You are on page 1of 68
noved: KC LON cui HG a Cots a hel EE oad eR aC aoe Ce are CURA CAC une a kent ce tp) FO UR eee Re eee ee CRC Odie Oa a naan nr a fete RC ER ata el eee Ce W N° 5 (685) MAYO /1985 ANO XXX! SUMARIO Carta al lector Encuentro de Mijal! Gorbe- cchov con el Consejo Consul- tivo de la Intemacional So- Ciaista para ol Desarme Cuarenta afos de la victoria ‘cuarenta anos de paz Minuto ae silencio Como fue la guerra: Siras y hechos Dia de memorie, die de esperanza i soldado Nikifor Zhakov La Operacién Berlin ‘Asi marcharon por Mosc ‘Siempre en la memoria | ‘Siempre en la memoria Il Lamisién del Ejrcito Soviético fue lberadore ‘Siempre en la memoria I) ‘Siempre en la memoria IV ‘Siempre en le memoria V Los 48 trégicos dias do Yasnaya Poliene La guerra no tiene rostro de mujer Fabrica-soldado, tébrica-obrero Trdgico balance Este pais no quiere guerra LOS ARGENTINOS ¥ LA VICTORIA 'B aporte de la juventud argentina La solideridad de! pueblo tino arge La Gran Guerra Patria en los ines de Buenos Aires, "A cuarenta affos de la victoria ‘sobre ef naziemo: defendamos of derecho a la paz y a la vida" ‘Notice SARCU EI Tratado de Varsovia: 30 aftos ‘a servicio de la paz La fotografia del élbum familar ‘La razon en el siglo nuclear 10 2 20 26 28 29 90 33 M4 36 99 a 6 6 48182 53 54 58 2 PORTADA: Le orden miltar suprema de la Unién Soviét- 2, insttuida a! lograrsa la victorla sobre la Alemania nazi, @ ‘cuye 40" aniversario esté dedicado Integramente ol presen- te ndmero do Novedades. CONTRATAPA: £! mundo celobra on estos dias el cua- ‘dragésimo aniversario de la victoria sobre al fescismo. ‘SUPLEMENTO ESPCIAL Con esta edicion sa adjuna un suplemento especial decica- {do ala lucha de los pueblos del mundo por el desarme y la paz CARTA AL LECTOR Aqui tiene, estimado lector, un numero poco usual. No es casual que tenga un volumen algo aumentado, aunque para nnarrar la abnegada lucha del pueblo soviético contra los inva- Sores nazifascistas serfa insuficiente cualquier edicién por grande que fuese. E/ numero esta dedicado al 40" aniversario de la gran victoria, que trajo a la mutilada Europa, en detinitiva, al mundo entero, ia anhelada paz. América Latina conoce esta guerra bajo 6! nombre de Se- gunda Guerra Mundial. Para los soviéticos, en cambio, fue la Gran Guerra Patria. En efecto, cuando el 22 de junio de 1941 los fascistas atacaron pérfidamente a la URSS, el pais entero, todos a una, cual més, cual menos, unos en los campos de batalla, otros en las fébricas 0 en el campo, se puso en defensa de su patria. Y si hasta entonces las hordas fascistas hablan logrado con relativa facilidad someter a su dominio a la mayo- ra de los estados europeos, en la Unién Soviética sintieron arder el suelo bajo sus pies. ‘No @s ningun secreto que el enemigo era tuerte y pértido. Basta decir que en 1941 tenia a su servicio casi toda la indus- tria europea. Los fascistas hablan saqueado enormes riquezas y decenas de millones de franceses, polacos, belgas, yugo: vos, holandeses, checos, daneses y otros pueblos estaban en calidad de esclavos y servian de fuente de una fuerza de tra- bajo gratuita. Todo ello predetermind lo dificil y prolongado de a lucha contra la peste parda, méxime que durante tres /argos aos la URSS tuvo que enfrentarse a solas con el enemigo. Entre los materiales que se publican en esta edicién especial usted encontrard relatos sobre el soldado Zhukov y ol mariscal Zhukov. No, no se trata de parientes, pues la coincidencia de los apelidos se debe a una pura casualidad. Habian sido muy distintas sus vidas antes de la guerra. Uno era un trabajador sencillo, ef otro, oficial de talento que ocupabe altos rangos, habia participado en las batallas por el poder soviético y, mas tarde, prestado ayuda al pueblo de Mongolia para rechazar la agresion japonesa. En la Gran Guerra Patria los Zhukov participaron desde el primero hasta el ultimo dia. Claro que el soldado tuvo que ‘pasar numerosas privaciones. ;Cudntos compafieros de com- bate perdid, cudntas veces estuvo a punto de morir, cudntas heridas y contusiones sufrié! Pero, apenas recuperado de la herida, se lanzaba al combate con el fusil en bandolera, El soldado disparé un sinnumero de balas contra e! enemigo an- tes de que entrara en Berlin. El mariscal Zhukov, en cambio, segun su propia confesién, €on toda fa guerra no tuvo la ocasin de hacer un solo disparo. Unicamente, cuando en Berlin se firmé el acta de capitulacién completa e incondicional de la Alemania fascista, este eminen- te jefe milter, siempre de natural sobrio y reservado, no pudo contener su alegria y, como un mozalbete, empezé a dar pisto- letazos al aire de puro gozo. Es verdad que el afamado jefe miliar no tenia que ir al ata- que personalmente. Pero cudnta inteligencia y talento, cudntos suerzos, cudntas noches en vela y abnegacion se requerian de 6! para desentrafar a tiempo los planes de! enemigo, inten tar frustrarios, tomar la iniciativa y con ello garantizar ¢! éxito, también en el ataque en que participé su homénimo. Por algo ‘e! Mando Supremo le encomendaba al mariscal Zhdkov pa ‘near las operaciones més importantes. As! fue cuando el ene- migo estaba en los accesos de Leningrado y Moscu, cuando $30 lanzaba hacia el Volga 0 cuando intents tomar desquite sin éxito cerca de Oriol y Kursk. Y, por ultimo, el magnifico éxito de la operacin de Bertin, la uitima de la guerra, también se debe ‘a! mérito de! mariscal. Aunque es verdad que cualquier opera- cin, por magnifica que sea, cualquier plan o idea, lollevan ala réctica gentes intrépidas y valerosas como el soldado raso Zhukov y millones de otros como 6 Seré, pues, hasta nuestra proxima edicién. INTERNACIONALES ENCUENTRO DE MIJAIL GORBACHOV CON EL CONSEJO CONSULTIVO DE LA INTERNACIONAL SOCIALISTA PARA EL DESARME Encino lugar un encuentro del Secretario General del CC del PCUS, Mijall Gorbachov, con el |Consejo Consuttivo de la Internacio- nal Socialista Para el Desarme, del jcual forman parte: Kalevi Sorsa, Vicepresidente de la Internacional Socialista y Presidente {el Consejo Consultivo Para el De- isarme; Pentti Vaananen, Secretario [General de la Internacional Socialis- jta; Walter Hacker (Austria), Secreta- rio del Consejo Consultivo de la In- lternacional Socialista Para el Desar- ime; Robin Sears (Canada), Secreta- rio General Adjunto de la Interna Inal Socialista; Jenny Litle, Secreta- ria del Partido Laborista de Gran Bretafia para asuntos internaciona- les; Andreas Von Buelow, Presiden- te de la Comision Para Asuntos de ISeguridad, anexa a la direccién del Partido Socialdemécrata de Alema- Inia; Heinrich Buchbinder, Presiden- ite de la Comision para Asuntos de Seguridad del Partido Socialdems- jcrata de Suiza; Chisato Tatebaya- shi, miembro de la Comision Ejecut- ‘va Central del Partido Socialista del Japon; Frangois Gaudement, repre- ntante del Partido Socialista fran- 6s, Antonio Garcia Pagan, repre- sentante del Partido Socialista Obrero Espafiol, miembro de la Co- mision de Politica Exterior y de la Comisién Para Asuntos de Defensa de la Cémara de Diputados del par- lamento espafiol; Satiko Taguchi, Secretario del Bur6 Internacional y miembro de la Comision de Politica Exterior del Partido del Socialismo Democratico del Japén; Lauri Kan- gas, Secretario Para Asuntos Inter- nacionales del Partido Socialdemé- crata de Finlandia; Allan Rosas, ex- perto en problemas del desarme del Partido Socialdemécrata de Finlan- dia; Riltta Korhonen, del periédico "Suomen Sosialidemokraatti". En la conversacién particip6 el miembro suplente del Buré Politico y Secretario del CC del PCUS, Boris Ponomariov. Kalevi Sorsa felicité a Mijall Gor- bachov por haber sido elegido Se- cretario General del CC del PCUS y también le informé sobre la labor de! Consejo en interés de la solucion de los problemas de la limitacion y el cese de la carrera armamentista. ‘Asimismo, dio a conocer que des- pués de las entrevistas que tendrén lugar en Moscd, el Consejc Consul- tivo visitaré Washington para mante- ner conversaciones con los repre- sentantes de la administracion nor- teamericana, Los partidos que forman parte de la Internacional Socialista estén alarmados por la situacién en el mundo y en especial por el constan- te aumento de los armamentos. El Consejo Consuttivo de la Internacio- nal Socialista se pronuncia, concre- tamente, contra la militarizacién de! espacio. Se expresé la esperanza de que la Union Soviética, junto con Esta- dos Unidos emprenderén todos los estuerzos posibles para no sélo limi- tar la carrera armamentista, sino también para poner fin a la misma. Kalevi Sorsa deciaré que a ello contribuiran los partidos socialistas y Socialdemécratas que forman pat te de la Internacional Socialista. Tras destacar que el problema de la limitacion de la carrera armamen- tista atafie no sdlo a la URSS y EE.UU, sino también a toda la hu- manidad, Kalevi Sorsa dijo que es- tan llamados y pueden hacer tam- bién su aporte los paises pequefios y los Estados neutrales y no ali- neados. Allos participantes en las actuales conversaciones _ soviético- norteamericanas de Ginebra se les ‘solicité hacer todo lo posible para detener el deslizamiento hacia la ca- téstrofe nuclear. 