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~ Canciones (icta bastante por si solo. Mas bien necesito Sha en To cunt: ¥ éstas las he encontrado en abundat smankedigmero| Cusniay veces he de ealmar ni sans te ‘nunca has visto nada tan desigual i mn, Querido, ges necesario ‘yeees has cargado con el jas demasias y de como este coe sonnet gore in a a ts oe demas fn a wee rate So a ten ae ide elncia pstn, Sy ofmo, al du tng a coral 00 0 dg a Ee eg eo enh omar» a inconstante 15 de mayo La gente sencilla de este lugar ya me conoce y me quiere, 1a gente sen los nfs, Cuando en un prineipio me acer eepeeiaMtosamente les preguntaba por esto aquello, cae Y aintgron que queria burlarme y me contestaban arenes Pijastante grosera, No dejé que esto me contra- or se tolo sentt con mas claridad algo que ya habia ob- Teruo con frecuencia: la gente de, cierto Tango social served cor mantione a cierta fria distancia del pueblo SSIES pensando que por un contacto mas intimo podria Seitir algan menoseabo. Luego también hay fugitivos y Biomistag pesados que parecen dignarse de hacer sentir ee burla af pobre pueblo en forma mas hiriente. ‘Sé muy bien que no somos ni podemos ser iguales; pero pienso que aquel que, para mantener el respeto, Gree tener necesidad de distanciarse del asi llamado pue- blo, se hace tan digno de repudio como un cobarde que ‘se ocuilta ante el enemigo por temor a ser vencido. __ Hace poco legué a la fuente y me encontré con una joven criada, que habia colocado su vasija en el peldatio ‘ims bajo y se volvia para ver si no venia alguna compa- fera que la ayudara a subirla a su cabeza. Bajé y la miré. ‘ZQueréis que os ayude, doncella?” le pregunté. Se son- r9j6 completamente. "iOh, no, sefior!” dijo. “No tengis vergiienza”. Se acomods el pequeiio cojin sobre su ca- beza.y Ie ayudé. Me lo agradecié y subi6. 17 17 de mayo chas ido a muchs eat Compania. No sé au ersonas, Pero no he encont Feetivo tengo para la gente; x au oe ner iy eofonec abs gue Te Ieee esa ‘por un con ele cuando caminames, 1%. gente de aqui, tong cho. Si me pregunlares todas partes. Hay algo unifet que contestarte: Om? la mayoria labora incesantey ime en fa raza Hemel poco de libertad que les queq, {eso para vivit, Y €1 Meotan por todos los mediitd los atemori7t lia. {Oh, destino del hombre! desc a buena clase de gente. Cuando a veces Pero es una brory compart algunas diversiones cnt abide demise Soe an pueden perme ellos —ae [es Go, bromear franca ¢ indcentemente jung Soma Pasa bien puesta, un paseo, un baile que se hace una mesa bien Puest y otras cosas de esta especie’? én. moment nee, Salo que no debo acot dats ame hacen muy Mantas otras fuerzas dentro de mf, que de que aii jren sin ser aprovechadas y que debo ocultar tes se paren sn ser sprorechadas 7 Gobo scl guidadosamenriado es el sino de alguien como yo. se Je amiga de mi juventud se haya ido! shy, iAY, Que I fa'iubiese conocido! Yo. dirla: Soy vs sl Jami eo fo que en esta tierra no se puede encontrar, pee Le gue lo he tenido, he sentido aquel corazén, es, Tina grande, en cuya presencia yo parecia ser més de guera, porque eta todo cuanto podia ser. ;Buen Dias eo que habia una sola fibra de mat alma que permane- era's aprovecharse? 2s que no era capaz ‘de dest frellar frente ella todo aquel maravilloso sentiment, Con el quel coven abaren Tm naturale? Be qu nuestra relacién no constituia un tejido Infinito de las ids fin seacones, de la nteligencia mas apud, ce. Yas modificaciones, que podian llegar hasta la rudeza, He conoci age 18 estaban todas marcadas por la estampa del genio? ;¥ aho- ra! Ay, los afios que ella me Ilevaba de delantera la arras. traron a la sepultura tanto antes que ami. Nunca la olvidaré, nunca su temple firme, ni su divina tolerancia, Hace algunos dias me encontré con un joven V..., un muchacho franco, de hermoso semblante, Ha saiide recién de las academias y no presume de sabio, pero de todos modos cree saber ids que los otros. Bs verdad que ha estudiado con dedicacion, como pude percatarme por algunos detalles; en pocas palabras, tiene buenos coro- cimientos. Como supo que yo pinto mucho y sé griego (dos lumbreras en esta tierra), se acereé. a mi y saco.a relucir mucha sabiduria, desde Batteux hasta Wood, y desde de Piles hasta Winckelmann, me aseguré que habia leido la teoria de Sulzer, en su primera parte, ¥ que po- see un manuscrito de Heynen sobre el estudio de la An tigtiedad. Lo dejé con sus ideas, Ademis, he conocido a otro buen hombre, el Funcio- nario del principado, un hombre franco y bonachom, De en que alegra el alma vetlo entre sus hijos, ds los que tiene nueve, Ante todo se habla: muy’ elogiosamente de Su hija mayor- Me ha invitado y quiero ir ¢visiarlo une de estos dias. Vive a una hora y'media de agut, en un Pabellén de caza del principe, donde se le permitio mu fee disput de a scr des espose, poraue ie tadia aquf en la ciudad, en la casa asigoads & strposicion, Je dolia mucho. ee ‘Ademas me he cruzado con algunos personajes ori- ginales y estrafalarios, que son totalmente intolerables, To més intolerable de’ todo son sus expresiones de amis. tad. Que estés bien, esta carta te gustard; es totalmente cronolégica, 19 22 de mayo El que la vida del hombre sea sdlo un suefio, va les ha El aijgvasl a otros, v yo también tengo consiantemente parecid ian, Cuando veo las limitaciones en que las gta Imprtas e investigadoras del hombre se encuentran fuerza Rtlass cuando veo como toda Ia efectividad final aprisionattieva mas que a lograr la satisfaccion de nece- raerieg que, a su vez, no tienen otro objetivo sino el de sesonear muestra pobre existencia, v Juego que Ta calma arena iratamos clertos problerias de la investigacién, Sresinds que una resignacion sofadora, mientras pin arnos Tas murallas que nos encierran_ con figuras mul Hcolores y vistas luminosas... Todo eso, Wilhelm, me fisce enmudecer. Me adentro en mi mismo y encuentro todo un mundo. ¥ esto més bien en anticipacion y obs Guras ansias, que en representacion y fuerza viva. Y en- fonces todo parece flotar ante mis sentidos y sigo son- Héndole al mundo, mientras sigo sofando. Todos Jos sabios maestros y preceptores estén de acuerdo en que los niflos no saben por qué quieren; pero que también los adultos, igual que los niRos, se tamba- fEan Sobre esta terra y, tal como aquélos, no saben de donde vienen ni adonde van; que tampoco actian guia: dos por objetivos verdaderos y tambien estdn. goberna- ds Por lor bncoco aueauey Tay superstcone, eso adie quiere ereerlo de buena gana, y a mi me parece que tadeonmdee. Gustosamente te concedo, porque sé lo que me v: igual que los niftos, viven su dia sin preocupaciones, aca- Jrean sus mufecas de un lado a otro, las visten y las lesvisten y rondan con gran respeto el cajén del mucble en qu Ia madre ha guardado el pan dulee. Cuando al fin logran que se les dé lo que tanto apetecen, se lo comen con Jos carrillos Hlenos y claman por més. Esas son las 20 criaturas felices. Asimismo lo pasan bien aquellos que fes dan pomposos titulos a sus actividades haraganas y ‘una sus pasiones y luego se las presentan al género hur auyne como si fueran operaciones gigantes en su. prove- Tho'y bienestar. Feliz aquel que pueda vivir asi. Sin em- barge, aquel otro que en su humildad reconoce hacia donde lleva todo esto; aquel que se da cuenta de cudn Pabilmente cualquier burgués transforma su jardincito Ei paraiso y se esta comodo; cémo también el infeliz sk fque!impasible por su senda arrastrando su pesada carga, Beso todos tienen el mismo interés de ver‘ la luz del {olor un solo minuto més, aquél guarda silencio, se Folge su mundo con sus propias fuerzas y también esta feliz porque es un ser humano. Y luego, por muy restrin: fido fue este, slempre mantendra en su corazén el dulce side dlento de la libertad, sabiendo que puede abando- har esta cércel cuando quiera. 26 de mayo Desde antiguo conoces mi modo de establecerme, de le- Vantar una chocita en cualquier Jugar conocido para Elbergarme alli con toda modestia. También aqui he vuel- to a encontrar un sitio que me atrae. Mas o menos a una hora de Ia ciudad se encuentra tun pueblo, al que llaman Wahlheim.* Su ubicaci6n junto subs colina es muy interesante y, al salir del pueblo por ai Sendero superior, de pronto se puede ver todo el valle. fine buena hostelera, atenta y gil a pesar de su edad, escaneia vino, cerveza y café. Lo més hermoso de todo Sonedos tilos que con sus ramas extendidas cubren toda wes aquf nom: + EL lector no trataré de encontrar Jos, lu jar los nombres brados, nos hemos visto en la necesidad de cam ue se encuentran en el original. au nte a Ia iglesia, que esté rodeada pop Mitsinos, iss bodegas y los corralen sca tt fuge ta nt yao eae ear a masta st se Hekcis, tomo mi café y leo a Homero. La prt Ja hosterio» toma caincidencia, Ilegué a ios tos ey cncontre el lugar muy solitario, Togs ‘ba en el campo ¥ s6lo un nifio de hoe estaba sentado en el suelo. Sostenta'g ‘de unos seis meses, que descansaba entre piers y al que enlazaba con ambos brazos esire Chandolo contra su pecho, de modo que le servia como Sha especie de silion y, sin desmedro de la vivacidad con Sue mirabe con sus ojon Negros 2 todas parts, cae Susy Tranguilo. Me alegré ver esta escena; me senté eq Sh ado gus estaba frente @ mi, y dibuié la hermanable sicisn con mucho placer. Le agregué la reja contigua, jonton de una bodega y algunas ruedas quebradas de encontre, despues de una hora, que habfa terminado ‘un Gibujo muy ordenado e interesante, sin haberle agregado nada de mi parte. Esto me confirms en mi propdsito de Stensrme en adelante exclusivamente a la naturaleza, S&- Jo ella es infinitamente rica; solo ella forma al gran ar sta. Se pueden aducir muchos argumentos en favor de las reglas, mas o menos Jo mismo que se puede decir en alabanza de la sociedad burguesa. Una persona que se forma segun ellas, nunca crearé algo cursi o de mala calidad, tal como el que se deja moldear por las leyes y cl bienestar, nunca legard a ser un vecino insoportable, ni tampoco un notorio malhechor. Pero por otra parte, y- digase lo que se quiera, toda regla también destruiré al verdadero sentimiento de la naturaleza y su expresion fidedigna. Me dirés que éste es un jucio demasiado duro, ‘que solamente restringe, que solamente recorta las ramas superfluas, etc. Querido amigo, gquieres que te dé una parabola?’ En esto es igual que en el amor. El corazén 2 de un joven depends totalmente de una nif: pasa todas las horas de la vida a. su lado: despiforsa eae ak flerass. toda su Capacided pore ecprovan a eae SS ménio que se le entrega de cuerpo") aliva. Yiene un filisteo, um personaje que dcupe cial, y le dice: “Distinguido joven, armar os humane PES debs amar humanamens, Debs divide vested Fas, unas para cl trabajo y otras para el descanso, y estas ultimas las dedicaréis a vuestra nina. Culced wed tr9s bienes, y de aquello que os sobre de vuestres rece sidades, de eso no os prohibo que le hap no demasiado freeuente, para su cumpleatos, digamon, © su santo, ete.” Si el joven obedece, tenciremes aun Seat bre muy’ uti, y yo mismo le recomendaria a cualquier Principe que lo ealocara en un colegio, solo que su emer ie habria acabado y, si es artista, se haba acabado su arte. iOh, mis amigoa! gPor qué s¢ desata tan rara vez al torrente del genio? Por qué tan rara ver nos inunds co mo una ‘marea alts. y catremece nuesiras asorabradae almas? Queridos amigos, ex que alli viven, a ambes lados del rio, los sosegados caballeros, cuyas casitas de campo, prados. de tulipanes y plantacioncs de hierbas ‘serian rrasados, por fo que saben prevenir cl amenazante pelt gro futuro, empezando a tiempo a encauzario ya came iar su curso 27 de mayo Veo que me he metido en arrobamientos, ejemplos y de clamaciones y, con todo esto, me he olvidado de contarte lo que sucedié después con’ aquellos nifios. Estuve sen- tado durante dos horas en aquel arado, totalmente en- frascado en mis emociones de pintor, que te describi en forma bastante fragmentaria en la hoja que te envié ayer. Cuando ya anochecia, Ilegé de pronto una mujer joven se acercé a los nifios, que en todo ese rato no se’habian 2B movido. Traia una pequefia cesta al brazo y los amg’ | Reade Iejost “Felipe te has portado muy bien” ge MS | Judé, le agradect, me paré, me acerqué y le pregunté’¢, era ella la madre de los dos nifos. Me dijo que si, y mi | tras le daba medio pan al mayer, coud al pequehoy'h | bess con todo el amor maternal, “Le encargué a mip lige dj, “que me enidara al pequeto|y he ido eon e mayorcito\a fa cludad @ comprar pan blanco, snicar | una pequeia pailita de greda.” Vi todo aquello en sy | cesta, cuya tapa se habia caido. Luego prosiguid la mt jer! “Oulsiera prepararle a mi Juanito (que éste era ‘nombre del més chico) una sopita para la cena, Ese tra | vieso, el mayorcito, me quebré la pailita anoche, cuands | él y Felipe pelearon por la raspadura del puré." Le pre gunté por el mayor, y apenas me habia explicado que se habia quedado jugando con unos gansos en el campo, | cuando se acered corriendo y le trajo una varilla de ‘sauice 2 su segundo hermano, Segut conversando con la mujer y supe que era hija del maestro de la escuela y que su marido estaba realizando un viaje a Suiza, en donde de- bia retirar la herencia que le habia dejado un primo, “"Han querido arrebatarsela”, me dijo, “y no le contestaban sus cartas. Por eso, ahora ha ido él mismo. Ojala que no le haya sucedido nada malo, porque no he tenido noticia alguna de él", Se me hizo dificil desprenderme de esta mujer; le di una moneda a cada uno de los nifios y, para el menor, le di una a ella, con el fin de que pudiera com- ee un pan para acompafiar su sopa, cuando fuera a la ciudad. Asi nos despedimos, Te aseguro, querido, que cuando mis sentidos ya no soportan todo ese alboroto dentro de mi, me siento alt viado al ver a una criatura como ésta que en serena feli- idad sigue el limitado curso de su vida, se ayuda de un dfa a otro, ve caer las hojas y no piensa’en otra cosa al verlas, sino en que ya se avecina el invierno. fos Desde ese dia he estado allé con frecuencia, Los nk ‘fos se han acostumbrado completamente a mi, Les doy 4 anicar, cuando tomo café y, a Ia hora del. erepdscuo, ompatten mi pan con mantequilla’y mt leche agai Para’ el dia domingo. munca es falta la moneda 9, of no estoy alli después de Ta hora del Angelus, iw hostels tiene orden de entregasela, Tienen confianza_y me cuentan muchas cosas; més gue nada me solo con sus entusiaamos y ste singles lemostraciones de eodieia, cuando se rednen més Mites fet pueblo, Me hha costado bastante trabajo convencer a la ma: dre, quien temia que pudieran estar Incomodando. a Seon ° 30 de mayo Lo que te dije hace dias acerca de Ja pintura, segura- mente es vilido también para la poesia. Sélo se trata de reconocer lo perfecto, de atreverse a expresarlo, y eso realmente se dice con’ pocas palabras. Hoy dia he vivido tuna escena que, si la describiera simplemente, constitui- ia el idilio mas bello del mundo. Pero, cqué pretende. ‘mos con tanta poesia, escena e idilio? ¢Es que siempre ha de estar todo premeditado, cuando hemos de partich par de un fenémeno natural? Si, después de esta introduccién, esperas algo cle- vado y distinguido, has vuelto a engafarte terriblemente; porque no es més que un muchacho campesino quien me hha hecho sentirme interesado de manera tan viva, Como de costumbre, te lo relataré en mala forma, ti, tambien como de costumbre, pienso que me vas a encontrar exa- gerado, pues otra vez ¢s Wahlheim y siempre Wahlheim, el que produce estas rarezas. Salié un grupo de gente a tomar café bajo los tilos. Como a mi no me gustaban mucho, me retiré con un retexto. 25 smpesino salié de, una casa vecina y Parada que yo habia pintado hace Sigunce dias. Como me gusté su modo de ser, le hablé, Hlewngeante por. sus quchaceres; répidamente. de preeune bricomo generalmente me sucede con esta ros amiges fuego, nos tuvimos confianza. Me explics Ge estaba trabajando al servicio de una viuda, quien Io eutenia muy bien, Hablé tanto de ella y la alabo en tal forma, que pronto pude darme cuenta de que Ja amaba err eusrtzon, Me dijo que ella ya no era tan joven y £8? gmncr marido Ia habia tratado mal, motivo por GH. St Giatno descaba volver casarse. De7s relato se Segpeendia claramente_ cudn hermosa y atractiva ella le seretir a aly cuanto él deseaba que To eligiera para po- Ber"orrar ct recuerdo de. los defectos de su, primer havido, de modo que tendria que repetirte palabra por Palabra todo cuanto dijo para describire el amor puro, Prearifo 9 la lealtad de este hombre. Incluso tendria que Sontar cou el don del mas grande de los poetas para Po- | der, sl mismo tiempo, narrarte vivida y_verazmente la Expresion de sus gestos, In armonia de sit voz y el oculto aruor de sus miradas. No hay palabras para describir la delicadeza que inradiaba de todo st ser y expresién; s610 ue todo parece tan tosco cuando trato de narrirtelo, HME quent me emociond ver de que manera emia que 30 pudiera pensar mal de sus relactones con ella y dudar U2 fa'buena conducta de Ia mujer. (Qué encantador me parecié cuando hablo de su figura, de su cuerpo que, aun Gareciendo de encantos juveniles/Jo atraia y lo encade nabs tan irresistiblemenie! Esto sélo me lo puedo repetir Savio is recondto demi alma, En Yoda eda no he Visto cl deseo urgente y el ansiaardiente y nostdlgica ci tentaparers telus puso decir que nunca lo he pen sado ni sofado tan puro. No me egafes si te digo que al recordar esta inocenela y veracidad, lo mas intino de mi alma parece arder; que Ia imagen de esta lealtad y Carino me persigue por doquler y que me siento leno. de Un muchacho cai se ocupé de arreglar el 6 ansias y penurias, como si yo mismo estuviese enarde- cido por ella. Ahora a1 pueda; o mejor, 1ro tratar de verla también a ella en cuanto fal_pensarlo bien, deberia evitarlo, Es referible veria a través de los ojos de su enamorado; @ fo mejor, ante mis propios ojos podria no aparecer tal Gro shora la veo, y con qué fin habria de estropear esta hermosa vision 16 de junio he escrito? Y ti me lo preguntas, que ‘de los sabios. Deberias haber adivinado ‘bueno, en pocas palabras, he no és indiferente a mi co- Por qué no te fambién eres uno que estoy bien, y es que, conocido a una persona que razon. He... ay, no sé. Querer relatarte ordenadamente cémo ha sucedido que he conocido a una de las criaturas mas amables, va ayer muy dificil. Estoy contento y feliz, de modo que no seré un buen cuentista. iUn angel! {Pero no! Eso es lo que cada cual dice de la suya, gno es verdad? Y sin embargo, no soy capaz de decirte como es de perfecta, por qué ¢s perfecta; baste ‘con decirte que ha conquistado todos mis pensamientos. ‘Tanta simplicidad donde hay tanta inteligencia, tan- ta bondad junto a tanta firmeza, y la serenidad del alma ‘en medio de una vida verdadera y su actividad, Pero todo esto que digo de ella es palabreria hueca, son abstracciones fastidiosas que no contienen ni un sol Tasgo de su verdadero ser. Otro dia... No, no otro dia, ahora mismo habré de contartelo. Si no te lo cuento aho- ra, no sticeder nunca. Porque, y esto. sea dicho entre nosotros, desde que he comenzado a escribirte, ya he esta- a santo de dejar la pluma, hacer ensillar mj do ts veces 8 Fttespos ¥ eso, a pesar de que esta ma. saballo ro sali sin embargo, voy & cada rato aly Janta: para ver si todavia el sol esté alto. c, tuve que ir a verla,y, No he podido dominarme, tuve que it a verla, Yq estoy de tueta, Wilhelm, quiero comer mi merienda Sete. us alegria cs esta para mi alma de verla ep caer te i duerides y Vivaraghos nifios, us ocho her 1 sigo ast, al final vas a saber tanto como al prin pio, Esettha: pues me obligaré a contartelo en detals, Hace algin tiempo te esrib{ obmo habla legado a conocer a S.. funcionario piblico del principado, y eo: Soo me pidié que To Tuers aver en st ermita, 6 me len, en st pequsfo reino. Descuide esta invitacion, eguramente ho habria ido munca sino hublera sido poy Colncidencia que descubri el fesoro seulto en exe tan. filo ugar Nuestra juventud habia organizado un bile en el campo, al cual me deje invita de buena. gana, Ofredt Scompafar a una nits lgareda, buena, hermosa, pero Inaigifieane por Ig demasry quedamos de. acucrd en aque yo tomar un Cochey iévara a mt compatera su Prima al lugar de la fiesa y. que en el camino pasar mor a recoger a Lotte S...