. Con lo cual se sanciona, no sélo en Ja teoria abstracta sino en la prdctica muy concreta del servicio educativo, el principio de la participacién de la comunidad. EI sentido de la Reforma educacional sélo puede entenderse si no se olvida el signo de participacién que tienen todas sus realizaciones. Por medios conver- gentes se busca vincular todo el tiempo de accién de la escuela a Ja sociedad, estableciendo una corriente de intercambio que haga posible la presencia de las comunidades de base en la operacién educativa, corre- lativamente, la contribucién de educandos y educa- dores al desarrollo social en el contexto de la revolu- 42 AUGUSTO SALAZAR BONDY cién. Esto se puede ilustrar con varias instituciones y programas establecidos por la Reforma. La nucleari- zacién, ya mencionada, es una de ellas. Otra es el uso de todos los recursos humanos y la capacidad instala- da, directa o indirectamente educativos, en beneficio de la educacién de las grandes mayorfas. Los progra- mas de educacién bilingiie, la revalorizacién de la mu- jer, la promocién educativa de las 4reas rurales y de alfabetizacién integral, dentro del cuadro de la edu- cacién permanente, revelan esta vocacién comunitaria de la Reforma. El Servicio Civil de Graduandos, que obliga a todos los educandos a un periodo de trahajo previo a su graduacién, es asimismo un medio eficaz de compenetrar a los jévenes con el pais profundo y de canalizar sus conocimientos y energias frescas ha- cia las zonas més marginadas y mAs necesitadas del pais. En este y otros programas’ se trata de crear los mecanismos y preparar las condiciones para una ver- dadera movilizacién educativa de todo el pais. Para este gran impulso que ha de recibir la educa- cién se requerirA un personal calificado a través de un vasto programa de cursos de perfeccionamiento, becas y eréditos de estudio que faciliten el avance educativo de quienes tienen las condiciones para las formas mas: elaboradas de capacitacién profesional y cientifica. Con tal fin se ha.creado un Instituto Na- cional de Investigacién y Desarrollo de la Educacién, especialmente dedicado a la investigacién educativa en la perspectiva de la Reforma y al perfeccionamien- to-y reentrenamiento del personal magisterial. Asimis- mo ha sido establecido un Instituto Nacional de Becas y. Crédito Educativo, dedicado a la promocién, coor- dinacién y racionalizacién del uso de los recursos eco- némicos y estimulos para la educacién en Centros de ensefianza del Pert y del extranjero, sin descuidar las politicas de recuperacién y afincamiento en el pais del personal altamente calificado que hoy emigra al exterior. Este Instituto regulard el mecanismo general LA EDUCACION DEL HOMBRE NUEVO 43 de becas y créditos de estudios para todos los niveles. y modalidades de la educaci6n, aunque su terreno -prioritario seré Ia Educaci6n Superior. Lo que acabamos de decir nos leva a un ultimo rasgo de educacién reformada sobre el que queremos Jlamar Ja atencién. Esta educacién tiene que ser un despertar del Kombre peruano a la conciencia critica de su situacién, una eliminacién sistematica de mitos enmascaradores y de factores ideolégicos de aliena-. cién: que han permitido hasta hoy que generaciones : de peruanos sean incapaces de unir sus esfuerzos en. una accién revolucionaria. La educacién nueva aspira ‘a ser liberadora y para lograrlo debe servir a la con- clentizacién de los peruanos, nifios, jovenes y adultos. B. El nuevo sistema educativo Obviamente las orientaciones doctrinarias arriba se- fialadas no podrian darse sin que el sistema general dé Ja ensefianza vigente hasta hoy fuera afectado. Ade- més, él ha demostrado su incapacidad para satisfacer las necesidades de la poblacién peruana, entre otras xazones porque fue establecido como calco de Ia insti- tucionalizacién de la educacién en los paises mAs avan- zados de Europa o en los Estados Unidos, sin tener. ‘en cuenta las condiciones y demandas de la realidad nacional, Un cambio profundo era pues necesario des- de todo punto de vista. El sistema que la Reforma introduce distingue tres niveles generales de educacién, siendo