1985, puntualizé Kalevi Sorsa, es un afio decisivo, cuando se deben ‘emprender todas las medidas posi- bles para frenar la carrera arma- mentista. Finalmente, expres6 su gratitud a la direccién del PCUS por el recibi- miento ofrecido al Consejo Consulti- vo y por las conversaciones fructife- ras que tuvieron lugar en Mosct. jall Gorbachov resalté que con- tinda invariable la linea de la politica exterior del PCUS y del Estado so- viético, como se corroboré en el ple- no de marzo (1985) del Comité Cen- tral del PCUS. La Unién Soviética continuaré guiéndose invariable- mente por el rumbo orientado a la paz y al progreso. En la entrevista se consigné que se ha creado en el mundo una situa- cién muy alarmante. Crece la ame- naza de guerra nuclear. La carrera de armamentos, si no se la detiene ahora, puede pasar a una fase cuali- tativamente nueva, si comienzan procesos incontrolados. La situa se complica ademas por las accio- nes intencionadas, enfiladas a minar la confianza internacional, a agudi- zar la confrontacién en todas las di- recciones. Recurren a amenazas militares, a intervenir descarada- mente en los asuntos de paises in- dependientes tan sélo porque a al- guien no le agradan las realidades del mundo contemporaneo. La opinién publica mundial adicta ala paz demanda poner fin a la peli- grosa carrera de armamentos y a eliminar la amenaza de guerra. En ‘este aspecto se cifran grandes es- peranzas en las conversaciones so- viético-norteamericanas recién co- menzadas en Ginebra. Tiene importancia principista e! que sea objetivo de estas conversa- clones, como esté registrado en la declaracién conjunta soviético- norteamericana, la elaboracién de acuerdos eficientes, encaminados a prevenir la carrera de armamentos en el espacio césmico y a detenerla en [a tierra, a limitar y reducir los armamentos nucleares, a fortalecer la estabilidad estratégica. A fin de cuentas, como opinan las partes, las conversaciones deben llevar a liqui dar las armas nucleares por comple- to y en todas partes. EI progreso en las conversacio- nes ginebrinas, remarcé Mijall Gor- bachov, y su buen resultado, depen- den, ante todo, de si ambas partes se atienen estrictamente al acuerdo logrado sobre el tema y los objetivos de las conversaciones en todas sus partes. La Unién Soviética, por su lado, hard todo lo que de ella dependa pa- ra que cristalice el acuerdo indicado. Sobre las intenciones de |a parte norteamericana, las juzgaremos por sus acciones practicas. Es necesa- rio que cada uno manifieste buena voluntad y disposicién a compromi- sos razonables y, lo principal, que sean respetados estrictamente los ipios de paridad y seguridad de que las conversaciones se con- viertan en una especie de biombo que oculte el incremento sucesivo de la carrera armamentista. He aqu! por qué la Unién Soviéti- ca propone congelar los arsenales nucleares de las partes y poner fin al despliegue sucesivo de los cohetes. En particular, estamos convenci- dos de que el cese del emplaza- miento de nuevos cohetes nortea- mericanos en Europa con el cese al mo tiempo del incremento de las medidas de respuesta soviéticas contribuiran a solucionar todo este complejo de cuestiones, que se exa- minan en Ginebra. A prevenir una guerra nuclear es- t4n orientados los esfuerzos de las més diversas fuerzes politico soci les de nuestros dias. A este mismo ‘objetivo estan encauzadas las it ciativas pactficas de gran enverga- dura promovidas por la Unién Sovié- 8 tica y otros paises de la comunidad socialista. Coinciden con las deci- siones de la ONU que expresan los criterios de la comunidad mundial de paises. La-ciudadanfa y los dirigen- tes de muchos paises del mundo se pronuncian inequivocamente por el retorno a la distensién, por la deten- cién de la carrera de armamentos, por 6! desarrollo del didlogo politico y la colaboracién de los Estados. Por esto se pronuncia también re- sueltamente el movimiento antibéii- co, que se ha convertido ahora en una gran fuerza politico social en muchos pafses. Se consolida am- pliamente la comprensién de que en él siglo nuclear, la seguridad de los paises no puede asentarse en la fuerza o en la amenaza de utiizarla, Esta seguridad es tinicamente posi- ble como seguridad para todos. To- do ello refuerza el convencimiento de que con los debidos esfuerzos se puede conseguir el viraje en la situa- ion, el saneamiento del clima inter- nacional. Conocemos, dijo Mijafl Gorbi choy, la labor del Consejo Consulti- vo de la Internacional Socialista so- bre el desarme y valoramos su aspi- racién a contribuir a un didlogo constructivo y a las conversaciones. Los partidos de la Internacional Socialista, teniendo en cuenta su peso politico y su influencia, pueden contribuir en mucho a sanear la si- tuacién internacional, a poner fin ala carrera armamentista y a elevar su aporte a salvar la humanidad de la catastrofe nuclear. La situacién internacional’ exige imperiosamente los esfuerzos acti- vos y eficientes del movimiento obrero y democratico en la lucha contra el peligro de guerra. EI PCUS, por su parte, esté dis- puesto a colaborar activamente con todas las fuerzas sociales adictas a la paz, entre ellas también los parti- dos que forman parte de la Interna- cional Socialista. Este es nuestro fir- me ¢ invariable rumbo, y nosotros lo realizaremos consecuentemente, también en adelante. La entrevista transcurrié en un es- piritu amistoso y constructivo. & TEMIA\ IRINCIPAL Uuatro decenios han transcurrido des- de la victoria que ‘otros pueblos amantes de Ia li vieron sobre la nazifascismo en la Segun- da Guerra Mundial. Esta victoria marca uno de los aconteci- mientos principales de nuestro siglo. El ‘pueblo sovistico preservé la libertad y la Independencia del primer Estado socialis- ta del mundo, salvé del yugo fascista a los pueblos de Euroba y de otros continentes. Los resultados de la guerra incidieron po- derosamente en el desarrollo mundial. Aparecieron premisas favorables para la Jucha de los pueblos por su emancipacion nacional y social, se consolidaron las fue zas democraticas y adictas ala paz, surgio ‘1 sistema socialista mundial que evolucio- na con éxito. La derrota de los agresores alemanes y, ms tarde, japoneses en la Segunda Gu rra Mundial dio un fuerte impulso al movi- miento de liberacion nacional que barrio PY ini sistema colonial imperialista de cuyas r de "as emergieron decenas de Estados so- beranos. FACTORES DE LA VICTORIA AN atacar por sorpresa @ nuestro pais, los hitieranos pensaban obtener una rap da victoria, hacerse con e!teritorio y con I jos recursos materiales de la URS, des- rio truir el regimen socialista y aniquilar 0 con- ina vertr en esclavos a millones de soviticos. Mig Los planes de Hitler, alucinado por la deli- Be ‘ante idea do dominio mundial, prevelan ‘que, una vez derrotada la URSS, los obje- les tivos Inmediatos de la Wehrmacht serian ie la conquista de las colonias inglesas, has- JS¢ tala India en el Estey ol Egipto en el Sur, y Py luego la ocupacién de as isias Briténicas y Pe ge Estados Unidos. [Nii El principal impedimento para los desig- nos nazis hacia el dominio mundial fue la S¢ Union Soviética, que soporté la mayor par- * te del peso de la guerra contra el enemigo comin de la humanidad Baste decir que de los 8,5 millones de soldados y oficiales de la Wehrmacht, 5,5 Ja millones habian sido destacados en el Ise frente oriental. Contaban con mas de 4 mil prio CUARENTA ANOS DE LA VICTORIA, CUARENTA ANOS DE PAZ Por N. TIJONOV mlembro del Buré Politico del CC del PCUS, Presidente del Consejo de Ministros de la URSS. tanques, mas de 47 mil piezas de artilleria y morteros, casi 5 mil aviones de combate. Fue en el frente sovistico-aleman donde se produjeron las batallas decisivas. Las derrotas infiigidas a las tropas alemanas ‘en Mosc, Leningrado y Stalindgrado, en Kursk y en el Dnieper Ucrania y en la regién del Baltico, en ei Vistula y en el Oder y finalmente, en la batalla de Berlin, son las mas importantes etapas de la gran contienda que condujo ‘al hundimiento del imperio hitleriano. De las 783 divisiones del bloque fascista derrotadas, 607 fueron desarticuladas por el Ejército Rojo. En esa guerra Alemania ynes de hombres —10 mi inte soviético-aleman—. tropas destruyeron el 75 por lento del material bélico empleado por la. ‘Wehrmacht. Es incuestionable la contribucién decisi- va de la URSS a la victoria sobre el fascis- mo. En palabras de Churchill, “precisa- mente el ejército ruso destripé la maquina- ica alemana”. Esta verdad no minimiza en absoluto los méritos de otros pueblos. Los soviéticos valoramos debidamente los estuerzos de EE.UU., Gran Bretafia, Francia y otros miembros de la coalicién anti Ja lucha contra el enemigo comin. Damos alta valoracién al aporte que @ esa lucha hicieron el Ejército Popular Libertador de ‘Yugoslavia, el Ejército Polaco, las Forma- clones Militares de Checosiovaquia, Bul- Ejercito Popu- ia aniversario de la Victoria tecordamos a todos los valerosos luché dores contra el fascismo, vivos y muertos ‘Su hazafia quedaré para siempre en la memoria de los pueblos. LLa victoria del pueblo soviético fue re- sultado de una durisima lucha, de una !u- ‘cha a muerte. Antes de haber agredido a la URSS, Hitler reuni6 fuerzas colosales. Aparte de la poderosa industria alemana, trabajaban para la Wehrmacht casi 6.500 ‘empresas de 11 paises ocupados por los nazis, Se formé un bloque de paises saté- lites, cuyos ejércitos intervinieron en la guerra al lado de Hitler. El factor sorpresa, la doble superioridad en efectivos, una sustancial ventaja en material bélico per- mitieron al agresor iniciar con éxito la El enemigo penetr6 profuntamente en territorio sovietco. En Berlin ya se tocaban los timbales de la Victoria. Hay que reco- over que no sélo en Alemania se anun- Gaba alos cuatro vientos la inminente de ‘rota de la Union Sovietica. Ciertos pollt- 08 occidentales vaticinaban la pronta ‘Seupacién de Moscd y Leningrado por Hi- tla, el descalabro del Ejércio Rojo. .Que ‘ccurié en realidad? La maquina mittar de Hitler comenzé falar primero, iuego dio marcha atrésy,tinalmenta, qued6 desart- Culada bajo el arroliador avance del Ejérct- to Soviet {Guales son las causes de la victoria del pueblo soviético? én primer lugar, la pasada guerra tue, para los sovitioos,justay sagrada por de- finicion. Ellos detendian su patria socialis- ta; por ello esa guerra pasé a llamarse Gran Guerra Pati La defensa del socialismo y de a patria daba pie al masivo heroismo en el frente y fn la retaguardia. Todos los sovieticos “*eoldados, marineros, obreros, campes no® @ infelectuales— tenian una mi aspiracién: combat al Invasor y uardar su patria, su modo de vid La victoria sobre el nazfascismo vino a demostrar la indestructible fuerza del Pri- mer Estado Socialsta del mundo, nacido ‘en octubre de 1917. El poder soviético, po- ular por excelencia, supo en breve tiem- po hacer del inmenso pais un campamer {Ode guerra. Yaal noveno dia de invasion, hacia el primero de julio de 1941, cinco millones de ciudadanos fu os, 80 enviaron al rende decenas de div- siones nuevas, cerca de 2 millones de per sonas se alistaron en las miliies popul res. Para finales de la guerra, las Fuerzas ‘Armadas Sovieticas disponjan de un fuerza olosaly contaban en gus fas con més do 11 milones de combatientes. ‘La guerra contra ol fascismo supus una dura prueba para los valores de! clalismo, para la amistad de los pueblos de la URSS. Y ellos la resistieron honrosa- mente. En las batallas se tempio la frater- na alianza de las Republicas Sovieticas. El multinacional Estado Soviético no fue un ‘castillo de naipes’ como decian los hile rianos, sino baluarte inexpugnable. ‘Las guerras suelen ser un forcejeo entre los ej6rcitos de las partes beligerantes. En la Gran Guerra Patria combati6 no solo e! Ejército Soviético, combatié todo el pue blo, cada familia. Habitantes civiles, obre- ros, campesinos, maestros, médicos y hasta servidores del culto no dudaban en empufar las armas al verse en la reta~ guardia enemiga. La tierra ardia bajo los pies del invasor. Durante la guerra, en la Fetaguardia de los ocupantes, operaron mas de 6 mil campamentos guertileros y grupos de resistencia clandestina, que en ‘Su Conjunto contabilizaban mas de dos mi- llones de luchadores. Para hacer una guerra de verdad —de- fa Lenin—, es preciso contar con una re- taguardia fuerte y bien organizada. El