“Conocera usted a una her osu mujees me dijo pal compaters, caande atravess tos el amplio y limo bosque en camino al pabelion de Gora. "Cuidese™, agrogo la prima, "de no ehamorarse™ "ZCémo ast?" pregunte, "Es que ella ya esta comprome: thle contest, "y con un hombre may bueno, quien ha salido de viaje pars arreplar todos sus asuntos" porque fa fallecido su padre y quiere procurarse un imgeeso de cente”. La nueva me resulté bastante indiferente, Faltaba un cuarto de hora para que se pusiera él sol detrés de las montaias, cuando nos detuvimnos frente al 28 Portén de entrada de la casa. El tiempo estaba muy abo- chornado, y las damas manifestaron su preocupacion por una tempestad elécitica que parecfa acumularse en el horizonte con nubecillas pesadas de un color gris blan- ‘quecino. Disuadi sus temores mediante un pretendido co- ocimiento meteorolégico, a pesar de que a mi mismo me parecfa que nuestra fiesta podria terminar por suftir Me habla bajado del coche, y una criada que salié al portén, nos pidié que esperdramos un momentos fa Seilorita Lotte vendria inmediatamente, Aravest el patio hacia Ia casa bien construida, y cuando hube subid le sclera del frente y pise cl unibral dela pucria, mis ojos Vieron el espectaculo més encantador que haya visto fe. nis, En al 2aguan se amontonaban sels nines de_enive ‘nee y dos afos alrededor de una joven de linda figura Imedidnamente alia, que levaba tn sencilo vestido Glan: G0 adornado de cintas rosadas en las mangas y el pecho, Sostenta un pan negro'y cortaba rebanadas'a los equ fios que la rodeaban, en proporcion a vu edad 9 pete Selo entregaba a cada cus} con inmensa amabitaad. y eda uno selo agradceia con mucha naturalidad, despues de haber estirado por largo rato su manito para recited Pan, aun antes de estar cortado, Ahora se tban contentos Y'saltando con su merienda, 0 bie, los de caracter mis iranquilo, se iban lentamenie hacia ef porton del frente para ver 8 fos extrafos y el coche en que habria de salir BuLotte. "Le pido disculpas®, me dijo'ella, “por heberlo hhecho entrar y hacer esperar’a las damas. Af vestirine y dejar una cantidad de eneargos para el tcmpo que dure usencia de la easa, me he olvidado de dares a mis mits au merienda,y so neepan aue nadie fs corte st ris que yor. Le hice uf cumplido sin importancia Pero toda mi la descansaba en su figura, en su “en Furconducta; y apenas tuve tiempo para reponerme de la Sorpresa, cuando ya ella salio corricndo hacia su cuarto a bhscar sus guantes y su abanico, Los nis me miraban . 29 de lado y desde alguna distancia; me acerqué al mas px queho, que cra un nifio de hermoso semblante. Se retird, cuando justamente salié Lotte de su cuarto y le dijo: "Luis, dale la mano al sefior primo”. El nino obedecid con desenvoltura y no pude sino besarlo, pese a su nari cita mocosa. “gPrimo?”, le pregunté, mientras le pasaba Ia mano. "gCree usted que soy digno de la felicidad de ser paricnte suyo?” "Oh", me contesté ella con una sim- sética sonrisa, “nuestra ‘parentela es muy numerosa y ne daria pena si usted fuese el peor de todos ellos”, Cuando ya nos ibamos, dio a Sofia, la hermanita mayor después de ella, una nifta de unos 11 afios, el encargo de cuidar bien a los otros nifios y de saludar al papa cuando volviera de su pasco a caballo. A los chicos les encarg que obedecieran a la hermana Sofia como si fuera ella misma, lo cual algunos se lo prometieron expresamente, Una pequefia rubia impertinente de unos seis afios, sin embargo, dijo: “Pero si no eres ti, Lotte, ya ti te quere- mos mucho mas”, Los dos nifios mas grandes se habian encaramado a la parte posterior del coche y, en vista de mis Tuegos, ella les permitié que nos acompafiaran hasta la entrada del bosque, siempre que prometicran no mo- lestar y sujetarse muy bien. ‘Acabébamos de acomodarnos en el coche, las damas se habjan saludado, habjan hecho sus, reciprocas obser- vaciones sobre los vestidos y, ante todo, sobre los som- breros, y habfan intercambiado sendos chismes sobre el grupo de personas que se esperaba para la fiesta, cuando Lotte hizo detenerse al cochero y bajar a sus hermanos, quienes pidieron permiso para besar su mano una vez més, lo cual el mayor realiz6 con todo el cariiio de que es capaz un nifio de quince afios, y el otro con mucha rudeza y ligereza de énimo. Ordené a los dos chicos que volvieran a saludar y proseguimos nuestro camino. La prima le pregunté si habia terminado de leer el libro que Ie habia prestado hacia algiin tiempo. “No”, 30 2 Se eM sa Byede usted racer, Bt mri Ta mejor”. Me admiré, cuando p unis de qué libro se trataba y ella me ceases PPE Eoconité much eerasies con cai pita gus reed, ant ll dct iis on de Sag a i pow ea So Sobel Saperecom mas que leer novelas. Dios sabe cuanto zal ena io admingt pega sn sabe Sno goat innde pan com foie ine ei BE, ena mee eee tage, famene pace eer qu ete {Eizo tn poco aa Hm mi pero ote GEE guna rare ee Joe ios den er muy eteontar A MonB mare eae et Sates fel tals ee en ce een ed ree Jc" ata ee ae nesindell no tntn th inde Se Um Sea ae ae Traté de ocultar la emocién que estas palabras me produclan; pero eso no me result muy bien, porque al escucharla hablar con tanta veracidad y como casual: mente de*, cura rural de Wakefield, me excite mucho: le dije todo to que tenia que decirle, y recien despues de pare nd Ge, Yom, Sblieadog a suprimir este pasje de a carta wa no dar a nadie razon de quejarse, aunque deberia stl ind erent’ caiguer autor a pinion dean ha eseonecidaY de un veleidoso joven s+ Tambien aqui han debido suprimirss los nombres de a unos autor patos. Agen le rogue el apauto de Lote seg fo dems, no hay hadi que aeceste saberion = T™N® % POF 31 un rato, cuando Lotte dirigié 1a conversacién a las de- mis, me di cuenta de que durante todo este tiempo ellas habian estado sentadas con los ojos abiertos, como si no hhubiesen estado presentes, La prima me miré més de tuna vez con una nariz que parecfa burlona, lo que, sin embargo, me dejé sin cuidado. Ja conversacién pasé al gusto que pro- 1a cl baile. "Si esta pasion es un defecto”, dijo Pottes “no tengo reparos en confesarle que no conozco nada mas lindo que bailar. Cuando tengo alguna preocu- pacién, me pongo a mariillear una contradanza en mi piano desafinado y todo vuelve a su lugar”, EL tema iCémo gozaba durante aquella conversacién, miran- do esos ojos negros! jCémo me atrafan esos labios Hlenos de vida, aquellas mejillas tan frescas y sonrosadas! {C6- mo yo, concentrado en el magnifico significado de su conversacién, casi no escuchaba las palabras con las que ella se expresaba! De eso sabes 0, porque me conoces. En fin, me bajé del coche como en suefios. Cuando nos detuvimos frente al salén de baile, estuve tan perdido en mis ensofiaciones, en medio del mundo crepuscular, que casino me di cuenta de la musica, cuyos acordes nos re- cibian desde la sala iluminada, Los dos sefiores Audran y un cierto N.N.—ga quién se le graban todos los nombres?—, que eran los acompa- fiantes de la prima y de Lotte, nos recibieron en la puerta del coche y'se hicieron cargo’ de sus damas, mientras yo conduje a la mia Nos entrelazamos los unos y los otros en los minue- tos; saqué a bailar a una sefiorita tras otra, y justamente eran Jas menos simpaticas, esas que no podia conseguir gue me pasaran Ja mano y luego tetminaran el baile, Lotte ¥ su compaiiero comenzaron un baile inglés, y podras imaginarte cudnta alegria sent{ cuando vi que ella’ empe- zaba la figura en nuestra fila. (Hay que verla bailar! Ves 32 aque esti con todo su corazdn y toda su alma en el baile: sucuerpo entero es una sok armonia, tan desprevcar pado, tan natural, como si_cto fuera todo, como st no Ege momento todo el mundo eizeundante se esfuma para all Le pedi la segunda contradanza; me prometié la ter- cera y, con la franqueza mis encantadora del mundo, me agero_qus, Te encantaba bailar 9, la manera alemana, “Aqui esti de moda”, me explied, “que cada pareja que ha venido junta a la festa, debe quedarse junta’ en'el baile alemén; pero mi compafiero baila muy mal el vals y me agradecera que le perdone de esta obligacién. Su Zompafiera tampoco sabe bailarlo, no le gusta, y he visto cen el baile inglés que usted es bueno para el vals, Por lo tanto, si usted quiere bailar conmigo la danza aiemana, acérquese a mi caballero y pidaselo.a él, mientras yo ha- blo con su dama”. Le di la mano para sellar el pacto y quedamos de acuerdo en que su acompafiante habria de entretener a mi pareja, mientras nosotros bailabamos. iEntonces si que comenzamos! Nos entretuvimos durante un rato con variados entrelazamientos de los brazos. {Con cuanta gracia y cuénta liviandad se movia ella! Cuando empezamos a bailar el vals y girabamos el uno alrededor del otro como esferas, como sélo muy po- cos saben bailarlo, al principio todo resulté un poco re- vuelto. Fuimos sabios y dejamos que se soscgaran, y cuando los mas torpes se retiraron de la pista, entramos nosotros y nos mantuvimos valientemente hasta el final con una sola pareja mas, Audran y su bailarina, Nunca ‘me he movido con mayor facilidad. Ya no era un hom- bre. Tener en los brazos a la criatura més amable y volar como el viento con ella, de modo que desaparecia todo lo que nos rodeaba, y... Wilhelm, para serte franco, de todas maneras me juré que una joven a quien yo quiera, ala que yo pretenda, no debera nunca bailar el vals con 33 stro ms que conmige, aunque yo deba perecer por ello. te comprendes- eae an wn mos algunas yuetas caminando por 16 ala par cobra tom aint, Tos nae au 0 Habla apartndo y i cfecto excelente, solo que con cada ban, os My iepsaba como un honor a una vecina go fosa, yo sentfa una puftalada en el corazén. cuanta delicia pendia yo Cia boas y ae ‘jos, en los que se retlejaba, Mora que Ya me habla llamado la Bie gs Eee co oe sora ah ae “",Quign es Albert?”, le pregunté a Lotte, “si no es indiaeclgn preguntario', Estuvo a punto de’ contestar: fhe, cuando uvimos que separarnos para bailar Ia gran Figasa del ocho, y me parecio verla pensativa cuando nos Eruzamos en nuestro camino, "Para qué se lo voy a ne- 1", me dijo cuando me pas6 la mano para el. paseo, Alpert eum hombre Busto, con qulen estoy cas com. wrometida”. Ahora, esto no era nada nuevo para mi, ya ue las nifias me 1d habian dicho en el camino y, sin cite Bango, me result totalmente nuevo, porque no to habia pensado en relacién a ella, que en tan pocos momentos Fabia legado a serme tan querida, De todas maneras me confundi, me olvide y me met{ entre una pareja que no correspondia, de modo que todo el baile se desarregls, y’Fueron necesarios toda la presencia de animo y et Foneo de Lotte para volver a poner orden rapidemiente, EI baile ain no habia terminado cuando los rayos, que ya habfamos visto relucie en el horizonte hacte yout au ‘cho rato y de los que yo, durante todo el tiempo, habia afirmado que cran cambios meteoroldgicos de tempers- tura, fueron aumentando cada vez mas, hasta que los truenos terminaron por scallar Ia, misica. Tres ‘damas abandonaron la contradanza, seguidas por sus caballe- ros; el desorden se hizo general, y 1a musica se detuvo. Cuando una desgracia o algo terrible nos sorprende en medio de nuestra alegria, es natural que nos produzca, tuna impresién mucho mis’ poderosa que de ordinario. En parte, esto es debido al contraste, que se hace sentir tan vivamente, y més adn, a que nuestros