el primero el que concierne a la formacién de los nifios antes de los seis afios y también a la orientacién de Ja familia y la comunidad para ofrecer una atencién a esos nifios en la etapa decisiva de su desarrollo personal. A este ni- vel, llamado de Educacién Inicial, sigue una Educa- cién Bésica de nueve grados, que es general y obliga- - “4 AUGUSTO SALAZAR BONDY: toria. Se ofreceré en tres ciclos y tanto’ en forma regu lar para nifios cuanto de modo no regular, la lamada Educacién Bdsica Laboral, para los adolescentes y adultos que no han podido seguir estudios regulares. Aqui cobran importancia especial los medios de educa- cién no-escolarizada que permitiran una efectiva ac- cién educativa con una poblacién que generalmente tiene gran resistencia al sistema escolar. Un 'tercer nivel es el de la Educacién; Superior, que comprende asimis- mo tres ciclos de profesionalizacién y estudios avanza- dos, desde los de calificacién intermedia en profesiones cortas que conducen a Ja: obtencién de un Bachillerato Profesional, hasta los altos estudios de’ carActer doc- toral, También en este nivel, paralelamente a Jas for- mas regulares de la educacién, la nueva legislacién sanciona formas no-regulares y desescolarizadas, asi como el reconocimiento de estudios independientes que, por tanto, valdran a lo largo de toda la educacién, E] Sistema ineorpora varias modalidades educativas, definidas en-Ja Ley General como “las variantes' de los niveles del-Sistema, establecidos para adaptarlo a tas condiciones y peculiaridades de los educandos y a las necesidades sociales y econdmicas de! pais”. Ademds de la Educacién Bésica Laboral, son muy importan- tes la. Educacién Especial para educandos que presen- tan caracteres de excepcionalidad, la Calificacién Pro- fesional Extraordinaria, que asegura el reciclaje, la adaptacién y el perfeccionamiento permanente de los trabajadores de toda clase; y la Mamada Extensién Educative, que comprende la educacién no-formal de variados tipos, Este influjo permanente que-recibe el individuo de la sociedad debe ser especialmente con- iiderado por ‘los profundos efectos formativos que jenen en Ja actualidad los medios de difusién co- ectiva, : EI cambio del antiguo sistema al nuevo se realiza gradualmente de acuerdo con un plan incorporado al LA EDUCACION DEL HOMBRE NUEVO 4 ‘Plan Sectorial, dentro de Ja planificacién general que cubre todas las actividades del Estado y de la pro- duccién. A partir de la dacién de la Ley General, en 1972, se estima que la canversién se habr& cumplido en 1980. Caprruzo 3 EL SENTIDO DE LA CONCIENTIZACION 1. Como hemos sefialado. antes, la Reforma Educa- tiva peruana concede especial importancia a la ¢on- cientizaci6n dentro del proceso que globalmmente comprende la educacién en su sentido més rico y mds nato, tanto como desenvolvimiento individual cuanto como desarrollo social. Esto quiere decir que para la doctrina peruana, no puede haber educacién genuina de la persona individual y de Ja comunidad sin con- cientizacién. Mas atin, quiere decir que toda educa- cién enderezada a sus verdaderas finalidades no puede menos que ser,-en suu médula misma, concientizacién, Este rasgo, enfatizado de este modo, ha sido una de las causas del enconado ataque que sufrié el pro- yecto de Reforma, primero, y la Ley General de Edu- cacién, después, principalmente de parte de los grupos mis retardatarios de la sociedad y la politica perua- nas. Como es de suponer, el ataque se apoyé en un cierto concepto de concientizacién, una mafiosa de-, formacién de este principio educativo. Segin este concepto —que ha sido rechazado explicitamente en los documentos oficiales de la Reforma— concientizar seria equivalente a adoctrinar, a poner en la mente de otro, y especialmente del educando menor, ciertas nociones y valores que, a través de la concientizacién, van a producir un verdadero asalto a las conciencias, una intromisién abusiva en el fuero intimo de tos educandos. gQuién podria aceptar tal concepto y el siniestro proyecto que esconde? LA EDUCACION DEL, HOMERE NUEVO 4 ~

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