mejor ejército, los hombres més fieles a la revoluci6n seran inmediatamente aniquila- dos por el enemigo si no estén suficiente- mente abastecidos de armamentos y vive- res, si no estén bien adiestrados”. La in- dustria y la agricultura soviéticas suminis traban al ejército todo lo necesario para la victoria. Para ello se tuvo que poner en tension las fuerzas y la voluntad del pueblo, los recursos del pais. De junio a diciembre de 1941, y como resultado de la ocupacién de regiones occidentales, la produccién ir dustrial bruta se redujo en 1,9 veces. El Partido Comunista emprendié en tales condiciones medidas excepcionales para instalar una fuerte base industrial en el Es- te del pais. La economia nacional fue rép- damente reconvertida para cubrir las ne- Ccesidades de la guerra. Aumenté la pro- duccién de metaies, combustible y e gia; se potencié la industria quimica qu roducia proyectiles para el ejército, rearon nuevas ramas de la industria bel ca, introduciéndose ampliamente los mé- todos de fabricacion en cadena. En la pri- mera mitad de 1945, la produecion indus- trial en zonas orientales se duplicé con creces respecto a igual periodo de 1941 En la industria de guerra el aumento regis 1r6 mas del 450 %. ‘Cuando se inici6 la guerra, Alemania es- taba muy por delante de la URSS en la ‘produccién de los mas importantes tipos de armamentos. Pero la Unién Soviética no tard6 en superar el retraso. Entre julio de 1941 y agosto de 1945 la industria soviet- a produjo 834 mil piezas de artilleria y morteros, 102800 tanques y cafiones au- topropulsados, mas de 112 mil aviones de combate. Mientras que (desde septiembre de 1939 hasta abril de 1945), Alemania fabric6 398.700 piezas de artilleria y mor- teros, 46.400 tanques y caflones de asal- to, 89.500 aviones de combate. Fue un testimonio de las inmensas potencialide- des de la economia socialista, del alto es- pirtu patriético de los trabajadores de la retaguardia. Nuestra economia aseguré el 86 por ciento de los suministros de pro- duclos industriales para el frente. Para finales de 1942, la industria militar ‘alcanz6 un nivel de produccién que cubria, en lo fundamental las necesidades del frente, cambiando en favor de la URSS la Telacién entre los principales tipos de ar- ‘mamento. En la fase final de la contienda, las Fuerzas Armadas Soviéticas supera- ban considerablemente al enemigo en tan- ‘ques y cafiones autopropulsados, en pie zas de artileria, morteros y aviones de combate. ‘Al mismo tiempo cabe sefialar que, tar- bién por la calidad, las armas soviéticas superaban a las alemanas. Segin el reco- rocimiento generalizado, el mejor tanque en la Segunda Guerra Mundial fue el so- Vistico T-34. A los alemanes les infundia pénico el avion de asaito IL-2. Nuestro @jército contaba con un arma tan temible como las celebres “Katiushas" (tubo lan- zacohetes). Respecto a la actividad desarrollada en la retaguardia durante la guerra, es inelu- dible hablar del grandioso desplazamiento ‘al este de las industrias instaladas en las ‘zonas occidentales del pais, expuestas al peligro de invasion. A la profunda reta- ‘quardia se trasiadaron 2.600 empresas, 8 decir, toda una potencia industrial fue desplazada a miles de kilémetros. En duri- simas condiciones se evacuaron al este del pais maquinaria agricola y ganado, va- lores centificos y culturales. Mas de 10 mi- llones de ciudadanos fueron trasladados a zonas orientales. Fue una gran hazafia de ‘nuestra clase obrera, de todo el pueblo. ‘Cuando empez6 la guerra, el autor d estas lineas estaba trabajando de ingeni ro jefe en una empresa de Ucrania, Ante la ‘eventual ocupacién hitleriana, todas las fé- bricas de esa importantisima zona indus trial del pais fueron desmontadas, carga- {das en trenes y trasladadas al Este, donde volvieron a ser montadas répidamente y a roducir armas y material bélico. Toda esa operacién no duré afios, sino meses y hasta semanas. Emplazadas en sus nue- vos lugares, las fabricas volvian a funcio- nar a cielo ablerto, para ahorrar tiempo, y s6lo después se ponia la techumbre. Fui uno de aquellos que organizaron la evacuacion de nuestra fabrica. En medio de constantes bombardeos, el convoy avanzaba despacio a los Urales, salvan- do centenares de kilémetros. Aili, en la ciudad de Pervouralsk y en otras ciudades: de la region, la base de nuestros equipos ‘se puso en marcha, dentro de plazos muy apretados, la mas grande produocién ni ional de tubos de tipo diverso para fabri- ‘car componentes de proyectiles y otro ma- torial necesario para la guerra. Cada jor- nada, cada tumo de trabajo, semejaban la vida cotidiana en los trent 5 Po ee ee Fue cuando en las fébricas y en las coo- perativas agricolas, ia mayoria de los tra- bajadores eran mujeres y adolescentes que hacian jornadas de 12-14 horas sin dias de descanso. Hay, pues, sobradas razones para decir que la victoria en la ‘guerra fue su victoria. El Partido Comunista, el Partido de Le- nin, inspir6 y organiz6 la victoria del pue- blo ‘en la gran guerra patria. Las premises materiales de la victoria se habian venido asentando ya en tiempos prebélicos. La politica del Partido, orientada a la indus- ttiaizacion del pals y @ la colectivizacion e la agricultura, nos salvé de la derrota ena lucha contra el enerigo més peligro '0. Si no hubiéramos construido grandes fbricas,incluyendo las militares, 81 no hu: bigramas tenido koloses y cuadros calf cados que aseguraron el gobierno del jercito y del pais entero durante la querra, habria sido imposible resistir aquello. No bien comenzé la guerra, el Partido tomo fen sus manos la direccién de la lucha ar- ‘mada del pueblo, lo movilz6 a la defensa de la Patria. José Stalin se puso al frente el Comité Estatal de Defensa, en el cual ‘88 concentré la plenitud de poder. E! Co- mité Central del Partido y su Buré Politico determinaban los planes de campafias mi- litres, examinaban las cuestiones refe- rentes a la retaguardia, a las reservas es- ‘ratégicas y a la industria de guerra. En aquellos aos, el Partido se fundié més atin con el pueblo. Con su heroismo y va- lentia, predicando con el ejemplo, los co- munistas alentaban el espiritu combativo las masas y les infundian la fe en la Victoria sobre el enemigo. En los campos de la guerra cayeron como héroes 3 milo ment6 considerablemente sus flas duran- te la guerra: a 61 se afilaron mas de cinco millones de personas. En 1945, uno de ca- da cuatro combatientes era militante co- munista. ‘Al comenzar la contienda, la Unién So- viética declaré que su deber era liberar a los pueblos europeos de Ia tirania nazitas- cista, Nuestro pais y nuestro ejército cum- plieron honrosamente la palabra. A! expul- r al agresor del territorio soviético, el Ejército Rojo emprendié su grandiosa marcha liberadora, prestando ayuda direc- ta a los pueblos de Polonia, Rumania, Remeaiaa elon. aa Yus a, Austria, Noruega, Dinamarca, Fin fandia y de la propia Alemania. Al dere tar en la etapa final de la guerra a los mil taristas japoneses, la Unién Soviética ayu- d6 a los pueblos chino y norcoreano a sa- cudirse el yugo extranjero. En la gran empresa liberadora de Euro- pa y Asia participaron 8,5 millones d ‘combatientes sovisticos. De ellos, mas de tun millén sucumbieron en los campos de batalla (Continua en pagina 9 MINUTO be SILENCIO Todos los afos, el 9 de mayo a las 6.50 pm, las emisoras de radio NARA ere Ree uO eu Crete ee tas aS cue nad oe Relea Ma Raa eo mu Cag Ore Se a a CeCe ed Bene ne ees Cum ae SCOR OA ue Oa Ce mu COR aaa en Ca ee a ac rcs Beet a Oe TORN Cur Cu ea Uy Pre eno: Cara ue oe eeu ts Pe Oe ue es ou PeCun Spa OR mC Oc Re Dee tbr RR er ORCC etre nae ute Seco Tn Bee Gee RULE Ce ORC MMM Ome UC et eee eC ee Neem eR eu ea uC a De ee emer ae ee ce Mu Caco ea Pee ee a ae Re Dee Ree nn ue a oe OR Ee ea esa Ce ea ae as Bee ae ne Le a ec On cee a oe CEN eee eee Ree Cee ea ee Se enue nee Pee erties "Pasaran anos, decenios. Sigios y siglos transcurriran sobre la Re ee ete ec Dee UR Ra eR SL Ueto eC OC RU CRC Ce ee ec tc Seren a ear Se eye ec aC ae Cou Cee ae aca (Wiene de pagina 5) POR EL CAMINO DE LA RECONSTRUCCION Y EL DESARROLLO Mas de veinte millones de vidas nos cost6 la victoria. Mas de 70 mil pueblos y 1.710 ciudades quedaron en ruinas. Perdi- ‘mos cerca del 30 por ciento de la riqueza nacional. Parecia que se:iban a necesitar argos decenios para I un pais larrasado y quemado por la guerra. ‘Sin embargo, ya en los cinco primeros afios posbélicos, el pueblo sovietico con su abnegado trabajo supo restablecer en Jo fundamental ja economia del pais, apro- vechando las ventajas del régimen socia- lista y las posibilidades de la economia planificada. Los aos posteriores estuvieron marca- dos por un desarrollo econémico mas di Ramico todavia. Cuanto en el pais se hizo €en los ditimos cuatro decenios da motivos para sentimnos orgullosos y satisfechos. La produccion industrial en 1984 se multipicd ‘por 24 con respecto a 1940, la productiv ad del trabajo social aumento en mas ce 12 veces y los ingresos reales por cépita, is veces. En 1984, se necesi- de un mes para obtener un jnta nacional ‘fio de 1940. En el caso de industrial, se necesitaban tan slo 15 dias. En el afio del cuarenta aniversario de la Gran Victoria, el pueblo sovietico finaliza ‘con éxito el programa de desarrollo s0- cloecondmico del onceno quinquenio (1981-1985). En la industria nacional se ‘estén operando cambios importantes en favor de la electronica, la mecénica de precisién, jos equipos atémicos, la siderur- | la quimica y petroquimica, la agricola y otras ramas que determinan el progreso Cientitico-técnico. | El aio pasado, casi todo el incremento de la renta nacional se obtuvo por via de la elevacién de la productividad del trabajo. {Lo cual demuestra elocuentemente que la ‘economia soviética se desarrolla a partir de factores intensivos. ‘Se acelerd la entrada en servicio de les fondos productivos basicos. En lo que va dal quinquenio, se pusieron en operacién mas de 800 empresas industriales. Impor- ante acontecimiento {ue 1984, un afo antes del plazo previsto, movimiento normal de trenes en todo el trayecto del ferrocarrl Baikal-Amur. En la ‘estructura energética del pais, aumenta la parlicipacion del gas natural y de la er ia atémica, asi esta previsto en el progra- ma energético nacional. Se construyeron potentes gasoductos transcontinentales, Cuarenta afios de la victoria sin parangén en el mundo. En los cuatro afios del presente quinquenio se tendieron casi 36 mil kilémetros de gasoductos ‘maestros. Tales ritmos y dimensiones no tienen paralelo en la practica mundial ‘Se va cumpliendo con éxito el programa alimentario. En 1983-1984, la produccion agraria anual se acrecent6, por término ‘medio, en el 9 por ciento respecto a 1981- 1982. A ritmos estables crece [a renta na- clonal, lo