sentidos ya estin receptivos y sensibilizados, de modo que acepian tanto més répidamente una impresién nueva. A estos mo tivos dabo adscribir las fantdsticas mulceas que vl apare- cer en las caras de algunas damas, La mds inteligente se senté en un rincén, con la espalda hacia Ja ventana, y se tapé los ofdos. Otra se arrodillé ante ella y escondio la cabeza en su regazo. Una tercera se desliz6 entre las otras dos y abrazé a sus dos hermanitas, bafiada en ligrimas. Algunas querian volver a casa; otras, que s2- ban atin menos lo que hacian, ni siquiera tenfan el juicio suficiente como para contener las frescuras de nuestros Jévenes galanes que parecian estar muy ocupados en tra: tar de desviar, todas'las temerosas oraciones que envia. ban al cielo los labios de las hermosas angustiadas. Al gunos caballeros de entre nosotros habian bajado para fumar tranquilamente una pipa. El resto de la concu- rrencia no se negé a aceptar-la buena sugerencia de Ia hostelera, quien propuso asignarnos un euarto que con- taba con’ cortinas y_postigos. Apenas habiamos Iegado alli, cuando vi a Lotte ocupada en colocar sillas en un cfrculo y, cuando todo el grupo se hubo sentado a ins- tancias de ella, presenté el plan de un juego. Vi a mis de uno que, esperando una sabrosa prenda, aguzaba la boca y estiraba los miembros. "Vamos a ju gar a contar”, dijo ella. “Pongan atencion. Yo eaminaré 35 irculo, de In derecha hacia la inguierda, y asi ustedes ete atin redonda, cada uno i timero au sc ie muy rapido, y el que se de te tonue, Esto ene $6, una cacherada ¥ asi Hegaremos Fonte 0 6, “Mhora esto fue realmente comico, Elia se pa- hasta mil Mga con e brag exitado., U0", emPe- se Pere ecing dor “dos tres” el siguiente, 7 stsmtament Entoncee, la emperd, 9 caminar 201 gues amet ey mis rapido: luego, und $= eG rads rap, cade Seta, y por las Hsotadas, otro, ro oa rates cachetada Ast iba cada Yer Gon ma- sam, pene tocavon dos eachetadas y, com Intima wo Patcin, rel reconocer. que fueron ds. vigorosas que las que les propinaba a los demas. Grandes risas y Gus TMgstara general lenninaron el juego, incluso antes Beta Tigphdo mil, Lor que se’ conoctan mejor, se Spertaron a conversar. La fempestad habia pasado, ¥ yo sree ete hace ta sala, En el camino, ella dijo: “Can Hu Scachiadae, se elvidaron del mal tiempo 9 todo lo emis" No pude contestarle nada. "Yo era, prosigu saree lng Buds snedooas y, al gir gue cra valen pata infuniles valor's los demés,'yo misma me volt Taliente" Nos acercamos a la ventana. Aun. segula (ro Yando'n ie lontananea y la delciosa Huvia bafaba ta tierra. Un perfume bienhechor se elevo hacia donde no- otros estabamos, gon la penitud dst sire cdido. Ellas apoyaba en su codo; su mirada se paseaba por toda |. Emre, isd al cielo y luego amy que babi lag ap en us ojos. Coloce surmano sobre la mia -y di “jKlopstock!” Recordé inmediatamente la magnifica oda a que ella se referia, y me hundi en el mar de emociones jag lis supo suerginne al pronunciay ésn palabra Gavi. pats operat ms, pad agatha, Gone ed nae, Serviendo extasiagas lagrimas. Lucgovolvia maria: & Jos ojos. jNoble poeta! Si hubieras visto la adoracién tuya en su mirada, y ya nunca mas quiero escuchar tu nombre tantas veces profanado. 36 19 de junio Ya no recuerdo en qué punto de mi narracién quedé hace algunos dias; pero lo que si sé es que eran las dos de la madrugada cuando al fin fui a acostarme, y si hubiese podido contartelo personalmente en vez de escribitlo, se- guramente te habria demorado hasta la mafana, Lo que sucedié durante nuestra vuelta del baile, no te Jo he contado todavia, y hoy tampoco es el dia indi eado para hacerlo. whey tam Vimos la: mas magnifica ‘salida de sol. El bosque reake aae o eees Lea ae onan e Pear ee aan reste ripe i reat nido hasta llegar frente a su portén, en donde su criada ppg oat pte tps bt sri Wate ena o pnaereerans asters tranquilamente seguir su curso'y cumplir con sus nego- Pere eee beled Siena 21 de junio s6lo.ge.los tiene reser: “qué suceda ‘conmigo, nunca més_podré ‘quejarme de no haber gozado las alegrias o. Ia felicidad mas pura de la vida. Ya conoces mi Wahl: heim; alli" estoy totalmente avecindado. Desde allt hay 37 ‘s6lo media hora de camino a la casa de Lotte, y, junto a ella me siento real nos ha dado a los seres humanos. {Si hubiese sabido, meta de mis caminatas, que se encuentra tan cerca del wea (Guaintas veces he visto en mis largos pascos, desde (erelros 0 desde la llanura al otro lado del rio, el pa- Kallen de caza que ahora encierra todos mis anhelos! Querido Wilhelm, he reflexionado mucho sobre el afin del hombre de extenderse, de hacer nuevos descu- Beimientos, de vagar; pero también sobre el instinto i tiller de entregarse gustosamente a la limitacién, de [itNurse entre las huellas de lo consuetudinario y de no Treocuparse ni por lo que queda a la derecha, ni por lo Que esta a la izquierda. Es como un milagro cémo he llegado aqui, y cémo, cuando miraba desde la colina hacia el hermoso vall se Mtrafa tanto. jAlla ese bosquecillo! jAy, si pudieras Mezlarte con. sus sombras! jY mds alld la caspide de Zquella montana! Ay, si pudieras desde alli abarcar con ig Mista todo este amplio paisaje! jLas colinas encadena- das entre si y los familiares valles! (Oh, si yo pudicra perderme en ellos! Habia ido alla, habja vuelio y no ha- Bia encontrado lo que esperaba. Oh, ¢s.que.con Ja lejania sucede, igual_que_con_el futuro, Un. numbra permanece ante Eiones se desdibujan en él como nuestra siamos,i8y!, entregar toda el alma y deja namenie por un sentimieno” grande y magniico Pero, |-ciiands Jlegamos al lugar, cuando el all se trans- forma en aqui, todo vuelve a ser tal conio antes, nos vol- vemos a encontrar con nuestra pobreza y nuestra alma Sigue sedienta por el bélsamo que se nés ha escurrido. sry. nuestras. emo- irada, yam Asi, el vagabundo més inquieto por ultimo vuelve a sentir nostalgia por su patria y encuentra en su choza, 38 fizado y gozo toda la felicidad que se; cuando elegi Wahlheim como en el seno de su esposa, e1 dio de hije en medio de sus hijos y en los negocios que emprende para su mantencion, aquelia ale gra que en vano buseera en el anche mundo. Cuando me levanto con el alba y salgo hacia mi Wahfhcim allé-en ef huerio de la host, epvecho mis propias arvejas dulces; cunndo me siento a desbar- barlas y, mientras hago eso, leo a Homero; cuando ivego busco Una olla pequefia en Ia cocina, saco tn poco de rmantequilla y pongo las vainas al fuego, las tapo y me ‘vuelvo a seniar, moviéndolas de vez en cuando, entonces Ine imagino vividamente edmo los intrépidos pretendien- tes de Penélope sacrificaban.bueyes.y\ cerdos, fos des Guartizaban y los asaban, No hay nada que me lene con na sensacign tan verdadera y tan serena como las ca- racteristicas dela vida patriarcal que yo, a Dios gracias, puedo mezclar sin afectacion con fi modo de vivie Cudn feliz me considero de ser capaz de sentir el re gocijo simple e inocente del hombre que lleva a su mesa ‘un guiso de repollo que él mismo ha cultivado; que vuel- ve a gozar no solamente el repollo, sino todos los dias buenos y las mafianas hermosas en que lo plants, las apacibles tardes en que lo rego y en que se alegro de ver su progresivo crecimiento, y que todo esto lo vuelve a gozar en un solo momento. 29 de junio Anteayer vino al campo el médico de Ia ciudad; fue a casa del funcionario publico, y me encontré en el suelo entre los nifios de Lotte, de los que algunos se encarama- Ban sobre mi cuerpo, ‘otros me importunaban, yo les hacia cosquillas y armabamos un gran alboroto. El doc- tor, que es una marioneta muy dogmatica, que pliega sus as ments abla alsa in cesar oe pequenio do- jez, encontré que esto era indigno de una persona sen- 39 sin embargo, no permits que Sa oe koa hae de-cosas may razon. See eee attest ow nes sus casita de maipes Mes) Wot ru. Claro que. despues andvo por la a eens que Tos ifs del fuetonario Were Wo. Par an ms por eu de rae sto Wiel lox dos son fs que estan mas Conte wth esta tera. Cuando Tes observa y Yeo en los pequenos fa semilla de todas las virtudes eo es peat pn de toner rata eco meee eet a iw peligioe, del munda, Ba capac ae aerate 9 ian intro, siempre, ¥ foie le ee gneea's reget Lae dove palabras SET ue em Sl no legals a ser como del Macro os prs mi quero amigo, ellos, que ne de otter ya quienes deberiamos mar to. Bo ee te igs iratamos comet fueran ao ee tes eng su propia, voluntad! Es que nosotros no la tenemos? ‘éY dénde esta nuestro Fe ere oe somos mas vcjos 9 mis Tazone. Bee, Oust ilo ves mies vicjos y niles bles Buen Dios desde tilcson os que Te enustn ms enos y nada ie ofa amuncad hace mucho tem: aleara oo Ta ie ena noe encochi (Es0 tam Frere et Scbidol Sid embargo, forman® aus oie et es ee eos ee whdioe Wilhelm! Yano Bos ee suman Lobe estes’ problemas. BP de julio Cuanto debe significarle Lotte a un enfermo, lo siento en mi propio pobre coraz6n, que esta en condiciones eores que muchos de los que padecen en su lecho de 40 nfermos. Ella pasaré algunos dias en Ja ciudad al lado die una buena mujer que, segan dicen los medicos, esta proximandose su fin. En sus ultimos momentos quie- re tenor cerea a Lotte. La semana pasada ful con ella a ver al pastor de St... un pueblito que queda a una hora de agut en la montafia. Llegamos alld cerca de las cua- ito, Lotte habia llevado a su segunda hermana. Cuando entramos al patio de la parroquia, sombreado. por dos ltos nogales, alli se encontraba el buen anciano, sentado en un banco frente a su casa, Cuando vio a Lotte parecié, revivir, se olvida de su baston y 036 ponerse de pie para ira su encuentro. Ella corrid hacia él, lo urgié a sentarse Y se senid a su lado, le dio muchos saludos de su padre y Acarieid a su hijito menor, un niflo sucio y desagradable, pero que-es el carino de sui vejez. La hubleses visto cémo Entrettivo al anciano; eémo fevantaba su vor. para que Sus oidos medio sordos pudieran escucharla; como le contaba de gente joven y robusta que inesperadamente frabia mucrto; como le hablaba de las magnificas vita: des de los bafos de Karsbad y cémo alababa su prop6- Sito de ir alien el proximo verano; cémo le parecia que 41 tenfa mucho mejor semblante y estaba mucho mas Sanimado que la ultima ver que lo habia visto. En el in- fertanto, yo presente mis cumplidos a la esposa del pas- tor, El viejo se animé bastante, y como yo no pude sino alabar sus lindos nogales que nos regalaban su hermosa fombraempeny a eptaros a toi, aunque con a gunas dificultades, “El més antiguo", dijo, "no sabemos Guien lo planto; aigunos dicen que éste, ofros que aquel Pastor; pero el mas nuevo de allé atrés tiene la misma 2dad que mi mujer. En octubre cumplira cincuenta af. Sur padre To plait en la matiana del dia en qui ella na: io al atardever, El fue mi predecesor en la pacroquia, yo hay palabras para encarecer cunto amaba ese 4 boi, Para ii no foves ‘menos. Mi mujer estaba sentada en un tronco tejiendo bajo ese arbol, cuando yo, hace Seintisiete afios, entré por primera vee al patio, siendo a tn pobre estudiante”, Lotte pregunt6 por su hile y se Je un pobre. ab snide al campo con el sefor Schmide, conte oe teabafadores. Luego el anciano prosiguié para ver rncign'y lato como su Predecesor se habia Son ae Son aly Ta hija tambien; c@mo él habia sido sneGtanso piamero y despues su sucesor. No hacia. mu Sho gue habia terminado si historia, cuando su hija Ile- coe ncaa llamado sefor Schmidt desde cl otro lado $607 Dio a bienvenida a Lotte con mucho afecto, $Micbo confesar que no:me parecio nada de mal: era una Joven morena y vivay de muy buena figura que por un sored tiempa pods haber entretenido muy bien a cual Ghicra en 2l campo, Su pretendiente (porque Tuego se Sipe que el sehor Schmidt lo era), un hombre fino, pero Calladb, no quiso participar de ‘nuestra conversacién, Sinque Lote siempre trataba de incirlo. Lo. que mas me apend fue que me parecio observar en los rasgos de fu repro que este modo de ser se debia mas bien a por fia'y mathurmor que una limitacion de’ inteligencia Que le impidiera comanicarse, Esto ge hizo eada ver mis Hatente, pues cuando Fricterike sali a pasear con Lotte S's veces tambien caminaba ai lado mio, la cara del se Tor, que de todas maneras tenia un color pardo, se obs- Gureclo tan vielblemente, que resultd may oportano cian. do Lotte me tro de la manga para darme s entender que tne habia mostrado demasiado obsequioso para con Frit Gerike. ta verdad es que no hay nada que me fastdie mis que cuando la gente se mortifiea mutuamente, Esto o;esfecialiente grave cuando personas Jovenes, que tn em a flor de fa vida, y que deberian ser mae secepti vas para todas las alegrias, se estropean los pocos dias buenos pontendo mala cars. Recienllegan a reconocer lo irremedlable de su despllfaro, cuands ya eo demaciad lade” A‘ me moleioy no ude dominarme, de moto que, cuando volvimos @ la parroguia al atardecer, nos seniamos alrededor de la mesa para deletamnos conta leche agria, y la eonversacion recay6 en el tema de las a alegrfas y penas del mundo, tomé la palabra y hablé con mucho énfasis en contra del malhumor. “Los hombres siempre nos quejamos”, empecé, “de que los dias buenos sean tan escasos_ los malos, tan numerosos. Me parece que generalmente lo hacemos sin razén. Si en todo mo- mento tuvigramos un corazén abierto para gozar de las bondades con gue Dios nos obsequia cada dia, también tendriamos la fuerza suficiente como para soportar los momentos dificiles, cuando se presentan”. “Pero no te- nemos poder sobre nuestras almas”, replicé la esposa del pastor. “Cudnto depende de nuestro organismo; cuan- do no nos sentimos bien, no estamos a gusto en ninguna parte”. Esto se lo concedi, “Entonces”, prosegui, “Io con- Sideraremos como una enfermedad y hos preguntaremos sino existe ningtin remedio para ella”. “Eso es intere- sante”, dijo Lotte, “por Io menos yo pienso que mucho depende de nosotros mismos. Yo lo s¢ por lo que siento personalmente. Si hay algo que me importuna y quiere descomponerme el dnimo, luego salgo al jardin a pasear- me, entono un par de contradanzas e inmediatamente se disipa el enojo". "Esto es lo que quise decir”, le repuse, “el mallumor es igual que Ta perez, ya que cso e8 una especie de pereza, Nuestra naturaleza es muy pasiva y, cuando tenemos la entereza suficiente como para sobre ponernos, el trabajo nos resulta fécil y encontramos que Iuestra actividad nos produce un verdadero placer’ Friederike estuvo muy atenta; pero el joven me objet6 que una persona no es duefia de s{ misma y que, ante todo, no puede dominar sus emociones. "Se trata aqui de una emocién desagradable”, le contesté, “de la cttal todo el mundo quisiera librarse. Nadie sabe hasta dénde alcanzan sus fuerzas mientras no las haya probado. Se- guro que el enfermo les preguntaré a todos los médicos y no rechazaré la peor privacién ni las medicinas mas amargas, si con ellas puede recobrar la deseada salud’. Me di cuenta de que el buen anciano esforzaba su oido para poder participar de nuestras disquisiciones, y le- a 2, mientras le dirigia Ja palabra a él. “Se pre. ea Fade que_desde. el. pUlpito ‘se predique contra el Bud" aijo cl. "Los campesinos no conocen el malhu- nor: pero veces no produciria ningin mal y por lo honod seria una buena’ leceién para mi esposa 6 bien jara e} sefior funcionario piblico”. Todos nos reimos y Tambien cl solio unas buenas carcajadas, hasta que tuvo tun acceso de fos con To que nuestra conversacién se ine terumpio por algun tiempo. Después, el joven volvid a tomar fy palabra: "Usted designé al malhamor como un Wl: a nme parece que eso es exagerado”. “De ningin Jnodo", le contesté, “si merece este nombre aquello con Que nos hacemos ‘daiio nosotros mismos y también a Suestro projimo, gNo basta ‘con que no seamos capaces Ge hacernos felices mutuamente? zEs que también tene- mos que arruinarnos la alegria que de vez en cuando a- Gs corazon puede darse? Y sefileme usted a la persona gue ce de malfumor y que, sin embargo, sea tan gene. fosa como para ocultarlo, para soportario sola, sin des- teuir la alegria de quienes la rodean. 20 es que no se tra- la mas bien de una desazbn interior que’ sentimos de nuestra propia indignidad; de un descontento con noso- {tos mismos que siempre va de la mano con Ia envidia, Ja cual, a su vez, se ve acicateada por una presuncion in: sensata? Vemos’ a personas felices, a quienes nosotros rho hacemos felices, y eso nos resulta insoportable”, Lotte me sonrio porque vio la emocign con que yo hablaba, y tina ldgrima en los ojos de Friederike me animo a pro- seguir. “Ay de aquellos”, dije, “que se sirven del poder wie tienen sobre otro corazén para robatle las senci- llas satisfacciones que nacen de é mismo. Todos los Fe. galos, todas las atenciones del mundo no pueden rem. sycTenemos. ahora un magnifico sermén de Lavater, entre squellos que versa sobre ol ibro de Sona er enn “ plazar un solo momento propio de alegria que nos ha sido agriado por el envidioso desagrado nuestro ti: En ese momento mi corazén parecia querer esial me asalt6 el recuerdo de muchas cosas pasadas, y mis ojos se Hlenaron de légrimas, “jQuién diariamente se lo hiciera presente!”, excla- 'No puedo hacer nada por mis amigos, sino es dejarles sus alegrias y aumentar su felicidad al comper- tirlas con ellos. gSoy capaz, cuando la vida interior de ellos esta atormentada por una pasién angustiosa, cuan- do la afliccién los perturba, puedo, entonces, proporcio- narles una sola gota de alivio? 'Y cuando la titima, la mas angustiosa de las enfer: medades se apodera de aquella criatura, cuya felicidad yo he socavado en dias primaverales; cuando ahora ella yace en su penoso abatimiento, su mirada sin sentido dirigida hacia el ciclo, el sudor de la muerte en la palida, frente, alli estoy frente a su lecho como un condenado, abrumado por el intimo sentimiento de no poder hacer nada, a pesar de toda mi buena voluntad; entonces el terror me oprime la garganta; entonces lo daria todo por proporcionar a la criatura que se hunde una sola gota de vigor, una sola chispa de valor”. El recuerdo de una escena semejante, de la que fui testigo, se apoderé violentamente de mi’ al pronunciar estas palabras. Tuve que llevarme el pafiuelo a los ojos, y abandoné el grupo. Sélo la voz de Lotte que me lla maba para decirme que debiamos irnos, me hizo volver fen mi. {Como me regafié en el camino de vuelta por la excesiva vehemencia con que me hago parte de todas las cosas, lo cual terminaré por matarme! {Que me cuide! 10h, qué angel! ;Por ti tengo que vivir! 45 6 de julio BAS a cece hee MI sere’ cn ee sane a peu Aol 2 a oe aquel tiempo en que mi corazén_ ‘estaba tan solo, revivio ae anu Me» Ley toe conse oo dola tiernamente. Con esto, empero, ella se puso inme- diatamente a gritar y llorar. “Ha hecho usted muy mal”, ella. “Lavate alli, en Ja fresca fuente, rapido, rapido; asi que la chica se sobaba las mejillas con sus manitas mo- jadas y la fe en que el milagroso manantial lavaria toda eC eg ebeg eye fea barba en su cara. Lotte dijo “Ya basta!” Pero la chi: ca seguia lavandose con frenesi, como si un mucho hiciera Continuamente esta 46 tido més respeto al presenciar un bautizo. Cuando Lotte subigabria desea arojarms a wisps come ante un profeta que con su bendicién ha quitado el pecado todo un pueblo. " oa Esa misma tarde, ain embargado por la emociéa, rno pute menos que contarle mi suceso a un sefior de quien suponia que tuviera conocimiento de las personas, ya que es inteligente; pero qué mal me fuel Dijo que Lotte habia obrado muy mal;-que a los nifios no se les debe engafiary que esa clase de ensenanzas daba pabulo a innumerables errores y supersticiones, de los cuales deberia preservarse a los nifios a temprana edad. En ese ‘momento me acordé de que este caballero acababa de ce- lebrar un bautizo hacia’ justamente una semana y, por ‘ese motivo, lo dejé estar; pero en mi corazén permancet fiel a la verdad, y es que debemos actuar con los nifios tal como Dios acitia con nosotros, el cual nos hace mas felices cuando nos deja movernos por la vida amable- mente engafados. 8 de julio iQué infantiles somos! ;Cémo codiciamos tanto una sola mirada! ;Qué infantiles somos! Habiamos ido a Wahl heim, Las damas se fueron al campo en coche y, durante nuestros paseos, crei ver en los ojos negros de Lotte. .. Soy un necio, Perdénamelo! Pero deberias ver ¢sos ojos. Para decirtelo brevemente (porque mis ojos se me caen de suefio), verds, las damas se subieron al coche y estabamos allf el joven W..., Selstadt, Audran y yo. Las nifias conversaban animadamente desde su. ventanilla ‘con los jovencitos, quienes por supuesto eran bastante livianos de énimo’ y aventureros. Busqué la mirada de Lotte; jay! sus ojos iban del uno al otro; pero en mf, jen mil, jen mil el tinico que los esperaba con pasién, jen mi a7 no se posaron! Mi corazén le dijo mil adiosest iY ela. no opr El coche paso frente a nosotros y mis ojos se He- ime wc coche Pe como se alleba vi come cl som Pare ae ree inclinaba hacia fuera de Ja ventanilla rere ea ce voluia para mirar jay! ca m2. Querido 7 Sime? Sloy en esta meoridumbrey te es mi Consue, amigo eNO faye vuelto para mirarme & mi sQuizds! Buenas noches. ;Oh, qué nifio soy! 10 de julio Deberias ver el ridiculo que hago, cuando estoy en socie- dad y se habla de ella, y sobre todo cuando me preguntan Sime gusta. {Gustarme! Odio esa palabra. ;Qué clase de hombre sera ése, a quien no le guste Lotte, a quien no le Ilene todos sus sentidos y todas sus emociones! ;Gustar- me! jEl otro dia alguien me pregunté si me gustaba Ossian! 