cual permite ir mejorando el nivel de vida de los soviéticos. En los ultimos ‘cuatro afios, los ingresos reales per capita aumentaron en el 9 por ciento. Nuestro pals es el que mas viviendas construye en ‘el mundo. En el indicado perlodo, 40 millo- nes de cludadanos mejoraron sus condi- clones de vivienda. En los afios 1981- 1985 se habré cumplido el programa de ‘construccion de viviendas més ambicioso fen toda la historia de los quinquenios eco- némicos sovisticos. Nuevas cotas de de- sarrollo aleanzaron la cultura, la ciencia y €l arte de los pueblos de la Union Sovié- tica. “También en lo sucesivo se mantendré la linea hacia el mejoramiento del bienestar del pueblo. En ello reside el objetivo su- remo del Partido Comunista y del Estado Sovistico. Los éxitos son obvios y complacen, pero nuestro Partido mira al futuro y orienta a los comunistas, a todos los sovieticos ha- dia la solucién de nuevos problemas clave que a sociedad soviética tiene plantea- dos, hacia la tareu de eliminar las deficien- ‘clas y aprovechar las potencialidades. El Conjunto de estas cuestiones se examina ré en el proximo 27° Congreso del PCUS, para el cual se esta preparando tanto Partido como todo el pais. El Congreso ac tualizard el programa del PCUS destinado a ar @| socialismo desarroliado. Sera un programa de intensa actividad ‘readora que permitiré materializar plena- mente nuestros ideales socialistas. Asi- ‘el Congreso aprobara las orient clones fundamentales del desarrollo so- ‘loeconémico del pais para e! duodécimo quinquenio 1986-1990 y hasta el aho 2,000. Las tareas que nuestra sociedad tiene planteadas en la presente etapa son com- plejas y revisten dimensiones inusitadas. Sin embargo, estamos convencidos de {que son realizables. Hoy nuestras fuerzas y posibilidades se han acrecentado on ‘gran medida. El pais cuenta con un inmen- 80 potencial productivo y cientifico- técnico. La sociedad soviética es monolitica Nuestro pueblo apoya sin reservas la poll- tica del Partido Comunjsta. Lo han vuelto a confirmar los resultadds de las elecciones alos Soviets Supremos de las Republicas Federadas y Autonomas, a los Organos de poder local, celebradas en febrero pasa- tes representantes de la clase obrera, el campesinado koljosiano y la intelectuall- dad, milones de electores votaron asi por la politica de paz y progreso que viene propugnando el PCUS. La Union Sovietica es re integrante de la comunidad social otros paises del CAME, solucionamos con xito los problemas que implica el intensif- ‘ear la produccion y acelerar el progreso Clentifico-técnico; ejecutamios programas de desarrollo de ios mas importantes sec- ores econémicos. Se profundizan la inte- ‘gracion econdmica socialista, la coproduc- ‘i6n y la interaccién en materia de planifi- ‘cacién. La conferencia econémica cumbre. que los miembros del CAME celebraron ‘en Mosed el pasado verano reatirmé la ef- cacia de esta politica y elaboré decisiones ‘que han dado un nuevo impulso a la coo- Peracién para fortalecer la base econémi- a del socialismo, el sistema socialista ‘mundial en su conjunto. NUESTRO IDEAL: PAZ Y DESARME El pueblo sovistico obtuvo una gran vie- toria en aras de la paz y la vida en el pl neta. A los magnos Ideales de la paz sirve la politica exterior del Estado Sovistico. Para nosotros no hay tarea més importan- te que la de eliminar el peligro de guerra y refrenar el armamentismo. No es una sim ple declaracién de buenas intenciones. La URSS se ha comprometido a no ser la pri: mera en utilizar el arma nuclear. Propone a las potencias nucieares congelar los ar- senales atémicos y acordar normas de las. relaciones mutuas, cuya observancia sa- neraia la situacion mundial y fortaleceria la ‘seguridad internacional En el terreno de Ia politica exterior, nuestra linea es clara y firme. Es la linea ‘conducente a la paz y el progreso” —djo M. Gorbachov, Secretario General del CC del PCUS en el pleno de! CC del PCUS, ‘calebrado el 11 de marzo de 1985. “Nunca antes sobre la humanidd nig amenaza tan espantosa, como nuestros dias. La nica salida razonable de la situacion creada es un acuerdo de las fuerzas contrapuestas sobre el cese inmediato de la carrera de los armamer 10s, ante todo, nucleares, en la Tierra impediria en el espacio c6smico. Un ‘acuerdo sobre una base honesta y en pi de igualdad, sin intentar “engafar” a | ‘otra parte y dictarie su voluntad. Un acue do que ayude a todos a avanzar hacia objetivo deseado: la destruccin total y prohibioion para siempre de las armas ni clearés, a la eliminacion total de la amena- za de guerra nuclear. En esto estamos memente convencidos.” Un desarme glo- bal y completo permitiria obten medios y emplearios en. blemas globales tales como el desarrollo de las fuerzas productivas, de la educa- ‘ign y la sanidad; la proteccién del medio ambiente; la lucha contra el hambre y la miseria que padecen centeneres de nes de gentes en el mundo no social ‘asi como en otras obras buenas. Tanto en la soluci6n de los graves pro- blemas politicos como en todas las esfe- ras de las relaciones internacionales, la Unién Soviética viene actuando a partir de Jos principios de la coexistencia pacifica, €en favor de un amplio dialogo, en igualdad de derechos, con miras a fortalecer el en- tendimiento y la confianza entre los pue- blos. Estamos convencidos de que comer- lar es mejor que competir en preparativos militares, méxime que ya tenemos acumu- Jada una buena experiencia en la coopera- ‘i6n reciprocamente beneficiosa con mu- cchos paises de Occidente. Estamos dis- uestos a desarrollar la cooperacion eco- ‘némica con todos ios paises a base de los principios de igualdad y beneficio mutuo. Esto obedece no s6lo a las necesidades objetivas de la division internacional del trabajo, sino también a la necesidad de potenciar la base material de la distension Internacional. ‘Salvaguardando la paz, propugnando la. politica de cooperacién y buena vecindad ‘con todos los Estados no podemos sos- layar la amenaza que comporta la politica agresiva del imperialismo, razén que nos hace prestar seria atencién a la defensa el pais. La Union Soviética no refuerza su segu- ridad a costa de la de otros, sino que quie- ‘re igual seguridad para todos. Ella no bus: ‘ca superioridad sobre EE. UU. y los paises de la OTAN en armas convencionales ni ucleares. La URSS es un pais pacifico, ‘cuyas fuerzas armadas nunca han amene- zado a nadie, nunca han recurrido las pri- meras al uso de las armas. Por es0, cual- ‘uier referencia a la “amenaza militar so- viética” es falaz. LA quién puede amena- Zar un pals que en todos los foros interna- Clonales hace propuestas para cesar el ar- mamentismo y lograr un desarme global y ‘completo? ZA quién puede amenazar un pais que propone prohibir el uso de la fuer- a militar, en primer lugar del arma nu- Clear, en las relaciones interestatales? {Un pals donde practicamente no hay fa mnlla que no haya perdido a alguien de los ‘suyos en la pasada guerra’ Cuarenta aftos han pasado desde que terminé la guerra, pero sus ensefianzas y experiencias no dejan de ser instructivas ‘también’para las presentes generaciones. La priinera pregunta que se hace cual- ‘quier hombre que piensa es la siguiente: zse podria haber impedido la Segunda Guerra Mundial o ella era inminente? En ia Unién Soviética consideramos que se la podria haber evitado si todos los pueblos hhubleran hecho frente comun contra los agresivos planes de Hitler. En tiempos prebélices, la URSS propugné sostenida- mente la idea de crear un sistema de se- ‘guridad colectiva. Sin embargo, los esta: distas occidentales no atendieron a la voz de la raz6n. La politica de convivencia con 1 agresor, de antisovietismo ciego, se vol- vi6 contra sus inspiradores y trajo la gue- rra.a su propia casa. De ahi se deduce que €1 antisovietismo es un mal consejero en politica, hecho que no estaria de mas ha- ‘cerles recordar a los promotores de las nuevas “cruzadas” contra el socialismo, a aquellos que alientan ambiciones revan- chistas, tanto en Europa como en el Leja- no Oriente. (tra ensefianza, vinculada a la primera, cconsiste en que al socialismo no se le pue- de destruir por la fuerza militar. Por eso 6s inviable y esta condenada al fracaso la po- Iitica de presiones, amenazas y sanciones respecto a nuestro pais y a nuestros amigos. En la Segunda Guerra Mundial, la Unién Soviética combatié junto con EE. UU., Gran Bretafa, Francia y otros aliados con- tra el enemigo comin, contra el peligro Universal. Los integrantes anthitleriana pertenecian a sistemas so- clales distintos, lo cual no impidié que se hicleran aliados. Sus dirigentes supieron establecer conjuntamente las bases de la ‘estructuracion posbélica, refrentadas en los acuerdos de Teherdn, Yalta y Pots- dam, cuyo objetivo fundamental sigue siendo valido: conseguir una sdlida paz, ‘aspiracion suprema de la Humanidad. Hace cuarenta afios, la unidad de fines y de accién permitio imponerse sobre el Rhaziamo y salvar a los pueblos de la opre- sién hitleriana. También en nues pos la humanidad, todos los puet UU. podrian ‘esencia y el espiritu de los compromisos ‘asumidos por ambos paises a finales de la asada guerra y en el marco de los acuer- dos concluidos en los afios setenta. Ello contribuiria, indudablemente, a fortalecer la confianza reciproca y a sanear ia situa- ‘i6n internacional. En esta gran fiesta del 40 aniversario de la victoria, recordando la hazafia de aque- ios que vencieron al nazitascismo y al mi- litarismo japonés, pensamos en la paz, en qué hay que hacer para que la guerra no uel stallar en nuestro planeta. En Jimpedir la guerra ven los sovisticos la prin- cipal responsabilidad ante sus hij 108, ante las generaciones ven la memoria de los cincuenta mil vidas humanas segadas por la Segunda Guerra Mundial. ‘Aprovechando la ocasién, quisiera at vés de APN desear a todos los lectores blenestar y felicidad, éxitos en la lucha contra la guerra que amenaza a cada ho- {gar en nuestro Planeta, en la lucha por tuna paz sélida. © Como fue la guerra: cifras y hechos © La Segunda Guerra Mundial, desencadenada por e! nazismo alemén, arrastré a su vordgine 2 | | 61 Estados con 1.700 millones de | | habitantes, cuatro quintas partes de la poblacién del Planeta. ‘© Se convirtié en arena de hostil- | dades directas el territorio de cuarenta Estados. ® Solo seis paises se declararon neutrales. ‘ Fueron movilizados 110 millo- nes de personas para las fuerzas armadas. ‘© Muertos en la Segunda Gue- tra Mundial Total 54 millones 800 mil URSS 20 millones 300 mil Polonia 6 millones Yugoslavia. 1 millén 700 mil | Francia 600 mil Inglaterra 388 mil EE.UU. 329 mil 13 millones 600 mil 6 millones 600 mil Alemania © 13 millones de nifios fueron asesinados, quemados o muertos con torturas en los campos de concentracién hitlerianos; pere- cieron también victimas de bom- bardeos, de! hambre o del aban- dono. © En los campos de concentra- cidn de la Alemania hitleriana fue- ron martirizados 12 millones de personas indefensas. © Los pueblos de Europa sutrie- ron dos veces y media mas pérdi- das de vidas humanas que en los 350 afios anteriores. © £150 por ciento de las pérdidas correspondié a la poblacién civil. En la Primera Guerra Mundial su proporcién fue diez veces infe- Tor. © La Segunda Guerra Mundial costé cuatro billones de délares @ la humanidad. ‘Arriba: Moscd, 9 de mayo de 1945: Salvas de la victoria. Fue una verdadera fiesta del pueblo. La gente que sufrié los desastres de la ‘uerra comenzaba a cllrar nuevas esperanzas en una vide nueva Centro: Frente al teatro Bolshoi se encuentran amigos de guerra. EI matrimonio Anatoli y Anna Nikiforov, y Leonid Mi i nombre de Novgorod Se fa viotoria. Més de 20 fen aras de /a. victoria. MEMORIA, ESPERANZA EL SOLDADO NIKIFOR ZHUKON Por VLADIMIR ERIOMENKO te relato expone la historia de un hombre que marché al frente, combs y regresé a su ci después de la guerra con ‘el grado de soldado. Tiene e! mismo apellido que el glorioso mariscal de la Unién Soviética, Gueorgul Zhikov, pero ellos no son de la misma familia. El apellido Zhukov es uno de Jos apellidos rusos mas difundidos en el pais. Lo Hlevan miles de familias. Sin embargo, Ia gloria de la guerra la ternalmente soldado y ef mariscal. tes de comenzar la guerra, Zhi kov ya era soldado. Estaba cum- pliendo el servicio militar en la avia~ cién naval del Baltico. No obstante, sus primeros combates tuvieron lugar en tierra, Nikifor Zhukov nos dice: “Setenta hombres aproximadamente de nues- tro regimiento fueron enviados a refor- zar las fuerzas terrestres. Leningrado estaba amenazado por los fascistas y ‘nosotros nos destinaron a tapar una de las brechas que se hablan for- mado. "Los combates eran encamizados, Fue entonces cuando por primera vez participé en un ataque a la bayoneta calada, Segun dicen las estadisticas, un soldado tiene la posibilidad de par- ticipar no mas de tres veces en com- bates cuerpo a cuerpo, después viene la muerte. Yo tuve suerte, pues en el primer afio de guerra ya habia sobre- pasado esa norma de probabilidades. El primer ataque siempre es el que més se teme. Los hombres avanzan corriendo en silencio al encuentro unos de otros. Solamente gritan cuan- do se levantan para el ataque, des- pués las gargantas se resecan, se aprietan los dientes y, mirando hacia adelante, con el rabilio de los ojos ob- servan alerta los peligros que pueden surgir inesperadamente por los costa- dos... Van tensos como resortes, y con todas sus fuerzas ponen sus es- peranzas en el fusil. ‘Después de un ataque, en el cam- po de batalla encontrébamos muertos algunos soldados con heridas tan le- ves que en la practica cotidiana del frente inclusive se hubleran negado a ser llevados al hospital. Dicen que en los combates cuerpo a cuerpo los hombres mueren con frecuencia no tanto por las heridas que reciben, sino a causa de shock. Por eso, yo siem- pre me repetia internamente: 'Nikifor, lo mueras antes de que te liegue la muerte.’ ” Las fuerzas hitlerianas fueron dete- nidas ante el mismo Leningrado. Alre- gimiento de aviacién volvieron sola- mente trece hombres, incluyendo a Nikifor Zhukov, PARTE SOLICITANDO EL TRASLADO DE LOS CIELOS A LA TIERRA Los soldados comprendieron per fectamente la orden dada de que se trasladara a los marinos del Baltico al Mar Negro: “Significaba que alli la si f | | Arriba: Los gueriteros fueron una grave | menace pera fos ocupantos nazis, cantotendo ;guarda Go! enemigg 5] estonsas supertcies Los guoriteros | fcweron descariar mies Se ones ‘anemigos que transportaban material de ‘uerra y efectivos hiterianos. Antes del combate reina silencio. Los soldados ‘dicen que es agobiante. Qué recuerdan los Soldados en tales instantes: su case, sus famiias, of futuro ‘combate? tuacién era més precaria todavia.” La Ciudad de Sebastopol, sitiada por tie- tray blaqueada por mar, combatia he- roicamente contra los ejércitos fas- cistas. Tuvieron que construir el aerédro- mo en los terrenos de un barranco, donde, segtin la opinién de los espe- Cialistas, no se podia despegar, ni ate- rrizar. Los aviones de asalto despega- ban ante las propias narices del ene- tmigo, incendiaban sus tanques y ani quilaban su infanteria motorizada. No bien decolaban los aviones, los mecé- nicos salian a la pista de aterrizaje, Con frecuencia bajo el fuego enemigo, con el objeto de rellenar los agujeros de los embudos que hacian las bom- bas fascistas. Cuando el mando tomé la decision de disiocar la aviacién en otro lugar fuera de la ciudad sitiada, Zhckov pre- ssent6 su solicitud para que lo traslada- ran a las fuerzas de infanteria para quedarse hasta el fin con los defenso- res de la ciudad. Su peticion fue con- codida. SACANDO FUERZAS DE FLAQUEZAS Los aviones alemanes volaban sin cesar sobre las posiciones soviéticas de la orill& sur de la bahia. Los hitleria- nos estuvieron bombardeando mas vamente la costa durante més de una hora. Las lanchas enemigas de de- ‘sembarco, protegidas por densas cor- } tinas de humo, atravesaban répidas el golfo. La guarnicién soviética que mantenia en sus manos las posicio- nes de la otra orilla, atacaba con su fuego los flancos del grupo de lan- chas, pero algunas de ellas lograban acercarse a la orila. ‘Comenz6 el combate con las fuer- zas alemanas que pudieron desem- barcar. El jefe de la seccién de Nikifor caflones pero las ‘musas no callaron. {equierda: "Aulsenores, 10 despierten 2 fos combationtes, ‘éjonios dormir un poco més. Derecha: fas salvas do la ‘cay6 muerto. Nikifor se puso de pie, arroj6 sus granadas de mano y se lan- 26 al ataque arrastrando con su ejem- plo a todos los soldados de la seocion. El primer ataque fascista fue recha- zado. Era evidente que las posiciones cocupadas por los soldados soviéticos serian dificil de mantener sino se ayu- daba al destacamente vecino, que con fuego desesperado defendia sus Posiciones en uno de los barrancos del otro lado de la bahia. Se formé un grupo de combatientes bajo el mando del soldado Nikifor Zhukov para ir en ayuda de los defensores de ese ba- rranco, llamado Sujarni. Fueron cuarenta y cinco los comba- tientes que desembarcaron en la otra orilla para ayudar a la pequefia guar- nicién del barranco Sujami, y ensegui- da organizaron la defensa de la zona que les encomendaron. Los combates se prolongaron mien- tras los defensores tuvieron municio- nes, armas en condiciones de dispa- rar, alimentos y, sobre todo, agua po- table. Al final, todos estos medios se agotaron y a los soldados les quedé Una sola solucién: romper las lineas enemigas, llegar a la orilla y atravesar a nado la bahia de mas de un kiléme- ‘ro de ancho. Nikifor se ech6 sobre los hombros la correa de la metralleta antes de sal- tar al agua. La pistola con la iltima bala —para el caso de extrema nece- sidad— le colgaba del cinturén en su funda. El peso de las armas ayudaba a Nikifor a mantenerse mejor bajo e! agua. Cuando le falt6 el aire en sus ulmones, sacé un poco la cabeza pa- ra respirar y en ese mismo instante oy6 a su alrededor el sonoro resonar de los chasquidos de las balas al cho- ‘car contra el agua, disparadas en ré- fagas por ametralladoras de gran cal bre emp. zadas en los altos de la cos- ta. Un poco més tarde comenzaron a explotar cerca de é! las bombas de los morteros. Un calambre le paralizé la pierna, La vista se le nubié y se sumié en las tinieblas. Cuando estaba aproximén- dose a la orilla, Zhikov empez6 a sen- tir que lo abandonaban las fuerzas, Parecia que se acercaba el final de su vida, no se podia mantener a fote y comenz6 a hundirse hacia el fondo del mar... De repente, Nikifor oyé un desesp rado grito de auxilio. Un grito sobrena- tural, angustioso, estridente como so- lamente pueden hacerio los seres que pierden toda esperanza de vida. A nos veinte metros de distancia vio a lun hombre que se estaba ahogando. Inmediatamente se lanz6 répido en su ayuda y, al momento, sintié alivio: re- sulta que todavia no le faltaban fuer zas. Agarré al combatiente por el cue- lio de la guerrera y comenz6 a em- Pujario hacia adelante, pudiendo lle- {gar felizmente los dos hasta la olla. Posteriormente se enterd de que sola- mente siete combatientes pudieron atravesar la bahia a nado. Después de que ces6 el fuego de- fensivo en el barranco de Sujami, no les quedé otra solucién que retirarse combatiendo a través de toda la ciudad. Nikifor Zhukov nos relata: “El fusil del combatiente herido que salvé en el mar, lo llevaba consigo. La Bandera roja la recogi en el combate. Estaba tendida en la tierra al lado del marino abanderado muerto. La bandera esta- ba atravesada en varios lugares por la metralla y las balas. El asta se raj6 y tuve que atarla con unas vendas.” Muchos fueron los que vieron a Zhikov con esta bandera en Sebasto- Pol. Asi también lo recuerdan aquellos que con 6! participaron en el Gitimo combate del destacamento soviético que habia quedado cercado. El rugido de los motores aumenta- ba. Por detrés de los tanques avanza- a la infanteria alemana armada con fusiles autométicos. Los combatientes soviéticos habian sido empujados ha- cia el mar. Nikifor arregié el vendaje del asta de la bandera y se levanté de repente por detrés de una saliente de roca. Los soldados lo imitaron. Des- pués de atravesar corriendo unos LA URSS Y LA GUERRA: HERIDA MORTAL AL FASCISMO © La Unién Soviética perdié unas veinte veces mas vidas humanas que EE.UU. e Inglaterra juntos. © Fue destruida /a tercera parte de la riqueza nacional de la URSS, in- cluyendo 1.710 cludades, 70 mil po- Blados, 96 mil koljoses, 32 mil em: ppresas industriales, 40 mil hospitales. y policlinicas y 65 mil kilémetros de vias férreas. © Los daftos econémices totalizaron 2 billones 690 mil millones de rubios, equivalentes a 75 presupuestos pu blicos de 1940, e!uitimo afo de pre- guerra. * Elingente poderio nazi sélo pudo ser dobiado y iuego derrotado Bor un ejército poseedor de un po: tencial técnico-militar ain més pode- roso y avanzado. La equipacién de cuatro operaciones estratégicas evi: @encia cémo iba incrementandose de victoria en victoria el poderio de las tropas soviéticas y se ago- taban los recursos del bloque nazi fascista, doscientos metros de terreno batido Por el fuego enemigo, el grupo se dis- ersé por la caftada. Nikifor se cobijé dentro de un embudo de bomba El tanque que se dirigia hacia él tu- vo que dar un giro repentino para no caer en el embudo donde se encon- traba.Nikifor. Este preparé su granada antitanque y la tiré contra el tanque on punteria. |E1 tanque qued6 inmo- vilizado! Por detras del tanque salie- ton los soldados enemigos. Zhukov eché mano a su metralleta