1 de julio La sefiora M... esté muy mal; rezo por st vida, porque sufro con Lotte. La veo muy poco en casa de mi amiga y hoy dia me ha contado un acontecimiento muy espe- ial. El viejo M... es un avaro mezquino y presumido ‘que durante toda su vida ha mortificado y restringido a Su mujer; pero ella siempre ha sabido arreglarselas. Ha- ‘ce pocos dias, cuando el médico ya no le dio més espe- Tanzas, hizo que su esposo se acercara a ella —Lotte es- taba presente— y Ie hablé asi: “Debo confesarte algo que después de mi muerte podria causar confusion y enojo. Hasta ahora he administrado la casa en la forma ms ordenada y econémica que me ha sido posible; sin embargo, me perdonards que durante todos estos treinta 43 negocio se agrandé, nunea he podide convenccrte dec mentar en la debida proporcign el dinero que me slabs mujer sabia manejarse con esa suma” OP Hablé con Lotte sobre la incretble ceguera de la ra 26n humana, que hace que alguien puede no sospechor Guano otra persona pegn os gst con sete losne, ser el doble, Pero yo mismo he conocido a personas ae, sin admirarse, habrian aceptado en su casa la eterna je: rita de aceite del profeta 13 de julio iNo, no me engafio! Puedo ver en’'sus ojos negros verda- dera simpatia por mi y por mi destino. Si, siento, y en eso puedo tenerle confianza a mi corazdn, que ella... ‘oh, ime es permitido, puedo expresar el cielo en estas palabras?... jque ella’ me ama! Me ama! Y cuanto més valgo ante mi mismo, cudn- to... a ti puedo decirtelo, porque tt entiendes estas co- sas..., cuanto me adoro 4 mi mismo desde que ella me 49 jon, 0 seré la percepcién del el hombre de quien yo {Ser esto pura presunci ‘az6n de Lotte. Pero vineulo verdadero? No conozco ‘emia que me desplazara en el cor femia. aus ando ella habla de su novio, y lo hace con tanto ain ash canto amor, entonces yo me siento como al- ma quien Mo i despoja de todos sus honores y dig. hidades y se le retira su espada. 16 de julio iAy, emo me estremece hasta el ultimo rincén de mis Ay ceinindo mi dedo sin querer toca su dedo, o cuando Nuestros pies se encuentran bajo la mesa! Yo me retiro fomo'si hubiese tocado fuego y una atraccién, secreta faclve a moverme hacia ella... Todos mis sentidos sien- Ton vertigo. 1Oht ¥ su inoceneia, su alma cdndida no siente Guinto te mortifican estas pequefias muestras de con- flanza, Cuando al conversar’ llega a colocar su mano euando en el interés de la conversacién Se'me acerea’ de modo que el aliento celestial de su boca ilege @ mis labios... Pienso hundirme, como si me hu bigse dado el rayo. Wilhelm, isi es que alguna vez me atreviera a abusar de este cielo, de esta confianza. Tu me comprendes, iNo, mi corazén no es tan deprava- do! Debil, sk Bastante débil. g¥ no es eso perdicién? Ella es sagrada para mi. En su presencia, desapare- ce todo deseo, Nunca sé de mi, cuando estoy con ella; es Como si cl alma se me voleara en todos los nervios. ‘Tie- he una melodia que toca en el piano con la expresién de tin angel, tan simple y tan espiritual. Es su cancién fa vorita, y'a mi me quita todas Jas penas, todas las con- fusiones y todas las musarafias, en cuanto ella toca su primer acorde. Sin mencionar siquiera la magia de la miisica an- tigua, es increfble cuanto me emociona este simple canto. sobre la 50 iY cémo sabe ella intercalarlo, a menudo en el momento preciso en que yo querria pegarme un tiro! La ofusca- cidn_y la oscuridad de mi alma se disipan y vuelvo a respirar libremente. 18 de julio Wilhelm, jqué es el mundo sin amor para nuestro corazén! Tanto como una linterna mégica sin Iuz. En cuanto en- tras a tu casa con la lamparita, inmediatamente aparecen imagenes multicolores en tu blanca pared. Y aunque no fuera mas que eso, mas que fantasmas pasajeros, siempre nos alegra cuando, cual despreocupados muchachos, nos detenemos frente a ellos y nos embelesamos con sus apa riciones milagrosas. Hoy dia no pude ir a ver a Lotte: una tertulia ineludible me lo impidié. ¢Qué podia hacer? Le envié a mi criado sélo para tener cerea de mi a una persona que hoy dia hubiese estado junto a ella. ;Con cuanta impaciencia lo esperé, con cudata alegria lo volvi a ver! Me habria gustado agarrar su cabeza y besarlo, si no me hubiese avergonzado. Se dice de la piedra Bondnica que, cuando se Ie colo- ca al sol, atrae sus rayos y en Ia noche reluce durante algin tiempo. Eso mismo me sucedié con el muchacho, La certeza de que los ojos de ella se hubiesen posado en su rostro, en sus mejillas, en los botones de su chaqueta y en el cuello del sobretodo, me volvia todo eso tan sa- grado, tan querido. En ese momento no me habria des- prendido del muchacho'ni por mil doblones de oro. Me sentia tan bien en su presencia, Dios te guarde si te ries de esto. Wilhelm, son fantasmas, cuando nos sentimos felices? 31 19 de julio ia In vere jana al despertar a la vers, exclamo en la mafana al y ieey Satie el hermoso sol. (La voy a ver! Y, entonces, ot todo el resto del dia no me queda otro deseo. Todo, Bodo ce eclipsado por esta perspectiva, 20 de julio No me puede agradar la idea de ustedes de que yo me Yaya a. con, ¢1 embajador. No me gusta mucho subor- Uinarme y, ademas, todos sabemos que este hombre es tuna persona antipatica, Dices que mi madre quiere verme fen una actividad; esto me ha hecho refr. Que no estoy Setivo también ahora? 2Y no es lo mismo, en el fondo, Que cuente arvejas o lentejas? Todo en este mundo ter- hina siendo una miseria, y un, hombre que, por compla- Gera oiros, se mata trabajando, aunque no sea por su propio gusto y solo sea para conseguir dinero, honores, © cualquier otra cosa, siempre seré un mentecato, 24 de julio ‘Como pareces tener tanto interés en que yo no descuide mi pintura, preferiria guardar silencio de iodo esto, antes que confecarte que en este dltimo tiempo he pintado muy poco. Nunca he sido més feliz, ni he sentido la naturaleza con tanta plenitud ni fervor, hasta la piedrecita, hasta la hhierbecita més insignificante, pero aun asf, no. sé cémo expresarlo, mi imaginacién esta muy débil; todo parece flotar y tambalearse ante mi alma, de modo que no logro fijar ni una forma; pero pienso que si tuviera greda 0 cera, s{ podria modelar. Me he propuesto recurrir a la 2 eda, si este estado dura por mucho tiempo, y vo Setar, aunque mo resulten més aus (eembe” OY 8 mo He comenzado tres veces el retrato de Lotte, y le tres veees me ha salido mal esto me contaris tunic mis cuanto que hace poco tiempo tenla'yo gran faced fa lograr el parecido. Asf, pues, me he himitado a resortey su silueta, 7 con esto tendra que bastarme por eh a mento 25 de julio Si, querida Lotte, cumpliré todos sus encargos; deme us- ted todos los encargos que quiera y con cuanta frecuencia desee. Pero le pido una sola cosa: no vuelva a echar arena a las misivas que me escribe. Hoy dia me llevé una a los labios y me crujieron los dientes, 26 de julio Muchas veces mé*he propuesto no verla con tanta fre- cuencia pero iquién pudiera cumplirlo! Todos los dias me vence la tentacién y me juro ante Dios que mafiana me mantendré lejos; pero cuando llega el mafiana, nue- vamente encuentro tna raz6n irresistible, y no bien ‘me doy cuenta, ya estoy al lado de ella. A veces, en la noche, ella ha preguntado "¢Vendra usted mafiana?”, y enton- ces, gquién podria dejar de ir? O bien me hace un en- cargo y yo encuentro que seria muy descortés no llevarle la respuesta personalmente; o bien el dia esta especial- mente hermoso, voy a Wahlheim y, como ya he Hegado alli, s6lo me demoro media hora para llegar a su casa. ‘Me’ encuentro demasiado cerca, dentro de su atmésfera y..-, jzas!, ya estoy con ella. Mi abuelita sabia contar el ‘cuento de ‘tina montafia magnética. Los barcos que se le 33 it lespojados de eran sibitamente di pol lee) sus componentes de hierro; los claws Sa ae Gee remanae acercaban demasiado, 30 de julio sue fuera el hombre bor ha gad 3 me fon yotcstuvsra dspace Pcuajarme en cuniguler sentido, de todas maneras seria Buotelible verlo a é jelante de mis ojos, en posesi¢ le incl ve nes: Posesion! ‘Basta, Wilheln el novo sin aduil Un hombre bueno y carifoso, a quien no se Seen que ovate Afotunadaente yo no ee fave yresente cuando Ileg6. Eso me habria destrozado el Corazon, Ademas, es muy modesto y no ha besado a Lotte ston Sola ver eh ml presencia, bios te 1 pague Por el esperar tiene para con la joven, det timarlo. Ine apresia,y supongo que esto mas bien es obra de Lotte ae producto de su propia Hncliacin, Borge en eats Sosay ts mujeres on muy delieadas'y tenen redo frden mantener en buen pie a dos’ pretendientes, Ia Fonuja ser slompre de ella, sunque ef eas0 se dé muy s, no puedo dejar de respetar a Albert. Su aupetin ace ttaate echo cota woemencia @e imi cardcter, que no es posible ocultar. Es muy sensible 2 soogs miy bien as calidad de Lote Parece que ne Sule de malhumor, y ya sabes que ée es el pecado que encueatro més abominable en los hombres que cualquier owe, ‘Me tiene por un hombre sensato; mi carifio por Lotte y la sincera aprobacién con que celebro todos sus actos, aumenta su triunfo, con lo que él la quiere mas aun, NO quiero dilucidar si'mortifica a Lotte con sus celos; yo, 4 por lo menos, si me encontrara en su lugar, no podria estar seguro de librarme de este demonion” °° PO® Sea esto como sea, de todos modos la felicidad de estar cerca de Lotte, se ha esfumado. ¢Lo amare nece. dad o ceguera? ;Para qué he de darle un nombre! El hecho se cuenta por sf solo. Yo sabia todo lo que sé ahora, antes de que Megara Albert. Sabfa que no podia pretender a Lotte, ni lo intentaba, es decir, en la medida en que e posible no desear viendo a una’ persona tan digna de ser mada. Ahora el mentecato abre tamaiios ojos, cuando el otro realmente ha Ilegado y le quita a la nite” Aprieto las mandibulas y me burlo de mi desgracia, y,me burlaria doble y triplemente de aquellos que me digan que debo resignarme porque ya no hay més terme, dio. ;Saquenme de alli a esos espantajos! Salgo a vagar Por los montes, y cuando llego 2 la casa de Lotte yore cuentro a Albert junto a ella en la glorieta del jardineito, cosa que me impide seguir adelante, me pongo locamente gracioso y hago bulonadas y farsas confusas, “Por el amor de Dios", me dijo Lotte hoy dia, “ipor