y... en ese mismo instante sintié un terrible golpe fn la cabeza. La corretila de sujecién del casco se partié por la parte de la batbilla y el propio casco vol6 por los aires. Sentia la cabeza abrasada por herida de bala recibida. Después se repitieron los impactos: uno en la fren- tey otro en la mano, pero Nikifor ya no sentia ningun dolor. El cielo comenz6 ‘a girar a su alrededor y Nikifor se des- plomé a tierra. “{NIKIFOR, NO TIENES DERECHO AMORIRI" Por un camino lleno de polvo y bajo un sol abrasador, los fasoistas condu- cian un convoy de prisioneros. Los idados alemanes, armados con fu- siles automatics, caminaban cada vez mas répidos. Muchos de los pri- sioneros no podian seguir la exte- nuante marcha y calan desvanecidos totalmente agotados. Los fascistas los temataban en el mismo camino. Cuando, al fin, el convoy arribé al campo de prisioneros, los supervi- Vientes no llegaban ni a ia mitad de los que habian comenzado el camino. En el campo de prisioneros aumen- taron considerablemente las desdi- has. Nikifor enfermé de titus y de di- senteria, pero su poderoso organismo pudo vencer las enfermedades. Como consecuencia del tiftus, perdié el cabe- llo de la cabeza. Tenfa todo el cuerpo dolorido y las piernas no lo sostenian. Sin embargo, Nikifor no dejaba la idea de fugarse del campo. “jLIBRE!” La oportunidad se present6 de im- proviso, cuando a Nikifor y su com- pafiero de campo los destinaron a tra- bajar en la construccién de una casa. El piso de la casa se hacia de dos ‘capas: la inferior, con residuos de ma- dera y la superior, de tablas cepilladas con relleno de cemento entre las dos capas. Unos instantes antes de terminar el trabajo, el compafiero de Nikifor le to- 6 en un hombro y le dijo despacito: “iYa es horal” y en un momento le- vantaron entre los dos las tablas en un jugar que tenfan preparado de ante- mano. Zhdkov desaparecié instanta- neamente por debajo de las tablas. Nikifor, casi sin ropas, se echo sobre la tierra fria. Por encima de su cabeza regonaban los golpes de martilo cla- vando las tablas. En su conciencia se entrelazaban alarmantemente los ‘mas tenebrosos pensamientos: "ZY si echaron mucho cemento en la mezcla y se fragua més répidamente que de ordinario? zY si después no tengo su- ficientes tuerzas para poder arrancar trader apunt ‘oon un solo pensamiento: "No dabo taller. las tablas? 2Y si llegan, ahora preci samente, los guardianes?”’ Pasaron varios minutos de silenci y zozobra, Después se oyd el pesad taconeo de las botas de los gual nes que andaban por todas las habits clones de la casa: a los convoyadore les faltaba un prisionero. De nuev volvié el silencio, pero el convoy no s ponia en marcha. Algo estaban espe rando... De pronto, a lo lejos, se oy6¢ ladrido de unos perros que se acerca ban. iHan traido perros policias! Est ‘s{ que no lo habian previsto cuand planearon la fuga.. Los perros se iban acercando mas} mas al lugar donde se encontraba Ni kifor. El taconeo de las botas son: exactamente por encima de las tabl que cubrian su cuerpo. Los perros lanzaron furiosos contra la pared, se- uramente aquella misma pared que 61 acababa de recubrir con la mezcla de cemento. Ahora comenzaran a le- vantar las tablas... Los escoltas empezaron a discutir acaloradamente entre ellos. Los pe- rros grufian y golpeaban la pared con sus patas. “iVamos!” oy6 Zhukov desde su escondrijo esta conocida pa- labra alemana pronunciada con voz agria y descompuesta. A continua- ci6n, los pesados pasos de los escol- tas comenzaron a alejarse del lugar. “Si es que no me han podido en- contrar, quiere decir que he quedado bien entérrado —pens6 para sf Niki- for—. Ahora lo principal es tener la su- ficiente fuerza para poder salir de aqui. Esperaremos hasta que sea de noche. EI cuerpo lo tenfa entumecido por el fio. Sin embargo, cuando Zhukov em- pujé con el hombro las tablas haci arriba y éstas cedieron y comenzaron a elevarse con un leve crujido, todo su ser comenz6 a arder de emocion. Las piernas querian huir del lugar lo mas répidamente posible, pero dominando su impulso, Nikffor puso de nuevo to- do en su sitio. Después se acercd con cuidado a la ventana y observé que la Roche era oscura y sin estrellas. Cru- 26 61 marco de la ventana y corriendo 3@ dirigié hacia el rio. LLEGAR A CASA PARA PODER VOLVER DE NUEVO AL FRENTE Queria ir a casa... Hambriento, se- midesnudo, sin dinero ni documentos, yen invierno. Ademés tenia que reco rrer casi mil kiiémetros de distancia por territorio ocupado por los fascis- tas. Fueron dos largos y terribles me- es de camino. En lugar de su casa, Nikifor encon- 16 troncos carbonizados y un montén de ladrillos desperdigados. Sus pa- dres, que se hablan cobijado en un cuchitri hecho con los restos de la ca- sa quemada, no pudieron reconocer al principio a su hijo, cuando vieron en el umbral de la puerta a un hombre vestido con andrajos. Nikifor fue recuperando su salud lentamente, pero en cuanto se enteré de que su madre mantenia contacto con jos guerrilleros del lugar, exigié in- mediatamente que io incluyeran a él también en las operaciones guerrille- ras. Participé més de una vez en ac- ciones encaminadas a apoderarse de convoyes enemigos y en el hostiga- miento de los destacamentos fas- cistas. Nikifor llegé a su aldea el 9 de ene- ro de 1943, y ya en febrero del mismo ao fue liberada por las tropas sovié- ticas, ‘Nikifor Zhukov continua su relato: “Cuando llegaron los nuestros, yo te- ‘nia un solo deseo: integrarme lo mas répidamente posible en el Ejército de operaciones para expulsar @ los fas- cistas de nuestro pais. "Muchas fueron las vueltas que di desde las puertas del comandante de la plaza militar, hasta as puertas del médico y viceversa, antes que ellos se cansaran de mi. Les relaté mi pasado. Me parecié que me habfan compren- dido, que yo no podia vivir de otra for- ma. Y después de todo esto, el médi- ‘60 me dijo io siguiente: Td no llegas ni al frente, te morirés por el camino.” Es verdad que mi aspecto era lastimoso. Estaba totalmente extenuado y, ade- més, tenfa un resfriado constante que no me abandonaba nunca. Les expli- ‘qué: necesito combatir, de otra forma, moriré, Mi organismo hace ya mucho tiempo que esté acostumbrado a esa vida y durante més de dos aftos esté viviendo de acuerdo con ese progra- ma. Al final los convene! y acabaron laméndome a filas” Nikifor combatié en la batalla del Ar- Cifras y hechos © Durante la Batalla de Moscu, en 1941-1942, los ejércitos soviéticos, que pasaron a la ofensiva, tenian un total de un milién 100 mil efectivos; las tropas de la Wehrmacht, puestas ala defensiva, un millén 700 mil, 0 sea, 50 por ciento mas. Los soviéti- cos tenfan 7.650 cafones y 13.500 ‘morteros; los alemanes, casi el do- ble. Los soviéticos aisponian de 770 tanques; los alemanes, de 1.170. © La Batalla de Moscti se prolongs por més de seis meses y se libré en un frente de unos dos mil kilémetros. Las tropas soviéticas liquidaron mas de meaio millon de soldados y oficia- les enemigos, mil trescientos tan- ques, mas de dos mil quinientas pie- zas de artilleria y avanzaron tres- Cientos cincuenta kilémetros hacia el Oeste, 19 0 de Kursk-Oriol, que fue uno de los enfrentamientos militares més gran- des de toda la Segunda Guerra Mun- dial. Lo hirieron y tuvo que estar hos- Pitalizado tres meses. Al salir del hos- Pital, lo destinaron a una de las divi- siones que forzaron el rio Dnieper y avanz6 a través de encarnizados combates hacia la ciudad ucraniana de Korostien. EL ULTIMO COMBATE Un grupo de tanques pesados ale- manes “Tigre” se interné en los su- burbios de la ciudad. Un tanque, ocul- to tras las ruinas de las casas destrui- das, disparaba con tiro directo contra los combatientes de la seccién anti- tanque de Zhukov. El resto de los tan- ques, protegiéndose con este fuego, comenzaron su maniobra de envolvi- miento. Para poder alcanzar al tanque ‘enemigo con sus granadas, Zhukov tenfa que cruzar la calle corriendo. Al volver en sf, Nikifor vid como se desmoronaba sin ruido un edificio en llamas. Ast, como si estuviera viendo una pelicula muda, avanzaba hacia 6! un tanque, pero este tanque era de los suyos, eta un “T-34” soviético.. Habla el enfermero Ivén Fesenko, : quien participé en los combates junto a la ciudad Korostien: “No lejos de nosotros, el tanque frené bruscamente. Escuchamos el tito del tanquista: jMuchachos, ven- gan, esté vivo! "Al desenterrar al herido, éste quiso levantarse, pero no pudo hacerlo. "Saqué sus documentos. Era Niki- for Zhikov, jefe del batallén de fusiles antitanque. Recordé que hacia tres dias el periédico del frente habla co- ‘mentado su hazafia: al tomar por asal- to la linea de detensa, Nikifor ZhUkov agarré al vuelo una granada enemiga, lanzandola de vuelta a la trinchera de los alemanes, con lo que salvé la vida a los soldados de su subdivision.” LA GUERRA NO. LICENCIO A NIKIFOR Nikifor recobré el conocimiento des- pués de haber pasado muchos dias en el hospital y sus fuerzas eran tan Precarias que solamente le permitian escribir en toda una planilla de papel y con letras de imprenta grandes e inse- guras, la palabra QUE? E! médico le “Sordera absoluta y pérdi- ‘(Continda en pag. 62) a tarde del 1° de abril en el Gran Berlin y la orden de que en 12 0 15 Cuartel General, José Stalin firmo, dias se alcanzase el Elba en mi presencia, la directriz para el Durante la guerra he participado di Primer Frente de Bielorrusia sobre los _rectamente en muchas grandes e im- preparativos y la realizacion dela ope- _portantes operaciones ofensivas, pero racién cuyo fin debfa ser la toma de _la batalla que nos esperaba para to- ~ Mia Erenburg Anne, . eo y ¢ después de la derrota sufrida por la Alemania hitlerlana: “No quiero olvidar nada, la memoria no es una chucherla ni un lastre, la memoria es un gran don. Si el hombre no tuviera memoria, su vide seria facil pero Insigniticante... Si examinamos el cadaver de! desde heridas graves. Pero uni herida fue mortal y la causé al fascismo el Ejército Rojo’. Gueorgui Zhukov, marscal de Union Sovietica, ronte al Reichstag Mayo de 1948. mar Berlin era algo muy especial, una ‘operacién sin parang6n. Las tropas del frente deberian perforar una zona de poderosas fortificaciones defensi- vas, comenzando desde el mismo Oder y terminando por Berlin, perfec- tamente fortificado. Era menester de- rrotar en los accesos de esa capital un considerable grupo de tropas germa- nofascistas y tomar la capital de la Alemania fascista por la que, estéba- mos seguros, el enemigo pelearia a ultranza. La tarde del 1° de abril iamé desde Mosci al jefe del estado mayor del frente, coronel general Mijall Malinin y le die Todo ha sido refrendado sin mayores cambios. Disponemos de poco tiempo. Tome medidas. Mafiana Ros vemos. Estas lac6nicas instrucciones eran suficientes para que Mijail Malinin ini- ciara de inmediato todas las medidas previstas para preparar la operacion Durante la contienda no habfamos tenido ocasin de tomar urbes tan enormes y tan fortificadas como Ber- lin. Su superficie total equivalia casi a 900 kilémetros cuadrados. Las insta- laciones subterréneas sumamente ra- mificadas permitian a las tropas ene- lizar una maniobra a gran ‘Nuestra aviacion de reconocimiento realiz6 seis veces el relevamiento de Berlin, de todos sus accesos y lineas defensivas. Conforme con los resulta- dos de dichos relevamientos, de do- ‘cumentos capturados al enemigo y de Ja informacién proporcionada por los prisioneros, se elaboraban detallados esquemas, planos y mapas que se ‘enviaban a todas las tropas y a todos los escalones de mando, incluida la compafiia. Las unidades de ingenieros elabo- raron una exacta maqueta de la ciu- dad con sus respectivos suburbios, utilizada para estudiar las cuestiones relacionadas con la organizacion de la ofensiva, el asalto general de Berlin y los combates en la parte céntrica de la ciudad. Del 5 al 7 de abril transcurrieron muy activa y creativamente la reunién yel juego de mandos sobre los mapas y la maqueta de Berlin. Del 8 al 14 de abril se efectuaron juegos mas deta- llados y ensayos en los ejércitos, cuerpos de ejército, divisiones y uni- dades de todas las armas. ‘Al preparar la operacién, todos pen- sabamos en hallar algo que pudiera aturdir y reprimir al adversario. Asi surgié la idea del ataque nocturno con @1 uso de reflectores. Se decidid descargar el golpe dos horas antes del amanecer. Ciento cuarenta reflectores de las baterias antiagreas deberian iluminar de sabito las posiciones del adversario y los objetivos del ataque. Durante los preparativos para la coperacién, a los participantes en ésta se les mostré la eficiencia de los re- flectores. Todos fueron unénimes en favor de que se utlizaran. 2Qué sucedia mientras tanto en el! campo del adversario? La batalla de Berlin habia sido ideada por el mando supremo alemén como la decisiva en el Frente Oriental. Tratando de infun- dir 4nimo a sus tropas, Hitler decia en su arenga del 14 de abril: ““Hemos previsto este golpe y le he- mos contrapuesto un frente firme. El adversario es recibido por una artille- ria de fuerza colosal. Nuestras bajas €n infantes son suplidas por un nme ro incalculable de nuevas unidades, de formaciones y unidades selectivas de milicia que refuerzan el frente. Ber- lin sera siempre alemédn..." —Para asegurar los refuerzos indis- pensables a las unidades del Frente Oriental en el momento que comenza- ra la definitiva ofensiva de los rusos manifest6 en el interrogatorio e! exjefe del estado mayor operativo del gran cuartel general aleman, coronel general Jod!—, tuvimos que disoiver todo el ejército de reserva, es decir, todas las unidades de infanterfa, aco- razadas, de artilleria y especiales de reserva, escuelas militares y demas centros docentes militares y enviar a su personal a completar las tropas. El mando alemén elaboré un deta- llado plan para defender la capital Se cred un ininterrumpido sistema de fortificaciones compuesto por va- rias lineas Ininterrumpidas y varias Ii- neas de trincheras. La principal faja defensiva constaba hasta de cinco trincheras ininterrumpidas. El adver- sario utilizaba varias lineas defen vas naturales: lagos, rios, canale: barrancos. Todas las poblaciones es- taban fortificadas de modo que pudie- ran ofrecer resistencia perimétrica. En los accesos inmediatos a la clu- dad se crearon tres lineas. Cada ca- lle, cada plaza, cada callején, casa, canal, puente se tornaban en elemen- tos integrantes de la defensa comin de la cludad. Doscientos batallor de milicias se entrenaban espe mente para sostener combates 4 llejeros. Mas de seiscientos cafiones anti reos de grueso y mediano calibre f ron emplazados para ser utlizadosi la defensa antitanque y contra la fanteria. Ademés, en calidad de p tos de fuego eran utlizados tang incluso los que se hallaban en rep ion, pero que tenian en buenas of diciones las piezas de arilleria. entrenaban en los cruces de las c y ala entrada de los puentes del ferro- carr Alas obras de defensa fueron incor- porados en Berlin mas de 400 mil hombres. En la ciudad se concentra- ron las unidades selectas de la policia y de las SS. EI mando germanofascista espera- ba conseguir obligarnos a perder con- secutivamente linea tras linea, demo- rar la batalla hasta el extremo, desan- grar a nuestras tropas y detenerias en los accesos préximos. Presuponian hacer con nuestras tropas lo que las soviéticas hicieron con las alemanas en los accesos de Moscii. Pero esos calculos estaban condenados al fra- caso. ‘Cuando preparébamos la ofensiva éramos conscientes de que los ale- manes esperaban nuestro asalto a Beriin. Por eso el mando del frente es- tudi6 meticulosamente cémo organi zar ese ataque de la forma mas sor- presiva para el adversario. Decidimos caer sobre las tropas ‘enemigas que defendian la plaza con tal fuerza que las dejara aturdidas y desconcertadas por completo de in- mediato, utilizando gran cantidad de aviones, tanques, artileria y reservas materiales. Pero habla que concentrar en breve plazo en la zona de opera- clones esa enorme cantidad de mate- tial bélico y medios, lo que requeria un trabajo verdaderamente titénico. Cruzaban Polonia infinidad de con- voyes con unidades de artileria, de morteros, de tanques. Aparentemente no era cargamento militar; en las ba- 2B teas aparecia madera y heno... Pero tan pronto el tren arribaba a la esta- ci6n de destino, el camufiaje desapa- recia répidamente, y de las bateas descendian tanques, cafiones, remol- ques y se dirigian de inmediato a los refugios. Los convoyes vacios regre- saban a Oriente y eran reerrniazados por otros cargados de material bélico. Estébamos seguros de que las tro- pas no experimentarfan falta de muni- ciones, combustible y viveres. Total, que la labor realizada para preparar la operacion de Berlin no tu- vo parangén por sus proporciones y tensién. En un sector relativamente angosto del frente se vio concentrado en breve plazo 68 divisiones de tirado- res, 3.155 tanques y cafiones auto- propulsados, unas 42 mil piezas de artileria y morteros. Estébamos segu- Tos de que con esos medios y fuerzas nuestras tropas derrotarian al enemi- go en el plazo mas breve. Toda esa masa de material bélico, efectivos y recursos materiales cruza- ba el Oder. Hubo que construir gran cantidad de puentes y pasos, que g rantizaban no solo el desplazamiento de las tropas, sino también su abaste- cimiento. En el sector del golpe principal, la oT Cifras y hechos © Al comenzar la Batalla de Sta- lingrado, que produciria el viraje en la guerra, las tropas soviéticas ¥ las nazifascistas tenian efecti- vos ms o menos iguales: més de un mitlén de hombres por cada parte. Pero el Ejército Rojo ya po- e/a superioridad en cafiones y ‘morteros: 16.500 contra 10.290, y més que doble supremacia en tanques y piezas de asaito: 1.460 frente a 670. La Batalla de! Volga también duré mas de medio afto, desple- géndose en un érea de cien mil Kilémetros cuadrados. En algu- nas etapas participaron simuité- neamente por ambas partes mas de dos millones de efectivos. El ‘enemigo perdié millén y medio de hombres (mas de un cuarto de las tropas de la Wehrmacht habi- das en el frente soviético- alemén), més de tres mil tanques y casi cuatro mil quinientos aviones. densidad de la artileria liegaba hasta las 270 piezas de 76 mm y més cali- bre por kilémetro de frente de ruptura. EI 16 de abril, tres minutos antes de que comenzara la preparacion arti- llera, salimos todos del abrigo y ocu- amos nuestros lugares en el punto de observacién Desde alli por el dia se divisaban los parajes préximos al Oder. Ahora esa parte estaba cubierta de neblina Consulto el cronémetro: eran las cinco de la madrugada. En ese instante los disparos de mu- hos millares de cafiones, morteros y de nuestros legendarios lanzacohetes iluminaron todo el paraje, seguida- mente se oyé un ensordecedor es- truendo de disparos y explosiones de Proyeatiles, morteros y bombas de aviacién. En el aire se acrecentaba el zumbido de los bombarderos. Millares de bengalas de diferentes colores iluminaron el cielo. Era la sefial para que 140 refiectores, ubica- dos cada 200 metros, se encendieran. Mas de 100 mil millones de bujfas ilu- minaron el campo de batalla, ofuscan- do al enemigo y arrancando de la obs- curidad los objetivos que debian ata- car nuestros tanques y nuestra infan teria. Fue un cuadro impresionante, y tal vez, no recuerde una sensacion si- milar en toda mi vida. La artileria intensificé ain mas e| fuego, la infanter'a y los tanques se lanzaron al ataque acompafiados por un torrente de fuego estratificado, en dos capas. Cuando comenz6 a ama- rnecer, las tropas soviéticas habian su- perado la primera linea de posiciones y comenzaron el ataque a la segunda, El adversario, que habia concentra- do en la regién de Berlin gran canti- dad de avionés, no pudo utilizar por la noche con eficiencia su aviacion, y por la mafiana los escalones atacantes de las tropas soviéticas ya estaban tan préximos a las tropas enemigas, que los pilotos no podian bombardear las avanzadillas soviéticas, sin el riesgo de acertar a los suyos. Las tropas hitlerianas se vieron in- mersas en un verdadero mar de fuego y metal. Una cortina impenetrable de polvo y humo se hallaba en suspenso, y en algunos lugares ni los potentes fayos de los reflectores antiaéreos po- dian perforaria. La aviacién soviética sobrevolaba el campo de batalla en oleadas. Por la noche, varios centenares de bombar- deros castigaron los objetivos lejanos, que no podian ser alcanzados por la artilleria. Otros bombarderos obraban en interaccién con las tropas de noche y de dia. Durante las primeras 24 ho- ras de la batalla se realizaron més de 6.550 salidas aéreas. En todos los sectores del frente las tropas avanzaban con éxito. No obs- tante, el enemigo comenzé a ofrecer resistencia. Y cuanto mas avanzaban las tropas soviéticas, més encarniza- da era la resistencia. Hubo que intro- ducir urgentemente en el combate dos @jércitos de tanques mas. En la mafia- na del 18 de abril, el camino hacia Berlin estaba libre. El 20 de abril, el quinto dia de la ‘operacién, comenz6 el hist6rico asalto ala capital de la Alemania fascista. Y cinco dias més tarde, el 25 de abril jas unidades avanzadas del Primer Frente de Bielorrusia soviético se x reprseracén ce maneo sowaico Gueorgul Zhukov acepte la et 0, La Habana, Rio de Janeiro, Bogota, Buenos Aires, San José... Con ellos co- ‘menzaban las noticias sobre la solidaridad de la opinion publica latinoamericana con la heroica lucha del pueblo soviético. En sus mensajes, dirigentes obreros de Chile, Colombia, Venezuela y