favor no legre”. Entre nosotros, te diré que es: en que él esté ocupado y, ¥, cuando la encuentro sola, siempre pero el momento diatamente salgo me siento dichoso, 8 de agosto Te micgo que me perdones, querido Wilhelm; no aludia @ ti cuando encontré insoportables a aquellas personas que nos exigen conformidad con un destino inexorable Verdaderamente no se me ocurrié que ti pudieras pen: sar en forma semejante. Y en el fondo, tienes razon, Solo Bag Sosa. mi querido: en este mundo, muchas veces no basta con la alternativa entre una cosa u otra, Los sent 35 pprnsperse ge actuar tienen matices tan mil anigntos y las marefzs son las variedades de narices que pie cdo multiples son as variegades Tae esd una aguilena = un sal si te concedo la razén Asi, pues, no Ash, ples, noe orm embargo, rato de deslizarme cen todo ta argument ¥, oben tengo Perino de os ck de realzarls lots SSbreponsime tetas de, eshte maar todae mb a Ti dies 4 Lotte, bien no Bo debo trator Sinis deseos, En come hombre» Slew desgraciado ae : Pica, Cato amigo, esta muy bien dicho y mucha psa ; vedes ti exigirle al desgraciado, cuya vida se con- sume ttstins ¢ iomediablemente por Ia accion de wana Sa pata porsiioner puedes ta pedile a el que se clave ti pufal.en ef corazon pra pone fin ala tortura de ung were todas? gNo yal mal que consume sus fuerzas Sue timlamo eempo Te quita el valor de libererse de él? Es cierto que podrias responderme con una compa- saci scmcfantesgauicn no preferia que le amputaran Ei'braso antes. de arniesgar su vida por culpa de sus Saotzciones you temor? iN lo sé! pretlero no discutir Tee coaay cod pardbolas, Basta. Si, Wilhelm, suelo tener veces un momento de un valor tal, que parece incorpo- farse de sibito y querer sacuirse, 9 enfonces,.. S190 Supiera adonde, Ja me iri, Al atardecer Mi diario, que hace algiin tiempo he descuidado, ha vuel- to a caer en mis manos hoy dia, y estoy admirado de ver cuén conscientemente me he metido en este embrollo, 56 | | L aso. Es asombroso ver cémo paso a paso. Es Fi estado de énimo con tanta claridad, pero ead eee tan, claro, pero todavia no parece haber ni un asomo de mejoria. siempre he juzgado 10 de agosto odria evar la mejor y In ms feliz de las vidas, tn Fos an neo. Noes facil que einige cans Bo fancias propicias capaces de alegrar el tna te we gaes, bre, como son aquéllas en que ahora me encuentoo. gel Bute demuestra tna vez mis que solo es nucstee oreo corazon el que se erea su felicidad, Ser micniee oerie iia mas diane de amos, ser auerdo yor el vj somo tn hijo, pot los nifios como un padre, iy por Lote’ Loe tienes all'al bueno de Albert, que no enturbia‘a fic gea nivcon el més minimo gesto malhumorado; que me ex fuelve en su carifoea amistad; para quien, despees ie Loite, soy lo mis querido en este mundo.’ Wilhelm, es terdaderamente lindo escucharnos cuando salimes 6 per sear y nos ponemos a conversar sobre Lotte: no ce ha inventado nada mds ridiculo en este mundo que esta amistad; sin embargo, muchas veces se me Henan los ojos de légrimas, cuando plenso en ella Cuando me habla sobre su admirable madre, cémo en su lecho de muerte entregé a Lotte su casa y sus hijos y e6mo le encargé a él que cuidara de Lotte; cémo Lotte desde ese dia ha estado animada por un espfritu muy distinto, y céino ella, en medio de sus preocupaciones por atender la casa y con mucha seriedad, se ha trans- Formadoven una verdadera madre; cémo no pasa ni in solo momento sin demostrar un amor activo 0 sin traba- Jar, y cémo, aun asf, su vivacidad y su cardcter alegre hunca la han abandonado. Camino a su lado, cojo flores ST ane capi oe use mat Wp. y las sigo con la mirada, viendo cémo se alejan nun cargo Gon, a recia mucho. En cuanto se efiere {que se le puedan comparar. 12 de agosto Seguro: Albert es el hombre més bueno que vive, bajo SPEUG Ayer he vivido una escena maravillosa con él. Fai EUAMO para despedirme de l, porque de pronto senti deseos de subir a caballo a Ie moniatia. Desde allt te toy eseribiendo shora. Al pasearme por su cuarto, mis Sy Coeearon en sus pistolas. “Préstame las pistola SUS mi viaje”, le dije. “Con todo gusto”, me contest6, “si Quieres darte el trabajo de cargarlas; yo s6lo las tengo fro forma”. Bajé una, y 1 prosiguid: “Desde el dia en fue mi propia pradencia me jugé una muy mala pasada, Jano quiero tener nada que ver con esos artefactos uve curiosidad por escuchar Ia historia, “Permaneci durante unos tres meses en el campo, en casa de un ami go". me conts, "Tenia un par de tercerolas sin cargar y lo. Un dia, en una tarde lluviosa y estando dormia tranquil ‘yo ocioso, no sé cémo se me ocurrié que podiamos ser Zsaltados, podiamos necesitar las pistolas y podiamos. Ti sabes como son esas cosas. Se las pasé al criado para que las limpiara y cargara, éste se puso a bromear con las Rifas, las quiso asustar y, Dios sabe como sucedié, el hecho es que una de las armas se le disparé con el car- gador, que ain estaba en el cafién, el cargador fue a dar én la mano de una de las nifias y le despedazé el dedo pulgar. Debt soportar las lamentaciones, pagar la cura- 58 ee ee ey atadr dade ea mantener Ig splot gos de arene Bey oad sea deg eee cea cg a alleen cena ish sl snag d or Spe ot ce cir, gue tie mi oun Se ta st ble age aie oe oem ee Hae Se este Sa te pak atoms on hoger pote ce “"\Que ustedes, los seres humanos”, exclamé, “para hhablar de tna cosa, siempre tengan que decir: esto es insensato, esto es prudente, esto es bueno, esto es malo! GY que significa todo eso? Han investigado ast las con- diciones interiores de un acto? ¢Saben explicar con cer- feza los motivos por los cuales sucedio 0. tuvo que suceder? $i hubleran podido hacerlo, no serfan tan apre- surados en sus juicios.” “"Nle vas a conceder”, dijo Albert, “que ciertos actos son y serdn siempre viciosos, cualquiera que sea el mo- tivo por el cual se realicen.” ‘Me encog{ de hombros y se lo concedi. “Sin embar- go, mi amigo”, prosegui, “también aqui existen algunas Excepciones. Es verdad que el robo es un vicio; pero el hombre que sale a robar, para salvarse a si mismo y a los suyos de una muerte segura por inanicién, qué merece: 59 a ‘le seductor, ‘o contra la nifia compasién 0 castig gn contra del esposo ate & posa infiel y a su despreci “tego os muy distinto", me repuso Albert, "porgue un er ee ee cendo por sus pasion, rede sey Jaman es ara fe considera como’ brio Pita ug gente tan, sensatal”, Ie contesté con una one 88 SS Borodadl iLocural Ustedes, los defen Son Pas eee any sorenon, sit Patiipar ‘en nada, Censuran al alcohdlico, les causa asco el trastor- en pada, Consaran a eo Zacerdle y dan gracias © ado, pasan de Iargo como oe io ka hecho como a Bios gome al false, POC Tabrio waded una ven la ne de ae Sead nunca muy lejos de Ta lsu y, stones no han ends as dou clots me esas porgus a emere, entender en i medida, como a tod los Ieee Silondsaion, gee han obrado algo pandiwe, Se eareraia mposbie, desde sempre'se fer ha de Ue Biles y locos "pero también en Ia vida daria insoportable es ch ae itultrn Que teallce un 4cto, angus sete am Tibre, Bobs o mesperade, se le gre: fae stn ond borracho etd chiflede iAverglscense, us ter ec atbrie! Avcrgldncense los abies “sas son extravagancias tuyas”, dijo Albert, “siem- pre tienes que exagerarlo todo; pero, por lo menos en este Punto, ests absolutamente errado, al comparar el sui- cidio, ‘del que estamos hablando en este momento, con grandes actos, en vista de que no se le puede considerar sino una debilidad, Porque naturalmente es mas facil o morir ajo Soportar estoicamente unt vida que es un Riplicio stave a punto de cortar Ia conversacién, porque no existe otro argumento que me haga perder ental forme ip Seiad domo cunt gun rn sn il t Sjugar comin, michires 36 fe esd go do uaa conviccion. Sin ertbargo, mech neo com Prestyn lo he escuchado muchastvcces yan he ahs Sr Yoces man, de modo que le comand cee tn cee meicia wei esto To llamas une, debiideds hey ee Favor,n0 fe dejes engafiar por las apareneiss, Un pasbio ta otufre bale, el inoporisble yugs de on trenor ee ES mario debit sal fin se reocla 9 despsdany sae Genas? Un hombre que sents todas’ sus Raseras tenses dite el terror de_ que fas llamas abrasen su\case, See Hea pesadas. cargas con Taclidad como no les posta Mover cuando estuviera tranguilo; uno gue, enkieetlo wor una ofensa, las emprende contta seit sdverarior¢ for vence, ca todos ellos los pastes llarmar débies? ade mis, mi querido, si el esfwerro es fortalems spor que exaltecion, bab o ser lo aca Albert a miré ime dijo: "No me fo tomes a mal; parece que los eet, Pros que ti has dado no tienen nade que ver con Coan Fpuede ser", comenté, "ya me han dicho muchas veces que mi mara. de asociar es sumamente cxrawagente Yesmos, entonces, si podemos imaginarnos cn ots for tha Como habra de sentirse un hombre que decica despo: jarse de la carga, generalmente agradable, de la vida Porgue-sélo si partieipamos en lo afectivo, tendremos el honor de poder opinar sobre algo”. ‘La naturaleza humana”, prosegut, “tiene sus taciones: puede soportar la alegria, Ia deseracia, los dolores hasta cierto punto, pero sucumbe, cuando ese nivel se sobrepasa. Entonces, aqui no se trata del proble- ma de que alguien sea débil o fuerte, sino de que pueda soportar la medida de sus sufrimientos, ya sean ellos de a {indole moral o Fisica; es tan ridfculo decir de un h gue es cobarde poraue pone fina sa vida, como aber lamar cobarde @ aguel otro que se muere de tina fi am a a de una fiebre “Paradéjico! {Muy parad6jicol”, exclam: “No tants como a eres Const Me wench ete gue Jlameinos enfermedad’ mortal a aquella que afecy fanto ala naturalezs, que sus fuerzas se consumen Parte yen parte se hacen inefectiva, de tal ‘manera qe no puede volver a reponersey ya no es capaz de restale eee normal de la vida por ninguna reversidn nm “Ahora bien, querido, apliquemos esto al espiritu, Mica tal st human ons itaion camo fag Pep Stones Frama yefecto en a se fijan las ideas, hasta gical fin da pain eine ebro seed "Es indtil que el hombre sereno y razonal pic] estado del despreciadoyinuulquc lo scone Fs gal que una persona sana junto al lecho den ex feimc;'no' pede ‘arpcarle ‘Yo mas iin Se Su _— ae onl eeoe arms rate Aerts sae ee a ee Bae tempo "i al ¢ SES cdaba'y ete Me Sem ae lomésticos y las tareas prefijadas para cada stv spite fais gts pe ede see Ne Seeing le be gate sae poner hl de ar Tae ts a en SUR ae eith ams fore ene dre a = ir necesidades’ més intimas, que se vieron fos halagos de los hombres, Lo que an place, ahora se fe voli cadaver ds sabe Buc un dia se encontrd con un hombre {nsipido, has!9) Te aia irvesistiblemente un sentimiento £1 Steg desconocido. En ese hombre cia ahora to hasta entonersyzas, se olvida del mundo que la rodea, no das sus spo" nada, no siente nada més que a, el unio; ye nad, NO far con el, el tinico. Como no esta corrompida stgines vacias de una presuncién veleidosa, st redirectamente al objetivo de llegar a ser su seo CPepeontrar en una unin etera toda la felicidad ye. Qutthea y quiere gozar de la suma de todos los place gue Ie Fe que siempre ha sentido nostalgia, Las repeti TEg promesas que le sellan la certidumbre de todas sus des pins, atrevidas caricias que atimentan sus apetitos, ceperane2s Stora por completo. Se encuentra sumida en abrastn go de. corieiencia sofocante, en, una antiipacion ae cere os deleltes; esta tensa en grado sumo, y por fin de todos Kus brazos para cumplir todos sus deseos... Y cers, ca amado Ia abandona, Petrificada, sin sentido, satoncuentra frente 2 tn abismo; todo es escuridad ea se encuetiiny no existe ninguna perspective, ningin con, forme ei [ejana idea, porque la ha abandanado aquet Bun ella sigificaba toda su existencia. Ya no ve el SE Ermmundo que se tiende a sus pies, ya,no ve a los MMadhos que pedrian reemplazar sui pérdida; se siente marenebaddonada por todo el mundo. Asi, elege, oprimi: Se esar la terrible angustia de su corazén, se lanza al qRie8S pans shogar todas sus penas en tna muerte que in abracard enters. Ves, Aber, ésa es [a historia de sis rauard Chime, gno es éste caso de Ia enfermedad? $e SeniSab,a ne’ Gocuentra salida del laberinto de Tas Keoraae Zonkusas y contradictorias, y asl la persona ha de morir. 5 a sent sélo ans vr las diver oteo se ent vay de aquel que pueda mirar y decir: Qué tonta! Si hublese esgerado, st hubiese dejado que e! tiempo bie es 2 se contrado otro capaz de consolarla.’ Eso ¢s igual experado Q°5 Siboroto de su sangre se calmara, todo har nig gue, cma rh tide cosas me dijo que yo solo habia hablado de una nifia Pesmimmente. Tal como en este mundo es dificil que nos ciera su efecto, 15 de agosto Esta claro que en este mundo no hay nada que vuelva tan necesaria a una persona como el amor. Lo veo ent Lotte, que no quisiera perderme, y los nifios, que no sa- ben otra cosa sino pedirme que vuelva al dia siguiente Hoy dia habia ido a afinar el piano de Lotte, y no pude hacerlo porque los nifios me perseguian para que les con- tara un cuento, Por ultimo, la misma Lotte me dijo que Jes dicra el gusto. Les corté’el pan para su merienda, que ahora aceptan casi tan gustosamente de mis manos como de las de Lotte, y les conté aquella historia magistral de fa princesa que es servida por manos. Te aseguro que aprendo mucho con esto, y siempre me admira la impre- “ ie estas cosas les causan a ellos. Cu, rato algtin incidente que 2 Gute seasonal nuevo inmediatamente me dicen “te #! con- sido distinto, de modo que ahors We J8 otra ecitarselo sin alteraciones, como uy eas Cio cnsartadas en una cuerda, Con eso ea a wr autor, con una segunda edicion ahegReeaah "por mucho que desde un puntg de mene eS haya mesorace. mpresion now neers, Petiudear su bro, ore esta hecho de tal forma que se ese, Sec du come it sete iP ge yemedfatamente en forma indeleble, y pokes Ate quiera tratar de borrarlas, ¥ Pobre de aquel sion au Frente inver Grselo, de vez silabas como histor 18 de agosto age ge Jo mess eld el hombre, al mismo ae pon recent acy tan ie con fanto deleite y me tornaba el mundo circundante en pa. iit delete y mag dora el mud creda ep ee earn ty 7m rrr pr doquier. Cuando. antes tendia la vista'dende calor fiasco hacia el otro lado del rio hasta aquellas colinas ba, brotaba y crecia; cuando miraba aquellos cerros, cu- Coes “cand i etiam ns» on fick, cuando, sgutieg ales x malin Bato a eae ere meee ca murantes y reflejaba las amadas nubes mecidas en el cielo por la tenue brisa de la tarde: entonces escuchaba Se sana or ee ee 6 zandadas de millonés de insectos bailaban animosamen. onda ng ro roo dl so, cua poster ytembl. Soa atrada Hibraba de su hierbs al coledptero zumbante, Etrevoloteo y el murmullo que me rodeaban atraign mj Hencign hacia el suelo y el musgo, que arranca su ali- mento de la dura roca, y los nidos construidos en la ladera Ge Ia yerma colina de arena: todo esto me revelaba la ar. diente y santa vida interior de la naturaleza. Como en. cerraba yo todo eso en mi tiemno corazén y me sentia formo an dios en medio de aquellexuberante pleitua *S magnificas imagenes del mundo infinito palpitaban irifcattes on mi alma: Inmensas montafias ™me rOdea ban, abismos se tendian frente a mis pies, arroyos hen- Chidos por las lluvias cafan a la profundidad, los rios Solan por debajo de mi y zesonaban el bosque y le montafia, Vela actuar a todas aquellas insondables fuer- is y creat, intimamente unidas, en las profundidades Ge la tierra, Ahora, sobre la tierra y bajo el cielo, pululan fas especies de las miltiples criaturas; todo, todo pobla- do de miles y miles de cuerpos. Entonces, los hombres se cobijan juntos en pequefias casites, anidan y dominan todo el mundo 2 su manera. ;Pobre iliso que todo lo des- precias porque ii mismo eres tan pequefio! Desde la mon- {afi impenetrable y el desierto que ningin pie ha pisado ‘ain, hasta la ultima orilla de los océanos desconocidos, Io slienta todo el espiritu del Eterno Creador y se so. gra con cada granito de polvo que Lo escucha y vive. ids! jCémo ansiaba entonceselevarme en als de una la que me sobrevolaba, como deseaba llegar a las Fiayce del mer inconmensurable para beber del vaso Espumoso del Infinito aquel exuberante éxtasis vital, y fara sentir, por un momento y en la limitada capacidad pars sei, por vo momento oe Nn cada que todo lo crea en si y mediante st. Hermano, sélo_ recordar aquellas horas me hace bien, Incluso este esfuerzo de rememorar esos sentimien. tos inefables, de volver a expresarlos, eleva mi alma poy 66. shee sf misma y me bace sentir doblemene sobre fe'estado que ahora me embargans™ | arece que ante mi alma se hub rane eats mma cot jos en el abismo de |: it sails oes hen oe a sla cemenene lo angus. ese retirado un na se transformara ier fando. con la rapider del teen ag Todrtravés de todo period de wea aes Ne peraity, iy, es arrastrado por el torrente, sane fone iMiado contra las rocas? No existe ni useage despeaigue no te consuma a tiya los tuyor que oe nt ivun solo momento en que ti ming on Festruetor, en que debas serlo. El paseo mas inocente Shesia la vida a miles de pobres gusanitos; una sols pice Gu domucle las laboriosas constracciones de las horas yhunde en vergonzosa tumba a todo un pequefio mundo, No me conmueve la desgracia grande ¢ insta punks? a tempocd eas inact eae tos Yuestros pueblos, ni esos terremotos que devoran vues: tras cludades; mi corazén se siente socavado por la fuer da destructora que yace oculta en las entrafias de la ne- turaleza; aquella fuerza que no ha formado nada que al mismo tiempo no se destruya a si mismo y al vecino. iY asi me tambaleo angustiado! {El cielo y la tiera y sus fuerzas activas me circundan! No puedo ver més que un monstruo ocupado eternamente en devorar y destruir. 21 de agosto En vano extiendo mis brazos hacia ella, en las maftanas, cuando vuelvo en mf después de pesados suetios; en vano la busco de noche en mi lecho, cuando un suefo feliz € inocente me ha engafiado, como si estuviera junto a ella, sentado en la pradera, con su mano entre las mias, que || Subriera de mil besos. jy! ¥ cuando reciéa me despren- a focarla con mis mano; quiero tocar _ | todo... un rio de légrimas 'y lloro sin consuelo en do del delirio del suefio, y esto ya me despieria de brota de mi corazén oprimido, espera de un lobrego futuro. 22 de agosto Es una desgracia, Wilhelm, que mls Fuerzas activas se Excuenteen condenadas a un eco desasosegado no pus Gpreesr wie hacer nada, peto tampoco puedo realizar aca, No tengo imaginacion, no tengo sentimiento para Te neturaleza los libros me repugnan. Cuando no esta mos en paz eon nosotros mists, todo nos hace falta, Te Juro que a veces desearia ser jorsalero s6lo para tener, 21 deapertar ep la manana, ia perspectiva de un da que comiensa, un impulso, una esperanea, A menudo siento crv de Ar len veo sepa asa as oes fn sus papeles,v pienso que estara bien si me encontra- fo en su lugar. En varies ocasiones he estado a punto de Escribirte para pedirle al Ministro aquel cargo en la ent Sajada. que, como 18 me aseguras, no me seria negado, Asi Io erco yo mismo. Hace mucho tempo que et minis: fro me tiene afecto, y tambien desée tempo me ha estado eneareciendo que me dedique a algin negocio. Durante tina hore. suelo pensarlo en serio. Pero después, cuando vuelvo sobre ello, se me ocurre la fabula del caballo que, impaciente con su libertad, se deja enjaccar com mont, ray rienda'y luego los malos fines terminan por de. Trengnrlo. No st qué hacer... Querido amigo, le trae ue siento or, cba ldo en gue me Encuentro, gno ser una impaciencia interns indomee aque habré de perseguirme por doquier? 6 28 de agosto Es verdad; si mi enfermedad fuera curable, la gente la Ps aris, Hoy dia es mi cumpleafis, y muy ferapeens euratley paguetito de Albert. Al abriviosiamemngrare itt afte a la vista una de las cintas rosadss que Tents Tieaba en el vestido cuando la conocl y que desdone tonees lee pedido més de una vex ta acompataban dos tonigos en dozavo: Homero en la pequeh edicion oe Mita no tener que cargar con la pesada edicion Ernestiaa Bartnis paseos. iVes, asi se adelantan mis descos act enn de ofrecer todas las pequefias atenciones se ig Einistad que valen mil veces mas. que esos magnifico: Segalos, con los que la presuncién del donante nos hum. Tie'Beso mil veces esta cinta y con cada aliento reapiro Alrecuerdo de aquella dicha con que me colmaban esoe Escasos diss, felices ¢ jerecuperables, Wilhelm, es asl 9 rho me quejo: Tas flores de la vida son solo apariencias {Guantas de ellas pasan a nuestro lado sin dejar una hue ila, cud pocas son las que cuajan en fruto y cuan pocos de estos frutos maduran! Pero aun asi quedan bastantes de éstos, y aun asi... ;Oh, hermano mio! zPodemos de- jar que fos frutos maduros se pierdan por nuestra negli gencia y nuestro desprecio, podemos permitir que se pudran sin gozarlos? vAdiés! Es un hermoso verano. A menudo me encuen- to epzaramado cn ion ables etal del bust de Lae con el cortador de fruta, ese palo largo, y desprendo las peras de entre las ramas més altas, y ella, pareda en la Terra, las reeibe cuando se las bajo. 30 de agosto Infeliz! {No soy un loco? ¢No me engafio yo mismo?

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