Costa Rica ‘condenaban airadamente la agresion fas- cista. Su apoyo a la URSS manifestaron o! ‘sindicato de los trabajadores del metal Cuba, el congreso de maestros de escuela del Estado de Durango (México), los mine- 08 de Bolivia, El comité ejecutivo de la federacién de obreros del Estado Mexica- no de Veracruz hizo piblico un documento 1941 donde se deca que, luchando contra el fascismo, la Unién Soviética defiende los intereses de todos los pueblos. Por su par- EI Popular’ 6rgano de los sindicatos latinoamericanos, sefialaba que con ata- car pérfidamente a la URSS, la Alemania hileiana se condenaba a la inevitable de- rota. Fampoco permanecieron impasibies los Intelectuales de América Latina. Asi, ya en los inicios de la guerra, el escritor ecuato- riano Enrique Cil Gilbert declaré que era indignante la agresién contra el pais que ‘estaba haciendo la nueva historia. Noso- ‘ros —aljo el novelista— conocemos la po- Itica sovitica de paz. La agresién fascista ‘contra la URSS es la agresién de un siste- ma reaccionario contra el Estado donde habia comenzado la mejor 6poca de la historia humana. El escritor costarricense Garcia Monge aplaudia fervorosamente a la URSS con motivo de su “magnifica re- sistencia a la barbarie germana’. En opi- rion de Monge, los paises del Nuevo Mut do debian, siguiendo el ejemplo de la URSS, alzarse en lucha contra el nazismo. EI gran poeta chileno Pablo Neruda también se manifest6 con claridad. Y io hizo a pesar de su condicién de diplomat 0 y de que el Gobierno chileno, como se sabe, continuaba manteniendo relaciones diplomaticas con Berlin. El posta expres6 ‘8u admiracién por el heroico pueblo sovié- tico que luchaba por salvar a todo el mun- do del més peligroso enemigo de nidad: el fascismo. En la opinién pdblica latinoamericana ‘@jercieron mucha influencia las enérgicas declaraciones antifascistas del famoso es- ‘itor norteamericano Ernst Hemingway. ‘Como se recordar, 61 habia participado ‘en la guerra civil en'Esparia, al lado de la Repiblica, y luego, durante bastante tiem- o, vivié y trabajo en Cuba, donde lo tomo Ta noticia de la agresién hitleriana contra ia URSS. El escritor no tard6 en declarar @ plena voz desde La Habana: “Me solidar 20 totalmente con la Unién Soviética en su resistencia armada a la agresién fascista. Con su lucha, el pusblo soviético defiende a todos los pueblos reacios a ser sojuzga- dos por el fascismo". Muchos estadistas latinoamericanos ‘condenaron la agresién contra la URSS el propio presidente Avila Camacho, miembros de su gabinete, asi como sen Gores y diputados, lanzaron miltiples cs cursos antiascistas. Por causas diversas, en el momento de ‘comenzar la guerra, entre la URSS y los paises latinoamericanos no existian rela ‘iones diplomaticas. A establecerias inme dlatamente, exhortaban los participantes fn los numerosos mitines de solideridad on la URSS. En dichos actos —informa ba “Pravda’—~ participaron, en Montov 0 y La Habana, 70 mil personas; en Mé ico, mas de 80 mil En el transcurso de los mitines s creaban comités permanentes de apoyo & ta Union Sovistica, encargados de coord nar todas las actividades que en este sen ‘nos pusieron fuera de combate un subma- Fino nazi. El gobierno de Ecuador autoriz6 ‘ los cludadanos de su pals a alistarse en ‘1 ejército norteamericano para que pudie- ran partcipar en los combates del segun: do frente La prensa del continente sefialaba que el aporte de los latinoamericanos a la que: tra contra el nazismo podria ser mucho 1943 ‘mayor, de haber resuelto las potencias oc- ‘identales con mas rapidez la apertura del tan esperado segundo frente. Sin embar 90, EE.UU. @ Inglaterra daban largas asunto. Es més, algunos hechos causa- ban perplelidad y hasta alarma. Por ejem- plo, el periddico “Ultimas noticias” de Ci racas, Ifnormaba con indignacion que (cita tomada del "Pravda’, 21 de abril de 1943) los petroleros de la “neutral” Espafia fran- quista abastecen de combustible a los ‘submarinos nazis en aguas del Caribe. Sin ‘embargo, lo mas sorprendente en esta in- decorosa historia es que los esparioles ac- tuaban, en ese caso, como intermediarios, nada mas. Se trataba de petrdleo que los norteamericanos extraian cerca del la- go de Maracaibo, petréleo que la "Star dard Oil Company" —en secreto y sin noti- ficario al gobierno de Venezuela— sumi- nistraba a la Alemania nazi, utiizando, co- mo hoja de parra, la firma “Espafiola Pe- ‘roleums’. Para estimular la participacion de los espafioles en esta criminal transac- ign, los monopolios norteamericanos les ofrecian generosas recompensas. Un rasgo distintivo de 1943 fue el forta- lecimiento de las multfacéticas relaciones centre la URSS y las repablicas latinoame- ficanas. Baste sefialar que aquel afo, se- gun "Pravda", la URSS intercambié em: Bajadores con México, Colombia y Uru- guay. También visité América Latina por primera vez Andrei Gromiko (el actual vi- ‘cepresidente primero del Consejo de Mi- nistros de la URSS y ministro de Asuntos Exteriores de la URSS) quien en 1943 fue designado embajador de la Union Soviet ca en EE.UU. y, simultaneamer - bez la represehtacién diplomatica soviet- ca.en La Habana. ‘Entre los latinoamericanos se desperté interés por la historia del Neroico pueblo ‘sovidtico, por su arte y literatura. A estos temas, la prensa local dedicaba planas es- peciales e inclusive numeros enteros, mo lo hizo “Congreso”, 6rgano del par ‘mento mejicano. Segin “Pravda”. en Mé- xico tuvo gran éxito la. exposicién del Arte y del Libro de la URSS. En Buenos Aires '3e acogié con suma emocién la Séptima Sinfonia de Shostakovich escrita por e! ‘compositor en el Leningrado en asedio. {La interpreté la Orquesta Sinfénica Argen- tina bajo la direccion del célebre Juan Jo- ‘36 Castro. Al concierto asistieron hombres pablicos, escritores, ointores, actores y ‘embajadores de muchos paises del conti ente. La prensa argentina decidié espa: closos articulos a este concierto. Asi se- gin "Critica", éste fue un acontecimiento fexcepcional en la vida cultural de la ciu dad, pues Shostak6vich cred el canto de triunfo de la libertad y la magnanimidad sobre la violencia y el despotismo (ver N. de la U.S., N’ 1, enero de 1985). Después de brillantes actuaciones en su patria, Juan José Castro interpreté la Sép: tima n Uruguay. La reaccion de pdblico uruguayo también fue favorable. ‘Ademés, de una resefia sobre el concier to, ol "Tiempo" local dedicé un editorial @ la'heroica defensa de Leningrado. En la capital chilena la Séptima Sinfonia la interpret6 la orquesta dirigida por Ar mando Carvajal, quien en entrevista con- cedida al periédico “Ei Siglo’, calificd le sinfonia como otra maestra, cuyo principal velor radica en su profundo humanitars mo. En la Séptima Sinfonia, continud e maesro chileno, se reflej6 el drama de gran pueblo que lucha por su libertad, es, indudablemente, la mejor obra musical de la Rusia modema y de! mundo. Atrae la atencién una noticia procedent de Bogota, publicada en “Pravda”. En ur cine capitalina lleno de pabiico se proyec: taba el fime soviético “Stalingrado”. Une vvez terminada la funcion, estallé un impo: visado mitin de solidaridad con la URSS En la sala se encontraba el célebre poete chileno Pablo Neruda, quien subié al esce ratio y por primera vez recité ante el publi co el “Canto a Stalingrado” que mas tar hizo famoso. S Konstantin Umanski URSS - AMERICA LATINA SIEMPRE E IV Crénica de la solidaridad ‘egurar I lector sabe que en 1941 e1 Ejército Rojo, en lo fundamen: tal, limpié de ocupantes hitierianos la tierra natal y procedié a cumplir con su deber _internacionalista: expulsar a los fascistas "de muchos Estados europeos. Conside- ‘rando esta tarea como la primera en im- portancia, el mando soviético comenzé a ‘cumpiiria sin demora, aniquilando al en migo en permanentes combates ofen: vos. Pero hasta entonces, cuando, al pa- recer, nadie dudaba de que la derrota de los nazis Inevitable, aquellos éxitos se ‘con muchas dificultades. Bas- te decir que s6lo la liberacién de Polonia costé la Vida a més de medio millon de ‘soldados soviéticos. Por viejos nameros de “Pravda” @ lzvestia® del afio 1944 sabemos que, has- ta la vispera del final ignominioso, que se ‘aproximaba inevitablemente, ios cabec!- llas del “Tercer Reich” todavia abrigaban ‘esperanzas de utlizar para sus designios Ceriminales e! subcontinente latinoamerica- no. No por casualidad en la prensa de ‘aquellos afios, con frecuencia aparecfan noticias de que las autoridades de la Ar- Gentina, Chile, el Pers, Colombia, el Brasil ¥y México iban descubriendo, una tras otra, Tedes de espionaje. Los agentes de las potencias del eje intentaron organizer un ‘atentado contra el entonces presidente ‘mexicano, Avila Camacho; en otros paises fracasaron sus reiterados intentos de reall- zar golpes de Estado. EstA claro por qué ‘$e recomendaba entonces estar muy aier- {aa las maniobras del enemigo. A ello o> hortaron los delegados al 2° Congreso de la Confederacién de Obreros de América latina, que se realiz6 en Montevideo entre febrero y de 1944. La debida vigl- lancia la manifestaron los obreros uru- ‘uayos. En el periodo a que nos referimos, casi to- as las repabicas latinoamericanas rom- sieron sus relaciones oficiales con Berlin y Tokio, Ei gobierno de Colombia promulgo in decreto que estipulaba internar a aque- 108 suibaitos de las potencias del eje, cuya \ctividad infundiera sospecha, y confiscar 98 bienes de los mismos. Segin dicho de- ‘foto, 8e clausuraban todas las asociacio- vos “culturales” y “deportivas” fundadas Jor emisarios de Hitler mucho antes del ‘omienzo de la guerra. Andlogas medidas. '@ adoptaron en Chile. Por otra parte, las. ‘nasas populares continua 1944 ‘enviar regalos a los soldados sovieticos. La camparia estaba dirigida por una org nizacién social, denominada “Union para la victoria" “Pravda” citeba las Palabras de Marciala Mora Miranda, presi- misma, de que a mediados de 'Uni6n” tenia recaudados més de tun millon de pesos. En lo que concierne al Brasil, 8@ incor- a al lado de los aliados de {general mayor Mascarenhas, que, actuan- ‘Occidental, se distinguié en el salto a la “linea gética” de la defensa ale- Cuantos voluntarios querian combat al ode los yyugoslavos en el Ejérci- to Popular de Liberacién bajo el mando de Tio. El alo 1944 se caracteriza asimismo por ol ulterior fortalecimiento de las rela- muttlaterales entre América Latina i6n Soviética. Tres capitales | Roamericanas —San Jos6, Managu Santiago de Chile— establecieron relacio- nee diplomaticas y consulares con la URSS. En Bogota y Cludad de México co- rmenzaron a funcionar los institutos de re- laciones culturales con la URSS. Los pri Cipeles periécioos colombianos y mexic ‘os dedicaron a este acontecimiento sus articulos de fondo, cuyo contenido repro-

You might also like